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Ando buscando un chico o una niña.

Dicen los ángeles cada noche: ando buscando un


chico o niña... que sepa escuchar, que no le cueste
perdonar. Que no se quede en un rincón a la hora
de jugar, que quiera cambiar lo que está mal, que
tenga ojos para ver lo que le pasa a los demás, Y
que trate cada día de ser más generoso.

Ando buscando ese chico o niña... ¿lo


encontraré por acá, esta mañana?
Autor Carlos J. Duran.

Grupo Intergeneracional Solidario-Pami-Abuelos Narradores.


La paloma y la hormiga

Había una vez una paloma muy blanca, que se paseaba por la oriila de un
arroyo. E1
agua estaba limpia, clara.... Hasta se podía contar las piedras que había
en el fondo,
La paloma, que tenía mucha sed, se acercó al agua para beber. Metió el
pico adentro y
después levantó la cabeza en el aire para tragarse el agua.
Había también una hormiguita negra. Se paseaba por la orilla del arroyo
y, como tenía
sed, se subió a una brizna de hierba que crecía cerca del agua para beber
mejor... pero
con tan mala suerte que cayó adentro.
Y el arroyo, que bajaba muy fuerte, se la llevó, muy lejos de la orilla. La
hormiguita
trató de nadar moviendo muy de prisa sus patitas, pero el agua corría con
demasiada
fuerza y de nada le sirvió.
Menos mal que la paloma vio a la hormiguita que estaba a punto de
ahogarse.
¡Pobrecita!- pensó- La ayudaré a salir del agua. Pero ¿cómo haré?
Si la levanto, con el pico tan grande que tengo, le haré daño.
¡Ah ya lo sé! Le acercaré una brizna de pasto. Podrá subirse y volver así a
la orilla. La
hojita de pasto era muy larga y encalló en la orilla del arroyo. La hormiga
trepó y corrió
por encima de ella hasta llegar a la tierra.
Entonces se secó bien las patitas y fue a dar las gracias a aquella paloma
tan amable.
La hormiga estaba muy contenta, y la paloma también porque había
salvado a la
hormiguita. Se despidieron y cada una se fue a su casa.
Pero... sucedió que, mientras la hormiga se iba al hormiguero, vio a un
hombre que iba
para la orilla del arroyo. Era un cazador. Llevaba una escopeta, para
matar pájaros.
El cazador vio a la paloma y entonces tomó la escopeta y se preparó a
disparar. ¡Mira
qué bien!- pensó- Ya tengo carne para el arroz de mañana.
Pero la hormiga, que vio al cazador y vio la escopeta a punto de
disparar.... -¡Huy!- -
dijo-. Hay que hacer algo para que el cazador no mate a mi amiga.
Corriendo se acercó
al hombre, trepó a su pie y lo picó con fuerza en el dedo gordo.
El cazador dio un grito: ¡ Ayyy! Y movió la cabeza para ver que le había
picado. Miró y
miró, pero no vio nada. La hormiga era muy pequeña y se había
escondido entre el
césped.
Y la paloma, al oír el grito, vio al cazador y se fue volando hasta que se
perdió de vista.
Y cuando el cazador quiso disparar ya no pudo verla.

Fábula de La Fontaine
A Juan le gustaba la fruta.

A Juan Carlos Viruta


le encantaba la fruta
de chico le gritaba a su mamá
cuando no le conseguía ananá.
Se casó con su novia Viviana,
porque tenía cara de manzana
y para mostrarle cuanto la quería
la llevó esa noche a una frutería.
Era el mejor amigo de cualquiera
que lo convidara con kiwis y peras.
Una noche raptó a una princesa
con la boca como una cereza,
y el rey lo condenó a cruel castigo:
hizo que un mago lo transforme en higo.
Ahora Juan esta al borde del abismo,
Ya casi no existe, se comió a sí mismo.

Autor: Paloma Fabrykant.


Cabalgando en una nube

_ ¡Mamá! ¡Acabo de caerme de una nube!


