Cortometraje Scyla

- Scyla -
Por Christian L. Talarico.

ESCENA I. INT. DEPTO DE SCYLA. MEDIO DIA. MELODIA ALEGRE:

Encontramos a Scyla, escribiendo en su diario íntimo, y luego, tocando jazz en
su guitarra.

VOZ OFF DE SCYLA:

– ...Un libro es como una puerta, nunca sabes con certeza qué
encontrarás detrás de ella, si un amor imposible, o un destino funesto,
si la cara sonriente de un nene, o puñaladas de tu peor enemigo... no
lo sabes, pero la abres igual... Por eso, nadie lee el mismo libro, y todos
al final escribimos -de algún modo misterioso- nuestro propio final...

El celu suena, Scyla se detiene y observa la pantalla donde un mensaje aparece:

- KERO K HBLEMOS, NOS VMOS N EL DESTINÉE A LAS 4?

VOZ EN OFF DE SCYLA:

– Cuando tu novio quiere hablar, preocúpate: en general, nunca quieren
hablar, charlar, sí, y casi siempre serán boludeces, pero hablarte... Es
como si fuera tabú, que las parejas no hacen esas cosas retro de
conocerse de verdad, de otro modo que en pelota, y en una cama:
cuerpos vacíos estremeciendo su vacuidad en un espasmo frenético,
concluyendo en un mar de sudor frío, y esa terrible sensación de: “Qué
demonios hago con este imbécil?”... Hablar... Cuando quieren hablar, es
que todo está dicho... dale... HABLEMOS...

Contesta en SMS:

– Ok

Y lo envía, luego mira la hora y bota el celu sobre la cama. Intenta unos acordes
pero en vano, la inspiración se le ha ido, y sacude la cabeza, una lágrima
corriendo por sus ojos, la seca. Guarda su guitarra tras sacudir la cabeza
negativamente, y se tira sobre la cama, a mirar el falso cielo.

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VOZ EN OFF DE SCYLA:

– “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad...” Dice un
proverbio árabe: el problema, es poner de acuerdo a los que tienen la
vela, y a las que llevan los fósforos... Al parecer, justo el día en que
podían llegar a hacerlo, deciden hablar... con razón, seguimos todos en
la maldita noche...

Se levanta, elige ropa normal, y luego, la encontramos mirándose en el espejo,

ya vestida, toma un cuaderno de su mesa de luz, y lo pone en su bolso de
mano, y sale.
ESCENA II. INT. EXT. ASCENSOR. CALLE. MICRO. CAFE
DESTINÉE. MELODÍA ALEGRE:
En el ascensor, se sube Scyla, y cuando va por cerrarse la puerta, una mano con
un libro abierto la bloquea, y entra un jóven con cara de nerd, que saluda
tímidamente, y se acurruca en una esquina con su libro.

VOZ EN OFF DE SCYLA:

– El Libro es el Repliegue del Sabio, la Inspiración del que busca, y el
Refugio del Cobarde... ¿Quién de esos tres eres tú?

Scyla logra leer la tapa del libro tras varios intentos discretos: - Hamlet-

SCYLA:
(con una sonrisa)
– Shakespeare... (actúa) “qué es peor: sufrir en la mente los golpes y
dardos de una fortuna adversa...”

OSCAR:
(Agradablemente sorprendido, completa)
– “...O tomar las armas en contra de un océano de desgracias, y así
ponerle fín...”

JUNTOS:
(Sonrientes)
– “Ser o no Ser: tal es la pregunta...”

SCYLA:
(le tiende la mano, entusiasta)
– Scyla...
OSCAR:
(desconfiado de sus oídos)

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– ¿Disculpa?

SCYLA:
– SCYLA: es mi nombre...

OSCAR:
– Ah... Oscar, encantado...

SCYLLA:
– Yo que tú, no terminaría ese libro...

OSCAR:
(extrañado)
– ¿Por qué no?

SCYLA:
– Porque acabarás como Hamlet: decidiendo demasiado tarde lo que
debieras haber hecho desde un comienzo, y convirtiéndote así en el
artífice de tu propia tragedia...

OSCAR:
– ¿Y... qué es lo que debiera haber hecho desde un comienzo?

SCYLA:
– Haber matado a tu tío, y haberte casado con Ofelia...

OSCAR:
(La mira con ojos exaltados y extrae un puñal ensangrentado de su bolsillo que
mira pensativo)
– Está hecho, Ofelia... (la mira intensamente) cásate conmigo...

