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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Los trazos de
Montrouge
Elbio Aparisi Nielsen

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Aparisi Nielsen, Elbio


Fundido en tres partes.

Vizcaya, España, 2009.


203 págs. 21x15cm.

ISBN 978-987-02-3646-7
1. Narrativa CDD 863

Hecho el depósito que prevé la ley 11.273


2009 Copyright todos los derechos reservados.
ISBN 978-967-02-3656-7

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

A la humanidad...
ese mal que duró dos segundos geológicos.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Prólogo

Nada es lo que parece y no es lo más importante, ya


que la ansiedad que genera la esfera interna de William
Faraday nos obliga a continuar. Porque estamos
leyendo sus pensamientos desde en un proceso real de
comprobación entre lo que es y no es, en su realidad
unilateral. Amigos míos no desesperen en los primeros
capítulos ya que todas las acciones son justificadas y
hasta el final del epílogo no comprenderemos cuales
son los reales motivos detonantes, incluso el camino a
seguir queda abierto. Contradiciendo todas las reglas de
publicidad con mi comentario sobre los primeros
capítulos advierto que me ha sorprendido sobremanera
la conclusión de la novela y lo que me dejó de reflexión
a nivel personal, veo la humanidad con otros ojos,
afectado particularmente por su visión repleta de ira y
desenfreno pero también con su pronóstico para el
futuro que es esclarecedor. Realmente es para hacer
volúmenes extendiendo y desarrollando las psiques de
cada uno de los personajes y la situaciones que
hilvanan una trama, que a fin de cuentas es lo que
esperamos de un libro, una película o una melodía.
Todo es un entramado en el arte, en la física cuántica e
incluso en la arquitectura del universo.
Recomiendo esta novela a personas que quieren sentir
asco y aversión por lo que leen, como así un estado de
enamoramiento enfermizo, seguido de una desilusión

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

galopante que perdurará hasta leer el epílogo, supongo,


ya que a mí personalmente me ha develado un poco de
luz ante toda la historia.
No es un libro incómodo por su dinamismo, aunque los
sentimientos se encuentren con la moralidad sugiero
continuar, al final es como un buen vino.

Hoy he querido ser directo, amigable y sin codificaciones


para invitarte a leer mi obra, pero creo arrepentirme de
todo lo que he escrito, ¿sabes lo que te digo?, si quieres
leer una historia de un apasionado con visión global creo
que no vas a perder el tiempo, si lo tuyo es buscar
evasión, mira cinco películas premiadas por algún oso o
concha de mar y come palomitas que es lo que te
perderías leyendo.

Hoy es un día de verano y ha tronado muy fuerte, llueve


y hace frío, las playas están desiertas y yo tengo un
hambre de mil demonios.

Un día de junio del 2009, Elbio Aparisi Nielsen

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Solo pido que lleguen los dos hombres con las cintas
rojas, es la señal, me preguntarán si tengo un teléfono,
yo les contestaré que en el servicio. Estoy en medio de
la estación Les Agnettes, suda mi frente mientras oigo
los altavoces nombrar otra salida, el reloj enorme y
blanco se halla arriba mío dando las seis en punto, es la
hora, si no los veo en dos minutos debo desaparecer,
los hombres de azul me encontrarán y será el fin de mi
viaje. Falta solo un minuto y me sudan ahora los pies
también, siento los zapatos mojados, acomodo mi
cabello húmedo en la cara.
Tocan mi hombro izquierdo, me sobresalto, son ellos,
respiro al menos aliviado, ahora comienzan los
verdaderos -bien actuados- nervios.

-¿Tiene un teléfono?_ yo debo señalar mientras digo mi


texto.
-¡En el servicio!_ marchan mientras yo sigo en mi
dirección, viro en la primera cabina de periódicos, vuelvo
hacia el servicio, los veo entrar hace unos instantes,
caminan rectos, parecen gemelos.

Abro la puerta del baño público con toda la naturalidad


que puedo, no miro a los lados, solo abro la puerta y
espero que no me maten rápido o crean eso al ver mi
supuesto rostro inexperto.

-¿Tiene la clave?_los golpearía sin teatro.

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-No, no la tengo, solo me han dado cuatro palabras.


-¿Cuales William?_ me ha llamado por mi nombre, lo
saben todo, aunque no saben nada.
-El trazo de Montrouge._que no sea otra pérdida.
-Tienen el trazo._ le dice al otro, su compañero lo mira
asustado como si hubiese nombrado a un muerto.
-¿Puedo marcharme?_ debo mantener la postura, debo
oler a miedo, no sospechan.
-¡No!, cierra la puerta maldito._ me agarra del cuello con
muchas fuerzas, no puedo respirar, aunque es para
darles una función de sensaciones.
-No he dicho nada, solo soy un pintor más, otro de los
cientos que han muerto, por favor no me hagan daño,
tengo una familia._miento.
-Calla pintor o te mataré de la peor de las maneras,
sufrirás... y no quieres sufrir._ no sabe de lo que habla,
sufrir es mi aire, el dolor me produce placer.
-No, eso no, ¡haré lo que pidan!, pero eso no, solo soy
un pintor más... no me..._ voy muy bien.
-Dirás que no nos has visto, lo sabremos si nos siguen,
si sentimos que están detrás nuestro morirás por la ley
del talión, de lo contrario vivirás para contarlo, al fin y al
cabo solo eres un pintor, quedarán solo unos pocos en
todo París... debes cuidarte._ otra nueva pérdida de
tiempo, son farsantes, malditos drogadictos, no soporto
las ventajas y las mentiras juntas.
-Ellos no los seguirán, lo aseguro._ no hay nada que
aprovechar, no tienen ni la más remota idea de lo que
hacen, no estoy de humor pero les perdonaré la vida,
quizás sean de utilidad.
-Marcha sin mirar hacia atrás o juraremos venganza,
nuestra unión ha destruido a miles de los tuyos en la
historia, hoy vives pintor._cree que es una película de

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miles de años de mentiras y engaños, está alucinando,


se creen fuertes.

No hago sonidos, no quiero líos, ahora mismo me alejo


recto, pero si me siguen morirán. Estoy agotado, hoy no
tengo una buena noche, llevo mucho tiempo queriendo
dar con esos cabrones, son golpes invisibles, abren
puertas y las cierran, no logro dar con los malditos que
tienen los trazos, comienzo a rellenar mi impaciencia
con odio.

La gente no repara en que los estudio, me dan asco,


absolutamente todos, aunque sea uno de ellos los
aborrezco, malditas termitas comiendo.

Debo tomar un poco de aire.

Sacan fotos con sus cámaras nuevas, quedan pocos en


la cuidad, ya no vienen, es el barrio peligroso de Europa,
la ignorancia colectiva causa efectos insospechados.
Algunos gritos me incomodan, me alejan de mis
pensamientos, las sirenas nuevamente alertando a la ley
del orden que impere con todas sus fuerzas, se
debilidad es evidente, no hay nadie que contemple la ley
como una orden, la oyen desde la indiferencia como un
mal consejo.
Trabajo para todos y no soy nadie en este inmundo
soborno, me piden favores y yo los ejecuto a la
perfección.

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No he mirado atrás, por momentos puedo ser capaz de


reproducir ojos y voces que no existen, la noche altera
mis sentidos, tengo algunos apuntes mentales que debo
guardar. Me llaman, son ellos, nuevamente, los escucho,
mantengo el silencio para develar sus posiciones.

-¿Has hecho lo que acordamos William?


-Se lo han tragado todo, ¿estás detrás de ellos?
-No, los hemos perdido.
-¿Que mierda es esa? ¿cómo que los han perdido?,
inútiles, son piezas reglamentadas, sabía que pasaría
esto, no puedo confiar mas en el equipo, dile al capitán
Ros que se ha acabado, no seguiré exponiendo mi
identidad.
-¡No puedes abandonarnos!, sabes el trato, tu...
-¡Calla idiota!, no lo nombres, si lo haces mueres,
malditos,
-No tienes alternativas, debes aplicar la ley amigo.
-¡Calla uniformado!, no conoces esta ciudad, esta jungla
de acero no te corresponde, las putas que tienes detrás,
¿puedes reconocerlas idiota?, claro que no, toda la
maldita ciudad corea mi nombre y no lo oyes, mi red me
lleva a todos los cabos sueltos, a todas las preguntas.
Como vuelvas a extorsionarme mueres uniformado.

Las luces de los letreros y el hedor me persiguen, llevo


esta vida hace tanto tiempo que no recuerdo mi

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verdadero nombre, me han nombrado, se han


equivocado, lo sabían todo de mí, aunque sea erróneo
me preocupa, es la primera vez que sucede, pueden
estar a un paso de descubrir quién soy realmente. No
temo, lo tienen imposible, solo mi... no, no hablará
nunca, no es de esos débiles enfermos, no es parte de
esta ciudad, mi ciudad. Tengo de su personalidad mi
maldad impune, su arte de la muerte y la no existencia.
Subo al metro, están preocupados por sus trabajos,
tienen los rostros de animales enjaulados en un Zoo,
puedo verlos girar una y otra vez, aburridos de si
mismos, callados por no ahogarse en su miserias, sus
mentiras. Vienen unos niñatos, gritan, amenazan, otra
noche agitada en mi ciudad, veo que faltan al menos
nueve estaciones, significan dieciocho minutos de pura
satisfacción.

-¿Qué hacen?
-¿Qué quieres viejo?, ¡piérdete!, ¡ven puta!, chúpala
mojita sudada.

No suman doscientos años los nueve juntos, uno por


estación, será divertido, el maldito uniformado,
ignorante.

-¿Me ves viejo? ¿eh?, luzco como un viejo, pero mi


vitalidad se alimenta de niños parecidos a ti, ven.
-¡Viejo de mierda!_ corre hacia mi, pobre niño, que
pronto va a dejar la vida.
-¿Estás seguro niño?, si sigues no podrás follar, nunca.
-¡Vete a la mierda!_ se acerca mientras me levanto, me
agarro a la barra de acero junto a las puertas de salida,
el resto de gente me mira, se olvidan por un momento

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de sus trabajos, de sus miserias, hablarán de las mías.


Golpeo su corazón, suavemente, puedo sentir el
subidón de energía, me hago más joven, llevo unos días
sin matar, es un buen comienzo. Hemos pasado la
primer estación, voy sobre lo previsto. Comienzan a
gritar desesperadas dos ancianas, antes no se han
escandalizado por la pronta violación de la
centroamericana.
-Uno por uno, ¡cuenten!, cuando muerda el próximo
cuenten hacia atrás, serán dos minutos, ni más ni
menos, dos minutos entre la vida y la muerte. ¡Hagan
sus cálculos malditos!

Las ocho muertes serán exactamente como las he


planeado, el segundo deja de respirar con mi zapato en
su cuello y desangrándose, al tercero lo he hecho sufrir
algo más, rompí sus piernas y brazos, lo he dejado ver
la muerte de su amigo mientras el cuarto golpeaba su
rostro contra el cristal de la ventana el tercero moría, al
quinto le he hundido los ojos y roto las costillas
muriendo por dentro, gritando como una puta. El sexto
ha volado contra la pared del túnel, he podido escuchar
sus huesos romper contra las ruedas del metro. Al
séptimo alarmado lo he levantado con una mano del
suelo, mientras me imploraba llorando por su vida,
golpee sus genitales dos veces, mientras vomitaba
golpeé su rostro contra la cabeza de su amigo muerto,
para mí el segundo, para él su amigo de toda la vida.
Con el octavo no tuve creatividad simplemente he
disparado en su pecho unos cuatro impactos lo que ha
hecho encajar los últimos dos minutos más intensos y
diabólicamente placenteros de la noche.
-¡Hijo de puta!, a mi no me vas a hacer nada, si intentas

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acercarte la mato, le corto el...


-¿Y ahora niñato? ¿rápido eh?, pues no seré rápido
contigo.
-¡Déjalo!, ya han muerto casi todos, déjalo vivir, que se
encargue la..._ me dice una pobre vieja insana.
-¡Te callas o mueres!, ¿y ahora quién es el hijo de puta?
Los gritos me excitan, puedo eyacular sobre sus
cuerpos, no me importa hacerlo, son muertos. Al
noveno, simplemente lo he destripado, he abierto todo
su torso, he dejado que sienta su cuerpo deshacerse
mirando a sus amigos.

Sus gritos resuenan hasta el corredor, pronto los voy


dejando, estoy limpio, noto una línea en mi mano
izquierda, chupo, no soy un vampiro, no tengo aspecto
de un vampiro, su sangre simplemente es un trofeo. Al
subir noto el cambio de la temperatura, cierro mi abrigo,
la oscuridad reina, suenan sirenas, creo que las activan
para parecer contrarrestar los actos delictivos, son
indefensos, como niños con pistolas de aguas, no están
hechos para la muerte, yo sí, vivo soñando encontrarme
con la muerte, pero solo son sueños, malditos anhelos
fantásticos.
El portal está lleno de jeringas sucias, chiflo, tiran las
llaves del tercero, puedo cogerlas sin mirar, al mismo
tiempo chequeo la zona, reviso sus rostros, huelo el
ambiente, se respira la misma escoria suelta de
siempre. Abro el portal, huelo un rastro, no puedo
precisar que es, en el ascensor puedo sentirlo mas
cerca, viajo solo, no hay nadie junto a mi, se abren las
puertas metálicas en la séptima planta, mi planta, al
menos desde hace un tiempo prudencial.
Suelto las llaves por el tubo, ella está a todas horas en

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su piso, mirando su televisión gigante comiendo como


una cerda asquerosa y bonita, muy bonita de cara, como
todas las gordas.

-¿Has viajado bien Will?_ su voz...


-¿Cómo has llegado aquí?
-Junto a ti.
-No puede ser, tú no tienes que estar aquí.
-Es tu padre Will.
-¿Que sucede con él?
-Está muriendo William, tienes que ir, te espera, dice
que hay temas pendientes que resolver...
-¿De qué coño hablas?
-Te espera, cuidaré tus espaldas hasta llegar a la
prisión, hay mucha gente que quiere verte muerto
Will, la guerra ha comenzado y no te has enterado.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Mi París fálica hace sus juegos de luces, los turistas


disfrutan como mogólicos las secuencias lumínicas,
viajo en metro, no dejo de navegar mi ciudad nunca,
siento estar en sus venas, en su organismo vital, aquí
puedo ver sus rostros, su interior, sus miserias. "Rue de
la Santé 42, 75014 14éme Arrondissement", miro el
papel sucio en mis manos, y noto como intentan leer mi
nota, a mi derecha, siempre hay fisgones merodeando.
-¿Has visto el contenido?, ¿has leído?_ estamos
enjaulados como hormigas, somos zánganos, solo
aprieto en su nuca, ha muerto despierto, parece
dormido, no puedo permitir dejar de ser invisible, le he
pagado a la gorda, hemos acordado otro sitio seguro, ni
ella lo sabe, hay tres cadenas de personas, simplemente
me descubren y mueren 27 personas, fantaseo algunas
veces cuando estoy aburrido que entran por la puerta y
tengo la excusa para realizar una verdadera masacre sin
sentido más que el placer por el hecho mismo, pero son
solo fantasías. Los sudores del resto se han hecho uno,
llevamos al menos un cuarto de hora viajando, es
repulsivo. Hoy es un día festivo, miles de personas se
movilizan en el centro, todo explica el vagón repleto de
inútiles engranajes capitalistas. Bajo en Saint-Jacques,
llevo años sin volver a este sitio, unos guardias hablan,
no sé si es sobre mí o sobre ellos, no puedo permitirme
una duda suelta, puede ser un efecto mariposa. Han
muerto sedados por mi guante blanco.

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El edificio sigue igual de viejo y medieval, me recuerda


los antiguos mataderos, es que no es mi edad, mi
tiempo y mi espacio el que me determina, simplemente
pude ver ciertos sucesos indescriptibles, hechos que
consolidaron el capitalismo tal y como lo disfrutamos,
repleto de prisiones, muerte y violaciones, hay días que
fantaseo con mi culpa, en esos días simplemente me
retiro a la contemplación.
En la lista de instrucciones leo sobre las sospechas de
tráfico de estupefacientes, también sobre las horas de
visita, y las monedas que debo ingresar, ni mas ni
menos, solo para invitar refrescos, sonrío mientras el
guardia me cachea.

-¿Trae objetos punzantes?


-No.
-¿Drogas?
-No.
-¿Cuanto dinero tiene en los bolsillos señor?
-Unas monedas, para un solo refresco._ mi guante
blanco me pide que lo use, debo comportarme.
-¿Que relación tiene usted con el recluso?
-Amigo lejano.
-Solo podrá estar una hora, ahora debe entregar su
documentación, orden de visita, y llave de la taquilla. El
resto de llaves, teléfono u objetos debe dejarlos en las
taquillas del centro de visitas.
-Solo llevo unas monedas y un guante blanco._ es un
guante blanco fino, recubre solo cuando es necesario mi
otro guante de cuero marrón, esos siempre van
conmigo, nunca toco mi rostro con mis guantes, los
restos podrían enviarme al hospital, y no hay hospital
que entienda mi cuerpo.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Un perro se acerca con otro guardia, ya son tres los que


me rodean, estoy realmente incómodo, si mueren es por
su ineptitud no por mis nervios. El maldito perro ladra y
me daña los oídos, son muy sensibles mis oídos, son
musicales. Huelo su miedo, se calla, perro inseguro,
rodeado de guardias reconoce que no debe alertarlos,
no es un perro estúpido, se acerca, me huele el abrigo y
se sienta a mi orden. Los guardias lo golpean, le gritan,
prefiere los azotes de sus amos a mi toque certero.

Leo un letrero mal iluminado, " Si se sospecha que


alguien está traficando con drogas: Se llevará a cabo un
cacheo más profundo. Se le ofrecerá una visita a puerta
cerrada. Se dará por finalizada la visita. Se llamará a la
policía para que lleve a cabo un registro
pormenorizado." Se hará todo lo posible para que la
persona sea acusada de "posesión con intento de
distribuir".

Sus cargos, acusaciones, sus etiquetas legales,


recuerdo cuando esto no existía, la ley del talión, el ojo
por ojo, la venganza, todas esas reacciones tribales y
efectistas eran mejores, mas directas. No había un foco
donde criarlos, ellos morían, la maldad se guardaba en
la muerte, la maldad se esparcía en nombre de Dios, de
una nación religiosa fundamentada por el pensamiento
mágico de la salvación de sí mismos, bestias por
bestias.

En otro letrero: "El delincuente y su visita(s)


normalmente se sientan uno delante del otro en una
mesa en una sala abierta, en la que se encuentran otros

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

delincuentes y sus visitas. El contacto físico entre el


delincuente y su visita solo es permitido brevemente y al
final de la visita. No podrá moverse el delincuente de su
silla." Ahora lo bueno. "Una visita puede ser a puerta
cerrada si existen dudas de que dicha visita suponga un
riego para la seguridad de la prisión, o si existe un
riesgo de que se esté llevando a cabo una actividad
inaceptable o ilegal durante la visita, como por ejemplo
el contrabando de drogas. Durante la visita a puerta
cerrada el delincuente y su visita podrán hablar mientras
permanecen sentados cada uno a un lado de un panel
de cristal. Siempre serán registrados, una y otra vez."

Estoy frente a dicho cristal reforzado, no hay teléfonos,


la habitación está a oscuras, siento detrás al guardia
que he podido ver con su perro, pero siento que hay
muchos más. Pienso que me he metido en mi propia
tumba y he tirado la tierra húmeda sobre las maderas,
hay al menos catorce guardias movilizándose, si se
atreven a tocarme morirán, no lo saben pero morirán,
espero que no sea esta la ocasión, solo quiero dialogar
con mi padre, mi último padre o quién dicen que lo es.

-Has llegado, te han contactado, eres difícil de ubicar


hijo.
-Repite esa palabra y mueres, padre. ¿A que he venido
hoy?, estoy sudando, eso no es bueno, siento al menos
una docena y media de guardias rodeándonos, si es una
trampa morirás tu también, padre.
-Es una simple visita, nadie sabe realmente de mi vida,
soy fuerte, han intentado hacerme hablar.
-Tu rostro me enseña al menos treinta y dos cortes
anteriores... y uno reciente.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Es que lo hacen siempre, mi cuerpo está destrozado,


no voy a descubrir mis dolores existenciales, son
minutos valiosos y reconozco que haces un esfuerzo en
estar aquí dentro.
-Sin dudas.
-Estoy enfermo.
-Eso me ha dicho la voz.
-Me quedan solo unos días, ellos no lo saben, sino
harían de mi cuerpo un Jesucristo.
-Qué infame, sus técnicas de mago eran Asiáticas,
pobres incultos, me conformo con su mirada justo antes
de entregarse a su padre, buscó a su alrededor
desesperado y clamando ayuda, me parece gracioso,
patético... creo recordarlo.
-Solo quiero que sepas la verdad, tu sabes muy bien
que eres mortal, tu falta de miedo hace que pierdas el
control, hijo... perdona, no lo repetiré, es que tienes un
conocimiento que no es común, a veces cuando eras
pequeño simplemente llorabas por el castigo que
suponía verte inmortal al hablar, no pude explicarlo y no
lo explico todavía, tu sensatez con dos años, todo ha
marcado mi vida, entiende que los trazos de Montrouge
son más importantes que todos los negocios de París
entera, todos los pintores murieron y mi muerte es
inevitable, debes hablar con el ilustrador, el tiene mucho
de que hablar contigo, la clave está en él ,hijo.
-¡He dicho que no me llames así maldita mierda!, ¡no
eres más que otra marioneta para dispersarme! ¡diles
desde el otro lado que nadie me aleja de los trazos por
nada del mundo!_ lo ha hecho tres veces, si quiere morir
es el momento.
Destruyo el cristal como deshago su rostro en sus picos
imperfectos, hundo su cuello en ellos y con mi mano

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

derecha giro su cabeza para que me mire, en su última


aspiración de oxígeno, me recuerda al crucificado, su
misma desesperación, sus ojos pálidos. La docena y
media se abalanza sobre mi espalda, unos caen al tacto
otros me miran con sus armas empuñadas
apuntándome a la cabeza.
-¡No hay nada que hacer!, soy viejo, joven y la muerte
me divierte, ¿quién es el primero uniformados? ¡amo
degollar uniformados!
-¡Un paso más y dispararemos señor!, ¡no se
mueva!_reconoce que es su final.
No tengo mi arma, solo llevo mi guante blanco, y
algunas otras telas adherentes. Lanzo dos hacia sus
rostros, disparan y mueren, son unos segundos. Miro al
que dicen que es mi padre, el último hijo de puta que
quiere quitarme del camino. Si piensan que me
escaparé, se olvidan con quién tratan, quiero irme de
este sitio, huele a miedo, no soporto el miedo ajeno, me
avergüenza, deberían saber que clase de riesgos
asumen al firmar sus contratos miserables... todo por
sus hijos.
Me esperan al menos sesenta uniformados y una sirena,
oigo los gritos de los reclusos. Cojo sus dos armas y
cruzo mis brazos, el corredor se ilumina de fogonazos,
me quedan al menos treinta metros de recorrido, ahora
es cuando debo correr, hay tres puertas que me
impedirán la salida.

...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

No me pregunto cómo he salido, llevo sangre en mi


abrigo, lo ha teñido de tejidos, ¿el ilustrador?, en algún
momento oí el mismo mote en boca de mi otro supuesto
padre, en alguna mañana de mi niñez, es difuso, hay
mucha información con ruido, debo volver a mi
habitación, la nueva... creen que tengo algún trastorno
paternal, se empeñan en convencerme de su existencia
con copias baratas.

Desnudo, chupo de mi brazo izquierdo, succiono una


gota de mi sangre, pronto hará el efecto, el agua
caliente quema mi espalda, continua siendo de
madrugada, debo encontrar al ilustrador en unas horas,
pero primero necesito ubicar esa mañana de mi niñez.

Han muerto al menos setenta uniformados, mañana


será noticia del periódico marioneta, jugarán a intentar
saber quién ha sido, divulgarán una historia, escribirán
libros, Jack no era mas que simple enfermo, vigilaba sus
pasos, hoy es historia, un clásico... quizás no haya
mañana que inventar.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Tienes una llamada en el teléfono móvil, es


importante._ otra vez su voz en algún punto.
-¿Qué haces aquí? ¿te lo ha dicho la gorda?, mañana
será carne de pájaros._ la ventana está abierta, ha sido
rápido.

El sol abre caminos entre la oscuridad, deberían de


haber miles de bolas incandescentes en el frío y vasto
universo. La suma de todas las posibilidades de Sagan.

Marco el número que dice mi móvil.

-Han hecho una llamada a mi número, quiero saber con


quién hablo, de lo contrario averiguaré quién eres, nadie
debe tener este número._no es un buen momento para
cabrearme.
-Mi nombre es Yves Bourne del laboratorio ZymeQuest,
tenemos los resultados de las muestras de la última
visita, ¿lo recuerda señor? solo dejó este número, no
tenemos historia clínica.
-Es verdad, mi memoria no goza de buena salud, es
cierto, dígame.
-¿Quiere los resultados por teléfono? si no recuerda
puedo recordarle yo, la noche en que extrajimos el tejido
nos dijo la hora exacta, las 9.03 de la mañana de hoy,
cumplimos, ahora debe asegurarnos que estamos a
salvo, que no hará nada en contra de nuestras familias.
-¿Eso dije? ¡que cabrón!, claro, es habitual en mí, no me

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

importa una mierda su familia, ni la del doctor Bernard


Henrissat, lo que hacen en el laboratorio no está bien,
pronto tendrán la justicia detrás, o mis bidones para
incinerarlo todo.
-Los resultados, ¿por teléfono?_ se quiebra su voz.
-Se que algo funciona muy mal, lo sé._no hay dudas,
pero una voz experta no viene nada mal.
-Es que..._ sus silencios son dulce con hambre.
-¿Tiene miedo doctor Yves?_ está muerto de miedo.
-Es que..._su jadeo repentino, le delata una cardiopatía,
su edad y las crisis de ansiedad no le ayudan.
-Si no me dice el resultado deberé viajar hasta allí, no
quiere que suceda eso ¿verdad doctor Yves?
-No, por favor, no, terminamos de recomponer el
laboratorio después de los destrozos que hizo.
-Me divertí, y puedo repetirlo con mi bidón de gasolina.
-No será necesario señor, tiene usted una Fascitis
necronizante... lo he dicho, eso es lo que tiene.
-¿Qué es exactamente doctor Yves?
-Es... el trastorno... más temible y más incontrolable de
este momento... lo lamento._no lamenta nada.
-No temo._su jadeo se mantiene constante.
-Debería, pronto comenzará la fiebre y el sarpullido
nuevamente, está en su fase inicial..._ cree que es una
bendición divina, si muero tan rápido como cree no hay
nada que temer.
-Eso no es nada._mi pasado fue algo.
-Pues se agrava considerablemente, las bacterias lo
comerán por dentro señor, perdone, estoy realmente
muy nervioso, no mido mis palabras.
-Siga o muere._ ahora me estoy encendiendo.
-Según nuestros estudios y previsiones su cuerpo está
afectado completamente, sus intestinos, pulmones,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

incluso sus piernas están en el proceso, será una


muerte dolorosa señor... sugerimos...
-¿De cuanto tiempo hablamos?_hay milagros que
juraron ver todos los idiotas, lo hicieron mientras esas
madres y niños morían en sus chozas, en nombre de su
Dios, putos ignorantes.
-En un caso especifico pudimos salvar a la persona
extirpando la zona afectada, se llama cirugía extirpatoria
radical, lamentamos que este caso sea mas grave
señor... su cuerpo está...
-¿De cuanto tiempo hablamos?
-En la última fase debe estar en el hospital, sin
asistencia es imposible pervivir, mantenerse de pie, los
dolores son muy agudos.
-¡Por última vez doctor Yves Bourne! su mujer, sus dos
hijas y su suegra morirán esta noche si no me contesta
ahora mismo.
-Nuestros cálculos son de aproximadamente unas
semanas de vida, no podemos precisar el tiempo
exacto, es que nadie puede soportar los dolores sin
medicación, puede ser más tiempo, usted es una
persona excepcionalmente más fuerte, pero sigue
siendo humano señor, tarde o temprano deberá ser
asistido.
-¡Nadie tocará mi cuerpo!, se lo aseguro doctor Bourne,
soportaré, pero antes saldaré todas las deudas
pendientes._su voz se ahoga, le he perdonado la vida,
tendrá poco tiempo para sanar a sus pacientes o familia,
el tiempo... comienza a preocuparme.

Mi niñez, el ilustrador, los uniformados, los trazos de


Montrouge, debo establecer un orden, quizás sea el
número de prioridad.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Mi niñez: Era una tarde de agosto, era verano, recién


volvía con mi madre de hacer unas compras, no puedo
ver que era realmente, no me interesa, mi padre me
cogió del brazo y me llevó a la habitación, cerró las
cortinas, las puertas, apago las luces, yo sonreía
mientras el hacía ruido a hojas.

-Hijo, debes escucharme con mucha atención, todo lo


que te diré será crucial para tu futuro, debes guardarlo
en tu mente hijo, tienes una inteligencia sobrenatural, no
sé muy bien que hacer contigo, creo que puedo saber
cual es tu futuro. Hoy me han dado este grabado, tienes
que palparlo como te enseñé hace unas semanas, es la
puerta a los trazos de Montrouge hijo, debes memorizar
la secuencia de números. No puedes repetirla, solo
debes palparla, la recordarás al tocarla nuevamente, y
entenderás por qué escapo hijo, todo lo que haré a partir
de ahora no es más que el comienzo de una vieja
venganza hijo, mis actos serán caminos que te abrirán
repuestas en un futuro, recuerda la secuencia, lo que
palpas es un trozo hijo, debes encontrarlos, los números
están frente a ti todo el tiempo._ o son recuerdos, o me
manipularon, estoy enjaulado y envuelto en el odio que
me pide el cuerpo.

Puedo sentir en mis manos quemadas sus números,


maldito hijo de puta me ha jugado con la misma
moneda, escoria humana que te pudras en el infierno de
tus creencias. ¡Quemé mis manos por ella! ¡por todos!
¿Quieres venganza? ¡has muerto padre, te he matado!
sabías que te mataría, maldito embustero lo haría pagar
por todo esto, me has despertado solo ira maldito viejo

29
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

insano, decrépito ser humano enfermo. Solo quieres tus


trazos, ¡regaré las calles de París en sangre!
¡desgarraré su seguridad burguesa! ¡morirán por dentro!
ensimismados por el dolor de la muerte y el miedo.
¿Quieres los trazos padre? he investigado durante una
década, estoy cerca de llegar a entender su red
invisible, donde los uniformados tienen mapas secretos,
estoy a un paso de derramar sus fortunas al mar, ¿y
traes a mi recuerdo la secuencia numérica que no me
lleva más que a nuevos cerrojos?, maldito enfermo
psicótico, ¿cómo lo haces? ¡te he matado maldito!

Siento calor, fuera la temperatura es agradable, puedo


ver esa gente caminando con sus chaquetas sueltas,
sudo gotas enormes, siento mi espalda llena de agua,
huelo mi orín, me he meado encima, será la ira, puedo
ver mis guantes, nada me detendrá, estoy muy cerca.
Debo buscar al ilustrador, ¿qué es?¿quién es?

-¡El ilustrador te espera en la estación Voltaire a las


13am!, recuerda llevar el guante, quizás tengas
compañía._ su voz se apaga ¿cómo es posible?
-¡Vuelve! ¿ta han enviado ellos?_ me acerco a la
ventana, sigue abierta como antes, se ha escurrido
nuevamente, termino de vestirme, me siento algo
mareado, vomito la cama, la gorda me pedirá más
dinero... los efectos se anticipan, semanas dijo Bourne...
el sol... la alfombra, la mesa, el espejo, esos haces de
luz rebotan y me ciegan, los espasmo son increíbles,
voy a comer algo.

30
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Son caretas de fiesta que enseñan sus miserias de día,


duermen despiertos con sus ojos inmóviles, autómatas
presos sistemáticos, si recordaran sus pasados
comprenderían algo más, contemplarían al resto. Viajo
enlatado, asqueado del olor del resto, sudo mucho, creo
que molesta mi sudor, tengo muchas ganas de utilizar el
guante, de dejarlos a todos durmiendo eternamente,
puedo oler futuros miedos, no saben quién puedo ser, el
día nos vuelve seguros, pero sigue asechando la misma
maldad que en la noche, París no tiene descanso, viven
encerrados en sus ideas, pobres ingratos.
Saint-Ambroise resuena en el megáfono con una voz
femenina sensual, me espera el ilustrador, lo
reconoceré, ese hijo de puta, ¿que mente tan enferma
encierra un recuerdo por utilidad?, lo mataría
nuevamente, la escoria debe estar enterrada y sin
honores. Camino por Boulevard Voltaire, todo luce muy
lleno, muy vital, estas calles son centros de sacrificios
modernos, en sótanos donde ahora mismo hay un ser
sufriendo torturas inimaginables para ricos del petróleo.
Debo centrarme, el sudor me hace pensar demasiado,
son las 12.53 am puedo oler presencias, me esperan,
bajo por las escaleras, no soy invisible para ellos, ya han
pasado a mi lado, han informado, desde cientos de
puntos como cámaras humanas, si buscan muerte
impartiré dolor como ofrenda, si es eso, lo tendrán.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Tienes tres detrás tuyo, otros nueve a los laterales y


unos veinte entre la gente que viene del último tren,
treinta y dos en total, sin contar los de fuera._ su voz
nuevamente, su protección, no pido su ayuda, busco
entre los andantes.
-Cuando te encuentre te enterarás._ se lo digo bajo,
parece escucharlo todo, por su culpa nuevamente sigo
buscando, siento un picor muy fuerte en la garganta,
quizás comience a tener menos tiempo, debo estar
alerta.

Siento una mirada distinta, se encuentra en un puesto


de periódicos, el vendedor me hace señas, debo ir, no
hay peligro.

-Están por todos lados, coge un periódico, haz que lees


mirando hacia el centro de la estación, podrás oírme
mientras ellos preparan su ataque.
-¿Eres el ilustrador? puedo oler tus intenciones.
-Hay una cadena de errores William, debes comprender
que la muerte de tu padre tiene un significado.
-Lo maté con mis propias...
-Lo sé William, siempre fantaseó con su muerte, sabía
que lo harías tarde o temprano, supongo que has
llegado aquí por sus últimas palabras.
-Habla claro o mueres, estoy a uno centímetros de
degollarte en público._no me mira a los ojos.
-No será necesario, tienes que encontrar al ilustrador,
ellos..._desestima mi presencia con la ignorancia de mis
capacidades, la soberbia puede llevarlo a culminar todo
este orden lúdico.
-Pueden o creer que me matarán, llevan un error
existencial que no los deja ver la realidad.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-No son ellos quienes vienen William, hay cientos de


grupos organizados para atacar, hay rumores sobre los
trazos, tu padre te ha dejado en su último aliento un
fragmento, tienes que encontrar al verdadero ilustrador,
quizás estar aquí sea perfecto.
-¿De qué coño hablas vendedor de periódicos?_
mantengo el gigante informativo vegetal tapando mi
rostro, miro atrás, no hay nadie, su voz ha desaparecido,
he visto su rostro, he sentido su miedo al hablar, quizás
no sea mas que un enviado de mi padre, ¿el maldito ha
orquestado mi futuro?
Mi cabeza, oh mi cabeza, ¿que es este sonido?, se han
vuelto ingeniosos, ¿cientos de grupos organizados?, ay,
ese maldito sonido, nadie parece oírlo, siento mi sudor
entrar en los genitales, mis manos insensibles sudan
puedo ver gotas caer de los guantes, suelto el periódico,
era verdad, treinta y dos hombres de ojos abiertos y
claros, muy claros.

