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DISENO SISMICO DE EDIFICTIOS Enrique Bazan . Roberto Meli A LIMUSA NORIEGA EDITORES a Prdologo En 1985 salié al mercado el Manual de diseho Sismico de Edificios que habfamos elaborado en afios anteriores y que habia sido ya publicado por el Instituto de Ingenierfa en 1981. El propésito de ese libro era presentar los ele- mentos te6ricos basicos y los procedimientos de anilisis espectficos para la apli- cacién de los requisites de disefio s{smico contenidos en el Reglamento de ‘Construcciones del Distrito Federal que habfa entrado en vigor en 1977. Los sismos de 1985 y las consecuentes modificaciones de! Reglamento del Distrito Federal volvieron pronto obsoletas partes importantes de ese Manual e hicieron necesaria una actualizacién del material. Al comenzar este proceso, legamos répidamente a la decisién de que eran necesarios cambios radicales y, principalmente, era conveniente reducir el énfasis en los procedimientos y en los métodos de andlisi y prestar més atencién a los criterios y a las bases te6ri- cas. La raz6n de lo anterior es que actualmente ha perdido importancia la ha- bilidad para aplicar métodos refinados de anélisis porque el proceso ha sido transferido en su mayor parte a las computadoras, principalmente a través del uso de paquetesintegrados de e6mputo que realizan las etapas principales del pro- ceso de céleulo. Es ahora mas importante el conocimiento de las bases teéricas en que se fun- 4an los métodos y los sistemas automatizados de céleulo, para entender por qué se especifican determinados procedimientos ¢ interpretar adecuadamente los re- sultados de los célculos automatics. Por otra parte, se vuelve esencial contar con las bases para tomar las princi- pales decisiones del proceso de diseito, como son laeleccién de los materiales, de Jos sistemas estructurales y de los modelos analiticos representativos de la estrue- tura, los cuales serdn sémetidos al proceso formal de célculo. ‘Al concluir la revisiGn se leg6 a un texto que no guarda casi nada del que le sirvié como punto de partida, por lo que se decidi6 presentarlo como una obra diferente y, en particular, eliminar el término “Manual”, que ya no corresponde a su enfoque. El contenido mantiene cierta liga con el Reglamento de Construcciones para 1 Distrito Federal en lo relativo a la ilustracién de los conceptos y a los ejem- plos, pero se ha vuelto més general y més conceptual. 7 Prélogo El texto comienza con una introduccién que pretende dar una visién de con- junto de la problematica de los efectos sismicos en los edificios y de la manera de disefiar éstos para resistirlos. Los dos capitulos siguientes contienen los funda- ‘mentos te6ricos del andlisis de las estructuras y de su respuesta dindmica, asf como el planteamiento de los métodos de andlisis que utilizan los paquetes de cémputo para disefo sismico de edificios. El cuarto capitulo se dedica a la presentacién de las principales caracteristi- cas de los materiales, elementos y sistemas estructurales que influyen en el com- portamiento de los sismos. ‘A partir del capitulo 5 comienza la parte que se dedica a presentar las etapas principales det disefio sfsmico, En este capitulo se tratan los principios que con- dducen a definir el sistema estructural idéneo para los edificios y para identificar aquellos aspectos que pueden causar problemas de mal comportamiento. En los tres capitulos siguientes se tratan sucesivamente los métodos de diseiio sismico estitico y dinémico, y los requisitos de