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Las obras y la oracin

Leer | JUAN 16.23, 24 22 de octubre de 2013 Cada da suceden milagros, como cuando las mentes se abren, los ciegos espiritualmente ven la verdad del evangelio, y los rebeldes se convierten en hijos de Dios. Nuestro Padre celestial espera que nos acerquemos con peticiones grandes. l ve si lo que pedimos est basado en los mritos y la obra de reconciliacin de Cristo; si hemos confesado todo pecado conocido; y si creemos firmemente en que l har lo que ha dicho. Por tanto, no debemos dudar; nuestro Padre quiere que estemos seguros de que l cumplir sus promesas, y que responder para nuestro bien. l se deleita en dar regalos a sus hijos (Mt 7.11). Dios responde nuestras peticiones cuando estn en armona con su plan. Y sabemos que l no actuar de una manera que no sea acorde con su carcter. As que, al escudriar la Biblia podemos descubrir si nuestros deseos estn de acuerdo con la naturaleza y los propsitos de Dios. Tambin podemos aprender de quienes tuvieron un dilema similar: de Eliseo, quien lleg al agotamiento y cay en la desesperacin; de Rut y Noem, unas viudas pobres que necesitaron la ayuda del Seor; o de David, cuya vida estuvo en peligro. Sus interacciones con Dios y las maneras como l respondi nos dirn cmo podemos hablar con nuestro Padre celestial de nuestras dificultades. Y podemos estar seguros de que el Espritu Santo nos ayudar (Ro 8.26). Dios es el nico que conoce las acciones ideales que habremos de tomar, y el momento adecuado para hacerlo. Pero l nos invita a pedir con fe, y a seguir pidiendo (Mt 7.7).

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