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CONTEXTO HISTÓRICO
Ofrecía una inestabilidad parecida a la de las otras zonas europeas. Los reinados de
Felipe II, Felipe IV y Carlos II confirman la decadencia del imperio español. Las
causas son políticas, económicas y culturales.
La mayoría de los monarcas de la dinastía de los Austrias que gobernaron durante el
barraco estaban controlados por un valido o privado, es decir, un aristócrata que
colaboraba con el rey en la dirección y en la política del estado. A menudo, los
validos defendían sólo sus intereses como el Duque de Lerma, el Duque de Osuna,
el conde-duque de Olivares.
Durante la época de Felipe II el país ya mostraba señales de alarma.El estado ya
había suspendido pagos a causa de los graves costes de la política internacional
porque no era suficiente con la que llegaba de América ni con los nuevos impuestos.
Con Felipe III y Felipe IV, los problemas materiales se acentuaron gracias a ciertos
desastres naturales como las epidemias y la pérdida de 1400 habitantes que supuso
la expulsión de los moriscos.
Los aspectos ideológicos y religiosos del siglo XVII deben observarse a partir de la
influencia decisiva del conflicto de Trento. La renovada solemnidad de los ritos
religiosos, la catequesis, la predicación y la confesión fueron algunos de los
elementos pedagógicos de una iglesia poderosísima y controladora de la vida
espiritual y la mayoría de los servicios públicos. La Inquisición recrudeció su acción
vigilante sobre la moral de manera absoluta.
EL EATRO DE LA ÉPOCA
Entre 1580 y 1640, el teatro español conoció la aparición de una serie extraordinaria
de escritores y obras, así como compañías, corrales de comedias y festejos
religiosos relacionados con la actividad dramatúrgica. Los nuevos lugares de reunión
social serán los corrales de comedias y los dos maestros indiscutibles Lope de Vega
y Calderón de la Barca.
El creador de la comedia nueva fue Lope de Vega. los objetivos fueron expresados
en su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, entre 1604 y 1608. Recogía los
rasgos básicos del teatro de la época:
ANÁLISIS DE LA OBRA
Las tres unidades dramáticas están orientadas y dirigidas desde la fuerza del
personaje central de la comedia: don Juan Tenorio.
La acción de El burlador de Sevilla, surge de una alternancia continuada entre
huidas de don Juan y las persecuciones de los personajes agraviados. El hilo del
argumento progresa a partir de los sucesivos engaños que realiza el caballero en
Sevilla: desde la seducción de Isabela en el palacio real de Nápoles, hasta la muerte
en el sepulcro de don Gonzalo de Ulloa. Las escenas se repiten impulsadas por el
desenfreno infame y burlador del caballero sevillano y una zaga de hombres y
mujeres afectados por la acción arrogante y transgresora. Un episodio queda
descolgado del torrente de burlas, huidas y búsquedas: el elogio de la ciudad de
Lisboa que hace el comendador de Calatrava, don Gonzalo de Ulloa en presencia
del rey don Alfonso. Sirve para situar en la solicitud del matrimonio a la hija del
comendador con don Juan Tenorio.
Cada uno de los tres actos está compuesto por entre 3 y 5 episodios temáticos, y
según el binomio engaño-huida de don Juan Tenorio y su correspondiente
persecución por el resto de personajes. La doble invitación entre don Juan y don
Gonzalo de Ulloa desde la ultratumba se entrevé en el final de la Jornada III y de la
obra y da sentido global al significado del texto.
Respecto a los espacios escénicos nos encontramos el palacio del rey de Nápoles,
una playa de Tarragona, el palacio del rey Alfonso de Castilla, el camino hacia
Sevilla y sus calles, la casa de los Ulloa en Sevilla, los alrededores de Dos
Hermanas, la iglesia de Sevilla, la posada de esa ciudad y el sepulcro de don
Gonzalo de Ulloa.
Los espacios exteriores al aire libre corresponden a los encuentros entre don Juan
Tenorio y los dos grupos de personajes plebeyos: el de pescadores y el de
labradores. En cambio en consonancia con su condición social, las mujeres nobles
se encuentran con el caballero en espacios cerrados: el palacio del rey de Nápoles y
la casa de los Ulloa en Sevilla.
