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Es una obra única que ofrece un análisis en profundidad, en texto e imágenes, de las
principales creaciones del arte universal. Con un exclusivo sistema visual que permite
abordar cada obra desde una visión a la global y detallada. Un concepto editorial que
supera todos los enfoques anteriores sobre el apasionante mundo de la Historia del Arte.
3.200 páginas a todo color con más de 4.000 ilustraciones reproducidas con gran
fidelidad
Hominización y arte
Tradición y academicismo
La reforma de Akhenatón
Figuras híbridas
Figuras transparentes
Figuras superpuestas
El Magdaleniense reciente
El Magdaleniense medio
La cueva de Altamira o el esplendor del arte
magdaleniense
El Magdaleniense tardío
El Magdaleniense reciente
El Magdaleniense medio
El Magdaleniense tardío
Figuras femeninas
Estelas antropomorfas
La cerámica inicial
Los sacerdotes
Los dioses egipcios
Muerte y vida de ultratumba
El Libro de los Muertos
Los sacerdotes
El reinado de Amenofis IV
La cerámica
La estilización de los motivos
Los primeros relieves
Las tumbas
La cerámica
Las tumbas
Paleta de Narmer
La arquitectura egipcia
Las mastabas
El primer gran recinto funerario
La sala hipóstila
Las mastabas
La sala hipóstila
El acceso al templo
El acceso al templo
El templo de Karnak
El templo de Luxor
Los templos de Ramses II
El templo de Karnak
El templo de Luxor
La estatuaria egipcia
El poder de la palabra
El poder de la palabra
La palabra queda inmortalizada por medio de la
escritura. Ésta posee carácter divino, es un legado
de los dioses. Las palabras poseen mana que es la
condición sobrenatural que permite, a través de la
lectura, que el difunto pueda hablar, esto es,
participar de la vida. De ahí que en la estatuaria
egipcia no se conciba el retrato como copia
mimética de la realidad. Lo que individualiza, lo que
define un retrato como tal, es la palabra, es el
nombre inscrito en la misma escultura. La
identificación de la persona se produce, pues,
precisamente mediante el epigrama y no a través
de la adecuación de las formas.
Estatua de Kefrén
Escriba sentado. Egipto
Representación de Kaaper, alto funcionario de la V dinastía
(Museo Egipcio, El Cairo)
La estatuaria exenta
Las denominadas «estatuas-cubo»
Variación del canon: la reforma de Tell-el-
Amarna
El busto de la reina Nefertiti
La estatuaria exenta
Estatuas de bronce
La representación animal
La observación de la naturaleza
Durante este período la decoración de las tumbas
privadas otorgó mayor protagonismo a las figurillas
en bulto redondo que representan los diferentes
oficios, dejando en un segundo plano el relieve y la
pintura mural. No obstante, en las tumbas rupestres
de Beni Hasan hay magníficos conjuntos pictóricos,
entre los que aparecen representadas tribus
semíticas. En ellas se describe detalladamente las
indumentarias, creando frisos como el de las
mujeres de la tumba de Knemhotep. Con el
desarrollo de la arquitectura, el relieve adquiere
importancia en la decoración de los templos,
mostrando una estructuración y orden que no
presentó durante el Imperio Antiguo. Desde el
reinado de Sesostris I queda constancia de la
aplicación de la técnica del relieve rehundido,
inscrito en los muros sagrados. El relieve
policromado se utilizó habitualmente en la
decoración de sarcófagos, plasmando diversas
secuencias en el desarrollo de una acción, como
muestra el sarcófago de Kawit (Museo Egipcio, El
Cairo), realizado en piedra caliza. En una escena se
está ordeñando una vaca y en la contigua la leche
es degustada por la sacerdotisa Kawit mientras su
sirvienta la acicala. Es uno de los ejemplares más
exquisitos de relieve rehundido. En él los contornos
de la cabellera, hombros y brazos están tallados con
mayor profundidad que los detalles del cuerpo. Las
figuras femeninas, sumamente esbeltas, reflejan el
gusto elegante con un canon estilizado de líneas
alargadas. Siguiendo ésta estilización, las figuras de
la tumba de Djehuty-Hetep representan un serie
rítmica de figuras femeninas que aspiran la flor de
loto, ataviadas con túnicas que se ciñen al cuerpo.
