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I NSTITUTO U N IVERSITARIO A NGLO E S PAÑOL

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ASIGNATURA

SEMINARIO DE INNOVACIÓN Y FORMACIÓN DOCENTE

ENSAYO
INNOVACION DOCENTE, PROFESOR DEL FUTURO.

COORDINADOR DE LA ASIGNATURA

Dr. Manuel G. Muñiz García

ALUMNO

DANIEL PÉREZ MENDOZA

ABRIL DEL 2009.


INNOVACION DOCENTE, PROFESOR DEL FUTURO.

La hermandad relativa que se da entre las naciones, producto de los


intercambios tecnológicos, comerciales e intelectuales del momento; insta a
los gobiernos de todos los países, a formar ciudadanos con la capacidad de
integrarse de inmediato en los diferentes escenarios del mundo; lugares
donde es necesario un intercambio intercultural y/o de trabajo. Nos
encontramos en la era del post modernismo, el hombre está en constante
movimiento, no tiene un lugar específico donde situarse, debido a un
acelerado ritmo de vida que se presenta en la sociedad, como consecuencia
de la transformación. La educación tiene la misión de permitir a todos, sin
excepción, hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de
creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo
y realizar su proyecto personal (Delors, 1994). Menuda responsabilidad
tienen las escuelas, puesto que son parte de la sociedad, con una función
perfectamente bien definida, y que consiste en la formación de los hombres
(desarrollo físico, intelectual y social).
Este escrito, tiene como propósito fundamental, presentar brevemente cuales
serían las características ideales y de formación de los profesores del
futuro, en México; para poder enfrentar los retos de un mundo en constante
cambio; para que esto sea posible, será necesario que las escuelas
promuevan entre sus profesores una práctica reflexiva profesionalizada para
con sus alumnos; estos profesionales de la educación también deberán
integrar equipos de trabajo, enfatizar el aprendizaje a través de proyectos y
sensibilizar el conocimiento, asumiendo cada vez más responsabilidades
ante la sociedad en el desempeño de su función. Como la educación está
inmersa en un proceso de cambio y de permanente adaptación, entonces, la
formación continua de los docentes seguirá siendo transformada por efectos
sociales, políticos, económicos y científicos que se presentan a cada
momento en el mundo entero. El progreso de la humanidad se centra en las
escuelas, y estas a su vez, están soportadas por el trabajo que brindan sus
profesores, y con el fin de establecer el campo de acción de estos
(delimitado por sus actitudes y valores), en los encabezados de los
siguientes párrafos se establecen algunas preguntas; las respuestas a estas,
estarán en función de las reflexiones que se desarrollen en estos mismos
párrafos, situación que nos permitirá definir claramente la formación del
profesor del futuro (guía indispensable de la educación, en México y en el
mundo).

¿Quién es el profesor?
La real academia de la lengua española, define al profesor como la persona
que ejerce o enseña una ciencia o arte, es aquella que por vocación enseña
algo que le gusta, o incluso que le apasiona. En la reforma educativa para la
educación secundaria del 2004, el profesor es considerado como uno de los
tres facilitadores de los aprendizajes (los otros dos son la familia y la
sociedad); en el sistema educativo, el ser facilitador de los aprendizajes
puede considerarse como un sinónimo de monitor, de instructor, de
entrenador, de guía, de conductor, de coordinador, etcétera. Por otra parte,
los políticos aprovechándose de la figura del mentor educativo, lo
identifican como “la clave del sistema educativo”, diciendo: -el sistema
educativo es la clave del futuro; por lo tanto, estos hombres, y su capacidad
son la clave para construir una sociedad cada vez mejor, más y justa más
participativa-, discurso del entonces secretario de Educación Pública,
Fernando Solana (15 de mayo de 1978).
Mientras tanto, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari ex
presidentes de México, decían en sus discursos: -el maestro es la espina
dorsal de cualquier sistema educativo y por lo tanto, los maestros son la
base de la transformación-; Ernesto Zedillo Ponce de León siendo secretario
de Educación Pública dijo: -el maestro, es el promotor, el coordinador y el
agente directo del proceso educativo-. No obstante, cualesquiera que sean
las palabras para definir a un profesor, es bien cierto que en sus manos está
el desarrollo de las personas y por ende un bienestar común que en el
presente favorece a la armonía de la sociedad, en México y en el mundo
entero. En la educación, se enmarca “la importancia de la aplicación de la
didáctica centrada en el aprendizaje”, con el fin de que el maestro genere
actividades que le permitan al alumno involucrarse en su propio
aprendizaje; por consiguiente, un buen docente debe crear confianza, ser
paciente, respetar, conocer y valorar en su justa medida a sus alumnos,
ayudándoles a definir sus objetivos y a desarrollar sus aptitudes, ser
sincero, estar en continua formación, ser creativo, sorprender al alumno
transmitiéndole nuevas técnicas y nuevos retos manteniendo su curiosidad
por conocer más, y por último, ser conscientes de que no sólo transmite las
técnicas del conocer sino un modo de entender, de escuchar y de resolver
situaciones; esto es una manera de actuar ante la vida en general, y si el
profesor puede ser partícipe de ello, consecuentemente esto será una de las
mayores satisfacciones que pueda obtener como “profesor”.
Los profesores del mañana, se caracterizarán por tener una preparación
continua, no por escalar niveles académicos para ganar más dinero, sino por
el simple deseo de enseñar y propiciar los aprendizajes significativos que
sus alumnos requerirán para ser eficientes en los niveles subsecuentes; y
que conllevará un beneficio para la sociedad.