_ ¿Cómo es eso?, Rulo- dice la madre mientras abre las persianas para
que entre la luz.
_Fue en un sueño.. .y que sueño!; yo me bañaba en el río; de pronto, me
pareció ver
subir un vapor desde la superficie del agua. ¿Sabes lo que era?. Pues, un
montón de
gotitas de agua.
¿Qué pasa?, pregunté. Y una gotita me contestó "Vamos a dar un paseo
por el cielo.
¿Quieres venir con nosotras?"
Yo acepté y me trepé a la gotita amiga
_ Eso no es posible... _ dijo Pelusa
_Pero si en sueños todo puede suceder....- continuó Rulo_ . Cuando
estuvimos muy alto
formamos una nube blanca. ¡Qué lindo era todo desde allá arriba! Hasta
un fuerte viento
nos empujó y las nubes empezaron a chocarse entre sí y se
rompieron...Qué porrazo me
esperaba! Por suerte, justamente cuando estaba cayendo desperté.
_Menos mal que todo fue un sueño!- agregó Pelusa con un suspiro.
El garbanzo peligroso.
Un día un garbanzo peligroso se cayó debajo de la cama.
Hizo kec y despertó a la pulga que vivía sobre el gato.
La pulga hizo bu y despertó al gato que se colgó de la soga de la
campana.
La campana hizo clin clon y despertó a las palomas azules.
Las palomas azules hicieron rucucú y despertaron a tía
Simonía para que les diera maíz.
Tía Sidonia hizo muaa y despertó al ratón que duerme en su
zapato.
Y el ratón tropezó con el garbanzo peligroso que estaba debajo
de la cama.
__Kiii -dijo el ratón.
Y salió volando a contar a todos que bajo la cama había
un garbanzo peligroso que seguramente estaba por explotar
como una bomba.
La pulga del gato, el gato, las palomas, las gallinas y tía
Sidonia salieron a esperar que el garbanzo peligroso hiciera
buuum.
Pero el garbanzo se había dormido debajo de la cama con un
sueño chiquito y redondo.
Como la tía Sidonia estaba cansada de esperar, tapándose los
oídos, tomó una jaula y una escoba y valientemente fue a cazar
al garbazo peligroso.
Y lo cazó.
Y lo encerró en una jaula.
Un garbanzo peligroso debe ser enterrado -dijo el gato.
Cavó apuradísimo un pocito y allí fue a parar el garbanzo. Las
gallinas taparon el pozo con las patas y las palomas con el pico.
Pero entonces el garbanzo peligroso empezó a cantar como
cantan los garbanzos cuando están bajo tierra.
Y cantando se puso a brotar y a crecer.
Llenó el patio de hojitas, de ramas que parecían serpentinas,
de flores y de vainas llenas de garbanzos peligrosos, redondos,
redondos, que ahora sirven a los chicos para contar en la
escuela y para jugar a las bolitas o preparar un rico guiso.

Laura Debevetach.
El Budín de Heriberto Padín

Heriberto Leoncio Padín decidió preparar un budín


de tan gran tamaño
que a lo largo de un año
cinco mil ochocientos
leones hambrientos
no pudieran dar fin
al budín de Heriberto Padín.

Heriberto quería cubrirse de gloria con un budín que pasara a la


historia.

Usó quince mil huevos grandes,


cuatro mil toneladas de harina,
y metió mil siete hornos gigantes
en su nueva y enorme cocina.

Heriberto quería pasar a la historia, con un budín que quedara en la


memoria

Diez bomberos cargaba la crema


y la echaban a fuerza de manguera.
Usaba helicópteros como batidora
Y amasaba todo con aplanadoras.

Heriberto quería quedar en la memoria Y en el manual de lectura


obligatoria.

Tuvo cien ayudantes muy buenos,


cocineros de gran calidad,
pero nadie podía animarse
a decir la terrible verdad.

Heriberto quería hacerse famoso con un budín de tamaño espantoso.

Y recién cuando ya estaba listo


Y emprendía ese viaje tan largo
Para ir hasta África en barco,
un amigo sincero le dijo
con dolor y con gran sentimiento
"No te creas que a mi no me duele
Heriberto Leoncio Padín, pero cómo seguirte mintiendo:
enfrenta la verdad, Heriberto, los leones...no comen budín."

Autor: Ana María Shua.


P a j a r i t o s .
Pajarita picotera,
picorrama picovuela.
Pajarito piconido,
picotrino que aleta.
Picopluma, pajarito
Pico aire y pico tierra;
Abrepico para el sol...
Picoduerme en las estrellas...
Librepico, pajaritos
libre viaje;
pico dónde...
Pico cuándo...
No se sabe...
Mirta GoUberg - Abuelos Narradores de Pami.

Una Escalera Mágica.

Te regalo una escalera, para ayudarte a subir a

lugares encantados donde tú serás feliz. Úsala

cuando tengas algo bello que buscar:

globos, títeres, poemas, gaviotas, playa y mar.

Subamos juntos ahora, yo te voy a cuidar.


¿Dónde está Tobi?

Tobi ladra y corre rápidamente alrededor del pequeño estanque en el parque.

