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JUGAR, SALTAR, CORRER Y APRENDER

Mayorga P. Carolina 1
Sánchez A. Isabel Cristina

Las dificultades de aprendizaje exigen un abordaje interdisciplinario, que


incluye varios profesionales entre ellos al fisioterapeuta. En este artículo
pretendemos explicar la función de este profesional dentro de un grupo que se
encarga de facilitar los procesos de aprendizaje en el niño.

El Aprendizaje es “la transformación de una conducta en otra, basada en la


propia experiencia y enfocada en una acción futura. Es un proceso dinámico
que junto con el criterio, va a conformar una persona con sus plenas
capacidades para enfrentar y manejar cualquier situación” (1); este proceso se
da a través del movimiento que es el objeto de estudio de la Terapia Física.

Sabemos que el cuerpo es el medio a través del cual el cerebro aprende “el
movimiento, evolutivamente es la base del pensamiento” (2); “todo aprendizaje
requiere una actividad motora de base” (3), por tanto, para lograr una
organización de los procesos corticales superiores que favorezcan los
aprendizajes específicos se requiere de un adecuado desarrollo motor (figura
1), entendido este ultimo, como la adquisición progresiva de las capacidades
pertinentes al movimiento corporal o la postura (4).

Aprendizajes Específicos
Cálculo
Secuenciación

Estimulación Atención
Desarrollo
Motor
Ejecución Planeación

Anticipación
Lectura Escritura

Figura1. Estructuración de los aprendizajes específicos. Autoras 2008.

1
Fisioterapeutas. Universidad Nacional de Colombia. LICCE
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A medida que el sistema nervioso central del niño se va mielinizando va


integrando y transformando los logros motores en movimientos cada vez más
propositivos y precisos representando una notoria economía para todo el
sistema corporal.

De esta forma se van estructurando niveles que permiten organizar los


procesos de orden superior como son: estimulación, secuenciación, atención,
planeación, anticipación y ejecución. Estos cinco pasos serán definitivos para
el futuro desempeño académico de ese niño y más adelante del desempeño
laboral del adulto.

• Estimulación. Desde el útero el feto comienza a percibir los movimientos


de su madre que van a estimular los receptores vestibulares,
propioceptivos, tactiles y articulares, además de los diferentes sonidos
de los órganos internos de la madre. Esto configura una primera
aproximación al cuerpo del otro constituyendo un rudimentario comienzo
de la futura individualidad del ser. Una vez que el bebé nace y se
enfrenta a su nuevo entorno comienza a recibir estimulación olfativa,
gustativa, visual, táctil, auditiva, propioceptiva y vestibular que le
proporciona su entorno más cercano y que va cambiando y
adecuándose conforme avanza su desarrollo. Se considera que esta
etapa se extiende durante toda la vida, siendo relevante en los primeros
6 meses. Con base en la estimulación que el niño recibe se van
logrando los hitos básicos del movimiento como son: sostén cefálico
(3meses), apoyo en posición prona en antebrazos (3-4 meses) y rolado
(4 meses), que es la primera forma de desplazamiento voluntaria tras un
objetivo, también logra mantenerse sentado (5-6 meses) y adoptar esta
posición por sí mismo (7 meses). Vamos viendo cómo se estructura el
desarrollo en sentido cefalocaudal y próximo distal.

• Secuenciación. Durante el segundo semestre el niño va descubriendo


nuevas formas de acercarse al mundo y a su vez de acercar el mundo a
él. La naturaleza ha establecido que todos estos procesos se hagan en
una forma secuencial y por etapas, donde cada etapa se basa de la
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anterior y es base de la siguiente. Es cuando el niño inicia la exploración


de objetos situados al alcance de su campo visual y trata de alcanzarlos
a través del arrastre (7 meses), gateo (9 meses), marcha de rodillas (10-
11 meses) y marcha (12 meses) interiorizando el medio para estructurar
una conciencia cinestésica; de forma concomitante se van dando los
procesos de socialización y el desarrollo del lenguaje.

