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La mayor parte de los factores del complemento son proteínas plasmáticas y una
pequeña proporción de ellos son proteínas de membrana (Tabla 13.1). Muchos de los
componentes del complemento (C2, C3, C4, C6, C7, C8, Factor B y Factor I) son polimórficos,
es decir que existen diferentes formas alélicas que se expresan con distintas frecuencias en
poblaciones o razas.
TABLA 13.1
Principales factores del sistema del complemento
Algunas
Factor Cadenas
Características
C1q 18(6A,6B,6C)
Clr 1 E
Cls 1 E
C2 1 E
C3 2(a,b) M
C4 3(a,b,g) M
C5 2( a,b ) M
C6 1
C7 1
C8 3(a,b,g)
C9 1 E
B 1 E
D 1
P 4 Colectina
MBP 18 E
C4BP 1
FH 2(a,b)
Fig.:13.1
Algunos de los factores del complemento son enzimas con carácter proteolítico, de tal
forma que durante el proceso de activación, algunas moléculas son rotas en fragmentos a los
que para identificarlos se les añade letras minúsculas (Ej. C3a, C3b). Estos fragmentos poseen
importanes funciones biológicas y son mediadores de la inflamación.
La activación del complemento puede iniciarse por dos vías: la vía clásica y la vía
alternativa. La vía clásica se activa por la unión antígeno-anticuerpo, mientras que la vía
alternativa se activa por productos bacterianos. En ambas vías el factor C5 se transforma en
C5b lo que permite, en uno y otro caso, poder entrar en la vía terminal o lítica que conduce a la
lisis celular o bacteriana (Figura 13.1)
FIG: 13.2
VIA ALTERNATIVA
Esta vía es más antigua –desde el punto de vista evolutivo- que la clásica,
diferenciándose además de ésta en que la vía alternativa no necesita anticuerpos para
activarse, por lo que es un mecanismo de defensa importante en los estadios iniciales de la
infección cuando todavía no se han sintetizado cantidades importantes de anticuerpos.
Funciona de forma continua a un bajo nivel y solo en presencia de determinados factores se
amplifica. Por ello, podemos distinguir dos situaciones para la vía alternativa: en estado de
reposo y en estado de activación.
El factor C3b puede unirse covalentemente mediante enlace éster o amida a las
membranas celulares (Figura 13.4), incluso a las propias, captando más factor B y amplificando
el proceso, lo que permitiría la entrada en la vía lítica. No obstante, en condiciones normales o
de reposo, esto no ocurre ya que C3b tiene una vida media muy corta. Por otra parte, los
sistemas de regulación que se comentarán más abajo mantienen en un bajo nivel el
funcionamiento de este circuito.
Fig13.4
Amplificación de la vía alternativa
También puede amplificar la vía alternativa el factor C3b generado en la vía clásica,
suponiendo este fenómeno un mecanismo de conexión entre ambas vías
El veneno de cobra contiene un factor (CVF, cobra venenom factor) que actúa de forma
semejante a C3b formando un complejo muy estable CVFBb que puede liberar grandes
cantidades de C3b y producir, por agotamiento, una deplección de C3 del plasma.
VIA CLASICA
Se inicia tras la unión Ag-Ac y siempre que el anticuerpo que participe en ello sea del
tipo IgM o IgG de las clases IgG1, IgG2 o IgG3. Los anticuerpos solubles o libres no activan el
complemento, solo se activa este sistema cuando se forman complejos antígeno-anticuerpo
(Ag-Ac). En el caso de la IgG, que es una Ig monomérica, se necesitan al menos dos
complejos Ag-Ac cercanos para que las fracciones Fc de la IgG unan y activen el factor C1. En
el caso de la IgM, al ser una molécula pentamérica, solo es necesario un complejo Ag-Ac. La
unión de la Ig al antígeno, induce un cambio conformacional en los dominios de la región Fc
que permite la unión del factor C1.
Factor C1
El factor C1 está compuesto por tres subunidades proteicas (q, r y s), que en el
momento de la activación del complemento se unen entre sí por enlaces dependientes del Ca++
formando un complejo constituido con una unidad de C1q, 2 de C1r y 2 de C1s (C1qr2s2).
