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ENDOCRINOLOGÍA
M. Foz Sala, E. Vilardell-Latorre, A. Goday Arnó, L. Audi Parera, J.F. Cano Pérez, F. Casanueva Freijo,
E. Esmatjes Mompó, J.A. Fernández Tresguerres, R. Gomis de Barbarà, I. Halperin Rabinovich,
F. Hawkins Carranza, A. de Leiva Hidalgo, A. Lucas Martín, A. Marañón Cabello, F. Sánchez Franco,
A. Sanmartí Sala, y S.M. Webb Youdale
El sistema endocrino, a través de la síntesis y liberación de teínas generales de transporte, pero hay también proteínas
mediadores químicos (hormonas) a la circulación, distantes específicas (TBG, SHBG, etc.). La tasa de aclaramiento meta-
de sus órganos de producción (glándulas endocrinas), cons- bólico hepático y/o renal se halla casi siempre en función
tituye uno de los dos mecanismos de que dispone el organis- del grado de afinidad por su proteína de transporte y depen-
mo para conseguir la coordinación y la integración de la fun- de de la concentración de la fracción libre hormonal, la
ción de sus diferentes tejidos y órganos especializados: el cual, a su vez, depende de la tasa de producción hormonal
otro mecanismo está constituido por el sistema nervioso. Clá- en la glándula endocrina correspondiente.
sicamente se ha definido la endocrinología como la rama de
las ciencias biológicas que estudia las hormonas y sus glán-
dulas de producción, así como la expresividad clínica de sus
Mecanismos de acción hormonal
alteraciones. En la actualidad no puede aceptarse el concep- El primer paso para que se desarrolle la acción hormonal
to de sistema endocrino como un sistema cerrado, sino que, consiste en la interacción específica entre la hormona y la
basándose en aspectos funcionales parecidos y a estrechas célula diana, la cual, a su vez, requiere que los receptores
interrelaciones existentes con el SNC y el SNP, se puede ha- que la reconocen sean altamente específicos. La unión espe-
blar de un sistema neuroendocrino. Un ejemplo paradigmáti- cífica no covalente del receptor proteico a la hormona (re-
co de esto lo constituye la unidad funcional hipotálamo-hi- versible y de elevada afinidad) pone en marcha reacciones
pofisaria, integración perfecta de los dos sistemas en una que conducen a la respuesta hormonal. Actualmente se co-
auténtica glándula endocrina unitaria. nocen dos tipos de receptores; a) los de membrana plasmáti-
El concepto de hormona como sustancia segregada a la ca, localizados en la superficie celular, y b) los intracelulares
circulación a partir de una glándula endocrina y que, encon- de localización citosólica.
trándose en concentraciones extraordinariamente bajas, es Receptores de membrana citoplasmática. Las hormonas
reconocida a distancia por órganos específicos que respon- peptídicas se fijan a estos receptores (fig. 16.1), y de su unión
den de forma característica, tampoco puede ser sustentado se produce hidrólisis de fosfatidilinositol, movilización de
actualmente, ya que se sabe que muchas hormonas son for- Ca++, formación de nucleótidos intermedios fosforilados, sín-
madas en la circulación a partir de precursores o en los mis- tesis de AMPc con activación de proteincinasas que condu-
mos órganos diana por transformaciones de prehormonas cir- cirían a la fosforilación de proteínas específicas y a la apa-
culantes, y que muchas acciones hormonales se desarrollan rición de efectos fisiológicos. La hormona peptídica interac-
localmente en los mismos lugares de producción ejerciendo ciona con un receptor proteico de membrana que, activando
una función autocrina y paracrina. una unidad reguladora, estimularía la actividad de otra pro-
teína de membrana o unidad catalítica, que llevaría a la sín-
tesis de AMPc a partir de ATP intracelular. Este AMPc, en si-
Estructura química de las hormonas nergismo con un aumento de CA++ intracelular, activaría una
Se pueden clasificar en dos grandes grupos: a) hormonas proteincinasa, al separarla de su subunidad reguladora, y se
de estructura peptídica, desde las formas polipeptídicas más produciría fosforilación de proteínas, que en último término
o menos complejas, hormona luteinizante (LH), hormona fo- conducirían a una respuesta fisiológica.
liculostimulante (FSH), hormona de crecimiento humana Receptores intracelulares. Las hormonas esteroides entran
(hGH), insulina, glucagón, etc., a formas sencillas dipeptí- en la mayoría de las células por simple difusión, y en las cé-
dicas, tiroxina (T4), triyodo-tironina (T3) y a derivados de lulas diana se fijan a receptores de naturaleza proteica, que
aminoácidos únicos como histamina, catecolaminas, etc., y tienen sitios específicos de fijación para la hormona y que se
b) hormonas de estructura esteroide derivadas del colesterol localizan en el citoplasma y el núcleo celulares (fig. 16.2).
que, por transformaciones enzimáticas sucesivas, se convier- De la unión de la hormona con el receptor citosólico se for-
ten en hormonas gonadales y esteroides con el núcleo este- ma un complejo activado que tiene afinidad para fijarse a un
roide intacto o, como el caso de la vitamina D y sus metabo- receptor sobre el DNA del núcleo; esto puede suceder tam-
litos, que presentan rotura de anillo B. bién en el interior del núcleo. La fijación al receptor induci-
ría la transcripción y formación de RNA mensajero y la tra-
Síntesis, depósito, liberación y transporte ducción y síntesis de proteínas específicas que intervienen
en la función celular, en su crecimiento o en su diferencia-
de las hormonas en general ción. La caracterización de los genes que codifican los re-
Aunque las glándulas endocrinas representan los órganos ceptores ha permitido definir un amplio espectro de defectos
idóneos para la síntesis de hormonas, ésta puede también y desarrollar técnicas [Southern blotting, reacción en cadena
ocurrir en otros muchos tejidos: cerebro, tubo digestivo, adi- de la polimerasa (PCR)] para identificar mutaciones.
pocitos, piel, etc. Raras veces se hallan cantidades significati-
vas de hormonas en depósito, pues casi siempre la síntesis es
seguida por un recambio metabólico rápido. En general son
Regulación de la secreción hormonal
bien conocidos los mecanismos que controlan la liberación El principal mecanismo regulador que controla la síntesis
hormonal, pero no puede decirse lo mismo de los mecanis- y la secreción hormonales es humoral, mediante el cual la
mos precisos que intervienen en su liberación; en ciertos ca- propia concentración de la hormona indica la necesidad de
sos se produce una simple difusión pasiva, en otros tiene que aumentar o disminuir su producción; este servomecanismo,
haber una solubilización previa de las hormonas que van a mecanismo de retroalimentación (feedback), suele ser nega-
pasar a la circulación y aun en muchos otros se lleva a cabo tivo, pero puede también ser positivo. Todas las hormonas se
un proceso complicado de exocitosis de los gránulos secre- hallan bajo control de este tipo, siendo la misma hormona o
tores intracelulares. algún otro tipo de función o de sustrato (osmolaridad y vole-
Muchas hormonas son transportadas en su mayor parte mia para la regulación de vasopresina o renina, glucemia
por el plasma a través de su unión a proteínas (proteínas de para la insulina, calcemia para la parathormona, etc.) la se-
transporte). La albúmina y la prealbúmina representan pro- ñal que pone en marcha el servomecanismo.
2009
ENDOCRINOLOGÍA
Membrana
citoplasmática
C
Proteincinasa
AMPc Re inactiva
(–)
Proteína
AC
Fosfodiesterasa
ATP
Núcleo
C Proteincinasa
N activa
GTP
DNA
Fosfoproteína
Extracelular
R RNA
H
Re
Diacilglicerol Expresión
AMPc génica
Mitocondria
Fosfatidilinositol Ca++
Ca++ Ca++
Intracelular
Fig. 16.1. Esquema del sistema de receptores de membrana citoplasmática: hormona polipeptídica (H); receptor (R), proteína reguladora (N),
componente catalítico (AC), nucleótido guanina trifosfato (GTP), subunidad reguladora (Re) y subunidad catalítica de la proteincinasa (C).
Receptor
Hormona
esteroide
+ Citoplasma
Aceptor
DNA
mRNA
Traducción
+
Síntesis
proteína
Núcleo
2010
GENERALIDADES
génitos con falta de desarrollo o con desarrollo deficiente de riesgo de sufrir el síndrome y aplicar en ellos las pruebas pe-
una glándula (atireosis o tiroides sublingual en casos de cre- riódicas de detección.
tinismo esporádico congénito) o defectos enzimáticos con-
génitos que impiden la síntesis hormonal (hipotiroidismos
congénitos) disenzimáticos con bocio o sin él). Mediante
Exploración de la función endocrina
técnicas de análisis de restricción del DNA es posible detec- Los procedimientos empleados en la clínica pueden resu-
tar déficit de hormona de crecimiento por una deleción del mirse en los siguientes:
gen que codifica su síntesis. También defectos en la conver- Determinación de las concentraciones plasmáticas de las
sión de prohormonas pueden conducir a una deficiencia hormonas. Con la aplicación de métodos muy sensibles de
hormonal. En muchos casos la causa que conduce a una radioinmunoanálisis (RIA) y sobre todo los radioinmunomé-
producción hormonal deficiente no se conoce. tricos (IRMA) se han podido medir las bajas concentraciones
Producción hormonal excesiva. Existe hiperproducción de circulantes en plasma de la mayoría de las hormonas. Hay
una hormona y sus causas son diversas; en muchos casos que tener presente que en el caso de las hormonas que pre-
se trata de hiperplasias o tumores, adenomas o carcinomas sentan una pulsatilidad en su secreción, la determinación de
que afectan una glándula endocrina y producen una secre- un valor aislado puede no ser significativa. Por esta razón se
ción hormonal excesiva (síndrome de Conn, feocromocito- recomienda realizar su determinación a partir de una mezcla
ma, etc.); otras veces los tumores pueden localizarse fuera (pool) de tres alícuotas de plasma obtenidas de tres extrac-
de las glándulas endocrinas, pero en tejidos que en estas cir- ciones realizadas en un intervalo de 20-30 min. Asimismo,
cunstancias presentan capacidad para secretar hormonas atendiendo a la gran variabilidad del intervalo u oscilación
(producción ectópica de hormona adrenocorticotropa normal de algunas hormonas, se aconseja practicar determi-
[ACTH] por carcinomas pulmonares de células pequeñas, tu- naciones simultáneas de una hormona periférica y de su hor-
mores carcinoides, etc.). Existen hiperfunciones glandulares mona trófica correspondiente, por ejemplo T4 y hormona ti-
que obedecen a la aparición de sustancias estimulantes de la rostimulante (TSH), con lo que es posible evitar errores
glándula y que aparecen en el contexto de trastornos autoin- interpretativos de ciertos resultados situados en el límite nor-
munes (p. ej., enfermedad de Graves-Basedow). mal bajo.
Producción de hormonas anómalas. Aun cuando es poco Para las hormonas que presentan un ritmo de secreción
frecuente, cada vez se conocen más casos de producción de circadiano, las extracciones de sangre deben hacerse cono-
hormonas anómalas en su estructura y, por tanto, funcional- ciendo su variación diurna; este es el caso del cortisol. Por lo
mente inactivas. Esto es lo que ocurre en algunos casos de que se refiere a la determinación de hormonas gonadales y
enanismo hipofisario con producción de formas moleculares gonadotropinas en la mujer en etapa reproductiva, hay que
anormales de hGH que no pueden inducir la síntesis de fac- conocer el momento preciso del ciclo durante el cual se han
tores de crecimiento (como el factor de crecimiento similar practicado las determinaciones hormonales.
a la insulina, IGF-I) y, por tanto, no estimulan el crecimiento. Determinación de la excreción urinaria de hormonas o de
Lo mismo ocurre en algunas formas de diabetes mellitus en sus metabolitos. Tienen la ventaja sobre las determinaciones
la que hay síntesis de una molécula anómala de insulina. hormonales plasmáticas de que, si se realizan con las debi-
Resistencia a la acción de la hormona. En esta endocrino- das garantías de buena recogida de orina, exclusión de en-
patía, de naturaleza adquirida o hereditaria, existiría una fal- fermedad renal que pueda modificar la tasa de excreción y
ta de respuesta de la célula diana a su hormona; se ha descri- otras circunstancias, representan un reflejo de la tasa de pro-
to para muchas hormonas: parathormona, andrógenos, ducción hormonal de 24 h, lo que da una idea más exacta
insulina, vasopresina, etc. Implica la presencia de defectos del estado funcional de una glándula. Sin embargo, las medi-
en los receptores de membrana o citoplasmáticos (como ciones urinarias se sustituyen en la mayoría de los casos por
consecuencia de mutaciones localizadas en diferentes exo- las determinaciones hormonales plasmáticas, para evitar
nes del gen del mismo receptor y también de la influencia de aquellos inconvenientes. Cuando se realizan determinacio-
otros determinantes genéticos), trastornos en el metabolismo nes en orina hay que evaluar simultáneamente la excreción
de la hormona dentro de la célula y otras alteraciones que de creatinina, que suele mantenerse constante (pequeña va-
impedirían la acción de la hormona. De forma característica, riación de menos del 20%), y cuyo promedio en 24 h para la
estos cuadros de resistencia a la acción hormonal cursan mujer es de 1 g y para el varón de 1,8 g; variaciones importan-
con concentraciones generalmente elevadas de la hormona tes de estos valores indicarían una mala recogida de orina.
implicada. Determinación de las tasas de producción y secreción. En
Alteraciones en el transporte y el metabolismo hormonales. general existen técnicas complicadas que requieren la admi-
Sólo aparece endocrinopatía en circunstancias especiales nistración de hormonas o metabolitos marcados radiactiva-
(no fisiológicas), ya que en condiciones normales los cam- mente, con lo cual su realización queda limitada a unos po-
bios en la concentración de proteínas de transporte, al modi- cos centros diagnósticos. Con estas técnicas se mide la tasa
ficar la tasa de hormona libre, inciden sobre la producción de aclaramiento de una hormona y, conociendo sus niveles
hormonal que se adapta al tipo de desviación producido. Sin plasmáticos, se puede calcular su tasa de producción.
embargo, en circunstancias especiales, por ejemplo un pa- Pruebas hormonales dinámicas. Consisten en estimular o
ciente con insuficiencia suprarrenal crónica, que, además inhibir una hormona determinada, para investigar su capaci-
del tratamiento esteroide sustitutivo, recibe algún otro fárma- dad de reserva o su estado de regulación. Se utilizan en los
co que aumenta la metabolización hepática del cortisol, pue- estados de hipofunción e hiperfunción cuando el diagnósti-
den aparecer manifestaciones de insuficiencia suprarrenal co no puede establecerse con determinaciones simples plas-
con la administración de las dosis habituales normales. máticas o urinarias. En general se utilizan pruebas de estimu-
Alteración simultánea de varias hormonas. Puede ocurrir lación cuando se sospecha una hipofunción hormonal, y de
cuando hay afectación de glándulas endocrinas que sinteti- supresión cuando se supone que existe una hiperfunción.
zan varias hormonas, como es el caso de la adenohipófisis,
cuya destrucción total conduce a un cuadro de panhipopi- Endorfinas
tuitarismo con la aparición de múltiples déficit hormonales.
Otras formas de endocrinopatía con afección múltiple serían Consideraciones generales
los síndromes hereditarios de neoplasias endocrinas múlti- El término endorfina inicialmente se utilizó como sinóni-
ples (MEN). El gen para el MEN tipo IIa está localizado en la mo de péptido opioide endógeno (“como morfina” endóge-
región centromérica del cromosoma 10; actualmente, el aná- na) y sirvió para un tipo de polipéptidos que, al parecer, se
lisis de polimorfismos de los fragmentos de restricción y, so- localizaban en el cerebro y tendrían actividades biológicas
bre todo, mutaciones del protooncogén RET permitirían parecidas a los opiáceos. Si la morfina y sus análogos se fija-
identificar con un alto grado de certeza a los familiares con ban a receptores específicos del cerebro y también de otros
2011
ENDOCRINOLOGÍA
4 10
1 39
ACTH
1 13
α-MSH
18 39
CLIP
Precursor común
46 52 61 65 91
1
β-LPH
65
1 58
γ-LPH Metencefalina
78
41 58 α-endorfina
β-MSH 77
γ-endorfina
87
δ-endorfina
91
β-endorfina
Fig. 16.3. Relaciones estructurales entre ACTH y β-lipotropina (β-LPH), sintetizadas a partir de un precursor común. Las líneas verticales dibuja-
das en trazo discontinuo incluyen la secuencia del heptapéptido común (Met-Glu-His-Phe-Arg-Trp-Gly) a ACTH y α-MSH (α-melanocitostimulante) y
a β-LPH, γ-LPH y β-MSH. Las líneas verticales dibujadas en trazo continuo incluyen el pentapéptido común (Tyr-Gly-Cly-Phe-Met) a los péptidos
opiáceos, que además tienen secuencias estructurales idénticas a determinados segmentos de la molécula de β-LPH. CLIP: péptido similar a la cor-
ticotropina del lóbulo intermedio.
órganos periféricos, era lógico pensar que tendrían que exis- en la sustancia gris dorsal, que contiene las terminaciones
tir sustancias endógenas parecidas a los opiáceos que se fija- nerviosas de las neuronas sensitivas primarias que se cree
rían a aquellos receptores. modularían la percepción del dolor. También se encuentran
Los dos primeros opioides endógenos aislados en el cere- en el núcleo vagal (efectos asmáticos y antitusígenos de la
bro y caracterizados fueron dos pentapéptidos: metencefalina morfina), en el locus coeruleus y el hipotálamo (regulación
y leuencefalina. La primera presentaba una composición que de la función adenohipofisaria). Las elevadas concentracio-
era idéntica a la secuencia de los residuos 61-65 de una hor- nes de encefalinas y receptores opioides en el hipotálamo
mona hipofisaria de función mal conocida, la β-lipotropina justificarían los efectos estimulantes sobre la prolactina
(LPH), que tiene 91 aminoácidos (fig. 16.3). (PRL) y la hGH (definidas más adelante) y los supresores so-
Posteriormente se comprobó que la β-LPH contiene otros bre la TSH y las gonadotropinas que se han descrito para las
fragmentos peptídicos que constituyen otros tantos opioides endorfinas. La β-endorfina se localiza fundamentalmente en
endógenos: α-endorfina, γ-endorfina y β-endorfina, uno de los el lóbulo intermedio de la hipófisis y, en menor cantidad,
más potentes, y que corresponden a la secuencia 61-91 de la en el hipotálamo y otras áreas del cerebro.
β-LPH. Esta última procede junto con la ACTH de una macro- Las encefalinas se hallan en las células secretoras y células
molécula, la proopiomelanocortina (POMC), que sería sinteti- nerviosas del intestino, lo que indica que intervienen en la
zada en la adenohipófisis por las células corticotropas y, bajo función intestinal (motilidad). También están presentes en el
la acción de la hormona estimulante de la ACTH (CRH), la SNP y en la médula suprarrenal.
ACTH y la β-LPH, serían liberadas simultáneamente.
La leuencefalina, aun cuando tiene una secuencia de ami- Mecanismos de acción de los péptidos opioides
noácidos que también se encontraría dentro de la POMC, en Para desarrollar su acción se fijan a receptores específicos
realidad procede de otros precursores prohormonales, cono- localizados en la membrana celular. El antagonista de la
cidos con el nombre de preproencefalina A y preproencefali- morfina denominado naloxona se fija a un tipo de receptor y
na B; esta última contiene también la secuencia de otros bloquea o antagoniza la acción de la morfina. Se han descri-
péptidos opioides, como la dinorfina y la β-neoendorfina. to cuatro tipos de receptores no totalmente selectivos: µ (fija
morfina), κ (encefalinas), δ (dinorfina) y ε (β-endorfina).
Distribución de los péptidos opioides y sus funciones
Las neuronas que contienen encefalinas se encuentran Efectos sobre el sistema endocrino
distribuidas en regiones con funciones especializadas; en la La administración de morfina y péptidos análogos pro-
médula espinal las concentraciones más elevadas se hallan duce la liberación de hGH y de PRL e inhibe la secreción
2012
GENERALIDADES
2013
ENDOCRINOLOGÍA
Con excepción de las hormonas pancreáticas, gastrointes- si se consideran desde la perspectiva del desarrollo embrio-
tinales y reguladoras del calcio, la hipófisis ejerce un control nario. En efecto, la neurohipófisis y el tallo hipofisario se for-
sobre todas las glándulas endocrinas, por lo que se ha deno- man como una evaginación caudal del diencéfalo, siendo en
minado a esta glándula el “director de orquesta endocrinoló- la práctica un continuum anatómico de tejido nervioso. Por
gico”. La frase cayó en desuso cuando se comprobó que el el contrario, la adenohipófisis no es tejido neural, sino un di-
director tenía a su vez un maestro, el hipotálamo, que regula- vertículo que crece en sentido craneal desde una parte de la
ba la hipófisis a través de neurohormonas específicas. primitiva cavidad oral, la bolsa de Rathke. Cuando este tejido
ectodérmico en su migración craneal encuentra al infundí-
bulo hipofisario, lo rodea y pierde contacto con la cavidad
Consideraciones anatomofisiológicas oral, lo cual explica que la adenohipófisis no tenga contacto
neural con el hipotálamo y deba comunicarse con él a través
de la rica vascularización que forma la red portal hipofisaria.
Anatomía hipotálamo-hipofisaria En los animales inferiores, entre la adenohipófisis y la neu-
No es sorprendente la diversidad funcional existente entre rohipófisis existe una capa celular denominada lóbulo inter-
el hipotálamo-adenohipófisis y el hipotálamo-neurohipófisis medio, ausente en el hombre, excepto en breves etapas de la
2014
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
1 2 3
Fórnix
Comisura anterior
Núcleo paraventricular
Núcleo supraóptico
Fórnix
Cápsula interna
Tercer ventrículo
Estría terminal
Núcleo paraventricular
Núcleo supraóptico
Núcleo paraventricular
Cápsula interna
Tercer ventrículo
Fórnix
Núcleo dorsomedial
Núcleo arqueado
Núcleo posterior
vida fetal. La glándula hipofisaria humana pesa menos de 1 g ginaria que une los cuerpos mamilares con la comisura pos-
y es mayor en la mujer que en el varón; la adenohipófisis terior. Sin embargo, estos límites tienen poco sentido funcio-
constituye tres cuartas partes de su peso. nal y existe una conexión perfecta con diversas áreas del
El hipotálamo está situado en la base del diencéfalo deba- SNC y, entre otras, con el área preóptica de relevancia endo-
jo del tálamo y se considera convencionalmente que su lími- crinológica. Formando parte del infundíbulo se encuentra la
te anterior es la lamina terminalis y el posterior una línea ima- eminencia media, donde confluyen las neurohormonas hipo-
2015
ENDOCRINOLOGÍA
talámicas antes de pasar a los vasos porta hipotálamo-hipofi- anteriores nutren el hipotálamo anterior, mientras que el hi-
sarios y donde se ejercen también funciones de regulación. potálamo medio recibe sangre de las arterias comunican-
En un corte sagital del cerebro y, por tanto, del hipotálamo tes posteriores, y el hipotálamo posterior es irrigado por las
(fig. 16.6) se observan ventralmente tres estructuras que sir- arterias de la bifurcación de la basilar y las cerebrales poste-
ven de guía: el quiasma óptico, el infundíbulo (tuber cine- riores.
reum) y los cuerpos mamilares. Tres líneas verticales trazadas El aporte sanguíneo al hipotálamo basal, el infundíbulo, el
por estas estructuras (fig. 16.6 A) dividen el hipotálamo en tallo hipofisario y la hipófisis deriva de las arterias carótidas a
tres regiones: la rostral o supraóptica, la intermedia o tuberal través de las hipofisarias superior e inferior. La eminencia
y la caudal o mamilar. También convencionalmente se admi- media anterior y la mayor parte del tallo hipofisario reciben
te que, en una visión frontal (corte coronal) (fig. 16.6 B-D), su aporte sanguíneo de las arterias hipofisarias superiores
cada mitad del hipotálamo estaría dividida en dos zonas in- (fig. 16.7), y la zona posterior de la eminencia media está irri-
teriores, en contacto con el III ventrículo, denominadas hipo- gada por otros vasos derivados del polígono de Willis, mien-
tálamo medial y dos zonas externas o hipotálamo lateral. El tras que la zona ventral del tallo hipofisario lo está por la san-
hipotálamo lateral no puede dividirse fácilmente en sub- gre arterial que recorre los vasos porta. La mayor parte del
áreas, mientras que el medial está organizado en núcleos. En aporte de la adenohipófisis no deriva de las arterias hipofisa-
el área supraóptica destacan los núcleos supraóptico y para- rias, sino de la sangre arterial que llega recorriendo el plexo
ventricular, que contienen las neuronas productoras de va- venoso de los vasos porta (fig. 16.7). En la eminencia media
sopresina y de oxitocina, las cuales, tras discurrir por vía las arterias drenan en una rica red capilar; parte de estos ca-
axonal a través del tallo hipofisario, son liberadas a la circu- pilares se extiende hacia arriba hasta el suelo del III ventrícu-
lación en la neurohipófisis. El núcleo supraquiasmático es lo, mientras que otros capilares más cortos se disponen en
pequeño pero tiene gran importancia, dado que está implica- forma de “capa”. Los vasos porta con sangre arterial conte-
do en la generación de los ritmos circadianos y los ritmos niendo las neurohormonas hipotalámicas recogida en esta
hormonales así como en la regulación del comportamiento; capa de la eminencia media descienden por el tallo hipofisa-
esta área es rica en receptores para esteroides gonadales. En rio en los denominados vasos porta “largos”, los cuales al-
el área intermedia o tuberal se encuentran los núcleos ven- canzan e irrigan la adenohipófisis. Sin embargo, en la base
tromedial y dorsomedial, en contacto con el núcleo arquea- del tallo y antes de la unión con la adenohipófisis, estos va-
do, los cuales tienen abundantes conexiones con otras áreas sos largos se unen con los vasos porta hipofisarios “cortos”
del SNC. En cuanto al núcleo arqueato, sus terminaciones se que nacen en la parte ventral del tallo y que en parte derivan
extienden hasta la eminencia media y es un área directamen- de las arterias hipofisarias inferiores. A pesar de esta comple-
te implicada en el control de la adenohipófisis. Por último, el jidad vascular, cuyo significado funcional no está aún claro,
área posterior o mamilar del hipotálamo tiene áreas poco de- se debe recordar que el 90% de la sangre que llega a la ade-
finidas, las cuales continúan en sentido caudal con el área nohipófisis deriva de los vasos porta largos, los cuales en la
gris mesencefálica y el complejo de los núcleos mamilares. hipófisis drenan en el sistema sinusoidal del plexo secunda-
De adelante hacia atrás del hipotálamo y tapizando el III ven- rio. Los capilares hipofisarios y de la eminencia media se pa-
trículo hay un núcleo subependimario y periventricular rico recen a los periféricos y difieren de los típicos del SNC por
en neuronas, cuya función es poco conocida. ser capilares fenestrados para facilitar el intercambio de sus-
En cuanto a la hipófisis, ésta funciona como una unidad tancias. En razón de esta característica de ser fenestrados,
anatómica especialmente protegida dado que reside en la si- habitualmente se considera que la eminencia media y otras
lla turca y se encuentra rodeada por tejido óseo en su totali- estructuras relevantes neuroendocrinas están “fuera” de la
dad, excepto en su parte superior, donde presenta una mem- barrera hematoencefálica.
brana extraordinariamente resistente, la duramadre, la cual
es atravesada por el tallo hipofisario.
Fisiología
Desde el punto de vista clínico es conveniente estudiar el
Riego vascular hipotálamo y la hipófisis como una unidad funcional. El hi-
El hipotálamo recibe su sangre arterial desde el polígono potálamo es el centro de la regulación neuroendocrina, autó-
de Willis. Las arterias cerebrales anteriores y comunicantes noma y homeostática y actúa como un centro integrador
Plexo primario
Eminencia
media
Arteria hipofisaria
superior
Venas porta
Tallo hipofisario
hipofisarias largas
Arteria
de la trabécula
Venas eferentes
durales
Neurohipófisis
Venas porta
hipofisarias cortas Plexo secundario del
sistema porta hipofisario
Fig. 16.7. Riego vascular de la eminen-
Arteria hipofisaria cia media, del tallo hipofisario y de la ade-
inferior nohipófisis (visión sagital derecha). (Mo-
dificada de B.J. EVERITT y T. HOKFELT 1986,
con autorización.)
2016
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
2017
ENDOCRINOLOGÍA
GHRH: hormona hipotalámica liberadora de hormona de ACTH: hormona corticotropa, de 39 aminoácidos, cuya
crecimiento (44 aminoácidos) o growth hormone releasing función es estimular la corteza suprarrenal.
hormone. Estimula la liberación de hormona de crecimiento TSH: hormona tirostimulante o estimulante del tiroides, de
(GH). 201 aminoácidos. Estimula la liberación de hormonas tiroi-
CRH: hormona hipotalámica liberadora de corticotropina deas y el trofismo de los folículos tiroideos.
(41 aminoácidos) o corticotropin releasing hormone. Estimula LH: hormona luteinizante, de 204 aminoácidos, estimula
la liberación hipofisaria de la hormona corticotropina las células de Leydig en la gónada masculina y la función del
(ACTH). cuerpo lúteo en la femenina.
Junto con estas cuatro hormonas hipotalámicas estimula- FSH: hormona foliculostimulante o estimulante del folícu-
doras de la secreción hormonal hipofisaria existen otras dos lo, de 204 aminoácidos. Estimula el folículo de De Graaf en
de carácter inhibitorio. la gónada femenina y las células de Sertoli en la masculina.
Somatostatina (GHRIH, SS, SRIF, 14 aminoácidos) o A continuación se estudiarán los ejes hipotálamo-adenohi-
growth hormone release inhibiting hormone. Su función fi- pofisarios en una forma integrada, que es la más útil desde el
siológica más relevante es inhibir la liberación de hormo- punto de vista clínico.
na de crecimiento (GH), pero es capaz de inhibir la secre-
ción de una variedad de hormonas tan extensa que le ha va-
lido el nombre alternativo de paninhibina.
Eje somatotropo
Dopamina: como su nombre indica es una amina biógena La hormona de crecimiento u hormona somatotropa
y su acción fisiológica es inhibir la secreción de prolactina (GH) representa casi el 10% del total hormonal hipofisario.
(PRL). Es una proteína monocatenaria que presenta muchas simili-
Las hormonas neurohipofisarias son las siguientes: tudes con la PRL y los denominados lactógenos placenta-
Oxitocina (9 aminoácidos): sus funciones básicas de esti- rios o somatomamotropinas, y hoy día se sabe que todos
mulación son la contracción uterina y la del alveolo mama- ellos pertenecen a la gran familia de las interleucinas. La se-
rio para provocar la expulsión de leche. Tiene una posible creción de GH ocurre en varias descargas a lo largo del día
función en el orgasmo. que duran 1-2 h. Una de las descargas secretoras más carac-
Vasopresina (9 aminoácidos): es conocida como vasopre- terísticas es la que ocurre durante el sueño profundo o sue-
sina, por su potente acción presora, y como ADH (hormona ño III-IV.
antidiurética) por su notable papel en la regulación hídrica.
Las hormonas adenohipofisarias con relevancia clínica Regulación somatotropa
son las siguientes: El eje somatotropo se puede considerar en tres localiza-
GH: hormona de crecimiento u hormona somatotropa, de ciones: hipotálamo, hipófisis y tejidos diana periféricos. En
191 aminoácidos. Actúa sobre receptores periféricos y sus el hipotálamo la regulación es dual a través de la secre-
funciones son promover el crecimiento somático y modular ción a los vasos porta hipofisarios de dos neurohormonas,
el metabolismo. la GHRH (estimulante) y la somatostatina (inhibidora) de la
PRL: prolactina, de 199 aminoácidos. Su función corporal secreción de GH. A diferencia de otras hormonas hipofisa-
es promover la producción de leche por la glándula ma- rias, la GH no tiene una glándula diana sobre la cual actúa,
maria. sino que lo hace sobre receptores específicos en diversos te-
↑ Glucosa
− ↑ Aminoácidos
↓ Glucosa
+ Hipotálamo
↓ AGL
+
↑AGL
+/– Intestino
T3/T4
Glucocorticoides + Hipófisis −
Tejido adiposo
IGF-I
Gónadas
Hígado
Músculo
Captación de aminoácidos
Acción antiinsulínica Fig. 16.9. Regulación general de la se-
Acción trófica creción de GH. AGL: ácidos grasos libres;
IGF-I: factor de crecimiento similar a la in-
sulina; T3/T4: hormonas tiroideas.
2018
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
2019
ENDOCRINOLOGÍA
vación inhibe la secreción de GH y su reducción por medios hormona somatotropa tiene acciones antagonistas a la insuli-
farmacológicos estimula su liberación (fig. 16.9). En resu- na sobre todo cuando es liberada en grandes concentracio-
men, se ha demostrado en situaciones normales una libera- nes. Recientemente, tras la disponibilidad en cantidades ili-
ción de GH ante los siguientes estímulos: hipoglucemia, argi- mitadas de GH por bioingeniería, se ha comunicado que esta
nina, disminución de AGL, administración de glucagón, hormona tiene propiedades de nuevo tipo con relevancia clí-
L-DOPA, clonidina, agonistas colinérgicos, ejercicio físico, nica; en concreto, promueve la regeneración tisular en gran-
sueño profundo, estrés y administración exógena de GHRH. des quemados o traumatizados, incrementa la eficacia del
Por el contrario, se ha demostrado la inhibición de esta hor- sistema inmunitario y tiene acciones tróficas sobre las góna-
mona en situaciones como administración de glucosa, AGL das. Se considera que la reducción en los niveles circulantes
o fármacos que presumiblemente aumentan la liberación de de GH que se produce en la vejez sería la responsable, al me-
somatostatina como la atropina o pirenzepina. nos en parte, del deterioro corporal de las últimas etapas de
En la actualidad, es posible activar el eje somatotropo en la vida.
varios niveles, lo cual tiene utilidad para conocer la localiza-
ción de la alteración en una situación clínica determinada.
La aplicación de un estímulo hipotalámico, como el fármaco
Eje lactotropo
alfadrenérgico clonidina, el estimulante colinérgico piridos- Como su nombre indica, la prolactina es la hormona que
tigmina, el ejercicio físico o la clásica hipoglucemia insulíni- inicia y mantiene la lactación. Producida por las células lac-
ca (fig. 16.10), provocan una descarga de GH que es el resul- totropas de la adenohipófisis, su estructura molecular es muy
tado de una inhibición previa de somatostatina y una similar a la de la GH y del lactógeno placentario. Se conside-
presunta liberación de GHRH. Obviamente, una falta de res- ra que las tres tienen un origen filogenético común.
puesta no permitiría precisar el nivel de alteración, es decir si
es hipotalámico o hipofisario, para lo cual se emplea en la Regulación lactotropa
actualidad el GHRH o sus análogos. En situaciones normales La PRL es la única hormona hipofisaria que se halla some-
la administración de GHRH por vía intravenosa provoca una tida a un control negativo por el hipotálamo, lo cual confiere
secreción de GH evidente en los primeros 15-30 min; una res- peculiaridades a su regulación. En efecto, si se corta el tallo
puesta inexistente a la hipoglucemia y positiva a la GHRH su- hipofisario se produce una atrofia parcial de las células hipo-
geriría una lesión hipotalámica; por el contrario, la ausencia fisarias con reducción de la secreción de todas las hormo-
de respuesta en ambas situaciones sería indicativa de una le- nas, excepto la PRL. No es ésta la única peculiaridad de la
sión hipofisaria o, al menos, de las células somatotropas. Se PRL; también es la única hormona hipofisaria cuyo regulador
debe tener en cuenta que, con independencia de su regula- hipotalámico no es un péptido sino una amina, la dopamina.
ción hipotalámica, la síntesis de GH por la célula somatotro- Si bien durante largos años se discutió la existencia de un
pa depende estrictamente de los niveles normales de hormo- factor inhibidor de la prolactina (PIF) y de un posible factor
nas tiroideas y glucocorticoides y es regulada de una forma estimulante (PRF) de tipo peptídico, hoy día se admite que
compleja por los esteroides gonadales. Por último, se puede la secreción de PRL es regulada exclusivamente por variacio-
estudiar el funcionalismo del tercer nivel del eje, es decir, los nes en la secreción hipotalámica de dopamina, la cual inhi-
tejidos diana periféricos, dado que la administración de GH be la liberación de PRL a través de receptores específicos en
sintética produce, al cabo de 24 h, la elevación de los niveles la célula lactotropa (fig. 16.11). La regulación de PRL puede
circulantes de IGF-I. Si ésta se produce, significa que los re- compararse con la conducción de un coche cuesta abajo,
ceptores de GH de los tejidos periféricos son perfectamente que es regulado exclusivamente por el freno. Se sabe tam-
funcionales. bién que la administración intravenosa de TRH libera PRL
Una vez segregada a la circulación general, la GH es elimi- activando receptores específicos en la célula lactotropa, y
nada rápidamente. Si bien en la literatura se considera que la
vida media de la GH es de 20-25 min, quizás este valor sea
menor, alrededor de 10 min. Un concepto reciente es que la
GH circula parcialmente unida a una proteína transportado-
ra, la proteína de unión a la GH (GHBP). En realidad, la
Hipotálamo
GHBP es la porción extracelular del receptor de GH, que en
el ser humano es cortada por acción enzimática en la mem-
+
brana citoplásmica y circula conservando su capacidad de −
unión a la hormona. La unión de GH a la GHBP plasmática
determina un retraso en el aclaramiento metabólico de la
hormona, pero no se sabe aún qué implicaciones fisiológicas Dopamina
o patológicas puede tener este nuevo nivel de regulación de
la acción de la hormona somatotropa.
Hipófisis −
Acciones
La principal acción de la GH es promover el crecimiento
somático. Sobre los huesos largos provoca el crecimiento
longitudinal actuando sobre el cartílago de crecimiento. La
PRL
acción sobre éste es dual; por una parte, la GH inicia la repli- Vías sensitivas
cación de los condrocitos, los cuales en su proceso madura- medulares
tivo segregan IGF-I y, al mismo tiempo, desarrollan los recep-
tores para este factor de crecimiento. El crecimiento óseo es +
por tanto una acción desencadenada por la GH, pero luego
conducida por el binomio GH más IGF-I. En los tejidos perifé- Glándula mamaria
ricos, gran parte de las acciones de la GH son mediadas por
el IGF-I, y este factor de crecimiento, que es producido por el
hígado tras el estímulo de la GH, circula en el plasma unido
a diferentes tipos de proteínas transportadoras o IGF-BP. En Fig. 16.11. Esquema general de la regulación de PRL. La dopamina
que llega por los vasos porta a la célula lactotropa inhibe la secreción
el tejido muscular la GH promueve la incorporación de ami- de PRL. En los casos de aumento de PRL, se estimulará la libera-
noácidos y la síntesis proteica, siendo por tanto anabólica y ción de dopamina en el hipotálamo, para cerrar el circuito. El estímulo
trófica sobre este tejido. Por el contrario, en el tejido adipo- de succión del pezón durante la lactancia inhibe la liberación de do-
so, la GH promueve la lipólisis liberando glicerol y AGL. La pamina hipotalámica y, por tanto, libera PRL.
2020
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
50 Sueño
Hipotálamo
−
40
30
µg/L
20 CRH
PRL
10
GH
Hipófisis +
0
9 12 15 18 21 24 3 6 9
−
Horas del día
Cortisol
Fig. 16.12. Esquema de la liberación de GH y PRL en 24 h. Ambas ACTH
son secretadas en pulsos durante el día. Su liberación es máxima du-
rante la noche para la PRL e inducida por etapas especiales del sueño
para la GH. Las flechas indican el momento de la ingesta alimentaria. +
Corteza suprarrenal
2021
ENDOCRINOLOGÍA
TRH
A
Hipotálamo
TRH
+
Hipófisis
TSH
T3/T4 PRL
+
TSH
Tiroides 0 30 60 90 120
Minutos
2022
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
2023
ENDOCRINOLOGÍA
que la combinación de dos unidades beta de la inhibina ge- TABLA 16.2. Clasificación de las lesiones ocupantes de espacio
nere otra hormona, la activina, capaz de estimular la libera- del área hipotálamo-hipofisaria
ción de FSH por la hipófisis.
Tumores y otras lesiones ocupantes de espacio de localización
hipotalámica
Tumores hipotálamo-hipofisarios. Causados por anomalías del desarrollo embrionario
Craneofaringiomas
Características generales Germinomas
Hamartomas
Concepto. Los tumores localizados en el área hipotálamo- Coristomas
hipofisaria cursan con manifestaciones específicas depen- Hemangiomas
diendo de las alteraciones endocrinas que causen. Asimis-
Originados en estructuras normales del SNC
mo, debido a su carácter de lesiones ocupantes de espacio Meningiomas
limitadas a una región muy circunscrita, estos tumores pre- Gliomas
sentan una variedad de manifestaciones comunes e indepen- Ependimomas
dientes de sus manifestaciones endocrinas específicas. En Sarcomas
este apartado se estudiarán estos rasgos comunes.
Afectaciones secundarias
Clasificación. Estos tumores pueden clasificarse basándose Histiocitosis X
en múltiples criterios, como función, tamaño, histología, etc. Infiltraciones leucémicas
Cordomas esfenooccipitales
Desde el punto de vista clínico, una primera clasificación es Tumores metastásicos
la separación entre tumores hipotalámicos e hipofisarios. En-
tre los tumores hipotalámicos, los más frecuentes son los cra- Tumores hipofisarios
neofaringiomas, a los que siguen otros como germinomas, Adenomas funcionantes
hamartomas, hemangiomas y ependimomas; en la región pa- Secretores de prolactina (PRL); (prolactinomas)
raselar se originan los meningiomas, los sarcomas esfenoida- Secretores de hormona de crecimiento (GH) (GHomas)
les, los cordomas y los gliomas del nervio óptico. El hipotála- Secretores de PRL y GH (tumores mamosomatotropos)
mo es asimismo asiento frecuente de metástasis por otras Secretores de hormona adrenocorticotropa (ACTH)
Secretores de hormona tirostimulante (TSH) (tumores
neoplasias; también es afectado por lesiones de tipo genera- secretores de TSH)
lizado o granulomatoso no estrictamente tumorales pero Secretores de hormona luteinizante (LH) y foliculostimulante
ocupantes de espacio, como la sarcoidosis, la histiocitosis o (FSH) (gonadotropinomas)
la infiltración leucémica. Las manifestaciones endocrinas de Secretores mixtos
estos tumores corresponden casi siempre a una hipofunción
y sólo en muy raras ocasiones a hiperfunción hormonal. Adenomas no funcionantes
En cuanto a los tumores hipofisarios, son prácticamente No secretores
siempre adenomas. La presencia de sarcomas, carcinomas o Secretores de fragmentos de moléculas o de hormonas
biológicamente inactivas
lesiones metastásicas es excepcional. Dado que los tumores Silentes
hipofisarios comúnmente segregan hormonas, es una prácti- Carcinomas
ca clínica habitual clasificarlos según su capacidad secretora Sarcomas
o no secretora (tumores funcionantes o no funcionantes). Tumores metastásicos
Los tumores funcionantes se clasifican de acuerdo con el
cuadro clínico específico que causan, mientras que se consi- Lesiones no tumorales
deran no funcionantes aquellos que no segregan hormona Lesiones inflamatorias, postraumáticas o granulomatosas
alguna o lo hacen en una tasa clínicamente indetectable o Malformaciones vasculares
Quistes aracnoideos
en formas moleculares sin acción biológica. En la clínica, Silla turca vacía
además de clasificar los tumores hipofisarios por su funcio-
nalismo secretor, van a clasificarse según su tamaño y se los
divide en macroadenomas (más de 1 cm de diámetro) o mi-
croadenomas (menos de 1 cm diámetro), y según su capaci- dad para perforar la pared ósea de la silla o extenderse fuera
de la duramadre, en invasivos o no invasivos (fig. 16.18). En
la tabla 16.2 se muestra una clasificación global de los tumo-
res hipotálamo-hipofisarios.
No invasivos Invasivos Epidemiología. Los tumores hipotálamo-hipofisarios repre-
sentan entre el 5 y el 20% de todas las neoplasias cerebrales,
Microadenomas y el 90% de ellos son hipofisarios. En autopsias no seleccio-
(<1cm de diámetro) nadas, la presencia de tumores hipofisarios es del 10-20%, ci-
fra elevada si se tiene en cuenta que los pacientes afectados
no habían presentado manifestaciones clínicas durante su
vida. De los tumores hipotalámicos, los craneofaringiomas
son los más frecuentes y la mitad de ellos se manifiesta du-
Macroadenomas rante la infancia. De los tumores generados por anomalías
(>1cm de diámetro) del desarrollo, la mayoría se presenta antes de los 25 años,
mientras que los gliomas y meningiomas suelen hacerlo des-
Intraselares pués de esta edad.
La prevalencia de los tumores hipofisarios es de 200 por
millón de habitantes, con una incidencia de 15 pacientes
Extraselares nuevos por millón de habitantes y por año, cifras notable-
mente más bajas que los datos provenientes de autopsias, lo
cual sugiere que sólo uno de cada 1.000 tumores de hipófisis
se manifiesta clínicamente. Los tumores hipofisarios se pue-
den manifestar a cualquier edad, si bien la frecuencia es ma-
Fig. 16.18. Clasificación clínica de los tumores hipofisarios en rela- yor entre los 40 y los 50 años. Los prolactinomas no cumplen
ción con su tamaño y la alteración o no de la silla turca. esta norma, dado que su aparición es más frecuente a los 20-
2024
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
1.200
50
1.000 Macroadenomas
Microadenomas
Pacientes (nº)
40
800
Pacientes (%)
600 30
400 20
Fig. 16.19. Frecuencia de los distintos
tumores hipofisarios en número y porcen- 200 10
taje de pacientes, y proporción de ellos
que se presentan como microadenoma.
(Modificada a partir de datos del estudio 0 0
PRL No GH ACTH LH/FSH TSH
epidemiológico europeo sobre tumores hi- secretante
pofisarios, de B. AMBROSI y G. FAGLIA 1991,
con autorización.)
30 años. Los prolactinomas son asimismo los tumores más TABLA 16.3. Clasificación de los tumores hipofisarios
comunes y representan más del 50% de todos los adenomas
Adenoma lactotropo
hipofisarios (fig. 16.19), seguidos por los secretores de GH Escasamente granulado
(25%), los no funcionantes (20%) y los secretores de ACTH Densamente granulado
(menos del 8%). Por último, los tumores productores de TSH Adenoma somatotropo
y los gonadotropinomas son excepcionales. En cuanto a la Escasamente granulado
distribución por sexos, los prolactinomas son más frecuentes Densamente granulado
en la mujer que en el varón y, en cuanto a los microprolacti- Adenoma mixto, somatotropo y lactotropo
nomas, la proporción mujer/varón es de 20:1. Para los tumo- Adenoma acidófilo de células primordiales
res productores de ACTH dicha proporción es 4:1 u 8:1; para Adenoma mamosomatotropo
Adenoma corticotropo
los otros tumores no se ha observado una especial distribu- Escasamente granulado
ción por sexos. Densamente granulado
Adenoma corticotropo “silente”
Etiología y patogenia. Algunos tumores hipotalámicos deri- Adenoma gonadotropo
van de estructuras embrionarias o anomalías del desarrollo, Adenoma tirotropo
pero la causa de otros tumores hipotalámicos es desconoci- Adenoma no secretor (null cell adenoma) o pobremente secretor
da. Se halla muy extendida la idea de que los craneofaringio- Oncocitoma
mas proceden de restos de la bolsa de Rathke. Adenoma plurihormonal
Carcinoma
Los adenomas hipofisarios se originarían por una lesión
primitiva de la adenohipófisis (iniciación), pero luego el de-
sarrollo sería favorecido por la acción de las hormonas hipo-
talámicas (promoción). derarse una clasificación definitiva, generalmente se acepta
En cuanto a otras alteraciones del área, la presencia de la sugerida por KOVACS y HORVAT en 1985, que se resume en la
formaciones granulomatosas o diseminadas, o de metástasis tabla 16.3.
de otros tumores responde a la patogenia de estos procesos,
y la hipofisitis linfocitaria es un proceso autoinmune. La pre- Cuadro clínico. Los tumores hipotálamo-hipofisarios se pre-
sencia de una silla turca vacía se debe a una herniación de sentan clínicamente de dos formas: por sus manifestaciones
los espacios aracnoideos dentro de la silla turca, tal vez debi- neurológicas o por sus manifestaciones endocrinológicas (ta-
do a la presencia de un diafragma incompleto; en otros ca- bla 16.4). Esta dualidad de presentación explica con claridad
sos la causa puede ser una necrosis de un tumor hipofisario el hecho de que un tumor hipofisario pueda ser inicialmente
previo, con la consiguiente reducción de masa y tracción de detectado tanto por un neurólogo u oftalmólogo, como por
estructuras adyacentes. un endocrinólogo, ginecólogo o andrólogo. Como regla ge-
2025
ENDOCRINOLOGÍA
neral, los tumores hipotalámicos y los macroadenomas hipo- visión e incluso riesgo vital para el paciente y exige una inter-
fisarios tienden a manifestarse clínicamente por las altera- vención médica o quirúrgica inmediata para descomprimir
ciones neurológicas, mientras que los microadenomas hipo- la zona. Como secuela puede quedar una silla turca vacía.
fisarios lo hacen por sus signos y síntomas endocrinos; como
es evidente, los adenomas no secretores se diagnostican Diagnóstico. La presencia de un tumor hipotálamo-hipofisa-
cuando su masa intracraneal origina sintomatología específi- rio puede ser sugerida por las alteraciones endocrinológicas
ca o de forma casual. Los tumores hipotalámicos pueden a de hiperfunción o hipofunción hormonal o por la sintoma-
su vez causar alteraciones endocrinas e imitar una enferme- tología neurológica. El diagnóstico debe orientarse en dos
dad hipofisaria. direcciones: un estudio endocrinológico para tipificar el ade-
Las manifestaciones endocrinológicas se estudian en los noma con respecto a su secreción o falta de secreción hor-
apartados correspondientes. monal y a sus efectos sobre otras hormonas hipofisarias y,
Entre las manifestaciones neurológicas de los tumores hi- por otra parte, la realización de las técnicas de imagen para
pofisarios, la cefalea es el síntoma más común. Más de la mi- localizar y precisar la extensión del tumor y la afectación de
tad de los pacientes con tumores hipofisarios refiere cefa- estructuras próximas.
leas, generalmente frontales y a veces temporales o Para los estudios de la función endocrina, véanse los apar-
retrorbitarias. Se cree que son producidas por la compresión tados correspondientes.
que ejerce el tumor en su crecimiento hacia arriba sobre la La técnica de imagen más sensible para las alteraciones
duramadre y las estructuras próximas. En algunos pacientes tumorales del área hipotálamo-hipofisaria es la resonancia
la historia de cefaleas termina tras un episodio especialmen- magnética (RM) (fig. 16.20), que ha desplazado a las técni-
te intenso y doloroso, hecho que se atribuye a la rotura defi- cas previamente empleadas, como radiografía simple de silla
nitiva de la duramadre y la consiguiente eliminación de la turca, politomografía, neumoencefalografía y tomografía
tensión sobre ella. No obstante, dado que en algunos pacien- computarizada (TC), si bien ésta aún se emplea en centros
tes el dolor no cede tras la exéresis tumoral, la cefalea debe que no disponen de RM. La TC es más útil para las lesiones
de tener otra causa diferente al adenoma. óseas, pero la RM es más eficaz para evaluar masas suprase-
Especial relevancia tienen los signos neuroftalmológicos lares, la afectación del quiasma y las extensiones paraselares.
que se presentan cuando la neoplasia en su crecimiento La angiografía se emplea sólo para diferenciar los aneuris-
afecta estructuras extraselares. Dichos signos se deben a la mas carotídeos que pueden remedar un adenoma hipofisa-
particular relación anatómica que existe entre el espacio su- rio. El poder resolutivo de la RM permite detectar adenomas
prahipofisario y el quiasma óptico (véase Nervio óptico en de menos de 4 mm directamente o a través de signos indirec-
Neurología). El cuadro más frecuente consiste en una hemi- tos. Además, permite establecer el grado de extensión supra-
cuadrantanopsia bitemporal superior, que si continúa pro- selar o infraselar de un adenoma y la posible afectación de
gresando se convierte en una hemianopsia bitemporal; la al- áreas paraselares, diferenciando asimismo los agrandamien-
teración de las fibras maculares disminuye la agudeza de la tos debidos a adenoma de los ocasionados por silla turca va-
visión central. Los tumores hipofisarios que se expanden rá- cía. Por último, la RM es capaz de poner de manifiesto masas
pidamente causan escotomas centrales (pequeñas áreas cir- hipotalámicas y evaluar las estructuras vasculares próximas.
culares sin visión). La evaluación de los campos visuales por La presencia de tumores hipofisarios con abundantes re-
simple inspección no es suficientemente precisa; por esta ra- ceptores para somatostatina, propiedad que no es exclusiva
zón se debe complementar mediante campimetría, ya sea de los adenomas secretores de GH, ha llevado en los últimos
por el sistema habitual de la perimetría de Goldman o por la años al desarrollo de la gammagrafía con octreótida marca-
actualmente más precisa perimetría asistida por ordenador. da con isótopos radiactivos. Esta técnica se basa en la admi-
La valoración de los potenciales evocados visuales es una nistración de un análogo de la somatostatina, la octreótida,
técnica de gran interés, pues permite detectar la afectación con una alta afinidad por el receptor, acoplado a un isótopo,
123
de las vías visuales, independientemente de que existan alte- I o 111In, y la ulterior realización de un rastreo convencio-
raciones campimétricas o no, y precisar si la alteración es de nal con gammacámara. Junto a la información morfológica
tipo compresivo o desmielinizante. Pero los trastornos visua- (fig. 16.20), esta técnica proporciona información con poten-
les provocados por los adenomas hipofisarios no sólo se de- cialidad terapéutica, indicando que el tumor detectado pue-
ben a alteraciones en las fibras ópticas. La extensión lateral de responder positivamente al tratamiento con el análogo de
del adenoma con invasión del seno cavernoso puede afectar somatostatina.
los pares craneales III, IV y VI, ocasionando ptosis palpebral,
midriasis, oftalmoplejía y diplopía. Tratamiento. El tratamiento de los tumores hipotálamo-hi-
Raras veces el crecimiento de un tumor hipotálamo-hipofi- pofisarios tiene como objetivos: a) eliminar la masa tumoral;
sario es tan extenso como para ocasionar signos de hiperten- b) preservar la visión; c) eliminar la hipersecreción hormo-
sión intracraneal grave. No obstante, puede bloquear el agu- nal, si ésta existe; d) corregir la posible hipofunción hormo-
jero de Monro y causar hidrocefalia, con el consiguiente nal asociada, y e) evitar la recurrencia del tumor. Para alcan-
cuadro de afectación hipotalámica: náuseas, alteración del zar estos objetivos se dispone de las siguientes modalidades
sueño, del apetito y de la termorregulación, diabetes insípi- terapéuticas: médica, quirúrgica y radioterapia. La terapia
da, manifestaciones psicóticas, desorientación temporospa- médica es bastante específica y se estudiará cuando se abor-
cial y alucinaciones. Se han descrito raros casos en los que el den las diversas entidades.
crecimiento tumoral hacia el lóbulo temporal indujo convul- El tratamiento quirúrgico de los adenomas hipofisarios em-
siones, y otros con crecimiento frontal que causaron cam- plea dos vías alternativas: la transcraneal clásica y la trans-
bios en la personalidad. Cuando el crecimiento invasivo es esfenoidal. Iniciada y luego abandonada por CUSHING a co-
hacia abajo, la rotura del suelo de la silla turca y la invasión mienzos de siglo, la cirugía transesfenoidal ha experimenta-
del seno esfenoidal por el tumor pueden ocasionar rinolicuo- do un nuevo auge con la ayuda de la microcirugía, la ampli-
rrea persistente e, incluso, presentación nasofaríngea del tu- ficación de imagen, la antibioticoterapia y la sustitución
mor. Es raro que los tumores hipofisarios den metástasis, tan- hormonal con glucocorticoides. La cirugía transesfenoidal
to en el SNC como fuera de él. presenta las siguientes ventajas: a) ha reducido notablemen-
La necrosis isquémica o la hemorragia intratumoral aguda te las complicaciones peroperatorias y postoperatorias; así
causan una sintomatología especialmente ominosa, consis- no es raro que un paciente abandone el centro médico a la
tente en un cuadro dramático de cefalea brusca e intensa de semana de la cirugía; b) la tasa de mortalidad, que es del 1-
comienzo súbito, acompañada de pérdida de visión, deso- 10% para la vía transcraneal, disminuye al 0-3% para la trans-
rientación, hipotensión e hipertermia, en algunos casos aso- esfenoidal; c) su eficacia es de casi el 90% para los microade-
ciado a desvanecimiento y coma. Este proceso, denominado nomas y alta para los macroadenomas, aunque disminuye a
apoplejía hipofisaria, entraña riesgo elevado de pérdida de la medida que el adenoma es de mayor tamaño; d) este tipo de
2026
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
aproximación permite una mayor preservación del tejido hi- Rathke por alteraciones en el desarrollo embrionario, crece
pofisario normal, y e) el cerebro no es manipulado durante muy lentamente; puede ser sólido, pero por lo común es
la intervención. Obviamente, la cirugía transcraneal está indi- quístico, no funcionante y su tamaño varía entre el de una
cada en los procesos tumorales con difícil acceso por vía uva y el de una naranja. Si bien desde el punto de vista histo-
transesfenoidal o con una expansión supraselar muy impor- lógico suele ser benigno, su gran crecimiento potencial, con
tante. Como contraindicaciones para la cirugía transesfenoi- las consiguientes anomalías funcionales y la alteración de es-
dal se incluyen el que el tumor no sea un adenoma, que sea tructuras vecinas, y la alta tasa de recidiva, lo convierten en
un tumor duro o que el seno esfenoidal no esté neumati- un tumor de comportamiento clínico maligno. Su localiza-
zado. ción habitual es supraselar, si bien algunos pueden extender-
La tercera modalidad terapéutica es la radioterapia, que se se hacia el tercer ventrículo o, alternativamente, hacia el cli-
emplea como segunda línea de tratamiento en los pacientes vus o hacia el interior de la silla turca.
con recidiva o restos tumorales tras la intervención quirúrgi- Su presentación clínica durante la niñez suele ser en for-
ca por vía transcraneal o transesfenoidal. En manos expertas, ma de alteraciones neurológicas, fundamentalmente visua-
la eficacia de este tratamiento es alta y presenta pocas com- les, si bien en el momento del diagnóstico ya se ha produci-
plicaciones, como lesión de los tejidos nerviosos que rodean do la detención del crecimiento tumoral. El diagnóstico por
al tumor o aparición de neoplasias secundarias a la radia- la imagen permite su localización, por lo general en estado
ción. Sus principales problemas son el largo tiempo que calcificado. El tratamiento del craneofaringioma es la esci-
debe transcurrir hasta que sus efectos comienzan a ser evi- sión quirúrgica más completa posible, intentando preservar
dentes y el hipopituitarismo de extensión variable que con las estructuras circundantes. En la práctica, este objetivo rara
los años se desarrolla en una gran proporción de los casos. vez es posible, por lo que la terapia habitual consiste en la ci-
rugía seguida de irradiación.
Lesiones hipotalámicas más frecuentes. Además de las Sarcoidosis. La sarcoidosis es una enfermedad granuloma-
manifestaciones endocrinas, las lesiones hipotalámicas ocu- tosa multisistémica de etiología desconocida, que general-
pantes de espacio originan cuadros específicos, como dis- mente afecta a adultos jóvenes con infiltrados pulmonares,
función autónoma, taquicardia, enrojecimiento facial y alte- en la piel o en los ojos. Cuando la sarcoidosis afecta órganos
raciones de la temperatura corporal. Signos tempranos de periféricos, es fácil establecer su diagnóstico. Sin embargo,
este tipo de lesiones son cambios en el peso corporal o alte- cuando la enfermedad se localiza exclusivamente en el SNC,
raciones menstruales de aparición reciente, unidos a altera- el diagnóstico es muy complejo, pudiendo ser de ayuda la
ciones del SNC, como cambios intelectuales y de comporta- detección de cifras elevadas de enzima de conversión de
miento, debilidad motora o convulsiones. En niños un signo la angiotensina en el LCR. La historia natural de la sarcoido-
temprano es el retraso del crecimiento corporal. Una mani- sis es muy variable; así, en ocasiones se produce la curación
festación clave de alteración hipotalámica es la presencia de espontánea y en general hay lesiones permanentes. Cuando
diabetes insípida. Los tumores más frecuentes del hipotála- afecta el SNC, el hipotálamo es una de las localizaciones pre-
mo son los gliomas, pero las características de este capítulo feridas, al igual que la hipófisis y el tercer ventrículo. En el
no permiten un estudio detallado de todas las lesiones del 35% de los casos existe diabetes insípida, en ocasiones
área hipotalámica, por lo que sólo se comentarán las entida- acompañada de síntomas como somnolencia, hipotermia,
des de mayor relevancia endocrinológica. incremento ponderal, alteraciones en la esfera sexual, hipoti-
Craneofaringiomas. Es el tumor hipotalámico más frecuen- roidismo e hipogonadismo. El tratamiento estándar es la tera-
te en la niñez. Originado a partir de restos de la bolsa de pia con glucocorticoides a altas dosis. Sin embargo, las lesio-
2027
ENDOCRINOLOGÍA
nes neurológicas responden peor que las que afectan a otros res tróficos hipotalámicos. Si bien las manifestaciones clíni-
tejidos periféricos. cas de la acromegalia obedecen a la suma de una neoplasia
más una secreción no restringida de GH, las causas de esta
hipersecreción pueden ser diversas (fig. 16.21). En más del
99% de los casos, la hiperproducción de GH proviene de un
Enfermedades de la adenohipófisis adenoma hipofisario, localizado en la silla turca y, en raras
ocasiones, en los senos esfenoidales o parafaríngeos. Excep-
cionalmente, la hipersecreción de GH se produce en un tu-
Enfermedades por hiperfunción mor ectópico, por ejemplo de mama, pulmón u ovario, y el
único caso de secreción ectópica de GH demostrada de ma-
adenohipofisaria. Tumores hipofisarios nera fehaciente ha sido un tumor pancreático. Si bien poco
frecuente, la acromegalia puede estar causada por un tumor
Hipersecreción de hormona de crecimiento: ectópico secretor de GHRH, y esta elevación patológica de
Acromegalia GHRH llevar a una hiperplasia hipofisaria, con la consiguien-
te hipersecreción (secundaria) de GH. Los tumores secreto-
Concepto. La acromegalia es una enfermedad caracterizada res de GHRH pueden estar teóricamente localizados en el hi-
por la sobreproducción crónica de hormona de crecimiento potálamo (eutópicos) o en tejidos periféricos (ectópicos),
(GH), generalmente por un tumor hipofisario. La morbilidad como se ha comunicado en tumores de pulmón, intestino o
de esta entidad clínica se debe a las acciones periféricas de páncreas. Dado que la vía final de ambos es la producción
la GH o al efecto de masa intracraneal del tumor. La acrome- de GH, la acromegalia debida a un adenoma hipofisario y la
galia es una enfermedad que se desarrolla de forma insidio- causada por un tumor productor de GHRH son clínica y bio-
sa, durante años, y conduce a un debilitamiento progresivo químicamente indistinguibles y la única forma de diferen-
del paciente y deformidades corporales características. Las ciarlas es mediante la determinación de GHRH en plasma.
afectaciones osteoarticular y neurológica pueden ser incapa- La mayoría de los adenomas secretores de GH son macro-
citantes y la alta frecuencia de complicaciones cardiovascu- adenomas, y en el momento del diagnóstico la mitad de
lares origina un acortamiento de la esperanza de vida del pa- ellos presenta un crecimiento invasivo. Tras su exéresis qui-
ciente. Dependiendo de la etapa de la enfermedad, de la rúrgica, se determina por inmunohistoquímica la presencia
velocidad de crecimiento y de la invasión de estructuras ve- de GH en el tejido tumoral y en algunos adenomas puede en-
cinas por el tumor, éste puede manifestarse por alteraciones contrarse asociada la presencia de PRL (tumores mamoso-
neurológicas o somáticas. matotropos). Los tumores secretores de GH pueden también
En la mayoría de los casos la hipersecreción de GH se pre- coexistir con áreas del adenoma productoras de otras hor-
senta en edades adultas (acromegalia). Cuando lo hace en monas hipofisarias (tumores mixtos). Reviste particular inte-
etapas juveniles, la entidad clínica resultante se denomina gi- rés el hecho de que en la mitad de los casos de acromegalia,
gantismo. Conceptualmente, acromegalia y gigantismo son si- el tumor secreta además la subunidad alfa de las hormonas
nónimos, con la única diferencia de que en este último los glucoproteicas (LH, FSH, TSH), lo que puede interferir en sus
cartílagos de crecimiento no están aún cerrados y se produce análisis. Los datos que revela la microscopia electrónica o
un crecimiento estatural muy acusado del paciente, mientras las técnicas avanzadas de biología molecular tienen impor-
que en el adulto el crecimiento óseo se produce en el diáme- tancia etiológica pero escasa relevancia clínica. Cuando la
tro y en las partes acras. En casi todos los casos, la acromega- causa de la acromegalia es un tumor secretor de GHRH y
lia se debe a un adenoma hipofisario secretor de GH. la hipófisis es extirpada quirúrgicamente ante un diagnóstico
La acromegalia suele diagnosticarse entre los 40 y los diferencial incompleto, la histología muestra una hiperplasia
60 años, siendo la proporción mujer/varón igual a 1. La inci- homogénea en lugar del adenoma habitual.
dencia estimada para Europa es de 3 casos por millón de ha-
bitantes y año, con una prevalencia de 40 casos por millón Fisiopatología. La causa del síndrome acromegálico es la
de habitantes. producción excesiva de GH en forma crónica, en general a
lo largo de lustros. La cantidad de GH secretada es muy va-
Etiología, patogenia y anatomía patológica. Hoy día se riable de un paciente a otro, y el grado de afectación clínica
acepta una iniciación tumoral en la hipófisis, con una ulte- depende tanto de dicha secreción como de la sensibilidad
rior etapa de progresión debida a exceso o defecto de facto- individual de los tejidos periféricos a la GH. A lo largo de las
Tumor hipofisario GH Tumor ectópico GH Tumor hipotalámico GHRH Tumor ectópico GHRH
+
+
GHRH
GH− GH−
IGF- IGF-
I− I−
2028
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
24 h la secreción de GH se encuentra claramente aumenta- TABLA 16.5. Formas más comunes de detección
da, conservándose la característica elevación nocturna y el de una acromegalia, ordenadas según su frecuencia
carácter pulsátil de la secreción. El control hipotalámico so-
bre la secreción de GH persiste en grado variable, y en gene- Por casualidad, médico, odontólogo, ATS, en procedimientos
no relacionados con la enfermedad
ral se considera que, a medida que se desarrolla el adeno- Alteraciones menstruales
ma, se acentúa su autonomía con respecto al hipotálamo. Es Cambios en la apariencia corporal, crecimiento de partes acras
característica de la acromegalia una dinámica anormal de Cefaleas
secreción de GH, con respuestas paradójicas a estímulos in- Síndrome del túnel carpiano, parestesias
hibidores. Por ejemplo, la sobrecarga oral de glucosa que Intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus
bloquea la secreción de GH en individuos sanos, es incapaz Enfermedades cardiovasculares
de reducir dicha secreción por debajo de unos niveles de- Alteraciones visuales
terminados e, incluso, en algunos acromegálicos la estimu- Pérdida de la libido, impotencia
la. De igual forma, la administración de TRH y Gn-RH, que Artropatías
en individuos sanos no modifica los niveles basales, pro-
voca una respuesta secretora positiva de GH en la acrome-
galia. La bromocriptina, que en condiciones normales es
estimulante, pasa a actuar como inhibidora de los niveles miento de los pies obliga al paciente a utilizar calzado cada
de GH. vez más grande, hecho que normalmente no ocurre tras al-
La secreción aumentada de GH ocasiona una elevación canzar la edad adulta. El engrosamiento subcutáneo, sobre
en los niveles circulantes de IGF-I (somatomedina C). La ac- todo en las manos, puede ocasionar un síndrome del túnel
ción de ambas provoca un crecimiento de las partes acras y carpiano debido al atrapamiento del nervio mediano en los
del hueso perióstico, y un engrosamiento de la piel debido al canales osteotendinosos de la muñeca; asimismo, son fre-
depósito de mucopolisacáridos y, asimismo, un crecimiento cuentes las parestesias en las manos.
de prácticamente todos los tejidos blandos. La acción antiin- Son muy característicos los cambios dérmicos. La piel apa-
sulínica de la GH ocasiona el empeoramiento de una diabe- rece engrosada, consistente y seborreica, con aumento del
tes mellitus preexistente o la manifestación clínica de una crecimiento piloso, que es más notable en la mujer. Es típica
diabetes latente o subclínica. La compresión del tallo hipofi- la hiperhidrosis, con mal olor del sudor; esta sudación suele
sario por el adenoma secretor de GH puede causar una dis- indicar tras la terapia el grado de actividad residual del tu-
creta hiperprolactinemia, en ocasiones erróneamente atribui- mor o su recidiva. En los últimos años se ha llamado la aten-
da a un tumor mixto. Por último, la compresión tumoral ción sobre la frecuente aparición de verrugas blandas (acro-
sobre la hipófisis provoca su inactivación o destrucción, lo cordón) (fig. 16.23 B) de forma generalizada.
que origina grados variables de hipopituitarismo. La acción crónica combinada de GH e IGF-I sobre múscu-
lo, hueso y cartílago produce gigantismo antes de la puber-
Cuadro clínico. Los signos y síntomas de la acromegalia son tad y, en el adulto, aumento de la masa muscular, crecimien-
producidos por la exposición crónica de los tejidos a niveles to del hueso perióstico y depósito de tejido cartilaginoso en
anormalmente elevados de GH e IGF-I o por la acción de orejas, nariz y articulaciones. Estos cambios provocan una
masa intracraneal del tumor. Se considera que un adenoma degeneración acusada en las articulaciones, más evidente en
secretor de GH puede estar en actividad durante 10 años sin aquellas que soportan más peso (rodillas, caderas), o más
ser detectado clínicamente, y diversos estudios sugieren que movimiento (manos). Las deformidades estructurales en las
desde el comienzo de las manifestaciones clínicas hasta el vértebras originan dolores invalidantes de espalda y, en ca-
diagnóstico transcurre una media de 6 años en la mujer y sos extremos, cifosis, seguida o no de escoliosis compensa-
8 en el varón. dora. A pesar del aumento en la masa muscular y del aspec-
En la tabla 16.5 se presentan las formas más comunes de to fuerte de estos pacientes, su vigor físico es muy reducido,
detección de la acromegalia. La manifestación clínica más con una disminución de la fuerza muscular proximal que se
evidente es la deformación de la cara como resultado de los ha atribuido a miopatía pero cuya causa real no se conoce.
rasgos denominados típicamente acromegálicos (fig. 16.22). A esta debilidad física y bajo tono vital deben contribuir tam-
El crecimiento excesivo de la mandíbula origina protrusión bién la artrosis generalizada y el hipopituitarismo, de mayor
del mentón y separación de los dientes entre sí (diastema). o menor extensión, asociados a la enfermedad.
Las alteraciones en el cóndilo mandibular y en los dientes El crecimiento en la acromegalia no se limita al área osteo-
causan maloclusión dentaria, dolor y dificultades en la masti- muscular, sino que afecta también a vísceras y glándulas. Se
cación. Los pacientes presentan un crecimiento despropor- produce un crecimiento evidente de tiroides, hígado, riñones
cionado de la nariz y las orejas y un crecimiento de los senos y tracto gastrointestinal, que no suele producir síntomas. Es-
frontales que contribuye a proporcionarles un gran abomba- tos pacientes presentan con frecuencia pólipos en el colon,
miento de los arcos superciliares. La lengua aparece larga y los cuales muestran una alta tasa de malignización; un he-
engrosada, y el crecimiento de la laringe provoca un cambio cho curioso es que la presencia de pólipos se asocia directa-
de la voz, que se vuelve más ronca y sonora con una pecu- mente a la cantidad de acrocordones en la piel.
liar tonalidad nasal. Estos cambios laríngeos explican, en La acromegalia provoca cardiomegalia, miocardiopatía,
parte, los estentóreos ronquidos de algunos pacientes acro- hipertensión arterial, arteriosclerosis y un notable aumento
megálicos, así como los episodios de apnea nocturna. La piel del riesgo de muerte cardiovascular prematura.
aparece engrosada y sudorosa, con surcos nasolabiales muy La GH ejerce una acción de antagonismo periférico a la in-
pronunciados. A pesar de que estos cambios faciales son sulina, que induce, en pacientes susceptibles, un progresivo
muy llamativos, se producen tan lentamente que pasan inad- agotamiento de la reserva pancreática de insulina, con la
vertidos, sobre todo para las personas que conviven o que consiguiente aparición de intolerancia a la glucosa y, en oca-
ven con frecuencia al paciente. Para valorarlos, el clínico siones, de diabetes mellitus franca. La elevada frecuencia de
debe requerir y estudiar las fotografías de los últimos 10-15 cálculos renales en estos pacientes se debe a una excreción
años del paciente y compararlas con el aspecto actual. renal aumentada de calcio e hidroxiprolina. Con extraordi-
El crecimiento óseo y cartilaginoso en las zonas acras, uni- naria frecuencia los pacientes refieren alteraciones en la es-
do al engrosamiento dérmico, induce un crecimiento acusa- fera sexual e hipogonadismo, cuyas causas son varias, desde
do (en anchura) de manos y pies, los cuales aparecen firmes el malestar físico hasta la hiperprolactinemia moderada a
a la palpación y confieren un aspecto tosco al paciente. El menudo asociada a la acromegalia y, en ocasiones, a la falta
engrosamiento de los dedos (fig. 16.23 A) impide al paciente de secreción de gonadotropinas debido a la lesión del tejido
retirarse los anillos, que a menudo deben ser cortados por la hipofisario normal. Esto origina alteraciones de la regla en la
aparición de lesiones en el dedo. De igual forma, el creci- mujer y pérdida de libido e impotencia en el varón. Una con-
2029
ENDOCRINOLOGÍA
A B
2030
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
A B
Fig. 16.23. A. Manos de una paciente con acromegalia, comparadas con la mano de una mujer de la misma edad. B. Acrocordones en axila.
tribución al cuadro clínico de la acromegalia es el grado di- Existen dos situaciones en las que el diagnóstico bioquími-
verso de hipopituitarismo. co es difícil o casi imposible. Una de ellas es la diferencia-
En cuanto a la sintomatología neurológica, es la corres- ción entre un cuadro de gigantismo y una hipersecreción
pondiente a otros adenomas hipofisarios y se correlaciona normal de GH en el momento del crecimiento puberal, y la
con la mayor masa del tumor. La cefalea es el síntoma más segunda es la diferenciación entre una acromegalia por tu-
común, seguido de alteraciones variables de la visión y limi- mor hipofisario y una inducida por secreción ectópica de
taciones del campo visual, de las cuales la más frecuente GHRH. En estas situaciones, los datos bioquímicos citados
es la hemianopsia bitemporal. En los casos de extensión con anterioridad son exactamente iguales. Dado que la acro-
paraselar del tumor se asocia a oftalmoplejía y diplopía megalia se asocia al síndrome de neoplasia endocrina múlti-
(fig. 16.22 A). ple (MEN-I), se debe prestar especial atención a los datos clí-
nicos y bioquímicos sugestivos de esta asociación.
Diagnóstico. Una vez sospechada la enfermedad, el diag- Una vez establecido el diagnóstico clínico y bioquímico,
nóstico de la acromegalia es relativamente sencillo y se con- éste se confirma mediante la localización del tumor por téc-
firma por pruebas bioquímicas. En individuos sanos, la GH nicas de imagen. Tanto la TC como la RM han permitido un
plasmática oscila ampliamente, pero fuera de los picos secre- enorme aumento en la capacidad diagnóstica de los tumores
tores sus valores descienden por debajo de 5 µg/L. De esta hipofisarios. La RM tiene mejor resolución para las estructu-
manera, si se realizan extracciones repetidas (cada 15- ras paraselares que la TC. La RM detecta el tumor hipofisario
20 min) a un paciente acromegálico en ayunas, los valores en prácticamente todos los casos y, en general, en el mo-
de GH medidos con un buen análisis serán superiores a la ci- mento del diagnóstico aquél tiene un diámetro superior a
fra citada. La sobrecarga oral con 75 g de glucosa reduce los 1 cm y en el 40% de los casos ya invade estructuras parasela-
valores de GH en los individuos sanos, pero no en los acro- res o infiltra hueso y áreas adyacentes. Es muy importante se-
megálicos, que incluso pueden presentar una hipersecreción ñalar que, al igual que la bioquímica, las técnicas de imagen
paradójica. Tras realizar esta sobrecarga oral de glucosa, las hipofisaria no permiten diferenciar los tumores hipofisarios
cifras del individuo sano deben ser inferiores a 2 µg/L en secretores de GH de la acromegalia causada por una secre-
cualquier momento durante los siguientes 120 min; de lo ción patológica de GHRH, dado que en este último caso la
contrario, el diagnóstico de acromegalia es prácticamente se- imagen es de un agrandamiento hipofisario difuso.
guro. Otras pruebas dinámicas, como la administración de
TRH o de bromocriptina, no añaden nada a la prueba ante- Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferencial debe es-
rior, por lo que sólo deben usarse en caso de resultados pre- tablecerse entre todas las posibles causas de acromegalia
vios dudosos. (fig. 16.21), dado que las manifestaciones clínicas y los datos
La reciente disponibilidad de análisis fiables para la IGF-I bioquímicos son idénticos.
en plasma ha permitido su uso diagnóstico. La concentra- Aunque es excepcional y en muchas ocasiones el tumor
ción de IGF-I refleja la exposición de los tejidos a los valores primitivo ya se ha manifestado clínicamente, se debe excluir
integrados de GH durante 24 h y su larga vida media hace in- en el diagnóstico diferencial el tumor ectópico secretor de
necesarias las extracciones repetidas de sangre. Por tanto, el GH. Esto puede hacerse mediante la RM del área hipotá-
valor diagnóstico de una determinación de IGF-I es equiva- lamo-hipofisaria, que muestra una hipófisis rigurosamente
lente al de la extracción repetida de GH durante 24 h y tiene normal.
la ventaja en el diagnóstico diferencial de que enfermedades Más complejo es el diagnóstico diferencial con los tu-
que cursan con niveles discretamente elevados de GH (mal- mores ectópicos secretores de GHRH, en los que la clínica,
nutrición, anorexia, hepatopatía, insuficiencia renal crónica) la bioquímica y las técnicas de imagen son iguales a las de la
presentan cifras bajas de IGF-I. Un individuo sano presenta forma clásica de acromegalia. La única forma de diferenciar-
en ayunas cifras inferiores a 2,0 U/mL (2.000 U/L) de IGF-I; los consiste en medir la GHRH en sangre periférica, que en
por tanto, la detección de valores superiores en presencia de estos casos estará notablemente elevada, y a continuación
una clínica sugestiva establece el diagnóstico de acromega- localizar el tumor ectópico mediante técnicas de imagen.
lia. La determinación de IGF-I no es fiable en mujeres gestan-
tes y en niños en período de crecimiento, pero es de extraor- Evolución. Sin tratamiento, la acromegalia se asocia a una
dinaria utilidad en los raros casos de acromegalia con expectativa de vida reducida; así, la tasa de muertes es el do-
niveles normales o muy discretamente elevados de GH. Por ble de la de la población sana, debido a malformaciones to-
tanto, para un diagnóstico bioquímico, en la primera extrac- rácicas, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
ción en ayunas se determinarán la GH y la IGF-I y a continua- Incluso en los grados extremos de crecimiento tumoral, es
ción se medirá la GH tras sobrecarga oral de glucosa en muy raro que la causa de muerte sea la masa intracraneal.
muestras extraídas cada 30 min durante 2 h. Obviamente, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial
2031
ENDOCRINOLOGÍA
2032
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
GH↓
Sección física o funcional del tallo hipofisario
GH↑ Cirugía Traumatismos, compresión tumoral, etc.
transesfenoidal
Enfermedades hipofisarias
GH↓ GH↑ Prolactinoma
Tumor mamosomatotropo
Tumor mixto GH y PRL
Bromocriptina Enfermedad de Cushing
(2 semanas)
Tumores secretores de TSH
Enfermedades infiltrativas
GH↓ GH↑ Otros tumores intraselares
Fármacos
Octreótida Bloqueadores dopaminérgicos: neurolépticos,
metoclopramida, domperidona, sulpirida
Antidepresivos
GH↓ GH↑
Antihipertensivos
Estrógenos (en dosis muy elevadas)
Octreótida Opioides, drogas, verapamilo
+
Bromocriptina
Otras causas
Hipotiroidismo primario
GH↓ GH↑ Insuficiencia renal crónica
Cirrosis
Lesiones irritativas de la pared torácica
Irradiación Estímulo de la mama
Ovario poliquístico
GH↓ GH↑ Estrés
Seudociesis
Idiopática
Octreótida
2033
ENDOCRINOLOGÍA
da a hipotiroidismo primario, cursa a menudo con hiperpro- TABLA 16.7. Manifestaciones clínicas de la hiperprolactinemia
lactinemia. Asimismo, el 25% de los pacientes con enferme- en orden de frecuencia decreciente
dad de Cushing y el 50% de los afectos del síndrome de Nel-
son presentan una hiperprolactinemia patológica, aunque Mujer
Irregularidades menstruales
los mecanismos responsables se desconocen. Se han pro- Galactorrea
puesto diversas explicaciones para la hiperprolactinemia Infertilidad
asociada a la insuficiencia renal y la cirrosis, desde un am- Cefalea
biente estrogénico aumentado hasta alteraciones en el acla- Alteraciones visuales*
ramiento metabólico de la PRL. Hipopituitarismo*
En la lactancia, el estímulo fisiológico sobre el pezón es Varón
transmitido a través de terminaciones a la médula espinal, al Impotencia y pérdida de la libido
SNC y, finalmente, al hipotálamo, donde una reducción en la Cefaleas
Alteraciones visuales*
secreción de dopamina produce la liberación de PRL; ésta
Hipopituitarismo*
actúa sobre la glándula mamaria, estimulando la síntesis de Galactorrea
caseína y otras proteínas de la leche. Ésta es la base por la
*Presente sólo en caso de prolactinoma.
cual el aumento de la estimulación de la mama o la presen-
cia de lesiones irritativas torácicas, como herpes zoster y
traumatismos, o la existencia de lesiones medulares espina-
les pueden cursar con cifras elevadas de PRL. La seudociesis tuitarismo debido a compresión-destrucción del tejido hipofi-
o embarazo fantasma cursa con niveles elevados de LH y sario normal por el macroprolactinoma. Los microprolactino-
PRL, que conducen al mantenimiento de la función lútea y a mas en la mujer se asocian a menudo a cefaleas, que no son
galactorrea. La aparición de hiperprolactinemia en el ovario explicables por el tamaño del tumor y que cesan tras su con-
poliquístico suele atribuirse al nivel elevado de estrógenos, si trol.
bien éstos sólo se han relacionado con la hiperprolactinemia Los prolactinomas se diagnostican con una frecuencia mu-
a dosis muy altas y nunca en tratamientos moderados (p. ej., cho mayor en la mujer que en el varón, relación que aumen-
con el uso de anticonceptivos hormonales). ta hasta 20:1 si se analizan los microprolactinomas.
La misma incertidumbre existente con respecto a otros tu-
mores hipofisarios rodea la etiología del prolactinoma; tam- Diagnóstico. Una vez excluidas las causas fisiológicas de hi-
poco se conoce el motivo de su frecuente asociación con el perprolactinemia, el diagnóstico de su origen patológico se
sexo femenino. Es posible que se hallen implicados dos pa- establece basándose en una clínica compatible y cifras ele-
sos: uno de iniciación en la hipófisis y otro de promoción de- vadas de PRL en plasma. Debido a su carácter pulsátil y a su
bido a factores externos o hipotalámicos. Tras la extirpación aumento con el estrés (p. ej., el causado por una visita al hos-
quirúrgica, la tinción por inmunohistoquímica del adenoma pital o por la punción venosa) revisten gran importancia las
revela la presencia de PRL. A pesar de no ser clínicamente condiciones de extracción de la muestra de sangre. El proce-
relevante la microscopia electrónica muestra la presencia de dimiento más adecuado y menos costoso consiste en efec-
gránulos secretores característicos. tuar tres extracciones separadas entre sí por 30 min, en ayu-
nas a primera hora de la mañana y tras la colocación de un
Fisiopatología. La hiperprolactinemia produce, tanto en el catéter intravenoso, que se repiten al cabo de una semana.
varón como en la mujer, alteraciones en la función gonadal Dependiendo de cada laboratorio, una cifra de PRL superior
por una doble acción, en el hipotálamo y en la propia góna- a 20-25 µg/L (888-1.110 pmol/L) es patológica, por encima de
da. Debido a una alteración en la regulación hipotalámica 100 µg/L (4.440 pmol/L) sugiere la presencia de un prolacti-
de Gn-RH por la hiperprolactinemia, la frecuencia de los pul- noma y por arriba de 200 µg/L (8.880 pmol/L) es excepcional
sos de LH y la descarga ovulatoria de gonadotropinas están que no se deba a un prolactinoma.
abolidas en la mujer, así como el efecto de retroalimenta-
ción positiva de los estrógenos sobre la secreción de LH. En Diagnóstico diferencial. En el diagnóstico diferencial en
el ovario, la hiperprolactinemia induce una inhibición direc- una mujer debe descartarse en primer lugar el embarazo
ta de la síntesis de estradiol y progesterona y bloquea la ma- (que cursa con PRL elevada), independientemente de lo que
duración del folículo ovárico. En el varón, los niveles eleva- la paciente manifieste en la anamnesis. En efecto, en una
dos de PRL inhiben la espermatogénesis, quizá por acción mujer gestante, tanto si desconoce su estado como si lo nie-
hipotalámica, pues los efectos sobre el testículo son más dis- ga a conciencia por problemas personales o sociales, el fa-
cutibles; además, la hiperprolactinemia interfiere en la con- cultativo podría indicar un procedimiento diagnóstico con
versión periférica de testosterona a dihidrotestosterona. En la radiografías y TC que inducirían una radiación inaceptable
mama, provoca galactorrea, si bien se requiere la sensibiliza- para el feto. Por lo tanto, es obligatorio realizar una prueba
ción previa del tejido mamario con estrógenos para que se de embarazo el mismo día en que se efectúan las extraccio-
manifieste este efecto. En el hueso, la hiperprolactinemia per nes basales. La siguiente causa más frecuente de elevación
se o a través del hipoestrogenismo que causa, provoca una de PRL es la toma de neurolépticos, antidopaminérgicos u
importante pérdida de tejido óseo. otros fármacos. Si la anamnesis revela la ingestión de dichas
sustancias, debe considerarse que esta es la causa de la hi-
Cuadro clínico. En la mujer, las manifestaciones clínicas de perprolactinemia, mientras no se demuestre lo contrario; tras
la hiperprolactinemia crónica consisten con frecuencia en la interrupción del fármaco en cuestión (si el estado clínico
anomalías menstruales, como oligomenorrea o amenorrea del paciente lo permite), debe observarse la normalización
secundaria e infertilidad (tabla 16.7). El 40-80% de las muje- de la PRL en pocos días. La hiperprolactinemia por fármacos
res presentan galactorrea espontánea o tras expresión mama- suele ser de 25-100 µg/L (1.110-4.440 pmol/L). De igual
ria. En el varón las manifestaciones clínicas son pérdida de modo, deben excluirse, mediante anamnesis cuidadosa, he-
la libido, impotencia, reducción del fluido seminal e infertili- patopatías y nefropatías, estimulación torácica o estrés, le-
dad. Si el trastorno comienza antes de la pubertad, se redu- sión o radiación hipotalámica. Mención especial merece el
cen los cambios corporales de masculinización, pero la ga- hipotiroidismo primario, ya que, dada su presentación clíni-
lactorrea es excepcional. ca proteiforme, puede manifestarse como síndrome hiper-
Si la hiperprolactinemia se debe a la presencia de un pro- prolactinémico. Es aconsejable una determinación inicial de
lactinoma o de otro tumor hipofisario tipo macroadenoma, a TSH y hormonas tiroideas, puesto que, si esta es la causa, la
las manifestaciones clínicas de tipo hormonal descritas se prolactina se normaliza tras el tratamiento sustitutivo.
añaden las neurológicas por efecto de masa intracraneal. En Una vez descartados todos los procesos mencionados, el
asociación se pueden desarrollar grados variables de hipopi- diagnóstico diferencial debe plantearse entre una afección
2034
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
tumoral hipotálamo-hipofisaria o una hiperprolactinemia TABLA 16.8. Tratamiento con bromocriptina en el diagnóstico
idiopática. Se procede entonces a realizar el estudio de ima- diferencial del prolactinoma
gen del área, mediante TC o preferentemente por RM. En au-
sencia de tumor hipofisario, el diagnóstico por exclusión Situación tras tratamiento
Situación inicial Diagnóstico
con bromocriptina
será el de hiperprolactinemia idiopática. Dado que suele
existir una correlación estricta entre la masa del prolactino- PRL elevada y PRL elevada y tumor Prolactinoma
ma y los niveles circulantes de PRL, la detección por imagen tumor hipofisario hipofisario sin cambios resistente
de un adenoma hipofisario permite dos hipótesis alternati- PRL elevada y Disminución de PRL y Prolactinoma
vas: la de prolactinoma, en cuyo caso las cifras de prolactina tumor hipofisario del tamaño del tumor sensible
deberían ser superiores a 100 µg/L (4.440 pmol/L), o la de hipofisario
PRL elevada y Disminución de PRL sin Tumor
macroadenoma, que se acompañaría de cifras claramente tumor hipofisario cambios del tumor no
por encima de 200 µg/L (8.880 pmol/L). Alternativamente, hipofisario prolactinoma
puede ser un tumor hipofisario de otro tipo que cosecrete
PRL o que comprima el tallo hipofisario (sección funcional
del tallo), en cuyo caso las cifras de PRL suelen ser inferiores
a 100 µg/L (4.440 pmol/L). Estas cifras deben ser considera- expectante durante un tiempo, siempre que los trastornos go-
das como comportamiento en general pero no como regla nadales no sean particularmente molestos y que el riesgo de
absoluta. La presencia de un tumor hipofisario no prolactino- osteoporosis sea bajo. Por lo general, el tratamiento médico
ma debe evaluarse mediante una anamnesis dirigida y la de- se inicia con agonistas dopaminérgicos. Por el contrario, en
terminación analítica de otras hormonas hipofisarias, GH, las hiperprolactinemias debidas a tumores hipofisarios que
TSH, LH, FSH, cortisol libre urinario o subunidad alfa. Si éstas no sean prolactinomas y en los prolactinomas resistentes a
son normales, el adenoma asociado a hiperprolactinemia fármacos dopaminérgicos, la cirugía es el tratamiento de
sólo puede deberse a un prolactinoma o a un tumor no se- elección.
cretor que comprima el tallo hipofisario. Tratamiento médico. La introducción en los años setenta
Considerando que el diagnóstico de prolactinoma sólo de la bromocriptina constituyó un cambio radical en el trata-
puede establecerse tras la exéresis quirúrgica y estudio ana- miento de la hiperprolactinemia. En los últimos años se han
tomopatológico, se plantea el problema de que estos tumo- añadido nuevos fármacos dopaminérgicos, como lisurida,
res en la actualidad prácticamente no se operan. Por lo tan- tergurida, cabergolina o pergolida, de eficacia similar, que
to, en el terreno puramente clínico el diagnóstico expuesto pueden ser una alternativa en situaciones de intolerancia a
debe completarse con un tratamiento de prueba mediante la bromocriptina, si bien aún no se han introducido plena-
bromocriptina. En un prolactinoma, este fármaco debe fre- mente en la clínica. Con los cambios adecuados de dosis, la
nar las cifras basales de PRL y reducir en un tiempo modera- mayor parte de la información que se describirá para la bro-
do el volumen tumoral, mientras que en tumores no funcio- mocriptina puede ser extrapolada a otros agentes dopami-
nantes asociados a hiperprolactinemia la bromocriptina nérgicos, que en general tienen mejor tolerancia.
producirá una reducción de PRL sin cambios en el volumen La bromocriptina por vía oral, a la dosis de 2,5 mg, reduce
del tumor. De especial interés son los prolactinomas resisten- los niveles de PRL durante 14 h y la acción biológica puede
tes a la bromocriptina, en los que no se reduce el tumor ni la prolongarse aún más. Como efectos secundarios produce
prolactina. En el proceso de diagnóstico diferencial debe in- náuseas e hipotensión ortostática y, muy raras veces, cefa-
cluirse un período de tratamiento con bromocriptina (tabla leas, fatiga y cólicos abdominales, que se manifiestan sólo en
16.8). La diferenciación entre un prolactinoma normal y un los primeros días del tratamiento. Con el fin de evitarlos, la
prolactinoma resistente a la bromocriptina no es una cues- bromocriptina se debe tomar durante las comidas y la dosis
tión académica. Implica un tratamiento diferente y el riesgo inicial debe ser de medio comprimido en la cena, añadiendo
de comportamiento maligno del prolactinoma resistente es a los 3 días otro medio comprimido en el desayuno, a los
alto. La conclusión más importante de lo anteriormente ex- 3 días otro medio en la comida, y así sucesivamente, hasta
puesto es que hiperprolactinemia más tumor hipofisario no lograr la dosis deseada en 3 tomas al día, por lo general de
significa necesariamente un prolactinoma. 7,5-20 mg/día; en pacientes sensibles a la bromocriptina, el
Tras el diagnóstico de prolactinoma es necesaria la evolu- incremento de la dosis puede hacerse incluso más lentamen-
ción neurológica y oftalmológica, al igual que ocurre con te. La dosis se aumenta hasta lograr una reducción de los
otros tumores hipofisarios. niveles de prolactina y, luego, una reducción de la masa hi-
pofisaria. Recientemente se ha introducido una nueva prepa-
Evolución. Existe muy poca información sobre la historia ración inyectable, la bromocriptina LAR (de long acting re-
natural de los prolactinomas, dado que antes de 1976 no se peatable), que tras una sola administración parenteral inhibe
diagnosticaban, y en la actualidad se tratan todos los casos. los niveles de PRL durante un mes.
En los pocos estudios sobre el tema se ha comprobado que La bromocriptina normaliza los niveles anormales de PRL
la mayoría de los microprolactinomas no tratados no evo- en las hiperprolactinemias no tumorales y, dependiendo del
lucionan a macroprolactinoma. Por el contrario, los macro- tumor, produce la normalización o una reducción muy im-
prolactinomas progresan rápidamente y deben seguirse con portante en los prolactinomas. En muy raras ocasiones los
mucho cuidado. Con independencia de la evolución del pacientes no experimentan reducción alguna (prolactino-
adenoma, la hiperprolactinemia debe corregirse, por sus mas resistentes) y se deben efectuar tratamientos con altas
efectos sobre la función gonadal en el varón y en la mujer dosis (30-40 mg/día) durante períodos prolongados, de
premenopáusica y por la inducción de osteoporosis en la 3-12 meses, antes de que se manifieste un efecto positivo. No
mujer. obstante, existen casos con ausencia de reducción de las ci-
fras de PRL e, incluso, empeoramiento, por lo que todo pa-
Tratamiento. Los objetivos del tratamiento de la hiperpro- ciente con un adenoma hipofisario exige un seguimiento
lactinemia son: a) supresión de la producción excesiva de muy meticuloso.
PRL, con la corrección del hipogonadismo y la galactorrea; La velocidad de normalización de los niveles de PRL de-
b) reducción de la masa tumoral (si ésta existe) y de sus pende del volumen tumoral, siendo más lenta en los macro-
efectos sobre estructuras adyacentes; c) preservación de la prolactinomas. Tras comenzar el tratamiento, la evolución
función de otras hormonas hipofisarias, y d) evitar la recu- habitual es la siguiente: a) reducción de los niveles de PRL;
rrencia. Para lograr estos objetivos, la terapéutica incluye tra- b) mejoría de la galactorrea (si ésta existe); c) mejoría de las
tamiento médico, cirugía, radioterapia y combinaciones de manifestaciones visuales alteradas, y d) retorno de la mens-
ellos. En mujeres con microprolactinomas o con hiperprolac- truación normal y de la ovulación. Un efecto importante de
tinemias de dudosa etiología, se puede mantener una actitud la bromocriptina es la reducción del volumen tumoral y, en
2035
ENDOCRINOLOGÍA
2036
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
mal o a cosecreción de otras hormonas (p. ej., GH o PRL), lo los signos y síntomas de un hipotiroidismo. Alternativamente,
cual complica el diagnóstico. el paciente puede consultar por los efectos de masa tumoral,
cefaleas, alteraciones campimétricas, etc. Dada la presenta-
Diagnóstico. El diagnóstico bioquímico es evidente ante la ción proteiforme del hipotiroidismo, en ocasiones se pueden
presencia de TSH elevada o no inhibida, elevación de T3 y T4 observar pacientes con adenomas por retroalimentación en
(fig. 16.26), tiroides aumentado de tamaño e incremento de ausencia de clínica sugestiva, en cuyo caso el diagnóstico
la captación de 99mTc por éste. Los anticuerpos antitiroideos debe confirmarse bioquímicamente. El 20% de los casos pre-
son negativos y la diferenciación con el hipertiroidismo pri- senta bocio.
mario se establece por las cifras elevadas o normales de TSH, En ocasiones, sobre todo en niños, se presenta en forma
para lo cual es preciso usar sistemas analíticos de las últimas de pubertad precoz o retraso del crecimiento, y el tumor se
generaciones, capaces de diferenciar entre límites bajos y su- sospecha en la evaluación radiológica de la silla turca. En
primidos de TSH. Con respecto a la elevación de TSH hay que adultos, estos adenomas se manifiestan por oligomenorrea,
tener en cuenta, en primer lugar, que en las etapas iniciales hipogonadismo o pérdida de la libido.
del desarrollo del tumor, y en algunos pacientes en cualquier
etapa, los niveles de TSH medidos con un buen análisis pue- Diagnóstico. El diagnóstico se establece (fig. 16.26) por la
den ser rigurosamente normales y, en segundo lugar, que presencia de cifras elevadas de TSH y bajas de T3 y T4 en un
existe una profunda disociación entre los niveles de TSH, la paciente con un agrandamiento hipofisario. Estos datos per-
masa tumoral y el estado hipertiroideo. No se sabe la razón miten su diferenciación inmediata con los tumores hipofisa-
de estas discrepancias, quizá debidas a que el tumor genera rios secretores de TSH e hipertiroidismo y con los síndromes
moléculas con bioactividad alterada, pero explican por qué de resistencia periférica a las hormonas tiroideas que cursan
pacientes con macroadenomas supraselares pueden tener ci- con cifras elevadas de TSH, T3 y T4. Los anticuerpos antitiroi-
fras de TSH más bajas que aquellos con microadenomas. deos son positivos en el 80% de los casos y la respuesta de
Las pruebas de estimulación dinámica no aportan infor- TSH a la TRH es intensa. Se debe tener en cuenta que en el
mación valiosa; por el contrario, tiene gran utilidad la deter- momento del diagnóstico, las cifras de TSH pueden estar
minación de la subunidad alfa de las hormonas glucoprotei- muy aumentadas o sólo moderadamente, pero las cifras de
cas, que se encuentra siempre elevada, con una relación subunidad alfa están siempre elevadas.
alfa/TSH siempre mayor que 1.
El diagnóstico diferencial con los adenomas por retroali- Tratamiento. Dado que estos tumores se deben a un déficit
mentación es fácil, dado que inducen clínica y bioquímica- de hormonas tiroideas de larga duración, el tratamiento con-
mente el cuadro contrario. Con respecto a los síndromes de siste en administrar T4 y corregir el hipotiroidismo. Con este
secreción inadecuada de TSH debidos a la resistencia perifé- tratamiento el adenoma debe remitir e incluso desaparecer
rica a las hormonas tiroideas, que también cursan con TSH, totalmente. A los pocos días del tratamiento con hormonas
T3 y T4 elevadas (pero con un volumen hipofisario normal), tiroideas se comprueba una mejoría espectacular de los sín-
en general presentan un cuadro clínico de hipotiroidismo. tomas clínicos. No se debe considerar ningún tipo de cirugía
Particular cuidado debe tenerse en el diagnóstico diferen- hasta transcurrido, como mínimo, un año de eutiroidismo, y
cial con los casos de resistencia selectiva hipofisaria a las durante el tratamiento se debe vigilar cuidadosamente la
hormonas tiroideas que pueden cursar con hipertiroidismo evolución del paciente, dado que en ocasiones se ha desa-
(fig. 16.26), si bien en estos casos la subunidad alfa es normal. rrollado una silla turca vacía o una expansión del tumor.
2037
ENDOCRINOLOGÍA
la sexualidad. El volumen testicular suele ser normal, con crosis. Por inmunohistoquímica, en algunos casos se detec-
descripciones aisladas de un gran incremento testicular en tan hormonas hipofisarias intracitoplasmáticas, pero en gene-
casos de hipersecreción de FSH. En las mujeres premeno- ral son gonadotropinas y un número importante presentan la
páusicas la manifestación clínica es la oligomenorrea y, al subunidad alfa. Muy raras veces se descubren moléculas de
observarse una elevación de las gonadotropinas, se atribuye la familia POMC, y en una proporción elevada, estos tumores
a fallo ovárico prematuro, si bien los estrógenos deben ser están formados por los denominados oncocitomas (null
normales o elevados. cell).
Diagnóstico. Por radioinmunoanálisis se han detectado ele- Cuadro clínico. Los tumores no secretores comprenden el
vaciones de las gonadotropinas o sus subunidades en todas 20-25% del total, siendo casi tan frecuentes como los secreto-
las combinaciones posibles. En los varones con elevación de res de GH y sólo superados por los prolactinomas. Son más
la LH se observa un aumento concomitante de la testostero- frecuentes en la década de los 40-50 años y no tienen prefe-
na. En la mayoría de los tumores están elevadas las dos gona- rencia por sexo alguno. Su incidencia es de 4,5 casos por mi-
dotropinas, con un aumento más pronunciado de la FSH. llón y año, y su prevalencia, de 50 casos por millón.
Cuando las gonadotropinas no están elevadas, siempre es Clínicamente suelen presentarse con manifestaciones neu-
evidente un incremento de la subunidad alfa o del cociente rológicas. Las manifestaciones endocrinológicas más comu-
alfa/LH o alfa/FSH, que puede ser un marcador de la presen- nes son grados variables de hipopituitarismo. El hipogonadis-
cia del adenoma. Al contrario de lo que ocurre en individuos mo hipogonadotropo cursa con alteraciones en los ciclos
sanos, alrededor del 50% de los pacientes con gonadotropi- menstruales en la mujer y pérdida de la libido e impotencia
nomas presentan secreción de LH y FSH tras la administra- en el varón. Es muy común la presencia de grados variables
ción de TRH y ausencia de elevación de gonadotropinas tras de hipotiroidismo e hipocorticismo. La discreta hiperprolacti-
la administración de Gn-RH. Estas respuestas anómalas per- nemia por sección funcional del tallo raras veces ocasiona
miten el diagnóstico diferencial de los gonadotropinomas y manifestaciones clínicas en el varón y se presenta como ga-
los tumores no secretores. El diagnóstico diferencial con el lactorrea en la mujer. Alrededor del 10% de los pacientes tie-
hipogonadismo primario se basa en la clínica y los datos bio- nen datos evidentes de panhipopituitarismo. En ocasiones, la
químicos; en efecto, los pacientes con hipogonadismo con- presentación clínica es por una hemorragia súbita en un tu-
sultan por una clínica relacionada y suelen referir problemas mor previamente desconocido para el paciente.
en el desarrollo puberal, mientras que los pacientes con go-
nadotropinomas lo hacen por problemas visuales. En caso Diagnóstico. Ante la sospecha de un tumor hipofisario no
de duda, la estimulación con gonadotropina coriónica en los secretor debe realizarse la exploración por técnicas de ima-
varones provoca un aumento de la testosterona en los gona- gen. La RM muestra, en la mayoría de los casos, un macro-
dotropinomas, pero no en los hipogonadismos primarios. En adenoma con afectación variable de los tejidos próximos y
una mujer posmenopáusica, la diferenciación entre gonado- áreas de necrosis frecuentes.
tropinoma y tumor no secretante es difícil. Los estudios por No se observan elevaciones bioquímicas de las hormonas
imagen del área hipotálamo-hipofisaria por RM revelan un hipofisarias, con excepción de un leve aumento de la PRL en
adenoma, en general un macroadenoma con extensión su- el 50% de los pacientes. Es muy frecuente la disminución de
praselar y paraselar. los niveles de gonadotropinas, acompañada de una reduc-
ción de las cifras de testosterona y de otras hormonas hipofi-
Tratamiento. El tratamiento de elección es la cirugía transes- sarias. En el 10-20% de los casos se detectan niveles elevados
fenoidal seguida de radioterapia con dosis de 45-50 Gy. No de la subunidad alfa, dato muy útil para el seguimiento ulte-
hay tratamiento médico satisfactorio. La bromocriptina inhibe rior del paciente tratado.
la secreción de gonadotropinas en la mitad de los pacientes El diagnóstico diferencial con tumores hipofisarios puede
afectos, pero no reduce la masa tumoral significativamente. realizarse por la ausencia de clínica sugestiva y de hiperse-
creción hormonal. Se diferencian de los prolactinomas por
la presencia de cifras moderadas de PRL con respecto a la
Tumores hipofisarios no funcionantes masa tumoral, las cuales se reducen muy rápidamente tras
Concepto. Se denomina tumores no funcionantes a diferen- tratamiento con bromocriptina, pero con una disminución
tes tipos de adenomas hipofisarios que no segregan en exce- muy pequeña o nula del tamaño tumoral.
so ninguna hormona hipofisaria. Las únicas manifestaciones
endocrinas que producen son las de hipofunción por com- Tratamiento. El tratamiento de elección es la resección del
presión del tejido hipofisario normal o una discreta hiperpro- adenoma por vía transesfenoidal, incluso en algunos casos
lactinemia por compresión del tallo hipofisario. Estas mani- con extensión supraselar. No obstante, dejados a su evolu-
festaciones endocrinas son tan leves que los tumores se ción espontánea, estos tumores crecen con mucha lentitud,
presentan clínicamente por sus manifestaciones neurológi- por lo que la indicación quirúrgica debe sopesarse en pa-
cas, tras haber alcanzado el tamaño de macroadenomas ex- cientes de edad avanzada o con riesgo operatorio. Tras la ci-
traselares. rugía, la recidiva es muy frecuente, por lo cual los pacientes
Algunos tumores sintetizan hormonas que pueden detec- son sometidos a radioterapia, sobre todo si la cirugía no es
tarse en el citoplasma, pero no son capaces de secretarlas o satisfactoria.
bien secretan fragmentos no detectables por los sistemas de En el 10% de los pacientes la bromocriptina induce una li-
análisis. A veces secretan activamente la subunidad alfa gera reducción del tumor, que si bien no elimina la masa, sí
de las hormonas glucoproteicas, pero como esta subunidad puede mantenerla estabilizada, por lo que este fármaco debe
no tiene acción biológica, no produce manifestaciones clíni- considerarse en pacientes que no son candidatos a la ciru-
cas. Mediante técnicas de biología molecular, en alrededor gía. Tras la terapia, la mayoría de estos pacientes requiere
del 80% de los tumores no funcionantes se puede detectar tratamiento continuado de sustitución hormonal.
mRNA de alguna de las gonadotropinas o de sus subunida-
des. De hecho, se ha sugerido que los tumores no funcionan-
tes forman un continuum con los productores de gonadotro- Enfermedades por hipofunción
pinas, que sólo se diferenciarían en la capacidad para adenohipofisaria
ensamblar las subunidades y secretarlas a la circulación.
2038
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
parcial de la función adenohipofisaria. Las manifestaciones TABLA 16.9. Etiología de los hipopituitarismos
clínicas dependen de varios factores, como la extensión del
déficit, el tipo de hormona u hormonas afectadas, la edad Primarios
Tumores hipofisarios
del paciente y la velocidad de instauración, y son más rele- Tumores con crecimiento o metástasis intraselar
vantes cuando las hormonas ausentes controlan glándulas Aneurismas vasculares intraselares
periféricas (TSH, ACTH) que cuando controlan funciones sin Necrosis isquémica de la hipófisis (síndrome de Sheehan)
localización o de importancia muy focal (PRL, GH). Las ma- Apoplejía hipofisaria
nifestaciones clínicas de hipopituitarismo se producen cuan- Alteraciones hipofisarias por infecciones, granulomatosis
do se ha destruido el 75% de la glándula, si bien con pruebas Alteraciones autoinmunes (hipofisitis linfocitaria)
de exploración dinámicas es posible detectar déficit de me- Infiltrativas
nor extensión. Con la destrucción del 90% de la glándula se Silla turca vacía
Alteraciones metabólicas
produce un déficit hipofisario total. Cuando la lesión afecta Yatrógenas
una o varias hormonas se denomina hipopituitarismo, y Idiopáticas
cuando se hallan involucradas todas, panhipopituitarismo.
