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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA

COORDINACIÓN DE PREGRADO
INGENIERÍA EN INDUSTRIAS FORESTALES

HISTORIA DEL MUEBLE

Realizado por:
Prof. Carlos E. Gómez

Upata, Octubre de 2003.


“El mueble es algo muy frágil que registra como
un barómetro la idiosincrasia y las altas y bajas
estéticas y económicas de todos los países”

Arola, 1966.
INTRODUCCIÓN

El mueble se originó como un objeto funcional y utilitario, ya que había que satisfacer ciertas
necesidades: algo donde dormir, algo donde sentarse y eventualmente algo donde almacenar cosas.
Luego, en un tiempo tan remoto que no puede ser señalado, la gente comenzó a desear objetos que
fueran utilitarios y decorados atractivamente.

Los muebles han existido al menos desde el neolítico (7000 a. de C.), aunque no se conserva ningún
ejemplar. Una historia del mobiliario debe empezar estudiando las piezas más antiguas que se
conservan, que son las de las IV y V Dinastías del antiguo Egipto (2680-2255 a. de C.) (Encarta, 1998).

Los científicos, principalmente alemanes, han dividido las creaciones artísticas en los pueblos de
Europa desde el comienzo de la Edad Media hasta los tiempos modernos en épocas de estilo (o
secciones de estilo).

Esencialmente, el estudio de los estilos se divide en las siguientes épocas:

Románico del año 1000 al 1250 Barroco del año 1600 al 1750
Gótico 1250 al 1500 Clasicismo 1750 al 1850
Renacimiento 1500 al 1600 Actual 1850 hasta hoy

Los periodos de tiempo dados para las diferentes épocas de estilo deben tomarse únicamente como
punto de partida aproximado, pues la transición de una época a otra tiene lugar de forma progresiva y el
comienzo de un nuevo estilo casi siempre va desarrollándose ya en las últimas décadas del precedente.
Además, las nuevas formas pueden ir imponiéndose en los distintos países no siempre al mismo tiempo
y dentro de cada pueblo tampoco se imponen a la vez en todas las clases sociales. Algunos estilos
apenas si fueron aceptados porque no se acomodaban a su utilidad diaria y porque resultaban
antieconómicos. Además, la mayor parte de los artesanos no estaban en situación de llevar a cabo las a
veces difíciles formas de los estilos, algunos de los cuales se modificaron o transformaron por esta
razón (Nutsch, 1992).

Los diseños del mobiliario han reflejado siempre el estilo característico de cada época, desde la
antigüedad hasta nuestros días. Aunque la mayoría de los periodos se identificaban con un solo estilo,
en el diseño actual están presentes una amplia variedad de ellos, antiguos y modernos. Es por ello la
importancia de conocer los diferentes estilos y momentos históricos, ya que aún persisten dentro de la
Industria del Mueble en Venezuela, ya sea porque el mueble representa una forma de poder y status
para el consumidor o porque sencillamente estas empresas no tienen diseñadores o departamentos de
diseño propios, lo que les impide ofrecer diseños originales.

Esta revisión bibliográfica acerca de la Historia del Mueble, se realizó con la finalidad de que los
estudiantes de este proyecto de carrera de Ingeniería en Industrias Forestales, específicamente dentro de
las cátedras de Carpintería y Ebanistería, puedan tener las herramientas necesarias para identificar los
diferentes estilos de mobiliario que están presentes dentro de la industria nacional y por otra parte, que
conozcan la historia de los materiales, ensambles y acabados del mueble.
Mobiliario Egipcio
El mueble egipcio, cuyas piezas pertenecen a las IV y V Dinastías del antiguo Egipto (2680-2255 a. de
C), ofrece una gran sencillez de estructuras. Es completamente cúbico y liso, dando la impresión de
solidez, sobriedad y un gran sentido de la estilización en su copia de formas naturalistas, desde plantas
(sobre todo el loto y el papiro) hasta las maravillosas interpretaciones de animales como el león,
escarabajo, el halcón, el pato, etc. La madera es el material casi insustituible para la construcción del
mueble, entre las cuales se encuentran el cedro, ciprés, fresno y boj. Se utilizaba al descubierto en los
muebles modestos y populares, en los muebles lujosos de la corte iban recubiertos con otros materiales
más ricos como el oro y la plata, el hueso y el marfil; otros, aún más delicados, como las telas, cueros,
bordados y almohadones de pluma tenían un mayor empleo en los lechos y muebles de asiento. La
decoración en relieve de algunos muebles muestra símbolos de dioses y escenas con significado
religioso.

Las ensambladuras se hacen por caja y espiga con muy pocas


clavijas de madera y los cofres y arcones más delicados se
fabricaron con cola de milano. Los acabados barnizados y
encerados fueron aplicados a la madera, y la talla era muy
común. Para el pulimento de las maderas usaban ya la piedra
pómez y encolaban mediante el empleo de vísceras de pez.
Curvaban la madera mediante el empleo del calor, empleando la
gola1 como única moldura. Los apoyos verticales más corrientes
son los de imitación de las patas del león o del buey, para los
muebles de asiento, los cuales se apoyan en cilindros
preservando de este modo el deterioro del roce. En relación con
la época, la técnica es, pues, perfecta aunque no se conocieron
el torno ni el cepillo; las taraceas2 se fijaban con clavos
diminutos de madera (Feduchi, 1975).
Fig. 1. Silla egipcia. Trono de Sitamun.
Otra modalidad empleada por los egipcios en la construcción de
Bellamente tallada de la XVIII dinastía
1567-1320 a. de C. (Jonson, 1978). sillas es el respaldo inclinado hacia atrás empleando para ello
un puntal por detrás que, arrancado directamente de las patas
traseras, termina en el travesaño más alto y le da seguridad (Arola, 1966).

Mobiliario Griego
Grecia, entre 1200 y 300 a. de C., produjo una gran variedad de mueble decorativo. En los muebles
griegos se nota la influencia de los primeros diseños egipcios pero las patas de los asientos, en forma de
pata de animal, fueron desapareciendo gradualmente para ser reemplazados por formas rectangulares y
torneadas (Johnson, 1978). En los muebles se empleaba, principalmente madera (cedro, pino, ciprés),
pero la vida pública y, privada, desarrolladas al aire libre, obligaba a buscar materiales de mayor
resistencia como la piedra, el mármol o el bronce. La madera se recubría y taraceaba con materiales
más ricos, como láminas de metales preciosos, marfil y maderas finas, y la ornamentación del
mobiliario se basaba en decoraciones arquitectónicas (Feduchi, 1975).

1
Moldura de doble curvatura inversa del talón, generalmente de coronación.
2
Embutidos de chapa de madera y nácar sobre un fondo de madera.
La estructura de los muebles griegos es muy sencilla y mejor
adaptada al cuerpo humano como no lo fue la de los egipcios. Los
soportes y elementos verticales suelen ser tallados o torneados y el
mueble en general tiene un aspecto más ligero, racional y gracioso
que el que vimos anteriormente (Arola, 1966). Las piezas se fijaban
y sujetaban con clavijas y los tableros iban embarrotados, es decir,
con barras en la cara posterior para evitar los movimientos de la
madera. También aquí se conoce la técnica para curvar la madera
por el calor (Feduchi, 1975). Los ejemplos funcionales y sencillos
convivían con otros más elaborados. La innovación más distintiva
de los diseñadores griegos fue la silla conocida como klismos, que
era ligera y con respaldo (Encarta, 98).

Fig. 2. Silla “Klismos”. Con Mobiliario Romano


respaldo cóncavo y soportes
La influencia de Grecia es tan extraordinaria que llegan a repetirse
curvados al fuego que dan a la silla
una gran elegancia de línea, exactamente algunos prototipos (siglo I de nuestra era); pero el
construido por los griegos en elempleo del bronce da lugar a una nueva técnica que produce como
siglo V a. de C. (Arola, 1966)
resultado ejemplares con detalles y elementos originales. Los
muebles primitivos fueron muy rígidos y en su estructura se adivina
primero la influencia oriental y siempre la influencia griega. Las armaduras evolucionaron hacia unas
líneas curvadas más naturales y apropiadas para su uso.

Los muebles de bronce son tan importantes que de este material se


hacen casi todos los de lujo, mientras que los de madera (cidro, arce,
tejo, acebo, roble, sauce y haya) quedan para los tipos en que es
imprescindible este material como en armarios, mesas, lararios3, etc.
También se construyen muebles de
piedra y mármol, y son de estos
materiales precisamente los que
corresponden a la trascendental vida
pública de la época, foros, coliseos,
etc.

Los muebles de bronce, cuya


decoración es muy rica, unas veces se Fig. 3. Silla de la antigua Roma
cincelan y otras se recubren o (Pile, 1990).
incrustan de plata y metales preciosos.
Todos los elementos verticales de las sillas y camas son generalmente
torneados, con los perfiles muy exagerados y violentos (gargantas y
discos). En los muebles de madera se advierten bien las tallas y molduras
Fig. 4. Una silla de mimbre (Feduchi, 1975).
de la antigua Roma (Pile,
1990)
Los romanos crearon una forma de silla de "klismos" más robusta y

3
Mueble arquitectónico; pequeña capilla situada en el atrio de la casa donde los romanos adoraban a los lares o dioses
domésticos.
también otros tipos de asiento, como los bancos con cuarterones y las sillas de mimbre (Johnson,
1978). También se empezaron a crear diseños más prácticos: mesas que se podían mover y otras con
bases plegables (Encarta, 1998).

