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Alianza Raices y razones Eric Van Young La crisis del orden colonial Estructura agraria y rebeliones populares de la Nueva Espaja, 1750-1821 Consejo editorial de la coleccién John H. Coatsworth Adolfo Gilly Friedrich Katz Enrique Semo Tan Semo John Womack El consejo editorial de Raices y razones pretende poner al alsa priblico una variada seleccién de titulos en donde se dé cuenta de 5 consecuencias y actualidad del proceso histérico mexicano, Con un criterio interdisciplinario, esta coleccién reunira los estudios ¢ investiga. ciones mas notables y recientes sobre historia de México. Alianza Editorial “Titulo ogra The Criss ofthe Colonial Order: Agrarian Sirucare F ‘and Popular Rebellion in New Spain, 1780-182) Indice Primera edicin: 1952 69384 Introduccion ° ‘rns dan Sandoval | ead: Caros Aine } Primer parte epi ds pots Jeni Sich Ute y SatadrLterath eonomia y sociedad en la Nueva Expaia ‘opti: Sola Servicios Earle, SA ‘lids era ree Alta Angioa Mowry era: del periodo colonial (1750-1810) y Py (© 1992, Bditoril Paria, S.A. de CV, bajo el ello de “Alianza Estoril ‘enaciminto 180, Col San Jan Tihuaca Delegacisn Azapotzalco (2400 México, DE. ‘els, $619299 y 61-4072 | 1. Lara de la paradoja: la agricultura mexicana a fines | | Los ricos se vuelven mis ricos y los pobres mas pobres: salarios reales y estindares populares de vida a fines de la Colonia en México st | 3. Historia rural mexicana desde Chevalier: historiografia ISBN 968-39.0319.3 de Ia hacienda colonial 125 La presetacién y dapsicid en conju ye ca pagina de La eri del orden colonial ‘Segunda parte on propiedad del editor Queda etictarente | Vida y trabajo en el occidente colonial [rfubia a repreduccin Ya o parcial de eta (bra por eulguer sistema o mtd electrénic, ere emmcegrmne rite raion 4. Hinterland y mercado urbano: el caso de Guadalajara ysuregion Iimpreso en Misio/Printed in Mexico 19 Capitulo 2 LOS RICOS SE VUELVEN MAS RICOS Y LOS POBRES MAS POBRES: SALARIOS REALES Y ESTANDARES POPULARES DE VIDA A FINES DE LA COLONIA EN MEXICO Que el pueblo no siente tanto las guerras y ls alteraciones en otros estados ‘como la falta de {pan}, alza desu precio, o dieminucin de la debida cantidad, Porque es un alimento comin de principes y vasillos, seiores y criados, comereiantes y jornaleros,polresy Hees La convergencia de las preocupaciones tradicionales de la historia econd- ‘mica junto con aquéllas de las teorfas del desarrollo y la modemnizacion, Yel loreciente interés en la historia social popular, han provocado un gran interés en los estindares populares de vida en épocas pasadas, particilar- mente en Europa y Estados Unidos, antes de 1900? La pregunta de ¢exactamente cudles eran los salarios de los trabajadores y campesinos, qué podian comprar y qué compraban, incide directamente en grandes cues- "Archivo General de Inds, Mésico, 2779, mim. 3,8 de enero de 1771; cto por John . Supe, “Sources and Methods forthe Study of Historical Nutrition in Latin Agrees, p23 2 Una pequeia mucsira de eta ics erature cit en la seein final de ete capital, Por diversas superencisbibligrifieasy sustantvas,y por haber dado acceso pice clones, manuscritos y materiales documenales dfs de chacner deseo expect ‘econaciminto Is amable yoda de John Costewerth, José Cuello, Rabon Fereh Richer! Gamer, John Marino, Robert Ritchl, Richard Salvace, J TePark y Pl Vacdercron {Coatwerth, Garner, SavocciyTePake, juno con Wiliam McGreevey Kathleen Trane, Ie hicieron valoss comentarios una versigntempana de ete cranyo -eometaroe gos Plantaron fal vez mds problemas de los que he polio resolves, SI 2 Erie Van Young tiones histéricas como el cambio demogrifico, la formacién del mercado intemo laboral y de los mercados de los consumidores, la acumulacion de capital, las relaciones de clase y los patrones de protesta y rebeliGn colectiva, entre otros. Aun cuando gran parte de la literatura académica ‘se ha desarrollado en esta linea en ciertas partes del mundo industrializa do, aparentemente Ia cuestién no ha sido tan estudiada para las éreas ‘menos desarrolladas del globo, entre ellas América Latina, En particular, por razones que quedarin claras mas adelante, ésta es luna pregunta clave en Ia historia econémica y social del México del siglo vn, dado que una respuesta empezaria a proporcionar alguna clave con Fespecto a la interrogante de eémo un régimen colonial aparentemente réspero dio lugar a un caos politico y una regresién econdmica de medio loo mas. De manera mas particular ain, las investigaciones sobre este tema arrojan nueva luz acerca del significado dela titénica y destructiva lucha por la Independencia que azot6 a México entre 1810 y 1821. y que constituye el tema de varios cpitulos de este volumen, En pocas palabras, 4a premisa fundamental de este ensayo es que las presiones inflacionarias, ‘combinadas con ! estancamiento en los niveles sal luna gran parte de la poblacién econés caida en los salarios reales, de manera mas notable a prineipios del ultimo ‘cuarto del siglo xvmt. El empobrecimiento resultante a gran escala, sobre todo en Ia provincia mexicana, fuc, al umcuus parclalmente, un eletrento ‘subyacente en la participacion popullar en la fase temprana de la lucha de Independencia, y fue en si mismo un sintoma de problemas econdmicos Significativos de una naturaleza estructural. Aun cuando otros investiga- dores han aludido a esta situacién, ningun Ia ha estudiado sistematica, ‘mente en términos de indicadores de poder adqusitivo. Sin embargo, Hacienda and Markt in Eighteenth Century Merica: The Rurel Economy ofthe Gaston Jara Region, 1675-1820, p. 249-250, 268, 348; ye api | de ete Yolen Penn ‘Brading hace pricticamente is misma afimacién ene ito Hacienda and Rancher he Mezican Bajo: Lebn 1700-1860, especiales en pp. 19-197, pero abies Grapes iene, como veremos adelane) que no se debenIgtalat ls etinare de tec ‘penerianen alguna medida de npg oa”) con el poder adguisiva. Bean R Farseoe, £2 Roots of Insurgency: Mexican Regions, 1750-1824, encuenta un “Stetion perl ie oe sstinaes de vida del clase baja. que Se converte en un hecho esablecice dane he oe $.60 aes que preseden al elo dei inurecion de 1810" (p. 3) Chaves ooo ‘iscuilos ivelesredcidos de deuda ete los trabaadores de las hncendae da ao ‘Los rcos se vuelven més ricos 4 antes de examinar la evidencia relacionada con este tema serviria contem- plar,a manera de introduccién ya grandes pinceladas, el cuadro cambiante de Ia economia mexicana de fines del periodo colonial, que empieza a surgit de estudios académicos recientes. 1. Laera de la plata, la era del plomo En la historiografia del México del siglo xvm ha sido virtualmente axiomético que el Ultimo siglo del régimen colonial espafiol fue de pros- peridad econdmica ininterrumpida y gran desarrollo —un siglo de plata, sino dorado. De hecho, en comparacién con las cinco o seis décadas que siguieron —hasta la de 1870, ciertamente—, el periodo entre 1750 y 1821 tiene una apariencia casi idilica. El gran barén Alexander von Humboldt, si bien se mostré menos apasionado con respecto a ciertos aspectos de la sociedad mexicana, difundis entre el piblico lector europeo la evidencia de sus propios ojos © investigaciones al pintar un cuadro resplandeciente {de México y de la economia mexicana a la vuelta del siglo XIX. En esto también hacia eco de lo que habia escuchado de la élite novohispana misma, cuyo optimismo en tomo al progreso y las pasiilidades de su paie contribuy6 al menos parcialmente a la corriente de providencialismo en la ideologia de Ia Independencia.* A mediados del siglo XIX, el astuto México a fines del periodo colonial, sugiere lo mismo; The Astecs Under Spanish Rule: A sor ofthe Indians of the Vale of Mesic, 1519-1810. 255. Sohn) Tebashe“Beononie {eles in New Spain inthe Eighteen Century: The View from the Public Sectors face unas primeras aproximaciones con respect l movimiento del ingreso pe capi drm las mas décadas de aera colonial, y describe una caida sustancilderane los doe 20 ato. Laura Randal, A Comparative Economic History of Latin America, 1500-1914, ol. 1: Mezco, 103 cits evdencas que apoyan esta poccion, pero al concn con ag sfimaciones de los observadoresconterporinece, decide descataraa. Para is poocon ‘puesta exremadamente bin argumenadsrelsciondndola conel siglo x0 portant, fuera nuestro periodo,véase Harry E. Cros, “Living Standards in Rural Nineloeth Contry Mexico: Zacatecas, 120-1880"y para tn perado poser que se tala en clea meds fon el de Cros, Marco Beliinge, Las halendar en Mésico- El easo de San Antone Tochtlaco,y de manera especial en las pp. 67-77, ete muestra que lo salaries reser de les tabaadores de ls haciendastendiron a declinar hacia ines del x pinipios del oe ‘Sobre este punto Ia economia de ines dela Colonia en general, vase el encore ensayo eA. OuweneelyC.C. JH. Bijlevel, “The Beonomic Cycle in Bourbon Cental Mexice ‘ACiiiqe ofthe “recaudacin del diez liquid en pesos ™ + Sobre Humbolt, cuyo enciclpédico Enseyo pollico sobre el reno de la Nueva Espata, edtado por Tuan A. Ortega y Medina, sigue conttuyendo una de las plezas Pareceria que partes selectas del pais, notablemente las regiones de Guadalajara y el Bajio, se caracterizaron por un dinamismo agricola desconocido en otras partes.