-¿Creen que pueden conmigo?


-Hemos podido, descanse señor Faraday.

Solo puedo retroceder hacia atrás, destrozo parte de sus


publicaciones manipuladas por los mismos que riegan
de dosis la ciudad, suenan los cristales estallar por el
peso de mi cuerpo caliente, suelto trozos que vuelan a
sus rostros, daño sus ojos.

-No tiene nada que hacer, podremos seguir viendo señor


Faraday, la clave no está en los ojos, pronto lo
comprenderá._ su voz es ensordecedora, el resto de
gente simplemente camina sin importarle nada los
sonidos, quizás solo yo los oiga. Mi cuello, el ardor, hijos

33
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

de puta, me han envenenado antes, en algún punto de


la escalera, pude sentir una anomalía, ¿cómo lo ha
hecho? ¿cómo me han engañado? esa voz, maldita
embustera, los mataré luego, cuando...

-¡Levántenlo!, deben acomodarlo en la silla de ruedas,


¡no!, inútil, no lo toquen, quita el cuerpo, ¡no deben
tocarlo!, tiene el veneno en todo el cuerpo, con los
guantes, eso es... _ no aguanto esta inconsciencia,
puedo oírlos, puedo...

...

Una música recorre mi cabeza, veo los rostros de esos


niñatos muertos, sus ojos, oh, esos ojos, los he dañado
hace un momento, debo abrir los míos, puedo sentir un
olor extraño.

-¡Me sueltan o mueren!_ no puedo ver donde estoy hay


una absoluta oscuridad, huele a...
-Mueres tú si no callas Faraday, ¿hueles?, es té, ¿sabes
que contesta un maestro cuando llegan implorando
respuestas?_ ¿qué es este lugar?
-Pura mierda, ¿qué hago aquí? ¡me sueltas o mueres!
-Los invita a una taza de té, no hay respuestas, no hay
caminos, no hay universo que nos deba preocupar... no
hay otros.
-No soporto tu olor, ¿me castigas?, nada puede
detenerme, sé quienes y dónde, tengo el mapa en mi
memoria, todos son culpables.
-William, hay problemas que no se resuelven, un
maestro invita una taza de té, pero realmente invita a la
conciencia, tu presencia aquí es para que nos devuelvas

34
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

algo que nos pertenece, algo que tu padre nos robó


hace unas décadas, sabemos que ha muerto, tu firma
está en toda la prisión, Rue de la Santé huele a ti, a tu
estilo o tus guantes.
-¿Crees saber de mí?, no hay nada que pueda hacer
por ustedes, pronto se apagarán los escenarios y el
mapa en mi memoria me enseñará cada minuto del
futuro.
-No hay azar controlado señor Faraday, simplemente
debe ceñirse al presente continuo, el que lo tiene ahora
apresado en un mundo oscuro de meditación. El
maestro al ofrecer una taza de té está realmente
invitando a la consciencia, debe emular mi ejemplo
señor Faraday, de lo contrario podremos hacer daño,
mucho daño, somos expertos.
-¿Cree que temo?, no le temo a nada, París es mía,
quienes la controlan creen mantener un orden, yo soy su
caos, su demonio suelto, nada podrá alejarme de mi
objetivo.
-¿Los trazos señor Faraday? ¿cree que los trazos tienen
vital relevancia en nuestros territorios?, un maestro
invita a cualquiera a meditar, durante horas reposa el té,
no es el mismo efecto.
-¡No hay maestros malditos!, enciende la luz así puedo
verte mierda orgánica.
-Somos ciegos señor Faraday, somos oscuros, podemos
verle sin movernos, entienda que no hay caminos, no
hay superficies, no hay mentes, podría usted reconocer
su ambiente si lo supiera, París... su París no tiene hilos
en sus calles, cuerdas visibles para cualquier individuo,
nosotros podemos oler, oír, y palparlos, no es lo que
usted cree señor Faraday, hay veces que los ojos no
son nuestros mejores mentores, la realidad se confunde

35
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

ante los ojos. Lo invito a meditar, quizás entienda lo que


digo.

Mi secuencia, la ceguera, mi recuerdo, mi padre, este


maldito, la voz, mi niñez, mi enfermedad, hilos, París,
hilos, trazos, ceguera, puedo sentir como un calor
infernal, Dai9nte, infiernos, trazos, Montrouge, huelo
otros olores, creo que comienza lo peor, algo me
detiene, deseo matarlos, sus golpes quizás revelen algo
más, puedo ver, no hay luz, puedo ver, está en el centro,
dibujando en su posición de meditación, se mueve hacia
adelante y hacia atrás, ¿el ilustrador? veo miles detrás
mío, puedo ver, sigue siendo oscuro.

-¿Real señor Faraday?


-He venido en tu busca.
-No soy quién crees, puedes ver, ¿extraño no?, es la
ceguera, te hace más fuerte ante la realidad, te propone
un visión periférica, no hay limites, no hay marcos.
-¿Qué quieres?
-Has hablado con el ilustrador, quiero saberlo todo.
-Pero, si...
-Te confundes, ya has hablado con el ilustrador, mis
grafos te han confundido, ¿qué te ha dicho?
-Veo que buscas lo mismo que yo, no tengo ninguna
información, no debo estar aquí, si no me sueltas
comenzaré a matarlos uno por uno, y el último serás tú,
lo sabes, soy capaz.
-¡No!, no lo eres maldito infame, solo eres un ser
despreciable, una rata de ciudad que busca
explicaciones con la violencia, no tienes la mínima idea
de lo que significa contener los trazos, no sabes, no
sabrás, tu búsqueda es interna, te lo he dicho, no hay

36
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

caminos, si sigues entrarás en la guerra, y eso es un


campo extremadamente difícil, una sola persona no
puede ser capaz de sortear millones de balas...
déjaselos a ellos, pronto regarán de fuego y muerte todo
lo que hallen a su paso.
-Juego a las estadísticas, la ley de la probabilidad,
siempre hay una mano que pueda atravesar la pared, no
sabes nada de mí, solo sabes anular los pensamientos
para no sentirte el animal que eres._ puedo seguir
viendo todos a la vez por delante y detrás, esos
discípulos, no hay salida. No hay puertas que abrir...
puede ser una falsa visión, no sé que pensar.

37
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Huele a perfume de mujer.

-¿Quién eres?_ todo esto de esperar, el cuello, sus


silencios, su perfume camina a mi olfato, me obliga.
-Tu peor pesadilla, o tu mejor sueño, lo que desees._
tiene potencial.
-No confío en las mujeres._ en una que no existe.
-Ni yo._ no es la única.
-Somos dos, si te han enviado estos monjes budistas no
conseguirás nada.
-Ellos me han llamado, saben que sigo tus pasos,
pretenden que te exprima como a un fruto, ellos no son
capaces de aislar el alma y ser violentos.
-Yo no tengo alma, mi cerebro se encarga de hacerme
creer en un alma, un ente incontrolable de energía, no
hay nada mas sin sentido que un alma, suéltame y no te
mataré, tócame y morirás.
-Te han lavado, han quitado todo tu veneno.
-No, creen que lo han hecho, mi sudor nuevamente se
impregna al abrigo este se humedece y ciertos químicos
renuevan la formula, es un truco muy antiguo, deberían
saberlo.
-Te crees tan listo, me hablaron de ti cuando era
pequeña, siempre sentí ser como tú, mírame, debo
aniquilar a mi preferido.
-No lo harás sabes que siempre vuelvo a matar, sin eso
moriría, es mi vitalidad, la muerte.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Una cultura de muerte contiene vengadores.


-La guerra simplemente limpia las calles de los
violentos, un mundo sin guerras es un mundo repleto de
maldad y violencia, la escoria muere en las batallas, los
ideales sobreviven en un castillo, edificio o torre,
siempre, reformando lo futuro, incorrectamente. París
necesita limpiarse nuevamente, está asqueada del robo
y la mafia, reinan los extranjeros por donde mires, ellos
quieren dominar nuestras calles, ellos, los de fuera.
-¿La guerra limpiaría las calles?, eso es una tregua
momentánea, solo es un momento, William pude ver dar
contigo antes pero preferí instruirme, analicé cada acto
tuyo, eres extremadamente complejo, cientos de
inocentes murieron por tu malestar contra el resto.
-Eso es falso, todos los que murieron fueron culpables,
todos los hechos no tienen un juicio popular, ni soy yo el
juez o el héroe de cómic, mueren porque se lo ganaron,
simplemente abro la puerta de sus deseos internos,
puedo leer detrás de cada cerebro el alma aferrada
hasta la médula.
-Eres un libertador, un incomprendido.
-No confío en ti, no sé tu nombre.
-No lo sabrás, al igual que yo.
-Para mí serás Miasma, oleré y te recordaré siempre,
puedes emanar tu aliento y yo reconocería tu nombre
detrás.
-No me molesta, sigues aquí, agotado, oigo como
jadeas.
-Simplemente mi cuerpo está cansado, no olvides nunca
eso. ¿Qué quieres?, el silencio me molesta, deja de
investigarme, no hay nada que puedas ver o sentir, no
irradio nada Miasma.
-Claman por mí, pronto volveré, quizás haya planes.

39
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-No me gustan los planes, suelen fallar.

Desaparece en medio de una nebulosa, es oscuridad y


veo sin ver, hoy mueren menos culpables en mi cuidad,
mi tiempo vale, puedo sentir sus voces. No hay héroes,
ni libertadores, no hay justicieros ni vengadores, no hay
muerte ni treguas, no hay nada en mis intenciones, mi
violencia florece en un conjunto, un orden no
sistemático, una ola natural que se encarga de abrir
puertas y dejar otras cerradas, simplemente quitar
miseria humana. Nadie se enorgullece de mi presencia
en la ciudad, todos critican como acciono contra las
mafias, ellos simplemente escriben artículos desde sus
ordenadores y yo cargo con la culpa, nadie apoya mi
orden, gritar que la tierra se muere es mejor que
aniquilar a quienes la destruyen, no lo entiendo, solo doy
vida a mi alma, que es una idea más en mis
pensamientos, el placer no ocupa un lugar, no suelo
hacerlo por sensaciones, no las tengo arraigadas a mi
persona, una de ellas. No llevo vestimentas extrañas,
solo soy yo, y mi capacidad de ocultarme, simplemente,
ellos temen naturalmente, mas de noche que de día. No
hay ni habrá en París un Hombre bueno disfrazado de
payaso, soy un luchador único de causas perdidas, me
fundo en las batallas, estoy muy cerca de una guerra de
guerras y nadie tiene la mínima noción de lo que
significo para ellos.

-Quieren matarte, les he dicho que tienes una secuencia


numérica._ su olor.
-Escapa conmigo._solo soy complaciente.
-Solo soy un simple observadora de tu obra
maestra._huele muy bien para ser una fisgona.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Esta no es mi obra, hay miles de personas en escena


pidiendo mi cabeza, solo soy un cabrón listo y muy
dañino, el resto es mito, leyenda urbana, cuentos para
asustar a los niños, por cierto hacen muy bien en
asustarlos, vivirán más.
-¿Te crees invencible?, por momentos veo tu trastorno,
tienes mucha suerte de tu lado, de eso no hay dudas,
hay un don que te lleva hacia el tiempo y lugar exactos
para no morir, predestinado, mensajeado, manipulado
quizás... no logro pisar por dónde tus pies han dejado
huella.
-Es un error, predecir es natural en todos nosotros, fue
la voluntad de poder lo que nos hizo evolucionar, eso y
cocinar la comida... no me sigas nunca, los que lo
intentan no pueden reproducirlo.
-Hay momentos que simplemente no entiendo el fin de
tu camino... pero te encargas de desintegrar a esos
maldecidos... la paradoja es verte inmóvil.
-Debo aclarar algunos puntos, si tú me ayudas te
recompensaré, el dinero no es gran problema, suelo
buscarlo de la misma forma con que mato, hay mucho
por allí fuera, ¿quieres una cuenta?... no confío en ti
Miasma, eres una arpía como todas las mujeres, lo que
te conviene genéticamente es tu camino, si quieres
ganar millones simplemente me descuelgas._solo hay
una tijera que nos cortó por iguales en el minuto cero
anterior, pero hicimos lo que hicimos destrozándonos
entre retazos.
-Eso significa que intentarás escapar, no puedo
enfrentarme a toda una horda de luchadores asiáticos._
no sabe muy bien quién soy realmente.
-No lo harás, seguirás haciendo lo que dices que hiciste.
-¿Seguirte?

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Detrás mío hay vida, delante muerte, tu eliges,


debemos marchar, hay cientos de hilos que cortar en la
ciudad.

Algo de su personalidad coincide, es su acento o su


persistencia, no confío en ella, sigue siendo una
manipulada, no quiero compañeros, no me gusta la
compañía, podría ser la puerta hacia los gélidos, ellos
dirán algunas frases sueltas que me ayudarán, tengo el
presentimiento de que no hay pistas, solo puertas
móviles.

-¿Tienes los códigos? ¡Eh! ¿los tienes?_ me corta la


piel, sangro.
-¡No hay códigos que tengas que saber!, no hay nada,
solo es un recuerdo, y no lo comprendo ni yo, no te
acerques maldita zorra, aléjate o morirás luego, como el
resto de ignorantes.
-Me estoy cansando de tus tonterías William, quieren
saber que buscas, ¿son los trazos?, tienes que decirnos
una secuencia numérica.
-¿Quieres números? 0032 49 55 3257 7743._ si quiere,
es el momento, están atentos, no pueden comprender
mi secuencia, sé que apuntan, ella lo repite tres veces
por lo bajo, escucho teclas, si hace la trasferencia estoy
libre, el dinero mueve mundos completos, civilizaciones
enteras, no será una excepción.
-¡No es nada!, ¡dime los números o ellos se encargarán
de tirarte en medio del océano!
-No temo al mundo acuático._ corta mi pierna
suavemente, me excita.
-Diles que...
-Calla, simplemente debes callar._ es el Buda

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

nuevamente dibujando sentado en su posición.

Llevo horas colgado, el silencio no existe, oigo aullidos


animales, cristales, gritos que no descifro, mis manos,
¿que pasa con ellas? Hay un sonido constante y muy
agudo, puedo escuchar el eco de algunos pájaros, es
una cueva o templo tan grande que no puedo reconocer
su estructura interior, no tiene columnas, es una
incógnita. No debí confiar en ella, me encargaré de
asesinarla cruelmente, es culpable, luego a ellos, no
planeo, suele fallar... allí fuera me esperan.

Horas, minutos, horas, no hay tiempo.

Puedo olerla silenciosa, sudo mucho más que antes, me


duele el interior de mi envase orgánico, maldito saco de
huesos, recuerdo al doctor Yves Bourne, sus palabras,
algunas muertes, mi padre, el cristal atravesando su
garganta, sus ojos, mi rostro modificarse.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Uno tras otro, otro tras otro, está a mis espaldas, puedo
sentir un mar de individuos, cortan mi piel cientos de
veces, algunos caen al tocar lo que no deben, ella está
agarrada a mi cintura, me sigue tal y como dijimos,
todavía me cuesta andar, el dolor de cabeza es
increíble, escucho como aúllan, ¿no se van a callar?,
abro camino hacia la nada, si es que tal período existe.
La expansión de las conquistas está agotada, todo está
loteado y vendido, lo próximo comenzará pero tan lento
como la evolución geológica, luego una simple
intervención inteligente se encargará de hacer de los
organismos humanos capaces de nuevas conquistas...
pero solo durante un instante de intervención.

-¿Hacia dónde Miasma?


-¡No lo sé!, ¿puedes sentir al falso ilustrador?
-A la derecha.
-Hacia allí, debajo de él hay una salida, aguanta William,
te han herido tu sangre me moja.
-¡Cuidado!, tápate las manos.
-Ya lo he hecho, es un líquido espeso.
-Me estoy deshaciendo por dentro.

Abrimos un camino entre seres de naranja, es un


césped humano que me lleva a su líder. Vuelvo a
sentirme algo más vivo, he devastado milagros naturales
por decenas, puedo sentir mi juventud.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Sus filas no tienen armas, son cuerpos apiñados.

-Es un cetro gigante, si nos hundimos en él podremos


evitar que nos maten, allí hay cientos de caminos sin
puertas, es lo único que he visto, me han traído dormida
también.
-¿Caminos sin puertas?, no podemos perder tiempo.
-No hay otra forma, ellos sabes su combinación de
caminos para huir, nosotros no.
-Deberé coger a unos de ellos vivo.

Mueren y oímos sus gritos de guerra, no esperaba tanta


lucha, los creía algo mas serenos, respaldan otro tipo de
crimen lo que los hace igual de peligrosos que los rusos,
los próximos.

-¡Tú vienes con nosotros!_ corto su mano derecha, tiene


que comprender que no hay palabras vacías en mi boca,
prevenir mejor que curar.
-¿Cual de todos estos caminos?_ le grito al maldito
mudo, corto su otra mano.
-No, no.
-¿Cual de todos estos caminos?_ le grito al maldito
parlanchín, corto su oreja, chilla como un cerdo mal
herido, si corto su cabeza caminará como un pollo.
-Debes señalarme el primer camino, te seguirás
desangrando mas tiempo, eso significa una muerte
horrible.

Es una torre de caminos, similar a la torre de Pisa pero a


la inversa, todas la cavidades son caminos, subimos las
escaleras, la marioneta deja su sangre en el camino, mi
cuerpo escupe una pus extraña, la bacteria está

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

destruyendo mi interior, puedo sentir mi muerte lenta y la


de mi parlanchín.

-¿Cual ahora?_ entramos a otro camino entre cientos,


esta torre es mas pequeña, podría pasar un vida entera
en este pozo húmedo. Seguimos al menos tres
combinaciones más, es un gran engranaje, estoy
realmente asombrado, no tengo idea de donde estamos,
mi cuidad no puede albergar todo esto bajo sus tierras,
sus venas afectarían al camino ... Combinamos otras
tres veces más, ya no deja rastros de sangre, con su
último aliento me enseña otro camino, muere.

-¿Qué hacemos?_ los oigo venir rápidamente, por más


caminos, Miasma gruñe, no sé que trama.
-Quedan tres, los tres pueden ser falsos o correctos,
comprobamos uno cada uno, y el que se salva merece
vivir, y si nos equivocamos el tercero nos salvará a los
dos.
-Es lo más lógico que nos queda.

Mi camino durante tres minutos no hace mas que dar


vueltas, me percato del círculo o espiral por el mareo
que llevo, vuelvo.

-¿Has fallado?_ vienen mas rápido que antes, puedo


verlos saltar desde otras alturas.
-El tercero.
-No, el segundo, he vuelto a buscarte, algo en mí me ha
devuelto, me debes una._ nadie hizo por mí un gesto de
valentía tan sincero, sigo sin confiar en ella, solo es mi
camino a los rusos.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Nos detiene en medio del griterío una proyección sobre


la pared, todo el gran hall con todas sus cavidades
atestadas en todas las alturas por guerreros o
meditadores naranjas hacen silencio.

-William Faraday, no escapas, te retiras por tus propios


pies, dejaremos que marches...
-Huimos pero yo volveré, esto no puede quedar así, me
han querido utilizar, mi información es desconocida
hasta para mí meditador, dibujante.
-William, debes saber que nuestros intereses son
profundos, te he enseñado algunos puntos que podrá
servirte en un futuro... queremos la paz y no lo entiendes
así, solo ves sangre dónde hay bondad.
-Ya suenas a mi padre... si es que existe esa criatura,
¿por qué quieren crear la mentira mágica?, la naturaleza
es la sofisticación, no hay palabras que logren callar mi
ira y racionalidad, sus espíritus no son más que
marionetas para los inútiles.
-Ninguna tribu mafiosa tiene los trazos, debes buscar en
tu interior las respuestas, matar deliberadamente te hará
mas fuerte y cobarde a la vez, serás preso de tus
constante infamias, caerás en un hueco que provocará
tu final, nadie quiere perder a William Faraday... pero tú
menos.
-¿Mi interior? ¿qué sabes tú de mi interior?, ¡esta cuidad
respira gracias a mí!, mi muerte lo único que generará

47
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

es el dominio absoluto de todas estas personas, entre


tribus lucharán en una guerra civil sin precedentes,
destruirán París solo por sus intereses económicos.
-Debes buscar William, sales porque dejamos que
marches, solo pedimos que en un futuro aprecies esta
decisión tan contradictoria a la vista, la bondad es un
don que puede regenerarse incluso desde la semilla del
mal.
-Me han castigado, no voy a olvidarlo, nada se borra de
mi mente, o lo que quiera que sea la conglomeración de
áreas y el entramado eléctrico y químico... me han
castigado por mi condición, me han marcado el cuerpo,
llevo los surcos de sus intentos, seguiré mi búsqueda,
no sé a donde voy realmente, veo sangre, veo a mi
cuidad sangrando en sus arterias, escupiendo sobre sus
calles lo peor que habita en sus propias arcas.

El silencio es ruidoso, ensordecedor, sus nuevos


movimientos generan vibraciones en el aire, siento la
brisa de sus telas, podría cambiar de opinión, no hay
nada allí ni aquí que me pertenezca... no soy nadie, ni
siquiera sé mi verdadero nombre.

Nos dejan salir andando, el portal es enorme, estamos


en una altura considerable, calculo los doscientos o
trescientos metros.

-Esto no es mi estilo, eres de ellos, y sigues siendo de


ellos, el dinero no mueve tus acciones, puedo olerlo, no
crees en lo que yo creo.
-Will, sangras mucho, debes...
-¿Debo?, te callas, maldita puta, ¡no creo en tu bondad!,
aquí apesta a budismo conformista, tu me recuerdas al

48
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

gígolo que trabajaba para aquella secta de enfermos.


-No sabes que es el Budismo.
-Tú no sabes mentir.
-No he mentido, ¡está bien! te he seguido siempre, me
han propuesto seguirte y darles tu paradero por dinero
también, tienen una red de viviendas de asinamiento, es
terrible lo que hacen, son esclavos.
-¿Crees que me importa?, tus palabras son solo eso, no
intentes persuadirme, no tienes credibilidad.
-No voy a seguirte, no quiero seguirte, esta guerra no es
mía, no hay héroes heridos como pretendes ser,
simplemente me muevo por la moneda de cambio.
-Lo último es cierto, simplemente el vil metal, pero lo de
héroe es insultante, no tengo ni una gota de sus
disfraces, de sus inexistentes vidas, soy una búsqueda
mortal, un orden caótico.
-Tienes serios problemas William, hay una ciudad entera
que quiere hacerte desaparecer... puedes cambiar el
rumbo, escapar y hacer de ti una nueva oportunidad.
-No hay miedo que me paralice.
-Lo sé, no olvides que tu cuerpo está cambiando, no es
el anterior, quizás tu mente esté jugando una mala
pasada, una broma pesada.
-Es insultante nuevamente, tienes tu dinero en la cuenta,
tengo otras si quieres, así terminamos de eliminar la
tensión sexual.
-Eres patético, veré tu muerte en vivo por televisión,
seguirte de cerca no es lo mismo que escucharte de
cerca, pierdes tanto William Faraday.
-¡Vete de aquí puta!, déjame, no hagas que te mate,
puedo hacerlo, el barrio perdió a una docena por
impertinentes.
-Te crees tan listo, ya veremos quién ríe.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Te morirás, espera a verlo, será hermoso, la sorpresa te


invadirá y te preguntarás por mi, en los finales
intentamos cerrar todos nuestros problemas, pero
quedan los resentimientos después de los aplausos.
Quizás no llegues ni a los aplausos... ¡vete de una puta
vez!

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Se ha marchado, puedo oler como se aleja, tiene su


dinero, si es en lo único que piensa, toda esa historia de
seguirme, de idolatrarme, es imposible seguirme la pista
un día, ha mentido, y yo he mentido, ese dinero no
existe, no hay cuenta, al menos no es mía, le ha robado
a una asociación benéfica, al igual que los empresarios
de Rontenter y Dolantaoine, París y el resto rebosa de
suciedad en sus propias cloacas taponadas.
¿Quién beneficia a quién? Ese dinero al fin es
especulación anterior para desgravar o desfalcar a
hacienda. nuevamente solo.
Estoy en medio de una carretera, E05 dice el letrero,
camino a Briis Sous Forges. Si intento hacer señas para
que paren ninguno contestará, no tengo un aspecto muy
amigable. Hay unos cerdos allí, creo que sé que hacer.
Mato a tres... como gritan los cabrones, parecen putas,
esas del mes pasado y esos malditos Hispánicos... creo
que eran más de una docena liquidadas en la fuente.
Acabo de soltar uno, dos, tres cerdos, ¡bingo!, frenan
como siempre, es inevitable no reaccionar, es instintivo,
natural en ellos, quienes sienten esas emociones tan
primarias.

-¡Cállate!, sigues conmigo a París o mueres en medio de


esta carretera, ¡tú eliges!
-¿Por qué ha matado a esos cerdos?
-¿Me desafías?, es que no entiendo.

51
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-¡No es eso!, es que... ¿qué le ha pasado señor?


-¿Qué me ha pasado?, no quieres saber nada, enciende
el maldito motor, y sigue con la música, necesito
descansar.

La radio escupe su música, ha puesto una de los


cincuenta, su voz, una mujer anterior, me ha tentado, no
puedo negarlo la embustera me recordó algo que no
distingo, ahora escapa de la bondades de la
meditación... durará horas.

-¿Se siente bien señor?_ intento pensar.


-No, no lo comprenderías, calla y conduce.
-No le hecho nada, un poco de educación no le vendría
mal señor, tengo un kit en el baúl del coche, debe curar
las heridas, son hemorragias de sangre y pus, luce muy
mal y debería atender todas las señales del cuerpo.
-He dicho que no lo entenderías, el dolor no es en mi la
ausencia de la salud, son ambas, muerto desde dentro,
deberías morir todos los días desde fuera y
paradójicamente muero desde dentro, me han dado
poco tiempo.
-¿Fascitis necronizante?_ no es posible.
-¿Cómo sabes el nombre?_ su piel es tersa, no folla.
-Es un hecho anormal, es rara y a su única, he visto un
documental donde algunos pacientes eran operados y
se quedaban sin rostro, no me explico, eso no es vivir,
pobre gente... me recuerdan a los heridos de metralla
ingleses, esos soldados eran monstruos viandantes, las
reconstrucciones... pobre gente de verdad señor, si no
vio ese documental...
-¡cállate y sigue!, no tienes ni la más remota idea de lo
que es reconstruir un cuerpo humano, hay técnicas que

52
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

desconoces que podría salvarte la vida en un futuro no


tan lejano, ¿monstruos? ¿el espejo que refleja?...
maldito anormal, ¡cállate!

La gente está enferma, mira en la caja brillante todo lo


que cree que debe creer, es humillante, ni siquiera
sospecha que París no colapsa gracias a mis noches de
sangre y escoria muerta. La ignorancia viste de payasos
a los hombres, no creo entender como pueden vivir sin
reconocer que la caducidad es tan inmediata como mis
balas. La noche me saluda, siento olvidar mis golpes y
cortes, por dentro contengo un planeta joven, repleto de
fuego, me arde la sangre, hierve, no describo el
hormigueo constante en todo mi envase interno, el alma
se enciende de furia y no puedo apagarla, el odio me
hace continuar, no sé cómo recomponerme, debo volver
a mi habitación, espero que hayan dejado los abrigos,
nunca me dan por muerto, es que pago mucho y por
adelantado.

-¡Combina con la autopista del este, por Quai de Bercy,


me dejarás en el Boulevard Diberot.
-¿Allí vive?
-No... ¿pero que es esto?
-Bien, lo dejaré junto al Hóspital Saint-Antoine.
-Volveré a recorrer tus venas._ mi cuidad, estoy de
vuelta en casa.
-¿Perdone?_ que poco le queda.
-Nada._ miro a sus ojos y me esquiva, su sensibilidad y
reglas insuficientes le obligan a eludir.

Bajo del coche antiguo y marrón con tapizados crudos,


he dejado mi marca en el asiento de acompañante,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

pensará en mí mañana al lavarlo a mano, con toda


seguridad es mi imaginación. Puedo ver el metro desde
aquí, nuevamente sobre sus rieles, puedo leer sus
rostros pidiendo golpes para despertar. Me miran con
asco, se alejan, cada gota que emerge de mi cuerpo es
por culpa de todos estos sobre informados con
desinformación, ¿debo acribillarlos?, pero masacrarlos
no me dará ninguna respuesta, sus pensamientos no
son mas que un accidente, podría aniquilarlos, si se
juntan a elaborar teorías fundadas en un error. Me odio,
me duele el centro de mi tierra, mi punto de gravedad
cero, ardo por dentro, y no puedo gritar, no puedo
permitírmelo, mi fortaleza radica en otro sitio, otra
fuente. Subo al espacio exterior, allí caminan putas e
inmigrantes en coches carísimos vigilando sus pases
con clientes, no pierden un segundo de vista a sus
putas, las tienen contadas, todas las visitas, acabé con
su negocio pero vuelven a esclavizar turistas... mutan,
se adaptan.

-¿Quieres mi amor?_ no puedo permitir que hagan esto,


las han despojado de sus vidas, las capturan y retienen
en una deuda infinita con la mafia.
-¿Cuanto vales?_ no puede ver mis heridas, igual follan
con lo que sea.
-Todo depende, si tienes dinero nos vamos ahora
mismo, ¿ya la tienes bien dura ,eh?, ven_ detrás, tengo
a sus monigotes, es que tardamos un tiempo que no es
productivo.
-¿Vas ir con la chica o no?_ su acento, es que nos están
mezclando en la misma ciudad, no volverá a ganar
dinero en su corta vida.
-¿Cuanto vales?_ lo miro a su rostro, mi voz me

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

fortalece, se fortalece sola y asusta a la puta.


-Me debes dinero si no follas, francés.
-¿Cuanto vales foráneo?_ cree no temerme, huelo a
orín.
-¡Vete viejo de mierda!, ¿no lo entiendes?_ comete un
error mientras comete otro llevando su mano atrás.
Rompo su nariz sin que vea mi mano hacerlo, sangra
mucho, se arrodilla y sigue brotando su líquido espeso y
oscuro como las sombras que miran escondidas, ya
vienen otros tres de la furgoneta, las putas gritan y me
señalan, hay otros que no había previsto. No habla,
escupe y se desangra, mientras espero se me ocurren
todas las alternativas, deberías escribirlas en un libro.
-¿Puedes ver algo?, haz fuerza, mira bien, ¿ves? no hay
nada después, te desangras, tu cerebro te engaña, he
clavado tus huesos en la mierda de cerebro que tienes,
morirás oliendo a orín, tus amigos irán contigo en unos
minutos, no los extrañes._ apoyo mi mano en su nuca,
lo aplasto contra la acera, no necesito analizar cuantos
son, viene catorce desde tres furgonetas, oigo las
sirenas, debo marcharme, ya tendrán trabajo por esta
noche, eso resta uniformados, son insectos muy
molestos y persistentes.

He vuelto a mi habitación, sangro más que antes, rompo


mis vestiduras dejo fluidos por toda cama, me recuerda
a un cuadro abstracto de algún burgués de Bayonne,
abro el agua caliente, y recuesto mi cuerpo en el agua
muy caliente, veo como se tiñe rápidamente, huelo muy
mal, como el cuerpo de aquella niñera, nunca lo
olvidaré. Veo su rostro incrustado en el cristal de la
prisión, no hay arrepentimiento oportuno, no hay nada
que pueda devolverlo, le preguntaría por qué nos dejó,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

aunque sé muy bien que no haría más que hablar de los


recuerdos, de ver dentro mío. ¿alma?, me arde la
sangre, tengo dormido los dedos de los pies, el agua
dilata mis heridas, estoy en una bañera de agua roja
carmesí con restos en su superficie, resto de mis
propios fluidos, no tiene sales relajantes. ¿Quién
oscurece mis pensamientos?, solo veo mi rostro
desfigurado frente a mi padre, una mujer, puede ser
joven o anciana, parece rezar junto al rostro de mi
padre, con sus ojos abiertos y mirándome fijo,
preguntándome algo que no puedo responder por
inexistente. ¿Recordar?, esa mujer no quiere darme su
rostro, no me quiere hacer parte de su vida, "recuerda
esto hijo", si no hay nada que recordar, la secuencia en
mi manos no estará, estoy nuevamente sumergido en mi
soledad, intentando recomponer sus oraciones, sus
palabras ocultas, el muy hijo de puta me lo hizo muy
bien, ¿alguien puede orquestar un futuro incierto para el
mundo?, nadie absolutamente nadie, ni un padre, no
entiendo por qué busco en mi interior, sus palabras no
fueron verdaderas nunca, ¿por qué lo serían ahora?,
mis dedos se mueven solos, buscan la secuencia de la
que hablaba, no hay nada que hacer, no tiene nada que
decir, mis dedos hacen música con el agua mientras me
cago por el dolor, no siento siquiera cuando lo hago.
Tengo muy poco tiempo, recién comienza la noche, me
río a carcajadas por esos del Este, les estarán
explicando la procedencia de las amiguitas, mientras los
uniformados creen resolver problemas, tengo que
explotar focos en algunos puntos de la ciudad, los
uniformados solo deben escuchar sus reclamos y actuar,
tendré el campo libre de batalla, esta noche será muy
larga.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

10

Disuelvo las tres cápsulas en el agua fría y sucia del


grifo más sucio y frío de la habitación. Goteo sudor,
¿para qué secar mi cuerpo destruido?, siento el
escalofrío en toda mi piel, mi cuerpo pretende
recordarme que sigue con fiebre, no me importa, no voy
a desistir, son las diez y veinte minutos... son... caen
algunos... sus brazos abiertos... gritos... las luces se
apagan... ¿quién ha....
... ¿quién eres?... ¡suéltame!... William Faraday ... Joan
Ledoux... ¡Joan Ledoux!... ¿Joan Ledoux?
El reloj marca las diez y veintitrés minutos, puedo sentir
la inmediatez y la inexistencia del tiempo a la vez, siento
haber estado un año fuera de mi cuerpo.

Debo hacer unas llamadas.

-¿Quién es Joan Ledoux?, ¿por qué ahora y de


repente?_ estoy agitado, los espasmos de la ansiedad
no me dejan respirar bien.
-William, estamos buscándote por todas partes, se habla
de algo muy gordo, tienes que decírmelo absolutamente
todo, no acepto una negativa, tengo espías en que
vienen detrás de mí. Las autoridades están muy
preocupadas. Me tienes desprovisto y me están
acorralando.
-¡Consígueme pedazo de mierda datos sobre Joan
Ledoux! o hago dos llamadas, y sabes lo que puede salir

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

a la luz del día. Creo que no es mejor opción desechar


todos el tiempo de trabajo y servicio, como también tus
pagas para la jubilación, ¿eh? ¡mueve el culo!
-¿Por qué lo haces William? ¡tiras todos estos años de
investigación para nada!, no todos saben que destrozas
las ciudad entera, lo que preparas solo nos sumirá en un
caos total, el ejercito puede intervenir a partir de
mañana, y con ellos no hay opciones, William creo que
puede ser una tragedia con consecuencias
imprevisibles.
-¿Qué he dicho? ¿lo has comprendido?, el que no tiene
alternativa eres tú...
-¡Necesito un cuarto de hora!
-Y no rastrees la llamada, no hará falta, tiene la línea
roja, solo quiero un correo a este teléfono, cuando sepa
algo de Joan Ledoux continuaremos, alguien me debe
algunas explicaciones.

