La casa.

De nio me toc vivir en un cuartito de tres por dos cincuenta, increble pero caban
dos camas, una matrimonial y una individual, adems de una estufa de lecha y una
pequea mesa; el resto enseres del hogar, como el metate y los baldes de peltre para
hervir el maz con cal.

Alguna gente que vive en edificios, puede pensar que vive en una especie de hotel,
aunque otros pensaran que viven en una crcel, sin importarles si el departamento es
chico o grande. Abriendo la mente, algunos lo encontrarn confortable, si tienen la
idea de una crcel, pero los de la idea del hotel lo hallarn apenas cmodo.

La casa donde vivimos puede ser muy amplia y lujosa, o muy pequea y con una serie
de carencias, pero el cmo la percibimos es algo que corresponde a nosotros y la
mentalidad que tengamos acerca de nuestra circunstancia. Por ejemplo, en la poca
del cuartito con piso de tierra, nunca percib, sera por la edad, de los 3 a los 7 aos,
que viviramos en la extrema pobreza.

Los recuerdos que guardo de esa poca son maravillosos, aunque no dejo de recordar
a mam rodillas al piso con la masa y el chile colorado, lo que ms grabado tengo es la
cena alrededor de la estufita de lecha con las gordas de maz con chile colorado. En
aquel cuartito vivamos cinco personas.

La perspectiva de cada uno acerca de la vivienda en donde estamos con nuestra
familia es diferente, adems, resulta obvio que todos querramos tener una mejor casa,
pero creo que la verdadera felicidad est en el cmo seamos capaces de vivir las
diferentes etapas de la vida. Estoy seguro que todos empezamos de una manera y que,
al cabo de los aos, las circunstancias cambiaron y ahora tenemos una mejor
posibilidad. Cada quien en el proporcin que haya podido.

Sea feliz y vea su casa como su hogar y el de su familia. En ocasiones no importa la
humildad si hay amor y armona, como tampoco importaran los lujos en otra casa si
hay desamor, egosmos y engaos.

Use los ojos del amor.