*! Las razones de ello atin no son totalmente 8 Sobre Ia crcienteproductividd labora en andra azocarer ejemplifisda en a tran plantacin fudadaen Alacomaeo por Hemsin Cores, vease Ward Bare, The Sugar Hocienda o the Marquess del Valle, p. 103-108, passin. Recientemene gehen realieads ‘numerosos trabajos sobre a industria arcarera colonial ent os mejores Chery E. Mastin Rural Soceryin Colonial Morelaey Gisela ven Wobeset "La industria azcatem nla egiSn ‘de CuemavacCutla durante la época colonial. Vande tanbin los ensayo correspon Aientes en Horacio Crespo y Brida von Menz, comps, Morelos: Cince igs de hinoria "9 Humbolt, Ensayo politico, p. 316. La preisén del dezmo para una oproximscisn sobre la produccién agricola e ests de alguns cntroversig, discutdasamplimenie «asi por eada investgador gue lila Ios registoe de los dezmos parece ain ablerta Mis propios datos desperdigados para la region de Guadalajara en el siglo XvilI muestran una tendencia al alza en ia, nayr er Rr ern ote atic linen yb fests. Sin eng, los precio en el eido pote 1786 “rn ect cot fgemoverdament lo, dsp de local emperor tac Soper, por tho, qu bs efeco el cise de 1786, det es caracerates emai sebpe te pote soci en Clin fan sere versa Coir a demands hasta tro reco, or" scone enced aan Posten aber sido densi pobre: pm cr los exceerer queen dl paca aan Sexionado que los precios cyean af a canbiion dens resiones opens» {Sammi como pr encamiaro en ncve crs weenie 3 Sn cline tema ToPst, "Sooo Cyc in Ne ya” co 30-4, 1p. 13° 140, Noe calcul promedo movil pars ees dats, tomo pr doe Ss Garry Flrescano en ls giles 22 24, pre la ese eran tare 1787 109. Sn Las ela Pet nor de Gustin cao qs ey dn evel acdsee ino de Oral. 2 Los dace de San Luis de a Paz enesjan bastante de ceca con I einen de orscao (Precio del ma) Se pion de precios ceetes, decendes ereietes, dunt lino x, ese a qr deen pertain detenencsenl ag pas vas be comentato de Gamer, "ice Tend p27 280, Romano, “Algae enh. Aeron, passim, cera mds o ence as mtn nde. Elta Se Tooke (eonmic Cyl. 121 eo regitos dela hacena escalation. ‘iinproinadaneri de acarda conde Horace tien conferencing maracas ch Insipe:nceiniento modest en los ingress ene 170) 174, com un eure viorno desis de 1725 (que coresponde alos preci gdimente seconds Prantl rp cn in ate Rane se un not =vame ls grifica 4925, rapecvente—)ua genenl acl dee ae du espcininente fora Sea miner, y ala concent nox ingree ete T40 1178 Giviiedoastendenciasde Hosea y Rael Romer dee eciofe ult It ra miso vy wee al ade mere 7909 1810 (que ceresponde un ncemeno To largo def Cli en ne peciow de a cbse en todas estas cla). lwo de Tefue de los ingescs foals to tn ‘erotracion panel ive de cad econ eto desta had Coiotes Por Coutworh “The Eonomi Historiography of Metco 3.8 ™ rie Van Young Jos precios del maiz, que se incia en algin momento del itimo cuarto del siglo (grfica 6), ylos precios de ganado en pie para la misma region ‘muestran en términos generales la misma tendencia (grfica 2.7) Los estudios de a estructura agraria, de la produccion agricola y los ingresos por concepto de diezmos para otras importantes regiones mexicanas —el Bajo, Puebla y Oaxaca— muestran una elevaciSn considerable en los precios desde algtin momento en el iltimo cuato del siglo, sien, como apunté antes, hay diferencia considerable de opinién en cuanio inicio de este movimiento.” Los precios de otro aticulos alimenticios impor- tantes (incluyendo trigo y frijol) siguieron la tendencia al alza de los precios del maiz.* La mejor serie de precios del trigo hasta la fecha es la que compilé Suérez para la ciudad de México en los aos posteiores a 1740. Sus datos muestran un claro deslizamiento en los precios hasta aproximadamente 1770, luego una inversién y un ascenso vacilante pero constante hasta més alld de 1800, de modo que los precios del rigo en la capital pricticamente se duplicaron entre 1770 y 1810.‘\Ea general, entonces, parece justficable concluir que los niveles de los precios para Jos productos alimenticios de consumo popular se elevaron en forma considerable durante el iltimo siglo de régimen colonial; que el alza probablemente fue més répida durante el periodo posterior a 1750; y que fos precios fueron en promedio aproximadamenteeldobleen 1800.0 1810 de lo que habian sido un siglo antes: ‘Antes de pasar a la cuestin de los salaries, pareceria esencial cerar el eirculo ofreciendo algunas especulaciones en cuanto a por qué los precios subieron como lo hicieron. La explicacion mas convincente, ala «ue se ha llegado a través de varios estudios hstéricos recientes, es que el erecimiento sobrepasé la produccién general, elevando los precios. ©) 2 Para ol Bajo, véase Taino, From Insurrection 1 Revolution, passim, y Brin, “Hacienda and Ranchos, pp. 174, ss; pars Puebla, Medina Rubio, La iglesia, 198, qlen otal alza alrededor de 1780; y par Oaxaca, Pastor etal, Fluctacionesecondimcat ‘passim, quen defen una tendenein al ale durante gran parte del siglo yn pro agwdo ‘Seendte desde srededor de 1780 “© Gamer, "Prce Tends” pp. 31 ys ‘1 Clara lena Suivez, La pola cerealea ya economia nvolispan:elcato del ge, spéndice ‘2 En téinos de estindares populares de vids, deste lego, muchos oe articles Aistitos de es alimentciospodran entrar ene resupusto domeétco noma, nclvyendo rent, impussosy ariculos manufaturados, pero la sere, o incluso date diseminadoe ‘confabes de ellos, no estn ain disponibles. ato we coments mis ampliament adelante “© Gamer, “Price Trend", pp. 280, 311,321, 324395; Tatno, From Inrrecton 1 | : Grifica 2.5. Indice de precios de siete productos agrcolas, San Luis de la Paz, 1701-1804 (1726-1741 = 100). Fuente: TePaske. ""Economic Cycles in New Spain,”" basudo en Rabell Romero (véase la nota cn TePaske, p. 130 16 Ee Ven Young ‘Ahora bien, éste es reconocidamente un modelo bastante simple, que parece mis adecuado para lo que podria describirse como sociedades tradicionales y agrarias sin una ted de mercado bien desarrollada —pre- cisamente el caso mexicano. El trabajo de Peter Lindert sobre Ie econo- ‘mia inglesa en el periodo previo ala Primera Guerra Mundial va al meollo del asunto, me parece, al intentar probar las afirmaciones malthusianas sobre la relacién entre el costo creciente de los alimentos, la declinacién de los salarios reales y el crecimiento de la poblacién. Si sustituimos “Nueva Espafia” en las referencias de Lindert a Europa, su discusin parece encajar en el caso mexicano: {Por qué estuvieron tan cercanamente corelacionados las tendeneins en la poblacin los precios, ls slarios reales y le precios relativos dela alimen facién, y por qué fueron tan similares a través de los paises de Europa (Occidental? El patrén de Europa Occidental subraya las sugerencis ya plan- teadas con respecto al comportamiento de Ia velocidad y las huelas de una economia abierta para Inglaterra: antes de la Revolucion industrial y del refinamiento dels redes modemas de mercado, ben pudo haber sucedido que \una mayor poblacién haya conllevado salaris reales menores, ya fuera direc- tamente o mediante el alza en los precios fente alos salaios nominales lens. Malthos ha conseguido al menos un empate en el frente salarios-precios| pn cl periodo hasta 1815... Cano pealenow explicar las deelinactones en Ios ‘alarios reales en todos los paises, c. 1500 hasta c. 1610 y entre ¢ 17508 ©. 1815 sin adjudicar un importante papel negativo al crecimiento de la Poblacién’... Mis ain, las fuerzas causales del lado de la demanda, tales como tencereamientos o innovaciones que ahorraban trabajo, no pudieron en muchos paises haber reducido la demanda lo suiciente como para ganatle al erecimien- to en a ofeta de mano de obra. El argumento salarial malthusiano sobrevive por el momento..“° En cuanto a la baja elasticidad de la oferta en la alimentacién basica, pueden plantearse varias sugerencias tentativas.El atraso técnico de la agricultura mexicana en el siglo xviii —o mas precisamente, el fracaso ‘general en el ambito de la innovacién (con la posible excepeién ¢e la in- “Revolution, passim; an Young, Hacienda and Marke, passim; especificamente prac aso ‘el igo, Sire, La politica cereale, p. 65-66 y vation crs estudio. ‘Gamer, “Pie Trends” . 287, cla a Clyde Grerge Read, Price Data and European Economie History: England, 1300-1600 yp. 123, 48 Peter H. Linder, “English Population, Wages, and Prices: 1541-1913", p. 690 4 Pa una dscsion cho mas detallaa,veane Van Young, Hacienda and Market, assim y el capital I de ete volumen Los rcos ae welven més ricos n Grifica 2.6. Precios del matz en la tegién de Guadalajara, 1700-18: Fuente: Van Young, Hacienda and Market in Eighicenth Con wry Mexico. dustria azuearera)— al impedir que se inerementara la productividad blo- queé un camino para la expansién productiva que pudo haber mantenido paso con el crecimiento de Ia poblacién.*” Diversas limitaciones en la integracin de los mercados nacionales, de manera fundamental los impor. tantes costos de transporte, también desempefiaron un papel en este retrasoy Lacontinua importancia de la agricultura de subsistencia, por un lado, que funcioné (como veremos) como una especie de colchén en la economia de mercado, y el erecimiento urbano, por otro, que exacerbs los problemas existentes de produccion y oferta, llevaron progresivamente la produccign de cereal a manos de los grandes productores, quienes eran eapaces de ‘specular en tiempos de hambre como una cufia en contra de la erritica variacin en los precios del maiz, amplificando asi, probablemente, las ‘oscilaciones hacia arriba, Una contraccién colonial tardia en erédites de todo tipo, acicateada por las exigenciasfiscales de la Corona espafiola y fos préstamos forzados que impuso a la Colonia, especialmente al exigit Préstamoseclessticos enel periodo 1804-1808 Ia llamada “consolidacion de vales”), puede haber inducido una escasez de capital de inversin, para © Sobre este punto, vase Coteworth, “The Economic Historiography of Mexico” Erie Van Young 8 ae t =e L | eee 7, Precos del ganado en pic en la epi de Gunde, eg 3 ue Van Young, Hasna and Naren Bigicnth a Century Mexico. Iuego aunarse a fos problemas dela agrcultura mexicana Estas psi daces no agoan los factors que pueden aducire par explicar pare fracaso dela agricultura mexicana para mantener el paso cone incre de la poblacién durante el siglo xvmL* 4 Caton he Mein Mg ney te Ee Cty”) qs lise pln Sutra esi prods oe tito tle de devi capil gue ore modo ble ido a sor acl Tr pri ie, ery tn nha eal fat sumuladsenel cor mineroseinverta regulars $e te paren bla xd ede penis de In Colo Les rece se vuelven més ricos 4 43, La no espiral salario-preci La inflacién impulsada por la demanda de la tltima mitad de la era colonial no correspondié alos incrementos salariales para esa parte de la poblacién mexicana que ganaba su pan (o tortillas) mediante el trabajo remunerado, Desafortunadamente, el estudio de los salarios durante el México colonial esti rezagado, incluso con respecto al de los precios, de modo que por e! momento no existe una serie confiable de salarios.*° En la medida en que es posible determinarlo, sin embargo, los salarios nominales en efectivo para los tipos mas comunes de trabajo califieado o semicalificado, tanto rurales como urbanos, permanecieron en un punto muerto durante el siglo Xvi, si bien hubo ciertas variaciones regionales eneste patron. La representacién mis elara de esta situacion aparece en lagrifica 2.8, tomada del monumental The Aztecs Under Spanish Rule de Charles Gibson, que muestra los salarios diatios de los trabajadores indigenas, tanto rurales como urbanos, calificados y no calificados, en el valle de México (incluyendo la ciudad de México) durante los tres siglos de régimen colonial. Casi sin excepcién, los investigadores modernos han confirmado los descubrimientos de Gibson.