La molécula C1q es una proteína con dos partes bien diferenciadas, globular y fibrilar
(Figura 13.5). Parece ser que en las porciones globulares se encuentran los sitios de
combinación con el anticuerpo con los que se une solo cuando éste está unido al Ag. Las
porciones fibrilares poseen una estructura química que guarda similitud con el colágeno, con
gran cantidad de aminoácidos hidroxilados que unen disacáridos de glucosa y galactosa. El
complejo molecular C1q está integrado por 18 cadenas polipeptídicas organizadas en seis
subunidades idénticas.
Fig.:13.5 Activación de C1
Para que se produzca la activación de C1q, éste debe estar unido por su región
globular al menos a dos dominios de distinta fracción Fc (Figura 13.6). Esto implica que los
anticuerpos, para activar al complemento, han de encontrarse con la disposición espacial
apropiada que permita a C1q acoplarse a varios de ellos al mismo tiempo (complejos Ag-Ac
dispersos sobre una superficie celular pueden no llegar a activar el complemento). C1q, por
otra parte, solo se une a inmunoglobulinas cuando éstas, a su vez, se encuentran unidas a sus
antígenos y éstos están integrados en una misma superficie (membrana celular). Este concepto
es importante para comprender por qué complejos antígeno-anticuerpo solubles no conectados
con membranas, pueden convivir en el suero con los factores del complemento sin llegar a
activarlos y que, por el contrario, si se activan cuando tales complejos quedan atrapados sobre
algún tejido, originando, en este caso, un proceso inflamatorio localizado.
La activación de C1q provoca que una molécula de C1r del complejo C1qr2s2 pierda
por autocatálisis un trozo de bajo peso molecular, quedando activada. Esta molécula, a su vez,
activa a la otra molécula de C1r. Las dos moléculas de C1r atacan a las dos moléculas de C1s
liberando sendos trozos de bajo peso molecular y dejando expuestos sus dominios catalíticos.
Activación de C4 y C2
Fig.:13.7
Convertasa de C5 de la vía clásica
TABLA 13.2
Receptores del complemento, sus ligandos y funciones
Receptor Células que
Ligandos Funciones
Nombre CD lo expresan
eritrocitos
C3b
linfocitos T y Aclaramiento de inmunocomplejos
iC3b
CR1 CD35 B Fagocitosis
C4b
SFM Quimiotaxis
C5b67
neutrófilos
C3b
linfocitos B
iC3b Citolisis
c. dentríticas
CR2 CD21 C3d Atrapamiento de complejos en centros
foliculares
C3dg germinales
c. epiteliales
C5b-9
SFM
CD11b/ Fagocitosis
CR3 iC3b neutrófilos
CD18 Anclaje al endotelio y diapedesis
NK
SFM
neutrófilos
CD11c/
CR4 iC3b plaquetas Como CR3
CD18
c.
dendríticas
mastocitos Degranulación
basófilos Aumento de la permeabilidad vascular
c. Contracción músculo liso
C3aR -- C3a
endoteliales
c. músculo
liso
mastocitos
basófilos
Quimiotáxis
C5aR -- C5a Cél.
Opsonización
endoteliales
neutrófilos
-- leucocitos
C1qR C1q Aclaramiento de inmunocomplejos
plaquetas
SFM, células del sistema fagocítico mononuclear
El factor C3b unido a la membrana celular también puede ser captado por los fagocitos,
que al presentar receptores de membrana para C3b, se facilita de esta forma el proceso de la
fagocitosis (opsonización) (Tabla 13.2).
Fig.:13.8
Las moléculas C2, C4 y el factor B (Bf) están codificadas por genes ubicados en el
cromosoma 6, entre los loci HLA-B y HLA-DR del Complejo Principal de Histocompatibilidad
humano (MHC, Major Histocom-patibility Complex). El resto de los componentes del sistema
del complemento no están vinculados a HLA. Mientras que el factor B y C2 están codificados
por un solo locus, existen dos loci que codifican C4, C4a y C4b.