La producción de estatuas exentas, destinadas a la
antecámara funeraria, disminuyó, sustituyéndose
entonces por estelas en relieve de piedra o madera.
Continuando la tradición del Imperio Antiguo, el
motivo de la representación es siempre el mismo: el
difunto ante la mesa de las ofrendas con su
consorte o familiares, como se aprecia en la estela
de Mentuhotep. La composición está ordenada en
cuatro registros de diferente tamaño. El mayor
pertenece a la escena que representa al difunto
ante la mesa de ofrendas bajo el jeroglífico que
inscribe la fórmula ritual.
La observación de la naturaleza
La orfebrería egipcia
(tercera parte)
Las civilizaciones mesopotámicas
Sumer y Acad
La plasmación de la cabeza
Rígidas indumentarias y ausencia de anatomía
La escultura mesopotámica responde a la necesidad
de reafirmar la presencia de la figura en el espacio
para situarla ante los dioses. No se capta, por lo
tanto, un momento de acción pasajero. Esta
concepción se materializa en una estatua bloque,
inmóvil, que parece atrapada en la masa pétrea. Los
rasgos más importantes se reducen a formas
esquemáticas y los volúmenes se crean para
acentuar la tridimensionalidad. Las masas se
distribuyen alrededor de un eje axial en perfecta
simetría. La estatua se plasma en una figura
geométrica, semejante a un cilindro o un cono, a la
que el cuerpo se adapta. Estas formas confieren
unidad a las figuras y las hacen homogéneas.
La plasmación de la cabeza
La escultura semita
La escultura asiria
Placas perforadas
El Código de Hammurabi
Documentos líticos
La glíptica en Mesopotamia
El arte funerario
Expertos navegantes
(cuarta parte)
El descubrimiento de las culturas griega y
romana en el mundo occidental
Los visigodos
Los visigodos
La cultura minoica
Hacia el II milenio a.C., durante los inicios del
Bronce medio y coincidiendo con las primeras
migraciones indoeuropeas, se desarrollaron en el
extremo oriental del Mediterráneo, en la isla de
Creta, una cultura y un arte extremadamente
originales.
Figuras humanas
La cerámica cretense
La cultura micénica
El Tesoro de Atreo
La cerámica micénica
La decoración cerámica también se basa en el
anterior arte cretense. Se representan los mismos
motivos marinos y abstractos, formando frisos de
animales, flores y plantas.
La orfebrería micénica
El urbanismo griego
El núcleo de la ciudad: el ágora
El orden eólico
El orden eólico
Evolución de la estoa
El buleuterio
El teatro
El gimnasio y el estadio
Evolución de la estoa
La estoa se documenta ya desde época arcaica (las
más antiguas conocidas datan de fines del siglo VII
a.C.) y su uso perduró hasta fines de la época
helenística. En época arcaica, la estoa, aunque ya
ampliamente utilizada, carecía de monumentalidad.
El buleuterio
El teatro
El gimnasio y el estadio
El Mausoleo de Halicarnaso
La escultura griega
La escultura arquitectónica
Innovaciones estilísticas
Los kuroi
Las korai
Relieves arquitectónicos
Originales y copias
El material escultórico más utilizado fue el bronce
fundido. A principios del siglo V a.C., paralelamente
a la estatuaria en piedra, se incrementó la
producción escultórica en este material. Sin duda, el
bronce poseía ciertas ventajas sobre la piedra, pues
favorecía la experimentación de nuevas posiciones y
la expresión del movimiento. Los broncistas griegos
emplearon el procedimiento llamado de la cera
perdida (tal vez inventado por ellos) para la
fundición de estatuas en bronce, no macizas, de
gran envergadura. El método consistía en realizar
en primer lugar un modelo en arcilla de la escultura
que se deseaba obtener. Ello permitía una libertad
mayor del artista durante el proceso de realización
de la obra, ya que podía retocarla y modificarla
según fuera necesario.