® Por ejemplo, mi propio trabajo sobre a regicn de Guadalajara a fines del perlodo colonial prodijo los datos sobre los salarios mensuales nominales de los peones de las propiedades rurales que se presentan en la grifica 2.9, y los de salarios Aiarios de los trabajadores urbanos que aparecen en la grifica 2.10.3! Las grificas 2.11 y 2.12 y los apendices asociados (B y C) nos hacen avanzar en la direccién, si no de las series de salarios, al menos en la de algunos de los promedios de toda la Nueva Espafia para el siglo Xvi ‘Ambos han sido tomados de fuentes en extremo heterogéneas (para una ° Acerca de este punto, véanselos comentarios de Gamer, “Pic Tren”. 280, not 3 Bring, Hociends and Ranchos, . 196, Jon, Coatsworth, comunicacién pecan Has, Ie sgl el hstradoreconémico mexicano Lule Chavez Orxco bli na colecicn fe dcimerios sobre los salarcs ye rabuj ene siglo xv, Lo aalriosy ef trabajo en Matic durant elsiglo x. Leislaciényndminas de salaries basedoen las ans salaries ‘snionadas oficiimente 5 Lox descubimientos de Bare nla planacin azxcarera de Cortés cerca de Coema ‘aor establecen un partelo cereano con ls de Giteon, y mustan na cove vitalneee lana par os salrisdiarios ue se pagaban ale tibjadores lites ee oe inios de Sil vn y del xv; Bare, The Sugar Hacienda, fi. 3p 1. 3 El ineremento en las teas salaralesurbanas de Gualjra en los aioe posterior a 1810 parce claro, per los datos son isufcientes pra lear dices ma al. El nan curios, sin embargo, cuando se tra en cunt liso dea poblacion a cad desde hs ireas de ampo prtrtadasdebido ala insrecci, yeti en poset expiad. 80 Erie Van Young discusidn de las fuentes y métodos de compilacién, véanse los pérrafos fines del apéndice C) y no aspiran a ser completos.® Aun asi, estos datos, particularmente sobre los salarios rurals, son lo suficientemerte repre~ entativos para permitir algunas conclusiones tentativas. La muestra ‘urbana es menos satisfactoria en términos de la cantidad de puntos, la profundidad temporal y Ia identficacin de una tendeneia, Sugire que a Fines del siglo xvi la mayoria de los trabajadores urbanos, primordial- mente en la industria y la construccién urbanas, ganaban, sobre una base Tnensual, entre tres y nueve pesos, oun promedio de seis pesos, si bien es imposible decir silos salaios tenfan una tendencia hacia la alzao la baj, © pemmanecieron estables,/No obstante, dado el crecimiento constante de the cludades gracias a la emigracion de la provincia ala ciudad, y el paso Iimitado del erecimiento industrial y otras oportunidades de empleo enel medio urbano, e independientemente de cuén mal integrado haya estado ‘lmercado nacional de trabajo. cus estancados hayan estado los salarios ‘rominales, no parece razonable suponer una presiGn econémica ascen- ‘dente sobre los salarios nominales —de hecho, més bien lo contrario.® {La amplia dispersion en los salarios urbanos para el siglo XVI, entonces, probablemente indica una estabilidad. En relacidn al trabajo rural, la situacién con respecto a los salarios nominales es algo mas clara, El rango de pag acusual cra més ectrecho {que en las ciudades, etre tres y siete pesos al mes, es deci, un promedio Je cinco pesos. Esto era aproximadamente tn peso menos, en promedio, {queen les cludades, lo cual representa un margen de mis o menos 20 pot Trento a favor de los trabajadores urbanos, y refleja probatlemente la Sdicién de Tas raciones y otras prestaciones no monetarias para grandes grupos de trabajadores rurale (Véase mis adelante), Lo que es mis, para Et periodo en el que los datos se vuelven relaivamente abundantes, desde orca de 1760 hasta fines del siglo, la curva es aparentemente plana. Las paras insertadas en la parte superior de la grifica 2.12 aclaran la tenden- fia, tal como es, € incluso suigieren que los salarios promedio en la 2 1p datos de los sos anteriores a 1610 no aparecen en las rics, peo se incayen els apéncs par ies comparalivos. See ls caracteriticas de los mercados de trabajo y ors factors en la Nuvi spun ies de a Coons, vase Rich] Salva, Teles and copitaism n Mes ee Marry ofthe Obras, 1539-1830, quensupee(p. 228) una eden ase Pear aces de los aajadores textiles urbans dra el siglo xv a cus de ae ars enau carga de rabaj,y para una dicusion del trabajo urban las condicions ance ns piciels ciudad del eno, vase el capitulo 8 de este elumen. Lo rcos se vuelven mis ricos Grifica 2.8. Promedio de salario diario 1520-1800. Faante: Gibeon, The Aske that pe Under Spanish Rule it es del siglo. Sin embargo, por ur lado, son escasos los datos para el Periodo hasta mediados de la centuria, como para producir un tse mensual de siete pesos por mes en la grifica avis seven Ea 2 Eric Van Young oo 4 ba gg Be A Be BW A be Ae er Gedsca 29. Slatin de pen 1 en regia de Guu altos durante Ia mayor parte del periodo colonial, debido a la relativa escasez de la poblacién.» La insercién de barras en la gréfica, nuevamen- te, aclara esto al indicar en las reas no sombreadas os promedios salariales recalculados a fin de tomar en cuenta esta distorsién. Si se recortan las éreas sombreadas, que representan el impulso hacia arriba en Jos salarios promedio de la paga mas alta en cl norte, la tendencia para las cuatro iltimas décadas del siglo se vuelve esencialmente plana y repre- senta todo, menos un avance sobre los tres decenios precedentes.** Sobre exe aspect, véase lo captulos 1 3 de este volumen: Friedrich Katz, “Labor CContions on Haciendas in Poririan Mexico: Some Trends and Tendencies"; Amol ‘Bauer, "Rorel Workers in Spanish America: Problems of Peonage and Oppression ent ‘ation los ests regionals, el de Chars H. Harris, Mesicon Family Empire: The Latino of the Sdnches Navarro, 1765-1867. 5S laa de Richard Garner (camunicacin personal sobre ls slariscalonales da promedios un poco mis alos, pro coneverda en Que por To general ls dats disponibles Pnfan un “condo bastante nego". Gamer calcula que pra ego XV en su count, ls {lari pars los trabejadores rurale creieron mene de amit de pido quelos precios, e ricos se vuelven mis ricos 3 SS RES RSS Geifica 2.10. Salarios de los uabajadores urbanos de la construccién en Guadalajara, 1774-1820, Fuente: Van Young, Hacienda and Markes in Eighteenth-Century Mexico. Pese ala falta de series confiables de salarios para el Mérico del siglo xi de! tipo que estén disponibles para los historiadores de las economas europeas modemnas tempranas o la colonial de Estados Unidos, se pueden onjeturar algunas conclusionestentativas con base en el tipo de datos diseminados presentados en las grificas .9 a 2.12, sie tienen en cuenta al menos tres problemas. En primer lugar, la gran mayoria de la poblacién tsiaba integrada s6lo parcialmente, 0 no integrada, a la economia en tfectvo,y por tanto se ganaba Ia vida fuera del eslabn de salrio en efec- tivo. En segundo lugar, existia una asombrosa variedad de acuerdos Iaborales, incluso dentro de éreas geogrificas pequefis, de modo que es dificil hacer generlizaciones con respectoa los alaris. Yentercer gar, muchos tipos distintos de trabajadores recibian pagos no en efectivo y prestaciones que son casi imposibles de cuantificar 0 reducir en términos Imonetarios comunesPese a ello, si hemos de legara algunas conclu nes generalizabls, debemos ocupamos de estos problemas, uno a la vez. Peroel primero, por ser el mis complicado, se reservard para e final y Ie dari un tratamiento por separado. Erie Ven Young Grafica 2.11. Salatios utbanos en México, 1610-1810. Fuente: Vatios (véase ‘Apéndice B) Lacoesinde la variedad en lox acuerdo nborles locales me pres se ous en ponte l proton de eablecer un eae ete a | Means Ie tnen do bu y le sltonnominalespromeio qv Ter pot climar para in segunda mld del siglo XVI. En ots Metta, au pane de fuerza de aj, una yl puede spo. maar dtticmemte qu hye reid eos nivel? Para fes de a eta dst, nos maremos a consider el raj ly oe apres bevenenf el bano mas adelante. Chests gus esd nea coll provident Srna dela era de tbo estaba empleads ela agra, y Poaceae ex eperlatvy puede ett mister de ado {hcl Se apeab un ran and de scverdos pra explora * coders, The none sry” pI, Ua aie sic depend date go de lq une eben for erpend", ra cst un vb en ‘SFT Sine et ema En cnguer cca, en logue chs sitar Sladen el México clei, que pocdcn haber sido epleados como tnhres 0 Sertls en sco oma o fama dee econ rr, rein canes Tea dio emo abr en apc esa mu Put, ya fer ‘roan eves erase la marpene dels cidade oe pmb 9 través de Lor rcos vuelven mée ros as Grifica 2.12, Salarios ruraes en Mésico. 1610-1810. Fuente: Varios (xéase Apéndice ), fuerza de trabajo de la poblacién rural, Jos cuales no se limitaban a las pricticas de la hacienda en modo alguno, si bien estaban aparentemente dominados por ellas. Estos incluian una fuerza de trabajo permanente, asalariada, de tiempo completo,a menudo con el componente dela deuda Jos trabajadores asalariados temporales; los arrendatarios de servicio; los aparceros directos 0 combinados con elementos de servicio y/o trabajo asalariado temporal, asi como otras formas|Desde el punto de vista del trabajador o el campesino, la cuestién mis importante probablemente fue cudnto tiempo pasaba trabajando para otros por un salario monetatio, y cusnto trabajaba para si mismo, produciendo cultivos de subsistencia yloun excedente vendible. En general, sin embargo, no es poco razonable Suponer que las formas ms comunes del trabajo rural asalariado fuesen el trabajo permanente y temporal de tiempo completo en las haciendas, sentamienos lcs oncuerdos de tenencia; sobre este puto, vase el aptulo de ete Yolimen y Ec Van Young, “Rural Life in Eighteenth Century Mexico: The Guadalsjrs Region, 16751820" cap. 8 Lasetaditicas moder indican qe le residents de acid de Mico mantenian a cients de miles de cerd, cabs, gains y ores animales Sensis en los patos desi cs 86 zie Van Young Por lo cual los trabajadores hubieran ganado aproximadamente la paga establecida en a grfica 2.12: alrededor de cinco pesos al mes. Las cuentas del siglo xvmy otras evidencias documentales presentan un amplio rango en niveles de pago entre los trabajadores asalariados, dependiendo de factores tales como edad, estatus familiar, duracién en el servicio, area y nivel de calificacién, para no mencionar la diferencia entre empleados asalariados y jomaleros, y estos diferenciales también se llevaban al trabajo urbano y la mineria.57 Sin embargo, los mismos registrosmuestran casiinvariablemente que aun cuando s{existia una siferenciaciéa conside- rable, la apabullante mayoria de la