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Cultura Chinchorro

La cultura Chinchorro se desarrolló en la costa


sur del Perú y principalmente del norte de Chile,
aproximadamente entre los puertos de Ilo y
Antofagasta . Pese a su extrema aridez, esta zona
es sumamente rica en recursos marinos por efectos
de la fría corriente de Humboldt. Además, las
quebradas que llegan al mar, aportan agua dulce,
así como especies animales y vegetales para
diferentes necesidades de consumo. La
denominación Chinchorro deriva de la playa del
mismo nombre en Arica, Chile, donde se
encontraron por primera vez restos de esta cultura.
Un posible antecedente de esta cultura es
Acha, un sitio de más de 8 mil años de antigüedad
localizado en el valle de Azapa (Chile) que, aunque
no presenta este tipo de momificación, es
considerado como los inicios de la tradición
funeraria de Chinchorro. Chinchorro se relaciona
con la así llamada cultura del Anzuelo de Concha y
con Abtao, con la cual comparte algunos aspectos
tecnológicos, particularmente el arpón. En su última
etapa, hacia 2000 a.C., Chinchorro se entrelaza
con los grupos Quiani, quienes, tras una
simplificación de la momificación, pasarían a
constituirse en los herederos de esta cultura y su
longeva tradición.
Los chinchorros eran
pescadores, cazadores y
recolectores especializados
en la explotación de recursos
marinos, para lo cual idearon
un diverso conjunto de
herramientas. Resaltan el
anzuelo de espinas de cactus
y las puntas de arpón para
capturar distintas presas. A
partir de tumores encontrados
en los oídos de las momias
de esta época, se sabe que
buceaban a gran profundidad.
Pese a su fuerte orientación
marina, utilizaron también
especies vegetales terrestres
como alimento, así como para
confeccionar diversos
objetos.
El desarrollo artístico Chinchorro quedó
plasmado, casi exclusivamente, en el delicado
ajuar de las momias y en cierto sentido, en el
elaborado tratamiento que recibían los difuntos.
Contaban con turbantes de cuerdas de fibra vegetal
o animal torcidas, adornados con cuentas de
concha y malaquita, que cubrían la cabeza
deformada intencionalmente en vida . Los rostros
eran cubiertos por finas mascarillas de barro y los
cuerpos envueltos con elaborados textiles de fibra
animal y/o vegetal a modo de fajas y cordones.
Estos combinan distintos colores según la época,
primando los tonos crudos, ocres y terracotas.
Algunas momias presentan faldellines de totora.
Los cuerpos descansan sobre esteras de fibra
vegetal y sacos de piel animal. Muchas de las
momias eran acompañadas de estólicas, cuchillos,
arpones y otros instrumentos. A veces, también de
láminas de cobre nativo o natural que iban dentro
del conjunto funerario.
Momias Chinchorro
Estas poblaciones se
organizaban en bandas o grupos
pequeños de entre 30 y 50
personas aproximadamente, al
parecer emparentadas entre sí.
Seguramente existían diferencias
de roles entre los miembros
derivados de la experiencia y
capacidades. Se supone, por
ejemplo, que los especialistas en
la momificación, probablemente
ocupaban un lugar especial dentro
de la banda. Las bandas
formaban campamentos semi-
sedentarios en las caletas y
cursos bajos de las quebradas, en
algunos casos en una alta
concentración, como es el caso
de la quebrada de Camarones, al
sur de Arica.
La cultura Chinchorro es la primera
manifestación compleja de un culto a la muerte y a
los antepasados en la costa árida sudamericana.
Se manifiesta en el complicado proceso de
momificación que consistía en la extracción de los
músculos y las vísceras del difunto, los que eran
sustituidos por vegetales, plumas, trozos de cuero,
vellones de lana y otros materiales. Luego, el
cuerpo era cubierto con una capa de arcilla. Con
pelo humano confeccionaban una peluca que
colocaban en la cabeza . Este proceso pasó por
distintas etapas: al principio sólo se momificaba a
los recién nacidos y a los niños, utilizando colores
llamativos y acompañándolos con figurillas de
barro. En el clímax de la cultura, hacia 3000 a.C.,
se momificaban representantes de todos los
miembros de la sociedad y de todas las edades
(hombre, mujeres, niños, adultos y
ancianos), embadurnándolos con
pigmentos rojo, negro y café. Durante
el ocaso de esta cultura, sólo se
aplicaba mascarillas de barro. Al
parecer, las momias no se enterraban,
sino que eran instaladas de pie,
formando parte activa de los
campamentos, tal vez como una
marca territorial del linaje del grupo a
partir de un ancestro común. Además
de las momias, existían entierros
simples sin momificación. Estos son
de tipo múltiple, posiblemente familiar,
y se ubican en las terrazas superiores.
Los Changos
Hacia el año 10.000 A.C, la costa norte estaba
ocupada por grupos humanos que subsistían de la
caza y la recolección. Uno de ellos, que se ha
podido conocer mediante excavaciones
arqueológicas, es el pueblo de Chinchorro, en
Arica. Recolectaban y cazaban tanto en la costa
(los productos a los que podían acceder desde la
orilla del mar), como en el interior.
Hacia el 5.000 A.C comienzan a recorrer la
zona del litoral y con la aparición del anzuelo se
hacen pescadores. Ellos han dejado como rastro
grandes depósitos de conchas que son evidencia
de su larga ocupación en esta zona. Se trata de los
pueblos de los conchales también conocidos como
la cultura del Anzuelo de concha simple, por
encontrarse en estos depósitos anzuelos hechos
de concha.
Estos grupos humanos no desarrollaron sociedades
complejas, caracterizándose por ser nómades o semi-
nómades, con un desarrollo agrícola en pequeña
escala. Constituían unidades productoras y
consumidoras que fueron incorporando nuevos
elementos, como el intercambio de productos con los
pueblos del interior. Se sabe que hacia el 5000 A.C, y
tal vez antes, conocían la técnica de deshidratación
del pescado, que les permitía preservar este alimento,
pero no se sabe desde cuándo sería usado como
producto de intercambio.