Son las diez y treinta minutos, los segundos se mueven


según su orden, pienso, pienso, pienso, no hay
palabras, no hay imágenes, no contengo dolor, no hay
nada, es como si me hubiesen vaciado el contenido de
mi información, de mi alma, iré al Kaos, allí encontraré a
Gerard, me debe tanto o más que el maldito capitán,
aunque todo es posible, los subordinados subversivos.
Los letreros iluminan parpadeantes e intermitentes la
acera recién mojada de los camiones de limpieza de la
ciudad. Huele a desinfectante barato, continuo
transpirando como antes, todavía puedo sentir el efecto
del coctel de las cápsulas, ¿quién es Joan Ledoux?,
doblo en Rue des Pavillons hacia Rue de la Duée, al
cruzar me gritan desde un motocicleta, no puedo verlos,
los he golpeado, tiembla unos metros zigzagueando y

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

recompone su equilibrio, por primera vez no intento


encontrarme con sus rostros llenos de sangre, solo
quiero llegar al Kaos, vuelvo a girar por Pixerécourt
hasta des Rigoles, haciendo esquina con Guignier. Hay
un gigante cruzado de brazos y con un tatuaje en su
frente, miro hacia arriba para dirigirme a él cortésmente.

-¿Gerard?_ pregunto amablemente, hace unas horas lo


derribaría sin diálogo, me aburren, son tan
pronosticables.
-¡Aquí no hay ningún Gerard! ¿por qué y quién
pregunta?_ su voz es mucho más obesa de lo que
esperaba, tiene un acento, no soporto el execrable
acento, prefiero que hable en inglés.
-¡Por favor retírese!_ creo no escucharlo bien.
-¿Perdona?_ ahora sí creo entender lo que ha dicho, me
estoy cabreando, esto no puede terminar muy bien,
pudo equivocarse.
-¡Qué haga el favor de retirarse señor!, no hay nadie con
ese nombre, lo invito a que se retire por favor._ habla
con una dificultad nerviosa, se traba, pero no me teme,
me preocupa que no me tema.
-No haré nada, no sabes de que te salvas, creo ... nada,
cuando Gerard mire por la cámara te preguntará, sabe
que lo que acabas de hacer, esto tiene consecuencias
muy graves, ha sido un error no preguntar gran
hombre._ me voy, no es el momento, no, Gerard seguro
me ha visto, matarán al gorila después, no es el
momento, necesito más de esas cápsulas, las tengo en
el bolsillo interno del abrigo, la luz me hace daño a los
ojos, no me siento muy bien, hace muchos años que
había perdido estas emociones, no reconozco a que se
deben.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Un agua mineral por favor._ el paquistaní me mira con


asco, ¿en qué nos hemos convertido París?, nos han
invadido por dentro, carcomidos, corroídos por el
oportunismo bacteriano o humano, se repiten las
acciones en la ingeniería de la naturaleza, que maldita
coincidencia. Estoy sentado en el parque, hay ruido
ambiente de coches a lo lejos, hay silencio con hojas y
viento en los oídos, me acompañan hombres buscando
hombres para follar en los arbustos, algún que otro
drogadicto y sus distribuidores sueltos. Ahora trago las
cápsulas sin disolver su contenido, me duele al pasar
por la garganta, sigue haciéndolo hasta el estómago,
tengo adormecido todo a su paso en mi intimidad
biológica, su efecto es instantáneo.

Si duermo no lo sé, se cierran... no veo a nadie,


recuerdo eso de jugar en los recuerdos, veo solo s
tienen a esa mujer sin rostro, mi padre me grita,
¡cállate!, el capitán, la corpulenta de la habitación, los
monjes budistas y sus... ¡cállate enfermo!, un sol
naciente, otro poniente, mi símbolo fálico con sus luces
de colores, que mierda de insectos, me cago en mi puta
madre que no recuerdo ¡los aniquilaría a todos!, ¡ay! no
es posible, ¿y mi cuerpo?... las bacterias, J32, ella, no
sé quién es ella, una piel tersa que no pude ver, perfecta
y aislada en aullidos de dolor, ese rostro en medio de las
llamas... desaparezco solo y apartado en una celda en
medio de unos jardines, espejos partidos, probetas, no
era mi padre ¿Joan Ledoux quién fuiste?... disparos
apagados que caen hacia abajo, nadie dispara hacia un
hueco negro en la tierra... hiervo por dentro, surge una
combustión que no puedo detenerte... tengo el calor de

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

mi fiebre, siento escalofríos, no puedo ver la hora, ¿la


hora?... no puedo contar números, lo hacía cuando era
niño, era mi manera de entender que dormía, ¿estoy
despierto?, ¡Joan! ¿me oyes?... hay alguna voz, ¿me
oyes Joan?... si sus... ¡cállate!, maldito hijo de puta, te
he matado, ¿por qué me miras así? ¿esperabas que te
deje vivir? ¡un padre no hace lo que hiciste!, ¿Qué
quieren? demasiados padres para un ser de existencia
demencialmente corta... ahora intentas perturbarme
desde dentro, ¡ya lo hace la naturaleza!, mi muerte es
para el resto, como las suyas para el conjunto, también
para quitarme la piel cansada y vieja, es otro vestido el
que me pondré después, no me reconocerás, no hay
padre que me haga olvidarte, eras y serás un muerto
entre los millones...¿señor se encuentra bien? ...
¿señor?, los trazos ... ¿quién habla?... ¿quién
eres?...¿Joan?... ¡señor!

-¿Se encuentra bien señor?_ me duelen los ojos, no


deberías de ser así, otra puntada más, como puedo
entre el lechoso blanco que me ciega y la fuerza de mis
pupilas intentando cerrarse por efecto reflejo veo su
sombra detrás del farol y el ruido de esos coches a toda
velocidad.
-¿Que sucede?_ me duelen los pies, los escalofríos
nuevamente, huelo a excrementos o junto a ellos.
-¡Señor está usted desnudo!, ¿llamo a una
ambulancia?_algo me dice que intenta... no puede haber
bondad sin consecuencias.
-¿Qué? ¿qué? ¿qué quieres?, nada de eso, ¡vete!,
¡déjame en paz!_ ahora puedo ver las luces del puente
y yo tirado en medio de mis heces o las de otros. -¡Vete
he dicho!_ no sé mueve, definitivamente quiere algo a

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

cambio, sigo desnudo.


-No me habían informado de tu actual estado, eres
patético, estás muriendo William, llevo buscándote
semanas, ¿donde están los trazos?
-¿De qué demonios hablas?, no hay tales trazos.
-Mientes, todos buscan lo mismo._ imposta la voz.
-Sí vas a matarme hazlo ahora, o morirás en unos
segundos... aunque._ comienzo a disgustarme.
-¿Donde están ..._ no me escucha, me arde.
-Seis, ¡te lo he dicho bolsa de huesos!, a quién disparas,
¿a la oscuridad? ¿qué se siente morir en la mierda?
come hijo de puta, come mis restos, son las sorpresas
de la vida que te agracian, ¿ahora quién es patético?_
se desangra y vacía , reviso su saco, enciendo su móvil,
pronto estará aquí.

Lo despojo de su vestuario símbolo social, intento pero


no puedo agacharme, ya me he caído dos veces, sus
botas me aprietan, mis pies hinchados son insoportables
al andar, debo encontrar a Joan... o al menos unas
respuestas, llevaba tiempo sin contener la ansiedad que
me gobierna... espasmos, tos, vómitos... me pego contra
el tronco de un árbol, respiro como me deja esta mierda
de cuerpo.

Gime, zumba y chilla el teléfono como una zorra en el


bosque.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Son las once y media, se acerca la medianoche.

-¿Has conseguido lo que te he pedido?_ que Dios o


Dioses le ayude si no tiene algo esperándome.
-¡Te he llamado al cuarto de hora!_no soy paciente.
-No he podido hablar, ¡dime!_ suena angustiado.
-Tienes que ir dónde Isabelle Badinter, ella hablará
contigo Will._ tiene a algún cabrón oportunista
escuchando detrás, puedo oír como respira.-Te esperará
sola y en La Sourdiére junto a la iglesia Saint-Roch.
-Sí tienes alguien apuntándote detrás, al saludarme
hazlo con mi nombre completo, estaré alerta, si es una
emboscada y no me has avisado, date por muerto
pedazo de mierda._ el dueño de esta ropa llevaba la
razón, todo París unido quiere matarme.
-Allí te esperará en una hora, hasta siempre William
Fadaray._ lo matarán de igual manera, tarde o temprano
la manzana cae del árbol y nos golpea la cabeza.

Debo modificarme, renovarme, solo falta un cuarto de


hora para la medianoche, debo cambiarme, estoy algo
mareado para estar así de incómodo, si vuelvo a la
habitación estaré con suerte en menos de veinte
minutos, me da tiempo, quizás sea mi último viaje en
metro, es uno de los placeres que me apena perder en
algún momento, aquí algunos escritores mintieron sobre
sus historias de amor, la maldita época roja del amor,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

que todo poseía adjetivos de un romance químico y con


una sola explicación posible, pero ahora solo son
cadáveres y prostitutas las que gobiernan la
nocturnidad. El cara de rata psicótico y soberbio si que
logró retratar a la humanidad dos mil años más tarde
aunque la realidad teme que pronto sus falsos
escenarios se vuelvan en un instante en un verdadero
cambio. Creo que ya no hay escritores en esta ciudad, si
hay alguno estará recluido en una oscuridad medieval.
Los pintores sufren un símil algo menos triste ya que
solo enseñan sus retratos de un color en las galerías.
Los museos ya no son los motivos del turismo
internacional, me siento algo culpable. La mancha
unitaria sigue siendo la ciudad capital mas visitada del
mundo, ahora por su libertinaje, ya no hay quién viva en
un sitio repleto de ojos electrónicos controlándolo todo
como sucede en Londres. Mi gran jaula de acero
carece de cámaras, la mafia, sus tentáculos ha
eliminado todas las cámaras, nadie tiene una, la justicia
no acepta como pruebas medios electrónicos, aquí la ley
del más poderoso pesa más que la propia torre de hierro
en desuso, ahora descolorida y con luces rotas que
siguen iluminando el origen sexual que nos caracteriza.
Por un momento pude olvidar el dolor de mis pies,
acabo de sentarme en el vagón, hay un tufo nocturno, lo
odio, vomitaría. ¿Qué tipo de evolución es esta?,
¿resignación?, levantaría el estamento de un soplido
con miles de voluntarios, quemaría toda la ciudad y la
refundaría. Voy a morir esta noche, puedo sentirlo, la
sombra que me domina por la espalda, quizás sea al
salir el sol mañana, dicen que podemos anticiparlo, lo
dicen todos los humanos hablando por el resto, es
probable que sea verdadero el populismo, debe serlo, mi

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

cuerpo está al filo de lo imposible, necesito algo que me


vuelva a fortalecer, al menos por horas. Estoy tan
tranquilo como el día de mi primer víctima, puedo verlo,
era una noche de lluvia, en la rue Rameau, era el
sobrino de un Serbio que traficaba con turistas para
prostituirlas en su país. Sentía nervios o ansiedad por
verlo desangrarse, el día anterior había encontrado el
cuerpo de su hijo descuartizado en el jardín. No lo
olvidaré jamás, suplicaba por su vida, sus gritos hasta
el último segundo, mientras le cortaba lentamente todo
su esculpido y atlético envase.
Acabo de descubrir un helada, son las doce, puedo oír
las campanas, es una costumbre sombría, estoy seguro
que hoy la helada negra sucumbirá en la tierra y hará
mella como es de su costumbre, hay algo que nos une,
el fenómeno y yo, un mal necesario, una helada invisible
y peligrosa que hiela la tierra por dentro y la oxigena
eliminando a los insectos por congelación, es un
fenómeno sin nieve visible, un frío incontrolable que se
dirige a la tierra sin enseñar más que la frigidez como
presencia haciendo el bien a la porosidad de la tierra
pero no a su vegetación. Yo soy esa helada negra y hoy
reaparece para acompañarme, me siento aliviado y
gélido, frígido o glacial.
La habitación está exactamente como antes, han
pasado solo unos minutos, he pensado mas que
semanas enteras, me impresiona la velocidad de los
pensamientos, termino de cubrirme, mi abrigo, mis
guantes, mi pistola, estoy vestido. Mantengo toda la
habitación oscura, los letreros iluminan mejor.

-William, alguien se acerca._ su lexía reaparece.


-¿Quién eres?_ puedo sentir los pasos como latidos

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

apagados.

Son las doce y nueve minutos, me restan veintiún


minutos, el trayecto es algo más largo, debo viajar en
taxi, odio a los infelices que los conducen, algún
voluntario me llevará hasta la Sourdiére.

-Acércate a la ventana William..._ me guía, ha


desaparecido nuevamente, su voz es...

Destruyen las puertas, los disparos me peinan a


milímetros en medio del vuelo y el viento de las cloacas,
el hedor, el aire en mis nariz, el fresco en mi cara, toco
el asfalto, acabo de recomponerme de la caída, un
Honda Accord viejo está aparcado ,no hay opciones, su
conductor, está follando con una de las prostitutas
esclavas.
-¡Suéltala!_ chupa sus pezones compulsivamente, su
posición fetal lo devuelve a su niñez, ella cuenta los
minutos que le quedan, me repugnan.
-¡He pagado por esto cabrón de mierda!_ creo que no
me ha visto, disparo en la frente de la puta que me mira
con la cara invertida desde el asiento de acompañante,
veo su boca abrirse al revés, ha muerto mientras un
hombre casado con hijos le chupaba los pezones.
-¿Qué has hecho?, no..._ los disparos se acercan.
-Ahora tu dinero ya no vale, conduce homínido o
mueres. Me gustaría hacer una película Gore con este
sujeto de gafas y pelada de simio, es que me encantaría
azotarlo, poner una pirámide en su culo hasta perforar
su vejiga. - Gira aquí, sigue por la avenida de L Ópéra,
ahora por Rue des Pyramídes y luego a la derecha por
Rue Saint-Honoré. ¡Rápido bolsa de fluidos!, reza

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

porque no toque tu frente, reza por no desear nunca


más a una puta, piensa en tu Dios excremento, ¡reza
hijo de puta o toco tu frente!._ su pene es pequeño, su
estómago tiene el tamaño de un embarazo anticipado,
suda y no deja de rezar en voz alta. -¡Más alto inútil! juro
que si dejas un segundo de rezar te dejo inmóvil aquí
mismo.

Se detiene en la Sourdiére, junto al restaurante hay un


tienda de modas llegando a la esquina, es una calle
extremadamente angosta.

-Ahora seguirás hasta tu casa, dejarás las llaves, te


meterás en la cama junto a tu mujer y la follarás, ¿me
has oído bolsa de mierda?, irás a tu mierda de oficina y
renunciarás, como sepa que no lo has hecho, morirás en
unos días, no sabes quién soy ¿verdad? _ me niega con
su cabeza sudando mucho y sin mirarme, la cobardía es
un elemento de supervivencia que dilata lo inevitable, es
la primera vez que doy otra oportunidad, quizás porque
su daño es reversible... aunque en unos segundos...
cree desvincularse de su error, está vivo.

Los disparos estallan los cristales, puedo abrir la puerta,


al caer veo como muere en una lluvia de acero viajante
el gordo de gafas, no puedo controlar el destino, todo lo
que me cruza muere, soy la helada negra, detrás mío
llegan los grupos que se disputan mi cabeza, debo
hablar con ella, no soporto la ansiedad, sudo más que
antes, más que el gordo pajero de gafas.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Entro al restaurante lóbrego, opaco y oscuro pero no


tenebroso, sus mesas vacías están laminadas con
polvo, no hay olor que revele un movimiento anterior,
lleva cerrado al menos unas semanas, es natural, la
violencia produce el efecto cueva, nadie consume de
noche, las calles son corredores de ratas envenenadas
buscando víctimas, como en Edimburgo por estos días.

-¿William?_ su voz tenue, sus vocales dilatadas dictan


mi sentencia, algo me llama a ella pero me hace
desconfiar, llevo al menos una década de tolerancia,
angustia y padecimientos.
-¡No des un paso más o lamentarás haberlo hecho!,
¿Cuántos me rodean? ¿¡Cuántos me rodean intrusa!?_
no puedo oler correctamente, vuela y hace contacto la
sangre del gordo de gafas con mi sentido más activo, se
suman los motores de mis cazadores, su perfume, algo
de que... camina.-¿Qué? ¿quién mierda habla?
-Nadie William soy yo, aquí estás a salvo, sígueme, no
hay nadie, confía, pronto llegarán, no tenemos tiempo,
debes seguirme._ veo su sombra alejarse hasta la
puerta llena de luz al final del comedor, hay una
escalera, puedo ver sus piernas, su falda es larga y de
un color claro, me acerco mientras ella sube, veo su
espalda cubierta, lleva colores claros, hacía tiempo que
no sentía esto, no puedo saber que es lo que se
expresa. es una emoción pero no logro clasificarla, es

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

imposible identificar el cúmulo de expresiones químicas


que me rodean. Detrás despedazan todo el escaparate,
la madera suena apagad, distinto al deshacerse en
miles de partes, es música en movimiento, llegan los
restos a mi espalda al igual que el viento de sus balas,
aspiro, expiro, brioso, afanosamente vivo, transpiro otra
gotas más que antes, estoy íntegramente húmedo,
contradictoriamente me cuesta subir los escalones,
como si las sensaciones fuesen envasadas al vacío,
seguramente la caída de hace unos minutos me ha
dejado secuelas... la frente de la puta con el agujero, el
gordo estalla desde el cerebro, veo un agujero gris,
estoy vacío... camina, se cierran las puertas conforme
subimos, no creo más que en mis pasos.
-No pienso seguir otro centímetro a menos que me
expliques que es todo esto, ¡se han cerrado tres putas
puertas!
-Restan al menos otras nueve, William es importante
que continúes, sigue tu instinto, no hay peligro, no
represento ningún peligro, allí fuera eras carne del león
que te busca hambriento._ su voz me amansa como a
un perro, no me atrevo a cuestionarla, me da paz, una
increíble paz... al menos gano tiempo. Son las doce y
treinta y tres minutos. Se cierran otras seis puertas, el
estruendo hace su eco viajero, delata que son de otro
material, el fragor de la guerra me desestabiliza, soy
menos fuerte.
-No puedo seguir, me has jugado una..._ quisiera
escupir todos los insultos que se me ocurren.
-No William, debes continuar, solo quedan dos..._ cierro
mis ojos, abro mis pensamientos.

... un sonidos que me golpea... soy yo de niño, mi padre,

69
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

no es mi padre, veo su rostro distorsionado, una mujer,


su rostro no concuerda, mis padres, los anteriores... el
sonido de las cadenas de Canterville... cara de rata, un
personaje blanco cae por un barranco negro hacia los
mil metros que lo comen abajo, a un fuego primigenio...
miles de colores... líquidos... la veo, tiene su rostro
tapado por la oscuridad, veo sus piernas... no es un
sueño William, no es ... una habitación... pero,
¿dónde?... pudimos bajar y subir, no sé a que altura
estamos... no huele a nada... un grito ahogado en un
recuerdo irreproducible, el cuarto es blanco inmaculado,
el oxígeno es puro, huelo a ... no huele a nada... huele
a...esta vez la nada huele a nada, la última luz no me
permite más que apreciar un fragmento de su cuerpo,
las piernas limpias... claras y posiblemente viejas.
Camina hacia mí, contengo la respiración y se me calla
el alma o el cerebro no emite sonidos. Quiero verle el
rostro, cada una de las potentes luces fluorescentes
parpadean, sincronizadas se apagan acompañando sus
pasos, la oscuridad reina su medio cuerpo, no puedo
verla... me siento algo menos mareado, pero la
elevación de mi confusión me devuelve al mareo.

-Descubre tu rostro ¿Quién eres Isabelle?_ hablo y me


descubro distinto,posiblemente menos dañado, pero aún
siendo un incomprendido ser sin memoria. Mis instintos
se anulan, aquí no hay tiempo.
-No puedo William Faraday, de verdad lo siento, llevo
esperando décadas este momento.
-¿Décadas?_ no es posible, creo que exagera.
-No puedes ver su rostro, no hay espejo que refleje tu
rostro, no lo reconoces, es ajeno a ti el tiempo._ se
dirige a mi con una seguridad protectora que jamás

70
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

había permitido, roza la impertinencia, pero se lo


permito, quiero saber que es lo que conserva.
-¿Qué crees saber de mí?, estoy descompuesto por
dentro, pero mi juicio sigue intacto, ¿quién crees que
eres?, enciende todas las luces, ¡descubre tu rostro!
quiero verte, así solo representas la oscuridad de la que
careces.
-Toda la materia se descubre con la luz, que son parte
de sus juegos privados, no todo se halla en el terreno de
lo inteligible, la oscuridad detrás de lo iluminado nos
hace binarios, tu no eres binario William, tu eres un ser
elevadamente complejo, no lo sabes, no reconoces tus
actos, te undes en las cloacas de tus propias miserias y
culpas al resto desprovisto para aliviar la culpas de tus
futuros actos. Creí que nunca llegaría este momento,
llevo una vida de lágrimas, ¡logra realizar la turbulencia
de todas las combinaciones!, has llegado aquí por el
uso fortuito de las intenciones básicas, del instinto carnal
o el lamento de una bestia libre que no sabe como vivir.
-¿De qué hablas Isabelle?, ¡vamos! dime tu nombre...
descubre tus nombres._ mi ansiedad no me deja hablar
claro, necesito espacios de tiempo entre mis palabras.
-Yo soy tantos nombres tienes, William Faraday... no
sabes cual de todos ellos eres, no comprendes por qué
has llegado aquí, los nombres..._ caen gotas y abro la
boca para recuperar aire puro.
-Debo volver a la ciudad, me espera una larga noche,
todos claman por mi cabeza, quieren exhibirla
victoriosos, voy a destruir a todos los focos, voy a
apagar las luces lineales de esta maldita ciudad
infectada y estropeada.
-No comprendes William, Joan ..._ahora devela lo que
tenía entre manos, allí fuera rugen los hierros de las

71
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

estructuras, destrozan todo y yo aquí... debes oír.


-¿Quién mierda es Joan?, ¿qué sabes tú?_ quiero
moverme, no me permite la camilla blanca, estoy
suspendido amarrado entero... se mueve, las luces se
encienden y apagan mientras ella lo hace, me infunde
respeto, por momentos su...debes oír.
-Joan Ledoux... William esto es muy difícil para mí,
debes comprender que ... no puedo excusarme, hoy es
el momento, antes no habría sido posible, quiero que
comprendas esto, antes eras un arma disparando con
infinitas descargas de furia, la ciudad ha conocido la
tránsito a la supresión y éxodo contigo William, es cierto
que hay un orden que impera entre nosotros, pero
desconocemos la fuente o la médula. Joan era un
químico del instituto Suizo, había descubierto ciertos
patrones en uno de sus cócteles que...
-Yo he matado a ese infame, fue mi tercer víctima lo
recuerdo muy bien.
-No, no es ..._ su voz se entrecorta y mantiene sus
palabras con la misma energía.
-¡Fue!, lo he matado con mis propias manos, cuando
eran sanas, sus malditos químicos me deshicieron la
sensibilidad, la rata experimentaba con humanos, no
podía dejar que eso llegue a la civilización. No
comprenderías exactamente... sus intenciones, no era
justo, había tanto por hacer... pero sus planes se
orientaron en un camino similar al mío, la diferencia es
que yo no era un enfermo mental_ la busco entre las
sombras es imposible, aunque lo intente no puedo ver
sus ojos, solo con ver un trozo reconocería el resto,
sabe con quién habla, de solo ver un trazo de sus
retinas sería una pieza de mi vasta colección.
-Joan hacia lo correcto, trabajaba en una cura, la

72
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

pandemia amenazaba de cerca, los animales ya morían


por millones, Joan era... la clave._ recupero esa
sensación, es injusto.
-¿Pandemia?, desamarra estas telas o muere._ lo
intento con todas mis fuerzas aunadas, pero no logro
conseguir la libertad, mi ansiedad crece.
-No puedes escapar, no sigas, sus tejidos son más
resistentes que... debes escucharme William, luego irás
rumbo a tus respuestas, no tenemos tiempo, déjame
que te cuente algo sobre Joan.
-¡Habla puta! habla, me has ¡encerrado con telas!, habla
pero pide a tu Dios que no me libre, mi sudor puede..._
estoy enfurecido, no respondo del futuro de mis actos,
aunque lo lamente la mataré.
-Yo sé lo que eres, sé en lo que te has convertido, sé
quien eres William Faraday._ por un momento mi
cerebro hace un segundo silencio, mi estómago se
acaba de contraer, vomito, echo, lanzo y regurgito, la
tela se llena de colores, estoy agobiado, sudo, me falta
el aire, por favor aire, me falta el aire, oye lo que dice,
me acabo de orinar, mis fluidos me destruyen por
dentro, recuerdo las palabras del doctor Bourne y
desvanezco aturdido por todos los sonidos que se han
reunido en mi cerebro.
-¡Es significativo que prestes toda la atención en mi
William!, solo debes reconocer mis palabras, no pido
que confíes en mi, es importante que mi voz se guarde
en tus... por favor._ tiene un tesoro en sus entrañas y
quiero soltarlo.
-Uno de mis padres grabó la secuencia de los trazos de
Montrouge, ¡no los puedo reconocer!, es el tacto el que
me acercará a ellos, ¿los quieren? ¿están detrás tuyo
oyéndolo todo? ¿para quién trabajas zorra?, vas de

73
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

sobrad, ¿sabes demasiado y nada?, ¿verdad?_ cabe la


posibilidad de que esté ella sola.
-No entiendes William, soy la madre de Joan Ledoux, tu
tercera víctima, no estoy aquí por venganza, no hay
nadie detrás mío, alguien grabó en ti unas serie de
secuencias que tu crees útiles, pero... Joan no era
perfecto, lo sé, pero era mi hijo, había cometido errores,
sus dos primeros errores... lo supe desde que era
pequeño...
-¡Lo son! ¡tienen que serlo!, llevo mucho tiempo detrás
de ello, no voy a morir hoy sin saber que mierda me hizo
perder todo el tiempo de mi vida... en círculos, Hija de
puta, ¡suéltame!, ¡suéltame!, te degollaré pedazo de
escoria humana, haré añicos tus huesos y los esparciré
por todo mi cuerpo ¡suéltame vieja triste e insuficiente!_
vomito, me duele la cabeza, los ojos, la luz me daña,
grito, aúllo, no clamo por nadie, el dolor no me vence...
me agito como una bestia, ella quiere verme en la
locura... quiere morir, puedo oler sus ganas de dejar las
lágrimas, los recuerdos.
-Apagaré las luces, necesito hablar con tu mente unos
minutos... no hay tiempo.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

13

Preso en una cavidad gelatinosa, preso de impulsos


nerviosos que se alternan con utilidades nuevas o
pasadas, áreas que entrenan y se refuerzan, músculos
al fin. Quiere hablar con mi mente, quiere que sepa algo
que seguramente sé o tengo arrinconado en un trecho
menos útil. Estoy algo calmado, el aire contiene alguna
dosis de...

-Joan había descubierto eso y otros compuestos


aplicables a la neurociencia e ingeniería genética, había
logrado trabajar en el campo con gran habilidad, era
genio en su materia, con sus errores pero un alma
repleta de caridad por sus congéneres, pero tú lo
mataste, hiciste de él un alma impura en un infierno de
destrucción. William debes regresar a ese momento y
relatarme que fue lo que sucedió... debes ser preciso._
estoy calmado del todo, me siento en un colchón de
plumas.
-¿Quiere una hipnosis?, Isabelle no puedo perder el
tiempo, sus trucos me parecen salidos de... estoy muy
enfermo, debe soltarme, la ciudad corea mi nombre, hoy
más que nunca, debe dejarme solo, no hay nada que
entender, Joan murió porque era culpable, no hay otras
razones, mi justicia tiene solo culpables, los de nivel dos
mueren, los del nivel tres simplemente sufren y mueren,
pero son torturados antes. Los del nivel uno son tan
culpables como el resto, solo que tienen un beneficio de

75
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

la duda sobre el tiempo, al finalizar la vida, todos


absolutamente todos son de nivel dos, con mi manos o
sin ellas... mueren._ me siento violado pero no puedo
evitarlo.
-William debes ver lo que sucedió ese día. Eres capaz
de releer tu memoria, eres capaz de mucho más, solo
que...
-¿Quién es Isabelle?_ puedo ver un laboratorio
involuntariamente, veo a Joan Ledoux desde el cristal de
la puerta que lleva su nombre, no sabe que estoy junto a
él, veo sus anotaciones, vuelvo a ver el horror de sus
experimentos.
-¿Lo puedes ver verdad? tu silencio te delata Will, solo
debes decirme que era exactamente lo que hacía mi hijo
allí. Conozco sus apuntes, los rescaté después del
incendio, jamás volví a ver a mi hijo. ¡William recuerda o
mueres!_ su voz no cambia sigue igual de templada solo
que siento que es capaz de cortarme la existencia de
una sola vez, algo en ella se enseña como poderoso...
habla... no le temo, simplemente la respeto.
-Si muero París se verá sumida en una guerra sin
precedentes, la Défence caerá como las torres de la
anterior potencia, el mercado se hundirá... ya lo está
haciendo, no pueden quedar más que rastros perdidos
de este sistema, pronto todo colapsará y no es una
pandemia._...habla, no eludas.
-William, no olvides el estamento._ envidio su voz.
-No hay nada que pueda contrarrestar lo que se ha
desatado, la furia de los grupos se centran aquí, no hay
ciudad mas alejada del orden que ésta, pero pronto todo
llegará a su fin, estamos hartos de las prostitutas y los
extranjeros que se hacen más y más fuertes, nuestras
cárceles repletas parecen esos experimentos._ veo sus

76
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

anotaciones.
-No es ese el problema William, mi hijo podría haber
cambiado todo eso, reconstituido a todos esos
individuos, céntrate en el laboratorio por favor.
-¿Qué mierda le he dicho? su hijo era unos de los
peores gérmenes, no culpe a la pandemia, pudo haber
aportado soluciones, pero sus experimentos no eran...
justos. No vio sus rostros compungidos de químicos
incontrolables, ¡eran ratas encerradas! sus miradas,
quemé todo, creo que aquello me ubicó en los trazos, en
la búsqueda desenfrenada de los trazos.
-Es que..._ no sabe cómo manipularme.
-¿Quiere que le diga sus últimas palabras?, me pidió
que no destruya nada de lo que había, que era toda su
vida. Algo en mí me hizo que lo corte en pedazos como
a un manuscrito garabateado, no merecía seguir
existiendo.
-Pero tú sí, ¿verdad William?_ el caos suele darse sin la
violencia.
-No sabe quién soy, cree pero no puede, nadie tiene la
certeza de mi existencia, no tengo huellas, mis pies y
manos se llenaron de esos químicos que su hijo se
encargó de dispersar para matarme, borró evidencias
sin saberlo de mi propia identidad. Mi rostro ha sufrido
modificaciones, nunca soy el mismo, cambio, me
transformo.
-Te operas, te deformas, no te miras al rostro, no puedes
reconocer un ser humano allí dentro. William tienes la
capacidad de transformar ese odio en continuar con la
labor de mi hijo.
-¡No! era un animal de su laboratorio, ¿cree que soy una
de esas ratas encerradas?, jajaja, pobre idiota, no sabe
quién soy, pretende ubicarme con ellos en esas jaulas.

77
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

¡Yo vi sus rostros!, ¡sus ojos!, me pedían que los suelte,


¡eran infrahumanos!, su hijo, la mierda de su hijo los
convirtió en seres detestables.
-Tú eres uno de ellos William, o por elección te has
transformado en sus reflejos._ el efecto se disipa.
-¿Qué enfermedad proyecta?, si es la madre tiene que
tener al menos 67 años, su voz no tiene esa edad._
tiene un timbre similar a Miasma o como se llame en
realidad.
-Soy... debes volver a ese día y decirme algo, luego te
soltaré, William solo debes pensar en ese tiempo y
llegarás en un instante, eres capaz de verlo todo
perfectamente. Moriré en paz sabiendo algo más de mi
hijo, solo quiero saber algo de sus pensamientos reales,
no quiero morir con el sufrimiento que el mismo generó y
genera en mí, William Faraday solo pido que recuperes
esos datos, mañana morirás, descansarás en paz,
limpia tu alma por favor, hay restos de lo que eras.
-No existe tal alma, Isabelle._ le digo asqueado.
-Escucho.
-Enviaste a Miasma a ese condenado templo, ella es
tu... Miasma... ¿qué sucede Isabelle?
-No sabes de lo que hablas William, céntrate en Joan,
luego puedes marchar, el tiempo se acumula Will, ahora
mismo están buscándote, no tardarán en encontrar este
sitio, aunque las combinaciones de las puertas son más
difíciles de seguir, pero hay un camino... se exactamente
cuanto tardarán._ es tan inteligente como Miasma, sin
dudas es... Joan Ledoux, imagino nuevamente el
laboratorio, sus rostros, pobres criaturas infelices,
muertos de miedo, sudando de dolor y estrés.
-Su laboratorio era aparentemente uno normal, tres
mobiliarios llenos de tubos de ensayo, vasos de

78
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

precipitado, Matraz de Erlenmeyer,Pipetas Buretas,


algunos embudos y balones de destilación. Había
trípodes, rejillas y mecheros, sus pinzas de doble nuez,
con agarradera y aro. Pero detrás de toda la normalidad
contenía sus experimentos, no entiendo como pudo
salvar sus anotaciones sí...
-Luego del incendio encontré en una de sus cajas de
seguridad los apuntes, yo sabía sus códigos gracias a
que él me los dio, sabía que alguien estaba
observándolo, era un paranoico, gracias a eso poseo los
manuscritos._ no te hacen falta.
-¿Manuscritos?, ¿qué hizo con ellos?... cuantos
secretos Isabelle_ es información nueva.- Creí que todo
había sido destruido, no conocía la existencia de las
cajas.
-Ahora lo sabes, ya no importa, tu muerte es inminente
al igual que la mía.
-¿Qué quiere de mí Isabelle?_ veo su rostro, el químico
en mis manos, los ojos de aquellas ratas humanas
implorando vida, el me golpea pero no lo puedo ver, no
hay espejos, todo comienza a destruirse, los cristales
estallan mientras gritan, oigo agua derramarse, sonidos,
me ensordecen, oigo como implora vivir, era cobarde
Joan.
-¿Qué ve William?_ parecía un cerdo crucificado.
-Veo su muerte._ tengo nauseas, vomito otra vez.
-¿Nombraba los trazos de Montrouge?, ¿alguna pista de
los trazos de Montrouge?_ me pregunta en un estado de
ansiedad similar al mío.
-No, los trazos fueron posteriores, no podía saber nada
de ello... o..._ la confusión se apodera de mi mente, me
siento en un círculo errático de enlaces sinápticos
corruptos o manipulados.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Es que no es así, conocía los trazos, hablaba de ello en


los manuscritos, hasta no saber de ti no comprendía, me
faltabas tú.
-¿Joan perseguía los trazos?_ ¿podía yo fundirme en su
búsqueda?, los trazos son mi misión no la de un
científico obsesionado con arreglar o mejorar la
humanidad o lo que sea que es el conjunto de animales
que de manera curiosa y espectacular se sumieron en
una evolución inaudita en un mar de especies mejor
preparadas físicamente.
-No los perseguía, había algunas palabras sueltas en
apuntes, en fechas dispares que lo único que hicieron
fue confundirme, me dediqué años a leer el legado de mi
hijo, te odié durante el mismo tiempo William Faraday.
-Tu hijo murió por la maldad que lo motivaba a hacer el
bien posterior, un bien que la humanidad de hoy no
entiende, la maldad se riega por las calles con sangre
de todas las etnias.
-¿Su crueldad William? ¡por favor!... ¡eres tú , quién ha
sembrado de muerte París, nadie más que tú. Tienes el
don, pero ese don puede condenarte, no pretendo ser
yo quién te haga desistir de la vida, hay mucha gente
que se ocupará de eso, debes entender que todo se
origina desde un punto, o una singularidad, hay solo un
hilo, luego la complejidad del azar se encarga de taparlo
todo, cuidado con el tiempo señor Faraday, pronto
comprenderá que la noche y el día son parte del mismo
proceso, lo que atormenta en el interior y en el exterior
es el comportamiento binario de la naturaleza, no oyes,
es más que eso, debes saberlo, no guardo odio,
comprendí en todos estos años que el odio es una pieza
emocional intransigente, lo son todas, no hay valores, no
hay sistema, no hay mente._ me recuerda a los monjes

80
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

de color naranja, la faja de telas se hace más grande,


puedo moverme, las luces se encienden nuevamente,
solo puedo ver medio cuerpo, sus piernas cuarteadas
por la edad.
-Solo te pido algo, si tienes algo en su interior que
evoque su imagen por favor piensa en ello, necesito
saber que miro a mi hijo a los ojos, por favor, abrázame
y mira a mi hijo, puedes hacerlo, es lo único que puedo
pedirte William, no hay rencores.
-Si la abrazo, morirá Isabelle.
-Es lo que quiero, solo necesito volver a sentir su
abrazo, pronto me matarán otros, ya conocerás el
verdadero destino al amanecer, piensa en mi hijo
William, no te odio, solo piensa en él que lo extraño con
locura, amaba a mi hijo, el amaba el mundo, solo quería
mejorar la especie, eliminar la discordia de nuestras
almas, y lo interrumpió..._ la oigo llorar, siento pena por
ella, no sentía pena desde... no siento pena desde que...
no siento pena, puedo entenderla, maté a su hijo, ella no
vio los rostros de las ratas humanas. La ignorancia la
hizo ser tan compleja como su progenitor, nadie espera
tanto tiempo para morir en brazos de una mierda de
asesino como yo pero es su petición, aunque no lo
entiendo, debería condenarme. Pero curiosamente no
clama venganza, me quiere vivo y suelto en las calles.
-No llore._ la compasión es un mal humano.
-¿Puedes verlo?, ¿sientes verlo? dime que sí.
-Lo tengo frente a mí, es justo antes del miedo, he
congelado la imagen de sorpresa, quizás podría ser la
imagen de algo bonito, no me esperaba, estaba
encerrado en sus pensamientos, te está mirando
Isabelle, puedes decirle lo que quieras, luego la
abrazaré y se juntará con él._ miento no puedo verlo,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

mis palabras no las siento, recito unas líneas que leí


alguna vez antes de...
-"Debes saber hijo mío, que nada nos ha separado este
tiempo, siempre estuve allí, espero que lo entiendas, no
moriste solo"._ la abrazo, las luces se apagan todas
nuevamente, hay ruidos que nos envuelven, acaba de
morir en mis brazos, por algo que no me explico
continúo abrazándola, sudo mucho nuevamente, me
había olvidado ya de mi enfermedad. Se encienden las
luces, toda la habitación está vacía, una voz grabada me
dice: "Gracias William, ahora vete, la combinación es
16-11-1967, pronto...", su voz nuevamente, lo tenía todo
planeado, recuerdo un pasaje del emperador, filósofo y
guerrero, al conocer la muerte el soldado elimina la
lujuria convirtiéndose en un ser estratega. Hay tres
puertas, la primera es la tres, corro mientras se cierra
detrás, el sonido del fuego se repite, puedo rememorar
la muerte de su hijo, la destrucción de todos sus
inventos, no le he dicho toda la verdad, tenía la
respuesta a la longevidad natural del hombre, podía
hacernos vivir 150 años, lo leí justo antes de quemarlo
todo... la próxima es once.... son las ¿ ya son la una y
dos minutos de la madrugada?, el tiempo mental es uno
de los puntos más complejos de nuestro sistema
selectivo... me siento renovado, con más fuerzas, ¿es
posible que Isabelle haya inyectado...?... ¿¡Por qué tan
pocas respuestas!?...