Originales y copias
El Discóbolo de Mirón
La escultura arquitectónica
(quinta parte)
El apogeo de la escultura griega: el clasicismo
pleno
La obra de Praxíteles
El escultor Escopas
Lisipo, prolífico escultor
La escultura arquitectónica y el relieve en el
siglo IV a.C.
Las estelas funerarias
La obra de Praxíteles
El escultor Escopas
La corriente «rococó»
La corriente «rococó»
Laoconte
Venus de Milo (Museo del Louvre, París)
La cerámica en el Ática
La cerámica en el Ática
Mosaico de Alejandro
Arquitectura etrusca
Los templos
Las primeras tumbas monumentales
Otros tipos de tumbas etruscas
La casa
Las edificios etruscos son, básicamente, templos y
tumbas. Tanto en las construcciones religiosas como
en las civiles utilizaron sobre todo el adobe y la
madera. El empleo de la piedra se restringió a obras
de carácter militar o funerario y en los cimientos y
zócalos.
Los templos
Escultura etrusca
Influencias de la escultura griega
La cerámica etrusca
El archivo
El mausoleo de Augusto
La Domus Áurea
El templo de la Paz
La Domus Flavia de Domiciano
Actividad constructiva en Hispania durante los
Flavios
Con los primeros emperadores de la dinastía flavia,
Vespasiano (69-79) y Tito (79-81), la actividad
constructiva adquiere importancia en el marco de
una política de conciliación, destinada a aplacar el
resentimiento popular contra los abusos, en materia
constructiva y urbanística, del reinado de Nerón. En
esta línea se inscribe la construcción del Coliseo
iniciado por Vespasiano y terminado el año 80 por
su hijo Tito, modelo de anfiteatro por antonomasia.
De forma elíptica, sus ejes miden 188 metros el
mayor y 156 metros el menor; presenta una altura
de casi 50 metros y una capacidad aproximada de
50.000 espectadores. La fachada, en travertino,
está articulada en tres pisos con arcos alternando
con semicolumnas adosadas, de orden dórico-
toscano en el inferior, jónico en el segundo y
corintio en el tercero. Por encima de este último hay
un ático, en cuyos intercolumnios ciegos las
pequeñas aberturas cuadradas albergaban, en su
momento, escudos de bronce. El interior de la cavea
presenta una complejísima red de corredores y
escaleras construidos con hormigón, ladrillo y
también tufo. Las gradas y las zonas más nobles
estaban recubiertas, en su origen, con placas de
mármol.
El templo de la Paz
(sexta parte)
La arquitectura romana durante el imperio
tardío (siglo III)
La columna Trajana
La escultura en tiempos de Adriano: vuelta al
clasicismo
Los relieves escultóricos de los últimos
Antoninos
La columna Trajana
El mosaico augustal
La pintura en la tetrarquía
El arte paleocristiano
Con el advenimiento del cristianismo se produce en
la historia de Roma una profunda transformación
que preludia el comienzo de la Edad Media. Desde
los primeros tiempos, los seguidores de Jesús de
Nazaret, en el siglo I, y las primitivas iglesias
cristianas se organizaron en comunidades en las
principales ciudades del Imperio. Hasta principios
del siglo IV, la religión cristiana estaba en conflicto
con la del estado romano, al negarse sus seguidores
a rendir culto a los dioses olímpicos y al emperador.
Por este motivo, los cristianos de los primeros siglos
formaron una iglesia clandestina, sobre todo a partir
de los edictos de persecución, que cobraron especial
virulencia durante la tetrarquía y, en particular,
durante el principado de Diocleciano (284-305). En
esta época, la figura de los mártires seguidores de
Cristo, sacrificados por negarse a rendir culto a los
dioses paganos, determinó de forma extraordinaria
el devenir del culto cristiano posterior.