• Atención. A partir del desarrollo visual el neonato empieza a organizar la


capacidad de procesar un estímulo, seleccionarlo dentro de una amplia
variedad que va a depender del entorno y finalmente priorizarlo. Esta
capacidad se potencia entre los 12 y los 18 meses de edad, cuando el
niño logra ponerse de pie, aumentando su independencia y puede
dirigirse hacia su objetivo mediante la marcha (12 meses) o la carrera
(18 meses), explorarlo en detalle y aprender de él. Cuando la
modulación de los estímulos exógenos prima sobre la de los endógenos
(modulación táctil, propioceptiva y vestibular) se favorece el proceso
atencional.

• Planeación. Se comienza a estructurar desde los primeros movimientos,


y es más perceptible entre los 18 y 24 meses cuando los movimientos
requeridos se tornan más complejos y se requieren controlar más
grados de libertad. El niño se enfrenta a numerosas posibilidades para
realizar una actividad motora que le permita cumplir con la meta
propuesta, por tanto, con la organización de la planeación, puede dar un
orden lógico, estructurado y secuencial a la ejecución motora, y gracias
a las experiencias propias y de los otros, elegir la estrategia más simple
y económica para su realización.

• Anticipación. Se promueve entre los 2 a los 7 años, a través del


desarrollo de la coordinación dinámica general durante la maduración de
los patrones motores locomotores (correr, saltar) y manipulativos,
(patear, lanzar), y las actividades básicas cotidianas (bañarse, vestirse,
etc.), dando al niño la capacidad de organizar y planear los movimientos
con anterioridad a la ejecución, es decir, la organización y desarrollo de
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este proceso superior; da la posibilidad de efectuar movimientos


preparatorios antes y durante una acción para predecir la finalidad
disminuyendo la latencia en las ejecuciones y la posibilidad de errar.

• Ejecución, es el fin en sí mismo, la cumbre del desarrollo motor. Donde


el niño demuestra su capacidad de generar acciones organizadas,
planeadas, con secuencia y propositivas, proporcionando las habilidades
básicas necesarias para que se estructuren los pre-currentes y
recurrentes para el proceso de aprendizaje.

Los niveles anteriormente descritos se estructuran a partir del desarrollo


equilibrado y óptimo de las áreas cognoscitiva, afectiva y psicomotriz, es
indispensable no omitir o minimizar una a expensas de la otra, por cuanto las
tres se encuentran estrechamente relacionadas. A menudo en el pasado, el
desarrollo de habilidades psicomotrices era dejado al azar, en la creencia de
que la maduración se encargaría por si sola del desarrollo motor, hoy en día se
considera a la actividad imprescindible, es decir, es necesario que se practique
una actividad para conseguir hacerlo bien (5).

Los periodos de la niñez temprana y media proveen de una oportunidad única


para hacer del movimiento una parte de la educación infantil, el movimiento es
expresivo, con utilidad y significado, al tiempo que es divertido, pues es en el
juego donde el movimiento tiene su máxima expresión. Inicialmente se trata de
movimientos y ruidos que el lactante realiza sin intencionalidad y que con la
repetición y la interacción con su madre se transformarán en una actividad
grata, la que por tal razón tiende a ser repetida.

El Juego es uno de los aspectos esenciales del crecimiento, favorece el


desarrollo de habilidades mentales, sociales y físicas; es el medio natural por el
cual los niños expresan sus sentimientos, miedos, cariños y fantasías de un
modo espontáneo y placentero. Los juegos adquieren un valor educativo por
las posibilidades de exploración del propio entorno y por las relaciones lógicas
que favorecen a través de las interacciones con los objetos, con el medio, con
otras personas y consigo mismo.
5

Las primeras nociones topológicas, temporales, espaciales y de resolución de


problemas se construyen a partir de actividades que se emprenden en
diferentes situaciones; por ejemplo los garabatos son al comienzo, el resultado
de una mera actividad motora y suelen adquirir significado después de su
ejecución; de esta experiencia parece deducirse que los patrones motores
visomotores surgen de la conducta motora modificada por las conductas del
campo visual, y que existe un constante interjuego entre los caracteres motores
y los sensoriales, entendiéndose así, que el movimiento es una condición
necesaria para la percepción, al menos en las primeras etapas del desarrollo (6).

La primera experiencia perceptual la constituye el esquema corporal, y ayuda


a determinar la organización del campo visual por el reconocimiento del
espacio pericorporal; el movimiento y la percepción no pueden separarse
porque al estudiar la génesis de la percepción infantil, se encontrara que de ella
surge el movimiento.