Secundarios
Etiología. Los hipopituitarismos se dividen en dos catego- Sección física o funcional del tallo hipofisario
rías: primarios y secundarios. Los primarios se deben a la au- Tumores
sencia o destrucción de las células hipofisarias, mientras que Aneurismas
los secundarios están causados por déficit de estimulación Sección traumática
Sección yatrógena
sobre la hipófisis, debidos a alteraciones hipotalámicas o del
tallo hipofisario (tabla 16.9). Afectaciones hipotalámicas
Hipopituitarismos primarios. Los tumores hipofisarios son Tumores primarios o metastásicos
la causa más frecuente de hipopituitarismo. No existen du- Procesos inflamatorios, infecciosos, granulomatosos
das conceptuales acerca de que el crecimiento dentro de la o autoinmunes
silla turca de un tumor hipofisario o extrahipofisario, e inclu- Lesión traumática
so de un aneurisma vascular, origina destrucción o anula- Nutricionales
ción por compresión del tejido hipofisario normal. El con- Psíquicas
Yatrógenas
cepto de necrosis isquémica de la hipófisis, asociada al Idiopáticas
período puerperal, fue propuesto por SIMMONDS y desarrolla-
do por SHEEHAN, quien finalmente ha dado nombre al cuadro
(síndrome de Sheehan), tras demostrar que los partos compli-
cados, seguidos de hemorragia intensa e hipotensión, pue- renal crónica, si bien existen dudas acerca de una etiología
den producir necrosis isquémica e infarto de la hipófisis y primaria o por afectación hipotalámica; el cuadro cede tras
posterior fibrosis. En la actualidad no se sabe si la tendencia el trasplante renal.
al vasospasmo y a la necrosis hipofisaria materna tras la he- Entre las etiologías yatrógenas destaca el tratamiento con
morragia se debe a hiperplasia y la hipervascularización ca- radiaciones como parte de la terapia de lesiones malignas en
racterísticas de la hipófisis gestante o a una mayor sensibili- la cabeza y el cuello, siendo la hipófisis infantil más sensible
dad de ésta ante factores vasoconstrictores. Esta no es la a las radiaciones ionizantes que la adulta. En los niños, las
única situación en la que puede desarrollarse una necrosis manifestaciones más comunes son la detención del creci-
hipofisaria, que también se ha comunicado en casos de arte- miento y el retraso o la ausencia del desarrollo puberal,
ritis de la temporal y otras vasculitis, meningitis, malaria, he- mientras que en los adultos el hallazgo más frecuente es el
mocromatosis, eclampsia, hipovitaminosis e incluso sin en- déficit de gonadotropinas. Una causa de hipopituitarismo es
fermedad alguna. En la diabetes mellitus puede producirse la exéresis de la hipófisis como parte de la eliminación de un
necrosis hipofisaria sin manifestación clínica, excepto una tumor hipofisario o, en el pasado, cuando ésta se practicaba
reducción en las necesidades diarias de insulina. para contrarrestar la retinopatía diabética o el cáncer de
Los casos de necrosis isquémica o hemorragia en el inte- mama. Por último, el hipopituitarismo puede ocurrir sin cau-
rior de un tumor hipofisario, denominados apoplejía hipofi- sa aparente y lo más común es que afecte pocas hormonas y
saria, ocasionan hipopituitarismos de importancia variable. no sea un panhipopituitarismo; en general es esporádico, si
El cuadro clínico característico consiste en cefalea muy in- bien se han comunicado casos con una transmisión autosó-
tensa, amaurosis, oftalmoplejía e irritación subaracnoidea, mica o ligada al cromosoma X.
incluso acompañados de pérdida de conciencia, que a veces Hipopituitarismos secundarios. Pueden estar causados por
requiere descompresión quirúrgica inmediata. El resultado fi- varias lesiones del SNC o del hipotálamo, cuya característica
nal es un panhipopituitarismo de intensidad variable. común es la interrupción del flujo normal de los factores li-
Los procesos infecciosos de variada etiología pueden oca- beradores hipotalámicos hacia la hipófisis. Los hipopituitaris-
sionar hipopituitarismo, al igual que los procesos granuloma- mos secundarios presentan, por lo general, una respuesta hi-
tosos tipo sarcoidosis, si bien estos últimos afectan con ma- pofisaria casi normal ante los estímulos con estos factores
yor frecuencia la neurohipófisis. En los últimos tiempos se ha (GHRH, TRH, Gn-RH, CRH) y una ausencia de respuesta ante
comunicado un número creciente de casos de hipopituitaris- los estímulos hipotalámicos. Por otra parte, la diabetes insípi-
mo con una base inmunológica. El cuadro típico es el de da es una manifestación muy común en las alteraciones hi-
una mujer en el puerperio que desarrolla un hipopituitarismo potalámicas y una excepción en los hipopituitarismos secun-
y un presunto tumor hipofisario; tras la cirugía, el hallazgo es darios.
de una hipofisitis no tumoral sino parcialmente necrótica Las alteraciones del tallo hipofisario actúan como una sec-
con un gran infiltrado linfocitario. Este cuadro se ha denomi- ción física o funcional, interrumpiendo el flujo de las neuro-
nado hipofisitis linfocitaria. La hemocromatosis puede cau- hormonas hipotalámicas. Las causas más frecuentes son las
sar hipopituitarismo por depósito de hierro en las células hi- secciones traumáticas, sobre todo en las fracturas de la base
pofisarias, generalmente en las gonadotropas (estos del cráneo y como secuelas quirúrgicas. En estos casos se
depósitos pueden demostrarse en la RM); suele afectar tam- produce una hiperprolactinemia moderada, así como una
bién el hipotálamo y en ocasiones el hipogonadismo es se- diabetes insípida que puede ser permanente o transitoria.
cundario. Como ya se ha señalado, la silla turca vacía puede La diabetes insípida se instaura por la sección de los axones
asociarse a grados variables de hipopituitarismo, pero esto que discurren por el tallo; con el tiempo, éstos pueden resta-
ocurre en menos del 10% de los casos; lo habitual es una blecer la antigua vía o crecer por encima de la sección su-
normalidad funcional. Se han descrito hipopituitarismos, fun- pliendo funcionalmente la deficiencia. Asimismo, cualquier
damentalmente de gonadotropinas y TSH, en la insuficiencia obstáculo externo al flujo de los vasos porta provoca efectos
2039
ENDOCRINOLOGÍA
similares, siendo la etiología más frecuente la compresión roidismo secundario (déficit de TSH), con las manifestacio-
por tumores hipofisarios o extraselares y los aneurismas. nes de pérdida de velocidad mental, apatía, intolerancia al
Entre las alteraciones del hipotálamo que producen un dé- frío y piel áspera. Asimismo, se produce un déficit suprarre-
ficit de los factores liberadores hipofisarios (releasing factors) nal secundario (pérdida de ACTH), que se diferencia del pri-
y, por tanto, hipopituitarismo se incluyen los tumores prima- mario por la ausencia de pigmentación característica. De he-
rios o metastásicos del hipotálamo o del tercer ventrículo y cho, en los pacientes con panhipopituitarismo es típica la
las neoplasias infiltrantes, como linfomas o leucemias. En el despigmentación de la piel, sobre todo en las areolas mama-
caso de tumores ocupantes de espacio, cuanto más cerca se rias. Aunque raro, el déficit de vasopresina ocasiona una dia-
hallen de la eminencia media, más intensos serán sus efec- betes insípida, que sugiere una afectación hipotalámica. La
tos. Entre ellos merecen destacarse los pinealomas, que se ausencia de GH no provoca manifestaciones clínicas en pa-
asocian a pubertad precoz e hipogonadismo, y el craneofa- cientes adultos. Un cuadro similar se presenta en el panhipo-
ringioma, que es la causa de hipopituitarismo más frecuente pituitarismo por apoplejía hipofisaria. La piel pierde la tur-
en niños. gencia característica y adquiere un aspecto céreo y frío,
La sarcoidosis, la hemocromatosis y las lipoidosis suelen apareciendo pálida y sin vello. La cara está abotargada y pá-
cursar con afectación de TSH, gonadotropinas y GH y, con lida, con arrugas muy finas características sobre todo alrede-
menor frecuencia, de otras hormonas hipofisarias y una eleva- dor de la boca, cejas despobladas y un aspecto prematura-
ción de la PRL. De igual forma, los traumatismos que afectan mente avejentado. También hay pérdida del vello axilar y
el hipotálamo o el SNC, como los comas de larga duración, in- pubiano en ambos sexos y atrofia de mamas o testículos. Psí-
ducen un hipopituitarismo secundario, que no siempre se re- quicamente, los pacientes pueden presentar un cuadro que
suelve tras la reversión del cuadro de base. varía desde la apatía hasta síntomas psicóticos acusados.
A pesar de que se desconoce su mecanismo de acción, al-
teraciones psíquicas o en la ingestión y el peso corporal pro- Diagnóstico. El patrón bioquímico es idéntico en los casos
vocan deficiencias en la función hipotalámica; por ejemplo, de panhipopituitarismo y en los déficit aislados de cada hor-
la obesidad se asocia a alteraciones en la secreción de gona- mona hipofisaria, por lo que se tratarán a continuación. Una
dotropinas y GH, y tanto la sobrealimentación como la mal- vez demostrado el déficit hormonal, se debe proceder al
nutrición (incluida la anorexia nerviosa) pueden cursar con diagnóstico diferencial, que implica: a) excluir un fallo hor-
amenorrea que se corrige al alcanzar el peso normal. Entre monal primario de las glándulas diana; b) establecer si se tra-
las alteraciones psíquicas, el estrés induce un hipogonadis- ta de una hipofunción hipofisaria primaria o secundaria
mo hipogonadotropo reversible, y en cuanto a la secreción (causa hipotalámica), y c) determinar si la causa es un tras-
de GH, es conocido el enanismo por deprivación afectiva, torno no endocrino. Debe excluirse el fallo primario de las
que se corrige al lograr un ambiente afectivo adecuado para glándulas reguladas por la hipófisis (gónada, tiroides, supra-
el niño. renal), dado que sus manifestaciones clínicas son en general
Las causas yatrógenas pueden ser muy variadas, desde el indistinguibles del hipopituitarismo. El fallo pluriglandular
déficit de ACTH tras tratamientos prolongados con glucocor- de etiología autoinmune cursa con un cuadro clínico básica-
ticoides, la secreción alterada de gonadotropinas que puede mente similar, y aunque la intensidad del déficit hormonal es
seguir al tratamiento con anticonceptivos, hasta las lesiones mayor cuando la causa es primaria, este dato no permite es-
irreversibles causadas por el tratamiento con citostáticos o tablecer el diagnóstico. Sugiere un cuadro pluriglandular la
irradiación terapéutica del área hipotalámica. Por último, en presencia de otros cuadros autoinmunes, como diabetes me-
ocasiones no se encuentra una etiología para el hipopituita- llitus y vitíligo. También debe establecerse el diagnóstico di-
rismo, y en estos casos idiopáticos suele tratarse del déficit ferencial con lesiones hipotalámicas; por ejemplo, la anos-
de una o pocas hormonas. Merecen destacarse el déficit de mia orienta el diagnóstico de hipogonadismo hacia un
Gn-RH que conduce a un hipogonadismo hipogonadotropo síndrome de Kallmann, si bien la etiología sólo puede esta-
asociado a anosmia (síndrome de Kallmann) o los déficit se- blecerse mediante pruebas bioquímicas. Asimismo, debe
cretores de GH con alteración del crecimiento, que son en su considerarse la posibilidad de que el cuadro sospechado de
mayoría de etiología hipotalámica. hipopituitarismo se deba a enfermedades no endocrinas,
como alteraciones psiquiátricas (anorexia nerviosa) o nutri-
Cuadro clínico. El cuadro clínico del hipopituitarismo de- cionales (malnutrición u obesidad).
pende de la extensión de la afectación, del número de hor-
monas implicadas, de la edad del paciente y de la rapidez Tratamiento. Debe establecerse una vez evaluado el déficit
con que se instaura. En general, en los niños se manifiesta hormonal y consiste en una terapia de sustitución hormonal
por una alteración del crecimiento y del desarrollo puberal, de por vida. Inicialmente, ésta se lleva a cabo con glucocorti-
mientras que en los adultos se presenta como un hipogona- coides, dado que estos pacientes presentan un déficit cróni-
dismo. En su forma más extensa o de panhipopituitarismo, co suprarrenal, y a continuación con hormonas tiroideas. El
como ocurre en la apoplejía hipofisaria o en la hipofisecto- tratamiento con esteroides sexuales debe adecuarse a las ne-
mía posquirúrgica, la diabetes insípida se presenta en horas y cesidades del paciente. No se establece sustitución para los
la insuficiencia suprarrenal en pocos días. Por el contrario, déficit de GH en la edad adulta y nunca para los de PRL. El
en los hipopituitarismos que se instauran gradualmente tratamiento pormenorizado se describe a continuación en
(p. ej., por tumores intraselares o fenómenos infiltrativos), el los déficit hormonales selectivos.
cuadro clínico puede pasar inadvertido durante años.
En el síndrome de Sheehan o infarto hipofisario posparto
(fig. 16.27 A), el cuadro característico es el de un alumbra-
Déficit selectivo de hormonas hipofisarias
miento complicado con hemorragia e hipotensión o shock, Déficit de ACTH
que se resuelve con tratamiento médico. Tras el parto no se Concepto. El déficit de ACTH, ya sea como parte de un pan-
produce lactación debido al déficit secretor de PRL y en oca- hipopituitarismo o bien en forma aislada, ocasiona una insu-
siones no reaparece la regla o, si ésta se produce, vuelve a ficiencia corticosuprarrenal crónica, y la mayoría de los sig-
desaparecer al cabo de unos meses (déficit de LH y FSH). No nos y síntomas son indiferenciables de los de la insuficiencia
obstante, muchas mujeres maduras no buscan asistencia mé- suprarrenal primaria. Los pacientes presentan debilidad, hi-
dica ante la incapacidad de lactar o la persistencia de la potensión ortostática, fatiga que es más intensa al progresar
amenorrea gestacional. Meses después de instaurarse el défi- el día, náuseas, vómitos e hipotermia. El cuadro clínico es
cit de gonadotropinas, se producen involución mamaria y más leve que en la insuficiencia suprarrenal primaria debido
pérdida del vello axilar y pubiano. En ocasiones la paciente a que está preservada la secreción de aldosterona, que en
refiere que no volvió a crecer el vello pubiano rasurado en la parte es independiente de la ACTH. En ocasiones, la única
preparación para el parto. A este cuadro se añade un hipoti- manifestación clínica de la insuficiencia suprarrenal es la hi-
2040
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
poglucemia en situaciones de ayuno o de ingesta alcohólica, forma repetida (cebamiento) ACTH. Si se realiza una estimu-
debido a la alteración de la gluconeogénesis. Dado que el lación repetida durante varios días o una perfusión continua
déficit de ACTH raras veces es total, en ocasiones los pacien- con ACTH, la respuesta de cortisol se recupera en las altera-
tes sólo experimentan síntomas en situaciones de estrés, in- ciones hipofisarias, pero no en los casos de lesión primaria
fección, traumatismo, etc. Un dato importante para diferen- suprarrenal. La falta de respuesta del cortisol a la ACTH 1-24
ciar este cuadro de la insuficiencia suprarrenal primaria es la indica un déficit secretor de ACTH endógena y, dada la per-
pigmentación de la piel; mientras que en la enfermedad de fecta correlación entre ambas, debe emplearse como sustitu-
Addison la hiperpigmentación es muy característica, los pa- to de la clásica hipoglucemia insulínica que presenta riesgos
cientes con déficit hipofisario de ACTH presentan una hipo- para los pacientes con hipopituitarismo. De cualquier forma,
pigmentación corporal muy evidente. De igual forma, en el una respuesta positiva a la ACTH no indica que el eje hipotá-
déficit de ACTH no se comprueba hiperpotasemia, dato bio- lamo-hipofisosuprarrenal del paciente sea capaz de respon-
químico asociado a la insuficiencia suprarrenal primaria. Si der ante un estrés, sino que puede significar sólo que se man-
no existe un déficit paralelo de gonadotropinas, la pérdida tiene una secreción basal adecuada de ACTH. Si los niveles
de andrógenos suprarrenales en el varón no ocasiona signos, de cortisol y ACTH, así como la respuesta del cortisol a la
mientras que en la mujer causa depilación axilar y pubiana. ACTH 1-24 son normales, se puede estudiar el eje mediante
dos pruebas, una de estimulación hipofisaria y otra hipotalá-
Diagnóstico. El diagnóstico y el diagnóstico diferencial se mica. La prueba hipofisaria consiste en la administración de
establecen mediante la determinación de ACTH y cortisol. CRH (100 µg por vía intravenosa) y la medición de la secre-
Valores bajos de cortisol inferiores a 10 µg/dL (0,2 µmol/L) ción de ACTH (o de cortisol si no se dispone de un buen
en condiciones basales junto con valores de ACTH inapro- análisis para la ACTH); en el caso de la prueba hipotalámica
piadamente bajos o normales, sugieren un déficit hipofisario, se provoca una hipoglucemia insulínica, la cual estimula el
dado que en la insuficiencia suprarrenal primaria los valores eje a través de la glucopenia hipotalámica, induciendo una
reducidos de cortisol se acompañan de un gran aumento de respuesta secretora de ACTH y cortisol.
ACTH. Para diferenciar la deficiencia absoluta de ACTH de la
deficiencia relativa, se emplea el estímulo con ACTH (ACTH Tratamiento. El tratamiento de la insuficiencia suprarrenal
1-24 sintético) y se mide la respuesta suprarrenal de cortisol. secundaria por déficit de ACTH consiste en la administración
La razón de este estímulo indirecto es que en los pacientes de hidrocortisona a dosis de 20-30 mg/día, en tomas fraccio-
con déficit de ACTH mantenido por períodos prolongados, nadas. Se puede emplear cualquiera de los glucocorticoides
las glándulas suprarrenales se atrofian y pierden la capaci- sintéticos, teniendo en cuenta la equivalencia de la dosis. El
dad de respuesta a la ACTH, capacidad que recuperan si paciente debe ser instruido para incrementar la dosis y bus-
vuelve a producirse secreción endógena o se administra de car atención médica ante cualquier estrés. Asimismo, en ca-
2041
ENDOCRINOLOGÍA
sos de estrés importante, como cirugía, debe ser tratado con tos, aumento del ejercicio físico, ingesta de laxantes, etc. El
dosis parenterales de hidrocortisona (100-300 mg/día). cuadro resultante es una notable pérdida de peso corporal
(fig. 16.27 B), unida a amenorrea por hipogonadismo hipogo-
Déficit de TSH nadotropo. Los niveles de LH y FSH caen a valores bajos de
Concepto, diagnóstico y tratamiento. El déficit de TSH tipo prepuberal incluso en mujeres adultas, manteniéndose
causa un hipotiroidismo hipofisario o secundario, indistin- una pulsatilidad y una respuesta a la Gn-RH normales. Si bien
guible clínicamente del hipotiroidismo primario, excepto por en casos extremos el diagnóstico es fácil, en las primeras eta-
su menor intensidad. El déficit de TSH aislado, es decir, sin pas el clínico suele enfrentarse a una paciente con ameno-
formar parte de un hipopituitarismo, es una excepción. La rrea que en la anamnesis dirigida refiere que “come normal-
presentación clínica es la clásica del hipotiroidismo: intole- mente”, lo cual puede dificultar el diagnóstico. Todas las
rancia al frío, enlentecimiento mental, estreñimiento, bradi- manifestaciones del cuadro cesan al recuperarse el peso cor-
cardia y piel seca y áspera. La hipercolesterolemia y el mixe- poral normal y corregirse el trastorno psiquiátrico.
dema no son habituales. Si se presenta en la infancia, cursa La diferenciación entre un fallo gonadal primario (hipogo-
con un retraso pronunciado en el crecimiento corporal. nadismo hipergonadotropo) y un fallo gonadal secundario
El diagnóstico se establece por la discordancia entre los (hipogonadismo hipogonadotropo) es evidente. En pre-
valores bajos de hormonas tiroideas (T3 y T4), adecuados al sencia de un cuadro clínico de hipogonadismo y cifras ba-
estado hipotiroideo del paciente, y los niveles bajos o “anor- jas de esteroides sexuales [estrógenos inferiores a 30 pg/mL
malmente” normales de TSH, dado que en el hipotiroidismo (110 pmol/L) en la mujer; testosterona inferior a 3 ng/mL
primario los niveles de TSH deben estar francamente ele- (10,4 nmol/L) en el varón], las gonadotropinas deben estar
vados. Incluso en los laboratorios que no disponen de los elevadas o francamente elevadas. Si en el cuadro anterior los
modernos análisis por quimioluminiscencia que distinguen niveles de LH y FSH son bajos o se encuentran en el límite de
entre cifras bajas y suprimidas de TSH, el diagnóstico bioquí- la normalidad, se establece el diagnóstico de hipogonadismo
mico del hipotiroidismo secundario no plantea problemas. hipogonadotropo y, al igual que para el eje tirotropo, sin ne-
En cambio, el diagnóstico diferencial entre hipotiroidismo cesidad de pruebas dinámicas. Sin embargo, la determina-
secundario de causa hipotalámica e hipofisaria puede ser ción del origen hipotalámico o hipofisario es bastante más
más difícil, y se ha sugerido que la prueba de estimulación compleja. La inyección intravenosa de 100 µg de Gn-RH pro-
con TRH y posterior medición de TSH permite diferenciar es- voca, en individuos sanos (fig. 16.15 B), una elevación neta
tas dos etiologías. Ante una alteración hipofisaria, la respues- de LH y un aumento menor de FSH, con picos secretores a
ta de la TSH debe ser baja o inexistente; por el contrario, en los 15-30 min. En pacientes con afección hipofisaria, por tu-
un déficit hipotalámico se debe presentar una respuesta de mor no secretante o de otro tipo, la respuesta a la prueba de
TSH adecuada pero retrasada en el tiempo. No obstante, este Gn-RH puede ser normal, disminuida o ausente, lo cual indi-
comportamiento no es general y esta prueba tiene una capa- ca su escaso valor discriminativo, aunque en general está dis-
cidad discriminativa muy limitada. minuida. En un paciente con lesión hipofisaria y con res-
El tratamiento debe ser el mismo que el del hipotiroidismo puesta disminuida a la Gn-RH, si se realiza un cebamiento
primario, con administración diaria de 100-150 µg de T4 en con administraciones diarias de Gn-RH a lo largo de una se-
dosis única, pero la guía para el ajuste de la dosis no serán, mana y al cabo de este tiempo se vuelve a repetir la prueba
como es habitual, los valores de TSH sino los de T4. En casos de estimulación, se comprueba que la secreción de LH y
de hipotiroidismo de larga duración el tratamiento debe ini- FSH tras Gn-RH no mejora. Por el contrario, en los casos de
ciarse con dosis bajas (25 µg/día) e incrementarse lentamen- déficit de gonadotropinas por alteración hipotalámica, la res-
te (semanas). En los pacientes con panhipopituitarismo se puesta de LH y FSH es normal pero con el pico de secreción
debe tener la precaución de comenzar primero el tratamien- retrasado, o bien se halla disminuida y tras el cebamiento se
to sustitutivo con glucocorticoides y, unos días después, in- recupera. Por tanto, el dato realmente discriminativo en esta
troducir las hormonas tiroideas. La razón es que el aumento situación es el comportamiento de la prueba de estimula-
en el metabolismo corporal inducido por la sustitución de T4 ción tras el cebamiento. El nivel hipotalámico del eje se pue-
puede desencadenar una insuficiencia suprarrenal aguda en de estudiar directamente mediante la prueba del clomifeno;
pacientes no protegidos. este es un estrógeno de débil potencia que tiene la propie-
dad de bloquear los receptores estrogénicos hipotalámicos y
Déficit de gonadotropinas eliminar así el efecto de retroalimentación negativa de los es-
Concepto, diagnóstico y tratamiento. El déficit de gona- teroides sobre la liberación de Gn-RH. Si a un paciente con
dotropinas antes del desarrollo puberal determina la ausen- hipogonadismo hipogonadotropo y respuesta normal de LH
cia total o parcial de los caracteres secundarios, y en los ca- y FSH tras Gn-RH se le administra clomifeno (100 mg/día por
sos de déficit aislado de gonadotropinas, el cierre retrasado vía oral durante 5 días) y no se produce una elevación de go-
de los cartílagos de crecimiento provoca proporciones cor- nadotropinas, existe una alta probabilidad de que la lesión
porales eunucoides. En la mujer adulta el déficit de gonado- se localice en el hipotálamo. En el hombre, el clomifeno
tropinas y la consiguiente deficiencia de estrógenos se ma- puede emplearse de igual modo por su capacidad de antago-
nifiesta por amenorrea, sequedad de la piel y vaginal y dispa- nizar el efecto de retroalimentación negativa de la testostero-
reunia, atrofia mamaria y pérdida de la libido. En el varón na. Para ser eficaz en ambos sexos, la prueba del clomifeno
cursa con pérdida de la libido e impotencia, atrofia relativa requiere unos niveles mínimos circulantes de estradiol o tes-
testicular, desaparición o enlentecimiento del crecimiento tosterona. El hipogonadismo hipogonadotropo asociado a
del vello andrógeno-dependiente y reducción de la fuerza grados variables de anosmia o hiposmia, denominado sín-
muscular. En los cuadros de panhipopituitarismo y en la ma- drome de Kallmann, se debe a la ausencia de las neuronas hi-
yoría de los casos de déficit aislado faltan ambas gonadotro- potalámicas secretoras de Gn-RH y de las fibras olfatorias,
pinas, si bien se han comunicado casos de déficit aislado de más que a un problema común de migración neuronal, este
FSH. cuadro se debe a un déficit de crecimiento axonal.
Reviste particular interés el déficit de gonadotropinas de Ante el déficit de gonadotropinas, si no se desea la fertili-
origen hipotalámico que acompaña a la anorexia nerviosa, dad, el tratamiento será el mismo que en el hipogonadismo
cuadro que debería denominarse más apropiadamente ano- primario: sustitución hormonal de los esteroides gonadales
rexia mental. Esta enfermedad, que afecta sobre todo a muje- que faltan en la mujer mediante una combinación de estró-
res en edad puberal o juvenil, se caracteriza por una persecu- genos (5-20 µg/día de etinilestradiol) durante 20-25 días y
ción incensante de la pérdida de peso corporal. Para ello los acetato de medroxiprogesterona (5-10 mg/día) los últimos
pacientes realizan grandes esfuerzos para no ingerir alimen- días para inducir el sangrado uterino por deprivación. Re-
tos, combinados con métodos para reducir la eficacia de és- cientemente se ha comenzado a emplear el tratamiento con
tos: conocimiento experto del valor calórico de los alimen- parche transdérmico. En el varón la sustitución hormonal se
2042
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
Déficit de prolactina
Concepto, diagnóstico y tratamiento. El déficit de prolac-
tina sólo tiene una manifestación clínica: la incapacidad
para lactar tras el parto. Por tanto, establecer el nivel de la al-
teración tiene como objetivo un diagnóstico adecuado del
grado y extensión de afectación del sistema, sobre todo te-
niendo en cuenta que en general los procesos patológicos
suprahipofisarios cursan con cifras elevadas de PRL. Dado
que esta hormona no tiene glándula diana, sus cifras basales
no son adecuadas para establecer con certeza su estado fun-
cional. En la actualidad se dispone de dos pruebas para la
exploración hipofisaria de esta hormona: la administración
de TRH (500 µg por vía intravenosa), que además de provo-
car una liberación de TSH, aumenta de forma paralela la
PRL, siendo un método particularmente útil para estudiar su
reserva hipofisaria. Un método alternativo de estímulo hipofi-
sario consiste en administrar un bloqueador dopaminérgico
como la metoclopramida (10 mg por vía intravenosa). Como
estímulo hipotalámico la hipoglucemia insulínica hipotalá-
mica provocará la secreción de PRL. El déficit de PRL, ya sea
aislado o como parte de un panhipopituitarismo, no recibe
tratamiento.
2043
ENDOCRINOLOGÍA
Diagnóstico. En la infancia, el diagnóstico del déficit de GH tarse. Durante el tratamiento se debe vigilar con cuidado la
se establece por pruebas bioquímicas una vez que se ha de- posible aparición de un hipotiroidismo clínicamente larva-
mostrado una velocidad de crecimiento anormal en diferen- do, que se pone de manifiesto al aumentar el metabolismo
tes intervalos de 3 meses y que se han excluido problemas del paciente. El tratamiento con GH a niños no deficitarios
afectivos o déficit nutricionales. En los enanismos tipo Laron no incrementa su talla final.
se observa un aumento de GH y disminución de IGF-I. En los
restantes pacientes las cifras bajas de GH no son diagnósti-
cas, por lo que se deben realizar pruebas dinámicas de esti- Sistema hipotálamo-neurohipofisario
mulación. Habitualmente, se efectúan al menos 3 pruebas de
estimulación antes de establecer el diagnóstico; dichas prue- La neurohipófisis y sus áreas hipotalámicas relacionadas
bas varían de un centro a otro, pero en general consisten en constituyen un continuum de tejido neuronal, siendo la neu-
la estimulación hipotalámica e hipofisaria. Las pruebas de es- rohipófisis la zona de liberación de las neurohormonas a la
timulación hipotalámica más habituales son el ejercicio físi- circulación. El conjunto operativo está formado por los nú-
co tras tratamiento con propranolol, que es rápida y fácil de cleos supraóptico y paraventricular, donde se sitúan los so-
realizar, y la hipoglucemia insulínica, prueba que entraña mas neuronales cuyos axones recorren el hipotálamo en di-
riesgos y que debería ser reemplazada; otras pruebas alterna- rección frontocaudal, discurren por el tallo hipofisario y
tivas son el estímulo con arginina o clonidina. Si la secreción finalizan en la neurohipófisis. A lo largo del trayecto hipo-
de GH es positiva con estos estímulos hipotalámicos, no es fisario en formaciones arrosariadas especiales se liberan las
necesario comprobar el estado de las células somatotropas. dos hormonas neurohipofisarias: la hormona antidiurética
Por el contrario, ante una falta de respuesta a la estimulación (ADH), denominada también vasopresina, y la oxitocina;
hipotalámica, está indicada una prueba de estímulo hipofisa- cada una de ellas es sintetizada en neuronas diferentes y
rio con GHRH, pues una respuesta positiva a ésta indicará transportadas por el flujo axónico empaquetadas con su pro-
que la alteración se localiza en el hipotálamo. Si el resultado teína de transporte o neurofisina (ADH-neurofisina y oxitoci-
de estas pruebas convencionales es normal, no se descarta na-neurofisina). La ADH tiene como misión la conservación
un déficit de secreción espontánea o no estimulada artificial- del agua corporal, mientras que la oxitocina regula la con-
mente de la hormona, por lo que ante una clínica muy suges- tracción muscular y la eyección de leche por el alveolo ma-
tiva se debería evaluar la secreción espontánea de GH a lo mario.
largo de 24 h o durante el sueño, prueba laboriosa y que im-
plica el ingreso hospitalario del niño. En general se conside-
ra que una respuesta de GH ante un estímulo es positiva si
Oxitocina
se obtiene un pico secretor por encima de 10 µg/L. Pero se Es un péptido de 9 aminoácidos que en el momento del
debe tener en cuenta que los modernos análisis de GH leen parto aumenta la excitabilidad uterina y su contracción. Es-
un 25% más bajo que el tradicional radioinmunoanálisis, por timula la contracción de las células mioepiteliales de los
lo cual este límite arbitrario debe ser redefinido. La determi- alveolos mamarios para la eyección de leche y el peristaltis-
nación analítica de las proteínas transportadoras de IGF-I y mo intestinal. No se han descrito afecciones asociadas a su
de GH puede contribuir en el futuro a facilitar los procesos hiposecreción o hipersecreción, por lo que no se estudiará
diagnósticos. en este capítulo.
Establecido un déficit secretor de GH, se debe evaluar a
continuación el resto de las hormonas hipofisarias así como
realizar análisis de imagen por RM del área hipotálamo-hipo-
Hormona antidiurética o vasopresina
fisaria. El diagnóstico diferencial debe excluir trastornos La ADH es un péptido de 9 aminoácidos, de los cuales seis
afectivos, nutricionales o genéticos (síndrome de Turner) forman un anillo y los otros tres una cadena lateral. En el
y enfermedades sistémicas (insuficiencia renal, hepatopatías, hombre uno de estos tres aminoácidos laterales es la argini-
etc.). Especial cuidado debe ponerse en la exclusión de na, por lo que en ocasiones se denomina a la hormona argi-
un hipotiroidismo infantil, que cursa con déficit secundario nina-vasopresina. La función de la ADH es la regulación del
de GH. agua corporal, que el organismo lleva a cabo mediante tres
En el adulto, el déficit de GH se evalúa en el contexto de factores: la ADH, el riñón y la sensación de sed. Aunque tie-
un hipopituitarismo adquirido para calibrar el grado y la ex- ne efectos presores (de ahí el nombre de vasopresina), en el
tensión de la afectación. Los dos estímulos más empleados adulto sano no participa en la regulación de la presión arte-
son la hipoglucemia insulínica (con las precauciones men- rial.
cionadas) o la prueba de estimulación con clonidina y la
prueba de GHRH para evaluar el funcionalismo de las célu- Fisiología. Entre las múltiples variables que regulan la secre-
las somatotropas. ción de ADH (fig. 16.29), la presión osmótica efectiva del
plasma es la más importante. La presión osmótica del plasma
Tratamiento. En la edad adulta no se realiza tratamiento actúa a través de los osmorreceptores, que son células inde-
sustitutivo de GH, dado que aún no se han establecido de pendientes de las productoras de ADH. El osmorreceptor
forma inequívoca sus efectos beneficiosos. El tratamiento funciona como un sistema discontinuo, es decir, por debajo
está limitado a los niños con déficit de GH en las etapas pre- de un nivel determinado (nivel de equilibrio o set-point) no
vias al cierre de los cartílagos de crecimiento. El tratamiento se libera ADH y por encima, la liberación es linealmente de-
del enanismo tipo Laron debería ser con IGF-I, aunque en la pendiente de la presión osmótica (fig. 16.30). Cambios tan
actualidad se encuentra en fase experimental. Para el déficit mínimos como del 1% son capaces de provocar la liberación
secretor de GH de etiología hipotalámica, un tratamiento al- de 1 pmol/L de ADH, cantidad suficiente para alterar la canti-
ternativo podría ser la administración de análogos del GHRH dad y la concentración de la orina excretada. Es esta extraor-
o péptidos relacionados como el GHRP; estos tratamientos se dinaria sensibilidad la que determina que la presión osmóti-
hallan también en fase experimental y a la espera del desa- ca sea el principal regulador de la liberación de ADH y de
rrollo de vías de administración no parenterales. Tras la apa- todo el sistema. El nivel de equilibrio del sistema es variable
rición de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en pacientes tra- de un individuo a otro, pero relativamente constante para
tados con GH extraída de cadáver, ésta fue retirada del cada uno, y se sitúa cerca de los 280 mosm/kg.
mercado internacional; en España, el tratamiento se realiza El sistema de osmorregulación no es igualmente sensible
con GH obtenida por recombinación genética. En la actuali- para todos los solutos; así, el sodio y los aniones (componen-
dad, éste es el único autorizado, y se administra a razón de tes decisivos de la presión osmótica del plasma) son los regu-
0,10-0,15 U/kg/día por vía subcutánea, si bien estas dosis es- ladores más importantes de la secreción de ADH; el manitol
tán en proceso constante de revisión y tienden a incremen- presenta una potencia similar. Por el contrario, la urea y la
2044
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
Sed
Barorreceptores Barorreceptores
carotídeos aórticos 24
Receptores de volumen 20
Osmolaridad
plasmática
16
Vasopresina (pmol/L)
Osmorreceptor
12
Dolor
Emoción
Estrés
Fármacos 8
4
ADH
Osmolaridad plasmática
(mosm/kg)
Fig. 16.29. Esquema de la regulación general de la secreción de
ADH por diversos factores y cambios volumétricos de presión y de os-
molaridad plasmática. Fig. 16.30. Tasa de secreción de ADH ante cambios en la presión
osmótica plasmática.
2045
ENDOCRINOLOGÍA
2046
ENFERMEDADES DEL SISTEMA HIPOTÁLAMO-HIPOFISARIO
ingestión de líquidos para mantener el balance de agua per- TABLA 16.11. Diagnóstico de los estados poliúricos
dida por la orina. En la diabetes insípida renal se secreta
ADH, pero ésta no actúa, con lo que los mecanismos com- Osmolaridad urinaria (mosm/kg)
pensadores son los mismos. En los individuos con poli- Tras deshidratación Tras DDAVP Diagnóstico
dipsia primaria, el aumento de la ingestión de líquidos
ocasiona un descenso de la osmolaridad plasmática y la su- < 300 > 750 Diabetes insípida central
< 300 < 300 Diabetes insípida nefrogénica
presión de la liberación de ADH, con el consiguiente incre- 300-800 < 750 Diabetes insípida central
mento de la diuresis. Existe un gran intercambio de agua, parcial*
pero la osmolaridad plasmática se halla estabilizada en va- Diabetes insípida nefrogénica
lores bajos. parcial**
Polidipsia primaria***
Cuadro clínico. Las manifestaciones principales de la diabe- DDAVP: desmopresina.
tes insípida, tanto central como nefrogénica, y de la polidip- *La ADH al final de la prueba de la deshidratación no aumenta por encima de
sia primaria son idénticas: poliuria, nicturia, sed incesante e 4 pmol/L. Tras la perfusión de suero salino hipertónico la ADH no aumenta al
incremento de la ingestión de líquidos, con especial apeten- doble de su valor basal o por encima de 4 pmol/L.
**La ADH al final de la prueba de la deshidratación sí aumenta por encima de
cia por el agua fría. En los niños puede manifestarse como 4 pmol/L. Tras la perfusión de suero salino hipertónico la ADH sí aumenta al
enuresis. Existen otros síntomas asociados, como insomnio, doble de su valor basal o por encima de 4 pmol/L.
malestar general e impotencia, debidos a los intensos trastor- ***La ADH al final de la prueba de la deshidratación no aumenta por encima
de 4 pmol/L. Tras la perfusión de suero salino hipertónico la ADH sí aumenta
nos en el hábito de vida que causa la enfermedad. Existe una al doble de su valor basal o por encima de 4 pmol/L.
gran variedad en la presentación, desde formas moderadas
hasta pacientes que necesitan beber 15-20 L de agua al día,
lo que determina un proceso ininterrumpido de beber y ori- pesa al paciente. La prueba se interrumpe a las 8 h o en el
nar, noche y día. Siempre que la sensación de sed permanez- momento en que el paciente haya perdido el 5% de su peso
ca intacta, la osmolaridad plasmática se mantendrá estable. inicial, tomando las mismas muestras de sangre y orina. A
El déficit de glucocorticoides ejerce un doble efecto: provo- continuación se administran 2 µg por vía intramuscular de
ca una liberación no regulada de ADH y reduce la permeabi- desmopresina (DDAVP), el análogo de la ADH, y se recoge
lidad tubular al agua. Por esta razón, en pacientes con hipo- orina cada 4 h hasta las siguientes 16 h para medir la osmo-
pituitarismo y diabetes insípida moderada el cuadro puede laridad. Tras la administración de DDAVP, el paciente pue-
quedar enmascarado y revelarse sólo al comenzar el trata- de comer una colación y beber moderadamente. Dado que
miento sustitutivo con glucocorticoides. la sed que se genera durante esta prueba es muy intensa, se
En la diabetes insípida que sigue a una intervención qui- debe vigilar que el paciente no beba agua a escondidas. Si
rúrgica, por ejemplo por un adenoma hipofisario, es clásica tras la prueba se observa una osmolaridad plasmática nor-
la descripción de tres etapas. La primera fase, de poliuria in- mal (285-295 mosm/kg) y en alguna de las mediciones
mediatamente tras la intervención, dura hasta 4 días y se atri- la orina tuvo una osmolaridad superior a 800 mosm/kg, la
buye a la parálisis de los axones lesionados, que no liberan prueba puede considerarse normal. Una mala concentra-
hormona. A esta fase le sigue, durante 4-6 días, una segunda ción de orina tras la deshidratación con una buena eleva-
de normalidad e incluso de secreción inadecuada de ADH, ción tras la DDAVP indica diabetes insípida central, y una
que se atribuye a la descarga incontrolada de la hormona mala elevación tras la DDAVP, una diabetes insípida nefro-
presente en las terminaciones axónicas a medida que éstas génica (tabla 16.11).
degeneran. Por último, si la lesión fue ligera evoluciona a la Determinación de ADH y prueba del suero salino hipertóni-
normalidad, pero si se produjo lesión retrógrada de los so- co. Algunos resultados no permiten clarificar el diagnóstico
mas neuronales, transitoria (meses) o persistente, se instaura por su solapamiento con otros procesos, sobre todo con los
la tercera fase de diabetes insípida permanente. En la prime- síndromes parciales o con la polidipsia primaria. La razón es
ra fase existe riesgo vital para el paciente, dado que, al estar que en algún caso parcial de diabetes insípida nefrogénica
aún bajo los efectos de la anestesia, no puede obedecer a la existen receptores en menor número o función que pueden
sensación de sed para compensar la poliuria. responder a dosis masivas de ADH (o DDAVP). Por otra par-
te, cualquier proceso que cursa con una poliuria prolongada
Diagnóstico. Ante un cuadro clínico compatible, antes de e intensa durante meses puede llevar a una pérdida de solu-
comenzar el proceso de diferenciación entre las tres causas to intersticial en la médula renal que rompa el gradiente ori-
reseñadas de poliuria, se debe demostrar una diuresis supe- na-intersticio y haga imposible la extracción de agua, incluso
rior a 2,5 L/24 h con baja osmolaridad urinaria y una osmola- cuando la ADH actúe correctamente. La medición de ADH
ridad plasmática elevada. Si estos parámetros son normales, plasmática al comienzo y al final de la prueba de la deshidra-
es poco probable una alteración en el metabolismo hídrico. tación permite precisar más el diagnóstico de diabetes insípi-
Los datos de la bioquímica general son de poca ayuda, ex- da nefrogénica. La perfusión de suero salino hipertónico
cepto si aparece hipercalcemia o hipopotasemia, más pro- (suero salino al 5% durante 2 h a razón de 0,06 mL/kg/min)
pias de la diabetes insípida nefrogénica. midiendo cada 30 min la osmolaridad y la ADH plasmáticas,
Prueba de la deshidratación. Es la prueba más generaliza- permite el diagnóstico de diabetes insípida central. Los pa-
da y de especial utilidad para el diagnóstico. Consta de dos cientes con insuficiencia cardíaca deben ser excluidos (ta-
partes: en la primera se restringe totalmente la ingestión de bla 16.11).
agua, y se miden el volumen y la osmolaridad urinarios, la Tratamiento de prueba con DDAVP. Un método diagnósti-
osmolaridad plasmática y, si es posible, la ADH plasmática, y co alternativo es realizar un tratamiento de prueba con
en la segunda se inyecta ADH y se observa la capacidad de DDAVP, a razón de 1-2 µg/día por vía intramuscular durante
concentración del riñón. 4 días. Los pacientes con diabetes insípida central experi-
Antes de comenzar la prueba, debe permitirse al pacien- mentarán una clara mejoría, a diferencia de los afectos de
te una buena hidratación. A primera hora de la mañana se diabetes insípida nefrogénica, si bien en estos últimos un in-
obtienen muestras para determinar ADH y osmolaridad cremento de hasta 10 veces en la dosis de DDAVP consigue
plasmática y osmolaridad urinaria. A continuación se pesa una mejoría ligera. Por el contrario, los pacientes con poli-
al paciente. Debe recordarse que la osmolaridad plasmáti- dipsia primaria continúan con su ingesta de agua y desarro-
ca de los pacientes con polidipsia primaria tiende a ser me- llan hiponatremia. Para efectuar este tratamiento el paciente
nor que en los pacientes con diabetes insípida. Se restringe debe estar ingresado y sometido a una vigilancia estricta.
luego la ingestión de agua o líquidos durante 8 h. Cada 2 h Tras establecer el diagnóstico se debe determinar la etiología
se obtienen muestras de orina, para medir el volumen y la de base, mediante el empleo de la imagen (RM) del área hi-
osmolaridad, y de plasma, para medir su osmolaridad, y se potálamo-hipofisaria.
2047
ENDOCRINOLOGÍA
Tratamiento. Las formas leves, con una diuresis inferior a TABLA 16.12. Causas de secreción inadecuada de ADH
4 L/día, no requieren tratamiento, excepto reforzar la idea
del paciente de que debe beber agua siempre que tenga sed. Alteraciones neurológicas
En las formas más intensas se emplea DDAVP, análogo sinté- Infecciosas (meningitis, encefalitis, abscesos)
Tumores cerebrales
tico de la ADH con vida media prolongada, alta actividad an- Traumatismos
tidiurética y baja actividad vasopresora, características que la Síndrome de Guillain-Barré
hacen idónea para el tratamiento incluso de pacientes con Hemorragia subaracnoidea
cardiopatía. Aunque la dosis es variable de un individuo a Síndrome de Shy-Drager
otro, habitualmente se administran 5 µg 2 veces al día por vía Porfiria aguda intermitente
intranasal, pudiendo llegar a 80 µg/día. Si se requiere la Hidrocefalia
vía parenteral, se puede administrar la formulación inyecta- Atrofia cerebral
ble del DDAVP, a razón de 1-2 µg/día en dos dosis. En las for- Trombosis del seno cavernoso
mas leves o en pacientes con diabetes insípida transitoria por Neoplasias malignas
intervenciones transesfenoidales, se puede llevar a cabo el Carcinoma de células pequeñas de pulmón
tratamiento exclusivamente al acostarse, para permitir un Carcinoma de páncreas, duodeno, uréter, próstata,
buen descanso al paciente, y el resto del día efectuar la regu- vejiga urinaria
lación basándose en la sed. Linfoma y leucemia
En la diabetes insípida nefrogénica se debe tratar la causa, Mesotelioma
si ésta es corregible. Alternativamente, en las formas parcia- Sarcoma de Ewing
les se puede intentar aumentar en 10 veces la dosis de
Enfermedades pulmonares
DDAVP. En caso de fallar estas posibilidades, el tratamiento Tuberculosis
alternativo se basa en diuréticos tiazídicos, en combinación Neumonía
con inhibidores de la síntesis de prostaglandinas. En la poli- Fibrosis quística
dipsia primaria se debe orientar el tratamiento hacia las alte- Enfisema
raciones psíquicas. Neumotórax
Asma
Ventilación con presión positiva
Síndrome de hiperfunción de ADH
Fármacos
Síndrome de secreción inadecuada de ADH Vasopresina
Oxitocina
Concepto y etiología. El síndrome es la causa más común de Ciclofosfamida, vincristina, cisplatino, vinblastina
hiponatremia normovolémica e incluye un número de trastor- Clorpropamida
nos que cursan con liberación sostenida y no regulada de Diuréticos tiazídicos
ADH. En estos casos se produce una expansión del volumen Fenotiazinas
circulante por retención de agua libre, y la osmolaridad urina- Carbamazepina
ria es superior a la plasmática o inapropiadamente elevada. Inhibidores de la monoaminoxidasa
Nicotina
Un cuadro puede diagnosticarse como síndrome de secre- Antidepresivos tricíclicos
ción inadecuada o de antidiuresis inadecuada si cumple los Barbitúricos
siguientes criterios diagnósticos: a) existe hiponatremia dilu-
cional; b) se observa una excreción renal de sodio manteni- Otros
da; c) la osmolaridad urinaria es, en general, mayor que la Fluidoterapia postoperatoria inapropiada
plasmática, y d) se han excluido problemas renales, suprarre- Psicosis aguda
nales, edemas, hipotensión e hipovolemia. Las causas de se- Lupus
creción inadecuada de ADH son variadas (tabla 16.12). Quemaduras
Idiopática
En algunos procesos malignos, como las neoplasias pul-
monares, se ha observado la producción de ADH e incluso
de neurofisina por el tumor (síndrome de Schwartz-Bartter).
No obstante, en un número de casos no se ha detectado un Diagnóstico. El diagnóstico se confirma por el hallazgo de hi-
aumento de ADH plasmática, por lo que se sospecha la exis- ponatremia dilucional con osmolaridad plasmática disminui-
tencia de otras sustancias antidiuréticas. En cuanto a la larga da y excreción urinaria de sodio superior a 20 mmol/L. La de-
lista de fármacos que inducen el síndrome, unos aumenta- terminación de la ADH plasmática no contribuye al
rían la liberación de ADH y otros incrementarían su acción diagnóstico y sólo se efectúa con fines de investigación. Si
sobre el túbulo renal. existen dudas diagnósticas, y siempre que el sodio plasmático
sea superior a 125 mmol/L, se puede emplear como prueba
Fisiopatología. La combinación de ADH en cantidades de- diagnóstica una sobrecarga de agua, administrando 20 mL/kg
tectables e incluso elevadas y el mantenimiento de la inges- de agua en un período de 20 min y recogiendo orina en las
tión de agua es la base del síndrome. Cuando se produce la 5 h siguientes. Las personas sanas excretan el 80% del agua,
expansión de volumen, comienza la excreción aumentada mientras que los pacientes con síndrome de secreción inade-
de sodio, por mecanismos no conocidos. La secreción de cuada eliminan menos del 40% y no diluyen la orina.
ADH es errática en un tercio de los pacientes, y en otro tercio
el osmorreceptor hipotalámico se ha reajustado para liberar Tratamiento. En general, el tratamiento del síndrome de se-
la hormona ante osmolaridades inapropiadas. creción inadecuada de ADH se orienta a la corrección de la
causa subyacente. Si se requiere tratamiento, se debe indicar
Cuadro clínico. Los pacientes presentan hiponatremia (so- la restricción de la ingestión de agua a 500-1.000 mL/día. Si
dio inferior a 130 mmol/L), que puede llegar a ser muy inten- en 1 o 2 días no se observan cambios, hay que asociar diuré-
sa (menor de 115 mmol/L). Una proporción importante no ticos (furosemida, 40-80 mg/día). Cuando la hiponatremia es
tiene síntomas, y la alteración se detecta exclusivamente por muy intensa puede ser necesaria su corrección mediante la
datos de laboratorio. El cuadro característico consiste en de- administración de 200-300 mL de suero salino hipertónico
bilidad, confusión mental, letargia, cefalea, anorexia, náu- (3-5%) en un período de 6 h, con monitorización de la natre-
seas y vómitos, irritabilidad y depresión. Por lo general, los mia. Si bien la hiponatremia es peligrosa, también lo es la
síntomas empeoran a medida que se agrava la hiponatremia, corrección rápida, que puede provocar un cuadro de des-
y pueden aparecer mareos, reflejos disminuidos, convulsio- mielinización osmótica. Como regla general el sodio plas-
nes y coma o, incluso, la muerte. mático no debe incrementarse a una velocidad superior a
2048
EPÍFISIS O GLÁNDULA PINEAL
12 mmol/24 h. En casos de tumor no tratable por otros me- FORREST JN, COX M, HONG C, MORRISON G, BIA M, SINGER I. Superiority of
dios y síndrome de secreción inadecuada de ADH crónico demeclocycline over lithium in the treatment of chronic syndro-
de otra etiología se puede ensayar la administración de car- me of inappropriate secretion of antidiuretic hormone. N Engl J
Med 1978; 298: 173-177.
bonato de litio (0,9 g/día) o, aún mejor, de demeclociclina FROHMAN LA. Diseases of the anterior pituitary. En: FELIG P, BAXTER J,
(0,6-1,2 g/día). BROADUS A, FROHMAN LA (eds). Endocrinology and metabolism,
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ford, Blackwell, 1986; 5-31. York, McGraw-Hill, 1987; 338-388.
2049
ENDOCRINOLOGÍA
A B 50
40
N = 11 (6 , 5 )
Circulación general X ± EE
Melatonina (pg/mL)
30
Tracto
retinohi-
potalámico
Glándula 20
pineal LCR
Hipotálamo
GCS 10
5
Médula espinal
Horas 10 12 14 17 19 21 23 1 3 5 7 9
de día
Luz apagada
C * *
D
90 120
* 110
* 100
80
* Melatonina (pg/mL: X ± EE)
90
Melatonina (pg/mL)
40 80
70
30 60
50
20 40
30
10 20
<5 10
23 0 1 2 3 Horas 10 12 14 16 18 20 22 24 2 4 6 8
9 10 11 12 13 del día
Horas del día
Noche Anorexia (n = 4) Luz apagada
Día Controles (n = 4)
Fig. 16.32. A. Glándula pineal como transductor neuroendocrino y su organización funcional polisináptica. GCS: ganglio cervical superior.B. Va-
riaciones circadianas de la melatonina sérica en voluntarios sanos. C. Secreción episódica nocturna de melatonina en varón sano. (* Identificación
de un ciclo significativo.) D. Aumento diurno y nocturno de la melatonina sérica en pacientes con amenorrea hipotalámica (anorexia nerviosa).
pero se detecta hasta en el 30% de los casos a la edad de concentraciones plasmáticas nocturnas y diurnas de melato-
15 años. La demostración de una glándula calcificada, nina (fig. 16.32 D). También se ha observado la potenciación
de diámetro superior a 1,0 cm, sugiere la posibilidad de neo- de la secreción pineal en pacientes con anorquia, así como
plasia pineal (fig. 16.33 A). La tomografía computarizada en otras formas de hipogonadismo primario, que se inhibe
(TC) y, sobre todo, la resonancia magnética (RM) han des- parcialmente tras tratamiento sustitutivo con testosterona.
plazado a la radiografía simple en el estudio de la mayoría Todo ello, en suma, sugiere una modulación inhibitoria ejer-
de las lesiones epifisarias (fig. 16.33 B-D). cida por los esteroides gonadales sobre la síntesis de melato-
nina en seres humanos.
El aumento de la edad se acompaña de una reducción
Melatonina y alteraciones del eje gradual de los niveles de melatonina circulante. Diversos
hipotálamo-hipofisogonadal autores han encontrado concentraciones circulantes de
melatonina elevadas durante la infancia; para algunos se
Se ha sugerido que la melatonina ejerce un papel permisi- correlacionan negativamente con los valores nocturnos de
vo sobre la maduración del eje hipotálamo-hipofisogonadal. LH, aunque según la experiencia de otros esto no es así. La
En este sentido, se ha demostrado la asociación de niveles concentración plasmática de la indolamina desciende a
circulantes disminuidos de melatonina con macrogenitoso- medida que prosigue la maduración sexual, postulándose
mía en el síndrome de fragilidad del cromosoma X. una acción antigonadotrópica para la melatonina. El des-
En pacientes con amenorrea hipotalámica y, en particular, censo de melatonina circulante durante la adolescencia
con anorexia nerviosa, se ha comprobado un aumento de las acompaña al ascenso de la concentración plasmática de
2050
EPÍFISIS O GLÁNDULA PINEAL
2051
ENDOCRINOLOGÍA
depresión, lo que ha llevado a sugerir que la melatonina cir- drocefalia, cefaleas, vómitos, papiledema y alteración de
culante puede constituir un marcador genético para dicho conciencia; es relativamente frecuente la presencia del sín-
trastorno depresivo. Se ha implicado también a la melatoni- drome de Parinaud (parálisis de la mirada conjugada hacia
na en el síndrome afectivo estacional (Rosenthal), caracteri- arriba). Otros síntomas asociados son hiperfagia o, por el
zado por episodios depresivos anuales (en el hemisferio nor- contrario, anorexia, trastornos de la temperatura, etc. La ca-
te, entre diciembre y febrero, es decir, los días más cortos del dena beta de la gonadotropina coriónica humana (β-GCH)
año) en pacientes con tendencia a la hipersomnia y ganan- es el marcador más comúnmente secretado por los tumores
cia ponderal, y con predilección selectiva por la ingesta germinales de la pineal; el antígeno carcinoembrionario y la
abundante de hidratos de carbono. Algunos de estos pacien- alfafetoproteína son también dos marcadores de cierta utili-
tes responden en forma espectacular a la fototerapia, y el sín- dad. No se dispone de otros marcadores útiles para la identi-
drome depresivo desaparece tras la exposición diaria a va- ficación de tumores pineales no germinales.
rias horas de luz intensa. Sólo un porcentaje pequeño de los tumores pineales oca-
siona precocidad sexual, probablemente por destrucción de
regiones hipotalámicas próximas responsables de la inhibi-
Efectos farmacológicos de la melatonina ción tónica de la Gn-RH y de la secreción de gonadotropinas
y/o por reducción de la secreción de melatonina en niños
Los efectos más constantes tras la administración de me- prepuberales, que ocasiona pérdida de su capacidad antigo-
latonina son sedación y analgesia ligeras. Dosis de hasta nadotrópica.
6 g/día no se han acompañado de efectos colaterales impor- Aproximadamente el 40% de los tumores de la región pi-
tantes. Con diferentes dosis se observan: inducción del sue- neal son benignos. Mediante técnicas de microcirugía es po-
ño, reducción de la ansiedad y sedación ligera, con sensa- sible la extirpación completa de estas lesiones, incluso en ca-
ción de bienestar. sos de neoplasia maligna. Con la introducción de la RM no
Hay datos experimentales que sugieren un papel neuroin- resulta excepcional el hallazgo de pequeños quistes pinea-
munomodulador de la melatonina; asimismo, se ha preconi- les, clínicamente asintomáticos y de estirpe benigna, que en
zado su utilización por vía oral en pacientes con SFDA, en la mayoría de los casos no requieren tratamiento alguno sino
los que se ha observado un incremento en la concentración sólo vigilancia periódica (fig. 16.33 D). En los casos de tumo-
sanguínea periférica de células natural killer y de linfocitos res secretores, la monitorización prequirúrgica y posquirúrgi-
no T y no B, junto con una mejoría global del estado general. ca de los niveles circulantes de melatonina resulta muy útil
Estos hechos se han confirmado, asimismo, en voluntarios para valorar la eficacia de la cirugía y la posibilidad de reci-
sanos y en pacientes neoplásicos terminales, respectivamen- diva tumoral. La supervivencia es más prolongada en los
te. En conclusión, la melatonina puede llegar a ser de utili- jóvenes (hasta 65% en seguimientos entre 2 y 15 años). Por
dad en aquellas situaciones clínicas en que se desee estimu- último, los germinomas son tumores radiosensibles (dosis te-
lar la reacción inmune. rapéuticas, 40-50 Gy).
Otro efecto beneficioso de la melatonina administrada far-
macológicamente es que combate la jet lag que aparece al
emprender un vuelo transoceánico hacia el Este de larga du-
ración. En comparación con los voluntarios tratados con pla-
cebo, los que recibieron melatonina oral sufrieron menos Bibliografía especial
alteraciones del ritmo sueño-vigilia y reentrenaron más rápi- ARENDT J, ALDHOUS M, MARKS V. Alleviation of jet-lag by melatonin:
damente sus ritmos endógenos de cortisol y melatonina. En preliminary results of controlled double blind trial. Br Med J 1986;
resumen, la melatonina posee un potencial profiláctico y te- 292: 1.170.
rapéutico para estabilizar y reconducir ritmos internos altera- BERGA SL, MOSTOLE JF, YEN SSC. Amplification of nocturnal melatonin
dos, evitando anomalías temporales endógenas y potenciales secretion in women with functional hypothalamic amenorrhea. J
enfermedades consecuentes. Clin Endocrinol Metab 1988; 66: 242-244.
DE LEIVA A, TORTOSA F, PEINADO MA, SERRANO J, RODRÍGUEZ-ESPINOSA J,
PUIG-DOMINGO M. Episodic nycthemeral secretion of melatonin in
adult humans: lack of relation with LH pulsatile pattern. Acta En-
Tumores pineales docrinol 1990; 122: 76-82.
MAESTRONI JM, CONTI A, PIERPAOLI W. Melatonin, stress and the immu-
Los tumores pineales representan, aproximadamente, el ne system. Pineal Res Rev 1989; 7: 203-226.
1% de todos los tumores intracraneales (fig. 16.33 B). De for- O’HARE JP, O’BRIEND IAD, ARENDT J. Does melatonin deficiency cause
ma esquemática, pueden dividirse en tres grupos: a) los pi- the enlarged genitalia of the fragile-X syndrome? Clin Endocrinol
nealomas, procedentes de las células parenquimatosas (pi- (Oxford) 1986; 24: 327-333.
nealocitos), subdivididos a su vez en pineoblastomas y PEINADO MA, VIADER M, PUIG-DOMINGO M, HERNÁNDEZ G, REITER RJ, WEBB
SM. Regional distribution of immunoreactive somatostatin in the
pineocitomas, dependiendo del grado de diferenciación ce- bovine pineal gland. Neuroendocrinology 1989; 50: 550-554.
lular; representan el 20% del total de neoplasias pineales; PUIG-DOMINGO M, WEBB SM, SERRANO J, PEINADO MA, CORCOY R, RUSCA-
b) los tumores de la neuroglia, que constituyen el 25 del to- LLERA J et al. Melatonin-related hypogonadism. N Engl J Med 1992;
tal, y c) los tumores germinales pineales (50% del total) que 327: 1.356-1.359.
incluyen seminomas (germinomas), carcinomas embriona- TORTOSA F, PUIG-DOMINGO M, PEINADO MA, ORIOLA J, WEBB SM, DE LEIVA
rios, teratomas, coriocarcinomas y tumores del saco vitelino. A. Enhanced circadian rhythm of melatonin in anorexia nervosa.
Estas neoplasias derivan de células germinales que emigra- Acta Endocrinol 1989; 120: 574-578.
ron del saco vitelino y se ubicaron en zonas anómalas (me- WALDHAUSER F, FRISCH H. WALDHAUSER M, MEISZENBACKER G, ZEITLHUBER
U, WURTMAN RJ, Fall in nocturnal serum melatonin during perpu-
diastino, línea media paraventricular, etc.). Los germinomas berty and pubescence. Lancet 1984; 2:362-365.
suelen infiltrar el tercer ventrículo y el suelo del hipotálamo y WEAVER DR, STEHLE JH, STOPA EG, REPPERT SM. Melatonin receptors in
producen la tríada característica: atrofia óptica, diabetes insí- human hypothalamus and pituitary: Implications for circadian
pida e hipogonadismo (fig. 16.33 C). La compresión asocia- and reproductive responses to melatonin. J Clin Endocrinol Metab
da del acueducto de Silvio puede originar un cuadro de hi- 1993; 76: 295-301.
2052
Enfermedades del tiroides
M. Foz Sala, A. Sanmartí Sala y A. Lucas Martín
2053
ENDOCRINOLOGÍA
NH2 IT
DI
3 M
T
OH CH2-CH TG
T3
COOH T4
Monoyodotirosina (MIT)
NH2
3
OH CH2-CH IT
DI
M
T
5 MIT TG
COOH
T3
T3 T4
Diyodotirosina (DIT)
T4 DIT
NH2 5
3' 3
OH 0 CH2-CH 3
5' TG
5 DIT
COOH
2054
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
2055
ENDOCRINOLOGÍA
Historia clínica actual. En la recogida de los síntomas de- ción es limitado. Por una parte se trata de un dato muy subje-
ben incluirse las posibles alteraciones de la región cervical, tivo que puede ser valorado de modo distinto por diversos
en el caso de que se trate de una afección tiroidea que curse exploradores y, por otra, la misma consistencia, o similar,
con dolor o con aumento de tamaño de la glándula, y las al- puede hallarse en tiroidopatías de muy distinta estirpe. La
teraciones que se producen en los diversos aparatos y siste- nomenclatura utilizada por los diversos autores es muy diver-
mas en el caso de que exista un trastorno hipofuncional o hi- sa: blanda, referida sobre todo a algún tipo de bocio (predo-
perfuncional del tiroides. En los apartados dedicados al minio de transformación coloide); firme, referido al tiroides
estudio de los procesos responsables de estos síndromes se normal y a diversas tiroidopatías, por ejemplo, a la tiroiditis
describen las citadas alteraciones. El interrogatorio, siempre de Hashimoto; dura, que se observa habitualmente en los nó-
dirigido en el caso de sospecha de hipofunción o hiperfun- dulos, sean éstos benignos o malignos, y pétrea, que se palpa
ción tiroidea, debe descubrir la posible aparición de sínto- en algunos carcinomas, en zonas calcificadas de bocio mul-
mas compatibles con los citados trastornos funcionales de la tinodular y en la tiroiditis de Riedel.
glándula tiroides. La presencia de dolor en la palpación no es un hallazgo
muy frecuente. Puede orientar el diagnóstico hacia una tiroi-
ditis subaguda de De Quervain, afección típicamente doloro-
Exploración física* sa, o hacia una hemorragia intraquística. El frémito, a su vez,
es un hallazgo infrecuente que se observa sobre todo en la
La práctica de una exploración física correcta y detallada enfermedad de Graves-Basedow, que cursa con una abun-
en un paciente en el que se sospecha una tiroidopatía posee dante vascularización, y siempre que una gran masa tiroidea
extraordinario interés. Tanto es así, que en muchos casos, produzca una compresión arterial. La palpación de la región
tras la recogida de los síntomas en una correcta historia clíni- laterocervical permite descubrir, a menudo, adenopatías
ca, y la realización de una cuidadosa exploración física, el que, en ocasiones, aun en ausencia de una lesión palpable
diagnóstico queda perfectamente establecido, y los métodos de la glándula, corresponderán a una metástasis de un carci-
de exploración complementaria sólo deben usarse con suma noma papilar del tiroides.
parquedad con el modesto propósito de confirmar el diag- Auscultación. Suele ofrecer datos poco relevantes. En algu-
nóstico clínico. nos casos de enfermedad de Graves-Basedow puede aprecia-
La exploración física en las enfermedades del tiroides se la existencia de un soplo. Éste también puede auscultarse
comprende la exploración local, referida a la glándula tiroi- cuando se produce compresión arterial por la presencia de
des, y la exploración general, amplia y multisistémica, que una gran masa tiroidea.
debe recoger las posibles alteraciones producidas en todo el Exploración general. Ante la sospecha de hipofunción o hi-
organismo como consecuencia de una alteración funcional perfunción, la exploración física general del paciente debe
del tiroides. dirigirse con especial atención a los posibles signos produci-
Exploración local. La exploración del tiroides debe formar dos por los citados síndromes en los diversos aparatos y siste-
parte de una correcta pauta de exploración general de un mas del organismo. Estas repercusiones pueden poseer una
paciente que es visitado por primera vez por un médico. No extraordinaria relevancia clínica y se estudiarán en los apar-
obstante, esta exploración debe ser especialmente minucio- tados referidos al hipotiroidismo y al hipertiroidismo. Cabe
sa cuando se sospeche la presencia de una tiroidopatía. La adelantar que esta exploración física general debe ser espe-
exploración física del tiroides comprende tres fases distintas cialmente detenida en la piel, los ojos, el aparato circulato-
de diferente importancia: rio, el sistema nervioso y la musculatura esquelética.
Inspección. Es una fase obligada que debe preceder en to-
dos los casos a la palpación. Puede descubrir la presencia de
cicatrices operatorias, lesiones dérmicas, secuelas de una an- Pruebas diagnósticas*
tigua irradiación y, sobre todo, un bocio, que puede hacerse
más visible cuando el paciente habla o cuando mueve la ca- Con mucha frecuencia, una anamnesis y una exploración
beza hacia atrás y, sobre todo, cuando se le pide que degluta física correctas orientan claramente el diagnóstico en la afec-
saliva o agua. ción tiroidea. Por ello, en muchas ocasiones, la utilidad de
Palpación. Es la maniobra más importante, ya que permite las exploraciones complementarias se limita a la confirma-
precisar las alteraciones observadas en la inspección o des- ción de las alteraciones.
cubrir alguna que ésta no haya puesto en evidencia. La ma- Las pruebas diagnósticas de las enfermedades del tiroides
niobra puede realizarse con el explorador situado detrás o pueden clasificarse en cuatro grupos: pruebas funcionales,
delante del paciente. Es preferible esta última posición, por- estudio de los trastornos inmunológicos, diagnóstico morfo-
que permite completar la inspección mientras se realiza la lógico y diagnóstico citológico.
palpación. Ésta se efectúa con los pulpejos de ambos pulga- En la tabla 16.13 se resumen las exploraciones comple-
res, mientras el resto de las manos colabora en las maniobras mentarias utilizadas en el diagnóstico de las tiroidopatías.
complementarias de la exploración. Éstas consisten en el
cambio de posición de la cabeza hacia delante o hacia am-
bos lados, para relajar los músculos esternocleidomastoi-
Pruebas funcionales
deos, o en la desviación de la laringe conseguida con una A continuación se describen las exploraciones más útiles
movilización suave del cartílago tiroides. Estas maniobras desde el punto de vista clínico:
permiten precisar mejor las características del agrandamien-
to tiroideo y, en ocasiones, descubrir pequeños nódulos que, Determinación de las concentraciones plasmáticas de hormonas
de otro modo, no serían palpables. tiroideas, otros compuestos yodados y proteínas
Hay que destacar, no obstante, que la palpación del tiroi- transportadoras**
des no presupone, en todos los casos, la existencia de una
afección de la glándula dado que un tiroides normal puede Determinación de la concentración sérica de T4 libre. Dado
ser palpado en un individuo muy delgado. que las variaciones, tanto cuantitativas como cualitativas de
Es conveniente señalar un aspecto de la palpación tiroi- las proteínas transportadoras de las hormonas tiroideas,
dea, referente a la consistencia y a la posible existencia de
dolor y de frémito. La consistencia del tejido tiroideo palpado
siempre debe ser reseñada, aunque el valor de esta observa-
*M. Foz Sala
**Los valores de normalidad de las determinaciones hormonales citados en
este capítulo lo son a título de orientación, puesto que pueden variar según los
*M. Foz Sala laboratorios y las técnicas utilizadas.
2056
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.13. Exploraciones complementarias en el diagnóstico Los niveles de hormonas tiroideas totales aumentan en el
de las tiroidopatías hipertiroidismo y disminuyen en el hipotiroidismo, aunque
en diversas situaciones, como en el síndrome de resistencia
Pruebas de función tiroidea a la acción de las hormonas tiroideas o en casos de alteracio-
Determinación de las concentraciones plasmáticas de hormonas
tiroideas, otros compuestos yodados y proteínas nes de la TBG, esta regla general no se cumple.
transportadoras Determinación de las concentraciones séricas de TBG y
Determinación de la concentración sérica de T4 libre TBPA. Como ya se ha indicado, modificaciones en las con-
Determinación de la concentración sérica de T3 libre centraciones de las proteínas transportadoras pueden alterar
Determinación de los niveles plasmáticos de tiroxina los niveles totales de T4 y, en menor grado, de T3 e inducir a
y triyodotironina totales errores. Aunque las determinaciones de hormonas libres han
Determinación de las concentraciones séricas de TBG y TBPA obviado este problema, en algunas situaciones resulta de uti-
Determinación plasmática de T3 inversa lidad, al menos teórica, confirmar la existencia de alteracio-
Determinación plasmática de tiroglobulina
Pruebas del metabolismo tiroideo in vivo utilizando isótopos nes de la TBG. En estos casos, como cuando se sospecha la
radiactivos existencia de alteraciones hereditarias de la TBG, puede re-
Captación tiroidea de radioyodo sultar útil la determinación de las concentraciones séricas de
Prueba de descarga del 131I con perclorato la proteína, que se realiza por RIA (valor normal, 1-2 mg/dL).
Medición de los efectos periféricos producidos por las hormonas Los niveles de TBG aumentan, además de en presencia de
tiroideas alteraciones familiares, durante el embarazo, en algunas he-
Exploración de la regulación hipotálamo-hipofisotiroidea patopatías y con la administración de determinados fárma-
Determinación de la TSH plasmática basal cos (estrógenos, tamoxifeno, perfenazina) y disminuyen en
Prueba de estimulación con TRH de la secreción de TSH
hipofisaria pacientes con enfermedades generalizadas graves, en los
Estudio de los trastornos inmunológicos afectos de síndrome nefrótico y con la toma de andrógenos y
Determinación de anticuerpos antitiroideos circulantes glucocorticoides a dosis altas, entre otras situaciones.
Anticuerpos antiperoxidasa y antitiroglobulina La determinación de las concentraciones séricas de TBPA
Anticuerpos antirreceptor de la TSH resulta de menor utilidad.
Estudio de la morfología tiroidea Los pacientes en tratamiento con amiodarona presentan
Gammagrafía tiroidea cifras elevadas de rT3.
Ecografía cervical Determinación plasmática de rT3. La rT3, que corresponde
Tomografía computarizada cervical
Estudio citológico aproximadamente a la tercera parte de la T3T, puede deter-
Citología tras punción aspirativa con aguja fina minarse en suero mediante RIA. Sus valores normales son
0,39-1,15 nmol/L (25-75 ng/dL). Su determinación tiene más
TBG: proteína transportadora de tiroxina; TBPA: prealbúmina transportadora utilidad teórica que real en el diagnóstico diferencial del sín-
de tiroxina.
drome de la T3 baja, en el que se encuentran cifras elevadas.
Sin embargo, esta situación se diagnostica fácilmente con la
determinación de la TSH plasmática (véase más adelante)
especialmente de la TBG, pueden modificar las concen- por lo que los niveles de rT3 raras veces se determinan en la
traciones plasmáticas totales de T4 y T3, y ocasionar errores práctica clínica habitual. Los pacientes en tratamiento con
de valoración, se han desarrollado métodos para determinar amiodarona presentan cifras elevadas de rT3.
sus fracciones libres. Determinación plasmática de tiroglobulina. La determina-
Con la valoración simultánea de los niveles de TSH (véase ción seriada de tiroglobulina resulta de gran utilidad en el se-
más adelante), la determinación de T4 libre constituye, en la guimiento de pacientes afectos de carcinoma diferenciado
actualidad, la exploración inicial y de mayor utilidad en el del tiroides. La tiroglobulina se determina por RIA y sus valo-
estudio de la función tiroidea. Puede realizarse mediante téc- res normales oscilan entre 10 y 40 ng/mL (10-40 µg/L). La pre-
nicas de diálisis, ultrafiltración y radioinmunoanálisis (RIA) y sencia de anticuerpos antitiroglobulina (véase más adelante)
sus valores de normalidad oscilan entre 10 y 25 pmol/L (0,7- puede interferir en la prueba; por esta razón, en la actualidad
2,1 ng/dL). se recomienda realizar técnicas de separación de estas inmu-
Los niveles de T4 libre son un fiel reflejo de la situación noglobulinas, antes de determinar la tiroglobulina.
funcional de la glándula tiroides; así, están elevados en situa- La observación del aumento de la tiroglobulina que se
ción de hipertiroidismo y son bajos cuando existe hipofun- produce en determinadas situaciones de hiperfunción tiroi-
ción tiroidea. En el síndrome de resistencia a la acción de las dea carece de utilidad en la práctica clínica habitual. Por el
hormonas tiroideas pueden hallarse valores elevados de hor- contrario, su elevación en pacientes previamente tratados
monas tiroideas libres con situación metabólica eutiroidea o con tiroidectomía y radioyodo por carcinoma diferenciado
incluso hipotiroidea. del tiroides reviste gran interés, puesto que constituye un ín-
Determinación de la concentración sérica de T3 libre. La uti- dice de alta sospecha de la existencia de una enfermedad
lidad de esta exploración en la clínica diaria se limita a la va- activa.
loración más teórica que práctica de los pacientes afectos Otras pruebas funcionales. Tanto los métodos de determi-
del síndrome de la T3 baja o de las situaciones poco frecuen- nación de los niveles de hormonas circulantes a través de la
tes de T3-tirotoxicosis. La T3 libre se determina por radioinmu- yodometría –yodo total, yodo ligado a proteínas (PBI), yodo
noanálisis y es normal una concentración de 3-8 pmol/L extraíble por butanol (BEI) y yodo tiroxínico– como las prue-
(230-660 pg/dL). La T3 libre sérica aumenta en el hipertiroi- bas de captación in vitro de T4 y T3, y el cálculo de los índi-
dismo y disminuye en fases avanzadas del hipotiroidismo. ces de T4 y T3 libres han quedado anticuados y no se utilizan
Determinación de los niveles plasmáticos de tiroxina y triyo- en la actualidad para el estudio de la función tiroidea.
dotironina totales (T4T y T3T). Aunque sigue realizándose en
casi todas las clínicas de enfermedades tiroideas, la determi- Pruebas del metabolismo tiroideo in vivo con isótopos
nación de T4T debe considerarse una exploración desplaza- radiactivos
da por la determinación de la fracción libre de la hormona. Captación tiroidea de radioyodo. Esta técnica, de utilidad
Puede practicarse, entre otras, mediante técnicas de RIA y limitada en la clínica cotidiana, explora la capacidad de la
sus niveles normales son de 60-140 nmol/L (4-11 µg/dL). glándula tiroides para captar una dosis determinada de ra-
El conocimiento de los niveles de T3T (normales, 1,1-2,7 dioisótopo que se administra al paciente. Pueden ser útiles
nmol/L; 75-175 ng/dL) resulta de escasa utilidad para la valo- para su práctica diversos isótopos del yodo y el 99mTc, siendo
ración de las alteraciones tiroideas, puesto que en los casos el más empleado el 131I. Suele medirse la captación a las 2 h
de síndrome de la T3 baja o en las situaciones de T3-tirotoxi- (precoz) y a las 24 h (estándar). Los valores de normalidad
cosis es mucho más útil valorar los niveles de T3 libre. de la prueba varían en relación con la ingesta de yodo y de-
2057
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.14. Situaciones que producen alteración en los niveles de captación tiroidea de 131I
Incremento Disminución
Hipertiroidismo Hipotiroidismo
Déficit de yodo (producido por ingestión insuficiente o por aumento Exceso de yodo (aporte aumentado o eliminación insuficiente)
de la eliminación) Administración de hormonas tiroideas
Recuperación de la situación de inhibición tiroidea (efecto Administración de fármacos antitiroideos que dificulten
“rebote”) la captación tiroidea de yodo
Aumento de estímulo por la TSH endógena o exógena Defecto congénito de captación tiroidea
Defecto de hormonosíntesis tiroidea (con captación normal) Tiroiditis subaguda de De Quervain
Insuficiencia renal (por mayor oferta de 131I al tiroides) Tiroiditis indolora linfocitaria
Embarazo Estruma ovárico
ben considerarse según las diferentes áreas geográficas. Así, la determinación del 131PBI plasmático, el aclaramiento tiroi-
en España, la captación normal de 131I a las 24 h es del 10 al deo de 131I, la captación absoluta de yodo, la eliminación uri-
50% de la dosis administrada, mientras que en EE.UU. los va- naria de 131I y la determinación de 131BEI plasmático, antes
lores normales oscilan entre el 5 y el 30%. ampliamente utilizados, han caído totalmente en desuso.
En la tabla 16.14 se indican las diversas situaciones en las
que pueden producirse alteraciones en la captación tiroidea. Medición de los efectos periféricos producidos por las hormonas
Entre ellas, cabe destacar la tiroiditis de De Quervain que, en tiroideas
sus fases iniciales, presenta hipertiroidismo asociado con hi- La práctica del metabolismo basal, el reflexograma aquí-
pocaptación de 131I. Sólo en el diagnóstico de esta entidad, leo y la medición de los intervalos QKs y QKd (tiempo entre
de la tiroiditis silente y de la tirotoxicosis facticia resulta de el inicio de la onda Q del ECG y el comienzo de los ruidos de
utilidad la práctica de esta exploración, que no aporta infor- Korotkoff sistólico y diastólico, respectivamente) para valo-
mación de interés en otras enfermedades tiroideas. rar los efectos periféricos de las hormonas tiroideas, antes
Prueba de descarga del 131I con perclorato. Esta prueba per- utilizados, no se usan en la actualidad, salvo en casos muy
mite explorar la fase de organificación de los yoduros. El per- especiales.
clorato y otros aniones monovalentes, como el tiocianato,
muy poco utilizado en clínica, son capaces de liberar (des- Exploración de la regulación hipotálamo-hipofisotiroidea
cargar) yodo del tiroides, siempre que no haya sido correcta- Determinación de la TSH plasmática basal. La determina-
mente organificado. ción de la TSH plasmática por métodos inmunorradiométri-
Para realizar la exploración, se administra una dosis de cos ha representado un avance decisivo para la valoración
131
I, se mide la captación tiroidea del trazador y se administra de la función tiroidea; así, para algunos autores (RODRÍGUEZ
1 g de perclorato potásico. Es necesaria una segunda valora- ESPINOSA et al, 1990), constituye la única prueba necesaria
ción de la captación, realizada a los 30 o 60 min, para la in- para el estudio de las enfermedades que cursan con hiper-
terpretación de la prueba. Si la organificación se ha produci- función o hipofunción de la glándula, si bien resulta más re-
do de forma correcta, la administración del perclorato no comendable, para evitar posibles errores, valorar conjunta-
disminuirá la captación. Por el contrario, si existe un defecto mente los niveles de TSH y los de T4 libre (HAY y KLEE, 1988;
en la organificación, se producirá una importante descarga VILARDELL, 1990). La TSH plasmática basal normal oscila entre
del 131I tiroideo (fig. 16.37). 0,2 y 5 mU/L.
Se observan alteraciones en la organificación en algunos La TSH aumenta en el hipotiroidismo primario y disminu-
bocios dishormonogenéticos, en la tiroiditis de Hashimoto, ye en el hipertiroidismo. Cuando coexisten niveles bajos de
en la enfermedad de Graves-Basedow y tras tratamiento con hormonas tiroideas y TSH debe sospecharse la existencia
derivados tiouracílicos. Ello hace que la utilidad de esta de un hipotiroidismo de origen hipotalámico o hipofisario. El
prueba en el estudio de las alteraciones tiroideas sea escasa. hallazgo de hormonas tiroideas y TSH elevadas sugiere la
Otras pruebas del metabolismo tiroideo in vivo. Otras prue- existencia de una producción autónoma de TSH por la ade-
bas de metabolismo tiroideo, como el índice de conversión y nohipófisis, que puede deberse a la presencia de un adeno-
ma o a una resistencia a la acción de las hormonas tiroideas,
ya sea generalizada o localizada en la adenohipófisis. La si-
tuación de hipotiroidismo subclínico o latente cursa con ni-
veles elevados de TSH y hormonas tiroideas circulantes nor-
1g de perclorato males.
20 Dosis de 131I
o tiocianato Prueba de estimulación con TRH de la secreción de TSH hi-
pofisaria. Esta exploración tiene interés fisiopatológico y está
Captación tiroidea de 131I
2058
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
100
200-400 µg
TRH i.v. Hipotiroidismo
90 primario
80
TSH (mU/L)
70
30 Normal
Hipotiroidismo
20 hipotalámico
10 Hipotiroidismo
hipofisario
Hipertiroidismo
0
0 15 30 60
Minutos
2059
ENDOCRINOLOGÍA
2060
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
2061
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.15. Principales efectos de los fármacos so son fruto de visiones parciales y siempre incompletas. Así,
sobre la función tiroidea según la edad de aparición, se lo designa bocio congénito,
infantil o juvenil; cuando la etiología es definida, puede de-
Fármaco T4 total T4 libre T3 total TSH nominarse de acuerdo con este factor (bocio por déficit de
Propranolol yodo o por defecto de peroxidasas) y, según la morfología,
<300 mg/día N N No↓ N puede calificarse de bocio difuso, nodular o multinodular,
>320 mg/día No↑ No↑ No↓ N según que el agrandamiento de la glándula sea difuso o se
Amiodarona No↑ No↑ No↓ N acompañe de nódulos en el seno del parénquima. La historia
Andrógenos, anabolizantes No↓ N No ↓ N natural del bocio simple demuestra que las características de
Estrógenos No↑ N No↑ N aumento regular propias del bocio difuso y de aumento
Fenitoína, carbamazepina ↓ ↓ No↓ N de tamaño irregular con formación de nódulos no represen-
Glucocorticoides ↓ N ↓ No↓
Dopamina No↓ No↓ N ↓ tan más que distintos estadios evolutivos de la misma enfer-
Furosemida N ↑ N N medad. Por esto, es conveniente utilizar estos nombres para
delimitar las características de un caso concreto, pero no
*Modificada de CAVALIERI, 1991. N: normal. para hacer referencia al proceso en general.
Desde el punto de vista funcional, el bocio simple se de-
signa atóxico, no tóxico, eutiroideo o normofuncionante.
tad es todavía más compleja si el paciente presenta, además, Aunque puede resultar de interés definir esta característica,
alguna anomalía relacionada con el SEE. en especial para diferenciar este proceso del hipertiroidismo,
En la tabla 16.15 se resumen algunos de los efectos que éstas no son, en general, denominaciones necesarias en el
pueden producir los fármacos sobre la función tiroidea. caso del bocio simple.
Las distintas denominaciones de tipo anatomopatológico,
como bocio coloide, adenomatoso o macrofolicular, tampo-
Bibliografía especial co aportan datos de interés para la comprensión del proceso
CAVALIERI RR. The effects of nonthyroid disease and drugs on thyroid ni de los factores etiológicos responsables. Otra nomenclatu-
function tests. En: GREENSPAN FS (ed). Thyroid diseases. Med Clin ra utilizada a menudo en el bocio simple es la que hace refe-
North Am 1991; 75: 27-39. rencia a las características de presentación, distinguiéndose,
DEGROOT LJ, FIERRO-RENOY JF, FALCONE M, SUZUKI S, MIYAMOTO T. Recep- desde este punto de vista, el bocio endémico y el esporádi-
tores nucleares de hormonas tiroideas: en la interfase de la biolo- co. De ambos se hace una referencia especial en el apartado
gía molecular y la medicina clínica. Endocrinología 1993; 40: 118- sobre el diagnóstico del proceso.
122. La frecuencia del trastorno varía según las diferentes series
FOZ M, SANMARTÍ AM, FORMIGUERA X. Endocrinología. En: ROZMAN C
(ed). Semiología y métodos de exploración en medicina. Barcelo-
y según se estudie en zonas con endemia o sin ella. La preva-
na, Salvat, 1986; 237-291. lencia general en zonas no endémicas es del 4-7%, con un
HAY ID, KLEE GG. Thyroid disfunction. En: Diagnostic evaluation of predominio en la mujer de 7-13:1. En cualquier caso, la no-
endocrine disorders II. Endocrinol Metab Clin North Am 1988; 17: dularidad y el peso del tiroides aumentan con el paso de los
473-509. años, de forma que, en la octava década de la vida, casi to-
LARSEN PR. The thyroid. En: WYNGAARDEN JB, SMITH LIH (eds). Cecil das las personas tienen varios nódulos tiroideos. Éstos se en-
textbook of medicine. Filadelfia, WB Saunders, 1988; 1.315-1.340. cuentran, según los estudios necrópsicos, en el 15-50% de las
MCKENZIE JM, ZAKARIJA M. Antibodies in autoimmune thyroid disease. mujeres mayores de 50 años. En las zonas con endemia, la
En: BRAVERMANN LE, UTIGER RD (eds). Werner and Ingbar’s the thy-
roid. A fundamental and clinical text. Filadelfia, JB Lippincott,
frecuencia es mayor y, cuando la endemia es grave, la preva-
1991; 506-524. lencia se iguala en ambos sexos y la enfermedad suele apare-
RODRÍGUEZ ESPINOSA J, MONTAÑÉS BERMÚDEZ R, ORDÓÑEZ LLANOS J, CORTÉS cer en la infancia.
RIUS M, GONZÁLEZ SASTRE F. Evaluación de una nueva estrategia
para la detección de la disfunción tiroidea. Med Clin (Barc) 1990; Fisiopatología. En la inmensa mayoría de los casos, la base
94: 406-413. fisiopatológica es la secreción insuficiente de hormonas tiroi-
VILARDELL LATORRE E. Consideraciones sobre la prueba ideal para la deas. Este déficit hormonal produce un aumento de la secre-
medida de la función tiroidea. Med Clin (Barc) 1990; 99: 417-419. ción de TSH que ocasiona hipertrofia e hiperplasia de las cé-
lulas foliculares tiroideas y determina el crecimiento de la
glándula. En muchas ocasiones, el aumento del tejido tiroi-
deo consigue la secreción de una cantidad suficiente de T4 y
Bocio simple* T3, y se normalizan los niveles de TSH. El paciente está enton-
ces eutiroideo y presenta bocio. En algunos casos, y pese al
mecanismo compensador, persiste el déficit de función tiroi-
Se denomina bocio a todo aumento de tamaño de la glán- dea. Al conseguirse el eutiroidismo, pueden desaparecer la
dula tiroides. No obstante, habitualmente se definen como hipertrofia y la hiperplasia de las células y producirse acumu-
bocio sólo los agrandamientos de la glándula producidos lación de coloide en los folículos (bocio coloide). Si el tras-
por un aumento de producción de TSH, como consecuencia torno de la hormonosíntesis es de corta duración, el tamaño
de un defecto de la secreción de hormonas tiroideas. Este de la glándula puede volver a la normalidad de forma espon-
papel central del incremento de la TSH en la génesis del bo- tánea. En cambio, si la alteración ha sido duradera o es per-
cio es cierto en la mayoría de las ocasiones, aunque con fre- manente, la glándula queda definitivamente aumentada de
cuencia resulta difícil de objetivar. Además, como se verá tamaño. Ciclos sucesivos de hiperplasia e involución de los
más adelante, otros factores de crecimiento pueden desem- folículos originan la formación de los distintos nódulos que
peñar un papel importante en el desarrollo de algunos bo- caracterizan al bocio multinodular.
cios. En la teoría clásica, la TSH desempeña un papel central en
Se aplica la denominación de bocio simple al aumento de el crecimiento tiroideo. Estudios más modernos han puesto
la glándula que no se acompaña de hipertiroidismo, hipoti- en evidencia la existencia de otros factores que pueden te-
roidismo ni proceso inflamatorio ni neoplásico. Es la enfer- ner también notable importancia en el desarrollo de los nó-
medad más común del tiroides. dulos tiroideos y en algunas particularidades de su evolución
La nomenclatura del bocio es compleja y confusa, ya que clínica. Entre ellos cabe destacar factores del crecimiento ce-
las distintas denominaciones utilizadas para definir el proce- lular, como el factor de crecimiento epidérmico y el factor
de crecimiento similar a la insulina (IGF-I) que se produce
en la estroma tiroidea (fibroblastos) y algunas inmunoglobu-
*M. Foz Sala y A. Lucas Martín. linas (TGI). Por otra parte, algunos investigadores explican la
2062
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.16. Principales factores etiológicos del bocio simple El tiocianato y otros aniones monovalentes como el per-
clorato, los tioglucósidos aislados de las berzas y otras Brassi-
Alteración en la disponibilidad de yodo por el tiroides cae, los glucósidos cianogénicos y la linamarina que se en-
Déficit en el aporte yódico cuentra en la mandioca son bociógenos que actúan
Aumento del aclaramiento renal del yodo disminuyendo la captación tiroidea del yodo. El efecto bo-
Aumento en el aporte yódico
ciógeno de estas sustancias puede impedirse administrando
Ingestión de bociógenos una cantidad suplementaria de yodo.
Por alteración de la captación tiroidea del yodo Los fármacos del grupo tiouracílico, como el propiltioura-
Aniones monovalentes (tiocianato, perclorato) cilo, el metimazol y el carbimazol, tan utilizados en el trata-
Tioglucósidos aislados de las berzas y otras Brassicae miento del hipertiroidismo, producen un déficit en la organi-
Glucósidos cianogénicos y linamarina (mandioca)
Por alteración de la organificación intratiroidea del yodo
ficación intratiroidea del yodo y pueden causar bocio. Otros
Fármacos del grupo tiouracílico (propiltiouracilo, metimazol, fármacos con acción bociógena potencial por este mecanis-
carbimazol) mo son las sulfonilureas, las isoniazidas, los salicilatos, el
Otros fármacos (sulfonilureas, salicilatos) PAS, la dimetilditiohidantoína, el resorcinol y la fenilbutazo-
Goitrina y C-glucosilflavonas na. La goitrina o L-5-vinil-2-tiooxazolidina aislada de los na-
Por interferencia en la liberación de las hormonas tiroideas bos y de las semillas de otras Brassicae y las C-glucosilflavo-
Exceso de yodo nas del mijo son bociógenos de origen vegetal que actúan
Litio, vinblastina, colquicina alterando la organificación del yodo.
Por aumento de la excreción fecal de tiroxina
Harina de soja y nueces y sus aceites
El grupo de bociógenos que interfiere en la liberación de
Aceite de girasol, cacahuete y algodón hormonas tiroideas está representado por el yodo, consumi-
do en exceso, o por el litio. Por este mecanismo pueden ac-
Defectos congénitos de la hormonosíntesis tiroidea tuar también la vinblastina y la colquicina.
Defectos en la captación tiroidea del yodo El consumo de harina de soja, nueces y sus aceites así
Alteraciones en la organificación
Defectos de acoplamiento de las yodotirosinas
como el de aceite de girasol, cacahuete y algodón puede au-
Defectos de las deshalogenasas mentar la excreción fecal de tiroxina y producir bocio.
Defectos en la síntesis y secreción de la tiroglobulina Defectos congénitos de la hormonosíntesis tiroidea. Se co-
noce una serie de defectos congénitos y genéticamente
Fenómenos autoinmunes determinados de la hormonosíntesis tiroidea que pueden ori-
ginar la aparición de bocio, acompañado o no de hipotiroi-
dismo. Estas alteraciones son muy poco frecuentes y presen-
formación de los diferentes nódulos por la existencia de de- tan gran heterogeneidad tanto bioquímica como clínica. Se
terminadas clonas de folículos especialmente sensibles para han descrito defectos en la captación tiroidea del yodo, alte-
crecer, tras haber recibido un estímulo de la TSH (STUDER y raciones en su organificación, defectos de acoplamiento de
GERBER, 1991). las yodotirosinas, defectos de las deshalogenasas y anoma-
lías en la síntesis y secreción de la tiroglobulina. Es muy pro-
Etiología. Los factores etiológicos del bocio simple son múl- bable que formas más o menos parciales de estas altera-
tiples y, en ocasiones, pueden asociarse dos o más de ellos. ciones contribuyan a la aparición de bocio en diversas
Estos factores pueden agruparse en los siguientes apartados situaciones.
(tabla 16.16): a) déficit o exceso en el aporte yódico y au- Los defectos en la captación tiroidea del yodo son muy ra-
mento del aclaramiento renal del yodo; b) ingestión de bo- ros y parecen heredarse de forma autosómica recesiva.
ciógenos; c) defectos congénitos de la hormonosíntesis tiroi- Los defectos en la organificación tiroidea del yodo son al-
dea, y d) fenómenos autoinmunes. teraciones relativamente frecuentes y heterogéneas que se
Déficit o exceso en el aporte yódico. Aumento del aclara- producen por déficit del sistema enzimático de las peroxida-
miento renal del yodo. El déficit de aporte yódico es el factor sas. Dada la heterogeneidad del proceso, es difícil precisar
etiológico más importante del bocio simple y constituye la su mecanismo hereditario, aunque parece tratarse también
causa fundamental, y muchas veces única, del bocio endé- de un trastorno autosómico recesivo. El defecto familiar de
mico. Éste se define cuando más del 10% de la población ge- la organificación del yodo puede asociarse con sordera con-
neral, de una determinada zona geográfica, presenta bocio. génita constituyendo el síndrome de Pendred.
Desde la introducción de los programas de profilaxis yódica, Los pacientes con defecto de las deshalogenasas (desyodi-
en muchos países desarrollados, la prevalencia del bocio en- nasas) tienen dificultad para la reutilización del yodo a partir
démico ha declinado mucho y en algunas áreas casi ha desa- de la MIT y de la DIT. Se han descrito formas parciales del
parecido. No obstante, la endemia bociosa se halla aún am- cuadro en las que no se detecta actividad enzimática en el ti-
pliamente difundida en el mundo, en particular en zonas roides pero sí en otros tejidos, o viceversa. La alteración de
subdesarrolladas de América del Sur, Asia, África y Oceanía. las deshalogenasas se hereda de forma autosómica recesiva.
La situación inversa, el exceso de aporte yódico, también Las posibilidades teóricas de defectos en la síntesis y se-
puede originar la formación de bocio, aunque esta etiología creción de la tiroglobulina son múltiples, habiéndose demos-
es infrecuente. trado algunas de ellas en casos de pacientes con bocio
Otro factor bociógeno importante es el aumento del acla- acompañado o no de retraso mental y/o hipotiroidismo.
ramiento del yodo por el riñón que puede observarse en la Fenómenos autoinmunes. Varios datos apoyan la posibili-
pubertad, el embarazo, la lactancia y el climaterio, especial- dad de que alteraciones autoinmunes desempeñen un papel
mente cuando estas situaciones se asocian con cierta insufi- coadyuvante en el desarrollo del bocio simple. Entre ellos
ciencia en la ingestión de yodo. Estos hechos pueden expli- destacan: el hallazgo en el suero de algunos pacientes tanto
car, en parte, la mayor prevalencia de bocio esporádico en de anticuerpos antitiroideos como de la existencia de infiltra-
el sexo femenino. ción linfoide (tiroiditis linfocitaria focal) en algunas glándu-
Ingesta de bociógenos. Los bociógenos son sustancias ca- las y la mayor incidencia de este tipo de lesiones en familia-
paces de producir experimentalmente bocio por interferir en res de individuos con enfermedades tiroideas autoinmunes.
alguna fase del metabolismo de las hormonas tiroideas y que
pueden intervenir en la bociogénesis como cofactor, cuando Anatomía patológica. La morfología de la glándula es dife-
se suman a un déficit parcial de la ingesta yódica o a algún rente según se estudie en estadio de bocio simple o de bocio
defecto de la biosíntesis hormonal. Los bociógenos pueden multinodular. En ambos casos, el tiroides está aumentado de
alterar la captación tiroidea del yodo, su organificación intra- tamaño y tiene consistencia firme.
tiroidea, interferir en la liberación de las hormonas o aumen- Los dos aspectos morfológicos que se observan combina-
tar la excreción fecal de tiroxina. dos en casi todo bocio son la hiperplasia y la involución tiroi-
2063
ENDOCRINOLOGÍA
2064
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
Basedow o con la tiroiditis de Hashimoto. En ambas situacio- 1. Cuando exista compresión de las estructuras vecinas,
nes, las determinaciones de TSH, T4 libre, anticuerpos antiti- cervicales o mediastínicas, en los casos en que presenten
roideos y, eventualmente, de anticuerpos antirreceptor de la progresión retrosternal.
TSH suelen ser suficientes para aclarar el diagnóstico. La ci- 2. Los bocios de gran tamaño constituyen una indicación
tología permite confirmar el diagnóstico en casi todos los ca- relativa para la cirugía que debe valorarse junto con otros
sos de tiroiditis de Hashimoto. factores, como la edad, el sexo e, incluso, el deseo del pa-
En pacientes afectos de bocio multinodular pueden plan- ciente.
tearse dudas diagnósticas con algunas tiroiditis y, en espe- 3. La evolución a bocio multinodular tóxico es una indica-
cial, con las neoplasias tiroideas benignas y malignas. El estu- ción para la cirugía, si bien, actualmente, en algunos de es-
dio citológico es de gran ayuda en la diferenciación de estos tos pacientes portadores de bocios de pequeño tamaño se
casos, si bien, en ocasiones, resulta imprescindible el estudio realiza tratamiento con radioyodo.
histopatológico tras la correspondiente intervención quirúr- 4. Cuando se observa crecimiento importante y/o aumen-
gica. to de consistencia de alguno de los nódulos de un bocio
Evolución y pronóstico. En conjunto, el pronóstico del bo- multinodular, puede plantearse la sospecha de malignidad.
cio simple es bueno y su evolución desfavorable depende En estos casos, debe procederse a una evaluación cuidadosa
sólo de un crecimiento excesivo, más frecuente en los casos del paciente, valorando la edad, el sexo y las característi-
endémicos, de la posible progresión endotorácica y, sobre cas del bocio y del nódulo en cuestión, mediante la palpa-
todo, de la infrecuente aparición de fenómenos compresi- ción, la ecografía, la gammagrafía y, muy especialmente, la
vos. citología aspirativa. En la mayoría de los casos, la práctica de
En los estadios iniciales, el proceso puede revertir espontá- todas estas exploraciones permite establecer el diagnóstico
neamente. Así, el bocio endémico puede desaparecer en el con seguridad. Si ello no es posible, debe indicarse el trata-
varón, después de la pubertad. En la mujer, esta evolución es miento quirúrgico para el posterior estudio histopatológico
rara y suele observarse un aumento progresivo de la glándu- de la glándula.
la, en relación con la pubertad, los embarazos y la menopau- El tipo de intervención indicada en el bocio simple es la ti-
sia. Una vez iniciada la fase de nodularidad, las alteraciones roidectomía subtotal y, como en toda cirugía tiroidea, resulta
de la glándula son completamente irreversibles. indispensable que la efectúe siempre un cirujano experto.
Desde el punto de vista funcional, la evolución del bocio Como complicaciones posquirúrgicas pueden presentarse hi-
simple hacia el hipotiroidismo es excepcional. No obstante, potiroidismo, hipoparatiroidismo transitorios o definitivos y,
se debe señalar la posible asociación de bocio e hipotiroidis- más raras veces, recidiva del bocio. Para evitar ésta, algunos
mo en zonas con endemia (cretinismo endémico) o sin ella autores recomiendan la administración de levotiroxina des-
(formas graves de dishormonogénesis). La evolución hacia pués de la cirugía y de forma indefinida, en todos los pacien-
el hipertiroidismo es rara y ocurre siempre en fase de nodula- tes. En nuestra opinión, sobre la base de la escasa frecuencia
ridad (bocio multinodular tóxico). de recidivas encontrada tanto en las series de la literatura
La relación entre bociogénesis y carcinoma tiroideo es un como en nuestros pacientes (PIZARRO et al, 1993), la decisión
problema muy discutido. En la actualidad, y aunque existen de seguir este tratamiento debe individualizarse y reservarse
datos epidemiológicos que demuestran la importancia del para determinados casos.
déficit de yodo como factor etiológico del carcinoma folicu-
lar, no se considera, en general, que el bocio favorezca el de-
sarrollo de neoplasias tiroideas. Bibliografía especial
LEVER EG, MADEIROS-NETO GA, DEGROOT LJ. Inherited disorders of thy-
Profilaxis. La profilaxis del bocio simple comprende dos as- roid metabolism. Endocr Rev 1983; 4: 213-239.
pectos. El primero es el relativo a la lucha contra el bocio y LUCAS-MARTÍN A, FOZ-SALA M, TODD I, BOTTAZZO GF, PUJOL-BORRELL R.
el cretinismo endémicos y está centrado en la profilaxis yódi- Ocurrence of thyrocyte HLA Class II expression in a wide variety
ca, cuyas características se describen más adelante. El segun- of thyroid diseases: Relationship with lymphocytic infiltration and
do aspecto, de menor trascendencia práctica, consiste en thyroid autoantibodies. J Clin Endocrinol Metab 1988; 66: 367-375.
evitar la ingestión de bociógenos. PIZARRO E, LUCAS A, REVERTER JL, RIUS F, SALINAS I, SANMARTÍ A. Nuestra
experiencia en 275 casos de bocio multinodular. Aspectos clíni-
cos y terapéuticos. Endocrinología (Barc) 1993; 40: 143-147.
Tratamiento. La conducta terapéutica frente al bocio sim- REVERTER JL, LUCAS A, SALINAS I, AUDI L, FOZ M, SANMARTÍ A. Suppressive
ple no puede estandarizarse y, en la actualidad, la actitud ex- therapy with levothyroxine for solitary thyroid nodules. Clin Endo-
pectante se considera una buena opción para aquellos pa- crinol (Oxf) 1992; 36: 25-28.
cientes que, por la fase evolutiva en que se encuentran, ya STUDER H, GERBER H. Pathogenesis of nontoxic diffuse and nodular
no son tributarios de tratamiento médico y no presentan una goiter. En: BRAVERMANN LE, UTIGER RD (eds). Werner and Ingbar’s
clara indicación quirúrgica. the thyroid. A fundamental and clinical text. Filadelfia, JB Lippin-
El tratamiento médico del proceso se basa en la supresión cott, 1991; 1.107-1.113.
de la secreción de TSH mediante la administración de dosis
subtóxicas de levotiroxina sódica. En contra de la opinión
entusiasta de diversos autores que defienden la eficacia de
esta medicación en todos los estadios evolutivos del bocio,
varios estudios controlados y nuestra propia experiencia (RE- Cretinismo endémico*
VERTER et al, 1992) demuestran que este tratamiento no modi-
fica la historia natural de los nódulos tiroideos. Por ello, sólo La definición de cretinismo endémico es difícil y ha mo-
recomendamos administrar levotiroxina en las fases tempra- tivado controversias, porque con esta denominación se de-
nas del proceso, cuando no se ha establecido todavía la signan diversos síndromes congénitos que aparecen en las
transformación nodular. La cantidad de hormona tiroidea áreas geográficas con endemia bociosa y que tienen como
que se utiliza oscila entre 150 y 200 µg/día y, en cualquier común denominador la presencia de un déficit mental. En
caso, debe ser suficiente para mantener inhibida la secre- 1986, el grupo de estudio de la Pan-American Health Organi-
ción de TSH. El tratamiento, para conseguir su máxima efica- zation definió los tres siguientes rasgos mayores que caracte-
cia, debe prolongarse durante 6-12 meses. En los casos en rizan al cretinismo endémico.
que existe respuesta, el bocio no suele recidivar tras la supre- 1. Epidemiología. Está asociado con el bocio endémico y
sión de la levotiroxina, excepto cuando persiste una clara si- con una grave deficiencia de yodo.
tuación bociógena.
El tratamiento quirúrgico del bocio simple se indicará en
las siguientes situaciones: *M. Foz Sala
2065
ENDOCRINOLOGÍA
2. Clínica. El cuadro clínico está caracterizado por una de- perfectamente delineados dos tipos distintos, que ya fue-
ficiencia mental que se asocia con un síndrome neurológico, ron identificados en la antigua descripción de MCCARRISON
que incluye déficit de la audición y del lenguaje y alteracio- (1908):
nes características de la bipedestación y la marcha de diver- Cretinismo mixedematoso. Esta forma de cretinismo endé-
so grado, o bien a un hipotiroidismo con retraso en el creci- mico es especialmente frecuente en el África central, pero
miento. Aunque en algunas áreas geográficas predomina también se observa en Asia. El cuadro clínico se caracteriza
uno de los citados tipos de presentación clínica, en otras se por un grave hipotiroidismo que cursa con déficit mental, de-
observan los dos cuadros clínicos o bien formas mixtas. fecto del crecimiento y retraso de la maduración ósea. El ti-
3. Profilaxis. En las áreas en las que ha sido corregido ade- roides es habitualmente impalpable y la gammagrafía de-
cuadamente el déficit de yodo se ha evitado la aparición de muestra la presencia de tejido tiroideo residual en posición
cretinismo endémico. normal. Las cifras de hormonas tiroideas circulantes son muy
El cretinismo endémico sigue siendo una enfermedad am- bajas y la TSH sérica está muy aumentada. En conjunto este
pliamente difundida en diversas áreas geográficas. Así, en los cuadro es casi superponible al del cretinismo esporádico
últimos años se han publicado informes detallados de la di- que se observa en las zonas no endémicas. Además de en
fusión del proceso en África central, América del Sur, Alpes África central, esta forma clínica ocurre también, aunque
italianos y Apeninos, China, Nueva Guinea y en el Himalaya. con mucha menor frecuencia, en otras áreas de endemia bo-
En España, los estudios recientes demuestran la persistencia ciosa. En diversos estudios se ha comprobado la existencia
de una importante endemia bociosa con zonas, como la de de algunos cofactores etiológicos, además del déficit del
Las Hurdes (Cáceres), en que la intensidad del déficit yódico yodo, en la génesis de la forma mixedematosa del cretinismo
produce un alto riesgo de nacimientos de cretinos. endémico. Así, desde hace muchos años se conoce que en
el Zaire (África central), donde existe un elevado consumo
Etiología. Aunque existen algunos informes discordantes en de mandioca, elemento fundamental de la dieta de la región,
relación con aspectos parciales del problema, la opinión do- la linamarina, sustancia de acción antitiroidea presente en
minante en la actualidad es que la causa fundamental del este alimento, constituye un cofactor del cretinismo mixede-
cretinismo endémico es la carencia de ingestión de yodo. matoso. GOYENS et al (1987), también en el Zaire, describie-
Dos argumentos parecen sólidos para defender esta opinión. ron un déficit de concentración sérica de selenio y de gluta-
Uno es que el cretinismo endémico aparece en zonas de im- tión-peroxidasa (enzima que contiene este elemento), en
portante endemia bociosa, y el segundo, decisivo, es que la pacientes afectos de cretinismo mixedematoso. Se ha defen-
profilaxis yódica en las áreas geográficas en que se ha efec- dido que este déficit de selenio puede ser un cofactor en la
tuado correctamente ha permitido la erradicación completa lesión tiroidea. BOYAGES et al (1989) y posteriormente otros
de la enfermedad. autores han descrito en cretinos mixedematosos con atrofia
Se considera que el déficit yódico es evidente cuando su tiroidea de distintas áreas geográficas la presencia en su sue-
excreción urinaria en los adultos es inferior a 50 µg/g de ro de anticuerpos que inhiben el crecimiento tiroideo (TGBI:
creatinina. Sin embargo, con niveles de eliminación urinaria thyroid growth-blocking immunoglobulin). Estos anticuerpos
de yodo de 50-100 µg/g de creatinina existe todavía riesgo de no se encuentran en cretinos con la forma neurológica que
sufrir bocio, el cual es producido, al menos en parte, por el cursan con bocio y, por tanto, es posible que su presencia
déficit de yodo. Cuando los niveles de excreción yódica uri- explique la peculiar atrofia tiroidea que presentan los creti-
naria oscilan entre 25 y 50 µg/g de creatinina, existe en la po- nos de tipo mixedematoso.
blación afecta un elevado nivel de prevalencia de bocio, y Cretinismo neurológico. Es la forma de cretinismo endémi-
cuando son inferiores a 25 µg/g de creatinina no sólo la pre- co de aparición más común y presenta un claro predominio
valencia de bocio es muy elevada sino también la de creti- en Nueva Guinea y en los Andes.
nismo endémico (STANBURY, 1987). El cuadro clínico consiste en un importante retraso inte-
Existen diversas teorías para intentar explicar la patogenia lectual y diversas anomalías neurológicas, que incluyen es-
de las formas neurológicas y mixedematosa de la afección. pasticidad, estrabismo e incoordinación neuromotora. La
En una de ellas, el tipo neurológico dependería de la hipoti- motilidad voluntaria está notablemente disminuida, y los
roxinemia de la madre y el feto durante el segundo trimestre, pacientes presentan signos de piramidalismo en las extremi-
mientras que el tipo mixedematoso dependería de la hipoti- dades inferiores, que pueden acompañarse de signo de Ba-
roxinemia materna y del feto durante el tercer trimestre. Otra binski. En ocasiones se observan también signos extrapirami-
hipótesis defiende que la hipotiroxinemia materna está pre- dales. La marcha es espástica y a veces el paciente padece
sente de forma similar en ambos tipos de cretinismo endémi- una situación de franca invalidez. La sordera es habitual y,
co y es responsable de las alteraciones neurológicas, mien- cuando es completa, existe sordomudez. La mayoría de los
tras que el que se presente parcial o totalmente la forma enfermos presentan bocio, son clínicamente eutiroideos y la
mixedematosa depende del fracaso en el desarrollo y la fun- estatura apenas está disminuida. El estudio de la función ti-
ción del tiroides del feto antes del nacimiento y en el perío- roidea revela la existencia de niveles normales o subnorma-
do posnatal. les de hormonas tiroideas, mientras que la TSH está elevada.
En una reciente publicación, BOYAGES y HALPERN (1993) Aparte de las dos formas tipo descritas, es muy frecuente la
plantean que las dos formas clínicas clásicas del cretinismo observación en zonas de endemia de formas mixtas o parcia-
endémico, la neurológica y la mixedematosa, no son sino ex- les de cretinismo endémico. Así, por ejemplo, en un estudio
presiones clínicas dominantes de una sola entidad morbosa llevado a cabo en el Nepal, la incidencia de sordomudez ais-
en la que confluirían dos procesos fisiopatológicos. Por un lada fue del 5%, y en un pueblo en el que el número de creti-
lado, el hipotiroidismo fetal que produce las lesiones neuroló- nos era superior al 10% existían casos aislados en los que la
gicas y, por otro, la duración y la intensidad del hipotiroidis- única anomalía objetivable era un grave defecto intelectual
mo posnatal. Pese al concepto unitario de esta documentada o un retraso importante del crecimiento.
opinión, no se debe olvidar que hay aspectos del predomi-
nio de la forma neurológica o mixedematosa que no resultan Profilaxis y tratamiento. El tratamiento con hormonas ti-
fácilmente explicables a través de una teoría unificadora y roideas del cretinismo endémico debe efectuarse en todos
que, además de la etiología básica del déficit yódico, otros los casos de acuerdo con las normas que más adelante se de-
posibles factores (genéticos, autoinmunes y ambientales) tallan al hacer referencia al hipotiroidismo. No obstante, ex-
pueden influir en las formas de presentación clínica del creti- cepto en el caso de diagnóstico y tratamiento precoces de
nismo endémico. una forma mixedematosa, poco o nada cabe esperar del tra-
tamiento en las formas neurológicas o cuando ya están bien
Cuadro clínico. En los extremos del amplio espectro de for- establecidos las alteraciones esqueléticas y el retraso mental
mas clínicas que constituye el cretinismo endémico quedan por el mixedema. Por tanto, la lucha contra esta penosa en-
2066
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
fermedad congénita tiene que basarse en la profilaxis, que para la erradicación del bocio y el cretinismo endémicos en
consiste en la corrección del déficit del aporte de yodo en el mundo.
las áreas geográficas perjudicadas.
