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Primera

escultora
argentina
Su lugar de nacimiento es
controvertido:
tradicionalmente se
considera que fue la
población tucumana de
Trancas, aunque ciertos
documentos indican que
habría nacido en la estancia
Las Moras, ubicada en el
actual departamento de La
Candelaria de la provincia
de Salta, y próxima a la
actual frontera
interprovincial; se trata de
un territorio cuya
jurisdicción, en ese
entonces, era imprecisa
entre Tucumán y Salta.
Estancia Las Moras
Cabe aclarar que su
Bautismo (que en esos años
tenía validez como Partida
de Nacimiento) fue realizado
en sede parroquial
perteneciente a Tucumán,
en el antiguo Templo del
Sagrado Corazón de la Villa
Vieja de Trancas.

Lola Mora era nieta del


presidente Nicolás
Avellaneda, así como
también protegida (y posible
amante además) del
presidente Julio A. Roca.
Era la tercera hija de siete
hermanos: tres varones y
cuatro mujeres.
Desde los veinte años pudo estudiar
bellas artes en su provincia, de la
mano del pintor italiano Santiago
Falcucci (1856-1922) quien le dictó
clases particulares, comenzando un
trabajo disciplinado, abocado al dibujo
y a la técnica del retrato, con
inspiración en las escuelas neoclásica
y romántica italianas, de las que ella
no se apartaría en toda su producción.
Continúa sus estudios luego en Roma,
donde tuvo como uno de sus
principales maestros al excepcional
Giulio Monteverde. Durante su
prolongada estadía en Italia quedo
imbuida del modernismo escultórico y,
por sobre todo, de los ejemplos del
Renacimiento y del Barroco, en
especial el de las obras de Miguel
Ángel y de Bernini.
Virtuosa en el cincelado del granito y del mármol, el gobierno
argentino le encargó numerosas obras: por ejemplo en 1900
los bajorrelieves que luego exornarían el patio de la Casa de
La Independencia en San Miguel de Tucumán.
Aunque su obra más
relevante causó
polémicas moralistas, en
efecto, al concretar en
1903 su monumental
Fuente de las Nereidas
por encargo de la
Municipalidad de la
ciudad de Buenos Aires,
la sociedad aún
"victoriana" consideró
"licenciosas" y
"libidinosas" las
esculturas que mostraban
(y muestran) alegremente
sin recatos los cuerpos
desnudos emergiendo
triunfalmente de las
aguas.
La obra escultórica
tuvo su primer
emplazamiento a poca
distancia de la Casa
Rosada pero la presión
de las "ligas moralistas"
obligaron su traslado a
un lugar entonces
alejado: la Costanera
Sur (en donde aún se
encuentra tal escultural
fuente).
Desde esa época, Lola
Mora comenzó a
padecer una suerte de
ostracismo, aunque
pudiendo irse de su país
prefirió quedarse en su
tierra.
Está esculpida en
mármol de Carrara y
representa el mítico
nacimiento de Venus
surgiendo de una
valva marina junto a
un séquito de
nereidas. Según la
mitología griega
Zéfiro, el viento del
oeste, vio a la
divinidad (Afrodita)
salir de las aguas y le
hizo arribar a las
orillas de Chipre a
bordo de una
inmensa caracola.
Allí, las Horas (las
estaciones benéficas)
la vistieron antes de
conducirla al Olimpo,
la morada de los
dioses.
También son de
relevancia la
escultura de la
Independencia
ubicada en San
Miguel de Tucumán,
o el conjunto de
estatuas llamado
Paz, Justicia,
Libertad, Progreso
planteadas para el
edificio del Congreso
Nacional en la ciudad
de Buenos Aires y
luego ubicadas en la
ciudad de San
Salvador de Jujuy,
La Independencia
Plaza Independencia, Tucumán
El progreso, Jujuy
La Justicia, Jujuy La Libertad, Jujuy
La Paz, Jujuy,
Hacia los cuarenta años
de edad contrajo