dimensionamiento y detallado para que las estructuras tengan el comportamiento sismico adecuado, Finalmente, el capi tulo 9 se refiere al cuidado de los elementos no estructurales de los edificios, ‘como los acabados, instalaciones y equipo. El texto ha sido preparado a partir de diversos escritos que los autores hemos venido desarrollando a lo largo de muchos afios, y que han servido de base para cursos, conferencias y articulos técnicos. En este proceso hemos contado con Ia participacién de un gran niimero de colaboradores, sobre todo estudiantes. Nos ha resultado imposible llevar una relacién de todos ellos, por lo que preferimos dar- Jes un agradecimiento general para no incurtir en inevitables omisiones. ‘No queremos, sin embargo, dejar de mencionar la destacada contribucién de Catherine Bazin, Gerardo Aguilar y Leonardo Flores en la preparaciGn de figuras en formato digital Enrique BAZAN Ropero Met aan EEEEEEEEEeememmmmmemmmmmmeeeeeeemmeeeeee et 1. INTRODUCCION A LA SISMOLOGIA Y ALA INGENIERIA SISMICA, 15 1.1. Sismologia y peligro sismico, 15 1.1.1 Causas y efectos de los sismos, 15 1.1.2 Movimientos sismicos del terreno, 17 1.1.3 Registros sismicos. Acelerogramas, 21 1.1.4 Peligro sismico, 23 1.1.5 Efectos locales y microzonificacién, 25 1.2 Efectos sismicos en los cedificios, 29 1.2.1 Caracteristicas de la accién sismica, 29 1.2.2 Respuesta de los edificios a la accién sfsmica, 30 1.2.3 Dafios estructurales més comunes, 33 1.3. Criterios de diseiio sismico, 37 1.3.1 Objetivos del disefo sismico, 37 1.3.2 Aspectos principales del disefio sismico, 40 1.3.3 Enfoques de disefio, 40 Contenido 1.4 Criterios de disefio sfsmico del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (RCD), 43 2. EDIFICIOS SUJETOS A FUERZAS LATERALES, 47 2.1 Método de rigideces, 47 2.1.1 Conceptos bisicos, 47 2.1.2 Elemento viga, 50 2.1.3 Elemento barra, 52 2.2 Marcos planos 2.2.1 Método directo de rigideces, 54 2.2.2 Método de Bowman, 60 2.2.3 Formulas de Wilbur, 62 2.24 Edificios de cortante, 65 2.3 Sistemas con muros, 67 2.3.1 Método de la columna ancha, 67 2.3.2 Método de MacLeod, 71 2.3.3 Marcos contraventeados, 73 2.3.4 Muros confinados por marcos, 73 2.3.5 Método del elemento finito, 76 24 Anélisis tridimensional, 78 2.4.1 Edificios con pisos rigidos en planta, 78 Contenido 2.4.2 Bjemplo, 82 2.4.3 Edificios con sistemas resistentes cortogonales, 84 2.5 Observaciones y comentarios, 89 2.5.1 Métodos aproximados para marcos, 90 2.5.2 Sistema con muros y contravientos, 92 2.5.3 Efectos no lineales, 94 2.5.4 Anilisis tridimensional con computadora, 95 3. CONCEPTOS DE DINAMICA ESTRUCTURAL, 99 3.1 Grados de libertad dinémicos, 99 32. Sistemas lineales de un grado de libertad, 100 3.2.1 Deseripcién y ecuacién de cequilibrio dinémico, 100 3.2.2 Vibraciones libres, 101 3.2.3 Respuesta a movimientos del terreno, 103 3.2.4 Anélisis paso a paso, método 8 de Newmark, 103 3.2.5 Espectro de respuesta elistico, 107 3.3. Sistemas lineales de varios grados de libertad sin torsion, 108 3.3.1 Ecuaciones de equilibrio dinémico, 108 3.3.2 Vibraciones libres no amortiguadas, 109 3.3.3 Frecuencias y modos de vibracin, 110 3.34 Bjemplo, 111 34 Céleulo numérico de modos y frecuencias de vibrar, 113 3.4.1 Método de Newmark, 113, 3.4.2 Método de Holzer, 115 3.4.3 Método de iteracién inversa, 117 3.8 Respuesta a temblores de sistemas sin torsién, 121 3.5.1 Andlisis modal, 121 3.5.2 Modes ortonormales, 123 3.5.3 Estructura tratada en ta seccin 33.4, 124 3.54 Edificio tratado en la seccién 24.3, 125 3.6 Anilisis dinémico