Principales sarcófagos
Escultura arquitectónica
(sexta parte)
La arquitectura romana durante el imperio
tardío (siglo III)
La columna Trajana
La escultura en tiempos de Adriano: vuelta al
clasicismo
Los relieves escultóricos de los últimos
Antoninos
La columna Trajana
El mosaico augustal
La pintura en la tetrarquía
El arte paleocristiano
Con el advenimiento del cristianismo se produce en
la historia de Roma una profunda transformación
que preludia el comienzo de la Edad Media. Desde
los primeros tiempos, los seguidores de Jesús de
Nazaret, en el siglo I, y las primitivas iglesias
cristianas se organizaron en comunidades en las
principales ciudades del Imperio. Hasta principios
del siglo IV, la religión cristiana estaba en conflicto
con la del estado romano, al negarse sus seguidores
a rendir culto a los dioses olímpicos y al emperador.
Por este motivo, los cristianos de los primeros siglos
formaron una iglesia clandestina, sobre todo a partir
de los edictos de persecución, que cobraron especial
virulencia durante la tetrarquía y, en particular,
durante el principado de Diocleciano (284-305). En
esta época, la figura de los mártires seguidores de
Cristo, sacrificados por negarse a rendir culto a los
dioses paganos, determinó de forma extraordinaria
el devenir del culto cristiano posterior.
Principales sarcófagos
Escultura arquitectónica
(séptima parte)
Las migraciones bárbaras y la crisis del mundo
antiguo. Las manifestaciones artísticas
Consideraciones sobre el arte de las invasiones
El estilo animalístico I
El estilo policromo
El estilo animalístico I
El estilo policromo
Conjunción de estilos
Cronología
Fusión de tradiciones
Cronología
Fusión de tradiciones
La arquitectura prebizantina
Siria y Palestina
Constantinopla
Grecia
Otras escuelas provinciales
San Marcos de Venecia
Constantinopla
Grecia
Constantinopla
Grecia
Afirmación de la estética
La estética bizantina, considerada en su conjunto,
da un paso más en la desintegración del arte
clásico; y en este proceso no hace sino continuar
algo ya iniciado en las obras profanas y, sobre todo,
religiosas paleocristianas del Bajo Imperio a partir
del siglo III. Ejemplos significativos de esta
evolución pueden ser las pinturas de la sinagoga de
Doura Europos realizadas hacia el año 245, los
retratos a la encaústica de Al Fayum (Egipto) del
siglo IV, o los escasos restos de escultura civil
constantinopolitana, como los relieves del obelisco
de Teodosio, esculpidos hacia el año 390.
Constantinopla
Grecia
Venecia
Sicilia
Grecia
Venecia
Sicilia
La escultura bizantina
Los avances registrados en el estudio del arte
bizantino han descubierto recientemente que el
capítulo de escultura es mucho más rico de lo que
hasta hace unas décadas se pensaba, debido al
hallazgo de importantes restos de decoración
arquitectónica, tales como cornisas e impostas, y de
paneles decorativos hasta hace muy poco tiempo
ignorados. Este es el caso del fragmento de ambón
procedente de Salónica, con la Virgen y el Niño,
obra del siglo VI, hoy en el Museo Arqueológico de
Istanbul.
Tipos de mezquita
Tipos de mezquita
La mezquita de Damasco
(novena parte)
Principales edificios de la arquitectura civil
islámica del período abasí
La ciudad de Samarra
La ciudad de Samarra
La mezquita de al-Azhar
La dinastía samaní
La dinastía ghazneví
Las dinastías selyuquíes
Los Selyuquíes de Irán. La aljama de Isfahán
Los Selyuquíes del Rum en Anatolia
La dinastía samaní
La dinastía ghazneví
La cerámica islámica
La cerámica otomana
Los marfiles
El vidrio
La talla de madera
Los marfiles
El vidrio
La talla de madera
La miniatura islámica
La mezquita de al-Hakam II
La diversidad de funciones
La decoración nazarí
Las artes suntuarias
La diversidad de funciones
El arte mudéjar
Focos mudéjares
Focos mudéjares
El renacimiento carolingio
El día de Navidad del año 800, Carlomagno fue
coronado emperador en Roma por el papa León III.