matrimonio con un
hombre 20 años menor
que ella, Luis
Hernández Otero,
(1909) quien la
abandonó cinco años
más tarde.
A la familia del novio no
les agradaba la idea de
ver a su hijo casado
con una mujer que
podría ser su madre.
Tanto en el acta civil
como en la religiosa,
Lola Mora figura con
una edad de 32 años.
En 1910 el Gobierno nacional destina los fondos para la construcción
de un monumento a la bandera, y encarga obras escultóricas a Lola
Mora. Ésta comienza a realizar las estatuas en Italia donde tenía su
atelier y las va enviando a medida que están terminadas.
Las estatuas de desnudos que realiza la artista movilizan los
prejuicios de la sociedad victoriana de la época y el proyecto es
abandonado.
Un nuevo proyecto del Monumento se comienza en 1943 y se
concluye en 1957. Las estatuas ya realizadas por Lola Mora fueron
deambulando por la ciudad, hasta que en 1977 son reacondicionadas
y pasan a integrar el grupo del Pasaje Juramento, como parte del
Monumento Nacional a la Bandera, en la ciudad de Rosario.
Belgrano y la Bandera El Pueblo
Aclamación de la Bandera por el ejército
Aclamación de la Bandera por el ejército
Fray Gorriti bendiciendo la bandera La Patria
El soldado y el clarín
La Victoria
Mujeres y el niño
Tras su corto matrimonio,
Lola Mora realizó riesgosas
inversiones para la
prospección de petróleo en
las selvas salteñas, sin
embargo tales inversiones le
resultaron perdidosas;
luego intentó la invención
de un sistema de
cinematografía color
basándose en la iridiscencia
de las emulsiones oleosas
sobre el celuloide, aunque
su idea era bien
encaminada, el
desconocimiento de datos
científicos hizo que no se
pudiera concretar en la
práctica. Monumento a Nicolás Avellaneda
Ya en su tercera edad recibió una
modesta pensión por parte del
gobierno nacional, y quedó a cargo
de sobrinos que dilapidaron su
dinero y destruyeron gran parte de
sus bocetos, escritos y
correspondencias.
Lola Mora participó como
contratista en la obra del tendido de
rieles del Ferrocarril Transandino
del Norte, más conocido como
Huaytiquina, por donde hoy transita
el mundialmente famoso Tren de las
Nubes (Provincia de Salta). Como
urbanista, es autora del Primer
Proyecto de Subterráneo y Galería
Subfluvial de nuestro país, previsto
para Capital Federal; y del trazado
de calles de la Ciudad de Jujuy.
Después de su última aventura empresaria y completamente
empobrecida, se trasladó a la ciudad de Salta donde perdió la
razón y enfermó para morir el 7 de junio de 1936 en Buenos
Aires a los 69 años.

Por esos días aparecieron extensas notas necrológicas en las


principales publicaciones argentinas. Caras y Caretas, por
ejemplo, comentaba:

"Siempre nos sorprende la tragedia del talento olvidado.


Ahora más, al herir a una mujer, a la primera mujer argentina,
cuya vocación supo afrontar las dificultades del mármol, los
laboriosos primores del modelado de la arcilla."

Es muy destacable que en todas las necrológicas que se


publicaron en éste y otros medios, sólo se recuerda de su
vasta obra, una sola de la artista: la Fuente de las Nereidas.
Grupo
escultórico
original de la
reconocida
escultora
argentina donada
por el Dr. Miguel
López Francés a
la Universidad
Nacional del Sur.
(Bahía Blanca)
La fuente de Bahía Blanca congelada
Los Leones fueron realizados
para el Congreso Nacional.
Han sido los que sufrieron más
traslados y agresiones. Hoy
están en la plaza Irigoyen del
barrio Ciudad de Nieva, Jujuy
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