tridimensional, 127 3.6.1 Ecuaciones de equilibrio dinémico, 127 3.6.2 Anélisis modal, 128 3.6.3 Edificio de un piso, 129 3.64 Edificio tratado en la seecién 2.4.3, 130 3.6.5 Andlisis paso a paso, 132 37 Sistemas suelo-estructura, 133 3.7.1 Ecuaciones de movimiento, 134 3.7.2 Estimacién aproximada de propiedades dinimicas, 137 3.7.3 Rigideces equivalentes del suelo, 139 38 Anélisis no lineal, 140 3.8.1 Bcuaciones de movimiento, 3.8.2 Solucién analitica, 141 3.8.3 Anilisis paso a paso, 142 3.8.4 Espectro de respuesta ineléstico, 143 141 3.9 Comentarios y observaciones, 144 4 PROPIEDADES DE MATERIALES Y SISTEMAS ESTRUCTURALES, 147 4.1 Aleance, 147 4.2 Caracteristicas de los edificios ‘que definen la respuesta a sismos, 147 4.2.1 Conceptos generales, 141 Contenido ll 4.2.2 Periodo natural de vibracién, 148 4.2.3 Amortiguamiento viscoso, 150 4.2.4 Comportamiento ineléstico, 151 4.3 Caracteristicas de los materiales, 153 4.3.1 Propiedades relevantes, 153, 43.2 Concreto, 153 433 Acero, 184 43.4 Mamposteri 43.5 Madera, 156 158 44 Comportamiento de los principales elementos estructurales, 157 4.4.1 Vigas y columnas de concreto reforzado, 157 4.4.2 Uniones de viga-columna de concreto reforzado, 159 4.4.3 Muros de conereto, 160 4.44 Vigas y columnas de acero estructural, 161 4.4.5 Conexiones viga-columna de cero, 162 4.4.6 Contravientos de acero, 4.4.7 Muros de mamposteria, 4.4.8 Paredes de madera, 165 163 164 4.5 Comportamiento de sistemas estructurales, 165 4.5.1 Respuesta no lineal de sistemas, 165 4.5.2 Medidas de la respuesta no lineal de sistemas, 166 4.5.3 Relacién entre ductilidad de un elemento y ductilidad de una seccién, 167 4.5.4 Relacién entre ductlidad de centrepiso y ductilidad de la secci6n critica, 168 4.5.5 Relacién entre ductitidad global de tun marco y ductilidad local de Ia secciGn eritica, 170 4.6 Propiedades mecénicas y ‘geomiétricas de los elementos estructurales para el anilisis de los edificios, 171 5. CRITERIOS DE ESTRUCTURACION DE EDIFICIOS, 175 5.1 Importancia de la configuracién estructural en el comportamiento sismico, 175 5.2 Caracteristicas relevantes del edificio para el comportamiento sismico, 176 5.2.1 Peso, 176 5.2.2 Forma del edificio en planta, 177 5.2.3 Forma del edificio en elevaci6n, 180 5.2.4 Separacién entre edificios. adyacentes, 181 5.3 Requisitos bésicos de estructuracién, 181 54 Requisitos especificos de estructuracién, 183 5.5 Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales bésicos, 187 5.5.1 Marcos rigidos, 187 188 188 5.5.2 Sistemas tipo cajén, 5.5.3 Marcos rigidizados, 5.54 Otros sistemas, 189 5.6 Sistemas de piso y techo. Diagramas horizontales, 192 5.7 Cimentaciones, 194 ANALISIS SISMICO ESTATICO, 199 6.1 Aspectos reglamentarios, 199 6.1.1 Métodos de andlisis, 199 Contenido 6.1.2 Coeficientes y espectros de diseiio sismico, 200 6.1.3 Aplicabilidad y procedimiento del andlisis sismico estético, 205 62. Valuacién de fuerzas sismicas sin cestimar el periodo fundamental del edificio, 208 6.2.1 Edificios sin apéndices, 205 6.2.2 Edificios con apéndices, 206 63 Valuacién de fuerzas sismicas cestimando el periodo fundamental del edificio, 210 63.1 Procedimiento, 210 6.3.2 Edificio tratado en la seccién 6241, 210 64. Distribucién de las fuerzas sismicas entre los elementos resistentes del edificio, 212 6.4.1 Entrepisos con sistemas resistentes ortogonales, 213 64.2 Ejemplo, 216 64.3 Célculo matricial de momentos torsionantes, 221 64.4 Ejemplo, 223 6.4.5 Distribucién matricial de fuerzas sismicas, 225 6.5 Método simplifieado de andlisis