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Filius hóminis est.

Nolíte mirári hoc, quia al Hijo el tener la vida en Sí mismo, y le


venit hora, in qua omnes, qui in monumén- ha dado potestad de juzgar, porque es
tis sunt, áudient vocem Fílii Dei: et procé- el Hijo del hombre. No os extrañéis de
dent, qui bona fecérunt, in resurrectiónem esto; pues vendrá tiempo en que todos
vitæ: qui vero mala egérunt, in resurrec- los que están en los sepulcros oirán la Textos propios de la
tiónem judícii. voz del Hijo de Dios; y resucitarán los
que obraron bien para la resurrección de vida; pero los que obraron mal para la
resurrección de juicio.
Ofertorio
Santa Misa
D ÓMINE Jesu Christe, Rex glóriæ, líbera áni- OH SEÑOR Jesucristo, Rey de la gloria, libra
mas ómnium fidélium defunctórum de a las almas de todos los fieles difuntos de
pænis inférni, et de profúndo lacu: líbera eas de las penas del infierno y del profundo lago;
2º de Noviembre
Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos
(1ª clase - Ornamentos negros)
ore leónis, ne absórbeat eas tártarus, ne cadant líbralas de la boca del león, para que no las

L
in obscúrum: sed sígnifer sanctus Míchael repræ- trague el abismo, ni caigan en las tinieblas, a fiesta de Todos los Santos nos trae naturalmente a la memoria el recuerdo de las almas san-
séntet eas in lucem sanctam: Quam olim Abrahæ sino que el abanderado de los Ángeles, San tas que, cautivas en el purgatorio para expiar en él sus culpas veniales o bien para satisfacer la
promisísti, et sémini ejus. V. Hóstias et preces tibi, Miguel, las conduzca a la luz santa. Que en pena temporal debida por sus pecados, están, sin embargo, confirmadas en gracia, y algún día
Dómine, laudis offérimus: tu súscipe pro animá- otro tiempo prometiste a Abrahán y a su de- entrarán en el cielo. Así que, después de haber celebrado la Iglesia en medio del regocijo la gloria de
bus illis, quarum hódie memóriam fácimus: fac scendencia. V. Te ofrecemos, Señor, súplicas los Santos que constituyen la Iglesia del cielo, la Iglesia de la tierra extiende su maternal solicitud hasta
eas, Dómine, de morte transíre ad vitam. Quam y hostias de alabanza; recíbelas en sufragio aquel lugar de indecibles tormentos en que se ven sumidas almas que también pertenecen a la Iglesia,
olim Abrahæ promisísti et sémini ejus. de aquéllas almas cuya memoria hoy cel- a la Iglesia que llamamos purgante. En este día, dice el Martirologio romano, la Conmemoración
ebramos; haz, Señor, que ellas pasen de la muerte a la vida. Que en otro tiempo prometiste a de Todos los Fieles Difuntos, en la cual nuestra común y piadosa madre la Iglesia, después de haber
Abrahán y a su descendencia. tratado de honrar con dignos loores a todos los hijos suyos que tiene ya gozando en el cielo, se esfuerza
por ayudar con poderosos sufragios cerca de Cristo, su Esposo y Señor, a todos los que aún gimen en el
Oración-Secreta
purgatorio, a fin de que cuanto antes se sumen a la sociedad de los moradores de la Ciudad celestial.

H ÓSTIAS, quæsumus, Dómine, quas tibi


pro animábus famulórum famularúmque
tuárum offérimus, propitiátus inténde: ut, qui-
SUPLICÁMOSTE, Señor, mires propicio estas
hostias, que por las almas de tus siervos
y siervas te ofrecemos; y pues les diste el
En ninguna parte como aquí anuncia la liturgia de una manera tan explícita la misteriosa traba-
zón que estrecha a la Iglesia triunfante con la militante y la purgante, y nunca tampoco aparece más
claro el doble deber de caridad y de justicia que fluye naturalmente de su misma incorporación al
bus fidei christiánæ méritum contulísti, dones mérito de la fe cristiana, dales también el cuerpo místico de Cristo. Sabemos que, en virtud del dogma de la Comunión de los santos, los méri-
et præmium. Per Dóminum. premio. Por Nuestro Señor Jesucristo. tos y sufragios de los unos vienen a ser también de los demás, en virtud de una comunidad de bienes
Prefacio de Difuntos espirituales; de manera que, sin mermar los derechos de la divina Justicia, que con todo rigor se nos

