Qu entendemos por clsico?

Para empezar, debemos reconocer, desde nuestra visin intelectiva sobre el clsico, que no hay slo un clsico; lo clsico est marcado precisamente por la diversidad de matices que revisten los enfoques, los objetos de estudio, los mtodos, los problemas tericos, los presupuestos, entre otros, que fundan paradigmas. stos matices no necesariamente surcan su propio camino y soslayan a las otras perspectivas; todo lo contrario, lo que valida a un clsico no es la capacidad de ser teora general, o de ser una teora que aporte leyes universales, lo que da validez a un clsico es la posibilidad de que sus elaboraciones epistemolgicas puedan ser instrumentalizadas desde otras perspectivas, dndole un matiz polifuncional, permitiendo as el dilogo de saberes. En ese sentido el clsico es una fuente inagotable, infinita, que permite ser reinterpretada y resignificada en funcin de lo que nosotros queramos indagar. Sin embargo, el problema reside en la forma en cmo nos acercamos al clsico; puede ser meramente exegtica, en la cual asumimos lo que dice el clsico de forma parcial, soslayando las influencias pretritas de otros tericos o filsofos, el clsico pierde vitalidad; pues si no se hace una reconstruccin genealgica sobre las ideas retomadas, no se podr aprovechar al mximo lo que el clsico quiso formular, no se podr acceder al sentido de tal o cual concepto porque no comprendemos, ni sabemos que fue lo que quiso decir el personaje sobre el cual el clsico se baso para desarrollar sus postulados. Desde sta situacin, estamos rehuyendo de la concepcin progresiva lineal de la ciencia; en la cual se considera la progresin como cumulo de saberes, lo cual de una u otra forma termina invalidando al clsico, pero s apostndole a la concepcin circular, retornable; en donde se debe reconstruir las ideas previas para poder llegar a la consecucin de una serie de instrumentos para tratar de acceder a la forma en cmo el clsico interpreto ese concepto antecesor, esa perspectiva y/o elaboraciones previas.