fuerza de trabajo rural ganaba salarios dentro de un rango bastante restringido y bajo. Por tanto, es razonable suponer que la mayoria de la gente de la provincia que trabajaba por salarios ganaba alrededor de cinco pesos al mes a fines del siglo xvm, y fe probable que los calculos de los estindares de vida con base en ese salario incluyan a una mayoria de la poblacién trabajadora. Pasando del nivel de la empresa individual a los marcos regional y colonial de referencia, qué proporcién de la poblacién dedicada a la agricultura en las diversas regiones del pais es probable que haya traba- Jado bajo tales acuerdos? Aqui nos ubicamos en terreno mas resbaladizo, {dado que incluso los porcentajes étnicos de la poblacién mexicana son ccontrovertides, y no se han publicado atin datos de andlizis ccupacionales regionales. Para dreas de una agricultura bastante comercializada, tales ‘como el Bajio y ciertas partes de los valles de México y Tlaxcala, pot ejemplo, probablemente no sea demasiado amplia la estimacién de que la ‘mitad de la poblacién dedicada a la agricultura vivia como residente [permanente en propiedades rurales. En otras dreas, esta cantidad cierta- 7 ate los estos mis dtallados dele slaroe rare hasta la foca se hallan le de Barret, The Sugar Hocends, Koend, A Jesuit Hacienda; y Metin, Michoacan en la Nuevo spat, todos los cunles moesran arpa vriaciones entre distin tipos de empleadox. "Harry E, Cros ha planteao el mismo punto parse siglo x0, "Debt Peonge Recosidered ‘ACase Stuy in Nineteenth Century Zacatecas, Mexico". Alrededor de 1790, ea hacienda de NoesiraSefor de los Dolores, en Ciuahua, el personal de soperisén reba salar ominles mensule de des pecs, mierra qc lo Jovene pastor relbin ene medo 4 un peso, y In mayoia de los empleads ee enconrban en el rang entre tnoe Yo Estado, Guadalajara (lsc) (re), Bienes de Dif (80), 1502, 1790. Lo mineos en una nade plats no dentin cerea de Paral noted a coli tganabanslarieatasas que diferia tanto ccmo 30 por cent y mais en a cada de 1760, [reuD, [25:11 1767-1760. Los albfilesealifiados que servian como expataces en lo royecos de consraceisn urbana gataban entre tres y cuatro veces mds gue cro taba ores en Guadaljradesputs de 1810; Archivo Histrco Municipal, Guaalajura (alisco, (Cae, 1812-1816, {Los rcos ee uelven mis ricos a7 mente caia a niveles mucho mas bajos. De manera similar, grandes ‘antidades de pequeios agricultores independientes familiares (ilamados, fon variaciones regionales, rancheros) y campesinos de los pueblos fueron parte del nexo salario-en-efectiva, En conjunto, entonces, parece razonable estimar que tal vez hasta un cuarto de la poblacién agricola de Ja colonia vivia permanentemente en propiedades rurales privadas como trabajadores asalariados, y que fuera de este grupo, al menos una tercera parte obtenia una parte Sustancial de sus ingresos de trabajo asalariado {emporal en esas mismas propiedades. La segunda pregunta importante a la que debemos enfrentarnos es la del valor y la tendencia de una remuneracidn no monetaria (que un autor ha lamado recientemente “sobrepagos”) para la gente trabajadora en el lo xm. La forma primaria de estos pagos eran las raciones alimen- ticias diarias o semanales,calculadas como salarios nominales mismos, sobre la base de edad, situacién marital o familiar, nivel de calificacién, eteétera,y diferenciada de acuerdo con la ocupaciGn, el rea geografica, Ja costumbre local y tipos locales de produceidn. Como en el easo de los salarios y la estructura de la fuerza de trabajo, os datos son mucho mis escasos para las ciudades coloniales y realmente no permiten estimaciones de promedios. Las pricticas variaban ampliamente, pero pareceria que algunos trahajadores urbanos y mineroe recibian con regularidad maiz diario e incluso raciones de carne que podian consti. tuir un importante complemento al salario nominal en efectivo, y que hubieran elevado la remuneracién equivalente en efectivo, de manera considerable.%* a " En las propiedades rurales, los trabajadores de tiempo completo més permanentes, empleados directamente por la hacienda, recibian alguna forma de raciones diarias, ademas de sus salaios en efectivo, mientras que la mayoria de los trabajadores temporales no las recibian.® La Los téminos “sobrepago"“ingreso equivalene fete" estn tomados de Tino, Fram nection Revlon. Pasa: es bars exe os vase indiscusionen Salvcci, Textiles and Capitalize, pp 233-26. Los datos eapesigndon tbe los tabaadores dels construcciones rtanasenpesdos por In ciudad de Guadalajara tia parte del siglo xv nomencionanraciones,eroextono que decir que nose pepsran Sobre is raione omic, vas lore de ami de Paral ado se, Dade la heterogeneidad de os acserdos que prevalecian en el campo yl ecaset de sos, o puede decir nada sobe ls tbajadores qu aborabn en unidaes nk pega de produceién,o de aquellos que trabajaban pra lo arrendatario, los qu compart las osechas elder, bien es probable que la prictica de distbucion de raciones tambien 88 rie Van Young patualzay el monto total dels raciones life ano —algunas veces inculan rol trgo (en nga de ma), came, saan y oto artclos ofr vcesno~ qe esl il ntentarenaceiaranaracentipca, No obstante, el clomentoesencial en la acon diara de los absado- es pemmaneites el denominador comin ms bajo er el a, su fmowto permanecio asombroamente consatente hacia fines del silo Evin como o usta cl andro 2 ,yproablement abiacamado poco dase principios del siglo e inclusive antes “A jugar por esta esta reconeldamente dsprsa de evidencia, y tominicl cn fora conervadr, parece azonabl entimar quelaracicn tipice de maiz pan les tabmjadores masclins casos era de mls 0 tmonos dos almude (15 kilos) por semana, o alrededor e os trios de fanega por me, tr prestcioes complementaban los slats en efetvo de os teabejadors permanents Cols propiedades rts, y an cuando 0 pueden cundicae en la actualidad nl siguira enix sma forma gue Tasraiones de mat, vale la pena mencionala Las es mis iperans sido comin ete exosemplendoe: Los ingle lgale lgales (Tino, From ‘aretono Reelin. 7) pretblnene no ecbn racine Ha xpi Femancates Bart The Sugar Hacend, p07, ober ques eu eos cone cei {cel mats youn redccon cn rimero de tabjaores aeslsindos ites, las acones ‘Sivas de lfntcsdjoron e dbs ene siglo Xt tpoco se experabe que Se dcran Sean stuervado exepeone en donde le tabejdoes tempore cian faconeA lo tnejeores ingens del purblo de Atm, cere de naira, por Temple cmplcado eI coven y ol de go porn propels medias {Eindecadace 1760 cles papabselbajsalaromensal dees psc, pero ecban dems ‘rere aloo ogivalenteenefetvo de racine; wb 11 176s eres ‘Serr quel duet tents pars los tbajdoresen eject, i fom de ana tipo, pre que ells inssteren ener paren fect, como equa ae. dado gue tenn qe bara harina par entra algunas terse eflenone ore ests Frictions de pga de salar en epee ise Salvucl,Tvles end Copa, pp. 2329 EEntcoi doings ls tstajadresenefecivo(en bln mano"), excep dese Toeg, cud lle preferan spares sion ees de nacho de as ers dn fibca las endas de ye, como reslado de esas taseccones pi © m0 tndcoarse cone py spre nls bandos ea egos mneaios Siembaro, ‘ste cits covroreri en oro ele po. Loe sor de Is propedaes rues os ‘Shunstadores apartment netaron itr el ij de efectiv par el facor depo, Sibien lo depend en pan medida dea sitacin parla de lames init Inclzcin pred tera. ar la pion de quel slice pogabn cas de manera uniforms en epecle, Ease Morn, Mchoaen en la Nueva Expat, 2; Taina, From insurrection to Revoliton, p. 85; y Kona Jest Hactenda, . 28,236 {Los rcos se vuelven mis ricos #9 serian: casa sin pago de renta; acceso a Ia huerta, las cosechas y/o tierras de ganaderia para la produccion de subsistencia, y crédito, Los trabajadores permanentes de Ia propiedad que de hecho vivian en Jas cuadrillas dentro de las haciendas, generalmente recibian alojamiento, aun cuando fuera primitivo, libre de cargo (0 deducido implicitamente de salarios nominales, si se desea adoptar esa posicién). La humildad de estos slojamientos est indicada porsu valor acumulativo extremadamente bajo en relacién con otras estructuras fisicas de las plantas en los inventarios aque han subsistido de las haciendas coloniales.® Los empleados perma- rnentes de las propiedades rurales que vivian en los pueblos del eampo y Jos trabajadores temporales, habrian tenido sus propias casas, por las cuales Ia mayoria no hubiera pagado renta. El acceso a las tierras de la hacienda para fines de cultivo en huertas, produecién de maiz y tierras de ‘ganaderia para algunos animales era, de manera obvia, extremadamente importante y diseminado, pero muy variable, y por tanto no puede entrar realmente en nuestros célculos, ‘Mucho se ha escrito en afios recientes sobre los acuerdos de erédito en clsistema de trabajo rural, no s6lo en México sino en el resto de América Latina, dado que esta préctica incide directa y centralmente en la natura. leza de los regimenes agrarios tradicionales, y mas particularmente en la iocutida cuestién del peonaje endeudado, eu funcién y extension.*! ‘Cualesquiera que hayan sido los origenes remotes o propésitos, la exten- én del crédito de los patrones agricultores a los trabajadores era ubicua fines de la Colonia en México, aun cuando sus efectos diferian en gran medida de acuerdo con la regién, y no necesariamente desembocaban en 1a limitacién de la movilidad por medio de la ejecucién de la deuda acumulada. Lo que es bastante claro de las investigaciones recientes es (quel habilidad de los trabajadores para optar por estos recursos de crédito se consideraba como una prebenda valiosa, y que los altos niveles indivi duales de deuda eran tanto un signo de la confianza del patrén en el trabajador, como un punto de negociacién en el proceso agregado de * Veanee, por ejemplo, los invention de In importante hacienda de Husjatitin, crea el Lago de Chapala, enelocidente de Merco en ro, 10.3, 759,180 sn nim. de temp, 188; ls mismos se dscuten en Van Young, Hacienda and Marke, ep. p 215, Sabre los compiejoe de constuccin de In hacienda Ie viviendas de lo trabajadores, ease lambién Konrad, A Jesu aclenda, pp. 296-297 ‘1 Para un estudio histrico tratamiento térco de ete tema, véanse Baer, “Rural Workers"; capitulo 3 de ete voumen:y mis reietemente, Wiliam Schell J, Medieval Iberian Tradition andthe Development of the Merican Hacienda. Brie Van Young. 90 Cuapro 2.1. Raciones semanales de matz para trabajadores adultos masculinos, siglo XVI Mo Thaciin Racin Comentarios cimuiea “Oem enel 65 Thicke 2a ce Niele 1160 cube almond (dent) om = uv Micncin Sime a ra hombres «1800 Sonia! Sains ah Cena "establecidos” fn Sanden ‘Hombre cada i: ae promedio 3-4 almudes por om see 3 ine po eran vo 39, cap 6 pape yrs forin, Michoacdn en la Nueva Espana, p. 261; San Family Enon From freon to Revolution 85, Cundalia: en You Mize ask yp 250250 Note Un ame penta 376 Ks, cea ‘onstiuian una fan (ital. recltameno de wabej. Como un testo experienc iti se inde Guntlarcacvs medic el igh” etc tte ten sini enn, hsp na

