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Enrique V. García
21 de JULIO de 2008
1. Introducción
Para Marx (1818-1883) existe una sola manera de interpretar la realidad social y es
mediante el «método dialéctico materialista» Fue a partir de este método que Marx edificó toda
su obra. En este punto existe unánime acuerdo. Sin embargo, a la hora de definir lo que significa
«método dialéctico materialista», ya no se vislumbra la misma unanimidad. De tal suerte,
concebir la univocidad de la expresión «método dialéctico materialista», sin recurrir a la mera
enunciación de un listado de ejemplificaciones, es poco menos que imposible. Se impone,
entonces, aceptar la fórmula que caracteriza al marxismo como «la filosofía basada en el método
dialéctico materialista», y, a la vez, dar cuenta de una pregunta que sugiere un ejercicio analítico
exhaustivo: ¿qué significa método dialéctico?
La expresión «método dialéctico» revela un alto grado de ambigüedad, en cuanto
remite a las normas que conducen al pensamiento hacia la formación del conocimiento, es decir
el método científico asociado a la cuestión dialéctica del marxismo.
Se sabe que Marx jamás llegó a desarrollar sistemáticamente su método. Antes bien,
se limitó a explicarlo, y en esa explicación, lo sugirió. Esto quiere decir que el modo del que se
valió, que procedía del análisis del capitalismo y su teoría económica conexa, le proporcionó
elementos más que suficientes como para trazar los lineamientos fundamentales que le
permitirían extraer conclusiones acerca de lo que se entiende por normas que conducen al
pensamiento hacia la formación del conocimiento y su sistematización teórica, es decir su
procedimiento metodológico, su método científico. Pero, ¿cuáles son esos lineamientos que
presumimos implicados en los textos de Marx y que, al rastrearlos en ellos, nos permitirían
relevar lo que significa «método dialéctico»? Bien, esos lineamientos son: (a) los lineamientos de
la teoría marxista del conocimiento, lo que equivale a decir la «dialéctica materialista»; y (b) los
lineamientos de la perspectiva y de los caminos que conducen a los objetivos prácticos a los que
se dirige una teoría como la referida en (a)
Lo que principalmente, y sobre todo, caracteriza e identifica al pensamiento de Marx
en esos respectos [(a) y (b)], es su manera de abordarlos. Marx no se propuso sino presentar un
esquema explicativo del conocimiento y su producción.
Marx procuró, antes que nada, comprobar cómo, en la práctica corriente de los
pensadores que lo precedieron, el conocimiento, tal como efectivamente se elaboró, fue
presentado según el pensamiento de quienes lo perfilaron. El procedimiento de Marx, fue
expresado en un pasaje de sus Manuscritos de 1857, donde refirió el modelo que adoptó, y que le
inspiraron sus pioneros, los economistas ingleses del siglo XVII [1]
Marx se complacerá con la valoración que le atribuyera al método científico con el
que regiría su pensamiento. Gracias a su preparación en la dialéctica hegeliana, Marx logró
entrever el sentido de los escritos de sus inspiradores, los economistas preocupados por la
elucidación del proceso de formación del conocimiento. No examinaremos aquí la inspiración
1
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
Siglo XXI Editores, México, 2002, Tomo 1, p. 21.
3
hegeliana de Marx, porque la «cuestión hegeliana» fue contestada por algunos marxistas de gran
proyección [2] No obstante diremos que es de lamentar que esa «cuestión» sirviera para
contribuir a subestimar la obra de Hegel (1770-1831), donde indudablemente se encuentran las
raíces del «materialismo dialéctico» «Soy un discípulo de Hegel», supo decir Marx, para luego
exclamar que «la vocinglería de los epígonos que creen haber enterrado a este pensador
eminente» le «parece francamente ridícula», por lo que se ha «tomado la libertad de adoptar
hacia» su «maestro una actitud crítica, de desembarazar su dialéctica de su misticismo y
hacerle experimentar un cambio profundo» [3] Así fue, no habiendo desarrollado la teoría que
sustenta su método, sino limitádose solamente a aplicarlo, es la dialéctica hegeliana la que cobra
importancia para la comprensión del método marxista, ya que «Hegel cayó en la ilusión de
concebir lo real como resultado del pensamiento .., de reproducirlo como un concreto
espiritual» [4]
El rasgo fundamental de la teoría marxista del conocimiento, es la naturaleza
«constructiva» que proyecta el conocimiento. Para Marx, el conocimiento resulta de la
construcción que efectúa el pensamiento, y consiste en la «representación» mental de lo
concreto, elaborada a partir de la percepción y de la intuición [5] El alcance de esta concepción y
su significado, solamente puede develarse conforme la manera de concebir el conocimiento. Esto
fue así antes (e igualmente después de Marx), no ya como resultante de una elaboración, sino
como «aprehensión» de algo exterior al intelecto, y que una vez aprehendido e incorporado al
pensamiento, se hace conocimiento.