Con su dominio sobre el ecosistema costero y por


influencia del contacto con los pueblos del interior,
estos grupos de pescadores comenzaron a desarrollar
sus primeras prácticas agrícolas, alfarería rústica y
técnicas para tejer en fibras vegetales y totora.
A la llegada de los españoles a Chile, estos "grupos de
pescadores" que habitaban el litoral costero de la zona
norte fueron denominados Changos (expresión genérica
dada por los españoles a estos grupos). Es posible que
hayan sido descendientes de los pueblos de los
conchales, o bien que fuesen grupos nuevos que se
superpusieron a los antiguos pueblos.
Sea uno u otro el origen, lo cierto es que no constituían
un grupo definido geográfica y culturalmente y que, con
el correr del tiempo, se asimilaron a la cultura extranjera,
desapareciendo como tal en el tiempo.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA

Los changos habitaron las caletas costeras de


la zona litoral del territorio de Chile, entre los ríos
Loa y Aconcagua.

ACTIVIDADES DE SUBSISTENCIA

Los changos se dedicaban a la pesca y caza


de animales marinos, existiendo un pequeño grado
de especialización en este oficio. Cuentan los
cronistas (véase cronista) que cada pescador
mataba el género de pescado a que se aficionaba y
no otro. Por ejemplo, había quienes se dedicaban a
matar lobos marinos que eran los mismos que
confeccionaban las balsas para su propio uso y
para intercambiar por otros productos.
Cazaban ballenas, cuando
se les presentaba la ocasión. En
el relato del misionero Vásquez
de Espinoza, recopilado por el
historiador H. Zapater, se
describe con todo detalle la caza
de una ballena varada por un
grupo de pescadores en Arica.
Señala que... el hombre... " se
llega a donde la ballena duerme.
Le dan un arponazo debajo del
ala (aleta) donde tiene el
corazón", la ballena "viéndose
herida se embravece dando
grandes bramidos... luego tira
hacia la mar hasta que se siente
cansada, y mortal;" entre tanto
la persona ... "se viene a tierra a
ojear ... a dónde viene a morir a
la costa, y así
Está en centinela hasta que le ve pasar". Allí va luego con
toda la parentela y amigos, quienes constituían su familia
extendida, que han estado mirando para el banquete.
Cuando éste comienza "la abren por un costado, donde
están comiendo unos dentro, y otros fuera, seis a ocho
días hasta que de hedor no pueden estar allí" (Aborígenes
Chilenos a través de Cronistas y Viajeros" H. Zapater,
p.117).
Los changos se sustentaban del pescado, mariscos y
horticultura. Pescaban atún, congrio, tollo, lisa, dorado,
armado, bagre, jurel y pulpo. Estos peces más los
mariscos y a la carne del lobo y la ballena, junto con el
aceite que ésta producía, constituían parte básica de su
dieta. No obstante ser el mar su principal fuente
alimenticia, aproximadamente hacia el primer milenio
obtenían, mediante el intercambio con habitantes
del interior, productos como el maíz y el fruto del
algarrobo, que completaban su alimentación.