sismico, 226 6.5.1 Requisitos y descripcién, 227 65.2 Ejemplo, 227 6.6 Efectos de segundo orden y revisién de desplazamientos, 230 6.6.1 Requisitos reglamentarios, 231 6.6.2 Ejemplo, 231 6.7 Momentos de volteo, 232 68 Comentarios, 233 7. ANALISIS SISMICO DINAMICO, 237 7A. Aspectos reglamentarios, 237 7.1.1 Tipos de andlisis, 237 7.1.2 Requisitos generales, 238 7.2. Anélisis modal espectral, 238 7.2.1 Bspecttos de disefio, 239 7.2.2 Requisites, 240 713 Estructuras de varios grados de libertad sin torsi6n, 241 7.3.1 Andlisis modal de la respuesta estructural a un temblor, 241 7.3.2. Combinacin de respuestas ‘modales maximas, 242 ructura tratada en la seccién 33.4, 244 133 7.4. Anilisis en dos dimensiones y efectos de torsién, 247 7.4.1 Enfoque de andlisis, 247 7.42 Ejemplo, 247 75 At 252 js modal tridimensional, 7.5.1 Descripcién, 252 75:2 Bai 252 7.5.3 Consideraciones para disefio, 255 7.54 Edificio de varios pisos, 256 io de un piso, 7.6 Tépicos adicionales, 264 7.6.1 Analisis paso a paso, 264 7.6.2 Sistemas suelo estructura, 265 7.6.3 Periodos cercanos y efectos bidireccionales, 268 8, DIMENSIONAMIENTO Y DETALLADO DE LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES, 271 8.1 Aspectos generales, 271 Contenido 8.2 Kstructuras de conereto reforzado, 272 8.2.1 Introduccién, 272 8.2.2 Materiales, 272 8.2.3 Requisitos para vigas, 273 8.2.4 Requisitos para columnas, 279 8.2.5 Uniones viga-columna, 285 8.2.6 Requisitos para losas planas, 287 8.2.7 Requisitos para muros, 289 8.3 Requisitos para estructuras de acero, 292 8.3.1 Conceptos generales, 292 83.2 Material, 292 8.3.3 Requisitos para vigas, 293 8.3.4 Requisitos para columnas, 295 8.3.5 Requisitos para uniones viga- columna, 296 13 8.3.6 Elementos de contraviento, 296 8.4. Estructuras de mamposteria, 297 8.4.1 Consideraciones generales, 297 8.4.2 Mamposteria confinada, 297 reforzada, 299 8.4.3 Mampost 9, ELEMENTOS NO ESTRUCTURALES, 303 9.1 Conceptos generales, 303 9.2 Métodos de disefio, 304 9.3. Detalles para aislar elementos arquitecténicos, 306 9.4. Equipo e instalaciones, 312 BIBLIOGRAFIA, 313 Capitulo 1 rr Introduccion a la sismologia y a la ingenieria sismica 1.1 SISMOLOGIA Y PELIGRO SiSMICO 1.1.1 Causas y efectos de los sismos Conviene comenzar con una breve exposicién sobre el origen y caracteristi- cas de los fenémenos sismicos para aclarar la razén de ser de los procedimientos de disefio que se van a tratar a lo largo de este trabajo. El lector que quiera pro- fundizar en estos temas debe recurtir a alguno de los muchos excelentes textos ue sobre esta materia se encuentran publicados. Se recomiendan especialmente Jos textos de Bolt (1987) y de Sauter (1990). Los sismos, terremotos o temblores de tierra, son vibraciones de la corteza terrestre, generadas por distintos fenémenos, como la actividad voleénica, la cafda de techos de cavernas subterrineas y hasta por explosiones. Sin embar- 20, los sismos més severos y los més importantes desde el punto de vista de la ingenierfa, son los de origen tect6nico, que se deben a desplazamientos brus- 0s de las grandes placas en que esté subdividida dicha corteza. Las presiones jue se generan en la corteza por Ios flujos de magma desde el interior de la tierra llegan a vencer la friccién que mantiene en contacto los bordes de las placas y producen cafdas de esfuerzos y energia almacenada en la roca. La energia se libera principalmente en forma de ondas vibratorias que se propagan a grandes distancias a través de la roca de la corteza, Es esta vibracién de la corteza terrestre