Interpretar el conocimiento como «aprehensión», constituyó el mayor escollo para
abordar un análisis adecuado, se insinuó en la generalidad del pensamiento filosófico, y se
prolongó también hasta nuestros días.
2. La perspectiva de Marx
Le cupo a Marx abrir una nueva perspectiva. Mientras Kant (1724-1804) no sostenía
sino «el ser conciente de la conciencia» [6], es decir la estructura que el albañil crea en la
imaginación, antes de erigirla en la realidad [7], y Hegel abogaba por la dialéctica del «espíritu de
contradicción organizado» como uno de los principios fundamentales de su sistema filosófico en
2
[] Althusser por ejemplo, dice que Marx no es Hegel invertido, y que existe un cambio tanto en los términos, (ya que
Marx introduce nuevos conceptos que no se encuentran en Hegel), como en la relación entre los términos (ya que de la
relación hegeliana esencia-fenómeno, se pasa a la relación marxista en la que las superestructuras ideológicas, jurídicas,
y políticas no son el simple fenómeno de la esencia económica, sino que existen realmente y determinan a su vez este
nivel en la estructura social) Cf. Althusser, Louis; La revolución teórica de Marx, (traducción de Marta Harnecker),
Siglo XXI Editores, México, 1990, p. 5.
3
[] Marx, Karl; El Capital, II/5, p. 658, nota 20 (Manuscrito II (A 65), del libro II, de 1868 a 1870); en Dussel,
Enrique D.; El último Marx (1863-1882) y la liberación latinoamericana, Siglo XXI Editores, México, 1990, p. 337.
4
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, pp. 21 y 22.
5
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, p. 22.
6
[] Marx, Karl H. y Engels, Friedrich; La ideología alemana, Santiago Rueda Editores, Buenos Aires, Argentina,
2005, p. 26.
7
[] Marx, Karl H.; El capital, Siglo XXI Editores, México, 1987, T. I., Cap. V, [215]
4
8
[] Hegel, G. W. F.; Fenomenología del espíritu (traducción al español de Wenceslao Roces), Fondo de Cultura
Económica/RBA Coleccionables, S. A., Barcelona, España, 2002, p. 60.
9
[] Marx, Karl H. y Engels, Friedrich; La ideología alemana, op. cit., p. 11.
10
[] Williams, Raymond; Marxismo y literatura (traducción de Pablo di Masso), Ediciones Península, Barcelona,
España, 1980, p. 76.
11
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, p. 22.
12
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, p. 21.
5
método. Aquello que en los economistas fundadores no pasó de ser una mera práctica
espontánea, empíricamente conducida por la intuición y el natural talento de los autores, en Marx
constituyó el resultado de la aplicación conciente de un método dirigido a enfocar el camino que
se recorrió en la formación de la teoría del sistema capitalista. La descripción que hace Marx, en
cuanto se refiere a lo esencial del procedimiento que menta en la cita glosada [12], nos
proporciona un punto de partida importante para poder interpretar y comprender lo que, según
él constituye el método científico, principalmente consistente en la determinación de relaciones a
través del análisis.
Tal como puede apreciarse, la noción de «capital» tiene sentido sólo si se la considera
dentro del esquema descrito, y su naturaleza está inscrita en una trama de relaciones
determinadas. Es en esa trama en la que se integra el conjunto de elementos precedentemente
mencionados, donde se sitúa tanto la naturaleza de cada uno de ellos, como la de la totalidad en la
que se interconectan y forman. No hay «capital» fuera de esa trama de relaciones, y es en ella
donde su naturaleza se agota. De la misma manera, no hay «fuerza de trabajo», ni hay, tampoco,
cualesquiera de los otros elementos del sistema, sino en el Sistema Capitalista y dentro de la
trama de relaciones bosquejada.