La yodación de la sal de cocina y de mesa ha demostrado Bibliografía especial
que es un método sencillo, barato y eficaz para corregir este BOYAGES SC, HALPERN JP. Endemic cretinism: Toward a unifying hypo-
déficit y ha permitido erradicar la enfermedad en diversas thesis. Thyroid 1993; 3: 59-69.
áreas del mundo. El método consiste en la adición de yodu- BOYAGES SC, MABERLY GF, CHEN J, GAAG RD, HALPERN JP, EASTMAN CJ et
ro potásico a la sal en una proporción que oscila entre al. Endemic cretinism: Possible role of thyroid autoimmunity. Lan-
1/10.000 a 1/200.000 según las características de los distintos cet 1989; 2: 529-532.
países. En España se ha empleado una proporción de DELANGE FM. Endemic cretinism. En: BRAVERMAN LE, UTIGER RD (eds).
1/50.000. Con la adición de esta pequeña cantidad de yodu- Werner and Ingbar’s the thyroid. A fundamental and clinical text.
Filadelfia, JB Lippincott, 1991; 942-955.
ro potásico a la sal común se consigue de modo cómodo y EASTMAN CJ, PHILLIPS DIW. Endemic goitre and iodine deficiency di-
seguro que la ingestión de yodo supere ampliamente los 100 sorders: Aetiology, epidemiology and treatment. En: LAZARUS JH,
µg/día, cantidad considerada suficiente por la OMS para la HALL R (eds). Hypothyroidism and goiter. Baillieres Clin Endocri-
prevención del bocio por déficit yódico. Otras medidas utili- nol Metab 1988; 2: 719-735.
zadas para la profilaxis yódica, como la yodación del pan o ESCOBAR DEL REY F, MARTÍN T, TURMO C, MALLOL J, OBREGÓN MJ, MORREA-
del agua potable, no poseen en general ventaja alguna sobre LE G. Alteraciones por deficiencia de yodo en Las Hurdes. I: Defi-
el método citado, que es en la actualidad el más ampliamen- ciencia en yodo y efectos del Lipiodol. Endocrinología 1987; supl
te difundido. 2: 61-73.
GOYENS P, GOLDSTEIN J, NSOMBOLA B, VIS H, DUMONT JE. Selenium defi-
Desde los resultados iniciales de la investigación llevada a ciency as a possible factor in the pathogenesis of myxoedematous
cabo por CLARKE et al (1960) en Nueva Guinea se sabe que la endemic cretinism. Acta Endocrinol 1987; 114: 497-502.
administración de aceite yodado es un buen método para IBBERTSON HK. Endemic goiter and cretinism. En: EVERED D, HALL R
la profilaxis del cretinismo endémico y, simultáneamente, (eds). Hypothyroidism and goiter. Clin Endocrinol Metab 1979; 8:
para el tratamiento del bocio en estas áreas. Estudios poste- 97-128.
riores han permitido estandarizar las pautas terapéuticas. STANBURY JB, HETZEL BS (eds). Endemic goiter and endemic creti-
Una preparación que ha sido muy utilizada es la de aceite nism. Nueva York, John Wiley and Sons, 1980.
yodado de semillas de amapola que contiene 475 mg de
yodo por mililitro. Las dosis recomendadas consisten en la
inyección intramuscular de 1 mL en los adultos y 0,5 mL en
los niños. Con esta dosis se cubre el déficit yódico de la po-
blación tratada por un período de 5 años (IBBERTSON, 1979).
Los efectos indeseables se limitan a cierta intolerancia local, Hipotiroidismo*
a algún caso esporádico de yodismo y a algún caso de hiper-
tiroidismo. Con este tratamiento, aparte de prevenir el creti- Se denomina hipotiroidismo a la situación clínica caracte-
nismo endémico, se consigue una regresión de los bocios rizada por un déficit de secreción de hormonas tiroideas,
del área, siempre que éstos no se hallen ya en fase de trans- producida por una alteración orgánica o funcional de la mis-
formación coloide o, sobre todo, nodular. ma glándula o por un déficit de estimulación de la TSH. El hi-
En los últimos años se han realizado diversas experiencias potiroidismo originado por alteraciones primitivamente tiroi-
mediante la administración de aceite yodado por vía oral. El deas se designa primario, mientras que al que depende de
método tiene la ventaja de ser más simple, más barato y de una insuficiente secreción de TSH se lo denomina secunda-
evitar la posible inoculación del virus por vía parenteral. No rio, si el fallo es adenohipofisario, o terciario, si la alteración
obstante, tiene el inconveniente de que la duración del efec- procede del hipotálamo. El término hipotiroidismo sub-
to es más corta. En España, ESCOBAR DEL REY et al (1987) han clínico, que amplía considerablemente el concepto de la en-
utilizado este método administrando Lipiodol, aceite de tidad, incluye las situaciones asintomáticas en las que la re-
adormidera yodado empleado como contraste radiológico, y ducción de la función tiroidea ha sido compensada por un
que contiene 485 mg de yodo por mililitro. El Lipiodol se ad- aumento en la secreción de TSH.
ministra a los niños por vía oral, en una dosis de 2 mL, que El hipotiroidismo es una entidad frecuente, con una inci-
puede repetirse, si es necesario, a los 2-2,5 años. Con esta téc- dencia muy superior en el sexo femenino, que en sus formas
nica se obtienen resultados favorables parciales en la reduc- leves a veces no se diagnostica durante un largo período de
ción del bocio, aunque cabe señalar la producción de pe- tiempo. Entre los diversos estudios epidemiológicos cabe ci-
queños incrementos del tamaño del tiroides en algunos tar el realizado en Whickham, una población del nordeste de
casos atribuibles a la aparición de una tiroiditis inducida por Inglaterra, en el que se comprobó que el número de casos
el yodo y a una mayor sensibilidad de la glándula crónica- de hipotiroidismo previamente diagnosticados era del 19‰
mente hiperestimulada por la anterior carencia del elemen- en las mujeres y menos del 1‰ en los varones. En el estudio
to. Los resultados globales obtenidos con estas pautas tera- se diagnosticó un 3,3‰ de nuevos casos en la población fe-
péuticas permiten incluirlas como soluciones alternativas en menina. Un tercio de estos casos de hipotiroidismo corres-
los casos en que, por una razón u otra, la yodación de la sal pon-dían a formas yatrógenas consecuentes a tratamientos
no resulte factible o efectiva. con cirugía o radioyodo. Diversos estudios demuestran que
La principal complicación de la profilaxis yódica consiste la incidencia anual de nuevos casos de hipotiroidismo clíni-
en la aparición esporádica de hipertiroidismo. Este fenóme- co en la población general es de 1-2‰. La tiroiditis atrófica
no fue muy bien estudiado en Tasmania, a partir de la cam- autoinmune, la forma más común del hipotiroidismo del
paña de la yodación del pan iniciada en 1966. Interesantes adulto, tiene un gran predominio en las mujeres y su frecuen-
datos obtenidos en este país demostraron que el 80% de los cia aumenta con la edad. Este hecho explica la gran preva-
pacientes que desarrollaron hipertiroidismo tras el aporte yó- lencia del hipotiroidismo en las mujeres de edad avanzada.
dico presentaban nódulos autónomos o bien poseían en su Así, según datos de SAWIN (1985), esta prevalencia alcanza el
suero inmunoglobulinas estimulantes del tiroides. Estos da- 6-7% de la población femenina de edad superior a los 60
tos demuestran, por tanto, que la mayoría de los casos del años. Los citados datos no incluyen los referidos a la tiroiditis
jod-Basedow que se manifiestan tras la profilaxis yódica con- autoinmune asintomática y al hipotiroidismo subclínico. Se-
sisten sólo en la puesta en evidencia de formas de hipertiroi- gún TUNBRIDGE y CALDWELL (1991), el 10% de las mujeres pos-
dismo que no podrían desarrollarse por falta de yodo. En menopáusicas padecen tiroiditis autoinmune, y más de la mi-
cualquier caso, la incidencia de esta complicación es excep-
cional y en modo alguno debe enturbiar o poner en duda los
extraordinarios resultados que la profilaxis yódica significa *M. Foz Sala
2067
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.17. Principales causas de hipotiroidismo taria y de Riedel, pero la frecuencia con que estos procesos
producen hipotiroidismo permanente es excepcional.
Hipotiroidismo primario (déficit estructural o funcional Las alteraciones en la biosíntesis normal de las hormonas ti-
del tiroides)
Hipotiroidismo idiopático (tiroiditis autoinmune atrófica) roideas constituye una importante etiología del hipotiroidis-
Tiroidectomía mo. Si bien la proporción de estas causas en relación con
Terapéutica con 131I otras etiologías del proceso no es elevada en las zonas no en-
Radiaciones externas en región cervical démicas, originan las formas de bocio e hipotiroidismo fami-
Defectos en el desarrollo de la glándula tiroides liar y congénito.
Diversas alteraciones orgánicas del tejido tiroideo Entre las causas de alteración de la biosíntesis de las hor-
Alteraciones en la biosíntesis de las hormonas tiroideas monas tiroideas cabe citar todas las mencionadas respecto a
(defectos congénitos, déficit o exceso yódico, bociógenos la bociogénesis, ya que el hipotiroidismo en esta situación
vegetales, fármacos)
Hipotiroidismo secundario (déficit de TSH) no representa otra cosa que el fracaso, como mecanismo de
Hipotiroidismo terciario (déficit de TRH) compensación, del aumento de secreción de TSH, con incre-
Resistencia periférica a las hormonas tiroideas mento de tamaño del tiroides. Así, estas causas comprenden
principalmente el déficit de aporte yódico tan importante en
Modificada de UTIGER, 1979. las zonas de endemia bociosa, la ingestión de bociógenos,
ya sean de origen vegetal o medicamentoso y, por último, los
distintos defectos congénitos de la hormonosíntesis tiroidea
tad de éstas tienen cifras séricas elevadas de TSH. Se calcula (véase Bocio simple, Etiología).
que cada año el 5% de las pacientes que tienen anticuerpos Otro grupo de causas de notable importancia, que se han
antitiroideos positivos y TSH elevada presentan un hipotiroi- expuesto en el apartado de hipotálamo-hipófisis, son las que
dismo clínico. En las áreas de endemia bociosa la prevalen- hacen referencia al fallo tiroideo por déficit de secreción de
cia de hipotiroidismo es evidentemente muy superior a las ci- TSH, ya sea debido a una alteración adenohipofisaria, hipoti-
tadas. La incidencia de hipotiroidismo congénito se ha roidismo secundario, o a un trastorno hipotalámico que afec-
estudiado en diversas campañas de diagnóstico y tratamien- te la secreción normal de TRH, hipotiroidismo terciario.
to precoces del proceso. Oscila entre un caso por cada 3.600- Por último, procede mencionar la resistencia periférica a
7.000 nacimientos (DELANGE, 1988). las hormonas tiroideas. En los últimos años, y tras la clona-
ción e identificación de los receptores nucleares de hormo-
Etiología. La etiología de la enfermedad es muy diversa, nas tiroideas, una serie de trabajos han descrito síndromes
pero las causas que producen la mayoría de los hipotiroidis- de resistencia a la acción de estas hormonas, ligadas a ano-
mos permanentes que se observan en la práctica clínica son malías de los receptores. El número de pacientes afectos es
mucho más limitadas. En la tabla 16.17 se resumen sus cau- muy escaso, pero el interés teórico y fisiopatológico del tema
sas principales. es notable. Cabe señalar que estos pacientes cursan con ci-
Entre los hipotiroidismos primarios por destrucción o pér- fras elevadas de hormonas tiroideas y que los cuadros clíni-
dida del tejido tiroideo debe destacarse el hipotiroidismo cos son proteiformes, ya que la resistencia periférica a las
idiopático, que, sin duda, es la forma más común del hipoti- hormonas tiroideas puede tener diversos grados y ser hetero-
roidismo del adulto, y representa el estado final de una tiroi- génea en los distintos tejidos. En general, los pacientes no
ditis autoinmune, que conduce a la destrucción progresiva cursan con hipotiroidismo clínico y en ocasiones se observa
de la glándula. Existen grandes similitudes entre esta afec- una curiosa combinación de signos, algunos compatibles
ción y la tiroiditis crónica autoinmune o enfermedad de Ha- con el hipotiroidismo (retraso en la maduración ósea) y
shimoto, ya que en ambas entidades se comprueban habi- otros, como la taquicardia, compatibles con el hipertiroidis-
tualmente títulos elevados de anticuerpos antitiroideos mo (JAMESON, 1992).
circulantes y se pueden detectar anomalías del metabolismo
intratiroideo del yodo, como un rápido recambio de yoduro Anatomía patológica. Varía según cuál sea la etiología,
y una organización defectuosa. pero en la mayoría de los casos corresponde a la atrofia de la
Los hipotiroidismos postiroidectomía y posterapia con ra- glándula que probablemente está vinculada a la fase final de
dioyodo son frecuentes en clínica y se identifican fácilmente. una tiroiditis autoinmune.
En el caso de que los tratamientos citados se hayan efectua- En los raros casos en que el hipotiroidismo está produci-
do a causa de una enfermedad de Graves-Basedow, la inci- do por aplasia tiroidea, en la autopsia no se encuentran ves-
dencia del hipotiroidismo depende no sólo de la extensión tigios de la glándula. En otras ocasiones se halla tejido tiroi-
de la tiroidectomía o de las dosis de 131I, sino también del deo ectópico en el conducto tirogloso o en la base de la
grado de agresión autoinmune que sufra el tiroides restante. lengua que sólo es capaz de subvenir parcialmente las nece-
La radiación del cuello por un linfoma o un carcinoma larín- sidades del organismo. A veces, sin embargo, un tiroides lin-
geo puede producir, también, hipotiroidismo. gual puede cursar con una función tiroidea normal.
Los defectos del desarrollo de la glándula tiroides son una Cuando el hipotiroidismo cursa con bocio, éste muestra
causa muy frecuente del hipotiroidismo de los primeros me- los distintos aspectos histopatológicos ya descritos. En los ca-
ses o años de la vida. En el pasado se consideraba que estos sos raros de destrucciones de la glándula por procesos espe-
pacientes se hallaban afectos de agenesia tiroidea, pero hoy cíficos podrán comprobarse las correspondientes lesiones en
día, gracias a la gammagrafía, se sabe que la mayoría de ellos los restos glandulares.
son portadores de una disgenesia tiroidea con localización No obstante, la anatomía patológica habitual del hipotiroi-
ectópica. El tejido tiroideo puede estar situado en la línea me- dismo corresponde a la atrofia de la glándula que se observa
dia en cualquier lugar desde la base de la lengua hasta el car- en el mixedema primario del adulto. El parénquima está sus-
tílago tiroideo. En ocasiones, el tejido glandular ectópico se tituido por tejido fibroso hialinizado que incluye algunos
ha confundido con un tumor y ha sido extirpado, dando lu- agregados focales de linfocitos y células plasmáticas. Se ob-
gar entonces a la agravación o a la aparición clínica del hipo- servan, asimismo, restos de epitelio folicular con células de
tiroidismo. En otros casos, el tejido disgenético resulta insufi- Hürthle (células foliculares de aspecto peculiar) y, a veces,
ciente para mantener la función tiroidea, en cuyo caso el células gigantes multinucleadas de origen histiocítico. Ape-
hipotiroidismo clínico surge espontáneamente al cabo de nas quedan espacios foliculares y existe muy poco coloide,
unos meses o algunos años después del nacimiento. escasamente coloreado.
Además de las causas citadas existen otras capaces de En el resto del organismo pueden encontrarse diversas al-
producir hipotiroidismo por alteraciones orgánicas del tejido teraciones relacionadas con el hipotiroidismo. Así, en la cor-
glandular. Entre ellas cabría citar la cistinosis, la amiloidosis, teza suprarrenal se han observado en ocasiones reducción
la sarcoidosis y la tiroiditis de De Quervain, indolora linfoci- lipoidea y atrofia, y en los testículos se ha descrito la existen-
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ENFERMEDADES DEL TIROIDES
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ENDOCRINOLOGÍA
hierro en relación con la presencia de hemorragias o de un TABLA 16.18. Síntomas y signos de hipotiroidismo
déficit de absorción. La anemia perniciosa aparece en el 12%
de los casos de hipotiroidismo de origen autoinmune. Pacientes
Sistema nervioso y muscular. En el SNC destaca la lentitud (%)
de las funciones intelectuales, incluida el habla. El paciente Sequedad de piel 62-97
se vuelve lento e indiferente, y puede aparecer ataxia de tipo Palidez 58-67
cerebeloso. La falta de concentración y de memoria, y la Enlentecimiento del lenguaje 48-91
somnolencia son habituales. Las alteraciones psiquiátricas de Aumento de peso 48-76
tipo depresivo o paranoide son relativamente frecuentes, y a Ronquera 48-74
Disminución de la memoria 48-66
veces se observan cuadros de agitación y una auténtica de- Disminución de reflejos osteotendinosos 46
mencia, que puede confundirse con una encefalopatía senil. Hinchazón de manos, pies y cara 40-90
Entre las alteraciones de los órganos de los sentidos y del Estreñimiento 38-61
SNP destacan la ceguera nocturna, la sordera y la frecuente Adelgazamiento, sequedad o caída del cabello 32-57
aparición de neuropatías periféricas por atrapamiento, muy Somnolencia, cansancio 25-98
especialmente en el nervio mediano, producido por depósi- Hipertensión arterial 18
tos de sustancia mucoide (síndrome del túnel carpiano). El Trastornos menstruales 16-58
retraso del período de relajación de los reflejos osteotendino- Nerviosismo, ansiedad 13-58
Bradicardia 8-14
sos es muy característico. Derrame pleural, pericárdico o ascitis 3-4
Los movimientos de los músculos esqueléticos suelen ser
lentos, aunque la fuerza está bastante conservada. En ocasio- Datos compilados de diversos autores, UTIGER, 1979.
nes aparece un síndrome seudomiotónico con gran incre-
mento de la masa muscular y notable retraso de la actividad
muscular. Con mucha frecuencia se detectan en el suero in- moral distal y tibial proximal. Si el recién nacido no es diag-
crementos de enzimas de origen muscular, como la creatin- nosticado y tratado correctamente, se desarrollan los signos
fosfocinasa (CPK) y la aspartato-aminotransferasa (ASAT). citados y otras características del proceso, como piel seca,
Sistema endocrino. En el hipotiroidismo primario de dura- edema periorbitario, macroglosia y distensión abdominal. Se
ción prolongada pueden aparecer algunas alteraciones im- producen, asimismo, graves defectos en el crecimiento lineal
portantes del sistema endocrino. Entre ellas cabe citar, en la y en el desarrollo del esqueleto en general. No obstante, los
hipófisis, la hipertrofia y la hiperplasia de las células tirotro- trastornos más graves se instauran en el SNC. Así, en el ce-
pas, que pueden originar un agrandamiento de la silla turca. rebro se produce un retraso de su crecimiento y de sus
Rara vez se produce de modo secundario una insuficiencia mecanismos de maduración, lo que provoca trastornos neu-
adenohipofisaria. En cambio, es muy habitual la hiperprolac- rológicos, como temblor, espasticidad e incoordinación, y
tinemia, a veces acompañada de galactorrea. En cuanto a las alteraciones mentales que causan un grave defecto del desa-
suprarrenales, destaca la prolongación de la vida media del rrollo intelectual. Este cuadro establecido constituye el deno-
cortisol. Mientras que la cortisolemia se mantiene normal, la minado cretinismo, que se conoce como esporádico cuando
eliminación urinaria de 17-hidroxicorticoides (17-OHCS) y de aparece en zonas no carentes de yodo, en contraposición al
17-cetosteroides (17-KS) está disminuida. En casos graves cretinismo endémico, mucho más proteiforme, característico
puede haber una respuesta inadecuada al estrés, de modo de las zonas de endemia bociosa. El tratamiento tempra-
que un tratamiento inicial demasiado enérgico con hormo- no de la afección es fundamental, ya que de otro modo las
nas tiroideas puede desencadenar una insuficiencia supra- lesiones cerebrales se vuelven irreversibles.
renal grave. En el área gonadal suelen existir alteraciones en Cuando el hipotiroidismo comienza entre los 6 meses y los
ambos sexos. En la mujer es común la disminución de la libi- 2 años de edad, si no se inicia un tratamiento temprano tam-
do y la aparición de ciclos anovulatorios con hemorragias bién puede aparecer un déficit mental. En cambio, si la hipo-
genitales. En algunos casos, si existe depresión hipofisaria, función tiroidea se instaura después de los 2 años, es más di-
aparece amenorrea por atrofia uterovárica. En el varón pue- fícil que se produzca un retraso mental permanente. En los
den observarse disminución de la libido, impotencia y oli- niños de esta edad la enfermedad se manifiesta por letargia,
gospermia. apatía y dificultad para el aprendizaje. Es fundamental la gra-
Metabolismo. Entre las alteraciones del metabolismo inter- ve repercusión del déficit tiroideo sobre el crecimiento y el
mediario que pueden aparecer en el paciente hipotiroideo desarrollo del esqueleto. La exploración radiológica demues-
cabe destacar una curva plana a la sobrecarga oral de gluco- tra que los núcleos de osificación que se han formado antes
sa, con una respuesta insulínica retrasada, aumento de la del inicio del hipotiroidismo tienen una apariencia normal,
lipemia, muy especialmente de la colesterolemia en el hipo- mientras que los que se forman después del comienzo de la
tiroidismo primario, y de la carotinemia. En cuanto al meta- enfermedad lo hacen con retraso y con aspecto anormal. La
bolismo óseo, puede producirse una disminución de los ni- maduración sexual y el inicio de la pubertad suelen retrasar-
veles de formación y resorción del hueso, que se traduce en se. No obstante, la precocidad sexual se observa también en
un incremento de la densidad ósea en el examen radioló- ocasiones en ambos sexos en el hipotiroidismo infantil. El
gico. mecanismo de esta precocidad sexual parece ligado a un in-
En la tabla 16.18 se señala la frecuencia de aparición de cremento de la secreción de gonadotropinas relacionado
los principales signos y síntomas del hipotiroidismo. con el aumento de la TSH. Como ya se ha señalado, en oca-
2. Hipotiroidismo del recién nacido y del niño. El hi- siones puede observarse la aparición de galactorrea relacio-
potiroidismo que aparece en los primeros días de vida suele nada con incrementos de secreción de prolactina.
ser difícil de reconocer clínicamente. De hecho, muchos de 3. Coma mixedematoso. El coma mixedematoso consti-
los casos diagnosticados en el cribado de diagnóstico precoz tuye una grave emergencia de aparición infrecuente que
del hipotiroidismo neonatal no revelaban prácticamente pone en peligro la vida del paciente hipotiroideo. Puede re-
anomalía alguna. presentar el último estadio de un mixedema de duración
El hipotiroidismo en el recién nacido puede sospecharse muy prolongada y abandonado a su evolución espontánea,
por la presencia de dificultades respiratorias, cianosis, icteri- es decir, sin tratamiento por falta de diagnóstico. Esta com-
cia persistente, hernia umbilical, letargia, somnolencia, de- plicación se da sobre todo en pacientes ancianos, abandona-
sinterés por la alimentación, llanto ronco, estreñimiento o dos, y predomina en invierno. En otros casos, el coma mixe-
presencia de una gran fontanela anterior o una fontanela dematoso representa una complicación de la enfermedad ya
posterior abierta. Un dato importante, pero que evidente- diagnosticada, aunque no siempre bien tratada. Unas veces
mente sólo se investiga si existe una sospecha previa, consis- su aparición es espontánea, pero otras es desencadenada
te en la ausencia de los puntos de osificación de la epífisis fe- por una serie de causas, entre las que cabe citar la exposi-
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ENFERMEDADES DEL TIROIDES
ción al frío, la infección, la insuficiencia respiratoria, la into- mune, ya que estos anticuerpos son positivos en un tercio de
xicación acuosa, la hipoglucemia, y el consumo de analgési- los casos y pueden acompañar o preceder a la aparición
cos, mal metabolizados por el individuo hipotiroideo. de una anemia perniciosa.
El enfermo en coma mixedematoso presenta, además de El médico debe recordar algunos cambios bioquímicos
un coma más o menos profundo, los signos y síntomas co- que pueden aparecer en el hipotiroidismo y que, aunque no
rrespondientes a un hipotiroidismo de larga evolución no tra- tienen valor específico, pueden ayudar a despertar la sospe-
tado o insuficientemente tratado. La hipotermia es común, a cha de la afección. Entre ellos deben citarse el aumento del
veces muy intensa; se considera que una temperatura rectal colesterol, de la CPK, de la ASAT y de la láctico-deshidroge-
inferior a 32 °C constituye un índice de mal pronóstico. La hi- nasa (LDH).
poglucemia es poco frecuente y, cuando aparece, suele estar
producida por insuficiencia suprarrenal, ya sea por tratarse Diagnóstico diferencial. El hipotiroidismo del adulto se
de un hipotiroidismo hipofisario o bien por la asociación de puede confundir en ocasiones con el síndrome nefrótico por
una enfermedad autoinmune tiroidea y suprarrenal (síndro- la hinchazón y la palidez de la piel; esta última y la anemia
me de Schmidt). La eliminación de agua está disminuida, ob- acompañante también pueden originar confusión con proce-
servándose con bastante frecuencia una importante hipona- sos hematológicos. No es excepcional, por tanto, que el diag-
tremia dilucional. Este trastorno se ha atribuido a una nóstico se establezca en servicios de nefrología o hematolo-
secreción inadecuada de ADH. La intoxicación acuosa y la gía donde erróneamente han sido remitidos los pacientes. En
hiponatremia pueden ser factores coadyuvantes del deterio- los casos de hipotiroidismo infantil es indispensable pensar
ro de la conciencia. Por último, otro dato muy importante es en esta enfermedad, dada la importancia de su reconoci-
la frecuencia con que aparecen graves trastornos ventilato- miento precoz, ante el menor trastorno del desarrollo intelec-
rios. Se han citado como posibles causas la depresión del tual, cualquier defecto del crecimiento o de la maduración
centro respiratorio, la interferencia de la conducción neuro- esquelética. En todos los casos de coma metabólico debe
nal o de la transmisión neuromuscular respiratoria, la infiltra- pensarse en la posibilidad de un coma mixedematoso, ya
ción mucoide del árbol bronquial y alteraciones en la mem- que la omisión del diagnóstico correcto es muy grave en es-
brana alveolocapilar. En cualquier caso, la oximetría y la tas circunstancias.
pCO2 deben valorarse minuciosamente en cada paciente Un aspecto muy importante del diagnóstico diferencial del
afecto de coma mixedematoso y, en caso de que existan al- hipotiroidismo consiste en la distinción entre las formas pri-
teraciones ventilatorias, como se verá más adelante, se han marias de las que son de origen hipofisario o hipotalámico.
de tomar sin demora las medidas oportunas. Los datos clínicos ofrecen poca ayuda al respecto, con ex-
cepción de la hipercolesterolemia que se da sólo en las for-
Diagnóstico. El diagnóstico de la forma completa de hipoti- mas primarias, la menor tendencia a la infiltración mucoide
roidismo del adulto es fácil de establecer clínicamente por de las formas secundarias y terciarias, o la semiología propia,
poco que se tenga en cuenta dicha posibilidad. No obstante, si la hay, de la afección hipotálamo-hipofisaria. (Para más
es curioso que una enfermedad con una sintomatología tan detalle, véase Enfermedades del sistema hipotálamo-hipofisa-
florida pueda persistir durante años sin ser diagnosticada o rio.)
bien confundida con otros procesos. En las formas poco
avanzadas o paucisintomáticas, el diagnóstico clínico es más Evolución y pronóstico. El pronóstico ha variado radical-
difícil, por lo que la enfermedad a menudo pasa inadvertida. mente desde la introducción de la terapéutica sustitutiva. An-
Las formas asintomáticas del hipotiroidismo latente sólo se tes de ésta los pacientes sobrevivían 10-20 años de manera
pueden descubrir mediante las pruebas de laboratorio. precaria y solían fallecer por insuficiencia cardíaca, infeccio-
El diagnóstico del hipotiroidismo del recién nacido y del nes intercurrentes o coma mixedematoso. En la actualidad,
niño suele ser difícil de establecer por los datos clínicos en el hipotiroideo adulto correctamente tratado consigue librar-
las fases iniciales. No obstante, si el pediatra está atento y co- se de todos los signos y síntomas de la enfermedad y alcanza
noce bien el problema, puede captar un dato guía que con- una supervivencia normal. En el hipotiroidismo del recién
duzca al diagnóstico. En el caso del hipotiroidismo neonatal nacido y del niño el pronóstico depende de la prontitud con
se ha producido un avance decisivo (véase más adelante) que se realicen el diagnóstico y el tratamiento de la afección.
con la determinación sistemática de la T4 o la TSH en el re- Ya se ha comentado que el retraso en su inicio implica el
cién nacido. grave riesgo de que el paciente presente como secuela un
La determinación más útil para el diagnóstico del hipotiroi- déficit mental permanente. Este peligro es tanto mayor cuan-
dismo primario es la TSH basal, que está invariablemente ele- to más precoz es la aparición del hipotiroidismo, y disminu-
vada en esta afección. En la actualidad, la solicitud de la T4 li- ye mucho cuando la enfermedad se inicia después de los
bre suele acompañar la de la TSH basal para establecer el 2 años de edad. Las anomalías del esqueleto y el déficit de
diagnóstico de hipotiroidismo. La determinación de la T4 total crecimiento son más reversibles que el retraso mental, pero
no aporta ventaja alguna sobre la de la TSH y la T4 libre ante también pueden convertirse en definitivos si el tratamiento
esta sospecha diagnóstica, y todavía menos ventaja tiene la sustitutivo tarda mucho en instaurarse.
de la T3, ya que en ocasiones la T3 sérica está poco disminui- Es importante recordar aquí que no todas las formas de hi-
da o es normal, debido a una relativa mayor secreción de potiroidismo son definitivas e irreversibles, ya que algunas
esta hormona o a una superior conversión periférica de T4 en son transitorias (tabla 16.19). Las formas más habituales de
T3. Cuando ante un caso inequívoco de hipotiroidismo con hipotiroidismo transitorio en el adulto son las que aparecen
disminución de la T4 libre la TSH es normal o baja, deben po- tras la tiroidectomía subtotal en la enfermedad de Graves-Ba-
nerse en marcha las exploraciones necesarias para diagnosti- sedow o en el bocio multinodular, tras la hemitiroidectomía
car un probable hipotiroidismo secundario o terciario.
La realización de otras pruebas tiroideas raras veces está
indicada. El estudio de la presencia en el suero de anticuer- TABLA 16.19. Formas de hipotiroidismo transitorio
pos antitiroideos es una exploración válida para establecer el Tiroidectomía subtotal
diagnóstico de tiroiditis autoinmune como etiología del hipo- Hemitiroidectomía por adenoma tóxico
tiroidismo. La gammagrafía tiroidea no está indicada en el hi- Terapéutica con 131I en el hipertiroidismo
potiroidismo del adulto. En cambio, en la hipofunción tiroi- Tiroiditis de De Quervain (fase avanzada)
dea del recién nacido y del niño la gammagrafía tiroidea Tiroiditis indolora linfocitaria (fase avanzada)
Hipotiroidismo fugaz en el posparto
puede aportar información diagnóstica adicional en el caso Hipotiroidismo transitorio del recién nacido
de existir localizaciones ectópicas del tiroides. Hipotiroidismo producido por fármacos (amiodarona) u otras
La determinación de los anticuerpos anticélula parietal sustancias
gástrica está justificada en el hipotiroidismo de origen autoin-
2071
ENDOCRINOLOGÍA
en el adenoma tóxico o tras la terapéutica con radioyodo en control del hipotiroidismo, existen datos definitivos para juz-
la enfermedad de Graves-Basedow o en los bocios nodulares gar que el preparado de elección es la levotiroxina (L-tiroxi-
tóxicos. En cualquiera de estos casos está justificada la abs- na, tiroxina, T4). Tras el inicio de su administración se produ-
tención terapéutica durante un plazo que puede alcanzar los ce un incremento lento y gradual de las concentraciones
6 meses si los síntomas y signos de hipotiroidismo no son im- séricas de T4 y T3, y con la dosis adecuada de sustitución se
portantes, ya que de este modo muchos de estos pacientes consigue mantener aquéllas dentro de los límites de la nor-
podrán recuperar el eutiroidismo gracias al consiguiente in- malidad. En cambio, esto no ocurre si se utilizan tiroides de-
cremento y acción de la TSH sobre el tejido tiroideo residual. secado o tiroglobulina, ya que se ha comprobado que su ri-
Otra forma de hipotiroidismo transitorio es el que puede apa- queza en T4 y T3 varía ampliamente. En enfermos tratados
recer en fases avanzadas de la tiroiditis subaguda de De con dosis de tiroides desecado aparentemente correctas es
Quervain. Este hipotiroidismo suele ser de intensidad y dura- frecuente observar cifras elevadas de T3 circulante. Lo mismo
ción moderadas, de modo que rara vez tiene traducción clí- ocurre al utilizar dosis, al parecer adecuadas, de T3 o de un
nica, pudiendo sólo demostrarse por las correspondientes preparado con mezcla de T4 y T3. El tema está, pues, definiti-
determinaciones hormonales. Otro tipo de hipofunción tiroi- vamente resuelto, y debe considerarse a la levotiroxina
dea transitoria en el adulto es la que puede aparecer en una como el tratamiento de elección. Sólo existe alguna indica-
fase avanzada de evolución de la tiroiditis indolora linfocita- ción aislada de administración de T3 basada en la rapidez
ria, ya sea en la forma aislada o bien asociada con el puerpe- con que se instauran y desaparecen sus efectos. La equiva-
rio (tiroiditis posparto). lencia aproximada de los preparados de tiroides de uso clíni-
Otra forma interesante de hipotiroidismo transitorio es la co a la dosis diaria con la que suele obtenerse una buena
que en ocasiones presenta el recién nacido y que es bien co- compensación del hipotiroidismo del adulto es la siguiente:
nocida desde que se han puesto en marcha los programas de 120 mg de tiroides desecado, 125 µg de levotiroxina o 50 µg
detección del hipotiroidismo congénito. El hipotiroidismo de T3. Desde que se utiliza casi sólo la levotiroxina para el
transitorio neonatal puede ser producido por déficit de yodo, tratamiento del hipotiroidismo y se puede controlar su efica-
por paso transplacentario de diversas sustancias bociógenas, cia con métodos de alta sensibilidad para la determinación
entre las que debe incluirse el mismo yodo, o quizá por paso de la TSH, diversos estudios han demostrado que las dosis re-
de anticuerpos antitiroideos (ILLIG, 1979). La reevaluación del queridas de T4 son algo menores de las que se estimaba hace
hipotiroidismo neonatal no debe efectuarse antes de la edad algunos años. En la actualidad, la dosis media de T4 requeri-
de un año para que la supresión temporal de la medicación da para el tratamiento del hipotiroidismo del adulto oscila
resulte lo menos nociva posible para el cerebro. La técnica entre 0,11 y 0,13 mg diarios. Esta dosis media, no obstante,
más adecuada, según RUTH ILLIG, consiste en el cambio de sufre importantes variaciones individuales que han de esti-
medicación tiroidea, pasando a administrar T3 durante 3 se- marse en cada paciente. Las necesidades de T4 disminuyen
manas; tras una interrupción de la medicación durante 5-7 con la edad, de modo que tienen un valor medio de 0,09-
días se determinan las hormonas tiroideas y la TSH, pu- 0,11 mg/día en los pacientes mayores de 60 años. Existen da-
diendo opcionalmente realizarse una gammagrafía y una tos recientes basados en frecuentes determinaciones de la
captación de radioyodo. Esta pauta de exploración suele TSH basal (MANDEL et al, 1990) que demuestran que muchas
proporcionar una información suficiente para establecer un pacientes hipotiroideas requieren un discreto aumento de la
diagnóstico definitivo. dosis de levotiroxina en el curso del embarazo.
Un aspecto interesante en relación con el estudio evoluti- Seguidamente se comentan las pautas terapéuticas más re-
vo del hipotiroidismo es el que hace referencia a la tiroiditis comendables en el hipotiroidismo del adulto, en el del niño
autoinmune asintomática con hipotiroidismo latente. El diag- y en el coma mixedematoso. El inicio del tratamiento en el
nóstico de esta entidad se establece por la presencia de anti- hipotiroidismo del adulto debe realizarse con precaución en
cuerpos antitiroideos séricos con una TSH elevada y cifras de los casos graves de evolución prolongada, en individuos de
hormonas tiroideas normales. Se sabe que los anticuerpos edad avanzada y en pacientes afectos de hipertensión arte-
antitiroideos circulantes pueden desaparecer y las cifras de rial, arritmias, insuficiencia cardíaca o cardiopatía isquémica.
TSH disminuir espontáneamente, de modo que muchos Cuando se suman más de una de las circunstancias citadas,
de estos pacientes nunca llegarán a padecer un hipotiroidis- el inicio de la medicación debe ser muy prudente. Otra cir-
mo clínico. Los estudios realizados permiten afirmar que la cunstancia que obliga a extremar la prudencia es que se tra-
probabilidad de sufrir un hipotiroidismo clínico aumenta te de un hipotiroidismo secundario o terciario con hipocorti-
cuando están presentes las dos anomalías (anticuerpos anti- cismo acompañante. En tal caso, la tiroidoterapia no debe
tiroideos positivos y TSH elevada) y sobre todo cuando exis- iniciarse antes de haber instaurado la corticoterapia sustituti-
ten niveles muy elevados de hormona tirotropa. A partir de va, ya que de otro modo podría desencadenar una grave cri-
los datos señalados, la conducta más oportuna ante una tiroi- sis addisoniana. En adultos jóvenes con corazón sano la
ditis autoinmune asintomática con hipotiroidismo latente, es- dosis inicial de tiroxina puede ser de 0,05-0,1 mg/día según
pecialmene si la TSH está poco elevada, consistiría en limi- sea la intensidad del proceso. En los pacientes mayores de
tarse a un control periódico del paciente sin realizar ningún 45 años o afectos de cardiopatía la dosis inicial debe oscilar
tipo de tratamiento. El tema, no obstante, es objeto de con- entre 0,025 y 0,05 mg/día. En los individuos de edad avanza-
troversia, ya que algunos autores creen más oportuno tratar a da afectos de cardiopatía isquémica o arritmias cardíacas, la
estos pacientes con el fin de corregir las posibles alteracio- dosis inicial debe ser especialmente prudente, oscilando en-
nes clínicas o bioquímicas inaparentes. tre 0,0125 y 0,025 mg/día. En los pacientes con cardiopatía
isquémica la tiroidoterapia suele ser un factor desencade-
Tratamiento. Consiste en la administración ininterrumpida nante o agravante de las crisis de angina, por lo que las dosis
y con dosis adecuadas de hormonas tiroideas. Dado que, iniciales de levotiroxina deben ser muy prudentes, como ya
con excepción de los casos de hipotiroidismo transitorio, la se ha indicado, y los eventuales incrementos han de instau-
situación de hipofunción tiroidea es definitiva e irreversible, rarse lenta y espaciadamente. El adecuado manejo de la ti-
el inicio del tratamiento debe ir precedido por una amplia roidoterapia y de la medicación antianginosa puede permitir
explicación al paciente y a sus familiares en la que se precise obtener una buena compensación del hipotiroidismo, pero
la necesidad de mantenerlo de forma ininterrumpida duran- en ocasiones es mejor tolerar un pequeño grado de hipofun-
te toda la vida. ción tiroidea que exponerse a una agravación de la angina.
La tiroidoterapia se ha efectuado con los siguientes prepa- Los pacientes en la fase inicial del tratamiento deben con-
rados, todos ellos útiles para conseguir el control de la enfer- trolarse con relativa frecuencia (4-6 semanas). En las visitas
medad: tiroides desecado, tiroglobulina, levotiroxina, T3 y de control debe hacerse una valoración cuidadosa de los sig-
una mezcla de estas dos últimas hormonas en la proporción nos y síntomas de la enfermedad y examinar los datos del la-
de 9:1 o de 4:1. Aunque con todos ellos se consigue un buen boratorio (T4 libre y TSH). El objetivo, que va obteniéndose
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ENFERMEDADES DEL TIROIDES
paulatinamente, es la desaparición de todos los signos y sín- avanzada y el compromiso circulatorio o ventilatorio son ín-
tomas del hipotiroidismo y también la normalización de los dices para escoger más bien dosis bajas iniciales de tiroidote-
datos de laboratorio, sobre todo los de la TSH. Una vez al- rapia, mientras que en individuos de menos edad y sin gran-
canzados estos objetivos, las visitas de control pueden espa- des problemas en las áreas circulatoria y ventilatoria se
ciarse mucho, ya que las necesidades de hormonas tiroideas puede comenzar con dosis mayores. En nuestra opinión la
sufren muy pocas variaciones. En opinión del autor, si no administración simultánea de hidrocortisona es obligada
hay alguna razón que aconseje lo contrario, es suficiente una (100 mg intravenosos cada 8-12 h en la fase inicial), ya que
revisión clínica y analítica una vez al año. en una emergencia no puede descartarse el origen hipotalá-
La estrategia terapéutica en el hipotiroidismo del recién na- mico o hipofisario del hipotiroidismo y, por otra parte, aun
cido y del niño es algo distinta, ya que en modo alguno es en el mixedema primario existe un déficit de secreción de
permisible una hipodosificación, aunque sea por poco tiem- ACTH en el estrés. Las dosis de hidrocortisona se disminuyen
po, pues esta situación metabólica es muy perjudicial para la paulatinamente a medida que se va produciendo la mejoría
maduración esquelética y, sobre todo, para el desarrollo del paciente y se pasa a la vía oral y a la dosis de sustitución
mental. Es preferible que exista una sobredosificación mode- definitiva en los casos de hipotiroidismo secundario o tercia-
rada antes que correr el riesgo de un déficit en la medica- rio o bien a la supresión en los casos de mixedema primario.
ción. No obstante, este exceso de dosificación tampoco está Los trastornos hidroelectrolíticos deben corregirse con
exento de riesgos, ya que se ha descrito una maduración atención en estos pacientes, pero es necesario tener en cuen-
ósea acelerada con sinostosis craneal prematura y eventual ta que los requerimientos de agua son escasos, ya que suelen
incremento de la presión intracraneal y consiguiente sufri- presentar retención acuosa, la respiración se halla disminui-
miento cerebral. da y las hormonas tiroideas administradas inician la movili-
La dosis diaria inicial aconsejada de levotiroxina para el zación del líquido intersticial. En nuestra experiencia (SOLER-
recién nacido es de 0,025 mg los tres primeros días, para pa- OBRADORS et al, 1975), las necesidades iniciales de líquido no
sar después a 0,05 mg/día. Durante los primeros 1-2 años de superan los 1.000 mL/día de suero glucosado isotónico. La
vida la TSH basal no es del todo eficiente para controlar la administración de sodio debe ajustarse individualmente se-
dosificación, cuyo objetivo ha de ser mantener la T4 total su- gún el grado de hiponatremia, aunque debe tenerse en cuen-
perior a los 10 µg/dL. A partir de los 2 años de edad el cua- ta que dicho trastorno es en buena parte dilucional. De
dro clínico y la TSH basal son los mejores datos para ajustar acuerdo con este criterio, y dado que el pool total de sodio
la dosis de tiroxina. La dosis de T4 ideal en los niños de 1 a 5 suele ser normal o estar aumentado, este electrólito sólo
años oscila alrededor de los 6 µg/kg/día, en los de 6 a 10 debe administrarse si las cifras de natremia son inferiores a
años es de 4 µg/kg/día y a partir de los 11 años hasta el final 128-125 mEq/L. El aporte de glucosa debe, asimismo, ajustar-
de la adolescencia es de 3 µg/kg/día. Estas dosis orientativas se en cada caso, de modo que si el déficit es importante ha
son relativas e incluso realmente superiores a las del adulto. de administrarse una solución glucosada hipertónica.
Este hecho está justificado por el objetivo ya citado de evitar Una terapéutica ventilatoria adecuada es obligada si existen
en cualquier caso la hipodosificación, pero también hay que hipoxemia e hipercapnia. La pauta de ventilación mecánica
relacionarlo con el hecho de que la degradación de la tiroxi- debe ser muy cuidadosa, puesto que la producción de CO2 y
na en el niño es aproximadamente un 50% superior a la de el consumo de O2 de estos pacientes están francamente dis-
los adultos. minuidos. Hay que indicar volúmenes corrientes iniciales no
El coma mixedematoso constituye una emergencia médica superiores a 8 mL/kg, con frecuencias bajas (8-10 respiracio-
de extraordinaria gravedad que exige un tratamiento minu- nes/min), con estricto control gasométrico, para evitar la alca-
cioso y urgente. La pauta terapéutica del coma mixedemato- losis respiratoria por el respirador, siempre peligrosa por la
so es compleja, en parte motivo de discusión, y debe ajustar- concomitancia de los trastornos hidroelectrolíticos.
se en cada caso a las necesidades particulares del paciente. En caso de infección, ésta debe tratarse en la forma ade-
Un aspecto especialmente controvertido en el tratamiento cuada. Por último, la hipotermia no exige un tratamiento es-
del coma mixedematoso es el referente a la pauta y el tipo pecial, excepto que la temperatura sea inferior a 30 °C y, aun
de hormonas tiroideas que se han de administrar. Algunos en este caso, el recalentamiento debe ser lento y progresivo
autores defienden la administración de T3 por la rapidez de y no ha de iniciarse hasta que se haya comenzado el trata-
su acción, otros la de T4, y otros una pauta combinada; asi- miento hormonal.
mismo, mientras unos postulan la administración inicial de Esta serie de medidas complejas e individualizadas, que
dosis altas, hay quienes consideran que estas dosis son inne- evidentemente requieren el ingreso del paciente en una
cesarias e, incluso, peligrosas. unidad de cuidados intensivos con experiencia en el trata-
Además, existe el problema de la vía de administración, miento del coma mixedematoso, permite mejorar algo el
ya que en España sólo se dispone de preparado inyectable pronóstico de la afección, que aún en la actualidad se asocia
de levotiroxina. La T3 puede, no obstante, ser administrada con una cifra de mortalidad tan elevada como el 60% (WAR-
por sonda nasogástrica. En nuestra opinión, los argumentos TOFSKY, 1991).
para defender las dosis elevadas (500 µg de levotiroxina por
vía intravenosa como dosis inicial) no resultan convincentes,
y sus riesgos pueden superar a sus ventajas. Entre las diversas Bibliografía especial
pautas de dosificación defendidas por diferentes autores DELANGE F. Neonatal hipothyroidism: Recent developments. En: LAZA-
cabe destacar la propuesta por WARTOFSKY (1991), quien RUS JH, HALL R (eds). Hypothyroidism and goiter. Baillieres Clin
combina la administración de 0,01 mg de T3 cada 8 h, desde Endocrinol Metab 1988; 2: 637-652.
el inicio del tratamiento hasta que el paciente pueda pasar a ILLIG R. Congenital hypothyroidism. En: EVERED D, HALL R (eds). Hy-
pothyroidism and goiter. Clin Endocrinol Metab 1979; 8: 49-62.
la tiroidoterapia normal de mantenimiento, con la adminis- JAMESON JL. Thyroid hormone resistance: pathophysiology at the mo-
tración de levotiroxina mediante una dosis intravenosa ini- lecular level. J Clin Endocrinol Metab 1992; 74: 708-711.
cial de 0,2-0,3 mg, seguida de otra de 0,1 mg por la misma vía LARSEN PR, INGBAR SH. The thyroid gland. En: WILSON JD, FOSTER DW
a las 24 h, y una de 0,05 mg el tercer día, que el paciente pue- (eds). Williams Textbook of endocrinology. Filadelfia, WB Saun-
de ya tomar por vía oral si está consciente. Con esta pauta ders, 1992; 356-487.
combinada se pretende satisfacer las necesidades inmedia- MANDEL JS, LARSEN PR, SEELY WE, BRENT AG. Increased need for thyro-
tas de hormona y, al mismo tiempo, restablecer de modo xine during pregnancy in women with primary hypothyroidism. N
paulatino el pool extratiroideo de tiroxina. A pesar de que Engl J Med 1990; 323: 91-96.
REFETOFF S, WEISS RE, USALA SJ. The syndromes of resistance to thyroid
esta pauta parece muy razonable, creemos que la tiroidotera- hormone. Endocr Rev 1993; 14: 348-390.
pia en el coma mixedematoso debe ajustarse a cada situa- SANMARTÍ AM, PERMANYER MIRALDA G, CASTELLANOS JM, FOZ SALA M, GALARD
ción individual en función de la edad del paciente, la situa- RM, SOLER SOLER J. Chronic administration of amiodarone and thy-
ción circulatoria y el estado ventilatorio. La edad más roid function. A follow-up study. Am Heart J 1984; 108: 1.262-1.268.
2073
ENDOCRINOLOGÍA
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SOLER OBRADORS M, TOMASA A, CERDÁ M, LATORRE F, LEÓN C, PERACAULA J
et al. Coma hipotiroideo e hipoventilación alveolar. A propósito Enfermedad de Graves-Basedow
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WARTOFSKY L. Myxedema coma. En: BRAVERMAN LE, UTIGER RD (eds). Bocio multinodular tóxico
Werner and Ingbar’s the thyroid. A fundamental and clinical text. Otros procesos que pueden cursar con hiperfunción tiroidea
Filadelfia, JB Lippincott, 1991; 1.084-1.091.
2074
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
sis patogénica de la enfermedad de Graves-Basedow y de lulas foliculares, que pueden adoptar una disposición papi-
otros procesos autoinmunes por el citado grupo de trabajo lar. La luz del folículo aparece más pequeña y con menos co-
(PUJOL-BORRELL, BOTTAZZO). Según esta hipótesis, un desenca- loide, y en la periferia del coloide y en contacto con las célu-
denante, hasta ahora desconocido, daría lugar a la produc- las foliculares se observan vacuolas de resorción. Es muy
ción de interferón gamma por los linfocitos T, que induciría frecuente la existencia de una rica infiltración linfoide.
la expresión de HLA de clase II en las células foliculares tiroi- El aspecto histológico del tiroides en la enfermedad de
deas. Éstas presentarían, así, sus autoantígenos a los linfoci- Graves se normaliza notablemente cuando el paciente se so-
tos T colaboradores, iniciándose, de este modo, la respuesta mete a tratamiento con yodo. En cambio, la administración
inmunitaria. Esta respuesta, en situación de déficit de los me- de tioderivados acentúa los cambios hiperplásicos de la
canismos supresores de la inmunidad, originaría la enferme- glándula.
dad autoinmune. La enfermedad de Graves-Basedow produce también alte-
La patogenia de la oftalmopatía infiltrativa que forma parte raciones anatomopatológicas extratiroideas, entre las que de-
del cuadro clínico de la enfermedad de Graves-Basedow no ben destacarse las siguientes:
está perfectamente aclarada, aunque también en este campo Órbita. Se aprecia abundante infiltración celular, especial-
se han producido notables avances en los últimos años. Hoy mente linfoplasmocitaria. Asimismo, hay un edema impor-
día se acepta que la oftalmopatía de Graves es también una tante, con aumento de la grasa retrorbitaria y depósito de
enfermedad autoinmune dirigida, casi con toda certeza, con- mucopolisacáridos.
tra los antígenos de la musculatura extraocular. Se ha demos- Musculatura orbitaria. Habitualmente se observa un au-
trado la existencia de anticuerpos y de respuestas de la inmu- mento del grosor de la musculatura por infiltración inflama-
nidad celular dirigidos contra los citados antígenos, pero toria crónica, aumento de los mucopolisacáridos intersticia-
todavía no ha podido establecerse con certeza si las lesiones les y fibrosis, mientras que las fibras musculares se atrofian e
tisulares son producidas por linfocitos citotóxicos, por inmu- hialinizan (seudohipertrofia de la musculatura orbitaria).
nocomplejos circulantes o por autoanticuerpos. Órganos linfáticos. Hay hiperplasia linfoide con aumento
La afección de la musculatura extraocular ocurre, en ma- de tamaño del bazo y del timo.
yor o menor grado, en la gran mayoría de los pacientes afec- Musculatura esquelética. En algunos casos se observan
tos de enfermedad de Graves-Basedow, y por otra parte sólo atrofia celular, vacuolización, pérdida de la estriación, infil-
en algunos pacientes con oftalmopatía de Graves no ha sido tración grasa y depósito de mucopolisacáridos en el intersti-
posible demostrar la presencia de alteraciones tiroideas. cio. En ocasiones hay lesiones similares en el miocardio.
Pese a que algunos autores sostienen que es mejor conside- Huesos. Puede advertirse pérdida de masa ósea, con au-
rar la oftalmopatía de Graves como una entidad separada, de mento de la actividad de remodelado.
acuerdo con la indudable realidad clínica parece más ade-
cuado seguir considerándola una parte integrante de la en- Cuadro clínico. La tríada que caracteriza el proceso está
fermedad de Graves-Basedow. constituida por hipertiroidismo, bocio difuso y oftalmopatía. A
En cuanto a los factores etiológicos que pueden poner en esta tríada diagnóstica cabría añadir un cuarto elemento, ca-
marcha la alteración inmunológica de la enfermedad de Gra- racterístico, pero de aparición muy poco frecuente que es el
ves-Basedow, los conocimientos son más limitados, aunque mixedema pretibial. Como más adelante se indica, la enfer-
también en este campo se han producido avances. Diversos medad se presenta muy a menudo con una forma clínica in-
estudios han demostrado que existe una agregación familiar completa o disociada, realidad que siempre debe recordarse
hereditaria de la enfermedad de Graves y de otras tiroidopa- para facilitar la labor diagnóstica.
tías autoinmunes y también una asociación y agregación fa- Dividiremos este apartado en seis subapartados. En los
miliar entre esta enfermedad y otras alteraciones no tiroideas cuatro primeros se describen la citada tríada diagnóstica y el
de conocida patogenia autoinmune. Otro argumento impor- mixedema pretibial, en el quinto las principales formas clíni-
tante a favor de la predisposición genética a padecer esta en- cas del proceso, y en el sexto las complicaciones que pue-
fermedad se relaciona con el descubrimiento de su asocia- den plantear problemas más graves en el curso de la enfer-
ción con la presencia de determinados antígenos del sistema medad.
mayor de histocompatibilidad. 1. Hipertiroidismo. El incremento de hormonas tiroideas
Es probable que otros factores, como infecciones víricas, circulantes puede producir diversos signos y síntomas por al-
algunos fármacos y especialmente los yoduros, puedan ac- teraciones funcionales de los aparatos y sistemas del organis-
tuar como desencadenantes del proceso por un mecanismo mo.
no bien conocido. Es clásica la noción de que el estrés, so- Alteraciones generales. Destacan las relacionadas con una
bre todo psíquico, puede preceder a la aparición de la enfer- excesiva termogénesis del organismo. Los pacientes advier-
medad de Graves-Basedow. ten un aumento de sensibilidad al calor, y suelen referir su-
En resumen, con los conocimientos actuales (1993), es posi- dación excesiva, que es caliente y generalizada. Entre los sín-
ble afirmar que la enfermedad de Graves-Basedow es un proce- tomas y signos generales deben destacarse también astenia,
so de patogenia autoinmune, en el que la hiperfunción tiroidea poliuria y polidipsia frecuente y pérdida de peso, aunque el
depende de la producción de inmunoglobulinas estimulantes apetito suele estar conservado o incluso aumentado.
del tiroides que ocurre en una población predispuesta, a tra- Piel y faneras. La piel está caliente y húmeda como resulta-
vés, en parte, de los genes del sistema HLA, predominantemen- do de vasodilatación cutánea y excesiva sudación. Con fre-
te femenina, por herencia de una alteración inmunológica de cuencia se aprecia eritema palmar. Pueden observarse au-
mecanismo desconocido. Es posible, aunque no se ha compro- mento o disminución de la pigmentación cutánea, que tiene
bado, que diversos factores etiológicos como las infecciones ví- distinto significado fisiopatológico. La hiperpigmentación pa-
ricas, los fármacos, la administración de yoduros o las emocio- rece estar relacionada con una posible hipersecreción de
nes puedan actuar como desencadenantes de la afección a ACTH secundaria a un metabolismo acelerado del cortisol,
través de mecanismos desconocidos capaces de influir en la mientras que la hipopigmentación en forma de vitíligo con-
homeostasia inmunológica del paciente. siste en una alteración de la piel, también de patogenia au-
toinmune, que con frecuencia se asocia con la enfermedad
Anatomía patológica. El tamaño del tiroides está agranda- de Graves-Basedow. Otra alteración de la piel, no relaciona-
do y su peso suele oscilar entre 30 y 150 g. La glándula está da con la hipersecreción de hormonas tiroideas sino con la
hipervascularizada y presenta un aspecto carnoso, con la su- patogenia autoinmune del proceso, es el mixedema pretibial
perficie relativamente lisa. o dermopatía infiltrativa, que aparece en ocasiones en la en-
Desde el punto de vista microscópico destacan la hipertro- fermedad de Graves-Basedow (véase más adelante).
fia y la hiperplasia del epitelio folicular; los folículos suelen El cabello se vuelve fino y en ocasiones frágil. Las uñas pue-
aumentar de tamaño, con incremento de la altura de las cé- den sufrir también alteraciones, transformándose en blandas y
2075
ENDOCRINOLOGÍA
friables. En ocasiones aparece una alteración característica TABLA 16.21. Frecuencia de los diversos síntomas y signos
denominada uñas de Plummer, que consiste en un fenómeno en 247 pacientes afectos de enfermedad de Graves-Basedow*
de onicólisis con despegamiento de la parte distal de la uña
del lecho ungueal. Síntomas (%) Signos (%)
Aparato circulatorio. Las repercusiones del hipertiroidismo
Nerviosismo o 99 Taquicardia 100
sobre el aparato circulatorio son constantes y pueden adqui- intranquilidad Bocio 100
rir gran trascendencia clínica. La resistencia vascular periféri- Hiperhidrosis 91 Piel fina, caliente y roja 97
ca está disminuida y el gasto cardíaco aumentado como con- Hipersensibilidad 89 Temblor 97
secuencia del incremento del volumen sistólico y de la al calor Soplo en región tiroidea 77
frecuencia cardíaca. El aumento de esta última es constante, Palpitaciones 89 Signos oculares 71
de modo que prácticamente puede descartarse el diagnósti- Astenia 88 Fibrilación auricular 10
co de hipertiroidismo si no existe taquicardia. El pulso es a Pérdida de peso 85 Esplenomegalia 10
menudo saltón como consecuencia de un incremento de la Sed 82 Ginecomastia 10
Disnea 75 Eritema palmar 8
presión sistólica y de un descenso de la diastólica. Los tras- Debilidad muscular 70
tornos del ritmo, y muy especialmente la fibrilación auricu- Hiperorexia 65
lar, aparecen con mucha frecuencia. Síntomas oculares 54
Los pacientes afectos de enfermedad de Graves-Basedow Caída del cabello 50
presentan con mayor frecuencia prolapso de la válvula mi- Edema de piernas 35
tral. Los factores patogénicos de esta asociación no se cono- Hiperdefecación 33
cen, aunque la causa no parece ser el hipertiroidismo, ya (sin diarrea)
que esta asociación no se observa en los pacientes afectos Diarrea 23
Anorexia 9
de bocio multinodular tóxico. Estreñimiento 4
Aparato digestivo. Los pacientes refieren a menudo altera- Aumento de peso 2
ciones del ritmo intestinal. La diarrea intensa es infrecuente,
pero son comunes la mayor frecuencia y la menor consisten- *Tomada de WILLIAMS, 1992.
cia de las deposiciones. En formas graves de la enfermedad
pueden detectarse alteraciones de las enzimas hepáticas y
en casos graves puede aparecer hepatomegalia e ictericia. Metabolismo. El exceso de hormonas tiroideas circulantes
Sangre y sistema hematopoyético. Puede aparecer anemia produce diversos efectos metabólicos en el organismo. Sólo
normocrómica y normocítica y también anemia perniciosa; se hará una breve referencia a los efectos sobre los hidratos
este último caso representa la asociación de un proceso, asi- de carbono, las grasas, las proteínas y la regulación del cal-
mismo, de patogenia autoinmune. cio y del fósforo.
Las alteraciones de la serie blanca no son relevantes. En La curva de glucemia suele ser anormal en el hipertiroidis-
casos muy graves pueden observarse esplenomegalia y ade- mo. La anomalía más característica consiste en la aparición
nopatías. de un pico elevado a la hora, con una cifra normal o casi
Sistemas nervioso y muscular. El paciente hipertiroideo re- normal a las 2 h. La secreción de insulina suele estar aumen-
fiere nerviosismo, agitación, inquietud, taquilalia, hipercine- tada.
sia y labilidad emocional. A diferencia de los enfermos an- El metabolismo de las grasas está muy acelerado en el hi-
gustiados, el hipertiroideo es hiperactivo y sólo está limitado pertiroidismo, tanto su producción como su degradación,
por su fatigabilidad, en parte de origen muscular y agrava- pero las anomalías resultantes, fácilmente objetivables por el
da por el insomnio que a menudo padece. De forma excep- laboratorio, consisten en un incremento de los ácidos grasos
cional, el hipertiroidismo puede producir reacciones psicóti- libres circulantes y en una disminución de la colesterolemia.
cas de tipo maníaco depresivo, esquizoide o paranoide. El metabolismo de las proteínas está muy aumentado,
La exploración permite objetivar un temblor fino sobre pero sobre todo su degradación, lo que se traduce en un ba-
todo en las manos extendidas, pero también en la lengua y lance negativo de nitrógeno, pérdida de peso, debilidad
en los párpados semicerrados. Los reflejos osteotendinosos muscular y tendencia a la hipoalbuminemia.
son rápidos y vivos. El exceso de hormonas tiroideas parece actuar directa-
La alteración de la musculatura esquelética es común en mente sobre el hueso favoreciendo su resorción. Este efecto
el hipertiroidismo. Con frecuencia se limita a un incremento puede traducirse en la aparición de hipercalcemia, elimina-
de la fatigabilidad muscular de predominio proximal, pero ción elevada de calcio y fósforo por la orina y por las heces e
en ocasiones puede alcanzar notable relevancia clínica incremento en las fosfatasas alcalinas del suero. Puede pro-
constituyendo una auténtica miopatía tirotóxica. En las for- ducirse una desmineralización del hueso, demostrable radio-
mas graves, el paciente puede estar incluso incapacitado lógicamente.
para la marcha. Se ha descrito una asociación mayor que la 2. Bocio difuso. Constituye uno de los elementos de la
casual entre la enfermedad de Graves-Basedow y la miaste- tríada diagnóstica de la enfermedad de Graves-Basedow. El
nia grave, en relación con la patogenia autoinmune común a bocio de este proceso es habitualmente moderado o peque-
ambos procesos. Una complicación rara es la parálisis perió- ño, aunque a veces alcanza un tamaño importante. El incre-
dica que suele cursar con hipopotasemia durante las crisis. mento del tiroides es uniforme y, a la palpación, la superficie
Predomina en los pacientes varones y se observa casi exclu- es lisa, y la consistencia, blanda o firme. El aumento de la
sivamente en individuos de raza oriental. vascularización resulta muy evidente; se aprecian pulsacio-
Sistema endocrino. El hipertiroidismo produce diversas al- nes por el tacto y un soplo mediante la auscultación. El bo-
teraciones funcionales endocrinas, pero la mayoría de ellas cio basedowiano, a diferencia del bocio simple, nunca pro-
poseen escasa relevancia clínica. Ya se ha citado la acelera- duce compresión.
ción en el metabolismo del cortisol. Aunque la aparición de bocio es la regla en la enferme-
En el área gonadal pueden producirse diversas alteracio- dad, y en algunas series, como en la citada en la tabla 16.21
nes. En el varón puede haber una disminución de la potencia, es una alteración constante, en nuestra experiencia, en el
pero al inicio del proceso existe en ocasiones un aumento de 47% de los casos el bocio era palpable pero no visible, y en
la libido. En algunos casos se ha observado ginecomastia rela- el 2,5% no se palpaba agrandamiento tiroideo (SANMARTí et
cionada con un incremento del nivel de conversión de andró- al, 1980).
genos a estrógenos. En la mujer pueden observarse diversas 3. Oftalmopatía. La primera clasificación importante de
irregularidades menstruales. La fertilidad está disminuida y, si los cambios oculares en la enfermedad de Graves-Basedow
se produce el embarazo, el aborto es más frecuente de lo nor- fue realizada en 1969 por un comité especial de la American
mal. Thyroid Association (ATA) dirigido por S.C. WERNER. En 1977,
2076
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
2077
ENDOCRINOLOGÍA
2078
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
Crisis tirotóxica. La crisis tirotóxica es una complicación patía de Graves, y d) en el diagnóstico y el control evolutivo
de extraordinaria gravedad, por fortuna rara. En el pasado, del hipertiroidismo neonatal.
cuando sólo se disponía de la tiroidectomía como único tra- Las pruebas destinadas a estudiar la morfología del tiroi-
tamiento eficaz de la enfermedad, constituía una terrible des poseen valor escaso o nulo para el diagnóstico, excepto
complicación que ocurría con cierta frecuencia tras la inter- en situaciones muy especiales. Incluso la gammagrafía, tan
vención. En la actualidad, el rigor en la preparación y en la inútilmente prodigada en esta enfermedad, no suele ofrecer
selección de los pacientes que han de ser tiroidectomizados mayor información que la que facilita una cuidadosa explo-
la ha eliminado casi por completo como complicación post- ración clínica.
operatoria. No obstante, sigue observándose en alguna oca-
sión, ya sea por una infección u otro estrés en el curso de la Diagnóstico diferencial. Los errores diagnósticos en rela-
enfermedad no diagnosticada o mal controlada, o bien tras ción con este proceso son frecuentes. En las formas comple-
la administración de una dosis terapéutica de 131I sin prepara- tas o típicas no suelen ocurrir, ya que el cuadro clínico posee
ción previa del paciente. una extraordinaria expresividad. En cambio, en las formas in-
La patogenia de la crisis tirotóxica no está totalmente acla- completas o en las que predomina un síntoma o grupo de
rada, aunque parece depender de una excesiva respuesta síntomas, la afección puede no ser reconocida durante mu-
del organismo a una gran cantidad de hormonas tiroideas cho tiempo. Así, en las formas con predominio sintomático
circulantes. La crisis tirotóxica es una complicación propia cardiocirculatorio puede diagnosticarse el trastorno del rit-
de la enfermedad de Graves, ya que casi nunca se observa mo o la insuficiencia cardíaca sin pensar en su posible etio-
en el bocio nodular tóxico. logía tirotóxica, y en las formas digestivas, miopáticas o ca-
El inicio de la crisis suele ser agudo, con fiebre alta, gran quectizantes caben errores semejantes. El conocimiento de
sudación, taquicardia extrema con fibrilación auricular o sin estas formas paucisintomáticas resulta una condición indis-
ésta, temblor, agitación psicomotriz, diarrea, deshidratación pensable para identificarlas.
y, por último, postración progresiva, delirio, coma y muerte. Un problema diagnóstico diferencial de especial interés,
Puede cursar también con graves manifestaciones neuromus- ya mencionado, se plantea ante la aparición de una oftalmo-
culares que adoptan la forma seudomiasténica o la miopáti- patía unilateral no acompañada de signos de hiperfunción ti-
ca aguda con importante atrofia muscular. roidea. En tal caso, la primera sospecha es, con razón, la de
Pese a los extraordinarios avances obtenidos en la tera- la existencia de una tumoración orbitaria, y la exploración
péutica de la crisis, la mortalidad de esta complicación sigue cuidadosa de la región no puede ser omitida. Existen diver-
siendo elevada (alrededor del 20% según LARSEN e INGBAR, sas técnicas invasivas y no invasivas que ofrecen informa-
1992). ción útil en el diagnóstico diferencial entre la oftalmopatía
de Graves y otro tipo de afección de la región orbitaria. Tres
Diagnóstico. El diagnóstico de la enfermedad de Graves-Ba- técnicas no invasivas, la ecografía, la TC y la RM han demos-
sedow debe basarse fundamentalmente en una recogida y trado ser las más útiles en el diagnóstico de la oftalmopatía
una valoración adecuadas de los síntomas, así como en la de Graves, ya que permiten demostrar el agrandamiento de
observación cuidadosa de los signos. En las formas comple- la musculatura extraocular característico de la afección. En
tas o típicas de la enfermedad el diagnóstico es fácil y puede casos de oftalmopatía unilateral sin signos de hiperfunción ti-
establecerse con absoluta certeza a través de los datos clíni- roidea es necesario determinar la TSH en plasma ya que una
cos. En estos casos las pruebas funcionales sólo aportan da- cifra baja de esta hormona permitirá orientar hacia el diag-
tos de relativo interés que sirven para confirmarlo. nóstico de oftalmopatía de Graves.
No obstante, en las formas incompletas o atípicas surgen Es posible que en un futuro próximo la determinación de
con frecuencia dudas diagnósticas, adquiriendo entonces la inmunoglobulina oftalmopática pueda representar una im-
gran valor la oportuna exploración funcional del tiroides. portante ayuda diagnóstica en los casos de oftalmopatía no
Otra situación que puede plantear dudas es la del paciente acompañada de alteración funcional tiroidea.
que ha estado recibiendo tratamiento con tioderivados du- El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Graves-Ba-
rante algún tiempo tras establecer un diagnóstico sobre ba- sedow con las formas nodulares de hipertiroidismo plantea
ses inciertas. La valoración correcta de estos casos suele re- problemas en algunas ocasiones, como se verá al estudiar es-
querir la suspensión de la medicación durante cierto tiempo, tos procesos.
para realizar entonces una nueva valoración del estado clíni- Un aspecto importante del diagnóstico diferencial de esta en-
co y la práctica de las pruebas diagnósticas oportunas. tidad cuando el cuadro clínico es incompleto, es evitar su con-
Los exámenes generales de laboratorio pueden demostrar fusión con otras formas infrecuentes de hipertiroidismo como la
un aumento moderado de la VSG, discretas leucopenia y inducida por el yodo o la tiroiditis indolora linfocitaria.
anemia, así como moderadas hipercalcemia e hiperfosfore- Una buena anamnesis, una exploración clínica cuidadosa
mia. y la realización de una captación tiroidea de 131I permitirán
Para el diagnóstico definitivo de la enfermedad habitual- deslindar el diagnóstico.
mente es suficiente la determinación de los niveles de T4 li- También pueden plantearse dudas diagnósticas ante un
bre y de TSH. La determinación de la TSH basal, con las mo- proceso que remede algunos de los síntomas de la enferme-
dernas técnicas de gran sensibilidad para los valores dad (feocromocitoma, tuberculosis, neoplasias malignas,
inferiores a la normalidad, es un método muy útil y sensible etc.). No obstante, el estudio clínico correcto y las adecua-
para el diagnóstico de hipertiroidismo, en ocasiones más das pruebas funcionales disipan las dudas con rapidez.
que la determinación de T4 libre. La infrecuente aparición de Es importante señalar que en ocasiones son diagnostica-
tirotoxicosis únicamente por T3 no justifica su determinación dos de hipertiroidismo pacientes afectos de neurosis de an-
sistemática, aunque debe solicitarse si la sospecha de tiroto- gustia. En estos casos habitualmente no hay pérdida de peso
xicosis es elevada y la T4 libre es normal. ni intolerancia al calor, la sudación es fría, el temblor más
La determinación de los anticuerpos antitiroideos tiene amplio y la taquicardia inconstante. La determinación de
poco interés práctico para el diagnóstico de la enfermedad. hormonas tiroideas permite establecer el diagnóstico.
No obstante, posee interés teórico y ofrece información im-
portante acerca de la alteración de la inmunidad humoral en Evolución y pronóstico. La enfermedad de Graves-Base-
estos pacientes. dow abandonada a su evolución espontánea es un proceso
La determinación de anticuerpos antirreceptor de la TSH grave con una importante mortalidad. En cambio, sometida
no es necesaria para el diagnóstico, pero puede resultar útil a tratamiento adecuado, su pronóstico es favorable, aunque
en las siguientes situaciones: a) en el diagnóstico diferencial el control de su evolución plantea con frecuencia problemas
con otras formas de hipertiroidismo; b) como criterio de re- que obligan a menudo a realizar tratamientos radicales con
misión de la enfermedad; c) en el diagnóstico de la oftalmo- destrucción de la glándula por medios quirúrgicos o radio-
2079
ENDOCRINOLOGÍA
isotópicos. Uno de los principales problemas radica en que, Tiouracilo Tiourea Metimazol
a pesar de realizar un tratamiento médico con tioderivados,
el tiempo suficiente y con dosis correctas, en un elevado por- NH – CO NH2 N–CH
centaje de pacientes el proceso recidiva; esta recidiva es más S=C CH S=C HS-C
frecuente durante el primer año tras la supresión de los tio- NH – CH NH2 N–CH
derivados, pero puede ocurrir varios años después. CH3
Se han realizado múltiples esfuerzos, sin ningún éxito, NH – CO NH – CO
N–CH
para identificar mediante pruebas funcionales a los pacien- S=C CH S=C CH S–C
tes que han curado y a los que están destinados a la recidiva. NH – C – CH3 NH – C – C3H7 N–CH
O =C
Probablemente, los pacientes con bocio de mayor tamaño y
aquellos en los que persisten anticuerpos antirreceptor de la Metiltiouracilo Propiltiouracilo O CH3
TSH durante el seguimiento médico son candidatos a presen- C2H5
tar una recidiva del proceso. Carbimazol
Cuando el paciente ha sido intervenido o tratado con 131I,
el peligro de la evolución hacia el hipotiroidismo se mantie- Fig. 16.51. Fórmulas químicas de los tioderivados utilizados en clí-
ne durante muchos años, sobre todo en el segundo caso. Fi- nica en el tratamiento del hipertiroidismo.
nalmente, si aparece un hipotiroidismo poscirugía o posra-
dioyodo, el paciente también debe quedar bajo vigilancia
médica no inferior a una visita de control al año. tarse continuar el tratamiento médico con otro tioderivado,
La exoftalmía puede preceder al hipertiroidismo, cursar pero en la excepcional eventualidad de una toxicidad grave
junto con él o aparecer cuando los síntomas de hipertiroidis- debe pasarse a una opción terapéutica definitiva, ya que se
mo ya están dominados. La intensidad, el curso y el pronós- ha señalado la existencia de reacciones cruzadas de hiper-
tico de la oftalmopatía infiltrativa se han considerado, en sensibilidad a los tioderivados en el 50% de los casos.
cierto modo, independientes del cuadro hipertiroideo. No La pauta de administración de estos preparados consiste
obstante, PRUMMEL et al (1992) han demostrado que, a mayor en iniciar el tratamiento con una dosis elevada (300-600
disfunción tiroidea, mayor gravedad de la oftalmopatía, y su- mg/día para los derivados tiouracílicos y 30-60 mg/día para
gieren un minucioso control de la función tiroidea si aparece el metimazol y el carbimazol), que se disminuye progresiva-
exoftalmos. En un trabajo reciente, TALLSTEDT et al (1992) han mente una vez que se ha logrado la compensación, hasta al-
comprobado que la aparición o la exacerbación del exoftal- canzar la dosis de mantenimiento. Ésta es variable según los
mos es mayor en pacientes tratados con 131I que en los some- casos, pero con el metimazol y el carbimazol suele oscilar
tidos a cirugía o que han recibido antitiroideos. BARTALENA et entre 5 y 15 mg/día. Los tioderivados se administran por lo
al (1989) han sugerido que el tratamiento de los pacientes común en tres dosis fraccionadas (cada 8 h), pero existen
afectos de exoftalmos con glucocorticoides antes del 131I evi- datos demostrativos, especialmente en el caso del metima-
taría el empeoramiento de la oftalmopatía. zol y el carbimazol, de que también son eficaces en una
sola dosis diaria. Por tanto, esta pauta conviene especial-
Tratamiento. Para controlar la excesiva secreción de hor- mente en los pacientes que suelen olvidar la toma de algu-
monas tiroideas se dispone en la actualidad de tres tipos de nas dosis.
medidas: la administración de fármacos tirostáticos, la tiroi- Aunque existen informes favorables con respecto a la ad-
dectomía y el empleo de radioyodo. La utilización de cada ministración de tioderivados durante plazos relativamente
uno de estos tratamientos posee ventajas e inconvenientes, cortos, nosotros seguimos la pauta convencional de mante-
por lo que los criterios de elección deben basarse en consi- ner la medicación durante 12-18 meses en los adultos y
deraciones individuales. 2 años en los niños, y sólo la reducimos 6 meses en casos es-
Tratamiento médico. La base fundamental consiste en la pecialmente favorables. De este modo, finalizado el ciclo de
administración de medicación tirostática durante un período tratamiento, hay que limitarse a mantener al paciente bajo
de tiempo prolongado. El principal grupo farmacológico de control clínico y de laboratorio. En caso de recidiva, opta-
sustancias tirostáticas está constituido por las tionamidas o mos por la cirugía o el radioyodo, y sólo excepcionalmente
tioderivados (fig. 16.51), todos ellos derivados de la tiourea. realizamos un segundo ciclo de tratamiento médico.
Dos de los primeros medicamentos de este grupo, el propil- Sustancias tirostáticas de otros grupos, como los yoduros,
tiouracilo y el metiltiouracilo, derivan del tiouracilo, cuya es- el litio, el perclorato y el tiocianato se han utilizado en algu-
tructura contiene el núcleo tioureico. Con posterioridad se nas épocas en la terapéutica de esta enfermedad. No obstan-
sintetizaron el metimazol y el carbimazol, compuestos que te, en la actualidad no se aconseja su empleo, con excep-
también derivan de la tiourea. La elección del tioderivado ción de los yoduros. Éstos pueden prescribirse para un breve
tiene poca trascendencia clínica, ya que todos ellos son efi- período, pero su uso se limita a la preparación para la cirugía
caces y, en general, bien tolerados. y la terapéutica de la crisis tirotóxica. Aunque el fundamento
Los tioderivados bloquean la síntesis de las hormonas tiroi- del tratamiento médico de la enfermedad de Graves-Base-
deas a través de una inhibición del proceso de organifica- dow se basa en la utilización adecuada de los tioderivados,
ción, de la yodinación de las tirosinas para formar MIT y DIT, existen otras medidas que aunque secundarias, pueden re-
y del acoplamiento de las yodotirosinas para formar T4 y T3. sultar útiles para el control de estos pacientes. Así, es clásico
La toxicidad de los tioderivados es muy escasa, similar recomendar reposo relativo en las fases iniciales del trata-
para todos ellos, y aumenta con la dosis. El efecto tóxico más miento y una alimentación rica y variada que los ayude a re-
frecuente, que en nuestra experiencia alcanzó el 2,4%, con- cuperar la pérdida de peso causada por el proceso. También
siste en reacciones cutáneas de hipersensibilidad (erupcio- puede ser útil conseguir un clima de relajación, tranquilidad
nes maculares o morbiliformes, urticaria, prurito). En raras y confianza en la curación. La administración de sedantes es
ocasiones se ha descrito la aparición de fiebre, trastornos opcional. A veces es útil el empleo de pequeñas dosis de an-
gastrointestinales, conjuntivitis, poliartralgias o hepatitis tóxi- siolíticos si el paciente presenta un cuadro de ansiedad.
ca. Un accidente temible (0,1-0,2%), es la agranulocitosis. Una medida complementaria de especial interés consiste
Ésta aparece de forma fulminante como consecuencia de un en la administración de un bloqueador betadrenérgico, habi-
efecto toxicoalérgico. Por tanto, es innecesario el control de tualmente propranolol, para controlar la hiperactividad sim-
la fórmula leucocitaria, ya que no informa del posible peli- pática de estos pacientes. El fármaco suele utilizarse en esta
gro de agranulocitosis. La habitual leucopenia con linfocito- indicación a la dosis diaria de 40-120 mg, en tomas cada 6-8 h.
sis relativa con que cursa la enfermedad de Graves-Basedow Sin embargo, su administración es superflua en la mayoría
no contraindica en modo alguno el tratamiento con tionami- de los casos de hipertiroidismo, excepto en tres indicacio-
das. Ante la aparición de un efecto tóxico leve puede inten- nes: a) cuadro muy activo en el que convenga obtener una
2080
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
pronta remisión; b) crisis tirotóxica, en la que constituye un combinación de propranolol y yoduros. El método está espe-
fármaco fundamental, y c) preparación para la cirugía en ca- cialmente indicado cuando, por razones médicas o sociales,
sos seleccionados (véase más adelante). Los intentos de tra- la intervención no puede demorarse las 4-8 semanas que exi-
tamiento médico del hipertiroidismo sólo con propranolol y ge la preparación por el método clásico. Otra indicación cla-
sedantes no han ofrecido resultados alentadores. En cual- ra de esta técnica es la intolerancia a los tioderivados o a los
quier caso, la administración de propranolol está contraindi- yoduros. En la experiencia de nuestro grupo, publicada por
cada en los pacientes con antecedentes de asma bronquial, TRESÁNCHEZ et al (1978), las dosis empleadas oscilaban entre
cardiopatía no tirotóxica y en diabéticos tratados con insuli- 80 y 180 mg/día, repartidas cada 6 h hasta que desaparecían
na o sulfonilureas, en los que puede desencadenarse una hi- los signos y síntomas de simpaticotonía; ello ocurría hacia el
poglucemia que no se revelará clínicamente por los síntomas cuarto o quinto día de iniciado el tratamiento. En nuestra ex-
mediados por las catecolaminas. periencia posterior, las dosis necesarias han sido netamente
Algunos autores han defendido la utilización simultánea superiores en algún caso. Tras la intervención, la medicación
de hormonas tiroideas durante el tratamiento con tioderiva- con propranolol debe mantenerse 7 días más.
dos con objeto de prevenir la posible producción de hipo- Tratamiento radioisotópico. En este segundo tipo de tera-
tiroidismo y bocio por estos fármacos. Nosotros no hemos péutica radical la curación del hipertiroidismo en la enfer-
obtenido mejores resultados con esta pauta y seguimos utili- medad de Graves-Basedow se obtiene mediante la adminis-
zando la terapéutica convencional, aunque HASHIZUME et al tración de yodo radiactivo. La facilidad y la comodidad de la
(1991) obtienen buenos resultados con la administración de técnica, la falta de efectos secundarios importantes y la baja
T4 durante el tratamiento con tioderivados, observando una relación coste/beneficio, tan valorada en la actualidad, han
disminución de la producción de anticuerpos antirreceptor hecho de este el método de elección para muchos grupos de
de la TSH, así como una reducción de la frecuencia de reci- trabajo, especialmente americanos.
divas de hipertiroidismo. El posible efecto del 131I sobre la aparición de leucemias y
Tratamiento quirúrgico. La tiroidectomía es el método más de cáncer tiroideo o la irradiación nociva de las gónadas se
rápido y radical para obtener la curación definitiva de la en- han planteado como argumento durante décadas por los de-
fermedad de Graves-Basedow. No obstante, la intervención tractores del método. No obstante, casi todas las publicacio-
entraña una serie de riesgos, mínimos en manos expertas, nes sobre el tema demuestran que no existen diferencias sig-
pero que no han podido ser eliminados por completo. La in- nificativas entre los individuos tratados y los no tratados con
131
tervención aconsejable consiste en la tiroidectomía subtotal, I en relación con la posterior incidencia de leucosis y otros
dejando un fragmento de glándula con objeto de intentar cánceres. En cuanto a su posible efecto nocivo sobre las cé-
mantener el eutiroidismo posquirúrgico. Si el fragmento es lulas germinales, aunque la opinión ampliamente dominante
demasiado pequeño, el riesgo de hipotiroidismo aumenta es que estos tratamientos son inocuos, no ha transcurrido el
mucho, y si el tiroides remanente pesa más de 10 g, aumen- suficiente tiempo para descartarlo con absoluta certeza. Por
tan las recidivas del hipertiroidismo (WEBER y CLARK, 1985). eso, parece algo prematura la actitud tomada por diversos
En la actualidad, los cirujanos suelen dejar unos fragmentos autores de administrar dosis terapéuticas de 131I a jóvenes e
que pesen unos 4-10 g, dependiendo de preferencias perso- incluso a niños. Nosotros, en general, permanecemos fieles a
nales y de las características del paciente. la norma clásica de reservar este tratamiento a pacientes ma-
En general, es preferible intentar evitar la recidiva del hi- yores de 40 años, aunque también hemos prescrito el trata-
pertiroidismo que es el que motiva la intervención. En una miento con radioyodo, si la indicación es clara, en indivi-
serie (SANMARTí et al, 1980) se extirpó toda la glándula excep- duos de 20-40 años.
to un fragmento de 1,5-2 g de peso en cada lado junto a la El efecto desfavorable de este tipo de tratamiento, amplia-
cápsula posterior y no se registró ningún caso de recidiva, mente comprobado, es la aparición de hipotiroidismo, que
mientras que se produjo un 30% de hipotiroidismos perma- aumenta a lo largo de los años. El 40-70%, según las estadísti-
nentes. Éstos aparecen sobre todo en los primeros 6 meses cas, desarrolla hipotiroidismo en un plazo máximo de 10
del postoperatorio, y su incidencia disminuye tras 2 años del años. En un complejo estudio organizado por el U.S. Public
acto quirúrgico. En cuanto a los hipoparatiroidismos perma- Health Service (1971) se comprobó que la incidencia de hi-
nentes o a las parálisis recurrenciales, en manos expertas potiroidismos disminuía con el número de rad administra-
constituyen accidentes muy raros. En nuestra serie tuvimos dos. La existencia de estos datos determina que nuestra ten-
un solo caso de hipoparatiroidismo permanente (2,1%) y nin- dencia actual, de acuerdo con el Servicio de Medicina
guno de parálisis recurrencial. En cambio, es frecuente la Nuclear del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona (DOMÉNECH
aparición de hipocalcemia transitoria que habitualmente se TORNÉ), consista en la administración de dosis fraccionadas
atribuye al “robo de calcio” por la osteodistrofia tiroidea o a bajas-medias de 131I (50-80 µCi/g de tejido tiroideo), con las
una lesión fugaz de las paratiroides. cuales hemos obtenido excelentes resultados. Por eso, en lí-
Los pacientes seleccionados para el tratamiento quirúrgi- neas generales, preferimos el tratamiento radioisotópico al
co deben ser rigurosamente preparados antes de la interven- quirúrgico en la enfermedad de Graves-Basedow.
ción, de modo que lleguen a ella en situación de perfecta Criterios de elección. En la tabla 16.23 se resumen los crite-
compensación del hipertiroidismo. Una vez conseguido el rios de elección para el tratamiento de la enfermedad. A con-
eutiroidismo mediante la administración de tioderivados, és- tinuación se indica la terapia en situaciones especiales.
tos deben administrarse hasta el día anterior a la interven- Tratamiento en el curso del embarazo. Dado que el radio-
ción. Para completar la preparación algunos autores reco- yodo está absolutamente contraindicado, la opción terapéu-
miendan tratamiento con yoduros unos días antes de la tica debe establecerse entre la cirugía y los tioderivados. Es-
tiroidectomía, con lo que se consigue disminuir la vasculari- tos últimos tienen el inconveniente de que pueden producir
zación de la glándula, facilitando la resección quirúrgica. La hipotiroidismo y bocio en el recién nacido, pues la placenta
yodoterapia resulta más necesaria cuando la glándula es permite el paso de las tionamidas desde la madre al feto,
grande, su consistencia es blanda y se aprecia la existencia mientras que es relativamente impermeable a las hormonas
de un soplo. Existen diversas pautas de yodoterapia preope- tiroideas. Esta circunstancia ha llevado a algunos autores a
ratoria. Una de ellas consiste en administrar 5 gotas diarias preconizar la realización de la tiroidectomía subtotal en el
de solución de Lugol durante los 7-10 días previos a la inter- segundo trimestre.
vención. No obstante, la opinión dominante en el momento actual,
El método de preparación citado es clásico y seguro, pero que compartimos, es que el tratamiento de elección es el
desde la publicación de PIMSTONE y HOFFE (1970) se sabe que médico, utilizando la dosis menor de tioderivados compati-
es posible efectuarla utilizando sólo propranolol. A partir de ble con el bienestar de la paciente. Es mejor utilizar el propil-
entonces diversos trabajos han demostrado la eficacia, rapi- tiouracilo, ya que atraviesa la barrera placentaria en menor
dez y economía del método. Algunos autores propugnan la grado. Los controles deben ser frecuentes y los análisis de-
2081
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.23. Criterios de elección del tipo de tratamiento por otra parte, la utilización de dichas sustancias se halla
de la enfermedad de Graves-Basedow también muy limitada por sus efectos indeseables.
Si los procedimientos médicos fracasan debe recurrirse a
Tratamiento médico los quirúrgicos. Una intervención sencilla y útil, cuando la
Inicio reciente de la enfermedad falta de oclusión plantea graves problemas, es la tarsorrafia
Bocio ausente o de pequeño tamaño
Buenas posibilidades de control regular de la evolución
parcial. No obstante, el papel decisivo de la cirugía en el
exoftalmos maligno consiste en la intervención descompresi-
Tratamiento quirúrgico va. Las técnicas más utilizadas en la actualidad son la trans-
Bocio de gran tamaño frontal y la transantral. La práctica de la descompresión ocu-
Fracaso del tratamiento médico a largo plazo
Indicación social de tratamiento definitivo
lar puede ser decisiva en algunos casos para salvar la vista
Edad inferior a 40 años del paciente.
Además de las citadas, existen otras técnicas quirúrgicas
Tratamiento radioisotópico útiles para el tratamiento de la oftalmopatía infiltrativa. Así, se
Fracaso del tratamiento médico a largo plazo han descrito diversas técnicas para la corrección de la retrac-
Indicación social de tratamiento definitivo
Bocio ausente o de pequeño tamaño ción del párpado superior y varios tipos de cirugía muscular
Edad superior a 40 años extraocular utilizados, con éxito dudoso, en el tratamiento de
la diplopía producida por la miopatía extraocular de la enfer-
medad de Graves. La molesta diplopía puede, también, inten-
tar ser corregida mediante la utilización de prismas.
ben incluir la determinación de tiroxina libre y de TSH. Un Tratamiento del mixedema pretibial. Cuando el mixedema
dato a favor de esta decisión es la mejoría espontánea de la pretibial es importante, pueden obtenerse buenos resultados
enfermedad que suele observarse en los últimos meses del mediante el tratamiento tópico oclusivo con glucocorticoides.
embarazo. Utilizando dosis bajas de tionamidas la observa- Tratamiento de la crisis tirotóxica. La crisis tirotóxica cons-
ción de efectos secundarios en el recién nacido es excepcio- tituye una grave emergencia médica, por fortuna en la actua-
nal. La lactancia materna, en general, debe proscribirse, ya lidad muy rara, que pone en peligro la vida del paciente y
que los tioderivados se secretan con la leche, aunque tam- que debe ser tratada con prontitud y energía.
bién se ha señalado una secreción menor en el caso del pro- El tratamiento debe estar orientado a combatir los cuatro
piltiouracilo. aspectos siguientes del proceso: a) secreción aumentada de
La tiroidectomía subtotal, que ha de realizarse durante el hormonas tiroideas; b) exceso de respuesta de la periferia;
segundo trimestre, debe indicarse sólo en casos muy excep- c) déficit en los mecanismos fisiológicos de compensación, y
cionales, que exijan grandes dosis de tioderivados para su d) causas desencadenantes del proceso.
control y, sobre todo, cuando haya intolerancia a estos fár- 1. Secreción aumentada de hormonas tiroideas. Deben ad-
macos. En tales casos, la preparación para la cirugía debe ministrarse 20 mg de metimazol cada 4 h o su equivalente. La
basarse en la administración de propranolol, con la adición mayoría de los autores aconsejan el propiltiouracilo (200 mg
opcional de yoduros, según el método ya descrito. cada 4 h) por su efecto sobre la desyodinación periférica de
Tratamiento de la oftalmopatía infiltrativa. Debe abordarse la tiroxina. Asimismo, debe añadirse yodo (30 gotas diarias
de forma independiente del tratamiento del hipertiroidismo de solución de Lugol por vía oral o 1 g de yoduro sódico por
porque pueden existir discordancias evolutivas entre ambas vía intravenosa cada 8 h). No obstante, en opinión de BAGDA-
manifestaciones de la enfermedad de Graves-Basedow. DE (1986), no debe iniciarse la yodoterapia por lo menos has-
En las formas leves, las principales molestias del paciente ta una hora después de haber comenzado la administración
consisten en lagrimeo, fotofobia e irritación ocular. Para de tioderivados, con objeto de que el yodo no pueda ser uti-
combatirlas y proteger los globos oculares de la infección lizado en la síntesis de nuevas hormonas tiroideas.
pueden ser útiles las siguientes medidas: utilizar gafas oscu- 2. Exceso de respuesta de la periferia. Con este fin se pue-
ras para proteger los globos oculares del sol, viento y cuer- de emplear propranolol a la dosis de 40-80 mg por vía oral
pos extraños, instilar gotas de metilcelulosa al 1%, dormir cada 6 h o, si es preciso, por vía intravenosa a la dosis de
con la cabeza en posición más elevada y administrar diuréti- 1 mg/min hasta alcanzar un máximo de 10 mg por adminis-
cos para disminuir el edema local. Cuando los párpados no tración.
cierran adecuadamente los globos oculares, puede estar in- 3. Déficit en los mecanismos fisiológicos de compensación.
dicada la oclusión durante el sueño o bien el cierre temporal Este apartado del tratamiento incluye diversas medidas gene-
de un ojo. rales, como la aplicación de refrigeración y el aporte adecua-
En las formas graves de oftalmopatía infiltrativa definidas do de líquidos, glucosa, electrólitos y complejo vitamínico B.
como exoftalmía maligna y que pueden conducir a la cegue- Habitualmente se administra hidrocortisona, a la dosis de
ra, deben instaurarse distintos tipos de medidas terapéuticas. 100 mg cada 6 h, con objeto de inhibir la conversión periféri-
La primera de ellas, que por fortuna suele ser notablemente ca de T4 en T3, disminuir la fiebre y mantener la presión arte-
eficaz, es la administración de prednisona a dosis elevadas, rial.
que pueden alcanzar los 140 mg/día. Las dosis deben dismi- 4. Causas desencadenantes del proceso. Por último, como es
nuirse una vez obtenida la mejoría, y puede repetirse la pau- obvio, deben tratarse en forma adecuada los factores desenca-
ta terapéutica si es necesario. En opinión de CHAR (1991), la denantes, si los hay, y muy especialmente las infecciones.
mejor pauta consiste en la administración de 100 mg/día de
prednisona por vía oral durante sólo 8 días. Algunos autores
han obtenido buenos resultados con la inyección retrobul- Bocios nodulares tóxicos
bar de un glucocorticoide dépôt (de depósito o de liberación
lenta). No obstante, la técnica resulta molesta para el pacien- A diferencia de la enfermedad de Graves-Basedow, el hi-
te y no suele ser bien aceptada. Un tratamiento alternativo pertiroidismo de los bocios nodulares tóxicos se produce
con el que pueden obtenerse buenos resultados en manos en una glándula no agrandada difusamente, sino con uno o
de un radioterapeuta experto es la irradiación de los tejidos varios nódulos de notable tamaño. Por otra parte, el hiperti-
retrorbitarios. Con un acelerador lineal puede alcanzarse la roidismo de origen nodular carece de las manifestaciones
dosis total de 2.000 rad, en 10 sesiones durante 2 semanas, oculares que forman parte de la característica tríada de la
sin lesionar los tejidos adyacentes. En estas formas graves de enfermedad de Graves-Basedow.
oftalmopatía infiltrativa se han utilizado fármacos inmunode-
presores, como ciclofosfamida, metotrexato, azatioprina y, Nomenclatura y clasificación. La primera descripción de
recientemente, ciclosporina. No obstante, los resultados ob- este tipo de hipertiroidismo data de 1912, año en que PLUM-
tenidos hasta ahora son discrepantes y difíciles de valorar y, MER refirió el bocio adenomatoso tóxico con ausencia de
2082
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
Adenoma tóxico
Se define como adenoma tóxico la presencia de un nódu-
lo tiroideo único, gammagráficamente caliente, con caracte- Fig. 16.52. Adenoma tóxico, estadio 2. Inhibición parcial del lóbulo
rísticas de autonomía funcional, que origina una inhibición izquierdo.
del resto del tejido tiroideo. El nódulo autónomo puede pro-
ducir una secreción excesiva de hormonas tiroideas y oca-
sionar hipertiroidismo. Estas características que definen el el otro lóbulo, pueden existir pequeños nódulos que no se
proceso están presentes en las fases avanzadas de su evolu- han podido descubrir mediante la palpación y la exploración
ción, pero no así, algunas de ellas, en las fases iniciales. gammagráfica, pero que sí se identifican con la utilización de
Cuando produce hipertiroidismo se lo conoce también los modernos equipos de ecografía de alta resolución.
como bocio uninodular tóxico, nódulo tóxico, bocio adeno- El estudio microscópico permite distinguir un aspecto bas-
matoso tóxico, nódulo tóxico de Plummer o enfermedad de tante heterogéneo de los folículos tiroideos. Pueden existir
Plummer, mientras que en las fases previas al hipertiroidismo zonas que parecen hipofuncionales con folículos dilatados,
se lo denomina nódulo activo, nódulo caliente, nódulo autó- incluso quísticos, repletos de coloide y sin vesículas de resor-
nomo o nódulo con función autónoma. ción, con células cúbicas o planas de núcleo pequeño, aun-
El adenoma tóxico es una afección relativamente frecuen- que suelen predominar las zonas de aspecto hiperfuncionan-
te en las áreas en que se observa el bocio simple. Por eso, es te con folículos de mediano o pequeño tamaño constituidos
una entidad mucho mejor conocida en Europa que en por células cilíndricas de núcleo más voluminoso y coloide
EE.UU. En una amplia estadística recogida en Francia por VA- menos abundante, con presencia de vesículas de resorción.
GUE et al (1965), el adenoma tóxico representaba el 13% del
total de los hipertiroidismos registrados. El predominio de Estadios evolutivos. Mediante la valoración evolutiva de la
esta afección en las mujeres es muy notable (93%). Aunque clínica, de la gammagrafía y de las pruebas funcionales, VA-
el proceso puede aparecer a cualquier edad, la mayoría de GUE et al (1965) describieron los siguientes estadios en la his-
los casos se inician entre los 30 y los 40 años. toria natural del adenoma tóxico:
Estadio 1. El nódulo activo es isofijante y no inhibe el resto
Etiología. La etiología del adenoma tóxico no es bien cono- del parénquima tiroideo. El estudio gammagráfico no permi-
cida. La teoría clásica se basa en admitir, como factor inicial, te fijar los límites del nódulo palpable. En este estadio tiene
la acción estimulante de la TSH sobre una parte del tiroides gran importancia diagnóstica la prueba de la T3, que consi-
especialmente sensible al efecto de la hormona tirotropa. De gue delimitar en la gammagrafía el nódulo autónomo como
hecho, la heterogeneidad funcional del tejido tiroideo es única parte del tejido tiroideo que persiste activa tras la ad-
bien conocida, y se pone de manifiesto sobre todo en el caso ministración de aquélla.
del bocio simple, en cuya historia natural existe una evolu- Estadio 2. El nódulo activo inhibe parcialmente el resto
ción ineludible hacia la nodulación. Esta teoría, atractiva del parénquima tiroideo. La prueba de la T3, que completa la
pero no demostrada, tiene la ventaja de adscribir el proceso, inhibición del tiroides parcialmente inhibido, y la de la TSH,
aunque de forma muy particular, a la bociogénesis, lo que que consigue la estimulación de este parénquima, permi-
coincidía con la noción de frecuencia de la enfermedad en ten estudiar la situación funcional del adenoma tóxico (fig.
las distintas áreas geográficas. Como se comenta en las pági- 16.52).
nas dedicadas a la bociogénesis y a la etiopatogenia del bo- Estadio 3. En esta fase, el resto del parénquima tiroideo,
cio multinodular tóxico, modernos estudios han aportado no nodular, está completamente inhibido. En la gammagra-
nuevas ideas basadas en la existencia de clonas de células fía se aprecia sólo la imagen del nódulo activo. La estimula-
foliculares tiroideas autónomas y de otros factores de creci- ción con TSH permite poner en evidencia el parénquima in-
miento que pueden ayudar a comprender la etiopatogenia hibido por el nódulo. En este estadio, lo mismo que en los
del adenoma tóxico. anteriores, no puede objetivarse signo alguno de hipertiroi-
La ausencia de inmunoglobulinas estimulantes del tiroides dismo ni por la exploración clínica ni por la funcional (fig.
en el suero de estos enfermos demuestra que su etiología no 16.53).
guarda relación alguna con la de la enfermedad de Graves- Estadio 4. Este estadio es parecido al anterior, pero en él la
Basedow. secreción de hormonas tiroideas por el nódulo es excesiva y
pueden observarse signos discretos de hipertiroidismo.
Anatomía patológica. Desde el punto de vista macroscópi- Estadio 5. Se caracteriza por la existencia de un cuadro
co el adenoma tóxico es una lesión nodular limitada por una florido de hipertiroidismo producido por un adenoma tóxi-
cápsula bien individualizada, de tamaño variable, casi siem- co. El estudio gammagráfico y la respuesta a la prueba de la
pre superior a 3 × 2 cm. Al corte, bajo la cápsula, de espesor TSH son iguales a los de los estadios 3 y 4.
en general fino, se aprecia un parénquima bastante homogé- Aunque en líneas generales esta clasificación de VAGUE en
neo, de color marrón rojizo o blanquecino y algunas veces estadios evolutivos se ajusta a la clínica y es útil desde el
con aspecto quístico o hemorrágico. Con cierta frecuencia el punto de vista didáctico, debe advertirse que pueden obser-
adenoma tóxico no es la única lesión. Junto a él, e incluso en varse casos que no se adaptan a ella, en los que existe hiper-
2083
ENDOCRINOLOGÍA
Cuadro clínico. El cuadro clínico del adenoma tóxico es Diagnóstico. El diagnóstico del adenoma tóxico es fácil en
muy variable según el momento evolutivo en que se explore cualquiera de sus fases, siempre que se cuente con la ayuda
al paciente. Los estadios 1 y 2 pasan con frecuencia inadver- de la gammagrafía y de las pruebas funcionales.
tidos, pues cursan con eutiroidismo. La exploración clínica En los estadios 1, 2 y 3, en los que existe normofunción ti-
revela sólo la existencia de un nódulo tiroideo de pequeño o roidea, el diagnóstico se orienta, tras la palpación del nódulo
mediano tamaño, situado en cualquiera de los lóbulos o en tiroideo, al descubrir la gammagrafía que se trata de un nó-
el istmo, indoloro y de consistencia firme, pero no dura. dulo isofijante o caliente. Las pruebas de inhibición y estimu-
Dado el tamaño moderado del nódulo, así como la ausencia lación permiten completar el diagnóstico.
de síntomas locales y generales, el diagnóstico en estas fases En los estadios 4 y 5, el diagnóstico plantea todavía menos
iniciales del proceso es casi siempre casual con motivo de dificultades, ya que existen signos y síntomas de hipertiroi-
un reconocimiento médico. En el estadio 3, que asimismo dismo más o menos patentes, que la determinación de los ni-
cursa con eutiroidismo, el tamaño del adenoma alcanza ya veles circulantes de T4 y T3 confirma.
los 3 cm de diámetro y su volumen explica que, a menudo, Aunque las pruebas diagnósticas citadas en teoría pueden
sea descubierto por el propio paciente. Es, por tanto, en este realizarse en todos los casos (tabla 16.24), su práctica puede
estadio, y en los 4 y 5 en los enfermos menos observadores, ser superflua cuando el diagnóstico es claro, de modo que, si
en los que se realiza mayor número de diagnósticos. En el es- es posible, es mejor omitirlas ya que, además, son incómo-
tadio 3 la sintomatología se limita, asimismo, a la presencia das y pueden causar molestias al paciente.
del nódulo, que es indoloro, de contorno liso y consistencia
firme, pero no dura. El resto del parénquima tiroideo casi Pronóstico. El pronóstico de la afección, incluso en sus esta-
nunca es palpable. dios avanzados, es favorable si se efectúa un tratamiento co-
TABLA 16.24. Resumen de la clínica y la exploración funcional de los distintos estadios del adenoma tóxico
Prueba de supresión Prueba de estimulación
Clínica T4 y T3 Gammagrafía
con T3 con TSH
Estadio 1 Nódulo palpable Normales Normal Supresión del tejido No indicada
Eutiroidismo Nódulo isofijante tiroideo, excepto
el nódulo
Estadio 2 Nódulo palpable Normales Nódulo caliente Aumento de la supresión Aumento de la
Eutiroidismo Discreta hipocaptación del tejido tiroideo, captación de la zona
del resto del excepto el nódulo inhibida
parénquima
Estadio 3 Nódulo que alcanza Normales Nódulo caliente No indicada Recuperación de la
3 cm en su diámetro Anulación funcional actividad funcional
mayor del resto de la zona inhibida
Eutiroidismo del parénquima
Estadio 4 Nódulo de tamaño Algo elevadas Igual que en estadio 3 No indicada Igual que en estadio 3
igual o superior
al estadio 3
Pueden existir discretos
signos y/o síntomas
de hipertiroidismo
Estadio 5 Nódulo de tamaño Elevadas Igual que en estadio 3 No indicada Igual que en estadio 3
igual o superior
al estadio 3
Signos y síntomas
de hipertiroidismo
2084
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
rrecto. No obstante, la enfermedad no tratada puede condu- de los 50 años. Este predominio en edades avanzadas está re-
cir a la muerte por cardiopatía que a menudo complica la lacionado con el hecho de que la nodularidad representa la
evolución de estos pacientes. última fase en la historia natural del bocio simple.
La existencia de una neoplasia en el seno de un nódulo ca-
liente es una eventualidad muy improbable. Es precisamente Etiopatogenia. Como ya se ha expuesto en el apartado del
la característica gammagráfica hiperfijante (caliente) la que bocio simple, los episodios sucesivos de hiperplasia e involu-
prácticamente asegura su benignidad. Aunque se han descri- ción conducen a la tercera fase evolutiva o fase de nodulari-
to algunos casos en los que el estudio histológico de la pieza dad del bocio simple. Algunos de estos nódulos son “fríos” y
descubrió un carcinoma en el seno del adenoma tóxico, ello corresponden a zonas involutivas y afuncionales del bocio,
no invalida la regla general citada ni ensombrece el pronósti- así como a quistes o a zonas de fibrosis o hemorragia. Por el
co. Tras la exéresis, el resto del parénquima recupera su fun- contrario, otros nódulos son calientes, correspondiendo a
ción en un plazo relativamente breve estimulado por la TSH nódulos seudoadenomatosos con una rica vascularización.
endógena, de modo que apenas suele aparecer hipotiroidis- El exceso de aporte yódico y otras causas no conocidas pro-
mo. Sólo en casos excepcionales la recuperación puede retra- ducen el aumento de función de uno o varios de estos últi-
sarse hasta un año o más, y durante este tiempo el paciente mos nódulos, lo que origina hipertiroidismo. En esta fase, la
puede presentar signos y síntomas de hipotiroidismo. actividad de los nódulos es autónoma, es decir, indepen-
diente de la regulación por la TSH endógena, y la hipersecre-
Tratamiento. En general, se considera que el tratamiento ción de hormonas tiroideas por aquéllos produce una inhibi-
más aconsejable del adenoma tóxico es su exéresis quirúrgi- ción de la secreción de la TSH, que origina, a su vez, el
ca. No obstante, en los estadios 1 y 2 de la afección, en que reposo funcional del resto del parénquima tiroideo.
es posible la detección del proceso, parece lógico adoptar La coexistencia en el mismo bocio de nódulos calientes
una actitud expectante, controlando la evolución. En el esta- en situación de desconexión del gobierno de la TSH y de nó-
dio 3 también cabe esta actitud, sobre todo teniendo en dulos fríos explica la denominación de bocio multiheterono-
cuenta recientes informes relativos a la posible remisión es- dular tóxico que GILBERT-DREYFUS defiende para este tipo de ti-
pontánea del nódulo tras fenómenos de hemorragia o necro- rotoxicosis. No obstante, y como el mismo autor acepta, esta
sis. No obstante, la intervención quirúrgica es quizá la deci- situación de heteronodularidad, es decir, presencia de nódu-
sión más adecuada, que en ocasiones se halla asimismo los fríos y calientes, no siempre se da, por lo que es preferi-
justificada por motivos estéticos. Finalmente, en los estadios ble denominar al proceso bocio multinodular tóxico.
