SONETOS SONETOS

JORGE SCHMIDKE

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PLUMA y LIRA (Centenario de Rafael Mara Baralt) A Eloy G. Gonzlez Smbolo redentor, que al bien se apresta, la pluma es un heraldo de victoria: sentencia en Hugo y en Baralt Historia, reto en Montalvo y en Zol protesta! Siempre sellaron la escarpada cresta donde sus lauros cosech la Gloria, los que trocaron en joyel la escoria al artificio de la pluma enhiesta! Y la Lira es la gama del idilio: en Pndaro laurel, magia en Tirteo y endecha triste en el pastor Virgilio; virtud secreta en el rabel de Orfeo; gloga en Bello y en Bonalde exilio, nieblas en Yepes y en Baralt trofeo!

DOCTOR JESS MARA PORTILLO (1844-1889) Al Dr. Carlos Montiel Molero Fu el hbil arquitecto de su propio destino: azacn, de pequeo, lea en su jumento mientras licuaba el agua para el hogar sediento y amasaba la f cula de un negro pan mezquino. As encontr su mgica lmpara de Aladino

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y penetr en el Aula que antao era Convento: la toga del letrado fu su paludamento, y se troc en atleta del Derecho Latino. Entonce al asno humilde del azacn pequeo le germinaron alas de recia envergadura y le sirvi al tribuno de raudo Clavileo; Y la botija roja con el tapn de enea se transform en el nfora de helnica hermosura donde nos dio los nctares de Palas Atena.

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EL AVILA Para Eduardo Carreo. Viejo dragn: es rara tu belleza si el prisma de la luz te tornasola. En Catia de la Mar hundes la cola, y en Naiguat levantas la cabeza. Eres altar: en ti la tarde reza de roja veste y recamada estola; el albo plenilunio te aureola; arden cirios de agave en tu maleza. Filsofo y cordial, lavas y curas de las rozas las negras quemaduras con el blanco algodn de las neblinas. Y cuando el gris Invierno da la espalda, tus cumbres se abroquelan de esmeralda y en granates revientan tus colinas.

LAXITUD Suspiro en el otoo de mis d as

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por mis rosas de ayer, cuya fragancia y embalsamaba la risuea infancia con perfume de sanas alegras. Ya me atedia el placer de las orgas; acre est el vino que mi labio escancia; y ha perdido su fina resonancia a lira de las ureas harmonas. Sin fe, sin ideal, sin trayectoria, ya no alientan en mi sueos de gloria; y en esta laxitud adolorida, mi corazn, marchito por las penas, va regando de mustias azucenas los senderos del arte y de la vida...

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