Jornadas de psicología 2009

Cristian Camilo Arbeláez Álvarez

Estudiante de psicología del último nivel.

Carné n° 71791239

Teléfono 213 4555/ 275 5528/ 300 2798930

e-mail: arbelaezcris@yashoo.com.mx

Horario para la ponencia (sin restricción).

Implementos: Sonido y video beam

EL DUELO EN LA INFANCIA

Aspectos generales

Desde el momento en que nacemos estamos sometidos al influjo de numerosas

pérdidas, frente a las que respondemos de diversas formas: con negación, rabia,
tristeza, reemplazando lo perdido con otro objeto, etc. Sin embargo, es probable
que la muerte de un ser querido sea el tipo de pérdida que genera más conmoción
emocional y con frecuencia mayores dificultades para su elaboración.

A pesar de que la muerte es un evento natural, universal (todo lo vivo en algún

momento muere) e irreversible, es muy poco probable que en nuestra vida se nos
haya preparado para su encuentro mucho antes de que ésta le acaeciera a un ser
querido, sea éste un familiar, un amigo o incluso una mascota. Esta falencia se da
tanto desde el hogar como desde las instituciones educativas desde donde se
piensa que los niños no se ven afectados por la muerte y por lo tanto no es
necesario que participen de los rituales funerarios (se piensa que es mejor
protegerlos que someterlos a una situación que puede ser muy dolorosa e
incomprensible).

Ideas como “los niños no perciben la muerte o no sienten el dolor”, “es mejor que
no se enteren de nada para que no sufran”, son creencias o mitos de las personas
que conviven con un niño en duelo; cuando lo cierto es que los niños también
sufren ante la pérdida de un ser querido y emprenden un proceso de duelo que se
manifiesta con cambios en su conducta (agresividad, bajo rendimiento académico,
regresiones a estados anteriores del desarrollo, incremento de los temores).

Por eso es importante que los psicólogos y personas encargadas del cuidado de
los niños conozcan las generalidades de su acompañamiento en duelo:

• Conceptos de muerte y reacciones de acuerdo a la edad.

• Inclusión y participación de los rituales funerarios.

• Acompañamiento y orientación en el duelo posterior.

A diferencia de los adultos los niños generalmente no expresan su duelo de

manera directa y verbal sino de forma simbólica a través del juego o dibujos.
Existen actividades con los niños que pueden ayudarlos a expresar sus
sentimientos y movilizar su trabajo de duelo, siendo muy importante que el adulto
no presione al niño a hacerlo pero que tampoco desaproveche cualquier
oportunidad que se le presente para escucharlo y responder a todas sus
preguntas de manera sencilla y honesta.