You are on page 1of 1

Luis de Gngora

A CIERTA DAMA QUE SE DEJABA VENCER DEL INTERS ANTES QUE DEL GUSTO

Mientras Corinto, en lgrimas deshecho, La sangre de su pecho vierte en vano, Vende Lice a un decrpito indano Por cien escudos la mitad del lecho.

Quin, pues, se maravilla deste hecho, Sabiendo que halla ya paso ms llano, La bolsa abierta, el rico pelicano, Que el pelcano pobre, abierto el pecho?

Inters, ojos de oro como gato, Y gato de doblones, no Amor ciego, Que lea y plumas gasta, cien arpones

Le flech de la aljaba de un talego. Qu Tremecn no desmantela un trato, Arrimndole al trato cien caones?

You might also like