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Daniel Albarrán
Lo que aparece en los
Evangelios
P. Daniel Albarrán
6
Título Original:
Lo que aparece en los Evangelios
(pero que no se dice)
Tomo II
Portada:
Foto tomada de la película Jesús de Nazaret de Franco Zeffirelli.
(Foto No. 17, fascículo 9, edición basada en el film de Franco
Zeffirelli, Editorial Bruguera, S.A., Barcelona, España, 1978).
Prólogo
Lucas 2,1-20:
a) El ángel:
Cuarto: El lugar:
Según San Lucas, fue en Betsaida (Lc. 9,10); según San Mateo
y Marcos, en un lugar solitario, después de viajar en la barca, sin
especificar el lugar (Mt. 14,13; Mc. 6,32); según San Juan, a la otra
ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades (Jn. 6,1).
tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para
tantos?»”
“Tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los
ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio
a los discípulos y los discípulos a la gente”. En Lucas, Marcos y
Mateo, después de pronunciar la bendición, partió los panes, se los dio
a los discípulos para que estos los repartieran entre la gente. Según
San Juan, no los partió, sino que los repartió, por lo visto, Él mismo,
porque no dice que se los dio a los discípulos para que los
distribuyeran.
- Yo te bendigo, Padre... porque has ocultado e stas cosas a sabios e inteligentes...
Era tarde:
“Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles
vosotros de comer.» Él les dijo: «Dadles vosotros de comer.»” (cfr.
Mateo 14,16; Marcos 6,37; Lucas 9,13).
Con esa respuesta y salida de Jesús, ante la petición y
sugerencia de los discípulos, ¿Jesús, estaría presentando la posibilidad
- Yo te bendigo, Padre... porque has ocultado e stas cosas a sabios e inteligentes...
sitio, deshabitado, y, a esas horas del día, muy avanzada la hora, con
pocos recursos, a nadie le faltó nada porque todos colocaron en común
lo que cada uno o por grupo llevaban? ¿Y, en ese detalle del compartir
lo poco o mucho para todos, Jesús, tiene el liderazgo de hacer que
todos, justamente, se abrieran a las necesidades de pan para todos,
como consecuencia de su misma predicación, pues no estaba hablando
del Reino de los Cielos y de sus características? “Dios provee”.
“Tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los
ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio
a los discípulos y los discípulos a la gente”. Así lo presentan Lucas,
Marcos y Mateo.
Hay un detalle importante de resaltar: no dice que se
multiplicaron los panes; tampoco, dice que se reprodujeron. Dice que
partió los panes: “partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los
discípulos a la gente”.
Las preguntas son inevitables. ¿Por qué partió los panes? ¿Por
qué los va a partir, si se supone que están multiplicados? ¿Y, si están
multiplicados por qué no los da enteros para que a cada uno le toque
un pan entero, igualmente? ¿Por qué tiene que partirlos? Y los partió,
porque los partió, según Lucas, Marcos y Mateo, ¿en cuantos pedazos
partió cada pan, por la mitad, en varios pedazos, en cuántos? ¿Cuántos
pedazos salieron de cada pan: tres, dos, cinco? Igual con los pescados.
¿Si se trata de una multiplicación por qué tiene que partirlos
para después repartirlos? ¿En qué consiste, entonces, la multiplicación
de los panes? ¿O, multiplicación significa, en este caso, que con lo
poco que había todos lograron comer porque rindió para todos? ¿O,
multiplicación significa que todos fueron capaces de compartir lo
poco o mucho que llevaban, que fue suficiente para todos,
precisamente, por la generosidad y el desprendimiento de todos para
con todos?
Desde estos planteamientos, ¿cómo hay que interpretar el
verdadero sentido teológico de la multiplicación de los panes y de los
peces?
- Yo te bendigo, Padre... porque has ocultado e stas cosas a sabios e inteligentes...
lugar deshabitado y sin más comida que la poca que cada uno pudiera
tener, la ocasión de ponerse en práctica, precisamente, todo lo que
venía hablándoles? ¿En qué pudo consistir, verdaderamente, la
multiplicación de los panes?
¿Cuál es el sentido teológico y de la predicación de Jesús, en
ese justo momento, de la multiplicación de los panes y de los peces?
¿Será la de una manifestación de su poder sobre unos panes y unos
peces, inanimados? ¿O, será, más bien en el poder de su palabra para
ablandar aquellos corazones y mentes de manera que llegaran a
compartir lo mucho o poco que tenían, para que todos pudieran
comer? ¿Cuál es el sentido teológico de su palabra y predicación,
como resultado de su actividad, en el hecho de la multiplicación de los
panes y de los peces de aquel día, en lugar deshabitado y sin
provisiones?