¿Cómo y donde se forma un profesor?


Roger C. Schank (doctor en la lingüística), en entrevista el día 23 de marzo
del 2007, mencionó que la única forma de aprender es aprender haciendo,
además de que el aprender debe ser divertido; esto lo dijo como
recomendación hacia el sistemas educativo, pues él considera que las
escuelas no saben cómo enseñar a sus alumnos . La transformación de las
escuelas, implican una mayor participación dinámica y de innovación de los
docentes en su actividad diaria; estas son dos de las características
principales que identificarán al profesor del futuro. Ahora bien, si enseñar
tiene que ver con aprender, y aprender tiene que ver con llegar a ser
(Tomlinson, 2001), entonces las escuelas comunes tendrán que ser
reestructuradas en escuelas inteligentes (Perkins, 2000); estas escuelas
serán los espacios idóneos para la innovación de la enseñanza. Este tipo de
escuelas se caracterizan por estar informadas, ser dinámicas y reflexivas,
sus objetivos fundamentales son la adquisición de conocimientos
organizados (Adler, 1982); las aulas de estas escuelas son diversificadas, el
profesor despierta apasionamientos intelectuales entre los alumnos, crea en
ellos una disposición a la reflexión intelectual, hay dinamismo y se prepara
a los estudiantes para que transfieran el aprendizaje y lo utilicen fuera del
ámbito escolar; la inteligencia de cada uno de los estudiantes aumenta el
poder de razonamiento social, promoviendo el aprendizaje cooperativo entre
ellos e incrementando la euforia que depara trabajar con otros.
En el Sistema Educativo Mexicano, son tres el tipo de escuelas donde se
prepara a los profesores: las escuelas normales, la universidad pedagógica y
la normal superior (nivel básico). Estas instituciones han desempeñado un
papel importante en el desarrollo cultural del país, aunque no han sido
capaces de ofrecer a quienes se forman como profesores la posibilidad de
que puedan pensar críticamente, pues sólo capacitan a sus alumnos para
aplicar técnicas de la enseñanza (pedagogía). Es necesario que las escuelas
formadoras de profesores, continúen esforzándose en su justa medida
generando profesionales educativos de calidad, que estén en posibilidades
de interpretar críticamente la realidad que les circunda, y desde luego, que
desempeñen su función educativa a la perfección.
Una gran cantidad de médicos, abogados, ingenieros, contadores públicos,
economistas, administradores, biólogos, químicos físicos farmacéuticos,
etcétera, trabajan como profesores en las Universidades, Institutos, escuelas
de nivel bachillerato y secundarias; y aunque todos ellos nos son profesores
de profesión, muchos si lo son por vocación, y lo mejor de todo, es que
son profesionistas innovadores en la forma de transmitir los conocimientos
a sus alumnos. La carrera de profesor está impregnada de pedagogía, sin
embargo, estos profesores de vocación al momento de ofrecer sus clases
emulan a los profesores que los formaron(los que mejor les impartían la
clase) en las Universidades o Institutos. Por supuesto que sí, esta es otra
manera de cómo se forman los profesores, estamos hablando de las personas
con conocimientos teóricos y prácticos que transfieren conocimientos a
grupos de estudiantes en las aulas y que primeramente fueron capacitados
para atender a otros sectores de la sociedad (salud, construcción, economía,
etcétera). Cabe mencionar que estos profesionistas trabajan desempeñando
la función de profesor, precisamente en el nivel educativo que no es
atendida por profesores egresados de las escuelas formadoras de docentes.
Las nuevas instituciones de formación docentes deberán constituirse como
centros de innovación pedagógica (prácticas pedagógicas), que transformen
e innoven, logrando impactar en el mejoramiento de la calidad de la
enseñanza, y dando como resultado un mayor aprendizaje en todo el sistema
educativo. La nueva misión de la educación es el de dar sentido a la
organización educativa, por consiguiente, formar docentes será una
garantía de innovación. Para Hammer y Champy (1994), será necesario
volver a inventar las múltiples actividades de la educación, como lo es la
reestructuración para la formación de los docentes del futuro, logrando una
mejor articulación inter institucional, donde los docentes formadores y los
que están en proceso, estén en contacto permanente con la realidad, y de
esta manera tener una más eficiente gestión pedagógica en las escuelas.