Así, la «relación»: (a) engloba a los objetos relacionados, en una totalidad; y (b) los
engloba en una nueva unidad, en un sistema de conjunto dado por (b.1.) la relación que viene a
ser la disposición diacrónica (a través del tiempo) y sincrónica (con el tiempo) de los mismos
objetos, por (b.2.) la posición espacial y la sucesión temporal de cada uno con respecto a los
demás; y por (b.3.) la totalidad que, relacionados, ellos constituyen. Se trata de indagar en los
elementos que constituyen y estructuran las relaciones, pero no en los elementos autónomos y
sólo exteriormente ligados, sino congregados en una totalidad que trasciende la individualidad y
la mera suma de ellos. Los conjuntos así integrados y totalizados se integrarán, a su vez, como
elementos de conjuntos más amplios, articulándose unos con otros, e integrando, de tal suerte,
sistemas de relaciones constituyentes de sistemas más amplios y complejos.
rigen el sistema de relaciones en la que dichos objetos se totalizan y unifican, es decir, lo que Marx
denomina (y entiende «concreta») la unidad en la diversidad [13]
Ahora sabemos dos cosas: (a) que son las relaciones, y los sistemas en los que se
estructuran, las que caracterizan los aspectos, las situaciones y las circunstancias generales de la
realidad que procuramos conocer; y (b) que esas relaciones constituyen la realidad tal y como no
es dado conocerla, y que aprehendemos en el acto de conocer a través de las operaciones con las
que se elabora el conocimiento.
13
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, p. 21.
8
Marx no revela cuál es el hilo conductor que lo llevaría a la integración del sistema de
relaciones que menciona. Tampoco se expedirá respecto de por qué ni de cómo de esas
operaciones de relación resultarían los descubrimientos y conclusiones que constituirían su teoría
económica.
Marx procura estructurar, con los datos que le ofrece la realidad socioeconómica que
observa, gracias a los conocimientos que le proporcionan los primeros economistas, el sistema de
relaciones en el que también se integran factores faltantes hasta entonces inadvertidos. Pero,
¿cuáles son esos factores faltantes?
(c) Marx introduce la noción de «plusvalía» [15] como diferencia entre el valor de
producción de la fuerza de trabajo del trabajador y el valor generado por esta fuerza de trabajo.
Este excedente es apropiado por el capitalista y representa el núcleo productor de la acumulación
capitalista. La «plusvalía» comporta una forma de comportamiento social oculta en el meollo de
los aspectos, de las circunstancias, y de las situaciones generales de la realidad económica del
14
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-1858,
op. cit., Tomo 1, p. 21.
15
[] Marx, Karl H.; El capital, op. cit. , T. I., Cap. XIV, [615]
9
capitalismo. Lo que Marx pretende, es analizar la realidad económica de la Europa del siglo
anterior, poniendo en perspectiva el sistema en el que la «plusvalía» se encuadra. Sistema en el
que se unificaron y totalizaron las diferentes circunstancias, las diferentes situaciones, y los
diferentes hechos de la realidad, sin agotar el «análisis» que permitiría la integración como
totalidad, puesto que restaba considerar otros factores faltantes, que darían en integrar un
conjunto completamente sistematizado.
Marx considera los hechos que se presentan en la realidad que constituyera la vida y
el comportamiento económico de la población europea de su tiempo, desde una perspectiva
relacional, esto es, (a) considerando los hechos unos en función de otros; (b) indagando cómo se
integran entre sí, (b.1) cómo «participan» unos de los otros, y (b.2) cómo cada cual tiene un
sentido y un papel que deriva de su integración con los demás. Así, en la realidad que analiza, se
va recortando una cierta disposición ordenada, de conjunto de aquellos hechos, que tiende, con el
progreso del análisis, hacia la determinación de un sistema integrado de relaciones en el que
puede discernirse la estructura y el funcionamiento del capitalismo.
Con esto se esboza, en la economía capitalista que estamos observando a través de las
huellas que Marx dejara, cómo comienza a configurarse en la realidad económica que su análisis
va develando, un aspecto que en dimensión histórica representa el momento de maduración del
sistema: el capitalismo industrial.
18
[] Marx, Karl H.; El Capital , op. cit. Volumen 1, p. 128.
11
con nada más que con su fuerza de trabajo vendida al capitalista, bajo cuyas órdenes y directivas
trabaja, contribuye al proceso productivo.
La circulación gana, con esto, una nueva dimensión. Antes, ella se realizaba con la
compra del bien vendido por el productor al comerciante, a la que le seguía la venta del mismo
bien, vuelto mercadería, al consumidor. El capital transita ahí tan solamente de la forma del
dinero a la de mercadería, retornando en seguida a su forma originaria de dinero, para repetir
indefinidamente el mismo ciclo. Ahora, en el capitalismo industrial, las cosas se complican
considerablemente. El capital se hace aquí, en su primer momento y fase de la circulación, de
dinero en los «insumos» con los que se fabrican los bienes finales: la materia prima, los
instrumentos o medios de producción, y la fuerza de trabajo. Una vez realizada la producción y
obtenido el producto terminado como bien final, el capital habrá mutado en ese bien, la
mercadería será destinada a la venta, que una vez realizada, repondrá el capital en su forma
originaria de dinero. Es en esto en lo que consiste la circulación del capital industrial, aspecto
esencial y fundamental del capitalismo y centro neurálgico del sistema.