Los personajes
No hay duda alguna sobre la centralidad argumental del personaje de don Juan
Tenorio. Desde el título identificamos el atributo moral de nuestro legendario
personaje, al análisis de los personajes está determinado por el impulso seductor del
noble villano en la medida que acompañan, justifican o se enfrentan con él.
Los personajes se nos muestran a través de sus comportamientos y de la opinión de
los demás.
Es el hijo del embajador de España en Nápoles, forma parte de la más alta élite
aristocrática. Es un joven ocioso e interesado exclusivamente por el placer de la
seducción y la burla de las mujeres. Esa afición por las mujeres tratadas como
trofeos de una disputa o como una diversión de su condición de galán. En sus
ejercicios no dudará en utilizar todo tipo de tretas para conseguir sus objetivos.
Miente, engaña y falsea hechos para hacerse con las mujeres que pretende, y actúa
de un modo deshonesto. Este carácter desaprensivo y amoral en sus relaciones
eróticas y sexuales con las mujeres es uno de los fundamentos de la extensa
,tradición que surgirá a partir de Tirso de Molina. En Nápoles suplanta al duque
Ovtavio; a Tisbea la engatusa a través de un lenguaje culto, parodia el amor cortés;
con doña Ana traiciona el amor femenino y la amistad del marqués, y por último, a
Aminta le entrega el caramelo del ascenso social a cambio del ultraje de su honor y
la resignación de su futuro marido, Batricio.
En todas las ocasiones, don Juan Tenorio está despreciando uno de los méritos
sociales indiscutibles en la sociedad del barroco.
Por otra parte, su actitud frente al personaje misterioso de la ultratumba, el difunto
don Gonzalo de Ulloa, va cambiando a lo largo de la jornada III: desde una
arrogancia manifiesta, pasando por la aceptación de la condición del muerto, hasta
un intento de racionalizar el miedo y la petición del arrepentimiento.
Con la excepción de don Gonzalo de Ulloa, el resto de personajes aristocráticos
masculinos parece continuar, justificar o comprender el entusiasmo galante y
burlador de nuestro protagonista.
Esta indulgencia ha sido considerada por algunos como una forma de crítica a la
actitud moral de esta clase social.
La única excepción en el grupo de nobles es don Gonzalo de Ulloa, el comendador
Mayor y convidado de piedra. Como representante político del rey, cumple con una
lealtad incondicional. Es víctima de la traición de don Juan, y será el agente de Dios
en el castigo final del burlador. Su oposición está más relacionada con la defensa del
honor de su hija doña Ana. No olvidemos que el honor de su hija es el suyo propio.
Doña Isabela y doña Ana, son más severos en el trato que mantienen con el galán
sevillano. Doña Isabela, la primera engañada, reacciona con una mentira cuando es
interrogada sobre la identidad del hombre que ha entrado en su alcoba. Se trata de
un intento amoroso de recuperar al duque Octavio.
Tanto las referencias a doña Ana de Ulloa en la breve aparición que hace para
defenderse del crápula de don Juan, esta dama representa los valores de la nobleza,
la belleza, la honradez y la dignidad.
Entre los labradores de Dos Hermanas encontramos otra mujer plebeya :Aminta, es
un personaje que actúa en respuesta al invite seductor y social del galán. Don Juan
utiliza su condición de noble para engañar a la campesina. Ella reconoce que la
actitud del noble es inaceptable. El futuro marido de Aminta, Batricio expresa la
desconfianza que desde el primer momento a la figura del caballero.
Gaseno, el padre de Aminta, cree y acepta las mentiras de don Juan, puesto que
sabe que supone un ascenso social de su hija
CONTEXTO HISTÓRICO
Ofrecía una inestabilidad parecida a la de las otras zonas europeas. Los reinados de
Felipe II, Felipe IV y Carlos II confirman la decadencia del imperio español. Las
causas son políticas, económicas y culturales.