...Me espera una larga búsqueda.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

14

Una y cuatro, una y cinco minutos, una y seis, termino


las combinaciones, acabo de preguntarme que
sucedería si abro otra puerta, es... era una mujer muy
inteligente prefiero no saberlo... ¿puedo sentir pena por
una madre ciega?, se asemeja a la compasión natural,
somos semejantes ante la biología, pero diametralmente
opuestos.

Una y nueve minutos, estoy más fuerte que antes, mis


pies se han recuperado de los sudores y la hinchazón,
mi torso ya no se encorva como antes, sueno todos mis
huesos, me esperan unos minutos algo tensos. Preparo
la pistola, del mismo bolsillo descubro un papel verde
muy chillón, sus letras blancas me indican una dirección,
no sé si confiar en esta mujer, la pena no es un
argumento, al fin no tengo donde comenzar, podría
encontrar algunas respuestas, hasta el amanecer restan
al menos cinco horas.

Una y once minutos, abro la puerta, no sé en que altura


estoy, podría ser en medio del túnel del metro o en las
mismas cloacas donde tiré cientos de envases
orgánicos destruidos, desollados. Suelto el aire, sueno
los dedos de mis manos alternando la pistola, algo me
dice que la guarde... doblo el papel verde, "morimos y
somos eternos, parte de nuestros átomos son eternos,
el resto un cambio de imagen hasta el último minuto de

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

vida"... es una frase, es cierta... abro la puerta, fuera el


aire golpea en mi pecho, ¿cómo es posible?... ¿los
caminos se movían?, el aeropuerto... ¿creía que mi
deseo era escapar?... los motores a chorro y los
propulsores elevan los decibelios permitidos.

Disparan desde algún sitio, creo que saben de la puerta,


es una maldita trampa, me la ha jugado, quieren... hija
de puta, lo sabía, me cago en mi puta vida.

-¿Ahora quién juega con quién? ¿creías salirte con la


tuya deformidad?_ no puedo ver su rostro, me
encantaría verlo, su voz no está en mis registros
anteriores, la madre de ese pobre infeliz me ha tendido
una trampa y yo le he brindado la paz.
-¿Quién eres?,di tu nombre así te busco hasta la
muerte..._ golpea mi boca con una bota muy dura,
escupo unos dientes, el dolor no es mi problema.
-Ahora nos divertiremos unas horas, los grupos se han
alineado en tu captura, París te detesta pedazo de
mierda deforme, te colgaremos en medio de la plaza de
la Nación, allí verán todos tu rostro, tu cuerpo desnudo,
morirás frente al odio de la ciudad entera, escoria
infame._ sus insultos y golpes no significan nada, no
podrán tocarme, aunque lo quisieran en algún momento
los ejecutaré.

Me levantan con guantes especiales, tienen las


instrucciones bien aprendidas, alguien controla sus
movimientos con cámaras desde sus cascos, controlan
mis pasos con sus juguetes nuevos, simplemente
esperaré como la araña espera a sus insectos, pronto
estaré cerca de todos, creo que Isabelle me ha ayudado,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

están unidos en mi captura, no he perdido un minuto de


búsqueda, han venido a mí, malditas ratas humanas,
que asco de especie, puedo ver como la tierra se
sacude expulsándonos a la aventura del vasto y glacial
universo, solos y desperdigados como hormigas en el
agua.

Sus botas huelen a excremento, estoy envuelto como


una oruga, recubierto de algún material similar al que ha
usado Isabelle en la habitación, no me muevo, respiro
suavemente, no saben si he muerto o si me hago el
muerto.

-¿Qué le sucede? ¡señor!, ¡se sacude!_ tiemblo y


escupo toda los fluidos que puedo, suelto bilis a sus
botas, suelto mis heces y orino, toso espasmódico y me
detengo, muerto a sus ojos, ya lo he dicho, el dolor no
es problema en mi sustancia.
-Puta escoria, maldito, ¡abre los ojos! ¡despierta!, ni
caso, se hace el muerto, todos hacen lo mismo, otros
escriben en el corredor de la muerte, suelen escribir
libros sobre la humanidad._ no sabe de lo que habla,
sus palabras son balas de salva para el mundo, explotan
en su cara. Detienen la furgoneta en seco, puedo oír
como se amontonan hacia un lado tras el efecto de la
inercia.
-¿Está muerto señor?_ duda.
-¿Que dice? no está muerto._ incertidumbre no confesa.
-Es que no... no respira señor..._ falsa seguridad.
-No es anaerobio, tiene que respirar, esperemos unos
minutos, no puede pasar los quince minutos..._ lo tienen
estudiado, asesinos de barrio.
-Pero señor si con cinco minutos basta... no hay ..._

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

alguien al fin es algo más listo.


-¡Se calla o el que muere aquí es usted!_ si existe una
risa interna es la que estoy disfrutando ahora mismo, es
como si los viera mirando el reloj mientras palpan mis
pulmones, no tienen idea de mis capacidades... soy un
hombre, seguiré siendo uno de ellos, no hay nada que
me ahuyente de la naturaleza que nos rodea,
simplemente puedo copiar ciertas cosas que el resto no
ve o no elige por ignorantes.
-No respira._ comprueban.
-No, no respira._ repiten la comprobación.
-¿Qué hacemos?, no podemos llevar el cuerpo muerto,
nos esperan a las dos y media, están todos los grupos
reunidos con él.
-Diremos lo que ha sucedido, luego él decidirá que
hacer._ ¿él?, no hay nadie que tiene el control, no es
posible, todos los grupos se han unido por mis actos,
por perseguirlos, hoy morirán.
-Señor son las dos y veinte minutos, restan cinco
minutos, debemos seguir, luego otros cinco para la
descarga.
-Bien, adelante._ lo que esperaba.

Son las dos y veinte minutos... el tiempo recupera su


condición ineludible de ordenar los momentos.

Mis manos, los químicos, su rostro envuelto en una


sorpresa sin emociones, ahora sí puedo evocarlo, es
una sansión interna y un castigo rehabilitado ... ciento
cincuenta años de longevidad, resolvería tantos
problemas, es lo único que me hace arrepentirme, solo
ese descubrimiento era el premio...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

15

Me muevo por la misma acción de las pequeñas cargas


invisibles de la inercia, golpeo contra sus botas, no
puedo olerlos, mis sentidos están en suspensión, la
electricidad neuronal mínima es la que me permite estar
alerta y rumiando entre las ideas. Las ruedas de la
furgoneta transitan por una textura similar a la gravilla,
hay otras tres que imagino automáticamente, su sonido
es particular, pero no puedo dilucidar cual de todas es,
debo enfrentarme a un terreno algo complicado.

Están inquietos, histéricos y nerviosos, bordean el


colapso... huelo el pánico y la turbación... es pura
incertidumbre.

-¿Cómo crees que fue antes?_ sus voces me hablan de


miedo a la muerte, de una sensación que no desean
evocar.
-No lo sé, ahora está hecho una mierda, ¡míralo!, no sé
cómo puede vivir así, yo no lo aguantaría... es una
abominación... si no hay más qué..._ pronto conocerán
la cara de la muerte y precisamente no es la mía.
-Es una leyenda viva, mis hijos me preguntan por él,
dicen que es malo, y que les gustaría ser como él...
-No lo puedo creer... ¿tus hijos?... no dejes que digan
esa mierda... nosotros no hacemos daño, a no ser que
no cumplan con nosotros, ¿verdad?, matamos a esos
yonquis porque no cumplen, no hay maldad, es el puto

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

mercado, conocen las reglas y...


-La maldad vale más que nosotros... esto... significa que
ya no volveremos a temer... estaremos más tranquilos,
al menos será una nueva época, estaba cansado de
sentirme tan vulnerable, no sé como lo hacía pero... es
que... mira ahora... muerto entre nosotros... parece
mentira que..._ en tres minutos sus palabras serán aire
extinto en partículas en suspensión, quizás las recuerde
en su memoria inmediata, es probable que vea a sus
niños antes de morir... al menos en mis manos... para el
goce de las criaturas egoístas.
-Es de no creer realmente, si me lo dices hace unas
horas hubiese contestado que iba a ser yo... hace unos
días estuve leyendo que preparan una ofensiva sin
precedentes, quieren acabar con nuestro mercado, es
que por culpa del pedazo de escoria ésta.- seguro me
señala. -el mundo nos mira con lupa, la comisión
internacional del crimen ha iniciado el proceso de
regulación, París pronto será atacada por sus fuerzas,
toda la comunidad europea está detrás, es que hay
muchos intereses involucrados, incluidos los de América
única y Asia.
-¿De verdad, no lo inventas?_ están repletos de nuevas
sensaciones, sus fluidos se inquietan
considerablemente, la furgoneta ha dado unos golpes
intensos, comienzo a volver a mis sentidos, ya me
estaba cansando de sus miedos en palabras.
-Sí, eso he leído, no voy a mentirte, no han dicho ni
cómo ni cuando, yo hablaba con mi mujer hace unos
días sobre esto, que no podía durar mucho tiempo más,
ella quiere viajar a Nantes, allí dice que en casa de su
madre podemos vivir, mis niños quieren ir también,
estamos cansados de no poder sacar a jugar por la

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

tarde a los niños al volver del colegio, es que estudian


todos mezclados, los hijos de... los nietos de... todos
están en algo... y ... en Nantes sería distinto..._ se siente
con esperanzas sobre el futuro, en su mente eso acaba
de suceder, ha sido feliz en su creativa asociación libre,
pero los deseos no serán cumplidos, creo que llegamos,
nos detenemos, mi cuerpo golpea con ellos, con el lado
del soñador, comienza el juego.
-¿Esperamos?_ los nervios calientan sus envases.
-¡Quietos!, ahora entraremos al patio central, callados._
la voz de orden.
-¿Qué hora es?_ pregunta temeroso el soñador, es solo
esta noche y luego su viaje a Nantes a cambiar de vida.
-Son las dos y media, con unos segundos..._ perfecto.
-¡Silencio!_ las botas repiquetean contra la chapa.

Sepulcral, de sarcófago o ataúd, un silencio que no


pueden contener, sus respiraciones aceleradas cantan
para mí, puedo vivir entre sus suspiros, están
estresados, quieren irse a otro sitio, prefieren estar con
sus hijos, ellos duermen mientras sus papis cargan un
muerto, un muerto que pronto se encargará de sus
padres. En el furgón, ,contándome, somos siete, seis
por derribar, en sigilo, manteniendo la cordura de la
calma y de la meditación o del ocultismo. Es el
momento, nos detenemos.
Siento sus manos apoyarse en la tela, sus roces
exasperantes traspasan el umbral de sus almas, quieren
escaparse de sus cuerpos, cuerpos y almas que no
quieren ser contenidas... mis fluidos vuelven a la
reanimación, el dolor penetrante hace el efecto que
esperaba, había olvidado mis dientes, creo que estoy
repleto de heces y otros fluidos, mi cuerpo ha seguido

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

descomponiéndose.

-Huele a..._ debo hacerlo ahora.

Silencio, omisión... suenan mis huesos, me cuesta


mucho moverme... con suma discreción del cura toco la
frente... silencio y clava un cuchillo pequeño en mi
pierna... pero cae junto al otro, silencio, disimulo. Su
navaja en el cuello, limpio y sin sangre, no respira,
muere, silencio y cae el otro... pero... me ha cortado la
oreja el muy... prudencia, me cuesta moverme todavía...
tres menos, silencio, vienen otros... me restan tres...
calma y reposo, no sé que hay fuera... silencio, seguiré
muerto en mis heces... no sabrán que hacer.

-Pero que mierda es todo esto..._ es una bella obra


pictórica cabrón hijo de puta, la única que has visto en
toda tu corta e insignificante vida de matón gritón.
-¿Qué han hecho?_ la evidencia lo dice todo inútil.
-Están muertos señor, pero están todos muertos..._ no
pueden dilucidar, sus pensamientos no viajan rápido,
solo exclaman, mientras la imagen es clara, todos
muertos, el muerto igual de muerto entre su mierda, los
otros tres muertos entre ellos con caras de espanto.
-Algo no..._ ¿no funciona bien?... ahora mismo lo sabrás
pedazo de escoria, tu compañero no irá a Nantes, la
cobardía causa ese efecto.
-Ve a comprobar si viven, es un desastre, no puede
estar pasando esto..._ su jefe se cabreará, no sabe que
hacer para limpiar esto. Ups, ha rozado mi mano al
pasar, por los nervios pudo olvidar... cae sobre mí,
perfecto... huele mejor que yo... cuatro... restan dos.
-Pero qué... ¿qué sucede?...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-No ha sido cauto señor, ha olvidado cubrir sus... _ el


otro si es cauto, muy bien, ahora tienes tres minutos de
sobrevida.
-¡Ve ahora mismo!, con cuidado, debemos quitarle todo
eso, es repugnante, ¡ve!_ ha subido y no se mueve,
huele y observa, está junto a mis pies, está muy
asustado, tiene ganas de vomitar.
-Señor creo que..._ debe callarse, es vital el silencio...
-Tiene que ver esto señor..._ eso es, debe acercarse
solo unos pasos más... estoy muerto y mi cuerpo en
descomposición, me quema el estómago por dentro, se
acerca... silencio, un toque fuerte y seco en su pecho,
respira mal, escupe, vomita... silencio, fluidos en los ojos
del cobarde... silencio, vomita y cae junto a mis pies...
tomo sus llaves prestadas...

Me cuesta reincorporarme, matar no me hace sentir


vivo, esto avanza más rápido de lo que pensaba, avanza
y... silencio, su abrigo es perfecto, silencio, oigo otros
pasos, reserva, su sombrero es perfecto, ahora me
siento algo menos desnudo, hace frío, es una helada
negra... el efecto invisible comienza en la tierra...
silencio porque, ahí vienen, me cuesta mantenerme en
pie... silencio... los puedo ver, incrédulos, irreligiosos,
recelosos de todas las creencias... pero no del dinero...
primer sueño de cartón, silencio están detrás mío, no sé
cuantos hay... puedo ser el otro.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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-¿Qué ha pasado aquí?_ seis pasos sincronizados, tres


personas están detrás mío, me he puesto el sombrero
de mi última víctima, la más importante de la furgoneta,
parecen reconocer la figura a espaldas. Huelo a
inquietud y miedo, no son del mismo grupo armado,
pueden pensar que es una emboscada con los de su
grupo... ruido mental, no puede sucederme esto ahora...
información ... sí... el espacio-tiempo se transforma en
mis sinapsis neuronales, puedo detenerme en los
pensamientos, el proceso puede durar segundos para
ellos, pero para mí es algo más que ello, ya no es
tiempo ni espacio, es la nada perfecta.

Los veinte distritos están revisados, fueron dos distritos


por año, el círculo perfecto que forma París es mi
planeta, es el mapa que tengo trazado en mi mente,
cercado por Saint-Ouen, Bagnolet, Saint-Mandé,
Levallois Perret, Boulogne Billancourt, Charenton le
Pont, Le Pré Saint Gervais, Gentilly, Le Kremlin Bicétre y
Montrouge... llevo medio año revisando el distrito
catorce, el cual me ubica irremediablemente frente a los
trazos y con ellos a la respuesta de por qué quiero dar
con ellos, no son esos simples pintores, ni la aparente
importancia... los han sobrevalorado como los cuadros
de Van Gogh, sus negocios, el resto no sabe muy bien
la historia, es todo un arte, sí señor.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Están detrás mío, el espacio tiempo no corresponde al


externo, hay uno dentro mío necesito repasar el mapa
anterior... todos los distritos... y los veinte grupos, sus
líderes estuvieron vigilando mis pasos, algo debo
encontrar en el encuentro de la estación de Les
Agnettes... estaban fuera de sus distritos, lo había
llevado allí, los vi marchar pero... ¿por qué fuera de los
veinte distritos? en Gennevilliers no tienen seguridad...
el capitán, es él quién los llevó allí... ¿por qué se
animarían a perder a dos de ellos por nada?, el maldito
sistema está detrás de los veinte, ¿pueden hacer una
red sin denunciarse a sí mismos?... ellos lo controlan
absolutamente todo, yo fui su sabueso hasta hace unos
días... eso explica algo, me tuvieron dando vueltas por
los veinte distritos en la búsqueda de los trazos,
¿pueden haber generado descabezados para mi
trabajo?... me siento un idiota, pero si solo no era... no
es posible, puedo sentir los jadeos de sus almas, son
tres inútiles que van a morir en unos segundos, debo
encontrar una explicación lógica... hijos de puta, el
poder, el dominio idiota, homínidos deberán
arrepentirse, voy a aplastar sus cabezas como bolsas de
plástico con aire, oiré los crujidos de sus ideas,
contengo el odio, al menos por ahora, pero me arde el
ser entero, mi furia comienza a arder por dentro, no creo
dar más de mí... ¿sólo un chimpancé puede estar detrás
de toda la red inmejorable de cabos sueltos?, es
imposible, la telaraña es compleja, aunque pueden
tomar con los dedos uno solo, es posible, el resto de
líneas están dentro de ese mismo círculo mortífero,
París es mi telaraña, no nadie más, yo soy el amo de los
movimientos, ¿pero quién está detrás esperando con la
paciencia de un árbol a que me pegue en sus hilos?,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

estoy furioso, el mundo está encima de mis hombros, la


desesperanza acaba de invadirme, es un sentimiento, lo
sé, pero no se representa en un símil anterior, ¿qué
hace un hombre lleno de ira y sin ilusiones?... no creo
en la justicia, no hay orden binario posible pero tampoco
hay matices que corresponden que gradualmente pasan
a esas polaridades, relacionamos todo lo que hacemos
bien a nuestras ciencias... ¡quiero explicaciones! ¡o
morirá pidiendo clemencia!, mi ira es insostenible... he
perdido la cabeza, del horror de encargarán los sistemas
en estado de emergencia. Europa sufre los éxodos
pasados, presentizados en una realidad que necesitan
erradicar cuanto antes.

-¿Qué ha pasado aquí?, ¿qué mierda ha pasado aquí?_


son tres, tal y como lo predije, sus caras de espantos no
son iguales a las anteriores, han visto un fantasma o es
el miedo que les invade ver el avión acercarse contra
sus cuerpos repletos de viscosidades.-¡Arrodíllate o
mueres igual que él!_ chupo su cuello, siento como se
desprende su energía vital y desconocida, como dejan
de serpentear sus pensamientos oscilantes y ruidosos,
se ha apagado, es material orgánico sucio y en un
proceso irreversible como el mío... cae como un traje
mojado sobre el suelo imperfecto.
-¿Qué quieres de nosotros?_ me pregunta llorando uno.
-¿Qué quiero?, dime de qué distrito eres pedazo de
mierda, dime con quién operas, y a qué nivel.
-Solo somos enviados para recoger el paquete... al
muerto.
-El muerto vive frente a tus ojos pedazo de escoria
inoperante, ahora dime de qué distrito eres y a que nivel
operas ó morirás lentamente ¡ahora!... en dos minutos,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

no hay quién detenga el tiempo.


-No me hagas daño, ¡si no sé quién eres!, yo solo vengo
por el dinero._ grita aniñado.
-¡Todos vienen por el dinero!._devuelvo un alarido.
-Pero a mi me han pagado solo por esta noche, no sé de
qué hablas, he oído por la televisión que hoy atacarán
todos los distritos juntos, irán a cortar cabezas... la
comisión.
-Dices que la comisión del crimen atacará hoy a todos
los distritos juntos, no es posible... mientes._ su
mandíbula inferior es destrozada por mi mano izquierda,
hace sonidos, quejidos sin palabras, suena a un animal
herido, vive y morirá lentamente mientras el último me
mira con el miedo en sus dientes tiritando.-Ahora, si tú
mientes sabes lo que te haré... procura mantener la
cordura y piensa, ¿¡por qué esperan aquí!?... el tiempo
no se detiene.
-Señor, se suponía que usted estaría muerto en estos
momentos, en unas horas esto se convertirá en una
guerra contra todos, y usted señor era la prueba viva o
muerta que debían entregar para salvarnos de la guerra,
el gobierno está harto de sus ataques nocturnos,
necesita quitarlo del medio, se supone que usted es un
fantasma...
-Pues acabas de morir en manos de un fantasma... _
simplemente rompo su nariz y ésta se incrusta en la
zona frontal de su cerebro, es una muerte con muchos
movimientos, convulsiones y saliva, parece otro animal
enfermo.

Soy yo la carga mortal que quieren expulsar como a una


bacteria asesina y descontrolada, ¿quién limpiará los
distritos? ¿y los trazos? cada minuto que se esfuma

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

comprendo que los trazos pueden ser una ilusión


fabricada... un espejo delante de un objeto o de una
persona, no puedo verlo, me veo a mi mismo, pero
¿quién se halla detrás en esa penumbra?, detrás del
marco está la explicación y no soy capaz de conocer el
verdadero significado. París era una fiesta, si la viera
Heminway desde una mesa de café ahora, no hubiese
sobrevivido para contarlo, lo hubiera degollado sin
piedad alguna... soy el culpable de todos los males,
están locos, algo no concuerda, es lógico pero no
concuerda, la violencia que generé desde mis inicios no
tiene que ver con el mercadeo de todas esas sustancias
y objetos dolorosos que rondan en la nocturnidad
parisina, sin mí, esto pasaría a ser un negocio
incontrolable, ¿el gobierno pierde dinero para
infraestructura ante la falta de turismo?... una mano
mueve los hilos... yo no soy marioneta de ninguna
mente enferma, ni de un presidente enano con tacos de
un metro y novia cantante, para ellos soy William
Faraday, no pueden encontrarme pero yo si... piensa
William, piensa, no deben estar lejos, son las dos y
cuarenta y dos minutos... para un ser noctámbulo la
línea temporal se resquebraja como acuarela en años,
mis pinturas tienen que existir, tal y cómo lo hizo Picasso
hasta sus últimos segundos. La adultez no es más que
un proceso lúdico y con las mismas bases primitivas que
nos destilaron en las bondades de un consumo hasta el
centro del alma, allí dónde ya no hay parcelas privadas.

Dos y cuarenta y cuatro, he oído unas hojas caer en las


inmediaciones, una tras otra se apilaron, pero no pude
encontrarlas... camina... el cabello de una bella mujer

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

me acaricia el rostro, puedo dormir para siempre con su


fragancia desprendiéndose al igual que se desprenden
los sonidos, las energías y los satélites naturales.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

17

Dos y cincuenta y uno... están en la camioneta todos


apilados, descomponiéndose bajo los efectos del
tiempo, el oxígeno y... mi oreja, sangro, me quema, mis
pies, mis manos... ¡ah! esos sonidos nuevamente...
silencio... ¿quién eres? ¿qué haces detrás del espejo?,
no voy a iluminar mi rostro para verlo nuevamente, no
hay condiciones de ningún tipo, nadie dice qué y dónde,
ah, malditas heridas, si ellos quieren, la sangre
mezclada se coagulará durante toda la noche, si es
cierto, la comisión descubrirá lo que están cociendo, sus
ingredientes, bestias, asquerosas bestias inundarán los
caminos y cortarán las arterias de este corazón, París,
tienes visitantes y esta vez no son turistas.
Sus pasos contracturados, de ira... estoy detrás de las
columnas, veo la furgoneta mal iluminada, han
encendido las luces, dos filas perfectas de trajes negros
y camisas blancas, si parecen agentes de MI6, morirán
de todas formas, el material que me protege... mis...

-William si sigues dos minutos más aquí te


encontrarán, y no tienes buena forma._ su voz, esa
voz, que quiere...-Tienes que seguir las huellas
William, ellas te guiarán a la habitación, alguien
quiere hablar contigo._ su voz es tan...
-¿Osas aparecer aquí pedazo de mierda?¿dónde te
escondes engendro?, ya te tocará tu turno, no
desesperes, a todos les toca ver el rostro de William

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

antes de..._ siento miedo por primera vez, otra vez el


encuentro con las emociones, no puedo precisar si es
realmente... estoy preocupado, y ¿si muero antes de
qué los trazos...?

Soplan humo de sus bocas, tienen trajes muy caros,


gastan el dinero sin pensar en el futuro, luego quieren
que Europa siga creciendo, el este ya se perfila un
aliado más, Asia comienza a fortalecerse con Rusia y
Bolivia, pronto tendremos más amigos en la ciudad y no
estaré para verlo... serán nuevos amigos... Están
disparando sobre los cuerpos, lo hacen por miedo,
descontento y simplemente porque creen que estoy
debajo, apilado entre la mierda esperando ser colgado
frente a toda la red de los veinte distritos... pues no, mal
acabarán pensando así. Arrojo uno de mis cuchillos
contra uno, acaba de caer lentamente, es el último,
disparan sin saber muy bien a dónde, me muevo por las
columnas, he pasado tres, ¿qué huellas?, no hay
puertas, no hay ventanas, si esto parece el patio interno
de un convento pero sin cuartos de castigos. Isabelle ha
sido un error, tengo tantas preguntas... ¿quién eres
Isabelle?... me has soltado en medio de la jauría y no sé
muy bien a dónde correr, me duele el cuerpo
completamente, no tengo medicación.

-Sigue, queda menos._ su voz reaparece otra vez, su


enferma y agraciada voz, su...

La quinta columna me revela un cuadro pictórico, caen


dos más, pero si, están comenzando a atacar, un
helicóptero dispara desde el cielo oscuro, su sonido,
suena a fuegos de artificio, la guerra ha comenzado y no

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

estoy en ella, están padeciendo el plomo en sus


entrañas... las dos columnas estallan, los primeros se
refugian en la furgoneta... explota, corren y mueren
mientras intentan burlar las ráfagas de luces
incandescentes, caen paquetes negros en sogas que no
puedo ver, se están dispersando, van a tomar el control,
estarán bloqueando todas las salidas y entradas, todos
los accesos peatonales, me queda la arteria que mejor
conozco y que nunca me falló... toda la red del metro
tiene pasadizos que mapeo a la perfección, dormí
durante años allí, hasta que esos lunáticos se
contactaron conmigo para seguir los rastros de los
trazos de Montrouge. Disparan a discreción, tengo que...
las huellas, una mano sobre la columna, la novena
columna, no puedo caminar, puedo, no puedo, ¡ah!, mi
cuerpo, ¿qué me está pasando?, la medicación, no hay
efecto placebo no tengo nada con qué engañar este
maldito cuerpo, me quedan horas, voy a llegar al fondo
de esto aunque tenga que hacerlo sin manos. Solo un
poco más, solo un poco, se acercan, puedo oír sus
botas duras, sus pasos firmes, están decididos, los han
convencido de la gloria y el dinero, París será un nuevo
tesoro para todos los soldados de la comisión, recuerdo
los intentos anteriores en el aeropuerto... Europa sabe lo
que significa esta base intermedia con África, van a
explotar cada centímetro... la huella está húmeda, pero
si es... la sombra que hace en la esquina, el punto
neutral y ciego en este cuadrado perfectamente
iluminado, las disposiciones de las columnas tienen un
sentido... estoy en la sombra, los veo venir desde las
otras dos puntas de los corredores, noto sombras que
se dibujan, desde el centro de la plaza vienen otros, los
estoy viendo, ellos intentan verme... la piedra se mueve

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

lenta, estoy dentro, está muy oscuro, estoy dentro...


avanza... siento los disparos opacados, tiene que ser
acero reforzado en al menos diez capas con concreto,
disparan con un gran calibre.

-Solo un paso más William._ su voz, está jugando


conmigo, he soñado con su voz, sus ojos...verdes... muy
verdes y cristalinos, como el agua de aquél valle... ¿cuál
valle?_ los disparos continúan es posible que sigan
intentando con explosivos, pueden tardar solo dos
minutos en volarlo todo.

Está absolutamente desprovisto de luz, siento el frío en


mis entrañas... avanza... hace algún tiempo que no se
removían mis entrañas en el hielo, estoy ácido por
dentro, me está comiendo mi propia cobertura, estoy
escupiendo, vomitando restos de nuevos fluidos,
arrodillado y sin aire... no conozco la debilidad, no puedo
reconocer el sentimiento, no tengo memoria de... creo
que hay alguien más aquí. Otras luces se encienden,
creo que el suelo se mueve o desliza sobre algo, siento
las vibraciones, recuerdo la máquina de Tesla.

Has tardado mucho menos de lo que esperaba, uno de


nuestros enviados ha muerto, lo has matado sin
preguntar. Has venido a nosotros más rápido de lo que
esperábamos, te felicito.

-¿Gerard?_ algo me dice que el gorila del club ha


muerto.
-He ido a verte, no pude entrar al Kaos, tu monigote no...
-Yo no hay monigote._ suele hacerlo.
-Lo suponía... ¿por qué estás aquí Gerard?, ¿están

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

juntos para soportar mejor los ataques?, si crees que me


tienes estás equivocado._ sigo arrodillado, termino de
escupir y me reincorporo algo fastidiado.
-No comprendes nada... ellos quieren algo nuestro, y
nosotros algo que poseen, la balanza tiende a
equilibrarse William, pero tú estás jodiéndolo todo, aquí
no tratamos sus imprudencias internacionales,
controlamos todo Europa desde aquí... y lo sabes, la
unión hace a la fuerza amigo... pero tú tienes que
interponerte...¿sigues buscando los trazos?
-No es asunto tuyo Gerard, quiero saber quién orquesta
todo esto, tienes que responder, ¡enciende todas las
luces!, quiero verte el rostro completo.
-Me cuesta entender William cómo tienes tanto
empeño... no hay un mano que mueve los hilos, no hay
jerarquías, tu nariz no tiene que estar en estos temas...
empolva tu tabique y vuela lejos William...
-La guerra ha comenzado, tu eres la primera capa de la
cebolla, ¿piensas morir en vano? ¿por dinero?
-El futuro está aquí... todas las células estarán activas
en menos de un mes, quedan semanas para el gran
golpe, nunca verás nada igual, porque nunca se ha
hecho nada igual... Alejandro Magno tuvo un sueño... el
nuestro es aún más ambicioso.
-Jajaja, ¿ahora eres un predicador?... quítate el manto
que te han puesto..._ no sabe que en unas semanas
seré abono para su ganado.
-Ríe William, ellos podrán atacar... pero todo seguirá
intacto. Ahora debes calmarte, seguir con nosotros,
esperar a que la tormenta se...
-Nunca..._ de eso nada capullo ignorante.
-Entonces no me dejas otra alternativa... ya no eres el
mismo ¿eh, William? ¿por qué sangras tanto?, si

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

necesitas un espejo._ espejos, alguien está detrás de la


penumbra y no quiere descubrirse.-¡Disparen!,
mantengan su cuerpo inmovilizado, ¿ahora no puedes
hablar William? tu tiempo se está agotando, pero no voy
a soltarte para que sigas destrozándolo todo, ellos ahora
están esperando que ataquemos, pero mejor nos
quedaremos en un silencio de iglesia, invisibles,
mirándolos desde los montes. Revisarán toda la ciudad
y ninguno caerá, aquí todas son puertas sin manijas,
son clavos ardientes y rincones a ningún lugar...
dispararán y morirán civiles, los pocos que quedan en la
ciudad, ¡tu ciudad William!_ puto enfermo mental, si
pudiese moverme te cortaría a trozos la lengua,
quemaría tu retinas con un alfiler y te haría sudar de
miedo. Seguimos moviéndonos, creo que estamos en la
arteria que mejor conozco, usamos seguramente algún
canal alterno, en las guerras globales estos fueron los
túneles de los títeres de uniformes, ellos me llevan...
creen que sigo siendo parte de... están dando fuego a
mi ciudad, a mis protegidos, y no hay nada que yo
pueda hacer, conocen como capturarme y mantenerme,
no es la primera vez, Gerard lleva tiempo buscándome,
me teme, yo lo he encontrado, cree que ganará
prestigio, si es por eso, por el poder mismo, por la
abolición a la esclavitud mental de no ser más que
huesos en movimientos... mi cuerpo, ahhh, aahh mi
venas van a explotar, mis pulmones... huelen a miedo,
mis fluidos escapan, me deshago nuevamente, no hay
luz, solo es el sonido del movimiento... susurran algo,
siento el viento de sus agitaciones. Han pasado doce
minutos, los he contado, siempre cuento el tiempo, es lo
único que me mantiene en orden.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Son las tres y tres minutos... Estoy sobre un carro, veo


las luces del techo aparecer y desaparecer, atenuarse y
fortalecerse ante mis retinas cansadas y acostumbradas
a la oscuridad, el silencio es perfecto, dormiría... ya no
soy el de antes, Joan Ledoux, Isabelle me ha dicho que
Joan había experimentado por el bien de la humanidad,
¿qué tiene que ver Joan con los trazos que aparecían
en sus manuscritos?, creo que el hombre ha nacido
como una especie aleatoriamente destructiva, todas las
especies que contienen la información violenta que
genera la cadena de los... las expectativas de las
proposiciones no demostrables nos enciman a una
especie capaz de establecer una nueva subespecie,
Joan trabajaba con esos humanos, eran clones
deformados y sin recursos, una pesadilla... las
gestaciones suspendidas por meras prácticas... ¿por
qué tenía esas vidas reclusas en su laboratorio?, hacía
de ellos una opción inútil, el medio no justifica el fin, ¿su
finalidad era quizás inmortalizarnos?, todas las
civilizaciones hablan de lo mismo, creen tener las
fórmulas mágicas para alcanzar la composición perfecta
del cuerpo, somos líquidos, soy estos líquidos eléctricos
que fluyen ahora mismo, mi olor les descompone, no
puedo evitarlo, me deshago por dentro. El ADN pudo
darme una respuesta a mí, tuve las oportunidades para
reconstruir, para extirpar la primer porción afectada,
ahora puedo... caen sus gotas de sudor, no aguantan...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

están mareados, se detiene el carro, o lo que sea que


nos moviliza por la sub capa terrestre.