Su territorio se extendía desde el Danubio central
hasta la Marca Hispánica y Lombardía, y recibía el
homenaje del emperador de Bizancio y del pontífice,
según el ritual de los antiguos emperadores
romanos. Se iniciaba el llamado «renacimiento
carolingio», quizás mejor llamado con el término
contemporáneo de renovatio, que representó el
intento de recuperar lo que se consideraba el
momento álgido de la Roma cristiana. Una
renovación hacia la antigüedad tardía que se daría
tanto en el arte como en la literatura. Una
renovatio, realizada desde la corte de Aquisgrán y
vinculada a la iglesia franca, con la fundación de
grandes centros monásticos y la unificación litúrgica
que tenía como base la liturgia romana. El ideal de
renovatio, que se dirige desde la escuela y
academia palatinas hacia monasterios y diócesis, los
grandes centros de producción artística. Las obras a
imitar son las del tardorromano y las bizantinas, no
los modelos clásicos. La capilla palatina de
Aquisgrán sigue en arquitectura a San Vital de
Ravena; los tratados arquitectónicos de Vitruvio se
siguen en la Michaelkapelle de Lorsch.
La prioridad de lo didáctico
La pervivencia de lo clásico
El arte carolingio
La arquitectura carolingia
La Capilla Palatina
El espacio jerárquico
La plástica carolingia
La pintura mural
La iluminación de códices litúrgicos
La escuela palatina
Las miniaturas de Godescalco
La escuela de Reims
La escuela de Tours
La escuela de Metz
La pintura mural
La escuela palatina
La corte tomó la iniciativa en la realización de los
manuscritos. El estilo cortesano se desarrolló en la
primera escuela palatina de Aquisgrán. En sus
talleres se realizó uno de los trabajos más
renombrados de las miniaturas carolingias: el
Evangeliario de Godescalco (Biblioteca Nacional,
París), obra que Carlomagno encargó a dicho monje
alemán para regalárselo a su esposa Hildegarda.
Realizado aproximadamente entre los años 781 y
783, se trata de un códice imperial escrito con letras
de oro y plata sobre pergaminos teñidos de
púrpura, escritura áurea que simboliza el esplendor
del cielo y de la vida eterna.
La escuela de Reims
La escuela de Tours
La escuela de Metz
La eboraria
La orfebrería
La eboraria
La orfebrería
El arte otoniano
La arquitectura otoniana
La síntesis del edificio religioso
El legado carolingio
La consolidación de un nuevo pensamiento
arquitectónico
El legado carolingio
La plástica otoniana
La escuela de Tréveris
La escuela de Reichenau
El cromatismo colonés y la escuela monástica
bávara
La escuela de Tréveris
La escuela de Reichenau
Cenobio imperial, el monasterio de Reichenau
dependía directamente del emperador y su abad
disfrutaba del mismo rango político que un
arzobispo. No es extraño pues, que en su
scriptorium se hallara una de las obras más
representativas de la miniatura otoniana: los
Evangelios que el monje Liudhard ofreció a Otón III
(h.1000), actualmente conservados en la catedral
de Aquisgrán. En ellos destaca la suntuosidad de las
imágenes, en especial la del retrato de Otón III en
que el emperador aparece inscrito en la mandorla
mística propia del Cristo en Majestad, rodeado como
Éste por el tetramorfo, sostenido por la
personificación de la Tierra y coronado por la mano
de Dios. Le acompañan dos reyes y, en un friso
inferior, los representantes de la Iglesia y el Estado
que le rinden homenaje. Esta obra es sin duda la
apoteosis de la glorificación del soberano.
La estatua-relicario
La escultura exenta
El arte broncíneo