4 y 5 el nódulo debe eliminarse por cirugía o por radioyodo. Las relaciones etiopatogénicas entre el adenoma y el bo-
En caso de escoger la intervención quirúrgica, debe estar cio multinodular tóxico no están claramente establecidas.
precedida del correspondiente tratamiento con tioderivados, Desde el punto de vista clínico y gammagráfico, la distinción
con propranolol solo o con propranolol y yodo, según las entre las formas “tipo” de ambas afecciones resulta evidente,
pautas ya descritas. pero no hay duda de que existen otras intermedias que justi-
La intervención debe limitarse a la hemitiroidectomía del fican las teorías unicistas defendidas por muchos autores. En
lado afecto, si la exploración quirúrgica demuestra la indem- este sentido, cabe señalar que la cirugía del adenoma tóxico
nidad macroscópica del lóbulo contralateral. permite descubrir con cierta frecuencia la presencia de pe-
El adenoma tóxico puede también destruirse mediante la queños nódulos contralaterales.
administración de 131I, pero las dosis son 2 o 3 veces mayores Los modernos estudios de STUDER et al (1985) ayudan a
que las utilizadas en la enfermedad de Graves-Basedow. Pese comprender la etiopatogenia de la afección. Según estos auto-
a que el tratamiento es eficaz, la mayoría de los autores con- res, una pequeña minoría de células foliculares poseerían un
sideran que el tratamiento de elección es el quirúrgico, reser- potencial de crecimiento superior, y la replicación preferen-
vando la terapéutica con radioyodo para los casos en los que cial de estas clonas celulares ante pequeños estímulos daría
la cirugía está contraindicada. lugar a la generación de nuevos folículos. Algunos de éstos po-
Tras la exéresis del adenoma o su destrucción con 131I, el seerían un elevado grado de autonomía en relación con la
paciente debe seguir sin tratamiento y bajo control médico, TSH, mientras que otros tendrían un elevado potencial de cre-
en espera de que la secreción endógena de la TSH active el cimiento. Ambas capacidades serían completamente indepen-
resto glandular inhibido y se normalice la función tiroidea. dientes, lo que explicaría el hecho observado en la clínica de
En esta situación puede tolerarse un hipotiroidismo leve sin que crecimientos nodulares tiroideos discretos, apenas detec-
tratamiento, porque la instauración de la medicación sustitu- tables, pueden originar un cuadro de tirotoxicosis.
tiva equivale a renunciar a que el paciente consiga estable- Al igual que ocurre en el adenoma tóxico, la ausencia de
cer el eutiroidismo por sí mismo. manifestaciones oculares y de inmunoglobulinas estimulan-
Recientemente se han llevado a cabo intentos de tratar el tes del tiroides en el suero de los pacientes señala que la
adenoma tóxico mediante inyecciones percutáneas de eta- etiología del proceso no guarda relación con la enfermedad
nol, consiguiéndose la remisión del hipertiroidismo (MONZANI de Graves-Basedow. No obstante, debe señalarse que en más
et al, 1992). del 45% de los bocios multinodulares se han detectado anti-
cuerpos antitiroideos séricos a títulos bajos en el suero, los
cuales tienen relación con los infiltrados linfoides tiroideos
Bocio multinodular tóxico observados en estos pacientes. Aunque tales alteraciones au-
Se denomina bocio multinodular tóxico al hipertiroidismo toinmunes pueden representar sólo un epifenómeno del bo-
que puede aparecer en la fase nodular del bocio simple cio multinodular, no hay duda de que existe la posibilidad,
cuando uno o más nódulos se hacen “calientes”, es decir, hi- especialmente tras el descubrimiento de la presencia de TGI
perfuncionantes, porque secretan una cantidad excesiva de en el suero de alguno de estos pacientes, de que determina-
hormonas tiroideas. La enfermedad se designa también con dos bocios multinodulares posean una etiopatogenia autoin-
los nombres de bocio nodular tóxico, bocio multiheterono- mune.
dular tóxico, bocio adenomatoso tóxico, tiroides multinodu-
lar autónomo y enfermedad de Plummer. Anatomía patológica. El estudio histopatológico pone en
El bocio multinodular tóxico representa, según GILBERT- evidencia las diferentes fases evolutivas y de actividad fun-
DREYFUS (1972), el 6% de los hipertiroidismos. Más del 50% de cional de los distintos nódulos tiroideos. Los nódulos activos
los casos aparecen en enfermos portadores de un bocio en- o calientes muestran las características histológicas de hiper-
démico y que, por tanto, viven o provienen de una zona de funcionalidad ya descritas.
endemia bociosa. La enfermedad, como es lógico dada la En cuanto a los nódulos fríos o no funcionantes pueden co-
distribución sexual del bocio simple, predomina en las muje- rresponder a dos tipos histológicos: “en reposo” o parcialmen-
res, con el 90-95% de los casos. Aparece sobre todo a partir te involucionados y en involución completa e irreversible.
2085
ENDOCRINOLOGÍA
2086
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.25. Tipos infrecuentes de hipertiroidismo ser paucisintomático, porque sus manifestaciones circulato-
rias se confunden con las de la enfermedad cardíaca funda-
Excesiva secreción de TSH mental y, sobre todo, porque las pruebas tiroideas son difícil-
Con tumor hipofisario mente interpretables en quienes toman o han estado
Sin tumor hipofisario tomando amiodarona. Las pruebas diagnósticas más útiles
Tirotoxicosis inducida por yodo (jod-Basedow)
Profilaxis del bocio
son la T3 total y la libre, y la determinación de TSH. El trata-
Amiodarona miento de las formas leves no ofrece por lo común dificulta-
Carcinoma folicular de tiroides des, ya que suele ser suficiente la supresión del fármaco y la
Tiroiditis administración de bloqueadores beta a dosis moderadas, si
Subaguda de De Quervain no existe contraindicación cardiológica. Las formas graves,
Indolora linfocitaria en cambio, pueden ser difíciles de controlar. En algunos ca-
De Hashimoto sos deben utilizarse los antitiroideos a dosis máximas y los
Mola hidatiforme y coriocarcinoma bloqueadores beta a las mayores dosis que permita el estado
Estruma ovárico
Síndrome de McCune-Albright
cardiológico del paciente. Si estas medidas no consiguen do-
Tirotoxicosis facticia minar el proceso, puede ensayarse la administración de glu-
cocorticoides (prednisona, 50-100 mg/día), que por mecanis-
mo no bien conocido son capaces de controlar la situación.
La mola hidatiforme y el coriocarcinoma son entidades ca-
paces de producir hipertiroidismo a través de la estimulación
del bocio endémico. Los mecanismos responsables del desa- tiroidea producida por sustancias secretadas en el tejido tro-
rrollo de la tirotoxicosis del jod-Basedow no son bien conoci- foblástico. Existen datos que indican que alrededor del 50%
dos, pero se sabe que el fenómeno se produce, sobre todo, de los pacientes que sufren una mola hidatiforme presentan
en caso de aporte excesivo de yodo a un paciente afecto de una hiperfunción tiroidea. En la placenta humana se han
bocio multinodular, de modo que los nódulos autónomos descrito dos sustancias que producen hipertiroidismo. La pri-
desconectados de la regulación hipofisaria responden a esta mera es la denominada tirotropina placentaria, y la segunda
cantidad excesiva de yodo con aumento de secreción de es otra tirotropina de mayor tamaño que la anterior y de du-
hormonas tiroideas. En los pacientes con bocios uninodula- ración de acción más prolongada que parece idéntica a la
res o multinodulares la administración de yodo está, pues, gonadotropina coriónica humana (HCG). El hipertiroidismo
contraindicada. Cuando se produce el hipertiroidismo en al- por estas sustancias es similar al de otras etiologías, pero a
gunos de ellos debe interrogarse acerca de la posible ingesta menudo no se observa bocio. Tampoco se presentan las ma-
de yodo como factor etiológico. Otro posible cofactor del nifestaciones oftálmicas y dérmicas de la enfermedad de
jod-Basedow, aunque menos frecuente, es que el paciente ya Graves-Basedow. En ocasiones, y por razones no aclaradas,
estuviera afecto de una forma clínicamente inaparente de las pacientes permanecen clínicamente eutiroideas a pesar
enfermedad de Graves-Basedow con presencia de TSI en sue- de que se observan cifras elevadas de hormonas tiroideas cir-
ro. Cuando ninguno de estos dos cofactores está presente culantes. Esta etiología infrecuente del hipertiroidismo pue-
hay que aceptar que debe de existir alguna predisposición de vislumbrarse si surgen síntomas de tirotoxicosis en una
basada en una alteración del mecanismo de autorregulación paciente que se cree embarazada o, sobre todo, si ya se co-
tiroidea por el yodo, en los enfermos que padecen el jod-Ba- noce la existencia de un tumor trofoblástico. La determina-
sedow. En estos pacientes, el incremento de la disponibili- ción del nivel de gonadotropinas coriónicas urinarias consti-
dad del yodo no inhibiría la síntesis hormonal sino que ac- tuye un método fácil y útil de detección ante esta sospecha
tuaría activando la producción intratiroidea de hormonas. diagnóstica. Este tipo de hipertiroidismo se resuelve rápida-
Dado que este proceso es más frecuente en áreas de bocio mente tras la evacuación de la mola y, en el caso del corio-
endémico, es posible que una deficiencia previa en yodo carcinoma, con quimioterapia. Previamente a la supresión
produzca en algunos individuos un defecto en la autorregu- de la actividad trofoblástica, el hipertiroidismo puede ser tra-
lación del metabolismo del yodo (VOLPÉ, 1989). tado con éxito con los métodos médicos habituales.
Un dato de exploración que puede resultar decisivo para El hipertiroidismo producido por un estruma ovárico (tera-
orientar el diagnóstico es la presencia de sintomatología de toma ovárico que contiene tejido tiroideo) es excepcional.
hipertiroidismo con una captación baja de 131I por el tiroides. Algunos de los casos descritos en la literatura corresponden
Habitualmente la tirotoxicosis inducida por el yodo es dé- a una época en la que no se disponía de métodos fidedignos
bil o moderada, y remite en forma espontánea tras la supre- de exploración, por lo que resultan difíciles de valorar en la
sión del aporte yodado, por lo que sólo requiere un breve pe- actualidad. La sospecha clínica de esta variedad insólita de
ríodo de tratamiento preferiblemente con propranolol. No hipertiroidismo puede surgir cuando se comprueban sínto-
obstante, si el paciente, como es habitual, es portador de un mas de tirotoxicosis junto a una masa abdominal palpable o
bocio multinodular con nódulos autónomos, debe aconsejar- presencia de ascitis. La gammagrafía pélvica con 131I está in-
se el tratamiento quirúrgico. dicada ante esta sospecha diagnóstica, aunque hay que te-
Una forma peculiar del jod-Basedow es el hipertiroidismo ner en cuenta que se han publicado casos de falsos resulta-
por amiodarona. Este fármaco, ampliamente empleado en la dos positivos.
terapia de las arritmias, posee un elevado contenido en yodo Otra forma muy rara de hipertiroidismo es la que se ha
(40%) y una gran capacidad de acumulación en el tiroides, descrito asociada con el síndrome de McCune-Albright. El pro-
ya que su vida media y la de su principal metabolito, la dese- ceso se caracteriza por la presencia de displasia fibrosa po-
tilamiodarona, son extraordinariamente prolongadas (40-100 liostótica, pigmentación cutánea, precocidad sexual y otros
días). La amiodarona produce una importante alteración del diversos trastornos endocrinos entre los que destaca el hiper-
metabolismo periférico de la T4, que ocasiona un incremento tiroidismo. La causa del síndrome no es conocida y tampoco
de esta hormona y de la T3 inversa (rT3), un decremento de lo es la de la tirotoxicosis que acompaña al proceso. El cua-
la T3 y alteraciones en la respuesta de la TSH a la TRH, en dro hipertiroideo es de intensidad moderada. La exploración
particular en el sentido de una curva “hipotiroidea”. Clínica- demuestra incremento de las hormonas tiroideas, disminu-
mente puede producir bocio, hipotiroidismo e hipertiroidis- ción de la TSH, ausencia de TSI y presencia de nódulos tiroi-
mo. En nuestra experiencia, en un grupo de pacientes some- deos autónomos. El tratamiento más aconsejable del compo-
tidos a dosis elevadas durante largo tiempo se comprobaron nente hipertiroideo del síndrome es la tiroidectomía subtotal.
las citadas alteraciones, observándose bocio en el 41,8%, e La tirotoxicosis facticia es un cuadro clínico de hipertiroi-
hipofunción o hiperfunción tiroidea en el 16% de los casos dismo producido por la administración de hormonas tiroi-
(SANMARTí et al, 1984). El hipertiroidismo producido por la deas. Es un hecho infrecuente, pero que debe tenerse en
amiodarona a menudo es difícil de reconocer porque puede cuenta, ya que en ocasiones puede plantear problemas diag-
2087
ENDOCRINOLOGÍA
2088
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.26. Clasificación de las tiroiditis pertiroidismo o hipotiroidismo, pero en general no suele
plantear problemas, especialmente si se realiza la valoración
Tiroiditis agudas supuradas de la captación tiroidea del radioisótopo.
Tiroiditis subagudas
Tiroiditis subaguda, granulomatosa o de De Quervain Evolución y pronóstico. El 90% de los pacientes presenta
Tiroiditis silente o indolora una evolución satisfactoria hacia la curación completa, en
Tiroiditis crónicas unos meses y, en ocasiones, tras presentar varios episodios
Tiroiditis autoinmune atrófica de la enfermedad. El resto puede evolucionar a hipotiroidis-
Tiroiditis linfocitaria focal mo definitivo.
Tiroiditis de Hashimoto
Tiroiditis de Riedel Tratamiento. El tratamiento de la tiroiditis subaguda es pu-
Tiroiditis crónicas infecciosas ramente sintomático. En los casos leves, el ácido acetilsalicí-
Otras tiroiditis crónicas lico, en dosis de 1,5-2 g/día, suele ser suficiente para contro-
lar la sintomatología. Cuando el cuadro es más intenso, es
necesario administrar prednisona, en dosis de 30-40 mg/día.
fragmentación de la membrana basal y pérdida de coloide. En algunos pacientes con hipertiroidismo florido se asocian,
Cuando la lesión está plenamente desarrollada, se forman en fases iniciales, bloqueadores beta (tipo propranolol) y, si
granulomas, el dato más característico de la entidad, con un existen manifestaciones evidentes de hipofunción, puede ser
núcleo central de coloide rodeado por células gigantes mul- necesaria la administración de hormonas tiroideas sustituti-
tinucleadas. Cuando la enfermedad cura, las lesiones desa- vas, por lo general de forma transitoria. Por el contrario, no
parecen, excepto en los raros casos de evolución a hipoti- deben prescribirse fármacos antitiroideos que pueden favo-
roidismo permanente, en los que existe destrucción del recer la evolución hacia el hipotiroidismo.
parénquima y sustitución por tejido fibroso.
2089
ENDOCRINOLOGÍA
suele durar de 2 a 4 meses, la tercera parte de los pacientes La entidad, cuyo significado real se desconoce, carece de
puede presentar un hipotiroidismo transitorio que suele te- expresión clínica y aparece esencialmente en dos circunstan-
ner mayor relevancia clínica. Algunas veces se han descrito cias: en tiroides con otro tipo de afección y como hallazgo
episodios recurrentes de hipertiroidismo, en especial en su- casual en glándulas examinadas en series autópsicas de pa-
cesivos períodos posparto. Como regla, la enfermedad suele cientes sin evidencia de enfermedad tiroidea. Así, se ha des-
durar en conjunto alrededor de un año hasta el retorno al eu- crito en el 6-27% de tiroides normales, con una clara prepon-
tiroidismo. Raras veces los pacientes evolucionan a hipotiroi- derancia en la mujer (3-4:1) y un aumento paralelo a la edad
dismo definitivo. de los pacientes, llegando al 33% en alguna serie, en el 45-
55% de la enfermedad nodular benigna única o múltiple y
Diagnóstico. Se sospechará la existencia de una tiroiditis si- hasta en el 65% de los carcinomas papilares. Nosotros (LUCAS-
lente ante pacientes con clínica generalmente moderada de MARTÍN et al, 1988) encontramos tiroiditis linfocitaria focal en
hipertiroidismo y bocio difuso indoloro, sin datos indicativos el 53,5% de las glándulas tiroides patológicas y en el 25% de
de enfermedad de Graves-Basedow. las normales.
Durante las primeras fases de la enfermedad, los niveles El diagnóstico de esta tiroiditis se establece siempre por
de T4 libre están aumentados, y los de TSH, disminuidos y, al examen histológico, en un estudio necrópsico o tras una ti-
igual que en la tiroiditis subaguda, no existe captación del ra- roidectomía. También puede detectarse la presencia de infil-
dioisótopo por la glándula. Posteriormente, las hormonas y tración linfocitaria focal por citología aspirativa.
la captación tiroidea se normalizan, pasando, en muchos ca- En la interpretación de esta tiroiditis deben valorarse dos
sos, por un período intermedio de hipotiroidismo transitorio. hechos: la similitud de los linfocitos infiltrantes de la tiroiditis
Pueden detectarse anticuerpos antiperoxidasa circulantes, linfocitaria focal y los que se hallan en tiroides con enferme-
generalmente a títulos moderados. dad autoinmune y la correlación existente entre tiroiditis lin-
La citología aspirativa, que sólo está indicada en casos du- focitaria focal y anticuerpos antiperoxidasa circulantes. Todo
dosos, muestra un patrón citológico similar al hallado en la ello ha llevado a sugerir que la existencia de anticuerpos an-
tiroiditis de Hashimoto con infiltración linfomonocitaria im- titiroideos circulantes fuera un indicador de tiroiditis linfoci-
portante. taria focal y de tiroiditis autoinmune subclínica con poten-
cial capacidad para desarrollar en el futuro enfermedad
Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferencial debe autoinmune con expresión clínica. No obstante, si bien algu-
realizarse, en las fases iniciales del proceso, con otras causas nos pacientes con anticuerpos antitiroideos e infiltración lin-
de hipertiroidismo, como la enfermedad de Graves-Basedow, focitaria tiroidea tienen niveles aumentados de TSH de forma
la tiroiditis de De Quervain y con otros hipertiroidismos me- transitoria, la inmensa mayoría de ellos (80-90%) nunca pre-
nos frecuentes que cursan con baja captación tiroidea de senta evolución a hipotiroidismo.
yodo, como el hipertiroidismo por yodo y la tirotoxicosis fac-
ticia.
Raras veces pueden plantearse dudas diagnósticas con la
Tiroiditis de Hashimoto
tiroiditis de Hashimoto. En 1912, HASHIMOTO describió 4 pacientes con una enfer-
medad crónica del tiroides que denominó “estruma linfoma-
Evolución y pronóstico. La tiroiditis silente presenta recu- tosa”. A partir de esta primera comunicación, se han emplea-
rrencias en el 10-15% de los casos, en especial en su forma do numerosos sinónimos para referirse a esta afección
posparto, si bien, tras los sucesivos períodos de hiperfunción tiroidea (enfermedad de Hashimoto, tiroiditis crónica, tiroidi-
e hipofunción, la mayoría de los pacientes recuperan la fun- tis autoinmune, tiroiditis linfocitaria, bocio linfadenoide, bo-
ción tiroidea normal de forma definitiva en unos 12 meses. cio linfomatoso) siendo la más utilizada la denominación de
No obstante, es posible la evolución a hipotiroidismo definiti- tiroiditis de Hashimoto.
vo y la persistencia de bocio normofuncionante. Se trata de una tiroiditis crónica de patogenia autoinmune,
que cursa con bocio y que suele conducir a la hipofunción
Tratamiento. Aunque los glucocorticoides no tienen una in- tiroidea.
dicación específica en el tratamiento de la tiroiditis silente, la La tiroiditis de Hashimoto predomina en la mujer (15-20:1)
administración de prednisona (30-40 mg/día, en pauta decre- y puede aparecer a cualquier edad, observándose con ma-
ciente durante 3-4 semanas) puede acelerar la resolución de yor frecuencia entre los 30 y los 50 años. La enfermedad es
la fase de hiperfunción. También puede ser útil asociar blo- muy frecuente en los EE.UU. y en el Reino Unido, donde su
queadores beta (tipo propranolol). Cuando existe hipotiroi- incidencia se cifra en 0,3-1,5 por 1.000 habitantes y por año.
dismo clínico florido, debe indicarse medicación sustitutiva Para algunos autores, la frecuencia de la tiroiditis de Hashi-
con hormona tiroidea durante 3-6 meses, suspendiendo el moto sería similar a la de la enfermedad de Graves-Basedow,
tratamiento cuando se demuestre la recuperación del eutiroi- mientras que para otros, y según nuestra propia experiencia,
dismo. es mucho menor, a pesar del aumento en su incidencia que
se ha producido en los últimos años, probablemente en rela-
ción con una evidente mejoría de los métodos diagnósticos.
Tiroiditis crónicas
Etiología. La asociación de la tiroiditis de Hashimoto con
De los cuadros incluidos en la tabla 16.26 no se hará refe- otras enfermedades autoinmunes en un mismo paciente y/o
rencia a la tiroiditis autoinmune atrófica mencionada anterior- en diversos miembros de una misma familia, la presencia de
mente, que constituye el sustrato anatomopatológico de las anticuerpos antitiroideos en el suero de estos enfermos y/o
formas espontáneas del hipotiroidismo primario del adulto. en sus familiares, el hallazgo de infiltrados linfoplasmocita-
rios en las glándulas afectas y la demostración de la existen-
cia de citotoxicidad in vitro del suero llevaron a postular una
Tiroiditis linfocitaria focal patogenia autoinmune para esta enfermedad, aceptándose
Se caracteriza por la infiltración de la glándula por linfoci- en la actualidad que la tiroiditis autoinmune atrófica, la en-
tos y, en menor proporción por células plasmáticas, en forma fermedad de Graves-Basedow y la tiroiditis de Hashimoto for-
de focos que, en ocasiones, presentan centros germinales, y man la tríada clásica de las enfermedades tiroideas de origen
puede acompañarse de fenómenos de hipertrofia y oxifilia autoinmune. Así, a pesar de no conocerse el mecanismo ínti-
del epitelio folicular. Esta infiltración linfoplasmocitaria se mo que la produce, se sabe que la tiroiditis de Hashimoto es
distribuye entre los folículos tiroideos que, al contrario de lo una enfermedad inmune organospecífica con un componen-
que ocurre en la tiroiditis de Hashimoto, conservan su arqui- te genético evidente en la que tanto la inmunidad humoral
tectura normal. como la celular desempeñan un importante papel para su
2090
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
desarrollo. En relación con el componente genético, muchos Los niveles de T4 libre son normales en la mayoría de los
de los pacientes que presentan la enfermedad poseen el casos, mientras que la TSH está aumentada con frecuencia,
HLA-DR5 y recientemente se ha descrito también su asocia- poniendo de manifiesto la situación de hipotiroidismo sub-
ción con HLA-DR4. clínico que presentan muchos de estos pacientes. En esta-
Al igual que otras enfermedades autoinmunes tiroideas, en dios más avanzados de la enfermedad puede existir hipotiroi-
la tiroiditis de Hashimoto es probable que la expresión ina- dismo franco con cifras de T4 libre disminuidas.
propiada de las moléculas HLA de clase II en la membrana En el suero de los pacientes con tiroiditis de Hashimoto se
de las células foliculares tiroideas desempeñen un importan- hallan anticuerpos dirigidos contra diversos componentes
te papel patogénico (BOTTAZZO et al, 1983). Se ha postulado del tiroides normal que pueden ayudar al diagnóstico, si
también que un defecto cualitativo de los linfocitos T supre- bien su determinación no es imprescindible para llegar a
sores sea uno de los mecanismos implicados en el desarrollo éste. La incidencia y los títulos de estos autoanticuerpos son
del proceso (VOLPÉ, 1991). variables según los métodos de detección utilizados y la va-
riante histológica de que se trate. En la clínica diaria se utili-
Anatomía patológica. El tiroides afecto de tiroiditis de Ha- zan las determinaciones de los anticuerpos antiperoxidasa
shimoto está aumentado de tamaño de forma difusa y es ge- que presentan una estrecha correlación con la infiltración
neralmente simétrico y de consistencia firme. El criterio para linfoplasmocitaria glandular y fluctúan a lo largo de la evolu-
su diagnóstico histológico es la presencia de infiltración lin- ción de la enfermedad, y la de los antitiroglobulina. Ambos
focitaria intersticial y de extensa transformación oxifílica anticuerpos son positivos de forma global en el 97% de los
(acidófila) del epitelio folicular. Reciben indistintamente el pacientes. En la variante juvenil, los autoanticuerpos son po-
nombre de células oxifílicas (acidófilas), oncocitos (“células sitivos a títulos más bajos o negativos; en la oxifílica, los anti-
hinchadas”), células de Askanazy o de Hürthle, las células fo- peroxidasa son positivos a títulos moderados o altos y los an-
liculares que adquieren un citoplasma amplio y eosinófilo titiroglobulina son negativos en el 30% de los casos, y en la
debido a su riqueza en mitocondrias. El examen histológico variante fibrosa, ambos tipos de anticuerpos presentan los tí-
muestra la sustitución del parénquima tiroideo por un infil- tulos más altos. En los últimos años se han descrito también,
trado linfoplasmocitario con frecuentes centros germinales y en los pacientes con tiroiditis de Hashimoto, anticuerpos diri-
una reacción fibrosa. Los folículos tiroideos suelen ser pe- gidos contra el receptor de la TSH capaces de bloquear la
queños, con epitelio acidófilo y con escaso coloide. El pro- acción de esta hormona y/o de estimular el crecimiento de
ceso es difuso y en fases finales de la enfermedad, la atrofia la célula folicular. Su determinación carece de interés en la
del parénquima y la fibrosis pueden ser los hallazgos más re- práctica habitual y queda reservada para la investigación clí-
levantes. nica.
Se conocen dos variantes histológicas de la enfermedad: La gammagrafía tiroidea puede mostrar una distribución
la clásica, más frecuente, con numerosos folículos linfoides homogénea del trazador sobre una glándula aumentada de
dotados de centros germinales y predominio de células de tamaño, aunque es más frecuente que aquélla sea heterogé-
Hürthle, y la fibrosa, en la que existe intensa fibrosis y pérdi- nea y muestre un aspecto “moteado” característico.
da de la arquitectura folicular normal. Los estadios interme- El examen citológico del material obtenido por PAAF es
dios entre las diferentes variantes histológicas son frecuentes. definitivo para el diagnóstico de la tiroiditis de Hashimoto;
sólo en las formas muy graves de la variante fibrosa, en las
Cuadro clínico. La tiroiditis de Hashimoto suele cursar con que resulta muy difícil obtener material suficiente, el rendi-
un aumento gradual del tamaño del tiroides, que general- miento de la técnica es escaso. Esta exploración debe indi-
mente no es doloroso y que a menudo se descubre de forma carse siempre ante la sospecha clínica de malignidad y, en
casual. En el 20% de los casos existen signos y síntomas de cualquier caso, para confirmar el diagnóstico. Los criterios
hipotiroidismo, siendo lo más frecuente la ausencia total para el diagnóstico citológico se basan en la presencia de
de manifestaciones generales. El bocio de estos pacientes numerosas células linfoides con predominio de formas ma-
es, de forma característica, moderado, liso, algo irregular y de duras (también se observan formas activadas y células
consistencia firme-elástica, aunque no dura, suele afectar el plasmáticas), coloide escaso y células foliculares con cam-
lóbulo piramidal y su palpación no es dolorosa. En algunos bios oncocíticos (abundante citoplasma finamente granu-
casos pueden aparecer nódulos tiroideos. lar).
La forma más frecuente de presentación de la enfermedad En resumen, para el diagnóstico de la tiroiditis de Hashi-
es la aparición de un bocio moderado y normofuncionante moto son útiles los criterios de Fisher (FISHER et al, 1975) que
en una mujer joven o de mediana edad, correspondiente a la valoran cinco parámetros: a) la existencia de bocio firme,
variante oxifílica de la enfermedad. En la variante juvenil, los irregular y con frecuente palpación del lóbulo piramidal;
pacientes suelen ser niños o adolescentes, y el bocio, de me- b) la gammagrafía con captación heterogénea; c) los anti-
nor tamaño, mientras que la variante fibrosa, más rara, apare- cuerpos antitiroideos positivos a títulos altos; d) la TSH au-
ce en edades más avanzadas y se acompaña con frecuencia mentada, y e) la prueba del perclorato positiva (reflejo del
de hipotiroidismo y de bocio de gran tamaño. trastorno en la organización del yodo que suelen presentar
La función tiroidea suele ser normal en el momento del estos pacientes). Según estos autores, con dos de los criterios
diagnóstico y permanecer estable, aunque en algunos casos citados, el diagnóstico es probable, y con cuatro o más, prác-
se observa una lenta y gradual evolución hacia el hipotiroi- ticamente seguro. En la actualidad, el estudio citológico ha
dismo tras varios años de enfermedad que no suele acompa- restado importancia a estos parámetros clínicos que, no obs-
ñarse de disminución del bocio. tante, se siguen utilizando.
Existe una serie de formas clínicas atípicas y poco frecuen-
tes de la tiroiditis de Hashimoto como la seudotirotóxica, la Diagnóstico diferencial. La tiroiditis de Hashimoto puede
de comienzo subagudo, la que cursa con bocio doloroso o plantear dudas diagnósticas con el bocio simple, tanto en la
con bocio asimétrico o la que se asocia con oftalmopatía de fase difusa como en la multinodular. La práctica de las dife-
Graves. Una entidad curiosa es la denominada “hashitoxico- rentes exploraciones complementarias y, en especial, de la
sis”, en la que coexisten hiperfunción tiroidea e histología de citología aspirativa es definitiva para establecer el diagnósti-
tiroiditis de Hashimoto y que algunos autores consideran co correcto, en la gran mayoría de los casos.
una variante de la enfermedad de Graves-Basedow. Cuando se presenta en alguna de sus formas clínicas atípi-
cas, esta tiroiditis puede confundirse con la enfermedad de
Diagnóstico. El diagnóstico de tiroiditis de Hashimoto debe Graves-Basedow o, más raras veces, con la tiroiditis subagu-
sospecharse ante una mujer de mediana edad con bocio di- da o con la tiroiditis silente. Una cuidadosa valoración de la
fuso de consistencia elástica, sobre todo si se acompaña de clínica y las exploraciones complementarias bastarán para
hipotiroidismo latente o clínico. solucionar los problemas de diagnóstico diferencial.
2091
ENDOCRINOLOGÍA
Evolución y pronóstico. La evolución más frecuente de la El diagnóstico puede sospecharse si existen otras localiza-
tiroiditis de Hashimoto es hacia el desarrollo de hipotiroidis- ciones de la enfermedad y confirmarse mediante examen ci-
mo. Algunos pacientes pueden mostrar, con el paso del tiem- tológico del material aspirado de la lesión.
po, una disminución o incluso desaparición del bocio. El tratamiento es el propio de la enfermedad fundamental.
2092
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.27. Clasificación anatomoclínica de las neoplasias la aparición de carcinoma medular familiar aislado o en el
contexto de una neoplasia endocrina múltiple (MEN) tipo II.
tiroideas malignas El posible papel de algún factor hereditario en el desarrollo
Adenocarcinomas de otras neoplasias tiroideas malignas también ha sido moti-
Carcinoma papilar vo de estudio, y sólo se ha podido demostrar en dos cuadros
Con arquitectura papilar genéticos específicos, el síndrome de Gardner y la enferme-
Con arquitectura folicular dad de Cowden, que pueden asociar, entre sus manifestacio-
Carcinoma folicular nes, carcinoma tiroideo. También se ha descrito algún caso
Carcinoma medular
Carcinoma anaplásico (indiferenciado)
de carcinoma papilar familiar.
Escamoide Estudios realizados mediante técnicas de biología molecu-
De células fusiformes lar han permitido demostrar cambios en la estructura de va-
De células gigantes rios oncogenes en algunos carcinomas tiroideos en el hom-
bre que, al no detectarse en las células normales de los
Otros tumores malignos mismos pacientes, han llevado a postular la posibilidad de
Linfoma que desempeñen cierto papel en el desarrollo de la neopla-
Sarcoma sia, aunque no puede descartarse que sean el efecto y no la
Tumor metastásico
causa del cáncer.
Numerosos estudios han intentado relacionar la aparición
de cáncer de tiroides con otras enfermedades tiroideas pre-
epiteliales, foliculares o parafoliculares. De acuerdo con los vias, como el bocio simple esporádico y endémico, la enfer-
patrones histológicos que presentan y sus características cli- medad de Graves-Basedow y varias tiroiditis, sin haberse de-
nicoevolutivas, estos tumores se dividen en papilares y folicu- mostrado la existencia de ninguna relación entre ellas,
lares, que se engloban bajo la denominación de carcinomas excepto en el caso del linfoma tiroideo. En este tipo de neo-
tiroideos diferenciados, anaplásicos y medulares. Los carci- plasia se ha hallado una estrecha asociación con la tiroiditis
nomas diferenciados tienen, en general, buen pronóstico y de Hashimoto. Así, se ha comprobado que en las zonas en
proceden de las células foliculares del tiroides. El carcinoma las que existe mayor incidencia del linfoma tiroideo, hay
anaplásico es un tumor indiferenciado y de alto grado de ma- también mayor frecuencia de tiroiditis autoinmune. Las cau-
lignidad que se origina también en las células foliculares, sas de esta asociación se desconocen.
mientras que el cuarto tipo de neoplasia procede de las célu-
las C o parafoliculares y presenta un grado de malignidad in- Formas anatomoclínicas. Se describirán únicamente las
termedio. Un quinto tipo de tumor tiroideo maligno es el lin- formas más frecuentes en la práctica clínica diaria.
foma tiroideo. Esta neoplasia procede de las células linfoides Carcinoma papilar. Es el carcinoma tiroideo más frecuen-
de la glándula y su frecuencia parece ser superior a la que se te, representando entre el 50 y el 70% de ellos. Su incidencia
le atribuía hace unos años, ya que posiblemente era confun- es mayor en la mujer (2-3:1), en pacientes con antecedentes
dido con carcinomas anaplásicos de células pequeñas. Otros de irradiación cervical y en la cuarta década de la vida, aun-
tipos de neoplasias, como sarcomas o metástasis en tiroides que se observa con notable frecuencia en la infancia. Así, el
de otros carcinomas primarios, son menos frecuentes. En la 70% de los cánceres tiroideos en niños son papilares. En
tabla 16.27 se resume la clasificación anatomoclínica de las cambio, es una neoplasia rara en zonas con bocio endémico
neoplasias tiroideas malignas. por déficit de yodo.
El carcinoma papilar de tiroides es un tumor bien diferen-
Etiopatogenia. El único factor que inequívocamente se ha ciado, casi siempre no encapsulado, caracterizado porque
demostrado capaz de causar cáncer de tiroides es la exposi- forma papilas en cuyo interior existe un tallo fibrovascular.
ción a radiaciones, sobre todo cuando ésta ocurre durante Las células son cuboides, de tamaño bastante uniforme y, de
la infancia (SCHNEIDER, 1988). El período de latencia entre la manera característica, presentan núcleos de aspecto vacío
irradiación y la aparición clínica de la neoplasia es muy lar- (en vidrio esmerilado) que constituyen un rasgo clave para
go, de 10, 20 o hasta 40 años. La incidencia de cáncer au- el diagnóstico histológico. Con frecuencia se observan calci-
menta con la dosis de radiación que ha recibido la glándula, ficaciones (cuerpos de psamoma) e inclusiones citoplasmáti-
pero, cuando se superan los 200 rad, la carcinogénesis dismi- cas intranucleares. En el 20% de los casos, la neoplasia es
nuye. Este hecho se atribuye al efecto destructivo que sobre multicéntrica, especialmente en los individuos más jóvenes,
el tiroides producen las dosis altas de irradiación y concuer- y es frecuente que la arquitectura papilar se mezcle, sin solu-
da con la evidencia de que el tratamiento con 131I, durante el ción de continuidad, con áreas de arquitectura folicular pero
cual se aplica gran cantidad de rad, no favorece la aparición que conservan las características citológicas (núcleos de as-
de cáncer tiroideo. pecto vacío) propias del carcinoma papilar. En ocasiones,
Diversos trabajos llevados a cabo en animales de experi- todo el tumor adopta una arquitectura folicular (variante foli-
mentación demuestran que la puesta en marcha de algunos cular del carcinoma papilar).
estímulos bociógenos (déficit de yodo, administración de tio- Este tipo de tumor metastatiza de forma precoz en los gan-
derivados o de TSH) puede producir neoplasias tiroideas ma- glios cervicales, siendo relativamente frecuente su diagnósti-
lignas. Estos hechos han llevado a pensar en la posibilidad co por el estudio de una adenopatía cervical, en ausencia de
de que un mecanismo similar fuera el causante de la enfer- evidencia de enfermedad tiroidea. Por el contrario, las me-
medad en el hombre. Sin embargo, varios estudios realiza- tástasis por vía hematógena son muy raras.
dos en zonas con bocio endémico, antes y después de la La clínica del carcinoma papilar suele consistir en la apari-
práctica de la profilaxis yódica, no han podido demostrar ción de un nódulo tiroideo único, indoloro y de crecimiento
la existencia de relación alguna entre el estímulo bociógeno muy lento. En ocasiones se aprecian también adenopatías
y el cáncer de tiroides, aunque no puede negarse categórica- cervicales, asimismo indoloras, que a veces no se acompa-
mente que la TSH desempeñe cierto papel en el desarrollo ñan de nódulo tiroideo palpable. Sólo en fases muy avanza-
de algunas neoplasias tiroideas, en particular del tipo folicu- das, después de varios años de evolución, puede producirse
lar. En este sentido se admite que los niveles extraordinaria- invasión de estructuras vecinas y metástasis a distancia.
mente elevados de TSH influyen en el desarrollo de algunos Carcinoma folicular. El carcinoma folicular sigue en fre-
de los carcinomas hallados en el seno de bocios dishormo- cuencia al papilar, representando alrededor del 10-15% de
nogenéticos. las neoplasias malignas del tiroides y también predomina en
El 20% de los carcinomas medulares tiene un mecanismo el sexo femenino (2-3:1). En cambio, suele aparecer a eda-
de transmisión hereditaria que es de tipo autosómico domi- des superiores, siendo su máxima incidencia alrededor de
nante con un elevado nivel de penetrancia y puede originar los 50 años y es una neoplasia típica de zonas con bocio en-
2093
ENDOCRINOLOGÍA
démico. La existencia de antecedentes de irradiación cervi- trónico presentan numerosos gránulos citoplasmáticos de as-
cal es menos frecuente en este tipo de neoplasia. pecto característico.
La estructura del carcinoma folicular es tan diferenciada El carcinoma medular metastatiza fácil y precozmente por
que puede ser prácticamente idéntica a la del tiroides nor- vía linfática y también por vía hemática, por lo que no son
mal. Por ello, este es el cáncer tiroideo que plantea mayores raras las metástasis a distancia.
problemas diagnósticos al histopatólogo. Con frecuencia, la La clínica de este tipo de carcinoma suele consistir en la
diferenciación entre un adenoma folicular y un carcinoma aparición de uno o más nódulos tiroideos de consistencia fir-
plantea notables dificultades y los criterios de malignidad me, indoloros y de crecimiento lento, que pueden acompa-
son más estructurales que citológicos. Entre ellos cabe citar ñarse de adenopatías cervicales, ya en fases iniciales de su
la infiltración de la cápsula y del parénquima tiroideo adya- evolución. En ocasiones, el hallazgo inicial puede ser una
cente y la invasión de los vasos. En ocasiones se observan cé- metástasis a distancia, localizada con mayor frecuencia en
lulas eosinófilas (células de Hürthle) que pueden llegar a pulmón, hígado y hueso.
constituir el patrón dominante del tumor (carcinoma de cé- En los casos de carcinoma medular familiar aislado, con
lulas de Hürthle), en cuyo caso parecen tener un pronóstico frecuencia existen otros familiares afectos. Cuando la enfer-
algo peor que los carcinomas foliculares clásicos, por lo que medad se presenta formando parte de una MEN tipo IIa, los
algunos autores los clasifican como un grupo independiente. otros componentes del síndrome incluyen feocromocitoma,
El carcinoma folicular se propaga fundamentalmente por habitualmente bilateral, y en ocasiones hiperplasia o adeno-
vía hematógena y, con mucha menos frecuencia, por vía lin- ma de paratiroides. En el tipo MEN-IIb o MEN-III, que habi-
fática. Las metástasis más comunes son las pulmonares y las tualmente se presenta en forma esporádica pero que a veces
óseas (en general osteolíticas) y, en ocasiones, pueden cons- es de tipo familiar, además del carcinoma medular, el feo-
tituir la primera manifestación clínica de la enfermedad. cromocitoma y la afectación paratiroidea, los pacientes pre-
La clínica del carcinoma folicular es similar a la del papi- sentan rasgos marfanoides y neuromas en párpados, labios y
lar. Así, suele presentarse también como un nódulo tiroideo tubo digestivo (GAGEL et al, 1993).
indoloro, a veces muy duro, sobre una glándula previamente Hasta el 13% de los pacientes con carcinoma medular pre-
sana o sobre un bocio multinodular. En fases posteriores senta diarrea. La patogenia de este síntoma no está clara, y
puede haber invasión de los tejidos próximos con sintomato- en ella se han implicado varias sustancias que las células pa-
logía característica. En algún caso, la enfermedad puede ini- rafoliculares, pertenecientes al sistema endocrino difuso son
ciarse clínicamente con el diagnóstico de metástasis pulmo- capaces de secretar, como la serotonina, la calicreína, la
nares u óseas y, de forma excepcional, puede cursar con ACTH, las cininas, las prostaglandinas y la histaminasa, entre
hipertiroidismo. otras. En cambio, el aumento de calcitonina que se encuen-
Carcinoma anaplásico. Constituye alrededor del 10% de las tra prácticamente en todos los pacientes portadores de este
neoplasias malignas del tiroides. Es un tumor indiferenciado tipo de tumor y que es el marcador más sensible y específico
de gran malignidad que procede también de las células foli- de carcinoma medular, no suele causar manifestaciones clí-
culares y que predomina en la mujer, con una incidencia nicas.
máxima después de los 65 años. Linfoma tiroideo. Esta neoplasia maligna es más frecuente
El carcinoma anaplásico puede presentar distintas varieda- en la mujer, puede presentarse a cualquier edad aunque es
des histológicas (escamoide, de células fusiformes, de célu- más típica en personas de edad avanzada, y se asocia, en
las gigantes) que muestran un comportamiento biológico si- ocasiones, con la tiroiditis de Hashimoto.
milar. No tiene cápsula y aparece como un gran mazacote El linfoma tiroideo presenta unas características clínicas si-
pétreo que invade estructuras vecinas. Las células son atípi- milares a las del carcinoma anaplásico, con el que no debe
cas, con abundantes mitosis y áreas de necrosis. La presencia confundirse ya que su evolución y pronóstico son muy distin-
de zonas de tejido papilar o folicular en el seno de muchos tos. El crecimiento del linfoma es más lento y, por palpación,
carcinomas anaplásicos sugiere que una parte importante de tiene una consistencia firme o elástica distinta de la pétrea,
ellos asientan en tiroides afectos previamente de neoplasias característica de los carcinomas anaplásicos. Con frecuen-
papilares o foliculares. cia, los pacientes presentan asociadas otras localizaciones tí-
La invasión ganglionar y las metástasis a distancia se pro- picas del linfoma maligno.
ducen rápidamente y suelen estar presentes ya en el momen-
to del diagnóstico del tumor. Clasificación del carcinoma tiroideo en estadios evolu-
La clínica del carcinoma anaplásico se caracteriza por la tivos. Dependiendo del grado de extensión, las neoplasias ti-
aparición de un tumor cervical anterior, generalmente dolo- roideas se clasifican en cuatro estadios evolutivos. Esta clasi-
roso, de crecimiento rápido y de consistencia pétrea. La infil- ficación, que resulta de gran utilidad en la práctica clínica,
tración, en este tipo de tumor, es rápida, con invasión de se esquematiza en la tabla 16.28.
estructuras próximas (laringe, tráquea, esófago), que se ma-
nifiesta por la sintomatología característica de disfonía, dis- Diagnóstico. El problema del nódulo tiroideo. El diag-
nea y disfagia. Por palpación se aprecia que la masa está ad- nóstico del cáncer de tiroides sólo puede establecerse con
herida a los planos superficiales y profundo y puede también certeza mediante el estudio anatomopatológico. Los datos
detectarse la presencia de adenopatías. clínicos que pueden orientarlo difieren según el tipo anato-
Carcinoma medular. A diferencia de las neoplasias descri- moclínico de la neoplasia y el grado de diseminación local y
tas, este tipo de tumor procede de las células parafoliculares a distancia. Así, por ejemplo, en el caso del carcinoma me-
tiroideas o células C, productoras de calcitonina. El carcino- dular, pueden ser útiles la historia familiar o la existencia de
ma medular constituye alrededor del 5-10% de los carcino- un cuadro diarreico.
mas tiroideos. Puede aparecer a cualquier edad, aunque es La forma de presentación clínica más habitual de las neo-
más frecuente en la quinta década de la vida y su incidencia plasias tiroideas consiste en la aparición de un nódulo cervi-
es sólo ligeramente superior en la mujer que en el varón cal anterior. Esta forma de presentación ocurre hasta en el
(1,3:1). Su malignidad es superior a la de los tipos papilar y
folicular, pero inferior a la del carcinoma anaplásico. TABLA 16.28. Estadios evolutivos del carcinoma de tiroides
El carcinoma medular está constituido por células redon-
das, poliédricas o fusiformes, siendo una característica pecu- Estadio I: tumor intratiroideo con foco único o multicéntrico
liar de esta neoplasia la existencia de sustancia amiloide en Estadio II: tumor tiroideo con metástasis cervicales no adheridas
la estroma del tumor, fácilmente identificable mediante la y sin invasión de estructuras vecinas
tinción del rojo Congo. Las células de este tumor suelen reac- Estadio III: tumor tiroideo con metástasis cervicales adheridas
y/o con invasión cervical
cionar con anticuerpos dirigidos contra la cromogranina y la Estadio IV: metástasis a distancia
calcitonina, y cuando se estudian con el microscopio elec-
2094
ENFERMEDADES DEL TIROIDES
TABLA 16.29. Signos y síntomas sospechosos de malignidad lar en el que la frecuencia de malignidad es menor que en
en un nódulo tiroideo los nódulos únicos.
La gammagrafía tiroidea permite la clasificación de los nó-
Antecedentes de irradiación cervical dulos tiroideos, según su capacidad para captar el radioisóto-
Edad inferior a 20 años o superior a 60 años po, en nódulos “fríos” o no captantes (80-85%), isocaptantes
Sexo masculino
Nódulo único (15%) o hipercaptantes (5%). Los tumores malignos suelen
Nódulo mayor de 4 cm de diámetro ser “fríos” aunque se han descrito casos de carcinomas foli-
Aparición reciente culares isocaptantes o incluso hipercaptantes, pero sólo el
Crecimiento rápido 10-20% de los nódulos “fríos” son malignos.
Consistencia pétrea Desde la introducción de la práctica de la citología tras
Presencia de adenopatías cervicales PAAF, es posible hacer una aproximación diagnóstica mu-
Signos y síntomas de compresión cho más precisa ante un nódulo tiroideo. Esta es una técnica
Invasión de estructuras cervicales próximas segura, sencilla, indolora, de bajo coste y alta fiabilidad a la
que, en manos de un buen citopatólogo, se le reconoce una
precisión del 95%. La PAAF es para muchos autores el primer
75% de los casos, aunque sólo el 10-15% de los nódulos tiroi- procedimiento diagnóstico que se ha de realizar. En numero-
deos únicos sin antecedentes de irradiación y el 20-25% de sas ocasiones, la citología es diagnóstica (bocio coloide, car-
los que han sido irradiados son malignos. Por otra parte, nó- cinomas papilar, medular y anaplásico) y, en algunos casos,
dulos tiroideos palpables pueden hallarse hasta en el 4-9% de la práctica de la PAAF puede ser terapéutica ya que consigue
la población adulta normal, y mediante estudios necrópsicos hacer desaparecer entre el 20 y el 65% de las lesiones quísti-
y ecográficos se han identificado en casi el 50% de los indivi- cas. La limitación más importante de la exploración es su fal-
duos mayores de 50 años. Todos estos hechos confieren es- ta de especificidad para diferenciar los tumores foliculares
pecial importancia al problema del nódulo tiroideo, que benignos de los malignos (diagnóstico citológico de “prolife-
siempre plantea la duda diagnóstica en cuanto a su posible ración folicular”) pero, a pesar de ello y de la existencia, en
malignidad. todas las series, de un pequeño porcentaje de falsos positivos
Existe una serie de datos de la historia clínica y de la ex- y negativos, el examen citológico del material obtenido por
ploración física que resultan orientativos de malignidad, ante PAAF es el mejor método de que se dispone en la actualidad
un nódulo tiroideo y que se recogen en la tabla 16.29. En para el diagnóstico de los nódulos tiroideos y, por tanto, del
cuanto a la analítica (general y hormonal), sólo el hallazgo carcinoma tiroideo.
de una cifra de calcitonina plasmática elevada es de gran En la figura 16.55 se resume la conducta que se ha de se-
ayuda para el diagnóstico de carcinoma medular, neoplasia guir ante un nódulo tiroideo.
en la que también pueden hallarse niveles elevados de antí- Cuando se diagnostica un carcinoma medular, debe reali-
geno carcinoembrionario. zarse siempre un estudio familiar para determinar la calcito-
La ecografía tiroidea, el método morfológico más sensible nina basal y tras estimulación con pentagastrina y calcio,
para el estudio de la glándula, no es en absoluto específi- con el fin de efectuar el diagnóstico precoz de otros posibles
ca para diagnosticar benignidad o malignidad. Mediante su familiares afectos. Igualmente, en los casos de MEN deben
práctica se pueden diferenciar las lesiones quísticas (con practicarse las exploraciones necesarias para diagnosticar
mayor frecuencia benignas) de las sólidas, pero la valora- los posibles tumores asociados.
ción de los quistes tiroideos debe hacerse con reservas, ya
que el 1-7% de ellos son malignos. La ecografía es útil tam- Evolución y pronóstico. La evolución y el pronóstico de las
bién para diagnosticar la existencia de un bocio multinodu- diferentes neoplasias del tiroides dependen básicamente del
PAAF PAAF
(Gammagrafía y ecografía opcionales)
Vaciamiento Persistencia
Reaparición
Repunción
Reaparición
Fig. 16.55. Conducta que se ha de se-
guir ante un nódulo tiroideo solitario o do-
minante.
*Véase tabla 16.29. **Si aparecen cam- CIRUGÍA
bios clínicos, revaloración con repunción. Conducta expectante
Si aparecen datos sugestivos de maligni- con valoración anual **
dad, indicar cirugía previa repunción.
PAAF: punción-aspiración con aguja fina.
2095
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.30. Dosis de radioyodo recomendadas en el tratamiento TABLA 16.31. Pautas terapéuticas recomendadas en las neoplasias
del carcinoma de tiroides tiroideas malignas
Radioyodo (mCi) Carcinomas papilar y folicular
Tiroidectomía casi total
Carcinoma papilar intratiroideo (estadio I) 50-80 Administración de 131I
Carcinoma folicular intratiroideo (estadio I) 80-100 Levotiroxina a dosis supresoras de la TSH
Estadios II o III 90-110 Carcinoma anaplásico
Estadio IV 120-150 Radiaciones externas
Quimioterapia (doxorubicina)
Carcinoma medular
tipo anatomoclínico y del estadio evolutivo, en el momento Tiroidectomía total con exéresis ganglionar
del diagnóstico. Linfoma
El carcinoma papilar es la neoplasia tiroidea que presenta Radiaciones externas
Quimioterapia
mejor pronóstico. Su evolución suele ser muy lenta y su rela-
tiva benignidad es tan notable que los índices de superviven-
cia se calculan a los 10 años de su diagnóstico y son, según
diferentes series amplias, al menos del 80-90%. La incidencia postoperatorio. Las actitudes más conservadoras que, en oca-
de muerte por carcinoma papilar en una larga serie de pa- siones, recomiendan algunos autores, dificultan el segui-
cientes fue del 6,5% a los 30 años, y el 73% de ellos murieron miento posterior de estos pacientes, por lo que no las consi-
en los primeros 10 años de evolución de la neoplasia. Dentro deramos indicadas.
de este tipo de tumor se consideran índices de peor pronósti- En los casos de carcinoma medular, en todas sus formas,
co el sexo masculino, la edad superior a 45-50 años, el tama- la tiroidectomía total es de práctica obligada en todos los pa-
ño de la tumoración, que es progresivamente de peor pro- cientes y constituye la única posibilidad de curación, ya que
nóstico a partir de 1,5 cm, una pobre diferenciación celular, ni el tratamiento con radioyodo ni las hormonas tiroideas
la variedad histológica “de células altas” y los estadios evolu- ayudan a controlar la enfermedad. Debido a la alta inciden-
tivos III y IV. Algunos autores consideran que la variedad “es- cia (50%) de afección de los ganglios linfáticos del comparti-
clerosante” y el microcarcinoma (tumor inferior a 1 cm de miento central del cuello en el momento de la presentación,
diámetro) tienen mejor pronóstico. se recomienda su disección profiláctica. Siempre se deben
Al valorar el pronóstico de esta neoplasia, no hay que olvi- revisar los ganglios del compartimiento lateral y, si están
dar que, en un momento dado de su evolución, generalmen- afectados, practicar la linfadenectomía.
te avanzado, el carcinoma papilar puede transformarse en En el carcinoma anaplásico y en el linfoma, la cirugía re-
anaplásico. sulta poco útil ya que casi siempre es imposible realizar una
La evolución del carcinoma folicular es, en general, lenta resección amplia del tumor. En muchos casos resulta necesa-
aunque no tanto como la del papilar, y esta neoplasia tiene rio practicar intervenciones paliativas.
un pronóstico relativamente favorable pero peor que el del Radioyodo. Los carcinomas papilar y folicular, en especial
carcinoma papilar. Las supervivencias globales a 10 años este último, son capaces de captar 131I. Esta capacidad se uti-
son, al menos, del 65-75% Son factores de peor pronóstico liza para realizar la denominada “ablación del resto tiroi-
del carcinoma folicular la edad superior a 45-50 años, una deo”, después de la cirugía, que constituye el segundo paso
alta capacidad para la invasión local y la presencia de metás- en el tratamiento de este tipo de neoplasias. Para que la tera-
tasis a distancia. En lesiones mínimamente invasivas, la su- péutica con 131I sea más eficaz es conveniente que las células
pervivencia a los 10 años llega a ser de hasta el 86%, mientras foliculares estén estimuladas por la TSH (TSH superior a 30-
que no supera el 44% en los tumores más invasivos. Algunos 60 µU/mL), situación que se alcanza alrededor de 3 semanas
autores han comunicado un peor pronóstico para los carci- después de practicar la tiroidectomía. Nosotros, de acuerdo
nomas de células de Hürthle, pero este dato no se ha confir- con el Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Vall d’He-
mado en otras series. bron de Barcelona (Dr. GALOFRÉ), indicamos el tratamiento
A diferencia de lo que ocurre con los otros tipos de carci- con radioyodo en todos los pacientes mayores de 6 años de
nomas tiroideos, el pronóstico del carcinoma anaplásico es edad sometidos a tiroidectomía por presentar un carcinoma
muy malo y se asocia con una supervivencia de pocos meses. tiroideo papilar o folicular, a las 3-4 semanas de la interven-
El pronóstico del carcinoma medular es peor que el del pa- ción quirúrgica y a las dosis que se pretende sean únicas y
pilar y folicular, pero mucho mejor que el del anaplásico y que se especifican en la tabla 16.30.
depende de la precocidad del diagnóstico. La supervivencia La administración de radioyodo no resulta útil en el trata-
general es del 80% a los 5 años y del 60% a los 10 años. Son miento de los carcinomas anaplásico o medular, ni en el del
datos de peor pronóstico para esta neoplasia la edad avanza- linfoma tiroideo.
da, la presencia de diarrea y los estadios evolutivos más Tratamiento con hormonas tiroideas. La administración de
avanzados. Asimismo, la malignidad del carcinoma medular levotiroxina es obligada tras la exéresis de la glándula tiroi-
que forma parte del MEN-IIb es bastante superior a la del car- des. En los pacientes intervenidos por carcinoma anaplásico
cinoma aislado, y la variedad más benigna es la del MEN-IIa. o medular, o por linfoma, la hormonoterapia se realiza con
fines sustitutivos y la pauta de administración debe ajustarse
Tratamiento. Los pilares del tratamiento de las neoplasias ti- a este objetivo. En cambio, en las neoplasias papilar y folicu-
roideas son la cirugía, el radioyodo y la medicación con hor- lar, el tratamiento con levotiroxina se efectúa además para
monas tiroideas. suprimir la secreción hipofisaria de TSH, por lo que se admi-
Cirugía. El tratamiento quirúrgico constituye el pilar básico nistra a dosis generalmente superiores, denominadas subtó-
de la terapéutica del cáncer de tiroides y su finalidad funda- xicas, que suelen oscilar entre 200 y 250 µg/día. En estos ca-
mental consiste en obtener la exéresis de la totalidad del teji- sos, la hormonoterapia se inicia después de finalizado el
do neoplásico o, si esto no es posible, extirpar la máxima tratamiento con 131I.
cantidad de tumor. Otros tratamientos. Los carcinomas tiroideos no responden
En los carcinomas papilar y folicular, el tratamiento de al tratamiento con radioterapia externa, por lo que ésta sólo
elección es la tiroidectomía bilateral casi total que, en los ca- se utiliza con fines paliativos y en casos muy seleccionados.
sos en que exista invasión ganglionar cervical, se acompaña- Por el contrario, este tipo de terapéutica, asociada con qui-
rá del vaciamiento correspondiente. Esta técnica respeta una mioterapia, desempeña un papel fundamental en el trata-
mínima cantidad de tiroides contigua a la cápsula en el polo miento de los linfomas tiroideos.
superior del lóbulo contralateral a la localización del tumor, Los citostáticos, excepto en el linfoma, son también de es-
con lo que disminuye la incidencia de hipoparatiroidismo casa utilidad en el tratamiento de las neoplasias tiroideas.
2096
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
Resumen de las pautas terapéuticas. Seguimiento y control En el carcinoma medular debe intentarse siempre la prácti-
evolutivo de los pacientes tratados por carcinoma tiroideo. En ca de la tiroidectomía total con exéresis ganglionar que,
la tabla 16.31 se resumen las pautas terapéuticas recomenda- como ya se ha indicado, constituye la única terapéutica efi-
das en los diferentes tipos de neoplasias tiroideas malignas. caz. Como tratamientos coadyuvantes, en los casos en que la
En los carcinomas papilar y folicular, 3-4 semanas después cirugía ha sido insuficiente, pueden utilizarse la radioterapia
de la práctica de la tiroidectomía se efectúan las exploracio- externa y la quimioterapia, que siempre ofrecerán resultados
nes necesarias para evaluar los restos tiroideos que incluyen escasos y transitorios. Para el control evolutivo del carcino-
la práctica de una “captación corporal con yodo” (CCI). De ma medular, la determinación de calcitonina plasmática,
este modo se establece el estadio evolutivo y se puede deci- que se efectuará cada 6-12 meses, es el mejor marcador tu-
dir la dosis de 131I que se ha de administrar. En este momen- moral, aunque tiene sus limitaciones, ya que puede seguir
to, se determinan la TSH, siempre por métodos inmunorra- elevada después de la cirugía hasta en el 50% de los pacien-
diométricos, la tiroglobulina y los anticuerpos antitiro-- tes, según las series. Este hecho puede deberse a la persisten-
globulina. Posteriormente, se administra el radioyodo y 8-10 cia del tejido tumoral residual, pero en muchos casos no se
días después, se inicia la hormonoterapia con levotiroxina a halla evidencia clínica ni radiológica de la existencia de neo-
dosis de 200 µg/día que se ajusta, en controles clínicos y ana- plasia, la reexploración quirúrgica es negativa y no se norma-
líticos periódicos, hasta conseguir la supresión de la TSH. A lizan las cifras de calcitonina. A pesar de estos casos, la apa-
los 5 meses del tratamiento con 131I se efectúan determinacio- rición de niveles elevados de calcitonina en pacientes que
nes de hormonas tiroideas, TSH, tiroglobulina y anticuerpos previamente presentaban cifras normales o indetectables,
antitiroglobulina, así como un nuevo CCI para evaluar la efi- son indicativos de metástasis. Cuando no existe evidencia
cacia terapéutica. Un mes antes de la práctica de todo CCI, clínica de enfermedad y la calcitonina es elevada, deben
se sustituye la levotiroxina por T3 que se administra durante realizarse estudios de localización del tumor, como la TC de
15 días. Desde 2 semanas antes del CCI, se suspende el trata- cuello y mediastino y gammagrafía con metayodobencilgua-
miento supresor con el fin de que aumenten los niveles de nidina. Las determinaciones del antígeno carcinoembrio-
TSH. Si el paciente se halla en situación de “no evidencia nario también son de utilidad en el seguimiento de estos
de enfermedad”, que se define por ausencia de captación pacientes, ya que aunque no es un marcador específico, au-
del radioyodo fuera de los lugares fisiológicos de elimina- menta en presencia de tumor. Ante el diagnóstico de recidi-
ción, y cifras de tiroglobulina inferiores a 10 ng/mL, se reins- va local o de metástasis a distancia, el tratamiento es siempre
taura el tratamiento con levotiroxina. Los controles clínicos la reintervención quirúrgica para realizar la extirpación lo
posteriores se efectúan cada 4-6 meses. Cada año se reco- más amplia posible del tejido neoplásico.
mienda la práctica de una radiografía de tórax. Según el he- En los pacientes diagnosticados de linfoma tiroideo deben
cho conocido de que más del 80% de las recurrencias del realizarse las exploraciones oportunas para descubrir otras
carcinoma papilar aparecen en los primeros 10 años después posibles localizaciones del tumor. El tratamiento, en estos ca-
del diagnóstico, recomendamos el siguiente seguimiento: al sos, se basa en la combinación de la radioterapia cervical y
cabo de 1, 2, 3, 4, 6, 8 y 10 años, determinar hormonas tiroi- la quimioterapia antilinfomatosa adecuada.
deas, TSH, tiroglobulina y anticuerpos antitiroglobulina y
practicar CCI; a los 5, 7 y 9 años determinar sólo hormonas ti-
roideas, TSH, tiroglobulina y anticuerpos antitiroglobulina.
Cuando, en cualquier momento del seguimiento, se com-
pruebe la existencia de enfermedad activa, se debe realizar Bibliografía especial
tratamiento con radioyodo tanto de la recidiva local como GAGEL RF, ROBINSON MF, DONOVAN DT, ALFORD BR. Medullary thyroid
de las metástasis a distancia. carcinoma: Recent progress. J Clin Endocrinol Metab 1993; 76:
En los últimos años se han realizado numerosos estudios 809-814.
MAZZAFERRI EL. Management of a solitary thyroid nodule. N Engl J
para dilucidar si uno de los dos parámetros de seguimiento Med 1993; 328: 553-559.
de los pacientes con carcinoma tiroideo diferenciado (CCI o PIZARRO E, LUCAS A, REVERTER JL, RIUS F, SALINAS I, SANMARTÍ A. Nuestra
determinación de tiroglobulina) podría utilizarse de forma experiencia en 275 casos de bocio multinodular. Aspectos clíni-
aislada con buena sensibilidad y especificidad para la detec- cos y terapéuticos. Endocrinología (Barc) 1993; 40: 143-147.
ción de enfermedad activa. Los resultados no han sido con- REVERTER JL, LUCAS A, SALINAS I, AUDI L, FOZ M, SANMARTÍ A. Suppressive
cluyentes, por lo que la mayoría de los grupos de trabajo si- therapy with levothyroxine for solitary thyroid nodules. Clin Endo-
guen realizando las dos exploraciones. crinol (Oxf) 1992; 36: 25-28.
En el carcinoma anaplásico, después de intentar la exére- SCHNEIDER AB. Radiation-induced thyroid tumors. Thyroid carcinoma.
Endocrinol Metab Clin North Am 1990; 19: 495-508.
sis del tumor, que prácticamente siempre es imposible, debe SCHNEIDER AB, SIPERSTEIN AE, CLARK OH, MAZZAFERRI EL. Carcinoma of
utilizarse la radioterapia externa asociada con doxorubicina follicular epithelium. Pathogenesis. Surgical therapy. Radioiodine
o a otros citostáticos. Estos tratamientos son sólo paliativos y, and other treatments and outcomes. En: BRAVERMAN LE, UTIGER RD
cuando producen mejoría de la enfermedad, ésta es siempre (eds). Werner and Ingbar’s the thyroid. A fundamental and clini-
transitoria. cal text. Filadelfia, JB Lippincott, 1991; 1.121-1.165.
Anatomofisiología de las glándulas paratiroides a constituir el 60-70% del peso glandular. En el hombre, las
glándulas paratiroides inferiores se originan en el endoder-
Habitualmente existen cuatro glándulas paratiroides, si mo de la tercera bolsa branquial y migran con el timo, lo
bien alrededor del 2-6,5% de los individuos pueden tener en- que puede determinar una localización variable desde el án-
tre seis y ocho. Su forma es elipsoide plana y su color ma- gulo de la mandíbula al mediastino anterior y, en ocasiones,
rrón, pero con la edad se torna amarillento en relación con tan bajo como el pericardio. Las paratiroides superiores deri-
un mayor contenido graso, que en los ancianos puede llegar van de la cuarta bolsa branquial, en íntima relación con el
2097
ENDOCRINOLOGÍA
dos variantes: las células principales oscuras (activas), que Gly Ala Pro Leu Ala Pro Arg Asp Ala Gly Ser Gln Arg Pro Arg
contienen numerosos gránulos secretores de la región de 40 45 50 Lys
Golgi, y las pálidas (inactivas), ricas en glucógeno y pobres Lys
en gránulos secretores. En condiciones normales, la relación Glu 55
entre las células inactivas y las activas es 5:1; en situaciones 70 Glu Gly Leu Ser Lys Glu His Ser Glu Val Leu Val Asn Asp
de hipercalcemia crónica la relación se incrementa hasta
65 50
10:1. Las células oxifílicas tienen un diámetro de 8-12 µm, Ala
Parathormona
La PTH está formada por una cadena polipeptídica de 84 Célula paratiroidea
aminoácidos (fig. 16.56) cuyo residuo aminoterminal es seri-
na y el carboxiterminal glutamina, con un peso molecular de
9,5 kD. La actividad biológica se localiza en la secuencia
1-34. Los genes para la PTH han sido clonados, establecién- Fig. 16.57. Biosíntesis intracelular de la PTH.
dose que hay un gen para su codificación en el brazo corto
del cromosoma 11.
tículo endoplásmico; en éste, una peptidasa elimina el frag-
mento que ya ha cumplido su misión y empieza el plega-
Biosíntesis de la PTH miento de la molécula. La conversión de prepro-PTH a pro-
El producto original de este gen es un precursor polipeptí- PTH probablemente ocurre durante el transporte del
dico (fig. 16.57) de 115 aminoácidos y peso molecular de 13 polipéptido en la cisterna del retículo endoplásmico rugoso,
kD sintetizado en los ribosomas y que recibe el nombre de en unos segundos. La pro-PTH formada contiene 90 aminoá-
prepro-PTH. Es precisamente la secuencia “pre” la primera cidos y un peso molecular del 10 kD. La escisión de otro he-
parte que surge del ribosoma, quedando por su carácter hi- xapéptido permite la conversión de pro-PTH a PTH a los 15
drófobo pegada a la membrana del retículo endoplásmico; min de haberse iniciado la síntesis de pro-PTH. En este pun-
ello confiere a la molécula carácter exportable. La función to, la PTH se encuentra libre o bien empaquetada en gránu-
del fragmento hidrófobo es localizar los puntos claves del re- los secretores para su depósito y conveniente liberación. La
tículo endoplásmico liso, donde abre una especie de poro, hormona intacta (PTH 1-84) sufre al menos otra escisión (ca-
por el que penetra la cadena formada en el interior del re- tepsina B) en los gránulos secretores para generar fragmen-
2098
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
2099
ENDOCRINOLOGÍA
Paratiroides
Piel Dieta Sangre
7-deshidrocolesterol Vitaminas
D2 y D3
Hueso
+ [PO4] [HCO3] [Ca++] UV
Aparato
digestivo
NaHCO3
Previtamina D3
Ca
NaCl
+Ca
+Ca
PO4
PO4
base
Provitamina D3
Vitamina D3
Vitamina D
Proteína
transportadora
Ca
PO4 Hígado
25-hidroxilasa 25-(OH)-D3
Fig. 16.59. Acción de la PTH sobre el túbulo renal.
2100
ENFERMEDADES LOCALIZADAS DE LA BOCA (LABIOS, MUCOSA BUCAL, LENGUA, ENCÍAS Y DIENTES)
OH
Hígado
CH2 CH2
HO HO
Vitamina D3 25-(OH)2-D3
P normal PTH
OH H OH H
OH OH OH
PTH Ca normal
P bajo P normal
Riñón Riñón
HO OH HO OH HO OH
24,25-(OH)2-D3 1,24,25-(OH)2-D3 1,25-(OH)2-D3
100 veces menos potente en estimular la absorción intestinal resulta extraño que en individuos nefrectomizados se detec-
del calcio que el 1,25-(OH)2-D3. ten niveles bajos de ambos compuestos. La hipofosfatemia
incrementa los niveles de 1,25-(OH)2-D3 y disminuye la pro-
ducción de 24,25-(OH)2-D3. De forma similar a lo que ocurre
1-α-hidroxilación de la 25-(OH)-D3 con el calcio, la elevación del fósforo sérico frena la produc-
En el riñón, la 25-(OH)-D3 es hidroxilada en posición 1 (fig. ción del 1,25-(OH)2-D3 y estimula la síntesis de 24,25-(OH)2-
16.61) por una hidroxilasa presente en las mitocondrias de D3. Experimentalmente, la administración de 1,25-(OH)2-D3
los túbulos proximales, para formar 1,25-(OH)2-D3, el metabo- suprime la actividad de la 1-α-hidroxilasa, y la carencia de vi-
lito más activo y potente biológicamente de la vitamina D en tamina D lo estimula. Las hormonas sexuales (estrógenos,
inducir la absorción intestinal de calcio y fósforo, y la reab- testosterona) tienen un efecto estimulante de la 1-α-hidroxi-
sorción ósea; circula a concentraciones muy bajas, alrede- lasa. El embarazo y la lactancia se asocian con niveles circu-
dor de 30 pg/mL, y tiene una vida media de 2-4 h. También lantes elevados de 1,25-(OH)2-D3, que se relacionan con los
en el riñón se produce la segunda hidroxilación cuantitativa- niveles plasmáticos de prolactina, estrógenos y PTH en esas
mente más importante de la vitamina D. Mediante una 24R- condiciones. En cuanto a la GH, parece estimular la activi-
hidroxilasa se forma 24,25-(OH)2-D3, presente en el plasma dad de la 1-α-hidroxilasa, mientras que la calcitonina la inhi-
en cantidades mayores (1-5 ng/mL), con una vida media de biría, aunque estos resultados deben ser confirmados. Los
6 h y una regulación opuesta al 1,25-(OH)2-D3. La actividad glucocorticoides no parecen afectar esta enzima y sí las ac-
de este compuesto es escasa y similar a la de su precursor, ciones biológicas de este metabolito. Existen alrededor de 20
25-(OH)-D3. metabolitos, identificados bioquímicamente, de la vitamina
La formación de estos dos compuestos, 1,25-(OH)2-D3 y D. El ácido calcitroico, biológicamente inerte, es el principal
24,25-(OH)2-D3, es esencial para la regulación del metabolis- metabolito del 1,25-(OH)2-D3 hallado en el intestino durante
mo mineral. Las enzimas involucradas están reguladas por la la estimulación con éste. La excreción de los metabolitos de
hipocalcemia-PTH y las concentraciones bajas de fosfatos. la vitamina D tiene lugar fundamentalmente por la bilis y
En condiciones de normocalcemia se producirían ambos, existe evidencia de una circulación enterohepática para el
aunque con mayor predominio del 24,25-(OH)2-D3. En la hi- 25-(OH)-D3 y el 1,25-(OH)2-D3.
pocalcemia se estimula la secreción de PTH, y ésta, a su vez,
estimula la 1-α-hidroxilasa renal, con lo que se sintetiza más
1,25-(OH)2-D3, que tiende a restaurar la normocalcemia, a la
Acciones biológicas de la vitamina D
vez que se suprime la 24-hidroxilación. Con el incremento Acción sobre la absorción intestinal de calcio y fósforo. El
gradual de la calcemia se produce una disminución de la calcio es absorbido por el tracto gastrointestinal (65% en el
síntesis de 1,25-(OH)2-D3 y de la actividad de la glándula pa- íleon, 17% en el yeyuno) por un proceso de difusión pasiva y
ratiroides. Además del riñón, existe actividad tipo 1-α-hidro- por transporte activo. Este último proceso es dependiente de
xilasa, en el hueso, el intestino y las plaquetas, y tipo 24-hi- la vitamina D y se caracteriza por la entrada de calcio a tra-
droxilasa en el intestino, el cartílago y el hueso. Por eso, no vés de la membrana de las microvellosidades de las células
2101
ENDOCRINOLOGÍA
Na GLY THR
LEU
Ca TYR
Ca Pi
MET
Pi TYR
H2S 7
Proteínas
transportadoras CYS
TYR
1 THR
CYS
mRNA R 1,25(OH)2-D3
SER ASP
GLY
LEU PHE
ASN
Fig. 16.62. Acción del 1,25-(OH)2-D3 sobre la absorción intestinal de
calcio y fósforo. Pi: fósforo inorgánico.
ASN
LYS
intestinales, en contra de gradiente de concentración, y por
PHE
la expulsión activa del ion a la sangre por la membrana basal PHE HIS
lateral. Ni la calcitonina ni la PTH intervienen directamente PRO
en esta absorción. El mecanismo íntimo de este proceso im-
plica que el 1,25-(OH)2-D3 atraviesa la membrana basal late- GLN
ral de la célula de la mucosa intestinal e interacciona con un
receptor específico. El complejo receptor 1,25-(OH)2-D3 es
THR
translocado al núcleo, induciendo la producción de un RNA
mensajero (transcripción) que codifica las proteínas trans-
portadoras del calcio y del fósforo (fig. 16.62). La principal ALA
de estas proteínas tiene un peso molecular de 15 kD y cuatro
sitios activos por molécula para el calcio. Proteínas similares
se han descrito en el cerebro, el hueso, el páncreas, el riñón, ILE
las paratiroides y la placenta. No existe buena correlación VAL H
entre la absorción del calcio y la aparición más tardía de esta GLY VAL GLY ALA PRO N
proteína en respuesta al 1,25-(OH)2-D3. En el borde rugoso de H
las células intestinales también se han aislado otras dos enzi-
mas: fosfatasa alcalina y ATPasa dependiente del calcio, que
guardan menor relación con la absorción intestinal del cal- Fig. 16.63. Secuencia de aminoácidos de la calcitonina humana.
cio. Éste, tras su migración del polo luminal al borde basal la-
teral de la célula intestinal, es “expulsado” con el fósforo ha-
cia la sangre, para lo cual se requiere un alto gradiente de los finos de calcitonina, y se localizan sobre todo en la parte
sodio. Existen datos contradictorios respecto a si el proceso media interna de los lóbulos tiroideos. Estas células C tienen
de difusión pasiva es regulado por la vitamina D. De todas origen neuroendocrino en la cresta neural (pertenecen al sis-
maneras, la contribución de este proceso (15% de la absor- tema endocrino difuso) y en su migración caudal, durante la
ción neta) limita su importancia fisiológica. embriogénesis, se sitúan ventralmente en la última bolsa
Acción sobre el hueso. La falta de vitamina D ocasiona un branquial –estación intermedia– antes de alcanzar su locali-
déficit en la mineralización de la matriz ósea, que en niños zación definitiva en la glándula tiroides y, en mucha menor
se manifiesta como raquitismo y en adultos como osteomala- proporción, en el timo y las paratiroides. La glándula ultimo-
cia. El 1,25-(OH)2-D3 promueve la reabsorción ósea, lo que, branquial persiste como órgano independiente en peces,
unido a su acción estimulante de la absorción neta del cal- reptiles, anfibios y pájaros, y es también una glándula secre-
cio en el intestino, favorece un ambiente rico en minerales tora de calcitonina.
en las zonas de remodelado óseo, haciendo posible la mine-
ralización de la nueva matriz ósea. Se ha comprobado que
estimula la diferenciación de progenitores de osteoclastos a
Biosíntesis, metabolismo y formas circulantes
células maduras. Este efecto es potenciado por la PTH. La calcitonina es un polipéptido de 32 aminoácidos, con
Acción sobre el riñón. El 1,25-(OH)2-D3 provoca un aumen- estructura terciaria plegada, puente disulfuro 1-7 y grupo ami-
to de la reabsorción tubular del calcio y del fósforo. Esta ac- no en el aminoácido prolina carboxiterminal. Su peso mole-
ción es difícil de deslindar, puesto que en el hombre el 1,25- cular es de 3,4 kD y para su actividad biológica requiere la
(OH)2-D3 aumenta el calcio plasmático y, por tanto, la secuencia total de aminoácidos, así como la integridad del
sobrecarga de calcio a filtrar, así como la excreción fraccio- puente disulfuro y el grupo prolinamida (fig. 16.63). La bio-
nada de este ion, lo que claramente predomina. Por otro síntesis de la calcitonina es compleja, localizándose su gen
lado, la acción de aumentar la reabsorción tubular de fósfo- responsable en el cromosoma 11. Este gen puede tener RNA
ro, observada sobre todo en pacientes con deficiencia de vi- con expresividad sintetizadora diferente en diversos tejidos.
tamina D, podría en parte explicarse por la supresión del hi- El gen codificador en el tiroides expresa preferentemente
perparatiroidismo secundario acompañante. (fig. 16.64) la calcitonina, mientras que en el cerebro es el
péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP)
el expresado. El gen está formado por seis exones; en el tiroi-
Calcitonina des (células C), los tres primeros exones se unen al cuarto
(codificador específico de calcitonina) para generar RNA
Es una hormona polipeptídica secretada por las células C mensajero capaz de producir calcitonina. En el cerebro se
de la glándula tiroides en respuesta a la hipercalcemia, que pondría en marcha la producción de CGRP, a través de la
inhibe la reabsorción ósea. Las células responsables de su se- unión de los tres primeros exones al quinto y sexto, mientras
creción tienen núcleo grande y claro, con numerosos gránu- el cuarto (codificador de calcitonina) no se expresa. La cal-
2102
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
2103
ENDOCRINOLOGÍA
2104
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
2105
ENDOCRINOLOGÍA
acciones opuestas sobre las concentraciones de cloro y fós- TABLA 16.32. Osteocalcina sérica en diversas enfermedades
foro, con tendencia hacia la acidosis metabólica en el hiper- con repercusión ósea
paratiroidismo primario y a la alcalosis metabólica en el hi-
poparatiroidismo primario. Un cociente cloro/fosfato superior Niveles séricos
Enfermedades
de osteocalcina
a 33 con un cloro sérico superior a 103 mmol/L es sugestivo
de hiperparatiroidismo primario. La determinación de calcio Hiperparatiroidismo ↑
en orina de 24 h con dieta libre no debe sobrepasar los 250 Hipoparatiroidismo ↓
mg/día en mujeres y los 300 mg/día en varones. Se debe de- Hipertiroidismo ↑
terminar la creatinina en la misma muestra para mayor ga- Hipotiroidismo ↓
Acromegalia ↑
rantía de la recogida de orina. En pacientes con hipercalce- Enanismo hipofisario ↓
mia familiar benigna, la excreción de calcio es inferior a los Osteoporosis con alto recambio ↑
100 mg/g de creatinina, mientras que en el hiperparatiroidis- Osteoporosis con bajo recambio ↓
mo, y a menudo en la hipercalcemia maligna, es superior a Osteoporosis con glucocorticoides ↓
los 200 mg/g de creatinina. Raquitismo hipofosfatémico ↑
El AMPc nefrogénico es reflejo de la actividad paratiroidea, Enfermedad de Paget ↑
siempre que el aclaramiento de creatinina sea superior a Neoplasias* ↑o↓
40 mL/min y se haga dieta restringida de calcio. El AMPc ne- Enfermedades hepáticas* ↑o↓
Osteomalacia* ↑o↓
frogénico es producido por la PTH sobre el túbulo proximal
y representa el 80% de este nucleótido excretado por la ori- *Según el grado de afectación.
na. El otro 50% proviene del FG. En la práctica, el AMPc se
calcula a partir de la determinación del AMPc plasmático y
del total excretado en orina, siendo sus valores normales de pos que reconocen más de una región, detectando funda-
0,34-4,00 nmol/dL de FG. Se hallan valores altos en el hiper- mentalmente fragmentos inactivos y hormona intacta. Por
paratiroidismo primario y en algunas neoplasias. La PTH pro- último, los métodos inmunométricos basados en dos anti-
voca fosfaturia, pero las variaciones de la dieta y el ejercicio cuerpos, uno de señal que reconoce la región 1-34 y otro de
muscular limitan su determinación. Se han estudiado diver- captura que reconoce la región 44-68 o 39-84 de la molécula,
sos índices del manejo tubular del fósforo, siendo el más útil parecen tener gran sensibilidad y especificidad, siendo útiles
el TmP/FG, que expresa la reabsorción de fósforo en función para determinar la hormona intacta.
de la concentración sérica y el filtrado glomerular de dicho Existen dos procedimientos para estudiar la absorción in-
ion. En el hiperparatiroidismo primario los valores se hallan testinal de calcio. El primero, técnicamente complicado, ex-
por debajo del límite de la normalidad. Sin embargo, el 6% presa el calcio neto absorbido a partir de la diferencia del
de las personas sanas tienen un TmP sugestivo de hiperparati- calcio excretado por heces y del calcio radiactivo ingerido.
roidismo primario, y el 19% de los pacientes con esta enfer- El segundo, más sencillo, se basa en sus niveles en orina tras
medad, a su vez, lo tienen normal. la administración de calcio oral. Sus valores están elevados
La determinación de la PTH sérica en el laboratorio ha en el hiperparatiroidismo primario, y disminuidos en el hipo-
planteado dificultades en función de su heterogeneidad cir- paratiroidismo, la osteomalacia y la insuficiencia renal. No
culante y de su estandarización. La heterogeneidad sérica de existe método de RIA sensible para determinar la vitamina D
la PTH en el radioinmunoanálisis (RIA) se debe a que la en sangre, por lo que se utilizan métodos como la cromato-
glándula paratiroides secreta PTH intacta y fragmentos inacti- grafía líquida de alta presión, protein binding y de bioanálisis
vos carboxiterminales que contienen las regiones media y para el 25-(OH)-D3 y el 1,25-(OH)2-D3. Los niveles del primero
carboxílica de la molécula. No existen datos que confirmen oscilan entre 10 y 80 ng/mL en adultos, aumentando en los
la secreción de fragmentos aminoterminales activos por la meses de mayor exposición solar. Los valores bajos con-
glándula. La hormona intacta es metabolizada en hígado, ri- firman el diagnóstico de deficiencia, y los elevados el de in-
ñón y hueso. Es escindida en la región 33 a 41 y se liberan toxicación por vitamina D. El 60% de los pacientes con hiper-
fragmentos inactivos que contienen las regiones media y car- paratiroidismo primario tienen niveles elevados de 1,25-
boxílica a la sangre. En sangre periférica se detectan además (OH)2-D3 y coexiste litiasis renal. El tejido granulomatoso
fragmentos aminoterminales en cantidades mínimas, sin que produce elevadas cantidades de este metabolito en la sarcoi-
se sepa si su origen es por secreción o por metabolismo peri- dosis y otras enfermedades granulomatosas. La concentra-
férico. El resultado final es que en sangre periférica la PTH ción normal de 1,25-(OH)2-D3 es de 20-65 pg/mL y no se co-
intacta representa el 5-25%, mientras que los fragmentos inac- rrelaciona con los niveles de 25-(OH)-D3, lo que confirma su
tivos constituyen el 75-95%, probablemente en relación tam- diferente regulación.
bién con la mayor vida circulante de estos fragmentos. La se- Osteocalcina sérica. La proteína ósea GLa u osteocalcina
creción de la hormona intacta aumenta en la hipocalcemia, sérica es una proteína de 49 aminoácidos, no colágena, de-
mientras que en la hipercalcemia dicha secreción está dismi- pendiente de la vitamina K con un peso molecular de 5,8 kD
nuida, pero persiste la secreción de fragmentos inactivos. Los sintetizada por los osteoblastos. Su determinación es un ín-
actuales RIA de PTH, disponibles desde la introducción de dice de formación ósea y sería útil como marcador de remo-
PTH sintética o péptidos sintéticos, pueden clasificarse por la delado. En la lactancia y durante el crecimiento sus valores
región de la PTH que el anticuerpo reconozca. Los RIA car- séricos son más elevados. En diferentes afecciones (hiperpa-
boxiterminales reconocen la región 53-84 y los de la región ratiroidismo, hipertiroidismo, osteodistrofia renal, etc.) se
intermedia la secuencia 44-68, por lo que detectan sobre halla elevada, mientras que en otras (hipoparatiroidismo, hi-
todo los fragmentos carboxiterminales y la hormona intacta. potiroidismo, diabetes insulinodependiente) se encuentra
Los primeros son útiles para el diagnóstico de los estados de descendida. Esto ha permitido clasificar las enfermedades en
hiperparatiroidismo e hipoparatiroidismo; los de la región in- los grupos de elevado y bajo recambio, en función de los ni-
termedia son los más sensibles para diferenciar niveles ba- veles de osteocalcina (tabla 16.32).
jos, normales y elevados de PTH. Los RIA aminoterminales
tienen reactividad cruzada con la región 1-34 y son útiles
para reconocer la hormona intacta y los fragmentos activos.
Pruebas funcionales
En los RIA de PTH intacta, los anticuerpos reconocen la re- La administración de 100 mg/día de hidrocortisona o de
gión 28-48, por lo que sólo distinguen la hormona intacta y 40 mg/día de prednisona durante 10 días sirve para distinguir
no los fragmentos. Estos dos RIA son especialmente útiles en la hipercalcemia del hiperparatiroidismo primario (que no
presencia de insuficiencia renal, en el síndrome de hipercal- desciende) de otras (p. ej., por mieloma múltiple, intoxica-
cemia humoral de la malignidad y en el cateterismo venoso ción por vitamina D, sarcoidosis y granulomatosis) en las
selectivo paratiroideo. Los RIA polivalentes utilizan anticuer- que sí se reduce. El 50% de las neoplasias hipercalcémicas
2106
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
no responden y hay algunos hiperparatiroideos que, de radiaciones en la cabeza, el cuello y el tórax. En general, sue-
modo paradójico, responden con descenso. En casos dudo- le tratarse de pacientes que presentan una afección tiroidea
sos se ha preconizado la perfusión del quelante EDTA (40 asociada, sobre todo bocio nodular. El origen clonal de algu-
mg/kg durante 30 min), que desciende el calcio sérico y pro- nos adenomas paratiroideos sugiere un defecto del gen res-
voca un incremento notable de la PTH sérica, en pacientes ponsable de la PTH.
con hiperparatiroidismo. La capacidad de recuperación tras No existe diferencia entre las manifestaciones clínicas del
2 h de perfusión con EDTA se ha usado para demostrar insu- adenoma y las de la hiperplasia paratiroidea. Las células pa-
ficiencia paratiroidea posquirúrgica. La perfusión de calcio ratiroideas tienen diferentes niveles intracelulares para su es-
(12,5 mg/kg durante 4 h) se ha empleado con la intención de tímulo secretor, incluyendo vías degenerativas intracelulares
diferenciar entre adenoma (ausencia de respuesta), hiperpla- para la PTH, que pueden estar “insensibles” en cualquier
sia paratiroidea (supresión gradual) y situación normal (su- punto. Estudios in vitro de células adenomatosas confirman
presión completa), pero sus resultados variables no hacen re- que se requieren mayores niveles de calcio en el medio para
comendable esta prueba. suprimir la secreción de PTH, en relación con las células pa-
La histomorfometría cuantitativa de biopsia ósea de cresta ratiroideas normales. En la hiperplasia, esta capacidad pare-
ilíaca permite el estudio celular y estructural óseo, y su com- ce conservarse, pero el notable incremento celular sería res-
binación con tetraciclinas (marca las zonas de mineraliza- ponsable de la hipersecreción de PTH.
ción) permite estudiar las bandas de fluorescencias emitidas.
Los pacientes con neoplasias hipercalcémicas, al igual que Anatomía patológica. La lesión histológica causante del hi-
los afectos de hiperparatiroidismo, tienen un aumento de perparatiroidismo primario puede ser un adenoma, una hi-
reabsorción osteoclástica, pero, a diferencia de los segun- perplasia o un carcinoma de las glándulas paratiroides.
dos, poca evidencia de formación ósea. La biopsia estaría es- En el 80% de los casos se encuentra un adenoma solitario,
pecialmente indicada para el diagnóstico de osteomalacia que suele localizarse en las paratiroides inferiores. El 6-10%
subclínica y para los casos en que no se haya podido estable- de ellos tienen una localización ectópica, intratiroidea, en
cer el diagnóstico con los métodos citados. Para la valora- timo o en otra zona mediastínica. Suelen pesar 0,2-2 g, aun-
ción cuantitativa de la pérdida mineral también puede re- que pueden llegar a 10-20 g. Cada gramo de tejido paratiroi-
currirse a la densitometría y la fotonabsorciometría, dos deo anormal incrementa el calcio sérico en 1 mg; a mayor ta-
métodos recientemente introducidos para el estudio de la maño del adenoma, más manifestaciones clínicas. Así, se
osteopenia incipiente. encuentran tumores mayores en pacientes con las formas
óseas graves (3,3-5,9 g) que en las litiásicas (1,1-1,4 g). Histo-
lógicamente el adenoma se compone de un grupo homogé-
Hiperparatiroidismo primario neo celular, en general células principales, y escasez de célu-
las grasas, adquiriendo el tumor un color marrón oscuro. De
Es una enfermedad caracterizada por hipersecreción de forma excepcional se han descrito adenomas de células oxi-
PTH que provoca hipercalcemia, por sus acciones sobre el fílicas. Suele haber una cápsula bien definida, con un anillo
riñón, el intestino y el hueso. La hipercalcemia es incapaz externo de tejido paratiroideo normal comprimido. Es infre-
de suprimir la secreción aumentada de PTH, como lo hace cuente el hallazgo de adenomas múltiples. Existe el criterio
en circunstancias normales. La hipercalcemia generalmente de que, en presencia de un adenoma, al menos debe identifi-
permanece constante durante muchos años, con pequeñas carse una glándula paratiroidea normal. En el 15-20% de los
oscilaciones, aunque puede ser cíclica en algunas ocasiones. casos hay hiperplasia de las cuatro glándulas paratiroides,
El aumento de PTH induce una mayor síntesis por el túbu- por lo general de las células principales y en menor propor-
lo renal de 1,25-(OH)2-D3, lo que favorece la absorción intesti- ción de las células claras. La hiperplasia suele ser el hallazgo
nal del calcio. Asimismo, estimula la reabsorción ósea por en los síndromes pluriglandulares con hiperparatiroidismo
los efectos combinados de la PTH y el 1,25-(OH)2-D3. Por últi- primario. La diferenciación entre hiperplasia de células prin-
mo, también se incrementa la reabsorción tubular de calcio. cipales y adenoma plantea dificultades histológicas. Esta di-
Todo ello es responsable de la producción de hipercalcemia ferenciación requiere la extirpación de, al menos, dos glán-
en el hiperparatiroidismo. dulas. Si ambas presentan aumento de peso, el diagnóstico
más probable es de hiperplasia; en cambio, si sólo una se ha-
Epidemiología. Han transcurrido muchos años desde que el lla aumentada, se trata de un adenoma. El término hiperpla-
hiperparatiroidismo primario se conceptuara como una en- sia nodular se utiliza cuando hay nódulos conteniendo tejido
fermedad rara y se describiera en 1926 como osteítis fibrosa hiperplásico, que pueden a veces incluso estar compuestos
quística. Los conocimientos actuales sobre la bioquímica y de células oxifílicas, como se ha descrito en algunos raros
la fisiología de la PTH, así como la introducción de métodos casos de MEN.
más precisos para la determinación del calcio, han permiti- Menos del 1% de los pacientes tienen un carcinoma en
do un mejor diagnóstico. La mayoría de los pacientes son una de las glándulas. Suelen ser lesiones funcionantes, de
asintomáticos y la endocrinopatía es tan frecuente como la crecimiento lento y que metastatizan preferentemente por
enfermedad de Graves. Mediante la determinación de calcio vía linfática. Sus manifestaciones clínicas óseas y renales, así
por autoanalizador su prevalencia oscila entre el 1 y el 3‰ como la hipercalcemia, suelen ser más intensas. Presentan
en la población adulta. Su incidencia anual es de 250 nuevos adherencia a los tejidos circundantes, abundantes mitosis e
casos por millón de habitantes y año. Afecta sobre todo a invasión capsular y vascular.
adultos, y el 85% de los casos tienen más de 30 años, siendo
mayor su frecuencia en la séptima década y en mujeres post- Historia natural y cuadro clínico. El espectro de presenta-
menopáusicas. Es 2 veces más frecuente en las mujeres que ción del hiperparatiroidismo primario ha cambiado notable-
en los varones y cuando ocurre en niños puede formar parte mente en las últimas décadas. En el pasado se destacó su
de una MEN tipo I o II. grave afectación ósea (osteítis fibrosa quística) y luego se di-
ferenció otro grupo de pacientes con afectación renal (litia-
Etiología. La forma más frecuente es la espontánea, aunque sis renal), siendo conocida durante largo tiempo como una
se han descrito casos familiares o bien formando parte del enfermedad en la que había “quejidos óseos y renales junto
síndrome de neoplasia endocrina múltiple (MEN) tipos I y II. a gemidos abdominales”. En la actualidad ambas complica-
En el hiperparatiroidismo espontáneo y en el familiar suele ciones no parecen estar presentes en más del 10% de los pa-
haber un adenoma, mientras que en los síndromes pluriglan- cientes diagnosticados en los hospitales. La forma de presen-
dulares es más frecuente la hiperplasia. La causa de hiperse- tación del 50% o más de los casos de hiperparatiroidismo es
creción de PTH es desconocida. Se ha señalado que se desa- asintomática y se descubre en los análisis sistemáticos (auto-
rrolla en el 4-11% de los individuos que han recibido analizador) del calcio sérico, sobre todo en ancianos. Otra
2107
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.33. Repercusiones sistémicas de la hipercalcemia vante, el 5-10% tiene hiperparatiroidismo en ausencia de
afectación ósea. Los cálculos más frecuentes son de fosfato
Neuromusculares y psiquiátricas cálcico puros, oxalatos cálcicos o, más a menudo, mixtos;
Astenia aunque su patogenia aún no está dilucidada, en ella influ-
Confusión, letargia yen: a) la hipercalciuria; b) las alteraciones fisicoquímicas
Somnolencia, pesadillas
Irritabilidad, depresión, trastornos emocionales
de la orina, y c) la acidosis hiperclorémica. La hipercalciuria
Hipotonía, reflejos osteotendinosos disminuidos se considera el factor de riesgo más importante, presente en
Estupor, coma dos tercios de los pacientes. Es una hipercalciuria por hiper-
Renales absorción digestiva, con niveles elevados de 1,25-(OH)2-D3.
Poliuria, polidipsia, nicturia Se han descrito también alteraciones y tendencia a la cristali-
Nefrocalcinosis zación y al crecimiento de los cristales en la orina supersatu-
Nefrolitiasis rada por la elevada concentración cálcica.
Insuficiencia renal Manifestaciones óseas. Hay evidencia inequívoca radioló-
Gastrointestinales
Anorexia, náuseas, vómitos
gica de enfermedad paratiroidea ósea en menos del 20% de
Estreñimiento los casos. La lesión más frecuente es la osteopenia difusa o
Úlcera péptica vertebral, complicada o no con fractura compresiva de los
Pancreatitis cuerpos vertebrales. La osteopenia del hiperparatiroidismo
Cardiovasculares no siempre es homogénea y/o difusa, pudiendo afectar pre-
Hipertensión arterial cozmente sobre todo el cráneo, las falanges y las clavículas.
Arritmias inotrópicas y cronotrópicas Con técnicas densitométricas se ha comprobado que más
Cambios electrocardiográficos del 30% tienen pérdida mineral, incluso las formas asintomá-
Sinergismo con la digoxina
ticas, por lo que puede considerarse una manifestación sub-
clínica de la enfermedad.
La lesión ósea clásica del hiperparatiroidismo es la osteítis
forma es el hiperparatiroidismo normocalcémico que se si- fibrosa quística, que en la actualidad se observa en menos
túa en un extremo del espectro bioquímico con normocalce- del 10% de los casos. Estos pacientes tienen adenomas mayo-
mia persistente o hipercalcemia moderada cíclica. Por últi- res, hipercalcemia acusada y clínica ósea grave y progresi-
mo, otra forma rara en clínica del hiperparatiroidismo es va, con deformidades esqueléticas, pérdida de talla, dolores
como parte de síndromes de MEN tipos I y II. El cuadro clíni- óseos con fracturas o sin éstas y quistes óseos. La radiología
co del hiperparatiroidismo primario es proteiforme, y se des- del hueso puede revelar osteopenia, reabsorción ósea subpe-
conoce qué síntomas se deben a la elevación de la calcemia rióstica, fracturas, osteosclerosis y lesiones quísticas. La lesión
per se o directamente a la acción de la PTH. Es posible que radiológica más frecuente es la reabsorción o erosión subpe-
en la mayoría de los casos estén implicados ambos factores. rióstica en las manos: en las falanges medias, sobre todo en
1. Signos y síntomas mayores del hiperparatiroidis- su lado radial, hay pérdida del suave contorno externo, con
mo primario. En 1948, ALBRIGHT Y REIFENSTEIN clasificaron los desflecamiento. Con lentes de aumento se observan mejor las
síntomas y signos del hiperparatiroidismo primario en óseos, erosiones pequeñas en las placas radiográficas. También se
renales o secundarios a la hipercalcemia. advierten erosiones y destrucción del abultamiento de las fa-
Síntomas debidos a la hipercalcemia. Con frecuencia los langes terminales. Hay lesiones similares en el hombro (tercio
pacientes refieren manifestaciones inespecíficas y anodinas, discal de la clavícula), la sínfisis del pubis y las articulaciones
secundarias a la afectación por la hipercalcemia de un gran sacroílíacas. Estos hallazgos corresponden tanto al hiperpara-
número de sistemas (tabla 16.33). En algunos se presenta tiroidismo primario como al secundario. En el cráneo, los
como crisis aguda, caracterizada por alteraciones mentales cambios erosivos confieren el aspecto moteado en sal y pi-
graves, insuficiencia renal aguda y síntomas digestivos, que mienta. Las lesiones locales destructivas óseas con apariencia
llevan al fracaso renal oligúrico, coma y muerte en taquiarrit- de quistes pueden ser de dos tipos: tumores pardos y quistes
mia o fracaso ventricular. óseos verdaderos (fig. 16.67). Aunque en la radiografía son
Manifestaciones renales. Desde que las formas asintomáti- difíciles de distinguir, tienen diferente histología. Los quistes
cas se diagnostican con mayor frecuencia, la incidencia de verdaderos están rellenos de líquido o tejido fibroso y su loca-
litiasis renal ha ido disminuyendo, hasta situarse en el 7-15% lización es con preferencia subperióstica. Los tumores pardos
actual, en la mitad de los cuales no da clínica. Sin embargo, no son de origen neoplásico y están constituidos por células
el análisis por grupos de edad demuestra que en los menores gigantes multinucleares y macrófagos cargados de hemoside-
de 60 años continúa siendo el síntoma de presentación. rina, que confiere a la lesión su color característico. Los quis-
La repercusión renal inicial suele ser un defecto en la fun- tes óseos suelen permanecer en forma indefinida, mientras
ción tubular, que puede demostrarse en ausencia de litiasis que los tumores pardos se mineralizan tras la cirugía paratiroi-
renal radiológica o evidencia de infección. Suele haber inca- dea y llegan a desaparecer. Los quistes pueden provocar
pacidad para concentrar la orina y, a la larga, hipostenuria, abultamientos que deforman los huesos, siendo típicos los lo-
debido a bloqueo de la acción de la ADH sobre los túbulos calizados en la mandíbula (tumores pardos o épulis). Rara
renales causado por el calcio. También se comprueba una vez hay osteosclerosis, que es mucho más frecuente en el hi-
incapacidad para excretar ácidos, con acidosis hiperclorémi- perparatiroidismo secundario asociado con insuficiencia re-
ca y consiguiente disminución del bicarbonato. Se asocian nal, sobre todo en niños, pudiendo adoptar una forma locali-
aminoaciduria, glucosuria y fosfaturia, todo ello favorecido zada o difusa. La disminución o la pérdida de la lámina dura
por las frecuentes infecciones en pacientes con uropatías dentaria es frecuente en esta enfermedad, pero no revierte
obstructivas. Los cambios anatómicos consisten en nefrocal- con la cirugía del adenoma.
cinosis y litiasis renal. La nefrocalcinosis no suele presentarse 2. Signos y síntomas menores del hiperparatiroidis-
en pacientes con hiperparatiroidismo y litiasis renal, y sí en mo primario. Trastornos neuromusculares y psiquiátricos.
aquellos con insuficiencia renal moderada o intensa e hiper- Son bien conocidas la astenia y la fatigabilidad, presentes en
calcemia grave. Se caracteriza por la precipitación de calcio el 70-80% de los pacientes con esta enfermedad. La debilidad
y fosfato en el epitelio tubular y el intersticio renal, por lo se manifiesta sobre todo en la musculatura proximal de las
que se piensa que la disminución de la función renal la de- extremidades inferiores, siendo clásicas las descripciones de
sencadena, lo cual, a su vez, la deteriora aún más. Alrededor pacientes que no podían moverse de la cama y que, tras la
del 3% de los pacientes con litiasis cálcica tienen hiperparati- intervención, recuperaron la fuerza muscular. En la explora-
roidismo primario, pero suelen transcurrir más de 3 años, ción se descubren hipotonía proximal simétrica, atrofia mus-
como término medio, antes de establecerse este diagnóstico. cular, hiperreflexia y fasciculaciones. Se trata de un proceso
Si se estudia a los pacientes con litiasis renal cálcica recidi- neuropático y la biopsia demuestra atrofia del tipo II de fi-
2108
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
2109
ENDOCRINOLOGÍA
da, insuficiencia renal y obnubilación progresiva hasta entrar 90% de los pacientes. Suelen tener acidosis metabólica ligera
en coma profundo. Los ancianos pueden presentar un sín- o moderada. La fosfatasa alcalina sérica y la hidroxiprolina
drome hipercalcémico agudo, similar al hiperosmolar del urinaria sólo están elevadas en presencia de afectación ósea
diabético, cuando una enfermedad menor (por lo común, importante, pero su rango es inferior al hallado en otras neo-
una infección) se superpone al hiperparatiroidismo y condu- plasias. La excreción urinaria de calcio (más de 300 mg/día
ce a la deshidratación y al rápido deterioro de la conciencia, en el varón y de 250 mg/día en la mujer) está aumentada,
si no se administran líquidos intravenosos antes de evaluar el pero dado que la PTH disminuye el aclaramiento de calcio,
tratamiento quirúrgico. suele ser inferior a la correspondiente (niveles semejantes de
Hiperparatiroidismo primario “normocalcémico”. Se han calcio sérico) no paratiroidea. Una eliminación urinaria
descrito casos demostrados de hiperparatiroidismo que eran de calcio inferior a 170 mg/día obliga a pensar en la posibili-
normocalcémicos o alternaban episodios de hipercalcemia. dad de una hipercalcemia benigna familiar, también deno-
La deficiencia de vitamina D podría actuar enmascarando la minada hipercalcemia familiar hipocalciúrica.
hipercalcemia de estos pacientes con frecuente osteítis fibro- En el hiperparatiroidismo primario, los niveles de PTH sérica
sa quística y grados variables de osteomalacia. Los niveles de (normal: 10-25 pg/mL) suelen estar claramente elevados (en
calcio sérico se elevan al tratarlos con dosis relativamente menos del 10% se hallan en el límite superior de la normali-
bajas de vitamina D. Deben distinguirse de la normocalce- dad) pero siempre inapropiadamente altos para la hipercalce-
mia o la hipocalcemia secundarias al infarto de un adenoma mia. Los RIA que reconocen las regiones media y carboxitermi-
paratiroideo, ya que éste suele recidivar con hipercalcemia nal (fragmentos inactivos) y la hormona intacta son los que
al cabo de algunos meses. mejor detectan los niveles elevados de PTH. Los RIA para la re-
Hiperparatiroidismo primario familiar. Síndromes pluriglan- gión intermedia e inmunométricos para PTH intacta son los
dulares. El hiperparatiroidismo primario aislado se ha descri- más sensibles y tienen mayor especificidad, sobre todo estos
to con un patrón de herencia autosómica dominante y clíni- últimos, en la discriminación entre hiperparatiroidismo e hiper-
ca similar a los esporádicos. La lesión más frecuente en los calcemia maligna, con valores disminuidos en estos últimos. La
pacientes y sus familiares consiste en la hiperplasia seudo- reciente introducción de un RIA para PTH-rp (related protein)
adenomatosa de células principales. Dentro de la rareza de ha permitido también confirmar el diagnóstico en las hipercal-
estos síndromes es más frecuente que el hiperparatiroidismo cemias por neoplasias malignas que segregan este péptido. En
primario forme parte de las MEN tipos I, IIa y IIb. Se trata en- presencia de deterioro renal y/o cuando se realiza cateterismo
tonces de tres síndromes hipercalcémicos familiares con dis- venoso paratiroideo se recomiendan los RIA aminoterminales
tinta expresividad genética, con patrón de herencia autosó- y de molécula intacta. Desde el punto de vista práctico, niveles
mica dominante, asociados con neoplasias en otras de PTH superiores al doble del límite superior de la normali-
glándulas endocrinas. En el MEN-I, en el 80% de los casos dad junto con hipercalcemia, son altamente sugestivos de hi-
hay una hiperplasia seudoadenomatosa parotiroidea junto a perparatiroidismo en ausencia de insuficiencia renal. Niveles
tumores pancreáticos (insulinoma, gastrinoma, glucagono- de PTH sérica menores al doble de los normales pueden darse
ma o somatostatinoma) y de la hipófisis (adenomas cromó- en el hiperparatiroidismo primario o en el síndrome de hiper-
fobos, prolactinomas, adenomas eosinófilos). Se ha descrito calcemia asociado con enfermedades malignas.
en estos pacientes un factor mitogénico sérico no paratiroi- El AMPc nefrogénico en orina está elevado en más del
deo, que estimula las células principales paratiroideas. Sue- 90% de los pacientes. El potasio y el magnesio séricos son ba-
len ser pacientes de 30-50 años, aunque se han diagnostica- jos en una minoría de pacientes. Asimismo, puede haber
do casos de recién nacidos. hiperuricemia. El transporte máximo tubular de fosfato
El 10-60% de los casos de MEN-IIa, junto a hiperplasia seu- (TmP/GF) es inferior al 80% en estos pacientes, pero su valor,
doadenomatosa paratiroidea se asocian carcinoma medular al igual que otros índices del manejo tubular del fósforo, está
de tiroides y feocromocitoma. Estudios recientes sitúan el lo- influido por una multitud de variables (dieta, ritmo circadia-
cus del MEN-IIa en el cromosoma 10. Por último, en el MEN- no, nefropatía, etc.). La reabsorción subperióstica, presente
IIb con carcinoma medular de tiroides, neuromas mucosos en el 8-10% de los casos, debe estudiarse en radiografías de
múltiples y más del 50% con feocromocitomas, el hiperpara- mano, hombros, cráneo y cualquier deformación ósea. Se
tiroidismo primario es excepcional. deben buscar la pérdida de la corteza en la superficie radial
La patogenia del hiperparatiroidismo primario en estos sín- de las falanges, especialmente en el dedo índice, y erosiones
dromes es inexplicable. La teoría del origen embriológico co- en los extremos distales de la clavícula y en el cráneo. Otras
mún (apudomas) no puede aceptarse, puesto que el origen manifestaciones de osteopenia, como quistes y osteosclero-
de las paratiroides (tercera y cuarta bolsas branquiales) es sis, pueden exigir la realización de una serie ósea para su de-
diferente al de otras neoplasias. La otra hipótesis, que postu- tección.
la un mecanismo compensatorio a la secreción de calcitoni- La hidrocortisona, en dosis de 100 mg/día durante 10 días,
na en el MEN tipos IIa y IIb, no explicaría su desigual fre- desciende las hipercalcemias no paratiroideas, aunque el
cuencia y la rareza de este último. 50% de las hipercalcemias malignas no responden. La prue-
ba de las tiazidas (1-2 g/día de clorotiazida) induce hipercal-
Diagnóstico. La historia clínica debe recoger la sintomatolo- cemia en los hiperparatiroidismos normocalcémicos y pone
gía de hipercalcemia e hiperparatiroidismo antes descrita, de manifiesto la hipercalcemia sostenida en estos pacientes.
los antecedentes familiares de neoplasias endocrinas, los sín- Siempre es prudente descartar todas las demás causas de
tomas de cáncer y las medicaciones recibidas. Sólo se consi- hipercalcemia que se refieren con detalle en Enfermedades
gue palpar el adenoma en el 4% de los pacientes, que suelen del metabolismo. En la tabla 16.34 se aportan datos bioquí-
tener calcio sérico superior a 14 mg/dL. Para poner en mar- micos que son útiles en el diagnóstico diferencial entre el hi-
cha los estudios para el diagnóstico diferencial de las hiper- perparatiroidismo primario, la hipercalcemia humoral malig-
calcemias se debe obtener un valor de calcio sérico superior na y la hipercalcemia neoplásica por osteólisis local. La tabla
a 10,5 mg/dL en dos muestras. Debe realizarse la corrección 16.35 recoge los resultados que ofrecen las determinaciones
en función de la cifra de proteínas. La determinación de cal- diagnósticas en la intoxicación por vitamina D.
cio ionizado, que es la fracción biológicamente activa, está Diagnóstico de localización. Los cirujanos expertos pueden
limitada por los problemas técnicos. El fósforo sérico es infe- identificar los adenomas paratiroideos durante el acto quirúr-
rior a 3 mg/dL en los pacientes como grupo, sin tener dema- gico en el 80% de los casos, sin disponer de estudios de loca-
siado valor individual. En el 90% de los pacientes se hallan lización, los cuales, no obstante, podrían ser convenientes
valores de cloro sérico de 103 mg/dL o mayores, tras excluir para: a) cirujanos con menos experiencia y/o partidarios de
la ingesta de diuréticos, tirotoxicosis o vómitos, frente a me- realizar intervenciones unilaterales de cuello; b) acortar el
nos del 15% de los casos en otras hipercalcemias. Un cocien- tiempo operatorio; c) ayudar al diagnóstico en las formas
te cloro/fósforo de 33 o más se describe también en más del normocalcémicas, y d) las reintervenciones. Los métodos de
2110
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
2111
ENDOCRINOLOGÍA
síntesis de 1,25-(OH)2-D3. Corrigiendo este déficit se evitan di- TABLA 16.36. Causas más frecuentes de hiperparatiroidismo
chas alteraciones. A veces no debe normalizarse totalmente secundario
la calcemia, por el peligro de toxicidad del fosfato. Se admi-
nistran por vía oral 500 mg 3 o 4 veces al día, monitorizando Deficiencia de vitamina D o de calcio en la dieta
la creatinina. Por vía intravenosa no debe usarse por el peli- Malabsorción de vitamina D o de calcio (posgastrectomía,
esprue, insuficiencia pancreática, etc.)
gro de que precipite en los pulmones, el corazón, los riñones Fármacos que inducen raquitismo u osteomalacia
y los vasos con hipotensión grave. Los fosfatos no tienen apli- (anticonvulsivantes, fenitoína, fenobarbital, colestiramina,
cación prolongada, debido a las frecuentes calcificaciones laxantes)
metastásicas de tejidos blandos que se presentan, al aumen- Raquitismo resistente a la vitamina D
tarse el producto calcio-fosfatos. En las mujeres posmenopáu- Ingestión excesiva de compuestos fosfatos inorgánicos
sicas con hiperparatiroidismo, los estrógenos y progestágenos Hipomagnesemia intensa
están especialmente indicados, aunque tienen un efecto Insuficiencia renal crónica
leve, reduciendo la calcemia 1 mg/dL por término medio. Ac-
túan inhibiendo la acción de la PTH sobre el hueso y, posi-
blemente, también disminuyendo la secreción de PTH. Los Hiperparatiroidismo secundario
progestágenos (noretindrona) son menos potentes, pero
constituyen una alternativa en presencia de historia de cán- Hipercalcemia asociada con insuficiencia renal crónica. Cuan-
cer de mama o útero, tromboembolias o trombosis venosas. do la causa de que las glándulas paratiroides segreguen más
Los bifosfonatos son compuestos derivados del pirofosfato PTH de lo normal no radica en ellas sino que se debe a un
que inhiben la reabsorción y formación de los cristales óseos. proceso adaptativo, se habla de hiperparatiroidismo secun-
Además de esta acción sobre el equilibrio fisicoquímico de dario. De las diversas causas (tabla 16.36) que pueden pro-
los cristales óseos, inhiben la actividad osteoclástica. Su efec- ducir hipocalcemia crónica con estimulación prolongada de
to puede persistir durante una semana o más, pues se ligan a PTH, la insuficiencia renal crónica es la de mayor importan-
los cristales y son liberados lentamente. De estos compues- cia clínica, estimándose que el 10-20% de estos pacientes lle-
tos, el etiodronato oral no es eficaz y produce osteomalacia, gan a presentar hipercalcemia. La patogenia más aceptada
por lo que ha sido sustituido por compuestos de segunda ge- supone que la estimulación inapropiada de la secreción de
neración [clodronato y APD (difosfonato amino-hidroxipropi- PTH se pone en marcha a partir de la fase en que el aclara-
lideno)], que son más potentes inhibidores de la reabsorción miento disminuye por debajo de 40 mL/min. Inicialmente ha-
y tienen menor toxicidad (náuseas, diarreas y úlceras buca- bría retención de fosfatos, con disminución del calcio ioniza-
les) en comparación con el etidronato. El propranolol y la ci- do sérico y de la síntesis de 1,25-(OH)2-D3. El organismo
metidina son ineficaces en estos pacientes. respondería aumentando la secreción de PTH que, al actuar
Tratamiento quirúrgico. Existen dos aproximaciones del hi- sobre el riñón y el hueso, normaliza el calcio y el fósforo séri-
perparatiroidismo primario. Se puede efectuar una explora- cos. Si este aumento de secreción de PTH se mantiene, se
ción unilateral, resecando cualquier adenoma, y, si la segun- produce hiperplasia paratiroidea, en un intento de mayor ex-
da glándula del mismo lado es normal, omitir la exploración creción de fosfatos. En apoyo de esta teoría destaca la corre-
del otro lado. La mayoría de los cirujanos prefieren identifi- lación positiva entre las concentraciones de fósforo y PTH sé-
car las cuatro glándulas y extirpar el adenoma o, en caso de ricas en la insuficiencia renal crónica.
hiperplasia, extirpar tres de ellas y dejar la mitad de una. Si La coexistencia de lesiones de osteítis fibrosa quística y de
no hay hiperplasia y no se encuentra adenoma, se examinan osteomalacia en estos pacientes señala el progresivo aumen-
los espacios retroesofágicos y retrofaríngeos, y el paquete ti- to de PTH acompañado de disminución del 1,25-(OH)2-D3.
micograso; en caso negativo, al cabo de 2 semanas, tras téc- En la insuficiencia renal crónica grave habría una mayor dis-
nicas de localización se vuelve a reintervenir. Dado que la minución del número de nefronas, con una mayor retención
paratiroidectomía subtotal tiene una incidencia de recidiva o de fosfato intracelular y extracelular. La supresión de la sínte-
persistencia de la enfermedad del 11-13% y de hipoparatiroi- sis de 1,25-(OH)2-D3 y el descenso del calcio sérico serían
dismo permanente del 5-15%, en la hiperplasia se ha introdu- más acusados. El estado urémico estimula más la hiperplasia
cido el autotrasplante paratiroideo. Éste consiste en efectuar, de la paratiroides, disminuye la sensibilidad de éstas al cal-
junto a la paratiroidectomía total, un autotrasplante a los cio y, además, reduce la capacidad de unión de los recepto-
músculos del antebrazo de un fragmento de tejido. Esta téc- res específicos paratiroideos al 1,25-(OH)2-D3, todo lo cual
nica está especialmente indicada en los casos de hiperplasia conduce a una mayor secreción de PTH.
paratiroidea familiar, en los que la recidiva puede llegar al Los pacientes con insuficiencia renal crónica sometidos a
50% a los 10 años de la paratiroidectomía subtotal. La disec- diálisis con líquidos contaminados con aluminio o con agentes
ción debe ser amplia, incluyendo los ganglios linfáticos y evi- que ligan fosfatos pueden tener acumulación de aluminio en el
tando dejar restos, en caso de carcinoma paratiroideo. hueso (frentes de calcificación) y presentan dolor difuso, frac-
Evolución postoperatoria. La calcemia suele descender al turas y, en alrededor de la mitad de los casos, hipercalcemia.
cabo de unos minutos de la intervención. A veces hay hipo-
calcemia transitoria, máxima hacia el séptimo día y que pue- Cuadro clínico. La historia natural del hiperparatiroidismo
de durar 2 semanas. Puede estar causada por el síndrome de renal no se conoce bien, describiéndose unas fases evolutivas
los huesos hambrientos, ocasionado por una rápida minerali- bioquímicas con repercusión clínica. La fase I se caracteriza
zación de un hueso deplecionado de calcio y sometido a por insuficiencia renal discreta a moderada (creatinina sérica
elevadas concentraciones de PTH. Puede prevenirse median- inferior a 3 mg/dL), calcio y fósforo séricos normales, PTH dis-
te la administración preoperatoria de vitamina D, sobre todo cretamente aumentada, pero con evidencia histomorfométri-
a pacientes con lesiones óseas. Otras veces es un hipoparati- ca de hiperparatiroidismo. En la fase II, los signos y síntomas
roidismo transitorio, por insuficiencia paratiroidea posquirúr- están en relación con la hipocalcemia y la hiperfosforemia, la
gica o por reducción de magnesio. Suelen ser casos reversi- PTH se halla más elevada y hay deficiencia sérica de 1,25-
bles, que no duran más de 6 meses, con una calcemia de (OH)2-D3 con instauración de osteomalacia. El tránsito a la
alrededor de 8 mg/dL y que se controlan con 1-2 g de calcio. fase III implica el desarrollo de hiperfosforemia intensa e hi-
Por último, puede haber hipoparatiroidismo permanente percalcemia con osteodistrofia renal; el hiperparatiroidismo
(1-4%), que obligue al tratamiento con vitamina D y calcio se va haciendo estable y relativamente autónomo (hiperpara-
de por vida. Para su diagnóstico hay que efectuar una eva- tiroidismo terciario). La rapidez con que evoluciona la insufi-
luación definitiva a los 6 meses de la intervención para des- ciencia renal determina la fase IV: la osteítis fibrosa quística y
cartar las formas transitorias. Por último, otra complicación la osteomalacia se vuelven más evidentes, hay prurito y calci-
infrecuente, pero que puede ser permanente, es la lesión del ficación de tejidos blandos. Tras el trasplante renal, también
nervio laríngeo recurrente, con afonía. puede haber hiperparatiroidismo terciario, con hipercalce-
2112
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
mias moderadas, hiperplasia paratiroidea y serio peligro para ción puede haber calcificaciones, dentro y alrededor de los
el riñón trasplantado por el efecto tóxico de la hipercalcemia. pequeños vasos sanguíneos de los ganglios basales y extrapira-
midales. Puede haber papiledema en los casos crónicos y mal
tratados. La hipocalcemia en el sistema nervioso provoca sín-
Hipoparatiroidismo tomas mentales diversos, desde pérdida de la memoria e irrita-
bilidad hasta neurosis y psicosis. Otras veces, las calcificacio-
Es el trastorno clínico que ocurre cuando hay una enferme- nes de los ganglios basales, que se presentan sobre todo en
dad intrínseca de las glándulas paratiroides, con síntesis y se- más de la mitad de los hipoparatiroidismos idiopáticos y en el
creción defectuosas de PTH. Cuando la alteración no radica seudohipoparatiroidismo, pueden revestir las formas de par-
en la secreción de PTH sino en una resistencia de los órganos kinsonismo o coreoatetosis. Su progresión puede detenerse
periféricos se denomina seudohipoparatiroidismo. La frecuen- con el tratamiento, no así las lesiones irreversibles instauradas.
cia del hipoparatiroidismo en la población se desconoce. Manifestaciones cardíacas. Las más frecuentes son altera-
ciones del ECG sin repercusión clínica, caracterizadas por
Fisiopatología. La hipocalcemia se debe a la disminución prolongación del intervalo QT y alargamiento del segmento
de la absorción intestinal, de la reabsorción ósea y de la ST. La hipocalcemia reduce la actividad inotrópica cardíaca
reabsorción tubular de calcio. La producción renal de AMPc y puede provocar insuficiencia cardíaca congestiva. Puede
nefrogénico y la excreción urinaria de fósforo se hallan dis- haber arritmias y bloqueos cardíacos reversibles.
minuidas, hay hiperfosforemia y la síntesis de 1,25-(OH)2-D3 Manifestaciones oculares. Las cataratas del hipoparatiroi-
es defectuosa. Aunque la PTH sea muy baja, la calcemia no dismo y del seudohipoparatiroidismo son capas alternantes
suele descender más de 5 mg/dL, lo que implica que, con es- de corteza normal y de opacidad, cuya densidad se relacio-
tos valores, el intercambio de calcio entre los líquidos óseos na con la duración de la hipocalcemia.
