Muchas culturas aborgenes creen que el corazn es el puente entre el
Padre Cielo y la Madre Tierra. Para estas tradiciones, el corazn de cuatro compartimientos, la fuente que mantiene nuestra salud emocional y espiritual, se describe como pleno, abierto, claro y fuerte. Estas tradiciones creen que es importante comprobar el estado de los cuatro compartimientos de nuestro corazn cada da, preguntndonos: Tengo hoy el corazn pleno, abierto, claro y fuerte? Cuando no ponemos todo el corazn en algo, hacemos las cosas a medias. Esta sensacin de estar a medias surge cuando debemos hacer algo que en realidad no deseamos hacer. El hecho de sentirnos a medias nos anuncia que estamos en un lugar equivocado y es el momento de apartarnos de esa situacin. Cuando no tenemos el corazn abierto, estamos cerrados. Estar a la defensiva, encontrarse con las propias resistencias y protegerse ante la posibilidad de sentirse herido son seales de que tenemos el corazn cerrado. El remedio para este estado consiste en ablandarse y reabrir el corazn. Cuando nuestro corazn no est claro, nos sentimos confusos, dudamos. En tal caso debemos esperar. Los estados de ambivalencia e indiferencia son los precursores de la confusin y de la duda. Cuando experimentamos cualquiera de estos estados, se nos est recordando que hemos de aclararnos antes de emprender una accin Cuando no sentimos algo con fuerza es cuando nos falta coraje para ser autnticos y decir lo que es verdad para nosotros. Cuando sentimos algo con fuerza, tenemos el coraje de ser quienes somos en nuestra vida. La palabra coraje deriva de la palabra francesa coeur, y etimolgicamente, significa la habilidad de defender el propio corazn o el propio ncleo. Cuando exhibimos coraje, demostramos el poder curativo de prestar atencin a lo que tiene corazn y sentido para nosotros.