Existió entre los pueblos pescadores una forma


de intercambio de productos con los viajeros
provenientes del interior. Esto los llevó a producir
no sólo para su subsistencia, sino también para
generar un excedente que favoreciera el
intercambio. Movidos por esto desarrollaron la
técnica del charquecillo, que era la deshidratación
del pescado. De esta manera intercambiaban
productos alimenticios y otros, como la lana
El principal medio de transporte de los changos
y objeto cultural por el que son más conocidos
actualmente, es su embarcación. Se trata de las
balsas de cuero de lobo marino, que les servían
para adentrarse en el mar y poder pescar y cazar
sus productos, en un sistema de pesca de orilla.
Fabricaban las balsas con el cuero de dos
lobos marinos que unían para formar dos grandes
odres. Empleando nervios de llama cosían
firmemente los cueros y calafateaban las junturas
con un betún, dejando en cada uno un pequeño
agujero con una tripa por donde soplaban para
inflar los odres. Un entablado sobre los cueros
inflados más unas paletas completaban la
embarcación.
Una de las características de las costumbres
marinas de los changos era que navegaban
apegados a la costa.
Reconstrucción Balsa de Chango
J. Pérez de Arce. Culturas de Chile
Prehispánico
ORGANIZACION SOCIAL

Los changos se agrupaban en bandas de cazadores-


recolectores, eran semisedentarios y tenían una organización
social muy simple. La familia se agrupaba en torno a un
antepasado en común. En ella cada miembro desempeñaba
su papel, siendo el más conocido el del hombre, que era la
pesca.
VIVIENDA

Para su vivienda los changos construían unos toldos de


planta circular de cuero de lobo marino. Para esto montaban
una estructura de troncos de quiscos (árbol) o de costillas de
ballena, sobre la cual disponían los cueros. Este toldo les
servía para protegerse del sol en el día y, al dormir, para
protegerse del rigor de la noche. Estos mismos cueros de
lobo marino eran los que les servían para cubrirse.

Se caracterizaron por tener un tipo de vivienda
móvil, con asentamientos semi-permanentes en
grupos o bandas de no más de 25 personas.

APARIENCIA FISICA

El tipo humano de los changos estaba


caracterizado por una estatura media en los
hombres de 1.60 metros y en las mujeres de 1.45
metros. El color de su piel era más bien oscuro.
Tenían el pelo negro y lacio. Su expectativa de vida
no superaba los 30 años.
UTENSILIOS

Como utensilios los changos usaban principalmente


arpones, que eran hechos de cobre (producto del
intercambio con los pueblos del interior) y de hueso de
camélidos. En el extremo del arpón amarraban un cordel de
cuero o soga que servía para sujetar la presa herida.
Dentro de los utensilios que los changos tenían para su vida
doméstica destacan unos recipientes de cuero de lobo
marino que servían, entre otras cosas, para poner grasa de
ballena, que al calor del sol se derretía y les servía de
bebida. Excavaciones en las zonas habitadas por los
changos han permitido encontrar otros utensilios, tales como
las pesas líticas, anzuelos de concha y de cactus, cestas y
mallas de fibra vegetal utilizadas en la pesca y arcos
pequeños hechos con cuerdas vegetales para la caza de
fauna marina.
En la zona habitada por los changos, cabe
destacar las evidencias de arte rupestre (norte grande),
con escenas de pesca de delfines o tollos en balsa de
cuero y de caza de tortugas.

CREENCIAS

Es muy poco lo que se sabe de las creencias de


los changos. Sin embargo, basándose en los restos
arqueológicos de sus sepulturas se evidencia que
creían en otra vida, puesto que enterraban a sus
muertos con instrumentos tales como redes, arpones, y
anzuelos que les debían servir en su nueva existencia.
Las primeras evidencias se encuentran en la cultura del
Chinchorro (8000 - 2000 A.C) de
quienes, posiblemente, heredaron los changos
tradiciones culturales tales como la momificación.
Todo lo que se refiere a sus creencias
religiosas, según los restos arqueológicos
encontrados en las cuevas de Camarones y otras
de la IV región, giraba en torno al mar.

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