Mobiliario Bizantino
Al originarse con el Cristianismo la mayor revolución de todos los tiempos (330-1453), la civilización
cristiana no sólo influye en las artes mayores, sino también en las industriales, y, entre éstos, en el
desarrollo y trayectoria del mueble (Feduchi, 1975). Grecia y Roma nos presentan la arqueología del
mueble, Bizancio, con todo y no presentar casi ejemplares conservados tiene para nosotros el interés de
haber servido de puente entre el fenecido arte romano y el nuevo resurgir medieval con el arte
románico, de tanta influencia bizantino (Arola, 1966). El estilo bizantino fue esencialmente una mezcla
de elementos oriental y grecorromano, y su uso era eclesiástico o de la realeza (Grolier, 1997).

El mueble, desde el punto de vista artístico, no es todavía más que un objeto


cuyo fin parece exclusivamente utilitario, tanto que muchas veces se resuelve
con simples armaduras o esqueletos recubiertos de tapicerías más o menos
ricas, según su destino, pero en general, son pobres, modestos y desprovistos
de interés artístico.

La madera es el material más importante empleado en la construcción del


mueble, pero el marfil fue el material más usado para los muebles de
importancia. Por otra parte, muchos muebles eran totalmente metálicos o
enriquecidos al menos con aplicaciones de metal y cubiertos luego con
suntuosas tapicerías (Feduchi, 1975).

Contrario al estilo romano, las figura humanas y animales fueron menos


frecuentemente incorporadas, y los elementos decorativos tendieron a ser
rígidos y convencionales (Grolier, 1997). Los asientos con soporte torneados
Fig. 5. Trono de marfil van siempre cubiertos de ricas telas de seda, tapices y almohadones que
bizantino, bello ejemplar proporciona un mullido a los muebles.
de mueble de asiento
chapado enteramente con
finas láminas de marfil El mobiliario bizantino se caracteriza pues, por asimilar los modelos
tallado (Arola, 1966) romanos revestidos de lujo oriental (Arola, 1966).

Mobiliario Medieval Románico


El periodo entre el siglo XI y principios del siglo XIII se conoce por la regeneración de la espiritualidad
cristiana. Se trata de muebles fuertes y pesados, macizos, con una decoración a base de condicionales
estilizaciones de flora y de fauna o de figuras fantásticas. Como siempre, la madera (pino, nogal, roble
y castaño) es el material imprescindible y característico del mobiliario (Feduchi, 1975).

Las piezas esenciales eran el arca o cofre y el banco de piedra o de madera. Por lo que mejor se conoce
el diseño románico es por la variedad de representaciones de muebles en la escultura francesa del siglo
XII, en la que se utilizaron interpretaciones esquemáticas y simplificadas de la ornamentación
grecorromana (Encarta, 98).
La rudeza de su estructura y la tosquedad de los materiales empleados
viene atenuada por el frecuente uso de almohadones y telas que las
recubrían por completo en la mayoría de los casos (Arola, 1966).

Como consecuencia del espíritu nómada de la época (conquistas,


invasiones, etc.), muchos muebles se construían desarmabas para facilitar
su rápido transporte. Por eso es frecuente que los largueros4 atraviesan los
montantes5, asegurándose con clavijas y pasadores, lo que permite
desmontarlo fácilmente.

El empleo de la marquetería6 es ya corriente, así corno las aplicaciones de


hierro forjado, sobre todo en tronos y sillas episcopales. Pero este material
se usa constantemente, sobre todo como refuerzo, aunque en algunos casos
llega incluso a emplearse como material estructural (Feduchi, 1975).
Fig. 6. Silla episcopal
románica. Este es uno de
Durante los siglos que van del V al XI, las ensambladuras son a tope7 y los más interesantes
escuadra8, mantenidas por grandes hierros que le dan este aspecto rudo y modelos conservados, tanto
fuerte de objeto expuesto a fuertes desplazamientos. por la elegante estructura
como por su policromía y
los cuidados entalles que
Las tallas son abundantes, constituyendo, en el mueble religioso el motivo presenta (Arola, 1966).
de decoración más profusamente empleado. Al efectuarse la talla sobre
gruesos tablones permite un relieve profundo, abundando los motivos geométricos y vegetales
derivados de la escuela bizantina. En los soportes verticales abundan los elementos torneados, de tono
simple, a base de anillos y óvalos, discos, esferas, patas torneadas con estrías en espiral, etc. (Arola,
1966).

Mobiliario Medieval Gótico


El arte gótico (siglo XII-principios del XVI) es esencialmente religioso, siendo los muebles de iglesias
y monasterios los primeramente desarrollados. El material empleado casi exclusivamente es la madera
entre los cuales destacan el roble y el nogal, cuyas diversas variedades dan lugar a distintos sistemas de
decoración (Feduchi, 1975).

Las nuevas catedrales eran manifestaciones de opulencia pero, para los interiores, los ricos
benefactores de la iglesia parecían preferir mobiliario de roble, funcional y sencillo, cubierto con
tapicería (Encarta, 98). El mueble en el período gótico sigue siempre las características arquitectónicas
de sus grandes edificios y si bien el estilo abarca tres siglos de total difusión en todo el continente
europeo, empiezan a distinguirse claramente las diferentes características nacionales.

Su aspecto es algo severo, pero de bellas proporciones, de líneas simples continuando como en el
período románico las estructuras cuadradas aunque más rígidas y verticales.

4
Cada uno de los palos o barrotes que se ponen a lo largo de una obra de ebanistería.
5
Pieza de madera que subdivide al vano de un hueco.
6
Incrustaciones de maderas finas de diversos colores formando dibujos sobre un fondo, también de madera.
7
Se dice de dos piezas unidas cuando lo son por su excentricidad o testa.
8
Pieza triangular de madera que se ajusta a los ángulos de una armadura para reforzarla.
Los constructores de muebles de la alta Edad Media tuvieron siempre
en cuenta la utilidad del mismo adaptando siempre la ornamentación a
la estructura. Con ello el mueble gótico logró su aspecto característico
de proporción y unidad. Su austeridad no está exenta de belleza.

Los herrajes los encontramos como parte integrante del mismo mueble
y su utilización decorativa y práctica presenta resultados muy logrados.

Durante todo el siglo XIII se sigue la técnica de ensamblaje a cajas y


espigas, pero más adelante, entrado ya el siglo XV se notan progresos
en la técnica de la construcción y vemos usar ensambles a cola de
milano9 con ajustes más perfectos. Una modificación muy importante,
lograda en este siglo, es la división del mueble en dos partes en cuanto
a su técnica constructiva: por un lado el cuadro o armazón10 rectangular
Fig. 7. Cama del siglo XV. y por otro los paneles más delgados insertos o engargolados11 en el
Magnífico modelo de cama armazón. Será en estos paneles donde encontraremos la ornamentación
gótica, oriundo del Castillo de inspirada en elementos de la arquitectura (Arola, 1966).
Villenueve (Arola, 1966).

Mobiliario del Renacimiento


El estilo gótico, aunque popularmente extendido en el norte de Europa, progresó
poco en Italia, y por el año 1400 un nuevo estilo estaba desarrollándose
rápidamente allá. Este fue el estilo renacentista, una mezcla de formas
grecorromana nativas e ideas orientales derivado de Constantinopla, el cual
persistió hasta mediados del siglo XVII (Grolier, 1997). Si el mueble era
eminentemente religioso, sillerías de coro, sillones abaciales, faldistorios12,
armarios y bancos de iglesia, con el Renacimiento nace el mueble civil y crece
su importancia rápidamente. Los entalladores, únicos artesanos del gótico,
encuentran ahora para embellecer el mueble la ayuda de otros artistas, y sus
obras se enriquecen con multitud de procedimientos decorativos (Feduchi,
1975).

En el mueble del renacimiento comprobarnos que ha desaparecido, en parte, la


unidad de conjunto del mueble gótico. La influencia del mueble italiano, rico y Fig. 8. “Sgabello”.
lujoso y el gusto por la decoración suntuosa (propia de los palacios y cortes Tipo nuevo de asiento
europeas) hicieron que ya entrado el siglo XVI la escultura desborde las líneas que aparece en los
estructurales del mueble, pasando a ocupar el primer plano lo que antes comienzos del
renacimiento (Arola,
constituía el complemento. La medida serena de austeridad y proporción deja 1966).
paso a la riqueza en todos sus aspectos.