la que pone en peligro las edifica- ciones que sobre ella se desplantan, al ser éstas solictadas por el movimiento de su base, Por los movintientos vibratorios de las masas de los edificios, se gene~ ran fuerzas de inercia que inducen esfuerzos importantes en los elementos de la estructura y que pueden conducirla ala falla ‘Ademés de la vibracién, hay otros efectos s{smicos que pueden afectar alas estructuras, principalmente los relacionados con fallas del terreno, como son Jos fenémenos de licuacién, de deslizamiento de laderas y de aberturas de grie- tas en el suelo, No se tratardn aquf estos fenémenos que corresponden a con- iciones muy particulares de subsuelo que requieren estudios especializados. Introduccién a la sismologia y a ta Ingenieria sismica 16 Bia Thc Psa Ocenia Zone fasta fa JL Contac LLU Figura 1.1. Movimiento de placas y generacién de sismos. Mecanismo de subduccién. SYA F rey fate Placa de San Andeés Pips 5 eat oan ‘ ,Canit 3 ks Cocos i tek Y . ‘yg racer tthe 2 segue nas Me Zonas de emer de magina ——* Movimients de paeas "Zonas deeaision Figura 1.2 Mapa que muestra la relacién entre las principales placas tecténicas y la localizacién de los epicentros de tetremotos y de los voleanes (de Bol, 1987). Sismologia y peligro sismico La figura 1.1 muestra de manera muy esquemética las principales caracteris- icas de este fentémeno tect6nico. El sismo se genera por el corrimiento de cierta rea de contacto entre placas. Se identifica un punto, generalmente subterranco, ue se denomina foco 0 hipocentro, donde se considera se inici6 el movimiento; su proyeccién sobre la superficie de la tierra se le llama epicentro, ‘Aunque précticamente toda la corteza terrestre esté afectada por fallas geol6gi- cas, se ha observado que la actividad sismica se concentra en algunas zonas donde Jos movimientos a lo largo de estas fallas son particularmente severos y frecuentes. Una visiGn global de la distribucién espacial de los grandes sismos se muestra en la figura 1.2, de la que se aprecia cémo éstos se presentan principal, pero no exclu- sivamente, en los bordes de las grandes placas tecténicas. La zona donde se libera la mayor parte de la energia sismica es un gran arco, conocido como Cinturén Circumpacifico, un tramo del cual esté constituido por la zona de subduccién entre la placa de Cocos y la placa de Norteamérica en la costa del Pacifico de México. La figura 1.3 muestra en mayor dealle la localizaciGn de los epicentros de los sismos registrados en México durante cierto periodo. Se aprecia que, con mucho, Ja actividad se concentra en la zona de subduccién antes mencionada, pero que se presentan también fenémenos significativos en algunas otras reas. Destacan los de Baja California Norte, los de Sonora y del Istmo de Tehuantepec. 1.1.2 Movimientos sismicos del terreno La energfa liberada por un sismo se propaga desde la zona de ruptura, mediante diversos tipos de ondas que hacen vibrar la corteza terrestre. Se identifican on- das de cuerpo que viajan a grandes distancias a través de roca y ondas super Ciales que se deben a reflexiones y refracciones de las ondas de cuerpo, cuando éstas llegan a la superficie o una interfase entre estratos. Las ondas de cuerpo se dividen en ondas P, también lamadas principales o de dilatacién, y en ondas S, secundarias 0 de cortante. En las ondas P las particulas de la corteza experi- ‘mentan un movimiento paralelo a la direccién de la propagaciGn. En las ondas S las particulas se mueven transversalmente a la direccién de propagacién. 