Durkheim sostiene que desde el siglo XVIII el progreso econmico ha consistido en libertar a las relaciones industriales de toda reglamentacin.

Hasta los tiempos r ecientes, todo un sistema de de poderes morales tena por funcin disciplinar esta e sfera de la vida social. La religin actuaba de esta forma sobre patronos y obrero s, pobres y ricos. Pero la religin ha perdido gran parte de su imperio. El Poder gubernamental, que se entrelazaba con aquella, se ha convertido en instrumento y servidor (ya no regulador) del mundo del comercio y la industria. Una de las co nclusiones que llega Durkheim en su estudio sobre el suicidio es que en las soci edades donde la religin es central, sucede que hay menor cantidad de este hecho s ocial. La funcin del matrimonio es regular toda la vida pasional de los cnyuges. E n los pases donde est institucionalizado el divorcio (pases donde el protestantismo es la religin oficial) sucede un debilitamiento de la reglamentacin matrimonial. Al no estar fuertemente limitado en sus aspiraciones de satisfacer sus deseos (d eseos de cambiar de pareja), el hombre est en un estado de inquietud y de insasti sfaccin ("Mal del infinito"). Si se le da posibilidades de encantarse por un camb io en su vida, el desencanto de la imposibilidad de cumplir sus metas llegar y es tar ms propenso al suicidio que en los pases donde el lazo matrimonial es ms fuerte (Pases donde la religin oficial es el catolicismo). Durkheim propone que una regulacin de la vida econmica, con la vuelta a las corpor aciones, se podr lograr una coaccin moral. Estas corporaciones han tenido una func in moral durante la mayor parte de su historia. Las corporaciones romanas, princi palmente, eran un collegium religioso, teniendo cada una dioses y cultos particu lares. En la Edad Media, las corporaciones tambin constituan para sus miembros med ios morales. Tanto en una como en otra poca histrica la religin constitua un medio m oral. Toda disciplina moral tenda forzosamente a tomar una forma religiosa.