El dibujo, el boceto, se convirtió para el Renacimiento en algo importante, no sólo como forma
artística, sino también como documento. Se apreciaba en él la invención artística en su punto de origen.
9
Ensamble en forma de trapecio más ancha por la cabeza que por el arranque. Se usa para unir entre si piezas normales, por
ejemplo frentes y costados de cajonerías y arcones.
10
Conjunto de piezas de madera convenientemente enlazadas sobre las que se termina el mueble.
11
Ensambladura de tableros sobre armaduras y marcos cuando aquellos entran en ranuras o cajas hechas en estos.
12
Sillón de honor del tipo de tijera, generalmente usado por altas dignidades.
Cabe destacar que si la decoración consiste en motivos escultóricos o elementos arquitectónicos de
angulosidad fuertemente pronunciada, el principio estético es siempre el mismo: acentuación del
relieve, de la creación de un modelo acusando el juego de luces y
sombras, la búsqueda siempre de la vida y el movimiento. La rica
presentación que les confiere la decoración de talla no dejará ya lugar
para los hierros artísticos.

Los perfiles adquieren una importancia extremada, rigurosamente


equilibrada, tomando como modelo la arquitectura clásica; en su
logrado diseño estriba precisamente, la perfección del mueble. La rica
marquetería, la talla imaginativa y la utilización de la madera de nogal
en lugar de la de roble (que era el material más utilizado en los
primeros trabajos de este periodo) caracterizaron los más llamativos
esfuerzos del siglo XVI (Encarta, 1998). El mueble se construía a base
de armazón o vigueta, con piezas de madera de roble o pino, según el
país, y esta armazón va recubierta con paneles13 más ligeros de madera
Fig. 9. Sillón renacimiento. de nogal con preferencia. El ensamblaje es más sabio y complicado.
Tipo de silla de tijera muy
frecuentemente usada en la En Francia, los ensambles en los ángulos rectos no se lograrán ya a
época renacentista (Arola,
tope sino a inglete14 que resulta mucho más perfeccionado (Arola,
1966).
1966). Generalmente en los muebles cubiertos de tela o cuero no se
acusa al exterior la estructura, ya que, en estos casos, carece de interés, puesto que pasa a ser en ellos
solamente un esqueleto para armar el tapizado.

Las aplicaciones metálicas en tiradores, asas y remates son forjadas, cinceladas y doradas al fuego y
llegan a alcanzar un gran valor esencial. También el mueble se enriquece en la incrustación de marfil,
nácar y hueso (Feduchi, 1975).

Mobiliario Luis XIII: Transición al Barroco


Durante el reinado de Luis XIII (1610-43) el estilo Manierista italiano favorecido por su madre, Marie
de Medecis, continuó dominando el arte francés (Grolier, 1997). En este periodo de transición, el
mueble adquiere paulatinamente nuevas características y una cierta novedad pero también algunos
defectos, entre ellos la pesadez. La curva y la recta se disputan la supremacía en la ornamentación.

El chapado que es muy apreciado obliga a suprimir las superficies curvas. Los muebles de ébano tienen
un aspecto geométrico cuya rigidez y serenidad se intenta compensar con soportes torneados y profusos
adornos en débil relieve.

Con Luis XIII empieza el tapizado mullido de los asientos y respaldos. En diversos tipos de sillones se
emplean los gruesos clavos ornamentales de influencia española así como los cueros cordobeses
gofrados15 y repujados16 (Arola, 1966).
13
Cada uno de los tableros de fondo limitado entre armaduras en que generalmente se subdividen las puertas, las grandes
superficies de los muebles y los revestimientos de las paredes.
14
Ensamble en ángulo de 45º para unir dos piezas de maderas perpendiculares.
15
Motivos ornamentales estampados por medio de hierros calientes. Pueden hacerse en hueco o en relieve, sobre cuero,
papel, tela, cartón, etc.
16
Labrar a martillo chapas metálicas, de cuero u otros materiales, para que en una de sus caras resulten dibujos en relieve.
La novedad más importante en la técnica de los muebles Luis XIII
es el torneado de la madera que apareció ya tímidamente en el
reinado anterior, el uso en Francia de las taraceas e incrustaciones
italianas y el chapado de ébano (Arola, 1966). Se emplea la
marquetería de cobre y estaño.

Muy típicas del reinado de Luis XIII son las molduras rizadas de
origen flamenco, utilizadas para guarnecer cajones y marcos. La
talla, de relieves muy acusados, es la ornamentación más frecuente.
Las estructuras son claras y, aunque se recubren por maderas ricas
como el ébano, acusan siempre sus líneas renacentistas al exterior
(Feduchi, 1975).

Este suntuoso y quizás algo triste estilo presenta nuevos


procedimientos y singularidades propias que preparan el
advenimiento del Barroco en Francia (Arola, 1966).
Fig. 10. “Cabinet” de ébano Luis
XIII. Es el mueble más
característico de principios del siglo
Mobiliario Barroco XVII (Arola, 1966).

A mediados del siglo XVI un nuevo estilo estaba emergiendo, el


Barroco, primero en Italia y más tarde en Francia, bajo el reinado
de Luis XIV (Grolier, 1997). El Barroco vino a dar una nueva
vida, en forma impetuosa y exuberante, a fórmulas existentes
antes del Renacimiento, desbordando normas clásicas y
rompiendo estructuras tradicionales. Este estilo tiene a
considerarse como un ordenador de masas y conjuntos,
estructurador de accesorios y detalles para lograr la obra
armoniosamente completa.

El mobiliario más elegante y elaborado del barroco se realizó para


la corte de Luis XIV. El excelente artesano André Charles Boulle
creó formas y detalles inusuales con taraceas que combinan metal
(peltre, oro, bronce o plata), carey y ébano en diseños que
formaban yuxtaposiciones imaginativas de motivos clásicos:
parecía como si la inspiración básica fueran antiguos frescos
romanos. Las patas con formas de columnas, ricamente
Fig. 11. Armario francés “Boulle” con adornadas, se utilizaron para sostener mesas, sillas y arcones
aplicaciones de ébano, cobre y concha
(Arola, 1966). (Encarta, 1998). El mueble se hace más confortable y elegante,
decorado con una gran riqueza vemos que ha heredado la nobleza
de las formas anteriores y adquirido gracia y majestad.

El estilo Luis XIV (1638-1715) combina la curva con elementos rectilíneos y marca francamente los
ángulos rectos. El nuevo estilo ama la plenitud formal y la magnificencia, entre ellas, abundancia de
detalles, uso del dorado y riqueza de los materiales, todo ello con sentido suntuario, desdeñando
fácilmente los elementos constructivos (Arola, 1966). Abundan las aplicaciones de bronce para reforzar
los ángulos y las molduras, que sustituyen a la talla hasta ocultar muchas veces la madera; el mueble
llega a ser una escultura que constituye su estructura propiamente dicha. También las tapicerías
alcanzan una extraordinaria importancia.

Podemos distinguir tres clases de muebles: los dorados, los tallados


en su totalidad y los que llevan aplicaciones de bronce y
marquetería (Feduchi, 1975).

La marquetería y chapado se reserva para los muebles de gran


superficie: armarios y cómodas, mientras que en sillas, mesas y
consolas, se usa la talla. La madera se dora al temple y los muebles
de asiento se tapizan todos.

Los bronces dorados refuerzan con escuadras los ángulos de las


puertas y darán carácter a los muebles durante todo el siglo XVIII
y quedan como un importante elemento decorativo.

Gracias a la línea curva los asientos pierden rigidez y toman un Fig. 12. Sillón barroco en cuero
aspecto más grato y familiar. En los muebles de lujo se abandona repujado (Arola, 1966).
por completo el torneado, tan usado en el estilo Luis XIII. Mucho
más confortables que el estilo anterior, son de madera tallada, con espalda ancha, alta y rectangular,
inclinada hacia atrás y buscando siempre la comodidad del que los usa (Arola, 1966).

Mobiliario de los Estilos Ingleses de los Siglos XVII y XVIII


Al llegar el siglo XVIII son ya dos las naciones que influyen en
sentidos opuestos en la creación del mueble: de un lado el mueble
cortesano de gran lujo de la corte francesa: estilos Regencia, Luis XV y
Luis XVI, y paralelamente los estilos ingleses: Reina Ana, Adam,
Chippendales, etc., que destacan precisamente por su sobriedad, sentido
práctico y elegancia (Arola, 1966).

Hasta este momento los estilos siempre tomaron el nombre de los


monarcas o épocas que rigieron su norma; en cambio, desde ahora se
les conocerá por el de los artistas creadores, y, así, el nombre de
Chippendale, caracteriza toda una época del mueble inglés (Feduchi,
1975).

Fig. 13. Silla “Queen Anne” Las incrustaciones se utilizaron muy poco debido a que los ebanistas
(Arola, 1966). preferían usar madera fina de nogal y caoba, que se trabajaba con
mucha destreza, para sacar el máximo partido a las vetas (Encarta,
1998).

Se designa estilo Reina Ana al mobiliario ingles de los dos primeros decenios de siglo XVIII. Sus
características principales además del uso de la laca y la marquetería son un diseño sobrio, elegante
aunque con algo de empaque y el empleo de maderas claras: nogal, fresno y chapeado con maderas
preciosas.
En este periodo encontramos ya las patas curvadas, tipo pata cabriolé17 (claw and wall), de origen
oriental. En dicho estilo escasea la labor de talla y no son empleados
elementos arquitectónicos ni molduras para realizar separaciones en la
fachada de los muebles tales como armarios o credencias18. La
proporción y la simetría son factores dominantes en el aspecto del
mobiliario de este periodo.