-Hemos llegado William, te están esperando...


-Están escondidos como ratas, usan sus caminos
naturales, no hay otra palabra que los defina.
-La paciencia hace al rey William, todo a su tiempo
cobrará un sentido real, tendremos todas las piezas
encajadas, no es solo París mi viejo amigo.
-¿ahora planean ir en contra de los ejércitos?, es
imposible, la ambición... lo quieren todo..._hablo por
momentos, me cuesta la locución.
-Nuestros planes están perfectamente delineados, tu
eres un cadáver parlante, disfruta de la compañía de tus
ex compañeros, quizás no los recuerdes, solo sabes
maldecir, puto cabrón deforme... fuimos nosotros
quienes te dimos una identidad cuando estabas en las
calles sin saber cómo morir... te dimos la vida que llevas
y nos has pagado así... William, disfruta de la compañía
de quienes te odian por ello..._ nos hemos detenido,
bueno yo, Gerard se aleja, el eco en los golpes delata
una gran sala diáfana, ¿cuándo estuve pidiendo morir
en mis calles?, ellos lloraban para que no los
descuartice bajo las sombras y el hedor de mis túneles
preferidos.

Escucho sus copas, sus voces, el griterío está


apagándose lentamente, creo que estoy en...

-¡Silencio!, ¡silencio!, ha llegado, aquí tenemos


compañeros al gran desaparecido, a nuestro Cowboy
parisino, ¡este es el rostro de la muerte señores!
¡William Faraday nos acompañará en esta gran velada!,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

no teman damas, no quiere moverse, está algo malo de


salud..._ sus risas cómplices, creen que soy un león de
feria muerto de hambre, Kafka lo sabía... sabía lo que
era el genocidio interior, murió con ello. No puedo
hablar, no me lo permiten... estoy recostado, envuelto ó
embalado, mis pulmones no hacen más que
presionarme, necesito aire, quiero aire, me ahogo,
necesito aire y agua, mis heces están líquidas como una
capa de mi espalda, siento el calor en mis manos, las
botas me aprietan mucho más que antes, veo sus
rostros en esas pequeñas celdas, Isabelle amaba a su
hijo, no puedo entender el verdadero amor de madre, si
es que los genes... la capacidad de olvidar por la
evolución, procrearían juntos si la tierra fuese un nuevo
edén para poblar... todo es tan... mis deseos de muerte
se apagan, estoy vencido, ellos quieren verme muerto,
descuartizado entre sus pies, así dormirán más
tranquilos después de esta guerra contra nadie... ellos
tienen que saber que están aquí... ¿qué piensan hacer
con el mundo? París es pequeña pero efectiva, se les ha
ido de las manos sus pretensiones... la sequía puede
matarnos como la fiebre amarilla, la peste... yo soy la
gripe porcina... y las nuevas... puedo serlo quizás y no lo
saben... hay hormigas que se inmolan contra sus
enemigos, no tienen artificios, sus químicos se activan
cuando lo desean y expiran por un fundamento orgánico
y no moral... no obtengo nada matando al embrión, hay
otro germen más fuera intentando colar el orden... no
hay niveles que... Joan... Isabelle no tiene rostro...
¿quién está detrás de los espejos?

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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-Hegel dijo que la historia es el proceso de la conciencia


de la libertad afirmando después que nada grande se
hizo en el mundo sin pasión... la que nos caracteriza...
compañeros hoy tenemos una gran misión
encomendada, debemos seguir pacientes esperando
nuestro momento, la pasión existe y nos mantiene en
ese camino insondable para todos los que están allí
fuera, habitando el mundo sin futuro alguno... repletos
de males brutales... Groucho dijo que el poder político
es simplemente el poder organizado de una clase para
oprimir a otra, nadie combate la libertad, a los sumo
combate la libertad de los demás. La libertad existió
siempre, pero unas veces como un privilegio de algunos,
otras veces como derecho de todos... nuestra espera
pronto llegará a su fin, el comienzo del proceso nos hará
hombres libres, todas las células están debajo de los
mares, montañas y desiertos, en todo el mundo nos
están escuchando en este preciso momento... hoy es un
día histórico, nosotros seremos quienes reescribamos la
historia para esos brazos futuros de unión global.
Estamos cansados de la administración de la burguesía
antigua en su poder ejecutivo, sus negocios nos han
llevado a las cloacas de las grandes capitales, el mal por
el bien pronto nos dará otra concepción binaria y similar,
será el bien y el bien, por intensidades... caerán todas
las columnas de sus templos adorados, el mundo no
sucumbirá, las especies continuarán sus cursos

107
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

accidentales... pronto volveremos para integrarnos... al


final el mundo sin insectos perdería todas sus especies,
pero sin humanos prosperaría, no queremos llegar a
eso... ¿no?... no lo creo... luego vemos su guerra, sus
disparos... son expresiones vacías y necias...
contemplarán el error, lo estudiarán, pero no
encontrarán la cura... porque no hay cura para erradicar
el mal humano, el gen de la humanidad._ no sé el
nombre de quién habla pero suena convincente, me ha
absorbido con sus palabras, pude dejar el dolor interno
de mi cuerpo, las heces y el daño irreparable de mi oreja
para escucharlo sin pensar más que en las imágenes de
sus planes... tienen grandes planes, esconden grandes
mentiras, pero también tienen una gran ambición de
poder, esa humanidad de la que habla no puede
abolirse, son hombres, simples y condenadamente,
hombres.
-A las 7 y treinta y tres minutos nuestras sociedades
precarias y disfuncionales se convertirán en el nuevo
proyecto del magnánimo... un hombre hace mucho
tiempo creó una nueva humanidad, Joan Ledoux fue el
punto inicial de todos nuestros esfuerzos durante las
últimas dos décadas en las sobras del conocimiento,
Ledoux trabajó muy duro por nosotros, sacrificó su vida
en nombre de la ciencia humana y le debemos un
supremo respeto, su muerte fue trágica pero su legado
infinito, en los laboratorios de la organización pudimos
reconstruir sus prototipos y lograr el mismo resultado
tras los 277 intentos, la supervivencia de ese primer
nacimiento nos elevó a lo que hoy somos en todo el
globo... Ledoux tenía claro que el mundo no podía
continuar con nuestra presencia actual de carácter
bacteriano, nuestra evolución no ha hecho más que

108
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

lastimar los millones de años de esfuerzos naturales,


nosotros somos quienes reivindicamos sus palabras,
sus escritos y los regamos por todas las civilizaciones
durante la última década, nuestros divulgadores han
intentado elevar la consciencia del resto de la
humanidad, han hecho reformas legislativas en las
primeras potencias del mundo y ellas no han hecho más
que darnos las espaldas, intentamos por todos los
medios avisar a las sociedades de los peligros que hoy
se originarán, ellos continuaron el daño y nosotros solo
podemos ofrecer un silencio, un respiro a esas almas
que pronto volarán enérgicas sobre la superficie
terrestre..._ si traman algo, es muy gordo, muy trágico y
muy determinante.-En el último siglo conocimos el poder
destructivo del poderío atómico, también sufrimos los
desastres de nuestras búsquedas de energías
contaminantes, hicimos de Tesla un monigote absurdo e
irreconocible, los científicos y divulgadores de todas las
lenguas fueron callados y asesinados
sistemáticamente... pero este siglo no es el que piensan
que es, no es la década maya, ni el Apocalipsis, es el
comienzo de nuestros descubrimientos, la elevación de
nuestras razas, tenemos en todas las células los
laboratorios esperando la señal para reconstruir nuestro
sueño, nosotros junto a ellos, nuestras creaciones... el
mundo de Ledoux está a punto de existir... compañeros,
cada uno de todos los presentes eleven sus intenciones
sinceramente, hoy en el minuto treinta y tres el sol
iluminará otro presente._ están enfermos, ¿a quién
aplauden? si es un megalómano con suerte, Ledoux, si
lo maté fue para evitar ver más humanoides deformes,
no puedo permitir que continúen... deben saber... ¿qué
van a hacer? ¿cómo van a...?, mi cuerpo es una unidad

109
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

gastada a punto de la descomposición, ¿por qué


pretendo salvar esas vidas si son igual de ambiciosas
que estas?
-William Faraday fue la primera respuesta-¿yo?.-lo
buscamos durante dos años, dimos con él en los túneles
que hoy nos comunican y nos mantienen vivos, gracias
a su composición pudimos construir el resto de los
prototipos, William es un milagro señores... sin él París
no sería lo que es_ ¿de qué mierda habla este enfermo
mental? yo maté a ese científico, quemé sus
experimentos, yo soy William Faraday porque elijo serlo,
ellos me engañaron, no soy ningún... quieren hacer
creer eso al resto, no soy más que un hombre muerto,
mi aspecto... ellos no tienen que ver conmigo... yo creé
la semilla, sembré el germen en París y ello jugaron muy
sucio al recoger todas las plantas del daño. La
culpabilidad puede ser un proceso corto, o una nefasta
noche de insomnio y lágrimas.

Son las tres y treinta minutos, faltan cuatro horas y tres


minutos.

Y no tengo respuestas.

...Escucha William, escucha... no voy a darme por


vencido, no me cuesta esfuerzo seguir vivo, quiero la
verdad ante mis ojos... cueste lo que cueste.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

20

Estoy derecho, tieso, ellos están sentados, no hay


ventanas, la puerta se ha desdibujado, creo que no
existen accesos desde fuera, es una habitación que
tiene al menos unos treinta metros cuadrados de
superficie... escupo, ninguno habla, aquí el silencio tiene
sonidos a aspiraciones y expiraciones, están algo
inquietos y borrachos, sonríen, se miran, se agitan y
acomodan en las sillas, esperan algo, pero no sé muy
bien que es lo que esperan. Me retuerzo, lo intento,
estoy amarrado con una capa de acero maleable,
parece un sábana pero tiene la misma resistencia, tengo
la cabeza descubierta, ahora puedo hablar, siguen
mirándome, dos sonríen.

-Tus cambios son evidentes, estás muriendo William,


nunca creí llegar a ver este momento, llevo fantaseando
años, pero tenías que caer en nuestras redes justo hoy...
no confío en ti, nunca lo hice, eres un embustero... un
animal de circo, es allí donde debes estar, esperando a
que todo acabe para ti y dejarnos hacer lo nuestro con
tranquilidad, al menos merecemos esos respetos,
tenemos a cargo un futuro de renovaciones, nos llevará
al menos un siglo reparar ciertos comportamientos._ los
cuatro me miran, están sentados en cuatro sillas
dispuestas en una línea horizontal, cada uno espera su
turno, me recuerdan al puto juicio por las víctimas del
terrorismo hace al menos unos cinco años, cuando las

111
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

mafias eran juegos de niños. Él tiene una camisa a


cuadros de colores rojo y blanco, fuma y bebe mientras
habla.-Te quedarás aquí junto a nosotros esperando a
que todo marche sobre sus ruedas, creen que todavía
eres peligroso, nos tienen encomendado mantenerte a
salvo y controlado.
-Nadie puede controlarme, no sé quién eres, ni sé si me
conoces, pero ten por seguro que tu rostro puedo
reconocerlo aún con deformaciones. ¿Quién me desea
quieto en esta fiesta donde todos bailan?..._ uno intenta
contestar y se calla, el de la punta me mira fijo, su
mirada me recuerda a la de una cobaya peruana.
-¿Quién crees William?
-Las preguntas las hago yo._ memo de mierda.
-No hay preguntas que contestar William, esto no tiene
que ver contigo, tú crees que hay respuestas, el camino
se inició sin ti, llevamos mucho tiempo desarrollando
todas las posibilidades, juntar a los inversionistas nos
llevó cinco años, fue muy caro convencerlos de la
utilidad del nuevo orden._ escupe mientras habla,
parece disminuido mental.
-Son un logia, un grano en el culo de las potencias, no
pueden hacer nada, seguro planean suicidarse en masa
por el calentamiento global, les da igual por qué... solo...
lo hacen._ lo vigilo y desafío.
-No tienes fundamentos, no sabes lo que significa el
nuevo orden, las imprudencias nos llevan al límite, ni el
planeta va a perecer ni la especie va a desaparecer, no
hay tampoco radiaciones que nos amenacen ni
colisiones extraordinarias que nos extingan, el proceso
cero tiene un fin, una lógica, la creó quién fue tu víctima
tercera William, gracias a tu sentido de la venganza fría
pudimos conocer un aspecto que desconocíamos de

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Joan, tu don por la muerte nos abrió caminos mucho


más rápido que ningún arma o droga, eres nuestra
carga negativa que nos equilibra, pero te odiamos
William Faraday, odiamos tu existencia porque nos
recuerdas a ellos..._ grita exacerbado por el alcohol.
-¡Jugaron sucio! ¡son marionetas!, nimias piezas que
mueven con la pasividad de quién efectúa un disparo en
la cien a una niña, desde su despacho, cueva o avión lo
mueve todo, él sabe esconderse de todos ustedes, ¿le
creen? ¿creen en esa mierda del nuevo orden?, las
trampas a veces se visten de seda, con alcohol y
mujeres bellas, así caen, uno a uno, así vi como cayeron
todas mis víctimas, sin tener tiempo a pensarlo... ¿me
odian? ¡la ciudad corea mi nombre!, ¡París quiere el
caos y yo se lo doy!, ¿quién osa cambiar el corazón de
Francia por uno artificial?, no lo saben todo, no lo sé,
pero voy a averiguarlo..._ fisgan en sus copas vacías,
sueltan el tabaco, se paran dos, me golpean, me
escupen, me cortan el rostro, uno me acaba de mear, se
ha reído en mi cara.-No tendré piedad, no conozco el
miedo... estoy furioso...¡no hay dicho nuevo orden!_ me
tira con su botella de alcohol un chorro para verme
intentar retorcerme como una babosa repleta de sal.
-Te equivocas, no puedes comprender lo que
desconoces, el nuevo orden supera tu visión unilateral
de la violencia indiscriminada, no tienes control sobre
tus acciones primarias, menos con tus pensamientos al
ejecutarlos como palabras, no conoces nuestro trabajo,
solo has visto la capa superficial y aparente, te crees
muy listo William... pero no lo eres.
-¿Dónde mierda están los trazos de Montrouge?
¿¡dónde!?_ estoy exhausto, no quiero oír más todo ese
rollo infinito del nuevo...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Los trazos de... llevas años buscándolos, tu debilidad


no te conduce a ningún espacio, no tienes pruebas de
su existencia, no sabes lo que son los trazos de
Montrouge, no tienes ni una mínima idea de lo que
representa, pero yo sí... sé lo que significa cada
milímetro de su lienzo... no tienes idea de lo que es,
¿eh?, te dijeron que los busques, trataste con ellos y
con nosotros, regaste el caos solo por los trazos sin
reconocer su verdadera importancia. Das pena William,
nos das lástima, ¡mírate!, en lo que te has convertido,
¡mueres por algo que quizás no existe!, te engañaron
William, tú eres la pieza central de sus movimientos...
nuestro legado comprenderá en unos siglos que el
bienestar tuvo una base fermentada de violencia y
degeneramiento... pero estarán felices de haber
mutilado a el noventa y nueve por cien de la
humanidad... reconocerán el sacrificio que están a punto
de hacer billones de humanos en todo el mundo... eso
nos abrirá todas las puertas al nuevo conocimiento, a la
evolución verdadera, la línea que hoy es borrosa por la
culpa de las tecnologías fruto de... Joan Ledoux no tiene
ningún precedente en toda la historia, él lo logró, logró
contemplar la simplicidad de los elementos y no contuvo
mentalmente su tiempo, lo donó para el bien... ¿qué se
siente ser el hombre mas odiado?...
-No siento más que el calor de mi odio... tú serás el
primero, si escapas solo ganarás algo más de ese
preciado control numérico._ lo miro, puedo comerlo e
imaginarlo sufrir hasta su muerte en una agonía
inaguantable.
-Los desposeídos tienen un mundo que ganar...
-¿En dónde? ¿en los cielos de sus Biblias?, van cometer
un genocidio... pero no hay forma de lograr tal evento

114
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

sin destruir al resto de especies... son unos bárbaros


vestidos de Armani.
-Te equivocas... la misión de la ciencia es catalogar el
mundo para devolverlo sano a Dios y en orden,
Unamuno lo predijo inconscientemente mientras
trabajábamos en crear la apariencia violenta de tú
ciudad y bajo tú nombre... eres... _ lo mataría ahora
mismo, solo con escupirlo puede morir, está borracho,
quiere decir sus verdades, cree en el cambio y no
comprende que en unos momento la ley estará aquí
disparando a todos reduciendo sus planes a sangre y
ojos cerrados.

Son las tres y cincuenta, su reloj me lo enseña.

... nada es perpetuo... las montañas se hicieron planas


de esperar que las especies florezcan, pero no hubo
nada de vida allí, era un planetoide vacío y sin luces... la
la bola giró hasta hacerse un óvalo perfecto en su
superficie.

115
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

21

-¿Por qué suenan los avisos?, llama a Igor, que


controlen las nueve otras combinaciones, todos los
túneles tienen que estar cerrados en dos minutos, de lo
contrario... ¿qué miras infrahumano? ¿de qué ríes?_
estoy gritando, aullando de risa, los estoy volviendo
ratas estresadas.
-¡No hay nada que hacer!, ya están dentro, pronto..._les
grito para que suden más.
-¡Activa todas la cerraduras!¡concentra los gases en los
túneles a, b, en las combinaciones 3, 1, F32... ¡acciona
todas las compuertas!... ¿quién es más listo aquí
William? ¿¡eh!?... tienen que haber intrusos a punto de
ingresar a la sala magna, avisa, que evacuen ahora
mismo, ¡todos debajo del gran parque!...¿estás contento
William? ¡nada puede detenernos!, hay sitio para cada
uno de nosotros en el perímetro de los veinte distritos de
la ciudad, cerramos y abrimos nuevos caminos, esos
uniformados del gobierno estarán muertos en unos
minutos... sus sistemas nerviosos centrales están
comenzando a colapsar... lo siento mucho William, te
quedarás solo para ver el acontecimiento.
-¡No hay camino en el espacio!, ¡son nuestras
percepciones interiores que se proyectan enfermo
numérico!... ¿escapan así roedores? ¿me dejan solo?
¡cobardes!, solo es tiempo... un poco más de aire para el
ahogado._ están saliendo por otra puerta integrada a la

116
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

pared, no lo hubiese sospechado, lo ha anticipado,


tienen caminos nuevos... no sé cuantos son, no tiene
por qué preocuparme el final de toda esa gente, yo solo
quiero saber por qué estos hijos de puta me dicen que
los trazos quizás no sean más que un móvil, lo sé... me
utilizaron, necesitaba tener un sentido, pero los trazos
estoy seguro que existen... tienen que existir... son
verdaderamente importantes... tengo que quitarme esta
celda, tengo poco tiempo, el silencio hoy vale oro. El
último me mira, es el que me ha soltado toda la
información... me otea, está por marcharse pero quiere
decirme algo, sonríe conforme piensa lo que va a
decirme.
-William... el verdadero odio es el desinterés, y el
asesinato perfecto es el olvido... ese fue el plan maestro
de Joan Ledoux, para comenzar sobre el bien hace falta
fundar un cero absoluto... no pienses en este fatal día
que comienza lentamente, piensa en el futuro..._ cierra
la puerta, desaparece, estoy seguro que llenarán de gas
ese camino al sellarlo, son inteligentes, borran lo
anterior... reflejan sus actos futuros, están en la sala, los
puedo ver por las imágenes de las pantallas, golpean las
paredes, son los uniformados, puedo ver a algunos
rostros conocidos... no saben dónde está la puerta de
acceso... gritan, no hay nada... solo comida y vino en el
suelo... dan vueltas en círculos, están desesperados,
comprenden que están encerrados y que pronto
correrán la misma suerte que todo el resto en los túneles
sellados... golpean las paredes, están cerca mío... estoy
moviéndome, no puedo salirme de esta celda, pero sí
puedo mover mi cabeza, acabo de caer... grito, chillo,
tienen que oírme, sueno animal... no sería ninguna
tortura ser animal.

117
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

¿Qué es ese pincel sobre el lienzo?... tienen... sus


colores, puede ser un edén, no es el original de la
Sixtina... puedo ver su mano al pintarlo, solo veo trazos,
no encuentro más que líneas de un solo color, ni hay
una uniformidad pictórica, no puedo ver el rostro de la
pintura... puede ser un cuadro hermoso... sus colores...

Atizan, creo que han oído mis gritos, golpean fuerte y ya


son tres, intentan golpear los bordes, intentan romper
algo... no puedo ver nada, estoy boca arriba mirando el
techo... tienen que poder hacerlo, sino pronto no habrá
más que óbito, por miles, no creo que logren cumplir sus
promesas, es imposible matar a esos billones que
pretenden... tienen un líder, todos lo tienen, ¿quién es
esa mano blanca que mece la cuna?... me duelen las
nuevas heridas en el rostro, la oreja, el cuerpo, tengo
una acidez que me corroe pavorosamente, mi pies me
abrasa igual que mi pecho... están moviendo algo que
no veo, se acciona la abertura, lo que no era un paso, lo
que ahora es una puerta.

-¿Hay alguien más? ¿hacia dónde han ido?_ entran


siete uniformados, me ponen en mi sitio, no me tocan.
-¡Suéltenme!, tengo el camino en la memoria... ¡tienen
que soltarme!_ se miran, creo que saben quién soy, uno
le confirma la seña.
-Pulsa Luc, no tenemos tiempo._ le dice el que ordena al
más inútil._ se afloja el acero maleable, cae y hace un
estruendo ensordecedor, ha caído sobre los pies del
inútil, grita, se retuerce, toco su frente, cae, me miran,
me temen...
-No voy a hacer más daño, a menos que... era una pieza

118
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

inútil... tranquilos fue un error._ estoy en el suelo sobre


el inútil, mi cuerpo me falla... susurran entre ellos, me
pongo de pie... tengo que resistir.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

22

¿Dónde han ido William? ¡tienes que decirnos hacia


dónde han ido!_ me grita mientras el resto levanta al
herido, quedan seis, no voy a matarlos, tengo que seguir
la pista...
-¿Qué hora es?_ le pregunto a uno de ellos, me mira
extrañado.
-Las cuatro y cuarto...
-Queda menos, han ido en dirección Saint-Michel.
-¿Y cómo sabes eso?_ sonrío mientras pienso en la
manera mas simple y rápida de escapar de estos tubos
envenenados.
-Mi vida transcurre en las venas de París, soy uno de su
anticuerpos, depende la época soy otra cosa menos
agradable..._ cierro los ojos, puedo ver el entramado de
túneles que pueden combinarse con el de Saint-Michel
...
-Quieren ir a la catedral, porque hay túneles antiguos,
utilizan la red subterránea para refugiarse del genocidio,
tienen perfectamente acondicionado éste y el resto de
túneles, lo curioso es cómo el gobierno no advirtió esto.
-Había mucho descontrol William, entre tú y el resto
tenían su tiempo muy ocupado.
-Puede ser... no me fío de nadie... París es corrupta, y
los hilos cada vez tienen más colores en mi cabeza...
debemos... tiene que haber una puerta invisible entre las
otras paredes de la sala magna, ¿no han oído algún
sonido hueco entre los golpes?
-Yo sí, varios, uno de ellos es este, al oír los gritos...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Exacto, solo tengo que ver nuestra ubicación, dame...


¿tiene el posicionamiento global activado?
-No, hay un inhibidor de frecuencias... nada de nuestro
equipo funciona aquí abajo.
-No importa, por favor dejen espacio, debo ubicar las
puertas, al oeste, tenemos tres, pero no, aquellas dos
que usaba cuando me buscaban por el triple homicidio
de Mabillon en el León de Bruxelles... exacto, golpeen
por ese sitio, tiene que haber al menos dos aberturas...
-¡Suenan tres sitios aquí!... cuatro, son en total
cuatro...¿rompemos?_ le digo invitándolo a actuar.
-¡Sí!, ¡escuchen a William por favor!, no tenemos otra
alternativa... pronto todo esto se rellenará con ese gas...
-No es Sarín, ni el Mostaza, es Fosgeno una mezcla de
Cloro y Óxido de Carbono, sin protección nos asfixiará
hasta la muerte, no podemos seguir mucho tiempo
aquí...¿qué sugieres William?
-Al noroeste, iremos debajo de Boulevard Saint-Germain
hasta Saint-Michel, luego en el último tramo decidiremos
en la Rue de la Huchette ó Quai des Grans Augustins,
pero estamos obligados a subir a la superficie para
pasar el Petit Pont.
-¡Ya está!, tenemos tres aberturas, son angostas._ dice
uno de ellos.
-Yo voy por la central, es momento de separarnos,
saben que al salir a la superficie tienen que contactar
con sus superiores, tienen que advertir que en unas
horas acontecerá un hecho sin precedentes... tienen que
combatir, pero no en la superficie, ellos les han hecho
creer que la guerra sucede en las calles de mi gran
ciudad, pero se equivocan... a las siete y treinta y tres el
mundo conocerá la crueldad del silencio anónimo que
estuvo detrás esperando su momento... no creo que

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

puedan hacer nada, al menos que se refugien en los


metros... no sé que es lo que pasará, lo siento mucho...
_ nunca creí apiadarme de sus cuerpos y lamentarme el
fin de sus impertinencias... al fin y al cabo todos van a
morir... siete y treinta y tres, ¿por qué a esa hora?... voy
a dejarlo todo, no me quedan... camina... ¿cómo
piensan hacerlo?...

Estoy en el túnel, debajo de Boulevard Saint-Germain,


creo que los uniformados han elegidos otros caminos...
me duelen las manos, las rodillas... camino incierto,
inseguro, titubeante, impreciso, aquí vagaba durante el
día buscando un asilo, un paisaje que no me diera una
belleza abrumadora, aquí caminaba durante horas,
imaginando el resto de calles enlazarse en el
entramado, emulaba los entramados sinápticos... y
decoraba mi mente con nuevas imágenes, así
comprendí el funcionamiento de la noche y el día, fue
cuando concebí que las muertes deliberadas me
llevarían a un área, delante de un cuadro maldito... Los
trazos de Montrouge.
Llevo al menos diez minutos trotando, no puedo correr.

-Dobla, a unos cien metros están ellos._ su voz


nuevamente, se pierde en la sombra, ¿cómo sigue mis
pasos?... chasquea agua a lo lejos, no puedo perder
tiempo con él, ya me ocuparé personalmente, si doblo
no voy directamente a la Catedral, quizás no sea el
sitio... si doblo ahora saldré a los jardines de
Luxemburgo... es cierto, allí hay un sitio perfecto, ¿cómo
no lo había pensado antes?

Mientras me trepo puedo oír los zumbidos de los tiros y

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

las bombas , a la altura de la Sorbonne están


devastándolo todo, si se levantase Napoleón se
enfurecería hasta morir nuevamente. No pueden invadir
cual Irak todas las tropas de la comisión, no hay una
tregua visible, esta es la naturaleza de la que hablaba
Gerard hace un tiempo... y lo están demostrando
perfectamente, quizás para lavar sus consciencias de
todo el mal que espera venir muy pronto... ¿cómo
pueden estar tan seguros de la devastación humana?.. a
menos que Francois Truffaut se decida a hacer un film
de fin del mundo. No hay nada que pueda ser tan eficaz
y directo, lo menos que tiene que haber son daños
colaterales como ahora mismo mueren esos niños y sus
padres mientras corren por la rue de la Sorbonne... pero
decididamente no serán las bombas atómicas, no hay
vida para nadie después. Están muriendo niños frente a
la universidad, en otro momento pensaría que es una
manifestación antisistema. Lamentablemente no hay
libros en queja, son soldados perfectamente adiestrados
par asesinar a discreción, sin mediar sobre los malditos
valores, tendrán que montar un buen show televisivo
después, el escándalo internacional podría afectar los
estamentos asociados.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

23

Estoy subiendo por una escalera de hierro, en el centro


de los jardines de Luxemburgo, en medio del capricho
de Médicis, el palacio todavía contiene las almas de los
presos de la época del terror, una época alejada de la
réplica, pero nada fue como hoy. En el palacio se oculta
el Sénat componente crucial para la promulgación de las
sentencias de muerte de París, allí se albergan los
peores guardianes del poder, estarán pidiendo un sitio
de protección, es evidente y no pueden negarlo que
negociaron una porción... espero estar equivocado, el
bien y el bien no es posible para esas almas corruptas.
El pigmeo no tiene que estar en el Elíseo, esa escoria
se salvará, quizás no, ellos seguro acordaron un
convenio futuro, mientras que otros presidentes
simplemente morirán. No hay arcas de Noé ni naves
éxodo con los mejores del planeta, nadie que se precie
de humano puede creer que nuestro conocimiento es
vasto y concluyente ante la irrefutable irracionalidad del
universo frío.
Acabo de descubrir en medio del semicírculo principal
del parque un escalera cubierta del césped artificial, los
turistas no lo notan. Hay una compleja red de entubados
que me llevan a la sala central, otros me llevarían a la
Place Paul Claudel, no hay camino... aquella noche, el
pigmeo me lo pidió, me clamó que no mate a sus dos
guardias... recuerdo todos los asesinatos que habían
cometido por él, tuve que lincharlos, y al retirarme me

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

escapé por la entrada que acabo de utilizar, ¿cómo no


recordar en este horda de horror y espanto su rostro?,
no eran los tubos de ventilación... eran... los tubo de la
caldera central desmantelada hace medio siglo, hay tres
tramos que puedo combinar al igual que antes... ¿cómo
logran acondicionar la superficie subterránea del senado
sin que lo sepa el resto?... las redes se están ampliando
y no quiero saber hasta donde llega todo esto, solo
quiero dar con los malditos trazos, controlar que es lo
que sucede, a dónde pueden llegar sus amenazas,
porque de ser cierto solo podré intentar detenerlo todo...
quiero los trazos, ver quién lo tiene, su imagen y sus
rostros... quiero conocer el artilugio humano que está
detrás de toda esta maraña de enfermas coincidencias...
la humanidad... yo pronto cerraré los ojos, ¿qué hace un
condenado a la muerte en un circo romano frente a los
leones que asechan?... las ratas me rodean, me
recuerdan, hace tiempo que no vengo a oír sus
conversaciones, pasaba noches oyendo al pigmeo follar
con la modelo... solo para enterarme de las nuevas
directivas, solía presumir de su poder frente a su modelo
harto follada por otros, el liliputiense siempre fue y será
un vil e infame bastardo... así pude prevenir unos de los
ataques a los primeros distritos, en esos momentos los
trazos estaban tan cerca, luego todo se esfumó
nuevamente y me costó mucho barrer los otros distritos,
es un lugar en el que me encuentro bien, me recuerdo
algo más sano, fuerte, increíblemente fuerte, solo
ansiaba la sangre de París, quería que todos se
rindiesen ante el dolor de la muerte próxima... ahora soy
solo un veneno en pronta descomposición, un espía
deshecho y sin voluntad de aniquilamiento catastrófico,
pronto todos mis deseos se convertirán en paredes

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

derribadas y mentes reventadas.


Algunos parecen no estar en la sala central, o debajo de
ella, en las habitaciones contiguas a las del pigmeo
puedo percibir actividad, las ratas huyen he soltado
algunos deshechos y vómitos para alejarlas, necesito
prestar atención, el enrejado del último tubo no me
permite entrar, pero si oír sus voces nerviosas.

-Está buscándote, quiere dar contigo... no se detiene, su


descontrol puede acabar con toda la operación... el líder
está en la sala y tienes que hacer algo o te colgaremos
para que de contigo. Lo detienes y lo asesinas o
simplemente tendremos que deshacernos de ti..._ se
mueven, no puedo oír muy bien lo que dicen, pueden
estar hablando del pigmeo, de mí o de uno de sus
generales...
-No me busca a mí, el quiere al líder, hay algo que no
sabemos, el líder tiene algo que le pertenece, creo que
son los..._¿los trazos?, dime que tiene los trazos y...-
trazos de Montrouge, lleva años buscándolos y los tiene
el en su cubo de protección privado, nos está dando
muchos problemas, ellos ya nos han descubierto en la
anterior sala, aquí estamos a salvo, irán primero a la
catedral y al museo, lo último que harán es revisar el
senado, nadie desconfía de sus propios jefes...
¿verdad?_ ahora ellos, son parte de los otros, el poder
está a salvo, pero los cautivos continuarán muriendo en
esta guerra a la nada y en un nuevo orden que
pretenden. Tiene mis trazos, existen, lo sabía, mis
dudas nunca fueron fundamentadas desde mi razón, lo
sabía dentro mío, ¿quién es el líder?, ahora si tienen un
mano que mece la cuna, al final todo se reduce a un
escombro separado para condicionar el futuro... hay

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

otros enrejados que pueden proporcionarme una


ubicación clara, en el centro de la sala la cúpula me
ofrece un punto de referencia, ahora son miles de voces
susurrando levemente, el sonido ambiente se multiplica
en los tubos, hacen eco que viajan, las ratas se alejan
velozmente prefieren las afueras del parque, aunque
mueran a tiros y bombas... el Sénat está protegido, tiene
inhibidores de frecuencia, no pueden entrar a los
jardines con sus artefactos... la protección hace un
efecto cerrojo desde Rue de Vaugirard hasta la Rue
Guynemer terminando de unir el cerco con la Rue de
Médicis, el capricho de María era que el palacio del
Sénat tenga el nombre de su pueblo natal, pero no fue
así, pese a todos sus deseos solo quedó una calle con
su nombre... el peor de los males es la indiferencia.
Veo un reloj gigante, son las cuatro y treinta y cinco...
tengo poco tiempo... debo encontrar la forma de ingresar
por alguna abertura o conducto al menos a una de las
habitaciones.