¿Dónde podría estar lo maravilloso de la multiplicación?
¿Sí, (suponemos solamente) no fue en esa apertura al otro, no
sería, más bien, un fracaso de todo lo que venía predicando y
enseñando? ¿Dónde estará lo maravilloso de esa multiplicación?
¿En qué consistió, verdaderamente, la multiplicación?
En todo caso, ahí están todos los datos. Y, volvemos a la
insistencia de siempre: ¡cuidado con espiritualizar demasiado los
textos porque nos perdemos el fondo teológico!
Tampoco es que se está negando la multiplicación. Nos libre
Dios, de semejante atrevimiento.
¿tenían miedo del regreso a esas horas, y, más tarde, que antes? ¿Por
qué tenía que obligarlos? ¿Acaso, no tenían razones justificadas? Eran
pescadores y sabían de las bondades del mar, pero, también de sus no-
bondades, más, si era tarde para el regreso.
A modo de conclusión:
Lucas 10:
21 En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu
Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las
has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu
beneplácito.
22 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce
quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos
los ojos que ven lo que veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver
lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís,
pero no lo oyeron.»
2) En relación al Mesías:
a) En sentido general:
Esa tarea hay que hacerla con todos los libros que se leen.
Porque, no es lo mismo leer La Divina Comedia de Dante que leer un
libro de historia seria, o leer el Principito de Saint Exupery, como leer
El Capital de Marx y Engels. Son dos estilos y recursos muy distintos.
Cada libro tiene perspectivas distintas, en este caso comparativo, y, en
todos los casos posibles. Esa precisión nos evitaría muchos
inconvenientes interpretativos sobre cada libro y cada autor. Igual, se
aplica a Dan Brow y sus dos famosos libros, sobre todo, El Código
Da Vinci, que ha dado tanto qué decir, a muchos, y que dirá más de lo
que no se capta de esta novela, que por de más, está decir, que es
realmente una belleza, y, no tiene nada de escandaloso, y, sí, mucho de
fascinante. Porque hay que leerla bajo la óptica de novela, aunque a su
decir, tiene sus críticas. Y tiene que tenerlas porque por eso se es autor
de algo.
Igual se trata de lectores. Hay quienes leen lo que otros han
dicho de lo que han leído y repiten, muchas veces, sin verdaderos
conocimientos de fondo de lo que verdaderamente se puede tratar en
tal o cual libro, de cualquier autor. Algunos repiten lo que otros han
dicho. Otros, por el contrario, se han tomado, con respeto, como debe
ser, la tarea de leer y tienen la autoridad de conocer con propiedad el
asunto, si no, a fondo, por lo menos, con más conocimiento. Esos
poseen un cierto juego de libertad en el conocimiento específico del
libro o de los temas.
Eso mismo se aplica a los mismos Evangelios. No es lo mismo
leer los Evangelios sinópticos, en conjunto y por separado, que leer el
Evangelio de San Juan. Cada uno tiene un estilo, un orden, un
propósito, una metodología propios. Ya se ha hecho notar en el
capítulo anterior con el Evangelio de San Lucas: tiene unas
especificidades que son propias de San Lucas, o su autor. Y, esas
especificidades hacen la diferencia. Llegar a descubrirlas es ya una
riqueza personal de quien tenga el atino de hacerlo. Otro tanto, sucede
con el Evangelio de San Juan. Hay que leerlo, sólo, bajo la temática de
San Juan el Evangelista. Pero, humildemente, leerlos. No es que haya
que leerlos con humildad, sino tener la humildad de leerlos, que es
distinto.
Sabedores de esa peculiaridad nos dedicaremos a todo el
Evangelio de San Juan. La tarea no es fácil. No lo ha sido con los
- Algunos elementos que llaman la atención del Evangelio de San Juan –
a) En el prólogo:
d) En el Templo y en Jerusalén:
nada por su cuenta, sino que todo lo que dice y hace es porque el
Padre le ha encomendado. Ver al Hijo es ver al Padre, porque son una
misma cosa. Sin embargo, el Paráclito, será el encargado de explicar
al mundo todo lo que ha dicho el Hijo del Padre. El paráclito
dependerá del Hijo, no podrá venir hasta que el Hijo no haya
cumplido su tarea y misión. El Paráclito tomará de lo que el Hijo tiene
que hacer, sólo, y sólo desde ese momento es que tendrá su actividad,
y, con ello, será glorificado el Padre en el Hijo, y el Hijo en el Padre,
porque el Paráclito convencerá al mundo del pecado, en el que se
hallaba el mundo, y del que ha liberado el Padre en el Hijo como una
misma obra, ya que el Hijo hace lo que el Padre le ha mandado
realizar: traer la luz, porque él mismo es la luz. Y, a través de la Cruz.
