Nos reunimos en Espinal dos días, nos acompañaron el equipo de la UVI de
Ixhuatlán de Madero. Impartieron el curso Selene Agustín y Rosario, la compañera del despacho que asesora a la UV para el proyecto Aula. Este curso presencial significó un paso mas en la comprensión del proyecto Aula; el esfuerzo docente de hacer mejor las cosas en la universidad. Fueron varias cosas que obraron a favor de la comprensión, en mi caso: El hecho de conocer el trabajo de mis compañeros que diseñan otra EE, unos mas avanzados que otros, pero el intercambio de preguntas, dudas, imprecisiones o simplemente el proceso que cada uno interpreta y refleja en su trabajo, vertido todo ello, en una discusión colectiva ante las instructoras. Otra cosa muy importante –a mi juicio- fue el tener toda la tarea completa, el poder visualizarla y darse cuenta de la repercusión de una idea, texto o acción que se incluye en los primeros pasos cómo repercute o trasciende o tiene un hilo conductor en los subsiguientes pasos hasta el final en la evaluación. Lo que pensaba que era una camisa de fuerza, inamovible, rígido y chocosa por su tecno-positivismo –un diseño instruccional-; me doy cuenta que se puede imprimir la línea de pensamiento y acción que se quiera, o la que se deba por pertinencia, por ética-política o por compromiso y función social de la universidad. En cualquier hipótesis, lo que ahora pudiera diseñar, tendría que pasar por el proceso vivencial con los alumnos, en llevarlo a cabo en vivo y a todo lo que da para que tenga su propio cernidor y haya una retroalimentación.