17 Figura 1.3 Epicentros de sis- ‘mos ocurrides en México en 1998 (Servicio Sismot6gico Na- cional) 18 Introduccién a la sismologia y a la ingenieria sismica ACELERACION (gals) 0 is 20 2s 30 Tempors) Figura 1.4 Registro de acelera- ciones de un sismo en la Es- tacién No. 1, Acapulco, México, el 9 de enero de 1992, obtenido fen el CENAPRED (Tiempo de arribo de las ondas Py S, y determinacién de distancia epi: central. Las ondas de cuerpo se propagan a grandes distancias y su amplitud se atenda poco a poco. La velocidad de propagacién de las ondas P es mayor que la de las S, por lo que a medida que nos alejamos del epicentro crece la diferencia de tiem po de llegada de los dos tipos de trenes de ondas. Como se aprecia en la figu- ra 14 esta diferencia de tiempo se emplea para determinar la distancia entre el cpicentro y alguna estacién sismol6gica donde se haya registrado el movimiento del terreno y, por tanto, sirve de base para la localizacién del epicentro. Las ondas $ producen un movimiento del terreno més intenso y de caracterst- cas més dafinas para las edificaciones que las ondas P. Por la complejidad de los ‘mecanismos de ruptura y por la irregularidad de las formaciones geolégicas por las 4ue Viajan las ondas y por las miltipls refracciones y reflexiones que sufren durante su recorrido, el movimiento del terreno en un sitio dado es muy complejo ¢ irregular Para medir el tamafio de los sismos se utiliza la magnitud. Lo que se preten- de cuamtificar es la energia liberada por el temblor y su potencial destructive global, de manera semejante a lo que se hace con las bombas. La escala de ‘magnitud mds comin es la de Richter (mds propiamente llamada magnitud local 'M,), que se basa en la amplitud de un registro en condiciones esténdar. Sin embar- {g0, debemos tener presente que esta escala fue propuesta para temblores en California, empleando un sismégrafo particular. Para medir eventos en otras z0- nas sismicas, que pueden ser mas grandes y lejanos, varios autores han propuesto escalas basadas en registros de diversos tipos de ondas, siendo las més populares Ja magnitud de ondas superficiales M,, y la de ondas de cuerpo m, Las escalas mencionadas se limitan, no obstante, a temblores de ciertas ca- racteristicas y se saturan, es decir, dejan de crecer cuando alcanzan valores alrededor de 8 aunque la destructividad del temblor siga aumentando. Por estas razones, los sismélogos han desarrollado una medida mis directa de la energta ‘Sismologia y peligro sismico disipada por un sismo denominada momento sismico Mo, el cual ¢s el producto de la rigidez.a cortante de la corteza tertestre por el érea de ruptura y por el des- lizamiento de la falla que genera el temblor. Asf definido, M, tiene, de hecho, unidades de energia. Para relacionar el momento sismico con las escalas con- vencionales de magnitud, Hanks y Kanamori (1979) han definido una nueva escala con la formula: M = 2(log M,V3 - 10.7 donde el logaritmo se toma en base 10 y My esté dada en dinas-cm. 'M (también denotada con M,.) se llama magnitud de momento sfsmico y esté ¢ganando aceptacién como una escala universal, ya que es adecuada para medir eventos muy grandes y sin basarse exclusivamente en ningun tipo de ondas. Se hhan publicado tablas y grificas que permiten relacionar M con otros tipos de magnitud (véase, por ejemplo, Nui y Hermann, 1982) La titima ecuacién refleja que la magnitud es una funcién lineal del logarit- ‘mo de la energfa liberada (medida por M,), de modo que un incremento de un grado en M corresponde a un