Hacia el final del periodo rococó en Inglaterra, el ebanista londinense


Thomas Chippendale, fue el primero en categorizar las variedades del
rococó como francés, chino o gótico y ofrecer ejemplos de cada una.
Los innovadores diseños franceses de la década de 1750 fueron
traducidos por Chippendale a diseños muy elaborados, sin utilizar oro
molido ni taraceas como hacían los franceses. El elemento del estilo
rococó más subrayado por Chippendale y por la mayoría de los
artesanos ingleses fue su aire de capricho, inspirado en los diseños
franceses por la utilización nueva de los motivos clásicos (Encarta,
1998).
Fig. 14. Silla Chippendale. La
En el estilo Chippendale notaremos tendencia inglesa por la
que abundan los muebles "al gusto sencillez y sentido de la
proporción, domina todos los
chino". Esta moda china enriqueció estilos o modas pasajeras
algunos muebles con detalles nuevos, (Arola, 1966).
tales como los enrejados o celosías19
que igual podían emplearse en respaldo de sillas que rebordes de mesas
o camas (Arola, 1966). Los grandes planos de los muebles se chapean
con maderas exóticas o se lacan y se doran; la marquetería es una
mezcla de la flora holandesa y de la geometría italiana. Chippendale
produjo una enorme variedad en los dibujos de los respaldos de los
muebles, mezclando los motivos chinos con los del rococó (Feduchi,
1975).

Es en la segunda mitad del siglo XVIII cuando los ebanistas y


decoradores ingleses crearon un estilo neoclásico inspirado en el arte
Fig. 15. Sillón inglés siglo
XVIII. Adam (Arola, 1966).ornamental de las postrimerías del Imperio Romano, denominado estilo
Adam. Este estilo fue casi exclusivo de la aristocracia y de la burguesía
rica. El mobiliario presenta unas estructuras ligeras de buen gusto con maderas refinadas y diseño
elegante (Arola, 1966).

Aun siendo de tipo popular y campestre, las sillas Windsor, de maderas curvadas, con el respaldo de
palos torneados verticales, el central más ancho y el siento de madera, han sido uno de los pocos
muebles que han gozado de una estima tan prolongada. Desde el comienzo, las sillas Windsor fueron
fabricadas en serie. Cada una de las piezas era realizada por un artesano especializado y luego eran
montadas, inicialmente en pequeños talleres y posteriormente en verdaderas fábricas (Johnson, 1978).

17
Terminación de las patas del siglo XVIII en una garra de animal (león, águila, etc.) sobre una bola.
18
Arca alta sobre patas en forma de columnas sobre un entrepaño inferior.
19
Mampara calada o enrejada de elementos cruzados y paralelos que sirven para dejar pasar al aire y la luz.
El sentido de la proporción, utilidad práctica, estructuras sencillas con elegante y sobria ornamentación
es el aspecto más destacado de los muebles ingleses de esta segunda mitad del siglo XVIII.

Empiezan a producirse los muebles en serie para la clase media que


acusa una notoria elevación del gusto artístico. Se proporciona
también por vez primera el mobiliario completo para el conjunto de
una habitación o una vivienda.

Las molduras han desaparecido de los muebles. Se ha logrado una


línea de gran ligereza y es tanta la simplicidad de las estructuras que
para lograr una distinción entre los muebles ricos y los económicos
se acude a la labor de marquetería y las maderas exóticas (Arola,
1966).

Mobiliario Regencia y Luis XV. Rococó


La transición entre el barroco
majestuoso y frío de Luis XIV, al Fig. 16. Silla Windsor, la primera
gracioso rococó de Luis XV tiene silla de la que realmente pudieron
lugar a través del estilo Regencia disponer los campesinos (Jonson,
1978).
que durará escasamente diez años
(1715-1725).

Este estilo sirve de transición entre uno y otro estilo y en él se


encuentran mezclados los distintos elementos que componen el
Luis XIV y el Luis XV, presentando en algunos muebles elementos
rectilíneos y severos y en otras superficies cóncavas y convexas con
ondulaciones totalmente inéditas.

En ambos estilos, tanto el Regencia como el Luis XV, acusa como


características principales: la reducción de proporciones adaptando
el mobiliario a las estancias más pequeñas y más acogedoras; el
Fig. 17. Sillón Luis XV. El modelo empleo casi exclusivo de la línea curva, tanto en estructuras como
de sillón “bergere” con el asiento en la ornamentación; la estilización de las formas, y la aparición de
bajo y brazos unidos al respaldo, diversos tipos de muebles más cómodos que responderán a nuevas
todo cómodamente mullido, es una necesidades y preferencias. "Igualmente cabe señalar la separación
pieza muy en boga (Arola, 1966).
total del mueble con la arquitectura, caso totalmente nuevo en la
historia del mueble, ya que con anterioridad y en los diversos
estilos, desde los tiempos medievales, siempre había reinado una estrecha relación entre ambos"
(Arola, 1966).

Con el Luis XV se aprecian grandes innovaciones en la técnica y una transformación profunda en las
estructuras. Antes se acusaban al exterior los elementos constructivos horizontales y verticales, ahora
se disimulan estos mismos elementos; los respaldos y asientos rígidos se redondean, las patas firmes y
sólidas se arquean y parecen doblarse; las estructuras definidas y claras se pierden ahora en un mar de
ondulaciones. Las telas cubren por completo paredes y muebles de asiento. En estos muchas veces las
estructuras queden al exterior y son llamadas de maderas vistas20 (Feduchi, 1975). Los muebles de
asiento Luis XV presentan una silueta movida y graciosa con toda la elegancia que le presta una curva
armónica e ininterrumpida. La madera es siempre aparente sin que el armazón quede nunca escondido
por la tapicería, como ocurría en los dos estilos Luis XIII y Luis XIV.

Los muebles no acusarán divisiones marcadas, por el contrario, la misma curva que empieza en los
soportes subirá hasta el respaldo enmarcándolo por entero (Arola, 1966).

El estilo rococó, cuyo punto álgido se alcanzó a mediados de¡ siglo XVIII, fue muy adecuado para el
arte de la talla (se utilizaban las maderas de castaño, nogal, haya, caoba, palosanto y palo rosa). Los
muebles formaban parte integrante de la decoración, por lo que el motivo que, por ejemplo, estaba
tallado en el respaldo de una silla se repetía en el entrepaño de la pared a la que estaba adosada
(Johnson, 1978).

"El estilo rococó designa exactamente un capricho o una fantasía del estilo Luis XV, un
desbordamiento de la decoración hasta un extremo que roza muchas veces la extravagancia. Dicho
estilo se inspira en motivos campestres: rocas, conchas, grutas y toda clase de combinaciones
concoideas. El periodo del rococó que alcanza mayor exquisitez lo encontramos comprendido entre los
años 1735 a 1765 y sus piezas de mobiliario pueden ser consideradas como de las más suntuosas,
graciosas y elegantes de toda la historia del mueble" (Arola, 1966).

Mobiliario Luis XVI. Neoclásico


En reacción a los excesos del rococó e inspirado por el
redescubrimiento de Herculano (1738) y Pompeya (1748), el
neoclasicismo dominó durante el reinado de Luis XVI (1774-93)
(Grolier, 1997). Al final del siglo XVIII los muebles son cada vez más
numerosos y su técnica llega a su máxima perfección. Con el naciente
sentido del culto a lo clásico las líneas se hacen rectas y reposadas. Así
llega a tener el estilo Luis XVI o neoclásico rasgos propios que le
distinguen de los precedentes y del Imperio que después de los breves
años de la revolución le sigue; su elegancia, ligereza y finura no es
rebuscada sino natural y no está exenta de coquetería y feminidad,
aunque no llega a la de Luis XV, que es más graciosa y movida.

El Luis XVI se diferencia del imperio, por ser una adaptación más
original y elegante, aunque a veces algo amanerada, de lo antiguo, Fig. 18. Bureau Luis XVI.
pero siempre con un sentido más femenino (Feduchi, 1975). Las mesitas consola tienen un
sello de primorosidad y
El estilo Luis XVI presenta una mayor rigidez en su diseño con gracia femenina que las hace
algunas piezas en que, por dominar exclusivamente la línea recta, muy delicadas (Arola, 1966)
ofrecen un aspecto algo severo, pero el mobiliario en su conjunto no
desdeña la curva graciosa ni la decoración ondulada.

Hay un grupo de muebles fabricados totalmente en línea recta y con la única ornamentación de finas
molduras de cobre encuadrando cajones y detalles de estructura, mientras que otro grupo combina

20
Se dice de las obras tapizadas cuando las maderas están a las vistas; por ejemplo en las butacas del Luis XV o Luis XVI.
armoniosamente rectas y curvas con predominio rectilíneo. Por último quedan los muebles
sobrecargados de ornamentación: apliques de bronce, placas de porcelana y de concha. Con la
excepción de los últimos muebles señalados, todos los restantes presentan una estructura clara y una
decoración limitada geográficamente a su función específica sin salirse de sus cuadros ni invadir
ninguna línea constructiva (Arola, 1966).