Un detalle importante de resaltar es el grito que coloca el
Evangelista en boca de Jesús, y con ello destacamos la importancia de
la relación que hemos realizado. Dice el texto: “El último día de la
fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene
sed, venga a mí, y beba el que crea en mí», como dice la Escritura:
De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía refiriéndose al
Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no
había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado” (7, 37-
39).
A modo de conclusión:
Las parábolas que los Evangelistas nos dan, por parte de Jesús,
son como la nota especial de la enseñanza de Jesús. En ellas, hay
mucha dulzura, hay muchas ideas sugestivas, que nos transportan a
mundos mentales de un contenido psicológico maravilloso, que vale la
pena dedicarle un apartado.
No haremos un análisis de cada una, desde nuestra
metodología, sino de algunas, como la de la cizaña y el trigo.
Notas preliminares:
Ya, en ese solo extracto del libro del Génesis hay varios
opuestos: cielos-tierra; luz-oscuridad; día-noche.
-La parábola del trigo y de la cizaña –
Nota final:
2
Cfr. Albarrán, D., Así en la Tierra como en el cielo (reflexiones de poeta sobre el
Padre nuestro).
3
Véase, también, del mismo autor, Preguntas y respuestas de todo cristiano
inquieto, El piar de un gorrión, En los sueños se nos dan respuesta de la vida
diaria, Los Dos (filosofía de la historia) (novela); también, El Viaje (filosofía de la
ambigüedad), no publicado, pero que el autor facilita para su lectura.
El final de los tiempos: ¿Será universal?
La muerte: un hecho:
Pero, hay datos que desdicen de esa idea. La idea que está implícita en
el entresacado inicial de este capítulo afirma lo contrario.
Veamos. Lucas 17, 30-36:
“¡Está dicho!”...
Porque, no hay más qué decir.
Y, ¡Chito!
Se alegará, entonces, que es muy fuerte la manera de este
apartado. Y, que, es agresivo. Pareciera, ¿pero, qué se puede decir?
Más, es repetir la historia que se quiere evitar repetir. No hay más qué
alegar. Está dicho.
Terminemos, con la expresión típicamente venezolana de
absoluto y definitivo, de cerrar una conversación o un tema: “No hay
más nada qué decir”, y con ello referimos la colección de Ángel
Rosenblat, Buenas y malas palabras, en donde se analiza esa
expresión, típica venezolana, para diferenciarla de la expresión
española de “nada más”, porque en Venezuela, el “más nada”, tiene
carácter de absoluto y definitivo en el cierre de una conversación (cfr.
Ángel Rosenblat, ¿Más nada o nada más?, en Buenas y malas
palabras, Tomo I, Editorial Mediterráneo, Madrid, 1982, pp. 52-55).
“¡Está dicho!”...
Las tentaciones en el desierto
Lucas 4, 1-14:
Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era
conducido por el Espíritu en el desierto,
durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió
nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta
piedra que se convierta en pan.»
Jesús le respondió: «Esta escrito: No sólo de pan vive el
hombre.»
Llevándole a una altura le mostró en un instante todos los
reinos de la tierra;
y le dijo el diablo: «Te daré todo el poder y la gloria de
estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la doy a quien
quiero.
Si, pues, me adoras, toda será tuya.»
Jesús le respondió: «Esta escrito: Adorarás al Señor tu
Dios y sólo a él darás culto.»
Le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el alero del Templo, y
le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo;
porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para
que te guarden.
Y: En sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en
piedra alguna.»
Jesús le respondió: «Está dicho: No tentarás al Señor tu
Dios.»
Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un
tiempo oportuno.
Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama
se extendió por toda la región.
3) El Espíritu: clave:
Tercera tentación:
1) El desierto:
Ahí le va la pregunta.
Conteste, ahora.
Es de imaginarse la emoción que ya estarían sintiendo porque los
dos pasos de la estrategia, para ubicarla como una sola, estaban siendo
aplicadas.
h) Y lo de Dios a Dios:
-“Vosotros sois la sal de la tierra... la luz del mundo” –
Nota final:
fariseos? ¿No se está dando ya una falla que debilita la relación de los
opuestos, tan necesaria y complementaria, en poder-poder?