Los rcos se vuelven més ricos 9s Ics ls el il eat ner de don pun neh significaria que un trabajador rural “tipico” necesitar “iedor Sia acs fa cise ou wlsnd do kre clare SASS Sara alin ol aa bac ean loot: ony Taped ae en so orang be sominales prevalecientes hasta la década de 1770, hubiera tenido = feta ama doco prs macs ae cccsdndcs mina do sla tela dau anil aun exo consi wn 25 por eto de faa encfetva El inpoct deo slr rominles ables frente alos csc nemesis mo supuestos de los trabajadores urbanos domésticos, dado que es be Si vor cp-siaiducon pom exttacer signs neh eteaee ie subsistencia por medio de la produccién ali fem cee jn atimcataria peu scala oenorse a dessins Loses cep - hubieran sufrido de algunos de los mismos efectos ent 1 = en que sus necesidades bisicas de subsi fan de la ‘compra de articulos alimenticios. neh oe ceed apcnkats gos ia 4 en totnuctoncs ai heen cocoa’ ea Aeminos generac, In prpunta clave a, enonces, us oro tou sinc ising de flavin none ma de nce de ail cata doen prin ms tend! ents Ista etter ens piicne us cia rane Peace tak POE capa como po In sess de dats eo pode aaoieel algunos comentarios generales. En pr th i eared Pt Es eee lie, oe babe odoces perma fede a peptic’ a eset poate do I pein porcién de tierra o una huerta en la hacienda para produ ne pequefia escala. El det x alien Ico dla ta don ube, doer ae aden dels ronado eer Niche The Fed ipl flaca Ba carn Creo at Clea er ihe lon en noes sein nema en ret Hbute, and Transportation: The Sixteenth-Century Political ae er ee cre Pp. ee ‘Varias personas me han hecho notar, argo fras de Hassig (sproximadamente el doble de Ins present arrears tos ingreaos tales or 40 pesos o ences ao, es el 6 pr cierto gab 60 pes 96 Bric Van Young rnadamente 45 kilos lato, uber reqerdo de pocomenos dela mitad madame Sie gers zonabemene decente para produit la dena etre poco probable en ia mayors de Tos cass No canta eee Je as personas qisécomplemeniabs el costo an ye on le trabsjadores temporal, os sens fair de a erin con acoso a tras propia, comuales 0 os hue ska mejor, dado gue el alaro en fet see prion menor el ings la En segundo us mis representa pia puede habe abado por salar, desde de an mic de la compostcin de goo aii, a edd de oe Iuego, dependency eto no nubiera salva necesariamente areca nies te wie general y los roquermientos de subsstnci gate ol ingen fam Sol can general an cuando ls personas te Sr fo que no ten, Toque tenan nose miata difcimente comes pouian comprar La aricturadesbssiencia neces male eranextemadamente imports on 1 et eo del pesupesto, como e meneionad, Prot cae ie ac hayen expltado varias fra alesis, vegas bien cs rob ete de rottas, que probablemenefomaban > Pees ce ot pars i asc, jugar polos ston moderns” demos” 3, entnces, el iste escenario sgerido por la cost eee So iptéicn de un tabsjador rl deberia modifica Se Pace foes de ingen, que protbemente fsconaben para ich en sacn sc de ens dessin, De ome ral Pca caniades de get ch opr dio dea ines de ave te En as cia, como he suger, es probable re aca rbajadora aya sid inlso més bil pork gue la positon Moe salle en efectv, Aun cando es posible que 28 Cook y Bom, “Indian Food Production and Consumption 167, eta u geodon ce apt igen del ma de 700» 120 koe po hci, Prd alvialsponilided de eras, os anmalespaa lady ‘Sealers, variaban enornemente Sr mrrrction ro Revolution, p 386, apnta sue en Chao de Arai ee erie TRO, sua de trabajadores por fala tao consign ganancit ed eer Por oo ado as cies de Ttino undo B.S, p38) ifican que i Sere eas 2 fara residents en Chaco de Ara sl tenian in ables Fe mpl, Riheond K- Anderon eral," A Study of Nutrieal Stas x Food tat °F Set indians nthe Mezgial Valley of Mesieo", AmericonJourmal of Public Health and the Nation’ Heolih 36 (1946), pp. 883903. Los rcos se vuelven mis ricos ” cl contexto institucional més denso de la vida urbana, las ayudas de los fobiemos municipaes a los pobres, la cardad eclesidtica y privada, ereatera,aliviaran los efectos, no deben sobrestimarse estos factores. Una poblacién urbana —es decir, no agricola— de entre de 400 mil y 500 mil 's, 0 aproximadamente menos del 10 por ciento de los habitantes FEI pais, no parece ser una estimacién excesiva para fines de la Colonia fen [a Nueva Espafia.”" Si suponemos que al menos la mitad de estas ‘personas caia en la categoria de trabajadores asalariados y sus familia, y Fr agregamos tas cantidades sustanciales de ls pobres sin trabajo en las Ciudades, es aparente que un grupo importante sino es que proporcional- frente enorme de gente, debe haber vivido en o por debajo de la linea de la pobreza, también ahi. ‘Los estindares de vida, desde luego, consistian no sélo en los bisicos «que los mexicanos del siglo xvmt ingerian, sino también en los artculos ‘ho alimenticios que consumian: lo que vestian, lo que llevaban a la casa, y Joque pagaban asus pastoresespirituales por guarlos, bautizarls, casarlos, enterrarlos, etcétera. Si bien los datos sobre los articulos no alimenticios. ‘consumibles ain no se obtienen en términos generals, pareceria que los pre- ios se elevaron durante fines del siglo xVM, particularmente después de 1780.” ¥ de hecho, uno puede suponer razonablemente que a medida que cl costo de 1os alimentos laisivus se elevé durante la segunda mitad del siglo, las personas trabajadoras cortaron de manera progresiva su const- mode noesenciales ensus dielas, de productos noalimenticios deconsumo, Y de las pocas diversiones de todo tipo de que disponian, con el fin de hantenet una plataforma bisica de subsistencia. Un signo concreto del ddisminuido poder adquisitivo de los consumidores rurales ysureasignacién. dd recursos en la direccién de las necesidades de subsistencia, es el estan ‘camiento en el volumen de bienes vendidos en los mercados de los pueblos. La cantidad de estos bienes, rastreada gracias a los ingresos fiscales de las 7 La poblacdn de las 10 cidade mas importantes principios de I cada de 1790 Tegaba a slededor de unos 300 mil habitants, Van Young, Hlaciende and Marke, p35. [Adenia etimaros una plackn promedio de aproximadamente do mil personas para ‘Ga un dels 62 villas (siguiente categoria asestamientoshumanos or debajo de a ‘Sadad) en tod la colni,o alrededor de 125 ail personas, nos acereamos an etimacién ‘E00 ail 2500 mil habitants urbanoe, incluso poderos equivocames hacia el Indo ‘Somservder Pra la catidd de ili, vase Victoria Lerer, "Considerciones sobre a {oblnion de la Nueva Espa (1793-1810) segin Humboldt y Navarroy Noriega, Historia Mestean, nin. 17, 1968, pp. 327-348. evan Young, Haclendo and Marke, p 268 (con base en evidenciareconocidamente ‘mpresioist). 98 Erie Van Young ‘ventas anive! local, aparentemente no siguiéal mismo pasode! crecimiento rural de la poblacién.® Los habitantes del campo —ya fueran campesinos independientes, arrendatarios otrabajadores— si participaban en la econo- ‘mia monetaria en un grado asombroso, y compraban un amplio rango de articulos de las pequefia tiendas de provincia, a menudo a crédito." Para aquellos grupos en la poblacién asalariada con tn mayor acceso ala tierra, la produccién de subsistencia habria sido un colchén para los ingresos en efectivo en proceso de reduccién, pero la parte del consumo familiar ue de- pendia del trabajo remunerado tambign se habria contraido. Para aquella parte de la poblacién que ingresé sélo parcialmente al eslabén del mercado y los sistemas laborales —ya fuese debido a que ppermanecian fuera de éstos como campesinos de subsistencia, o porque ‘complementaban la agricultura con el trabajo asalariado— la situacion teconémica en su conjunto también parece haberse deteriorado a fines de! periodo colonial. La mayor parte de las investigaciones recientes sobre las estructuras agrarias mexicanas en este periodo ha subrayado el avance de la agricultura comercial a gran escala, primordialmente en la forma de la hacienda orientada hacia el mercado. Los autores difieren, sin embargo, fen cuanto a la agresividad de los duenios de las propiedades rurales para asegurarse el acceso a los recursos de la tierra y del agua, en especial: Cualesyuiera que hayan sido los matices de in regién particular o eu interpretacisn, sin embargo, es bastante claro que los recursos de la tierra ccampesina estaban cayendo cada vez bajo mayores presiones, y que el ‘onflicto con los fuerefios, asi como dentro y entre pueblos fue, al menos parcialmente, uno de sus resultados." Por ejemplo, alrededor del impor- Yan Young, Hacienda and Market, p. 268. 11 Para una daction de extastranscciones y sus consecuencias, véase Van Young, “Rural Life in Eighteenth Century Mexico", vl. 2, p. 529s; yambién el eaphalo$ de tacts "Parana revisin detalladn de parte de trata sobre eta coestin, vas capitulo 13 de extn obra. Enrique Flrescan, Exrcturas y problemas agrarios de Mésio (1500- 182), sue que la hacienda interiaron monopolar acivanent los recursos de tera nla sega rte del silo Xv medinte una politi constente en la expropaiin de fieras campesinas, Mis propis cifras pra a region de Gunaljara,en donde a greta enmefil se expands ripidamente en este eriodo, muestan una situcion mis mezlad, en donde las comunas campesina lograron aie ran pat de su ter, mens que ls [rsiones interns debides al crecimiento de In poblacionsoeavaron Ia atoncminy solid ‘dad de las comunidades campesina,y los duetos de ls hacendas se embarcaron en ‘rcticas de cerendoy oes formas de mize en valeur de las marginals yo fropiedad [Previa de ell etter; Van Young, Hacienda and Market. ' Para un cso de esto, vate el capitulo 6 de ete volumen Loe ricoe se vuelven mis ticos ” tante pueblo agricola de Cocula, al oeste de Guadalajara, la concentracién de propiedad rural se duplicé entre 1650 y fines del siglo xvm, aun cuando Ia cantidad de propiedades rurales se habia cuadruplicado en el mismo periodo. En el pueblo de Cuautitlin, al norte de la ciudad de México, a principios de la década de 1780 los pobladores indios perdian sus tierras, ‘una rapida tasa ante un estrato en proceso de diferenciacién de indios més ricos, fuerefios no indios y funcionarios locales, de modo que el amplio subempleo y la pobreza legaron a caracterizar el érea.