Scyla lo divisa, electrizada, y se abrazan apasionadamente. La puerta del

ascensor se abre entonces, y Scyla se percata de que estaba soñando despierta,
y que el joven del libro sale del ascensor como esquivándola, leyendo el libro
abierto en mano, mientras ella lo mira irse, perpleja:

SCYLLA:
– El Refugio del Cobarde...

Lo sigue a la distancia y se detiene con él en el paradero. Se sorprende cuando

toman la misma micro, pero no le da mayor importancia, y se pone a leer en su

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propio cuaderno, tras una mirada periférica a la gente de la micro.

VOZ OFF DE SCYLA:

– “La masa de los solitarios”, todos juntos, y todos solos... En la mañana
te apura de tomar el ascensor antes de que llegue tu vecino, asi no
tienes que fingir que su vida mediocre te interesa, y a él, la tuya: -”hola
vecino, qué tal? Hola, señorita: ¿Cómo va? Bien, eso sí: no tenía carne
para el asado de ayer, así que asesiné a su perro, no hay problema,
no?” Vaya tragicomedia...

Lee una frase de su cuaderno:

“ A menudo, encuentras tu destino en el camino que habías tomado para

evitarlo”

VOZ OFF DE SCYLA:

– Lección : no evites los duelos que tú misma provocaste, o terminarás
ensartada con la daga que no acabaste de forjar...

Alza la mirada hacia los de la microm miradas apáticas y perdidas, cara

indiferentes o parcas:

SCYLA:
– ...¿Alguien sabe en qué parada está la Felicidad?

Todos esquivan su mirada, como si estuviera loca.

VOZ DE UNA ANCIANA:

– ...Pregúntele al micrero, señorita: ellos, lo que no saben , lo inventan...

SCYLA:
– Buena idea...

Se levanta y se acerca al chofer:

SCYLA:
– Hola, ¿Sabes dónde está la parada de la FELICIDAD?

EL CHOFER:
– ¡Claro! Es la que sigue la parada de la SENCILLEZ...

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SCYLA:
(sonriéndole)
– ¡Genial! ¿Me avisas cuando lleguemos?

VOZ DE OSCAR:
(detrás de ella)
– Nadie se para ahí... (ella voltea y lo descubre) ...en general, se pasan de
unas dos o tres, y bajan en la de COMPLICACIÓN, y ahí no
encuentran más el camino; pero, si quieres, bájate conmigo... (le tiende
la mano)

SCYLA:
(asintiendo feliz)
– Encantada. (se la toma; el colectivo se detiene, bajan; y se encuentran
ante el Café DESTINÉE, que Scyla observa perpleja)

Despierta nuevamente, sentada en la micro, leyendo su cuaderno:

VOZ OFF DE SCYLA:

– La Inspiración del que busca...

Mira entonces hacia las calles y ve la próxima parada que reconoce:

SCYLA:
– Llegaste...

Se baja, y tras ella, el joven del libro, siempre leyendo. Scyla no se da cuenta y
busca su celular para revisar la hora, mientras Oscar penetra en el café Destinée,
pasando detrás de ella, sin que lo note. Viendo que flatan minutos, ella entra a
su vez.
ESCENA III. INT. Café DESTINÉE. MINUTOS DESPUÉS:
Encontramos a Scyla tomando un café, cuando un joven de abrigo largo y lentes
de sol, pasa detrás de ella y le besa la frente, inclinándole la cabeza hacia atrás.
Scylla hace una mueca de: “esto no pinta nada bien”...

VOZ MENTAL DE SCYLA:

– Mmm... Beso en la frente: “Quiero ser tu amigo”...

SCYLA:
(Con una sonrisa de circunstancia)
– Hola, cariño.

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PABLO:
(fingiendo mal su alegría)
– ¿Qué tal bonbón? (se sienta, tras mirar a su alrededor, algo incómodo)
Lindo día, ¿no?

SCYLA:
– Sí, lástima que me lo vas a echar a perder...

PABLO:
– ...Eh... (se le acerca) mira, Scyla... Tú y yo, todo bien, pero, ¿ves? No he
sido completamente sincero contigo...

VOZ MENTAL DE SCYLA:

(mientras lo mira con cara de no lo puedo creer)
– Ahora me va a salir con que es gay y tiene SIDA...

PABLO:
(Extrae unas fotos que pone sobre la mesa)
– La verdad es que estoy casado y tengo dos hijos, y, bueno -nada-: tenía
que decírtelo algún día...