La mayoría de los monarcas de la dinastía de los Austrias que gobernaron durante el
barraco estaban controlados por un valido o privado, es decir, un aristócrata que
colaboraba con el rey en la dirección y en la política del estado. A menudo, los
validos defendían sólo sus intereses como el Duque de Lerma, el Duque de Osuna,
el conde-duque de Olivares.
Durante la época de Felipe II el país ya mostraba señales de alarma.El estado ya
había suspendido pagos a causa de los graves costes de la política internacional
porque no era suficiente con la que llegaba de América ni con los nuevos impuestos.
Con Felipe III y Felipe IV, los problemas materiales se acentuaron gracias a ciertos
desastres naturales como las epidemias y la pérdida de 1400 habitantes que supuso
la expulsión de los moriscos.
Los aspectos ideológicos y religiosos del siglo XVII deben observarse a partir de la
influencia decisiva del conflicto de Trento. La renovada solemnidad de los ritos
religiosos, la catequesis, la predicación y la confesión fueron algunos de los
elementos pedagógicos de una iglesia poderosísima y controladora de la vida
espiritual y la mayoría de los servicios públicos. La Inquisición recrudeció su acción
vigilante sobre la moral de manera absoluta.
EL EATRO DE LA ÉPOCA
Entre 1580 y 1640, el teatro español conoció la aparición de una serie extraordinaria
de escritores y obras, así como compañías, corrales de comedias y festejos
religiosos relacionados con la actividad dramatúrgica. Los nuevos lugares de reunión
social serán los corrales de comedias y los dos maestros indiscutibles Lope de Vega
y Calderón de la Barca.
El creador de la comedia nueva fue Lope de Vega. los objetivos fueron expresados
en su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, entre 1604 y 1608. Recogía los
rasgos básicos del teatro de la época:
ANÁLISIS DE LA OBRA
Las tres unidades dramáticas están orientadas y dirigidas desde la fuerza del
personaje central de la comedia: don Juan Tenorio.
La acción de El burlador de Sevilla, surge de una alternancia continuada entre
huidas de don Juan y las persecuciones de los personajes agraviados. El hilo del
argumento progresa a partir de los sucesivos engaños que realiza el caballero en
Sevilla: desde la seducción de Isabela en el palacio real de Nápoles, hasta la muerte
en el sepulcro de don Gonzalo de Ulloa. Las escenas se repiten impulsadas por el
desenfreno infame y burlador del caballero sevillano y una zaga de hombres y
mujeres afectados por la acción arrogante y transgresora. Un episodio queda
descolgado del torrente de burlas, huidas y búsquedas: el elogio de la ciudad de
Lisboa que hace el comendador de Calatrava, don Gonzalo de Ulloa en presencia
del rey don Alfonso. Sirve para situar en la solicitud del matrimonio a la hija del
comendador con don Juan Tenorio.
Cada uno de los tres actos está compuesto por entre 3 y 5 episodios temáticos, y
según el binomio engaño-huida de don Juan Tenorio y su correspondiente
persecución por el resto de personajes. La doble invitación entre don Juan y don
Gonzalo de Ulloa desde la ultratumba se entrevé en el final de la Jornada III y de la
obra y da sentido global al significado del texto.
Respecto a los espacios escénicos nos encontramos el palacio del rey de Nápoles,
una playa de Tarragona, el palacio del rey Alfonso de Castilla, el camino hacia
Sevilla y sus calles, la casa de los Ulloa en Sevilla, los alrededores de Dos
Hermanas, la iglesia de Sevilla, la posada de esa ciudad y el sepulcro de don
Gonzalo de Ulloa.
Los espacios exteriores al aire libre corresponden a los encuentros entre don Juan
Tenorio y los dos grupos de personajes plebeyos: el de pescadores y el de
labradores. En cambio en consonancia con su condición social, las mujeres nobles
se encuentran con el caballero en espacios cerrados: el palacio del rey de Nápoles y
la casa de los Ulloa en Sevilla.
Los personajes
No hay duda alguna sobre la centralidad argumental del personaje de don Juan
Tenorio. Desde el título identificamos el atributo moral de nuestro legendario
personaje, al análisis de los personajes está determinado por el impulso seductor del
noble villano en la medida que acompañan, justifican o se enfrentan con él.