*6 En la ‘medida en que esa proletarizacién avanzé en el campo mexicano en las ‘ltimas décadas de la era colonial, los estindares de vida deben haber declinado ipso facto. Co jeraciones finales Parece haberse establecido claramente que en el curso del siglo xv ‘ocurrié tina seria caida —del orden del 25 por ciento— en los salarios reales de tna gran parte de la poblacién mexicana asalariada. Relacionar teste empobrecimiento nominal directamente con los estindares generales de vida es una cuestién més resbaladiza, dado que la economia colonial tno estaba completamente monetarizada, y muchas personae recibian una remuneracién no monetaria y/o conservaban el control de sus recursos de subsistencia. No obstante, parece justo decir que era probable que cual- {uier persona trabajadora que recibiera mas de, digamos, 25 por ciento de su ingreso total en efectivo, haya suftido una caida perceptible en su estindar de vida, particularmente después de 1780, Esta situacién tiene consecuencias tanto micro como macroeconér ‘cas. Enel nivel del presupuesto familiar del trabajador y su consumo, una caida enel largo plazo en el poder salarial podia no afectarnecesariamente la habilidad de proletarios y campesinos para sobrevivir, pero debe haber tenido otros efectos serios que ya hemos contemplado. En primer lugar, probablemente tuvo un efecto degradante en la dieta popular, disminu- yendo la cantidad de tipos mas caros de proteinas y grasas animales, si tbien manteniendo las calorias de los cereales en niveles altos.** En 1 Vins capil $ de este volumen. 1 pan Tea, vl. 1494, exp. 4 1783. Ete cso, més complejo de lo que aqui aparece, pero difitimente pico de crs através de a Nueva Espana etrta en mayor detalle en ‘leapt 10 de este olumen 100 Eric Van Young segundo lugar, problementesignificé un cambio de recursos dedicates aecepa de lujs y diversion incluyendo de seguro fuentes de Prose sae fact niveles de subsistencia.” En el nivel de la economia colon) ae racjunto, lacreciente sombra del empobrecimiento contribuys = a oe parcialmente un efecto de) la reciente mala distribucisn de fe nqueza que parece haber marcado el final del priodo colonial Por te sigue” nerementar las tensiones sociales de la Nueva Espaia Es a Tard en que la proletarizacin era el complemento de una participaci'n atin oh el mereado, de parte de las grandes propiedades la broch Sree cl poder adguistivo real de Ia masa dela poblacin y los Frecios coer ents debe haberse ampliado l6gicamente a medida que se incremen-= titan los ganancias dela agricultura comercial agranescala. Hay evicen aaoete ae las propiedades ruralcs eran sustancialmente més restabies ce del periodo colonial, y de que por consiguiente la estabilidad vitau propiedad seincrement5 Esta fue también la gran era de const Setsmewo y ostentacién entre 1s ricos de Mexico, Otra consecuonetn Soe infer de esa situacon fe la inhibieion del mercado intemodenire Fe Colonia, y probablemente su distorsién en direecién de consumes de alto precio. se efectos redistributivos ascendentes de la inflacion son bien cono- cidea'y es muy probable que fueran acompafiades, como ya he observa, 5308. ios ev los patrones de consumo entre Ios trabajadores, que Veron de camumnulativamente sus salarios reales aproximadamente un 25 por Steno en el curso de dos generaciones. Este incremento en Ia porcion Gedicada ala alimentacién a medida que disminuye el ingreso, se conoce seine a ley de Engel, debido al estadistico alemdn del siglo pasado Est Engel, el primero en formlarla, En la Europa modema, como en Tet Mundo contemporineo, los grupos pobres de la poblacién gastebap Tipicamente ente 65 y 75 por ciento del ingreso familar en comida ® Eepecificamente, en el caso mexicano, podemos calcular el valor &) aeretyode las raciones de maiz fines del siglo xvitien 11 pesosanuales; 96 para un estudio de este ht abtcion compensada, vase Coo usin compere a sgificacon dels cfs de ingeso para el menopoio fii) de den ncabeert eopuls 70; vase Ouweec Bikveld, The Serpe cycle in Bourbon Carl Mexico" pp 15-16 van Yeung, Hacienda and Market, capiuls 7-10. Soe eee Barge modern terprana, vee Gcore 1. Stigler, Ess i thy nora beanie, pp 200203; 7 por el Teer Mando cntempornes, Wiliam Her of ensuring Development Peformance” Los rico se vuelven mis tices 101 Bsn atone sce cise preeerreters SSontee cat aeae aes rece a ear Cynergie ee eee eee ce cere contac ar de cans FS dela Nueva Espafia, en donde la crisis politica actué como un mecani 5 politics también pudieron haber sido importantes en y por si mi Sat No tny un oncshoyinnentins oc acai fs peda eben ne aprotinin lempoteinino proere. trode a potas mex yaad urge mina caso ate rre acer ewamenae rei Serer Bijs cagls 7 ecnes hd Coonan ackence Ceara Sa Be veocate En a ntrodacssn eats volume! ager alge dela Ss palnieasy ed yrtons archon or probabletqoctel tenlesei ‘© Param cto ms etallad de estas evetions (Sg ey acre a "La faa de ra seri ben desarlad de ala ree ® : jad de alarioe (a ator reseiados ent ns ila costnyen sigur tra prime oproimacn tur) es tdaa un poles 102 Ee Van Young 1a privacion material —salarios reales a la baja, una dectinacién en el alundar de vida, eoStera— haya estado mucho mas diseminado a través Sela Colonia que la rebelién misma, arrojando asi dudas sobre los nexos entre esta privacién y la rebelién. Otros indicadores, como los conflicts focelizados en el largo plazo en tomo a la tierra, proporcionan una ‘xplicacién mucho mas sutil ¢ inmediatamente crefble de episodios particulares de violencia colectiva, dado que por lo general se deseriben Pen un detalle cireunstancial mucho mas abundante, y uno puede incluso fastrear las actividades de individuos a través de largos periodos de tiempo. {Entonces podemos decir, tal vez, que la privacién en Ia forma de lina caida en los estindares populares de vida fue una causa necesaria pero ‘no suficiente para la rebelién? No sabemos si fue necesaria en todos los, ‘casos de estallidos colectives, pero probablemente podemos afirmar que ‘en ninguno fue suficiente. Podria esperarse que un vistazo a los casos empiricos aclarara la relacién privaciénjrebelién, pero en realidad la cuestin sélo se oscurece nds. Dos areas, por ejemplo, que pasaron por experiencias muy distintas Gurante el periodo 1810-1821 fueron Oaxaca y la Huasteca hidalguense2° En la primera, la poblacién rural habia permanecido sustancialmente ‘iva, bien algunas personas se unieron a Morelos ya pequefiasbandas fuerrilieras, mientras que la segunda fue absorbida por una rcbelion eémica, al igual que por bandidaje, durante gran parte del periodo. Es probable que estas dos reas, en su conjunto, hayan estado mucho més Figladas que muchas otras partes de la colonia en lo que se refiere a la ae moma de mercado, y pot tanto, ambas debieron haber tendide menos Sin rebelién. Por otto lado, ciertas areas con poblaciones campesinas Gensas como el valle de México supuestamente estaban mejor integradas «2 economia de mercado de Ia Colonia, dependian mas del eslabén del fective, las raciones, etcétera, y por tanto tendian mis a la rebelin, ‘Gebido sla privacion. Sin embargo, grandes secciones del valle de México permanecieron, si no pasivas, al menos marginales en algin srtido, en Pe fase sostenida de guerrillas de la insurgencia.¥ Otro obsticulo para la aplicacién mecdnica de la privacion material como un factor causal de le ‘sco, dado que nos dja un cuado torso dels hechos mis eencales, acendo wun = alerplear dl eno Hussec bialgoense perso nun drea mis extenss qe forma unsere dead mia alt de Tulancingo al exe através de a sierra de Meany el ‘Mc dl Mengital, haa cl ocidenteen Vila el Carn oJiltepe. i aan Ge en fren eratgicamente ial de I Nueva Expat, ier dels Los ricos se vuelven més ricos 103 violencia pola coectivg, tne lugar ene cao de as iudades een en eet opectanca ome harel eaten tb inepeiecis© Sts conics econo ~spectinemete tna caida en los estindares populares de vida esuvieron relacionad ton laren; y lel cole en conta de eatarebsion~en la forma SE psc ness ote laces podctn sctisencis— ora mds cooinen as reas ruts y ero en as urbana {por erionce as das del rio foo etvanene paras) la provincia fue arrasada por una violencia endémica? Saati Pes etn problemas, cin ebro, haya menos custo manera en gps pects pstcons pvcion rues ome ipo. dl mou coos Ahir pari, prs i toloia dei sebellon maiv. En primer ga, ses pr st propia dsanso qe ates cata = torus oe ieron arbi a tos sto afar Eee perepclan 2 la misma extab agrvads por a condones qe tos Expiorda Nicol Renter por ejemplo, un minero de Frei que fe copra ceed en 81, cenfes que sabia ido alec fei ese senor for poet aeons mbit, ya mis, oe coo qe ke dijeren fo perelé ue mquels conan ere heer Ue res Honea dgvots do pobreza la rebeli6n era el crimen, y a juzgar por la evidencia, literal ie Ines de personas debironhaberse movido de un lado to gp la fra Font crvelnrebiony el cen duran a decade cha Tambien Palen conirnca prvi como un cto acne Ted is peslones aaa ta comercnlzacion da agra el Grectnientodemogriiscscon— yelacioaria con area deca ner. Eaalinate perso raeablamapooer gla pracn ala ens rc cnr opr nc Body tenia alec mains do ches expncrion lec polica-alsccaar in lepmigol el eigienprevalctenc?] espn eco de ima amo etree piv prea lj ‘Pa, Fom iron ain Hgh Hal The Maly Rea Pre Men ned Dein, rescence Pa vad rebelde, noyendo varie revuras iors en pb en mich pastes ‘ta zona, durante vais fos despuds de 1810. re prices, ar ai et vlnen 2h, nieve, en. 8, fl 138614 181 ‘ace Basngon Moore, es inure: The Social Bases of Obedience and Revo, . Brie Van Young 104 Sila ee sf aia Me a eae el at cna fence rt oso cence Ee Les Enel tyemerten aes eat clcmponcteo monet de lio ween rs etn crt pl gaunt Fa cr ctl cmn se oe 2 ny we ahs de a ee en ood) spre tribals sara ty sa cea mee ‘iid mec, ue Sa Coens i Ss mem te nec ene rte a cae te 9 ee crated los estindares de vida dels trabajadores parecen haber esta rn a en i pe impos execie 7 es se Lox sgrte eben sobrayn a nportanca de os sie cece Los iglesia rk forte Tuner: The Standard of Livingof Mani Ser Dit in Nien ey avin Standard in Pre ndtialEnl ve bs evi de os See Sere 1781-1851 fron de prc ien Sear de neremestos iso trabajadores agricola ingles * plac ges tut ein ah EO ne opener Lint Ste vac, de mao oe a brech c amplaba progres yeti rayne, odo Worker Living Standards ig the tial Revolion: AN Raley Economic Hatry Review, 2. sei, 36 (1989) Pp. 125. Los ros se vuelven