V ERDADERAMENTE es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo ti-
empo y lugar, ¡Oh Señor Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno!, por Jesucristo nuestro
Señor. En Él brilló para nosotros la esperanza de la resurrección dichosa; para que, al contristar-
aplican al fin de nuestra vida, la Iglesia puede unir aquí su oración con la del cielo y suplir por lo que
falta a las almas del Purgatorio, ofreciendo a Dios por ellas mediante la santa Misa, las indulgencias,
las limosnas y los sacrificios de sus hijos, los méritos sobreabundantes de la Pasión de Cristo y de sus
nos la cierta condición de que hemos de morir, nos consuele la promesa de la futura inmortali- místicos miembros. De ahí que la liturgia, cuyo centro es el sacrificio del Calvario continuado en el
dad. Pues para tus fieles, Señor, la vida se muda, no fenece, y deshecha la casa de esta terrena altar ha sido siempre el medio empleado por la Iglesia para practicar con los Fieles Difuntos el deber de
morada, se adquiere la eterna habitación en los cielos. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, la caridad, que nos manda atender a las necesidades del prójimo, cual si fueran propias, en virtud siem-
con los Tronos y Dominaciones y con toda la milicia del ejército celestial cantamos un himno a pre de ese lazo sobrenatura1 y apretadísimo que une en Jesús al cielo con la tierra y el Purgatorio.
tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc. La liturgia de los Difuntos es tal vez la más hermosa y más consoladora de todas. A diario, al fin
Comunión (IV Esdr. 2) de las Horas del Oficio divino, se encomiendan a la misericordia divina las almas todas de los Fieles

L UX ÆTÉRNA lúceat eis, Dómine, cum Sanctis LA LUZ eterna les alumbre, Señor, en compa-
tuis in ætérnum: quia pius es. V. Réquiem ñía de tus Santos por siempre, porque eres
ætérnam dona eis, Dómine: et lux perpétua lúceat piadoso. V. Dales, Señor, descanso eterno, y
Difuntos. En la Misa el sacerdote ofrece el Sacrificio por los vivos y los muertos (Súscipe), y en un
Memento especial, pide al Señor se acuerde de sus siervos y siervas que, habiendo muerto en Cristo,
duermen ahora el sueño de la paz y les haga pasar al lugar de refrigerio, de luz y de paz.
eis. V. Cum Sanctis tuis in ætérnum; quia pius es. la luz perpetua les alumbre. V. En compañía La Iglesia nos recuerda en una Epístola, sacada de San Pablo, que los muertos resucitarán, y nos
de tus Santos por siempre, porque eres piadoso. manda esperar, porque en este día nos tornaremos a ver todos en el Señor. La Secuencia describe
gráficamente el Juicio final, en que los buenos serán separados por siempre de los malos. El Ofertorio
Oración-Poscomunión
recuerda que S. Miguel es quien introduce las almas en el cielo, porque, dicen las oraciones de la
A NIMÁBUS, quæsumus, Dómine, famulórum APROVECHEN, Señor, a las almas de tus siervos
famularúmque tuárum orátio proficiat sup- y siervas nuestras humildes súplicas; para
plicántium: ut eas et a peccátis ómnibus éxuas, et que las libres de las ataduras de todos sus
recomendación del alma, él es el Jefe de la milicia celestial, entre la cual se han de poner los hombres,
ocupando los sitiales dejados vacíos por los ángeles malos.
tuæ redemptiónis fácias esse partícipes. Qui vivís pecados y las hagas participantes del fruto “Las almas del Purgatorio, declara el Concilio de Trento son socorridas por los sufragios de los
et regnas. de tu redención. Tú que vives y reinas. fieles y, señaladamente por el Sacrificio del altar”. Y la razón es que, en la Santa Misa el sacerdote ofrece
oficialmente a Dios el precio de las almas: la Sangre del Salvador. Jesús mismo está presente bajo las mereántur evádere judícium ultiónis. V. Et tar el juicio de venganza. V. Y gozar de la
especies de pan y vino, que recuerdan al Padre el Sacrificio del Gólgota y asegura la aplicación de su lucís ætérnæ beatitúdine pérfrui. bienaventuranza de la Luz eterna.
virtud expiatoria a esas almas.
Secuencia
Introito (Apoc. V, 12; 1, 6) l. DIES IRÆ, dies illa, crucem passus: Tantus 1. ¡OH DÍA DE IRA aquél redimiste sufriendo en