Los personajes se nos muestran a través de sus comportamientos y de la opinión de
los demás.
Es el hijo del embajador de España en Nápoles, forma parte de la más alta élite
aristocrática. Es un joven ocioso e interesado exclusivamente por el placer de la
seducción y la burla de las mujeres. Esa afición por las mujeres tratadas como
trofeos de una disputa o como una diversión de su condición de galán. En sus
ejercicios no dudará en utilizar todo tipo de tretas para conseguir sus objetivos.
Miente, engaña y falsea hechos para hacerse con las mujeres que pretende, y actúa
de un modo deshonesto. Este carácter desaprensivo y amoral en sus relaciones
eróticas y sexuales con las mujeres es uno de los fundamentos de la extensa
,tradición que surgirá a partir de Tirso de Molina. En Nápoles suplanta al duque
Ovtavio; a Tisbea la engatusa a través de un lenguaje culto, parodia el amor cortés;
con doña Ana traiciona el amor femenino y la amistad del marqués, y por último, a
Aminta le entrega el caramelo del ascenso social a cambio del ultraje de su honor y
la resignación de su futuro marido, Batricio.
En todas las ocasiones, don Juan Tenorio está despreciando uno de los méritos
sociales indiscutibles en la sociedad del barroco.
Por otra parte, su actitud frente al personaje misterioso de la ultratumba, el difunto
don Gonzalo de Ulloa, va cambiando a lo largo de la jornada III: desde una
arrogancia manifiesta, pasando por la aceptación de la condición del muerto, hasta
un intento de racionalizar el miedo y la petición del arrepentimiento.
Con la excepción de don Gonzalo de Ulloa, el resto de personajes aristocráticos
masculinos parece continuar, justificar o comprender el entusiasmo galante y
burlador de nuestro protagonista.
Esta indulgencia ha sido considerada por algunos como una forma de crítica a la
actitud moral de esta clase social.
La única excepción en el grupo de nobles es don Gonzalo de Ulloa, el comendador
Mayor y convidado de piedra. Como representante político del rey, cumple con una
lealtad incondicional. Es víctima de la traición de don Juan, y será el agente de Dios
en el castigo final del burlador. Su oposición está más relacionada con la defensa del
honor de su hija doña Ana. No olvidemos que el honor de su hija es el suyo propio.
Doña Isabela y doña Ana, son más severos en el trato que mantienen con el galán
sevillano. Doña Isabela, la primera engañada, reacciona con una mentira cuando es
interrogada sobre la identidad del hombre que ha entrado en su alcoba. Se trata de
un intento amoroso de recuperar al duque Octavio.
Tanto las referencias a doña Ana de Ulloa en la breve aparición que hace para
defenderse del crápula de don Juan, esta dama representa los valores de la nobleza,
la belleza, la honradez y la dignidad.
Entre los labradores de Dos Hermanas encontramos otra mujer plebeya :Aminta, es
un personaje que actúa en respuesta al invite seductor y social del galán. Don Juan
utiliza su condición de noble para engañar a la campesina. Ella reconoce que la
actitud del noble es inaceptable. El futuro marido de Aminta, Batricio expresa la
desconfianza que desde el primer momento a la figura del caballero.
Gaseno, el padre de Aminta, cree y acepta las mentiras de don Juan, puesto que
sabe que supone un ascenso social de su hija
CONTEXTO HISTÓRICO
Ofrecía una inestabilidad parecida a la de las otras zonas europeas. Los reinados de
Felipe II, Felipe IV y Carlos II confirman la decadencia del imperio español. Las
causas son políticas, económicas y culturales.
La mayoría de los monarcas de la dinastía de los Austrias que gobernaron durante el
barraco estaban controlados por un valido o privado, es decir, un aristócrata que
colaboraba con el rey en la dirección y en la política del estado. A menudo, los
validos defendían sólo sus intereses como el Duque de Lerma, el Duque de Osuna,
el conde-duque de Olivares.