mis tices 105 los salarios reales permanecieron estables. No obstante, la porcién dedi ceada a la comida en los presupnestos de los trabajadores era de alrededor del 50 versus el 75 por ciento o mas, que se puede suponer para sus ‘contemporineos en Ia Nueva Espafia y México. Hacia arriba del rio Delaware, en Filadelfia, los precios de comida se duplicaron aproxima- ‘damente entre 1750 y 1800, mientras que, de nuevo, los salarios perma- necieron estables. El historiador Billy Smith escribe que los trabajadores de Filadelfia en estas décadas “vivian en la orlla de la subsistencia”, pero, en qué consistia esta tenue existencia? El trabajador promedio (las ‘estimaciones se derivan de las raciones de los prisioneros) recibia alrede- dor de 250 gramos de came al dia, o aproximadamente 82 kilos al afio; de ‘su insumo total de calorias, el 62 por ciento era en forma de cereales, y el 29 por ciento de came y productos licteos. Mis todavia, es inconcebible {que los trabajadores mexicanos hubieran consumido los aproximadamen- te 90 kilos de tes y puerco habituales en las asignaciones de la viudas “Massachusetts alrededor de 1800.1 En Europa, no asombra que el cuadro general haya sido més oscuro {que en las colonias norteamericanas en los inicios de Estados Unidos, pero ‘menos sombrio, grasso modo, que en el México colonial. En cuanto a la porcién total dedicada a alimentos en los presupuestos de los trabajacores pobres en Europa, una estimacion del periodo moderno temprausy voloca- ria la cifra en alrededor del 65-80 por ciento. El gasto en pan y cereales re- presentaba alrededor del 40-50 por ciento de estos presupuestos, en ‘oposicisn a més del 60 por ciento caracteristico de la economia doméstica ‘mexicana de la Colonia, si bien con el curso del tiempo hubo una tendencia ‘aque el consumo pasata de las proteinas animales a los granos.'®' En la Inglaterra de Ia década de 1790, segiin los trabajos bien conocidos de David Davies y sir Frederick Eden, la parte dedicada a la alimentacién en Jos presuptestos de la gente trabajadora excedia e170 por ciento, una cifra similara la de Nueva Espatia pero probablemente inferior. En l otro lado del continente, en la Rusia europea, en contrase, la dieta de los siervos cera relativamente abundante y sana. Los siervos de la casa en una propie- "0 para Marland, véase Donald R. Adam, Je, “Prices and Wages in Maryland, 1950-1850"; The Journal of Beonomle Histor”, 46 (1986), p. 625-646, sobre Finda, Billy ©. Smith, “The Material Lives of Laboring Philadephians, 1750 to 1800"; y sobre Massachusets, Sarsh F MeMahon, “A Comforabl Subsistence: The Changing Compost thon of Diet in Rural New England, 1620-18407, The Wiliam and Mary Quarterly, a. serie, 2.985), p37 °01 Dietrich Sualfeld, “The Struggle to Survive” 106 Exe Van Young dad representativa, alrededor de 1800, recibian raciones diarias de 2 100 ‘calorias sdlo en grano, y los siervos del campo no estaban muy por debajo Geesta cantidad. El consumo de came entre los adultos puede haber sido bajo para los estindares de Estados Unides, 27 kilos o més al afo, pero ‘segufa siendo un promedio de més de 75 gramos al dia, extremadamente improbable en el caso mexicano. Mas hacia el oeste, los trabajadores agricolas en Prusia gozaban de una dicta asombrosamente variace por ‘hcima de su racion diaria bésica de cereal, incluyendo avena, pasteles, sopas, queso, pescado, came, productos Licteos y fruta.! ‘Estas comparaciones de la Nueva Espafia con la Europa preincustrial ‘contemporinea plantean la importante cuestion de una comparacién a lo argo de tiempo dentro de la historia mexicana. En pocas palabras, parece {que varias de estas mismas condiciones prevalecieron a fines del siglo XIX ‘Gomo a fines del XVuI, entre las que sobresalen los salarios reales y los tstindares de vida en declinacién entre la gente trabajadora"® Debemos plantearnos la pregunta: zlos salarios reales y los estindares de vida pueden haber estado en declinacién continua durante casi dos siglos? Si foes asi, que tipo de ciclos dominaron el sigloentre 1810y 1910? Frente festa situacion, una elevacién sustancial en los salarios reales y los tstindares populares de vida parece poco probable para la media centuria fntre Ia Independencia y ‘Tuxtepec, y las Investigaciones histéricas han ‘evisado los puntos mencionados arriba y los han alejado de estas hipote- ‘is. Como sucede con tantas preguntas relacionadas con los antecedents Ge la Revolucion de 1910, el siglo x1x sigue constituyendo una especie de hoyo negro historiogrifico en donde las preguntas se absorben més répidamente de lo que se producen respuestas.! Para concluir, la economia mexicana, particularmente en el sector agricola, estaba muy encaminada hacia el capitalismo antes de siglo XVI, ‘i bien la adaptabilidad peculiar y el polimorfismo de la hacienda me) 12 Sobre Ingltern, véanse Stigler, Easye ithe History of Economics, pp. 200-201: -Woodwaats Whe Rates and Living Standard in Pre Indust England” quien strays la Tiportancls de le slarie en cxpeciey Int prensa; sobre Rusi, Hoch, “Sef Diet in ‘Nibctenth Century Risin y sobre Pasa, Hagen, "Working forthe Junke th Cunleeguicra que hayan sido las diferencias en crs ciestiones, los historindores de la Revoloidn parecen exer en acierdo rstancial sobre este punto. Vans, por ejemplo, RaminB. Rute The Grea Rebellion: Merce, 105-1924 p87; SobnM. Hat, Reveliionary Mesien: The Coming and Process ofthe Mesican Revolution, pp. 167-168; Alm Knighy The Mexicon Revolution, ol. 1: Porfian, Liberals, and Peasants, passin. 10 Yese mi enanyo Recent Anglopone Scholarship on Mexico and Cental America in the Age of Revolution (1750-1850) Los ios se vuelven mis cos rw ‘cana han oscurecido este hecho en cierta medida. Dentro de este marco, Jo que se ve a fines del periodo colonial no es un paso mas en una transicién, ni el inicio de tna nueva, sino una expansion vegetativa de fuerzas productivas y acuerdos ya existentes. El campesinado cada vez mis proletarizado del pais apuntals este proceso al tender a reproducirse hncia Ia pobreza si bien los econsémicamente poderosos se hicieron de la vista gorda ante su situacién para obtener acceso asus tierras ya su fuerza de trabajo. El que muchos mexicanos hayan vivido mejor a principios del siglo que en su ocaso, es amplio testimonio de esta triste conjuncién, 108 Erie Van Young Los rcos se vuelven mis ricoe fo ‘Avtwice A ‘APENDICE A CuADRO 22. Promedio anual de precios del matz en México, CUADRO 2.2. (comtinia) 1700-1819. . v .. = — promedio en Promedio Yor Promedo promedio en Promedio Velor —Promedio reales por” quinquenal promedio quinquenal reales por’ quinguenal promedio quinquenat | _-Afo_—fanega__movible__Afo__porfanega_ movible_ Ao "fanega"movibla _Afo__porfunega "mone (us 95, ih wo oR fae ia 174 i ae 1148 oe ie tee 1702 a 8%, 1s 73190 ™ 6468 91 99 me 1% (16 m6 oO 92, 50 312,80 90108 1704 so 63 im Bs, mst Mo 43s { 1705 so 62 ie 83100, 1782 ao it; i I 1708 4752, m 73° 102 1783 so 75 maz 07 59 86 10 78 1754 46 66~—e- - the ee me = 40d 1755 91 68m 73,39 1709 150 134 132 95 96, t 1756 95 70 1786 109 1384 Rite saat 158. 1783 7 92 vst 5078 ms, 201204 iliaccns m7 1 09a 1758 a 811785 0220 | 1216019073 98 86 | 1139 84 moe, us ae RRM aan - tears - 1136 waa 160 104 96 1m S72 ms 213,367 82 (86 ee ii 93 17m 3s vis 430 seta eh ito 0s) ee 1716 216 m 76 } 173 S888 Ls as m1 a 58 i 0p 1764 a 83m = 2s m8 79, 10 m1 = 48a 1765 7804. sa m9 083 ma 1833 1766 s4 7649936 m0 sas 1783 72 101 167 67 74 95k a8 at 9087 144 638 1768 6s a1 196 as 62 m0 103s 6890 1769 13s 88? ss Lacie pars 1720 nerpclin qu conse nem romeo debates alps im 30987969 Biome Hehe. Ounce “Pca ens a igucouCamay Meso? vsbane im 12029966 at Anrcen saris Roden SRD, pp 2D 2S code3—p 2 iapreedes | T7337 tmovibes son mis esesos 173 BB B2 1801 m1 192 cvaves Los rcos se vuelven mis ricot mu 10 | AvéNIce B joey (CuADRO 2:3. Salarios urbanos en México, 1552-1810 ‘(Cuapro 2.2. (concluye) Salario en Valor Yelor—Promedio _Mo___Ubicacién _pesosymes__Fuente__Comentaroe promedo en, Promed promesio quingseal 1582 BnlaNvera 2.25 Gino, Aztec, consti reales por axing io onjuage marble Eepaia p-249-250 urbana, dereto Ato __fanega_movible _Afo_por® ies vireinal =o Bae omen an, Ar 2 P fecretovirreina ied 143 masa ee at 1565 Cudadde México 45 Gita Aes, nocalifedos 110 3 P 1815 » } pee eas. tls .250 | a 1590 EnlaNueva —6.0-——_Gitwon, Avecs,ealificndos, por | Espafia p. 250 ‘decreto virreinal | F 1600 Cindad de México 240 Gitson, recs, atesanos Pa independlentes 1610 Ciudad de México 30 Gitson,dztecs, obra (probable) p 250 { 1610 Questar 300 Super, La vida, lta vaga P7 1709 Puebla 60 Salvucci, Tex, teedores 7.29 1710 Querétaro 30 Salvuce,Zex, it vaga } p26 } F710 Coyoacin 30 Salvucei Tex, cortadores, \ 7.28 tmbajo a desajo 1725 Puebla 825 Salvuec, Tex, cit aga, trabajo p29 adestajo 1740 Coyoncén 525 Salvucti, Tex, ita vaga p28 1750 Ciudad de México 105 Salve, Tex, trabajo no p27 calieado ita vgn ies Be Van Young, Loerieos ve vuelven mis Hoe oh ‘Apéxice B AvixDIce B CUADRO 2.3. (contimia) CUADRO 2.3. (continiia) Salario en Salarioen Aten __pesynes_Fuene_Comertaio Af __Ubleacién __pesaynes_Fueme__Comentarios T7S1 Ciotad de México 30° Selo Tex, tnbajoen chic 1790 Cludadde México 9.0 Scariaville, no calificadoe p29 “Crime, p66, "semialificadoe 1758 San Miguclel —45.—«Salvuos, Tex, obra clifiondo pe Grande p29 f Salvucci, Tex., 1759 SanMigielel —-30.—‘Salvuce, Tex, _tabajoencbije 1.426427, ‘Grande p29 mim, 153 1759 Coyoscin 60 Salweci Tex, cardadores 1793. Altixeo 93 Salmicei, Tex, tejedores p28 . fie 13 1765 Ciudad de México 12.0 Salvucei, Tex, tejedores 1793 Cadereyta 30 ibid tejedoree 426, 1793. Hueyapen 30 ibid ‘geen nm, 153 1798. Jalapa a a a ines CideMénco 15 Se Te, pam 1793 SaJundclRe 30 tid <— 427, 1793 Monelova 375 ibid ies nim, 158 i = eedores 1765. Chua de México 120 —Salvcci Ten, trabajo destjo ne oid tejedres . 7 27S ibid P23 oe 3 tejadoree 1767 Queretaro 5375 Salvoce, Tet» 1793 tid tejedores 1p. 206-227 ae 30 ibid ps, 1768 Coyoacin 30 Salve, Tex, _hilanderos 60 iid. tejedores — 1793. Valladolid 30 ibid tajdons Fim 156 1793 Villa Ata 30 id ae 1774 Guadalajara 15 Van Young, Hac. 1793. Zacatlin 120 ibid, ieee P25? 