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svc (epg 213 Pte Psicologia Clinica en la Posmodernidad: Perspectivas Desde el Construccionismo Social Clinical Psychology in Postmodernity: Viewpoints from Social Constructionism Juan M, Molinari Universidad Nacional de Mar det Plata El proptsto de ese aniculoes analiza el efecto de erica posmodera sche ls Fundamentos del psicologa inca Se defnen los supestos bisics por los que ha avanzada la psicologia clinica dela moderadad: les elatos 0 meforas score de a naturaera humana que, en las postimeras el sis XIX, surge acompanandoe acimieno de a dsp fa psiclégic, Es examinadalainflaenca que bre extorsupestosbsicos ene el debate episiemolégico inaugurado por la posmodernida, El marco epstemolopico que suteta desarrollo de esos temas es el constcionismo social, Por dtimo, y a modo de conlusén, se mencionan algunas icas dentro dela picologa clinica en las cules parece jusicado esperar progresivas medifeaiones. ‘he aim of tis pape is oanalyze the consequences of the postmodern cris on he grounds of nical psychology “The basic assumptions of modem clinical psychology are traced: the relates or metaphors about human nature thst «enclose th arising psychological csipline, om the latest nineteen century. Theinueneof he posamodem epistemological ‘bate on these base assumption is examined, The frame of this discussion are the premises of socal eonstuctionism Finally some areas within clinial psychology in Which itis possibie to expect modifications are described, Desde sus origenes el conocimiento humano ha estado orientado al dominio del mundo, en su doble vertiente de produccién de un saber acerca de él y de construccidn de herramientas para su modifica- cidn. Asi, los antiguos griegos distingufan entre episteme o saber puro y techné o arte préctico; y también diferenciaban la theorein o contemplacién de Ia praxis o actividad dirigida al cambio. La cien- cia aspira a entender el mundo, mientras que la tec- nolog(a proporciona herramientas para modificar- Jo, Entre el saber puro y las herramientas de inter- venciGn que se le derivan se encuentra la ciencia aplicada, una suerte de puente que comunica ambos reinos (Bunge, 1999). ¥ aunque se ha puesto en duda el cardcter continuista y deductivo de estos dmbitos ciencia bésica, ciencia aplicada y tecnologia-, so- ‘bre todo en el campo de las ciencias sociales (Ibé- fiez & Iiguez, 1996), resulta claro que hay un hilo conductor que permite pensar en una cierta corres pondencia entre los rasgos de la realidad y las he- rramientas que se elaboran para intervenir en ella. En el campo disciplinar de la psicologia, el co- nocimiento de la mente humana ha dado lugar al Juan M, Molina, Facultad de Psicologia [Lacomespondencarelaiva este andcuo dcber ser dirgida ator, Funes 330, 1600) Mar del Plata Fono: 0223-475. 2266. E-mail: molnari@educ st surgimiento de tecnologias cuyo propositoes la mo- dificacién de la conduca, entendida éstaen sentido lato, Sabemos, ademiés, ue las teoras psicol6gicas bisicas y aplicadas y las psicotecnologias no son entcleguiasajenas a su nicho social. Son influidas porla dindmica de a sociedad en la cul fueron crea- das, y afectadas por un conjunto de factores extra- cienifficos: Ie cultura, la economia, la politica. En sintess, las teoras psicoldgicas y las psicotecnolo- ‘fas son hijas de la historia (Vilanova, 19954). Asf, fen el curso de la historia dela psicologfa se han su- cedido diferentes moos de comprender ese objeto complejo que es el hombre, Lapsicologta ha produ- cido -de acuerdo a distntas weltanschaungen- di ferentes modelos de hombre, los que a su vez han alimentado lacreacin de diferentes psicotecnolo: sia La epistemologta no es la excepei6n a la regla, xyaque la manera en que se entiende el proceso de ‘construccién del conocimicnto cientiico se encue tra afectada por variables epocales. Desde posturas continustas yacumulativas hasta posiciones ruptu- risias; desde quienes adscriben al realismo hasta quienes sostionen tsi idealistas; desde postulacio- nes de la verdad como corespondencia hasta afir- rmaciones del cardter intersubjetivo y pragmatico Ge los asertos cientificos, la epistemologia ha pre- 4 ‘MOLINARI senciado una serie de enfrentamientos que necesa- riamente inciden en el modo en que los cientificos hacen ciencia, Tanto més en disciplinas como la psi cologia, que en diversas latitudes ha mostrado una escucha particularmente receptiva del debate epis temol6gico. Los modos de construir teorias psico- l6gicas, los supuestos bésicos acerca de la natural za bumana que fundamentan las teorfas psicol6gi- ‘cas, y las herramientas para modificar Ia conducta apoyadas en aquellos supuestos bisicos y teorfas, entonces, han sufrido y sufren periddicamente pro: Tundos cambios relacionados con diversos factores, cientificos y extracientificos. E] momento actual, ademés, es féril en cuestio- ‘namientos sobre la ciencia psicoldgica. El embate posmodemo ha atacado todo aquello investido eon el aura de lo indubitable, En Ia arena de la ciencia psicol6gica, también ha problematizado certeras re lativas a la naturaleza humana, las maneras de in- Air sobre ella y las consecuencias de todo esto en la sociedad y 1a cultura, El tema que me interesa tratar en este articulo tiene que