Durante la época de Felipe II el país ya mostraba señales de alarma.El estado ya
había suspendido pagos a causa de los graves costes de la política internacional
porque no era suficiente con la que llegaba de América ni con los nuevos impuestos.
Con Felipe III y Felipe IV, los problemas materiales se acentuaron gracias a ciertos
desastres naturales como las epidemias y la pérdida de 1400 habitantes que supuso
la expulsión de los moriscos.
Los aspectos ideológicos y religiosos del siglo XVII deben observarse a partir de la
influencia decisiva del conflicto de Trento. La renovada solemnidad de los ritos
religiosos, la catequesis, la predicación y la confesión fueron algunos de los
elementos pedagógicos de una iglesia poderosísima y controladora de la vida
espiritual y la mayoría de los servicios públicos. La Inquisición recrudeció su acción
vigilante sobre la moral de manera absoluta.
EL EATRO DE LA ÉPOCA
Entre 1580 y 1640, el teatro español conoció la aparición de una serie extraordinaria
de escritores y obras, así como compañías, corrales de comedias y festejos
religiosos relacionados con la actividad dramatúrgica. Los nuevos lugares de reunión
social serán los corrales de comedias y los dos maestros indiscutibles Lope de Vega
y Calderón de la Barca.
El creador de la comedia nueva fue Lope de Vega. los objetivos fueron expresados
en su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, entre 1604 y 1608. Recogía los
rasgos básicos del teatro de la época:
ANÁLISIS DE LA OBRA
Las tres unidades dramáticas están orientadas y dirigidas desde la fuerza del
personaje central de la comedia: don Juan Tenorio.
La acción de El burlador de Sevilla, surge de una alternancia continuada entre
huidas de don Juan y las persecuciones de los personajes agraviados. El hilo del
argumento progresa a partir de los sucesivos engaños que realiza el caballero en
Sevilla: desde la seducción de Isabela en el palacio real de Nápoles, hasta la muerte
en el sepulcro de don Gonzalo de Ulloa. Las escenas se repiten impulsadas por el
desenfreno infame y burlador del caballero sevillano y una zaga de hombres y
mujeres afectados por la acción arrogante y transgresora. Un episodio queda
descolgado del torrente de burlas, huidas y búsquedas: el elogio de la ciudad de
Lisboa que hace el comendador de Calatrava, don Gonzalo de Ulloa en presencia
del rey don Alfonso. Sirve para situar en la solicitud del matrimonio a la hija del
comendador con don Juan Tenorio.
Cada uno de los tres actos está compuesto por entre 3 y 5 episodios temáticos, y
según el binomio engaño-huida de don Juan Tenorio y su correspondiente
persecución por el resto de personajes. La doble invitación entre don Juan y don
Gonzalo de Ulloa desde la ultratumba se entrevé en el final de la Jornada III y de la
obra y da sentido global al significado del texto.
Respecto a los espacios escénicos nos encontramos el palacio del rey de Nápoles,
una playa de Tarragona, el palacio del rey Alfonso de Castilla, el camino hacia
Sevilla y sus calles, la casa de los Ulloa en Sevilla, los alrededores de Dos
Hermanas, la iglesia de Sevilla, la posada de esa ciudad y el sepulcro de don
Gonzalo de Ulloa.
Los espacios exteriores al aire libre corresponden a los encuentros entre don Juan
Tenorio y los dos grupos de personajes plebeyos: el de pescadores y el de
labradores. En cambio en consonancia con su condición social, las mujeres nobles
se encuentran con el caballero en espacios cerrados: el palacio del rey de Nápoles y
la casa de los Ulloa en Sevilla.
Los personajes
No hay duda alguna sobre la centralidad argumental del personaje de don Juan
Tenorio. Desde el título identificamos el atributo moral de nuestro legendario
personaje, al análisis de los personajes está determinado por el impulso seductor del
noble villano en la medida que acompañan, justifican o se enfrentan con él.
Los personajes se nos muestran a través de sus comportamientos y de la opinión de
los demás.