1793 Zamora 675 iid teed 1715 Oaxaca 15 Chance, Race, ita vagn } 1793 Choad de México 9.0 AON, Blenes Na, tee i t cx, Bee Ns, ees eg 818 LTIS Ciudad de México 30 Gilson, Aztecs, trabajo de obraje, | 1794 Ciudad de México 9.0 AGN, Bienes Ns 2st ita vga , Bienes Nac, peones no ‘eg. 818 alifeados 1776 Guadalajara 15 ‘Van Young, Hac., 1795 Guadalajara 60 ‘Van Young, He ie mg, Hac.,peones no poe p.252 ccalificados: 1778 Cidad de México 9.0 Salvuce, Tex, _ consrecion 1797 Guadalajara ——7S——_-Van Young, Hac, peones no 426, nim. 152 nivel 10 ie Tone ae cexpecificado pT 4 Erie Van Young Los ios se vaelven més eos us APéNDICE B ‘AnENDICE C CUADRO 23. (coneluye) CuaDRO 2.4. Salarios rurales en México, 1549-1810 Salar en Salario en ‘Aio _Ubieacién __pesay/mes__Fuente__Comentaras Ao __Ubicacién _pesos/mes __ Fuente Comentarios 1802 Queréiaro 525 Salvucci, Tex, tejedores 1549 Nueva Eepatia Gibson, Aztecs, decrto vireinal; 226 (valle de p.249) no calificados 1804 Ciudad de México 9.0 Salvweei Tex, _construccién | México?) ors urbanos y urales p27 ‘bana 1552 Noeva opal 1.06 ibid decreto vicinal (1658-1804) 1554 Nueva Espa Gibson, Aztecs, deeretovireinal, 1804 Guadalajara 75 Van Young, Hac. 0375 p.229-250 —_repartimiento } p.282 1565. Nueva Espata Gibson, tees, deretovirenal, i 1806 Ciudad de México 9.0 AGN, Terras,_peones no 20.280 repartimiento| i vol.2191,, __calificados 1565. Xochimileo 075 ibid no califieados exp.3 1575 Nueva Espaiia iid. decretovireeinal, 1806 Guadalajara 9.0 AGN,Caja21_—_peones en 225 repartimiento panaderia 1589 Valle de Onxaca ‘Taylor, Landlord, decrto vireinal 1807 Guadalajara 75 Van Young, Hac., pus relaclonado oon | 252 t tos limites de la | 1807 Guataara 60 Lindley, peones no 1s deuda “Kinship” p. 41. alificades, 1590 Nueva Espatia Gitwon, Aztecs, decreto viecinal, construccion 30.250 repartimiento ' 1810 Guadalajara 75 Van Young, Hac., 1595 Valle de México iti servicios lborales 1 p.282 ‘8 funcionarios 1812 Guadalajara 75 asim, Caja31— peones no 30 ica | calificads, 1600 Valle de Oaxaca Taylor, Landlord, decretovirinal | constrccion po relacionado con 1814 Guadalajara 75 nao, Caja 27 peones no Jos limites de la calificado, > 20 construccign [1607 Nueva Espa Gibson, Aztecs, L 1815 Satillo 9.0 Haris, Mesican, “salario urbano 45° p.250 p68 normal” 1610 Valle de México ibid cita vaga ———__——_— (probable) 45 | 1610 Querétaro Super, La vida, 5 Exe Van Young Artnoice C CCuADRo 24 (contin) ak Comentarios. ‘Mo __Usieaciin _pesoynes__Fuente_Comentaris Seen Ase, po ie, 20. Vile de México ion, Aes, , = 35 p.250 desagile co id voces, 168 ValedeMeico vs \628 Cueva ven Weber noe sient india, permanent = 40 pe Tapered 16S Vallede México Gitwon Aes, no cliicadon 60 “p80 ‘cassie 1680 Valle de México Gieon, Axes, cla apn sas “past ino, From lava: ae "hnurecion ropa de 60 ppsrsh convents Black fecha apo 1700 at Carol "Black Laborers”, 4s ppeinsi6 : 1710 Oundasun en Young, ac, epatimino ie 60 p.242 1718 Mhoacin Mein Mich, por" 40 “past —— von Wobese, La patos es industria, p.395 — vaqueros, aos permanerte ch 60 i perieder ac, proves enpeles 1730 undaljra an Young Hoc, pone temper ax. “past Mein Mich, pone temples 730 Sinagua . ee 4 p 361, nota 78 Los ros se vuelven mis ticos u7 ApéNDICE C CUADRO 2.4. (continia) SEES SE NORAD) oe Me Salario en iém__pesoymes Fuente 1732 Guadalajara Afio Ubi Comentarios Van Young, Hac., peones 425 p.2st ermanentes 1735 Guadalajara ‘id peones 40 permanentes 1746 Actopan Konrad, A Jesuit, peones 275 p.219, ermanentes 1746 Actopan Konrad, Jesuit, peones 225 p20 permanentes| 1746 Actopan Konrad, A Jesuit, peones 225 p.22 permanentes 1746 Actopan Konrad, A Jesult, peones 225 p23 ‘ermanentes 1748 Cuemavaca Von Wobeser, _peones indios La industria, ternporales, 60.399 1748 Guadalajara ‘Van Young, Hac, peones 45 p2st permanentes 1750 Cuernavaca Von Wobeser, _peones La industria, _* permanentes, 25 p39 171 Guadalajara Van Young, Hac., peones 40° p.2st permanentes 1752 Guadalajara BFESD,98:3 _peones 40 permanentes 1764 Monclova Harris, A Mexican, 40° pm 1765 Huichapan AN, Terras, v. peones temporales, 25 2883, exp. 6 1765 Monelova Harris, A Mexican, peones 15 pT Permanentes y temporales;cita vaga us Brie Van Young ‘Loe ticos se vuelven mis ricos a ‘AvéNDICE C. Apénpice C (CUADRO 2.4. (continia) CUADRO 2.4. (continia) Salario en Salario en Alo __Ubicacién __pesayines _Fuente Comentarios Ato ___Ubicacién _pesoymes_Fuente Comentarios 1766. Guadalajara ‘Van Young, Hac, peones 1777 Guadalajara Van Young, peones ss past permanentes 40 “Hac,p.251 _permanentes 1765. Guadalajara repo, 111, tabajadores | 1778 Michoacin Morin, Mich, peones sin nim indios t 40 p26 ermanentcs| 60 temporles 1780 Michoseén Morin, Mich, poones temporales 1766 Guadalajara 60 BRED, 1:1 _peones temporles 45 p.261,n01878 1766 Guadalajara ‘Van Young, Hac, peones temporal 1781. Sato saacxja33, todos poones 250, exp. 6, rurales 60 nota 46 45 “informe” 450 past ermanentes 1783 San Laie Potos Tutino, “Life and peones rurles 1770 Leén Brding, fecha aprox..cita 35 Labor” | Hactendas, aga 5173 Leb Tutino, From peones 525 p.196 Insurrection," permanentes | 1772. Valle de México Gibeon, Aztecs, pastes 40 pp 7L72 } 30 p31 1785 Maravatio Morin, Mich, pone temporsles | 1772 ValledeMéxico 45 ibid vaqueros 45 p.261,n0ta78 | 17] ValedeMéxico 60 ibid obser 1785. Maravaio id peas } 1772 Queretaro Tutino, From 30 Permanentes | Insurrection, 1786 Piedragorda 60 bid peones emporales | 40 pT 1786 Guadalajara Van Young, Hac, peones | 1775 Suroeste de Jalisco. Morin, Mich, peones 45 p.251 permanentes. 40 p26 Permanentes 1788 Salamanca Morin, Mich, peones temporales | 1775 Nueva Espafia Gibson, Aztecs, “salario de la { 60 past hacienda” 528 1775. Monelova Hari, peones temporal 1790 Chiushua BrEBD, 150:5 _poones ‘A Mexican, Permanenies, 90 pp. 67-68 | rango 1.5-10.0 1775. Oaxaca Chance, Race, fecha aprox. 4s a P50 1790 Chihuahua 90 ibid peones temporales 5 Brie Van Young, Loe rico se vuelven mis io m2 AvéxpIce C Avéxpice C CUADRO 24, (continia) CuADRO 2.4. (concluye) Salarioen Salario en ‘Ato _Ubicaciin _pesosfmes _Fuente Comentarios “Afio_Ubicactin__pesoymes__Fuente__ Comentarios _ 1790 Durango Van Young, peones temporles 1811 SanLuisPotosi 45 —_‘Bazant, cinco, p29. peonestemporales Hac, p.250, 1825. Alacomuleo Bazant, “El pesn no calificado 90 nota 46 5 6.0 tabu p. 382 1791 Guadalajara 60 iid peones emporales 1792 Guadalajara 60 BPE-AIA,1S6-1__poones emporales | 1793. Valle de Oaxaca ‘eylr, Landlord, pen no Foentes { ps expecificad, i See, vernal, Los datos presenndos en los apéndices fueron tomados de las siguientes cathe fuentes, algunas de las cuales tambidn ae ctanen nota al pie dentro del texto. Tos limites dela as ols Archives 1794 Guadalajara Van Young, Hac, peones ‘Archivo del Ayuntamiento, Saltillo (Coahuila) (SAA) so psi permanentea |5 Archivo General dea Nacin, México (México) (AON) } 1795 Michoasin Morin, Mich, peones Bienes Nacionales i 30 p.260 ‘permanentes Tiere +“ Archivo Histérico Municipal de Guadalajara (aise) (A840) : 1797 Guadalajara on omg. Hat, Peon Biblioteca Pin del Estado anion so p.as P Archivo Judicial de la Adiencia dela Nueva Galicia (414) ' 1798 Bajio Thtino, From peones ‘Bienes de Difunto (3) Insurrection, permanentss : 30 pp. 84.95 Obras publicadas | 1800 Valle de Oaxaca Taylor, Landlord, cit vaga ' ee Bann, Cine hinds meseanas Tes ios de vida el nS Ls | oto! (México, 1975) Nuova Espata Gibson, Auees, fecha aprox a 1800 Nueva Bop ” Pe \ | “El trabajo y los trabajdoresen la hacienda de Atlacomuleo”, en Elsa p2 = { Cecilia Frost, Michsel C. Meyer, y Josefina Zoraida Viequez, compe., El 1800 Monclova i aba yas raed en horde Mec Mes, 9) pp. 18 908 dng David. Hacienda nd Ranchos the Meson Bj: Ln 168 1806 iotepee ‘on, Tieras, pes no califieado 1860 (Cambridge, 1978. ae eine Caroll, Patrick, J, "Black Laborers an ther Experience in Colonial Jalapa”, en rgb Frost, Meyer, y Vazquez, compe, El trabajo y los trabajadores,come., pp. 119-13 Chance, John K., Race and Class in Colonial Oaxaca (Stanford, 1978). 12 rie Van Young Giboon, Charles, The Aztecs Under Spanish Rule: A History ofthe Indians ofthe Valle of Jalisco, 1519-1810 (Staford, 1964) Harts, Chaties HI, A Mexican Family Empire: The Latifundio of the Sanchez ‘Navarro, 1765-1867 (Austin, 1975) Kona Henman W,, A Jesuit Hacienda in Colonial Mexico: Santa Lucia, 1576- 1767 (Stanford, 1980) Lindley, Richard B., “Kinship and Credit inthe Strcture of Guadalajara's Oli- ‘erty, 1800-1830" (Universidad de Texas, Austin, 1976, tsis doctoral) Metin, Claude, Michoacdn en la Nueva Espafa del siglo xvi Crecimiento y "desiqualdad en una economia colonial (México, 1979) Salvoosl Richard J, Textiles and Capitalism in Mexico: An Economic History of the Obrajes, 1593-1830 Princeton, 1987) Scardavlle, Michale C., "Crime and the Urban Poor: “Mexico City in the Late ‘Colonial Period” (Universidad de Florida, 1977, tesis doctora. ‘super, John C. 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Nota metodol Los datos de estas fuentes son extremadamente heterogéneos en su ferma y corigen(véaae el texto para alguna discusin de esto), de modo que mi intento de ‘edhciras a un formato comiin debe haber introducido inevitablemente cierto {ado de dstorsién. Sin embargo, su heterogeneidad misma inexatited hace rSblemitico cualquier otro método. Al manipula y disponer ls datos, equi los iguientes procedimients: “Algunas fechas eran claraseinequivocas; ots, vagas. fin de nomezelar los ‘puntos diseminados o duplicados indebidamente,reduje todas las fechas 2 aos Pulividuales. Cuando se eit una fecha como “principio de la década de 1760", ‘or ejemplo asigné arbitrariamente cl ao de 1762 como una suposieién, Cuando Tei toma la forma de un rango de aos, como por ejemplo, “768 a 1776” tomé {El punto medio (1772) como representativo del grupo de afios en su conunto. Gabino se dan datos para pares de afios, como en "1802-1803", redondeé la cifra Los ticos se vuelven mis rics 3 pase oro anes ee Fer, ane tne como apotimai po moto od en tc XK come me rere! razonable de todo el periodo. _ Sa pole an ee eee near fads preci, como propindes runes expecta. Muchos defo dios de Sian i einai Sens aectan imate tte Sele eee 2 ntentretntonimennen tems aja cs ements ue el mes trabajado mas comiinmente citado variaba entre uno le aetna zara ei ne ne ii Tor ie Poe Seer nmomes Sorromin sierra Soo et Se eee Soma ees eee coerce Sa eeeae sotto eetentat none texto para una dlscusien. Los slarioe mencaro, desde Ineg, RO enatiuian el nico pag, ni squeal nica forma deremunercin par cul See ood polo cominse dab alguna forma deacons yo co pages canonjias. rosea Saou cherie eee separada en el texto. ee ae a 7c abe qu conta on mus sane reesei phe tt ae tant a ean ‘categorias ocupacionales, estatus de empleo (permanente vs. tem oo y una confiabilidad general en los ato ¢ : ee

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