Fig.:13.10
RECEPTORES PARA FACTORES DEL COMPLEMENTO
Muchas de las funciones del complemento se llevan a cabo tras la unión de fragmentos
de algunos factores del complemento a receptores específicos presentes en la superficie de
varios tipos de células (Tabla 13.2). Los mejor conocidos son los que tienen como ligando a
fragmentos de C3.
Sus ligandos son los fragmentos C3beta, iC3beta y C4beta. Se encuentra sobre todo
en las células del sistema fagocítico mononuclear, en los neutrófilos, en los linfocitos T y B y en
los eritrocitos. En las células fagocitarias facilita la fagocitosis de partículas opsonizadas por
sus ligandos. En los eritrocitos facilita su unión a inmunocomplejos opsonizados por C3beta y
C4beta. Estos inmunocomplejos son retirados de la superficie de los hematíes en el hígado y
bazo por los fagocitos. De esta forma los hematíes quedan con sus receptores libre para
continuar el aclaramiento de inmunocomplejos de la circulación (ver mas adelante).
Sus ligandos son C3b, la forma inactiva de éste, iC3b y sus fragmentos de
degradación C3delta y C3deltagamma. Este receptor se encuentra en los linfocitos B, en las
células dendríticas foliculares y en algunas células epiteliales.
El CR2 se encuentra en las células B formando un complejo trimolecular junto con otras
dos proteínas, CD19 y CD81. Este complejo es el llamado correceptor del linfocito B y envía
señales al interior de la célula B que facilitan su respuesta una vez unida al antígeno por su
receptor (inmunoglobulina + moléculas Ig-alfa e Ig-beta).
En las células dendríticas foliculares CR2 sirve para atrapar en los centros germinales
complejos Ag-Ac opsonizados por iC3beta o C3deltagamma.
El CR2 es el receptor usado por el virus de Epstein-Barr para invadir a las células B.
Este virus es el causante de la enfermedad mononucleosis infecciosa y está relacionado con
tumores como el linfoma de Burkitt y el carcinoma nasofaríngeo.
Las funciones del complemento son muy diversas, de ahí la gran potencialidad
defensiva del mismo.
Estas funciones se llevan a cabo por diferentes fracciones del complemento activas. La
tabla 13.2 muestra la acción fisiológica de éstas. Los factores activos frecuentemente
desarrollan su función conectando con distintos receptores de membrana. La Tabla 13.2
expone los receptores de membrana para las distintas fracciones del complemento.
Comentamos, a continuación, las funciones biológicas fundamentales. Las acciones
anafilotóxicas, quimiotáxicas y opsonizantes del complemento lo convierten en un factor
fundamental en la potenciación de la inflamación, fenómeno básico en la defensa frente a la
infección
Acción citolítica
Una vez puesta en marcha la cascada del complemento, si se forma el complejo final
C5b67, y sobre él se acopla la fracción C8 y moléculas de C9, se produce la lisis de las células
sobre cuyas membranas se ha adosado dicho complejo. La lisis se produce por la formación de
múltiples poros formados por el complejo C5b6789 (Figura 13.10). Como se ha explicado
anteriormente, a este efecto se puede alcanzar por la unión del Ag-Ac (vía clásica) o por la
activación gérmenes (vía alternativa). Por uno u otro mecanismo se produce la lisis de gran
número de bacterias, tales como bacteridium, salmonella, shigella, escherichia, vibrio,
treponema y otras células. Todas estas acciones se agrupan bajo la denominación conocida de
citotoxicidad dependiente del complemento.
Acción anafilotóxica
Las fracciones C3a y C5a, conectando con receptores de membrana (C3aR, C5aR,
Tabla 13.2), ejercen una acción anafilotóxica, esto es, poseen una potente acción activadora
sobre los mastocitos y basófilos que en consecuencia, liberan mediadores de la inflamación.
Las sustancias vasoactivas liberadas incrementan la permeabilidad capilar, lo que facilita la
afluencia de leucocitos y moléculas al foco inflamatorio.
Acción quimiotáxica
La fracción C5a posee una potente actividad quimiotáxica, que determina la atracción
de leucocitos al foco inflamatorio.