¿Cuáles son las competencias que debe tener un profesor?


Las competencias representan una capacidad de movilizar los recursos
cognitivos que el profesor tiene para hacer frente a una situación en
particular, el ejercicio de estas, pasan por operaciones mentales complejas
sostenidas por esquemas de pensamiento (Perrenoud, 2004). Las
competencias se crean, en formación, pero también a merced de la inter
relación que las personas tenemos con los demás en la vida diaria. Las
competencias que hasta el momento el profesor ha desarrollado, son las que
se enuncian a continuación (guía referencial adoptado en Ginebra Suiza en
el año de 1986): organizar y animar situaciones de aprendizaje, la gestión
de la progresión de los aprendizajes, elaborar y hacer evolucionar
dispositivos de diferenciación, implicar a los alumnos en sus aprendizajes y
en su trabajo, trabajar en equipo, participar en la gestión de la escuela,
informar e implicar a los padres, utilizar las nuevas tecnologías, afrontar
los deberes y los dilemas éticos de la profesión, y organizar la propia
formación continua. Estas competencias sólo representan una herramienta
de formación continua para el profesor, quien solo se dedica a desarrollar y
a transferir conocimientos para educar (Perrenoud, 2004).
El docente del futuro, se verá en la necesidad de conocer y dominar de
sobremanera las teorías que describen la conducta de los estudiantes,
dependiendo del estado de maduración en la que estos se encuentran; los
futuros profesores deberán desarrollar también a la perfección la
competencia que hace referencia a la “actitud del docente”, misma que
consiste en: el manejo y coordinación de grupos de aprendizaje,
conocimiento del arte y la cultura, el dominio pleno de cuando menos dos
idiomas adicionales a la lengua materna, manejar la misma tecnología que
sus alumnos utilizan en sus vidas cotidianas y apoyarse en ella para la
preparación de sus clase e interactuar con sus estudiantes. La tecnología, es
la herramienta del momento, con la que los nuevos profesionistas tendrán
que interactuar diariamente, simplemente porque son las exigencias de los
alumnos del momento; y aunque la tecnología ofrece una gran ayuda para
que los estudiantes alcancen los nuevos aprendizajes, no son la total
solución a este problema, sólo permiten adquirir experiencias nuevas y
nuevos aprendizajes a quienes la usan.
Aunque en las aulas de nuestro país, seguramente seguirá habiendo una gran
cantidad de alumnos que no manejen la tecnología por ser de escasos
recursos (hay 47.5 millones de pobres), esto no representará ningún
problema para el profesor, pues será un tutor experto en el manejo de estas
herramientas, y podrá ayudarles partiendo de los intereses de estos, con
respecto al manejo de los equipos tecnológicos. Con la incorporación de la
tecnología en las escuelas, los docentes ya no deberán temer al uso y la
exploración de estos dispositivos electrónicos, puesto que estarán al tanto
de cómo enseñar con ellos. La última competencia, y la más importante de
todas es que el profesor del futuro deberá dominar y fortalecer sus
conocimientos en el uso y manejo de los valores morales, los cuales
primordialmente surgen en el individuo por influencia de la familia.
Enseguida, se mencionan algunos valores morales, que sin excusa alguna el
profesor deberá poseer, para poder compartir e impulsarlos con y hacia sus
discípulos; estos son: la honestidad, el respeto, la tolerancia, la lealtad, el
trabajo, y la responsabilidad; estos y muchos otros deberán ser promovidos
fuertemente en las escuelas y principalmente por parte de los profesores,
quienes con el ejemplo y su permanente promoción en el salón de clase,
intrínsecamente evolucionarán de manera exorbitante en la formación de los
estudiantes.

¿Cual es modelo del futuro profesor que la educación necesita?