ver, justamente, con Ia maneraen que han sido cuestionadas algunas cer {ezas en la psicologia. En efecto, la epistemologia decufto posmodemo ha relefdo larelacién entre cien. cia y tecnologia, y ha afladido una visién eritica del ‘ol social y politico de estas actividades a una nove- ddosa definicién de las pretensiones de validez de dichos mbitos. Por otro lado, es esta misma episte ‘mologfa la que ha prestado especial atencién a las rafces sociales dela ciencia y latecnologfa, y la que ha afirmado con més premura su cardcter hist6rico. Por todo ello, resulta clara que la ciencia psicolégi- cca requiere una exégesis que atienda a estos dos t6- pcos. Y la requiere, en especial, en el ambiente de la psicologéa argentina, en el que el andlisis episte ‘molégico encuentra dificultades para plasmarse en ‘una reformulacién de ls lineas dircetrices de la dis- ciplina, y muchas veces queda confinado a un ejer- cicio especulativo y meramente verbalista(Vilano- va, 1994) En primer lugar, entonces, me intcresa definir las grandes avenidas por las que ha avanzado la psi cologta clinica dela modernidad: las metaforas acer cade la naturaleza humana que, en las postrimerias del siglo XIX, surgen acompaiiando el nacimiento de la disciplina psicol6gica, Delimitaré la tres gran- des tradiciones en psicologia clinica, y comentaré dos de sus supuestos epistemoldgicos basicos: la po sibilidad de definir la naturaleza humana y la posi bilidad de orientar la conducta de los pacientes en base a criterios terapéuticos. Procuraré, también, rescfiar brevemente las eriticas que se han dirigido ‘estas premisas. En segundo lugar, quisiera anali- zar la influencia que sobre estos supuestos bésicos ha tenido ~y tiene el debate epistemolégico inau- ‘gurado por la posmodernidad. Me acotaré en espe. ial aestos tres puntos: laeritica al esencialismo de los constructos psicol6gicos, la textualizacién de la psicoterapia, ylas implicancias axiolégicas y polit cas de la praxis psicoclinica, El marco epistemol gico que fundamentard el comentario de estos t mas seré el construccionismo social. Por tiltimo, y @ modo de conclusién, me gustaria mencionar algu- nas dreas dentro de Ia psicologfa clinica -aquellas ‘mas tocadas por la citada controversia, en las cuales parece justificado esperar progresivas modificacio El Influjo de la Modernidad: ‘Tres Tradiciones en Psicologia Clinica En la primera parte de sus Contribuciones a la sicologia clinica, Alberto Vilanova (1993) enumera Jas metéforas 0 imagenes que ~a lo largo de la histo- ria de la psicologia— han servido para aproximarse al estudio del hombre. En efecto, la complejidad de este objeto conduce a quienes lo estudian a plantear analogias que tornen familiar la cuestién de la con- ducta humana. Analogias de gran poder heuristico, ue equiparan al hombre con un animal, un organis- ‘mo, un nifio.o una méquina, y que aiin hoy subyacen en las teorizaciones acerca del psiquismo humano. ‘Todas ellas, en Gitima instancia, remiten a la dicoto- ‘mia naturaleza-cultura, y a la pregunta que histor camente ha motivado mds esfuerzos investigativos por parte de los psicdlogos: jes la construecién de ‘nuestro psiquismo un hecho sociocultural 0 natu- ral? Y estas metéforas no son creaciones fortuitas 0ca- suales. Se fundamentan en cuerpos te6rico-doctrinales due las anteceden, y que compaginan elementos pro- venientes de la filosofia. Estos cuerpos teérico- doctrinales que sustentan modelos o imagenes del hom- ‘bre constituyen verdaderas tradiciones, esto es, con: juntos de saberes més o menos sistematizados que con- Jjugan visiones cientificas y no cientficas de la natura- Jeza humana, Tradiciones, también, en el sentido gad- ameriano, ya que legitiman [a utilizacién y el sentido ddeun lenguaje acerca de! objeto ~en este caso, el hom- bre Gadamer, 1991) Disponemos de diversas sistematizaciones de estas tradiciones. Asi, en un sentido geopolitico de la psicologia, podemos distinguir una tradicién cen- PSICOLOGIA CLINICA ENLA POSMODERNIDAD 5 lro-europea contrapuesta a una anglo-americana (Vilanova, 1995p). Si atendemos a la filiaci6n pro- fesional de los protagonistas de Ia historia de la psi- cologia, podemos hablar de una tradicién médica y de una tradicién propiamente psicol6gica 0 acadé- mica, también contrapuestas (Vilanova, 1990, 1995c), Y si prestamos atencién a los antecedentes filoséficos de las tearfas psicol6gicas, estaremos en presencia de las tradiciones cientifico-natural, clt- nico-observacional, y fenomenolégico-existencial (Vilanova, 1993), Latradicién cientifico-natural es herederadirecta del empitismo inglés. Ambientalista y sensualista ‘como este diltimo, propugna un modelo de hombre pasivo y controlado por el entomo, y a quien puede estudiarse del mismo modo que se estudia alos or- ‘ganismos inferiores. En efecto, el método experi- ‘mental para el estudio de la conducta humana y la cextrapolacién al hombre de Ios hallazgos experimen: tales obtenidos con animales son dos rasgos tipicos de esta tradicidn, férreamente positivista en sus pre- ‘misas. De aqui surgen los diferentes conductismos, y -luego de extensas e intensas crisis paradigmat ‘cas~ la psicologia cognitiva (Poz0 Municio, 1994), Latradicién cient(fico-natural se superpone ala tra

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