Este poema celebra las victorias del coronel Bolívar y sus tropas en la lucha por la independencia de Colombia. Resalta cómo han derrotado a los enemigos a pesar de ríos rápidos y selvas espesas, animados por la gloria de liberar a su patria del cautiverio de tres siglos. Alaba la valentía de Bolívar y otros líderes como Calamar, Ramiro Rivas y Guillin. Concluye deseando la libertad eterna de Bolívar y su patria.
Este poema celebra las victorias del coronel Bolívar y sus tropas en la lucha por la independencia de Colombia. Resalta cómo han derrotado a los enemigos a pesar de ríos rápidos y selvas espesas, animados por la gloria de liberar a su patria del cautiverio de tres siglos. Alaba la valentía de Bolívar y otros líderes como Calamar, Ramiro Rivas y Guillin. Concluye deseando la libertad eterna de Bolívar y su patria.
Este poema celebra las victorias del coronel Bolívar y sus tropas en la lucha por la independencia de Colombia. Resalta cómo han derrotado a los enemigos a pesar de ríos rápidos y selvas espesas, animados por la gloria de liberar a su patria del cautiverio de tres siglos. Alaba la valentía de Bolívar y otros líderes como Calamar, Ramiro Rivas y Guillin. Concluye deseando la libertad eterna de Bolívar y su patria.
Oficialidad, y tropa de su mando. No de la flauta pastoril las voces, Ni de la Lira que en acento dbil Amores canta, mas clarn sonoro Prstame Delio. Prstame, y luego desde el alto Pindo Suelta los choros de Aganipe clara, ya Erato manda que a mi pecho inflame Con fuego sacro. Pues a los hroes de la Grecia supo dar gloria eterna Pndaro sublime, Si a los romanos celebrar Horacio Con noble estilo, Hoy que la gloria de mi patrio suelo, Con mil victorias afianzada miro, Mi voz los hroes Granadinos alce Sobre el Olimpo. Por ti trabajan libertad preciosa, del alto Cielo Emanacin divina Dejan el ocio, y el peligro buscan Con frente altiva. Atrs sus ojos revolvieron miran, Tres largos siglos que Colombia lleva de cautiverio, y a librarla corren. De su ignonimia. Ya no el lenguaje de la Madre Patria, Que cual Saturno devor sus hijos Tmidos oyen, mas osados claman Libres seremos. Escucha el Eco la remota Hesperia. Brama, y la presa detener procura. lanza decretos, y en horrible tono Muertes fulmina. Strapas fieros, furibunda dice: Volad al punto: redoblad cadenas, Y si tres siglos de dolor gimieron, Giman trescientos. No, que el Cielo seal benigno, Termino al yugo que oprimi su cuello. No, que hijos con heroico bro Gloria respiran. Ya tinto en sangre Magdalena corre. En su ribera Calamar se cie verdes Laureles, Sta. Marta cede palma y victoria. No los detienen rpidas corrientes, fragosas selvas. Anhelando triunfos parten ligeros do la Patria llama. Y urge el peligro. Leones feroces, guilas ligeras, Que de alta roca presa divisaron hienden el aire, y su raudo vuelo tiembla Correa. Rabia encendida del can fogoso brota, y sus brazos formidables lanzan muerte, cual rayo que de alta esfera Baja tronando, Yo vi la lucha, y entre el humo denso, Entre las llamas a Belona fiera A Los Patriotas animar gritando Ccuta libre. El viejo Salia que el clamor escucha De la morada cristalina sale; Y su cabeza coronada de uvas muestra risueo. Sobre la tropa Calamar heroica vide de fama rpida volando, que a manos llenas por el campo todo riega coronas. Corta los aires; y del Iris bello Deja a su espalda sealado el paso, Y en el excelso templo do preside la accin consagra. Pide a sus Genios la sonora Tropa, El aire llena su robusto aliento. Los nombres claros de Ramiro y Rivas repite el Eco. Viva la Patria, sobre el bronce escribe, Viva Narvaez y Guillin valiente, Vergara viva, (1)y en eternos aos Viva Bolvar. (1)el ciudadano Jos Mara Vergara y Lozano, natural de Santa fe, capital del Cundinamarca que despus de largos aos de ausencia volva al seno de su Patria y familia, se agreg en Mompox a la expedicin del Ciudadano Coronel Bolvar, en calidad de aventurero. Tuvo una gran parte en la victoria contra Correa; con 25 hombres derrot una avanzada enemiga y rechaz luego un cuerpo de 300. SONETOS ESPAOLES A BOLVAR EL RETRATO Alta la frente, plida y surcada de caminos. ( ! Qu bien reparte el viento la fina red de pelo ceniciento sobre la sombra de la piel tostada! ) Boca de un fino trazo dibujada, ojos oscuros donde asoma atento el ardiente volcn del pensamiento y una viva sonrisa inesperada. Breve la talla, angosto el pecho, el paso decidido, y an firme en el ocaso midiendo cada pena en los regresos. Todo l un campo erguido de batalla; bajo el cuello cerrado, una medalla. Y Amrica temblndole en los huesos. !TRIUNFAR! Contra aquella pared del triste huerto de Pativilca, casi derribado, como un rbol sin hojas y asomado a la plida luz de un sol incierto, eras el genio de la guerra o muerto estaba ya tu pecho de soldado? renda ya tu nave su costado al abrigo oscursimo del puerto...? En la angustia mortal de aquella hora, alguien te pregunt: Qu hars ahora? Rompiendo el aire con tu voz entera, !Triunfar!, dijiste. Y la palabra pudo cubrir de flor el rbol tan desnudo y anunciar la cercana primavera. LA MUERTE Vmonos, muchachos! Lleven mi equipaje a bordo de la fragata ( Palabras del Libertador antes de morir). Sublevada la sangre en los volcanes extintos de las venas, No -decas-; el lecho, no . Las cuerdas preferas: temblor de mar y vuelo de alcotanes. Se quebraban en flor tantos afanes tantos triunfos de tantas rebeldas, tantos desmesurados mediodas... Fuera, la sombra de los capitanes. Vmonos ya; que lleven mi equipaje a bordo Y no. Bastaba para el viaje la mano del Seor, ya tan cercana. Atrs, s; la fragata que fletaste, veinte velas que al viento desplegaste, veinte nombres de tierra americana.