Es el hijo del embajador de España en Nápoles, forma parte de la más alta élite
aristocrática. Es un joven ocioso e interesado exclusivamente por el placer de la
seducción y la burla de las mujeres. Esa afición por las mujeres tratadas como
trofeos de una disputa o como una diversión de su condición de galán. En sus
ejercicios no dudará en utilizar todo tipo de tretas para conseguir sus objetivos.
Miente, engaña y falsea hechos para hacerse con las mujeres que pretende, y actúa
de un modo deshonesto. Este carácter desaprensivo y amoral en sus relaciones
eróticas y sexuales con las mujeres es uno de los fundamentos de la extensa
,tradición que surgirá a partir de Tirso de Molina. En Nápoles suplanta al duque
Ovtavio; a Tisbea la engatusa a través de un lenguaje culto, parodia el amor cortés;
con doña Ana traiciona el amor femenino y la amistad del marqués, y por último, a
Aminta le entrega el caramelo del ascenso social a cambio del ultraje de su honor y
la resignación de su futuro marido, Batricio.
En todas las ocasiones, don Juan Tenorio está despreciando uno de los méritos
sociales indiscutibles en la sociedad del barroco.
Por otra parte, su actitud frente al personaje misterioso de la ultratumba, el difunto
don Gonzalo de Ulloa, va cambiando a lo largo de la jornada III: desde una
arrogancia manifiesta, pasando por la aceptación de la condición del muerto, hasta
un intento de racionalizar el miedo y la petición del arrepentimiento.
Con la excepción de don Gonzalo de Ulloa, el resto de personajes aristocráticos
masculinos parece continuar, justificar o comprender el entusiasmo galante y
burlador de nuestro protagonista.
Esta indulgencia ha sido considerada por algunos como una forma de crítica a la
actitud moral de esta clase social.
La única excepción en el grupo de nobles es don Gonzalo de Ulloa, el comendador
Mayor y convidado de piedra. Como representante político del rey, cumple con una
lealtad incondicional. Es víctima de la traición de don Juan, y será el agente de Dios
en el castigo final del burlador. Su oposición está más relacionada con la defensa del
honor de su hija doña Ana. No olvidemos que el honor de su hija es el suyo propio.
Los personajes aristocráticos femeninos
Doña Isabela y doña Ana, son más severos en el trato que mantienen con el galán
sevillano. Doña Isabela, la primera engañada, reacciona con una mentira cuando es
interrogada sobre la identidad del hombre que ha entrado en su alcoba. Se trata de
un intento amoroso de recuperar al duque Octavio.
Tanto las referencias a doña Ana de Ulloa en la breve aparición que hace para
defenderse del crápula de don Juan, esta dama representa los valores de la nobleza,
la belleza, la honradez y la dignidad.
Entre los labradores de Dos Hermanas encontramos otra mujer plebeya :Aminta, es
un personaje que actúa en respuesta al invite seductor y social del galán. Don Juan
utiliza su condición de noble para engañar a la campesina. Ella reconoce que la
actitud del noble es inaceptable. El futuro marido de Aminta, Batricio expresa la
desconfianza que desde el primer momento a la figura del caballero.
Gaseno, el padre de Aminta, cree y acepta las mentiras de don Juan, puesto que
sabe que supone un ascenso social de su hija
El personaje de don Juan Tenorio ha sido el precursor de uno de los mitos literario y
artísticos modernos que más frutos ha ofrecido y sigue ofreciendo. Como cualquier
mito, la conducta de don Juan expresa un tema dramático reconocible de manera
universal. Nos hallamos ante la cuestión de la transgresión de ciertos valores
sociales y morales más allá de la justicia humana. El rechazo y la atracción que han
provocado sus modos, su arrogancia y su vitalismo encierran el secreto de su
continuidad. Reúne dos condiciones específicas: su carácter exclusivamente literario
y el origen en una fuente reconocible y atestiguada.
La adaptación y modernización del mito se ha concretado durante casi cuatro siglos.
Se conocen al menos 500 versiones literarias en cualquiera de sus géneros, 70
piezas musicales, 25 obras de arte plástico y 8 películas basadas en el protagonista
de la obra de Tirso y su leyenda posterior.