Aclaramiento de inmunocomplejos
En condiciones normales, se pueden detectar inmunocomplejos solubles circulando en
Fig.:13.12 sangre. Estos inmunocomplejos
son potencialmente peligrosos,
pues de precipitar en algún tejido
activarían el complemento e
iniciarían un foco inflamatorio. No
obstante, existe un mecanismo
fisiológico de aclaramiento de
inmunocomplejos. Los eritrocitos,
las células más abundantes de la
sangre, presentan CR1 en su
membrana y mediante este
receptor captan inmunocomplejos
circulantes a través del factor
C3b. Cuando los hematíes
atraviesan el hígado o el bazo, los
macrófagos de estos órganos,
mediante sus receptores CR1,
CR3 o CR4, unen los
inmunocomplejos a través de C3b
(o mediante receptores para Fc a
través de IgG) y los fagocitan. Los
eritrocitos quedan libres para captar nuevos inmunocomplejos (Figura 13.12).
Las células presentadoras del antígeno tienen receptores para el complemento, lo que
permite su conexión con el antígeno para su posterior presentación.
MECANISMOS DE REGULACION DEL COMPLEMENTO
TABLA 13.3
Moléculas reguladoras del sistema del complemento
Factor Ligando Efecto
C1inh C1r,C1s Inhibición de la C1 estearasa
C4BP C4b Disociación del complejo C4b2a
FH C3b Facilita la degradación de C3b por FI
FI C3b,C4b Degradación de C3b, C4b
C3aI C3b,C4b,C5b Proteolisis de residuos terminales arginina
CR1 (CD35) C3b,C4b,iC3b Facilita la disociación de las C3 convertasas y
DAF C4b,C3b fagocitosis
MCP (CD46) C4b,C3b Facilita la disociacón de C4b y 2a.
Proteína S C5b67 Facilita la degradación de C4b y C3b por FI
SP-40,40 C5b-9 Impide la unión de C5b67 a la membrana celular
CD59 C5b-8,C9 Modula la formación de MAC
HRF C5b-8,C9 Inhibe la inserción de C5b-8 y la polimerización de C9.
Inhibe la inserción de C5b-8 y la polimerización de C9.
C3bI: Inactivador del C3b.HRF: factor de restricción homóloga. DAF: factor acelerador
acelerador de la degradación.
Inhibición de C1
Inhibición de C4
El factor H (FH) es una proteína plasmática homóloga a la C4BP que tiene la capacidad
de unir C3b en la fase fluida. El Factor I ataca entonces C3b liberando una pequeña fracción
C3f y convirtiéndolo en iC3b. Por otra parte FH también promueve la disociación del complejo
C3bBb. Un defecto en este tipo de regulación acontece en un tipo de glomerulonefritis
(membranosa tipo II), en la que aparecen autoanticuerpos (factores nefríticos) que se une al
complejo C3bBb, estabilizándolo y haciéndolo resistente a la acción de FH.
Los receptores de membrana CR1, DAF y MCP actúan sobre el C3b de forma
semejante a su actuación sobre C4b: inhiben la unión o facilitan la disociación C3bBb (CR1,
DAF) o actúan como cofactores del factor I en la degradación de C3b unido a la membrana
(CR1, MCP). En este caso C3b también se degrada a iC3b, sobre el que el factor I puede
seguir ejerciendo su actividad catalítica originando las fracciones C3c y C3dg.
Todos estos mecanismos inhiben la capacidad de C3b de formar convertasa de C5, así
como de que C3b medie la adherencia celular. Sin embargo iC3b sí mantiene la capacidad de
adherencia a células fagocíticas por los receptores de estas células para iC3b (CR1, CR3 y
CR4) (Tabla 13.2).
De los factores reguladores estudiados DAF, HRF y CD59, se piensa que actúan
exclusivamente en la inhibición de la lisis de las células del propio organismo donde asienta.
Estas proteínas de membrana se detectan fundamentalmente en eritrocitos y células
endoteliales que son las células que se encuentran en mayor peligro de autolisis por el
complemento.
BIBLIOGRAFIA
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