El uso de maderas exóticas (en especial, la caoba, el ébano o el palo de


rosa) en chapeado se generaliza y extiende. Los tapizados se manifiestan
espléndidos. Siguen los bronces aplicados, mucho más ligeros pero muy
finamente dorados y cincelados, y la marquetería adquiere ahora un mayor
desarrollo. Surge una nueva moda con el mueble pintado. Los torneados,
que estaban desterrados desde el Luis XIII, vuelven ahora decorados con
pequeñas aplicaciones de bronce, como goterones, capiteles, ramas de
laurel en espiral, y, sobre todo, las típicas estrías talladas (Feduchi, 1975).

Los muebles de asiento tienen quizás un aspecto menos acogedor que los
del estilo precedente. El aspecto es más arquitectural y la decoración fina y
sobria presentando un conjunto equilibrado y de gran distinción. Los
soportes son verticales, de sección redonda con las sillas los respaldos
acanaladuras verticales o en espiral y de menor sección a medida que bajan
Fig. 19. Silla Luis XVI. En a la base (Arola, 1966).
las sillas los respaldos
calados muestran El mueble, técnicamente, es perfecto; a los ensambles de caja y espiga, de
influencia de la ebanistería lengüeta21, de cola de milano o golondrina siguen variaciones de los
inglesa si bien totalmente mismos cada vez más complicados, obligados por la calidad de la obra y el
asimilada o mejor diríamos
afrancesada (Arola, 1966) avance de la técnica (Feduchi, 1975).

Mobiliario Estilo Imperio


La utilización de diseños inspirados en
hallazgos arqueológicos aumentó en la ultima
parte del siglo XVIII e influyó en el mobiliario
realizado en Gran Bretaña y en el continente
europeo. Este nuevo auge marca la segunda fase
del neoclasicismo, denominado estilo Imperio
porque se identificó con las actividades
imperiales de Napoleón I (Encarta, 1998). El
nuevo estilo, en su afán de adaptación a las
formas antiguas, está falto de personalidad,
aunque no de originalidad. Pero su influencia y
su desbordamiento han sido tan grandes que, Fig. 20. Banco estilo imperio. El estilo imperio francés
después de la abdicación de Napoleón en 1814, presenta una fuerte influencia de los muebles de las
antiguas Grecia y Roma. El diseño de este banco (1810)
dura aún otros quince años y con él puede está inspirado en el diván del mundo clásico (Encarta,
decirse que terminan los llamados estilos 1998).
históricos de Francia y de Europa en el mueble

21
Espiga prolongada a lo largo de una pieza que se encaja en la ranura de otra.
(Feduchi, 1975).

El mueble es exageradamente simétrico. La estructura los muebles se concreta en cubos, prismas,


bloques cerrados, superficies planas, casi sin molduras, a las que superponen para darle más ligereza.
Una parte del mueble se tapiza, y, en recuerdo del estilo Romano, estos tapizados están armados por
medio de platabandas22 y sin muelles, como si fuesen rígidos (Feduchi, 1975).

El estilo imperio se convirtió en un estilo internacional, con interpretaciones escandinavas, alemanas,


rusas americanas. El concepto básico era el mismo: prototipos antiguos adaptados al gusto del siglo
XIX. Los diseñadores intentaban volver a conseguir el sentido de monumentalidad y grandeza del que
habían carecido desde principios del siglo XVIII (Encarta, 1998).

Mobiliario del Siglo XIX


En el siglo XIX el mueble, influido todavía por el Imperio, continúa
con un carácter más aburguesado y aparente, y evoluciona hacia un
arte sin trascendencia, adormecido entre la mecanización (verdadera
revolución del siglo XIX y la industrialización (Feduchi, 1975).

El estilo Isabelino (1833-1870), durante el reinado de Isabel II, sigue


en un principio la herencia del ya diluido estilo Imperio. Los muebles
son todavía macizos, de estructuras cúbicas o bien estructurados con
pino y chapados de caoba, con fletes de marquetería y aplicaciones de
bronce o de chapa de latón con relieves troquelados representando
cisnes, góndolas y jarrones.

Paralelamente al reinado de Isabel II, en España, tiene lugar en


Inglaterra el de la Reina Victoria (1837-1901) y en Francia con el rey
Luis Felipe, la más grande proliferación de mueble decorativo nunca
visto. En vez de trabajar dentro de un solo estilo (como había sido la
Fig. 21. Silla victoriana de diseño costumbre) los fabricantes de muebles tomaron y adaptaron
vistoso (Pile, 1990). elementos de numerosas eras previas, usándolas intercambiablemente
en combinaciones desconcertantes. La proliferación del mueble
victoriano fue también hecha posible debido a la mecanización en la fabricación del mueble, el cual
toma lugar en la década de 1840 (Grolier, 1997).

Los primeros muebles victorianos fueron bastantes lisos, pero después de la gran exposición de 1851
los diseñadores se lanzaron a la aventura empleando gran variedad de maderas e innumerables tallas
(Johnson, 1978).

Los métodos constructivos y técnicas, que han llegado a su máximo desarrollo y perfección en el siglo
XVIII, se industrializan y, con la fabricación en serie de modelos económicos, se pierde la mano de
obra y la perfección del acabado (Feduchi, 1975).

22
Moldura plana.
En la primera mitad del siglo XIX tuvo lugar en Inglaterra, años antes que en el continente europeo, un
cambio a través de la revolución industrial que transformó todos los ámbitos de la vida humana. Tanto
la conciencia creciente de la burguesía frente a la nobleza reinante como la invención de la máquina de
vapor23, llevaron ya desde el siglo XVII a una reestructuración paulatina de la sociedad y el mundo
laboral24 (Vitra, 1997). La máquina convierte la delicada artesanía del mueble en una industria que
repite, sin interrupción, modelos e interpretaciones vulgares de los estilos históricos (Feduchi, 1975).

El rápido empleo del hierro y, más tarde, del acero, influyó en la construcción del mueble. A causa de
su resistencia a la intemperie se construyeron sillas de jardín hechas de piezas de hierro fundidas o de
hierro curvado (Vitra, 1997).

La artesanía del mueble va desapareciendo, sustituida por estos nuevos


sistemas que sólo emplean la máquina, eliminando la mano de obra
especializada, sin estudiar las posibilidades que la máquina lleva en sí
misma (Feduchi, 1975).

La invención y la industrialización proveyeron las potencialidades para un


nuevo tipo de mueble; asqueados de las ridiculeces de las imitaciones
estilísticas (Eclectisismo), un grupo de artistas, arquitectos y diseñadores
se dedican afanosamente al estudio de las posibilidades de los nuevos
materiales y sistemas (Pile, 1991).

No obstante, del renacimiento ecléctico del siglo XIX, ciertos importantes


Fig. 22. Silla B-9 (Silla
avances fueron hechos: el estadounidense John Belter creó muebles de
Corbu). 1904. De madera
madera laminada en los comienzos de 1845; y en 1841, Michael Thonet de curvada y esterilla. Diseñada
Viena patentó la técnica de la madera curvada. Esas nuevas técnicas y fabricada por los Hermanos
tendrían luego una profunda influencia en la producción y diseño del Thonet (Sato, 1997).
mueble (Grolier, 1997).

Esta es el segundo y último trabajo referente a la historia de los estilos del mobiliario. Es de destacar
que la importancia de conocer tanto los periodos históricos como los diferentes estilos del mueble, es
su marcada influencia en la Industria del Mueble en Venezuela.

Movimiento Arts & Crafts


En Inglaterra, en la segunda mitad del siglo XIX, William Morris (1834-1896) y el movimiento Arts
and Crafts que él liderizó, propuso un abandono a los excesos del estilo Victoriano tanto en la
decoración como en la imitación que se producía en las industrias (Pile, 1991). Es lógico que Morris
luche contra la máquina y la vulgar imitación de los nobles materiales; por ejemplo, el haya imita a la
caoba, las chapas de latón al bronce fundido, el papel pintado a las sedas que tapizan las paredes;
insensiblemente se deforman y descuidan las proporciones de los muebles de estilo, porque cada vez

23
El aprovechamiento de la fuerza del vapor supuso un paso muy importante en la tecnología. La introducción de la
máquina de vapor llevó a numerosas invenciones en el transporte y la industria. Los primeros modelos se desarrollaron en
1690, aunque James Watt no diseñó la máquina de vapor moderna hasta 70 años después (Encarta, 1998).
24
Durante gran parte del siglo XVII Londres fue el centro de una compleja red comercial internacional que constituía la
base de un creciente comercio exportador fomentado por la industrialización. Los mercados de exportación proporcionaban
una salida para los productos textiles y de otras industrias (como la siderurgia); los ingresos derivados de las exportaciones
permitían a los productos británicos importar materias primas para crear productos industriales (Encarta, 1998).
son más numerosos los pedidos por el crecimiento de la población
(Feduchi, 1975). Morris buscaba un retorno a las tradiciones artesanales
de la edad media. El grupo produjo diseños para todas las ramas de las
artes decorativas con la intención de elevarlas al nivel de bellas artes. Sus
productos, incluido el mobiliario, resultaron admirables por su belleza y
excelente artesanía y no tardaron en ser imitados (Encarta, 1998).