El impacto educativo, está en la formación de ciudadanos profesionales, el
alumno, el docente y la familia (sociedad) conforman un triangulo de
conocimientos inherentes e insoslayables de las futuras generaciones; de
esto se deriva, que el ideal del docente del presente, debe estar
intercambiando experiencias con sus iguales para tener un mejor desempeño
escolar, también debe estar trabajando colaborativamente en el ámbito
escolar para lograr los objetivos institucionales de la educación, desde
luego que debe de estar utilizando distintas técnicas de de enseñanza
aprendizaje con sus alumnos, para que estos a su vez instrospeccionen
mentalmente más y mejores conocimientos, y por ultimo deben estar
utilizando eficientemente el idioma inglés como elemento de su actividad
laboral; de esta manera, el profesor permanece a la vanguardia con los
nuevos conocimientos que se generan por parte de las personas que se
dedican a la investigación educativa. Desafortunadamente, los inmediato
anterior , es sólo un idealismo educativo, por supuesto que resultaría poco
creíble que fuera verdad que estuviera sucediendo; y, es posible demostrarlo
de la siguiente forma: si estos hechos fueran reales, entonces los resultados
de los exámenes pisa aplicados a nuestros estudiantes hubieran sido
aprobados en su mayoría, desafortunadamente no fue así; los estudiantes
mexicanos en el año 2003, obtuvieron en este examen una puntuación por
debajo de la media aritmética de los puntos totales del examen, se ocupó el
lugar 34 en lectura y ciencias respectivamente, mientras que en matemáticas
el lugar 35 de un total de 43 países participantes.
Sin embargo, debemos pensar que el docente del futuro, debe ser una
persona comprometida con su profesión, con el fin de generar
conocimientos nuevos y sólidos en sus alumnos. En varios países del
mundo, se tiende a orientar el curriculum hacia la creación de competencias.
Los nuevos docentes deberán alternar continuamente sus conocimientos
teóricos con la práctica diaria, produciendo de forma continua propuestas
curriculares que favorezcan el aprendizaje de sus alumnos, todo esto con
disciplina e integración de grupos para organizar el conocimiento mediante
el intercambio de experiencias. En México, los profesores desarrollan su
función profesional mediante un modelo del tipo: practico-artesanal, el
academicista, el mecanicista- eficientista y en su mayoría el hermenéutico-
reflexivo por influencia de las constantes reformas educativas (la última
fué, la alianza por la educación, firmada el 15 de mayo del 2007). Sin
embargo, la educación ha cambiado, y no cabe duda que lo seguirá
haciendo, todo en función de las demandas de la sociedad. Los docentes del
futuro, deberán analizar y comprender las múltiples tareas que configuren el
futuro del maestro, e insertarse a la educación con un proyecto pedagógico a
mediano plazo. En el curriculum para la formación de docentes, se tendrán
implícitas un sin número de prácticas profesionales de los alumnos, con el
simple motivo de insertarlos en la escuela consolidándolos como los
pedagogos del momento. El modelo y la tendencia ideal del futuro docente,
será el hermenéutico-reflexivo, puesto que el profesor tendrá que influir con
sabiduría y creatividad hacia y para sus alumnos en situaciones prácticas
imprevisibles, vinculando las emociones de él y de sus estudiantes con la
teoría pedagógica.

Conclusiones.
Desde luego que los profesores tienen una altísima responsabilidad sobre el
educando, contribuyen a que el estudiante se descubra a sí mismo y
descubra el mundo en el que vive; por consiguiente, la actitud valorativa del
profesor hacia los demás y de su inserción en el mundo, constituye una
aportación fundamental al proceso de autorrealización del hombre. Los
profesores del futuro, son los que están hoy en las escuelas normales y en
las universidades; por consiguiente, este es el momento ideal para crear las
opciones políticas y los ajustes curriculares en los programas de estudio,
necesarios para lograr la transformación de las competencias que el docente
instructor debe poseer para formar profesores innovadores que atiendan la
educación del futuro. El profesor se forma formándose, para luego formar
para la vida, en resumen, ésta es la competencia principal que el docente del
futuro deba poseer, además de que tiene que dominar las teorías referentes a
la didáctica, a la pedagogía, a la sociología, a la psicología y a la ética,
para de esta manera impulsar los valores morales en sus alumnos.
Educar no es una tarea exclusiva de las escuelas, la familia y sociedad son
altamente corresponsables en la formación de los educandos; son parte de la
educación. Es de vital importancia recordar, que la transmisión de valores,
son de suma importancia para la formación de los nuevos docentes; dichos
valores, serán incorporados por él, solamente si mantiene unas excelentes
relaciones con las personas que le son significativas en la vida “los padres,
los hermanos, los parientes y posteriormente los amigos y los maestros”.
Terminamos esta redacción, con el siguiente fundamento filosófico de
Albert Einstein (1879-1955): "la enseñanza debe ofrecerse de una manera
tan efectiva, que debe ser percibida como un regalo mas valioso y no como
un deber impuesto por otros”.
Bibliografía y páginas de internet.

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