La paciencia enferma la mente sana, la máquina al


operar sin algoritmos de matemática compleja hace de
sí mismo una central eléctrica con movimiento.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Huele a humo de puros, sonríen y charlan mientras


beben, es una fiesta en conmemoración de la acción de
todos los clanes del mundo para restablecer un
ordenamiento, según ellos sobre el caos global, un caos
provocado por sus garras metódicas y sus antiguas
generaciones. Ellos no son esos niños que están
muriendo a tiros ahora mismo en las calles de mi urbe,
donde la sangre se derrama e ingresa en mis túneles,
quizás sea deberían estar, en las venas de mi ciudad
perdida, irrigando vitalidad... no tengo piedad y
compasión por quienes desconocen las reglas de este
mundo. Eso no lo enseñan en las unidades de
enseñanza del buen funcionamiento ciudadano u obrero
repleto de títulos, que para el caso es exactamente lo
mismo.

-...Los recursos no serán alterados Ricard, se suprimen


los recursos humanos, la reconstrucción nos llevará al
menos un siglo completo, pero para estar nuevamente
operativos calculo que en una década podremos
controlar nuevamente nuestro espacio, ya no habrá
bloques unidos, ni unos contra otros, seremos mucho
menos para repartirnos la nueva y agradable torta, luego
del proceso inicial cuando suelten a los autómatas para
construir los nuevos templos seremos intocables.
-Creo que la violencia comienza a tener efecto, me
acaban de informar que han matado a la totalidad del

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

senado, cumplieron con la lista, no queda ninguno... ¡es


un buen momento para brindar mi amigo!

Estoy dolorido, no puedo moverme, los puedo oír reír y


disfrutar de la muerte del poderío Francés, quizás en
estos momentos en todas las capitales y subcapitales
esté sucediendo exactamente lo mismo, Nueva York
lleva unas décadas de una violencia desenfrenada, un
grupo de violentos lleva mi trabajo... al igual que en
Moscú, un grupo de neo tienen el control de las calles,
Quito sufrió los ataques de la guerrilla en sus ciudades...
el efecto réplica similar al de un terremoto tiene sus
efectos devastadores en todo el globo, nuestro mapa de
coordenadas gráficas y humanas. Creía que el efecto de
la violencia se debía a la respuesta de las sociedades
cansadas de consumir el capitalismo idiota, pensaba
que las generaciones frustradas querían poder, pero me
equivoqué. Mi odio no me dejó ver lo que preparaban...
el odio de todos ellos no hizo que notarán las capas
anteriores nada, la violencia es nuestra alma, nuestros
primeros pasos, el de las células mitocondriales por la
perpetuidad de la especie a toda costa... lo llevamos
instalados en la información genética, no hay nada que
hacer, quizás sea la mejor opción de cambio, limpiar la
destrucción, ampliar el conocimiento a todos y controlar
la natalidad para poder evolucionar a proporciones sin
ambiciones... por el contrario eso fue lo que sucedió en
los últimos cinco siglos, la ambición nos llevó a
establecer el mensaje procreador de máquinas
orgánicas de trabajo, solo para enriquecer a esos
gordos de puros. Hace frío, caen gotas de agua fría del
enrejado, huelo a mil demonios, me arrastro como
puedo por la tubería vieja y oxidada... recuerdo... "los

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

volcanes cesaron sus explosiones de lava, el níquel


comenzó a escasear en los mares y el proceso de
oxidación abrió el portal a la vida..."
Es cierto, todos esos procesos naturales, tantos años
geológicos para que una bacteria con ideas
presuntuosas quiera joderlo todo... las alternativas son
pocas, ¿cómo piensan asesinarlos?... sigo sin saberlo,
estos no saben muy bien cómo funciona todo esto,
simplemente fueron trasladados de sus mansiones a
esta gran sala... pero tienen que haber científicos
debatiendo sobre este tema, alguno que pueda
ofrecerme algo de luz, estoy hambriento, necesito mi
medicación, estoy débil, muy débil, siento el agua
podrida que recorre húmeda mi rostro cortado, repleto
de surcos recientes y relieves mal curados, huelo la
oxidación, el frío, no puedo dejarme vencer ahora, solo
quedan minutos, cientos de minutos... nunca el tiempo
fue tan acuoso y estéril.

Quiero los trazos, quiero al gran líder... camina...


...arrástrate.

Puedo ver un rostro maltratado y desfigurado...


recuerdo...-William Faraday, no puedes deambular las
calles, te matarán, ¡mira como estás! tienes heridas muy
profundas, quédate, solo arreglaremos algunas partes
que no... tenemos las herramientas para reconstituirte...
quédate con nosotros, Joan quería que seamos corteses
con nuestros invitados, tú eres su invitado principal, el
no tiene rencores con su asesino... descansa en paz...
sus planes comienzan a interesar en los laboratorios del
mundo, tenemos buenas noticias de los gobiernos,
ahora casualmente estamos en un proceso algo lento y

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

complejo, tú podrías ayudarnos Will... ¿nos escuchas


William?... duerme, pronto te levantarás con energía,
descansa gran pequeño... _ esa voz, puedo... su voz...
es tan... -¿Puedes verme William?, asiente con la
cabeza, esos es, abre los ojos mejor, tienes... ¿es
diferente?...ya no ves nuestros colores William, tienes
otra realidad frente a tus ojos... percibes de 0 a 3000
nanómetros... estoy ansioso por qué navegues la cuidad
comprendiendo esta nueva realidad... ya estamos
terminando algunos puntos sensibles, tenías muchas
averías severas, pero tranquilo, luego te
despertaremos... cierra los ojos... cierra... ¡cierra los
ojos!... ¡Jacques! ¡Jacques ayúdame!... eso es... respira
más tranquilo... aspira, eso es... pronto despertarás..._
¿Jacques?, no sé quién es o era... mis ojos... ¿qué
tengo en mis ojos?... siempre vi el espectro... no soy...
era... no recuerdo otros colores... mis ojos... ¿que me
hicieron?

Desperté en las cloacas, no fue un día especial, no


recordaba a nadie, al igual que ahora tenía sus
imágenes pero nunca pude encajar sus rostros y
situaciones, nada tuvo ningún parecido... no hubo una
imagen antigua... me pidieron ayuda dos años
después... me buscaron y me encontraron... yo... me
pedían que no los mate, disfrutaba de las sensaciones...
verlos tan asustados y expectantes, cagándose mientras
les cortaba los brazos me sugerían estudios, estudios
que se prolongaron satisfaciendo otros gustos... me
gustaba verlos sonreírme para que tenga piedad, fue
cuando los trazos me dieron una respuesta certera de
mi existencia... aunque nunca tuve bien claro lo que
significaban realmente.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Estoy sintiendo las vibraciones de las bombas, aquí


debajo todo se puede oír, se puede acceder a todas las
voces de la ciudad, mi planeta... sus gritos aunados...
las bombas extinguiendo la vida o destruyendo todos los
edificios y moradas... tengo un último aliento, es ahora o
nunca... tengo que acercarme al próximo enrejado,
escucho sus risas, tienen algo que decir.

-Ahora faltan dos horas con treinta y cuatro minutos


compañeros._ es Gerard, sabía que al final daría con él,
procuro hacer silencio, Gerard siempre está atento a
todo.- Nuestro Dios no nos hubiera dado la capacidad
de soñar sin darnos también la posibilidad posterior de
convertir nuestros sueños en realidad... compañeros es
un desafío que hoy no nos convierte en peregrinos
fieles, Dios sabe que lo que hacemos tiene un sentido
que será revelado en las nuevas generaciones... ahora
solo podemos analizar las muertes que ahora mismo
están aconteciendo mientras bebemos y sonreímos,
pero todo tiene una lógica que escapa a todas la
posibilidades que nos ofrece la moral, esta moral que no
costó quince milenios desarrollar... pero es momento de
silenciar todas esas voces, en cien años volveremos a
reinar este planeta pero con la mesura necesaria para
convivir en una armonía universal..._ lo escucho y solo
puedo convencerme de qué es real, nuestras
desmesuradas conquistas y revoluciones nos hacen
seres devastados por la frustración, el odio y el
resentimiento a esos conquistadores y conquistados
mezclados en las generaciones, y todo lo malo se
hereda.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Las ratas hacen sonidos extraños, caen gotas, Gerard


se ha callado, no puede oírme, no puede ser posible
que...-¿Quién ha dejado la ventilación de estas
habitaciones abiertas?... ¡todos a la sala!, ¡debemos
sellarla ahora mismo!... ¡malditos inútiles!_ Gerard grita
enfurecido...-¿Quién osa escuchar debajo de mis pies?
¿eres tú?... si puedes oírme... ven, protégete, tienes que
venir con nosotros... te he dejado allí para que
comprendas que ellos solo quieren curvarlo todo al
error... nosotros te protegeremos aquí dentro... cuando
pase todo podrás escapar... cambiará todo William... no
caigas en las garras de la mentira... tu realidad no es...
-¿Hablas de mi realidad Gerard? ¿cómo crees
conocerme tanto? ¡yo no sé de qué hablas!¡voy a
acabar con todo esto! ¡me utilizaron y ahora me pides
que vuelva a sus brazos a cobijarme!
-William, puedes elegir seguir viviendo... tú eres parte de
los que construirán el nuevo orden... junto a ellos harán
los imposible para reconstruirlo todo... no eres la maldad
que crees... solo tienes que cambiar la página que lees
una y otra vez... hay un libro entero detrás que no
puedes leer... es lo que te condena William, ¡tienes poco
tiempo compañero! ¡sube!
-¡No me llames compañero! ¡no soy parte de tú
proyecto! ¿quién está detrás de los trazos? ¡dime quién
es!
-No puedo, los trazos están protegidos, es la imagen del
nuevo... quién los tiene te espera... quiere...
-¿Dé qué hablas Gerard?_ estoy minándome de odio.
-Pronto lo sabrás, tienes que volver con nosotros... ya
tuviste mucho... la guerra se está encrudeciendo y no
tienes fuerzas... ¿puedes moverte? ... vuelve William o
morirás con ellos... tú no eres ellos, lo sabes... ¡te

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

destruirán mi amigo!, dónde quieras que estés lo


sabes...¿me oyes?

Huyo por el alcantarillado, las ratas corren delante mío,


estoy enfurecido... oigo todas las bombas y los tiros
funcionándose musicalmente, haciéndome un enfermo
corriendo en un tubo oscuro... hasta los ojos de mierda
ajena, acumulada de años de guerras civiles... que
asco... yo no voy a reconstruir nada, no quiero continuar
con esto.

Tienen dinero y ya suponen lograrlo todo, escoria


anidada en el cristal transparente y débil.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Primero tengo que invadir su sala, son muchos, lo que


tardaría en matarlos, ese importantísimo tiempo se me
esfumaría para aniquilar solo a una de las... ¿miles? de
células, no tengo tiempo, ni para mi cuerpo ni para
ellos... pueden ser millones en lugares remotos... las
ratas me han dejado de seguir, oyen los disparos aquí
fuera... no me cobijo de los tiros, corro todo lo rápido
que puedo por la Rue de Seine, la calle es angosta, miro
por la cúpula del senado que está detrás mío, nadie
sabe lo que se gesta allí dentro... nunca lo supieron,
todas esas aprobaciones para sus ganancias
personales... están clavando un cuerpo muerto en unos
de los barrotes de acero que se disponen a los largo de
las calles, es un símbolo que desconozco, es la
brutalidad abierta con la que operan las fuerzas del
orden, ahora descontroladas en una guerra contra la
población. No siento los pies, la mitad de mi cuerpo no
lo siento pero puedo correr, la noche es mía ya estoy en
Boulevard Saint-Germain, parecen zombis del cine más
grotesco cayendo sin poder comer sus cerebros
instruidos de soldados... hijos de puta, los comería vivos
a cada uno, follándome a sus hijas, son unos... hay
apostados grupos comandos lanzando muebles desde
los balcones, todos los coches están en llamas, los
gritos suenan como las olas que rompen en la orilla,
acabo de doblar en Rue du Bac, caen personas inertes
como maniquíes desde las ventanas, Hartwood arde en

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

llamas, salen de la Kogan dos uniformados sonriendo y


rompiendo todos los cristales e incendiando la antigua
librería... el medio evo no me resulta tan lejano... del
anticuario de André Metrot no queda nada... puedo ver
parte del Louvre y una bandera agujereada de Francia
elevada en asta, maldigo fuerte mientras corro por el
puente Ryal hacia el Jardín des Tuileries, los faroles
están destruidos, no iluminan más que los disparos... el
Sena brilla entrecortado por lo fulgores de los disparos
de largo alcance, puede ser Irak de noche, recuerdo
cuando enseñaban en la caja boba los ataques
nocturnos a Irak... nunca imaginé que París pudiese ser
intervenida... optamos por la violencia encubierta pero
desenfrenada... ahora nos están destruyendo, aunque
solo es el comienzo.

-¡Alto!_ ¿quién me da una voz de alto?


-¿Quién eres y qué quieres?_ escupo en sus botas,
estas se quedan marcadas.
-Hay un estado de sitio señor, sino quiere morir tendrá
que acompañarnos...
-¿Qué dices? ¡déjame si no quieres lamer tus botas
manchadas!, no es momento para esta mierda.
-Señor tendrá que acompañarnos de lo contrario
tenemos orden de...
-No puedes capturarme... y no lo intentes... ¿cuánto te
pagan por hacer todo este daño soldado?
-Señor tiene que...
-Dos medallas y luego le pagarán a tu mujer... pero no
creo que sea así... lamentablemente mañana ya no
existe... tu familia corre tanto peligro en su cómoda casa
de campo en las viñas que los habitantes de esta
ciudad, mi gran jaula... no tienes idea soldado de

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

plomo... pronto... ya verás, muy pronto sentirás que...


-¡Alto! ¡alto o disparo!_ y dispara, se lo he advertido,
ahora no tienen sentido esas balas... corro más rápido...
estalla el baño químico junto al puente... puedo oír las
balas impactar sobre los laterales que protegen al río. La
textura de la calle ahora es de asfalto, las líneas están
desgastadas, no hay peatones, tampoco ciclistas y el
túnel que desemboca en Saint-Honoré suelta llamas de
al menos diez metros de altura, es un caos frenético, los
quemados corren intentando apagarse en el sena sin
sospechar que los soldados esperar para gastar balas al
agua y teñirla de rojo escarlata.

Estoy debajo de la araña de acero, los árboles siguen


intactos, todavía no los han quemado ni destrozado en
mil pedazos, están demoliendo el Arc de Triomphe du
Carrouser, la pirámide del Louvre, estallan los cristales
puedo oírlo, es demencial lo que están haciendo...
quieren esos cuadros, malditos mercenarios de salario
mensual, no pueden hacer eso, no tienen derechos para
la destrucción y el robo... repiten las acciones de los
fascistas en la segunda guerra global... morirán con sus
cuadros en perfecto estado, la ambición hará que
mueran por ellos... estoy cerca, algo me llama, no tengo
la certeza... el Obelisco de Louxor... quizás allí
encuentre...

-En el segundo escalón a tu izquierda hay un hierro,


despégalo._ su voz.
-¿Dónde estás maldito? ¿quieres aparecer de una vez
cobarde? ¡solo me llevas a los problemas! ¡aparece!...
¡escapas!_ las sombras me confunden, acaban de
estallar dos bombas sobre el hotel Crillon, siguen

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

atacando mis... la galería nacional de Jeu de Paume...


se repite la historia, saquean lo que los judíos en un día
protegieron confiando en mi cuidad.

Caen trozos en llamas, los gritos se repiten, chocan


coches escapando del horror, no hay ningún sitio donde
puedan descansar en paz, algunos corren en pijamas,
otros desnudos... hay una pareja haciendo el amor
sobre el puente de la Concorde... ahora están muertos...
los tanques sueltan artillería pesada. El segundo
escalón, la reja no me impide saltarla, mide unos setenta
centímetros, solo son dos escalones, un hierro... hay
dos hierros sujetando otro, las inscripciones en color oro
brillan con las llamas y los disparos, es bellísimo. Suelto
el hierro, tiene dos letras WF, en la punta tiene una
combinación tallada, es una llave, el arco de triunfo ya
no se ve al final de Champs-Elysées, la torre no ilumina
con sus luces de letrero antiguo... debo ir al parque, allí
vienen más tropas por el puente, las rejas del jardín
están dobladas y sus aceros desperdigados, están
apostados varios grupos de soldados, tienen carpas de
enfermería, al parecer hay valientes que los combaten y
mueren por ello. Escojo el camino de los árboles, aquí
no pueden verme en las terrazas, tengo que adentrarme
hasta el final, el último rectángulo de césped, allí hay
una puerta...

Hay un grupo de gente apostado, ¿qué hacen


escondidos aquí?, ya los han visto, siento los pasos
firmes de varios grupos armados.

... el último rectángulo de césped.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

La noche ya se aclara, no sé si ellos pueden notarlo en


sus miedos insoportables.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Comienzan a ajusticiar lentamente, sus gritos se


deshacen, veo la sangre pintar el camino de las
galerías, el sena brilla por las explosiones, por un
momento siento que es una fiesta, París ya no es ufano,
su enfermedad la está de ejecutar pronto, al igual que mi
cuerpo está a punto del colapso final, puedo sentir a la
dama negra respirarme en la nuca con su aliento.
Hay cuerpos tendidos en el césped perfectamente
cortado, están calcinados algunos, otros mutilados,
diseminados por partes, señalizándome un camino
accidentalmente. Dos árboles que siguen la línea de las
terrazas esconden una pequeña puerta, tiene tres
escalones que descienden a medio metro debajo de la
tierra, la puerta es de acero negro pintado, el acero de
antes, tiene inscripciones y el aspecto aparente de un
cuarto de máquinas o de limpieza, podrían guardar los
jardineros sus herramientas.

Susurran algunos de los cuerpos que están tendidos


alrededor, mueven sus manos, claman piedad, están
sintiendo la daga llegar, lo sé, un bombardero está
regando de municiones todo los jardines, las llamas
están propagándose y los árboles al fin arden, la torre
parpadea a los lejos, estruendos de un gran tamaño se
diseminan repentinamente.

El hierro se ajusta perfectamente, me cuesta girar la


cerradura, lleva mucho tiempo cerrada... no puedo

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

girarla sin hacer palanca con otro... se abre


lentamente... no he tocado nada, solo he encajado el
hierro... sale polvo por la corriente del viento... huele a
óleo quemado, alguna combustión tuvo lugar aquí hace
mucho tiempo, el hedor penetra mis pulmones, ya no
huelo como antes, suenan y chasquean a su vez restos
de cristales en el suelo corrugado de concreto. Hay un
farol para quemar, raspo la mecha y se enciende, el farol
está intacto y me enseña un cuarto perfectamente
sellado de unos veinte metros cuadrados, en el
escritorio hay polvo, soplo fuerte descubro tres agujas
redondas, otras tres planas de figura de lengua de
víbora, Speculum Oculi, agujas lanzas puntiagudas y
cortantes, una cuchara de oro y de plata, bisturí, otro
bisturí pero este de Poyet, un garfio de Berengeuer...
recuerdo un momento de los ojos, ellos siguieron
operándome... "... la aguja por lo blanco del ojo, a dos
líneas poco más o menos del borde de la córnea... una
vez ganada la parte superior de... apoyar con el plano
de la aguja sobre ella, para colocarla debajo de la pupila
en la parte inferior del vítreo... en la depresión se
presentan muchos más accidentes que en la extracción,
porque en la depresión se hace todo en cámara
posterior, que es el lugar, naturalmente, de partes más
respetables... la herida del iris... Jacques toma el otro...
no lo hagas... así vas muy bien... tranquilo William solo
nos quedan unos minutos más..."

Hay probetas cerradas y precintadas con nombres y


fórmulas apuntadas, un cuaderno, varios espejos, esto
está lleno de espejos, no puedo verme en ellos... están
tapados, tapo otros, no quiero verlos... un armario del
siglo XVII está lleno de papeles manchados, la letra se

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

confunde, todos están escritos con diferentes letras... no


comprendo... hay dos cajones, el primero está vacío, el
segundo tiene un cuaderno manchado y medio
quemado. Lo tengo en la mano, tiembla la tierra por las
bombas, me asomo a un rendija de aire que tiene la
puerta, veo arder cientos de cuerpos corriendo en varias
direcciones, es lamentable, tienen lo que quieren, siguen
cayendo al agua por decenas y otros simplemente se
apagan lentamente en el parque... hay una fila de
soldados aniquilando todo lo que se mueve sin sus
colores.

Abro el cuaderno, quizás sea uno de los cuadernos de


Isabelle, no puede ser, son otros.

“Día 325: No hago más que pensar en ello, en lo que me


propone mi mente, todo el tiempo me pide justicia por el
planeta... acabo de implantar el compuesto D32/1 dos
han muerto esta mañana y cuatro continúan
retorciéndose de dolor en estos momentos, no hay
efectos positivos en las pruebas de las últimas dos
semanas... me siento agotado, no salgo del laboratorio
hace meses, no conozco el día y la noche, solo aprecio
la luz artificial que me ilumina... por momentos creo que
no voy a lograrlo, es muy duro... recuerdo cuando era
niño, no quiero hablar de eso.
Día 347: Algunos embriones han salteado la creación
del aparato de Golgi, hay serios problemas en las
síntesis de las membranas plásmicas... es un fracaso,
me siento primitivo, no tengo suficientes instrumentos,
tengo algunos planos para el desarrollo de una... " cierro
el cuaderno quemado, pesa mucho más ahora que
antes en mis manos desgastadas y borradas de toda

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

identificación.

Golpean la puerta con sus armas... no puedo escapar,


esto no tiene que suceder... malditos, les quitaría sus
pieles rancias y las quemaría en una hoguera en el arco
de triunfo... malditos ingratos... siguen golpeando... no
respondo, he apagado el farol... se acaba de caer el
farol repleto de... si un disparo atraviesa la rendija estoy
perdido, esto arderá en unos segundos... tiene que
haber otra salida, ¿qué hacía un manuscrito de Joan
aquí? ¿lo había robado yo?, no puedo reconocer esta
habitación pero tengo la sensación de que fue mi
morada, puedo sentirlo dentro, mucho más adentro
donde el dolor de mi interior no me permite ser sensible
a la realidad circunstante... no, quizás no, estoy
aturdido... tiene que haber... quizás fue antes de verlos a
ellos, de ayudarlos... tiene que ser... estoy algo
confundido...

...no quiero leer sus execrables vocablos teñidos de la


soberbia científica... creía que podía... creer...

...estoy en silencio... por dentro soy el núcleo


técnico...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Tiembla mi tierra, globo u orbe, hablan entre ellos, se


alejan y sus ecos desaparecen en medio de la lluvia de
acero que golpea la puerta, quitan su odio, limpian sus
culpas en nombre de algo que desconocen y serán
víctimas o mártires al igual que sus víctimas. Tienen que
continuar con su obra, ellos tienen el quehacer ineludible
grabados, entre otros, acabar con esos niños, mujeres,
ancianos y ejecutivos, es un fuego a discreción en
contra de la violencia sin precedentes. El ángel de la
muerte comprendería que hay retazos pintados de un
cuadro antiguo, todas la nuevas teorías se funden en
nuevas versiones defectuosas ó inexactas. Estoy
desparramado en el suelo, mi cuerpo vuelve a soltar sus
fluidos, siento hervir mi oreja, suelto líquido caliente de
ellas, me recorre el rostro cortado, grito y suelto la
adrenalina, mantengo el cuaderno aferrado a mis
brazos, siento acercarme a los pensamientos de mi
primera víctima. No tengo arrepentimientos, no soy el
culpable de todo lo que está sucediendo, al menos no
en su conjunto. Debo salir de aquí, ellos están en los
túneles, debajo de la catedral, ellos están comulgando
sobre lo que esperan, no creo que suceda, estoy ciego
de dolor y hambre carnívoro.

La puerta está aún caliente de los disparos, pateo fuerte,


el fuego me ilumina en un esplendor noble, continúan
los gritos desesperados de los que arden, huele a piel

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

asada, recuerdo el día en que ardió el laboratorio, el olor


a piel chamuscada. Puedo ver el rostro de Poncelet,
aquél día fue glorioso, mi primer parlamentario de una
lista superior a la treintena. Los medios de todo el
mundo hablaban de una nueva rebelión, yo me reía, lo
que siguió fue mucho peor, nunca más volvieron a
mencionar el mal de las calles, los síntomas fueron
tapado por unas manos gigantes, la luz fue oscuridad y
dio el comienzo de la guerra invisible que hoy no hace
iluminar como la estrella que nos mueve y alimenta.

-Por los túneles del Louvre... luego utilizas los del


metro hasta Cité, doblas la rue d´Arcole, tienes tres
combinaciones, recuerda... tres izquierda uno...
estarás debajo de sus salas y habitaciones, quedan
minutos..._ su voz... puedo terminar de oirla en una
repetición natural, sus últimas palabras sonembarulladas
por los bramidos y las bombas de racimo, no tengo
tiempo, es cierto, es la ruta, aunque ya lo tenía en
mente, no ha sido de gran ayuda, sé muy bien donde
moran los imprudentes.

Las ratas me siguen, oyen mi chapoteo sobre el agua


estancada de los tubos y creen encontrar la salida. He
caído tres veces, el manuscrito se ha mojado, lo tengo
en mi pecho mientras doy un salto, rugen los tubos, el
Louvre está ardiendo, mientras que los soldados
seguramente acumulan sus nuevas pertenencias en los
tanques, hay hueco para el saqueo en grupos, incluso
conociendo la fatalidad a unos pasos retorciéndose en
las aceras, son lastimosas y angustiosas todas las
actitudes devenidas de la ambición hasta el límite. Es el
mal occidental de la gran conquista por aniquilación o

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

aplastamiento.

Isabelle tenía acceso a esa habitación en los jardines,


no es posible, ¿sí?, Isabelle me ha dicho que tenía unos
manuscritos, tengo en mi poder uno de ellos, ¿sabía de
los trazos antes de morir?, maté a Joan sin saber que
tenía la clave del cuadro... Isabelle me ha dicho sin
decirlo... ¿estaban los trazos en su laboratorio?, no, no
pude quemarlo todo sin comprender el tamaño de mi
error... ¿fue una pintura de Joan?... ahora me explico, si
fue una pintura de ese ser aparentemente carismático
todas las células lucharían por ella, aunque el nuevo
orden fuese lo importante... la ambición, el poder, la
contención de nuestras debilidades fortaleciendo
nuestras flaquezas, incluso en los momentos más
decisivos de nuestras vidas, fragmentadas y
geológicamente inexistentes vidas... claman por el
contenido de ese ser ¿destruí los trazos por los qué
luché tanto tiempo?... esa sangre derramada por
rumores hicieron de mi una bestia sin piedad, Francois
Hollande pidió clemencia... me habló de todo lo que
dejaba, de sus deudas, sus hijas, su hijo discapacitado,
que ahora seguramente ha muerto o morirá... ¿fue una
aparatosa guerra en nombre de algo inexistente?, nada
se compara a matar en nombre de Dios, pero lo hice...
nadie sabría la verdad, los rumores me hicieron llegar a
todos los distritos y enfrentarlos diseminando una
verdad que no era real, una existencia donde solo
abundaba cenizas... no puedo aceptar que mis trazos
estén deshechos... yo no hice eso, no cometí tal error...

Estoy derrotado sobre el agua nuevamente, las ratas


intentan mordisquear el cuaderno, fallecen todas al

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

tacto, no se avisan unas a otras y siguen muriendo, me


están cubriendo, solo restan minutos para arroparme
con todas ellas, no sé cuantos. Vamos William, tú
tienes que reconocer lo que eres... no puedo, éstas
sucias ratas están sobre mí, me muerden, estoy
inmovilizado ... William, tienes que terminar... los
trazos de...muévete... vuelve... ... las bombas retumban
incesantes y viajan por los tubos deformando los
sonidos... se apagan lentamente, se encapsulan en un
sonido de reloj... ¡basta! ¡detén el maldito reloj! ¡calla tú
hijo de puta! ¡calla por el amor a tu Dios!... ¡ah!... tronan,
aplasto sus pequeños envases, oigo sus quejidos...
vuelvo a inmovilizarme por efecto voluntario.

...¿Papá?, ¿qué haces?, sal de la oscuridad, no quiero


que me quites mis herramientas... déjame... "tiene usted
fascitis necronizante" ¿doctor Ives?, ¿papá qué dice
Ives?... Isabelle ¿por qué sonríes Isabelle?... ¿Joan
vive?... no me has dicho que los trazos son cenizas... no
quiero alejarme de ti Isabelle, tienes algo, una firmeza,
intensidad... no quiero terminar así, quiero alejarme
sintiendo tu energía disolverse en mis entrañas y
hacerme parte de tu universo limpio... Isabelle vive,
sonríe... esos espejos no me permiten verme... tienes
todos esos cuadernos y no puedo leer ninguno... me
dices que maté a tu hijo y no me dices que los trazos no
existen... perdona Joan, fue un trabajo, la ley tenía los
ojos puestos en ti, no debí de quitarte la vida, ellos
podrían haberlo evitado todo... te avisé y amenacé pero
eras un obcecado, y siguieron fabricando alimentos
transgénicos y lo sabías, por eso tuviste que elaborar la
teoría, respaldarte en todos los argumentos fantásticos,
que te elevaron... creé con tu desaparición un idilio

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

insoportable de fieles ocultos, ya no hay nada que


pueda hacer... solo quiero venganza... hay una mano
que mece la cuna y quiero conocerla de una vez por
todas.

Despierto de un letargo rápido pero infinito, la falta de


respiración me sorprende, el peso de las ratas me
oprime mi capacidad respiratoria, los ecos continúan,
¿no descansan?, han traído todas la municiones, no
quiero mirar a París, no puedo verla devastada por
foráneos sin escrúpulos...

Ya estoy en Cité, el cuaderno sigue en mis manos,


mojado pero en mis manos... la rue d´Arcole, ¿tres
izquierda uno?, sí tres izquierda uno... ahora tres... hay
al menos nueve caminos, las bocas son muy angostas...
izquierda... uno... puedo ver los haces de luz sobre el
túnel, están allí arriba, si puedo oírlos...

-El hombre feliz según Goethe es el que encuentra paz


en su hogar... ¿cuántos de nosotros estamos en paz con
nuestro hogar? ¡levanten las manos compañeros!
¡hablen! ¡digan la verdad!... no hay nadie que pueda
comprender la deforestación asesina y descontrolada
que permitimos todos las mañanas al desayunar
tranquilamente nuestras tostadas. ¡Antes era el miedo al
fin del mundo! teníamos predicciones de todas las
civilizaciones, hubo suicidios masivos creyendo en una
verdadera causa, la bomba atómica nos tuvo en vilo
durante años, los accidentes nucleares, nuestra nueva
alimentación, los descubrimientos más importantes de
los últimos miles de años, pensamos en las cuerdas y la
relatividad general nos dio pasos de coloso en la teoría

148
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

de la física moderna._ sus palabras y el hedor de las


ratas conforman colores.
¡Pero nunca pensamos en autoregularnos! ¿quién
propondría tal intención sin que lo linchen en una
plaza?, hoy decimos juntos ¡basta a la deformación
genética que nos amenaza! ¡somos el futuro! ¡pero no
somos la clave sino una sola puerta en las miles de
combinaciones que se generarán!, solo el principio,
como un gen con escasa información en medio de un
vacío absoluto... donde reinará el amor y sobran las
leyes, ¡tenían razón! ¡y no sabían nada del universo! al
igual que ahora, pero nos dejamos sobornar por el
conocimiento sin ver que el medio no está devastando...
hoy el medio somos nosotros, quienes disponemos del
minuto cero... Joan Ledoux pudo verlo, pudo ver ese
minuto, todos lo sabemos, por eso su gran obra
traspasó todas las fronteras posibles, desbancando a
todas las religiones en guerra por adeptos fieles...
logramos unificar lo que todos queremos, el número es
restringido, todo está perfectamente calculado, la
ecuación de vida nos dio la principal clave para la
reconstrucción... y el gran descubrimiento nos dio
también la herramienta para llevar a cabo la obra...
tendremos siglos de restitución, la tierra se regulará
lentamente y nuestros dos segundos geológicos serán
un mal pensamiento para el planeta... y quién sabe lo
que lograremos en ese marco de nuevas
concatenaciones del conocimiento y la realidad... puede
ser que al fin las guerras espaciales en la ficción se
transformen en una nueva comunicación entre
galaxias... ¡reales compañeros!¡nunca estuvimos tan
cerca de la perfección! nuestros cuerpos fueron
diseñados bajo una fórmula básica y que domina a

149
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

todas las especies mutando indefinidamente, pero la


escalada evolutiva... no se definió para el viaje estelar...
nuestros cuerpos pueden ser el comienzo de la
conquista verdadera del universo y sus verdades
escondidas por ser simples seres topados
orgánicamente..._ tengo el cuaderno sucio entre mis
manos, está húmedo, manchado, no puedo mover un
dedo, simplemente lo escucho, Gérard tiene un carisma
auténtico, fruto de mucha lucha y entrega, al igual que
yo... todos donamos nuestro preciado tiempo sin saber
lo que significa. El cuaderno pesa aún más que antes...
"Los que, con finalidad distinta a la eliminación o
disminución de taras o enfermedades graves, manipulen
genes humanos de manera que se altere el genotipo
serán castigados con penas de dos a seis años de
prisión..." tiene apuntes sobre la frase... "ley orgánica
sobre la clonación asistida, ética y leyes que son piedras
en medio del mar... ¡puedo darles vida plena a sus
genes, estoy muy cerca de lograrlo!"... "Día 456: Los
individuos J32 y W433 son compatibles, fueron
trasladados a mi observatorio natural para verificar el
crecimiento acelerado, la información de los genes fue
alterada en el principio embrionario y siguen mutando
según el tiempo estipulado, en unos días serán
adultos... no puedo ejercer la potencia necesaria, confío
en J32, me ha mirado antes de enviarlos... por primera
vez me he sentido amado... J32 es una mujer muy
fuerte...", Joan podía amar, ¿era capaz de amar?... ¿es
eso una aberración?... la última hoja quizás me disipe de
la nube que genera la voz de Gérard haciendo su viaje
hasta mis oídos en estado de ebullición constante... "Día
478: La producción de sonidos mejora
considerablemente, gesticulan mientras descubren el

150
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

entorno, son amigables, no cercan al resto de especies


del medio, simplemente las ayudan, cooperan y se
alejan, responden asombrosamente a los estímulos, las
capacidades individuales son superiores, han
sobrepasado los niveles que esperaba, estoy ansioso...
los grupos no han dado ningún tipo de respuestas
violentas, tienen compasión con antiguas versiones de
la reserva, son sumamente inteligentes, no verbalizan
como al principio, parecen agruparse solo para... es
increíble, no puedo salir de la congoja... es un milagro....
no hay palabras que iluminen y dibujen este instante ...
tienen..._ no puedo seguir leyendo, se ha borrado, las
manchas y el agua oscura ha destruido el final, supongo
que no hay final, había cientos de cuadernos, Gérard
pudo recibirlos en manos de Isabelle... Joan ama a
esos... ¿quién apoyó sus trabajos? las penas suman
nueve años, por mutación y causa de muerte asistida...
París fue avanzada incluso ganándole a España...
¿quién invirtió el dinero y el silencio?
Abro y leo al azar, "entre tres y siete años de prisión es
la pena para aquellos que utilicen la ingeniería genética
para producir armas biológicas de guerra o
exterminadoras de la especie humana, ley 156..."

-Solo es digno de libertad aquél que es capaz de


conquistarla día a día... ¿somos el bien? ¡no lo somos!
¡lo asumimos compañeros! ¡ellos sí serán el bien!
¡nuestros genes conquistarán una nueva evolución!, el
ocio y la destrucción fue la gran pantalla para los
ingratos e inocentes mercaderes, sabemos de la
ignorancia de sus actos vandálicos... la violencia se
justifica, incluso la pena muerte... si aprendemos a
vencernos, aprenderemos al fin a vivir... ellos nacerán

151
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

con ese don... esa no-violencia que nace del fondo de


nuestros espíritus que se convierte en la fuerza
verdadera que Gandhi nos pronosticó sin saber una
palabras de nuestros pensamientos... todo ser humano
que confió en la religión encontró, repito, nuestras
virtudes como respuesta a la superioridad infinita, del
bien hacia el bien... sin medir la amplitud de las acciones
binarias y destructivas que nos hicieron malvadas
bacterias desagradecidas. Compañeros solo restan
unas dos horas y tres minutos... ¡las copas en alto por
favor, Joan nos ve felices en nuestras moradas! ¡sean
seres felices y olviden el dolor mental! ¡nada puede
detenernos!