(superficie mineral del hueso) y la sangre desempeña un pa- Manifestaciones ectodérmicas. Las uñas y el pelo son áspe-
pel importante. La eliminación urinaria de calcio es baja, ros y quebradizos, siendo escaso el pelo de la ceja. La piel
pero siempre mayor que la correspondiente a otros estados es seca y frágil, y en el hipoparatiroidismo idiopático son fre-
hipocalcémicos. cuentes las candidiasis cutáneas. En algunos casos hay
lesiones dérmicas intensas, eccema atópico, dermatitis exfo-
Cuadro clínico. Los signos y síntomas derivados de la hipo- liativa e impétigo herpetiforme. Incluso se describen exacer-
calcemia constituyen las manifestaciones principales del hi- baciones de psoriasis, coincidiendo con el diagnóstico del
poparatiroidismo. hipoparatiroidismo. Se recoge el antecedente de retraso en
Alteraciones neuromusculares. La hipocalcemia provoca la erupción dentaria, hipoplasia dentaria, dentina irregular y
irritación neuromuscular que se expresa como tetania. Ésta tendencia a las caries. El engrosamiento de la lámina dura
puede ser latente (signos de Chvostek y Trousseau) o mani- dentaria es otro hallazgo frecuente.
fiesta, en cuyo caso puede haber desde calambres hasta Se han descrito cuadros de disfagia y/o abdomen agudo
convulsiones. Puede ser espontánea o provocada (esfuerzo, seudobstructivos por la irritación de los ganglios autónomos
emoción, menstruación, vómitos, lactancia) y no es específi- y de la musculatura lisa del tracto digestivo por la hipocalce-
ca, puesto que también aparece con la hiperpotasemia, la hi- mia. En los pacientes de larga duración y mal controlados
popotasemia, la hipomagnesemia y en la hiperventilación. puede haber malabsorción y esteatorreas sobreañadidas,
El signo de Chvostek se provoca mediante la percusión del que contribuyen a agravar la hipocalcemia.
facial por delante del oído y de la apófisis cigomática, siendo
positivo cuando hay contracción del facial y de los múscu- Formas clínicas de hipoparatiroidismo. 1. Hipoparatiroi-
los del labio superior del lado estimulado: grado 1, contrac- dismo idiopático. La insuficiencia paratiroidea que produce
ción del labio sólo en el ángulo de la boca; grado 2, se aña- esta enfermedad no es secundaria a otro proceso. Compren-
de la contracción del ala de la nariz; grado 3, se añade la de un número de síndromes de diferente etiopatogenia.
contracción del orbicular, y grado 4, contracción de todos Ausencia congénita de las glándulas paratiroides. Enferme-
los músculos inervados en dicho lado de la cara. Se detecta dad rara, usualmente congénita, aunque se han descrito ca-
en el 10% de la población sana. El signo de Trousseau se pro- sos familiares con herencia autosómica recesiva y ligada al
voca elevando la presión del esfigmomanómetro 10 mmHg cromosoma X. Suelen presentarse en el nacimiento o inme-
por encima de la presión sistólica durante 3 min, siendo posi- diatamente después.
tivo cuando desencadena un espasmo carpopedal: las muñe- Disembriogénesis branquial. La hipocalcemia neonatal se
cas y las articulaciones metacarpofalángicas se flexionan, debe a anormalidad en el desarrollo embriológico de las ter-
con las articulaciones interfalángicas en extensión forzada y cera y cuarta bolsas branquiales. El síndrome de DiGeorge
los dedos y el pulgar en aducción. consiste en la asociación de aplasia e hipoplasia del timo y
La tetania manifiesta suele empezar con una sensación de de las glándulas paratiroides, por fallo en el desarrollo de es-
hormigueo alrededor de la boca, las manos o los pies, que tas bolsas branquiales. Se pueden asociar alteraciones de la
progresivamente se extiende y aumenta en intensidad, con primera y la quinta bolsas branquiales: facies peculiar con
acorchamiento, sensación de tensión y espasmos en el mis- micrognatia, ojos rasgados, orejas de implantación baja e hi-
mo sentido. A medida que estos espasmos son más intensos pertelorismo, anomalías cardíacas tipo tetralogía de Fallot y
sobreviene dolor. Si los espasmos afectan músculos cranea- del arco aórtico. Se producen infecciones graves repetidas
les aparecen cefaleas. La hiperventilación con alcalosis respi- por fallo de la inmunidad celular, que causan la muerte; ésta
ratoria contribuye a disminuir más el calcio ionizado y, posi- puede también sobrevenir por insuficiencia cardíaca. Se han
blemente debido a una hipersensibilización del centro descrito formas esporádicas y familiares con herencia auto-
respiratorio, agrava la tetania. Algunos pacientes refieren so- sómica dominante o recesiva, al parecer con deleción del
bre todo calambres en la región lumbosacra, las piernas y los brazo corto del cromosoma 22.
pies, que preceden a veces a contracciones tónicas de gru- Hipoparatiroidismo idiopático aislado o asociado con múlti-
pos musculares. Puede haber broncospasmo, laringospasmo ples deficiencias endocrinas. Los casos aislados se presentan
y espasmo de la glotis con estridor respiratorio. entre los 2 y los 15 años, siendo la mayoría de ellos esporádi-
En los niños, su aparición puede consistir en crisis convulsi- cos, aunque el 25% corresponde a casos familiares con he-
va tipo gran mal, sobre todo si previamente había epilepsia. rencia autosómica recesiva. Sólo en un tercio de estos casos
Suelen ser tetanias generalizadas con espasmos clónicos, que se detectan anticuerpos paratiroideos.
no llegan a pérdida de conciencia. Otras veces hay ausencias, Probablemente el hipoparatiroidismo idiopático asociado
sin crisis epilépticas. En el EEG hay ondas lentas de alto voltaje con otras alteraciones endocrinas sea la forma más frecuente
que se relacionan con la gravedad de la hipocalcemia y desa- en clínica. Alrededor de la mitad de los casos son familiares
parecen con la normocalcemia. En los casos de larga dura- con patrón autosómico recesivo. El hipoparatiroidismo suele
2113
ENDOCRINOLOGÍA
2114
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES
sis del AMPc, mientras que en el tipo II el defecto era poste- seudohipoparatiroidismo y normales en el seudoseudohipo-
rior a la formación del AMPc, localizándose en los mecanis- paratiroidismo.
mos de transporte del fósforo. El defecto diferencial intrínse- Para estudiar la resistencia periférica a la PTH se puede
co del seudohipoparatiroidismo tipo IA se descubrió al realizar la prueba de Ellsworth Howard. Se administran 200 u
comprobarse que en las preparaciones de membrana plasmá- USP de PTH, extracto bovino o fragmento 1-34 sintético por
tica renal se requerían mayores concentraciones que las nor- vía intravenosa durante 15 min y se recoge orina cada hora,
males de guanosintrifosfato (GTP) para la actividad de la ade- durante las 3 h previas a la perfusión y las 4 h posteriores. Hay
nilciclasa. Se demostró entonces una alteración en las un aumento de 15-20 veces del AMPc urinario en los indivi-
unidades de proteínas G estimulantes (reducción al 50% de duos normales e hipoparatiroideos y no en los seudohipopa-
Gsα mRNA) a las que se une el GTP para modular la adenilci- ratiroideos tipos IA y IB. El análisis genético o de las proteínas
clasa y que era responsable de la falta de respuesta a la PTH. Gsα puede confirmar el diagnóstico del PHP tipo IA.
Se ha comprobado que las membranas de hematíes, plaque-
tas, fibroblastos, linfoblastos, tejido renal y tiroideas de estos Tratamiento. El tratamiento del hipoparatiroidismo debería
pacientes con el subtipo IA tienen deficiencia de estas proteí- ser sustitutivo, pero la PTH no es efectiva por vía oral y tam-
nas Gs, por lo que su déficit es probablemente universal. Por poco hay preparados de larga duración.
ello pueden presentar otros síndromes de resistencia hormo- Calcio oral. El hipoparatiroidismo leve puede tratarse con
nal, siendo el más frecuente el hipotiroidismo por resistencia 1-2 g de calcio elemento diario. En las formas graves se re-
tiroidea a la TSH, hipogonadismo por resistencia a la FSH y quieren calcio y vitamina D para normalizar la calcemia, pu-
LH, diabetes insípida por resistencia a la vasopresina, etc. El diendo llegar las dosis de calcio elemento a 2-4 g. Para su do-
retraso mental y el déficit olfatorio no parecen guardar rela- sificación adecuada es necesario saber que 1 g de calcio
ción con la hipocalcemia crónica y sí con el déficit de proteí- elemento se halla presente en 2,5 g de carbonato de calcio,
nas Gs. En el subtipo IB hay concentraciones normales de 3,7 g de cloruro cálcico, 7,7 g y de lactato o levulinato de cal-
proteínas Gs y fenotipo normal, y no existen estas manifesta- cio, 11,1 g de gluconato de calcio y 15,2 g de glubionato de
ciones endocrinas, postulándose un fallo en el receptor. calcio. El carbonato de calcio tiene buena tolerancia, pero
Además del déficit de proteínas Gs, en la fisiopatología de puede inducir alcalosis metabólica. El cloruro cálcico produ-
este síndrome se involucran alteraciones en la estructura ter- ce gastritis y ulceraciones, además de acidosis metabólica.
ciaria de la PTH y la presencia de inhibidores circulantes a Las tabletas efervescentes de gluconato de calcio, que con-
esta hormona. El hallazgo de discrepancias entre la PTH in- tienen 500 mg de calcio elemento, son muy convenientes
munorreactiva y la PTH biológica en los ensayos parece apo- y aceptadas por los pacientes, pudiéndose disolver en agua y
yar esta idea. zumos. Por su rápida absorción y eliminación en 4-6 h, se de-
Tipo II. Se trata de pacientes que no responden con fosfa- ben dar repartidos en 4 dosis diarias.
turia, aunque tengan respuesta normal del AMPc urinario Vitamina D. Promueve la absorción intestinal de calcio y es-
tras la PTH. Pueden tener a veces el fenotipo de osteodistro- timula la reabsorción renal del calcio, pero sus efectos son li-
fia hereditaria de Albright. Dado que las membranas plasmá- mitados, al igual que su acción sobre la reabsorción ósea en
ticas tienen unidades de proteínas Gs normales, el defecto es ausencia de PTH. Existen diversos preparados (tabla 16.38) de
posterior a la generación de AMPc. vitamina D que, combinados con calcio oral, deben elevar y
4. Seudoseudohipoparatiroidismo. Tienen fenotipo de mantener la calcemia entre 8,4 y 9,4 mg/dL, mientras se vigila
osteodistrofia hereditaria de Albright, no presentan alteracio- la función renal y se comprueba que la excreción urinaria de
nes bioquímicas y responden normalmente a la perfusión de calcio sea inferior a 250 mg/día. Los primeros preparados han
PTH. Algunos presentan, además, deficiencia de Gsα, sobre sido la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalci-
todo los que tienen familiares con el subtipo IA, lo que pare- ferol) y posteriormente el dihidrotaquisterol (DHT). Una pauta
ce reflejar variabilidad en la expresión de una única lesión consiste en empezar con vitamina D2, a dosis de 0,5 mg/día,
genética. que se incrementa 0,25 mg cada 2-3 semanas, hasta que el cal-
Se desconoce la prevalencia de estos raros síndromes, que cio sérico sea de 8,4 mg/dL. El DHT tiene una vida media más
afectan más a las mujeres y de los que se describen casos es- corta (duran menos los episodios de intoxicación) y se admi-
porádicos y familiares con herencia autosómica y ligada al nistra en dosis 3 veces más pequeñas, puesto que 1 mg de
cromosoma X. DHT cristalina corresponde aproximadamente a 3 mg de vita-
mina D2. La dosis de mantenimiento de 1,25-(OH)2-D3 es de
Diagnóstico. En los hipoparatiroideos y los seudohipoparati- 0,5-2,0 µg/día, que equivalen a la recomendada para el 1-α-
roideos hay hipocalcemia e hiperfosforemia (tabla 16.37). (OH)2-D3. Con esta dosis se normaliza el calcio sérico en una
Una vez descartadas la insuficiencia renal, las restricciones semana y sus efectos no persisten más de 1-2 semanas tras sus-
dietéticas de fosfatos, malabsorción, hipomagnesemia o in- pender la medicación. Cada mes deben determinarse el cal-
gesta de geles de aluminio, hay que hacer el diagnóstico di- cio, el fósforo y la creatinina en sangre y orina, hasta obtener
ferencial de hipoparatiroidismo y seudohipoparatiroidismo. valores estables. A partir de entonces, es posible revisar al pa-
La determinación de PTH es baja o indetectable en el hipo- ciente cada 6 meses indicándole que debe consultar en caso
paratiroidismo, mientras que sus valores son elevados en el de síntomas de intoxicación por vitamina D.
2115
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.38. Preparados con acción de tipo vitamina D en el tratamiento del hipoparatiroidismo
Vitaminas 1-α-(OH)2-D3
Dihidrotaquisterol 25-(OH)-D3
D2 y D3 1,25-(OH)2-D3
Potencia relativa 1 3 15 1.500
Dosis diaria (µg) 750-3.000 250-1.000 50-200 0,5-2,0
Tiempo para restaurar la normocalcemia (sem) 4-8 1-2 2-4 3-6 días
Tiempo para obtener un efecto máximo (sem) 4-12 2-4 4-20 3-6 días
Persistencia tras cesar el tratamiento (sem) 6-72 1-3 4-12 3-6 días
Vitamina D2: ergocalciferol; vitamina D3: colecalciferol; sem: semanas.
Las glándulas suprarrenales, situadas en el polo superior del desarrollo embrionario. En esta fase puede distinguirse:
de cada riñón, representan cada una de ellas dos glándulas una zona fetal que comprende tres cuartas partes del espesor
endocrinas distintas y bien diferenciadas. La corteza supra- cortical y en la cual la síntesis de deshidroepiandrosterona
renal (de origen mesodérmico), sintetiza hormonas esteroi- sulfato (DHEA-S) predomina sobre la de cortisol, y una zona
des, las cuales según sus efectos biológicos predominantes se definitiva, situada por fuera de la primera. Esta última llegará
clasifican en glucocorticoides, mineralcorticoides y andróge- a ser la corteza suprarrenal del adulto al producirse al final
nos. La médula suprarrenal (de origen ectodérmico) sinteti- de la gestación, y durante el primer año de vida, una involu-
za, almacena y secreta catecolaminas. ción de la zona fetal. En el 10% de los prematuros y recién
nacidos se pueden encontrar glándulas suprarrenales acceso-
rias constituidas únicamente por células corticales. La mayo-
Anatomía y estructura histológica de la corteza ría de ellas desaparecen antes de alcanzar la edad adulta,
suprarrenal por involución posnatal de la zona fetal y falta de desarrollo
de la zona definitiva. En algunos casos no involucionan total-
Si bien ambas glándulas son similares en cuanto a sus di- mente y pueden ser asiento de tumores suprarrenales hiper-
mensiones, su configuración macroscópica es diferente debi- funcionantes o sufrir hipertrofias que consiguen compensar
do a sus distintas relaciones anatómicas. El 90% del peso de una enfermedad de Addison de etiología tuberculosa.
la glándula suprarrenal corresponde a la corteza y en el adul-
to su peso oscila entre 5 y 6 g. La glándula está muy vasculari-
zada. La sangre venosa drena a través de una vena central a Estructura y biosíntesis de los esteroides
la vena renal en el lado izquierdo y a la cava inferior en el
derecho. Las hormonas esteroides proceden de un precursor co-
En función de diferencias histológicas y citológicas se dis- mún, el colesterol, y su estructura es la del núcleo ciclopen-
tinguen básicamente tres zonas en la corteza suprarrenal: la tanoperhidrofenantreno, formado por cuatro anillos, cada
glomerular constituida por células pequeñas, la zona fascicu- uno de ellos indicado por una letra, de la A a la D, y
lar formada por células que son claras debido a su riqueza cada átomo de carbono por un número (fig. 16.70). La letra
en lípidos y la zona reticular cuyas células son eosinófilas y griega ∆ indica la presencia de un doble enlace en un anillo.
presentan gránulos de lipofuscina (células “oscuras” o “com- El colesterol que se utiliza para síntesis procede, en su mayor
pactas’’). La corteza suprarrenal aparece en la sexta semana parte, del contenido en las lipoproteínas de baja densidad
2116
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
O
18
19
12 17
13 Esteroides C19
11 D 16
C
1 9 15
10 14 C21 C21
2 8
A B
3 7 C20 C20
5
4 6 18
OH
19
Esteroides C21
Fig. 16.70. Núcleo básico de los esteroi-
des y su nomenclatura.
LDL-colesterol Acetato
Colesterol
HO P450scc
desmolasa CH3
CO Pregnenolona
PREGNENOLONA
3β-hidroxi-
3-β-deshidro-
deshidrogenasa
genasa
CH2OH O
HOCH2CO 18 Hidroxicorticosterona
CH3
P45011β CO
CH2OH CH2OH Progesterona
P45011β O CO P45011β CO P450C21
CH2OH HO
O
O = CH CO
HO O O
Corticosterona
11-Desoxicorticosterona
O Aldosterona ZONA GLOMERULAR
Pregnenolona
P45011β P450C21 P45017α P45017α
CH2OH CH2OH CH3 CH3
CO CO CO CO O
HO OH OH OH OH
Cortisol
O O O 17-Hidroxiprogesterona HO 17-Hidroxipregnenolona HO
11-Desoxicortisol DHEA DHEA-S
P45017α
C20,17 liasa O OH
O O
∆4 Androstenodiona Testosterona
ZONAS FASCICULAR Y RETICULAR
Fig. 16.71. Biosíntesis de esteroides y su localización en las tres zonas de la corteza suprarrenal. La zona sombreada corresponde a la capa glo-
merular.
(LDL), que son captadas por un receptor de membrana que colesterol a pregnenolona ocurre en la mitocondria (fig.
las internaliza. En menor proporción el colesterol es sintetiza- 16.71). Este paso está regulado por la ACTH, la angiotensina
do por la propia célula a partir de acetato. II y el potasio. En el retículo endoplásmico liso, la pregneno-
La transformación de colesterol a esteroide requiere la lona, bajo la acción de la 3-β-deshidrogenasa esteroide, sufre
presencia mitocondrial y microsomal de oxidasas de función varias transformaciones. La pregnenolona se transforma en
mixta, que se integran en las enzimas citocromo P450; es ne- progesterona en la zona glomerular. En las zonas fascicular y
cesaria la presencia de NADPH y oxígeno molecular. Básica- reticular predominaría probablemente la conversión de preg-
mente, dichas enzimas catalizan dos tipos de reacción, hi- nenolona a 17-α-hidroxipregnenolona. En la zona glomerular
droxilación y rotura de enlaces carbono. La conversión de la progesterona sigue la vía de síntesis de aldosterona, y la
2117
ENDOCRINOLOGÍA
17-α-hidroxiprogesterona, la de cortisol. A través de hidroxi- aumentan su concentración, al igual que determinadas situa-
laciones en la posición 21 por acción de un citocromo P450 ciones patológicas: hipertiroidismo, mieloma múltiple, sín-
específico para la 21-hidroxilación (P450 C21), se forman de- drome de Cushing y tratamientos prolongados de glucocorti-
soxicorticosterona y 11-desoxicortisol, respectivamente. Es- coides. En la fase inicial del shock séptico hay una acusada
tos esteroides se dirigen a la mitocondria (fig. 16.71), donde disminución de CBG que coincide con un aumento del corti-
un citocromo P450 específico para 11-β-hidroxilación cataliza sol libre.
su transformación en corticosterona y cortisol. El cortisol libre representa la fracción fisiológicamente ac-
Las tres zonas de la corteza son activas. La aldosterona tiva y, con los cambios en la concentración de cortisol fijado,
sólo se produce en la zona glomerular y en su parte más ex- la fracción libre se mantiene constante.
terna, y el cortisol y los andrógenos son sintetizados exclu- La aldosterona se halla unida en un 50-60% a la albúmina,
sivamente en las zonas fascicular y reticular. Estudios inmu- siendo su fijación a la CBG menor que la del cortisol. Las
nohistoquímicos sobre la distribución intracortical de cito- concentraciones de aldosterona libre son mayores que las de
cromos P450 implicados en la esteroidogénesis han demostra- DOCA, el 90% de la cual circula por el plasma unida a proteí-
do que el citocromo P450 17-α no está presente en la zona nas. Los andrógenos suprarrenales circulantes están fijados a
glomerular y hay débil inmunorreactividad de P450 scc y de la albúmina.
P450 11-β en esta misma zona. Todo ello parece demostrar
que la compartimentación funcional de la corteza se debe a
una particular distribución de las enzimas esteroidogénicas. Regulación de la producción de esteroides
La corteza suprarrenal sintetiza andrógenos, esteroides de suprarrenales
19 átomos de carbono que resultan de la supresión de la ca-
dena lateral del C17 de la 17-α-hidroxipregnenolona. Predo- La secreción de glucocorticoides y andrógenos está regu-
mina la secreción de andrógenos con actividad androgénica lada fundamentalmente por factores hipotalámicos e hipofi-
débil, DHEA, DHEA-S y androstenodiona, que en la periferia sarios. La producción de aldosterona está controlada por un
pueden transformarse en andrógenos potentes. La suprarre- sistema complicado y multifactorial, cuyos componentes
nal secreta también pequeñas cantidades de testosterona y más importantes son el sistema renina-angiotensina y la con-
estradiol. centración extracelular del potasio.
2118
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
ESTIMULA
Reducción
sódica
Mácula
densa
ESTIMULAN
Reducción Aparato
de volumen yuxtaglomerular
Hipotensión
Prostaglandinas Inhibidores de enzimas
Renina de conversión
Hiperpotasemia
Agonistas (captopril, enalapril
betadrenérgicos lisinopril)
Angiotensinógeno
Angiotensina I ESTIMULAN
Inhibe
Antagonistas
Enzima de dopaminérgicos
conversión ACTH
Hiperpotasemia
Angiotensina II
Inhibe
Aminopeptidasa
Otros
péptidos Aldosterona
Aumento de presión
Aumento de volumen Aumenta
Hipopotasemia el volumen
Antagonistas extracelular
betadrenérgicos
Fig. 16.72. Control de la secreción de
aldosterona.
trófico sobre ella. Otros factores que también intervienen en La aldosterona es metabolizada en su mayor parte en for-
la regulación son: la ACTH, que estimula la liberación de al- ma de glucurónido de tetrahidroaldosterona. Menos del 0,5%
dosterona, y el factor natriurético auricular, que la bloquea. de la aldosterona se encuentra en forma libre en la orina.
La reducción de sodio aumenta la liberación de renina y, por También en ésta se halla un metabolito C18 de la aldostero-
consiguiente, la de aldosterona. Los agonistas dopaminérgi- na conjugado con ácido glucurónico.
cos pueden inhibir la aldosterona. El principal andrógeno suprarrenal, la DHEA, es converti-
do en la misma suprarrenal, pero también en el hígado y el
riñón, en DHEA-S, que el riñón es capaz de eliminar sin más
Regulación de la síntesis de andrógenos transformaciones. La ∆4-androstenodiona se convierte en an-
La secreción de DHEA y de androstenodiona está contro- drosterona y etiocolanolona, que son conjugados. Dos ter-
lada por la ACTH, mientras que las gonadotropinas no pare- cios de los 17-cetosteroides urinarios derivan de la suprarre-
cen ejercer control alguno. Sin embargo, se ha propuesto la nal, y el resto procede de los andrógenos testiculares. En la
existencia de otro factor hipofisario específico, que controla- mujer su origen es sólo suprarrenal.
ría también su secreción especialmente durante la pubertad
(adrenarquía). La secreción de DHEA presenta un ritmo cir-
cadiano, que no se observa en el caso de DHEA-S debido a Mecanismo molecular de acción
su vida media larga. de los esteroides suprarrenales
Todas las hormonas esteroides ejercen la mayoría de sus
Metabolismo de los esteroides suprarrenales efectos a través de un mecanismo similar. El esteroide se se-
para de su proteína de transporte y difunde a través de la
Las hormonas esteroideas libres son metabolizadas e inac- membrana de las células de los órganos diana, fijándose a re-
tivadas en su mayor parte en el hígado, órgano responsable ceptores proteicos intracelulares específicos. El complejo es-
de la conjugación de los metabolitos reducidos con ácido teroide-receptor activado aumenta su afinidad por aceptores
glucurónico o sulfato. Sólo el 1% del cortisol secretado es eli- nucleares específicos de la cromatina. La interacción con el
minado en forma libre por la orina. Los principales mecanis- DNA aumenta o inhibe la capacidad de estimular la expre-
mos de inactivación de los esteroides son la reducción del sión genética y la transcripción de un nuevo mRNA, con los
doble enlace en el anillo A y la hidroxilación de los grupos consiguientes cambios en la tasa de síntesis proteica. La ma-
cetona en C3 y C11 para formar tetrahidrocortisol y tetrahi- yoría de las acciones glucocorticoides son ejercidas a través
drocortisona, que después son conjugados para formar deri- del receptor glucocorticoide tipo II, que tiene una afinidad
vados sulfatos y, sobre todo, glucurónidos. elevada por los glucocorticoides y baja por los otros esteroi-
2119
ENDOCRINOLOGÍA
des. El receptor tipo I se creía que era un receptor específico de este control podrían conducir a un estado de shock. El
mineralcorticoide; sin embargo, al parecer también puede fi- cortisol mantiene la capacidad de respuesta del músculo liso
jar hormonas glucocorticoides. Estos receptores tendrían una arterial a los estímulos presores, participando en el manteni-
alta afinidad por la aldosterona y la DOCA, y también pue- miento de la presión arterial, el gasto cardíaco y el flujo san-
den fijar cortisol, pero su afinidad representa un 10% de la guíneo renal. En el síndrome de Cushing no es rara la hiper-
que tienen por la aldosterona. Dadas las concentraciones tensión arterial y, por el contrario, en la enfermedad de
mucho más elevadas de cortisol, que podrían llegar a despla- Addison son habituales la hipotensión arterial y la disminu-
zar la fijación de la aldosterona a su receptor, hay otros facto- ción del gasto cardíaco.
res que determinan la actividad mineralcorticoide de varios Los glucocorticoides ejercen importantes efectos sobre la
tejidos diana. En el riñón, la conversión metabólica de corti- distribución y la excreción del agua corporal. El cortisol afec-
sol a cortisona previene las acciones del cortisol a través de ta la excreción renal de agua (disminuyendo la secreción de
receptores mineralcorticoides. ADH), aumenta la tasa de filtración glomerular y la permea-
El glucocorticoide sintético 9-α-fluorocortisol tiene una bilidad de la célula tubular, con lo que se incrementa el acla-
elevada afinidad por el receptor mineralcorticoide, lo que ramiento de agua libre. Desde el punto de vista fisiológico, el
justifica sus indicaciones terapéuticas. La espironolactona se cortisol desarrolla acciones mineralcorticoides, más mani-
fija también a este receptor y bloquea la acción de la aldos- fiestas obviamente cuando su producción es elevada, con
terona. La afinidad de los esteroides por los receptores tipo una reabsorción tubular de sodio y excreción de potasio ex-
II es paralela a su potencia antiinflamatoria, y la mayoría de cesivas en estas condiciones. Concentraciones elevadas de
los glucocorticoides de síntesis que ejercen este potente cortisol disminuyen la absorción intestinal de calcio y au-
efecto tienen mayor afinidad por el receptor que el mismo mentan su excreción renal, contribuyendo al desarrollo de
cortisol. osteopenia. Aprovechando este efecto excretor se utilizan los
En las células del túbulo distal, la aldosterona genera la glucocorticoides a dosis farmacológicas para el tratamiento
síntesis de proteínas que facilitan el transporte de sodio des- de ciertas hipercalcemias.
de la orina tubular a la sangre, al cambiar la permeabili- También inducen la producción de un factor tensioactivo,
dad de la membrana apical y aumentar la actividad de la esencial para la maduración pulmonar fetal y cuya ausencia
bomba N+ K+ ATPasa. El potasio difunde a la sangre secunda- en prematuros contribuye a la aparición de un síndrome de
riamente al intercambio Na+ K+ por acción de la bomba Na+ distrés respiratorio. En el tracto digestivo los glucocorticoides
K+ ATPasa. La aldosterona estimula el transporte tubular re- inhiben la síntesis de DNA y aumentan la secreción del estó-
nal de hidrogeniones, por mecanismos mal conocidos. mago, por lo que pueden favorecer la formación de úlceras
gastroduodenales. Concentraciones elevadas de glucocorti-
coides desarrollan acciones antiinflamatorias muy importan-
Acciones de los esteroides suprarrenales tes desde el punto de vista terapéutico. Los glucocorticoides
modifican la inmunidad celular y, a dosis muy altas, llegan a
Glucocorticoides inhibir la formación de anticuerpos.
Los glucocorticoides ejercen efectos complejos sobre el
Su denominación hace referencia a acciones predominan- cerebro. La administración de dosis farmacológicas de estas
tes sobre el metabolismo intermediario, aun cuando los glu- hormonas suele provocar euforia. En el síndrome de Cushing
cocorticoides influyen también sobre el metabolismo del son comunes los estados depresivos, que también se han
agua y los electrólitos, y sobre casi todos los órganos y teji- descrito, con menor frecuencia, en pacientes con insuficien-
dos del organismo. Ejercen efectos muy importantes sobre el cia suprarrenal. Los glucocorticoides suprimen la secreción
metabolismo hidrocarbonado. El cortisol constituye una hor- de ACTH, tienden a disminuir la liberación de ADH y aumen-
mona de contrarregulación con actividad antiinsulínica, de tan la insulina y parathormona.
forma que disminuye la fijación de insulina al receptor y difi-
culta la captación tisular de glucosa (excepto en hígado, co-
razón, cerebro y hematíe). En el hígado el cortisol induce la
Mineralcorticoides
síntesis de glucosa al estimular la gluconeogénesis e incre- Estas hormonas, la más importante de las cuales es la al-
menta el depósito de glucógeno en el hígado. Además de in- dosterona, actúan sobre el riñón (órgano diana más impor-
hibir la captación de aminoácidos y la síntesis proteica, esti- tante), el intestino y las glándulas salivales y sudoríparas,
mula su movilización por catabolismo muscular, óseo, etc. El donde ejercen dos acciones vitales: regulan el volumen ex-
cortisol moviliza también los ácidos grasos, facilitando la ac- tracelular a través de la reabsorción tubular de sodio y man-
tivación de la lipasa celular por parte de las catecolaminas y tienen la normopotasemia mediante la excreción de potasio
péptidos hipofisarios. Por sí mismo el cortisol inhibe la lipóli- por los túbulos colectores corticales. Además, la aldostero-
sis y bloquea la lipogénesis. Además, estimula el apetito, por na y otros mineralcorticoides provocan la secreción de hi-
lo que, en situaciones de hipersecreción, se produce un au- drogeniones en los túbulos colectores medulares. La inges-
mento de peso por incremento de la masa adiposa, que en tión de sodio influye sobre estos efectos hormonales: cuanto
estas circunstancias suele presentar una distribución centrí- mayor es dicha ingestión y la cantidad de sodio que llega al
peta. Algunas de las acciones de los glucocorticoides po- túbulo, mayor es la cantidad de potasio eliminada por la ori-
drían representar mecanismos protectores en situaciones de na. En el hiperaldosteronismo primario se produce el deno-
ayuno, facilitando una situación metabólica estable en deter- minado “fenómeno de escape” del sodio, que impide la re-
minados tejidos, como cerebro, corazón y células sanguí- tención progresiva de sodio y la aparición de edemas,
neas. Asimismo, indirectamente el cortisol estimula la glu- gracias probablemente a la liberación de factor natriurético
coneogénesis al inducir la liberación de glucagón. Se auricular y a la aparición de cambios renales hemodinámi-
comprende que la secreción excesiva de cortisol, como ocu- cos.
rre en el síndrome de Cushing, produzca importantes altera-
ciones del metabolismo hidrocarbonado, que conducen a la
aparición de hiperglucemias e, incluso, cetosis. Por el contra-
Andrógenos suprarrenales
rio, en los casos de secreción insuficiente, como en la enfer- La DHEA, su sulfato y la androstenodiona son los más im-
medad de Addison, existe tendencia a la hipoglucemia, so- portantes. Los dos primeros se producen en mayor cantidad.
bre todo en las situaciones de ayuno. Tienen una actividad androgénica muy débil y, aunque en
Los glucocorticoides desarrollan un papel vital en las si- los tejidos periféricos pueden transformarse en testosterona,
tuaciones de estrés, al bloquear la producción y la liberación en el hombre menos del 5% de la testosterona circulante tie-
de múltiples hormonas y neurotransmisores, como catecola- ne este origen. La secreción de andrógenos suprarrenales tie-
minas, prostaglandinas, cininas, etc., las cuales en ausencia ne importancia al llegar la pubertad.
2120
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
TABLA 16.39. Valores normales de hormonas y esteroides métodos radioinmunométricos (IRMA) son más precisos, es-
utilizados en la evaluación de la función suprarrenal pecíficos y sensibles que el RIA para ACTH normal, y las mo-
léculas anormales de ACTH no son detectadas con este tipo
Determinaciones plasmáticas Valores normales de métodos. Los valores normales de ACTH (IRMA) por la
ACTH (8.00 h) 9-52 pg/mL (1,1-11,4 pmol/L) mañana entre las 8.00 y las 9.00 horas son de 9-52 pg/mL (1,1-
Cortisol 11,4 pmol/L). Su secreción es pulsátil y presenta un ritmo cir-
8.00 h 10-20 µg/dL (276-552 nmol/L) cadiano, de manera que los valores obtenidos por la mañana
19.00 h 5-10 µg/dL (138-276 nmol/L) son más altos que los de la tarde. La determinación de ACTH
Cortisol postestimulación >18 µg/dL (>497 nmol/L) es útil en el diagnóstico de la insuficiencia suprarrenal pri-
con ACTH
11-desoxicortisol >10 µg/dL (>210 nmol/L) maria, en el diagnóstico diferencial del síndrome de Cushing
posmetopirona y como marcador de tumores que producen ACTH ectópica.
Aldosterona 15 ng/dL (416 pmol/L)
18-hidroxicorticosterona 10-30 ng/dL (358-1.075 pmol/L) CRH. Su determinación no está generalizada. Se emplean
Actividad renina 1,4 ± 0,9 ng/mL/h métodos como RIA o IRMA. En condiciones normales sus
plasmática (0,39 ± 0,25 ng/[L × seg]) concentraciones plasmáticas son indetectables, inferiores a
8 pg/mL (3,80 pmol/L); niveles más altos pueden encontrarse
en los raros casos de síndrome de Cushing por producción
ectópica de CRH.
Exploración funcional de la corteza suprarrenal Cortisol plasmático total. Constituye una determinación
Para explorar la función de la corteza suprarrenal puede uti- muy útil para evaluar la función suprarrenal. Puede medirse
lizarse la medición de las concentraciones plasmáticas de las por RIA, métodos fluorimétricos, enzimoinmunométricos,
hormonas correspondientes (cortisol, aldosterona, DHEA-S), etc. Para su determinación se debe extraer una muestra de
así como de las hormonas y factores que controlan su síntesis plasma con un disolvente orgánico. Los anticuerpos utiliza-
y liberación (ACTH, CRH, renina, angiotensina II) (tabla dos tienen alguna reacción cruzada con otros esteroides na-
16.39). Durante muchos años se han realizado –y todavía se si- turales y sintéticos (prednisona, prednisolona y metilpredni-
guen realizando– determinaciones hormonales en orina; sin solona, pero no con dexametasona). Sus valores normales
embargo, en la mayoría de los casos estas mediciones se han medios (RIA) por la mañana son de 10-20 µg/dL (276-552
sustituido por las correspondientes determinaciones en plas- nmol/L), y por la noche suelen ser inferiores a 5 µg/dL (138
ma. A pesar de que las valoraciones en orina reflejan mejor la nmol/L). Dado que los métodos habituales miden el cortisol
producción y liberación hormonal integrada, su realización plasmático total, las variaciones de la CBG pueden modificar
plantea muchos inconvenientes, que incluyen desde errores sus concentraciones. En determinadas situaciones, como el
frecuentes en la recogida de orina hasta la influencia de mu- embarazo, tratamientos con estrógenos, contraceptivos ora-
chos fármacos y estados patológicos sobre los métodos analíti- les o mitotano o procesos patológicos (hipertiroidismo, dia-
cos utilizados o sobre el mismo metabolismo hormonal. Con betes mellitus, obesidad) que cursan con elevaciones de
la excepción de la determinación de cortisol libre y de aldos- CBG, los valores de cortisol plasmático serán más altos. Por
terona en orina, las otras determinaciones urinarias, como 17- el contrario, en el hipotiroidismo, el mieloma múltiple y las
hidroxicorticosteroides y 17-cetosteroides, han sido sustituidos formas de disminución congénita de CBG, los niveles de cor-
por las correspondientes mediciones en plasma. También son tisol son más bajos.
útiles las determinaciones de algunos esteroides en saliva. Por También los valores de cortisol varían en diferentes si-
otra parte, hay que tener presente que las determinaciones en tuaciones; así, se elevan con el estrés físico y psíquico, con
plasma reflejan el nivel de secreción en el momento de la ex- el ejercicio, en el curso de enfermedades agudas o infec-
tracción y que muchas hormonas, como la ACTH y el cortisol, ciosas, traumatismos, cirugía, inanición, anorexia nerviosa,
entre otras, tienen una secreción pulsátil y sufren la influencia estados de ansiedad, depresión, alcoholismo, supresión
de múltiples factores que provocan grandes variaciones en su del alcohol y otras drogodependencias, enfermedades cró-
secreción, pudiendo coincidir estas variaciones con el mo- nicas hepáticas y renales y, por supuesto, síndrome de Cus-
mento en que se realiza la extracción puntual. Teniendo pre- hing.
sente siempre estas limitaciones, en ausencia de clínica mani- La medición de las concentraciones de cortisol en saliva
fiesta, una determinación plasmática única no es suficiente tiene la ventaja de que se valora sólo la fracción libre del es-
para establecer un diagnóstico definitivo, sugiriendo la nece- teroide. Sus valores normales por la mañana oscilan alrede-
sidad de aplicar pruebas dinámicas de estimulación e inhi- dor de 0,4 µg/dL (11 nmol/L). Durante el embarazo los nive-
bición. les de cortisol en saliva están significativamente elevados, lo
que demostraría la existencia de un aumento del cortisol li-
bre en el curso de la gestación.
Pruebas de función glucocorticoide
Otros esteroides plasmáticos. La determinación de algu-
Mediciones basales en plasma nos esteroides que aparecen en el curso de la esteroidogé-
ACTH. Su determinación con un método reproducible y sen- nesis suprarrenal, entre ellos pregnenolona, 17-α-hidroxi-
sible es una prueba diagnóstica útil. La ACTH es un péptido progesterona, 11-desoxicortisol, 11-DOCA y corticosterona, es
muy inestable, que tiene una vida media de 10 min. Para su necesaria para establecer el diagnóstico de defectos enzimá-
determinación correcta, la sangre debe recogerse en frío, en ticos de la biosíntesis esteroide (hiperplasia suprarrenal con-
tubos de plástico conteniendo anticoagulante tipo EDTA y génita), útiles en el diagnóstico de carcinomas suprarrenales
centrifugando en frío rápidamente después de la extracción. y en la monitorización de pruebas diagnósticas como la de
Con el método de radioinmunoanálisis (RIA) se pueden me- la metopirona. La determinación de DHEA-S es un buen indi-
dir las concentraciones plasmáticas de ACTH normal, pero cador de la producción suprarrenal de andrógenos y reem-
también de otras formas de polipéptidos. Una forma de ele- plaza la determinación de 17-cetosteroides en orina. En la
vado peso molecular (big ACTH), que normalmente está pre- enfermedad de Cushing sus valores pueden ser normales o
sente en pequeñas cantidades y tiene muy poca actividad elevados, y en los casos de adenoma suprarrenal, muy dismi-
biológica, se encuentra en grandes cantidades en el 25% de nuidos. Los carcinomas suprarrenales suelen cursar con ele-
los pacientes con síndrome de Cushing por producción ectó- vaciones muy importantes de DHEA-S. Sus concentraciones
pica de ACTH. disminuyen con la edad, y en los ancianos su determinación
Las concentraciones de ACTH medidas por RIA son casi pierde sensibilidad como indicador de secreción dependien-
siempre más altas que las que se obtienen en bioanálisis. Los te de ACTH.
2121
ENDOCRINOLOGÍA
Medición de esteroides en orina TABLA 16.40. Pruebas de inhibición con dexametasona: método,
Durante muchos años se han utilizado las determinacio- indicaciones y criterios de valoración
nes de 17-hidroxicorticosteroides (17-OH) y 17-cetosteroides
(17-KS) en orina de 24 h. En realidad, los 17-OH miden meta- Prueba de inhibición con dosis nocturna única de 1 mg
bolitos de cortisol y 11-desoxicortisol y los 17-KS, los de los Método. Administración de 1 mg de dexametasona por vía oral
andrógenos, fundamentalmente DHEA, DHEA-S, ∆4-androste- a las 23.00 horas y determinación del cortisol plasmático a las
nodiona, androsterona y etiocolanolona, derivados básica- 8.00 horas del día siguiente
mente de la corteza suprarrenal y, en menor grado, de las gó- Indicaciones. Sospecha de hipercorticismo
nadas. Gran cantidad de fármacos interfieren en los métodos Valoración. Inhibición normal: cortisol plasmático < 5 µg/dL
(137 nmol/L)
utilizados para su determinación o bien modifican la meta-
bolización a formas 6-hidroxiladas. Estas formas no se detec- Prueba de inhibición débil con 2 mg de dexametasona
tan, con lo cual producen una disminución de los valores;
Método. Administración de 0,5 mg de dexametasona por vía oral
así, en estos casos la determinación no refleja el verdadero cada 6 h durante 2 días (2 mg/día en adultos y 30 µg/kg/día en
estado funcional de la corteza suprarrenal. Es necesario te- niños). Determinación de ACTH y cortisol plasmático basales
ner la seguridad de que la recogida de orina de 24 h se ha y después de la última dosis a las 8.00 horas
efectuado correctamente. En este sentido, la determinación Indicaciones. Sospecha de hipercorticismo
urinaria de creatinina permite detectar errores. En individuos Valoración. Inhibición normal: cortisol plasmático < 5 µg/dL
sanos de ambos sexos hay una excreción constante propor- (137 nmol/L)
cional a la masa muscular y que varía entre 15 y 20 Falsos resultados. Casos de metabolismo rápido o lento de la
mg/kg/día (0,13-0,17 mmol/kg/día). Puede concluirse, pues, dexametasona. Dormir pocas horas. Se obtiene un 25% de
falsos positivos en pacientes hospitalizados y un 15% en
que con la introducción y generalización de los métodos de obesos. También en gestantes, enfermos agudos o en
RIA y otros todavía más específicos, estas determinaciones tratamiento con estrógenos. Los niños con síndrome
han sido desplazadas y sustituidas por las mediciones plas- de Cushing pueden frenar con dosis débiles
máticas, más fáciles y reproducibles. Sin embargo, existe una
excepción: la determinación de cortisol libre en orina, que Prueba de inhibición fuerte con 8 mg de dexametasona
es una prueba fácil y muy útil para la orientación diagnóstica Método. Administración de 2 mg de dexametasona por vía oral
inicial de hipercorticismo y punto de partida de la aplicación cada 6 h durante 2 días (8 mg/día en adultos y 120 µg/kg/día
de otras pruebas más complicadas. Tiene la ventaja de que en niños). Determinación de ACTH y cortisol plasmáticos
mide la fracción de cortisol no fijado a la CBG, filtrado direc- basales y después de la última dosis a las 8.00 horas
tamente por el glomérulo y excretado por la orina como hor- Administración nocturna única. Administración de 8 mg de
mona libre. Su determinación se efectúa por RIA, previa dexametasona a las 23.00 horas. Determinación de ACTH y
extracción con diclorometano, para separarlo de otros este- cortisol plasmático basales y a las 8.00 horas de la mañana
siguiente
roides naturales presentes en la orina y con los que presenta Indicaciones. Diagnóstico diferencial del síndrome de Cushing
reacción cruzada. Sus valores normales muestran variacio- Valoración. Inhibición normal: cortisol plasmático < 10 µg/dL
nes importantes, pero son siempre inferiores a 100 µg/24 h (275 nmol/L) o una reducción de más del 50% del valor basal
(275 nmol/24 h).
Pruebas de inhibición
Se utilizan para diagnosticar estados de hipersecreción de cismo. En la mayoría de los individuos normales, la adminis-
hormonas glucocorticoides. Se basan en su acción sobre el tración de 2 mg diarios de dexametasona durante 2 días inhi-
servomecanismo de control negativo del eje hipotálamo-hipo- be la secreción de cortisol, efecto que no se produce en pa-
fisosuprarrenal. Normalmente, la administración de un gluco- cientes con hipercorticismo.
corticoide de síntesis, como la dexametasona, inhibe la secre-
ción de ACTH y produce una disminución de los niveles de Pruebas de inhibición fuerte con dexametasona. Pro-
cortisol en plasma y orina. La dexametasona es 40 veces más puesta por LIDDLE en 1960, la forma clásica consiste en la ad-
potente que el cortisol y no interfiere en su deter- ministración de 8 mg diarios de dexametasona, en dosis frac-
minación. En los estados de hipercorticismo, dicho servome- cionadas de 2 mg cada 6 h durante 2 días. Constituye una de
canismo regulador está alterado, y la dexametasona no inhi- las mejores pruebas para determinar la causa del hipercorti-
be la secreción de ACTH (sólo lo hace a dosis muy altas). Es- cismo, puesto que estas dosis frenan la producción de ACTH
tas pruebas se pueden dividir en dos tipos: de inhibición débil, y cortisol en la enfermedad de Cushing hipofisodependiente,
utilizando dosis bajas de dexametasona, y de inhibición pero no en el síndrome de Cushing producido por tumores
fuerte, con dosis altas administradas en forma rápida (en una suprarrenales, ni en la mayoría de los casos causados por tu-
sola dosis) o en forma prolongada (fraccionadas en el curso mores con producción ectópica de ACTH (el 5% de los pa-
de 2 días). La falta de inhibición del eje con las primeras cientes con carcinoides bronquiales productores de ACTH
pone de manifiesto la alteración característica de los estados presentan inhibición).
de hipercorticismo, y con las segundas, revela la causa del hi- En 1985 se propuso la administración nocturna a las 23.00
percorticismo. Aproximadamente en el 20% de los pacientes horas de una dosis única de 8 mg de dexametasona y deter-
con hipercorticismo se describen elevaciones paradójicas de minación de cortisol plasmático a las 8.00 horas de la maña-
cortisol con las pruebas de inhibición. na. Se ha podido comprobar un rendimiento diagnóstico si-
milar, con una sensibilidad del 89% y una especificidad del
Prueba de inhibición débil con dexametasona. Puede 100%, con la ventaja de ser más simple y menos costosa. El
realizarse en forma de inhibición rápida, administrando 1 mg criterio que se aplica para considerar la prueba positiva es la
de dexametasona por vía oral a las 23.00 horas y midiendo de conseguir una reducción del cortisol, por lo menos, del
cortisol en plasma a las 8.00 horas. En individuos normales 50% en relación con el basal.
se inhibirá la secreción de cortisol (prueba positiva), pero
existe una proporción elevada de falsos positivos (tabla Pruebas de estimulación
16.40). Esta prueba, fácil y cómoda, y la determinación del Están indicadas en el estudio de la capacidad de reserva
cortisol libre en orina son las primeras pruebas que se deben de la función glucocorticoide y, sobre todo, aunque no úni-
emplear si se sospecha hipercorticismo. En la mayoría de los camente, cuando existe la sospecha de una insuficiencia su-
casos evitarán la realización de otras pruebas más complejas, prarrenal. Se basan en la aplicación de diversos estímulos
costosas e incómodas. que, actuando en diferentes niveles del eje hipotálamo-hipo-
La prueba de inhibición débil prolongada (2 días) es una fisosuprarrenal, provocan la liberación de cortisol, de sus
de las mejores para establecer el diagnóstico de hipercorti- precursores o de sus metabolitos.
2122
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
Prueba de hipoglucemia insulínica. Se describe en Enfer- mento del 11-desoxicortisol a valores superiores a 10 µg/dL
medades del sistema hipotálamo-hipofisario. Consiste en la (288 nmol/L) partiendo de concentraciones inferiores a
administración, en ayunas y en reposo, de insulina por vía in- 1 µg/dL (29 nmol/L). La dosis de metopirona es de 750 mg
travenosa a dosis para provocar una hipoglucemia que in- cada 4 h durante 24 h en la prueba clásica. Una respuesta
duzca respuesta del eje hipotálamo-hipofisosuprarrenal. An- normal indica una reserva funcional hipófiso-suprarrenal
tes de la inyección y a los 30, 60, 90 y 120 min se efectúan adecuada; una respuesta insuficiente sugiere el diagnóstico
determinaciones de glucemia, ACTH y cortisol. Elevaciones de insuficiencia suprarrenal, sin precisar si es primaria o se-
de cortisol superiores a 20 µg/dL (551 nmol/L) sugieren inte- cundaria. Esta prueba se utiliza también en el diagnóstico di-
gridad del eje e indicarían una respuesta normal al estrés, ferencial del síndrome de Cushing. Es importante recordar
con liberación normal de CRH, ACTH y cortisol. Esta prueba que algunos pacientes pueden presentar un catabolismo rá-
está contraindicada en ancianos, epilépticos y en pacientes pido de la metopirona y también que ciertos fármacos (fenil-
con enfermedad vascular coronaria y/o cerebral. hidantoínas) pueden acelerarlo. En estos casos no se consi-
gue bloquear la síntesis de cortisol.
Prueba de estimulación con CRH. También se describe en
Enfermedades del sistema hipotálamo-hipofisario. Mide la li-
beración de ACTH y cortisol después de la inyección intrave-
Pruebas de función mineralcorticoide
nosa de CRH. Aproximadamente a los 2 min de la inyección Mediciones plasmáticas basales
se produce una elevación de ACTH, que alcanza su pico a Aldosterona. Las concentraciones plasmáticas de aldostero-
los 10-15 min, mientras que el pico de cortisol es más tardío, na se determinan por RIA, después de mantener una ingesta
a los 30-60 min. Esta prueba es útil en la evaluación de pa- normal de sodio superior a 100 mEq/L (100 nmol/L) y de per-
cientes con síndrome de Cushing, ya que en la enfermedad manecer en decúbito supino por lo menos durante una hora.
de Cushing, la ACTH hipofisaria responde exageradamente En caso de ingestión previa de diuréticos, la determinación
al estímulo con CRH, mientras que en los tumores suprarre- de aldosterona debe efectuarse a las 2-3 semanas de su
nales y en el síndrome de Cushing por producción ectópica supresión. Sus concentraciones normales son inferiores a
de ACTH no hay respuesta. Se define como respuesta exage- 15 ng/dL (416 pmol/L).
rada un aumento de la ACTH igual o superior al 50% de su
valor basal y del cortisol igual o superior al 20%. Esta prueba 18-hidroxicorticosterona (18-OHB). Sus concentraciones
se utiliza en el diagnóstico diferencial de la insuficiencia su- normales, determinadas por RIA, oscilan alrededor de 10-30
prarrenal, ya que en las formas secundarias a lesión hipofisa- ng/dL (358-1.075 pmol/L). La medición simultánea de 18-
ria no hay respuesta de ACTH o ésta es subnormal. Puede ser OHB y aldosterona puede ser útil en el diagnóstico del hiper-
útil en el seguimiento de la recuperación de la función del aldosteronismo debido a un adenoma productor de aldos-
eje después del tratamiento quirúrgico de la enfermedad de terona, ya que en estos casos ambas son altas y las concen-
Cushing. Aproximadamente el 15% de los pacientes refieren traciones plasmáticas de 18-OBH son casi siempre superiores
calor y enrojecimiento facial, opresión torácica y presentan a 100 ng/dL (3.584 pmol/L).
taquicardia e hipotensión arterial.
Actividad renina plasmática (ARP). Su determinación es
Prueba de estimulación con ACTH. Está indicada cuando fundamental para establecer el diagnóstico de hiperaldoste-
se sospecha un hipocorticismo y en el diagnóstico de ciertas ronismo primario, de hipoaldosteronismo y de ciertas formas
formas de hiperplasia suprarrenal congénita. Consiste en la de hipertensión arterial. Con una ingesta de sodio superior a
administración de un análogo sintético de la ACTH, el tetra- 100 mEq/L (100 nmol/L) y tras permanecer en reposo en de-
cosáctido, con idéntica actividad biológica. La prueba de es- cúbito supino por lo menos durante 60 min, los valores nor-
timulación rápida consiste en administrar 250 µg de tetraco- males son de 1,4 ± 0,9 ng/mL/h (0,39 ± 0,25 ng/[L × seg]). En
sáctido por vía intravenosa y obtener muestras de sangre condiciones normales la ARP se eleva con el ortostatismo y
antes y a los 30, 60 y a veces 90 min para determinación de con la administración de furosemida.
cortisol. Una concentración de cortisol plasmático superior o
igual a 18 µg/dL (497 nmol/L) después de la administración Pruebas de inhibición
de ACTH se acepta como respuesta normal. Valores inferio- Se basan en la aplicación de estímulos que en condicio-
res a 15 µg/dL (413 nmol/L) sugieren una insuficiencia supra- nes normales inhiben la secreción de aldosterona. Son espe-
renal primaria y requieren la práctica de otras pruebas para cialmente útiles para el diagnóstico del hiperaldosteronismo
confirmarlo. Para el diagnóstico de hiperplasia suprarrenal primario.
congénita se valoran las respuestas a la ACTH de 17-hidroxi-
pregnenolona, 17-hidroxiprogesterona y 11-desoxicortisol. Prueba de sobrecarga salina por vía intravenosa. Mide
La prueba de estimulación prolongada con ACTH está indi- la concentración de aldosterona antes y después de la admi-
cada sobre todo cuando se sospecha una importante atrofia nistración de 2 L de suero salino fisiológico, perfundidos en
suprarrenal secundaria, incapaz de responder a una estimu- 3,5-4 h. En la mayoría de los pacientes con hiperaldosteronis-
lación rápida, pero sí a una estimulación repetida (adminis- mo primario la concentración de aldosterona no se modifica
tración de 1 mg de tetracosáctido dépôt por vía intramuscu- y persiste elevada. Con esta prueba existe el riesgo de inducir
lar durante 3 días) o a una estimulación continua mediante una insuficiencia cardíaca congestiva o agravar una hiper-
perfusión intravenosa de ACTH sintética a la dosis de 800 tensión arterial preexistente.
µg/día durante 2 o 3 días. En ambos casos al tercer día se mide
la respuesta del cortisol plasmático, que se valora con los mis- Prueba de inhibición con captopril. El captopril, inhibi-
mos criterios que para la prueba de estimulación rápida. dor de la enzima de conversión de la angiotensina (ECA)
provoca en individuos normales una caída en la concentra-
Prueba de estimulación con metopirona. Poco utilizada ción plasmática de aldosterona, que no se produce en los
en nuestro medio, se han descrito efectos secundarios tras su pacientes con hiperaldosteronismo primario. Se administra
administración, sobre todo náuseas y vómitos, y raras veces por vía oral, a las dosis de 25 mg, y se miden la ARP y la al-
puede precipitar una crisis de insuficiencia suprarrenal agu- dosterona antes y 2 h después, manteniendo al paciente sen-
da. La metopirona bloquea la acción de la 11-β-hidroxilasa e tado.
inhibe, aunque no totalmente, la síntesis de cortisol; de esta
forma, estimula la liberación de ACTH y provoca un aumen- Prueba de inhibición con dexametasona. La administra-
to del precursor del cortisol, el 11-desoxicortisol. Se define ción de dexametasona es útil para el diagnóstico de ciertas
como respuesta normal una caída del cortisol plasmático a formas de hiperaldosteronismo primario en las que la secre-
las 8.00 horas por debajo de 6 µg/dL (165 nmol/L) y un au- ción de aldosterona se puede inhibir con glucocorticoides.
2123
ENDOCRINOLOGÍA
2124
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
2125
ENDOCRINOLOGÍA
2126
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
(elevación de los niveles de ARP, respuestas subnormales natremia, hiperpotasemia, etc.) al estar conservada la secre-
de cortisol al estímulo con ACTH) en individuos portadores ción de hormonas mineralcorticoides y en presencia de ma-
de anticuerpos antisuprarrenales, coincidiendo con su desa- nifestaciones clínicas de hipopituitarismo que aparecen en
parición. los casos de trastorno hipotálamo-hipofisario. La hipogluce-
mia en estos pacientes es más frecuente e intensa.
Tratamiento. El aspecto más importante del tratamiento El diagnóstico se basa en la comprobación de una produc-
consiste en suministrar una información adecuada al pacien- ción insuficiente de cortisol, asociada con una secreción dis-
te y a sus familiares sobre la naturaleza crónica de la enfer- minuida o inadecuadamente normal de ACTH. Sin embargo,
medad. Es aconsejable indicar la conveniencia de llevar un los valores de cortisol y ACTH no siempre son discriminati-
brazalete o gargantilla con una placa, en las que se indique vos, especialmente en las formas leves de insuficiencia su-
el diagnóstico y el tratamiento, así como de disponer en su prarrenal secundaria. Por tanto, en todos los casos el diag-
domicilio de formas inyectables de cortisol soluble. nóstico se establece mediante la práctica de una prueba de
El tratamiento de mantenimiento debe hacerse con gluco- estimulación con ACTH y, sobre todo, pruebas dinámicas
corticoides naturales de síntesis (cortisona, cortisol), aunque de función hipofisaria (hipoglucemia insulínica o pruebas
también pueden utilizarse preparados sintéticos con activi- combinadas con hormonas hipotalámicas), que son de utili-
dad glucocorticoide (prednisona, dexametasona). En el pri- dad al demostrar la existencia de otros déficit hormonales hi-
mer caso se administran 20 mg de cortisol por la mañana (25 pofisarios. Los pacientes con insuficiencia suprarrenal deben
mg de cortisona) y 10 mg por la noche de cortisol (12,5 mg recibir tratamiento con hormonas glucocorticoides en la mis-
de cortisona). Algunos pacientes se controlan mejor fraccio- ma forma que se ha descrito anteriormente. Sólo en muy ra-
nando la dosis en 3 tomas. A las dosis indicadas, estos prepa- ros casos es necesario administrar también mineralcorticoi-
rados tienen actividad mineralcorticoide (aproximadamente des. La mayoría de los pacientes requieren tratamiento
40 mg de hidrocortisona equivalen a 100 µg de fludrocortiso- sustitutivo con otras hormonas, como se describe en el capí-
na), pero no es suficiente en los casos con gran disminución tulo Enfermedades del sistema hipotálamo-hipofisario.
de la masa glandular o destrucción total. En estas circunstan-
cias, hay que añadir fludrocortisona a dosis variables entre
0,05 y 0,2 mg/día. Se deben efectuar controles clínicos perió- Insuficiencia suprarrenal aguda
dicos para ajustar las dosis en caso necesario, practicando
determinaciones de cortisol, ACTH, ARP y electrólitos en El desarrollo de una insuficiencia suprarrenal aguda o cri-
plasma y orina. La determinación de ARP es muy útil para es- sis addisoniana, representa una situación de urgencia grave
tablecer la dosis sustitutiva de mineralcorticoide más ade- que requiere un tratamiento rápido y enérgico. Las situacio-
cuada en cada paciente. En cambio, las determinaciones de nes en las que puede desarrollarse dicha crisis son: a) casos
cortisol y ACTH tienen menos utilidad. Hay que tener en previamente conocidos de insuficiencia suprarrenal primaria
cuenta que algunos fármacos pueden interferir en el trata- (la que con mayor frecuencia presenta crisis addisonianas),
miento, ya sea por inducción enzimática con metabolización pero también secundaria o terciaria, que han interrumpido
hepática más rápida (barbitúricos, fenilhidantoínas, rifampi- el tratamiento sustitutivo o que han presentado una compli-
cina), por aumento de la transcortina con la consiguiente cación intercurrente (infección grave, traumatismo quirúrgi-
disminución de los niveles de cortisol libre (estrógenos, con- co, etc.) y no han aumentado la dosis de tratamiento hormo-
traceptivos conteniendo estrógenos), por incremento de su nal; b) pacientes portadores de una insuficiencia suprarrenal
metabolización (tiroxina) o por estimulación de la elimina- crónica no conocida que desarrollan un proceso intercurren-
ción renal de potasio (amfotericina). En caso de estrés o de te, y c) individuos previamente sanos en los que se produce
infecciones moderadas deberían duplicarse o triplicarse las una destrucción súbita, completa de las suprarrenales, se-
dosis durante unos días hasta controlar el proceso. Cuando cundaria a una sepsis meningocócica o a coagulopatías con
la ingesta por vía oral y su absorción están alteradas (náu- hemorragia suprarrenal bilateral (apoplejía suprarrenal).
seas, diarreas) es necesario administrar el tratamiento por vía Clínicamente se manifiesta por pérdida de peso, postra-
parenteral. En infecciones graves, intervenciones quirúrgicas ción profunda, anorexia intensa acompañada de náuseas,
o traumatismos importantes, el tratamiento es igual al de la vómitos que agravan la deshidratación y la disminución del
insuficiencia suprarrenal aguda. volumen plasmático, hipotensión arterial, dolores abdomina-
En los casos de etiología tuberculosa y, sobre todo, cuan- les que pueden sugerir un cuadro de abdomen agudo, hipo-
do se sospeche o se sepa con certeza que el proceso es acti- glucemia intensa, fiebre y un cuadro de shock hipovolémico
vo, se administrará también tratamiento tuberculostático. grave que responde poco a la sustitución de líquidos. Pue-
den sugerir el diagnóstico los antecedentes previos de pér-
dida de peso, debilidad progresiva, anorexia, vómitos y la
Insuficiencia suprarrenal secundaria presencia de hiperpigmentación de piel y mucosas. Esta hi-
perpigmentación faltará en las formas secundarias y tercia-
En esta forma, el déficit funcional suprarrenal aparece por rias, y también en los casos de instauración súbita (sepsis,
una insuficiente estimulación hipotálamo-hipofisaria. Sus hemorragia) o en pacientes con insuficiencia suprarrenal pri-
causas principales son la inhibición de la función suprarre- maria de corta evolución en los que puede estar ausente o
nal por administración crónica de glucocorticoides (la causa ser poco manifiesta. También es útil para establecer el diag-
más frecuente) o por su producción patológica endógena nóstico, el antecedente de un tratamiento previo con gluco-
(síndrome de Cushing). En ambas situaciones, la interrup- corticoides y su interrupción brusca, cirugía o irradiación
ción del tratamiento o la curación del síndrome conducen a hipofisaria previas, y la presencia de cefalalgia intensa acom-
insuficiencia suprarrenal. Otra causa es la afectación del hi- pañada de amaurosis de aparición brusca.
potálamo o de la hipófisis por procesos que producen un dé- Al tratarse de una urgencia médica, el tratamiento no
ficit en la secreción de ACTH (tumores, granulomas infeccio- debe demorarse en espera de resultados hormonales. La
sos o no, lesiones vasculares, apoplejía hipofisaria, etc.). Se comprobación de una hiponatremia con hiperpotasemia
han descrito casos de déficit aislado de ACTH con atrofia hi- permite una sólida sospecha diagnóstica. Es frecuente com-
pofisaria y ausencia casi total de células hipofisarias cortico- probar hipercalcemia, elevación de urea, eosinofilia y linfo-
tropas. citosis. En caso de sospecha de apoplejía hipofisaria se prac-
Las manifestaciones clínicas y su presentación lenta y gra- ticará una RM o una TC craneal. Asimismo, se obtendrán
dual son similares a las descritas para la insuficiencia supra- muestras para realizar hemocultivo y urinocultivo y, antes de
renal crónica. Las diferencias residen en la ausencia de hi- iniciar el tratamiento hormonal, se efectuará una extracción
perpigmentación (debido al déficit en la secreción de ACTH de sangre para determinación de cortisol y ACTH. Valores de
y péptidos relacionados) y de trastornos electrolíticos (hipo- cortisol inferiores a 18 µg/dL (496 nmol/L) prácticamente es-
2127
ENDOCRINOLOGÍA
tablecen el diagnóstico en la situación de shock en la que se TABLA 16.42. Clasificación de los hipoaldosteronismos
encuentran estos pacientes. El tratamiento consiste en repo-
ner las pérdidas de líquidos y sal, mediante la perfusión de Hipoaldosteronismo secundario
Hipoaldosteronismo hiporreninémico
3 L de suero salino fisiológico con glucosa al 5% tan rápida- Hipoaldosteronismo primario
mente como sea posible, monitorizando la presión venosa Adquirido
central o periférica para reducir, si es necesario, la velocidad Congénito
de perfusión. Se administran glucocorticoides solubles (he- Seudohipoaldosteronismo
misuccinato de cortisol) por vía intravenosa a la dosis de 100 Tipo I
mg cada 6 h. Si el paciente responde en 24 h al tratamiento, Tipo II
se reduce la velocidad de perfusión, se permite la ingestión
oral de líquidos y se disminuye la dosis de cortisol intraveno-
so a 50 mg cada 6 h. Gradualmente en 3-5 días pasa a la ad- Los valores de renina y aldosterona bajos no aumentan
ministración oral de cortisol. Mientras las dosis orales sean con la restricción sódica ni tampoco con otros estímulos. En
superiores a 60 mg/24 h no hace falta administrar fludrocorti- cambio, la administración de ACTH y potasio incrementa la
sol, pero cuando sean inferiores hay que añadirlos a la dosis secreción de aldosterona, por lo que se interpretó que el cua-
necesaria. Una vez que el paciente se ha recuperado, se si- dro podría ser secundario a una hiporreninemia primaria,
guen las dosis normales de mantenimiento. Siempre que sea probablemente en el contexto de una enfermedad renal que
posible se instaurará tratamiento de la causa desencadenan- lesionaría el aparato yuxtaglomerular. Esta lesión conduciría
te de la crisis. a un defecto en la liberación de renina o en la conversión de
prorrenina a renina. Sin embargo, parece existir más de un
mecanismo patogénico en el desarrollo de la hiporrenine-
Bibliografía especial mia. Se han postulado los siguientes mecanismos: a) activi-
DE BELLIS A, BIZARRO A, ROSSI R, PAGLIONICO VA, CRISCUOLO T, LOMBARDI dad disminuida del SNA con déficit en la liberación de nora-
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1.002-1.007. na activadora de la prorrenina; d) déficit de prostaciclina,
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Addison’s disease: rapid adrenocorticotropin (ACTH) test and tema y, por su acción vasodilatadora, aumenta la renina y la
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YAMAOKA T, KUDO T, TAKUWA Y, KAWAKAMI Y, ITAKURA M, YAMASHITA K.
Hereditary adrenocortical unresponsiveness to adrenocorticotro-
cos y otros factores. Excluidas la insuficiencia renal grave, la
pin with a postreceptor defect. J Clin Endocrinol Metab 1992; 75: existencia de hemólisis, trombocitosis y leucocitosis, que
270-274. pueden producir hiperpotasemias, y la ingesta de fármacos
que afectan el sistema renina-angiotensina (bloqueadores
beta inhibidores de la cicloxigenasa, inhibidores de la ECA y
heparina), debe considerarse este diagnóstico en un pacien-
te mayor con una hiperpotasemia inexplicable por la insufi-
Hipofunción mineralcorticoide ciencia renal moderada, particularmente si es un diabético
no insulinodependiente y en el que se comprueben niveles
Hipoaldosteronismos bajos de renina y de aldosterona no modificables con prue-
bas de estimulación (deambulación, furosemida).
El tratamiento depende de la edad del paciente y de los
En este grupo se incluye una serie de trastornos que cur- trastornos asociados. Si la hiperpotasemia es leve y el ECG
san con una hiposecreción aislada de hormonas mineralcor- normal, puede ser innecesario el tratamiento y estar indica-
ticoides. Se distinguen tres grupos: a) hipoaldosteronismo se- do realizar sólo controles periódicos. En pacientes con otros
cundario, en el que fallan los mecanismos que estimulan la trastornos, como hipertensión arterial grave y asistolia, el pri-
secreción de aldosterona; su principal representante es el hi- mer tratamiento será la administración de diuréticos. Si la hi-
poaldosteronismo hiporreninémico; b) hipoaldosteronismo perpotasemia persiste o bien se observa una hiperpotasemia
primario, y c) seudohipoaldosteronismo (tabla 16.42). intensa sin hipertensión, se procederá al tratamiento con flu-
drocortisona, si es necesario en dosis farmacológicas.
Hipoaldosteronismo hiporreninémico
Hipoaldosteronismo primario adquirido
Constituye la forma más frecuente de hipoaldosteronismo
secundario de tipo adquirido. Cursa con hiperpotasemia con La heparina y los compuestos heparinoides ejercen efec-
niveles bajos de aldosterona en orina y plasma, valores bajos tos directos sobre las células productoras de aldosterona. Es
de renina y, en el 50% de los casos, acidosis metabólica tubu- posible que produzcan atrofia o alteren la actividad enzimá-
lar. A menudo se asocia con diabetes mellitus tipo II con ne- tica que interviene en la biosíntesis de aldosterona disminu-
fropatía diabética y moderada insuficiencia renal, que prácti- yendo su producción. En la mayoría de los casos, el aumen-
camente siempre es menos intensa que la hiperpotasemia to consiguiente de la renina logra, mediante la generación
[valores entre 5 y 6 mEq/L (5-6 mmol/L)] y la acidosis. El 50% de angiotensina II, evitar la aparición de manifestaciones clí-
de estos pacientes, generalmente de 50-70 años, presenta hi- nicas. Sólo en casos en los que existe una alteración secun-
pertensión arterial. Se ha descrito también en pacientes no daria del sistema renina-angiotensina-aldosterona, como se
diabéticos con trastornos renales, como nefritis intersticial, describe en la diabetes mellitus, hay traducción clínica.
lupus eritematoso sistémico con nefritis lúpica, mieloma múl- En enfermos graves como consecuencia de diferentes
tiple, amiloidosis renal, cirrosis, drepanocitosis y SIDA. afecciones (las infecciones son las más comunes) y con hi-
2128
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
potensión arterial, pueden aparecer diversas alteraciones TABLA 16.43. Clasificación del síndrome de Cushing y frecuencia
asociadas del sistema endocrino, entre las que hay que in- de presentación
cluir también hipoaldosteronismos en presencia de cifras
elevadas de renina. Presentación (%)
Síndrome de Cushing dependiente de la ACTH
Enfermedad de Cushing hipofisaria 70
Hipoaldosteronismo primario congénito Enfermedad de Cushing asociada con el síndrome
de MEN-I Raro
La existencia de un déficit de corticosterona-metiloxidasa Síndrome de Cushing por ACTH ectópica 15
Síndrome de Cushing por CRH ectópica Raro
II (MOC II), enzima que cataliza la segunda oxidación de la
18-hidroxicorticosterona (paso final en la biosíntesis de al- Síndrome de Cushing no dependiente de la ACTH
dosterona) conduce a una deficiencia aislada de secreción Tumores suprarrenales: adenomas y carcinomas 15
de aldosterona. Es un trastorno raro, transmitido por heren- Displasia suprarrenal micronodular familiar Rara
cia autosómica recesiva, que cursa con niveles bajos de al- Hiperplasia suprarrenal dependiente de GIP Desconocida
dosterona y sus metabolitos, y cifras elevadas de 18-hidroxi- Hiperplasia nodular autónoma en el síndrome
corticosterona y sus metabolitos. Existiría una mutación en la de McCune-Albright Rara
estructura del gen CYPAAB localizado en el brazo largo del
Seudo-Cushing exógeno
cromosoma 8, que codifica la enzima MOC II de la familia Inducido por alcohol
del citocromo P450. Administración dosis suprafisiológicas
Las manifestaciones clínicas varían según la edad. En el de glucocorticoides o ACTH
período neonatal pueden aparecer trastornos electrolíticos y
shock hipovolémico. Durante la infancia cabe observar pér- GIP: polipéptido inhibidor gástrico.
didas renales de sodio con grados variables de hiponatremia
e hiperpotasemia y, a veces, deficiencia del crecimiento. Los
adultos suelen ser asintomáticos. El tratamiento consiste en origina una hiperplasia suprarrenal bilateral con secreción
la administración de suplementos de sal y fludrocortisona. excesiva de cortisol, pero también de andrógenos suprarre-
nales y 11-DOCA. Más frecuente en las mujeres que en los va-
rones, con una relación 8:1, suele aparecer entre los 20 y los
Seudohipoaldosteronismo 40 años. En el 20% o más de los pacientes puede desarrollar-
se una hiperplasia suprarrenal micronodular o macronodular
Cuadro clínico raro que aparece en la infancia y cursa con debido a la estimulación prolongada con ACTH que en algu-
hiperpotasemia, hiponatremia, pérdida renal de sodio, hipo- nos casos convierten en autónomos.
tensión arterial y elevación de las concentraciones plasmáti- En más del 90% de los casos de enfermedad de Cushing se
cas de renina y aldosterona. En estos casos, calificados de demuestra la existencia de un adenoma hipofisario, que co-
seudohipoaldosteronismo tipo I, se ha demostrado una dis- rresponde a un microadenoma en más del 50%. Es rara su
minución o la ausencia de receptores para las hormonas mi- asociación con un síndrome de la silla turca vacía primaria.
neralcorticoides. También se ha descrito una forma adquiri- Igualmente rara es su presentación como parte del síndrome
da producida por diferentes enfermedades renales, asociada de neoplasia endocrina múltiple (MEN) tipo I (3,6% de los
con pérdidas salinas (uropatías obstructivas, después de tras- casos en alguna serie). Se ha descrito la enfermedad de Cu-
plante renal, prematuridad). No hay respuesta a los mineral- shing en dos miembros de una misma familia.
corticoides y el tratamiento consiste en la administración de La secreción de ACTH por tumores no hipofisarios consti-
suplementos de sal y resinas fijadoras de potasio. En algunos tuye el denominado síndrome de Cushing por ACTH ectópica,
casos se observa mejoría espontánea. que representa el 15% de los casos del síndrome en varones
Con el calificativo de seudohipoaldosteronismo tipo II se adultos. Es probable que su incidencia sea todavía mucho
designa otro cuadro esporádico o familiar que cursa con hi- más común, puesto que con frecuencia es difícil distinguirlo
perpotasemia, con hipertensión arterial por retención de sodio clínica y bioquímicamente de la enfermedad de Cushing. Se
o sin ella, filtrado glomerular normal y acidosis metabólica hi- ha demostrado que una amplia variedad de tumores pueden
perclorémica con hiato aniónico normal. Estos pacientes pre- producir ACTH biológicamente activa y son capaces de origi-
sentan niveles de renina y aldosterona inadecuadamente ba- nar un síndrome de Cushing (tabla 16.44). Sin embargo, en
jos para las cifras de hiperpotasemia. Parece demostrado que el 50% de los casos se trata de carcinomas pulmonares de cé-
el defecto primario sería un aumento patológico de la reabsor- lulas pequeñas. A la inversa, sólo el 2,8% de los cánceres de
ción de cloruros por el túbulo renal, con retención de sodio e pulmón cursan con un síndrome de Cushing. De todas mane-
inhibición del eje renina-angiotensina-aldosterona. El trata- ras, en el 51% de los casos pueden demostrarse anomalías en
miento consiste en la administración de hidroclorotiazida. la producción de cortisol. Muchos de los tumores relaciona-
dos en la tabla 16.44, además de ACTH, pueden producir
2129
ENDOCRINOLOGÍA
otras hormonas, como gastrina, CRH, catecolaminas, neuro- La administración de dosis suprafisiológicas de glucocorti-
péptidos, endotelina, etc. El síndrome de Cushing por secre- coides o ACTH representa una de las causas más frecuentes
ción ectópica de CRH es excepcional. de síndrome de Cushing (exógeno). En estos casos no existe
Los tumores suprarrenales productores de cortisol consti- un verdadero aumento de producción, y en la administración
tuyen la causa del denominado síndrome de Cushing supra- de glucocorticoides se produce una atrofia suprarrenal bilate-
renal no dependiente de la ACTH, que representa el 15% de ral. Tampoco el síndrome es totalmente reproducible por la
los casos. En los niños menores de 7 años, el carcinoma su- administración de cortisol, ya que otras hormonas de origen
prarrenal constituye la causa más frecuente; en los adultos, hipofisario o suprarrenal contribuyen directamente a la confi-
los adenomas y carcinomas presentan una incidencia simi- guración del síndrome clínico de Cushing endógeno.
lar, y su prevalencia es más alta en las mujeres que en los va-
rones. Alrededor del 95% de los carcinomas suprarrenales Anatomía patológica. En la mayoría de los casos de enfer-
son funcionantes; el 50% produce predominantemente corti- medad de Cushing hay un pequeño microadenoma (de 3-10
sol, el 30% andrógenos, el 12% estradiol y un pequeño por- mm de diámetro). Los tumores suelen ser cromófobos, aun-
centaje cursa con hipopotasemia y secreción aumentada de que también los hay basófilos, acidófilos o cromófobos y
mineralcorticoides. muestran diferentes grados de inmunorreactividad para
Existe una forma rara de síndrome de Cushing suprarrenal ACTH y otros péptidos derivados de la POMC. Con el micros-
no ACTH dependiente, la denominada enfermedad suprarre- copio electrónico se observa la presencia de gránulos de 200-
nal nodular pigmentada o displasia suprarrenal micronodular. 700 mµ de diámetro y microfilamentos perinucleares caracte-
Aparece antes o durante la pubertad de manera esporádica rísticos de 70 mµ de diámetro. Son relativamente insensibles
o formando parte de un síndrome familiar tumoral multisisté- a la dexametasona, con frecuencia cursan con hiperprolacti-
mico, el complejo de Carney, constituido por la aparición de nemia y pueden responder al tratamiento con bromocriptina.
tumores multicéntricos y bilaterales en los órganos pares. Se Algunos de estos tumores pueden secretar otras hormonas
describen mixomas cardíacos, tumores endocrinos funcio- además de ACTH (subunidad alfa, PRL, GH). En muchos pa-
nantes corticosuprarrenales, testiculares (tumores de células cientes (hasta el 42% en algunas series) curados después de
de Sertoli) e hipofisarios, schwannomas y lesiones cutáneas neurocirugía no se ha podido identificar el microadenoma.
tipo lentigos y nevos azules, especialmente en región centro- En algunos casos pueden observarse cambios hialinos en las
facial. En estos casos se ha demostrado la existencia de in- células corticotropas no tumorales (células de Crooke), pro-
munoglobulinas circulantes que estimularían el receptor de bablemente secundarios al aumento de cortisol plasmático.
ACTH, induciendo un hipercorticismo autónomo y la apari- Los carcinomas hipofisarios asociados con hipersecreción
ción de micronódulos. de ACTH y enfermedad de Cushing son excepcionales. Para
También en el síndrome de McCune-Albright se ha descrito otros aspectos sobre los tumores hipofisarios, funcionantes y
la aparición de cuadros de hipercorticismo por la formación no funcionantes, véase Enfermedades del sistema hipotálamo-
de nódulos autonómos. En estos casos se ha demostrado la hipofisario.
existencia de una mutación de la subunidad alfa de la proteí- En la enfermedad de Cushing y en los síndromes de pro-
na G estimulante, responsable de una activación sostenida de ducción ectópica de ACTH se encuentra una hiperplasia su-
la adenilciclasa, que puede también presentarse en otras prarrenal bilateral difusa. El grado de hiperplasia depende
glándulas endocrinas. Recientemente se han descrito casos del tiempo de evolución y de la intensidad del exceso de
de síndrome de Cushing por hiperplasia suprarrenal nodular ACTH. La aparición de nódulos es más frecuente en los an-
no dependiente de la ACTH y en los que la secreción de corti- cianos. En el 8-40% de los pacientes existe hiperplasia micro-
sol está en relación con la ingesta. Ésta actuaría a través de la nodular y macronodular. La media de edad de estos pacien-
liberación del polipéptido inhibidor gástrico (GIP), el cual tes es unos 10 años superior a la de aquellos con hiperplasia
ejercería su efecto a través de receptores para GIP expresados difusa. Se ha postulado que la hiperplasia nodular aparecería
ectópicamente en la membrana citoplasmática de las células bajo estimulación crónica de ACTH y que la hiperplasia difu-
cortico-suprarrenales. Las concentraciones de ACTH son in- sa llegaría a ser macronodular con producción de cortisol in-
detectables y en estos pacientes puede desarrollarse una insu- dependiente de la ACTH y con cierta inhibición de ACTH.
ficiencia suprarrenal en situaciones de ayuno prolongado. Formas con ACTH indetectable representarían la etapa final.
Se han descrito casos infrecuentes, de secreción aumenta- Hay casos heterogéneos, en los que existen macronódulos
da de cortisol y de ACTH, resistentes a la inhibición con de- autónomos junto a tejido suprarrenal hiperplásico depen-
xametasona. Estos hipercorticismos no cursan, sin embargo, diente de la ACTH. Dos tercios son resistentes a la inhibición
con signos y síntomas de Cushing debido a una resistencia con altas dosis de dexametasona, y muchos de estos pacien-
primaria parcial del receptor glucocorticoide. Se trata de una tes requieren una suprarrenalectomía total para su curación.
enfermedad familiar en la que se ha demostrado una dele- En la displasia suprarrenal primaria micronodular apare-
ción del gen del receptor glucocorticoide y una sustitución cen micronódulos productores de cortisol no dependientes
de un aminoácido en el dominio aminoterminal (asparagina de la secreción de ACTH, que está inhibida. El peso de las su-
por serina) en el codón 363. La resistencia parcial al receptor prarrenales es normal o ligeramente elevado, y la glándula
del cortisol podría ser más frecuente de lo que se había creí- contiene pequeños nódulos dispersos de color parduzco o
do inicialmente. Puede observarse una producción aumenta- negro en la corteza más interna. Los nódulos miden 1-5 mm
da de andrógenos o de mineralcorticoides, con traducción de diámetro y entre ellos se observa tejido cortical atrófico o
clínica. Suele responder al tratamiento con dexametasona. normal. Los nódulos están formados por células hipertróficas
El denominado síndrome de seudo-Cushing inducido por el que contienen numerosos gránulos de pigmento oscuro. El
alcohol presenta semejanzas clínicas con el síndrome de Cu- color oscuro de los micronódulos recuerda el de los “adeno-
shing verdadero y alteraciones bioquímicas sugestivas, como mas negros” asociados con el síndrome de Cushing.
aumento del cortisol plasmático y del cortisol libre urinario, Los tumores suprarrenales benignos son adenomas com-
pérdida frecuente del ritmo circadiano y resistencia a la inhi- puestos de combinaciones irregulares de células claras y de
bición con dosis débiles de dexametasona. Este cuadro se células con escaso contenido lipídico que recuerdan a las
atribuía a una estimulación del eje hipotálamo-hipofisosupra- célula “compactas” de la zona reticular normal. De manera
renal por el etanol. Sin embargo, no se ha demostrado este esporádica se observan adenomas de color marrón oscuro o
mecanismo, y la secreción persistente de cortisol podría de- negro (“adenomas negros”) debido a la presencia de pig-
berse a una alteración en el metabolismo hepático del corti- mento (lipofuscina o neuromelanina) en las células tumora-
sol causada por una disminución en la actividad de la 11-β- les. En los adenomas, la función de la zona reticular está su-
deshidrogenasa hidroxiesteroide. Otro posible mecanismo, primida como resultado de la inhibición de la ACTH. La
no demostrado, sería que el alcohol ejerciera un efecto esti- distinción entre adenoma y carcinoma bien diferenciado es
mulador sobre el GIP. difícil. Como criterios de carcinoma se aceptan la invasión
2130
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
TABLA 16.45. Manifestaciones clínicas más frecuentes sa en los niños que en los adultos. La facies de estos pacien-
en el síndrome de Cushing tes aparece redondeada (facies de luna llena), con las meji-
llas pronunciadas y rubicundas (fig.16.76). El cuello aparece
Manifestaciones clínicas Frecuencia (%) más ancho y corto debido a su engrosamiento por acumula-
Obesidad centrípeta 79-97 ción de grasa y a los depósitos de grasa en las regiones supra-
Cara de luna llena 50-94 claviculares y dorsocervical (cuello de búfalo). En general
Miopatía esteroide, debilidad muscular 24-90 coexisten aumento de peso y de apetito, pero otras veces el
Cambios en la piel 51-84 peso se mantiene o disminuye al cursar con inapetencia. El
Trastornos menstruales 55-80 incremento de peso podría estar relacionado con el aumen-
Hipertensión arterial 74-87
Trastornos psíquicos 31-86
to de insulina que estimularía la lipogénesis. Es muy común
Intolerancia a la glucosa 39-90 que estos pacientes refieran debilidad muscular, atribuible
Osteoporosis 40-50 generalmente a una miopatía esteroide proximal de extremi-
Litiasis renal 15-19 dades superiores e inferiores, a veces con afectación adicio-
nal de los músculos glúteos. En los pacientes con síndrome
de Cushing producido por ACTH ectópica, la miopatía pue-
de llegar a ser muy intensa, agravada en estos casos por la
vascular, mitosis atípicas, presencia de menos de un 25% de frecuente hipopotasemia.
células claras, arquitectura difusa y necrosis. Aunque los car- La piel aparece muy adelgazada por pérdida de tejido gra-
cinomas suelen ser más grandes en el momento de producir so subcutáneo. Se observan estrías cutáneas de color rojo
las primeras manifestaciones clínicas, el tamaño no se acep- violáceo localizadas sobre todo en la parte inferior del abdo-
ta como criterio de malignidad. Los adenomas suprarrenales, men, en caderas, en mamas y en la cara interna superior de
especialmente los asociados con virilismo, pueden ser gran- los brazos, en las axilas y en los muslos (fig. 16.77). Son más
des y hay, por tanto, un gran solapamiento entre tumores be- frecuentes e intensas en los pacientes jóvenes. No deben
nignos y malignos. confundirse con las que suelen presentar los adolescentes
que ganan mucho peso rápidamente. Son frecuentes las
Cuadro clínico. Las manifestaciones clínicas aparecen en equimosis y los hematomas, que aparecen con traumatismos
general progresivamente. Existen diferencias en función de mínimos. Las heridas suelen ser difíciles de cerrar y es carac-
la edad, el sexo, la intensidad y la duración del hipercorticis- terística su evolución tórpida, con lenta cicatrización. En los
mo y, obviamente, de la causa. casos de síndrome de Cushing que cursan con secreción au-
La obesidad constituye un signo muy frecuente (tabla mentada de ACTH y de otros péptidos más pequeños con ac-
16.45). Habitualmente de localización centrípeta, abarca el tividad melanotrópica se produce un aumento de pigmenta-
tronco, el abdomen, la cara y el cuello. Es mucho más inten- ción cutánea, especialmente en las zonas expuestas a la luz y
A B
Fig. 16.76. Cara de luna llena en una paciente afecta de síndrome de Cushing. Imagen de frente (A) y perfil (B).
2131
ENDOCRINOLOGÍA
2132
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
2133
ENDOCRINOLOGÍA
2134
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
lla de algodón, que se utiliza como espermicida. Las dosis re- TABLA 16.46. Clasificación del hiperaldosteronismo
comendadas oscilan entre 30 y 70 mg/día; como efectos se-
Hiperaldosteronismo primario
cundarios se han descrito íleo abdominal, xerostomía, eleva-
Adenoma productor de aldosterona
ción de transaminasas, fatiga, y frecuente hipopotasemia por Adenoma estimulable por el sistema renina-angiotensina
pérdida renal de potasio. Hiperaldosteronismo idiopático
Hiperaldosteronismo sensible a los glucocorticoides (tipo I)
Síndrome de Nelson. De forma característica, este síndro- Hiperaldosteronismo insensible a los glucocorticoides
me aparece después de una suprarrenalectomía total bilate- (tipo II)
ral practicada en un paciente afecto de enfermedad de Cu- Carcinoma
shing. La suprarrenalectomía bilateral puede inducir en Producción ectópica de aldosterona
algunos de estos pacientes hipersecreción de ACTH y β-LPH Hiperaldosteronismo secundario
(lipotropina) y un crecimiento rápido del tumor hipofisario
que, aunque benigno, puede ser agresivo y alcanzar un gran
tamaño. La prevalencia de este síndrome varía desde el 8 ción 3:1 y aparece entre la tercera y la quinta décadas de la
hasta el 35% de los casos, siendo más alta en niños. Clínica- vida. Una segunda variedad de adenoma presenta la caracte-
mente se manifiesta por la aparición de una intensa hiperpig- rística de que la secreción de aldosterona es capaz de res-
mentación cutánea y mucosa, cefalalgias, defectos campi- ponder a la estimulación por el sistema renina-angiotensina y
métricos, en ocasiones afectación de pares craneales y aún presentar hiperrespuestas a la perfusión de angiotensina
presencia de un macroadenoma hipofisario, con frecuencia, II. En algunas series este tipo de tumor llega a representar al
invasivo. A veces el tumor hipofisario es un carcinoma. Las menos un tercio de todos los adenomas. El carcinoma es una
formas de ACTH secretadas en el síndrome de Nelson no di- causa muy rara de hiperaldosteronismo, y sería responsa-
fieren de las de los individuos normales, responden con una ble del 1-4% de los casos. En las etapas avanzadas de su evo-
elevación a la hipoglucemia insulínica, pero no suelen inhi- lución suelen presentar además secreción aumentada de
birse con la administración de dexametasona. Al parecer, el glucocorticoides y andrógenos suprarrenales. El hiperaldoste-
desarrollo de este síndrome puede prevenirse mediante la ronismo idiopático, también denominado aldosteronismo pri-
irradiación hipofisaria practicada antes de la suprarrenalec- mario, se caracteriza por la existencia de hiperplasia bilateral
tomía o inmediatamente después. La extirpación del tumor, (en raras ocasiones unilateral) micronodular y macronodu-
siempre que sea posible, constituye el tratamiento de elec- lar. Comprende el 25% de los casos de hiperaldosteronismo
ción. Algunos casos responden al tratamiento médico con ci- primario y constituye un grupo heterogéneo. En estos casos
proheptadina. la suprarrenalectomía total bilateral es casi siempre ineficaz
y no corrige la hipertensión.
En 1966 se describió una variedad familiar de aldosteronis-
mo primario por hiperplasia, en la que la producción de al-
dosterona puede ser inhibida mediante la administración de
Hiperfunción mineralcorticoide glucocorticoides, a la que se denominó hiperaldosteronismo
sensible a los glucocorticoides o tipo I; tiene herencia domi-
En la tabla 16.46 se expone la clasificación de la hiperfun- nante y su presentación es rara. En este subtipo se ha com-
ción mineralcorticoide o hiperaldosteronismo. probado una mutación de los genes CYP11B1 y CYP11B2 que
El aumento de producción y secreción de aldosterona de- codifican las enzimas que catalizan la producción de cortisol
bido a una alteración primaria de las células productoras de en la zona fascicular y la de aldosterona en la zona glomeru-
aldosterona conduce a la aparición de un hiperaldosteronis- lar, resultando un gen híbrido que cataliza la síntesis de al-
mo denominado primario, que debe diferenciarse del que se dosterona, pero muy sensible a la ACTH, con lo cual niveles
desarrolla secundariamente a la estimulación del eje renina- normales de ésta conducen a una producción excesiva de al-
angiotensina por diferentes procesos patológicos extrasupra- dosterona. En estos casos, la secreción de aldosterona no
renales. responde a la angiotensina y, en cambio, hay una produc-
ción aumentada de 18-oxocortisol y 18-hidroxicortisol (“este-
roides híbridos”). Recientemente se ha descrito una segunda
Hiperaldosteronismo primario forma familiar de aldosteronismo primario o tipo II por hiper-
plasia, si bien también puede cursar con adenomas. Esta for-
Se considera la causa más común de hipertensión arterial ma no se inhibe con glucocorticoides y parece ser más fre-
de origen endocrino y la segunda forma más frecuente de hi- cuente que el tipo I. Finalmente, muy rara vez algunos
pertensión arterial curable. La frecuencia de hiperaldostero- carcinomas indiferenciados (ováricos) pueden cursar con
nismo primario en población hipertensa oscilaría entre 0,05 y producción ectópica de aldosterona. El tipo histológico descri-
0,2%. Representa posiblemente una causa más común de hi- to con mayor frecuencia es el tumor de células de Sertoli-
pertensión arterial de lo que se ha creído hasta ahora. Leydig (arrenoblastoma).
La secreción excesiva de aldosterona conduce inicialmen-
te a retención renal de sodio, expansión de volumen e hiper- Anatomía patológica. La mayoría de los adenomas produc-
tensión dependiente del sodio y del volumen, con inhibición tores de aldosterona son unilaterales, más a menudo locali-
de la ARP. El intercambio aumentado de Na+/K+ en el túbulo zados en el lado izquierdo, de tamaño inferior a 2 cm y mu-
distal conduce a una pérdida de potasio e hidrogeniones, chas veces detectables con TC o RM. Están formados en su
con aparición de hipopotasemia y alcalosis metabólica. El mayoría por células semejantes a las de la zona fascicular o
aumento de sodio total intercambiable pone en marcha un con características intermedias entre las de las zonas fascicu-
mecanismo compensador denominado “escape de sodio” lar y glomerular (células híbridas). La zona cortical glomeru-
que facilita la natriuresis y justificaría la ausencia de edemas. lar no tumoral aparece con frecuencia hiperplásica. Los car-
La aldosterona podría tener una acción central que, tal vez, cinomas son muy poco frecuentes; suelen ser más grandes
coadyuva a la aparición de la hipertensión arterial. que los adenomas y no presentan características histológi-
cas que los diferencien de los restantes carcinomas suprarre-
Etiología, patogenia y clasificación. Se describen cinco ti- nales, funcionantes o no.
pos de hiperaldosteronismo primario (tabla 16.46). La forma En el hiperaldosteronismo idiopático, los cambios obser-
clásica y más frecuente es la que obedece a un adenoma cor- vados en las suprarrenales son muy variables. Suele encon-
tical productor de aldosterona. Este cuadro se conoce tam- trarse una hiperplasia de las células de la glomerular, inclu-
bién como síndrome de Conn. Comprende entre el 65 y el yendo casos con micronódulos o con micronódulos y
88% de los casos, predomina en las mujeres en una propor- macronódulos corticales. Estos nódulos están formados por
2135
ENDOCRINOLOGÍA
células que con el microscopio electrónico aparecen carga- terona y las diferentes formas de hiperaldosteronismo idio-
das de lípidos. En las formas familiares tipo I hay hiperplasia pático. La determinación de la 18-hidroxicorticosterona en
de las células de la zona fascicular; pueden formarse tam- plasma puede ser útil, ya que en general los pacientes porta-
bién nódulos pero no adenomas. En las formas familiares dores de un adenoma productor de aldosterona presentan
tipo II existe hiperplasia, aun cuando también pueden desa- valores en decúbito superiores a 100 ng/dL (3.584 pmol/L);
rrollarse adenomas. en cambio, los pacientes con hiperaldosteronismo idiopático
tienen valores inferiores. Aun cuando la renina está inhibida,
Cuadro clínico. Los pacientes suelen consultar por hiper- el ortostatismo puede provocar una ligera elevación de la re-
tensión arterial variable, raras veces maligna. Es una hi- nina que llega a ser suficiente para elevar las concentracio-
pertensión dependiente del sodio y del volumen, que en su nes de aldosterona en enfermos con hiperaldosteronismo
evolución adquiere las características de la hipertensión idiopático; en cambio, en los pacientes portadores de adeno-
esencial con aumento de la resistencia vascular periférica. ma con este estímulo no solamente no aumenta, sino que
En algunas enfermas puede existir el antecedente de hiper- puede producirse una disminución paradójica de la aldoste-
tensión gestacional. La hipopotasemia está presente en el 80- rona.
90% de los casos y se produce por pérdida renal de potasio, Los pacientes portadores de adenoma muestran una elimi-
que es tanto mayor cuanto más elevada es la ingesta de so- nación urinaria elevada de esteroides híbridos (18-oxocorti-
dio. sol y 18-hidroxicortisol). Su presencia permite sospechar la
Las manifestaciones clínicas de la hipopotasemia depen- existencia de una esteroidogénesis alterada en estos tumo-
den de su intensidad y de la alcalosis metabólica, las cuales res. En el hiperaldosteronismo idiopático no familiar, la eli-
estarán sobre todo en relación con las pérdidas renales de minación urinaria de estos esteroides es normal. Las formas
potasio e hidrogeniones y con la ingesta de sal. Suele haber de aldosteronismo familiar tipo I suelen cursar también, al
cefalalgias, poliuria y polidipsia nocturnas por tubulopatía hi- igual que los adenomas, con una disminución ortostática de
popotasémica, debilidad muscular, parálisis intermitente, aldosterona y una eliminación urinaria elevada de esteroides
arritmias, taquicardia ventricular, alteraciones electrocardio- híbridos. En estos casos, la administración de 1 mg de dexa-
gráficas con hipertrofia ventricular izquierda y cambios debi- metasona a medianoche y de 0,5 mg a las 6.00 horas reduce
dos a la hipopotasemia. La intolerancia a la glucosa con in- los niveles matutinos de aldosterona a cifras inferiores a
sulinopenia aparece en más del 50% de los casos, pero el 5 mg/dL (138 pmol/L). Una relación de aldosterona en san-
desarrollo de una diabetes mellitus se produce sólo en pa- gre de venas suprarrenales derecha e izquierda superior a
cientes genéticamente predispuestos. Puede presentarse una 10:1 se considera diagnóstica de adenoma.
resistencia a la acción de la vasopresina y, si la alcalosis me- Las técnicas de imagen, especialmente la TC y la RM, son
tabólica es intensa, aparecen parestesias y cuadros de teta- útiles para la localización de tumores suprarrenales. Hay que
nia con signos de Chvostek y Trousseau. tener en cuenta, sin embargo, que se detectan adenomas su-
prarrenales no funcionantes hasta en el 1% de los pacientes
Diagnóstico. Debe sospecharse en pacientes hipertensos en los que se practica una TC. De ahí que su precisión diag-
que desarrollan una hipopotasemia con la administración de nóstica sea sólo del 70%. La existencia de nódulos corticales
diuréticos y que se mantiene aun después de interrumpirlos. no hiperfuncionantes similares a los adenomas es también
También en pacientes a los que después de una ingesta ele- relativamente común en ancianos. La presencia de nódulos
vada de sodio durante 3 o 4 días se les induce una hipopota- inferiores a 1 cm es más frecuente en pacientes hipertensos
semia. Los valores de potasio varían mucho, pero suelen ser (68% de los casos) que en individuos normales (42%). Tam-
inferiores a 3,5 mEq/L (3,5 mmol/L). Cuando en presencia de bién se ha utilizado la gammagrafía con yodometilnorcoles-
una hipopotasemia moderada (no inferior a 3 mEq/L [3 terol, después de un pretratamiento con dexametasona para
mmol/L]) y con una ingesta adecuada de sal, la eliminación evitar la captación del trazador en el tejido no adenomatoso
de potasio en orina de 24 h es superior a 30 mEq/L (30 y la administración de yodo para proteger el tiroides. En el
mmol/L), puede afirmarse que existe una actividad mineral- adenoma la captación es unilateral y en el hiperaldosteronis-
corticoide aumentada. El diagnóstico de hiperaldosteronis- mo idiopático no hay lateralización en la captación. Los car-
mo primario puede confirmarse con la demostración de un cinomas suelen presentar hipopotasemia e hipertensión más
aumento de la concentración plasmática de aldosterona y la grave, un tamaño generalmente mayor que los adenomas
inhibición de ARP. La relación entre los niveles plasmáticos y concentraciones mucho más elevadas de aldosterona y
de aldosterona y de renina está elevada y suele superar el va- DOCA.
lor de los 20-25, lo cual es diagnóstico. Antes de proceder a
estas determinaciones y a cualquier otra prueba diagnóstica Diagnóstico diferencial. En un paciente que consulta por
hay que suprimir la administración de diuréticos por lo me- hipertensión arterial es obligado descartar, en primer lugar,
nos durante 4 semanas. La espironolactona debería interrum- la existencia de estenosis de la arteria renal, feocromocito-
pirse 6 semanas antes, y los bloqueadores beta, 7 días antes. ma, síndrome de Cushing e hiperaldosteronismo primario,
La dieta debe contener más de 120 mEq/L día (120 mmol/L) para los cuales existen posibilidades terapéuticas de cura-
de sodio. ción en la mayoría de los casos. La historia clínica, la explo-
El diagnóstico definitivo se establece mediante la práctica ración y los datos de laboratorio permitirán establecer el
de pruebas destinadas a demostrar que la hiperfunción glan- diagnóstico.
dular es independiente de los estímulos fisiológicos. Así, es La comprobación de una ARP elevada en un enfermo hi-
útil la comprobación de que la ARP no es estimulable con pertenso puede ser reflejo de la existencia de una hiperten-
2 h de ortostatismo y administración de furosemida. Otra sión renovascular, uso de diuréticos o de inhibidores de la
prueba utilizada consiste en la administración de solución ECA, seguimiento de una dieta pobre en sal o de un raro tu-
salina isotónica (para aumentar el volumen extracelular), mor secretor de renina. A la inversa, una ARP disminuida
por vía intravenosa a razón de 300-500 mL/h, durante 4 h. En será un hallazgo constante en la hipertensión del síndrome
estos enfermos, tal sobrecarga no consigue reducir las con- de Cushing, en casos de administración exógena de fludro-
centraciones plasmáticas aumentadas de aldosterona. En ca- cortisona (pomadas, inhalación nasal), de 11-DOCA u otros
sos dudosos puede ser útil la prueba del captopril. La admi- mineralcorticoides. Lo mismo ocurre con la ingestión de re-
nistración de 25 mg de este inhibidor de ECA produce a las galiz, el uso de tabaco para mascar y la administración de
2 h una disminución de la secreción de aldosterona en indi- preparados como la carbenoxolona utilizados en pacientes
viduos normales; en cambio, no tiene efecto alguno en pa- con úlcera péptica, que contienen ácido glicirricínico y áci-
cientes con hiperaldosteronismo primario. do glicirretínico (su producto de hidrólisis). Estos ácidos
En cuanto al diagnóstico etiológico, la distinción funda- inhiben la enzima 11-β-deshidrogenasa hidroxiesteroide, en-
mental debe hacerse entre un adenoma productor de aldos- cargada de convertir el cortisol con actividad mineralcorti-
2136
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
2137
ENDOCRINOLOGÍA
HOLLAND OB. Hypoaldosteronism-disease or normal response? N Engl comprueba en alrededor del 50% agrandamientos de una o
J Med 1991; 324: 488-489. ambas suprarrenales, así como formaciones nodulares y tu-
LIFTON RP, DLUNY RG, POWERE M, RICH GM, COOK S, ULICK S et al. A chi- mores suprarrenales superiores a 1 cm de diámetro en el 2-
maeric 11 beta hydroxilase/aldosterone synthase gene causes glu-
cocorticoid-remediable aldosteronism and human hypertension. 9% de los casos. Estos hallazgos contrastan con la baja inci-
Nature 1992; 355: 262-265. dencia de tumores suprarrenales funcionantes.