Cabe resaltar que una de las principales habilidades que se organiza mediante
el juego es visoespacialidad, donde los conceptos de profundidad y manejos
de planos comienzan a ganarse cuando el niño es capaz de mantenerse y
desplazarse cuadrúpedo, modificando su perspectiva del entorno; a su vez
estimula receptores articulares y propioceptivos de la cintura escapular y
pélvica y los procesos de secuenciación al alternar los hemicuerpos.

Lo anterior se puede observar en juegos como la golosa que proporcionan gran


satisfacción a los niños entre los 4 y 6 o 7 años. Constituye un ejemplo casi
puro de un juego motor perceptual que pone en acción la visomotricidad y
visuespacialidad, así como un patrón motor que implica el salto rítmico, la
precisión, direccionalidad en el lanzamiento, estabilidad articular e integración
propioceptiva.

Además los juegos propician la activación de mecanismos cognoscitivos y


motrices, mediante situaciones de exploración de las propias posibilidades
corporales y de resolución de problemas motores, se trata en esta etapa de
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contribuir a la adquisición del mayor número posible de patrones motores


básicos con los que se puedan construir nuevas opciones de movimiento y
desarrollar correctamente las capacidades motrices y las habilidades básicas.

Así mismo, el movimiento a través del juego, sienta las bases para el trabajo
escolar y para adquirir las capacidades necesarias en etapas posteriores de la
vida. Lo señalado, permite entender que el juego posibilitará la conjunción y
perfeccionamiento de los elementos práxicos, sensoriales y afectivos que
forman una base sólida para el desarrollo cognitivo y para el establecimiento de
un desarrollo cerebral adecuado.

Con lo anterior, se deja clara la importancia de la organización motora para


procesos de aprendizaje, siendo necesario que un profesional cuyo objeto de
estudio es el movimiento corporal humano, identifique las habilidades,
debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas en la organización motora
del niño, por tanto, es indispensable realizar una valoración y diagnostico, que
permita establecer los objetivos de intervención por el fisioterapeuta.

Características motoras del aprendizaje

1. Mantenimiento Postural: Capacidad de mantener estable el eje


corporal para desarrollar eficientemente los movimientos a nivel distal y
realizar ajustes durante las ejecuciones que impliquen desplazamiento del
centro de gravedad (7), fallas en este aspecto se hacen evidentes en
posturas inadecuadas en el aula, que disminuyen los procesos atencionales
e interfieren en la organización de otras características, como la disociación
de segmentos, el manejo del espacio y la velocidad de reacción,
interfiriendo en la ejecución funcional del proceso lecto-escrito.

Requisitos Motores:
• Laxitud ligamentaria
• Tono muscular
• Equilibrio de tronco
• Estabilidad articular
7

• Integración vestibular-propioceptiva

Cuando falla alguno o varios de estos requisitos, podemos encontrar niños que
se fatigan con facilidad en actividades de precisión, requieren de cambios de
posición con frecuencia, se les dificulta manejar el espacio, la velocidad de
reacción es lenta, los trazos los realizan aumentando la presión, no logran
estabilizar la escápula afectando la disociación de segmentos y la pinza,
acarreando una alteración en la ejecución funcional del proceso lectoescrito.
Los requisitos motores nombrados con anterioridad se pueden favorecer en
actividades que requieran mantener posiciones con y sin ayuda visual y que
exijan la integración de las cadenas antero-posteriores y oblicuas de manera
individual y en cocontracción, así como en actividades dinámicas como la
marcha sobre rodillas y los desplazamientos en diferentes posiciones y
direcciones.

2. Alineación postural: "...alineación simétrica y proporcional de los


segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad…"(8) esta
característica junto con el mantenimiento postural favorece los procesos
atencionales y facilita el desarrollo de otros como la disociación de
segmentos y el manejo del espacio, cuando se alterada generalmente se
evidencian retracciones que facilitan la adopción y mantenimiento de
posturas ineficientes.

Requisitos Motores:
• Edad (se estabiliza a partir de los 7 años)
• Flexibilidad
• Centro de gravedad
• Simetrías corporales

3. Disociación segmentaría: Se refiere a la capacidad de independencia


que presenta un segmento o parte corporal de otro en cualquier
actividad motora (9). Los niños que presentan fallas en esta
característica son aquellos que presentan dificultades en velocidad,
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precisión, legibilidad de trazo y escritura, fallas en ejecución de patrones


motores como lanzamiento, pateo y carrera.