Pero la sociedad no quería renunciar a la economía de la producción


industrial a cambio de los ideales de estética y calidad de Morris (Pile,
1991). Sin embargo, la influencia de Morris y de sus seguidores fue
enorme; sus diseños eran a menudo considerados la fuente del diseño de
mobiliario moderno. En la década de 1890, el movimiento se había
extendido al continente europeo y a América del Norte (Encarta, 1998).
Fig. 23. Una de las sillas de Otro reformador, el arquitecto y escritor inglés Charles Eastlake (1836-
junco, bien conocidas,
producida por la firma Morris 1906), quien siguió después de Morris, fomentó
desde 1870 en adelante (Page, una dirección más ornamental con lo que él
1980). llamó el Movimiento del Arte del Mueble - Art
Furniture Movement - (Pile, 1991). En su libro
Consejos sobre el gusto doméstico en mobiliario, tapicería y otros detalles
(1868), Eastlake aboga por un retorno a diseños simples y lineales inspirado
en los trabajos rurales, realizados en roble y en maderas de árboles frutales
(Encarta, 1998).

El movimiento Arts & Crafts marcó una etapa importante dentro de los
esfuerzos de la humanidad por llegar a un arreglo con la industrialización.
Coexistió con el estilo Victoriano; fue producto del Neogótico y la inspiración
para el Art Nouveau (Page, 1980).

Mobiliario Art Nouveau


Fig. 24. Una de las
Un grupo de arquitectos, sobre todo a finales del siglo XIX y en el siglo XX, versiones de la silla favorita
inician un nuevo movimiento, que no sólo se refiere a la arquitectura, sino a del arquitecto Charles
su colaboración con la industria y con las artes plásticas, unido a los nuevos Voysey25, de 1896 (Page,
conceptos de los volúmenes y de los espacios, de los exteriores como 1980).
prolongación del interior de los ambientes, de los nuevos materiales, de su aplicación a los objetos de
uso y, por consiguiente, al mobiliario.

En los últimos años del siglo XIX y en los primeros del siglo XX, estos conceptos dan lugar a un arte
nuevo; toma en Francia el nombre de Art Moderne que corresponde en Bélgica al de Art Nouveau
(nombre con el que es conocido), en Alemania el de Jugendstil, en España el de Modernismo, en Italia
el de Liberty, y en Austria el de Sezession, mientras que en Inglaterra perdura el Arts and Crafts
(Feduchi, 1975).

25
Charles F. Annesley Voysey (1857-1941), arquitecto y diseñador británico, uno de los miembros más destacados del
movimiento Arts & Crafts y conocido por su estilo campestre (Encarta, 1998).
El Art Nouveau es un estilo orgánico derivado de formas naturales que transmite una sensación de
movimiento, ejemplificado por la curva de “latigazo”, que se encuentra en
muchos trabajos de este estilo. En el mobiliario, sus primeros exponentes
fueron los arquitectos belgas Henri van de Velde y Victor Horta, quienes
amueblaron los interiores de sus edificios para completar las formas sinuosas
de los decorados arquitectónicos (Encarta, 1998). H. van de Velde (1863-
1957), nos muestra una admiración por la máquina, sin perder el artista su
individualismo. En sus muebles se advierten las características del Art
Nouveau, de líneas sencillas, con la casi total ausencia de tallas y con una
ornamentación especial; las superficies y formas son fuertes y simples, las
coloraciones claras y, en general, la construcción es más racional y la técnica
se perfecciona. El trabajo de Victor Horta (1861-1946) es más abstracto que
el de van de Velde, pero hay un tema singular en todo el Art Nouveau, que es
una interpretación muy simple del tallo de lirio y de la hoja de agua, en una
larga línea ondulada y suave, en una constante simetría (Feduchi, 1975).
Fig. 25. Silla de 1895-
1896, por Henry van de En Francia, el arquitecto Hector Guimard (1867-
Velde (Pile, 1991) 1942), creador de las elegantes estaciones del metro
de París en 1900, diseñó muebles igualmente asimétricos y con una gran
diversidad de formas talladas. El notable vidriero Émile Gallé, fundador de la
llamada escuela de Nancy junto con Grasset, también diseñó algunos de los
muebles Art Nouveau más llamativos, en los que predominaban motivos
vegetales y florales (Encarta, 1998).

Otros diseñadores del siglo XIX, cuyos obras originales e innovadoras son
ahora relacionadas como exponentes del art nouveau, aunque su clasificación
histórica pueda ser cuestionada basándose en su aislamiento del movimiento
belga-francés y en el carácter de su trabajo. En Escocia, Charles Rennie
Mackintosh26 (1868-1928) fue un arquitecto que también aprovechó los
interiores de sus construcciones con gran ingenio y desarrolló piezas de
mobiliario únicas que tienen que haber parecido excéntricas y curiosas en su
tiempo (Pile, 1991). Elementos típicos son las maderas de roble pintadas de
blanco con elegantes taraceas, los montajes de metal y las vidrieras con formas
de vegetales abstractas y curvilíneas. Fig. 26. Silla realizada
con madera de un
También destaca en España el arquitecto Antoni Gaudí quien diseñó algunos árbol frutal, diseñada
muebles, fundamentalmente sillas, prototipos de una gran originalidad, con por Guimard en 1908
(Page, 1980).
algunas de las características del Art Nouveau internacional y en los que se
manifiesta su afán por llevar el diseño a todos los terrenos (Encarta, 1998).

26
En el año de 1890, Mackintosh y su mujer, la pintora Margaret McDonald, fundaron junto con la hermana de Margaret,
Frances, y su marido, Herbert McNair, el grupo de artistas “The Four”. Los trabajos de este grupo se denominaron “Escuela
de Glasgow” y estaban todavía influenciados por el movimiento Arts & Crafts (Vitra, 1997).
Frank Lloyd Wright27, uno de los más grandes arquitectos y diseñadores
norteamericanos (1869-1959), es un panegirista de la máquina, pero no es
clara su contribución al Art Nouveau como no lo es la
de su compatriota Louis Sullivan28 (1856-1924), salvo
en una vuelta a la inspiración de la naturaleza, pero sin
un lazo de unión más definido y firme.

En Alemania son Peter Behrens (1888-1940) y Max


Berg los más importantes propagadores del Art
Nouveau, que pronto se transforma y evoluciona con
otras características, no sólo en la ornamentación, sino
en el estudio de las proporciones, de los materiales, de
la relación de cada una de las partes con el carácter
utilitario del conjunto; no sólo con el ambiente interior
y su volumen, sino con la luz y el espacio. En Italia
Fig. 28. Silla en
suelen denominarse los muebles de ésta época como
roble tallado de
de estilo Liberty, con temas chinos y orientales, Antonio Gaudí.
Fig. 27. Silla Hill House.
1903. De madera laqueada
cuyas influencias se dejan sentir en toda Europa al 1904-1906 (Page,
y tela, diseñada por final del siglo XIX (Feduchi, 1975). 1980).
Charles Mackintosh (Sato,
1997) Las ideas detrás del art nouveau estaban basadas en las bellas artes, y su
aceptación fue siempre limitada tanto geográficamente (fue principalmente un movimiento belga-
francés) como a un público de gusto especial y cultivado (Pile, 1991).

Mobiliario del Siglo XX


La revolución en las artes, que también afectó al diseño de muebles,
marcó el paso de siglo. En un lugar destacado entre los máximos
representantes de esta revolución artística se encuentra el arquitecto y
diseñador austriaco Josef Hoffman (1870-1955) que, junto a otros
artistas, fundó el estilo Sezession en Viena, en 1897, y el Wiener
Wekstätte (Taller de Viena) en 1903. El Wekstätte realizó, entre otros
tipos de artes decorativas, mobiliario de formas cúbicas que contrastaban
de modo radical con la obsesión por las formas curvilíneas del art
Nouveau, el ángulo recto se utilizaba de forma constante y los detalles
eran austeros (Encarta, 1998). Junto con Joseff Hoffman, otros
arquitectos vieneses como Josef Olbrich (1867-1908), Otto Wagner
(1841-1918) y Kolo Moser (1868-1918) fueron los primeros que se
dedicaron a diseñar muebles para la fabricación en masa. Esta separación
Fig. 29. Silla Coonley. 1907.
Madera y tela. Diseñada por
de diseño y producción en dos procesos de fabricación básicamente
Frank Wright (Sato, 1997). diferentes el uno del otro, realizados por personas diferentes, es
considerada hoy en día como la hora de nacimiento del diseño (Vitra,

27
Wright, George Washington Maher y George Grant Elmslie pertenecieron a la “Prairie School”, un movimiento que duró
desde comienzos de 1900 hasta 1915, pero que fue extraordinariamente vigoroso durante esos años, desarrollando, quizás,
la primera arquitectura americana conscientemente original (Page, 1980).
28
Arquitecto que en el último cuarto del siglo XIX construyó los primeros rascacielos en Chicago, formuló con el dicho
“form follows function” (la forma sigue la función) un principio del diseño en el siglo XX (Vitra, 1997).
1997). El estilo Sezession fue el precursor de dos importantes estilos del siglo XX: el Bauhaus alemán
y el Art Déco francés (Encarta, 1998).