MCKENNA TJ, SEQUEIRA SJ, HEFFERNAN A, CHAMBERS J, CUNNINGHAM S. En los individuos portadores de incidentalomas debería
Diagnosis under random conditions of all disorders of the renin- descartarse siempre una producción hormonal patológica.
angiotensin-aldosterone axis, including primary hyperaldostero- Se han descrito casos con secreción patológica de cortisol,
nism. J Clin Endocrinol Metab 1991; 73: 952-957. pero en cantidades insuficientes como para producir un sín-
MELBY JC. Diagnosis of hyperaldosteronism. Endocrinol Metab Clin drome de Cushing clínicamente aparente, aunque capa-
North Am 1991; 20: 247-255. ces de inhibir funcionalmente la glándula contralateral. Algu-
TAKE C, IKEDA K, KURASAWA T, KUROKAWA K. Increased chloride reab-
sorption as an inherited renal tubular defect in familial type II nos de estos pacientes presentaban hipertensión arterial,
pseudohypoaldosteronism. N Engl J Med 1991; 324: 472-476. obesidad difusa o diabetes mellitus tipo II. Basándose en es-
ULICK S. Two uncommon causes of mineralocorticoid excess: Syndro- tos hallazgos, algunos autores recomiendan la práctica de la
me of apparent mineralocorticoid excess and glucocorticoid-re- prueba de inhibición con dexametasona.
mediable aldosteronism. Endocrinol Metab Clin North Am 1991; La mayoría de los incidentalomas son adenomas benignos
20: 269-276. no funcionantes, pero también puede tratarse de carcino-
ULICK S, BLUMENFELD JD, ATLAS SA, WANG JZ, VAUGHAN ED. The unique mas. Para establecer el diagnóstico es útil la biopsia percutá-
steroidogenesis of the aldosterona in the differential diagnosis of nea bajo exploración ecográfica, si el paciente es delgado.
primary aldosteronism. J Clin Endocrinol Metab 1993; 76: 873-878.
WILLIAMS GH. Hyporeninemic hypoaldosteronism. N Engl J Med 1986; Desgraciadamente no siempre es posible distinguir una le-
314: 1.041-1.042. sión maligna por criterios histológicos. En razón de esta difi-
cultad, se ha recomendado el tratamiento quirúrgico para los
tumores de 3 cm o más. Los inferiores a 3 cm deberían con-
trolarse periódicamente por TC o RM, para seguir muy de
cerca su evolución, extirpándolos si se comprueba aumento
Hiperfunción androgénica de tamaño.
2138
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
Biosíntesis y metabolismo de las catecolaminas Las catecolaminas liberadas a la circulación en forma li-
bre presentan un rápido aclaramiento (pocos minutos); en
Las catecolaminas son sintetizadas a partir del aminoáci- su forma conjugada tienen una vida media de 30 min a va-
do tirosina procedente de la dieta o de la hidroxilación de rias horas. Alteraciones pequeñas de la función renal alargan
la fenilalanina. Por acción de la tirosina-hidroxilasa, la tirosi- su vida media. Es aconsejable, por tanto, medir los niveles de
na se transforma en dihidroxifenilamina ( L-DOPA) y, poste- catecolaminas libres en plasma y, muy especialmente, cuan-
riormente, en dopamina por acción de la DOPA-descarboxi- do se determina la respuesta de éstas en la prueba de la clo-
lasa (fig. 16.81). La dopamina pasa a unos gránulos de nidina.
depósito, donde sufre una hidroxilación sobre el carbono
beta de la cadena lateral por acción de la dopamina-β-hidro- Efectos biológicos de las catecolaminas
xilasa y se convierte en noradrenalina. Ésta es liberada en
las terminaciones nerviosas de las neuronas simpáticas pos-
ganglionares. En la médula suprarrenal, la noradrenalina se Las catecolaminas regulan importantes funciones celula-
convierte en adrenalina por acción de la enzima feniletano- res y desarrollan respuestas orgánicas, especialmente meta-
lamina-n-metiltransferasa y queda almacenada en vesículas bólicas y hemodinámicas, que son mediadas por receptores
secretoras. Los gránulos de depósito contienen las catecola- adrenérgicos localizados en la membrana celular. Existen
minas, ATP, proteína relacionada con la PTH (PTHrP) y dos tipos fundamentales de receptores adrenérgicos, alfa y
otras proteínas que se conocen como cromograninas. La beta (α y β), los cuales se subdividen a su vez en α1, α2, y β1
cromogranina A es una proteína de 439 aminoácidos codifi- y β2. Los efectos metabólicos de las catecolaminas son muy
cada en el cromosoma 14. Su determinación podría ser de variados: estimulan la lipólisis, la glucólisis, la cetogénesis, la
utilidad en el diagnóstico de algunos tumores endocrinos. movilización de aminoácidos y, a través de receptores β, esti-
El contenido de los gránulos es liberado por exocitosis, y mulan directamente la producción hepática de glucosa y dis-
las catecolaminas pasan directamente a la circulación. La minuyen su captación tisular con elevación de la glucemia, a
noradrenalina del plasma procede casi exclusivamente de lo que contribuyen indirectamente inhibiendo la secreción
las terminaciones simpáticas posganglionares y sólo el 2% de insulina a través de receptores α2. Los efectos hemodiná-
proviene de la médula; en cambio, toda la adrenalina circu- micos de las catecolaminas son muy importantes, pues au-
lante procede de la médula suprarrenal. En el plasma, las mentan la fuerza y la frecuencia de las contracciones del
concentraciones de noradrenalina son casi 10 veces superio- miocardio a través de receptores β. A través de receptores α,
res a las de adrenalina, mientras que en la médula suprarre- las catecolaminas sobre todo la noradrenalina, provocan au-
nal normal la concentración de adrenalina es 4 veces supe- mento de la resistencia vascular y de la presión arterial sistó-
rior a la de noradrenalina. lica y diastólica. La adrenalina, que tiene mayor afinidad por
Existen tres sistemas enzimáticos que intervienen en la de- los receptores adrenérgicos β2, produce aumento de la pre-
gradación metabólica de las catecolaminas (fig. 16.81). Estos sión sistólica pero no de la diastólica, e incremento de la fre-
sistemas son el de la monoaminoxidasa (MAO), el sistema cuencia cardíaca.
catecol-O-metiltransferasa (COMT) y los sistemas de conjuga-
ción con ácido sulfúrico y glucurónico. En orina se encuen- Exploración funcional de la médula
tra el ácido vanililmandélico (AVM), que representa el 30%
de las catecolaminas del plasma. El 23% de la noradrenalina suprarrenal
plasmática se elimina en forma de 3-4 deshidrofeniletilglicol
(DOPEG) libre y conjugado (se trata de un metabolito inter- La determinación de catecolaminas plasmáticas por méto-
medio marcador del metabolismo presináptico), el 20% en dos sensibles que miden la fracción libre (radioenzimáticos
forma de normetanefrina libre y conjugada, el 8% como nor- o por cromatografía líquida a alta presión) es útil en el estu-
adrenalina conjugada y el 5% en forma libre. La relación en- dio funcional de la médula suprarrenal. Es necesario realizar
tre la eliminación urinaria de noradrenalina y DOPEG puede su determinación en condiciones muy bien estandariza-
ser útil en el diagnóstico del feocromocitoma. das: paciente en ayuno, después de permanecer en reposo
TIROSINA NH2
HO –CH2 – CH – COOH
Tirosina hidroxilasa
DOPA HO NH2
HO –CH2 – CH – COOH
Dopa decarboxilasa
DOPAMINA
HO
HO –CH2 – CH2 – NH2
Dopamina-β-hidroxilasa
NORADRENALINA NORMETANEFRINA
HO CH3O
HO –CHOH – CH2 – NH2 HO –CHOH – CH2 – NH2
PNMT COMT
HO MAO CH3O
MAO
HO –CHOH – COOH MAO HO –CHOH – COOH
MAO COMT
HO CH3 METANEFRINA
Fig. 16.81. Biosíntesis y metabolismo –CHOH – CH2 – NH CH3O CH3
HO COMT
de las catecolaminas. PNMT: feniletanola- HO –CHOH – CH2 – NH2
mino-N-metiltransferasa; MAO: monoami- ADRENALINA ÁCIDO VANILMANDÉLICO
noxidasa; COMT: catecol-O-metiltransfe-
rasa.
2139
ENDOCRINOLOGÍA
30 min en decúbito supino y colocación de una aguja fina descrito asociado con facomatosis neurocutáneas familiar o
tipo “palomita” 20 min antes de proceder a la extracción de esporádica. Así, se da en pacientes con neurofibromatosis
sangre. Debe prohibirse la ingestión de café o té y fumar por (1%), en la enfermedad de Von Hippel-Lindau (10%), en el
lo menos durante 3 h antes de la prueba. Con métodos radio- síndrome de Sturge-Weber y en enfermos con schwannomas
enzimáticos, los valores normales de noradrenalina son de solitarios, meningiomas o astrocitomas.
218 ± 92 (DE) pg/mL (1,29 ± 0,5 mmol/L) y los de adrenalina La producción y la liberación excesivas de catecolaminas
de 42 ± 18 (DE) pg/mL (229 ± 98 pmol/L), si bien cada labo- por el tumor son responsables de los cambios hemodinámi-
ratorio tiene que establecer sus propias cifras de normalidad. cos y metabólicos que presentan los pacientes. Los tumores
Muchos fármacos aumentan su concentración: metildopa, L- extrasuprarrenales producen exclusivamente noradrenalina,
DOPA, proclorperazina, anfetaminas y supresión súbita de con excepción de los que se localizan en el órgano de Zuc-
clonidina; por el contrario, la administración de clonidina kerkandl y algún raro tumor intratorácico. Los tumores supra-
disminuye su concentración. renales sintetizan noradrenalina y adrenalina con predomi-
nio de la primera, a pesar de que la médula suprarrenal
La determinación de catecolaminas urinarias y sus metabo- normal contiene un 85% de adrenalina. El nivel de produc-
litos constituye otra prueba funcional. Se recomienda la me- ción y liberación de catecolaminas depende de la dotación
dición de las catecolaminas y dos de sus metabolitos, meta- enzimática del tumor. Si la tasa de conversión intratumoral
nefrinas totales y AVM en orina de 24 h, o bien en muestras de catecolaminas a metabolitos es muy alta, el tumor secre-
de orina de 1 h obtenidas al azar. El valor normal de cateco- tará sobre todo metabolitos inactivos con escasas manifesta-
laminas totales en orina es inferior a 100 µg/24 h (< 590 ciones clínicas.
nmol/día), el de metanefrinas menor de 1 mg/24 h (5,5 La hipertensión arterial se debería a la vasoconstricción in-
µmol/día) y el de AVM inferior a 6,8 mg/24 h (35 µmol/día). ducida por la noradrenalina a través de la estimulación de
Es necesario que la recogida de orina sea adecuada, lo cual los receptores α1. Las crisis hipertensivas paroxísticas serían
se confirma midiendo la cantidad de creatinina excretada. la consecuencia de una liberación súbita y muy elevada de
Se deben suprimir los fármacos que puedan interferir en su noradrenalina. Estos tumores no están inervados y, por tanto,
determinación: metildopa, L-DOPA, proclorperazina y anfeta- la liberación de catecolaminas no se produce por estímulos
minas (para la determinación de catecolaminas), inhibido- neurógenos, sino que obedecería a cambios en el flujo san-
res de la MAO, labetalol, clofibrato, ácido nalidíxico y con- guíneo, compresión directa y por acción de gran cantidad de
trastes radiográficos (para la determinación de metanefrinas) fármacos. En estos tumores se han encontrado receptores
y clorpromazina, ácido nalidíxico, guayacolato de glicerol, para el glucagón que explicarían la inducción de crisis paro-
metocarbamol, inhibidores de la MAO y contrastes radiográ- xísticas hipertensivas, a veces de varias horas después de su
ficos (para la determinación de AVM). En todos los casos administración. En los raros tumores en los que hay un pre-
hay que evitar la ingesta de clonidina. dominio de liberación de adrenalina, por estimulación de
Para las pruebas de estimulación y de inhibición, véase los receptores betadrenérgicos, se produce una hipotensión
‘‘Diagnóstico’’ de Feocromocitoma. arterial secundaria a una extensa vasodilatación periférica.
También se ha descrito hipotensión en tumores en los que la
secreción de noradrenalina era superior a la de la adrenali-
na, con valores de relación adrenalina/noradrenalina de 0,2-
0,7. En estos casos, la vasoconstricción inducida por la nor-
Feocromocitoma adrenalina a través de los receptores α1 conduciría a una
redistribución de líquidos, alteración en la permeabilidad ca-
Tumor productor de catecolaminas, derivado de las célu- pilar y reducción del volumen intravascular; la consiguiente
las cromafines y que, de forma característica, es una causa relajación del tono vascular con expansión del espacio vas-
de hipertensión arterial. Aunque se estima que sólo el 0,1% cular conducirían a la hipotensión. Podría contribuir tam-
de los pacientes con hipertensión arterial diastólica tienen bién una reducción del gasto cardíaco secundario a la de-
feocromocitoma, la hipertensión arterial es un trastorno tan presión miocárdica inducida por la noradrenalina. Una
frecuente (15-40% de la población general), que es fácil com- reducción del volumen plasmático por la vasoconstricción
prender las importantes implicaciones que su diagnóstico sostenida y una posible pérdida de tono de los receptores
precoz y tratamiento correcto comportan. Con todo, es un tu- posturales podrían estar implicados en la aparición de cua-
mor raro, pues estudios necrópsicos no seleccionados en- dros de hipotensión ortostática. La secreción excesiva de
cuentran una prevalencia del 0,09%, mientras que en pobla- adrenalina estimularía, a través de los receptores beta, la
ción diabética sería más alta, del 0,13%. producción hepática de glucosa e inhibiría, a través de los
Puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuen- receptores alfa, la secreción de insulina responsable de
te entre los 30 y los 50 años y raro después de los 60. Parece trastornos en el metabolismo hidrocarbonado. Asimismo, la
existir un ligero predominio en las mujeres, pero los tumores adrenalina originaría, por estimulación betadrenérgica, ta-
que aparecen en niños y los de localización torácica son quicardia y otras múltiples manifestaciones metabólicas.
más frecuentes en los varones. Aproximadamente en el 90% Además de producir catecolaminas, estos tumores son ca-
de los casos, el tumor se desarrolla en la médula suprarrenal, paces de sintetizar diferentes péptidos ectópicos o eutópicos
y en los restantes, la localización es extrasuprarrenal. En ni- que raras veces producen efectos clínicamente detectables.
ños, la distribución entre suprarrenales y extrasuprarrenales Se han descrito: síndrome de Cushing por síntesis de ACTH
es casi igual. ectópica, síndrome de Verner-Morrison por producción de
polipéptido intestinal vasoactivo (VIP) e hipercalcemias por
Etiopatogenia. El término feocromocitoma debería reservar- producción de PTH-rp identificada como principal factor hu-
se para los tumores de la médula suprarrenal, y el de para- moral causal en el desarrollo de las hipercalcemias neoplási-
ganglioma para los extramedulares que se desarrollan a par- cas, aun cuando también puede ser debida al aumento de
tir de las células neuroendocrinas del paraganglio simpático. secreción de PTH por estimulación adrenérgica. Se ha com-
Sin embargo, la tendencia general es a utilizar para estos últi- probado la presencia en estos tumores de neuropéptido Y,
mos la denominación de feocromocitomas extramedulares, somatostatina y de cromograninas. La determinación de cro-
siempre que presenten evidencia clínica de hipersecreción mogranina A depositada y liberada junto con las catecolami-
de catecolaminas y una reacción cromafín positiva. nas medulares podría tener utilidad en el diagnóstico de tu-
Pueden presentarse en forma hereditaria, aislados o, lo mores endocrinos y sobre todo en los MEN, pero su utilidad
que es más frecuente, asociados con otras neoplasias for- es muy limitada en el diagnóstico del feocromocitoma.
mando parte de los síndromes de MEN tipos II, IIb o III. En el
33% de los casos el tumor es multicéntrico. También se ha Anatomía patológica. El tamaño de los feocromocitomas es
2140
ENFERMEDADES DE LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES
muy variable. En las glándulas suprarrenales oscilan entre 3 y paratiroidismo asociado, pero también debido a estimula-
5 cm; los extrasuprarrenales, situados en el retroperitoneo, al- ción adrenérgica de la PTH o a producción de PTHrP por el
canzan como promedio, un tamaño de 10 cm. Los tumores propio feocromocitoma. El volumen plasmático está a menu-
que cursan con manifestaciones clínicas francas tienden a do reducido. Puede haber miocarditis focal y, a veces, mio-
ser más pequeños que los que dan poca o ninguna clínica. cardiopatía. Elevaciones transitorias de creatincinasa se rela-
El feocromocitoma es un tumor parcial o totalmente en- cionan con la miositis inducida por las catecolaminas. Se ha
capsulado, muy vascularizado, que con cierta frecuencia descrito también hiperamilasemia por elevación de las iso-
presenta zonas hemorrágicas. Los tumores de gran tamaño amilasas de tipo salival.
muestran necrosis hemorrágica y degeneración quística. Es- En los tumores productores de adrenalina, la primera ma-
tán formados por una proliferación de células neuroendocri- nifestación clínica puede ser una hipotensión arterial asocia-
nas de citoplasma basófilo o eosinófilo, pleomórficas, de ta- da con colapso circulatorio. También se han descrito en es-
maño muy variable, dispuestas en nidos separados por una tos casos cuadros de distrés respiratorio del adulto, edema
delicada estroma fibrovascular. Con el microscopio electró- agudo de pulmón no cardiogénico, taquicardia con trastorno
nico se comprueba que estas células presentan gránulos de del ritmo o sin éste e infarto de miocardio en ausencia de en-
secreción electrodensos, revestidos por una membrana. Es- fermedad coronaria.
tos gránulos contienen catecolaminas y cromogranina, que
pueden ser demostrados mediante técnicas inmunohistoquí- Diagnóstico. El diagnóstico se debe establecer a partir de la
micas. anamnesis, la exploración y la determinación de catecolami-
El 10% de los feocromocitomas son malignos. Por lo gene- nas y sus metabolitos en plasma y orina.
ral, aunque no siempre, son grandes y con áreas más exten- En presencia de síntomas y signos característicos, la
sas de necrosis que los tumores benignos. Las células presen- orientación diagnóstica es fácil, pero en ausencia de cuadro
tan las mismas características descritas antes, suele haber clínico puede ser muy difícil. Debería considerarse el diag-
mitosis, invasión capsular y vascular. Los tumores malignos nóstico de feocromocitoma en pacientes jóvenes con hiper-
no pueden diagnosticarse con certeza basándose sólo en cri- tensión arterial grave o en los que no se consigue un buen
terios histológicos y, en sentido estricto, únicamente pueden control o tienen respuestas hipertensivas paradójicas al tra-
considerarse malignos los que presentan metástasis en locali- tamiento. También hay que pensar en este proceso ante la
zaciones en las que no existe normalmente tejido cromafín. hipertensión arterial inducida por anestesia, cirugía, parto o
Las metástasis suelen aparecer en hígado, pulmón, esquele- ciertas pruebas dinámicas (TRH, glucagón), en pacientes
to, ganglios y cerebro. con hipertensión arterial inducida por inhibidores de la
Los feocromocitomas extrasuprarrenales se localizan en MAO, en pacientes o familiares portadores de síndromes de
zonas en las que existe tejido cromafín, por lo general alrede- MEN-II y III, neurofibromatosis y enfermedad de Von Hippel-
dor de ganglios simpáticos. En la mayoría de los casos son in- Lindau.
trabdominales (órgano de Zuckerkandl y vejiga urinaria), El diagnóstico debe confirmarse por el laboratorio. La de-
pero pueden aparecer también en el mediastino posterior, el terminación de catecolaminas urinarias libres o de sus meta-
pericardio y, excepcionalmente, en la región cervical. bolitos urinarios, metanefrinas y AVM, es el procedimiento
diagnóstico más ampliamente utilizado (véase Exploración
Cuadro clínico. La hipertensión arterial sistólica y diastólica, funcional de la médula suprarrenal). Una elevación de sus
permanente o episódica en forma de crisis paroxísticas, re- valores normales confirma la existencia del tumor. Se consi-
presenta la manifestación más habitual. La hipertensión sos- gue mayor seguridad diagnóstica practicando dos de las tres
tenida es a veces grave (con retinopatía y nefropatía), resis- pruebas, de las cuales una sería la medición de catecolami-
tente al tratamiento, o lábil y en ocasiones acompañada de nas totales libres en orina y la otra la de metanefrinas o AVM.
hipotensión ortostática. En pacientes hipertensos no trata- En este sentido, hay que tener en cuenta que algunos tumo-
dos, las caídas tensionales de origen postural deben sugerir res presentan una síntesis y una liberación muy rápidas de
el diagnóstico. El 90% de los pacientes presentan la tríada de catecolaminas, con escasa producción de metabolitos, con
cefalalgia, sudación y taquicardia, que sólo se observan en el lo cual se hallarán valores altos de hormonas en orina, pero
6% de los pacientes con hipertensión arterial. bajos de sus metabolitos. Por el contrario, hay tumores, en
En más de la mitad de los casos, la hipertensión (con ci- general de gran tamaño y con poca expresividad clínica,
fras tensionales sistólicas superiores a 250 mmHg y diastóli- en los que las catecolaminas permanecen almacenadas y su-
cas de 140 mmHg) y los síntomas aparecen en forma paroxís- fren la acción de las enzimas que las metabolizan, con lo
tica, y en los intervalos entre las crisis, los pacientes están cual en orina se hallan valores normales o poco elevados de
normotensos y asintomáticos. En los enfermos con hiperten- catecolaminas libres y muy altos de sus metabolitos. La de-
sión permanente también pueden presentarse crisis paroxísti- terminación de AVM puede dar más falsos negativos, dada
cas. Su duración es variable, desde unos minutos hasta varias su menor sensibilidad en relación con las otras determina-
horas, aunque lo más frecuente es que sea breve (30-40 ciones; sin embargo, presenta mucha mayor especificidad si
min). Las crisis pueden producirse varias veces en un mes, se utilizan métodos adecuados (tabla 16.47).
en una semana o incluso en un mismo día o puede haber in- La determinación de catecolaminas plasmáticas totales,
tervalos libres durante muchos meses. No siempre se conoce realizada en condiciones correctas y con métodos precisos y
el factor desencadenante, aunque con frecuencia la crisis reproducibles, constituye un parámetro diagnóstico básico.
aparece tras la realización de ciertas maniobras explorato- Valores superiores a 2.000 pg/mL (11.822 pmol/L) se conside-
rias, como palpación abdominal, administración de contras- ran diagnósticos de feocromocitoma. La determinación de
tes radiográficos o fármacos con fines terapéuticos o diag-
nósticos (en la prueba de glucagón para estudio de reserva TABLA 16.47. Características de las pruebas diagnósticas del
pancreática en diabéticos deberían tomarse siempre precau- feocromocitoma
ciones), ejercicio intenso, uso de prendas de vestir muy ajus-
tadas que comprimen, administración de anestésicos, cirugía Prueba Sensibilidad (%) Especificidad (%)
o parto. Catecolaminas urinarias
A menudo estos enfermos refieren nerviosismo, ansiedad, totales 82 95
intolerancia al calor, temblor, palidez cutánea, debilidad, as- Metanefrinas urinarias 83 95
tenia, náuseas con vómitos o sin ellos, dolor torácico o abdo- Ácido vanililmandélico
minal y pérdida de peso, si bien la obesidad no excluye el urinario 81 97
diagnóstico. No es raro comprobar intolerancia a la glucosa, TC abdominal 92 80
Metayodobencilguanidina 88 99
con hiperglucemia en ayunas e insulinopenia. Puede haber
hipercalcemia en los síndromes de MEN tipos I y II por hiper- Modificada de S.G. PANKER y R.I. KOPELMAN.
2141
ENDOCRINOLOGÍA
2142
SÍNDROME CARCINOIDE
Síndrome carcinoide
A. Marañón Cabello
El síndrome carcinoide es la situación clínica resultante integrada por fenómenos paroxísticos vasomotores con enro-
de la acción de diversas sustancias elaboradas en exceso por jecimiento facial, crisis asmoides, manifestaciones gastroin-
el tumor carcinoide, entre las cuales destacan la serotonina, testinales y, a veces, lesiones cardíacas valvulares derechas.
calicreínas, histamina y prostaglandinas. 3. Existía una elaboración excesiva por parte del tumor
El término tumor carcinoide fue propuesto por OBERNDOR- y sus metástasis de un metabolito que se identificó como la
FER en 1907, para señalar la evolución más lenta y el pronósti- serotonina, cuya descarga masiva en la sangre sería la res-
co más benigno de este tipo de neoplasias en relación con ponsable de la sintomatología paroxística y de las lesiones fi-
los adenocarcinomas intestinales. brosclerosantes de las válvulas del corazón derecho. La hi-
Posteriormente se pudo comprobar el potencial endocri- perserotoninemia se corroboró por el hallazgo en la orina de
no y humoral de estos tumores, denominados también ar- cantidades supranormales de su metabolito, el ácido 5-hidro-
gentafinomas por sus cualidades tintoriales con la plata. En xiindolacético (5-HIA).
repetidas observaciones sometidas a estudio se comproba- Estudios posteriores han ampliado considerablemente los
ron los siguientes hechos: conocimientos acerca del origen y la histogénesis de estos tu-
1. En la mayoría de los casos el tumor carcinoide consti- mores, de sus manifestaciones clínicas y localizaciones, y de
tuía un hallazgo operatorio o de necropsia. ciertas medidas terapéuticas encaminadas a la yugulación
2. En los casos en que el tumor había metastatizado en el de los efectos provocados por la descarga tumoral de sustan-
hígado, su expresividad clínica era a menudo proteiforme, cias biológicamente activas y/o con potencial endocrino.
2143
ENDOCRINOLOGÍA
Monoaminoxidasa
(MAO)
La primera que se descubrió fue la serotonina, ya que el
Ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIA) tumor carcinoide es capaz de captar ávidamente el triptófa-
no (hasta el 60% o incluso más), que sigue la vía de conver-
Excretado en orina sión de la figura 16.83.
El ácido 5-HIA es rápidamente excretado por la orina y
casi toda la serotonina se elimina en forma de esta sustancia.
Fig. 16.83. Metabolismo de la serotonina. El primer paso de la síntesis serotonínica es catalizado por
la triptófano-5-hidroxilasa, enzima que limita la rapidez de la
formación de la serotonina. La inhibición de esta enzima me-
Etiología, anatomía patológica y características bioló- diante la paraclorofenilalanina produce una notable reduc-
gicas. El tumor carcinoide es una neoplasia en general de ción de la síntesis de serotonina.
pequeño tamaño, evolución lenta, que deriva de las célu- La constante de Michaelis Mendel (Km) de la triptófano-5-
las del sistema endocrino difuso (tubo digestivo, vías respi- hidroxilasa (enzima limitante de la formación de serotonina)
ratorias, sistema genitourinario, etc.) con excepción de las es baja, por lo tanto no queda saturada con triptófano humo-
del páncreas y de las células C del tiroides. Estas células ral, sino que actúa también sobre el plasmático, producien-
tienen una particular cualidad tintorial que ha servido de do la deficiencia de éste y, de forma consecutiva, de ácido
base para su caracterización e individualización: son capa- nicotínico, lo que determina la aparición de signos pela-
ces de reducir o captar las sales de plata, es decir, son cé- groides.
lulas argirófilas y/o argentafines. Este atributo histoquímico No todos los síntomas del síndrome carcinoide pueden ex-
obedece a la presencia en el citoplasma celular de unos plicarse por el aumento de la serotonina; por ello, varios au-
gránulos de secreción que almacenan aminas, como la se- tores emprendieron la búsqueda de otros componentes se-
rotonina, y que al microscopio electrónico presentan un ta- gregados por el tumor. Se demostró que el tumor carcinoide
maño y un aspecto característicos (gránulos de neurose- puede elaborar calicreínas (enzimas formadoras de cininas),
creción). que convierten el cininógeno (una α2-globulina) en lisilbradi-
Conocidas las células progenitoras de los tumores carci- cinina y bradicinina, sustancias ambas con acciones vasoacti-
noides y su amplia dispersión por el organismo, es posible vas que son inactivadas en el pulmón y el hígado. Otras sus-
explicar las diversas localizaciones, aunque la más frecuente tancias encontradas en los tumores carcinoides han sido:
es el tubo digestivo. histamina, prostaglandinas, ACTH, insulina, MSH y catecola-
El carcinoide es el tumor maligno más frecuente del apén- minas y más recientemente (1978), ADH, PTH, gonadotropi-
dice y del íleon, pero puede aparecer en cualquier punto del nas y sustancia P (tabla 16.48).
tubo digestivo, desde el estómago hasta el recto, sin excluir Todas las sustancias citadas son responsables, en mayor o
la vesícula. Se encuentra también en el ovario y el testículo. menor medida, de la fisiopatología del síndrome carcinoide.
Aproximadamente el 2% de los tumores bronquiales son car-
cinoides. Cuadro clínico. Cuando el tumor carcinoide no se traduce
En lo que se refiere a la malignidad, los tumores carcinoi- en manifestaciones del síndrome carcinoide maligno, su sin-
des suelen presentar un crecimiento muy lento, que permite tomatología puede ser prácticamente nula y su diagnóstico
largas supervivencias. Un criterio útil de malignidad es el ta- clínico muy difícil, dado el pequeño volumen de estos tumo-
maño del tumor y la comprobación histológica de haber in- res y su lento crecimiento en el órgano donde asientan.
vadido o no la capa muscular. Las estructuras invadidas con
mayor frecuencia son los ganglios linfáticos mesentéricos, el 1. Tumor carcinoide. Dado que la mayoría de los tumores
hígado, el mesenterio y el peritoneo. carcinoides se desarrollan en el tubo digestivo, en algunos
Desde el punto de vista macroscópico el carcinoide es un casos pueden ser responsables de fenómenos hemorrágicos,
tumor pequeño, en la mayoría de los casos inferior a 1,5 cm dolores suboclusivos u oclusión total, dependiendo del tra-
de diámetro. Ofrece el aspecto de nódulo o de áreas foca- mo afectado. Al respecto conviene recordar que, a menudo,
les de engrosamiento submucoso. Su color es amarillento o estos trastornos de oclusión intestinal no se deben a la masa
grisblanquecino. Los carcinoides suelen estar bien circuns- tumoral sino a una importante reacción fibroblástica locali-
critos, pero no encapsulados, y muestran al corte una colora- zada. Sorprende, a veces, al abrir el abdomen, la exuberante
ción amarillenta, probablemente debida al alto contenido de reacción fibrosa que en general rodea al tumor y que en la
colesterol y otros lípidos. Con menor frecuencia adoptan un mayoría de los casos es la responsable principal de las crisis
aspecto vegetante, ulceroso o anular, que puede ocasionar de suboclusión intestinal que pueden presentar estos pacien-
fenómenos de constricción en el tubo digestivo. tes. Dicha reacción fibroblástica se ha relacionado con la po-
Microscópicamente, están formados por células pequeñas sible liberación por parte del tumor de alguna sustancia que
de tamaño uniforme con citoplasma eosinófilo y granular. estimule la proliferación fibroblástica.
Pueden presentar una arquitectura insular, trabecular o glan- En la práctica clínica casi todos los carcinoides se descu-
dular. Los gránulos son argirófilos y reaccionan con anticuer- bren post mortem o al intervenir por apendicitis o por un
pos contra la cromogranina. cuadro oclusivo o suboclusivo intestinal.
Una de las características más importantes del carcinoide
es su múltiple potencial endocrino; se ha detectado una am- 2. Síndrome carcinoide. Sólo el 3% de estos tumores provo-
plia gama de sustancias humorales fabricadas por el tumor. can el denominado síndrome carcinoide, cuyo desarrollo pa-
2144
SÍNDROME CARCINOIDE
TABLA 16.49. Hallazgos clínicos y biológicos en el síndrome síntomas respiratorios que presentan con mayor frecuencia
carcinoide no corresponden a una auténtica crisis de bronquiolocons-
tricción: es mucho más frecuente la polipnea, a veces rui-
Enrojecimiento facial dosa, durante el episodio de flush. Las auténticas crisis
Coloración rojo-anaranjada de la piel en las zonas sometidas asmoides se producen sobre todo en enfermos afectos pre-
a fricciones viamente de una broncopatía crónica.
Hiperperistaltismo intestinal (diarrea, cólico, borborigmos) Lesiones cardíacas. Se produce depósito de tejido coláge-
Bronquioloconstricción y crisis asmoides
Valvulopatías principalmente derechas no en el endocardio vascular y en las cámaras cardíacas,
Metástasis hepáticas que afectan de forma preferente el lado derecho del corazón
Niveles hemáticos de serotonina aumentados y originan estenosis y/o insuficiencia tricúspide o pulmonar.
Aumento del ácido 5-hidroxiindolacético en la orina En ocasiones, las lesiones se localizan en las válvulas del
corazón izquierdo, sobre todo cuando hay un cortocircuito
derecha-izquierda y las sustancias hormonales procedentes
del tumor pueden llegar a él sin pasar antes por los pulmo-
rece depender de la presencia de metástasis hepáticas o pul- nes, o bien cuando el tumor carcinoide es de localización
monares. bronquial.
Este hecho se explica porque el hígado metaboliza e inacti- El grado de insuficiencia cardíaca es muy variable; así, al-
va la mayoría de los productos segregados por el tumor carci- gunos pacientes con lesiones valvulares muy graves pueden
noide y drenados por el sistema portal. Cuando el hígado pre- mantener durante mucho tiempo una leve imposibilidad fun-
senta metástasis, éstas incorporan sus productos a la cional y, a partir de entonces, descompensarse con rapidez.
circulación sistémica, por lo que no se produce la inhibición Excepcionalmente se ha descrito algún caso de asistolia
que el hígado ejerce sobre estas sustancias. Se invoca tam- con aumento de gasto cardíaco (high-output heart failure) en
bién una razón de masa tumoral, pues mientras que los tumo- ausencia de lesiones valvulares. Este cuadro se atribuye a la
res carcinoides primitivos gastrointestinales son de tamaño re- producción predominante de sustancia P, un potente vasodi-
ducido, los amplios, o los numerosos nódulos hepáticos, latador.
pueden fabricar mayor cantidad de productos. Otros síntomas. En algunos pacientes se han descrito fibro-
El cuadro clínico del síndrome carcinoide (tabla 16.49) sis del pericardio, el peritoneo, el retroperitoneo y del pene
está constituido por los siguientes grupos de síntomas y sig- (síndrome de La Peyronie). Es preciso, sin embargo, recono-
nos: cer que al menos la fibrosis retroperitoneal puede ser conse-
Hepatomegalia tumoral. El hígado está aumentado de ta- cutiva al tratamiento con metisergida, ya que este antagonis-
maño, su superficie es nodular y con frecuencia aparecen ta de la serotonina posee dicho efecto secundario.
dolores en el hipocondrio derecho. La necrosis de los nódu- En algunos casos pueden aparecer manifestaciones caren-
los tumorales puede causar dolor, frote, fiebre y leucocitosis. ciales en forma de un síndrome cutáneo pelagroide, debidas
Fenómenos vasomotores. El enrojecimiento cutáneo agu- a un déficit de ácido nicotínico por alteración de la vía meta-
do constituye el síntoma más llamativo. Se inicia por un ac- bólica del triptófano.
ceso congestivo o flush (similar al de las sofocaciones clima-
téricas) que se traduce por rubor en el rostro, el cuello y la Diagnóstico. Ante un enfermo con un cuadro clínico com-
parte superior del tórax. Se trata de una amplia mancha erite- patible con un síndrome carcinoide, el dato bioquímico de
matosa, homogénea y con bordes netos. Asimismo, pueden mayor valor para su identificación es la determinación del 5-
presentarse “oleadas congestivas”. En el curso del acceso HIA en la orina de 24 h, cuya eliminación normal no rebasa
congestivo, que dura entre algunos minutos y una hora, el los 9 mg/día. Cuando dicha cantidad supera los 25 mg/día
paciente puede experimentar una sensación de calor, ede- debe despertar la sospecha de síndrome carcinoide.
mas palpebrales e hipersecreción sudorípara, lagrimonasal y El valor de esta prueba es indudable, pero en la práctica
salival. clínica se debe tener presente que pueden producirse falsos
Otro tipo de rubor que puede observarse en la misma loca- positivos y negativos en relación con la toma previa de cier-
lización y permanece durante más tiempo adopta un tinte tos fármacos y alimentos. Entre los medicamentos que pue-
violáceo. La frecuencia de los accesos es muy variable de den falsear los resultados destacan los tranquilizantes feno-
unos pacientes a otros. tiazínicos y muchos fármacos, como fenacetina, mefenesina
En algunos enfermos se observan, después de múltiples y guayacolato de glicérido, así como L-DOPA, hidrazidas y
crisis de rubor facial, telangiectasias en la nariz y los pómu- otros. El mismo efecto se produce tras la ingestión de alimen-
los, sobre un fondo de eritrosis o de eritrocianosis con una li- tos que contienen tiramina (como el queso), la cual actúa
gera infiltración edematosa. presumiblemente en forma indirecta liberando catecolami-
El enrojecimiento puede ocurrir de manera espontánea, nas endógenas.
pero en otros casos actúan como factores desencadenantes Por las razones citadas es importante la repetición de los
de la crisis la ingestión de alcohol, las emociones, la palpa- estudios analíticos, valorando el tipo de alimentación y
ción del tumor o la defecación. los posibles fármacos que toma el paciente. Se recomienda,
En un principio se pensó que las crisis de enrojecimiento por tanto, una dieta sin vainilla ni indoles (plátanos, piña, ci-
facial eran debidas a la hiperserotoninemia; en la actualidad ruelas y nueces, frutas, verduras, café, chocolate y colas) an-
se sabe con certeza que se deben a que, durante el episodio, tes de los estudios biológicos.
aumentan notablemente los niveles de bradicinina circulan- Una vez identificado el síndrome carcinoide maligno revis-
te y los péptidos plasmáticos relacionados con ella. te gran importancia pronóstica y terapéutica la localización
Manifestaciones digestivas. Coincidiendo con las crisis de o el origen del tumor (apéndice, íleon, estómago, páncreas,
rubor o independientemente de éstas, pueden presentarse fe- ovarios, bronquio, etc.), así como el grado de extensión de
nómenos de hiperperistaltismo intestinal, cuya traducción las metástasis (tabla 16.50). Todo ello requiere una cuidado-
clínica son dolores abdominales, borborigmos y deposicio- sa exploración clínica, biológica y gammagráfica del hígado
nes diarreicas repetidas. para evidenciar posibles metástasis. Los estudios radiológi-
Al parecer, la causa de este trastorno es la serotonina, ya cos del tubo digestivo contribuirán al hallazgo del tumor pri-
que el antagonista de esta sustancia, la metisergida, es útil mitivo, imponiéndose en muchos casos la realización de una
para aliviar la diarrea de estos pacientes. tomografía computarizada (TC) abdominal.
Manifestaciones respiratorias. La constricción bronquial o La ecografía puede descartar la localización ovárica. En al-
broncospasmo con disnea asmoide es rara y sólo se presenta gunos enfermos será necesaria la realización de una bron-
en el 10% de los enfermos. De hecho, aunque es conocida la coscopia que descarte la posibilidad de un carcinoide bron-
acción vasoconstrictora de la serotonina y la bradicinina, los quial.
2145
ENDOCRINOLOGÍA
Formas clínicas especiales. Además de la forma típica ha- Se administra en dosis de 2 g/día; dosis superiores provocan
bitual, carcinoide primitivo ileal con metástasis hepáticas, se efectos secundarios, como cambios mentales, fatiga, cefalal-
conocen, como ya se ha indicado, otras localizaciones, gia, inestabilidad cefálica y zumbidos de oído. Se han regis-
como la gástrica y la bronquial, que ofrecen ciertas caracte- trado también manifestaciones alérgicas con eosinofilia.
rísticas clinicobiológicas particulares que quedan resumidas El 5-fluorotriptófano bloquea la actividad de la hidroxilasa
en el cuadro de MELLMON (tabla 16.50). del triptófano y, a dosis de 200 mg cada 8 h, mejora en algu-
nos pacientes la diarrea y el estado general.
Tratamiento. El tratamiento de estos tumores, cuando no La crisis de rubor facial se alivia con ciertos tranquilizantes
han producido metástasis, es la extirpación quirúrgica. Sin (clorpromazina), bloqueadores alfadrenérgicos y fármacos
embargo, en la práctica, la resección quirúrgica curativa es neutralizadores de las cininas.
prácticamente imposible, debido a que la mayoría de los tu- Los inhibidores de la descarboxilasa, por ejemplo la alfa-
mores carcinoides ya han metastatizado en el momento del metildopa, mejoran a algunos enfermos afectos de carcinoi-
diagnóstico. de gástrico. Más recientemente, el descubrimiento de la oc-
Si el paciente presenta un síndrome carcinoide, es eviden- treótida, un análogo de la somatostatina, ha resultado de
te que existe gran cantidad de metástasis en el hígado y muy gran utilidad en el control y tratamiento de los síntomas pro-
rara vez puede practicarse una hepatectomía parcial para ducidos por la hipersecreción hormonal de los tumores car-
disminuir la masa tumoral productora de serotonina y otras cinoides.
sustancias biológicamente activas. El pronóstico de los carcinoides es relativamente bueno,
Estos tumores son resistentes a la radioterapia y la quimio- superando el 60% de supervivencia a los 5 años en el caso de
terapia. Se han informado ligeras mejorías con agentes alqui- pacientes con lesiones resecables, y el 33% en los que pre-
lantes como ciclofosfamida, melfalán y 5-fluorouracilo. La sentan metástasis.
administración de fármacos a través de un catéter introduci-
do en la arteria hepática como procedimiento terapéutico
paliativo merece ulteriores confirmaciones.
Cuando la exéresis quirúrgica no es posible, el tratamiento
debe dirigirse a paliar el síndrome. La dieta debe ser adecua-
da en proteínas, con suplemento de niacina en los enfermos
que excretan grandes cantidades de 5-HIA, en quienes en Bibliografía especial
ocasiones se desarrolla pelagra. CREUTZFELDT W, STÖCKMAN F. Carcinoids and carcinoid syndrome. Am
Las manifestaciones hiperserotonínicas mejoran con los J Med 1987; 82 (supl 58): 4-16.
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2146
Enfermedades de las gónadas
J.A. Fernández Tresguerres, E. Vilardell Latorre, L. Audi Parera, A. Goday Arnó
e I. Halperin Rabinovich
2147
ENDOCRINOLOGÍA
Andrógenos. Dado que los andrógenos son los precursores cular de alrededor de 30 kD, denominada LHRBI, bloquea,
de la biosíntesis de estrógenos, es lógico pensar que también pues, la posibilidad del estímulo gonadotrópico sobre la bio-
se secretan en cierta medida. Los dos más abundantes son la síntesis hormonal del cuerpo lúteo y su funcionamiento.
androstenodiona y la testosterona, cuyo lugar de origen lo
constituyen las células tecales y las glándulas suprarrenales. Relaxina. El cuerpo lúteo humano produce una hormona
peptídica de aproximadamente 6 kD, capaz de inducir la re-
Inhibina. La inhibina es una sustancia proteica con un peso lajación de los ligamentos interpúbicos y de inhibir la activi-
molecular de alrededor de 32 kD, formada por dos cadenas, dad del miometrio. La molécula consta de dos cadenas pep-
alfa y beta, unidas por puentes disulfuro y sintetizada en las tídicas, A y B, conectadas por otro péptido, C, y unidas entre
células de la granulosa, que es capaz de inhibir la liberación sí por puentes disulfuro. Es específica de especie. Se halla re-
de FSH de manera dependiente de la dosis, tanto in vitro lacionada con la insulina y las IGF y es producida fundamen-
como in vivo. Se produce en gran cantidad en el folículo do- talmente en el cuerpo lúteo gravídico, si bien aparece tam-
minante, bloqueando la liberación de FSH e impidiendo que bién, aunque en mucha menos cantidad, en el cuerpo lúteo
ésta pueda estimular a otros folículos. menstrual y su secreción se incrementa bajo el estímulo con
HCG. Su misión parece ser mantener el útero en reposo du-
Factor estimulante del folículo. LEDWITZ-RIGBY demostró la rante el embarazo para evitar un aborto temprano, efecto
existencia de un factor estimulante de la maduración folicu- que realiza de forma conjunta con la progesterona, y facilitar
lar, que podría ser la hoy denominada activina, constituida el parto mediante el reblandecimiento del cérvix uterino y la
por dos cadenas beta de la inhibina. Con un peso molecular relajación de los ligamentos pélvicos.
de 24 kD, por un lado, estimularía la aromatización y, por
otro, inhibiría la biosíntesis de andrógenos en las células te-
cales e incluso estimularía la FSH. Acciones de las hormonas sexuales
Inhibidor de la maduración de los oocitos (OMI). Dado Acciones de los estrógenos. Los estrógenos actúan sobre
que el elemento fundamental del folículo es el oocito que diversos tejidos del organismo a través de receptores nuclea-
contiene en su interior, es lógico suponer la existencia de res específicos. A partir de la pubertad estimulan el desarro-
una serie de sustancias en el folículo que regulen su madura- llo de los caracteres sexuales secundarios femeninos indu-
ción. La sustancia responsable del bloqueo madurativo fue ciendo el crecimiento mamario, la distribución característica
descrita por CHANNING en 1979, a la que designó inhibidor de de la grasa corporal predominantemente alrededor de los
la maduración de los oocitos. Esta sustancia es capaz de im- muslos y las caderas y el desarrollo de los genitales internos
pedir que el oocito continúe su maduración, interrumpién- y externos. El útero aumenta de tamaño proliferando el en-
dola en el inicio de la meiosis. Muy recientemente, se ha pos- dometrio de forma característica. La mucosa vaginal sufre un
tulado que el OMI es, en realidad, AMP cíclico producido en proceso de cornificación en sus células superficiales, que au-
las células granulosas del cúmulo oóforo. La acción de las mentan su contenido en glucógeno. El cuello uterino presen-
gonadotropinas, al deshacerlo, impide su actuación y permi- ta una secreción mucosa, que se incrementa en cantidad y
te la maduración del oocito. se hace muy filante en presencia de estrógenos, adquiriendo
un patrón de cristalización en “helecho” característico. Esta
Hormona liberadora de gonadotropinas (Gn-RH). Aun- acción está encaminada a facilitar el paso de los espermato-
que el origen del decapéptido estimulante de las gonadotro- zoides a través del moco cervical.
pinas es fundamentalmente hipotalámico, también existe Estimulan el crecimiento de los huesos largos, pero cie-
cierta producción en el ovario, donde es capaz de inhibir la rran los cartílagos de conjunción, por lo que a la larga detie-
secreción de estrógenos en respuesta al estímulo con FSH y nen el crecimiento. Estimulan el anabolismo.
también la de progesterona estimulada por la LH.
Acciones de los progestágenos. Son fundamentales para el
Factores de crecimiento. Además de las sustancias men- mantenimiento de la gestación. Transforman el endometrio
cionadas anteriormente y que ejercen acciones, la mayoría uterino, previamente proliferado por la acción de los estróge-
de las veces, de tipo endocrino, se ha descubierto la existen- nos, en un endometrio secretor, con abundancia glandular,
cia de toda una serie de factores con acción predominante lo que posibilita la implantación del huevo fecundado.
autocrina y paracrina, que incluyen desde los factores de
crecimiento similares a la insulina (IGF o somatomedinas) Acciones de los andrógenos. Aunque no están del todo
que se producen en las células de la granulosa en respuesta aclaradas, los andrógenos en la mujer, aparte de su papel
a la GH circulante hasta el factor de crecimiento epidérmico precursor de los estrógenos, parecen tener acciones estimu-
(EGF), los factores transformadores del crecimiento (TGF) lantes sobre la libido además de estimular el anabolismo.
alfa y beta y el factor de crecimiento de fibroblastos (FGF).
El EGF es un péptido acídico de 53 aminoácidos producido Acciones biológicas de los factores de crecimiento. Las
tanto por células granulosas como tecales. El TGF-α tiene células diana para GH e IGF-I parecen ser las granulosas. Tan-
grandes analogías con el EGF y acciones parecidas, mientras to la GH como la IGF-I incrementan la síntesis de estrógenos
que el TGF-β está formado por dos cadenas idénticas de 112 y progestágenos ováricos en presencia de FSH.
aminoácidos, que presentan similitud con la inhibina y la La GH es capaz, además, de acelerar la diferenciación de
AMH y se produce en las células tecales. El FGF se produce células de la granulosa inducida por FSH y estimular la pro-
en el cuerpo lúteo y en las células granulosas. ducción de IGF-I por el ovario. También aumenta la síntesis
de proteoglicanos que, al parecer, desempeñan un papel en
Activador tisular del plasminógeno (tPA). Cuando el fo- la formación del antro folicular y en el proceso de atresia.
lículo alcanza su maduración total, se produce su rotura con El EGF es capaz de inhibir los receptores para LH induci-
la salida del oocito al exterior: es la ovulación. Ésta es posible dos por la FSH y la secreción de estrógenos e inhibina. Tam-
por la existencia de un sistema tipo tPA, estimulable por estró- bién disminuye la respuesta de los andrógenos a la LH en las
genos, el cual activa el plasminógeno, con la consiguiente for- células tecales. Sin embargo, tiene un fuerte efecto mitógeno
mación de plasmina, capaz de lisar la membrana folicular. sobre células de la granulosa, que es potenciado por la IGF-I
y el TGF-β.
Inhibidor de la unión de la LH a sus receptores (LHR- El TGF-α tiene acciones similares al EGF, mientras que el
BI). A medida que envejece, el propio cuerpo lúteo produce TGF-β potencia la acción estimulante de la FSH sobre la sín-
una sustancia que impide que, al cabo de un tiempo, respon- tesis tanto de estrógenos como de progesterona y de inhibi-
da ante el estímulo de HCG. Dicha sustancia, de peso mole- na. Sobre la teca, el TGF-β inhibe la síntesis de andrógenos.
2148
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
El FGF es un potente mitógeno y tiene actividad angiogéni- tado produciría, en un momento determinado, una libera-
ca, por lo que puede desempeñar un papel en el desarrollo ción máxima de dichas gonadotropinas, lo que constituye el
folicular. pico ovulatorio.
2149
ENDOCRINOLOGÍA
co bifásico característico, con temperaturas más elevadas en en los niveles de prolactina a lo largo del ciclo menstrual,
la segunda fase. Si existe embarazo, la temperatura se man- con valores que oscilan entre 8 y 14 µg/L, pero sí hay un in-
tiene elevada, reflejando la persistencia del cuerpo lúteo. cremento acusado durante la gestación y la lactancia, perío-
do en el que los valores llegan a superar los 100 µg/L. Fuera
Biopsia endometrial. Se puede determinar si el endometrio de estas situaciones, niveles de 100 µg/L son sugestivos de la
se encuentra en fase de proliferación, es decir, bajo la acción presencia de un tumor hipofisario.
estrogénica, o bien en fase secretora por acción progestáge- Debe tenerse en cuenta que hay gran cantidad de fárma-
na, lo que proporciona información sobre la capacidad de cos que pueden modificar los niveles de prolactina, por lo
secreción del cuerpo lúteo. Es especialmente interesante la que ante cualquier hiperprolactinemia deben investigarse
tinción para determinar los niveles celulares de glucógeno, posibles causas patogénicas.
que están relacionados con la actividad progestagénica.
LH y FSH plasmáticas. Los valores normales en la mujer os-
Histerosalpingografía. Consiste en la inyección de contras- cilan entre 4 y 8 UI/L para la LH y de 3 a 5 UI/L para la FSH
te yodado por vía vaginal para visualizar los genitales inter- en la primera fase del ciclo. En la fase folicular tardía existe
nos. Con ella se pueden medir el tamaño de la cavidad uteri- cierta disminución de los niveles de FSH sin variación en los
na y comprobar la permeabilidad de las trompas. de LH. En la etapa periovulatoria se produce un pico de am-
bas gonadotropinas, que llegan a 60-80 UI/L de LH y 20-30
UI/L de FSH, para descender después rápidamente hasta va-
Exploraciones directas. Determinaciones hormonales lores similares a los de la fase folicular tardía. Es, pues, abso-
En general, las determinaciones aisladas hormonales care- lutamente necesario tomar muestras de forma secuencial
cen totalmente de valor, debiéndose realizar siempre prue- para valorar el estado funcional.
bas seriadas tanto para las medidas plasmáticas como para Hay que destacar que a partir de los 45-50 años existe un
las urinarias. Las hormonas mas importantes para evaluar el incremento fisiológico de los niveles, tanto de LH como de
funcionamiento de este eje son las siguientes: FSH, que coincide con una disminución del funcionalismo
ovárico. Si coexisten niveles incrementados de LH y FSH
Estradiol plasmático. Teniendo en cuenta que sus niveles plasmáticos con valores bajos de estrógenos o sus metaboli-
oscilan de manera notable a lo largo de todo el ciclo mens- tos, cabe sospechar un fallo ovárico primario. Si se comprue-
trual, es absolutamente necesario hacer determinaciones pe- ba una disminución o la ausencia de ambas gonadotropinas,
riódicas para observar los cambios. Sus niveles ascienden puede tratarse de un fallo global hipofisario o bien de un fa-
gradualmente en la primera fase del ciclo, desde alrededor llo hipotalámico. Para hacer el diagnóstico diferencial es ne-
de 20-30 ng/L, hasta valores máximos de 400-500 ng/L en las cesario realizar las pruebas dinámicas que se describen más
horas previas a la ovulación. Seguidamente se produce una adelante. En algunas situaciones patológicas, como el ovario
disminución de los valores de estradiol que llegan hasta 150- poliquístico, puede haber niveles bajos de FSH con valores
200 ng/L, para subir de nuevo, si bien en menor grado que normales o aun elevados de LH por el especial patrón de se-
en la fase folicular, hasta valores de 300-400 ng/L mientras creción de esteroides sexuales.
dura el funcionalismo del cuerpo lúteo. Al final de la vida de
éste se produce una caída, disminuyendo los niveles de nue- Determinaciones urinarias. Aunque se van abandonando
vo hasta 50 ng/L, o menos, junto con la aparición de la mens- gradualmente, por las dificultades que entraña la recogida
truación. de orina de 24 h, por la metodología complicada y porque la
mayoría de las veces lo que se determina son metabolitos, si-
Progesterona plasmática. La progesterona presenta valores gue teniendo interés.
de alrededor 0,5 µg/L a lo largo de toda la fase folicular, para Estrógenos totales urinarios. Los valores varían a lo largo
subir inmediatamente después de la ovulación hasta alcan- del ciclo menstrual normal. En la fase folicular los niveles
zar niveles de 8-25 µg/L mientras dura el funcionalismo del son de alrededor de 8-30 µg/día, ascienden luego hasta un
cuerpo lúteo. Al cabo de 12-14 días disminuye hasta valores pico periovulatorio de 30-100 µg/día y en la fase luteínica al-
prácticamente indetectables coincidiendo con la menstrua- canzan los 20-50 µg/día. En el embarazo sus valores presen-
ción. tan un aumento notable, sobre todo a expensas del estriol.
Reviste especial interés para comprobar no sólo los nive- Pregnandiol. Indica el funcionamiento del cuerpo lúteo, y
les alcanzados sino también el número de días en que éstos por consiguiente, si ha habido o no ovulación. En la fase fo-
se mantienen. licular los valores oscilan alrededor de 0,5 mg/día, pero a
partir de la ovulación se produce un aumento hasta 5 mg/día
17-α-hidroxiprogesterona. Este esteroide se ha considera- o más, que se mantiene durante todo el tiempo de vida del
do un indicador, más o menos válido, del momento de la cuerpo lúteo, para caer finalmente, poco antes de la mens-
ovulación. Los niveles en fase temprana del ciclo oscilan al- truación. Durante el embarazo se produce un gran aumento
rededor de 0,3 µg/L, para llegar a 2 µg/L en la fase folicular de sus valores.
tardía en forma de un pico sincrónico con el de LH y algo re-
trasado respecto al de estradiol. Tras una pequeña caída, los
niveles se mantienen alrededor de 1,6-2 µg/L durante la fase
Pruebas funcionales
luteínica. Cuando los datos obtenidos de las determinaciones basa-
les no son suficientes para conocer el origen de una altera-
Testosterona plasmática. En ciertas situaciones de hiper- ción del eje reproductor, es necesaria la realización de prue-
androgenismo, caracterizadas por virilizaciones con aumen- bas de función a varios niveles.
to de tamaño clitorídeo y alteración más o menos pronun-
ciada de los genitales externos o bien sólo por la existencia Pruebas hipofisarias. Prueba del clomifeno. Este compuesto
de hirsutismo, es conveniente la determinación de testoste- actúa estimulando la secreción de LHRH y, por consiguiente,
rona plasmática para descartar una hiperproducción. En la de gonadotropinas. Se determinan los niveles de LH y FSH
condiciones normales sus niveles en la mujer no superan los plasmáticas, observándose un incremento en ambos a partir
0,3 µg/L. del comienzo del tratamiento con 50 mg/día durante 5 días.
Con esta prueba se valora la capacidad de respuesta conjun-
Prolactina. Tiene gran valor, ya que el incremento de sus va- ta hipotálamo-hipofisaria.
lores por la existencia de hiperfunciones idiopáticas o tumo- Prueba de la LHRH. Se realiza mediante la administración
rales es responsable de gran número de alteraciones del eje intravenosa de 100 µg de LHRH y se determinan la LH y la
hipotálamo-hipofisoovárico. No parecen existir variaciones FSH plasmáticas. En condiciones normales, el incremento
2150
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Medida de prolactina
Alta Normal
Prueba de LHRH
Positiva Negativa
Fig. 16.84. Pautas de exploración del hipogonadismo femenino. HMG: gonadotropina menopáusica humana; LHRH: hormona liberadora de
hormona luteinizante.
máximo se observa a los 30 min, con mayor respuesta de la Con este estímulo es posible separar las alteraciones ovári-
LH. Sin embargo, en situaciones de infantilismo hipofisario cas primarias (en las que no habrá respuesta) de las hipotála-
puede llegar a predominar la FSH, lo que sería indicativo de mo-hipofisarias (en las que ésta es evidente) (fig. 16.84).
inmadurez del sistema reproductor. Estimulación con HMG/FSH-HCG. Esta prueba diagnóstica
La respuesta depende de los niveles estrogénicos, por lo y, a la vez, terapéutica, en casos de infertilidad, combina el
que hay gran variabilidad a lo largo del ciclo menstrual, con tratamiento secuencial con HMG o FSH ultrapura que induce
valores más bajos en los casos de amenorrea y al comienzo la maduración folicular, con una administración de 2.500-
de la fase folicular, y respuestas mayores en el período peri- 10.000 UI de HCG cuando el folículo ya se ha desarrollado.
ovulatorio. De esta forma se inducen la ovulación y la luteinización foli-
A veces no se obtiene respuesta aun en presencia de hipó- cular. La dosis de HMG o FSH ultrapura es variable de una a
fisis normal, por lo que se requiere sensibilizar ésta con 3-4 varias ampollas diarias, durante el tiempo suficiente para al-
inyecciones diarias de 500 µg de LHRH durante 3-5 días y re- canzar niveles de 600 ng/L de estradiol o 70-100 µg/día de es-
petir de nuevo la prueba. trógenos totales, momento en que se induce la ovulación
Una respuesta normal en pacientes que presentan gonado- con HCG. Si ésta ocurre, pueden detectarse valores de pro-
tropinas normales o bajas y estrógenos bajos indicará que es gesterona de 8-20 µg/L o de pregnandiol urinario de 3 y
el hipotálamo el responsable del problema. Para asegurar el 8 mg/día al menos durante 10 días.
fallo hipofisario se debe demostrar la incapacidad de res-
puesta hipofisaria a una administración de LHRH pulsátil (20 Pruebas endometriales. Prueba de la progesterona. En una
µg cada 90 min) durante una semana. paciente amenorreica hay que determinar si tiene una fun-
ción estrogénica residual o, por el contrario, si ésta no existe;
Pruebas ováricas. Prueba de HMG (gonadotropina meno- para ello se utiliza esta prueba, que requiere la administra-
páusica humana) o FSH ultrapura. Se inyectan 5 ampollas de ción de 10 mg/día de acetato de medroxiprogesterona du-
HMG o FSH ultrapura y se determina el estradiol plasmático rante 5 días o la inyección intramuscular de 50 mg de la mis-
o los estrógenos urinarios en los 5 días siguientes. Si el estra- ma sustancia en solución oleosa. En cualquiera de los casos,
diol aumenta por encima de 50 ng/L respecto al valor basal o al cabo de 10 días ocurre un sangrado, de mayor o menor
los estrógenos urinarios son 15 µg/día superiores a los prece- cuantía, que es indicativo de un funcionamiento mínimo del
dentes, la prueba se considera positiva. eje hipotálamo-hipofisoovárico, con una pequeña produc-
2151
ENDOCRINOLOGÍA
ción estrogénica. Sin embargo, un resultado negativo no im- ocasiones, la administración de cantidades masivas de gona-
plica la ausencia total de funcionalidad del eje; si no se pro- dotropinas exógenas puede inducir la maduración folicular y
duce hemorragia de privación, excluyendo la existencia de la ovulación. La etiología es desconocida.
una disgenesia de los conductos müllerianos, hay que efec-
tuar una prueba de respuesta combinada a estrógenos y pro- Menopausia. Fisiológica. A partir de los 40-45 años empie-
gesterona (fig. 16.84). zan a producirse alteraciones en el proceso de maduración
Respuesta a los estrógenos y a la progesterona. Se adminis- folicular y, por consiguiente, muchos ciclos dejan de ser ovu-
tra un preparado combinado durante 5 o 10 días de estróge- latorios. Los folículos que quedan en el ovario son cada vez
nos y progestágeno y se observa si se produce una hemorra- menos y, además, tienen dificultades para madurar. Se esta-
gia por deprivación en los 10 días siguientes a la interrupción blecen períodos de amenorrea cada vez más largos, hasta
de su administración. La no aparición de dicha hemorra- que las menstruaciones desaparecen definitivamente. La au-
gia de deprivación es indicativa de alteraciones en los genita- sencia de estrógenos determina la aparición de cortejos ve-
les internos (fig. 16.84). getativos y emocionales del mismo tipo que los encontrados
en la castración, si bien de menor intensidad en términos ge-
nerales por la desaparición más gradual de las hormonas
Alteraciones de la función ovárica sexuales. Son característicos los sofocos o “llamaradas de ca-
lor”, que consisten en vasodilatación regional con enrojeci-
Las alteraciones del funcionalismo ovárico pueden clasifi- miento de la piel, sudación profusa, sensación de calor en el
carse de manera general en primarias, cuando el trastorno es tórax y la cabeza, acompañadas de malestar. Se produce un
de origen ovárico, secundarias cuando es hipofisario, por fa- incremento en los niveles plasmáticos de gonadotropinas
llo en nivel de las gonadotropinas, terciarias cuando el pro- por falta de la retroalimentación negativa ovárica, con predo-
blema está localizado en el hipotálamo y, por último, cuater- minio de la FSH. El endometrio se atrofia y el útero disminu-
narias si el fallo se sitúa en los efectores, ya sean los genitales ye de tamaño. El epitelio vaginal se adelgaza y sus células
o la piel (p. ej., algunos casos de hirsutismo). En general, y disminuyen el contenido en glucógeno y no se queratinizan.
con independencia de su origen, los problemas del eje hipo- Se produce una disminución de la aposición cálcica a los
tálamo-hipofisoovárico pueden deberse a una hipofunción o huesos, con aparición de osteoporosis que puede conducir a
disfunción (los más frecuentes) o a hiperfunción (mucho deformaciones óseas (aplastamientos vertebrales) y fracturas
más raros). No debe olvidarse que todo este sistema comien- (de cuello de fémur). El patrón lipídico se modifica, con ma-
za su funcionamiento a partir de los 12-15 años, con la apari- yor elevación del colesterol y tendencia a los aumentos de la
ción de la pubertad, y finaliza de manera fisiológica a los 45- presión arterial. Con frecuencia aparecen alteraciones emo-
50 años, con la llegada de la menopausia. Por todo ello, cionales, como ansiedad, nerviosismo, irritabilidad y depre-
también son posibles las alteraciones por modificaciones de siones moderadas.
la cronología de ambos hechos, es decir, retrasos puberales Menopausia precoz. En algunas mujeres la desaparición
o pubertad precoz y adelantamientos o retrasos en la apari- definitiva de los ciclos menstruales se produce antes de los
ción de la menopausia. 40 años, sin que exista un origen yatrógeno ni un trastorno
detectable, en cuyo caso se la denomina menopausia precoz
y suele tener cierto carácter familiar. La sintomatología es si-
Alteraciones primarias milar a la anterior.
Cromosomopatías. Disgenesias gonadales y síndrome de Terapéutica de la menopausia. Aunque en España todavía
Turner. Véase Trastornos de la diferenciación sexual, más existe una enorme resistencia a administrar un tratamiento
adelante. sustitutivo a las mujeres menopáusicas, en otros países civili-
zados se lleva a cabo en un elevado porcentaje de pacientes.
Castración. Puede ser prepuberal o pospuberal y ocurrir por La menopausia está asociada a una gran morbilidad, con
extirpación quirúrgica, por tratamiento quimioterápico agre- frecuente aparición de muchos de los síntomas menciona-
sivo o por radioterapia abdominal. Si la castración es prepu- dos anteriormente, entre los que destacan por su trascen-
beral, no se desarrollarán los caracteres sexuales secunda- dencia las alteraciones cardiovasculares y la osteoporosis
rios femeninos característicos. Como no existen estrógenos, estrogenopriva, responsable de un elevado índice de fractu-
la maduración del sistema óseo estará retrasada, persistirán ras. El actual tratamiento de sustitución es capaz de evitar
abiertos los cartílagos de crecimiento y la estatura será eleva- con éxito la mayoría de estas situaciones reduciendo la mor-
da, acompañada de proporciones hipogonadales. bimortalidad cardiovascular en un 50%. La existencia de
Si la castración se produce después de la pubertad, como riesgos potenciales en la terapéutica con estrógenos es la
suele ocurrir, aparecen rápidamente los síntomas de priva- que ha evitado la mayor difusión de los tratamientos de sus-
ción hormonal sexual, que incluyen atrofia de útero y ma- titución. Estos riesgos incluyen la potenciación de tumores
mas, sequedad vaginal con dispareunia y todo un cortejo de endometriales y mamarios, alteraciones tromboembólicas,
manifestaciones vegetativas (sofocos, sudación profusa) y hepáticas y de la vesícula biliar, pero en su mayor parte se
emocionales (depresión, ansiedad e irritabilidad). han debido fundamentalmente a una incorrecta utilización
Aparece también amenorrea persistente tras una hemorra- de los preparados. Hoy se sabe ya que, administrados de
gia inicial por privación hormonal, a los pocos días de ocu- manera correcta, pueden evitar la mayoría de las alteracio-
rrir la castración. Como consecuencia de la falta de estróge- nes menopáusicas sin aumento de los riesgos. Se deben uti-
nos e inhibina, deja de actuar la retroalimentación negativa lizar estrógenos conjugados por vía oral y una dosis de 0,65
sobre la unidad hipotálamo-hipofisaria y aumentan los nive- mg/día para tratamientos prolongados, que puede dismi-
les plasmáticos de gonadotropinas. La presencia de niveles nuirse hasta la mitad o incrementarse como máximo al do-
bajos de estrógenos, junto con niveles elevados de LH y FSH, ble durante períodos de tiempo cortos. Si el útero está intac-
es patognomónica de alteración primaria ovárica, con inde- to, la administración debe ser discontinua, para evitar
pendencia de su origen (fig. 16.84). proliferación endometrial excesiva, y complementada con
progestágenos del tipo de medroxiprogesterona (10 mg/día)
Síndrome del ovario resistente. La mayoría de las veces en los 10-12 días finales de cada ciclo estrogénico de 20 o 30
se trata de amenorreas primarias y, más rara vez, secunda- días. Entre los ciclos se establecen períodos de 10 días sin
rias, con niveles bajos de estrógenos y muy elevados de go- tratamiento. Pueden usarse también el etinilestradiol o su
nadotropinas, en ovarios aparentemente normales, en los metil éster por vía oral (50-100 µg/día) o en parches dérmi-
que se evidencia la existencia de una población folicular cos, los cuales, al evitar el paso hepático de la administra-
adecuada. Parece deberse a una disminución de la sensibili- ción oral, permiten disminuir mucho la dosis administrada y
dad de los receptores foliculares, hasta el punto de que, en evitar los efectos secundarios hepáticos.
2152
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
No debe llevarse a cabo tratamiento de sustitución cuan- Grupo I. Fallo del eje hipotálamo-hipofisario. Mujeres ame-
do existan antecedentes de tumores dependientes de estró- norreicas con producción muy disminuida de estrógenos
genos en la mama o el endometrio. En cualquier caso hay (prueba de progesterona negativa con valores normales o
que realizar controles anuales que incluyan la presión arte- bajos de prolactina, normales o bajos de FSH, y sin lesiones
rial y los lípidos. También puede utilizarse el tratamiento con evidenciables en el área hipotálamo-hipofisaria).
calcitonina y calcio para evitar los fenómenos osteoporóti- Grupo II. Alteración hipotálamo-hipofisaria. Mujeres con
cos. Asimismo, se ha postulado la posibilidad de emplear las más variadas alteraciones del ciclo, que incluyen insufi-
hormona de crecimiento por su efecto anabólico sobre el ciencia luteínica, ciclos anovulatorios y amenorrea (con baja
hueso, aunque no existe actualmente un acuerdo unánime producción endógena de estrógenos y valores de FSH nor-
sobre el tema. males o bajos) y síndrome de ovario poliquístico (véase más
adelante).
Grupo III. Mujeres amenorreicas con lesión tumoral evi-
Alteraciones secundarias y terciarias denciable en el área hipotálamo-hipofisaria y valores norma-
Amenorreas hipogonadotrópicas. Aunque se han conside- les o bajos de estrógenos endógenos. El tratamiento corres-
rado por separado las alteraciones de origen hipofisario y las pondiente debe encaminarse directamente al tumor.
de origen hipotalámico, y dicha separación es realizable con
una correcta utilización de las pruebas dinámicas disponi- Hiperprolactinemias. Mención aparte merecen las hiper-
bles como ya se ha señalado, a efectos prácticos se clasifican prolactinemias, sean éstas de origen funcional o causadas
en un mismo grupo todas las alteraciones que cursan con go- por microprolactinomas o macroprolactinomas. Asociadas o
nadotropinas bajas, independientemente de su origen. En rea- no a galactorrea, las amenorreas de este origen representan
lidad, y salvo en los contadísimos casos de hipofisectomía casi el 20% de las que ocurren después de la pubertad. En
química o quirúrgica, o de tumores hipofisarios con amplia este sentido, la determinación de prolactina plasmática cons-
destrucción de su parénquima, la mayoría de estas alteracio- tituye un elemento de discriminación importante entre los
nes son de origen hipotalámico por afectación de la síntesis orígenes de una alteración de la función ovárica, aunque no
o la secreción de Gn-RH. Aparte de una serie de síndromes exista galactorrea (fig. 16.84).
congénitos, como el de Prader-Willi (hipogonadismo unido a Grupo V. Pacientes con hiperprolactinemia y lesiones evi-
obesidad, retraso mental e hipotonía) o el de Maestre de San denciables en el área hipotálamo-hipofisaria que comprome-
Juan-Kallman, en el que el hipogonadismo se asocia a anos- tan la función de los órganos adyacentes.
mia o hiposmia, de escasa importancia numérica, existe una Grupo VI. Pacientes con hiperprolactinemia sin lesión evi-
mayor cantidad de trastornos adquiridos, entre los cuales denciable en el área hipotálamo-hipofisaria. En estos casos
cabe incluir los tumores hipotalámicos e hipofisarios como debe tenerse presente que, incluso aunque no pueda demos-
el craneofaringioma, las enfermedades granulomatosas (tu- trarse la presencia de un tumor, es muy probable la existen-
berculosis, histiocitosis X y sarcoidosis) o postinfecciosas. En cia de un microadenoma, que en caso de embarazo corre el
todas ellas la sintomatología asociada suele ser más relevan- riesgo de activarse.
te que la alteración gonadal. Sin embargo, en la mayoría de
los casos de alteración hipotálamo-hipofisaria se trata de tras- Tratamiento de las alteraciones secundarias. Teniendo
tornos funcionales, entre los que destacan por su frecuencia en cuenta los conceptos anteriores, en todas las pacientes en
los factores psicológicos o los nutricionales. En una sociedad las que se evidencien niveles bajos de gonadotropinas como
muy concienciada por la figura corporal, la pérdida de peso responsables de la situación de anovulación, y una vez des-
es una causa muy frecuente de amenorrea, es decir, de desa- cartados los problemas ováricos, endometriales o periféricos
parición de los ciclos menstruales, como indicador de altera- obstructivos, se instaurará una terapéutica conducente a res-
ción del eje hipotálamo-hipofisoovárico. Una forma especial- tablecer no sólo unos niveles normales de gonadotropinas,
mente grave la constituye la anorexia nerviosa, que se da sino una dinámica de éstas similar a la que ocurre en el ciclo
especialmente en mujeres jóvenes alrededor de la pubertad menstrual normal. En los casos de hiperprolactinemia, el tra-
y que se asocia a pérdidas de peso muy acusadas, que llegan tamiento debe dirigirse a disminuir los valores de prolactina.
hasta la emaciación, acompañadas de bradicardia, hipoter- La inducción de la ovulación puede efectuarse con fárma-
mia y estreñimiento. cos u hormonas que incrementen los niveles de gonadotropi-
También cabe destacar las amenorreas que aparecen en nas endógenas o bien mediante la administración de las pro-
deportistas o bailarinas como consecuencia de un exceso de pias gonadotropinas de origen humano. Entre las primeras
actividad física, la consiguiente liberación de opiáceos endó- puede utilizarse citrato de clomifeno o Gn-RH, y entre las se-
genos y/o de estimulación del eje hipotálamo-hipofisosupra- gundas, HMG, FSH ultrapura y HCG.
renal. Las enfermedades tanto agudas como crónicas pue- Citrato de clomifeno. El clomifeno es un compuesto rela-
den también desencadenar trastornos de la función ovárica, cionado estructuralmente con el dietilestilbestrol que tiene
por la situación de estrés asociado. La sintomatología de las acción antiestrogénica y que incrementa los niveles de gona-
alteraciones del eje ovárico incluyen desde irregularidades dotropinas, lo cual conduce a un mayor reclutamiento foli-
del ciclo menstrual, con menstruaciones frecuentes, hasta su cular y, éste, a su vez, determina un aumento de los valores
ausencia total, lo que constituye la amenorrea. Cuando la al- estrogénicos. El clomifeno se administra a dosis de 50 mg/día
teración es prepuberal, aunque se pueden desarrollar par- durante 5-8 días, sólo durante la primera fase del ciclo, como
cialmente los caracteres sexuales secundarios, por lo general inductor de ovulación dando el primer “empujón” en el pro-
están retrasados en el tiempo y no llegan a aparecer mens- ceso de maduración folicular. Teniendo en cuenta su modo
truaciones, como síntoma de disfunción ovárica. Se habla de acción, es lógico que sólo pueda emplearse en las pacien-
entonces de la existencia de una amenorrea primaria. Cuan- tes con un hipotálamo capaz de producir Gn-RH, una hipófi-
do la alteración ocurre después del desarrollo puberal, las re- sis capaz de responder al decapéptido y un ovario normal.
glas, que hasta ese momento ocurrían de manera más o me- Gn-RH. Aunque disponible desde los años setenta, fue a par-
nos regular, desaparecen, en cuyo caso se denominan tir de los datos de KNOBIL (1980), quien demostró la necesidad
amenorreas secundarias. La mayoría de las amenorreas pri- de su administración pulsátil por medio de una bomba de per-
marias (60%) tienen un origen congénito y se deben a erro- fusión, cuando se empezaron a obtener buenos resultados. El
res del desarrollo gonadal o de los genitales. En el 40% res- tratamiento requiere la disponibilidad de una minibomba de
tante la causa puede ser cualquiera de las mencionadas en perfusión que administre un pulso de 5-20 µg de Gn-RH cada
el grupo de las alteraciones hipotálamo-hipofisarias. 90 min, por vía subcutánea. Así se consigue un incremento de
Las pacientes pueden dividirse en varios grupos de acuer- los niveles de LH y FSH, que a su vez elevan los niveles de es-
do con la clasificación de la OMS de 1976, en función de sus trógenos, con lo que la hipófisis se hace más sensible al deca-
datos clínicos y de laboratorio. péptido y libera un “pico ovulatorio” de gonadotropinas.
2153
ENDOCRINOLOGÍA
En principio, al mantenerse intacto el eje hipofisoovárico Los tumores son, en más del 75% de los casos, unilaterales
se producen menos problemas de embarazos múltiples, por- y palpables. Cursan con valores altos de estrógenos, sin varia-
que se mantienen funcionantes los sistemas de retroalimen- ciones cíclicas menstruales y con gonadotropinas disminui-
tación entre ambas, regulándose la cantidad de FSH. das por la retroalimentación negativa correspondiente.
El control del tratamiento se lleva a cabo igual que para En algunos casos, la producción fundamental es de andró-
clomifeno o gonadotropinas. genos, con aparición de síntomas de virilización e hirsutis-
Gonadotropinas exógenas (HMG, HCG, FSH ultrapura). La mo. El tumor más frecuente es el arrenoblastoma, que apare-
HMG o, mejor, la FSH pura, se inyecta diariamente por vía ce en mujeres jóvenes de forma unilateral, seguido de los
subcutánea para estimular el crecimiento folicular; la ovula- tumores de células hiliares en mujeres mayores. En ambos
ción se induce con una inyección de HCG. La dosis diaria de casos el tratamiento es quirúrgico, con buen pronóstico. Los
HMG o FSH ultrapura dependerá del grado de respuesta ová- niveles plasmáticos elevados de testosterona, que llegan a al-
rica en ese ciclo. Esta respuesta queda reflejada por el creci- canzar valores similares a los masculinos, desaparecen des-
miento de los folículos, acompañado por cambios bioquími- pués de la extirpación.
cos con incremento de la síntesis y secreción de hormonas
esteroides. En algunos casos de respuesta pobre, reciente- Hiperfunción ovárica secundaria
mente se ha postulado la combinación de HMG o FSH ultra- Pubertad precoz verdadera. Cuando se produce una activa-
pura con GH para conseguir el desarrollo folicular. El creci- ción del eje hipotálamo-hipofisario antes de los 9 años, co-
miento folicular puede visualizarse por ecografía, mientras mienza a estimularse el ovario, produciéndose crecimiento fo-
que la secreción estrogénica puede determinarse directa- licular y, de forma alternante, niveles elevados de estrógenos.
mente, mediante su determinación en sangre y orina, o indi- Es muy importante hacer el diagnóstico diferencial entre
rectamente, a través de sus efectos en los tejidos diana, la pubertad precoz verdadera y la seudopubertad precoz, no
como glándulas cervicales o epitelio vaginal. sólo por sus aspectos patogénicos sino también por los clíni-
El control del tratamiento sirve para ajustar tanto la dosis cos y terapéuticos. Mientras que en la seudopubertad precoz
efectiva que es capaz de evocar una respuesta ovárica como suele haber un tumor ovárico o suprarrenal responsable, las
el tiempo de tratamiento requerido para la maduración foli- pubertades precoces verdaderas son funcionales y benignas
cular, así como para determinar el momento oportuno en en el 90% de los casos. Sólo el 10% se debe a tumores con
que se debe inducir la ovulación con HCG. El seguimiento se posible compromiso vital, como el pinealoma u otros tumo-
debe realizar mediante la combinación de ecografía, exa- res intracerebrales.
men clínico y determinaciones estrogénicas, ya que no exis- Tratamiento de la pubertad precoz. Si su origen es tumoral,
ten sistemas de retroalimentación funcionantes en el ovario. la extirpación quirúrgica total debe ser el método de elec-
Una vez inducida la ovulación, la paciente se someterá a ción. En los casos debidos a hiperplasia suprarrenal congéni-
observación hasta 7 días después de la primera inyección de ta ha de realizarse un tratamiento de sustitución con gluco-
HCG, teniendo especial cuidado en examinar el aumento corticoides durante toda la vida de la mujer para que, al
de tamaño ovárico, los dolores abdominales o la tensión ab- inhibir la producción de CRH-ACTH, disminuya la produc-
dominal. Si no ha habido menstruación y se mantiene una ción de andrógenos suprarrenales. También se han utilizado
temperatura basal elevada como mínimo 15 días, se realizará en estos casos los antiandrógenos, como el acetato de cipro-
una determinación de HCG endógena para diagnosticar el terona o el ketoconazol y, más recientemente, la flutamida.
posible embarazo. El tratamiento de elección en la pubertad precoz verdade-
Bromocriptina. La bromocriptina es un agonista dopami- ra lo constituyen los análogos de LHRH, que, al detener la
nérgico activo por vía oral, capaz de disminuir muy efectiva- producción hipofisaria de gonadotropinas, conducen a la re-
mente los niveles de prolactina. Se da a una dosis de 5-10 gresión de los caracteres sexuales secundarios y evitan el
mg/día por la noche, después de un período en que se admi- adelantamiento de la edad ósea, impidiendo el consiguiente
nistra una cuarta parte de la dosis o la mitad, para evitar las acortamiento de la talla final. Se deben preferir las prepara-
hipotensiones ortostáticas. Al disminuir los niveles de prolac- ciones dépôt de liberación lenta (Decapeptil,Procrin dépôt)
tina, se restablecen los ciclos menstruales. Cuando el causan- con inyecciones mensuales hasta los 12-13 años, edad en la
te es un tumor, éste disminuye de tamaño en respuesta al tra- que se interrumpe el tratamiento y se reinstaura espontánea-
tamiento. mente la pubertad.
2154
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
con hiperfunciones androgénicas suprarrenales e hipersensi- combinada limita el crecimiento endometrial y la cantidad y
bilidad de los efectores pilosos a los andrógenos circulantes. la filancia del moco cervical, lo que constituye una manera
Se caracteriza por la aparición de vello corporal en áreas muy efectiva de evitar el embarazo, pues se dificulta el paso
sensibles a los andrógenos, que incluyen extremidades, cara, de los espermatozoides a través del cérvix uterino por la ba-
mamas, tronco y áreas perineales. Si el efecto es muy mani- rrera ejercida por el moco cervical espeso.
fiesto se puede acompañar de signos de virilización, como Cuando se interrumpe la administración de estrógenos y
alopecia, voz ronca, incremento del desarrollo muscular e hi- progestágenos después de 21 días, se produce una disminu-
pertrofia de clítoris. Los hirsutismos en los que no es posible ción gradual de los niveles circulantes de hormonas sexua-
establecer la causa, en general los más frecuentes, y que se les, que lleva, a los 2-3 días, a la aparición de una hemorragia
deben a fenómenos de hiperrespuesta de efectores o a un in- por deprivación, similar a la que ocurre durante el ciclo
cremento de la conversión periférica de testosterona en dihi- menstrual, al desprenderse el endometrio carente de soporte
drotestosterona, se denominan idiopáticos y suelen tener ca- hormonal.
racterísticas raciales. Aparte de éstos, la mayoría de los
hirsutismos tienen una causa ovárica (ovario poliquístico) o Bibliografía especial
suprarrenal (déficit enzimático). Entre estas últimas, destaca BRECKWOLD TM, ZAHRADNIK HP, WIEACKER P. Hirsutism, its pathogene-
el déficit de 21-hidroxilasa con hiperproducción de andróge- sis. Human Reprod 1989; 4: 601-604.
nos y ausencia de secreción de cortisol. Se han intentado, sin KNOBIL E, NEILL JD. The physiology of reproduction. Nueva York, Ra-
éxito, varios sistemas para hacer el diagnóstico diferencial ven Press, (2ª ed) 1994.
entre ambas entidades, pues la mayoría de las veces se pue- LEYENDECKER G, STOCK H, WILDT L. Pulsatile administration of Gn-RH in
de tratar de una combinación de factores. hypothalamic failure: Basic and clinical aspects. En: Brain and pi-
Tratamiento del hirsutismo y del ovario poliquístico. Depen- tuitary peptides II. Basilea, Nueva York, Karger, 1983.
STONETTA SA, DIZEREGA GS. Intragonadal regulation of follicular madu-
de fundamentalmente de lo que se pretenda en un momento ration. Endocr Rev 1989; 10: 205-220.
determinado. Si el objetivo es eliminar los problemas deriva- TRESGUERRES JAF. Regulación endocrina del ciclo menstrual. Medici-
dos de la hiperproducción androgénica (hirsutismo, virili- ne 1985; 37: 1.570.
zación), se tratará con anovulatorios combinados con an- TRESGUERRES JAF. Diagnóstico endocrinológico. Pruebas funcionales
tiandrógenos (glutamida), a dosis de 250-500 mg/día, y/o endocrinas. Barcelona, Labor, 1986.
dexametasona, a dosis de 0,5-1 mg/día por la noche. En los TRESGUERRES JAF. Fisiología endocrina. Madrid, Eudema, 1989.
casos de hiperprolactinemia pueden usarse también bromo- TRESGUERRES JAF. Fisiología humana. Madrid, McGraw-Hill-Interameri-
criptina. cana, 1992.
WILLIAMS RH. Textbook of endocrinology, 7.a ed. Filadelfia, Londres,
Si el objetivo es corregir la infertilidad restableciendo los Toronto, WB Saunders, 1988.
ciclos ovulatorios, se pueden utilizar inductores de la ovula- YEN SSC, JAFFE RB. Reproductive endocrinology. Filadelfia, Londres,
ción. El clomifeno se administra a dosis de 50 mg/día duran- Toronto, WB Saunders, 1992.
te 5 días; si no existe buena respuesta de gonadotropinas, se
puede incrementar la dosis hasta 100 mg/día. También es po-
sible emplear la administración pulsátil (cada 90 min) de
LHRH con bomba, a una dosis de 10-20 µg/pulso por vía sub-
cutánea o de la décima parte si es por vía intravenosa. La uti-
lización de HMG plantea el problema de la aparición de hi-
Enfermedades del testículo*
perrespuestas, probablemente por la existencia de niveles
elevados de LH previos. Por esa razón, ahora se prefiere la
FSH ultrapura, que evita dicho problema. El régimen de dosi- Consideraciones anatomofisiológicas
ficación es similar al de los otros casos de infertilidad. Tam-
bién puede administrarse un análogo de la LHRH hasta que
se produzca una “castración química reversible”. Llegado El testículo tiene dos compartimientos interdependientes,
este momento, con ausencia casi total de LH y FSH endóge- pero estructural y funcionalmente distintos: las células de
nas, se procede al estímulo con FSH ultrapura, con lo que se Leydig que producen andrógenos y los túbulos seminíferos en
consiguen desarrollos foliculares, sin que aparezcan hiper- los que se lleva a cabo la espermatogénesis.
respuestas ováricas con tanta frecuencia. Ambas funciones están bajo control del sistema hipotála-
mo-hipofisario, y hay pruebas de que existen mecanismos re-
guladores paracrinos intercompartimentales.
Contracepción hormonal: anovulatorios
Células de Leydig o células intersticiales. Representan
El hecho de que durante el embarazo, a causa de los nive- sólo el 1-10% del volumen testicular total. Aparecen esparci-
les elevados de estrógenos y progesterona que se producen, das en el tejido intertubular, en grupos, siendo su forma poli-
se cierre el circuito de retroalimentación negativa del hipotá- gonal y su citoplasma eosinófilo, el cual en ocasiones contie-
lamo y la hipófisis, descendiendo hasta valores muy bajos ne cristaloides (cristaloides de Reinke). Las células de Leydig
tanto la LH como la FSH, y se interrumpa, como consecuen- se hallan bajo el control de la LH, siendo su función la de
cia, el desarrollo folicular y, por tanto, la capacidad de fe- sintetizar esteroides, en su mayor parte testosterona.
cundación, hizo pensar a G. PINCUS en la posibilidad de indu-
cir “embarazos artificiales” como medio para bloquear la Túbulos seminíferos. Están compuestos por células germi-
ovulación. Como estrógenos de síntesis se utilizan el etiniles- nales y células de Sertoli. Estas últimas aparecen unidas en-
tradiol y el mestranol y, como progestágenos, el acetato de tre sí y constituyen una barrera hematotesticular, que separa-
medroxiprogesterona, los derivados de la 19-nortestosterona ría el compartimiento basal (en el que se encontrarían las
y el noretinodrel. espermatogonias), que puede intercambiar libremente nu-
En esencia, se trata de mantener niveles elevados de estró- trientes y metabolitos con los capilares peritubulares, del
genos y progesterona durante 21 días cada mes, de forma compartimiento adluminal, próximo a la luz del túbulo semi-
que se ejerza un bloqueo de la secreción de LH y FSH, a la nífero (en el que se encontrarían los espermatocitos prima-
vez que se mantienen los efectos feminizantes por el propio rios y otras formas más maduras) que depende de las células
aporte hormonal exógeno. Al administrarse conjuntamente de Sertoli para sus intercambios. Además, las células de Ser-
se impide también el efecto estimulante que los estrógenos toli fagocitan los restos celulares que se generan durante la
solos tienen sobre la biosíntesis de gonadotropinas hipofisa-
rias, con lo que se impide también la posibilidad del pico
“ovulatorio” a mitad del ciclo. Además, esta administración *E. Vilardell-Latorre
2155
ENDOCRINOLOGÍA
Acetato
Acciones
Colesterol Colesterol no dependientes
en sangre del receptor
20,22–desmolasa
Pregnenolona
3−β-hidroxi- Testículo
deshidrogenasa y
suprarrenal
Progesterona
SHBG T-5-alfa-
17-hidroxilasa ↓↑ Aceptores mRNA
reductasa Receptor del
T DHT
andrógeno núcleo
17-hidroxiprogesterona
17,20-desmolasa
Proteínas
Androstenodiona
17-β-hidroxi-
deshidrogenasa
Testículo
Testosterona Fig. 16.86. Mecanismo de acción de los andrógenos en la célula.
5-α-reductasa Aromatasa SHBG: globulinas transportadoras de esteroides; T: testosterona. DHT:
Otros dihidrotestosterona.
Dihidrotestosterona Estradiol tejidos
2156
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
de alta afinidad para la LH; su fijación induce una serie de entre 400 y 1.000 ng/dL (1.386 y 3.467 nmol/L); en los niños
cambios, con aumento del contenido intracelular de AMPc y sus valores son muy bajos, inferiores a 20 ng/dL (69 nmol/L),
de GMP, fosforilación de proteínas intracelulares y cambios elevándose rápidamente al iniciar la pubertad. La dihidrotes-
en los fosfolípidos de la membrana y en los canales del cal- tosterona se mide también por RIA y en el adulto su valor
cio, cuyo resultado final es la activación de la reacción limi- normal es de alrededor del 10% de la testosterona. Las con-
tante de la esteroidogénesis testicular. La exposición prolon- centraciones plasmáticas de estradiol son muy bajas en los
gada o excesiva de LH produce en las células de Leydig una varones, oscilando entre 20 y 40 pg/mL (73 y 147 pmol/L); en
desensibilización, con disminución del número de recepto- su mayor parte son de origen extraglandular. Existen méto-
res. Al parecer, la FSH podría estimular también la síntesis de dos comerciales para la dosificación de la proteína transpor-
testosterona, aumentando el número de receptores para la tadora de esteroides (SHBG), lo que permite valorar el nivel
LH de las células de Leydig. Si bien en la hipófisis la testoste- de hormona libre biológicamente activa. La dosificación de
rona puede convertirse en DHT, al parecer, es aquélla la que gonadotropinas se realiza también por RIA y los valores nor-
ejerce un control de la secreción de LH por medio de un me- males deben ser establecidos por cada laboratorio según el
canismo de retroalimentación negativo. Se acepta que la tes- estándar de referencia y el anticuerpo utilizado. Las concen-
tosterona podría regular en el hipotálamo la síntesis y secre- traciones varían mucho de un momento a otro debido a la
ción de LHRH. Es bien conocida la pulsatilidad de la secreción pulsátil que presentan. Se debe señalar que para
secreción de LH, consecuencia de la secreción endógena in- efectuar una interpretación correcta de un resultado es nece-
termitente de LHRH, cuya amplitud y frecuencia varían con- sario medir las concentraciones concomitantes de testostero-
siderablemente en diferentes circunstancias. La secreción de na. De esta manera, unos niveles bajos de esta última que se
testosterona también es variable y presenta cierto ritmo cir- acompañan de niveles bajos de LH implican una alteración
cadiano, siendo los niveles más altos por la mañana. La se- hipotálamo-hipofisaria; en cambio, los niveles bajos de tes-
creción hipotalámica de LHRH es estimulada por catecola- tosterona y elevados de LH sugieren una alteración gonadal
minas e inhibida por péptidos opioides. primaria. Teniendo en cuenta que las alteraciones de la se-
La espermatogénesis está controlada por la FSH median- creción de prolactina pueden inducir trastornos de la fun-
te su acción sobre las células de Sertoli, que es necesaria ción gonadal, se aconseja proceder a la determinación de
para su iniciación y mantenimiento. También interviene en prolactina, cuyos valores normales no sobrepasan los 20
su regulación la testosterona, siendo absolutamente necesa- ng/mL (20 µg/L). Las mediciones de FSH, al reflejar la fun-
ria la existencia de concentraciones intratesticulares altas de ción espermatogénica, son útiles para su valoración; el ha-
esta hormona. Esto se consigue gracias a la proximidad física llazgo de niveles elevados traduce una lesión tubular.
de la células de Leydig, que se encuentran en el intersticio
junto a los túbulos seminíferos, y también merced a la sínte-
sis por las células de Sertoli de una proteína transportadora
Pruebas de estimulación hormonal
de andrógenos (ABP) que facilita el mantenimiento de ele- En algunos casos en los que los niveles hormonales basa-
vadas concentraciones en la luz del túbulo. Las células de les no son diagnósticos puede ser útil la realización de prue-
Sertoli producen también una hormona no esteroide, la inhi- bas de estimulación. El clomifeno, un compuesto utilizado
bina, que regularía la secreción de FSH. La inhibina, parcial- para inducir la ovulación en la mujer, permite estudiar la in-
mente homóloga al TGF-β y al factor de inhibición mulleria- tegridad del eje hipotálamo-hipofisotesticular; al fijarse en los
no, es una glucoproteína formada por dos cadenas, alfa y receptores esteroides hipotalámicos bloquea el mecanismo
beta. La unión de dos cadenas beta de inhibina aislada de de control negativo que ejerce la testosterona, con lo cual se
fluido folicular porcino presenta capacidad de estimular in elevan los niveles de LH y FSH. En el varón, la administra-
vitro la liberación de FSH. La producción de inhibina es au- ción de 50 mg 2 veces al día durante 7 días duplica los valo-
mentada por los andrógenos en forma dependiente de la do- res basales de LH. La respuesta de LH y FSH a la adminis-
sis. Para algunos, este aumento sería bloqueado por la cipro- tración de LHRH es válida para investigar el eje hipofisotesti-
terona. Esta hormona sería liberada en la última fase de la cular. La dosis habitual es de 100 µg, por vía intravenosa, que
espermatogénesis, lo que se acompañaría de una disminu- produce un incremento superior al 300% de LH y del 100%
ción de los niveles de FSH. Cuando se afecta la función tubu- de FSH. La prueba de estimulación con gonadotropina corió-
lar, las células de Sertoli no producen inhibina y aparece una nica (HCG) sirve para valorar la función de las células de
elevación de la FSH. Leydig, cuyo conocimiento es difícil antes de la pubertad. Es
Sus concentraciones son más bajas en los ancianos. En el una prueba útil para determinar la presencia de un testículo
hipogonadismo hipogonadotropo masculino también son funcionante. Se han utilizado diferentes pautas, con dosis
más bajas y su respuesta a la administración de HCG puede que oscilan entre 1.000 y 5.000 U/día en inyección intramus-
ser predictiva de la respuesta espermatogénica a la adminis- cular por períodos de 1-4 días. Dosis de 2.000 U de HCG pro-
tración de gonadotropinas. La inhibina aumenta durante la ducen una respuesta testicular máxima, por lo que suele ad-
gestación y sus niveles son indetectables después de la me- ministrarse dicha dosis durante 4 días determinándose la
nopausia y de la castración. En los tumores ováricos de célu- testosterona antes y 24 h después de la última inyección. Las
las de la granulosa aumentan mucho sus concentraciones y respuestas son variables y, en niños prepuberales sanos, sue-
pueden constituir un buen marcador tumoral en estos casos len obtenerse valores alrededor de 300 ng/dL (1.040 nmol/L).
para detectar recidivas aun antes de que aparezca evidencia A veces es necesario prolongar la estimulación y administrar
clínica. 2.000 U 2 veces por semana. Aun cuando no se ha demostra-
do que sea específico para el diagnóstico de tumores testicu-
lares feminizantes de células de Leydig, la prueba de la HCG
Exploración funcional del testículo con determinación de estradiol al tercer día puede ser útil en
el diagnóstico diferencial de una ginecomastia, sobre todo si
Mediciones hormonales se asocia a la determinación de gonadotropinas basales y
post-LHRH.
En la actualidad, la mayoría de las hormonas se miden en
plasma o en suero, reemplazando las determinaciones urina-
rias. La testosterona se mide por radioinmunoanálisis (RIA) y,
Análisis del semen
debido a las oscilaciones diurnas y a su secreción de tipo Los eyaculados obtenidos por masturbación se recogen en
pulsátil, se recomienda obtener las muestras de sangre para recipientes adecuados y después de 48-72 h de abstinencia.
su determinación a partir de una mezcla de pool de tres alí- Deben examinarse antes de transcurridas 2 h, determinándo-
cuotas obtenidas de tres extracciones de sangre realizadas se la morfología y la motilidad: el volumen del eyaculado tie-
con intervalos de 20 min. En el adulto, su valor normal oscila ne que ser superior a 2 mL y con un recuento de espermato-
2157
ENDOCRINOLOGÍA
zoides cuyos límites normales son 20 a 100 millones/mL. la resolución del cuadro agudo. En la exploración, ambos
Como el ciclo de maduración espermática completa se pro- testículos o sólo uno de ellos puede aparecer más pequeño y
longa 70-90 días, la obtención de muestras cada 6-8 semanas blando. Si existe oligospermia se hallarán niveles elevados
permite establecer el carácter transitorio o permanente de de FSH, junto con concentraciones normales de LH y testos-
un defecto determinado. En la mayoría de los casos, son ne- terona. La gonorrea, la tuberculosis, la lepra, la brucelosis, la
cesarias tres o más eyaculaciones para poder establecer la lúes y también, en zonas de infestación, algunas parasitosis
normalidad del semen. como filariasis y bilharziasis pueden provocar orquitis e indu-
cir fallo testicular.
Evaluación del volumen testicular
La medida normal del testículo adulto es de 4,5 cm de lon-
Irradiación
gitud (3,5-5,5 cm) y su volumen de 12-25 mL. Es importante Las lesiones inciden sobre todo en los túbulos seminíferos,
tener presente que, en el adulto, su tamaño no se modifica siendo reversibles los efectos cuando las dosis son pequeñas;
con la edad. Cuando se producen lesiones tubulares pospu- sin embargo, la recuperación total puede demorarse años,
berales, los testículos se palpan más pequeños y blandos, ya incluso más de cinco para dosis de 400-600 rad. Asimismo, la
que los túbulos seminíferos representan casi el 90% del volu- utilización de dosis muy altas de radioyodo puede producir
men total. Si la lesión fue prepuberal aparecen de forma ca- oligospermia y azoospermia. Con el empleo de dosis altas
racterística, pequeños y duros. puede establecerse una esterilidad permanente. Raras veces
se produce déficit permanente de la función esteroidogé-
nica.
Biopsia testicular
En casos concretos la biopsia puede ser útil, por ejemplo,
en pacientes con oligospermia y azoospermia, si no se obser-
Fármacos
va una elevación de la FSH, y también para reconocer casos Los agentes alquilantes y otros anticancerígenos inducen
de síndrome de Klinefelter, en los que la alteración cromosó- lesión tubular. La ciclofosfamida produce, prácticamente en
mica aparece limitada al testículo. En estos casos es necesa- todos los casos, azoospermia u oligospermia, que suele ser
rio hacer cultivo del tejido obtenido por biopsia con el fin de reversible, normalizándose la función en la mitad de los ca-
confeccionar el cariotipo. sos dentro de los 3 años de su interrupción.
Se ha sugerido que la supresión de la función testicular
con análogos de LHRH podría proteger al testículo de la toxi-
Exámenes por métodos de imagen cidad de los citostáticos pero no se ha demostrado. También
En casos de genitales ambiguos, la ecografía es útil para otros muchos fármacos que interfieren en la síntesis de tes-
determinar la existencia y la localización de los testículos. tosterona, que bloquean su acción o que inhiben la secre-
Los que presentan una situación retroperitoneal son difíci- ción de gonadotropinas, alteran su síntesis y afectan la fun-
les de visualizar, por lo que también puede ser útil la tomo- ción espermatogénica.
grafía computarizada (TC). Los situados en los labios y en El ketoconazol inhibe la síntesis de testosterona y también
el conducto inguinal son habitualmente fáciles de identifi- la esteroidogénesis suprarrenal. La espironolactona blo-
car. El varicocele es una causa común de disfunción testi- quea la esteroidogénesis, la ciproterona bloquea el receptor
cular, que compromete la fertilidad; no existe correlación citoplasmático de los andrógenos, y ambos producen hipo-
entre el volumen del varicocele y el grado de afectación gonadismo.
testicular. El diagnóstico clínico es fácil si se palpa el vari- La flutamida, derivado no esteroide de la toluidina, inhibe
cocele, siempre con el paciente en ortostatismo. Cuando la fijación nuclear de los andrógenos, al igual que la anan-
no se palpa, los métodos diagnósticos más útiles son la ter- drona o RU23908, con lo cual impiden la acción biológica
mografía escrotal y la venografía retrógrada de la vena es- de los andrógenos. Se han utilizado en el tratamiento del
permática interna. cáncer de próstata junto con análogos de LHRH. Un inhibi-
dor de la 5-α-reductasa (finasteride), al bloquear la forma-
ción de DHT, induce involución prostática. La ciproterona
Alteraciones de la función testicular inhibiría asimismo la secreción de gonadotropinas, como al
en el adulto parecer lo hace la medroxiprogesterona. Ciertos fármacos,
como las fenotiazinas o la metoclopramida, aumentan la se-
El hipogonadismo es la alteración más frecuente dentro creción de prolactina y, de esta forma, interfieren en la libe-
de las afecciones testiculares. Se lo define como un fallo de ración de gonadotropinas. La exposición a otros agentes tó-
la función testicular, que puede ser global, afectando la fun- xicos, como insecticidas, tiene efectos tóxicos para la
ción esteroidogénica y la reproductora, o parcial, compro- espermatogénesis, al igual que ciertos metales como el cad-
metiendo sólo esta última. En la mayoría de los casos la le- mio y el boro. El plomo puede afectar crónicamente la
sión testicular es primaria (hipogonadismo primario); con función de las células de Leydig, interfiriendo en la síntesis
menor frecuencia es secundaria a una lesión hipofisaria o hi- de testosterona. Otros fármacos, como propranolol y guaneti-
potalámica con alteración de la secreción de gonadotropi- dina, pueden disminuir la potencia sexual. El alcohol tiene
nas y/o LHRH (hipogonadismo secundario). En ambos casos efectos tóxicos sobre la esteroidogénesis testicular y la es-
el cuadro puede aparecer antes de la pubertad, siendo con- permatogénesis. En los individuos que toman marihuana,
génito o adquirido, o después de la pubertad en el individuo heroína o metadona se encuentran concentraciones bajas
adulto ya desarrollado. de testosterona, y en pacientes tratados con amiodarona se
han comprobado su acumulación en el testículo y concen-
traciones muy altas en el semen, si bien no se conocen sus
Orquitis efectos sobre la función reproductora. El consumo abusivo
Una de las orquitis más frecuentes es la que puede apare- de anabólicos esteroides por deportistas puede provocar
cer en la parotiditis epidémica; es una complicación rara en disminuciones del volumen testicular hasta del 20% y un
el niño y muy frecuente en el adulto (25% de casos). En dos descenso de la producción de esperma hasta del 90% o más.
tercios de los pacientes es unilateral. La inflamación y el ede- Estos individuos presentan elevaciones de estradiol compa-
ma de la glándula pueden conducir a la hialinización y es- rables a los valores encontrados en mujeres fértiles (por aro-
clerosis de los túbulos seminíferos, con oligospermia resi- matización de los andrógenos a estrógenos) y es frecuente
dual. El grado de atrofia no siempre es proporcional a la que desarrollen ginecomastia, en particular los levantadores
gravedad de la orquitis y se establece 1-6 meses después de de pesas.
2158
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Enfermedades neurológicas
La distrofia miotónica de Steinert es un trastorno heredofa-
miliar que se acompaña de miopatía miotónica, cataratas,
alopecia y trastornos en el ECG, entre otros. Aparece una es-
clerosis tubular pospuberal con fallo espermatogénico y, con
menor frecuencia, de la esteroidogénesis; aproximadamente
el 80% de estos pacientes presentan disminución del volu-
men testicular. Las lesiones de la médula espinal capaces de
producir paraplejía pueden afectar en forma definitiva la fun-
ción espermatogénica.
2159
ENDOCRINOLOGÍA
2160
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
En la primera fase, que comprendería el movimiento del tes- TABLA 16.51. Causas de infertilidad masculina
tículo desde su posición inicial abdominal posterior hasta el
anillo inguinal interno, la regulación correría a cargo de la Causas testiculares
Hipogonadismos hipogonadotropos e hipergonadotropos
sustancia inhibidora de los conductos de Müller y se produ- Síndrome de aplasia germinal
ciría antes de las 12 semanas de gestación. La segunda fase Detención de la espermatogénesis
de descenso, desde el anillo interno inguinal hasta el escro- Varicocele
to, sería dependiente de los andrógenos y ocurriría en el ter- Criptorquidia
cer trimestre. Para explicar la criptorquidia en individuos Trastornos inmunológicos
con función testicular normal se ha sugerido que en estos ca- Epididimitis, prostatitis
sos existiría un retraso en el desarrollo del eje hipotálamo-hi-
pofisotesticular en el período perinatal, y una mejoría espon- Causas postesticulares
Defectos congénitos de los conductos deferentes, el epidídimo
tánea posterior, que conduciría a una virilización normal en y las vesículas seminales
la pubertad. Muchos estudios dirigidos a determinar los nive- Síndrome de Young
les de gonadotropinas en estos pacientes parecen demostrar Síndrome de las células inmóviles (espermatozoides inmóviles)
un déficit transitorio de LH que podría ser la causa de la falta Vasectomía
de descenso testicular.