evento que libera 32 (=10") veces més energ(a. Por ello, 1a determinacién precisa de la magnitud, digamos con errores de un <écimo, es muy importante para determinar la destructvidad de un temblor,par- ticularmente en estudios de riesgo sfsmico. Sismos de magnitudes menores de 3 son sismos instrumentales que dificil- ‘mente perciben las personas. Sismos de magnitud menor que 5 rara ver. legan a producir dato, excepto cuando son muy superficiales y s6lo muy cerca del epi centro, Sismos de magnitud entre 5 y 7 afectan zonas relativamente pequefias y ccaen en la definicin genérica de sismos de magnitud intermedia, A medida que umenta la magnitud crecen la zona afectada y la violencia del movimiento del terreno. Los grandes sismos son de magnitud Superior a 7.0 no existe un Ifmite superior tedrico de la escala de Richtcr. Los sismos de mayor magnitud que se han estudiado legan a cerca de 9 en dicha escala. Del punto de vista de ingenierfa no interesa tanto a magnitud del sismo como sus efectos en los sitios donde existen o se van a construir las edifica- ciones. Esto se refiere a la severidad de la sacudida sismica que se experimenta en un sitio dado, A esta caracteristica de los sismos se le lama intensidad, y es claro que un mismo sismo, aunque tiene una sola magnitud, tendré diferentes intensidades, segin el sitio donde se registre. En general la intensidad decrece a medida que nos alejamos de la zona epicentral, y para una misma distancia epi- central, son mas intensos los sismos de mayor magnitud. “Tampoco para la intensidad existe una escala universalmente aceptada. Las esealas més precisas son las de tipo instrumental, que definen, por ejemplo, la intensidad en funcidn de la aceleraciGn méxima del terreno en el sitio de interés. Sin embargo, por la imposibilidad de contar con instrumentos colocados preci- samente en los diferentes sitios donde interesa conocer Ia intensidad, se prefiere recurrir a escalas de tipo mas cualitativo que se basan en la severidad de los daitos producidos, en la violencia con que es sentido por las personas y en cam- bios producidos en la superficie del terreno, La escala de intensidades més usada ¢s la de Mercalli Modificada, una de cuyas versiones més recientes se reproduce en el cuadro 1.1. Se asignan intensidades entre I y XII. Intensidades de TV 0 enores no corresponden a dafo estructural y una intensidad de X corresponde 4 una destruccién generalizada. La mayor debilidad de la escala de Mercalli es 19 Introduccién a Ia sismologia y a la Ingenieria sismica Cuadro 1.1. Escala de intensidad Mereali Modificada (MM). uM vi vu vin [No es sentido por las personas, registrado por Jos instrumentos sismograticos. Sentido s6lo por pocas personas en repos. especialmente en los pisos superiores,abjetos suspendidos pueden osclar. Sentido en el iterior de las edifcaciones es pecialmente en pisos superiors, pero machos pueden no reconacerlo como temblor,vibrae in semejante a a producida por el paso de un vebfculoliviano, objetos suspendidos oscilan Odjetos suspendidos oscilan_visiblemente, vibraci6n semejante al prodcida por el paso ddeun vehiculo pesado, vehiculos estacionados se bambolean, cristaleria y vidrios suenan, puertas y paredes de madera eryjen Sentido aun en el exterior de los ediicios, permite estimar la direcckin de las ondas, per sonas dormidas se despierian, el contenido liquide de recipientes y tangues es perturbado Y se puede derramar, objetas inestables son esplazados, las puertas giran y se abren 0 cierran,relojes de péndulo se paran. Sentido