SCYLA:
(mirando las fotos)
– Vos me estas cargando: con esa modelo, y esos hermosos guachitos,
me estas diciendo que perdiste el tiempo conmigo?

PABLO:
(sinceramente sorprendido)
– ¿Modelo? ¿Guachitos? ¿De qué rayos hablas?

Scylla se percata de que sus dedos no sostienen nada, y que acaba de

imaginarlo todo, reacciona entonces:

SCYLLA:
– Olvídalo... ¿Qué me estabas diciendo?

PABLO:
(mirando de pronto a su alrededor con aire paranóico)
– ¿Recuerdas el asesinato del guatón coquero Schlumberg, el sionista ese
que derivaba fondos de la Teletón al Mosad, en Octubre del 2010?

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SCYLA:
(Descolocada por la salida imprevista)
– Vagamente, ¿Por?

PABLO:
– ¿Y el de Jacobo Spandiac, el empresario de abastecimiento pedófilo
para políticos necesitados, de Tabancura, hacen tres meses?

SCYLA:
(Intentando seguirle el hilo)
– ¿Síiiii...?

Pablo se levanta sorpresivamente, alzando un ala de su abrigo largo y extrae un

boomerang con filo de su cinturon que lanza diestramente sobre dos hombres
que tomaban supuestamente café, y habían sacado sus armas en dos puntos del
Café Destinée, abatiéndolos en el acto; luego de lo cual, se sienta como si nada
hubiese ocurrido, tras recuperar su arma que vuelve a su mano con guante, para
concluir:

PABLO:
– ...Fui yo, nunca he sido Ingeniero en Limpieza Ambiental... (hace un
mueca de que se arrepiente de algo) Bueno, técnicamente sí, pero...

SCYLA:
(abrumada por la virulencia de la escena, lo mira y asiente perpleja)
– ...Entiendo: y te están buscando, así que te largas a Colombia...

PABLO:
(mirándola extrañado)
– ¿Colombia? (sacude la cabeza negativamente, mientras juega con una
raqueta de pingpong y una pelota que maneja diestramente) Vietnam,
tuve un excelente desempeño esta temporada, y me dieron una beca
para estudiar ping pong...

Scyla se percata nuevamente de que estaba delirando, y que sólo lo último que
dijo Pablo fue real.

VOZ MENTAL DE SCYLA:

– Esto de tener imaginación, me está jugando en contra...

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SCYLA:
- ¿Sabes que es peor que la Soledad, Pablo? (Pablo niega distraídamente,
siempre jugueteando con la pelota) La Soledad con compañía... (se oye la
canción de Arjona de fondo: “A-COM-PA-ÑAME, ACOMPÁÑAME A ESTAR
SOLO”) Debieras leer las Ruinas Circulares de Borges: te estas volviendo como
su héroe: el sueño de una maldita sombra...

PABLO:
(Perplejo)
– ¿Estas... diciendo que terminamos?

SCYLA:
– Terminas algo que comenzaste, Pablo: lo nuestro, jamás nació...

La pelota de ping pong cae al suelo y rebota un par de veces. Pablo se levanta,
incrédulo por lo que le está ocurriendo, y la mira no sabiendo cómo reaccionar.

PABLO:
(se rasca la nuca)
– ¿Qué onda? Primera vez que me patean... (alza los hombros) Adios,
Scyla...

SCYLA:
(mirándolo como a un idiota irremisible)
– De nada, Pablo...

Pablo se aleja, decaído, pisando la pelota bajo la mirada casi comprensiva de

Scyla.

VOZ MENTAL DE SCYLA:

- No hay nada más terrible que tener que inventarle contenido a un envase
vacío...

La caída sorpresiva de un libro sobre su mesa la saca de sus pensamientos, la

página está abierta sobre un diálogo de Hamlet, subrayado:
-LA VIDA ES COMO UN CUENTO RELATADO POR UN IDIOTA; UN CUENTO
LLENO DE PALABRERÍA Y FRENESÍ, QUE NO TIENE NINGÚN SENTIDO...
Scyla mira hacia arriba, y no ve a nadie, y luego, baja la mirada para encontrarse
de súbito con que Oscar está sentado frente a ella, estudiándola con mirada
analítica:
OSCAR:

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– Te he estado observando, ¿sabes?

VOZ MENTAL DE SCYLA:

– Vaya suerte la mía: ahora mi vecino nerd era Jack el destripador, y me
ha estado estudiando...