¿En ese poder-poder, dónde está su opuesto, que tendría que
ser, necesariamente, obediencia? ¿En la relación de los opuestos,
como verdaderamente opuestos, no tendría que ser poder-obediencia?
¿Existe en la alianza, del texto que entresacamos, la relación de los
opuestos poder-obediencia? Pareciera, que no.
Si resulta válido, y resulta, desde nuestros descubrimientos
para nuestras riquezas personales, lo que se está diciendo, ¿no hay
carencia de la verdad en esa relación de los opuestos? ¿Y, si hay,
carencia de verdad, hay mentira, o por lo menos, medias verdades y
medias mentiras? Si hay medias y medias, de parte y parte, ya no hay
opuestos. Porque en el “medias” y “medias” (verdades y mentiras),
hay otro elemento que se repite. Esas “medias” en vez de ser la
fortaleza, se convierte, inmediatamente, en la propia debilidad de la
relación de la alianza entre los herodianos y los fariseos.
Las “medias” existentes entre parte y parte, hace, justamente la
realidad de las alianzas. Y las alianzas, desde este análisis, son una
deformación de los opuestos, porque en vez de fortalecerlo, lo
debilita.
Ante la realidad de la alianza de los herodianos y de los
fariseos, vuelve, a salir airoso la realidad de los opuestos, que sí
aplica, nuevamente, Jesús: Verdad-mentira. Y esa auténtica relación de
los opuestos aplicada por Jesús, ante la pregunta de la alianza, que ya
estaba débil en relación a la realidad de los opuestos, queda
descubierta. De allí, tal vez, que se hayan retirado sorprendidos y
admirados.
De allí, la sorprendente respuesta de Jesús: Denle al César lo
que es suyo, la moneda. Y, a Dios, lo que es de Dios.
¿Qué es de Dios? La historia.
¿Qué es del César? La moneda. Devuélvansela. Cada uno con
lo suyo.
Si de Dios es la historia, pues, es imposible que Jesús, el
máximo interprete de la historia, se opusiera y se contradijera. Menos
con preguntas que no tienen el sentido que debería tener. ¿Preguntan:
que, sí hay que pagar, y, si, con pagar, no se ofende a Dios? Son dos
cosas muy distintas. Son dos poderes muy distintos. No había que
confundirlo ni mezclarlo con preguntas que no mostraban más que una
realidad: una alianza.
-“Vosotros sois la sal de la tierra... la luz del mundo” –
Mateo, 5, 13-19:
Mateo, 5, 37:
“Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”: que lo que pasa de
aquí viene del Maligno.”
Prólogo...................................................8
Y de pronto se juntó con el ángel.......10
una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo:.............................10
«Gloria a Dios en las alturas y en la tierra
paz a los hombres en quienes él se complace.»
(Lucas 2, 13-14)............................................10
Una multitud del “ejército celestial”:............................................12
A modo de conclusión:........................35
«Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de
la tierra,.........................................................36
porque has ocultado estas cosas a sabios e
inteligentes,...................................................36
y se las has revelado a pequeños”......36
- ÍNDICE GENERAL –
A modo de conclusión:........................58
La parábola de la Cizaña....................59
Notas preliminares:.........................................................................59
Nota final:............................................70
El final de los tiempos: ¿Será universal? 72
El misterio del final:............................73
La muerte: un hecho:......................................................................74
La muerte, será universal, pero individual:....................................75
Nota final:............................................97
“Vosotros sois la sal de la tierra... «Vosotros
sois la luz del mundo”................................100
Los descubrimientos son la referencia del
progreso:.....................................................100
“Vosotros sois la sal de la tierra...” y su
aplicación teológica, desde nuestros hallazgos:
......................................................................102
Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”...
......................................................................107
ÍNDICE GENERAL..........................108
Otros libros publicados del mismo autor:
1 Judas Iscariote, uno de los doce (en defensa de Judas Iscariote).
2 Así en la Tierra como en el cielo (reflexiones de poeta).
3 Oficios, funciones y Ministerios Extraordinarios. (Texto oficial de la Diócesis
de Barcelona para los Ministerios Extraordinarios. Primera y segunda
edición).
4 Los Dos (filosofía de la historia) (Novela).
5 El piar de un gorrión.
6 Y comieron del árbol.
7 La crisis del Rey David.
8 Lo que aparece en los Evangelios (pero que no se dice) – Tomo I.
9 En los sueños se dan respuestas de la vida diaria (el caso de San José).
10 . Preguntas y respuestas de todo cristiano inquieto.