Ahora bien, el valor de cambio de la fuerza de trabajo, está dado, como en toda
mercadería, por el esfuerzo productivo en ella aplicado, por la fuerza de trabajo insumida en la
producción de ella. Pero, ¿qué fuerza de trabajo es esta que produce trabajo? Evidentemente
aquella necesaria para la manutención del trabajador, y que hace posible al trabajador proveerla.
Para proporcionar fuerza de trabajo y venderla al capitalista industrial, el trabajador precisa
mantenerse, alimentarse, vestirse, cobijarse. Así que, siendo el valor de la fuerza de trabajo será el
valor de los medios de subsistencia necesarios para la manutención de trabajador.
19
[] Fernández Lorenzo, Manuel; Periodización de la historia en Fichte y Marx; en:
http://www.fgbueno.es/bas/pdf/bas11004.pdf
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revierte en beneficio del capitalista, capital este con el que se compran los bienes y mercaderías
que concurren en la producción y con el que ella se realiza cíclicamente.
Es por el lucro que se concentra en las manos de los capitalistas, que el capital social
se va acrecentando, que va circulando más, y que, así, va acumulándose. Y es esto lo que
constituye el factor esencial del dinamismo propio del sistema, de su tendencia a la ampliación y
al crecimiento de las actividades económicas. En suma, el llamado «desarrollo» constituye la
característica esencial y específica del capitalismo.
Aquí tenemos la solución del problema central que Marx se propuso resolver, y que lo
llevó a la conceptualización del sistema capitalista. Esto es, la teoría económica del capitalismo dio
con las raíces de la explotación del trabajo en el régimen capitalista: aquel exceso de valor
proveniente del producto del trabajo, es apropiado por el capitalista. Esto es así porque, tanto la
tendencia natural del sistema capitalista hacia la explotación del trabajo, hacia la ganancia, o
hacia la «plusvalía», anulan los condicionamientos exógenos y las limitaciones extra económicas.
La explotación del trabajo, el lucro, y la «plusvalía» son partes integrantes del sistema capitalista.
Se presentan y configuran ante el observador de los hechos económicos del capitalismo, como se
presentaran y configuraran para Marx, luego de que, a través del análisis y de las operaciones de
relación que ese análisis implicaba, alcanzara el sistema en el que la economía capitalista se
encuadraba y disponía. La «plusvalía» será el eslabón (antes de Marx no percibido) faltante, en
el «análisis» incompleto, para el conocimiento de la realidad socioeconómica marxista.
3. Conclusión
Nos encontramos aquí con el corazón del problema del conocimiento. En la Filosofía
Clásica, es decir en la filosofía inspirada y fundamentada en la Metafísica, el problema del
conocimiento se circunscribía a aprehender la esencia del objeto real, es decir a saber lo que son
las notas que componen el objeto real, a pensar acerca del ser, a reflexionar sobre él, contando
con que una cosa es (a) el saber del algo, y otra distinta es (b) el ser de algo, o, si se quiere,
considerar que el ser y el pensar no son una y la misma cosa (Kant), o bien que, si lo son, el pensar
tiene preminencia constitutiva sobre el ser (Hegel) Esto es lo que la palabra esencia estaría
revelando, lo que implica la concepción de una realidad dispersa e inconexa, compartimentada
en cosas, seres, o entidades (cada cual con su individualidad e identidad propia y exclusiva) que se
determinan, caracterizan y afirman por su esencia respectiva.
13
Veamos este proceso un poco más de cerca. Veamos la naturaleza de los conceptos
referidos, conceptos que son representativos de las relaciones determinadas y observadas en el
seno de la realidad considerada. Hay dos maneras de explicar la formación del conocimiento: (a)
por una parte, tales relaciones que se estructuran e integran en sistemas de conjunto, van a
constituir «la síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso» [20]
Valiéndose de la terminología filosófica clásica, puntualmente del término «concepto» y del
término «concreto», Marx concibe a tales sistemas relacionales como hechos mentales que son
«concretos mentales» representativos de hechos reales que son «concretos reales», y caracteriza
la situación diciendo que «[lo concreto] aparece en el pensamiento como proceso de síntesis,
como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida» Esto
significa que lo concreto, que constituye una forma de la realidad considerada en conjunto como
20
[] Marx, Karl; Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) [bosquejo] 1857-
1858, op. cit., Tomo 1, p. 21.
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