Seor nuestro Jesucristo, Rey de las Naciones y de los corazones,

Dios que todo lo creaste, lo redimiste,

y has hecho a nuestro pueblo cristiano;
mira con ojos benvolos a sta nuestra querida Patria
consagrada a Tu Santsima Madre
y escucha a tus hijos que quieren volver a Ti.
Oh Rey! Cristianos hemos nacido, y cristianos queremos ser.
Nuestra Patria es su historia catlica,
y su destino de grandeza es llevar Tu nombre como Bandera.
Atindenos, Seor, en esta jornada aciaga,
y, si est en Tu Santsima Voluntad,
aparta de nosotros este cliz de amargura
dndonos la gracia de reconquistarte Espaa
Que tu Madre, Reina nuestra,
Conductora y Vencedora en la Lucha Final,
aplaste la cabeza del enemigo que avanza
extendiendo su Poder Internacional.
Que el ngel que custodia nuestro suelo aparte de nosotros
la perfidia y el terror de los que combaten contra Ti.
Aniquilen Tus Arcngeles a las Sectas Invasoras,
y guarden a nuestras juventudes de la corrupcin mental y moral.
Pero no se haga nuestra voluntad, sino la Tuya;
y si prefieres para nosotros la noche oscura de una pasin nacional,
te pedimos, Rey de Reyes, no permitas que tu pueblo sea traidor.
Antes prepranos y danos el triunfar en el martirio,
para la Gloria de Tu Divina Majestad,
en reparacin por tanta historia laica, y para que,
bajo el Manto de la Virgen Soberana,
te adoremos en la Patria Eterna, con los que lucharon por Ti.
AMEN