En la silla tienen una gran influencia los adelantos técnicos y el empleo de


nuevos materiales; a) la utilización de materiales metálicos, como el
hierro, el acero y el aluminio; b) la aplicación de los plásticos, en plena
evolución, no sólo como elementos estructurales, sino como
revestimientos rígidos o elásticos, así como la goma, los nuevos sistemas
de resortes, muelles o elementos neumáticos; c) el empleo de las maderas
en tableros contrachapeados, aglomerados o de fibras; d) los tratamientos
de secado, esterilización, impermeabilización, etc., de la madera, y la
utilización de las maderas africanas y asiáticas; e) las técnicas nuevas de
pinturas y barnices impermeables y sus formas de aplicación. Esta ligera
enumeración, unida a la introducción de ciertos mecanismos en algunos
muebles, para permitir variarlos de forma y de utilización, son suficientes
para que se pueda comprender su importancia (Feduchi, 1975).

Mobiliario Bauhaus
Fig. 30. Silla de la Serie
El estilo Bauhaus, fundado en 1919 Fledermaus. 1906. Madera y
en Weimar, Alemania, por el tela. Diseñada por Josef
Hoffmann (Sato, 1997).
arquitecto Walter Gropius (1883-
1970), fue una escuela de arte y arquitectura global que llegó a
ser, quizás, la más influyente en el desarrollo del arte del siglo XX
(Encarta, 1998). Aunque al principio se viera influenciado por las
teorías del movimiento de De-Stijl29, Gropius se rige más por el
trabajo práctico y su significado social (Vitra, 1997). Este centro
de formación fue como un gran laboratorio donde arquitectos,
artistas, artesanos y técnicos, colaboraron y realizaron un trabajo
común en la construcción, las artes decorativas, los oficios de
diferentes artesanías, y todo ello como una evolución y
Fig. 31. Sillón Wassily. 1925. Acero y continuación del Arts & Crafts que había creado W. Morris
cuero. Diseñada por Marcel Breuer
(Sato, 1997). (Feduchi, 1975). Asimismo, buscan en todos los ámbitos de las
artes aplicadas los vínculos entre un diseño funcional y reducido y
las necesidades del hombre en una época dominada por la industria y la técnica, para la cual se crea la
palabra de la era de las máquinas (Vitra, 1997).

El mobiliario clásico contemporáneo, que todavía se sigue fabricando, fue diseñado por sus más
renombrados arquitectos, Marcel Breuer (n. 1902) y Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969). Breuer
diseñó su sillón Wassily de tubo de acero cromado y lona en 1925 y su copiada silla en voladizo de
tubo con asiento y respaldo de mimbre enmarcados en madera en 1928. Mies diseñó su famosa silla
Barcelona, una obra maestra formada por dos elegantes marcos curvados en forma de X, de tiras de
acero cromadas que soporta cojines de cuero, en 1929. El objetivo de ambos arquitectos era concebir
muebles estéticamente agradables para la producción en serie (Encarta, 1998).

29
El movimiento se creó en 1917 en torno a Theo van Doesburg y al cual también pertenece el arquitecto Gerrit Rietveld,
combina un racionalismo severo con un concepto del arte espiritual y casi místico. En los trabajos de De Stijl, el espacio y
el plano se reducen a composiciones rigurosamente rectangulares, al mismo tiempo que limita el uso de los colores a los
colores primarios: amarillo, rojo y azul (Vitra, 1997).
Aunque en 1933 se cerró la Bauhaus, por imposición del
nacionalsocialismo de Hitler, en sólo estos 14 años se desarrolló una labor
intensa que perduró mucho después y, aunque ha sido duramente
criticada30, no puede dudarse de su importancia. El fenómeno de la
socialización del mueble llega ahora a alcanzar su máximo interés, unido
al desarrollo de las economías nacionales, porque las necesidades de las
distintas clases sociales tienen ya muchos puntos de contacto (Feduchi,
1975).

Mobiliario Escandinavo
El mueble moderno de la más
genuina calidad llega a ser
conocido en los Estados Unidos Fig. 32. Silla Cesca. 1928.
cuando una pequeña exhibición Acero, madera y esterilla,
finlandesa es mostrada en la diseñada por Breuer. (Sato,
Feria Mundial de Nueva York 1997)
en 1939, la cual incluyó mueble de láminas de contrachapeado
con secciones gruesas y resistentes en los diversos elementos
de los muebles de asiento y eran piezas continuas, tanto en el
Fig. 33. Sillón Barcelona. 1929. Acero y asiento como en el
Sillón de brazos Paimio. 1930-31.
cuero. Diseñada por Mies van der Rohe respaldo e incluso
Madera laminada. Diseñada por
(Sato, 1997). en los brazos en
Alvar Aalto (Sato, 1997).
una sola pieza
hábilmente segueteada y prensada, fabricados en Finlandia
y distribuido por una firma llamada Artek. Este mueble era
producto del trabajo de Alvar Aalto (1898-1976), un
arquitecto finlandés que había explorado ideas muy
cercanas a la de la Bauhaus, pero usó el abedul y el álamo31
de los bosques de su país en vez del tubo de metal como
material estructural principal (Pile, 1991). Aalto consiguió
importantes progresos en el ámbito de la modelación de la
madera estratificada. Partiendo de una actitud fundamental
racionalista, diseña muebles de madera estratificada
bidimensional cuyas formas orgánicas resultan ser muy Fig. 34. Sillón de brazos Paimio. 1930-31.
progresistas (Vitra, 1997). Madera laminada. Diseñada por Alvar
Aalto (Sato, 1997).

30
Algunos no dudan en calificarla de sospechosa por un racionalismo al que dicen está vinculada de un modo más o menos
falso (Feduchi, 1975).
31
Hay que tener en cuenta que la madera era y es el producto nacional más importante en Finlandia y para Aalto el tema
económico fue siempre un condicionante muy importante a la hora de proponer un diseño (Gálvin, 1992).
Aalto planificó la propia evolución de sus productos para ser poco
susceptibles a cambios, es decir, creó un estilo con un nivel de
agregación medio destinado a un gran segmento de población, lo que
ha evitado su banalización por segmentos inferiores. Aún así, dentro
de su obra, se ha producido un proceso de selección, que hace que
sólo una parte de ella siga fabricándose hoy día. En resumen, el
mobiliario de Aalto puede considerarse como un hecho singular en la
concepción del mobiliario de este siglo. Pensado como un producto
elitista de materiales tradicionales y producción artesanal, casi como
un proceso de investigación puro,
fue asumido sucesivamente por
segmentos inferiores, gama alta y
gama media, sin modificarse
formalmente. Amplió mercado por
la incorporación sucesiva de
Fig. 35. Silla “Ant”. 1955. Madera sistemas industriales flexibles y
laminada y acero. Diseñada por convencionales de producción, lo
Arne Jacobsen (Sato, 1997). que permitió abaratar sus costes,
estando desde un comienzo
destinado a niveles de renta, en su mayoría, media-alta y poco
individualista (Gálvin, 1992).

Más tarde, el diseñador danés Arne Jacobsen (1902-1971) crea Fig. 36. Silla “Redonda”. 1950.
muebles de madera laminada de exquisitas proporciones y Madera de roble y cuero.
eminentemente prácticos para la fabricación en serie (Encarta, 1998). Diseñada por Hans Wegner (Sato,
1997).
En sus diseños sencillos32 y de alta calidad, Jacobsen y Hans Wegner
(n. 1914) reflejan la larga tradición escandinava de manipulación de la madera, distinguiéndose así de
los muchos diseños eclécticos y de corta vida tan de moda en los años cincuenta (Vitra, 1997).

Mobiliario Art Déco


El Art Déco surgió en la primera década del siglo XX, aunque su nombre proviene de la Exposición de
Artes Decorativas de París en 1925, especialmente a partir de las formas geométricas nítidamente
definidas del estilo Sezession. El interés de la Bauhaus por la utilización de nuevos materiales también
tuvo su influencia. El estilo perduró hasta 1939 y experimentó un resurgimiento e incluso imitación en
las décadas de 1970 y 1980. Los más destacados diseñadores de Art Déco fueron franceses: Louis
Majorelle, André Groult, Pierre Chareau y Jacques Émile Ruhlmann. Sus piezas tienen una estilizada
riqueza basada tanto en la extraordinaria manufactura (maderas raras con acabados brillantes y taraceas
de materiales exóticos, como marfil, en diseños abstractos y angulares) como en las audaces formas
geométricas. Sin embargo, el estilo se devaluó con mucha rapidez debido a versiones de baja calidad, a
la que daba lugar la producción en serie (Encarta, 1998).

32
Pero ésta sencillez no debe interpretarse como una monotonía. A menudo demuestra una captación de los sutiles
problemas humanos, dentro de lo que podríamos denominar diseño económico, en términos de desarrollo racional de los
recursos o “ecodiseño”. Materiales y etapas de producción mínimas, simplificación de detalles y análisis ergonómico, son
algunas características de este modelo industrial (Gálvin, 1992).
Entre otros representantes célebres del movimiento
modernista en Francia destacan Le Corbusier33 (1887-
1965), René Herbst y Eileen Gray. Sus muebles de
tubo de acero se caracterizan frecuentemente por el
uso de acolchados, al mismo tiempo que no se limitan
de forma estricta a emplear tubo de acero, y además
por mezclarse con el estilo Art Déco, entonces
predominante en Francia (Vitra, 1997).