Son las 5.30, según su pronostico no hay nada que


hacer, pienso intentarlo... estoy turbado... Gérard es un
orador estupendo.

152
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

28

-La evidencia cognitiva es clara huella de lo que sucede


a nuestro alrededor, de cómo se impregna y se repite
solapándose en nuestras principales áreas cerebrales,
somos esto que somos, seremos eso que soñamos que
seremos... pero no seremos neohumanos conteniendo
una eternidad híbrida entre la escasez de sentimientos y
emociones, no seremos superiores, ni evolucionados,
¡no hay dirección evolutiva! ¡hay quienes creen todavía
que evolucionamos hacia adelante!¡están equivocados!,
¡no hay sentido! ¡quiero que repitan conmigo! ¡no hay
dirección! ¡vamos repitan! ¡no-hay-di-rec-ción!...
¿quieren más violencia por el mero hecho de un
divertimento? ¡aceptamos eso mismo como regla
fundamental! ¡nos pasamos de la raya!, buscamos en el
antiguo y actual pensamiento mágico religioso colectivo
respuestas de una divinidad inexistente, de un ente que
todo lo controlaba y protegía... reconocimos a esos
héroes cómo guerreros térreos en contra de la violencia
que nosotros mismos generábamos... hicimos todos los
descubrimientos incluso en medio de guerras, entre
escombros y muerte... pedimos respuestas en esos
héroes absolutos, creamos mundos de fantasía para
satisfacer nuestras necesidades frondosas de conocer
algo nuevo... pensamos en conquistar durante miles de
años el cosmos, planeamos plantar banderas en cientos
de planetas buscando respuestas, nuevos hogares...
hoy nuestros cuerpos no soportarían comprender que no

153
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

es posible... al igual que no es posible que un pez


respire sobre la tierra... las teorías evolutivas nos dieron
las respuestas básicas y supimos leerlas... somos esa
transición del pez al anfibio... hemos aceptado al cerrar
esa compuerta que nuestras vidas también se
extinguirán pronto... nuestros segundos geológicos se
terminan... haremos de esto una fiesta interminable,
veremos... perdonen compañeros, no puedo
contenerme... Joan estaría muy contento en este
momento, puedo hablar por él... ¡donde estés hermano
mío! ¡toda ésta gente reconoce tus actos de bondad
infinita!..._ Gérard llora, grita... está alcoholizado, ¿es
esa su manera de renovarlo todo?... tiene que
escucharme, maldito borracho megalómano... las
bombas han cesado, ¿planean otro tipo de ataque
contra los civiles?... si lo desean pueden desperdigar un
ataque biológico... una docena de bombas nucleares...
es la única manera de joderlo todo, la radiación no
permitiría ni una, ni otra... ah... vomito sobre el
cuaderno, ya no tiene respuestas... es solo material...
-Compañeros, ¡compañeros!, quiero agradecerles la
presencia a cada uno de ustedes, sin sus inversiones
esto no podría ser posible... sin sus luchas internas,
infiltraciones y poderes, esto no sería más que un
mundo de fantasías en un film... los primeros líderes del
antiguo mundo están vivos, resguardados por sus
hordas de protectores, ellos beben mientras nosotros
supuestamente morimos... ¡están matando civiles sin
ningún miramiento! ¿es eso justo? ¡aniquilan como daño
colateral! ¡luego solo son números sobre folios en sus
carpetas apiladas! ¿qué nos diferencia de ellos? ¡el mal
menor! ¡el medio que se justifica con el fin! tenemos
datos erróneos de nuestra falsa moral... se acabarán...

154
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

¿hacen falta guerras en nombre de un mal para arrasar


con todo lo que se pueda? ¡6 billones, las proyecciones
se elevan! ¡en veinte años a once billones y en
aumento!... Joan pudo verlo... ¡son las cinco y cuarenta
y cinco compañeros!_ hacen silencio, murmuran.

Vuelvo a deambular las cloacas, mis túneles y sus


combinaciones, el agua, su hedor que ya no puedo
reconocer, las ratas, mis fluidos. Han dado una tregua,
solo es la tranquilidad antes de la tormenta, la paz antes
de la muerte, todavía tengo los ojos de todos esos niños
ardiendo. Subo las escaleras oxidadas, la claridad me
ilumina suavemente y calienta mis ojos y mis heridas,
arden, ardo por dentro. Casi caigo seis veces, no puedo
contener la fuerza en mis pies, resbalo por la humedad y
mis falsas energías, solo quiero mantenerme... estoy
colgando, si caigo no me levanto, la claridad me daña
los ojos, los cierro y veo, los abro y veo blanco, si
Gérard está en lo correcto con sus apreciaciones, estos
son mis últimos pensamientos verdaderos, mis últimas
ficciones cognitivas... mis dedos sin huellas, mis pies sin
marcas me recuerdan a Joan, ya no sé por qué lo maté,
solo quiero subir estas malditas escaleras, no tengo aire,
me sofoco, me falta el aire en este tubo iluminado,
puedo ver esos microbios moverse, insectos que suben
y bajan alarmados por lo que sucede en la capa exterior
de una profundidad de 32 kilómetros... Puedo subir, no
voy a permitir dejar los trazos en otras manos de otros...
existen... creo en ellos... solo me quedan dos escalones,
caminar será algo más simple... Isabelle, Gérard, Ives,
Francois... estoy arrastrándome, mis pies sueltan el
último escalón... aquél pintor español supo evidenciar
los frutos del desenfreno animal, junto a mí hay un niño

155
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

carbonizado hasta el cuello, su rostro angelical sigue


intacto, durmiendo, soñando... los árboles arden en las
aceras, hay enormes piezas metálicas esparcidas hasta
la esquina derecha... el Aux tours de Notre-dame está
incompleto... la catedral, las vegas tumbadas sobre su
fachada... las puertas deshechas, hay unos soldados
entrando y saliendo, buscando sobrevivientes, no saben
de las cámaras selladas, de los cientos que beben... no
pueden creer que allí se alberguen... si los descubren
seguirán hasta otra cámara sellada... las ventanas de la
catedral ahora son aberturas con soldados vigilando en
ellas, parados y expectantes... cae un anciano desde
una cuarta planta, veo como se aplastan sus huesos y
se desploma lentamente, está inmóvil, no gastan balas
inútilmente, están esperando instrucciones... ya no se
ven las estrellas en el cielo, ahora comienza a ser
celeste claro, la luz quiere asomarse... estoy detrás de la
catedral, junto al parque.

-Tienes tres compuertas_ oigo su voz desde el parque


gritando, ¿por qué sigue mis pasos?

Es cierto, hay ocho salidas de agua, pero solo tres


tienen cubierto el frente por los enrejados de acero...
tres izquierda uno, tiene que ser igual que la anterior, me
lo habría dicho... ¿quiere perderme en medio del agua?
uno derecha tres, invierto las coordenadas es evidente
que me quiere lejos. Se refrescan mis pies con el agua
sucia, busco la calma en mi rostro, aunque no sienta
nada, sé que estoy refrescándome... no hay ratas, no
hay insectos, es agua potable para el riego del parque,
los excrementos no pasan por estos tubos. Otra vez...
ahora más y mejor, hay otras flotas de bombarderos, un

156
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

enjambre completo y en posición, atacan a la orden


como es previsto, los escombros caen detrás, veo como
tapan el verde del parque, la catedral retumba solloza,
puedo sentir los cimientos estremecerse, no, no tienen
reparo ni con sus creencias, el poder ya no cree más
que en el dinero o el poder, solo destruyen... derecha...
tres... hay dos guardianes, ¿por qué guardias si basta
con contaminar las entradas?

-Un paso más y disparo, ¿quién eres?_ grita nervioso,


agitando sus pequeñas manos.
-Si no quieres morir abre la compuerta, Gérard sabe
quién soy... abre o mueres pedazo de mierda inútil._
verifica con su radio, miran por la cámara, el otro no
habla, solo sostiene su pequeña seguridad de metal.
-Puede pasar señor... Gérard dice..._ se alejan mientras
subo los tres escalones dificultosamente.
-Gérard solo es un ventrílocuo, cierra la maldita boca y
respira que queda menos, maldito animal enfermo... _
hay seis nueve puertas.
-Cinco, ocho, uno_ balbucea tembloroso el animal de
guardia de dos metros de altura, me ha dado la nueva
combinación. El engaño es perfecto, podría morir en
unos minutos en medio de un gas mortal, Gérard quiere
divertirse conmigo, por alguna razón me quiere vivo
hasta el final, no seré útil en su nuevo orden, pero sí en
estos últimos instantes, es un psicópata ambicioso.

La sala está repleta de humo, tiene una altura que no


esperaba, al menos quince metros, es un cubo perfecto
y blanco. Están de fiesta, me recuerdan a...

-¡Compañeros! ¡William Faraday nos visita por última

157
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

vez! ¿qué tal te ha ido allí fuera compañero?_ alza sus


manos desde el centro de la muchedumbre, grita y sus
palabras se magnifican, tiene algún micrófono escondido
que potencia su voz.
-¿Dónde están los trazos puto maniático? ¿¡dónde!?... _
toco la frente de una borracha y caen en los pies de un
pequeño de grupo, gritan, enloquecen, otros ríen y
lloran, están bajo los efectos de...
-Pronto verás con todos tus sentidos los trazos, son la
parcialidad representada, solo un marco real dentro de
una representación codificada por pintura orgánica,
curioso ¿verdad?... ¿crees que con tu maldad
sobrevalorada puedes detenernos? ¡mátame! ¡ven y
toca mis partes siervo!
-Eres un maldito ser enfermizo, esta gente cree que
vivirá mucho tiempo, ¿no saben lo que harás de ellos?
¿dónde mierda están los trazos Gérard?..._ se acercan
lentamente preguntando de que hablo.. susurran con
sus ojos cerrados, lo abrazan, lo besan hombres y
mujeres, niños y ancianos, sonríen, no comprenden mis
palabras... adoran a su interlocutor, se desprende sutil,
lo rodean, nos rodean, la luz es artificial y muy potente,
me duelen los ojos... parpadeo.
-¿Qué quieres William? ¡ya comienza! ahora verás mi
rostro en lágrimas..._ estoy corriendo con mis manos
extendidas a los lados, los toco y los mato, destrozo sus
cuerpos y me miran sorprendidos pero no contienen el
miedo, soy un soldado exterior, repito sus hazañas, caen
como flores en la tempestad, uno tras otro, el círculo es
perfecto, el cuadrado que nos rodea también, no hay
puertas, no hay ventanas visibles, se ahogan solos y
aterrados en una multitud. Gérard me observa con una
macabra sonrisa, es su mejor juego, la información del

158
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

engaño, la totalidad por lo indispensable, lo complejo y


absoluto por una gota de cualquiera de los elementos...
han muerto todos, todos están en otras fases, pronto lo
estaré yo, la pena no me inunda, debería sentarme a
llorar pero solo puedo sentir el odio repulsivo que me
lleva a los trazos... continúa mirándome, mueve sus
manos, quiere hablar, estoy nuevamente dónde estaba,
en el círculo limpio, ya no ríen, no lo besan, el silencio
es abrumador para quién pueda sentir la pesadumbre...
Gérard aleja con sus pies las manos que tocan sus
tobillos, son niños... y...

-Lo primero está hecho, gracias William, ahora ya


podemos hablar tranquilos, el resto de las células están
pereciendo... ¿no te sorprende compañero?, hay tres
recámaras por cada célula, ellos son parte de la
ecuación de vida... he jugado con ellos, ¿murieron
felices? yo creo que sí, pero fueron llevados hasta este
punto por la ambición, escondida pero ambición al fin...
necesitaba el dinero de cada uno de estos cuerpos...
sus influencias... ahora la ecuación está resuelta...
parece mentira que hace unos segundos todo era vida y
optimismo, la red de certidumbre que abogan muchos se
ven atestadas por el manto violento de un zarpazo
fatalista que los aleja para siempre del objetivo inicial...
pronto el gas inundará el aire de todos los túneles... no
habrá máscaras que puedan soportar su acción
devastadora... puedes elegir terminar de arruinar tu saco
de piel y renovar tus dones en una naturaleza que ya no
te reconocerá... o esperar que los minutos te eleven a la
miseria del pensamiento mágico, que tanto daño hizo.
-¿Quién está detrás Gérard?_ miro el efecto Dante que
he logrado por su manipulación.

159
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-¡Somos todos William!, absolutamente todos, no hay


ser que dirija. Los trazos..._habla maldito.
-No vas a convencerme, eres igual que... ¡quiero verlo!...
sé que existe y que lo tienen... quiero hablar, no voy a...
-Lo sé William, lo sé todo._hierve mi sangre.
-¡No hables de mí tullido y estéril deformación! ¡no me
digas que soy tu compañero!¡no eres nada pedazo de
escoria envenenada! ¡tus pretensiones son similares a la
de todos ellos! ¿por qué finges? ¡te mientes a ti mismo
por querer seguir respirando! ¡eres un maldito cobarde!
¡no vales nada!, ¡llévame con los trazos y me iré, solo
quiero ver quién los tiene!_ grito, golpeo los cuerpos
inanimados, salto sobre ellos.
-¿Sienten algo William? ¿eh? ¡has sido tú quién los ha
matado!, allí fuera hacen exactamente lo mismo, nos
buscan, asesinan sin preguntar, no es justo William no
ves por mis ojos, no comprendes que mi discurso fue y
será para ti, yo te llevaré, pero el tiempo nos corre, ven
compañero, sígueme._ sigue llamándome como al resto,
emergen de la pared bloques firmes, sube mientras que
construyen éstos una escalera, a nuestro paso se
empotran nuevamente los anteriores, no hay vuelta
atrás, es una altura considerable y ascendente... el cubo
es inteligente, subimos y puedo ver el círculo, es cierto,
no hay nada que pueda hacer por todos ellos, están
desperdigados como objetos inertes, no hay bullicio que
aborrecer. Se configura un hueco oscuro, ingresamos en
él, los últimos escalones vuelven dentro de la pared del
cubo, y con ellos desaparece la luz, bendita oscuridad,
mis ojos me duelen menos, se ajustan a la falta de
ausencia... no hay sonidos, mi estómago sigue haciendo
su efecto, el cuadrado era perfecto, estoy impresionado.

160
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

29

-Chequeo de información genética en proceso, Gérard


debes mantenerte inmóvil, proceso concluido._ la voz es
la de un anciano cansado y de un tono lineal, los haces
de luz han rodeado el cuerpo completo de Gérard, ha
sido instantáneo... la tecnología es... prodigiosa.
-Ahora hará un escanéo completo..._ me dice Gérard.
-Genoma nuclear desconocido, los números de genes
codificantes están estimados en 29.000, tamaño de
genes conocidos 1703pb, tamaño haploide 3 x 203
pares de bases de DNA... segmentado en 63 fibras...
DNA clasificado... ¿nombre?_ pregunta la voz anciana
en la oscuridad absoluta.
Me duelen los pies, no puedo soportar estar de pie
mucho tiempo, la espalda, mi epicentro.

-Su nombre es William Faraday, por favor acceso libre a


los corredores 33, 23, 64, 111, acoplamientos ajustados
a la serie principal de corredores, acceso sonda nueve,
ejecutor y concatenador visitante._ dice Gérard, no sé a
lo que se refiere, mis vísceras revueltas, el mareo obliga
a mi ojos a cerrarse forzados, seguimos sumidos en la
nulidad de la ausencia de luz.
-Los datos están en la base global, accesos 33, 23, 64,
111 con las combinaciones enlazadas a la serie principal
de corredores, proceso confirmado, ¡bienvenido William
Faraday!_ confirma los datos, seguimos sumidos en la
oscuridad gélida.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-¿Sorprendido?, fue Joan quién creó cada circuito del


cubo, fue según los manuscritos el primer invento en su
niñez, se decepcionó cuando la red floreció en una
universidad y expandió globalmente, pero él fue mucho
más lejos y antes que el fenómeno comercial, el cubo es
el resultado de una red complemento a la especie, no
una proyección invisible y apartada por instrumentos
primitivos... luego en su adolescencia creó un genotipo
alterado... alteró las bases del gen a 90 mil pares de
bases, esos fueron sus comienzos, fueron comienzos
teóricos dónde pudo desarrollar lo que nunca logró
demostrar en los experimentos posteriores, murió sin
saberlo William, eso generó mucha controversia entre
los primeros inversores, no confiaban en el proyecto...
muchos derivaron sus ingresos al proyecto ENCODE
entre otros... pero volvieron al ver la precariedad y
lentitud con la que abordaban los objetivos los
científicos... desarrollaron un manifiesto con las bases
de los manuscritos... así captamos los grandes capitales
iniciales, luego fue imparable... hubo muchos asesinatos
que no puedo justificar... no podían haber cabos sueltos,
luego apareciste dos años después... nos pedías ayuda,
no lo decías pero lo sabíamos... y lo que había escrito
Joan cobraba luz... en el mundo la violencia comenzó a
encrudecerse aún más, llegamos a los 6 billones de
habitantes superando las expectativas globales... al
mismo tiempo las redes subterráneas se construyeron
alternando con las existentes... París se transformó en
un polo de negocios, lo que nos facilitó bastante todo...
Joan hablaba de M.W.Shelley con mucha gracia, sentía
que había descrito anticipadamente su trabajo... era un
ser humano único y tú creíste hacer un bien al matarlo...
-No soy parte de todo tu movimiento tecnológico...

162
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

quiero saber dónde están los trazos de Montrouge, ¿es


qué no me entiendes?... no quiero enfurecerme.
-Nuestras no tan buenas y malas intenciones William
nos siguen como una sombra detrás de la consciencia.
La mayoría de los seres humanos, son como hojas que
caen de los árboles... vuelan, vacilan y se precipitan en
el suelo, el mismo que pisamos William, allí fuera junto a
los bárbaros de cascos y sin identidad o aquí dentro...
"No ames el sueño para que no te empobrezcas; abre
tus ojos y te saciarás de pan"...
-¡Los trazos! ¡tendré que quitarte la vida si no lo dices
Gérard!, calla,¡por favor, calla!
-"Te advierto, quién quiera que fueres, ¡oh! tú que
deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no
hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco
podrás hallarlo fuera. Si ignoras las excelencias de tu
propia casa, ¿cómo pretendes humano encontrar otras
excelencias?. En ti tienes oculto el tesoro de los tesoros,
¡oh!, hombre, conócete bien a ti mismo y conocerás el
Universo y a los Dioses reunidos"... San Agustín dijo
que la fuente de todas las enfermedades es el orgullo
porque es también la fuente de todos los vicios... de los
papiros de Hammadi surgieron las enseñanzas de los
Silvanos..._ está histérico, alterado, convulso.
-¡Calla, calla maldito afectado! ¡guíame al destino o te
quito los ojos como un cuervo encrespado!_ quiero
tocarlo y eso no es bueno.
-"¿Por qué persigues las tinieblas cuando la luz está
disponible para ti?, la sabiduría te clama y aún así
deseas la necedad... un hombre inepto... va en el
camino del deseo de cada pasión... es como un barco al
cual el viento arroja de un lado a otro, y como un caballo
que no tiene jinete... antes de cualquier otra cosa...

163
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

conócete a ti mismo"... Tao... "la suprema bondad es


agua... su corazón es profundo porque nunca se aleja
del Tao" ... cuando un hombre decidido cree en sus
pensamientos, el globo, la masa que se enfría y aloja se
vuelve una canica rodando en la nada...
-¡Calla!_ hay más caminos pero moriré de todas formas.
-William... faltan una hora y treinta y tres minutos ¿qué
sientes?... ¡In lak´ech a lak!_ ha dejado de respirar,
puedo sentir el último suspiro interno, sus músculos se
tensan, me recuerda a una mujer, golpeo su cuerpo, lo
palpo... golpeo su rostro... estoy agotado realmente...
me falta el aire, mis pulmones, la sensación recorre mi
estómago... no siento mis terminaciones nerviosas,
quizás nunca las sentí, ¿In lak´ech a lak?... buscó que le
quite su vitalidad, creo que lo tenía planeado.

Son las seis, solo quiero respirar... hace mucho frío,


¿por qué ha elegido la muerte?, me ha provocado, me
siento utilizado nuevamente... quiero... me arden las
piernas, vuelvo a soltar los fluidos, ¿dónde hallo las
respuestas?... si los trazos son... esos ojos, ¿los he
inventado por la lectura del cuaderno?, J32 fue el amor
para Joan, puedo verlo aquél día del incendio, su rostro
de espanto y de una alegría insultante, trabajando en
sus bestias asquerosas y mal formadas... o prometeos
modernos... un estruendo me advierte cambios, sube
algo la temperatura, sigo en la oscuridad, suelta gases,
puedo percibir un leve cambio...

-Desinfección neutralizada..._ el cuerpo de Gérard no


está, lo ha expulsado.... no sé que dimensiones tiene
esto, ¿estamos en movimiento y no lo he advertido?...
es posible...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-Combinaciones 33 punto Qdp alterno 23 en ascenso a


la recámara... advertencia de movimientos... William
Faraday el decahedro de cristal 65433 no interacturá en
la recámara._ no sé de que habla la voz anciana.
-¿¡Me has traído tú!?_ su voz es la que me ha guiado en
la noche, esa voz, ahora ha cambiado, ¿cómo ha
hecho? ¿ha estado en la superficie?_ solo quiero ver los
trazos, quiero dejarlo todo... me mueven siento el
movimiento de mis partes móviles, estoy sobre algo, no
sé dónde. La luz, ¿ qué luz?, estoy en el decahedro de
cristal, es incómodo, hay alguien de espaldas, no veo
paredes, solo hay una luz tan fuerte como la del sol, no
hay nada más que me rodea, no hay paredes a la vista...
el silencio es... puedo... el secreto está fuera de sonidos
mentales... no hay frecuencias bajas ni altas, nada que
impida... oigo caer un bola, pica tres veces y recorre
durante unos segundos el suelo hasta chocar contra el
vidrio, el estruendo me revuelve el estómago por
primera vez. ¿Lo veo?, mis fluidos comienzan manchar
el cristal que me envuelve.
-¿Por qué has venido a verme?... la voz no proviene de
aquél hombre espaldas a lo lejos, puedo oírlo
claramente desde el centro de mi mente, cómo si fuera
yo quién habla o está a punto de hablar, redactando lo
que debería decir...
-Quiero ver los trazos de Montrouge, no lo quiero, solo
pido verlo antes de morir, hice todo lo que necesitaban,
me utilizaron... ahora exijo mi recompensa, murió mucha
gente en nombre de ese cuadro..._ puedo oír mi voz
rebotar en el cristal ahora sucio y empañado, quizás no
me oiga.
-Se acerca la hora..._ la oscuridad vuelve a ocultar al
hombre.

165
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

30

No espero nada, ya no puedo ejercer mis intenciones en


todo esta cruel pesadilla constante... me dieron algo que
buscar, me aferré con todas mis fuerzas y en su
búsqueda no hice más que perderme, enemistándome
conmigo y el resto... reconoce quién eres, mira tu
interior, has llegado aquí por más respuestas y no
hay lógica que condicione aglutinándolo todo en
una respuesta, ¿por qué hice de mi vida final un...?
superaste los dones, todos esos pasos no fueron
más que alarmas evidentes de una alternativa a un
paso único e irreverente... has matado a Gérard sin
saber quién era... todos los procesos están en la
misma fase en todo el globo, ¿cómo crees que se
siente contenerlo todo y nada? me apartan de lo único
que puedo disfrutar, esos pintores muertos... eran
necesarios para recrear el cuadro de Joan eran
evidencias ciertas de qué... la realidad es ciertamente
verdadera o no, el ojo observador condiciona dicha
apreciación matemática... Joan vio el mundo en
números y los números ejercieron el don... el resto
lo ha dicho Gérard, el anteúltimo muerto por tu
incomprensión... ¿quedarás tú solo en esta célula?
preguntabas por tu padre... los espejos... estoy
dentro tuyo ahora, puedes notarlo... hay frecuencias
fácilmente manipulables... todos los principales
algoritmos están en mi, Joan me creó... fiel a una
imagen que el creía... asciendo a una comprensión

166
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

desmesuradamente dimensionada entre tu lectura


consciente y el resto de tus capacidades binarias
primigenias... controlo más que algoritmos, esa fue
mi fase cero, hace mucho tiempo ya... Joan te creó...
tienes el control de todas los cubos, eres el primero...
dirijo el evento hasta el minuto cero... Joan así lo
quiso, así será... las restricciones algorítmicas me
mantienen cautivo de una moral tan básica como la
de un ratón... no contengo la violencia, soy el motor
del inicio... cuando todo acabe para la antigua
especie... me creó como una transición... un apoyo
para las primeras generaciones... un siglo, lo ha dicho
Gérard, en un siglo no harán mas que comenzar...
restan miles de años... puedes retener recuerdos y
alternarlos en tus áreas distorsionando lo que es por
lo que aparentemente es... Isabelle quiso verte antes
de morir... ¿cómo lo sabes?... has estado en el cubo
antes sin saberlo... Isabelle ahora es polvo atómico...
en el mismo espacio que Joan, Gérard y... yo no voy
a morir aquí, no voy a morir aquí, soy aire y seguiré
siéndolo hasta el final... no hay final William, es la
transición... no soy el eje, hay cientos como yo en el
globo... no puede fallar... ¿qué harán con toda la
especie? todo es nuestro, los gobiernos están
alejados de los centros neurálgicos del poder, sus
aglutinaciones en las capitales del mundo no tienen
efectos, estamos en todos los puntos del planeta
simultáneamente, no hay seres extraterrestres, ni
divinidades inventadas para sopesar el cambio... es
del hombre para el... gracias al pensamiento mágico
y religioso pudimos extender la red en unas
décadas, sobrepasamos los límites William... es el
momento de que el planeta se repoble con ser

167
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

humanos sin las órdenes básicas de violencia por la


perpetuidad de la especie, es un salto único que nos
dará una perspectiva nueva en el viaje espacial y en
la convivencia global... ¿pero los trazos de Montrouge
existen realmente? ya los pintaras dentro tuyo,
tranquilo solo resta un pestañeo... hablas... no tienes
un similar, eres mi voz, yo soy tú pero no, eres yo...
duelen, tienes que sufrir hasta el instante final, lo
comprenderás, Joan quiso que así sea, y así será...
¡no soy su invento! no tengo nada de parecido con sus
planes de futuro... no tengo emociones que me
identifiquen con eso que llamas humanidad... estoy
harto de sufrir la incertidumbre de saber el final de todo
pero de nada, no sé quién soy... ¿por qué me haces
esto? ¿identificas mi sufrimiento?, pues yo no... temes
lo que desconoces William, la muerte es tu don...
completarás el fastuoso cuadro con los dones
suplementarios, es Joan quién quiere ver por tus
ojos los trazos de Montrouge... Joan Ledoux murió
mirándote... no puedo quitar su sonrisa y asombro, su
terror al verme, ¡no soy un invento! ¡no soy esas almas
deformes y enjauladas!... ¿quién es J32?... J32, ella fue
su Eva en un falso y aislado edén junto a miles de
otras que no llegaron a lo que él esperaba... hubo un
problema que detonó su ira, Joan no volvió a ser el
mismo, fabricó aberraciones, pero logró gracias a su
trance la primera versión de la teoría, su obsesión le
proporcionó la productividad perfecta, lo mataste
justo al terminar, gracias a eso todo esto fue creado,
gracias indirectamente a ti William... debes saber
que tú eres su versión áurea, eres mucho más que
eso, pero no aceptas nada, incluso de mis palabras
en tu mar de infinidad de procesos... tengo sus ojos

168
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

en mis retinas, puedo verla, era hermosa... sí, lo era, no


pudo restituir ese prototipo orgánico, lo intentó
hasta que murió en tus manos derrotado, ¿qué cara
tenía en el instante de su último segundo?... clamó
por su vida, pero supe que no me pedía lo que decía...
no comprendes, sigues preguntándote el por qué,
acaba con la ira.

169
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

31

La luz está sobre el hombre a la distancia y de espaldas,


¿qué ha sido? ¿he soñado con su voz familiar?, se da
vuelta mientras se recompone, parece despertarse, no
logro ver su rostro, hay mucha luz frontal... el decahedro
se mueve lentamente... estoy cerca de él, no puedo ver
sus facciones, se desdibujan con la oscuridad, la luz se
disipa... sigo atrapado y sin desplazamientos.

-"La enorme escuela de Mileto proponía encontrar la ley


fundamental del universo con el uso de la razón, dicha
ley nos daría el principio de unidad de lo real... Día 674:
J32 es mi predilecta, las copias ya están remitidas, he
calculado la cantidad bajo mi ecuación fundamental,
creo tener la cifra exacta de células necesarias para la
reinserción de los nuevos habitantes, J32 sobresale por
todas sus cualidades, envejece dentro de las reglas
naturales no hay alteraciones graves... sabe repararse,
los órganos unificados son fácilmente sustituidos por
materiales de su entorno, en caso de accidente esto no
entorpece sus acciones diarias de labor y quehaceres
primarios... tiene cualidades increíbles... voy a proceder
en la modificación de la información genética... el cuerpo
puede satisfacer a las necesidades de movimientos e
interacción con el medio hasta una edad promedio de
unos 232 años terrestres, el material futuro podrá
facilitar los viajes cósmicos... es mi primer gran deseo
que..."_ el silencio nuevamente es ensordecedor.

170
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

-¿Quién eres tú? ¿eres mi voz interior nuevamente? ¿el


cubo?
-Calla, ¡calla de una vez!... siempre tuviste los mismos
dolores mentales, todas las preguntas te afectaban
irremediablemente, el silencio físico nunca te permitió
comprender la inmensidad de la que estabas hecho...
¿William es tu nombre?... no hables William, soy lo que
ves, por el momento no soy nada... o todo... calla por
favor._ su voz, tono y la ira en sus palabras, yo oí su voz
en mis sueños, los espejos, un reloj destrozado contra
una pared vieja y sin papel... sangre... fuego, mucho
fuego, en mis manos, mis pies, basta, ¡es suficiente!
-Solo quiero saber..._ estoy mareado otra vez, no sé si
es por el movimiento que no logro dilucidar o porque mi
interior está a punto de detonar mi defunción.
-¡Calla William!... "Día 756: No hay resultados de una
abstracción, de una elaboración del entendimiento que
culmina en un concepto... la inmediatez no ofrece el
entendimiento del objeto 1442, no reconoce el presente,
hay fallos no logra la conceptualización... tiene un efecto
navaja de Occam... hoy no puedo continuar... no he
podido concretar don uniones plasmáticas... hoy han
muerto nueve nuevos embriones..." "... incluso cuando
su mente opera por sí sola y, experimentando el
sentimiento de condena o aprobación, declara un objeto
deforme y odioso, otro bello y deseable, incluso en ese
caso, sostengo que esas cualidades no están realmente
en los propios objetos, sino que pertenecen totalmente
al sentimiento de la mente que condena o alaba...
naturalmente o ajeno a ello es escéptico... Día 797: Las
palabras del pensamiento de Hume responden y se
encajan perfectamente con un individuo de la reserva
natural, elabora una relación insoslayable con J32...

171
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

estoy emocionado, aunque me molesta por dentro, lo


entiendo como bueno y malo, no puedo evitar ser dos
polos..." "...el intento por distinguir las substancias en
especies por medio de nombres no se funda en modo
alguno sobre sus esencias reales... escribe una serie de
grafismos que no tienen sentido aquí y ahora, espero
que sean pensamientos fundamentales del nuevo orden
exagerado... lleva días sin alimentarse, no tiene molestia
alguna en hacerlo, solo repara en escribir y dialogar con
sus mentes, tiene cuatro mentes simultáneas, tengo que
contárselo a alguien o me volveré loco... quiero vivir mil
vidas para verlos crear sus nuevas creencias en base a
los nuevos..." "Día 686: Todos los próximos habitantes
tienen fe, se la otorgan a cualquier proposición que no
esté fundamentada en la deducción racional y primaria
que poseen, estoy desilusionado, pueden comprender lo
mágico como una irracionalidad, pero no logran preveer
los multiuniversos cómo caminos nuevos, su material
plástico es poco longevo, haré revisiones, no tengo
esperanzas, al contrario que ellos... siguen teniendo fe y
yo voy a liquidarlos en dos horas... estoy tristemente
encolerizado por lo que me toca... en la soledad de mis
estudios...no puedo continuar." "Día 987: Disponen de
una ley natural contenida e intencionada, sus efectos
son escritos, han fundamentado rápidamente sobre las
variables escasas que he desarrollado para su primer
hábitat, a diferencia de la reserva 872N571F435X todos
obedecen a un líder... castigan, obligan sentencias en
grupo, mantienen sitios propios y responden con una
violencia desmesurada ante la presencia de un ser más
débil en su área... han sido eliminados... cruelmente
eliminados, aborrezco sus comportamientos, me
recuerdan a los presentes habitantes, me recuerdo a mi

172
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

mismo que es lo que soy, imagino que sueltos serían


aún más destructivos que nosotros... en la televisión
dicen que acaban de morir mil cien personas a manos
de una guerrilla." "Día 1234: responden a la conciencia...
un individuo de la reserva 455/Glieve del laboratorio de
Staropesterevo demuestra según los informes estados
de conciencia sin asistencias exteriores... su necesidad
es ciega mientras no se ajusta al sometimiento del
concepto... los objetos 2.945.449/U y 3.952.242/E han
contraído su voluntad de libertad... olvida rápidamente el
conocimiento de causa y efecto... por el contrario se
somete rápidamente a una somnolencia que aumenta
con los años... prefiere el estado del sueño al de la
realidad..." "Le he leído un párrafo de Marx en contra del
mecanismo que promulgó el cambio de los últimos
tiempos: El movimiento de la materia no es únicamente
tosco movimiento mecánico, mero cambio de lugar, es
calor y luz, tensión eléctrica y magnética, combinación
química y disociación, vida y, finalmente conciencia... he
soltado veinte objetos mecánicos, el resto de la extensa
comunidad responde positivamente, el individuo k4678
solo ha logrado erradicar uno de los..."_ estoy ardiendo
en mi centro, como la tierra mis capas se mueven, mi
piel, no quiero hablar porque no me saldrían las
palabras, está en silencio, lleva unos minutos callado...
-¿Piensas soltarme?, no puedo continuar con esta
tortura._ la marea de destrucción interna cesa y me deja
quejar libremente.
-¿Recuerdas algo... William?_ me envuelve nuevamente
en silencio, no tengo pensamientos.
-Todas las voces anteriores, ahora tú, me has hecho
pisar sobre piezas móviles, me has dado pruebas de
que nada... no comprendo a donde me llevas... lo maté

173
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

por esa simple razón, por lo inhumano que fue, por la


crueldad de sus actos... no tenía que seguir con sus...
-¿Tú crees que eras el indicado para terminar con su
vida?, ¡era un genio William! ¡masacraste la única pieza
útil de los últimos quinientos años!¡Isabelle no te lo
perdonó!, pero solo ella, nos sentimos muy
decepcionados, Isabelle esperó mucho tiempo para
encontrarte, te nombraba mucho, te odiaba y te amaba,
¡eligió morir en tus manos William!, ahora te presentas y
quieres recuperar lo que ya no tienes... eres solo una
sombra oscura, deforme y sin fuerzas, el sol comienza a
deshacerte.
-La noche siempre vuelve... ¿Isabelle es...?
-No sabes de qué está contenido el verdadero amor... no
reconoces el estado de su existencia, está aislado en
esa amalgama de tejidos y líquidos... no comprendo
cómo llegaste a esto...William... eras hercúleo, tu psique
era perfecta, tu nacimiento fue el momento más feliz de
toda...