Los testículos criptorquídicos se pueden dividir en: a) re-
tráctiles, que se encuentran intermitentemente en la ingle;
b) detenidos de forma permanente en la ingle; c) intrabdomi- cidos varones cuyas madres habían ingerido progestágenos
nales, y d) en la parte alta del escroto. Para establecer el diag- durante la gestación; sin embargo, en la mayoría de los casos
nóstico debe realizarse una exploración física cuidadosa en aparece como una anomalía de causa desconocida, cuyo
un ambiente a temperatura adecuada, evitando el frío, y con tratamiento se basa en su corrección quirúrgica.
el paciente en ortostatismo y en decúbito. En muchos casos
es útil practicar la palpación de las bolsas, presionando la
pared abdominal inferior o durante el curso de la maniobra Infertilidad masculina
de Valsalva. La exposición materna a estrógenos exógenos
podría ser un factor de riesgo. Criptorquidias bilaterales apa- Se calcula que el 10% de los matrimonios son estériles, y
recen asociadas a diferentes cuadros de hipogonadismos, que en el 40-50% o más de los casos la infertilidad es masculi-
síndrome de Noonan, síndrome de Reifenstein, hipogonadis- na (antigua impotencia generandi). Un hombre es infértil
mos hipogonadotropos, etc. En estos últimos su presencia cuando es incapaz de fertilizar un óvulo. En más de la mitad
implica peor pronóstico para recuperar la función reproduc- de los casos de azoospermia o de oligospermia profunda no
tora con el tratamiento. se puede precisar el origen, a pesar del gran número de cau-
La orquiopexia es el tratamiento de elección en la criptor- sas de esterilidad masculina que se han podido identificar.
quidia. Alrededor del 10% de los tumores testiculares inciden Descartadas las causas derivadas de cualquier tipo de tras-
en glándulas criptorquídicas. Se ha utilizado la administra- torno en el coito, como impotencia, defectos en la eyacula-
ción de HCG en inyección intramuscular y, más recientemen- ción (prematura, retrógrada), relaciones muy esporádicas,
te, LHRH intranasal para corregir la criptorquidia. Algunos es- etc., entre las causas más comunes (tabla 16.51) destacan las
tudios concluyen que el tratamiento hormonal es en la hipotálamo-hipofisarias, que cursan con una disminución de
mayoría de los casos inefectivo para conseguir el descenso las concentraciones plasmáticas de LH y FSH (véase Enfer-
testicular en los testículos verdaderamente criptorquídicos y medades del sistema hipotálamo-hipofisario). Cabe citar
sólo sería efectivo en producir el descenso de testículos re- aquí las hiperprolactinemias que se asocian a impotencia
tráctiles. El tratamiento quirúrgico suele indicarse en la actua- coeundi, disminución de gonadotropinas y de testosterona,
lidad antes de la edad escolar. Para algunos autores sería de- la administración de fármacos que inhiben la secreción de
masiado tarde y afirman que si quiere preservarse la fertilidad ambas gonadotropinas, LH y FSH (medroxiprogesterona, es-
del testículo, la orquiopexia debe realizarse antes de los trógenos, andrógenos), o sólo de la FSH, como ocurre con la
2 años. No hay que olvidar, sin embargo, que en esta edad las difenilhidantoína. Hay muchos tóxicos ambientales que afec-
dificultades técnicas de la operación son mayores y, por tan- tan la espermatogénesis: radiaciones, hidrocarburos haloge-
to, aumentan el riesgo de lesión y de atrofia testicular tras la nados y fármacos o drogas como sulfasalazina, marihuana y
orquiopexia per se. Por otra parte, tambien hay que tener pre- alcohol.
sente que la esterilidad es muy frecuente en varones tratados En el grupo de causas testiculares de esterilidad se inclu-
por criptorquidia bilateral, lo que ha sugerido que la malfor- yen las asociadas a deficiencia androgénica por afección de
mación testicular no sería consecuencia de la criptorquidia, las células de Leydig y defecto secundario de la espermato-
sino que ya estaría determinada por un desarrollo anómalo. génesis, pero hay muchas otras que cursan con secreción an-
drogénica normal. Tal es el caso de la aplasia de las células
germinales o Sertoli cell only syndrome, que se caracteriza his-
Hipospadias tológicamente por ausencia de espermatogénesis y conserva-
Es una anomalía congénita de la uretra y del pene relativa- ción de las células de Leydig y de las células de Sertoli. Estos
mente frecuente (5-8 de cada 1.000 varones recién nacidos pacientes, por tanto, presentan azoospermia con virilización
vivos), en la que se ha sugerido un posible incremento de su normal. Se cree que la alteración es congénita en la mayoría
incidencia. Aparece como consecuencia de un fallo en el de los casos, habiéndose observado este síndrome en herma-
cierre normal de la ranura uretral fetal. La uretra en el pa- nos. De todas maneras, se ha descrito también en individuos
ciente hipospádico termina en la superficie ventral del falo, que han desarrollado una orquitis o tenían una criptorquidia.
entre el lugar que normalmente ocupa el meato uretral y el Las concentraciones de LH y testosterona son normales y las
perineo; se distinguen tres tipos según se sitúe en la superfi- de FSH muy elevadas. Este síndrome representa algo menos
cie ventral del glande, en el pene o en la zona perineoscro- del 10% de todas las azoospermias. Se han descrito casos de
tal. Suele acompañarse de cierto grado de contracción e in- detención de la maduración espermatogénica, generalmente
clinación ventral, que tiende a ser más pronunciada cuando en la fase de espermátide, de causa no aclarada, si bien se
el falo empieza a aumentar de tamaño. Se cree que esta mal- sospecha un origen congénito. El varicocele es una causa fre-
formación es producida por falta de andrógenos o por algún cuente de esterilidad cuyo tratamiento quirúrgico produce
tipo de resistencia a los andrógenos durante la embriogéne- un 70% de curaciones. Su incidencia en la población general
sis. De hecho, el hipospadias constituye una anomalía que se es del 10-15%, y en los individuos estériles del 20-40%. El me-
asocia con frecuencia a alteraciones en el desarrollo sexual canismo por el cual el varicocele determina cambios en la
masculino. Se ha descrito también su aparición en recién na- calidad, el volumen, el recuento o la composición del semen
2161
ENDOCRINOLOGÍA
no se conoce con exactitud. Se ha sugerido que el flujo san- (impotencia diabética, debida a las complicaciones vascula-
guíneo retrógrado en la vena espermática interna por incom- res y neurológicas) y, por último, las psicógenas.
petencia valvular, con la dilatación progresiva del plexo Para la evaluación de una impotencia hay que realizar
venoso peritesticular, afecta la temperatura de ambos testícu- una meticulosa historia clínica, a fin de conocer el inicio de
los. En el 85% de los casos se localiza en el lado izquierdo. la pubertad, la actividad masturbadora y búsqueda de enfer-
La criptorquidia unilateral se asocia, en un número significati- medades orgánicas y psiquiátricas, así como la ingesta de fár-
vo de casos, a alteraciones en la espermatogénesis. En un macos que pueden afectar la erección, como ciproterona,
porcentaje muy pequeño de casos se han detectado anticuer- butirofenonas, fenotiazinas, litio, derivados tricíclicos, antihi-
pos dirigidos contra el semen. Existirían inmunoglobulinas pertensivos, alcohol o factor de estrés psicosocial, que se
que se fijarían a la superficie del espermatozoide, pudiendo asocian a una disminución de la secreción de gonadotropi-
reconocerse por reacción mixta antiglobulina y medidas por nas, de los niveles plasmáticos de testosterona y a alteracio-
pruebas de aglutinación en suero y líquido seminal; al pare- nes de la espermatogénesis. Hay que practicar una explora-
cer, el tratamiento con prednisona podría ser efectivo en ción física adecuada en busca de anomalías peneanas,
ciertos casos. Algunos pacientes presentaban oclusiones de como microfalo y esclerosis de los cuerpos cavernosos (en-
las vías epididimarias o deferentes. Las infecciones del epidí- fermedad de La Peyronie), etc., y un estudio hormonal con
dimo, las vesículas seminales o la próstata también son cau- valoraciones de LH, FSH, testosterona y prolactina, así como
sas de infertilidad. investigaciones neurológicas y vasculares completas: estu-
Finalmente, dentro del grupo de causas postesticulares se dios de conducción nerviosa, pruebas de tumescencia pe-
encuentran las alteraciones del sistema de los conductos ex- neana nocturna, prueba de la papaverina en inyección in-
cretores. Pueden ser congénitas, con aplasia de los conduc- tracavernosa, arteriografía del eje hipogastricocavernoso y
tos deferentes, el epidídimo y las vesículas seminales, que medición del índice de presión arterial peneana, representa-
aparece de forma aislada o asociada a fibrosis quística y cur- do por la relación entre la presión sistólica más baja en una
sa con azoospermia. En algunos de estos casos existiría el de las cuatro arterias principales del pene y la presión sistóli-
antecedente de exposición prenatal a niveles altos de dieti- ca en el brazo (los valores en ausencia de defecto vascular
lestilbestrol administrados durante la gestación. Alteracio- son de 0,91 ± 0,07; cuando esta relación es inferior a 0,65 in-
nes adquiridas con obstrucción de los conductos excretores dica impotencia de causa vascular). La realización de todos
se han descrito en el síndrome de Young, que se acompaña estos exámenes ayuda a diferenciar las impotencias psicóge-
de infecciones crónicas sinusales y pulmonares. El síndrome nas de aquellas de origen orgánico, y su aplicación sistemáti-
de los cilios inmóviles representa una causa curiosa de este- ca ha cambiado el concepto que se tenía de la rareza de las
rilidad masculina de origen congénito, que cursa con un de- formas orgánicas, estimadas antes en menos del 10%. Actual-
fecto en la motilidad de los cilios de las vías respiratorias y mente se acepta que las impotencias orgánicas representan
de la cola de los espermatozoides; ello origina infecciones hasta el 50% del total. No hay que olvidar, sin embargo, que
respiratorias crónicas y esterilidad por inmovilidad de los es- en todos los tipos orgánicos de fallo de la erección existen
permatozoides; se asocia al síndrome de Kartagener (situs diferentes grados de componente psicológico.
inversus, bronquiectasias y sinusitis crónica) en el 50% de El comienzo insidioso de un fallo progresivo de la erec-
los casos. ción, con pérdida de las erecciones espontáneas matinales y
El diagnóstico de infertilidad masculina exige una explora- preservación de la libido, es sugestivo de alguna forma or-
ción física completa: estudio del sentido olfatorio, investiga- gánica de impotencia, sobre todo si existen tres o cuatro fac-
ción de los genitales y caracteres sexuales secundarios, con- tores principales de riesgo de lesión arterial: diabetes, ta-
sistencia y tamaño testiculares por orquidometría o, mejor, baquismo, hiperlipemia e hipertensión, que abonarían el
por ecografía, que debe extenderse al estudio de la próstata componente arterial de la impotencia. Por el contrario, el co-
y las vesículas seminales. Obviamente, hay que practicar un mienzo brusco de la impotencia para situaciones específicas,
análisis completo del semen. acompañado de preservación de las erecciones espontáneas
En el estudio diagnóstico de una azoospermia debe in- y de las erecciones reflejas asociadas a la fase REM, sería in-
cluirse una evaluación de la función endocrina y, si ésta dicativo de impotencia psicógena. El fallo eréctil psicógeno
es normal, una biopsia testicular. Si el examen histológico es se trata con psicoterapia y técnicas conductuales; en las im-
normal, hay que buscar causas postesticulares (obstrucción potencias orgánicas el tratamiento consiste en la corrección
o ausencia de los conductos excretores) que justificarían la de la causa que la ha provocado, siempre que ello sea posi-
azoospermia. ble. En muchos casos, sin embargo, la única opción puede
ser la aplicación de prótesis en el pene.
Impotencia coeundi
Climaterio masculino o andropausia
Tradicionalmente se ha considerado relacionada con pro-
blemas de la función testicular. Sin embargo, ha quedado Se denomina así a la involución fisiológica de la función
bien demostrado que el déficit androgénico es una causa gonadal del varón. El envejecimiento se asocia a múltiples
muy rara de impotencia en un varón sano. Se puede manifes- cambios en la función sexual del varón. Se requiere una esti-
tar como una incapacidad para obtener o mantener una mulación más prolongada para conseguir una erección com-
erección, con pérdida o disminución del deseo sexual, au- pleta, y los estímulos físicos directos llegan a ser más impor-
sencia de eyaculación o incapacidad para alcanzar el orgas- tantes que los emocionales indirectos. El volumen y la fuerza
mo; estas manifestaciones aparecen de forma aislada o aso- del eyaculado están reducidos. Alrededor de los 70 años, los
ciadas. La incidencia del trastorno aumenta con la edad: valores promedio de testosterona tienden a disminuir, au-
1,9% a los 40 años y hasta el 25% a los 65 años. Con la edad mentando los niveles de SHBG, lo que implica una disminu-
hay una disminución de la actividad sexual, y muchos varo- ción de la testosterona libre. Paralelamente, aparece una ele-
nes tienen temor a la impotencia. La ansiedad que se asocia vación progresiva de la LH plasmática y un aumento de la
al aumento de la edad puede desencadenar la aparición de conversión periférica de andrógenos a estrógenos, con una
este trastorno. relación disminuida de andrógenos/estrógenos. Su sintoma-
Desde el punto de vista fisiopatológico cabe distinguir va- tología, aunque más rara, es superponible a la de la meno-
rios tipos de impotencias: las neurógenas (afectación de la pausia femenina. Hay una tendencia a desarrollar hipertrofia
región sacra y fibras autónomas parasimpáticas), las endocri- prostática e, incluso, a veces hipertrofia mamaria. Sin embar-
nas (déficit hormonal androgénico, hiperprolactinemias, dis- go, los cambios en los valores hormonales, que estadística-
funciones tiroideas), las vasculares (enfermedades vascula- mente son más bajos que los niveles medios normales, en ge-
res oclusivas, arteriosclerosis), las inducidas por fármacos neral se encuentran dentro de la variación normal.
2162
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
2163
ENDOCRINOLOGÍA
obtiene a partir de la orina de mujeres menopáusicas. Cuan- MALHOTRA A, POON E, TSE W-Y, PRINGLE PJ, HINDMARSH PC, BROOK CGD.
do se administra sólo HMG no se consigue inducir fertilidad, The effects of oxandrolone of the growth hormone and gonadal
la cual sí puede obtenerse en algunos casos utilizando HCG axis in boys with constitutional delay of growth and puberty. Clin
Endocrinol 1993; 38: 393-398.
como único tratamiento. La pauta de tratamiento de la infer- MEIKLE AW, MAZER NA, MOELLMER JF, STRINGHAM JD, TOLMAN KG, SAN-
tilidad difiere según la edad en que se haya establecido el hi- DERS SW et al. Enhanced transdermal delivery of testosterone
pogonadismo. Las formas congénitas o prepuberales requie- across nonescrotal skin produces physiological concentrations of
ren la administración conjunta de HCG (en general 2.000 mU testosterone and its metabolites in hypogonadal men. J Clin Endo-
3 veces por semana) y HMG (75 mU 3 veces por semana). crinol Metab 1992; 74: 623-628.
Ésta se administra cuando las concentraciones de testostero- NIESCHLAG E. Care of the infertile male. Clin Endocrinol 1993; 38: 123-
na se han normalizado y cuando el volumen testicular es de 133.
8 mL. Probablemente, al igual que la FSH humana, la HMG
se fija a las células de Sertoli y quizá también a las esperma-
togonias y, a través del AMPc, induce la producción de pro-
teínas que son importantes para el control de la espermato-
génesis, como ABP e inhibina; posiblemente modularía la Trastornos de la diferenciación sexual
función de las células de Leydig. En las formas pospuberales
suele ser suficiente la administración de HCG (1.000-5.000 Fisiología de la diferenciación sexual*
mU por semana) para conseguir la fertilidad. En los pacien-
tes con criptorquidia, incluso tratada precozmente con or-
quiopexia, el tratamiento suele fallar y raras veces se consi- El género humano presenta una diferenciación en dos
gue la fertilidad. Lo mismo cabe decir de los pacientes que sexos: masculino y femenino. Las diferencias biológicas en-
sufren defectos hipofisarios múltiples. Es evidente que cuan- tre ambos se establecen en cuatro niveles distintos: sexos ge-
do existe un hipogonadismo por destrucción de las células nético, gonadal, genital y psicosocial. La determinación a
gonadotropas asociado a hiperprolactinemia deben tratarse cada nivel está condicionada normalmente por la del ante-
ambos trastornos. rior, y cada uno presenta una cronología propia en la ontoge-
Se ha postulado que el tratamiento con gonadotropinas re- nia del individuo (fig. 16.89).
sulta más fisiológico para inducir el crecimiento y la madura- El sexo genético se determina en el momento de la fecun-
ción puberal en niños con retraso constitucional; sin embar- dación del óvulo por el espermatozoide, según el cromoso-
go, las dosis que se utilizan distan mucho de ser fisiológicas, ma sexual que contenga el espermatozoide fecundante: un
motivo por el cual se prefiere, cuando sea necesario, instau- espermatozoide con la dotación cromosómica 22 + X deter-
rar tratamiento con andrógenos. minará un cigoto 44 + XX, cuyo sexo genético es femenino,
mientras que un espermatozoide 22 + Y determinará un cigo-
to 44 + XY, cuyo sexo genético es masculino.
Tratamiento con LHRH El sexo gonadal se establece en el curso de las primeras
Se ha demostrado que la administración de LHRH en for- semanas de vida embrionaria y depende del sexo genético.
ma pulsátil consigue inducir una maduración por completo A partir del esbozo de las gónadas primitivas indiferenciadas
normal, valorada por el número de concepciones consegui- se forman los ovarios en el sexo femenino y los testículos en
das, en el hipogonadismo hipogonadotropo. Con este trata- el masculino.
miento, mucho más fisiológico que los anteriores, es posible La diferenciación del ovario comienza en el curso de la 8.a
conseguir el restablecimiento de la secreción de gonadotro- semana y queda completada hacia la 28.a semana. En ausen-
pinas y de la función gonadal en la mayoría de los pacientes, cia de cromosoma Y, la gónada primitiva, comienza a dife-
aun en aquellos en los que ha fallado el tratamiento con go- renciarse en ovario. Sin embargo, para la diferenciación
nadotropinas. En casi todos los casos, tras la interrupción del completa del ovario, así como para su mantenimiento, pare-
tratamiento reaparece el hipogonadismo; sólo en algunos pa- ce necesaria una doble dotación X.
cientes (quizá los que tienen valores más altos de la subuni- La diferenciación de la gónada primitiva en testículo de-
dad alfa) persiste una secreción pulsátil de frecuencia y am- pende de la presencia del gonosoma Y. La diferenciación
plitud normales después de interrumpir el tratamiento, de masculina se inicia por la presencia de un factor determinan-
forma que podría tratarse de déficit incompletos de LHRH. te del testículo (TDF) codificado por un gen del brazo corto
Se administra a dosis de 2 µg por vía subcutánea a intervalos del cromosoma Y, que probablemente corresponde al deno-
de 90 min y durante 8 h por la noche y mediante una bom- minado gen SRY (sex-determining region, Y chromosome).
ba de perfusión portátil previamente programada. Para el tra- Otros genes parecen también intervenir en la diferenciación
tamiento de la infertilidad se recomiendan dosis de 15 µg completa del testículo, tanto autosómicos como ligados al X.
cada 90 min por vía subcutánea. En el tratamiento de los hi- La diferenciación del testículo comienza algo antes de la
pogonadismos hipogonadotropos, el brote de aceleración del ovario, hacia la 7.a semana de gestación. La organización
del crecimiento en los niños aparece cuando el volumen tes- de la gónada primitiva en cordones da lugar al esbozo ini-
ticular es de 10 mL, momento en que los cambios en la se- cial de los túbulos seminíferos, en los que se diferencian las
creción de gonadotropinas y esteroides sexuales coincide células de Sertoli y las células germinales. El intersticio inter-
con cambios en la pulsatilidad de la hormona del crecimien- tubular es ocupado por fibroblastos, que se diferencian en
to (aumento de la amplitud de los pulsos). células de Leydig con capacidad esteroidogénica. La crono-
logía de la diferenciación de los dos compartimientos testi-
culares, así como la regulación de sus funciones, en cuanto a
síntesis y secreción de sus productos hormonales principales
Bibliografía especial [factor inhibidor de los conductos de Müller (MIF) por parte
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2164
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
XX Sexo genético XY
TDF
Sexo gonadal
Ovarios
Testículos
Célula de Célula de
Leydig Sertoli
Conductos Conductos de
de Wolff Müller Sexo genital
T MIF
Trompa
Conductos de Conductos
Wolff de Müller
5-α-reductasa 5-α-reductasa
Receptor DHT Próstata
androgénico
+ Receptor
androgénico
Pene Utrículo
Clítoris prostático
Androgenización
Labios Dos tercios inferiores de la vagina Escroto
Fig. 16.89. Diferenciación sexual genética, gonadal y genital en el feto humano. DHT: dihidrotestosterona; MIF: factor inhibidor de los conduc-
tos de Müller; T: testosterona; TDF: factor determinante del testículo.
El sexo genital queda determinado durante la vida fetal para la síntesis de testosterona a partir del colesterol. La ac-
por la ausencia de función testicular durante fases críticas de ción de la testosterona sobre los conductos de Wolff se ejer-
la vida fetal. En efecto, en ausencia de MIF, los conductos ce por vía local, a través de receptores específicos para ella
de Müller se desarrollan constituyendo el útero, las trompas y presentes incluso antes del aumento de secreción testicular
el tercio superior de la vagina. Asimismo, en ausencia de tes- de testosterona, mientras que no se detecta actividad 5-α-re-
tosterona de origen testicular, el esbozo de los conductos de ductasa, que transformaría dicha hormona en su metabolito
Wolff no se desarrolla. Y, por último, la ausencia de testoste- DHT. De los conductos de Wolff derivan el epidídimo, los
rona y de su metabolito DHT –que actuarían sobre el tubér- conductos deferentes y las vesículas seminales. Su diferen-
culo y el seno urogenitales– permite la diferenciación del ciación ocurre entre las semanas 9.a y 18.a, paralelamente al
sexo genital externo femenino (dos tercios inferiores de la incremento de la síntesis testicular de testosterona. En cam-
vagina, labios mayores y menores y clítoris). bio, la diferenciación de los genitales externos masculinos
La determinación del sexo genital masculino requiere una depende de la llegada de dicha hormona por vía sistémica,
secreción y una acción normales de los dos tipos de hormo- de su metabolización a DHT por la enzima 5-α-reductasa y,
nas testiculares: el MIF y la testosterona. en último término, de la acción de la DHT sobre el seno y el
La secreción de MIF por las células de Sertoli comienza tubérculo urogenitales. De ellos derivan la próstata, el pene y
hacia la 8.a semana de la vida fetal. Su estímulo depende se- las bolsas escrotales. Tanto la enzima 5-α-reductasa como los
guramente de la FSH hipofisaria. Esta secreción alcanza nive- receptores específicos para la DHT están presentes en los tu-
les máximos hacia la mitad de la gestación y es cronológica- bérculos y el seno urogenitales antes del inicio de su diferen-
mente paralela a la desaparición de los conductos de Müller. ciación. La cronología de esta diferenciación es paralela a la
La acción del MIF se ejerce por vía local sobre los conductos secreción testicular de T.
de Müller. Los trastornos de la diferenciación sexual pueden manifes-
El desarrollo y el mantenimiento de los conductos de tarse en uno solo o en varios de dichos niveles de diferencia-
Wolff dependen de la secreción de testosterona por las célu- ción: sexo genético, gonadal, genital y psicosocial. Se abor-
las de Leydig. El funcionalismo de éstas es inducido inicial- darán en primer lugar las anomalías del sexo cromosómico
mente por la HCG de origen coriónico, aunque después del que implican anomalías de la diferenciación gonadal, pero
primer trimestre de la vida fetal la LH hipofisaria fetal parece sin discordancia con el sexo genital o fenotípico y, por lo
también desempeñar un papel en el mantenimiento de las tanto, sin ambigüedad sexual. Las entidades clínicas más re-
células de Leydig fetales. La biosíntesis de testosterona re- presentativas son, en el sexo fenotípico femenino, la disgene-
quiere, pues, la presencia de HCG y/o LH, de receptores para sia gonadal pura con síndrome de Turner y, con menor fre-
estas gonadotropinas en las células de Leydig o en sus pre- cuencia, la disgenesia 46 XX y, en el sexo fenotípico
cursoras y, por último, de la cadena de enzimas necesarias masculino, el síndrome de Klinefelter en los varones con ca-
2165
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.52. Clasificación de los estados intersexuales narse con la aparición de menarquía, la existencia de un cor-
to período de ciclos menstruales con “menopausias preco-
Seudohermafroditismo femenino ces” y aun los rarísimos casos demostrados en los que se ha
Sexos genético y gonadal femeninos, pero sexo genital
producido gestación (no puede descartarse que en algunos
ambiguo o masculino
Disgenesias gonadales puras 46 XY de estos casos se tratara de mosaicismo no identificado). La
Sexo genético masculino, pero gónadas disgenéticas y sexo incidencia de abortos y de recién nacidos con alteraciones
genital femenino o ambiguo cromosómicas es muy elevada en estas mujeres 45 X cuando
Disgenesias gonadales mixtas quedan embarazadas. Al llegar a la pubertad no se presenta
Sexo genético masculino o anómalo, sexo gonadal mixto desarrollo mamario, ni de los demás caracteres sexuales se-
y sexo genital ambiguo cundarios; aparece adrenarquía con producción de andróge-
Hermafroditismo verdadero nos suprarrenales que provocan el desarrollo de vello pubia-
Sexo genético femenino, masculino o mosaico, sexo gonadal
mixto, sexo genital masculino o ambiguo
no y axilar que no progresan hasta la normalidad porque
Seudohermafroditismo masculino falla la participación gonadal en la secreción esteroide.
Sexos genético y gonadal masculinos y sexo genital femenino En estas pacientes se ha descrito una gran variedad de
o ambiguo anomalías del desarrollo, la más común de las cuales es la fa-
cies peculiar con hipertelorismo y a veces epicanto, boca de
pez, implantación baja colgante de las orejas, micrognatia,
cuello corto y ancho a veces con un pliegue cutáneo (ptery-
riotipo 47 XXY. Cuando existe una discordancia entre alguno gium colli) e implantación baja del cabello en el cuello. Pre-
de los tres primeros niveles de diferenciación (genético, go- sentan gran variedad de anomalías esqueléticas, como tórax
nadal y genital) cabe hablar de estados intersexuales, según excavado, en escudo, paladar excavado, cúbito valgo y acor-
los diversos factores analizados. Aquí se adoptará una clasifi- tamiento del cuarto metacarpiano. Otras anomalías que se
cación según el tipo de gónada presente (tabla 16.52). Den- describen son la presencia de abundantes nevos pigmenta-
tro de cada una de las cinco grandes entidades clínicas (seu- dos, formación de queloides, alteración del sentido cromáti-
dohermafroditismo femenino, disgenesias gonadales puras co, sorderas de percepción, hipoplasia de las uñas y anorma-
46 XY, disgenesias gonadales mixtas, hermafroditismo verda- lidades en los dermatoglifos palmares. Son muy frecuentes
dero y seudohermafroditismo masculino) existen diversas las malformaciones renales (riñón en herradura, duplicación
etiologías. de pelvis y uréter). En algunas series se ha comunicado un
25% de casos con coartación de aorta, que coincidía siempre
con la presencia de pliegue cutáneo. Aproximadamente el
Anomalías del sexo cromosómico 25% de estos pacientes tienen un coeficiente intelectual más
bajo que el promedio. Los portadores de pliegue cutáneo
Se originan en el período inicial, en el de formación del presentan una incidencia más alta de moderado retraso
sexo genético, y determinan trastornos en el número o la es- mental. Se ha descrito también mayor tendencia a presentar
tructura de los cromosomas sexuales X o Y. enfermedades autoinmunes: tiroiditis crónica autoinmune,
hipotiroidismo, diabetes mellitus y artritis reumatoide.
En la mayoría de los casos el promedio de edad ósea en
Disgenesia gonadal y síndrome de Turner estos enfermos es casi normal o sólo discretamente retrasado
El síndrome de disgenesia gonadal es un trastorno de los entre los 6 y los 12 años, pero luego se establece un retraso
cromosomas sexuales que incide en individuos fenotípica- de la maduración esquelética, y sin tratamiento es frecuente
mente femeninos y que se caracteriza por tres hechos bási- la aparición de osteoporosis acentuada.
cos: infantilismo sexual, presencia de cintillas gonadales En estos pacientes las concentraciones plasmáticas de
(streak gónadas) y talla baja. Puede también acompañarse FSH permanecen elevadas hasta los 4-5 años, disminuyendo
de numerosas malformaciones congénitas, en cuyo caso se entonces hasta niveles normales. A partir de los 9 años, los
habla de síndrome de Turner. En el síndrome de Bonnevie-Ull- niveles de FSH aumentan rápidamente hasta alcanzar los va-
rich, a los rasgos característicos del primero se añade linfede- lores de pacientes castrados; de forma simultánea se eleva
ma de extremidades. En el síndrome de Noonan, que aparece también la LH (aunque no con tanta intensidad) y los niveles
en el fenotipo masculino o femenino, hay normalidad cro- de estradiol plasmático permanecen siempre bajos, inferio-
mosómica y desarrollo gonadal normal, pero se encuentran res a 20 pg/mL.
muchas de las anomalías descritas en el síndrome de Turner
(talla baja, alteraciones esqueléticas y otras). Etiopatogenia. Las anomalías cromosómicas pueden produ-
cirse por fallos en la replicación de las células germinales du-
Cuadro clínico. La talla es un hallazgo característico en los rante la espermatogénesis o la oogénesis o por alteraciones
pacientes con síndrome de Turner y cariotipo 45 X. El prome- en la división mitótica de las células en el óvulo ya fertilizado
dio del peso y la talla al nacer está por debajo del normal y o cigoto. El defecto de la disyunción meiótica determina que
la talla final suele oscilar entre 133 y 153 cm, manteniendo los pares de cromosomas no se separen durante la anafase;
una velocidad de crecimiento muy lenta, que a los 5 años si- una de las células hijas recibe un cromosoma extra que falta-
túa a estos pacientes con tallas que están 2,5 desviaciones es- rá en la otra, y el fallo en la disyunción mitótica se produce
tándar o más por debajo de la talla media correspondiente. en el cigoto, después que ha sido fertilizado el óvulo. En este
Destaca la ausencia de desarrollo puberal. Los genitales caso pueden derivarse dos líneas celulares diferentes, una
externos son femeninos normales, pero no se desarrollan en dotada con el número normal de cromosomas y otra con un
el momento de la pubertad; los genitales internos son feme- número aneuploide.
ninos, el útero es muy pequeño y las gónadas están constitui- En el síndrome de Turner la dotación cromosómica 45 X
das por dos cintillas bilaterales, formadas por tejido fibroso es la más frecuente, faltando el otro cromosoma sexual. El
parecido al de la estroma ovárica normal y en las que faltan cromosoma X presente procede con mayor frecuencia de la
los folículos primordiales. Hasta el tercer mes de desarrollo madre. Aproximadamente el 40% de los casos presentan mo-
fetal no se encuentran diferencias en las gónadas en relación saicismo, siendo el más frecuente el 46 XX/45 X. Sin embar-
con los fetos normales XX; se encuentran numerosas células go, se describe una amplia variedad de mosaicismos, junto
germinales, que desaparecen progresivamente y son sustitui- con alteraciones estructurales de los gonosomas, supresión o
das por tejido conjuntivo de la estroma. La presencia de algu- rotura de los brazos cortos o largos del cromosoma X y apari-
nos folículos en medio de la estroma de la gónada rudimen- ción de isocromosomas X (Xqi) por división transversal des-
taria no es excepcional; sí lo es, en cambio, que persistan de el centrómero. Se ha dicho que la talla baja de estos pa-
hasta la adolescencia o la edad adulta. Esto puede relacio- cientes se debería a la pérdida de material genético, que se
2166
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
encontraría en el brazo corto del cromosoma X. En la mayo- TABLA 16.53. Etiologías del seudohermafroditismo femenino
ría de las pacientes, la secreción de hormona de crecimiento
(hGH) es normal, pero se ha descrito que a partir de la edad De origen fetal
Hiperplasia suprarrenal congénita
puberal pueden presentar una disminución en su secreción Déficit de 21-hidroxilasa
debido al déficit de esteroides sexuales que presentan. Déficit de 11-β-hidroxilasa
Déficit de 3-β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa
Diagnóstico y tratamiento. En pacientes fenotípicamente Déficit de aromatasa
femeninas debe sospecharse el diagnóstico en presencia de Tumores fetales productores de andrógenos
una talla baja, cuando existen anomalías somáticas semejan- Malformaciones múltiples urogenitales
tes a las que se encuentran en la disgenesia gonadal y en los Idiopático
casos de pubertad tardía que cursan con elevación de las De origen materno
Tumores suprarrenales u ováricos productores de andrógenos
concentraciones plasmáticas de gonadotropinas sobre todo Hiperplasia suprarrenal congénita no tratada o mal tratada
FSH. La comprobación de una cromatina sexual negativa Yatrogenia
cuando debería ser positiva atendiendo al fenotipo femenino
obliga a la práctica de un cariotipo, que en la mayoría de los
casos mostrará una dotación 45 X. Los pacientes con mosai-
cismos pueden presentar, sin embargo, cromatina sexual po- Seudohermafroditismo femenino
sitiva.
El tratamiento debe dirigirse a provocar la maduración pu- Se trata de pacientes con sexos genético y gonadal femeni-
beral, mediante la administración de estrógenos, que induci- nos, cuyos genitales externos se presentan al nacer total o
rán el desarrollo mamario, así como maduración de los geni- parcialmente masculinizados. La causa más frecuente es la
tales internos (vagina, útero) y externos (labios mayores y presencia, durante la vida fetal, de niveles más o menos ele-
menores). Estimularán también el crecimiento y la madura- vados de andrógenos que, por vía sistémica, han llegado a vi-
ción ósea, aun cuando el pronóstico de la talla final es muy rilizar el seno y el tubérculo urogenitales del feto femenino.
malo. Las dosis iniciales de estrógenos (0,3 mg de estrógenos En la tabla 16.53 se clasifican sus diversas etiologías. Es im-
conjugados o 3-5 µg de etinilestradiol) deberían aumentarse portante señalar, en primer lugar, que las causas más fre-
después a 0,6-1,25 mg de los primeros y a 10 µg del segundo. cuentes son de origen fetal y que, entre sus diversas etiolo-
Esta dosis se mantiene durante 3 semanas, y después desde gías, la hiperplasia suprarrenal congénita alcanza la mayor
el día 12.o hasta el 21.o se administran progestágenos para frecuencia. A continuación se estudiará esta entidad; luego,
provocar ciclos menstruales más semejantes a los normales y brevemente, se comentarán las demás causas de seudoher-
reducir el riesgo que entrañan los estrógenos de provocar mafroditismo femenino (SHF).
carcinoma de endometrio. El tratamiento con anabolizantes
androgénicos, poco virilizantes, como la oxandrolona, ha de-
mostrado ser útil para aumentar la velocidad de crecimiento
Hiperplasia suprarrenal congénita
anual y mejorar el pronóstico de la talla final, aunque, de- Esta denominación se aplica a las deficiencias enzimáticas
pendiendo de la dosis, aceleran la maduración ósea y llegan en las vías de biosíntesis de los esteroides suprarrenales, que
a provocar signos de virilización, como hipertrofia del clíto- provocan un déficit del glucocorticoide cortisol, acompañado o
ris. Los ensayos clínicos realizados han demostrado que, en no de un déficit del mineralcorticoide aldosterona. La biosínte-
edades prepuberales, el tratamiento con hormona de creci- sis de esteroides en la glándula suprarrenal y su regulación se
miento recombinante (hGHr) a dosis más elevadas que las han tratado en el capítulo Enfermedades de las glándulas supra-
utilizadas para el tratamiento sustitutivo del déficit de GH rrenales. En la figura 16.90 se indican los esteroides de estas ca-
(1 U/kg/sem por vía subcutánea, en una administración dia- denas biosintéticas y las enzimas que intervienen. En sus formas
ria por la noche) aumenta la velocidad de crecimiento, me- graves, el déficit de cortisol, acompañado o no del de aldostero-
jora las desviaciones estándar de talla referidas a las curvas na, provoca, durante la vida fetal, un aumento de la secreción
de crecimiento para el síndrome de Turner y mejora en mu- de ACTH, en respuesta al cual se incrementa de forma patológi-
chos casos el pronóstico de talla final. Así pues, en las niñas ca la biosíntesis de los esteroides precursores situados antes del
con síndrome de Turner y talla baja, parece recomendable déficit enzimático. Éstos pueden ser androgénicos [deshidroe-
iniciar tratamiento con hGHr en edades prepuberales y conti- piandrosterona (DHEA) y androstenodiona], cuya acumula-
nuarlo en función de su eficacia, puesto que no todos los ción desvía la biosíntesis hacia la testosterona. Ésta es la causa
casos responden con un incremento significativo de la velo- de SHF en los fetos femeninos portadores de uno de los tres dé-
cidad de crecimiento. ficit enzimáticos siguientes: 21-hidroxilasa, 11-β-hidroxilasa y 3-β-
La adición de oxandrolona al tratamiento con hGHr pare- hidroxiesteroide-deshidrogenasa (3-β-OHSD). Estos tres déficit
ce inicialmente aumentar el incremento de velocidad de cre- enzimáticos suprarrenales son los únicos que provocan SHF.
cimiento; sin embargo, su eficacia real en cuanto a mejorar Los demás déficit enzimáticos suprarrenales se han tratado en
la talla final no está aún demostrada. Al llegar a la edad de la el capítulo Enfermedades de las glándulas suprarrenales. En el
pubertad se añade etinilestradiol (0,2 µg/kg/día por vía oral). apartado dedicado al seudohermafroditismo masculino (SHM)
La eficacia del tratamiento con hGHr sobre la talla final del se estudiarán los déficit enzimáticos suprarrenales causantes de
síndrome de Turner debe evaluarse en el curso de los próxi- esta entidad clínica en el sexo genético y gonadal masculino.
mos años. Los tres déficit enzimáticos citados afectan a ambos sexos.
Su herencia es autosómica recesiva. Sus manifestaciones clí-
nicas derivadas del déficit de cortisol, acompañado o no del
Disgenesia gonadal pura 46 XX de aldosterona, son similares; sin embargo, difieren, según el
Constituye un grupo de pacientes que presentan fenotipo déficit enzimático y el sexo del feto, en cuanto a las manifes-
femenino, con cintillas gonadales, infantilismo sexual, talla taciones clínicas debidas al exceso de andrógenos suprarre-
normal o alta, ausencia de anomalías congénitas presentes nales. En la tabla 16.54 se indican las manifestaciones clíni-
en el síndrome de Turner y con un cariotipo 46 XX. cas de los déficit enzimáticos suprarrenales y gonadales,
diferenciadas según el sexo del feto afectado.
Síndrome de Klinefelter Déficit de 21-hidroxilasa
Se trata de una anomalía del sexo cromosómico que oca-
siona una de las formas más frecuentes de hipogonadismo Concepto. Es la causa más frecuente de SHF. La enzima 21-
masculino y esterilidad. Esta entidad clínica se ha descrito hidroxilasa forma parte del complejo microsómico citocro-
en el capítulo Enfermedades del testículo. mo P450. Está codificada por un gen situado en los brazos cor-
2167
ENDOCRINOLOGÍA
COLESTEROL
DHEA-S
1 CH3 CH3
7 8
C=O C=O O
OH
GÓNADAS
HO HO HO
PREGNENOLONA 3 17-OH-PREGNENOLONA 4 DHEA
2 CH3 2 CH3 2
C=O C=O O OH OH
OH
O
SUPRARRENALES
O O O O
H
PROGESTERONA 3 17-OH-PROGESTERONA 4 ANDROSTENODIONA 5 6 DIHIDROTESTOSTERONA
TESTOSTERONA
10 CH2 OH 10 CH2 OH 9 9
C=O C=O O OH
OH
O O O HO
5
DESOXICORTICOSTERONA 11-DESOXICORTISOL ESTRONA ESTRADIOL
11 CH2 OH 11 CH2 OH
C=O C=O
HO HO OH
O O
CORTICOSTERONA 12 CORTISOL
CH2 OH
HOH2C C=O
HO
O
18-OH-CORTICOSTERONA 13
CH2 OH
HO
O–C C=O
O
ALDOSTERONA
tos del cromosoma 6, cerca de los genes para los antígenos cuya intensidad puede variar desde una simple hipertrofia del
de histocompatibilidad HLA. Esta proximidad provoca “liga- clítoris hasta un aspecto completamente masculino. Se reco-
mientos” y “asociaciones” de interés práctico para los estu- nocen cinco grados de virilización de los genitales externos de
dios familiares y de grupos étnicos, así como para el diagnós- acuerdo con la clasificación de PRADER (fig. 16.91).
tico prenatal y precoz de la enfermedad. El gen para la Las manifestaciones clínicas de la forma clásica del déficit
21-hidroxilasa está constituido por un conjunto de dos genes de 21-hidroxilasa, en ambos sexos, consisten, además de la vi-
denominados CYP-21A y CYP-21B; el gen CYP-21B codifica la rilización del feto femenino, en las correspondientes al déficit
síntesis de la proteína activa, mientras que el gen CYP-21A de cortisol, que se acompaña de déficit de aldosterona en el
codifica una proteína truncada, sin actividad biológica. El 60% de los casos. Cuanto más grave es el déficit enzimático,
gen ha sido clonado, de forma que se dispone en la actuali- más tempranas son sus manifestaciones. En sus formas más
dad de sondas de DNA complementario utilizadas en el diag- graves, hacia los 10-15 días de vida, el lactante presenta vómi-
nóstico y estudio de las múltiples anomalías génicas que se tos y diarreas que ocasionan rápidamente un cuadro de des-
expresan en forma de déficit enzimático. Se han descrito de- hidratación con shock hipovolémico, hiperpotasemia y aci-
leciones y numerosas mutaciones puntuales. dosis metabólica. Las formas menos graves se instauran más
lentamente, sobre todo si no existe pérdida de sal por déficit
Cuadro clínico. El déficit de 21-hidroxilasa tiene varias for- de aldosterona. La clínica correspondiente al exceso de an-
mas de presentación clínica (tabla 16.55). drógenos, además de ser congénita y causa de SHF en el sexo
La forma clásica del déficit de 21-hidroxilasa es la que con femenino, continuará en la vida posnatal, a menos que se ins-
mayor frecuencia provoca en el feto femenino un SHF. En este taure un tratamiento correcto. Esta clínica consiste, en ambos
síndrome, el recién nacido con sexos genético y gonadal fe- sexos, en un crecimiento anómalo de los cuerpos cavernosos
meninos presenta una virilización de sus genitales externos, de los genitales externos, aparición de acné y, sobre todo,
2168
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
TABLA 16.54. Características clínicas de los déficit enzimáticos suprarrenales y gonadales según el sexo del feto afectado
Ambigüedad Déficit de Exceso de
Déficit Déficit de Virilización Déficit de esteroides
sexual al nacer mineralcorticoides mineralcorticoides
enzimático glucocorticoides posnatal sexuales gonadales
/ ? (pérdida de sal) (hipertensión)
Colesterol-
desmolasa – + + + – – +
3-β-hidroxies-
teroide-
deshidrogenasa
Pérdida de sal + + + + – + +
Sin pérdida +/– + +/– – – + +
de sal
Forma tardía – +/– – – – + +
21-hidroxilasa
Pérdida de sal + – + + – + –
Sin pérdida +/– – +/– – – + –
de sal
Forma tardía – – – – – + –
11-β-hidroxilasa
Forma clásica + – + – + + –
Forma tardía – – – – +/– +/– –
17-α-hidroxilasa – + +/– – + – +
17,20-desmolasa – + – – – – +
17-β-hidroxies– – + – – – – +
teroide-
deshidrogenasa
TABLA 16.55. Formas de presentación clínica del déficit lización de un cariotipo ante un recién nacido con ambigüe-
de 21-hidroxilasa dad de los genitales externos. Cuando el cariotipo es 46 XX, no
se palpan gónadas y existe un grado variable de virilización de
Forma clásica grave o intensa los genitales externos, lo más probable es que se trate de un
Con pérdida de sal SHF por déficit de 21-hidroxilasa. Ante un cariotipo 46 XX será,
Sin pérdida de sal (simple virilizante)
Forma no clásica o tardía
pues, imprescindible el diagnóstico bioquímico con el fin de
Con virilización evitar cualquier error en la asignación del sexo civil.
Sin virilización (críptica) El diagnóstico bioquímico se confirma fundamentalmente
por los niveles séricos elevados de 17-hidroxiprogesterona.
Éstos se acompañan de niveles también elevados de andros-
tenodiona y de testosterona en el caso del sexo femenino o
aceleración del crecimiento del paciente y avance anormal masculino en edad prepuberal y después del primer semes-
de la maduración ósea. Así como el déficit de cortisol, acom- tre de la vida. En las formas clásicas, el cortisol plasmático
pañado o no del de aldosterona, compromete la vida del pa- está disminuido y la ACTH aumentada, mientras que la al-
ciente, el exceso de andrógenos compromete la talla final del dosterona sólo está disminuida en las formas perdedoras de
niño al provocar un hipercrecimiento con una osificación sal. En cualquier caso es imprescindible, en las formas clási-
precoz de los cartílagos de crecimiento. cas, la determinación inicial de la actividad de la renina plas-
La forma no clásica tardía o leve del déficit de 21-hidroxila- mática (ARP), ya que permite diagnosticar, en caso de estar
sa no suele provocar virilización in utero y, por lo tanto, no elevada, las formas perdedoras de sal. Ello es importante des-
suele ser causa de SHF. Puede considerarse que éste existe de el punto de vista terapéutico. Clásicamente se determina-
sólo en los casos en los que provoca una hipertrofia aprecia- ban los niveles urinarios de los 17-KS (véase Enfermedades
ble del clítoris. Esta forma del déficit enzimático nunca se de las glándulas suprarrenales) que en la forma clásica del
acompaña de deficiencia de aldosterona, y el déficit de corti- déficit de 21-hidroxilasa están elevados para la edad del pa-
sol no suele provocar manifestaciones clínicas valorables, ya ciente. La determinación de los 17-KS urinarios constituía un
que está compensado por el aumento de secreción de buen parámetro para el control del tratamiento. Sin embar-
ACTH. El exceso de andrógenos puede producir manifesta- go, en la actualidad los mejores parámetros para el control
ciones durante la infancia, que consisten principalmente en del tratamiento sustitutivo del déficit de 21-hidroxilasa son
aparición precoz del vello pubiano (pubarquía precoz), ace- los niveles plasmáticos (por la mañana, dado el ritmo nicte-
leración de la velocidad de crecimiento lineal del paciente, meral de los esteroides suprarrenales) de: a) la androsteno-
aceleración del proceso de maduración ósea (avance de la diona, que en ambos sexos debe mantenerse en concentra-
edad ósea) y, en algunos casos, aparición de acné y posible ciones adecuadas para la edad, y b) la testosterona, que sólo
hipertrofia del clítoris en las niñas. Hay que destacar que esta es válida en el sexo femenino a cualquier edad, mientras que
forma no clásica, tardía o leve del déficit de 21-hidroxilasa en el masculino sólo es un parámetro de origen suprarrenal
puede manifestarse a partir de la pubertad o en la mujer entre los 6 meses y el inicio de la pubertad. La 17-hidroxipro-
adulta joven, en las que provoca acné, hirsutismo, ameno- gesterona plasmática disminuye bajo tratamiento, pero en la
rrea primaria o secundaria e infertilidad. En algunas pacien- forma clásica de la enfermedad, el tratamiento adecuado no
tes no se acompaña de manifestaciones clínicas, en cuyo llega a normalizar totalmente sus niveles. La determinación
caso se consideran formas crípticas. de la ARP es imprescindible en los casos de pérdida salina,
siendo imperativa su normalización bajo tratamiento sustitu-
Diagnóstico. El diagnóstico del déficit de 21-hidroxilasa re- tivo con mineralcorticoides. En la tabla 16.56 se resumen los
quiere, además de la clínica en sus diversas formas, estudios hallazgos bioquímicos en los tres déficit enzimáticos supra-
genéticos, bioquímicos y radiológicos. Es imprescindible la rea- renales que pueden causar un SHF.
2169
ENDOCRINOLOGÍA
I II III IV V
Normal
Mujer Varón
Fig. 16.91. Esquema de los grados de virilización según PRADER. El grado I representa la feminización normal y el grado V la virilización com-
pleta. Los estadios intermedios son grados variables de virilización, con hipertrofia de clítoris, microfalo e hipospadias.
TABLA 16.56. Hallazgos bioquímicos en los déficit enzimáticos suprarrenales responsables de seudohermafroditismo femenino
Mineralcorticoides Glucocorticoides Andrógenos
Esteroides Actividad de la
Déficit enzimático y precursores ACTH y precursores y precursores
urinarios renina plasmática
plasmáticos plasmáticos plasmáticos
21-hidroxilasa con 17-KS ↑ ALDO ↓ ↑ ↑ P↑ ∆4 y T ↑
pérdida de sal Ptriol ↑ 17-OHP ↑
Cortisol ↓
21-hidroxilasa sin 17-KS ↑ ALDO N N ↑ P↑ ∆4 y T ↑
pérdida de sal Ptriol ↑ 17-OHP ↑
Cortisol ↓
11-β-hidroxilasa 17-KS ↑ DOCA ↑ ↓ ↑ 17-OHP ↑ ∆4 y T ↑
Ptriol ↑ ALDO ↓ 11-desoxi-
cortisol ↑
Cortisol ↓
3-β-hidroxiesteroide- 17 KS ↑ ALDO ↓ ↑ ↑ 17-OHPreg ↑ DHEA y DHEA-S ↑
deshidrogenasa Ptriol N ↓ 17-OHP N ↓ ∆4 y T N ↑
con pérdida de sal Cortisol ↓
3-β-hidroxiesteroide- 17 KS ↑ ALDO N N ↑ 17-OHPreg ↑ DHEA y DHEA-S ↑
deshidrogenasa sin Ptriol N ↓ 17-OHP N ↓ ∆4 y T N ↑
pérdida de sal Cortisol ↓
17-KS: 17-cetosteroides urinarios; Ptriol: pregnantriol urinario; ALDO: aldosterona; DOCA: desoxicorticosterona; P: progesterona; 17-OHP: 17-hidroxiprogesterona;
17-OHPreg: 17-hidroxipregnenolona; ∆4: androstenodiona; T: testosterona; DHEA: deshidroepiandrosterona; DHEA-S: sulfato de deshidroepiandrosterona; N: normal.
2170
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Se debe señalar que en la forma no clásica o tardía del dé- sal, debido a una secreción suficiente de aldosterona, sólo re-
ficit de 21-hidroxilasa, en el sexo femenino, los niveles basa- quieren la administración de hidrocortisona.
les de androstenodiona y de testosterona no siempre están Es imprescindible el control bioquímico y auxológico del
elevados, así como tampoco los de 17-hidroxiprogesterona. tratamiento sustitutivo del déficit clásico de 21-hidroxilasa.
Por ello, es necesario estimular la esteroidogénesis suprarre- En el apartado sobre el diagnóstico ya se han comentado los
nal con ACTH. La prueba utilizada con mayor frecuencia es parámetros analíticos que permiten el control del tratamien-
el estímulo con 1,24-ACTH sintética (tetracosáctido), a dosis to: normalización de la androstenodiona y de la testosterona
de 0,25 mg por vía intravenosa y extracción de sangre basal, (en edades prepuberales y en el sexo femenino) y disminu-
a los 30 y/o 60 min. En las formas no clásicas del déficit de ción de las concentraciones de 17-hidroxiprogesterona hasta
21-hidroxilasa, la 17-hidroxiprogesterona basal puede ser su- un límite determinado, que muchos autores sitúan alrededor
perior a 200 ng/dL, y en todo caso, su respuesta a la ACTH su- de 200 ng/dL (7 nmol/L), por debajo del cual cabe sospechar
pera los límites normales para dicha prueba. Algunos auto- un exceso de dosis de glucocorticoides. Es asimismo impres-
res, como NEW, han establecido nomogramas de la respuesta cindible la normalización de los niveles de ARP en las for-
de la 17-hidroxiprogesterona plasmática al estímulo con mas perdedoras de sal.
ACTH que permiten diferenciar las respuestas de la pobla- Durante la infancia y la pubertad es muy importante el
ción no afectada, de los heterocigotos y de los homocigotos. control auxológico del paciente. Ello requiere el control de
Sin embargo, cabe señalar que si bien las medias de las con- la talla, la velocidad de crecimiento y la maduración ósea,
centraciones alcanzadas por la 17-hidroxiprogesterona son que deben mantenerse dentro de los límites normales, sin
significativamente distintas, existe una zona de solapamiento aceleraciones ni bloqueos.
entre los tres grupos de población. La forma no clásica de la enfermedad requiere tratamien-
to sustitutivo con glucocorticoides durante la infancia si pro-
Diagnóstico precoz y prenatal. La determinación sistemá- voca signos de virilización y si existe crecimiento excesivo y
tica de las concentraciones de 17-hidroxiprogesterona en aceleración de la maduración ósea. Se utiliza para ello hidro-
sangre del talón de los recién nacidos ha permitido el esta- cortisona, a dosis medias de 20-25 mg/m2/día o inferiores.
blecimiento de la prevalencia de la enfermedad en determi- También en esta forma debe proseguirse el tratamiento susti-
nadas poblaciones. Así, la incidencia de los homocigotos po- tutivo en la mujer adulta cuando provoca signos de viriliza-
dría variar desde un máximo alrededor de 1/300 entre los ción e infertilidad.
esquimales Yupik de Alaska hasta 1/10.000 y 1/25.000 entre
poblaciones de las áreas mediterránea, europea y norteame- Tratamiento prenatal. La realización del diagnóstico pre-
ricana. La frecuencia de mutación del gen podría oscilar al- natal de la enfermedad ha permitido desde hace algunos
rededor de 0,090, y se ha llegado a la conclusión de que po- años el ensayo de tratamientos maternos durante el embara-
dría tratarse de la mutación génica más frecuente entre los zo, con el objetivo de evitar la virilización de los fetos feme-
seres humanos habida cuenta de que predominan las formas ninos enfermos. La pauta que mayor éxito ha tenido hasta la
no incompatibles con la vida y de que se trata de una enfer- actualidad, por cuanto ha permitido obtener recién nacidos
medad que no compromete la maduración psicointelectual. femeninos sin ambigüedad de los genitales y sin efectos tera-
El diagnóstico prenatal permite la detección de los fetos tógenos, ha sido la instauración precoz, en el mismo momen-
homocigotos, hijos de padres portadores con hijos afectados. to del diagnóstico del embarazo, de un tratamiento con de-
Se realiza mediante la determinación en líquido amniótico xametasona, a dosis de 0,5 mg/12 h. El diagnóstico prenatal
de las concentraciones de 17-hidroxiprogesterona, androste- se realiza entre las semanas 8.a y 11.a de gestación. Sólo se
nodiona y testosterona en el caso de los fetos con sexo gené- prosigue el tratamiento materno cuando el feto es femenino
tico femenino. La exactitud del diagnóstico mejora cuando, y se halla afectado por la enfermedad.
además de los esteroides en líquido amniótico, se estudian
los grupos de histocompatibilidad HLA en amniocitos o en Tratamiento quirúrgico. En los casos de virilización de los
biopsia de vellosidad coriónica. Recientemente han empeza- genitales externos es imprescindible su reconstrucción qui-
do a utilizarse sondas de DNA complementario para el gen rúrgica. La definición correcta de los grados de ambigüedad
CYP-21B, y la amplificación de fragmentos de DNA mediante sexual, según PRADER (fig. 16.91), requiere le realización de
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y su secuencia- una uretrografía retrógrada con el fin de conocer el tamaño
ción para el estudio de las diversas mutaciones responsables de la vagina y su nivel de abocamiento respecto a la uretra.
del déficit de 21-hidroxilasa. Para ello se emplea DNA proce- La cirugía puede realizarse en uno o dos tiempos y suele lle-
dente de biopsias de vellosidades coriónicas. Es imprescindi- varse a cabo precozmente, antes del segundo año de vida.
ble caracterizar las mutaciones presentes en los padres y en Se practica una reducción del clítoris, mediante diversas téc-
los hermanos afectados del feto con riesgo. Los resultados de nicas que implican el enterramiento de los cuerpos caverno-
algunos autores demuestran que alrededor del 4% de los pa- sos hipertrofiados y el acortamiento del clítoris, preservando
cientes homocigotos presentan dos o más mutaciones en el el glande con su irrigación e inervación. La reconstrucción
gen CYP-21B y que el 10% de los pacientes tienen mutacio- de los labios y del abocamiento vaginal (vulvovaginoplastia)
nes nuevas. suele realizarse al mismo tiempo, aunque a veces se practica
en una etapa ulterior. A menudo es necesario realizar una
Tratamiento médico. El tratamiento inicial de la forma clási- nueva vulvovaginoplastia durante la pubertad o después de
ca y grave de la enfermedad requiere la rehidratación con ésta, cuando la entrada a la vagina es demasiado estrecha.
corrección del equilibrio hidroelectrolítico y ácido-básico,
acompañada de la administración de hidrocortisona y mine- Déficit de 11-β-hidroxilasa
ralcorticoides (25 mg de fosfato de hidrocortisona por vía in- El gen para la enzima 11-β-hidroxilasa se halla localizado
travenosa, seguidos de 10 mg cada 6 h, y desoxicorticosterona en el cromosoma 8. Ha sido clonado y recientemente se han
liposoluble por vía intramuscular, a una dosis inicial de iniciado estudios familiares con el fin de conocer las muta-
4 mg, seguida de 2 mg cada 12 h). Una vez conseguida la rehi- ciones causantes del déficit enzimático.
dratación y cuando se pueda pasar a la vía oral, se instaura el En virtud del lugar que ocupa esta enzima en la cadena de
tratamiento de mantenimiento con hidrocortisona por dicha biosíntesis de los esteroides suprarrenales (fig. 16.90), su défi-
vía a dosis que oscilan entre 20 y 30 mg/m2/día, así como con cit provoca una disminución del cortisol, acompañada de un
el mineralcorticoide sintético 5-α-fluorohidrocortisona, a dosis aumento de 11-desoxicortisol y de los esteroides androgéni-
de 0,05-0,1 mg/día. La mayoría de los autores fraccionan di- cos situados antes del paso que regula esta enzima.
chas dosis en 2 tomas diarias (por la mañana y por la noche), La clínica de virilización prenatal del feto femenino, que
aunque algunos recomiendan repartirlas en tres administracio- provoca un SHF es similar a la del déficit de 21-hidroxilasa.
nes. Las formas clásicas que no se acompañan de pérdida de La única diferencia es que en éste aumenta la secreción de
2171
ENDOCRINOLOGÍA
la 11-desoxicorticosterona (DOCA) y ello provoca retención de los andrógenos con 19 átomos de carbono (C-19) (16-OH-
de sal e hipertensión (tabla 16.54). amdrostendiona, androstendiona y testosterona) a estróge-
Así pues, para el diagnóstico diferencial con el déficit de nos (C-18) (estrona, estradiol y estriol). Se expresa en múlti-
21-hidroxilasa es fundamental la dosificación de 11-desoxi- ples tejidos: placenta y blastocisto, en el ovario en la células
cortisol, que sólo está aumentado en la deficiencia de 11-β- de la granulosa y del cuerpo lúteo, en el testículo en las célu-
hidroxilasa, mientras que la 17-hidroxiprogesterona se halla las de Leydig y de Sertoli, en cerebro, tejido adiposo, hígado,
elevada en ambos déficit enzimáticos (tabla 16.56). músculo y folículos pilosos. La biosístesis de estrógenos es
En este caso, y de forma similar al déficit de 21-hidroxilasa, fundamental para la función hormonal y reproductora del
existe también una forma clásica o grave y una forma tardía ovario. Así mismo, la placenta produce grandes cantidades
o leve. de estrógenos a partir de los precusores androgénicos produ-
La frecuencia del déficit enzimático es muy inferior al de cidos por la glándula suprarrenal fetal.
21-hidroxilasa y su tratamiento es similar, excepto que en el Se ha podido demostrar que la primera paciente descrita
déficit de 11-β-hidroxilasa nunca se administran mineralcorti- es portadora en homocigosis de una mutación en el gen
coides. CYP-19 mientras que la segunda paciente presenta dos muta-
ciones puntuales en heterocigosis en el gen CYP-19
Déficit de 3-β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa El estudio clínico y hormonal de estos dos casos de déficit
En su forma clásica o grave, este déficit enzimático (fig. de aromatasa (P-450-arom) por mutaciones en homocigosis
16.90) provoca en ambos sexos una deficiencia de cortisol y o doble heterocigosis del gen CYP-19 aporta una serie de da-
aldosterona (tablas 16.54 y 16.56). Sus repercusiones sobre la tos muy interesantes en el campo de la fisiopatología. Así, se
biosíntesis de andrógenos y sus manifestaciones clínicas son ha demostrado que la aromatasa sólo es expresada en la pla-
muy distintas según el sexo del feto (tablas 16.54 y 16.56). En centa por células de origen fetal, manifestándose el déficit
efecto, en el feto masculino este déficit enzimático afecta en fetos homocigotos o heterocigotos dobles. Se pone en evi-
también la biosíntesis testicular de testosterona y causa un dencia que el gran aumento de producción de estrógenos
SHM (véase más adelante). Por el contrario, en el sexo feme- durante el embarazo no es, probablemente, necesario para
nino, si bien provoca un déficit de estradiol ovárico, se acom- ninguna función importante como no sea para disminuir los
paña de un aumento de DHEA, su forma sulfatada (DHEA-S) andrógenos suprarrenales fetales que virilizan el feto femeni-
y su precursor 17-hidroxipregnenolona (tabla 16.56), que no. El déficit enzimático a nivel ovárico provoca un síndro-
pueden llegar a ocasionar una virilización del feto femeni- me similar al del ovario poliquístico, con niveles muy bajos
no y, por consiguiente, un seudohermafroditismo feme- de estrógenos. Por lo menos en el sexo femenino el estradiol
nino. es imprescindible para el estirón de crecimiento puberal y
También en este caso existen formas no clásicas o tardías para avanzar la maduración ósea, no siendo suficientes para
del déficit enzimático que pueden provocar signos de andro- ello los niveles aumentados de androstendiona y de testoste-
genización durante la infancia y en la mujer a partir de la pu- rona.
bertad. El estado de heterocigosis no parece afectar la fertilidad
El diagnóstico bioquímico se basa en el aumento relativo en el sexo femenino. Se desconocen pacientes varones con
de DHEA, DHEA-S y 17-hidroxipregnenolona respecto al cor- homocigosis para el déficit; su descripción ayudará a cono-
tisol, la 17-hidroxiprogesterona y la androstenodiona (tabla cer el papel de los estrógenos en el sexo masculino. De mo-
16.56), ya sea en condiciones basales en la forma clásica o mento esta mutación parece ser muy infrecuente, sin embar-
tras el estímulo con ACTH en las formas no clásicas. go, es posible que en otras pacientes no se haya podido
Se han clonado dos genes para la enzima 3-β-OHSD locali- sospechar el diagnóstico y estén catalogadas como PSHF
zados en el cromosoma 1 (tipo I que codifica una isoenzima “idiopático”. Por otra parte convendrá estudiar si este déficit
de 372 aminoácidos, y tipo II, que codifica una proteína de enzimático puede ser la causa de la enfermedad ovárica en
371 aminoácidos). El tipo I se expresa en la placenta y teji- un cierto porcentaje de pacientes portadoras del llamado
dos periféricos, mientras que el tipo II lo hace sobre todo en “síndrome del ovario poliquístico”.
las glándulas suprarrenales y las gónadas. Varios grupos de
autores han descrito recientemente las mutaciones presentes Tumores fetales, suprarrenales u ováricos productores
en el gen para la isoenzima tipo II en pacientes con las for-
mas clásicas y no clásicas del déficit enzimático. de andrógenos
La frecuencia de las formas graves es muy inferior a la del Cualquier tumor suprarrenal u ovárico productor de an-
déficit de 21-hidroxilasa e, incluso, a la del de 11-β-hidroxila- drógenos en el feto femenino puede, en teoría, provocar un
sa. Sin embargo, diversos autores han demostrado que la for- SHF. Existen pocos casos en la literatura de adenomas supra-
ma tardía, no clásica o leve podría afectar al 10-20% de la po- renales fetales causantes de este trastorno. El diagnóstico di-
blación femenina con problemas de androgenización, sin ferencial en el recién nacido debe realizarse con la hiperpla-
determinar manifestaciones clínicas en el sexo masculino. sia suprarrenal congénita.
El tratamiento médico de la forma clásica es similar al del
déficit de 21-hidroxilasa. La forma leve debe tratarse con glu-
cocorticoides sólo cuando el exceso de precursores androgé-
Malformaciones múltiples urogenitales
nicos provoque manifestaciones clínicas indeseables. Existen síndromes polimalformativos urogenitales o diges-
tivos que pueden provocar una apariencia ambigua de los
Déficit de aromatasa genitales externos en un recién nacido con sexos genético y
Se trata de la etiología mas recientemente descrita para el gonadal femeninos. Entre ellos cabe citar: ausencia o dupli-
seudohermafroditismo femenino (SHF). Existen, de momen- cación del útero y/o vagina, con ausencia, duplicación o hi-
to, dos casos descritos, el primero en una paciente japonesa dronefrosis renales, imperforación anal, atresia esofágica,
y el segundo en una paciente norteamericana, y en los que con sordera o sin ella, talla baja y retraso mental y atireosis
se ha caracterizado la causa molecular del síndrome. En una congénita. Se ha descrito una forma familiar acompañada de
publicación más antigua de varios casos de déficit de activi- malformaciones esqueléticas múltiples. Asimismo, se han co-
dad aromatasa placentaria no está documentada la existen- municado casos de SHF malformativos en la neurofibromato-
cia de PSHF en los recién nacidos de sexo femenino. sis de Von Recklinghausen y en el síndrome de Silver-Russell.
La enzima aromatasa (P-450-arom) es el producto del gen
CYP-19, localizado en el cromosoma 15. Su función es crítica
en múltiples procesos relacionados con el metabolismo y la
Seudohermafroditismo femenino idiopático
reproducción. Su acción, junto con una flavoproteína, Este apartado representa el “cajón de sastre” en el que se
NADPH-citocromo P-450 reductasa, cataliza la tranformación colocan los pocos casos de SHF en los que, tras descartar la
2172
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
hiperplasia suprarrenal congénita, los tumores virilizantes y síndrome de Swyer. Se debe aclarar que existen casos fami-
las malformaciones múltiples no puede llegar a objetivarse liares en los que el grado de disgenesia gonadal es variable y,
un origen materno para la virilización fetal. por lo tanto, también es variable el grado de ambigüedad de
los genitales externos. En algunos casos se ha descrito una
herencia ligada al cromosoma X y en ellos parece existir al-
Seudohermafroditismo femenino de origen materno guna anomalía en uno o más de los genes que intervengan
En este tipo de SHF la virilización del feto femenino se pro- en la diferenciación de la gónada primitiva en testículo.
duce por la llegada de un exceso de andrógenos a partir de Numerosos autores clasifican estos casos de disgenesia
la madre. Existen tres causas principales: los tumores mater- testicular pura dentro del grupo del SHM. Ello es lógico, ya
nos, suprarrenales u ováricos, productores de andrógenos, la que probablemente se trata de una misma afección con gra-
hiperplasia suprarrenal materna no tratada o mal tratada y, fi- dos distintos de manifestación, tendiéndose a separar como
nalmente, la yatrogenia materna. disgenesia gonadal pura 46 XY los casos completos de sín-
drome de Swyer, mientras que los casos con diferenciación
Tumores maternos, suprarrenales u ováricos productores gonadal hacia testículo pero con disgenesia de éste se clasifi-
de andrógenos can dentro del SHM.
Existen pocos casos publicados en la literatura de tumores El tratamiento requiere una asignación rápida del sexo ci-
malignos productores de andrógenos que hayan causado la vil que sea lo más acorde posible con la potencial capacidad
virilización de un feto femenino durante el embarazo, ya que funcional de los genitales externos. Cuando éstos presentan
el exceso de andrógenos suele provocar infertilidad. pocas posibilidades de ser transformados quirúrgicamente
La mayoría de los casos descritos corresponden a tumores en genitales externos masculinos, es mejor asignar el sexo fe-
ováricos del tipo del tumor de Krukenberg. menino y proceder a una reconstrucción femenina, una ex-
Los luteomas del embarazo que se presentan con cierta tirpación de las gónadas disgenéticas y una vaginoplastia
frecuencia pueden provocar signos transitorios de androge- después de la edad puberal si el resto vaginal existente es
nización en la madre, pero es excepcional que ocasionen un atrófico.
SHF en el feto femenino. A partir de la edad puberal se requerirá la administración
de esteroides sexuales sustitutivos según el sexo civil escogi-
Hiperplasia suprarrenal congénita materna no tratada do: testosterona en forma de preparado dépôt de administra-
o mal tratada ción quincenal o mensual cuando el sexo es masculino y las
Rara vez provoca en el feto femenino un SHF, excepto si gónadas están ausentes o su capacidad de secreción de tes-
éste existe por sufrir el propio feto la misma enfermedad. tosterona es insuficiente, o estradiol y progestágenos cuando
Debe recordarse que la hiperplasia suprarrenal congénita no el sexo civil es femenino (inicio con etinilestradiol a dosis
tratada o mal tratada, sobre todo sus formas clásicas, no sue- muy bajas de 0,1 µg/kg/24 h o estrógenos conjugados a do-
le ser fértil. sis de 0,3 mg/24 h los primeros 6 meses, aumentando a 0,625
mg/24 h después, y progestágenos, que se inician 6-12 meses
Yatrogenia materna después de comenzar con los estrógenos y se administran
Los tratamientos maternos con esteroides androgénicos entre los días 11 y 21 de cada ciclo de 21 días de administra-
pueden provocar un SHF en el feto femenino. ción de estrógenos, seguidos de 9 días sin tratamiento). Algu-
Se ha discutido si los progestágenos sintéticos, tipo noretis- nos casos con útero llegan a presentar hemorragias de priva-
terona, pueden causar virilización del feto femenino y, asi- ción bajo tratamiento hormonal secuencial.
mismo, inhibir la virilización normal del feto masculino oca-
sionando un SHM.
Existen casos de SHF provocados por la administración de Disgenesias gonadales mixtas
andrógenos anabolizantes a la madre. Ésta fue una práctica
muy poco habitual hace ya varios años, cuando existían pre- Como indica la clasificación de la tabla 16.52, entre los
parados para el tratamiento de las anemias que contenían distintos estados intersexuales clasificados, la disgenesia go-
andrógenos del tipo del androstanodiol. Por fortuna, estos nadal mixta comparte con el hermafroditismo verdadero el
casos no suelen presentarse en la actualidad. mayor número de anomalías o discordancias entre los tres
niveles de diferenciación sexual citados (sexos genético, go-
nadal y genital). En efecto, el sexo genético puede ser desde
Disgenesias gonadales puras 46 XY masculino 46 XY, aparentemente normal, hasta, mucho más
rara vez, 46 XX, aparentemente femenino, pasando por una
Siguiendo la clasificación de la tabla 16.52 sólo se hará re- gran variedad de mosaicos, entre los cuales el más frecuente
ferencia a las disgenesias gonadales puras causantes de una es el 45 XO/46 XY.
anomalía de la diferenciación sexual, que se manifieste al El sexo gonadal es ambiguo o mixto: una o ambas góna-
nacer por un estado intersexual, entendiendo como tal una das se han diferenciado en ambos sentidos, masculino y fe-
discordancia entre los sexos genético, gonadal y genital. menino, y esta diferenciación es anómala. Las gónadas son,
En este apartado se deben clasificar los casos de sexo ge- por lo tanto, disgenéticas y, en general, es más intensa la dis-
nético masculino normal 46 XY, cuyas gónadas son disgenéti- genesia de la parte ovárica (streak gonad o cintilla). Pueden
cas en mayor o menor grado, pero cuya diferenciación sólo hallarse un ovario disgenético o cintilla a un lado y un tes-
presenta estructuras de tipo testicular. Los genitales internos tículo en el otro, o un ovotestis a un lado o a ambos lados.
y externos no se han virilizado normalmente, por déficit par- El sexo genital, tanto interno como externo, es ambiguo.
cial o total de los dos tipos de hormonas testiculares: MIF y En cuanto a los órganos internos, existen restos mullerianos
testosterona. Suelen existir estructuras mullerianas en los ge- a un lado o a ambos, dependiendo de la intensidad del défi-
nitales internos, que serán simétricas si el grado de disgene- cit de MIF durante la fase fetal de diferenciación. Pueden,
sia es simétrico, y asimétricas en caso contrario. Estas estruc- por lo tanto, existir una o dos trompas de Falopio, un útero
turas pueden consistir en trompas, útero y vagina. El aspecto normal, bicorne o atrófico y suele haber una vagina. Los ge-
de los genitales externos puede ser muy variable: desde com- nitales externos son también ambiguos y es posible hallar to-
pletamente femeninos hasta tener el aspecto de los genitales dos los grados descritos por PRADER (fig. 16.91).
externos masculinos con sólo un grado mínimo de ambigüe- El diagnóstico se plantea ante un recién nacido o un lac-
dad en forma de hipospadias escrotal que podría clasificarse tante con una ambigüedad de sus genitales externos. El re-
como un tipo IV de Prader (fig. 16.91). sultado de la cromatina sexual y/o del cariotipo debe haber
A las formas de disgenesia testicular pura 46 XY con geni- descartado la posibilidad de un SHF. El cariotipo 45 XO/46
tales externos completamente femeninos se las denomina XY es diagnóstico de disgenesia gonadal mixta. El mosaico
2173
ENDOCRINOLOGÍA
46 XY/46 XX puede corresponder tanto a esta entidad como Ya se ha indicado que el diagnóstico del hermafroditismo
al hermafroditismo verdadero, cuya delimitación es a menu- verdadero se establece por la histología de las gónadas y que
do discutible (véase más adelante). El cariotipo 46 XY puede es a menudo difícil el diagnóstico diferencial con la disgene-
corresponder tanto a una disgenesia gonadal mixta o pura sia gonadal mixta. Algunos autores consideran que estos dos
como a un SHM, y el diagnóstico diferencial se establece por trastornos son grados distintos de la misma anomalía: la dife-
la histología de las gónadas. Por lo tanto, es imprescindible, renciación de la gónada primitiva en ambos sentidos, mascu-
para el diagnóstico diferencial correcto de la disgenesia go- lino y femenino. Es mucho más frecuente la disgenesia gona-
nadal mixta, la descripción detallada, radiológica y quirúrgi- dal mixta que el hermafroditismo verdadero.
ca, de las gónadas y estructuras genitales internas presentes, El tratamiento requiere, en primer lugar, considerar el
seguida del estudio anatomopatológico de la totalidad de las sexo civil del paciente, lo cual depende de la edad de éste.
gónadas. En el recién nacido y el lactante, el sexo se elegirá en fun-
En este síndrome, los estudios hormonales sólo permiten ción de la anatomía de los genitales externos y la histología
descartar, al inicio del estudio del estado intersexual, un SHF de las gónadas y se podrá conservar la gónada correspon-
y varios tipos de SHM. El estudio de la capacidad secretora diente al sexo elegido. En el paciente de más edad es acon-
de las gónadas presentes puede realizarse mediante el estí- sejable adecuar los genitales externos al sexo civil ya estable-
mulo con HCG (1.500 U/48 h durante 7 días o 4 inyecciones cido y conservar el ovario en el sexo femenino, puesto que
de 100 U/kg hasta un máximo de 3.000 U administradas cada se han descrito casos de fertilidad, y el testículo en el sexo
4 días). Este estudio permite, mediante la dosificación de la masculino, con la condición de que pueda ser descendido a
testosterona plasmática, conocer la capacidad secretora de la bolsa escrotal. A partir de la pubertad debe considerarse la
la porción testicular de las gónadas, que suele estar disminui- necesidad de un tratamiento hormonal sustitutivo, en fun-
da. ción de la capacidad secretora de las gónadas presentes y
En el tratamiento de la disgenesia gonadal mixta es impor- del sexo elegido.
tante, en primer lugar, conocer que el riesgo de maligniza-
ción de las gónadas disgenéticas en cuyo cariotipo existe un
cromosoma Y está aumentado respecto a la población Seudohermafroditismo masculino
masculina normal, sobre todo cuando las gónadas son in-
trabdominales y, como ocurre a menudo, no pueden ser El SHM incluye una serie de entidades clinicopatológicas
descendidas quirúrgicamente a las bolsas escrotales. Por cuya característica común (tabla 16.52) es la de presentar se-
consiguiente, es aconsejable la extirpación de ambas góna- xos genético y gonadal masculinos, mientras que el sexo ge-
das y la asignación de sexo civil femenino. El tratamiento nital puede ser desde femenino normal hasta todos los gra-
quirúrgico incluirá, además de la castración, la adecuación dos de ambigüedad descritos por Prader (fig. 16.91).
de los genitales externos al sexo femenino, mediante clitoro- El SHM se produce como consecuencia de la secreción o
plastia y vulvovaginoplastia. Después de la edad puberal se la acción insuficientes o nulas de alguna o varias de las di-
estudiará la necesidad o no de realizar una vaginoplastia. versas hormonas que intervienen en la diferenciación mascu-
El tratamiento médico debe incluir, durante la infancia, un lina de los genitales internos y/o externos. En la figura 16.92
seguimiento auxológico. Algunos casos (sobre todo aquellos se resumen los diversos factores hormonales cuya regulación
con cariotipo 45 XO/46 XY) presentan talla baja con estigmas y acción se han explicado anteriormente (fig. 16.89). El feno-
turnerianos o sin éstos. La talla baja turneriana puede, en al- tipo del SHM no es característico para ninguna de las entida-
gunos casos de gran retraso, tratarse con HGHr, tal como se des que lo componen, sino que depende del grado de la
ha indicado en el síndrome de Turner. Al llegar a la edad pu- anomalía y de su cronología durante la vida fetal.
beral es necesario iniciar un tratamiento hormonal femini- Existen múltiples clasificaciones de los distintos tipos de
zante, como se ha indicado en el apartado sobre la disgene- SHM. La clasificación de N. JOSSO (tabla 16.57) se basa en cri-
sia gonadal pura. terios fisiopatológicos y anatómicos, según la acción alterada
(virilizante y/o antimulleriana) y la localización del defecto
(testículo o tejidos diana). En la tabla 16.58 se enumeran las
Hermafroditismo verdadero distintas etiologías de SHM, y en la figura 16.92 se sitúa cada
una de las etiologías en el esquema general de las sucesivas
Entre las diferentes anomalías de la diferenciación sexual etapas para la diferenciación genital masculina normal.
clasificadas en la tabla 16.52, el hermafroditismo verdadero
es la menos frecuente, aunque alguna de las entidades in-
cluidas dentro del SHM rara vez también se han descrito
como tales. TABLA 16.57. Clasificación de los seudohermafroditismos
Por definición, el hermafroditismo verdadero debe incluir, masculinos
en todos los niveles de diferenciación sexual (genética, go-
nadal y genital), características de ambos sexos. Su diagnós- Función virilizadora Localización del defecto
tico se establece por la composición de las gónadas, que de- alterada Testículo Tejido diana
ben incluir un testículo y un ovario o un testículo u ovario
más un ovotestis o dos ovotestis. Es importante señalar que la Virilizante Seudohermafrodi-
diferenciación de ambos tipos de gónada debe alcanzar el + tismo masculino
grado de normalidad, y ello es lo que define el diagnóstico antimulleriana disgenético
diferencial con la disgenesia gonadal mixta; en ésta, en parti- Virilizante LH anómala Déficit de 5-α-
cular la parte ovárica de la gónada se halla poco diferencia- Insensibilidad a la reductasa
da, mientras que en el hermafroditismo verdadero debe LH o agenesia Insensibilidad
constar de folículos y estroma. de células de a los
El cariotipo puede ser 46 XX, un mosaico 46 XY/46 XX, 46 Leydig andrógenos
XY o, con menor frecuencia, otros mosaicos cromosómicos. Déficit
enzimáticos en
Los genitales internos constan de derivados mullerianos la biosíntesis
(trompa de Falopio a uno o a ambos lados, dependiendo de testosterona
de las gónadas presentes, útero y vagina) así como de epi-
dídimo y conducto deferente en el lado de la gónada mas- Antimulleriana Persistencia aislada
culina. Los genitales externos son ambiguos y es posible ha- de los conductos
de Müller (¿anomalía
llar todos los grados de ambigüedad clasificados por PRADER testicular o mulleriana?)
(fig. 16.91).
2174
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
2175
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.59. Hallazgos bioquímicos en los déficit enzimáticos testiculares responsables de seudohermafroditismo masculino
Mineralcorticoides Glucocorticoides Andrógenos
Esteroides Actividad de la
Déficit enzimático y precursores ACTH y precursores y precursores
urinarios renina plasmática
plasmáticos plasmáticos plasmáticos
Colesterol-desmolasa 17-KS ↓ ALDO ↓ ↑ ↑ P↓ DHEA y ∆4 ↓
Pdiol ↓ 17-OHP ↓ T↓
Ptriol ↓ Cortisol ↓ E1 y E2 ↓
3-β-hidroxiesteroide- 17-KS ↑ ALDO ↓ ↑ ↑ 17-OHPreg ↑ DHEA y DHEA-S ↑
deshidrogenasa Ptriol N ↓ 17-OHP N ↓ ∆4 y T ↓
con pérdida de sal Cortisol ↓ E1 y E2 ↓
3-β-hidroxiesteroide- 17-KS ↑ ALDO N N ↑ 17-OHPreg ↑ DHEA y DHEA-S ↑
deshidrogenasa Ptriol N ↓ 17-OHP N ↓ ∆4 y T ↓
sin pérdida de sal Cortisol ↓ E1 y E2 ↓
17-α-hidroxilasa 17-KS ↓ DOCA ↑ ↓ ↑ P↑ DHEA y DHEA-S ↓
Pdiol ↑ Corticosterona ↑ 17-OHP ↓ ∆4 y T ↓
Ptriol ↓ ALDO ↓ Cortisol ↓ E1 y E2 ↓
17,20-desmolasa 17-KS N ↓ N N N Preg y 17-OHPreg ↑ DHEA y DHEA-S ↓
Pdiol N P N y 17-OHP N ↑ ∆4 y T ↓
Ptriol N Cortisol N E1 y E2 ↓
17-β-hidroxiesteroide- 17-KS ↑ N N N N DHEA N ↑
deshidrogenasa Pdiol N ∆4 y E1 ↑
Ptriol N T y E2 ↓
Pdiol: pregnandiol urinario; E1: estrona; E2: estradiol; 17-KS: 17-cetosteroides urinarios; Ptriol: pregnantriol urinario; ALDO: aldosterona; DOCA: desoxicorticosterona;
P: progesterona; 17-OHP: 17-hidroxiprogesterona; Preg: pregnenolona; 17-OHPreg: 17-hidroxipregnenolona; ∆4: androstenodiona; T: testosterona; DHEA: deshidro-
epiandrosterona; DHEA-S: sulfato de deshidroepiandrosterona; N: normal.
cas de inmunohistoquímica permitirán seguramente en este cadas. El diagnóstico in vitro se establece por el estudio del
síndrome la descripción de anomalías características para patrón de esteroidogénesis, a partir de precursores radiomar-
las células intersticiales. No se ha descrito, por ahora, la ano- cados, a cargo de las células de Leydig procedentes de los
malía génica responsable de este cuadro. testículos del paciente.
Su tratamiento depende de la edad y de la intensidad del A continuación se mencionan algunas de las característi-
déficit de T. La mayoría de los casos publicados tienen sexo cas propias de cada uno de estos déficit enzimáticos.
civil femenino, han sufrido extirpación de las gónadas, sus
genitales externos se adecuaron al sexo femenino, se les Déficit de 20,22-desmolasa. El déficit de esta enzima que
practicó una vaginoplastia cuando ello fue necesario y reci- transforma el colesterol en pregnenolona (fig. 16.90), provo-
ben tratamiento hormonal feminizante. ca una deficiencia global de glucocorticoides, mineralcorti-
coides y esteroides sexuales (tabla 16.59). Descrito en primer
Déficit enzimáticos en la biosíntesis de la testosterona lugar por PRADER, provoca la denominada hiperplasia supra-
Las enzimas necesarias en las células de Leydig para la sín- renal lipoide. Afecta por igual a ambos sexos en cuanto a la
tesis de la testosterona a partir del colesterol se ilustran en la insuficiencia suprarrenal y a la insuficiencia gonadal, pero
figura 16.90. El déficit de cualquiera de ellas ocasiona una se- sólo en el sexo masculino provoca ambigüedad sexual.
creción insuficiente de testosterona que provoca, durante la Déficit de 3-β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa. Este défi-
vida fetal, una virilización nula o incompleta de los genitales cit enzimático provoca una hiperplasia suprarrenal congéni-
internos (derivados de los conductos de Wolff exclusivamen- ta en ambos sexos que, en su forma clásica y grave, se mani-
te) y de los genitales externos. Todos los déficit enzimáticos fiesta por un déficit de cortisol y de aldosterona (tablas 16.56
se han descrito clínica y bioquímicamente. En el esquema y 16.59). En el sexo femenino provoca, por exceso de DHEA
de la esteroidogénesis (fig. 16.90) se observa que los tres pri- y DHEA-S, un SHF (véase antes), mientras que en el sexo
meros déficit (20,22-desmolasa, 3-β-OHSD y 17-α-hidroxilasa) masculino causa un SHM debido a la síntesis testicular insufi-
afectan la biosíntesis de esteroides, tanto suprarrenales como ciente de testosterona.
testiculares, mientras que los dos últimos (déficit de 17,20- Su forma clásica es relativamente poco frecuente; sin em-
desmolasa o liasa y de 17-cetorreductasa) sólo afectan la es- bargo, como ya se ha mencionado, existen formas no clási-
teroidogénesis testicular. cas, leves o tardías que se manifiestan en el sexo femenino
En la tabla 16.59 se resumen los hallazgos bioquímicos por signos de androgenización. Dado que la herencia de este
más importantes para cada uno de estos déficit enzimáticos. déficit es autosómica recesiva, la forma leve debe existir tam-
El diagnóstico bioquímico debe establecerse ante un recién bién en el sexo masculino, pero su diagnóstico es clínica-
nacido, un lactante o un paciente de cualquier edad, con mente mucho más difícil (aceleración discreta del creci-
ambigüedad de los genitales externos en grados variables (ti- miento y maduración ósea en edad prepuberal y posible
pos de Prader, fig. 16.91), con un cariotipo 46 XY, con góna- déficit parcial de testosterona a partir de la pubertad).
das testiculares no disgenéticas aunque con anomalías varia- Las anomalías moleculares responsables del síndrome se
bles del intersticio (hiperplasia de células de Leydig) y del han estudiado en el apartado dedicado al SHF.
túbulo (disminución del índice de fertilidad tubular), en el
que las concentraciones plasmáticas de esteroides demues- Déficit de 17-α-hidroxilasa. Este déficit enzimático causa
tren una disminución de la testosterona (ya sea en condicio- en ambos sexos una deficiencia del glucocorticoide cortisol,
nes basales o bajo el estímulo de HCG) y un aumento impor- un exceso de precursores de la aldosterona (DOCA y corti-
tante de los precursores situados antes del déficit enzimático. costerona), responsables de hipertensión con hipopotase-
Los precursores elevados definirán el nivel del déficit enzi- mia, y déficit de esteroides sexuales (tabla 16.59). El déficit
mático. En caso de poder practicarse, es también importante testicular de testosterona puede ser tan intenso que se mani-
para el diagnóstico la dosificación en venas y arterias esper- fieste por un SHM con fenotipo totalmente femenino.
máticas de las concentraciones de testosterona y de sus pre- El gen que codifica la enzima 17-α-hidroxilasa se ha locali-
cursores, ya que demuestran las mismas alteraciones amplifi- zado en el cromosoma 10 (CYP-17). Se han descrito diversas
2176
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
mutaciones en pacientes afectos del déficit enzimático, exis- edad. Los caracteres sexuales secundarios dependientes de
tiendo casos combinados de déficit de actividad 17-α-hidro- la testosterona se manifiestan (mayor desarrollo muscular y
xilasa y 17,20-desmolasa o liasa. falta de desarrollo mamario), pero los dependientes de DHT
son escasos (acné, vello corporal y facial, recesión temporal
Déficit de 17,20-desmolasa o liasa. Este déficit enzimático del cabello, cambio de voz).
se ha descrito de forma excepcional. No afecta la biosíntesis En el adulto, la histología testicular suele mostrar alteracio-
suprarrenal. El déficit testicular de testosterona provoca un nes similares a las presentadas por los testis criptorquídicos,
SHM. Las alteraciones hormonales halladas se resumen en la aunque a veces existen zonas de hiperplasia de las células
tabla 16.59. de Leydig. La espermatogénesis suele estar detenida en el es-
tadio de espermátide, aunque IMPERATO-MCGINLEY refirió en
Déficit de 17-cetorreductasa o 17-β-hidroxiesterodeshi- sus primeras publicaciones un caso con espermiograma nor-
drogenasa. Es el déficit enzimático testicular diagnosticado mal. El diagnóstico hormonal del déficit de 5-α-reductasa re-
con mayor frecuencia. No afecta la esteroidogénesis supra- quiere tanto dosificaciones en sangre y orina como estudios
renal. La deficiencia testicular de testosterona provoca un in vitro de la actividad de dicha enzima en la piel genital o
SHM con ambigüedad variable de los genitales externos al en fibroblastos obtenidos a partir de ella. En los niños prepu-
nacer. Cuando no es diagnosticado, y si no se han extirpado berales (después de los 3-4 meses de vida) deben estudiarse
los testículos, el aumento de LH durante la pubertad provo- las concentraciones de esteroides en la sangre periférica
ca un aumento de la síntesis de testosterona, que aunque no bajo estimulación con HCG. En estas circunstancias, la dosifi-
llegue a alcanzar los niveles normales para el sexo masculi- cación de los precursores de testosterona y de ésta deben
no, puede producir una virilización casi normal del fenotipo mostrar concentraciones normales, mientras que el metaboli-
de la paciente con sexo civil femenino. Las alteraciones hor- to DHT puede estar disminuido. El cociente DHT/testostero-
monales características de este síndrome se indican en la na se halla reducido en la mayoría de los pacientes, aunque
tabla 16.59. Recientemente se han descrito en algunos pa- no en todos los casos publicados, probablemente por diver-
cientes mutaciones en el gen para la isoenzima tipo III loca- sas razones (amplios límites de variación en la normalidad,
lizada en el cromosoma 17. existencia de actividad 5-α-reductasa quizá con distinta regu-
lación génica en el hígado y dificultades inherentes a la dosi-
ficación específica de la DHT en sangre). Es interesante seña-
Anomalías en la acción de los andrógenos lar que el cociente DHT/testosterona es superior en el recién
El mecanismo de acción de los andrógenos incluye varios nacido y el lactante normales y que disminuye progresiva-
pasos que pueden diferir según los tejidos (fig. 16.89). Ya se mente a lo largo de los 3-4 primeros meses de vida. Por consi-
ha indicado que los conductos de Wolff se diferencian en el guiente, el diagnóstico de déficit de 5-α-reductasa a partir de
feto masculino por la acción local, directa, de la testostero- dicho cociente no tiene el mismo valor durante este período,
na, siendo necesaria para la interacción con el genoma la y no existe experiencia al respecto en la literatura. En plasma
presencia de receptores específicos para dicha hormona, también están disminuidos los niveles de glucurónido de 5-α-
mientras que la próstata y los genitales externos presentan re- androstanodiol, metabolito de la DHT. Las dosificaciones en
ceptores con mayor afinidad por la DHT. El metabolismo de orina, propugnadas por algunos autores como más sensibles
la testosterona a DHT tiene lugar por la acción de la enzima para el diagnóstico del déficit de 5-α-reductasa, deben de-
5-α-reductasa, localizada precisamente en las mismas células mostrar una disminución de los metabolitos 5-α-reducidos
diana para los andrógenos. En la figura 16.93 se esquematiza de la testosterona (5-α-androsterona) frente a un aumento de
el mecanismo de acción de los andrógenos testosterona y los 5-β-reducidos (5-β-etiocolanolona), es decir, un incre-
DHT. Las dos anomalías posibles en la acción androgénica mento del cociente etiocolanolona/androsterona. Por últi-
son, por lo tanto, los déficit de la enzima 5-α-reductasa y de mo, los estudios in vitro deben demostrar una disminución
receptores para los andrógenos, también denominado de for- significativa en el metabolismo de la testosterona a DHT y a
ma más universal insensibilidad o resistencia a los andróge- 5-α-androstanodiol. Estas determinaciones pueden realizarse
nos. en piel genital fresca o en fibroblastos obtenidos a partir de
ella. La piel fresca procedente del prepucio o capuchón
Déficit de 5-α-reductasa de clítoris y de escroto o labios mayores, así como los fibro-
El síndrome correspondiente a este déficit enzimático fue blastos obtenidos a partir de ella, poseen 50-200 veces mayor
descrito en 1974 por IMPERATO-MCGINLEY et al en un amplio nú- actividad de la enzima 5-α-reductasa que la piel no genital y
mero de casos familiares localizados en la República Domi- sus fibroblastos. En los pacientes con déficit de 5-α-reductasa
nicana. Diversos autores han publicado nuevos casos, algu- se han descrito anomalías cuantitativas en la actividad enzi-
nos de ellos también familiares, de herencia autosómica mática, así como cualitativas (inestabilidad de la enzima por
recesiva. disminución de su afinidad por el sustrato testosterona o el
Según la edad del paciente, la clínica revela las conse- cofactor NADPH).
cuencias que el déficit de DHT ocasiona en los tejidos diana Es importante señalar que también se han descrito dismi-
para los andrógenos. Así, los recién nacidos suelen presentar nuciones de la actividad 5-α-reductasa en la insensibilidad
una ambigüedad importante de los genitales externos (tipos para los andrógenos. Ello complica el diagnóstico diferencial
II o III de Prader, fig. 16.91): pene pequeño o hipertrofia de entre el déficit de 5-α-reductasa primario como causa del
clítoris, hipospadias perineoscrotal, orificio vaginal separado SHM y un posible déficit secundario a la insensibilidad a los
del meato urinario pero vagina muy pequeña, bolsas escrota- andrógenos. Si bien la clínica permite a menudo apoyar el
les poco desarrolladas y testículos criptorquídicos, en el con- diagnóstico diferencial, las formas incompletas de insensibi-
ducto inguinal o intrabdominales. Los derivados de los lidad a los andrógenos pueden plantear arduos problemas
conductos de Wolff (epidídimo, conductos deferentes y vesí- de diagnóstico etiológico. Algunos autores han descrito la
culas seminales) se han diferenciado normalmente, pero, en presencia en la piel del pubis de una enzima 5-α-reductasa,
cambio, no existe próstata. Esta anatomía del síndrome de cuya síntesis estaría directamente regulada por los andróge-
déficit de 5-α-reductasa revela la necesidad absoluta de DHT nos. Así, su actividad sería más baja en los niños prepubera-
para la diferenciación de los genitales externos. Al llegar a la les y en la mujer, mientras que aumentaría en el sexo mascu-
pubertad, el aumento de testosterona provoca una viriliza- lino a lo largo de la pubertad y sería más elevada en el varón
ción importante de los genitales externos (desarrollo del clí- y en la mujer con actividad androgénica aumentada. Su de-
toris-pene, bolsas escrotales); este hecho se ha interpretado terminación en piel fresca o en sus fibroblastos permitiría
como la consecuencia de una menor necesidad de DHT apoyar el diagnóstico de déficit de 5-α-reductasa, tanto en su
para la virilización de los genitales externos a partir de la pu- forma primaria como secundaria. En este último caso, la en-
bertad o como un menor déficit enzimático a partir de esta zima no es inducible por la propia DHT en los fibroblastos.
2177
ENDOCRINOLOGÍA
cle +
ar
DHT son normales o algo disminuidas en los casos de déficit
nu n
receptor n ió mRNA
secundario de 5-α-reductasa. En el adulto, los niveles de go-
ió ac
Alto peso
Un ctiv
molecular nadotropinas, sobre todo la LH, están por encima de los lími-
A
2178
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Cariotipo
XX XY/X XY
XY/XX
XYY/X
Anomalias Y
17 OH-P-plasmática Otras anomalías
17-cetosteroides urinarios cromosómicas
Elevados Normales
Laparoscopia
Laparotomía
SHM por déficit SHM por Agenesia Disgenesia gonadal LH anómala SHM interno por
enzimático testicular regresión de células pura Hermafroditismo déficit o insensibilidad
con hiperplasia testicular de Leydig Disgenesia gonadal verdadero al factor inhibidor de
suprarrenal congénita o disgenesia mixta Insensibilidad a los conductos de Müller
o sin ella gonadal pura Hipoplasia de los andrógenos
células de Leydig Déficit de 5-alfa-
Déficit enzimáticos reductasa
testiculares
Fig. 16.94. Enfoque diagnóstico de los estados intersexuales. SHF: seudohermafroditismo femenino; SHM: seudohermafroditismo masculino.
sible y se practica a menudo su extirpación, excepto que el feto masculino una inhibición de la virilización de los ge-
pueda llevarse a cabo un autotrasplante testicular por micro- nitales externos, además de anomalías en la estructura tes-
cirugía. ticular. También algunos fármacos antiandrogénicos, como
El gen que codifica la síntesis de MIF ha sido clonado y lo- el acetato de ciproterona, pueden provocar, administrados
calizado en el cromosoma 19. Se han descrito diversas muta- durante la gestación, una inhibición de la virilización del
ciones en pacientes con este síndrome y niveles indetecta- feto masculino.
bles de MIF (MIF-negativos). Sin embargo, existen pacientes
MIF-positivos en los que no se han podido detectar mutacio- Seudohermafroditismo masculino en pacientes 46 XY
nes génicas. Recientemente se ha clonado el gen para el re-
ceptor del MIF, no habiéndose descrito todavía mutaciones con síndromes malformativos
responsables de esta enfermedad. Diferentes síndromes polimalformativos se acompañan en
ocasiones de malformaciones genitales, en general hipospa-
Administración materna de fármacos inhibidores dias con criptorquidia o sin ésta, que no pueden considerar-
se estados intersexuales propiamente dichos (síndrome de
de la virilización Smith-Lemli-Opitz, trisomía 13, etc.).
La administración de progestágenos durante el primer tri-
mestre de la gestación se ha incriminado a menudo como
causa de mayor incidencia de hipospadias en recién nacidos Enfoque diagnóstico de los estados
masculinos 46 XY; sin embargo, la relación causa-efecto no intersexuales
se ha demostrado claramente. Sí, en cambio, se ha compro-
bado que la administración del estrógeno sintético dietilestil- En la figura 16.94 se resumen, esquemáticamente, las
bestrol durante el primer trimestre del embarazo provoca en orientaciones diagnósticas más frecuentes en función de
2179
ENDOCRINOLOGÍA
las exploraciones sucesivas a realizar ante un paciente con depende de la liberación episódica de LHRH. La ritmicidad y
ambigüedad sexual. la duración de la liberación de LHRH son críticas para alcan-
zar una maduración sexual normal. A medida que prospera
Bibliografía especial la maduración puberal, aumenta la secreción de hormonas
ANDERSSON S, BERMAN DM, JENKINS EP, RUSSELL DW. Deletion of steroid gonadales y cada vez son menos acentuadas las diferencias
5-α-reductase 2 gene in male pseudohermaphroditism. Nature entre las secreciones diurna y nocturna de LH, hasta llegar a
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CONTE FA, GRUMBACH MM, ITO Y, FISHER CR, SIMPSON FR. A syndrome or
te; en las niñas aparece un mecanismo regulador nuevo de
female pseudohermaphroditism, hupergonadotropic hypogona- retroalimentación positiva entre estrógenos y gonadotropi-
dism and multicystic ovaries associated with missence mutations nas, que es el responsable del pico secretor de LH y FSH que
infhe gene encoding aromatase (P450arom). J Clin Endocrinol precede a la ovulación. En esta fase se alcanzan los niveles
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168-173.
el proceso de la pubertad normal, que culmina con la conse-
cución de la capacidad reproductora, aparición de la menar-
quía en la mujer con ciclos inicialmente irregulares y des-
pués ovulatorios normales y, en el varón, con la formación
Patología de la pubertad* de espermatozoides maduros con capacidad de fecunda-
ción. En la fisiología de la pubertad desempeña un papel
fundamental en ambos sexos el aumento inicial de andróge-
Cabe considerar la pubertad como el período de la vida nos suprarrenales (adrenarquía). Este aumento estaría en
en que el niño se convierte en adulto. Sin embargo, los me- relación con el peso corporal y sería responsable de una ma-
canismos neuroendocrinos responsables de la maduración duración que se expresaría por una aceleración del creci-
sexual normal comienzan ya durante la vida fetal. La puber- miento y del desarrollo óseo y, probablemente, por cambios
tad representa un proceso complejo que puede dividirse en en el sistema hipotálamo-hipofisario.
cuatro etapas. La primera etapa se inicia en la vida fetal y se
extiende hasta la infancia; durante ella el sistema reproducti-
vo es muy activo, con concentraciones de hormonas gona- Pubertad precoz
dales que semejan las que se encuentran al principio de la
pubertad y con elevación de los niveles de gonadotropinas; La aparición de caracteres sexuales secundarios antes de
la maduración del SNC limita la secreción de LHRH por un los 9 años en niños y de los 8 años en niñas se considera pre-
mecanismo desconocido y disminuye la producción de go- cocidad sexual. Hay que distinguir entre desarrollo precoz
nadotropinas. La segunda etapa de maduración sexual, eta- isosexual y heterosexual, según se corresponda respectiva-
pa inhibidora o prepuberal, se extiende desde la infancia mente con el fenotipo sexual del paciente o, por el contrario,
temprana hasta el final de la primera década y se caracteriza los cambios físicos sean propios del sexo opuesto. Las carac-
por una secreción disminuida de gonadotropinas, sobre todo terísticas hormonales de una pubertad precoz isosexual verda-
de LH, con una relación FSH/LH elevada, baja respuesta de dera son: a) aparición prematura de niveles plasmáticos de
la LH a la administración de LHRH, niveles bajos de hormo- estradiol en las niñas y de testosterona en los niños; b) pre-
nas gonadales y una gran sensibilidad del sistema hipotála- sencia de un modelo de pulsatilidad de LH característico de
mo-hipofisario al mecanismo de regulación de retroalimenta- la pubertad, y c) respuesta normal de LH a la administración
ción negativa de los esteroides gonadales. En esta fase, la de LHRH. Este tipo de pubertad precoz puede ser idiopática
LHRH y las gonadotropinas presentarían una secreción pul- (fig. 16.95), familiar o asociada a lesiones del SNC, como tu-
sátil muy breve que aumentaría coincidiendo con el sueño, mores hipotalámicos, pineales o quistes. Es mucho más co-
pero la amplitud y la frecuencia de la secreción estarán pro- mún en niñas que en niños y presumiblemente obedecería a
bablemente amortiguadas durante esta fase. La tercera etapa una activación prematura del aumento de la secreción pulsá-
de maduración sexual o etapa puberal comienza al final de til de LHRH. Con el desarrollo y la aplicación de la TC de alta
la primera década y se caracteriza por una acusada amplifi- resolución y de la RM se ha detectado una mayor proporción
cación de la secreción pulsátil de LH nocturna que, a su vez, de hamartomas del tuber cinereum en pacientes previamente
diagnosticadas de pubertad precoz idiopática. Estos tumores
benignos secretan LHRH ectópica en forma pulsátil a la circu-
*E. Vilardell-Latorre lación portal hipofisaria y producen liberación de gonadotro-
2180
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Seudopubertad precoz
Tumores productores de gonadotropinas
Tumores productores de esteroides sexuales
Tumores ováricos
Tumores testiculares
Tumores suprarrenales
Síndrome adrenogenital
2181
ENDOCRINOLOGÍA
Ser (TUB)6 EA10 LHRH (Buserelin®/59) y otros, por vía intra- En estos niños hay que establecer el estadio puberal, medir
nasal y en inyección subcutánea, el primero a dosis variables la velocidad de crecimiento en un período mínimo de 3 me-
entre 10-20 µg/kg/día en niñas y 30 µg/kg/día en niños. ses y determinar la edad ósea (su retraso indicará el posible
Recientemente se han introducido otros análogos, como el potencial de crecimiento). Hay que practicar determinacio-
acetato de leuprolida en suspensión dépôt, que permite la su- nes de gonadotropinas y esteroides sexuales. Para WU et al,
presión de gonadotropinas con sólo una inyección intramus- en niños un valor de testosterona por la mañana de 20 ng/dL
cular mensual de 0,3 mg/kg. Por último, en los casos de testo- (6,9 nmol/L) implicaría que el volumen testicular alcanzaría
toxicosis en los que el tratamiento con análogos de LHRH no los 4 mL en 12-15 meses, indicando el inicio de la pubertad
es efectivo se ha ensayado con éxito el ketoconazol, que ac- normal. En las niñas se debe practicar ecografía pélvica. En
tuaría inhibiendo directamente la síntesis de testosterona. algunos casos para descartar una enfermedad celíaca puede
También se ha empleado la testolactona, un inhibidor de la estar indicada la biopsia de yeyuno. En la última fase de la
aromatasa combinada con espironolactona. etapa prepuberal suele haber una menor secreción de GH,
por lo que, en estos casos, las pruebas de estimulación sub-
normales llegan a normalizarse con la administración de este-
Pubertad tardía roides sexuales, siendo preferibles los estrógenos a los andró-
genos (2 mg/día de estilbestrol durante 2 días). En jóvenes
La falta de maduración sexual a una edad en la que la ma- ansiosos, deprimidos y con fallo escolar secundario, puede
yoría de los niños manifiestan maduración sexual y brote ca- ser necesario instaurar tratamiento. Cuando la talla es baja y
racterístico de crecimiento es motivo de consulta frecuente y el volumen testicular es de 4 mL o más, se ha recomendado
plantea en muchos casos serios problemas diagnósticos. En- tratamiento con anabólicos esteroides, como fluoximesterona
tre las causas endocrinas que deben descartarse, aun cuando u oxandrolona (este último se ha dejado de comercializar y
afortunadamente no sean muy frecuentes, destacan la sólo puede prescribirse en forma galénica) a la dosis de 2,5
insuficiencia hipotálamo-hipofisaria (hipogonadismos hipo- mg por vía oral y durante un período de 3 meses, con lo que
gonadotropos) con afección de varias hormonas hipofisarias se consigue mantener la aceleración del crecimiento y pro-
que forman parte de un cuadro de panhipopituitarismo (véa- gresar a un crecimiento puberal espontáneo al interrumpir el
se Enfermedades del sistema hipotálamo-hipofisario) o los fa- tratamiento. También se han recomendado testosterona (tra-
llos gonadales primarios y resistencia hereditaria a los andró- tamientos intermitentes y cortos han demostrado ser muy úti-
genos (hipogonadismos hipergonadotropos). Otras causas les sin afectar la talla adulta final o la esterilidad), HCG, LHRH
más raras son hipotiroidismos y enfermedades no endocrinas, e, incluso, GH (no está demostrado que incremente la talla fi-
como malabsorción, asma, cardiopatías infantiles, diabetes nal a corto y largo plazo) y GHRH, que para algunos autores
mellitus mal controladas y nefropatías crónicas. Sin embargo, aumentaría la velocidad de crecimiento.
la causa más frecuente y que debe considerarse en primer lu-
gar es el retraso constitucional y fisiológico del crecimiento y
del desarrollo (cronopatía de MARAÑON y actualmente conoci- Hipogonadismo hipogonadotropo idiopático
da como retraso constitucional de la pubertad). En la práctica
hay que establecer el diagnóstico diferencial entre este proce- Es un síndrome de déficit aislado de gonadotropinas de
so y el hipogonadismo hipogonadotropo idiopático. etiología incierta, caracterizado por una pérdida del modelo
de secreción pulsátil de LHRH que conduce a un desarrollo
puberal incompleto o ausente (fig 16.96). Se han descrito for-
Retraso constitucional del crecimiento mas esporádicas y familiares con grados variables de hipogo-
y de la pubertad nadismo. En algunos pacientes se encuentran asociadas alte-
raciones hereditarias, como anosmia (en cuyo caso se
Constituye uno de los problemas más comunes de consul- denomina síndrome de Kallmann), ceguera para los colores,
ta en las clínicas endocrinológicas. Su diagnóstico se estable- paladar escindido, sordera y anomalías esqueléticas. Todo
ce frente a un niño que no presenta maduración a una edad ello sugiere que es un trastorno heterogéneo que aparece en
en la que el 97% de la población lo consigue. Si un niño tie- condiciones patológicas muy variables y en las cuales la sínte-
ne un volumen testicular inferior a 4 mL a los 14 años (nor- sis o la liberación de LHRH se afectaría en grados diferentes.
malmente a una edad promedio de 11 se alcanza un volu- Apoya esta suposición el amplio espectro de respuestas (au-
men testicular de 4 mL) o una niña no presenta desarrollo sente, subnormal o anormal) a la administración de LHRH.
mamario a los 13,2 años, puede hablarse de retraso en el de- La presencia de niveles más altos de la subunidad alfa y
sarrollo sexual. Estos niños tienen una talla baja en relación de mayor amplitud de sus pulsos, después de la administra-
con la talla familiar, presentan un retraso en la edad ósea, ción pulsátil de LHRH, indicaría un déficit incompleto de
con ausencia de caracteres puberales, niveles prepuberales LHRH y la posibilidad de mantener una función normal des-
de hormonas gonadales (estradiol y testosterona), respuestas pués de interrumpir el tratamiento. La heterogeneidad clíni-
normales a la LHRH y a la HCG, con niveles normales de PRL ca y bioquímica podría ser la consecuencia de un grado va-
y ausencia de cualquier enfermedad que justifique el cua- riable de déficit preexistente de LHRH.
dro. No parecen existir diferencias de sexo, aun cuando en El gen humano que codifica la LHRH ha sido aislado y lo-
la práctica es más frecuente la consulta en niños que en ni- calizado en el cromosoma 8 y aun cuando en el hombre no
ñas. Con frecuencia se encuentran antecedentes familiares: se han identificado polimorfismos o deleciones, experimen-
madre y/o hermanas del paciente con aparición tardía de la talmente en ratas especiales hipogonadales se ha demostrado
pubertad. Algunos de estos pacientes inician la pubertad a una deleción en la mitad distal del gen de LHRH, de forma
partir de los 16 años, progresando con rapidez, o bien lo ha- que con técnicas de inserción transgénica del gen normal se
cen muy lentamente, en cuyo caso se prolonga más allá de ha conseguido restablecer la función reproductora normal en
los 20-22 años. En la mayoría de los casos el pronóstico es este modelo. La criptorquidia no es rara en el hipogonadismo
bueno, y finalmente se alcanza la talla adulta y la madura- hipogonadotropo del varón, como tampoco lo es la presencia
ción sexual normales. Su causa estaría relacionada con una de un microfalo. El examen histológico muestra en el testícu-
activación retrasada del eje hipotálamo-hipofisogonadal, que lo una inmadurez semejante a la que se encuentra en el testes
ocasionaría un estado prepuberal prolongado. prepúber normal. En el ovario hay una detención de la folicu-
El diagnóstico diferencial tiene que hacerse, evidentemen- logénesis. En ambos sexos este trastorno se caracteriza por ni-
te, con el hipogonadismo hipogonadotropo idiopático, pero veles bajos de LH y FSH, así como por concentraciones bajas
también comprende un amplio abanico de enfermedades de esteroides gonadales (testosterona o estradiol).
pediátricas: trastornos cardíacos, insuficiencia renal, asma, Aunque raros, se han descrito casos de fallo selectivo de
enfermedad celíaca, trastornos endocrinos y genéticos. gonadotropinas por un probable proceso autoinmune asocia-
2182
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
Bibliografía especial
BIERICH JR, NOLTE K, DREWS K, BRÜGMANN G. Constitutional delay of
growth and adolescence. Results of short-term and long-term treat-
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do a síndromes pluriglandulares autoinmunes tipo II, que de- ment with human pituitary GH releasing hormone (1-44)-NH2. J
berían distinguirse del hipogonadismo hipogonadotropo idio- Clin Endocrinol Metab 1992; 75: 1.255-1.260.
pático. También se ha descrito un caso asociado a concentra- MAJZOUB IA. Case records of the Massachusetts General Hospital. N
ciones elevadas de melatonina. La prueba de LHRH muestra Engl J Med 1993; 328: 496-502.
respuestas muy variables de las gonadotropinas y no permite PUIG-DOMINGO M, WEBB SM, SERRANO J, PEINADO MA, CORCOY R, RUSCADE-
establecer una clara diferenciación con los pacientes que LLA J et al. Brief report: Melatonin-related hypogonadotropic hypo-
presentan un retraso constitucional de la pubertad; lo mismo gonadism. N Engl J Med 1992; 327: 1.356-1.359.
WU FCW, BROWN DC, CUTLER GE, STIRLING HF, KELNAR CJH. Early mor-
cabe decir respecto a las pruebas con clomifeno o con HCG. ning plasma testosterone is an accurate predictor of imminent pu-
Se han propuesto diferentes pruebas para establecer el diag- bertal development in prepubertal boys. J Clin Endocrinol Metab
nóstico de hipogonadismo hipogonadotropo antes de los 1992; 76: 26-31.