Requisitos Motores:
• Direccionalidad
• Anticipación
• Planeación
• Seguimiento visual
• Disociación óculo-cefálica
• Precisión
• Propiocepción
• Coordinación bilateral (disociación de hemicuerpos)

4. Manejo de espacio: Capacidad de moverse en el entorno, interiorizando el


medio para estructurar una conciencia cinestésica que permita predecir,
planear y ejecutar correctamente (9), cuando se encuentran alteraciones de
este aspecto, se observan procesos de inversión tanto de letras como de
números, alteraciones en el manejo del espacio gráfico y personal, y fallas en
el manejo tridimensional.

Requisitos Motores:
• Propiocepción
• Integración bilateral
• Lateralidad
• Reconocimiento y manejo de coordenadas

5. Secuenciación: Capacidad para combinar los desplazamientos con ritmo y


relación espacio temporal (9). Cuando se presentan problemas en alguno de
los niveles que estructuran la secuenciación, se observan dificultades en la
organización gramatical y la cohesión temporo-causal y en dificultades en la
conversión de signos matemáticos en símbolos gramaticales y viceversa, que a
su vez se observa en los niños respuestas inconsistentes ante las actividades
9

de la vida diaria con un aumento de gasto energético, es decir se toma la


secuencia de ejecución más compleja para realizar una actividad.

Requisitos Motores:
• Arrastre (disociación segmentaría, ritmo y sincronía, integración y
manejo de hemicuerpos)
• Gateo
• Alternancia (plano frontal y sagital)
• Cambios de posición
• Planeación

Estos requisitos se desarrollan a partir de la ejecución de movimientos


determinados con ritmos específicos, que engloben una actividad más
compleja, por ejemplo, durante el canto de algún estribillo se realizan
movimientos en los tres planos con un orden y marcando el ritmo.

6. Velocidad de reacción: …“tiempo que se tarda en reaccionar ante


un estímulo, que puede ser acústico, visual o táctil”… (10) se observan
alteraciones en las habilidades gnósico-práxicas, tales como proceso
escrito cuando se encuentra alterada esta característica.

Requisitos Motores:
• Anticipación
• Propiocepción
• Freno inhibitorio

Patrones como la carrera, el lanzamiento, la patada, la recepción y juegos de


relevos ayudan a mejorar la velocidad de reacción.

Finalmente, podemos decir, que gracias a que el niño se mueve, corre, salta y
tiene un desarrollo apropiado, interioriza el movimiento dando estructura a los
procesos de orden superior, que son la base fundamental para que el niño
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tenga éxito en su vida académica y posteriormente sea un adulto con un buen


desempeño laboral.

Referencias:

1. Medina Malo C. Efectos Cognitivos de los antiepilépticos: un equilibrio

delicado. Neuropediatría Revisiones. 2006 Vol 4:24.

2. Llinas R. El Cerebro y el Mito del yo, Ed. Grupo Editorial Norma, 2.003.

3. Agamez Trujillo & cols. Sentido del cuerpo para la persona con

discapacidad de la locomoción.III informe de avance: El movimiento

como sistema complejo Movimiento como sistema complejo.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N°

26 - Octubre de 2000.

4. Zapata, O. A. (1989). El aprendizaje por el juego en la escuela primaria.

México: Pax México.

5. Moreno, J. A., y Rodríguez, P. L. El aprendizaje por el juego en la etapa

infantil. En Moreno J. A. y Rodríguez P. (Eds.), Aprendizaje deportivo

Murcia: Universidad de Murcia: 69-102. 1996.

6. Katz En, Lauretta Bender, Test gestaltico vasomotor, usos y aplicaciones

clínicas, Ed. Paidos. 1982.

7. Zuluaga J. Neurodesarrollo y estimulación. Editorial Medica

Panamericana. 2001.

8. Mateu I. Entrenador 1er nivel (2003-2004), www.tecnicosfutboll.com.

9. Mayorga C. Sánchez C. Memorias curso de actualización epilepsia y

aprendizaje, 2.007.

10. Hegedüs Jorge, Argentina, la velocidad, 2006, www.efdeportes.com

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