SCYLA:
– ¿No me digas? ¿Y qué descubriste?

OSCAR:
– Que eres de los nuestros... (voltea la cara hacia los demás clientes del
café) ¿Cierto, gente?

Todos voltean, la miran, y asienten en silencio, una sonrisa misteriosa en sus

rostros.

SCYLA:
– Y... ¿qué son Ustedes? La Secta de los Librómanos, los Conjurados del
planeta Tlon, o algo así?

OSCAR:
(sonriéndose)
– No... Sólo sabemos -al igual que tú- que los autores no somos locos
creando mundos de tinta sobre páginas blancas, sino que lo que
escribimos existe en alguna parte, y que el mundo es ante todo, un
pensamiento...

SCYLA:
– ¿Me estas diciendo que todo lo que imagino es... real?

OSCAR:
– Define Realidad... (mira hacia afuera, donde transitan traseúntes,
vehículos, etc.) …ese círculo vicioso y mediocre llamado: pega-carrete-
deuda-más pega? Eso, lo imaginó algún cretino, hace tiempo: el
problema, es que no hubo otro imbécil para imaginar algo mejor, o no
le dieron la pasada, porque el primero ya tenía el control sobre lo que
soñaban sus esclavos, ¿captas?

SCYLA:
– ¿Y qué hacen Ustedes?

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OSCAR:
– Escribimos nuestro propio final, la pregunta es: ¿Terminamos aquí, o
comenzamos otra cosa?

ESCENA IV. EXT. PARQUE Y ROSEDAL, MISMO MOMENTO:

Scyla mira alrededor suyo, está sentada en un parque maravilloso, rodeada de
rosas, junto a Oscar mirándola con misteriosa sonrisa:

OSCAR:
– Puedes convertir el mundo en un Rosedal, donde cada brote es el
comienzo de un Destino...

ESCENA V. EXT. DESARMADURÍA DE UNA FÁBRICA DESIERTA,

MISMO MOMENTO:
Scyla se descubre sentada en una fábrica abandonada, llena de chatarra oxidada
de vehículos, junto a Oscar, siempre sonriente:

OSCAR:
– O en la peor pesadilla de un hombre enfermo, donde cada idea es un
nuevo montón de óxido en el basurero del Tiempo...

ESCENA VI. INT. Café DESTINÉE. MISMO MOMENTO:

Scyla se reencuentra frente a él en la mesa del Destinée:

OSCAR:
– Depende de ti... (se cruza de brazos, echándose para atrás) ¿Por dónde
comenzamos?

Scyla maravillada, mira a su alrededor, buscando por dónde iniciar.

SCYLA:
(lo mira, picarezca)
- ...Adivina...

ESCENA VII. EXT. ROSEDAL. MOMENTOS MÁS TARDE.

MELODÍA ROMÁNTICA:
Vemos a Scyla abrazando a Oscar; luego, caminando por una Pergola, tomados
de la mano; y finalmente, remando en un bote sobre un lago.

SCYLA:

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– Te tengo una pregunta...

OSCAR:
(la mira y se sonríe)
– ...Y ya sabes la respuesta...

SCYLA:
– ¿Significa que desaparecerás?

OSCAR:
(citando a W. Shakespeare)
– “Somos del mismo material del que se tejen los sueños” Tú escribes tu
propio final, ¿recuerdas?

SCYLA:
(Sola en el bote cierra su cuaderno -decidida-, y lo lanza al agua junto al lápiz)
– Esta vez, no habrá...

Lo mira hundirse y descubre que Oscar está nuevamente junto a ella, y se

sonríen, y ambos miran el cuaderno cuyo título se puede leer:

-EL REFUGIO DEL SABIO-

El cuaderno se hunde...
Vemos la escena desde el teleobjetivo de una mira telescópica, cuando de
pronto, se oye el característico silbido de un boomerang, y luego un golpe
seguido de un gemido, mientras el objetivo cae desde la altura de una rama de
un árbol. El Objetivo muestra un hombre con un tajo en la jugular,
desangrándose, caído sobre un rifle con mira telescópica a los pies de un árbol.
Se oyen unos pasos, y vemos los zapatos de un hombre que el Objetivo
descubre en forma ascendente: es Pablo, que al oír el conocido silbido, recupera
su boomerang con su mano con guante y lo guarda -todo de un sólo gesto
experto-:

PABLO:
(negando con un gesto de su índice hacia el francotirador, mientras chasquea su
lengua en su boca)
– ¡Tttttt!

- FIN -

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