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TAMPOCO YO TE CONDENO El prximo 17 de marzo celebramos el domingo de la quinta semana de Cuaresma.

Queridos lectores y amigos:Dios no puede condenar a nadie, por su propia infinitud de SER amoroso. Implicado en todas las cosas, sera atribuirle el absurdo de poder condenarse a s mismo. No es entonces impdico que alguien se arrogue el poder de perdonar los pecados?Jess no lo hizo con la mujer sorprendida en adulterio: Tampoco yo te condeno (Jn 8, 11). No le impone un peaje ritual por su pecado, aunque s le insta al arrepentimiento y al propsito de enmienda: Vete, y en adelante no peques ms. El Maestro cumple as con su inestimable labor de psicoterapeuta proponindole la reconciliacin consigo misma y el auto-perdn de su tropiezo: en realidad, lo verdaderamente til en el confesionario.No juzguis y no seris juzgados dice en Lc 6, 37. Y Santiago y Pablo recriminan seriamente a quienes lo hacen: Quin eres t para juzgar a tu prjimo? (Sant 4, 12 y Rom 14, 4). Ni Jess, ni tampoco los apstoles, pretendieron abolir los tribunales en lo que atae a la vida cotidiana. Ambos aspectos se concilian en el espritu cristiano que Gandhi lacnicamente mencion: odiar el pecado pero amar al pecador.Un abrazo de amor a todos y de todos Vicente Martnez

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