Dorothy Malone
Dorothy Eloise Maloney, para los amigos del cine Dorothy Malone, nació en Chicago el 29 de enero de 1924, y falleció el 19 del mes de enero de 2018 en Dallas, Texas, por causas naturales. Medía 1,68 metros de estatura, pero fue una de las estrellas con más presencia ante la cámara desde que empezara a ganar mayor protagonismo en su filmografía a finales de los años cuarenta, tras pasarse una temporada en el habitual circuito de trabajos de figurante en varios largos y cortometrajes sin conseguir aparecer en los créditos, como caracteriza el arranque profesional de muchos de los que luego llegaron a ser estrellas del cine. De hecho, pasó por trece años de trabajo en el cine y numerosos papeles secundarios y producciones de serie B antes de conseguir que la ficharan para el papel con el que iba a alcanzar el mayor éxito de toda su carrera, Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por su papel como Marylee Hadley en Escrito sobre el viento (1956), dirigida por Douglas Sirk, maestro del melodrama, y coprotagonizada por Rock Hudson, Robert Stack y Lauren Bacall. Basada en la novela de Robert Wilder, la película fue la mejor de su realizador y también una de las mejores en las carreras de cualquiera de sus cuatro protagonistas, lo cual es mucho decir considerando los nombres implicados en el reparto.
Sus películas esenciales
Totalmente recomendable, Escrito sobre el viento forma excelente pareja de baile con Ángeles sin brillo (1957), donde el director volvió a reunir a Hudson, Stack y Malone adaptando la novela Pilón, de William Faulkner. Fue el segundo mejor trabajo de la carrera de Malone, que además de ganar el premio de la Academia de Hollywood y ser nominada a un Globo de Oro en esa misma categoría como Actriz de Reparto, entró a partir de entonces en una nueva fase de su carrera, cuando acababa de inaugurar su paso por la treintena, que iba a llevarla de más a menos, siendo recordada en muchas listas de anécdotas como una de las víctimas de la denominada “maldición del Oscar”, porque nunca más volvió a tener papeles de ese nivel.
De esas dos colaboraciones a las órdenes de Sirk, Malone recordaba que este era un gran director, aunque la clave para trabajar con él se la dio uno de sus compañeros de reparto en el rodaje de Escrito sobre el viento. En