Le Corbusier sintió la necesidad de realizar muebles


apropiados para sus construcciones y con Pierre
Jeanneret34 y Charlotte Perriand, desarrolló diseños
usando “materiales modernos”, como el acero
cromado-plateado en una forma que genera excelente
utilidad y también demuestra su preferencia ideológica Fig. 37. Jacques Émile Ruhlmann fue un importante
diseñador Art Déco. Esta mesa de ébano y cobre de
relacionada a la producción industrial. 1931 está realizada en el estilo elegante y sencillo
que desarrolló hacia el final de su vida (Encarta,
Antes de comenzar su carrera profesional, Le 1998).
Corbusier había trabajado por cinco meses en 1910, en
la oficina de Peter Behrens, un arquitecto alemán pionero del premodernismo. Mientras estuvo allá,
conoció a Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe, quienes junto con Le Corbusier son
considerados los tres más importantes figuras en
el desarrollo de la arquitectura moderna en
Europa, y cada uno destinado a ejercer una
influencia importante en el desarrollo del mueble
moderno (Pile, 1991).

Mobiliario Moderno
A causa de la II Guerra Mundial, la vida artística
y cultural en los países europeos es
prácticamente inexistente. Los artistas,
diseñadores y arquitectos que no se han exiliado,
Fig. 38. Chaise Longue a Reglage Continu. 1928. Acero y no disponen ni de los medios financieros ni del
cuero. Diseñada por Le Corbusier, P. Jeanneret y Ch.
Perriand (Sato, 1997).
material necesario para la realización de sus ideas
(Vitra, 1997).

Excepto por los muebles de oficina hechos con acero de superficies planas y esquinas redondeadas,
ningún otro mueble moderno estaba disponible en los Estados Unidos hasta la II Guerra Mundial.
Durante la guerra, cuando la producción estaba muy reducida, la firma de H. G. Knoll comenzó la
producción de un pequeño grupo de diseños desarrollados para dicha firma por Jens Risom (n. 1916),

33
Su verdadero nombre era Charles- Edouard Jeanneret. Él asumió el nombre de Le Corbusier en 1923 (Page, 1980).
34
Nació en Suiza en 1896, y era primo de Le Corbusier, con quien trabajó desde 1927 (Vitra, 1997).
un danés que había aprendido el arte y diseño del mueble en Copenhague, y más tarde la firma contaría
con los trabajos del arquitecto Eero Saarinen y Harry Bertoia35.

Al final de la II Guerra Mundial la firma Herman Miller estaba


dirigida por el arquitecto George Nelson (n. 1907). Una de las
mayores contribuciones de Nelson al desarrollo del mueble
moderno resultó de su introducción de los diseños de Charles
Eames (n. 1907) dentro de la firma H. Miller. Eames logró
reconocimiento en el campo del diseño cuando él y Eero Saarinen
(1919-1961) ganaron dos primeros premios en una competición
organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1940,
titulada “Organic Design in Home Furnishings”, con su diseño de
silla, utilizando por primera vez para el asiento madera estratificada
conformada tridimensionalmente36 (Pile, 1991).

En 1948, el Museo de Arte Moderno


de Nueva York convoca otro
concurso con el título “Low-Cost
Furniture Design”. En la posguerra, Fig. 39. Silla LCW. 1945. Madera
laminada. Diseñada por Charles
dada la situación de necesidad Eames (Sato, 1997).
económica y escasez de material, hay
demanda de diseños de muebles adecuados a dicha situación. Una de las
primeras sillas con el asiento de plástico es otro diseño de Charles Eames
y procede de este concurso (Vitra, 1997).
Con el éxito de las firmas Knoll y H. Miller, un incremento gradual en el
número de diseños de muebles modernos llega a estar disponible en los
Estados Unidos. Importados de Europa, particularmente Dinamarca e
Italia, han llegado a ser ampliamente aceptados y el trabajo de los
diseñadores norteamericanos sigue una constante expansión (Pile, 1991).

Fig. 40. Tulip Chair. 1956.


Fibra de vidrio, poliéster,
aluminio y barniz. Diseñada Mobiliario Post-moderno
por Eero Saarinen (Sato,
1997). Si el modernismo es visto como un estilo perteneciente a un periodo que
comienza en los primeros años del siglo XX, todo lo que siguiera a ese estilo, debe ser lógicamente
llamado post-moderno. En la práctica, el término ha sido relacionado a un desarrollo estilístico
particularmente caracterizado por un alejamiento de la lógica del funcionalismo y hacia una aceptación
más abierta que trate conscientemente los estilos y tradiciones ya existentes, en lugar de perseguir de
forma consecuente la innovación. A finales de la década de 1970, en el mueble post-moderno comienza
a aparecer la incorporación de ornamentos y el uso de formas que no están relacionadas con la lógica
funcional junto con materiales ricos, colores inesperados y sugiriendo el estilo Manierista tradicional.
Los diseños de mueble de Michael Graves (n. 1934), un arquitecto cuyo trabajo ha llegado a ser bien
conocido por su carácter post-moderno

35
Bertoia, nacido en Italia, se dedicó originalmente a la escultura. En 1943, Charles y Ray Eames convencieron a Bertoia de
que se mudara a California, en donde colaboró con ellos en el desarrollo de sus primeros muebles. Decepcionado de que su
contribución en esos diseños en equipo no fuera reconocida, abandonó el estudio en 1946 (Vitra, 1997).
36
Silla resuelta con un contrachapeado en tres dimensiones, es decir, combinando el asiento y el respaldo de una sola pieza
con ondulaciones y formas cóncavas para adaptarlas mejor al cuerpo humano (Feduchi, 1975).
, son ejemplos notables de este nuevo estilo. El trabajo de Robert Venturi37 frecuentemente refiere
aspectos del pasado reciente como el Victoriano y el Art Déco de 1920 (Pile, 1991).

El trabajo del grupo de diseñadores Memphis, fundado en 1980 en


Milán y que cuenta con protagonistas como Ettore Sottsass y Michele
De Lucchi, supone uno de los últimos intentos exitosos de establecer
un concepto de diseño predominante. Mientras que Sottsass, con sus
diseños de formas marcadas, es considerado desde los años cincuenta
como uno de los diseñadores mundialmente importantes, Michele de
Lucchi proviene del movimiento radical del diseño de principios de
los setenta. Memphis adopta el concepto de la sociedad de
comunicación y propugna la idea de que un objeto debe tener la
función de medio que, como otros medios, transmite un mensaje. Por
lo tanto, su calidad material tiene menos importancia que su
significado semántico como portador de expresiones. En este sentido,
los diseños de Memphis provocan con sus formas naïf y abstractas,
así como con la creación de superficies mediante laminados
multicolor y con dibujos (Vitra, 1997). Si el diseño Memphis es un
aspecto del post-modernismo, o separado pero de desarrollo paralelo,
aún no está muy claro. En verdad, todavía está en debate si este Fig. 41. Silla Venturi, de madera
nuevo estilo llegará a ser dominante en estos últimos años del siglo laminada moldeada, de diseño
“Chippendale” (Pile, 1991).
XX o si en cambio se trata de una desviación menor dentro de la
línea modernista. Quienes abogan por este último panorama,
continúan trabajando en una forma que puede ser entendida como un desarrollo evolucionado dentro de
la línea principal del modernismo más que una rebelión contra ésta. En un esfuerzo para darle a dicho
trabajo su propia identificación, el término “late modern” ha aparecido en los críticos de la arquitectura.
El trabajo del “late modern” continúa en la dirección modernista en la búsqueda de formas simples y
lógicas, teniendo como base ideas funcionales.

Los diseños de Richard Meier (n. 1934), Charles Gwathmy (n. 1938) o Massimo Vignelli (n. 1931) en
los Estados Unidos y los de Mario Botta (n. 1943) en Suiza, pueden ser vistos como trabajos del late
modern, aunque el termino no ha logrado estar en vigencia dentro del diseño del mueble como si lo
está en la arquitectura

Hoy en día, el mueble moderno, post-moderno y el late modern son ampliamente aceptados en oficinas,
comercios y en instituciones donde arquitectos y decoradores de interiores profesionales están
envueltos en la selección del mueble. En cambio, en las residencias existe una cierta nostalgia
conservadora que hace que el consumidor escoja muebles que intentan reproducir períodos históricos
como lo son los estilos luises, victoriano, coloniales, etc. (Pile, 1991).

37
Desde la publicación de su influyente ensayo “Complexity and Contradiction in Arquitecture”, el arquitecto
norteamericano Robert Venturi ha sido considerado como uno de los fundadores del Posmodernismo (Vitra, 1997).
BIBLIOGRAFÍA

AROLA, M. 1966. Historia del Mueble. Ediciones Zeus. Barcelona, España.

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FEDUCHI, L. 1975. Historia del Mueble. Editorial Blume. Barcelona, España.

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España.

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PILE, J. 1991. Furniture. John Wiley & Sons, Inc. New York, New York.

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Venezuela.

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