El mito de la violencia futbolstica.

Byonicko | TALLERDECRNICA (Tallerista). Mxico, Distrito Federal, sbado 29 de marzo del 2014.

Cientos de familias hicieron una fiesta de emociones en el Estadio Azul dejando como mito la idea sobre el alejamiento de las familias por la supuesta violencia de las barras en los estadios mexicanos. Con voces de: Avance, avance los aficionados trataban de no perderse el inicio rpido del juego y pasar el tapn humano formado por las familias y sus hijos que estaban resguardndose de la lluvia en el tnel nmero 16. Hubo momentos difciles en la tribuna cuando la hinchada Barra 51 del Atlas alent y canto al portero Federico Vilar por sus atajadas. Los cruzazulinos respondieron con abucheos colectivos de: Descenso, descenso! El sonido local arengaba a los aficionados locales a apoyar a su equipo con el grito de: Azul, azul. En el minuto 21 la barra Sangre Azul hizo resonar el estadio con sus cantos. El gol de Maikon Leite provoc el festejo efusivo de un infante rojinegro, la respuesta de algunos nios simpatizantes de la maquina fue gritarle: Cllate, cllate por lo cual la polica retiro de la zona a padre e hijo. Otra confrontacin entre aficionados fue cuando la Barra 51 abucheaba al portero Jess Corona pero su aficin lo defendi al grito de: Mundial, mundial. La inocencia de los nios les hizo perder la nocin de que su equipo iba perdiendo y empezar a gritar de emocin: Nos vamos al mundial, nos vamos al mundial. Aunque otros ms concentrados decan: Qu te pasa Cruz Azul?. Los precios excesivos alejan a las familias de futbol ya que el salario mnimo no es suficiente para pagar un vaso de agua, l cual llega a costar 20 pesos sin mencionar la comida que llega a valer hasta 45 pesos por pizza.