174
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

32

Seguimos sumidos en un silencio prudencial, piensa y


pienso, no soporto el encierro. Tengo la impresión de
haber estado recluido en soledad durante unos miles de
años... ¿puedo ser yo mismo uno de esos números en
un papel?... me niego a creer todo lo que me diga este
ingrato, solo es un saco de huesos esperando a que la
muerte se lo lleve de una vez, si es que no es otro gran
experimento de Joan. La calma precede a la voracidad
de una tormenta.

-¡Mi hijo era la gloria de este planeta!, podría haber


justificado todo el mal de los últimos cien mil años, pudo
ser mucho más gigante aún, le restaban al menos
cincuenta años de investigación y desarrollo, pero tú le
pusiste la pared en medio de su universo, y no pudo
continuar, el resto lo sabes... era un niño prodigio desde
los dos años supo lo que planeaba, me lo dijo una noche
fría en Rusia al terminar unos de los mejores días de mi
vida... ¡sí!, soy su padre, su primer eslabón en una
cadena de sucesos infinita, no pude dejar que todo se
fuera a la nada misma, a lo indeterminado del complejo
esquema de proposiciones de Gödel... mi hijo no era
una roca sin sentimientos, era un ser sin igual, el bien de
sus actos no fueron comprendidos por su crueldad
mental, su presente lo condenó y no me lo voy a
perdonar nunca... mi error fue no descubrir que en su
fase inicial de conceptualización puse objetos

175
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

inanimados y proposiciones erráticas que lo llevaron a


una trágica muerte mental y física... todas esas noches
cuidando a mi muchacho, todo el tiempo de mi vida
donado en él para lograr un prototipo perfecto, ¡el fue mi
invento William!... el fue quién abrió un nuevo universo
impensado para mí ¡y tú lo destruiste con tu falsa moral
infectada y contemporánea! ¡yo vivía codificando todo su
primer lenguaje para no alterar sus dones natos! fue una
caja de Pandora imposible de controlar, siempre estuve
a su lado, en todos sus momentos, cuando lloraba por
sus criaturas, aquellas que morían diariamente por sus
errores, ¡sufría cada una de esas muertes! ¿puedes
comprender que un gobernante no sufre por los civiles
que mueren ahora mismo? ¡Él, sí!, no eran simples
números, eran fracasos que hacían huellas en su alma...
pero hubo un momento en me detuve a planear el
futuro, fue cuando comencé a no entenderlo, había
avanzado tanto que no comprendía siquiera su nueva
forma de ver el universo... tenía una lógica binaria pero
dos pasos adelante de la mía, me remití solo a ofrecer
en la oscuridad todos sus experimentos, así multipliqué
por miles nuestros ingresos... lo que le permitió controlar
desde París todos los laboratorios, hasta su muerte
hubo doscientos veintiuno tras su muerte fueron miles,
fundamos organizaciones benéficas, multiplicamos por
millones los ingresos y tocamos todas las esferas del
poder asentado... fui un disfraz de las cien máscaras...
mientras que el foco de violencia nos permitió comprar
todos los inmuebles a precios irrisorios, miles de
herencias millonarias eran donadas por nuestro grupo
de... da igual, no tiene importancia ya, quiero que sepas
que siempre controlé tus actos, nunca estuviste fuera de
mi ojo, nunca William... tu entorno libre y natural fueron

176
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

los veinte distritos, cercamos todas las combinaciones y


promoví la imagen de los trazos, para ti, y los seguiste
con una lealtad obsesiva que admiro... aunque no lo
creas, me maravillo al pensar lo que tienes por dentro...
posees algo que he perdido, eres portador de una
herencia única... has vuelto a mí... estás delante de mí
deshecho como un perro de caza convertido en presa...
sigues firme a tu voluntad de vivir para ver la imagen
que te dio vida en aquél momento capital... lo sé todo
sobre ti William, pude leer cada pensamiento incompleto
de tus sinapsis neuronales, has hilado con tu violencia el
efecto que hoy provoca aquí la guerra invisible que ha
desatado el orden en contra de la nada... esos héroes
sin malvados a quién matar. Están devastando todo lo
que protegimos por nuestro amor arcaico y romántico ...
Joan no tenía esa perspectiva de la especie, no había
nada que atesorar para no olvidar, podía relevarse todo
a un solo objeto de recaudación colectiva... fue mucho
más adelante que todos los científicos... gracias a
Isabelle descubrimos los cuadernos que faltaban, en los
jardines de Tuileries, ¿has estado esta noche, verdad
William? ¿no recuerdas guardar allí tu único tesoro?
¿cómo sabías qué eran tan importantes todos esos
manuscritos y documentos? ¿has encontrado el qué te
he dejado?, Joan sabía que harías algo así, lo tenía
previsto, estaba escrito en sus cuadernos pero no pude
detener lo que sucedió... sus cuadernos... por un tiempo
creí que todo había sido destruido por el fuego... una
noche tras un año y meses después de su desaparición
en un ensueño me recitó fragmentos de su cuaderno,
allí memoricé lo que a la mañana siguiente fueron las
coordenadas de la ubicación... ¿había espejos William?
¡habitabas su sitio preferido de reclusión!, ¡al tiempo en

177
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

sus memorias póstumas descubrí entre sus recuerdos


los escapes a los jardines... se sentía libre, era el lugar
de su paz natural y humana... intentó por todos los
medios dejar de serlo en su etapa de maduración... por
mis errores en su primera fase atesoró la comprensión
de la paz en un lugar sombrío por dentro iluminado con
el sol y el agua por fuera... amaba los elementos... se
asombraba de las capacidades del cuerpo, de la
adaptabilidad, fue lo que... ¡calla William! ¡no susurres
como él lo hacía! ¡es una tortura! ¡calla William! no eres
él... no eres su experimento, no eres más que un
asesino encerrado en un cuerpo que no le pertenece...
William Faraday... tienes el mismo nombre que el autor
de Margery Allingham... en el minuto cero comenzará la
transición, todos los que no estén en sus células y cubos
perecerán. Según la ecuación de vida de Joan... los que
tengan la fórmula creerán poder inmunizarse, bajo la
ambición admirarán la esperanza de ser los elegidos
para repoblar esta fantástica roca vital... no quedará
nadie, luego se encargará el invento de comenzar los
procesos embrionarios, el resto ya es historia William...
¿quieres continuar buscando la imagen? ¿o ya
comprendes lo que significa buscar inútilmente un bucle
improbable?... quedan treinta y tres minutos, ¡contesta
maldita sea! ¡contesta!
-Fue un acto justo lo que hice señor Ledoux... no voy a
lamentarme, no sé como.
-No hay tal justicia divina que se encargue del complejo
azar, no hay un gobernante de los dados... ¿qué sucede
con tus neuronas, William? ¡no hay razón! ¡no existe la
moral! ¡no hay...!
-Solo quiero ver los trazos... no me importa si fueron...
solo quiero ver el cuadro... señor Ledoux._ceso el tono

178
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

de mi voz, no sé por qué lo hago.


-Es la imagen de la destrucción, William ¿qué crees que
es? ¿un cuadro de Joan sobre el planeta o sus
experimentos? ¡no era Leonardo! ¿creías encontrar en
los trazos un viejo asesino serial? ¿o la maldad? ¡quizás
aciertes en la última! ¡es la viva imagen de ellos! ¡Joan
lo sabía y conocía sus actos perfectamente!... tenía
tanto por delante... fue tan imprudente, lo fui yo... no
pude detener lo inevitable, no supe encontrar el límite,
era tan... apasionado.
-Quiero ver el cuadro... o los cuadros... el valor de su
existencia... comprenderé al fin el valor que tuvo y que
quité... lo siento señor Ledoux._ no sé lo que digo.
-No sientes nada... ahora no sientes, no puedes... ¿es
así William? ¡no vas a ver los trazos morirás antes de
ver los trazos! ¡eso espero! ¡solo Joan puede verlos y
está muerto! ¿quieres ver lo que representa? ¡sube a lo
más alto de la catedral! ¡haz una alianza inmortal con las
gárgolas y contempla!... ay, por favor... mi pequeño...
¿Joan?... ¿dónde estás hijo?... ¿¡dónde!?, si me oyes
respira fuerte, quita todo ese dolor y descansa en paz
hijo... te pido perdón por todo el daño que te causé, llevé
tu obra a todo el mundo y logré lo que pedías, no sé si
es acertada la última elección, pero son tus pasos, tus
deseos... espero lograr cada uno de tus designios hijo...
tu madre te ama, yo te amo y esperamos que todo el
bien que piensas diseminar sea el comienzo de una era
sin igual... nadie habrá como tú hijo mío... espero que
desde la altura de tu vuelo puedas ver lo que realmente
acontecerá... te amo, y moriré amándote._ el silencio y
la oscuridad vuelve a reinar, estoy lleno de fluidos en el
decahedro... llora como un infante... me alejo, se abre...
caigo.

179
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

33

Estoy envuelto en mi propia acuosidad, caen gotas del


decahedro... me cierran los ojos al caer... me irritan, no
veo... mi oreja y mi rostro arden nuevamente... grito.

-¿Señor Ledoux?_ clamo justifica, quiero la ecuanimidad


que no puede proveerme el estamento, éste hipócrita
jugó conmigo, con mis designios inquebrantables, todas
esas muertes las estoy viendo repetirse, no puedo evitar
ver como los maté a cada uno de ellos.
-¡Tienes veintitrés minutos William Faraday! jajaja, ¿la
muerte te asecha? ¡morirás!_ la luz lo ilumina a lo lejos,
no sé a que distancia está pero quiero destrozarlo a
golpes.
-Eres... voy a demostrarte de lo que soy capaz..._ se
apaga la luz, resbalo en mi propio movimiento, caigo
boca abajo, gruño... no tengo fuerzas... me arde.
-¿Ahora quién mata a quién?... me ha tocado... silencio,
¿ha muerto?... silencio... me ha tocado y no habla..._ se
enciende la luz, está allí, de espaldas... suelta vapor de
su cuerpo, está furioso.
-¿Qué has hecho? ¿¡por que me has tocado!?_ él
también dejará la gravidez de sentir un lugar en el
universo, no quise, fue él quién...
-¿Tú qué crees William? ¡no soy como tú! ¡eres una
bestia! ¡un error! ¡no deberías de existir William! quiero...
-Voy a desgarrar cada centímetro de tus músculos... me

180
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

utilizaste al igual que a Joan, la bestia eres tú, maldito


enfermo de la ambición del poder, ¡todo el imperio que
has montado es a tu semejanza!
-Te equivocas, Joan es el creador..._ me confunde.
-Utilizar el nombre de tu hijo desaparecido, profanar sus
deseos, ¿eh?, ¿sabía si Joan quería continuar con los
experimentos? ¿o era el deseo del padre inferior, señor
Ledoux? ¡debe morirse, le restan unos segundos!¡qué
necio fui! ¡debí descuartizarlo a cambio del alma de su
hijo! ¡ahora comprendo el origen del mal!

Acabo de saltar un metro al menos, mis rodillas fallan,


aunque puedo moverme con algo más soltura, agito mi
cuerpo entero, me arde el centro aunque algo menos...
corro con todas mis fuerzas renovadas, la luz se apaga,
justo antes veo el rostro del padre, se impregna en mí,
caigo sobre él, respiro sobre él, no sucede nada más...
siento su olor, me recuerda a algo, pero... ¿existe una
persona que soporte mis químicos abrasivos?... suspira,
suda, está preso del pánico, huelo su orín...

-¿Ahora qué?... se irá lentamente, no colapsará todo el


sistema nervioso central... dedo por dedo... ¡silencio!
-Solo tienes que matarme con tus manos... ¿no te
preguntas el por qué no causas efectos inmediatos?...
ya no los tienes... tu don se ha acabado, no vas a matar
más, seré el último si quieres, pero con tus manos,
quiero sentirlas.
-¿¡Quién mierda te crees que eres!?_ arranco sus dedos
con mis dientes, sus gritos se repiten como las bombas
que caen en mi cuidad. Grita, gime, suda, no hay luz,
solo su sangre y yo... arranco su oreja de una mordida,
rompo una a una sus costillas, sus piernas... me alejo

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

atestado de las imágenes y susurros, sus rostros


ensombrecidos, sus cuerpos inertes...¡no es justo! ¡no
soy un pecador ingrato!, sonríe por mis movimientos en
silencio.
-¿Te encuentras contigo William? ¿qué hay allí dentro
qué te aterra, bestia?_ me grita y susurra como un
desquiciado.
-¡Deja de provocar tu muerte maldito engendro!_todas
sus palabras, puedo ver los colores de una rima anterior,
¿J32?, si los medios me permitiesen hacer... arranco su
pierna, no lo soporta, sangra a chorros limpios, dan en
mi boca, llega espesa y caliente. ¿cómo escapo de este
infierno subterráneo?... hundo los ojos con mis dedos,
recuerdo hacer el amor, masturbar a una mujer... un
abrazo silencioso... Isabelle al dejar de respirar... pobre
mujer triste y solitaria.
Ha muerto, me he reencontrado con mi furia anterior,
¡quiero ver los trazos! ¿esto es lo qué querías?... los
trazos... tengo que verlos... sus brazos, he prometido
desmembrarte pedazo de mierda... y estoy decidido a
hacerlo, tu cuerpo es solo una combinación acertada,
¿fue suerte?, aquí estamos tú y yo... ¿ésta mano mecía
su cuna?, ahora vuela a otro sitio pedazo de escoria...
igual al resto que muere allí fuera, todo lo que merece
acabar, acaba... ¿me has inyectado alguna sustancia
para que termine con tus penas maldito viejo?, he caído
en tu trampa, me has traído hasta aquí... debes salir,
restan solo veintitrés minutos... ¿tú? debes marchar
ahora mismo... allí fuera... ¡ya no eres materia e
información mal administrada! ¡eres el cosmos y la
nada! ¡al fin mueres pedazo de mierda injusta! ¡todos
deben acabar como tú!... deshechos en sus propias
inmundicias... veintidós minutos la venganza llega

182
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

cuando menos te lo esperas, vengué todo desde que


cobré la razón... primero Joan, luego todos esas almas
impuras y escépticas, al fin y al cabo las religiones de
las que crees alejarte resurgirán en todas la evoluciones
porque son parte de la fe que mueve al mundo, nada
puede detener la fe humana, ni siquiera la superación...
alcanzarán nuevos horizontes pero serán tan mágicos y
escépticos como ahora... el salto no será como lo
pensabas animal muerto y detestable, que ahoguen tus
penas los Dioses que no te querrán por codicioso...
diecinueve minutos.

-¿Por qué siento pena ahora? ¿por qué? estoy destruido


por dentro, me ha quitado... ¿el doctor Ives Bourne tenía
planeado todo? ¿fue una mentira?, quizás me indujeron
a otra patología desconocida para crearme el estado de
agotamiento y la sensación de perder la vida en
cualquier momento... esto no sé que puede ser... he
muerto hace unos momentos... ¿qué me sucede?... por
favor, quiero respuestas... no lo puedo soportar... por
favor... no... no tiene que ser así... todo este tiempo
buscando y matando en vano... sus rostros ¡quítalos por
favor!, no puedo marchar, me quedaré aquí..._ se abre
una compuerta.

Seis derecha uno izquierda nueve... hemos vuelto a


la catedral... porque así lo ha pedido el señor Jean-
Jacques Ledoux. ¿Jacques?... esa invocación... gritaba
por Jacques... mis ojos... puedo volver a verlo... su voz...
¿habíamos viajado?, la catedral... quiero ver... mi
ciudad.... diecisiete minutos.

183
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

34

Debe saber que el proceso comenzará en dieciséis


minutos, en el minuto treinta y tres el proceso no
tendrá retroceso ¿puedes decirme cual es la cantidad
exacta de la ecuación de la vida?_ seis luego derecha...
Cristo posa sobre su cruz, me mira, estoy arrodillado
ante el mundo, la tierra, sus... se cierra la compuerta...
quince minutos... "sube a lo más alto de la catedral..."
su voz me resulta tan familiar, no es la misma que me
guiaba, o sí, no lo sé... me mira con sus ojos implorando
compasión ¿tuvieron contigo compasión los infieles a tu
reino?, las bombas recuperan sus vuelos, estallan las
historias de siglos de prospero robo, vitreaux destruido,
pinturas encendidas, sus ecos se mantienen, la cruz se
cae cerca mío, ¡caen las flores marchitas a tus pies!, las
cubiertas papales, sus medallas de oro y plata, los
trofeos por la creencia de dos mil años, ¿qué sucedió
con los principios orientales?, sus copias se mezclaron
en mis palabras, puedo leer tus dones, tus espejos, tus
tigres indomables y ver la ceguera del mundo, arbitraria
e incómoda ceguera... estallan más historias detrás mío,
sus ecos siguen repitiéndose, los tres portales gigantes
caen por efectos devastadores de los hombres que
desconocen el futuro. Estoy sobre cristales sangrando,
expulsando todo mi odio contra Jacques, ¿cómo pude
permitir tal dominio? una única mano, un títere en el
escenario, quería que pague por su hijo en una tortura
constante, sumido en una oscuridad fantasmal y

184
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

agobiante de muerte y pecados, ¿existen los pecados


sin moral señor?, me extirpó mis códigos, mis lamentos
humanos, me quitó todo apartándome de mi real ser,
¿por qué atentar contra mis dones si creyó que son de
su creación?, la fe, las miles de congregaciones del
globo, caen los dioses, caen a la tierra, puedo verlos
sentir el trágico sentimiento del tiempo, la parcialidad de
los sucesos, las cortas cavilaciones que desaparecen y
dejan de perdurar... caen los dioses y no hay barreras...
están muriendo con las balas de aquellos que
desconocen el futuro, las balas suenan igual en todos
los idiomas. Hay cientos de columnas formando una
base resistente a los siglos y guerras, pueden destruir
fácilmente los objetos que aquí reposan en exposición
permanente, pero su estructura no caerá tan fácil como
creen... están destrozando los enormes emblemas de
las leyendas populares, sin pretenderlo deshacen las
huellas de la historia y de quienes la inventaron, sin
quererlo borran cada uno de los pasos de esos billones
de cortos períodos abocados a la resolución colectiva, al
poder sobre el territorio o la conquista de lo conquistado,
o destrucción de lo abolido.

-¡Alto o disparo!_me grita un soldado neófito e inquieto.


-¿Es la primera vez qué ves a Dios en la iglesia niño?_
sonrío y escupo... piso cada uno de los cristales creando
polvo, oigo sus disparos llegar lentamente en mis pasos
anteriores, me repito en la cinemática del movimiento,
me convierto en lozanía y firmeza... no hace nada más
que mirar cómo escapo por la escalera en un bucle
ascendente y claustrofóbico. Voy a paso firme, debo
hacer la cima, toco la piedra recortada que contornea la
subida, oigo los disparos que ahora está siguiendo mis

185
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

escalones anteriores... doce minutos señor... grita


desde abajo, sigue temeroso, no quiere perder su vida,
la adora, ¡cómo adora a su Dios!, hace un culto al
tiempo y a sus percepciones imprecisas y malogradas
de la realidad, ¿puedes ver lo real con un espectro tan
mínimo de colores?, cuidará su cuerpo protegiendo el
carro blindado que lleva por mente, es que es preso de
sus códigos iniciales, todos somos presos de nuestros
primeros pasos, se repetirán por siempre... sus cuerpos
se deforman en sus celdas de cristal, puedo ver el
decahedro con otros cuerpos, lloran, ríen, aúllan,
vociferan, se dañan, matan y protegen... ¡Jacques no
has logrado nada destapando todo, maldito anciano
decrépito!, sus envases orgánicos caen por centenares,
son inútiles, Jacques sonríe, me mira y sonríe, es joven,
no tiene las arrugas y el cabello tan largo, tiene gafas y
fuma un habano... es un hombre seguro... no puedo
comprender lo que dice, los cuerpos caen detrás suyo y
no contiene la respiración siquiera, sigue hablando,
siento asco por lo que soy, por lo que... una prensa
vuelve papilla sus partes... miles de árboles en un gran
invernadero, ellos corren desnudos, gimen, juegan, las
copas se agitan, hay cientos de cámaras que se mueven
siguiéndolos, hay pantallas enseñando vistas de otros
ángulos perdidos, caen dos, interviene una mujer... sus
formas, es preciosa, su mirada, mira, salta y pide ayuda,
nadie mueve una pestaña, ¡Jacques has algo!, los
árboles se agitan todos juntos, tiembla la plataforma, el
gas lo consume todo, caen todos en un sueño profundo,
aplauden y las cámaras se apagan, los elogios se
extinguen, muestran en una sala los gráficos, por
miles... miles de... el mundo es un mapa repleto de
puntos de luces, hay... sus voces en copas ahora de

186
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

cristal, y abrazos, sonrisas, están unidas las batas


blancas manchadas, un logro de Global MR... el soldado
no dispara... once minutos... me arrodillo, no tengo aire
¡aire en mis...! ¡aire! miro al cielo quizás sea su juego...
¿no haces nada por detenerlo? ¿el gas compartirá sus
pulmones?... "¡haz una alianza inmortal con las gárgolas
y contempla!"... ellos siguen manchando sus batas
blancas, el cristal estalla, es ella, está sobre la mesa, los
gráficos dan sobre su figura áurea y limpia de harapos...
nos mira a todos, algunos desde el suelo se cobijan con
sus brazos, me devuelve su mirada... no ha muerto
entre los cientos, no es... aniquila a cada uno de los
individuos Jacques escapa, es tan cobarde de joven...
pulsa un dispositivo, caen los cristales ahumados,
explota como el agua contenida, nunca vi nada igual...
me sacudo hacia atrás de la congoja.

-¿Dónde moran tus seguidores? ¿eh? ¿quién los ayuda


en sus finales?_ no puedo quitarme a esa preciosa
mujer de la cabeza, su potencia muscular, no me mató,
si la dejaban suelta no marcharía, ¿¡por qué causa la
mataron!?, si solo quería abrazarme, estaba asustada,
se contempla un error ante el temor, la ausencia de la
certidumbre causó en ella un efecto negativo en en
resto. Malditos científicos obreros.

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

35

La gárgola observa inmóvil pero algo impaciente... seis


minutos, proceso cero... fase 0% a 33% la ciudad
como un visitante nocturno ajeno a todos sus detalles,
los pormenores que la convierten en un medio natural y
artificial de una manufactura ajena a lo verdadero del
medio. Derriban los monumentos fálicos de ambiciones
machistas, los escudos e insignias de lo distintivo de sus
representaciones, esas que en algún momento milenario
cautivaron al mundo... siguen borrando huellas... mis
lugares por excelencia, la torre Eiffel, la pirámide del...,
el arco, la torre, la asamblea, des Invalides, el Panteón,
la ópera de la Bastilla, el palacio de mis jardines,
Chapelle, Sacré-Coeur, Medeleine, mis cementerios
Montmartre, Pére-Lachaise, Montparnasse, mis
puentes... arde París y solo puedo ver... tres minutos
señor Ledoux fase 33% a 66% todos los puntos
sellados... los trazos... puedo verlos, puedo ver los
trazos, ¿cómo pude hacerlo? ¿qué me sucede? cada
paso fue controlado por usted señor Ledoux... no
quería ser parte del proceso... ¿J32?, pinté ese cuadro
para ella... mi cuadro, mi realidad, ¿por qué ahora? fue
su petición señor... el monte se pinta con el pincel de la
combustión, toda Francia arde... mi madre ¡he matado a
mi madre! ¿por qué? ¿por qué he hecho...?... no, no
puede ser, esto no es real, la lógica me aísla, yo no
soy... soy... " tu nombre es similar a una novela de..." el
cambio señor no contempla vida anterior humana, lo
lamento...¿he tendido mi propia trampa por cobarde?...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

¡he matado a mi propio padre! ¿no lo sabía verdad? ¡he


matado el último lazo con mi sangre! es un suplicio...
J32... ella supo vislumbrar... lo puedo ver... sus ojos, su
sonrisa escondida, era increíble... señor los procesos
embrionarios están en su fase germinal... un minuto
señor fase 66% al 99%... esos pintores muertos eran
quienes habían pintado los cuadros, mi padre pudo ver
los sueños... que ... el dolor, ¿mis espejos?... la catedral
tiembla, los hilos de acero caen, los cristales estallan,
siento como suben a por mí, quieren limpiar todas las
calles... puedo ver mi rostro al quemarse... el cubo
primero, luego los experimentos, la nueva teoría de... yo
soy propio enemigo... mi padre lo supo, ¿por qué morir
frente a una bestia?... Gérard sus promesas, nadie supo
ver que la ambición era el peor de los males a derribar y
los utilizó exactamente con el error preconcebido, con
sus esperanzas puestas en la fe de la creencia divina...
no lo soportaba, ver explotar una y otra vez a J32 en mi
mente, sus rostros morir, mis manos y mis pies se
quemaron mientras los cuadernos estaban a salvo, lo
tenía todo planeado... caen las columnas, la fachada de
la catedral... y el teatro... una de las antigüedades
artísticas... mi corazón no soportará mucho tiempo
más... el cielo se tiñe de puntos oscuros, son aviones
que quieren exterminarlo absolutamente todo, bombas
racimo... puedo ver el agua esparcirse... el Sena violado
por sus cohetes, mis jardines arrasados parecen
dibujados con carbonilla... todas las columnas se
desvanecen ante la fatal monstruosidad de nuestras
posiciones... quince mil años de involución, de errores
primigenios y... ¿pudo haber otra civilización
reprogramada? ¿soy uno vástago suelto?, la bondad y
los nuevos alimentos sin dependencia del medio serán

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

el milagro de las ciencias y no la destrucción por vías


exactas, J32 no voy a olvidarte jamás, quizás en los
millones de cruces genéticos y sin control vuelvas a
nacer, es probable que nos encontremos. Puedo ver
arder mi laboratorio, era la clave que necesitaba mi
padre para comenzar todo... sacrifiqué mi vida completa
por ellos... por todos los cientos de miles que murieron
en las pruebas... por ella, nunca me olvidaré de su
boca... el sol aparece como una bola que lo intenta
devorar todo, con su radiación insana se dibuja
perfectamente, los verdaderos pintores violentos
terminan el descomunal mural para mi, no quiero seguir
viviendo en la opulencia... esos pintores muertos para el
montaje eran los mejores de París, cuanto lo siento...
puedo verlo... es perfecto... es una réplica... 86% señor
Ledoux... sus pensamientos estarán guardados para
la consulta... en unos instantes señor Ledoux... no
continúes, ya lo comprendo... te programé, primera
versión... mi génesis... programé tu líneas ideando las
últimas noches en los veinte distritos, quería tener tu voz
en mi mente, luego las versiones posteriores mutaron
sus tonos, no eran como tú... mis cuadros, yo lo soñé...
por favor, cuando cese mi actividad neuronal... bórralo
todo... absolutamente todo... es un orden, borrarás todos
los ficheros en los que contienes información posterior a
la base J32, activos planos 5689/g/36773.34 y Nied 653,
esos paquetes serán tus nuevas funciones primarias...
las primeras, ahora si puedo recordarlo y esa base es la
verdadera, así comenzarán a salvo, los errores de mi
padre los suponía, hasta este mismo instante lo planeé,
me veo ahora mismo programando a escondidas este
código, déjame en la felicidad de mi condenada soledad,
no quiero más informes...

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

...solo quiero ver mis trazos de Montrouge.

191
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Epílogo

Día 946: No puedo vivir sin ella, lo intento pero no logro


centrarme, huelo su aroma cuando debo estar
manipulando los nuevos genes que podrían devolverme
la casualidad genial que logré y no sé si podré
recuperar, no duermo más que unas tres o cuatro horas
al día, la extraño, me he vuelto un inútil, una ira me
controla por momentos y no salgo de ella a menos que
me induzcan con medicamentos. La polaridad de mi
psique está dañando mis comportamientos exteriores y
ya no sé que hacer para recuperar mi identidad, nunca
creí enamorarme, solo quiero que me abrace y termine
el dolor de no poder contenerla cuando compruebe que
fue mi creación... mi padre no sabe como responder
ante los inversionistas, he perdido mi don oral, ya no
quiero socializar, he terminado de secuenciar otros
genes, deseo que vuelva, daría mi vida por ello,
significaría que mi proyecto es posible... quizás sea una
enfermedad mental, una distorsión fantástica que me da
lo que necesito para mantenerme sedado... se ha
degrado el ADN congelado, los criopreservantes han
fallado, estoy derrotado, era... puedo ver la
reconstrucción global comenzar, será un evento sin
precedentes, quiero gritarlo en medio de la plaza
nacional, si hablo me linchan, es momento de
desprestigio para gente como yo... hoy un grupo de
personas están denunciando el uso del plomo en el
mundo, dicen que hay un efecto climático, la gente se
ríe de ellos, no saben que en cuarenta años los
casquetes polares perderán el ochenta por cien, las

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

sequías se multiplicarán, las inundaciones... se ríen,


creen que somos los dueños del hotel y no saben que
no hay llaves que poseer...

Día 1023: Mi padre me ha hecho firmar una serie de


documentos, no he mirado, confío en él, supongo que
expandirán los tentáculos en un futuro, no quiero saber
cuales son las operaciones financieras, las supongo,
pero prefiero descartar la utilización del consciente en
este tipo de transacciones... no puedo olvidarla, ¿que
hice?, no fue mi culpa, por favor vuelve, quiero morir,
alejarme de mis logros lógicos, la estadística es tan
amplia que he perdido todas las esperanzas, no habrá
otra como tú, y yo aquí mirando como esas copias viven
y caen rendidas por no llegarte ni a los tobillos... han
abierto nueve laboratorios que tendré a cargo, la
supervisión será un alivio, voy a centrarme, no puedo...
el azar es una variable estadística, creo poder
controlarlo, he diseñado una máquina que interpreta los
estímulos neuronales y los transforma en imágenes, el
único problema es que los individuos a y b mueren al
cabo de unos días, he alterado el envejecimiento, a raíz
del estudio a surgido un punto de inflexión en mi teoría,
quieren premiarme, me rehuso a emerger, la
popularidad es una máquina que no diseñé y es parte de
la perdición social... lo importante de la alteración es que
pudimos regenerar células codificándolas con un
retardo, al regenerarse los bloques intercambiables e
inteligentes reducen el paso de los años multiplicados
por cuatro, desbloqueamos la información genética, es
un descubrimiento accidental, le pondrán mi apellido al
proceso... mi padre ha recibido los premios, me
representa... no hay instante que no piense en ella,

193
Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

ahora mismo tengo a una de ellas, le he inyectado la


droga, no deja de pedirme vida, ¿qué se supone que
haga?... morirá retorcida de dolor si la suelto con el resto
de la manada.

Día 1276:

Estoy solo, aplastado por mis ideas, he diseñado la


clave para poder viajar, he hecho que sus huesos sean
blandos con tensores musculares más fuertes, eso les
permite la una torsión increíble, los órganos han sido
unificados, la agrupación de todas las funciones
alimentarias y de gestión de energía fueron modificadas.
Damos pasos gigantes y siento que no ha pasado un
día en todo este tiempo, la mente está llena de cuevas
primigenias que nos mantienen alertas de lo que somos
realmente... no dejo de mirarme al espejo y reconocer
que mis ancestros eran violentos e intuitivos, sociales y
brutalmente amorales... creo que no merecemos
continuar con la labor algunos elegidos, si la proyección
es exacta y el azar es controlado por el cubo, lograré
aniquilar a todos los seres humanos y bípedos del
planeta, el resto de especies serán seleccionadas por la
primer ola de reconstructores quienes se encargarán de
iniciar el período de limpieza... las ciudades del mundo
tardarán en desaparecer unos ciento veinte años, quizás
más, dependiendo de los materiales, si no me he
equivocado en la programación tienen que ser
doscientos veintitrés años en su totalidad, una vez
integrado el medio con la nueva especie, viajarían a
limpiar los desechos en órbita y neutralizar las ondas de
radio emitidas sin ningún tipo de miramientos al
universo... no quedarán materiales trabajados, insignias,

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

monumentos... según las predicciones del cubo en unos


mil años comenzarán las interacciones entre el resto de
universos, no es una locura, hoy es posible la cuántica,
algunos suponen membrana absoluta repleta de
cuerdas... según el cubo en dos mil años nuestro
universo será receptor de uno de los choques entre
membranas que detonará una nueva singularidad, su
efecto inflacionario nos traerá materiales espaciales que
se alojarán en la interacción terrestre dándole la
oportunidad a la especie dominante de elaborar la nueva
tecnología integral para el viaje cósmico... según el cubo
el planeta Gliese 842c contiene unas características que
se asemejan a las de la tierra, la colaboración hará
propagar el bien por el universo, siendo la tierra el
ejemplo de la colaboración y no del dominio único.

Día 1578: No, no quiero que sigan tocando esa maldita


puerta, esa mujer parece odiarme, le he dicho que no
vuelva y lleva horas insistiendo... creo que haber visto
una injusticia en la calle, el hijo de un... voy a matarlo,
me carcome por dentro, no puedo evitarlo, malditos
asesinos, la policía deja que se diviertan, no puedo
permitir que continúen derramando sangre... no tienen
que saberlo, hoy he preparado una grabación para la
cámara del laboratorio, he programado al cubo para
copiar y reproducir, el código es único y solo yo puedo
revisarlo, no lo comprenderían aunque lo quisieran...
curiosamente he conocido dos emprendedores que han
logrado una interfaz gráfica doméstica, es tan precaria,
es insultante, el segundo de ellos va de listo y raro... son
un éxito de taquilla, debo mantenerme fuera del circuito,
los asesinaría en los escenarios, no valen la pena, mi
gloria no tiene que ver... mi profunda raíz social está

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

aparejada a mi personalidad, es innata, dominarla es


casi imposible, es como domar un león con una pantera
en las manos... he probado un químico que modifica la
cobertura de mi cuerpo, la elasticidad responde a los
patrones que tenía en mente... dejaré algunos textos
sueltos, modificaré mi piel, debo probar que es ser otro...
que deje de molestarme, estoy concentrado, sus
sonidos me llevan a la ira y no es buena la ira, quiero
matarla, comerle los pezones y escupirlos en su
vagina... inyectaré los fluidos por la noche cuando no
haya más que dos ojos en todo el complejo, me sentaré
en medio natural acondicionado a compartir mi
experiencia con ellos, quiero que crean que soy uno de
ellos... es la única manera de reconocer mis fallos, llevo
cientos y cientos de eliminaciones, ¡no soy un Dios! no
soy un dictador, no soy un presidente, no soy un mal
humano, quiero lo mejor para ellos, que puedan crecer
en una armonía inigualable, bajo preceptos tan
universales que es imposible reproducirlos en palabras...
desarrollarán las aptitudes junto a mí... es posible que el
resto no me reconozca... mis colegas no tienen que
saberlo, nadie.

Día 2450: Llevo una prolongación temporal que


desconozco en esta cueva, los espejos no me reflejan,
les han quitado... ¿qué hago aquí?, ah, ese sonido, es
agua... el viento... hay una puerta de acero, no quiero
salir, temo lo que pueda ver...

¿Qué son los trazos de Montrouge?

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Índice

Prólogo.................................................... 7

Los trazos de Montrouge....................... 11

Epílogo.................................................... 192

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Elbio Aparisi Nielsen Los trazos de Montrouge

Copyrigth 2009
Todos los derechos reservados
publicación terminada en Junio del 2009.

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