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Esa maloliente formalizacin; en todo lado se

critica el pensamiento fragmentario como un


pensamiento ntico; pero en ningn lado se le
mira lo ntico, lo singular, lo particular; al
contrario: se les palpa una especie de
hiperestructuracin (Foucault, Braudillard, etc),
de causalidad compleja, estocstica,
probabilstica, catica; se les huele una dialctica
sin sntesis, tal y como la dialctica negativa
(adorniana). La filosofa de la fragmentacin es
una filosofa sistmica: los fragmentos son
elementos yuxtapuestos, contradictorios los unos
con los otros; nada ms lejos de lo ntico. Hablar
de una pluralidad de elementos es hacer esquema
y dar una suerte de relacin. Pero no:
ideolgicamente todava pervive la idea de
totalidad y de unidad, idea burguesa
(universalidad; el contrato social es tambin
universal y total, y eso no cambia que sea
burgus). Entre quienes pervive todava sta
idea? Entre quienes es ms importante que no
exista. La estructura total que explica todos los
eventos (debate estructura/evento) se mantiene
fija entre los idelogos del racionalismo y del
idealismo burgus (aunque no son burgueses; lo
son ideolgicamente; en la prctica son lo que sea
menos burgueses; otra prueba ms de la
dislocacin entre la estructura y el evento).

La necesidad de unidad totalizadora, de una razn
tranquilizadora que exista en todos los casos, etc,
todas estas nociones omniabarcadoras,
formadoras de sistemas (de edificios, de
laberintos!) carcomen no la individualidad y la
singularidad de los eventos (que s lo hacen), sino
su realidad. Ante la causa y la consecuencia
necesarias de su pensamiento, aparece en la
realidad la excepcin a la necesidad, aparece la
aleatoriedad, la voluntad libre, y ante esta
aparicin cierran los ojos, como haber encontrado
algo terriblemente perverso escondido en la
naturaleza humana (o de la naturaleza). Y an as
pretenden lo real, lo insondablemente real: y
pretenden decirle a uno que han alcanzado la
teora unificadora.

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