Los patos graznan enfadados. -¡Tobi, deja a los patos en paz!, grita Juan.

¡Pero Tobi no le hace caso!

De repente los patos de hartan. Aletean en el aire y se van volando hasta la

mitad del estanque.

Solo allí se vuelven a dejar caer en el agua. Tobi ladra indignado.

¡Ven, que nos vamos a casa! dice Juan. Pero Tobi no quiere irse todavía. Por

el contrario, echa a correr rápidamente y desaparece entre los matorrales.

¡Tobi!, grita Juan Asustado. Pero Tobi ha desaparecido.

Juan busca entre los arbustos. Y además llama a su perro, hasta que se queda

ronco.

Finalmente, Juan corre desesperado a casa. ¡Mamá, Tobi se ha perdido!, grita

sollozando.

Junto a su madre, Juan se pone una vez más a la búsqueda de Tobi.

Pero no sirve de nada.

Tobi sigue sin aparecer.

Entonces Juan tiene una idea.

¡Una cadena telefónica!

Sale corriendo rápidamente a casa.

Y entonces llama a sus tres mejores amigos.

Por favor, ayúdame a buscar a Tobi, dice, Pero llama antes a tres amigos más.

Y que ellos llamen también a otros tres amigos.

Una hora más tarde hay muchos, muchos, muchos niños en el parque. Y todos

buscan el. perro de Juan.

¡He encontrado a Tobi!, grita un chico al fin.

Juan ríe feliz y levanta a su perro en brazos.

La cadena telefónica ha funcionado de maravilla, dice contentísimo.

¡Así que ahora chocolate para todos!


Canción de cuna matera para espantar pesadillas.

La doctora gallareta
cura toda pesadilla
repitiendo su receta'.
"tomar mate con bombilla".

A cualquier animalito que a parar va a su camilla,


le aconseja -rapidito-tomar mate con bombilla.

Como a cualquier disparate lo arreglan tomando mate...


así andan en esa villa: itodos con mate y bombilla!

(Cancioncita yerbatera, canción de cuna matera;


espanta tu pesadilla... y un buen mate con bombilla!)

del libro "a la luna en punto". Autora'- Elsa Bornemann.


El amor fue más fuerte.
*•

Cuentan los guaraníes que hace muchos, muchos, años, vivía


en esas tierras una hermosa indiecita, sencilla y
trabajadora, que alegraba con su canto a todos los que la
conocían. Era su enamorado un bravo cazador, de andar
decidido y melodiosa voz, con quien pensaba casarse no bien
tuvieran edad para hacerlo.

En ese tiempo y en esa tribu, todos los jóvenes debían pasar


tres pruebas para ser consideradas hombres: una carrera a
pie, una de nado, y una de ayuno. Ésta era la más difícil
porque había quepermanecer inmóvil encerrado en unos
cueros, alimentándose solo de líquidos durante nueve días.
:

Finalmente, llegó el momento en que el cazador debía


presentarse para cumplir las .pruebas. El rubichá (hechicero)
anunció que el ganador de esa año no solo obtendría honores
y mando, sino que se casaría con su hija. El valiente joven
sintió una i gran angustia, pues nadie podía volverse atrás y no
realizar las pruebas.

Y así fue como corrió y triunfó en las carreras. Pero,


cuándo los ancianos fueron a sacarlo de los cueros, pasados los
nueve días, quedaron mudos de asombro! Ante sus ojos
el joven se empequeñeció y se transformó en un pájaro
que voló hasta un árbol cercano, A su primer canto alegre y
melodioso; le respondió otro igual. La indiecita enamorada,
también convertida en pájaro, venía a unírsele.

Cuentan los guaraníes que desde entonces viven juntos en


sus casita de barro. Esta es la historia de los pájaros que
llamamos horneros.
El hornerito Trabajador.
Entre los pájaros es el mejor
El hornerito trabajador Más
herramientas no necesita
Que su piquito y su patita.
JViva la lluvia y el aguacero!,
¡Qué lindo tiempo!- dice el hornero
Con el barrito de los pantanos
Haré mi casa con estas manos
Para mis hijos y mi mujer,
Una casita quiero tener La haré
redonda como una bola
Resistente como ella sola....
Tendrá una pieza y un comedor, la cocinita y el corredor.
Con barro blando, paja dorada,
Quedó la casa bien amasada
Y sobre un poste alambrado
Se vio el ranchito pintiparado
Luego contento, muy zalamero,
A su hornería dijo el hornero:
_ Si has de quererme como yo a vos, será el ranchito para los dos.

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