R ÉQUIEM ÆTÉRNAM dona eis, Dómine: et DALES, SEÑOR, el descanso eterno, y brille
lux perpétua luceat eis. Ps. 64. Te decet para ellos la luz perpetua. -Sal. El Cielo te
hymnus, Deus, in Sion, et tibi reddétur votum debe, oh Dios, un himno de alabanza, y en
Solvet sæclum in faví-
lla; Teste David cum
Sibylla.
labor non sit cassus. en que el mundo se di-
11. Juste judex solverá, atestiguándolo
ultiónis, donum fac David y la Sibila!
la cruz; que no sea vano
tanto trabajo.
11. ¡Oh justo Juez de
2. ¡Cuán grande será las venganzas! concé-
in Jerúsalem: exáudi oratiónem meam, ad te la celestial Jerusalén te será tributado un 2. Quantus tremor remissiónis ante diem el terror, cuando el Juez deme el perdón antes
omnis caro véniet. homenaje en nuestro nombre: escucha mi est futúrus, quando Ju- ratiónis. venga a juzgarlo todo del día de la cuenta.
oración, pues a Ti ha de volver todo hombre. dex est ventúrus Cunc- 12. Ingemísco, tam- con rigor! 12. Gimo como reo; la
ta stricte discussúrus! quam reus: culpa rubet 3. La trompeta, al culpa ruboriza mi cara.
Oración-Colecta 3. Tuba mirum spar- vultus meus: Supplicán- esparcir su atronador Perdona, Señor, al que
FIDÉLIUM, DEUS, ómnium Cónditor et OH DIOS, ¡Creador y Redentor de todos gens sonum per sepúl- ti parce, Deus. sonido por la región de te lo suplica.
Redémptor, animábus famulórum famu- los fieles! concede a las almas de tus si- cra regiónum, coget 13. Qui Maríam ab- los sepulcros, reunirá a 13. Tú que perdonaste

larúmque tuárum remissiónem cunctórum ervos y siervas la remisión de todos sus omnes ante thronum. solvísti. et latrónem todos ante el trono de a María (Magdalena),
Dios. y oíste al buen Ladrón,
tribue peccatórum: ut indulgéntiam, quam 4. Mors stupébit et exaudísti, mihi quoque
pecados: a fin de que, por estas piadosas 4. La muerte se asom- y a mí mismo me diste
natúra, cum resúrget spem dedísti. brará y la naturaleza, esperanza,
semper optavérunt, piis supplicatiónibus súplicas, consigan el perdón que siem- creatúra, judicánti re- 14. Preces meæ non cuando resucite la cria- 14. Mis plegarias no
consequántur. Qui vivís cum Deo Patre. pre desearon: Tú que vives y reinas por sponsúra. sunt dignæ: Sed tu bo- tura, para responder son dignas; pero Tú
los siglos de los siglos. 5. Liber scriptus pro- nus fac benígne, ne ante el Juez. bueno, muéstrate beni-
ferétur, in quo totum perénni cremer igne. 5. Abriráse el libro en gno, para que no arda
Epístola (I Corintios XV, 51-57) que está escrito todo yo en el fuego eterno.

F RATRES: Ecce mystérium vobis dico: HERMANOS: Voy a proponeros un miste- continétur, unde mun- 15. Inter oves locum
dus judicétur. præsta, et ab hædis me aquello de que el mun- 15. Dame un lugar
Omnes quidem resurgémus, sed non rio: «Todos hemos de resucitar; mas no do ha de ser juzgado. entre tus ovejas, y apár-
6. Judex ergo cum sequéstra, státuens in 6. Luego que el Juez se tame de los cabritos,
omnes immutábimur. In moménto, in ictu todos seremos mudados.» En un mo- sedébit, quidquid latet parte dextra. hubiere sentado, apare- colocándome a tu lado
óculi, in novíssíma tuba: canet enim tuba, mento, en un abrir y cerrar de ojos, al apparébit: Nil inúltum 16. Confutátis male- cerá todo lo oculto; nada derecho.
et mórtui resúrgent incorrúpti: et nos im- son de trompeta, porque sonará la trom- remanébit. díctis, flammis ácribus quedará sin venganza. 16. Arrojados los
mutábimur. Oportet enim corruptíbile hoc peta y los muertos resucitarán incor- 7. Quid sum miser addíctis: Voca me cum 7. ¿ Qué he de decir malditos a las llamas
indúere incorruptiónem: et mortále hoc in- ruptibles, y entonces nosotros seremos tunc dictúrus? Quem benedíctis. entonces yo miserable? eternas, llámame con
dúere immortalitátem. Cum autem mortále renovados. Porque es menester que este patrónum rogatúrus? 17. Oro supplex et ¿A qué valedor acudiré, los benditos.