20 años, ya que en esta época la clínica y los valores hormo-
nales son a menudo indistinguibles de los hallados en indivi-
duos que presentan una pubertad tardía constitucional. Para
algunos, una respuesta subnormal de la PRL a la TRH (más re-
producible en mujeres que en varones) apoyaría el diagnósti-
co de hipogonadismo hipogonadotropo, pero una respuesta
normal no lo excluiría, ya que existiría una importante super- Patología mamaria*
posición de respuestas; para otros, la aparición de un modelo
secretor nocturno normal después de unos días de tratamien-
to con administración pulsátil de LHRH caracterizaría las for-
Regulación endocrina de la glándula mamaria
mas de retraso constitucional, ya que los hipogonadismos hi-
pogonadotropos no la presentarían después del tratamiento. La glándula mamaria está regulada principalmente por la
Por último, otros autores creen encontrar diferencias en la acción de tres hormonas: el estradiol, la progesterona y
respuesta a la administración intravenosa de LHRH después la prolactina. Los estrógenos tienen un potente efecto trófico
de un tratamiento previo con LHRH en forma pulsátil; el in- sobre la mama, estimulando el crecimiento y la división del
cremento de LH tras la administración de LHRH sería menor sistema galactóforo, así como la maduración de los pezones.
en el hipogonadismo hipogonadotropo, indicando una reser- La progesterona induce el desarrollo lobular y la formación
va hipofisaria de LH significativamente más baja. EHRMANN et de ácinos, siempre que actúe después de la acción de los es-
al (1989) comprobaron también una significativa menor res- trógenos. Así pues, el desarrollo mamario depende funda-
puesta de LH, FSH y testosterona después de la administra- mentalmente de los niveles de estrógenos, así como de la re-
ción de un análogo de LHRH de acción prolongada, la nafa-
relina, en los hipogonadismos hipogonadotropos, lo que
permitiría diferenciarlos de los casos de pubertad diferida. *A. Goday Arnó
2183
ENDOCRINOLOGÍA
Ginecomastia
Etiología. La ginecomastia puede aparecer como manifesta-
La ginecomastia es el aumento del tamaño de la glándula ción fisiológica del desarrollo en algunas etapas de la vida
mamaria en el varón, de naturaleza benigna, a expensas del (la pubertad, el período neonatal y la vejez), en el curso de
tejido glandular. Este aumento no llega a ser aparente hasta muy variadas afecciones endocrinas y sistémicas o como
que alcanza 2 cm o más. En general, es bilateral, aunque efecto secundario de algunos fármacos. Sus causas se deta-
puede presentarse de forma unilateral, en ocasiones previa- llan en la tabla 16.61.
mente al desarrollo contralateral. Es un trastorno frecuente, La ginecomastia puberal (fig. 16.97) es relativamente fre-
cuya prevalencia varía en función de la población estudiada, cuente (19 al 64% de los adolescentes, según los autores). En
la edad y la enfermedad de base. En una serie de 114 pacien- un reciente estudio longitudinal de 536 niños, se detectó gine-
tes hospitalizados se comprobó ginecomastia en el 65% de comastia puberal en el 48,5% de los casos. La edad media de
los casos, con una prevalencia máxima del 72% en el grupo aparición coincide con el período medio de la pubertad, en-
de 50 a 69 años de edad. tre los 13 y 14 años. Suele iniciarse de forma unilateral, en
ocasiones dolorosa, y evoluciona posteriormente a una afec-
tación bilateral en la mitad de los casos. La fisiopatología del
TABLA 16.61. Causas de ginecomastia proceso se atribuye a que durante la adolescencia, antes
del incremento de los niveles de testosterona, se produce un
Fisiológicas
Ginecomastia neonatal
aumento en la producción de estrógenos. En el inicio de la
Ginecomastia puberal pubertad la secreción de testosterona testicular se produce
Ginecomastia senil sólo durante la noche, mientras que los niveles de estrógenos
circulantes, ya sean de origen suprarrenal o por conversión
Patológicas periférica a partir de andrógenos, se mantienen durante todo
Por déficit de la producción o la acción de la testosterona el día. No obstante, no se han podido demostrar en estos jóve-
Congénitas nes niveles elevados de estrógenos, alteraciones de la rela-
Anorquia congénita ción existente entre andrógenos y estrógenos, ni tampoco al-
Síndrome de Klinefelter
Síndromes de resistencia a los andrógenos
teraciones en el número o la afinidad de los receptores
Déficit de la síntesis de testosterona estrogénicos, aunque sí en la actividad aromatasa. En general,
Adquiridas la lesión se resuelve de forma espontánea en un período de
Orquitis vírica 12-18 meses. Así, el 62% de los casos desaparece a los
Traumatismos 6 meses, el 75% antes de 2 años y el 90% en el plazo de 3 años.
Castración En el recién nacido la aparición de ginecomastia se atribu-
Enfermedades neoplásicas ye al efecto de los estrógenos maternos o placentarios. Suele
Enfermedades granulomatosas, lepra desaparecer de forma espontánea en el curso de pocas se-
Insuficiencia renal
Paraplejía, distrofia muscular
manas, aunque excepcionalmente persiste durante más tiem-
Por aumento de la producción o conversión de estrógenos po. En el anciano también se puede detectar una hiperplasia
Tumores testiculares: tumor de células de Leydig de las glándulas mamarias. Su frecuencia aumenta con la
Carcinoma broncógeno, hepático, renal, gástrico, edad (hasta alcanzar, para algunos autores, el 40%). No obs-
coriocarcinoma tante, el diagnóstico se debe efectuar sólo por exclusión,
Hermafroditismo verdadero dado que en la vejez las diversas enfermedades que pueden
Algunas formas de hiperplasia suprarrenal congénita producir ginecomastia son, asimismo, muy frecuentes.
Carcinoma suprarrenal feminizante El conjunto de ginecomastias patológicas se puede clasifi-
Hepatopatía crónica
Desnutrición, renutrición
car, de forma arbitraria, en cuatro grupos (tabla 16.61):
Tirotoxicosis 1. Insuficiente producción de testosterona. Puede ser de
Fármacos (véase tabla 16.62) causa congénita o adquirida. Entre las primeras destacan la
Otras causas anorquia congénita (que cursa en el 50% de los casos con gi-
Derrames pleurales, abscesos pulmonares, tuberculosis necomastia), el síndrome de Klinefelter, en el que la gineco-
pulmonar mastia se observa en el 50% de las formas puras así como en
Cor pulmonale crónico un tercio de los casos de mosaicos, los síndromes de resisten-
Después de toracoplastia y toracotomía cia a los andrógenos (síndrome de Reinfestein, síndrome del
Hemodiálisis
Idiopática
varón infértil, síndrome de feminización testicular), así como
en los déficit de síntesis de testosterona. Entre las causas ad-
2184
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
quiridas destacan la orquitis vírica, los traumatismos, la cas- TABLA 16.62. Fármacos y drogas que pueden causar ginecomastia
tración, las enfermedades neoplásicas (incluyendo las secue-
las de la quimioterapia y radioterapia), las enfermedades gra- Por efecto estrogénico
Estrógenos
nulomatosas y la insuficiencia renal. Anovulatorios
2. Producción excesiva de estrógenos. Puede ser de origen Digital
testicular, como ocurre en ciertos tumores testiculares (tu- Cremas embalsamadoras
mor de células de Leydig, carcinoma embrionario, coriocar- Por aumento de la formación de estrógenos
cinoma, teratoma, tumor de células de Sertoli, tumor testicu- Gonadotropinas
lar de células de granulosa, y, rara vez, seminoma), en el Clomifeno
hermafroditismo verdadero, en el carcinoma broncógeno y Andrógenos
en el carcinoma de vejiga urinaria. En estos últimos casos, Anabolizantes esteroides
Por disminución de la formación o la acción de andrógenos
así como en el coriocarcinoma de testículo, se puede produ- Ketoconazol
cir una secreción ectópica de gonadotropina (HCG). Los Alquilantes
tumores suprarrenales feminizantes, productores de estróge- Espironolactona
nos, causan asimismo ginecomastia. Por otra parte, la pro- Cimetidina
ducción excesiva de estrógenos puede deberse a un aumen- Ranitidina
to de sustrato de la aromatasa periférica. Esta es la causa de Omeprazol
la ginecomastia en algunas formas de hiperplasia suprarenal Flutamida
congénita (déficit de 11-β-hidroxilasa), insuficiencia hepáti- Ciproterona
De mecanismo desconocido
ca, tirotoxicosis y desnutrición. Durante la Segunda Guerra Busulfán
Mundial se observó la presencia de ginecomastia en el 15% Isoniazida
de los soldados del ejército americano recluidos en campos Etionamida
de prisioneros japoneses. En un tercio de los casos se asoció Reserpina
a la renutrición, mientras que en otros coincidió con perío- Fenotiazinas
dos de mejoría en la dieta. La ginecomastia puede aparecer Butirofenonas
asimismo en otros períodos de renutrición, como la recupe- Metoclopramida
ración de enfermedades graves, tras la cirugía, colitis ulcero- Metildopa
Tricíclicos
sa, lepra o tuberculosis (TBC). En todas estas situaciones la d-penicilamina
desnutrición condicionaría una inhibición secundaria del Sales de oro
eje hipotálamo-hipofisogonadal, cuya resolución originaría Verapamilo
una “segunda pubertad”. Diltiazem
3. Ingesta de fármacos. Son muchos los fármacos que pue- Nifedipino
den causar ginecomastia (tabla 16.62). En algunos casos este Metronidazol
efecto secundario se atribuye a una inhibición de la síntesis Captopril
o acción de la testosterona (ketoconazol, alquilantes, espiro- Enalapril
Alopurinol
nolactona, cimetidina). En otros casos se debe a un efecto Alcohol
estrogénico directo (dietilestilbestrol, anovulatorios, digital), Fenitoína
a un aumento de la síntesis de estrógenos (gonadotropinas, Diazepam
clomifeno) o bien a mecanismos desconocidos. La aparición Marihuana
de ginecomastia puede depender, entre otros factores, de la Heroína
dosis del fármaco. Metadona
4. Otras causas. Un grupo de afecciones muy diversas,
como derrames pleurales, TBC pulmonar, abscesos pulmona-
res, cor pulmonale crónico, postoracotomía, distrofias muscu-
lares, paraplejías y ciertas anomalías cromosómicas, pueden Cuadro clínico. Se limita al aumento visible de la glándula.
causar ginecomastia. Se ha descrito una forma de gineco- Habitualmente es asintomática, aunque en caso de desarro-
mastia familiar que cursa con desarrollo sexual normal, en llo rápido de la lesión puede aparecer dolor local.
varones fértiles, en los que se observa una elevación en el
cociente 17-β-estradiol/testosterona. Diagnóstico. El diagnóstico de ginecomastia se establece
En el estudio anatomopatológico, la ginecomastia se ca- por la inspección y la palpación del aumento de la glándula.
racteriza por una proliferación de la estroma fibroblástica, El aspecto más importante de la entidad radica en la identifi-
con depósito de colágeno y hialinización, así como por un cación del proceso causal, aunque ello se logra sólo en el
aumento del número y la longitud de los conductos. Se han 50% de los casos. Ante la detección de un paciente con gine-
descrito tres tipos histológicos: a) el tipo florido, con hiper- comastia se debe llevar a cabo una buena historia clínica,
plasia glandular y formación de lóbulos; b) el tipo fibroso, con especial atención al inicio del proceso y a la presencia
con hialinización y aumento de tejido conjuntivo, y c) el tipo de otros síntomas acompañantes, a la ingesta de fármacos
intermedio. Para algunos autores el primer tipo corresponde potencialmente causantes así como a datos sugestivos de he-
a estadios precoces, mientras que el segundo se observa en patopatía o nefropatía previa. Cabe recordar que los estróge-
lesiones de larga evolución. nos pueden causar ginecomastia por vía oral, pero también
si se administran tópicamente en cremas o lociones o bien
Fisiopatología. La fisiopatología de la ginecomastia es poco tras exposición laboral. En la exploración física, el grado de
conocida. En ella se implica la existencia de niveles excesivos virilización, el estado nutricional y la determinación del ta-
de estrógenos o bien una disminución en el cociente andróge- maño y la consistencia testiculares son muy importantes. La
nos/estrógenos. De hecho, la presencia de niveles elevados de presencia de unos testes pequeños y firmes junto con una gi-
estrógenos de forma mantenida sólo ha podido demostrarse necomastia obliga a descartar un síndrome de Klinefelter.
en algunas neoplasias, como el carcinoma suprarrenal femini- Por otra parte, la palpación de los testículos puede detectar
zante, el tumor de células de Leydig o el carcinoma broncóge- un tumor responsable de la lesión. En algunos casos esta pal-
no. En algunas circunstancias el defecto podría consistir en un pación puede ser inicialmente normal, apareciendo la tumo-
aumento de la sensibilidad del órgano diana, la glándula ma- ración meses después del inicio de la ginecomastia. La pal-
maria, a los estrógenos. Por otra parte, en pacientes con gine- pación normal no descarta una neoplasia testicular. La
comastia aislada se ha demostrado un aumento de la activi- analítica general debe incluir las funciones renal y hepática
dad aromatasa de los fibroblastos, lo que podría justificar una a fin de detectar las insuficiencias respectivas como causas
mayor formación periférica de estrógenos. del proceso. En cuanto al estudio hormonal, se debe practi-
2185
ENDOCRINOLOGÍA
Diagnóstico diferencial. Cabe realizar el diagnóstico dife- Fig. 16.98. Galactorrea de expresión. Se observa una gota de leche
rencial fundamentalmente con la lipomastia (aumento difu- saliendo del pezón.
so del tejido graso de esta zona) que se observa en indivi-
duos obesos, en cuyo caso se palpará sólo grasa, pero no
glándula. Si persisten dudas puede ser de utilidad la práctica caso es muy importante explicar detalladamente al adoles-
de una mamografía, que distingue claramente el patrón ra- cente que se trata de un trastorno benigno, fisiológico, de re-
diológico de la ginecomastia del de la lipomastia (ausencia solución en general espontánea, en un intento de evitar o,
de densidad retroareolar en esta última). Asimismo, se debe paliar los trastornos psicológicos que el proceso entraña. En
plantear el diagnóstico diferencial frente a lipomas, neurofi- cuanto a las ginecomastias patológicas, la actitud primordial
bromatosis, infiltración leucémica, linfomas y carcinoma de se centra en la identificación de su causa. Si la ginecomas-
mama. Cabe destacar en este punto que el cáncer de mama tia se debe a un fármaco, su supresión se acompaña de la re-
es excepcional en el varón (1% de todos los cánceres de gresión de la lesión. Como profilaxis, en el caso de la terapia
mama). Su presencia se sospechará ante una masa dura, ex- estrogénica en el cáncer de próstata la irradiación de las ma-
céntrica o fijada a estructuras adyacentes, así como si se pal- mas se ha demostrado eficaz para evitar la posterior apari-
pan adenopatías. La práctica de una mamografía, una eco- ción de ginecomastia. Hasta la actualidad no se han observa-
grafía y de una biopsia puede ser de utilidad. En la do efectos secundarios a esta irradiación. Por otra parte, si
mamografía, el patrón característico de la ginecomastia es en el curso del tratamiento con testosterona o HCG se obser-
un aumento de densidad subareolar. También puede obser- va un aumento incipiente del tamaño mamario, la reducción
varse un patrón heterogéneo difuso. En el estudio ecográfico de dosis puede prevenir la posterior aparición de ginecomas-
de la ginecomastia, la imagen depende del patrón histológi- tia.
co. Si predomina la hiperplasia ductal, se observa un área
triangular hipoecogénica distal al pezón. Si el tejido predo-
minante es fibroglandular, existe un patrón heterogéneo. La Galactorrea
punción-aspiración ecodirigida puede ser de especial utili-
dad en el diagnóstico diferencial del carcinoma y del absce- La secreción láctea de la glándula mamaria en condicio-
so. La radiografía en el cáncer de mama en el varón es simi- nes no fisiológicas, es decir, fuera del período puerperal, se
lar a la que se observa en la mujer, consistente en una denomina galactorrea. En ausencia de lactancia, la galacto-
imagen espiculada excéntrica al pezón. rrea se define cuando la secreción persiste más de 6 meses
después del parto. Puede evidenciarse de forma espontánea
Tratamiento. Como ya se ha indicado, la ginecomastia pu- (grados III y IV) o bien sólo tras maniobras de expresión (gra-
beral regresa espontáneamente en la mayoría de los casos dos I y II) (fig. 16.98). No obstante, cabe recordar que en la
antes de 2 años, por lo que no suele requerir tratamiento. mayoría de las mujeres con gestaciones previas puede existir
Sólo en el 7% de los casos persiste durante más de 3 años. Se una mínima secreción serosa tras la expresión de la mama,
ha sugerido el tratamiento médico con fármacos como dana- sin que ello indique patología.
zol (andrógeno débil que inhibe la secreción de gonadotro- En condiciones fisiológicas, la secreción láctea se produce
pinas), tamoxifeno y clomifeno (antiestrógenos), si bien no por un aumento en la concentración de prolactina o bien de
existe un acuerdo unánime sobre su eficacia. El tamoxifeno, lactógeno placentario. Sobre esta base, la galactorrea se
a dosis de 10 mg por vía oral cada 12 h durante 3 meses, con- debe a una disregulación de la secreción de estas hormonas,
sigue reducir el tamaño de la ginecomastia y suprimir el principalmente la prolactina. Esto no equivale a afirmar que
dolor, sin efectos secundarios importantes. La resección qui- en todos los casos de galactorrea la concentración de prolac-
rúrgica está indicada si el proceso genera problemas psicoló- tina se halla elevada. Para que se inicie la secreción láctea
gicos de consideración, si persiste tras el período anterior- son necesarios estos aumentos, pero niveles de prolactina
mente mencionado, en caso de fracaso del tratamiento normales pueden ser suficientes para el mantenimiento de la
médico, o bien si alcanza estadios avanzados (Tanner III o lesión. En algunos casos de galactorrea pueden existir eleva-
superior, glándula mayor de 6 cm, predominio de fibrosis), ciones de las concentraciones de prolactina intermitentes o
en cuyo caso es dudosa la resolución espontánea. La lipo- bien sólo durante una fase inicial. De hecho, la hiperprolacti-
succión puede eliminar el tejido graso, pero la extirpación nemia sólo se comprueba en el 30% de los casos de galacto-
de la glándula requiere la escisión quirúrgica. En cualquier rrea. Por otra parte, la elevación de los niveles de prolactina
2186
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
no siempre provoca la aparición de galactorrea. Para que la TABLA 16.63. Causas de galactorrea
glándula mamaria responda en forma adecuada a la eleva-
ción de la prolactina con la secreción láctea se debe haber Por defecto en la inhibición hipotalámica de la secreción
de prolactina
producido previamente la impregnación estrogénica de di- Por afectación hipotalámica
cha glándula. Por esta razón, la galactorrea se presenta fun- Tumores (craneofaringioma, pinealoma, meningioma,
damentalmente en mujeres (94% de una serie de 235 casos), glioma óptico, metástasis)
mientras que en la mayoría de los varones con hiperprolacti- Histiocitosis X, sarcoidosis
nemia no se observa. Irradiación, meningitis, encefalitis, hidrocefalia, lesiones
vasculares isquémicas
Etiología. Considerando los mecanismos de regulación de Por afectación del tallo hipofisario
la secreción de prolactina, la galactorrea puede deberse a al- Sección del tallo (traumática, quirúrgica)
Compresión tumoral
teraciones a distintos niveles (tabla 16.63). La secreción hi- Por fármacos con efecto antidopaminérgico
pofisaria de prolactina está fundamentalmente regulada por
su inhibición dopaminérgica sobre el hipotálamo. Por tanto, Por aumento de los factores liberadores de prolactina
diversas afecciones hipotalámicas pueden ocasionar hiper- Hipotiroidismo primario
prolactinemia y galactorrea por un déficit de la inhibición so- Enfermedad de Addison
bre las células lactotropas adenohipofisarias. Este es el caso Enfermedad de Cushing
de procesos infiltrativos, como histiocitosis y sarcoidosis, neo-
plasias (meningioma, craneofaringioma, pinealoma o metás- Por tumores productores de prolactina
Tumores hipofisarios productores de prolactina
tasis), lesiones hipotalámicas por irradiación, por traumatis- (síndrome de Forbes-Albright)
mos o bien vasculares (isquémicas, hemorrágicas o por Tumores hipofisarios mixtos productores de GH y prolactina
malformaciones vasculares). Por idéntico mecanismo, la sec- o bien de ACTH y prolactina
ción del tallo hipofisario, ya sea quirúrgica, traumática o por Adenomas cromófobos
compresión tumoral, puede producir hiperprolactinemia Producción ectópica de prolactina o lactógeno placentario
por defecto de los factores inhibidores sobre la hipófisis. La Carcinoma broncógeno
ingesta de fármacos constituye, con gran diferencia, la causa Hipernefroma
más frecuente de hiperprolactinemia. El mecanismo puede Mola hidatiforme y coriocarcinoma
ser un bloqueo de los receptores dopaminérgicos (fenotiazi- Por causas locales
nas, butirofenonas, sulpirida, metoclopramida, imipramina, Estimulación mecánica repetida
amitriptilina), la reducción de los receptores de dopamina Traumatismos torácicos
(reserpina) o bien una acción competitiva con la dopami- Cirugía mayor, toracotomía
na (alfametildopa). En la tabla 16.64 se resumen los fárma- Infecciones locales
cos y drogas que pueden causar galactorrea. Mastitis
Si bien el mecanismo fundamental en la fisiología de la se- Herpes zoster
creción de prolactina es su inhibición dopaminérgica, el au-
Otras
mento de su factor liberador, el TRH, también puede causar Síndrome de la silla turca vacía
discretas elevaciones de la prolactina y galactorrea. Así, en el Insuficiencia renal crónica
hipotiroidismo primario la galactorrea se atribuye fundamen- Cirrosis hepática
talmente al aumento de los niveles de TRH que se producen Síndrome del ovario poliquístico
ante el descenso en los niveles de hormonas tiroideas. La ga- Carcinoma suprarrenal feminizante
lactorrea puede observarse no sólo en pacientes con mixede- Hipertiroidismo
ma franco sino también en casos de hipotiroidismo subclíni- Lesión medular
co. La disminución del aclaramiento de la prolactina es otra
Idiopática
posible causa de hiperprolactinemia en el hipotiroidismo, así Tras gestación, síndrome de Chiari-Frommel
como en la cirrosis hepática y en la insuficiencia renal cróni- Tras anovulatorios
ca. Tras el trasplante renal se normalizan los niveles de pro- Del recién nacido
lactina en el 20-75% de los casos.
En cuanto a las causas propiamente hipofisarias de hiper-
prolactinemia destacan por su importancia los adenomas
hipofisarios secretores de prolactina o prolactinomas (sín- TABLA 16.64. Fármacos y drogas que pueden causar galactorrea
drome de Forbes-Albright). Con menor frecuencia, en la Neurolépticos Opiáceos
acromegalia puede existir una secreción mixta de GH y pro- Haloperidol Morfina
lactina. En el caso de los adenomas hipofisarios no funcio- Fenotiazinas Heroína
nantes, la hiperprolactinemia se produce como consecuen- Butirofenonas Antieméticos
cia de un déficit en su inhibición hipotalámica. Esta afección Antidepresivos Metoclopramida
se ha descrito detalladamente en el capítulo de Enfermeda- Imipramina Sulpirida
Amitriptilina Domperidona
des del sistema hipotálamo-hipofisario. Rara vez algunos tu- Clomipramina Otros
mores, como el carcinoma broncógeno y el hipernefroma, Antihipertensivos Cimetidina
pueden producir de forma ectópica prolactina y ocasionar Reserpina Anovulatorios
galactorrea. En el caso de corioepitelioma y la mola hidati- Alfametildopa Verapamilo
forme puede aparecer galactorrea como consecuencia de la
producción tumoral de lactógeno placentario.
Por último, cabe mencionar las causas idiopáticas de ga- tras la ingesta de anovulatorios es menos frecuente que la
lactorrea. El síndrome de Chiari-Frommel consiste en la per- amenorrea que se observa en esta situación. En ambos ca-
sistencia de amenorrea y galactorrea más allá de 6 meses sos, después de la gestación y tras la toma de anovulatorios,
después del parto, en ausencia de lactancia o de tumor hipo- la galactorrea se produce por mecanismos similares, al des-
fisario. Se trata de un síndrome poco conocido que, en algu- cender de forma brusca los niveles de estrógenos y progestá-
nos casos, podría corresponder en realidad a un adenoma genos tras un período de estimulación sobre la mama. Coin-
hipofisario oculto, que se manifiesta tras la estimulación hor- cidiendo con la aparición de ginecomastia, en el recién
monal que implica la gestación. No obstante, los niveles de nacido puede haber galactorrea de expresión, que desapare-
prolactina no siempre están elevados. En el 50% de los casos ce espontáneamente antes de los 2 meses de vida.
los ciclos menstruales se recuperan de forma espontánea tras Globalmente, una cuarta parte de los casos de galactorrea
algunos meses o incluso años. La galactorrea que se presenta corresponde a tumores hipofisarios, una cuarta parte a otras
2187
ENDOCRINOLOGÍA
de las etiologías descritas, quedando un porcentaje impor- cesario tratar a estas pacientes dado que en muchos casos el
tante de casos sin causa definida. proceso se soluciona de forma espontánea.
2188
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
2189
ENDOCRINOLOGÍA
Colesterol
20,22-desmolasa
17-α-hidroxilasa
DHT
17-α-hidroxipregnenolona 17-α-hidroxiprogesterona
17,20-desmolasa
3-α-androstanodiol
Deshidroepiandrosterona ∆4-androstenodiona 5-α-reductasa
A T
17-β-hidroxiesteroide-
deshidrogenasa
∆5-androstenodiol Testosterona
Sangre
3-β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa
4,5-isomerasa
Fig. 16.100. Por acción de la enzima 5-α-reductasa los andrógenos
circulantes, androstenodiona (A) y testosterona (T), se transforman
Fig. 16.99. Esteroidogénesis suprarrenal y ovárica. en la piel en dihidrotestosterona (DHT), que a su vez actúa sobre los
receptores androgénicos del folículo piloso y la glándula sebácea.
Prácticamente no pasa a la circulación, sino que sufre una metaboli-
prarrenales presentan un ritmo circadiano paralelo al del zación local a 3-α-androstanodiol.
cortisol, si bien menos acusado, y pueden ser suprimidos por
la administración de corticoides exógenos. Se ha postula-
do la existencia de una hormona hipofisaria reguladora de en gran medida es localmente reducida e hidroxilada a 3-α-
los andrógenos, independiente de la ACTH. En la vida fetal androstanodiol y 3-β-androstanodiol. Todos estos pasos meta-
se ha demostrado la actividad de la gonadotropina coriónica bólicos (fig. 16.100), poco conocidos y difíciles de estudiar,
(HCG), pero en la vida adulta este aspecto no está diluci- pueden alterarse y ser parte de la etiopatogenia del hirsutis-
dado. mo idiopático. El número total de unidades pilosebáceas, ge-
Los ovarios pueden segregar andrógenos en diversos com- néticamente condicionado, y el número total y la sensibili-
partimientos (estroma, granuloma y teca foliculares, y cuer- dad de los receptores androgénicos del folículo, cuya
po lúteo). En la estroma y el cuerpo lúteo predomina la vía compleja regulación sólo se conoce parcialmente, también
∆4, con producción de mayor proporción de androstenodio- influyen sobre el grado de hirsutismo.
na y testosterona. Esta secreción es regulada principalmente Cada pelo, ya sea vello o pelo terminal, pasa por tres fases:
por la LH; la prolactina podría también estar involucrada. A una fase anágena, de formación del pelo por proliferación
partir de la pubertad, la secreción sigue un ritmo cíclico, con de la matriz epidérmica del folículo; una fase catágena de
niveles máximos coincidentes con la ovulación. En el perío- transición, en la que el bulbo piloso cesa su actividad y la
do posmenopáusico la secreción androgénica persiste, con base del pelo se queratiniza y, por último, una fase telógena
predominio de testosterona y a expensas de la estroma. En de reposo. Cuando el folículo piloso se reactiva, el pelo rete-
los últimos años se ha atribuido a la insulina un papel cre- nido cae y comienza un nuevo ciclo. El crecimiento piloso
ciente como factor causal de hiperandrogenismo. Hiperinsu- (excepto el correspondiente a cuero cabelludo) y la secre-
linismo y resistencia a la insulina se asocian con hipersecre- ción sebácea están regulados por los andrógenos en grado
ción suprarrenal de andrógenos, anovulación, estimulación diverso, que es máximo para la zona del pubis y mínimo
directa o indirecta de androgénesis ovárica y aumento de an- para los segmentos distales de las extremidades. El principal
drógenos libres circulantes por reducción de la globulina efecto de la testosterona convertida localmente en DHT con-
transportadora. Todos estos factores participan en la génesis siste en prolongar la fase anágena del pelo y aumentar la di-
del síndrome de ovario poliquístico y en el hiperandrogenis- visión celular y la síntesis de lípidos en las glándulas sebá-
mo asociado a la acantosis nigricans. ceas.
Transporte y acción periférica de los andrógenos. Los an-
drógenos activos sobre los órganos diana son la testosterona Evaluación de la paciente hirsuta. Datos clínicos. Es im-
y su metabolito, la dihidrotestosterona (DHT), que en la mu- portante conocer las características raciales y familiares de la
jer proceden sobre todo de la conversión periférica de an- paciente; deben investigarse posibles antecedentes de hirsu-
drostenodiona y de DHEA-S. La testosterona circula unida a tismo, virilización u otros datos sugestivos de un déficit enzi-
una proteína de transporte de alta afinidad, la globulina mático suprarrenal. Es fundamental conocer si el hirsutismo
transportadora de esteroides sexuales (SHBG), cuya concen- ha aparecido de forma brusca (lo que sugiere una fuente tu-
tración, importante factor condicionante de los niveles de moral o yatrógena de andrógenos), o si es un trastorno cróni-
testosterona libre, depende de múltiples factores, entre ellos co, muchas veces iniciado a partir de la pubertad, y asociado
la relación estradiol/testosterona (el primero aumenta los ni- o no a problemas menstruales. Otros datos de interés son la
veles, y la segunda los deprime). existencia de galactorrea (sugestiva de hiperprolactinemia),
La DHT, principal efector androgénico sobre el folículo pi- cambios en la distribución del tejido adiposo, aparición de
loso, se forma por reducción de la testosterona catalizada estrías o fragilidad capilar (sugestivos de hipercorticismo),
por la 5-α-reductasa; este proceso varía en las diferentes áreas amenorrea primaria o infertilidad (que señalen un posible
de la piel (p. ej., es máximo en la piel de la región púbica). trastorno de la diferenciación sexual) o trastornos menstrua-
Esta DHT pasa en escasa proporción a la circulación general; les, obesidad, hipertensión e hiperglucemia (que puedan in-
2190
ENFERMEDADES DE LAS GÓNADAS
dicar un síndrome de ovarios poliquísticos). La exploración Las afecciones ováricas capaces de causar hirsutismo in-
física definirá la intensidad del hirsutismo, la presencia de vi- cluyen, por una parte, los tumores virilizantes y, por otra, una
rilización o incluso de genitales ambiguos y la existencia de serie de trastornos como el síndrome de ovarios poliquísti-
masas abdominales o de signos de hipercorticismo. cos, la hipertecosis y la anovulación sostenida, difíciles de
Estudio hormonal. Las determinaciones de la excreción diferenciar del hirsutismo idiopático. Los tumores virilizantes
urinaria de metabolitos esteroides tienen actualmente muy del ovario son neoplasias infrecuentes, que suelen aparecer
poca utilidad, con excepción del cortisol libre urinario, em- en la edad adulta, y que incluyen una gran variedad de for-
pleado en el diagnóstico de hipercorticismo. Los andrógenos mas histológicas: tumores de la granulosa, o teca-granulosa,
se determinan preferentemente en sangre periférica; también de origen epitelial, generalmente feminizantes y sólo de for-
sus niveles en saliva pueden ser de utilidad, ya que son indi- ma excepcional productores de andrógenos; tumores de la
cativos de la concentración de hormonas libres, no unidas a estroma, de origen mesenquimático, con gran componente
proteínas de transporte. La interpretación de los resultados fibroso y producción tanto de estrógenos como de andróge-
no siempre es sencilla, ya que el origen de los diversos este- nos; tumores del hilio, de pequeño tamaño y en general aso-
roides puede ser tanto suprarrenal como ovárico e, incluso, ciados a acusada virilización; arrenoblastomas o tumores de
periférico. Habitualmente reviste interés la determinación de células de Sertoli-Leydig, a menudo virilizantes. Todos estos
testosterona total o libre (esta última es el parámetro aislado tumores se caracterizan por niveles de testosterona plasmáti-
de mayor valor diagnóstico), androstenodiona, DHEA-S y los ca superiores a 200 ng/dL (6,9 nmol/L). En general son neo-
diversos precursores de la androgénesis suprarrenal cuyo au- plasias bien diferenciadas y poco malignas.
mento es indicativo de bloqueo enzimático en la hiperplasia El síndrome de ovarios poliquísticos, inicialmente definido
suprarrenal congénita (17-hidroxiprogesterona como marca- por sus características histológicas (ovarios aumentados de
dor del déficit de 21-hidroxilasa, 17-hidroxipregnenolona tamaño, con cápsulas engrosadas, folículos atrésicos e hiper-
como marcador del déficit de 3-β-deshidrogenasa y el 11- plasia tecal) abarca una extensa gama de cuadros clínicos,
desoxicortisol para el déficit de 11-β-hidroxilasa). Otros pará- que incluyen algunos de los siguientes rasgos: oligomeno-
metros (como cortisol y prolactina) se investigan cuando rrea, anovulación, obesidad, hirsutismo, hiperglucemia y un
existen datos clínicos de sospecha. El cociente LH/FSH au- patrón hormonal de incremento de la relación LH/FSH e hi-
mentado puede señalar una anovulación prolongada o sín- perandrogenismo. En este último aspecto puede existir una
drome de ovarios poliquísticos. En ocasiones puede ser útil participación suprarrenal variable. A menudo coexisten gra-
investigar el origen de los andrógenos mediante estimu- dos moderados de alteración funcional y ovarios de aspecto
lación (con ACTH para las suprarrenales, y HCG para el ova- normal, y en esta situación –a veces denominada anovula-
rio) e inhibición (fundamentalmente con dexametasona ción sostenida– es difícil establecer el diagnóstico diferencial
para los productos suprarrenales, si bien puede también exis- con el hirsutismo idiopático. El trastorno puede ser primario
tir cierta inhibición de la esteroidogénesis ovárica). La deter- o bien secundario a hiperinsulinismo, hiperprolactinemia o
minación de niveles de andrógenos en venas ováricas o su- hiperplasia suprarrenal congénita.
prarrenales cateterizadas es un método de gran interés para El hirsutismo puede ser una manifestación de trastornos
investigación, pero poco adecuado como prueba clínica sis- hipotálamo-hipofisarios. En la hiperprolactinemia puede
temática, excepto cuando se sospeche una fuente tumoral existir hirsutismo y acné, en cuya génesis participan tanto las
no identificable mediante estudios morfológicos incruentos. suprarrenales como el ovario. En la anorexia nerviosa existe
Estudio morfológico. La exploración ecográfica de supra- un aumento de vello en forma de lanugo, de origen no an-
renales y ovarios permite en general detectar la presencia de drogénico.
tumores y otras alteraciones. A veces se debe recurrir a la TC Dentro de los trastornos de la diferenciación sexual pue-
abdominal. Si existe hipercorticismo o hiperprolactinemia, den existir formas de disgenesia gonadal y seudohermafrodi-
generalmente se requiere una TC o una RM hipofisarias. tismo masculino en las que coexista un fenotipo femenino
más o menos definido, con presencia de testículos e hirsutis-
mo.
Principales causas de hirsutismo El hirsutismo simple o idiopático puede presentar mínimas
Etiología. Los principales procesos suprarrenales que cursan elevaciones de andrógenos suprarrenales u ováricos o bien
con hirsutismo son el síndrome de Cushing, los adenomas o cursar sin alteraciones endocrinas evidentes. Suele aparecer
carcinomas virilizantes y los déficit enzimáticos que ocasio- coincidiendo con la pubertad y, en ausencia de trastornos
nan hiperplasia suprarrenal congénita. En cuanto al síndro- menstruales, su principal trascendencia es la repercusión so-
me de Cushing, el hirsutismo no suele ser el signo más llama- bre el bienestar psicológico de las pacientes. Se postula la
tivo, excepto en algunos carcinomas poco diferenciados. Los existencia de trastornos en el transporte hormonal, en la con-
tumores virilizantes cursan con niveles de andrógenos gene- versión periférica de DHT y en la respuesta del órgano efec-
ralmente muy elevados (DHEA-S superior a 8 µg/mL o 20,4 tor, la piel, a los andrógenos.
µmol/L). Pueden aparecer a partir de la infancia, en cual- Por último, el hirsutismo puede tener un origen medica-
quier edad de la vida. Las formas graves de hiperplasia supra- mentoso, ya sea por la administración de compuestos con
renal congénita (entre las cuales el déficit de 21-hidroxilasa acción androgénica (p. ej., anabolizantes, danazol, medroxi-
es la más corriente) suelen manifestarse poco después del progesterona) y de preparados no androgénicos (difenilhi-
nacimiento o en la primera infancia. Son las formas crípticas dantoína, minoxidilo, ciclosporina, diazóxido, glucocorticoi-
o atenuadas las que plantean después de la pubertad el diag- des).
nóstico diferencial con otras formas de hirsutismo asociado a
trastornos menstruales. Se ha postulado que hasta un tercio Tratamiento. El tratamiento de todos los hiperandrogenis-
de los hirsutismos asociados al síndrome de ovarios poliquís- mos de origen tumoral (tanto suprarrenales como ováricos)
ticos o bien idiopáticos podrían corresponder a diversos gra- es quirúrgico, con el fin de resolver la hipersecreción y de
dos de bloqueo enzimático en la esteroidogénesis suprarre- tratar la enfermedad neoplásica. En el síndrome de Cushing,
nal. La determinación basal de 17-hidroxiprogesterona y la terapéutica es la correspondiente al trastorno de base.
otros precursores permite en general la identificación de este Cuando existe una hiperplasia suprarrenal congénita, si el
trastorno; en caso de dudas, se debe determinar este paráme- bloqueo es grave, se resuelve con la administración de glu-
tro 30 min después de la administración de 250 µg de ACTH cocorticoides a dosis sustitutiva (hidrocortisona, 20 mg por
sintética. Para diferenciar los diversos déficit enzimáticos de la mañana y 10 mg por la noche por vía oral, o bien la dosis
los tumores suprarrenales (capaces de secretar productos in- equivalente de otros glucocorticoides). El bloqueo enzimáti-
termedios de la esteroidogénesis normal) debe siempre com- co parcial de las formas atenuadas sólo requiere dosis bajas
probarse la normalización de estos parámetros con la admi- de glucocorticoides (dexametasona, 0,25-1,0 mg por la no-
nistración de dexametasona. che) con el fin de suprimir la androgénesis suprarrenal. La
2191
ENDOCRINOLOGÍA
hiperprolactinemia de diversos orígenes se trata inicialmente La ciproterona inhibe la unión de la DHT al receptor an-
con agentes dopaminérgicos, sobre todo bromocriptina. drogénico. Por otra parte, tiene actividad progestágena, me-
El síndrome de ovarios poliquísticos y los diversos grados diante la cual frena la secreción de gonadotropinas. Se em-
de hiperandrogenismo de origen predominantemente ovári- plea en dosis muy variables, que oscilan entre 2 y 200
co tienen un tratamiento muy similar, en líneas generales, al mg/día. Su empleo como única medicación tiene el inconve-
hirsutismo simple; puede requerir medidas específicas cuan- niente de producir pérdidas menstruales copiosas e irregula-
do el efecto buscado sea la inducción de la ovulación y el res; por ello, suele asociarse a etinilestradiol, ya sea en un es-
restablecimiento de la fertilidad. La adopción de medidas te- quema secuencial o bien combinados en un preparado
rapéuticas más o menos activas dependerá de la intensidad contraceptivo. La respuesta del hirsutismo es dependiente de
de la afectación (determinada por el grado de hirsutismo, los la dosis.
trastornos del ciclo menstrual, etc.) y de la repercusión sub- La espironolactona actúa de varias formas: reduce la sínte-
jetiva de esta sintomatología sobre la paciente, sobre todo te- sis de testosterona, disminuye la actividad de la 5-α-reducta-
niendo en cuenta que se trata de tratamientos prolongados, sa de la piel e inhibe la unión de la DHT al receptor. Esta últi-
raras veces resolutivos, que obligan a una cuidadosa valora- ma acción parece ser la más importante. Se administra en
ción de los beneficios frente a los riesgos. Los diversos trata- dosis de 75-200 mg/día. Sus efectos adversos (náuseas, aste-
mientos farmacológicos del hirsutismo actúan en dos senti- nia, irregularidad menstrual) aumentan al incrementar la do-
dos: suprimiendo la secreción de andrógenos ováricos o sis. No se ha observado desarrollo de hiperpotasemia en au-
suprarrenales y bloqueando su acción periférica. La respues- sencia de insuficiencia renal.
ta hormonal favorable suele obtenerse a corto plazo; en cam- Nuevas perspectivas terapéuticas. El antimicótico ketoco-
bio, clínicamente no hay en general mejoría del hirsutismo nazol, inhibidor de la esteroidogénesis suprarrenal y gonadal
hasta por lo menos 6 meses después de iniciado el tratamien- por bloqueo enzimático, ha sido ensayado en el hirsutismo
to, y el grado de respuesta analítica hormonal no es predicti- de diversos orígenes con buena respuesta analítica, pero con
va de la respuesta cutánea. En líneas generales, los resulta- eficacia clínica poco evidente. Su principal inconveniente es
dos son mejores en los hirsutismos de menos tiempo de su potencial hepatotoxicidad, que obliga a un control riguro-
evolución. Dada la gran variabilidad individual en la respues- so de la función hepática. Los análogos de la Gn-RH de ac-
ta al tratamiento, debe valorarse en cada paciente la utilidad ción prolongada suprimen eficazmente la esteroidogénesis
de los diversos preparados, solos o asociados, y siempre em- ovárica, pero no la suprarrenal; su principal inconveniente es
pleados en la dosis más baja en la que sean eficaces. Los mé- que condicionan un grave hipogonadismo. Los inhibidores
todos de depilación mecánica son siempre un importante de la 5-α-reductasa podrían, en teoría, tener un importante
complemento. Los principales agentes farmacológicos em- papel, pero en la actualidad los resultados corresponden
pleados son: sólo a estudios preliminares. También se ha iniciado el estu-
Anticonceptivos orales. Reducen la secreción ovárica a dio de los antiandrógenos tópicos, principalmente en pa-
causa de la supresión de la LH. Además, el componente es- cientes con hirsutismo limitado a algunas áreas cutáneas.
trogénico aumenta la concentración de SHBG, por lo que la Todas estas posibilidades terapéuticas requieren una evalua-
testosterona libre disminuye efectivamente aunque los nive- ción cuidadosa y prolongada para definir su seguridad y efi-
les totales no se modifiquen. Se dispone de diversos prepara- cacia.
dos, con distintas dosis de estrógeno (en general etinilestra-
diol, 0,03-0,05 mg/día), sin que existan criterios definidos de
elección entre ellos. En algunos preparados el componente Bibliografía especial
progestágeno es ciproterona, que añade un efecto antiandro- AZZIZ R, ZACUR HA. 21-hydroxylase deficiency in female hyperandro-
génico periférico. Los anticonceptivos son de gran utilidad genism: Screening and diagnosis. J Clin Endocrinol Metab 1989;
cuando existen trastornos menstruales acusados o bien cuan- 69: 577-584.
do simultáneamente se busca contracepción. Dadas sus con- BIFFIGNANDI P, MASSUCCHETTI C, MOLINATTI GM. Female hirsutism: Pat-
hophysiological considerations and therapeutic implications. En-
traindicaciones –enfermedad tromboembólica, hipertensión, docr Rev 1984; 5: 498-513.
diabetes–, su uso está menos indicado en los tratamientos FRANKS S. Polycystic ovary syndrome: A changing perspective. Clin
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puede plantear dos importantes problemas, ambos depen- LOUGHLIN T, CUNNINGHAM S, MOORE A, CULLITON M, SMYTH PPA, MCKENNA
dientes de la dosis: en primer lugar, la aparición de signos de TJ. Adrenal abnormalities in polycystic ovary syndrome. J Clin En-
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se debe recurrir a las dosis más bajas posibles (p. ej., dexa- tab 1986; 15: 307-317.
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principal sitio de acción en los receptores tisulares, si bien 107.
también ejercen otros efectos. Al menos potencialmente es- TURNER EI, WATSON MJ, PERRY LA, WHITE MC. Investigation of adrenal
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2192
Tumores endocrinos múltiples de base heredofamiliar
E. Esmatjes Mompó
Definición e historia. La afectación neoplásica multiglan- páncreas endocrino y de la hipófisis anterior, aunque pue-
dular de diversos órganos endocrinos es un hecho que se co- den presentar tumores de otros órganos.
noce desde principios de siglo. Desde entonces ha podido La expresión clínica de cada uno de los tres principales
perfilarse esta entidad clínica y demostrarse su incidencia fa- componentes de la MEN-I dentro de las familias afectas es va-
miliar y, como ya sugirió WERMER en 1954, su transmisión au- riable. Así, mientras en el momento del diagnóstico el hiper-
tosómica dominante. paratiroidismo está presente en casi todos los pacientes, la
En la actualidad se conocen tres patrones fundamentales coexistencia de la afectación de las tres glándulas endocri-
de afectación glandular endocrina: a) hiperplasia de parati- nas sólo se da en un tercio de los enfermos.
roides asociada a adenoma de islotes pancreáticos y a ade- La sintomatología clínica derivada de la afectación de las
noma o hiperplasia de hipófisis (neoplasia endocrina múlti- glándulas endocrinas suele manifestarse entre la tercera y la
ple tipo I o síndrome de Wermer o MEN-I); b) carcinoma quinta décadas de la vida, aunque los programas de detec-
medular del tiroides asociado a feocromocitoma y a hiper- ción precoz pueden identificar individuos afectados por la
plasia de paratiroides (neoplasia endocrina múltiple tipo II, enfermedad, pero asintomáticos, a edades inferiores. La mor-
síndrome de Sipple, MEN-II o MEN-IIa); c) carcinoma medu- bilidad y la mortalidad de la MEN-I están relacionadas con
lar de tiroides asociado a feocromocitoma y a neuromas mu- los componentes pancreáticos de la enfermedad y, especial-
cosos múltiples (neoplasia endocrina múltiple tipo III, MEN- mente, con los tumores secretores de gastrina (tabla 16.67).
III o MEN-IIb) (tabla 16.66). A pesar de esta clasificación, es
importante conocer que puede existir un solapamiento entre
estos síndromes y que la lesión de un órgano determinado
Hiperparatiroidismo
no implica necesariamente la afectación concomitante de Alrededor del 10-15% de los casos de hiperparatiroidismo
otro de los órganos que constituyen el síndrome. Por otro primario se presentan con afectación familiar y prácticamen-
lado, es importante considerar que la afectación glandular te todos ellos son pacientes con MEN-I o MEN-II. El hiperpara-
puede variar desde la hiperplasia, hasta el adenoma y el car- tiroidismo se detecta en el 80-90% de los pacientes con MEN-
cinoma, pudiendo en un mismo individuo coincidir diferen- I, siendo en el 20-30% de los casos el responsable de la
tes formas de lesión anatomopatológica en diferentes órga- sintomatología inicial del síndrome.
nos. Por ello, dado que estas lesiones pueden evolucionar, es En la MEN-I el sustrato morfológico más frecuente es la hi-
fundamental el diagnóstico precoz de estos enfermos antes perplasia de las paratiroides, aunque también es posible ha-
de que se desarrollen complicaciones de la hipersecreción llar un adenoma, siendo en ocasiones difícil diferenciar am-
hormonal (gastrina, catecolaminas, hormona paratiroidea) o bos tipos de lesión. Más rara vez se ha descrito la existencia
de la existencia de metástasis (carcinoma medular de tiroi- de un carcinoma paratiroideo como responsable del cuadro
des). clínico.
El espectro de síntomas y signos de hiperparatiroidismo en
la MEN-I se debe a la hipersecreción de parathormona (PTH)
y, por tanto, es similar al del hiperparatiroidismo primario;
nefrolitiasis recidivante, nefrocalcinosis, osteítis fibrosa, úlce-
Neoplasia endocrina múltiple tipo I ra péptica y pancreatitis. Desde el punto de vista biológico,
junto al mencionado aumento de PTH, es característica la
(MEN-I o síndrome de Wermer) existencia de hipercalcemia e hipofosforemia. Al igual que
en el hiperparatiroidismo esporádico, el diagnóstico se efec-
La MEN-I es una enfermedad relacionada con una altera- túa al detectar las alteraciones bioquímicas mencionadas,
ción en el cromosoma 11, con una prevalencia estimada en- junto con unos valores de PTH inapropiadamente elevados.
tre el 0,02 y el 0,2 por mil habitantes. Su característica funda- El tratamiento idóneo consiste en la extirpación quirúrgica
mental es su transmisión de carácter autosómico dominante, del tejido responsable de la hipersecreción de PTH para evi-
con un alto grado de penetrancia y cierta variabilidad de ex- tar no sólo la sintomatología derivada de la hipercalcemia
presión. Típicamente los individuos afectados por este sín- sino también el riesgo que ésta representa para el desarrollo
drome presentan tumores de las glándulas paratiroides, del de otros posibles tumores. En la localización preoperatoria
del tumor puede ser de utilidad la determinación de las con-
centraciones sanguíneas de PTH en muestras de sangre ob-
tenidas por cateterización venosa selectiva. Dada la alta
TABLA 16.66. Clasificación de los tumores endocrinos múltiples incidencia de afectación paratiroidea múltiple, la técnica
de base heredofamiliar quirúrgica a emplear es la paratiroidectomía total. Además,
Glándula afectada Sintomatología algunos autores proponen el autoinjerto de fragmentos glan-
MEN-I Paratiroides Hiperparatiroidismo
Páncreas Gastrinoma
Insulinoma TABLA 16.67. Causas de mortalidad en la MEN-II
Hipófisis Prolactinoma
Acromegalia Causas de muerte Porcentaje
MEN-II Tiroides Carcinoma medular Complicaciones ulcerosas 33
Médula suprarrenal Feocromocitoma Complicaciones posgastrectomía 19
Paratiroides Hiperparatiroidismo Metástasis tumorales 11
MEN-III Tiroides Carcinoma medular Hiperparatiroidismo 11
Médula suprarrenal Feocromocitoma Tumores hipofisarios 8
Neuromas cutáneos Complicaciones posquirúrgicas 8
Alteraciones Infecciones 6
musculosqueléticas Coma hipoglucémico 3
2193
ENDOCRINOLOGÍA
dulares paratiroideos en el brazo (autotrasplante de parati- son muy sugestivos de gastrinoma, pero valores inferiores,
roides). aunque por encima de la normalidad, obligan a practicar
estímulos con secretina o calcio intravenoso con el fin de
efectuar el diagnóstico diferencial con otras entidades que
Tumores pancreáticos cursan con hipergastrinemia. La valoración del quimismo
La mayoría de estos tumores secretan gastrina o insulina, gástrico revelará un importante aumento de la secreción y
provocando los síndromes clínicos derivados de la hiperse- acidez gástrica basal que se modificará poco con el estímulo
creción hormonal. En raras ocasiones estos tumores pueden con histamina.
secretar otras hormonas, como glucagón, somatostatina o Tras la comprobación radiológica y endoscópica de la
polipéptido pancreático, cuya traducción clínica será menos presencia de úlceras aisladas o múltiples, de localización atí-
llamativa. Una característica de los tumores pancreáticos res- pica, junto a un aumento del grosor de los pliegues gástricos,
pecto a los demás componentes de la MEN-I es su potencial será necesaria la localización del tumor. Para ello, la TC y,
riesgo de malignización, con posibilidad de invadir estructu- sobre todo, la arteriografía selectiva son básicas, y no debe
ras próximas y metastatizar. olvidarse el estudio de la posible existencia de metástasis he-
Insulinoma. Es un tumor originado en las células beta de páticas, ya que el gastrinoma es en ocasiones maligno.
los islotes de Langerhans, caracterizado por la secreción in- El tratamiento médico se fundamenta en la inhibición de
controlada y excesiva de insulina, que aparece en aproxima- la secreción ácida gástrica, mediante antagonistas de los re-
damente un tercio de los pacientes con síndrome de MEN-I. ceptores H2. Con ello se mejora la sintomatología clínica del
El riesgo de malignización del insulinoma en la MEN-I es paciente, pero evidentemente no se cura la enfermedad.
aproximadamente del 25%, porcentaje superior al observado Para ello será necesario la gastrectomía total y por supuesto,
en el insulinoma espontáneo (5-15%). en el caso que sea posible, la exéresis del tumor.
La presentación clínica de este tumor consiste en la sinto- Otros tumores pancreáticos. En los pacientes con MEN-I
matología propia de la hipoglucemia. De forma típica, estos no es rara la detección de hiperglucagonemia, aunque sí es
pacientes presentan una sensación crónica de hambre, y la infrecuente el hallazgo de un glucagonoma. En general los
detección de la hipoglucemia puede verse dificultada por pacientes con hiperglucagonemia tienen hipergastrinemia
la ingesta frecuente de hidratos de carbono. En general, los y/o hiperinsulinemia. A menudo los gastrinomas y los insuli-
individuos afectos presentan un aumento de peso, siendo nomas contienen células con capacidad para secretar gluca-
imposible la reducción ponderal ante la aparición de la sin- gón. Por tanto, en los pacientes con estos tumores la hiper-
tomatología hipoglucémica. Con frecuencia las manifestacio- glucagonemia no ha de ser forzosamente debida a un
nes de neuroglucopenia crónica se interpretan erróneamen- glucagonoma concomitante. Por otro lado, en algunos pa-
te como alteraciones psiquiátricas, ya que estos enfermos cientes la hiperglucagonemia se asocia a una hiperplasia de
pueden presentar trastornos de la personalidad, deterioro las células alfa, sin evidencia de tumor en el páncreas.
mental, conducta psicótica y hasta demencia. La existencia de tumores secretantes de péptido intestinal
El diagnóstico se efectúa al demostrar una glucemia baja vasoactivo (VIP) no se ha demostrado en los pacientes con
en ayunas, en presencia de una insulinemia inapropiada- MEN-I por el hallazgo de unos niveles plasmáticos o intratumo-
mente elevada. Una relación en ayunas insulinemia rales de VIP elevados. No obstante, uno de los casos comuni-
(µU/mL)/glucemia (mg/dL) superior a 0,3 es muy sugestiva cados por VERMER y MORRISON al describir el síndrome que lleva
de insulinoma. Durante el ayuno prolongado –prueba diag- su nombre (diarrea acuosa, hipopotasemia y aclorhidria), te-
nóstica fundamental– en los pacientes con insulinoma este nía un tumor hipofisario junto a un tumor pancreático. Este y
cociente aumenta en lugar de descender, como sucede en otros casos aislados pueden sugerir la coexistencia excepcio-
los individuos sanos. Algunos autores han sugerido que la nal de tumores productores de VIP en pacientes con MEN-I.
determinación de proinsulina pueda ser de utilidad en el El tratamiento de estos tumores es evidentemente quirúr-
diagnóstico. La localización del tumor es importante, para lo gico. Cabe plantear su enucleación si se trata de un tumor
cual es fundamental practicar una arteriografía selectiva, ya único, o una pancreatectomía subtotal en el caso de ser un
que el 50% de los tumores pueden presentar una vasculariza- tumor múltiple. En los casos inoperables puede intentarse el
ción tumoral característica. La tomografía computarizada uso de estreptomicina, aunque los resultados son pobres.
(TC) y la ecografía suelen ofrecer pocos resultados, ya que
estos tumores son habitualmente de pequeño tamaño.
Dada la frecuente existencia de tumores múltiples, así
Tumores hipofisarios
como de hiperplasia difusa de células beta, en general el tra- La incidencia de adenomas hipofisarios en pacientes con
tamiento quirúrgico de estos pacientes requiere la práctica MEN-I oscila entre el 50 y el 60% según las series estudiadas,
de una pancreatectomía subtotal. Si persiste la clínica hipo- siendo la variedad histológica más común el adenoma cro-
glucémica por la existencia de metástasis o restos pancreáti- mófobo no funcionante.
cos tumorales, puede intentarse el uso de fármacos hiperglu- La clínica de estos tumores dependerá de su volumen y de
cemiantes, como el diazóxido o la somatostatina. En el caso la posible afectación del eje hipotálamo-hipofisario que ge-
de que existan metástasis puede valorarse el uso de estrepto- neren. Junto a este tipo de adenomas, un notable número de
zotocina para reducir el tamaño tumoral, aunque conside- tumores hipofisarios se asocia a hiperproducción hormonal,
rando los efectos secundarios de este fármaco sus posibles de la cual dependerá su sintomatología clínica. Los prolacti-
beneficios serán muy limitados. nomas son los adenomas hipofisarios secretantes más fre-
Gastrinoma. Aproximadamente el 60% de los tumores insu- cuentes en los pacientes con MEN-I, seguidos por los tumores
lares de los pacientes con MEN-I secretan gastrina, lo que con- secretores de hormona de crecimiento. La detección de tu-
diciona la aparición de un síndrome de Zollinger-Ellison, que mores que segregan ACTH es muy rara.
constituye la principal causa de morbilidad y mortalidad en la La sintomatología clínica propia de los tumores hipofisa-
MEN. Por otro lado, el 60% de los pacientes a los que se diag- rios consiste en cefalea y alteraciones visuales, aunque a me-
nostica un síndrome de Zollinger-Ellison presentan una MEN-I. nudo son asintomáticos. El diagnóstico del tumor se basa en
La clínica de estos pacientes deriva de su hipergastrine- la demostración radiológica de un aumento de tamaño de la
mia, que determina una hipersecreción de ácido clorhídrico silla turca y/o evidencia tumoral en la TC, junto a la compro-
y la aparición de úlceras pépticas en el esófago, el duodeno bación de un aumento de los niveles sanguíneos de prolacti-
distal o el yeyuno. Estos pacientes también presentan a me- na, hormona de crecimiento o ACTH, detectada por radio-
nudo diarrea y malabsorción. inmunoanálisis. En algunos casos puede observarse una
El diagnóstico de gastrinoma se establece por la demostra- alteración en la campimetría.
ción de hipergastrinemia y de un aumento de la acidez gás- El abordaje terapéutico de los tumores hipofisarios en pa-
trica. Valores de gastrinemia basal superiores a 300 pg/mL cientes con MEN-I es similar al de los que presentan tumores
2194
TUMORES ENDOCRINOS MÚLTIPLES DE BASE HEREDOFAMILIAR
hipofisarios fuera del contexto de una MEN. En el caso de Carcinoma medular de tiroides
tratarse de tumores secretantes de hormona de crecimiento
o ACTH es obligada la adenomectomía, por vía transesfenoi- Es el resultado de la transformación neoplásica de las cé-
dal si es posible, seguida de radioterapia en caso de persis- lulas C del tiroides, productoras de calcitonina. Constituye
tencia de restos tumorales. Los macroadenomas (tumores de aproximadamente el 10% de las neoplasias de tiroides, y su
diámetro superior a 10 mm) no secretantes o los que segre- presentación es espontánea en el 80-90% de los casos y fami-
gan prolactina deben tratarse quirúrgicamente, siendo una liar en el 10-20% restante. Aunque en la forma familiar de pre-
opción el uso de bromocriptina en el caso de tumores sensi- sentación suele asociarse a las alteraciones endocrinas co-
bles a este fármaco. En los microadenomas secretores de mentadas que constituyen la MEN-II, también se ha descrito
prolactina (menos de 10 mm de diámetro) no puede genera- su aparición familiar aislada.
lizarse el tratamiento, ya que puede ser válido tanto la ade- Su manifestación clínica está precedida por una progresi-
nomectomía transesfenoidal, como el tratamiento con bro- va transformación de las células C tiroideas normales, que
mocriptina o el seguimiento sin tratamiento específico. En antes de llegar a ser neoplásicas pasan por una fase de hiper-
todos los casos en los que se efectúe la extirpación quirúrgi- trofia y otra posterior de hiperplasia, siendo frecuente que el
ca del tumor será obligada la valoración postoperatoria de estudio histológico revele la coexistencia de diversas formas
los posibles déficit hormonales provocados, para su adecua- anatomopatológicas.
do tratamiento con hormonoterapia sustitutiva. Cuando no se diagnostica precozmente y progresa a esta-
dios clínicos más avanzados puede manifestarse por su creci-
miento local, por los síntomas derivados de sus metástasis a
Otras asociaciones distancia y por los productos secretados por el tumor. Desde
La hiperplasia o los adenomas de la corteza suprarrenal, el punto de vista semiológico es indistinguible de otros nódu-
muy rara vez asociada a hiperproducción de glucocorticoi- los tiroideos gammagráficamente fríos pudiendo, según su ta-
des mineralcorticoides, se presenta aproximadamente en el maño, producir sintomatología compresiva local.
25-40% de los pacientes con MEN-I. Sin embargo, no está cla- La metastatización del tumor a los ganglios regionales pue-
ro que la afectación suprarrenal en estos pacientes sea una de ser temprana y presentarse en tumores de sólo milímetros
consecuencia de la MEN, ya que los adenomas suprarrenales de diámetro. No obstante, cuanto mayor es el nódulo tiroi-
se detectan en el 10-30% de los estudios necrópsicos. deo más frecuente es la existencia de metástasis a distancia
Otros tumores, como el carcinoide, de localización intesti- (ganglios mediastínicos, hígado, pulmón, tráquea, glándulas
nal o bronquial, o no endocrinos, como lipomas, pólipos gas- suprarrenales, esófago, hueso) de las cuales dependerá, en
trointestinales y adenomas renales, se han descrito de forma general, la mortalidad relacionada con este tumor. La agresi-
esporádica en pacientes con MEN-I, aunque su asociación vidad del tumor y su capacidad para metastatizar son muy
con esta enfermedad probablemente sea fortuita. variables de un paciente a otro.
Produce una variedad de sustancias biológicamente acti-
vas y enzimas (calcitonina, serotonina, prostaglandinas, his-
Estudios familiares tamina, VIP, ACTH) entre las cuales la más importante es la
La detección precoz de los pacientes con MEN-I es un calcitonina. A ella, y en menor medida a la serotonina y a las
punto fundamental en el tratamiento de la enfermedad ya prostaglandinas, se debe la diarrea, que presentan el 30% de
que permite reducir su morbilidad y mortalidad. los pacientes con carcinoma medular de tiroides, y que cons-
El estudio familiar es obligado en los pacientes de primer tituye un dato clínico importante para el diagnóstico de la
grado, debiéndose valorar la posibilidad de extenderlo a los enfermedad.
de segundo grado. Este estudio ha de incluir una historia clí- La posibilidad de determinar la calcitonina por radioinmu-
nica dirigida, junto a la determinación de la calcemia, de la noanálisis ha cambiado notablemente la capacidad de diag-
glucemia en ayunas y de la prolactina, así como la práctica nosticar y de controlar a los pacientes con carcinoma medu-
de una radiografía en silla turca. Periódicamente hay que re- lar de tiroides. Los niveles plasmáticos basales de calcitonina
petir este estudio, cuya frecuencia, según algunos autores, en general se hallan elevados en todos los pacientes con tu-
debe ser bianual, desde los 15 a los 65 años. moraciones tiroideas palpables, siendo normales o elevados
en los que presentan tumoraciones no palpables. En ambos
casos los niveles basales de este marcador tumoral aumen-
tan tras estímulos provocadores.
La detección y el tratamiento tempranos tienen un profun-
Neoplasia endocrina múltiple tipo II do impacto en su evolución clínica, ya que una tiroidecto-
mía total puede ser curativa si el carcinoma está circunscrito
(MEN-II o MEN-IIa o síndrome a la glándula tiroides. Su diagnóstico requiere la detección
de unos niveles plasmáticos de calcitonina basales elevados
de Sipple) o de una respuesta exagerada ante el estímulo intravenoso
con calcio, pentagastrina o ambos combinados.
En las últimas tres décadas se ha definido el segundo sín- El tratamiento implica la tiroidectomía total, dada la carac-
drome clínico formado por múltiples tumores de glándulas terística multifocal del tumor en el 80-90% de los casos. Dada
endocrinas. La incidencia de este síndrome, de base heredo- la rapidez con que el tumor metastatiza en los ganglios linfáti-
familiar autosómica dominante, ligado a un locus próximo a cos, es obligada la práctica de un vaciamiento ganglionar aso-
la región centromérica del cromosoma 10, es de 1/25.000 in- ciado. La monitorización periódica de los niveles plasmáticos
dividuos, y se caracteriza por la coexistencia de carcinoma de calcitonina es fundamental para determinar el grado de cu-
medular de tiroides, el tumor característico de la MEN-II, feo- ración de la enfermedad. En el caso de que aparezcan recidi-
cromocitoma e hiperparatiroidismo. vas tumorales en el cuello es obligada una nueva resección
Por lo general, el diagnóstico de carcinoma medular de ti- del tumor. Los tratamientos con radioyodo, radioterapia o qui-
roides antecede al de feocromocitoma, aunque de forma mioterapia no se han mostrado eficaces en el tratamiento del
relativamente temprana puede detectarse una hiperproduc- carcinoma medular de tiroides o de las metástasis que origina.
ción de catecolaminas. En algunas familias el feocromocito-
ma es el tumor clínicamente más activo, pero en más del
60% de los pacientes con un carcinoma medular de tiroides
Feocromocitoma
y un feocromocitoma bien demostrados, este último es silen- Aproximadamente el 5% de los casos de feocromocitoma
te. Ambos tumores son los principales responsables de la son familiares, y alrededor del 20% de éstos se asocian a car-
mortalidad causada por la MEN-II. cinoma medular de tiroides. El feocromocitoma aparece casi
2195
ENDOCRINOLOGÍA
en el 50% de los pacientes con MEN-II, y su incidencia se in- las dismorfias características de estos pacientes. Se ha de-
crementa al aumentar la edad de los pacientes. Su localiza- mostrado que esta enfermedad, al igual que la MEN-II, tam-
ción extrasuprarrenal es poco frecuente y su malignidad es bién tiene un origen en una alteración del cromosoma 10.
más rara cuando aparece de forma espontánea.
Los síntomas y signos debidos a la hiperproducción de ca-
tecolaminas pueden ser clínicamente importantes o pasar
Neuromas mucosos
inadvertidos, a pesar de lo cual este tumor es, probablemen- Los neuromas mucosos o submucosos que presentan estos
te, el que determina mayor morbilidad y mortalidad en los pacientes suelen localizarse en los labios y en el tercio distal
pacientes con MEN-II. de la lengua, aunque pueden afectar todos los elementos del
El diagnóstico de feocromocitoma se basa en la determi- tracto gastrointestinal y los párpados. Las lesiones de la cavi-
nación plasmática y urinaria de las catecolaminas y de sus dad oral son las primeras en aparecer. En general están pre-
metabolitos, de manera seriada ya que estas anomalías bio- sentes en la primera década de la vida y, en muchos casos,
químicas pueden ser intermitentes. La TC es fundamental en el momento del nacimiento.
para localizar el tumor, aunque su diámetro sea inferior a 1 cm. La sintomatología clínica depende de la localización del
En este sentido puede ser útil la práctica de una gammagra- tumor. El síntoma más frecuente de los neuromas gastrointes-
fía con 131I-metayodobencilguanidina, una sustancia que se- tinales es el estreñimiento, en tanto que la disfagia y los vómi-
lectivamente se localiza en la médula suprarrenal. tos, por afectación esofágica y gástrica, son menos comunes.
El tratamiento recomendado para el feocromocitoma en El diagnóstico se basa en la observación directa de los
los pacientes con MEN-II es la suprarrenalectomía bilateral, neuromas de la cavidad oral y los párpados y en el estudio
incluso en el caso de que el tumor se haya demostrado sólo radiológico del tracto gastrointestinal para identificar su pre-
en una glándula, ya que es muy probable la presencia de un sencia en esta localización.
tumor o una hiperplasia suprarrenal bilateral.
Alteraciones musculosqueléticas
Hiperparatiroidismo Los pacientes portadores de un síndrome de MEN-III pre-
La hiperplasia paratiroidea es frecuente en los pacientes sentan, de forma característica, un hábito marfanoide. Tie-
con MEN-II, pero su importancia clínica es escasa ya que en nen poco desarrollo muscular, una disminución del segmen-
la mayoría de los casos existe normocalcemia. Se ha sugeri- to superior del cuerpo (pubis-vértex) respecto al inferior
do que su aparición sería una respuesta compensadora al (pubis-suelo), con aracnodactilia, hiperlaxitud articular, ci-
efecto hipocalcemiante de la calcitonina secretada por el foscoliosis, extremidades largas y finas, pie cavo y pectus ex-
carcinoma medular de tiroides. cavatum, como principales dismorfias. A diferencia del sín-
El tratamiento del hiperparatiroidismo en los pacientes drome de Marfan, los pacientes con MEN-III no presentan
con MEN-II es conservador, tanto en los casos normocalcémi- subluxación del cristalino, ni alteraciones cardiovasculares.
cos como en los hipercalcémicos. En el momento de la tiroi-
dectomía por el carcinoma medular de tiroides sólo debe
efectuarse la exéresis de las glándulas paratiroides que estén
Carcinoma medular de tiroides y feocromocitoma
aumentadas de tamaño, y se recomienda una paratiroidecto- El carcinoma medular de tiroides asociado a MEN-III apa-
mía subtotal en el caso de que las cuatro glándulas estén rece en la infancia y la adolescencia, y su virulencia es mu-
aumentadas de tamaño. cho mayor que cuando acompaña a la MEN-II. Así, en el mo-
mento del diagnóstico, el 75% de los pacientes presentan
metástasis en los ganglios regionales.
Estudio familiar El diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento del carcino-
Dada la elevada frecuencia de metastatización del carci- ma medular de tiroides en la MEN-III son los mismos que en
noma medular de tiroides, es muy importante su detección y la MEN-II.
tratamiento antes de que ello ocurra. Por lo tanto, es necesa- El feocromocitoma en la MEN-III tiene la misma frecuencia
rio el estudio de los familiares con riesgo mediante la deter- de aparición que en la MEN-II, pero su mortalidad es menor
minación de los valores plasmáticos de calcitonina tras el que en ésta, fundamentalmente por la especial agresividad
estímulo con calcio y/o pentagastrina. Además, en cada estu- del carcinoma medular de tiroides, el principal responsable
dio debe valorarse la posible existencia de un feocromocito- de la mortalidad de la MEN-III.
ma, mediante la determinación de los niveles urinarios de
catecolaminas, ácido vanililmandélico o metanefrinas, y la
de un hiperparatiroidismo mediante la calcemia. El estudio
Estudios familiares
se efectuará anualmente, en caso de ser negativo, desde los El programa de estudio familiar es similar al de la MEN-II,
5 a los 50 años. Recientemente, en un estudio efectuado en aunque en razón de la aparición tan temprana del carcino-
130 miembros de 11 familias con riesgo de MEN-II, en el que ma medular de tiroides es recomendable su inicio al año de
se analizó el polimorfismo de fragmentos de DNA mediante edad. En los individuos adultos sólo deben estudiarse los
enzimas de restricción, se pudo identificar a los portadores que presentan neuromas mucosos, ya que la existencia de
del gen de este tipo de cáncer. Esto abre una nueva posibili- carcinoma medular de tiroides y feocromocitoma no se ha
dad diagnóstica y plantea la posibilidad de efectuar sólo los descrito en familiares de pacientes con MEN-III, en ausencia
estudios hormonales a los pacientes que presenten un riesgo de esta anomalía. En la tabla 16.68 se resumen los estudios
elevado, tras una investigación inicial del DNA. familiares aconsejados en la MEN de base heredofamiliar.
2196
SÍNDROMES POLIENDOCRINOS DE TIPO AUTOINMUNE
TABLA 16.68. Neoplasias endocrinas múltiples. Seguimiento chos patogénicos. El primero de ellos es una mutación here-
en familiares dada que afecta todas las células del organismo y las vuelve
susceptibles a convertirse en neoplásicas. Esta transforma-
MEN-I MEN-II MEN-III ción, sin embargo, es insuficiente en sí misma para el desa-
Período de 15-65 5-50 A partir
rrollo de la neoplasia, siendo necesario un segundo cambio.
estudio (años de 1 Éste puede ser una segunda mutación que afecte al alelo co-
de edad) rrespondiente y provoque una transformación neoplásica de
Frecuencia 1-2 1 1 los tejidos para los cuales el gen mutado es crítico. Esta teo-
(años) ría explicaría satisfactoriamente que la aparición de los tu-
Estudio Calcemia Calcitonina Igual a la mores en las MEN ocurra a una edad más temprana que
Glucemia (postestímulo) MEN-II cuando aparecen en forma espontánea. Para que se desarro-
Prolactina Catecolaminas lle un tumor en un individuo portador congénito de una mu-
Radiografía de en orina
la silla turca Calcemia
tación genética sólo se requiere una mutación adicional.
Para que el mismo tumor aparezca de forma esporádica tie-
nen que producirse en la misma célula somática dos altera-
ciones poco frecuentes, con lo que lógicamente la aparición
Teoría de nesidioblastosis. Es una de las primeras que se del tumor será más tardía.
propuso y, según ella, el defecto genético de los familiares
con MEN estaría circunscrito a las células pancreáticas, sien-
do la hipersecreción de insulina, glucagón y/o gastrina la
que estimularía los cambios en las otras glándulas endocri- Bibliografía especial
nas. La capacidad potencial de los tumores pancreáticos DEFTOS LJ, CATHERWOOD BD, BONE III HG. Multiglandular endocrine di-
para sintetizar diferentes hormonas es compatible con esta sorders. En: FELIG P, BASTER JD, BROADUS AE, FROHMAN LA (eds). En-
hipótesis, pero la existencia de tumores hipofisarios y parati- docrinology and metabolism. Nueva York, McGraw-Hill, 1986;
roideos en ausencia de lesiones pancreáticas no sustenta 1.662-1.691.
GAGEL RF, TASHJIAN AH, CUMMINGS T, PAPATHANASOPOULOS N, KAPLAN MM,
esta teoría. DE LELLIS RA et al. The clinical outcome of prospective screening
Teoría APUD. Se ha sugerido que las células con capaci- for multiple endocrine neoplasia type 2s. N Engl J Med 1988; 318:
dad para captar y descarboxilar precursores de aminas (célu- 478-484.
las APUD) pueden tener un origen embrionario común en la KNUDSON AE, STRONG LG, ANDERSON DE. Heredity and cancer in man.
cresta neural. En este sentido se ha sugerido que las MEN po- Prog Med Genet 1973; 9: 113-158.
drían deberse a una anomalía de las células APUD. Con LAMERS CB, STADIL F, VAN TONGERSEN JH. Prevalence of endocrine ab-
todo, el concepto de células APUD ha sido modificado en normalities in patients with the Zollinger-Ellison syndrome and in
virtud de conocimientos más recientes. El término de sistema their families. Am J Med 1978; 64: 607-612.
LESHIN M. Multiple endocrine neoplasia. En: WILSON JD FOSTER DW
neuroendocrino se refiere a un conjunto de células, no todas (eds). Textbook of endocrinology. Filadelfia, WB Saunders, 1985;
derivadas de la cresta neural. Se trata de una gran variedad 1.274-1.289.
de células endocrinas epiteliales diseminadas por diferentes SOBOL H, NAROD S, NAKAMURA BONEU A, CALMETTES C, CHADENAS D, et al.
tejidos de origen tanto endodérmico como ectodérmico que Screening for multiple endocrine neoplasia type 2a with DNA-
comparten con los nervios algunos marcadores histoquími- polymorphism analysis. N Engl J Med 1989; 321: 996-1.001.
cos. Dicho sistema neuroendocrino se subdivide en el difuso THAKKER RV. The molecular genetics of the multiple endocrine neo-
(intestino, páncreas, pulmón, células C del tiroides, piel, apa- plasia syndromes. Clin Endocrinol 1993; 38: 1-14.
rato urogenital) y glandular (médula suprarrenal, hipófisis, TISCHLER AS, DICHTER MA, BIALES B, GREENE LA. Neuroendocrine neo-
plasms and their cells of origin. N Engl J Med 1977; 296: 919-924.
paraganglios). En conclusión, un defecto en células de ori- VERMER JV, MORRISON AB. Islet cell tumor and syndrome of refractory
gen embrionario común ya no puede sostenerse, pues pese watery diarrhea and hypokalemia. Am J Med 1958; 25: 374-380.
al calificativo neuroendocrino, las células tienen origen di- WERNER P. Genetic aspects of adenomatosis of endocrine glands. Am
verso, no sólo a partir de la cresta neural. J Med 1954; 16: 363-371.
Teoría de la doble mutación. Recientemente, KNUDSON ha WOLFE HJ, DELELLIS RA. Familial medullary thyroid carcinoma and
propuesto que la aparición de las MEN obedece a dos he- cell hyperplasia. Clin Endocrinol Metab 1981; 10: 351-356.
Las enfermedades endocrinas de naturaleza autoinmune sa. De esta forma quedaban definidos dos síndromes poli-
pueden presentarse como entidades clínicas aisladas o aso- glandulares autoinmunes (tabla 16.69). El tipo I asociaba en-
ciadas a otras enfermedades endocrinas de naturaleza au- fermedad de Addison con hipoparatiroidismo, y el tipo II, in-
toinmune. La primera poliendocrinopatía autoinmune fue suficiencia suprarrenal con enfermedad tiroidea autoinmune
descrita, en 1926, por SCHMIDT, quien relató la asociación de y diabetes mellitus tipo I. Sin embargo, atendiendo a una pa-
hipotiroidismo y enfermedad de Addison como consecuen- togenia similar (la lesión autoinmune), el síndrome polien-
cia del estudio anatomopatológico del tejido tiroideo y de la docrino autoinmune incluye también otras asociaciones me-
glándula suprarrenal de 2 pacientes fallecidos por insuficien- nos frecuentes, como el fallo gonadal primario (ovario o
cia suprarrenal aguda en los cuales observó un patrón co- testículo), la insuficiencia hipofisaria y enfermedades ya in-
mún de infiltración linfocitaria. Aunque CARPENTER en 1964 cluidas en el síndrome, la enfermedad de Addison, la tiroido-
relató la frecuente asociación del síndrome de Schmidt con patía autoinmune y la diabetes mellitus tipo I. Estas asocia-
la diabetes mellitus, no fue hasta 1980 cuando NEUFELD intro- ciones pueden también incluir otras enfermedades de
dujo el término de síndrome poliglandular autoinmune para naturaleza autoinmune no endocrinas, como anemia perni-
describir la asociación de insuficiencia suprarrenal primaria, ciosa, vitíligo, alopecia, candidiasis cutaneomucosa, hepati-
tiroidopatía autoinmune y candidiasis crónica cutaneomuco- tis crónica activa y malabsorción.
2197
ENDOCRINOLOGÍA
2198
MANIFESTACIONES HUMORALES DE NEOPLASIAS NO ENDOCRINAS. ENDOCRINOPATÍAS PARANEOPLÁSICAS.
SÍNDROMES DE SECRECIÓN INADECUADA DE HORMONAS POR TUMORES
ducirse en un espacio de tiempo. Algunos autoanticuerpos Tratamiento. El tratamiento actual del síndrome poliendo-
son fluctuantes y su presencia es temporal, lo cual sugiere un crino autoinmune es sustitutivo, de cada una de las enferme-
proceso de agresión inmune autolimitado. Por otra parte, al- dades que lo forman, con hormona exógena, como se ha
gunas enfermedades autoinmunes cursan en brotes, es decir, descrito en apartados anteriores. El diagnóstico precoz de al-
con períodos de actividad autoagresiva y otros silentes, lo gunas de las enfermedades, antes de que se hayan manifesta-
cual puede coincidir con la presencia o no de anticuerpos do clínicamente, también requiere, en opinión de la mayoría
en el suero. Es posible, por tanto, que en el estado preclínico de los autores, tratamiento sustitutivo parcial con dosis infe-
no exista una pérdida lineal de masa celular sino pérdidas riores a las prescritas habitualmente en el tratamiento de la
parciales sin expresión clínica, que se manifestarían con la enfermedad, suficientes para normalizar los parámetros hor-
presencia o la ausencia de autoanticuerpos circulantes. monales y metabólicos. Sin embargo, cabría considerar en
Por ello, la detección de anticuerpos requiere un estudio los próximos años la existencia en esta fase clínica de un tra-
hormonal para establecer el diagnóstico de certeza de enfer- tamiento específico con anticuerpos monoclonales o inmu-
medad endocrina autoinmune en estadio preclínico. El mé- nodepresores de baja toxicidad.
dico debe manejarse con extrema prudencia. Por una parte,
no debe pasarse por alto el diagnóstico de síndrome polien-
docrino autoinmune, ya que su detección temprana permite
un tratamiento sustitutivo en las fases en las cuales aún no se
han establecido alteraciones importantes en la homeostasia
hormonal, metabólica e hidroelectrolítica. Por otra parte, no Bibliografía especial
debe transmitirse al paciente un diagnóstico precipitado de EISENBARTH GS. Type I diabetes mellitus: A chronic autoimmune dise-
síndrome poliendocrino, dado que la detección de anticuer- ase. N Engl J Med 1986; 314: 1.360-1.367.
pos circulantes no es aún, en muchas enfermedades endocri- GINSBERG-FELLNER. Association of insulin-dependent diabetes mellitus
nas autoinmunes, un marcador fiable de posible enferme- and other autoimmune diseases. En: GINSBERG-FELLNER F, MCEVOY
RC (eds). Autoimmunity and the pathogenesis of diabetes. Nueva
dad. York, Springer, 1990; 56-67.
Una conducta adecuada, sin embargo, requiere un control KONTIAINEN S, SCHLENAKA A, KOSKIMIES S, RILVA A, MAENPAA JK. Autoanti-
regular de los marcadores hormonales (prueba basal y estí- bodies and autoimmune diseases in young diabetics. Diabetes
mulo) e inmunológicos (anticuerpos circulantes) en los pa- Res 1990; 13: 151-156.
cientes afectos de una endocrinopatía autoinmune, con el NEUFELD M, MACLAREN NK, BLIZZARD RM. Autoimmune polyglandular
objeto de diagnosticar precozmente la enfermedad poliendo- syndrome. Pediatr Ann 1980; 9: 154-163.
crina. PAPADOPOULOS KI, HALLERGREN B. Polyglandular autoimmune syndro-
No debe olvidarse que, a pesar de la pérdida de masa ce- me type II in patients with idiopathic Addison’s disease. Acta En-
docrinol (Copenh) 1990; 122: 472-478.
lular en las enfermedades autoinmunes suele ser un proceso REASNER CHA. Autoimmune thyroid disease and type 1 diabetes. Dia-
de evolución lenta, en las personas jóvenes un factor externo betes Rev 1993; 1: 343-351.
(procesos infecciosos) puede desencadenar una de las en- SCHERBAUM WA, MOGEL H, BOEHM BO, HEDDERICH U, GLUCK M, SCHERN-
fermedades asociadas de forma brusca (diabetes mellitus THANER G, et al. Autoantibodies to adrenal medullary and thyroid
tipo I, enfermedad de Addison, enfermedad de Graves-Base- calcitonin cells in type I diabetes mellitus: A prospective study. J
dow). Autoimmunity 1988; 1: 219-230.
2199
ENDOCRINOLOGÍA
2200
MANIFESTACIONES HUMORALES DE NEOPLASIAS NO ENDOCRINAS. ENDOCRINOPATÍAS PARANEOPLÁSICAS.
SÍNDROMES DE SECRECIÓN INADECUADA DE HORMONAS POR TUMORES
concentraciones elevadas de ADH en suero y de ADH inmu- Secreción ectópica de LH, FSH y TSH
norreactiva con formas moleculares de mayor tamaño (que
corresponden a distintas formas de neurofisina II) en extrac- Su frecuencia clínica no es relevante. Sólo algunos corio-
tos de tumores que producen síndrome clínico, pero tam- carcinomas de placenta y testículo y mola hidatidiforme pue-
bién en el 41% de los extractos de cáncer de pulmón y en el den producir hipertiroidismo leve, porque el exceso de HCG
43% de los extractos de cáncer de colon que no producen puede tener acción estimulante del receptor de TSH en tiroi-
síndrome clínico (YAMAJI et al, 1981). des.
El gen se expresa en muchos tejidos normales, como dis-
tintas áreas del tracto gastrointestinal (SÁNCHEZ FRANCO et al,
1986). Por tanto, el síndrome clínico de SIADH se manifesta- Hipercalcemia asociada a neoplasias malignas
ría cuando, además de sobreexpresarse el gen de ADH-neu-
rofisina II, las células tumorales tengan el sistema enzimático La hipercalcemia que coexiste con neoplasias malignas o
completo para hacer el procesamiento postraduccional de como complicación de éstas se conoce desde muchos años.
precursores a formas moleculares de ADH, con actividad Inicialmente se sugirió que los tumores podrían producir
biológica antidiurética, en suficiente cantidad para manifes- parathormona (PTH). Recientemente se ha aislado una nue-
tarse en forma del síndrome clínico. Además, las células tu- va proteína denominada proteína relacionada con la PTH
morales deben tener normal el sistema de secreción de esas (PTH-rp), cuyo cDNA se ha clonado y secuenciado su gen. El
formas moleculares maduras y biológicamente activas. gen de PTH-rp da lugar, por procesamiento alternativo, a
múltiples especies de mRNA que codifican tres proteínas ma-
duras de 139, 141 y 173 aminoácidos. La secuencia de ami-
Secreción inapropiada de otras hormonas noácidos de la PTH-rp tiene un 60% de homología con la
hipofisarias por tumores no hipotálamo- PTH en los 13 primeros aminoácidos, y la actividad biológica
tipo PTH de la PTH-rp está contenida en los 34 primeros ami-
hipofisarios noácidos; después de esta región la secuencia de aminoáci-
dos es diferente.
La hipercalcemia es en estos casos resultado de un au-
Gonadotropina coriónica y subunidades de glucoproteínas mento de la reabsorción ósea de calcio y una disminución
de su eliminación urinaria, situación del todo semejante al
Las hormonas glucoproteicas están constituidas por dos hiperparatiroidismo primario. La afección se califica de hi-
subunidades, alfa y beta. La subunidad alfa es común a las percalcemia tumoral maligna. En pacientes neoplásicos, tam-
cuatro, es decir, a la hormona luteinizante (LH), la hormona bién se puede producir hipercalcemia por fenómenos osteo-
foliculostimulante (FSH), la hormona tirostimulante (TSH) y líticos locales, debidos a los factores secretados por las
la gonadotropina coriónica humana (HCG). La subunidad células tumorales que producen reabsorción ósea (hipercal-
beta, específica y diferente, es responsable de la actividad cemia osteolítica local).
biológica específica. Sin embargo, los trabajos más recientes sugieren que el
De las cuatro glucoproteínas, es la HCG la que se expresa mecanismo humoral es el predominante. Así, se ha confirma-
y secreta con mayor frecuencia por tumores malignos que se do, mediante un radioinmunoanálisis sensible al fragmento
originan en tejidos sin células trofoblásticas. aminoterminal de PTH-rp, que en el suero de los 27 tumores
Estos tumores incluyen: tumores testiculares, carcinomas sólidos sin metástasis e hipercalcemia estudiados y en mu-
escamosos de células pequeñas y broncoalveolares de pul- chas de las neoplasias con metástasis se encontraron valores
món, tumores de células de islote pancreático, melanomas elevados de PTH-rp, hallazgo no observado en los individuos
malignos, cáncer de mama, carcinoma renal, etc. normales. Tampoco se encontraron valores elevados de PTH-
El diagnóstico se establece por la presencia de ginecomas- rp en pacientes con hiperparatiroidismo primario, ni en 18
tia en algunos varones, debido al exceso relativo de estradiol enfermos con insuficiencia renal crónica. Asimismo, por in-
que se genera periféricamente, por aumento de la tasa de se- munohistoquímica se ha demostrado que la PTH-rp se expre-
creción de testosterona, al ser estimuladas las células de Ley- sa en el 100% de una serie de tumores de células escamosas
dig por el exceso de HCG. El hallazgo de valores elevados de de distintos orígenes y en el 60% de cánceres de mama no se-
la subunidad beta de la HCG (β-HCG) en suero o en LCR leccionados.
confirma el diagnóstico. Éste se ratifica por estudio inmuno- La única situación no tumoral en la que se ha encontrado
histoquímico del tejido tumoral. hipercalcemia asociada a elevación sérica de PTH-rp es la hi-
El tratamiento está dirigido a resolver el tumor secretor. La percalcemia del embarazo, la lactancia y la hiperplasia ma-
cuantificación de β-HCG puede ser un marcador diagnóstico maria masiva.
de la neoplasia, así como de la eficacia terapéutica. Los tumores que con mayor frecuencia cursan con hiper-
calcemia tumoral maligna se recogen en la tabla 16.72.
Hormona de crecimiento (GH) y hormona estimulante Para el cuadro clínico, el diagnóstico diferencial y el trata-
miento, véase el capítulo de Hipercalcemia en Enfermeda-
de la GH (GHRH) des del metabolismo.
Aunque estos tumores no son frecuentes, su hallazgo ha
sido muy relevante, porque permitió aislar diferentes formas
moleculares de GHRH de un adenoma bronquial y de un tu- Hipoglucemia en neoplasias
mor pancreático que producían el síndrome clínico de acro-
megalia (GUILLEMIN et al, 1982). El mecanismo de la hiperpro- La asociación de hipoglucemia a neoplasias no endocri-
ducción autónoma de GH es la hipertrofia hipofisaria por nas de origen mesenquimal, como sarcomas de abdomen y
exceso de GHRH secretada a la circulación por el tumor. tórax, carcinomas hepatocelulares y linfomas, está bien esta-
La hipersecreción de GH por el propio tumor extrahipofi- blecida.
sario sólo se ha descrito en un carcinoma de ovario y en uno No se ha definido un mecanismo claro. En algunos tumo-
de pulmón. res se ha encontrado sobreexpresión en el tejido tumoral y
El diagnóstico se establece por la existencia de una neo- secreción de péptidos con propiedades inmunológicas,
plasia pulmonar o pancreática y acromegalia. El hallazgo de como el factor de crecimiento similar a la insulina II (IGF-II),
valores superiores a 100 pg/mL de GHRH circulante en suero potencialmente responsable de hipoglucemia.
de pacientes sospechosos obliga a descartar un tumor en las Otro mecanismo posible de hipoglucemia sería la producción
localizaciones mencionadas, antes de indicar tratamiento por el tumor de metabolitos que interfieran en la gluco-
quirúrgico de la hipófisis. neogénesis, como podría ocurrir en el carcinoma hepatocelular.
2201
ENDOCRINOLOGÍA
TABLA 16.72. Neoplasias asociadas a hipercalcemia mutaciones de genes parecen estar implicadas en la apari-
ción familiar de tumores con distinta localización, como las
Tipo de neoplasia
Frecuencia aproximada neoplasias endocrinas múltiples (MEN-I y MEN-II) y en rela-
en distintas series (%) ción con este tipo de células denominadas APUD.
Carcinoma de células escamosas 34-66 La posibilidad de sobreexpresarse cualquiera de los pépti-
Pulmón dos referidos y de secretarse, ocasionando el síndrome clíni-
Esófago co, existe particularmente en neoplasias localizadas en teji-
Cabeza y cuello dos u órganos con mayor abundancia de este tipo de células
Piel definido como APUD.
Cáncer de mama 17 También se ha descrito sobreexpresión de eritropoyetina
Otros tumores sólidos 38 en tumores renales y extrarrenales, como hemangioblastoma
Cáncer genitourinario 12 cerebeloso, carcinomas hepáticos y ováricos y feocromocito-
Cáncer de pulmón no de células
pequeñas 11 mas.
Adenocarcinoma primario La identificación clínica de secreción inapropiada de eri-
desconocido 8 tropoyetina por neoplasias se basa en la coexistencia de poli-
Cáncer primario hepático 3 citemia con neoplasia y en su desaparición al extirpar el
Cáncer de páncreas <1 tumor. La cuantificación de eritropoyetina por radioinmuno-
Tumores hematológicos 10 análisis, cuando esté disponible, permitirá confirmar este ha-
Mielomas 6 llazgo antes de la cirugía.
Linfomas 3 Muy raras veces se ha descrito sobreexpresión de renina
Tomada de GRILL et al, 1991, y S.H. RALSTON et al, 1990. en algunos tumores. La coincidencia de aparición de hiper-
tensión arterial y de una neoplasia renal y, en algún caso, de
tumor de pulmón de células de avena obliga a pensar en
Los síntomas clínicos son los de hipoglucemia (sensación esta posibilidad. La cuantificación de la actividad renina
de mareo, somnolencia, obnubilación, cefalea), coincidien- plasmática, aldosterona y K plasmático permite confirmar o
do con una hipoglucemia objetivada analíticamente de me- descartar el diagnóstico.
nos de 60 mg/dL en suero (3,3 mmol/L).
El diagnóstico diferencial con hipoglucemia por hiperse-
creción autónoma de insulina por tumor o hiperplasia de cé-
lulas de islote, se establece por la ausencia de valores inapro-
piadamente elevados de insulinemia para la glucemia en Bibliografía especial
ayunas; esta elevación inapropiada de insulinemia o de proin-
sulina es característica de tumores insulares, no de otras neo- ABELOFF MD, TRUMP DL, BAYLIN SB. Ectopic ACTH syndrome and small
plasias. cell carcinoma of the lung. Assessment of clinical implications in
patients on combination chemotherapy. Cancer 1981; 48: 1.082-
En cuanto al tratamiento, las neoplasias mesenquimales re- 1.088.
troperitoneales, las que con mayor frecuencia se acompañan CUTTITTA F, CARNEY DN, MULSHINE J. Bombesine like peptides can func-
de hipoglucemia, suelen ser de crecimiento lento y no muy tion as autocrine growth factors in human small cell lung cancer.
invasivas. Por ello, la resección parcial o completa del tumor Nature 1985; 316: 823-825.
es factible y con frecuencia mejora la hipoglucemia. GRILL V, HO P, BODY JJ, JOHANSON N, LEE SC, KUKREJA SC et al. PTHrP:
El tratamiento de la hipoglucemia requiere la administra- elevated levels in both humoral hypercalcemia of malignancy and
ción de suero glucosado intravenoso continuo, para mante- hypercalcemia complicating metastatic breast cancer. J Clin En-
ner niveles tolerables de glucemia. En algún caso resistente docrinol Metab 1991; 73: 1.309-1.315.
GUILLEMIN R, BRAZEAU P, BOHLEN P. Growth hormone-releasing factor
puede ser de utilidad el empleo de glucocorticoides o diazó- from a human pancreatic tumor that caused acromegaly. Science
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hormonas o factores humorales por neoplasias JJ, SÁNCHEZ FRANCO F. Caracterización inmunoquímica de ACTH
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ODELL WD. Paraendocrine Syndromes of cancer. Ann Intern Med
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polipéptido pancreático (PP), motilina, etc., se expresan en RASLTON SH, GALLACHER SJ, PATEL V, CAMPBELL J, BOYLE JT. Cancer asso-
múltiples tejidos, particularmente en el SNC y en el tracto ciated hypercalcemia: morbidity and mortality. Ann Intern Med
gastrointestinal o el eje enteropancreático, el tiroides, las gó- 1990; 112: 499-504.
nadas, etc. Estas células difusamente distribuidas que expre- SÁNCHEZ FRANCO F, CACICEDO L, VASALLO JL, BLÁZQUEZ JL, MUÑOZ
san estos genes forman parte de un sistema con origen em- BARRAGÁN L. Arginine vasopressin immunoreactive material in the
brionario común en la cresta neural y con características gastrointestinal tract. Histochemistry 1986; 85: 419-422.
histoquímicas y bioquímicas comunes, denominado APUD ULIK S, WANG JZ, BLUMENFELD JD, PICKERING TG. Cortisol inactivation
overload: A mechanism of mineralcorticoid hypertension in the
(amine precursor uptake and decarboxylation). Las aminas, ectopic adrenocorticotropin syndrome. J Clin Endocrinol Metab
como DOPA y 5-hidroxitriptófano, son captadas, descarboxi- 1992; 74: 963-967.
ladas y convertidas en aminas biógenas. Actualmente, este YAMAJI T, ISHIBASHI M, KATAYAMA S. Nature of immunoreactive neu-
concepto bioquímico e histoquímico está siendo sustituido rophysis in ectopic vasopressin producing oat cell carcinoma of
por conceptos de orden geneticomoleculares. Deleciones y the lung. J Clin Invest 1981; 68: 388-398.
2202
Alteraciones endocrinas asociadas al SIDA
A. Goday Arnó y J.F. Cano Pérez
La irrupción de la epidemia del SIDA ha condicionado un nódulo tiroideo (o aumento difuso de la glándula) con imá-
cambio importante en el espectro de la patología médica. El genes hipocaptantes en la gammagrafía. El diagnóstico pue-
sistema endocrino no es una excepción a la afectación multi- de establecerse por punción-aspiración con aguja fina (y tin-
sistémica que caracteriza la infección por el HIV. Los meca- ción específica para los diferentes agentes causales), así
nismos por los que se puede afectar el sistema endocrino como por estudio anatomopatológico de la pieza obtenida
son: a) destrucción glandular por necrosis, hemorragia o in- por tiroidectomía. La afectación de la función tiroidea en es-
filtración neoplásica; b) alteración funcional, por infecciones tos casos es muy variable, habiéndose descrito situaciones
oportunistas o por la enfermedad de base; c) alteraciones de hipertiroidismo, hipotiroidismo y normofunción. La tera-
causadas específicamente por el HIV; d) efecto de citocinas péutica se basa en el tratamiento específico en función del
u otras moléculas activas y, finalmente, e) efectos secunda- agente causal y el correspondiente a la hiperfunción o hipo-
rios de los fármacos utilizados para combatir la infección por función tiroidea, si ésta existe. En los casos de infección por
el HIV. Dado que la adicción a drogas es uno de los factores P. carinii, el tratamiento con sulfametoxazol-trimetoprima
de riesgo para el SIDA, es preciso considerar también las alte- puede conseguir la desaparición del nódulo. Se ha sugerido
raciones endocrinas que la adicción per se provoca. que la profilaxis de la neumonía por P. carinii con pentamidi-
na inhalada favorecería la aparición de formas extrapulmo-
nares, como la tiroidea, de la infección por dicho agente
Alteraciones hipotálamo-hipofisarias causal.
Las alteraciones de la función tiroidea son frecuentes. La
Los pacientes afectos de SIDA presentan con frecuencia presencia de infecciones agudas graves, mal estado general,
sintomatología sugestiva de panhipopituitarismo. En la mayo- desnutrición y estrés se acompaña de cambios hormonales
ría de ellos el estudio hormonal no confirma el diagnóstico. sugestivos del síndrome del enfermo eutiroideo (síndrome
No obstante, se han descrito algunos casos de panhipopitui- de la T3 baja). Como su nombre indica, este síndrome se ca-
tarismo secundario a afectación del SNC, en concreto con in- racteriza por niveles de T3 bajos, elevación de T3 inversa (rT3)
fección y necrosis hipofisaria por toxoplasmosis, así como y normalidad de TSH y T4. No se considera como una auténti-
por afectación hipotalámica por citomegalovirus (CMV). ca enfermedad sino una adaptación del organismo a la afec-
Las alteraciones de la secreción de hormona antidiurética ción subyacente por medio de la conversión preferente de T4
(ADH) son relativamente frecuentes. La diabetes insípida a rT3 y no a T3. Paradójicamente, los pacientes no presentan
central es en estos casos secundaria a enfermedades que se el patrón hormonal del síndrome del enfermo eutiroideo
asocian al SIDA, como toxoplasmosis, tuberculosis, encefali- sino unas alteraciones específicas consistentes en aumento
tis por herpes simple y neoplasias, fundamentalmente linfo- de proteína transportadora de tiroxina (TBG) y de T4 total,
ma primitivo del SNC. El tratamiento específico del proceso sin disminución de T3 ni aumento de rT3 (como corresponde-
causal se puede acompañar de mejoría o desaparición de la ría al síndrome de T3 baja). Se ha sugerido que estos niveles
diabetes insípida. En caso de haberse instaurado la terapia inapropiadamente normales de T4 y T3 (que deberían ser ba-
sustitutiva con desmopresina, su dosis debe revisarse periódi- jos en una infección aguda grave) podrían ser los responsa-
camente a fin de evitar una intoxicación acuosa. La diabetes bles de la pérdida de peso de estos pacientes. Los valores de
insípida también puede ser nefrogénica, secundaria a fárma- TBG aumentan en el curso de la enfermedad, mostrando una
cos como el foscarnet (fosfonoformato disódico), utilizado correlación negativa con la cifra de linfocitos CD4. Por últi-
en el tratamiento de la retinitis por CMV. Por otra parte, pue- mo, se han descrito casos de tiroiditis subaguda.
de aparecer el síndrome de secreción inadecuada de ADH En cuanto a los efectos de fármacos, la rifampicina au-
como efecto secundario de los fármacos como pentamidina, menta el aclaramiento hepático de T4 mediante inducción
vidarabina y cotrimoxazol. Independientemente, la hipona- enzimática. Este efecto obliga a ajustar la dosis sustitutiva de
tremia es muy frecuente en los pacientes con SIDA; así, se tiroxina en pacientes hipotiroideos que, además, inician tra-
presenta en más del 50% de los casos en algún momento del tamiento con rifampicina. El tratamiento con interferón pue-
curso evolutivo de la enfermedad. Su etiología es probable- de aumentar los fenómenos autoinmunes del tiroides en pa-
mente multifactorial, de forma que sólo en un tercio de los cientes con alteraciones previas de este tipo.
casos se debe a un síndrome de secreción inadecuada de
ADH. Se presenta en el 65% de los pacientes con afección
pulmonar y en el 63% de los individuos con afectación del Alteraciones suprarrenales
SNC. En todo caso la hiponatremia se considera un signo de
mal pronóstico, al asociarse a mayor mortalidad. Paralela- Las alteraciones suprarrenales han sido los trastornos en-
mente, el aumento de los niveles de ADH también es un fac- docrinos más estudiados en el SIDA, de forma que ya duran-
tor de mal pronóstico. te los primeros años de aparición del síndrome se describie-
ron algunos casos de insuficiencia suprarrenal asociada.
Los pacientes con SIDA presentan a menudo datos clíni-
Alteraciones tiroideas cos sugestivos de insuficiencia suprarrenal, como astenia,
pérdida de peso, hipotensión, hiponatremia, etc. No obstan-
Las alteraciones tiroideas asociadas al SIDA se pueden cla- te, sólo en el 20% de los casos se comprueban alteraciones
sificar en dos categorías: las debidas a lesiones de la glándu- hormonales al evaluar la función suprarrenal. Los estudios
la y los trastornos funcionales. necrópsicos demuestran que la infección de las glándulas su-
Como todos los órganos y sistemas de la economía, la prarrenales (por CMV, Mycobacterium avium-intracellulare, C.
glándula tiroides puede afectarse por infecciones asociadas neoformans o la infiltración por sarcoma de Kaposi) es muy
al SIDA. Los agentes patógenos que pueden infectar la glán- frecuente en pacientes fallecidos por SIDA. No obstante, para
dula son CMV, Pneumocystis carinii, Mycobacterium avium y que se produzca déficit funcional la destrucción glandular
Cryptococcus neoformans. También se ha descrito infiltración debe ser superior al 80-90% del tejido suprarrenal y, en la ma-
por sarcoma de Kaposi. Clínicamente se descubre como un yoría de los casos, no alcanza el 70%. Por todo ello, la fre-
2203
ENDOCRINOLOGÍA
cuencia de insuficiencia suprarrenal confirmada es menor piandrosterona y su forma sulfato también pueden hallarse
que la sospechada clínicamente. No existen estudios que co- disminuidos.
rrelacionen la clínica, la función suprarrenal y la anatomía Los estudios necrópsicos demuestran atrofia testicular. Se
patológica. En todo caso se han descrito casos de SIDA con han descrito cambios como disminución o ausencia de es-
insuficiencia suprarrenal secundaria a infección por CMV, permatogénesis, hipoplasia de células de Leydig, engrosa-
hemorragia suprarrenal y sepsis. En estos pacientes la apari- miento de la túnica propia, proliferación de la íntima de los
ción de insuficiencia suprarrenal debe atribuirse a las causas vasos e infiltración mononuclear. Se ha comunicado algún
mencionadas, a diferencia de lo que ocurre en la población caso de ginecomastia atribuida a infección por HIV, sin espe-
general, en la que la etiología más frecuente es la autoinmu- cificar los posibles mecanismos fisiopatológicos del proceso.
ne, seguida de la tuberculosa. Aun así, los pacientes con En cuanto a los efectos secundarios a fármacos, cabe des-
SIDA presentan con mayor frecuencia procesos autoinmu- tacar la acción del ketoconazol sobre la disminución de la
nes, de forma que se han detectado anticuerpos antisuprarre- síntesis de andrógenos, con el consiguiente desarrollo de hi-
nales hasta en el 45% de los casos, porcentaje muy superior pogonadismo. Dicho fármaco también produce oligosper-
al de la población general. mia, azoospermia y ginecomastia. El efecto es transitorio, de
Independientemente de los casos de insuficiencia supra- forma que desaparece al retirar la medicación. El ganciclovir
renal y de la frecuente lesión glandular, los pacientes con in- o DHPG (dihidroxipropilguanidina) también puede producir
fección por HIV presentan alteraciones funcionales caracte- hipogonadismo.
rísticas consistentes en un aumento del cortisol y de la ACTH
basales en sangre, con valores normales de cortisol tras es-
tímulo con ACTH. Se ha sugerido que esta alteración se Alteraciones del metabolismo de los hidratos
debería al efecto estimulante de las citocinas sobre el eje hi- de carbono y los lípidos
potálamo-hipofisosuprarrenal. Así, la interleucina 1 (IL-1) es-
timula la producción de cortisol por las células suprarrena- La diabetes mellitus en el curso del SIDA tiene algunas ca-
les. Los leucocitos mononucleares pueden producir ACTH racterísticas diferenciales con respecto a la población gene-
y, por último, la IL-1 y la Gp 120 (proteína de membrana del ral. En la diabetes de inicio en la juventud asociada al SIDA,
HIV) estimulan la síntesis de CRH. El sistema renina-angio- insulinodependiente, no se han detectado anticuerpos antiis-
tensina-aldosterona suele ser normal en los pacientes afectos lote pancreático (característicos de la diabetes tipo I), lo que
de SIDA, aunque se han descrito casos de hipoaldosteronis- sugiere que la etiología no es autoinmune. Para algunos au-
mo hiporreninémico. También se ha descrito una alteración tores se trataría de una entidad diferente a la diabetes melli-
de la esteroidogénesis con déficit de 17-desoxicorticosteroi- tus tipo I. Se han descrito casos de diabetes asociada a lesión
des. masiva del páncreas por CMV. En todo caso, el tratamiento
Los fármacos utilizados en el tratamiento del SIDA tam- de la diabetes será similar al de la diabetes mellitus insulino-
bién pueden alterar la función suprarrenal. Así, el antifúngi- dependiente, pero con algunas particularidades. Las frecuen-
co ketoconazol tiene un efecto inhibidor de las enzimas 11 y tes infecciones oportunistas hacen que los requerimientos de
17-hidroxilasa, por lo que provoca un descenso de la síntesis insulina varíen ampliamente, por lo que los ajustes de dosis
de cortisol y andrógenos. En enfermos con lesión de las glán- deben ser frecuentes. Por otra parte, la anorexia que a me-
dulas suprarrenales y capacidad funcional disminuida, el tra- nudo presentan estos pacientes, agravada o no por la coexis-
tamiento con ketoconazol puede desencadenar o agravar tencia de candidiasis esofágica, determina que el aporte
una insuficiencia suprarrenal latente. Por otra parte, es bien dietético sea muy irregular, lo que es un factor más de inesta-
conocido el efecto de la rifampicina y la difenilhidantoína bilidad metabólica.
sobre el aumento del catabolismo hepático de los glucocorti- Son muchos los fármacos que pueden alterar el metabolis-
coides. Este efecto obliga a aumentar la dosis sustitutiva de mo hidrocarbonado. La pentamidina, fármaco utilizado en la
hidrocortisona en pacientes afectos de insuficiencia supra- profilaxis y el tratamiento de la neumonía por P. carinii, po-
rrenal que inicien tratamiento con rifampicina. El tratamien- see toxicidad selectiva sobre las células pancreáticas beta y
to con suramina también se ha relacionado con la aparición produce su necrosis. Los pacientes tratados con este fármaco
de insuficiencia suprarrenal. pueden desarrollar hipoglucemia por liberación de insulina
tras lisis de las células beta. Esta hipoglucemia puede pasar
inadvertida al no tratarse de un paciente diabético en el que
Alteraciones gonadales se sospecha este proceso si presenta clínica sugestiva. En
ocasiones, el cuadro puede ser incluso mortal, habiéndose
En el curso del SIDA es frecuente la aparición de hipogo- descrito casos de muerte por hipoglucemia en el curso del
nadismo, que cursa con disminución de la libido, impoten- tratamiento con pentamidina. Por el mismo mecanismo de
cia y descenso de los valores de testosterona. La etiología toxicidad, el tratamiento prolongado con pentamidina pue-
de este hipogonadismo es probablemente multifactorial, de provocar una diabetes mellitus por destrucción de las cé-
por la suma de causas como el deterioro del estado gene- lulas beta, diabetes que tendrá el patrón del tipo insulinode-
ral, la pérdida de peso, y la disminución de la función testi- pendiente. Por otra parte, en el contexto de insuficiencia
cular y de la secreción de gonadotropinas. El dato analítico renal, el cotrimoxazol puede provocar también hipogluce-
más frecuente es el descenso de los niveles de testosterona mia. El tratamiento con megestrol, anabolizante utilizado en
total y libre. Algunos estudios demuestran que este descen- el SIDA para mejorar el estado general y contrarrestar el cata-
so es la alteración endocrina más precoz. También se han bolismo, también se ha asociado con la aparición de diabe-
asociado los niveles bajos de testosterona con mayor morta- tes, de forma similar a lo que ocurre en los tratamientos con
lidad por SIDA. No existe unanimidad sobre el patrón de glucocorticoides.
gonadotropinas entre los diferentes estudios sobre el tema. Las alteraciones de los lípidos son frecuentes. El patrón ca-
Así, para algunos autores las gonadotropinas están eleva- racterístico consiste en una elevación de los triglicéridos
das, con un patrón de hipogonadismo primario, mientras plasmáticos, que es paralela a la progresión de la enferme-
que en otras series el hallazgo de gonadotropinas bajas o dad. Por otra parte, existe un leve descenso de los niveles de
inapropiadamente normales en presencia de testosterona colesterol, con elevación de ácidos grasos poliinsaturados y
baja sugiere un hipogonadismo secundario, de origen hipo- descenso del cociente sérico ácido esteárico/ácido oleico.
fisario o hipotalámico. El patrón de gonadotropinas basales La hipertrigliceridemia se ha atribuido a la elevación de los
bajas con hiperrespuesta a la LHRH hallado por algunos au- niveles de interferón alfa en suero, dado que esta linfocina
tores sugeriría esta etiología. La proteína transportadora de modula el metabolismo lipídico. La hipertrigliceridemia no
hormonas sexuales es normal, y como se ha mencionado se correlaciona con el grado de pérdida de peso. La hipoco-
anteriormente, los andrógenos suprarrenales deshidroe- lesterolemia cursa con descenso de la cifra de colesterol to-
2204
ALTERACIONES ENDOCRINAS ASOCIADAS AL SIDA
tal, de HDL y de LDL. El descenso de colesterol es una altera- BARDIN CW. Current therapy in endocrinology and metabolism, 4.a
ción precoz. Se observa en el 40% de los individuos asinto- ed. Filadelfia, BC Decker 1991.
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muchas situaciones multifactorial. En todo caso, no siempre HORIUCHI N, CAUFIELD MP, FISHER JE, GOLDMAN ME, MCKEE RL, REAGAN JE
se presentan manifestaciones clínicas de hipocalcemia, por et al. Similarity of synthetic peptide from human tumor to parathy-
lo que se debe realizar un seguimiento de los valores de cal- roid hormone in vivo and in vitro. Science 1989; 238: 1.566-1.567.
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ción diseminada por CMV y SIDA, que cursan con PTH supri- 69.
mida y con disminución de la calcemia tras la administra- KOVACS K, ASA SL. Functional endocrine pathology. Boston, Blackwell
ción de calcitonina. Se supone que está causada por un Scientific Publications, 1991.
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