hoc indúerit immortalitátem, tunc fiet ser- cuerpo corruptible se revista de incor- Cum vix justus sit acclínis, cor contrítum cuando aun el justo ap- 17. Ruégote suplicante
enas estará seguro? y anonadado, con el
mo, qui scriptus est: Absórpta est mors in ruptibilidad y que este cuerpo mortal se secúrus. quasi cinis: Gere curam 8. ¡Oh Rey de terrible corazón deshecho como
8. Rex treméndæ mei finis. majestad, que a los que el polvo, que tengas cui-
victória. Ubi est, mors, victória tua? Ubi est, revista de inmortalidad. Pues, cuando
majestátis, qui salván- 18. Lacrimósa dies se han de salvar los dado de mi fin.
mors, stímulus tuus? Stímulus autem mortis este cuerpo mortal se hubiere revestido dos salvas gratis, salva illa, qua resúrget ex salvas gratuitamente! 18. ¡Oh día de lágri-
peccátum est: virtus vero peccáti lex. Deo de inmortalidad, entonces se cumplirá la me, fons pietátis. favílla. sálvame, fuente de bon- mas aquel en que saldrá
autem grátias, qui dedit nobis victóriam per palabra que está escrita: « La muerte ha 9. Recordáre, Jesu 19. Judicándus homo dad. del polvo
Dóminum nostrum Jesum Christum. sido devorada por la victoria. » ¿Dónde pie, quod sum causa reus. Huic ergo, parce 9. Acuérdate, piadoso 19. el hombre para ser
Jesús, de que soy causa juzgado como reo! Per-
está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte tuæ viæ, ne me perdas Deus:
de que vinieses al mun- dona a éste Señor.
es el pecado, y la fuerza del pecado es la Ley. Pero demos gracias a Dios, que nos illa die. 20. Pie Jesu Dómine, do; no me pierdas en 20. Piadoso Señor
dio la victoria por nuestro Señor Jesucristo. 10. Quærens me, Dona eis réquiem. aquel día. Jesús, dales el descanso.
sedísti lassus: redemísti Amen. 10. Al buscarme, fati- Amén.
Gradual (IV Esdr. II, 34- 35) gado te sentaste; me

R ÉQUIEM ÆTÉRNAM dona eis, Dómine; et


lux perpétua lúceat eis. V. Ps. 111. In
memória ætéma erit justus: ab auditióne mala
DALES, SEÑOR, el eterno descanso, y la Luz
perpetua les alumbre. Salmo. Eterna será
la memoria del justo; no temerá oír nada I
Evangelio (S. Juan V, 25-29)
N ILLO TÉMPORE: Dixit Jesus turbis
Judæórum: amen, amen dico vobis: quia
EN AQUEL TIEMPO: dijo Jesús a las tur-
bas de los judíos: En verdad, en verdad
non timébit. que le aflija. venit hora, et nunc est, quando mortui audi- os digo, que viene la hora, y ésta es, en
Tracto ent vocem Fílii Dei: et qui audíerint, vivent. que los muertos oirán la voz del Hijo de

A BSÓLVE, DÓMINE, ánimas ómnium fi-


délium defunctórum ab omnivínculo
delictórum. V. Et grátia tua illis succurrénte,
LIBRA, SEÑOR, las almas de todos los fieles
difuntos de toda atadura de pecado. V. Y
que, ayudándoles tu gracia, merezcan evi-
Sicut enim Pater habet vitam in semetipso:
sic dedit et Filio habere vitam in semetipso:
et potestátem dedit ei judícium fácere, quia
Dios; y aquellos que la escucharen vi-
virán. Porque así como el Padre tiene en
Sí mismo la vida, así también ha dado

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