por todas las personas. muchos suften pinico y corten hacia el exterior, se tiene cificultad en caminar establemente, Vidrios y vajilla se quiebran libros y objetos son lanzados de los anaqucles y estantes, los uebles son desplazados 0 voleados, el revogue y enlucido de mortero de baja cali dad y mamposteria tipo D se fisuran, cam- Peanas peque'ias tafen. Se tiene dificultad en mantenerse parado, pereibido por los conductores de vehiculos en marcha, muebles se rompen, dais y colapso de mamposteria tipo D, algunas gritas en rmamposterfa tipo C, las chimeneas se frac: turan a nivel de hecho, cafda del revogue de rmortero leas, comisas y parapetos sin an je, algunas gretas en mampostria de calidad ‘media, campanas grandes taien, ondas en cembalses y depésitos de agua La conduccién de vehiculos se dfculta, da- fos de consideracin y colapso parcial de mam- posteria tipo C, alin dafio en mamposteri tipo By algin dafio en mamposteta tipo A: ‘cafda del revoque de moriero y de algunas pa redes de mampostefa, caida de chimeneas de fabricas, monumentos y tangues elevados, al Grado Xl Descripcion _Bunas amas de Arboles se quiebea, cambio en €lMyjo o temperatura de pozos de gus, gic: tas en terreno himedo y en taludes inclinades. Pico general, construcciones de mamposte ra tipo D totalmente destuidas,dafio severo y ‘un colapso de mampostria tipo C, dafio de consideracién en mamposteria tipo B, dao a fundaciones, dafos y colapso de estructuras saporicadas, datos en ensambles y depésitos de agua, uprura de tuberfa cerrada,grietassig- nificaivasvisibles en el terreno, [La mayorfa de las construcciones de mam- posterfa_y a base de pérticos destruidas,al- unas construcciones de madera de buena calidad datiadas, puentes destridos, dato se- vero a represas, diques y terraplenes, grandes — a onpresnes ot Zonal 3<1-<20m Zonal, H> 20m Figura 1.13 Zonificacién del Distito Federal, sag el tipo de suelo pr Figura 1.14 Fuerza de inercia generada por la vibracién de la estructura. Figura 1.15 Modelo de un sis- tema de un grado de libertad. Figura 1.16 Flujo de fuerzas en la estructura debido a la vi- bracién. Introducci6n a la sismologia y a ta ingenieria sismica ma* ct wt ue 5 id roe Figura 1.19 Relacién carga- doformacién de una estructura, |La ductilidad es una propiedad muy importante en una estructura que debe re- sistir efectos sfsmicos, ya que elimina la posibilidad de una falla stbita de tipo frégil yy, ademés, pone en juego una fuente adicional de amortiguamiento. Volveremos a ‘ocupamos repetidamente de esta propiedad en este capitulo y en los siguientes. El comportamiento no lineal esté asociado a dafio, inicialmente slo en los. elementos no estructurales y después también en la estructura misma. Evidencias del comportamiento no lineal, y del dafio, son agrietamientos, desprendimientos, pandeos locales, y deformaciones residuales de la estructura. La deseripeién mas simple que se puede dar del comportamiento no lineal de tuna estructura es mediante la relacién que priva entre la carga lateral total apli- cada (fuerza cortante en la base) y el desplazamiento de la punta del edificio. La figura 1.19 muestra formas t{picas de esta relacién para una estructura simple. Una corresponde a una estructura con ductilidad considerable y la otra a una de comportamiento frégil. En las curvas se distinguen puntos en los que la rigidez ‘cambiarfa drésticamente y que corresponden a cambios importantes de compor- tamiento, como la iniciacién del agrictamiento de la estructura, la primera fluen- cia de un elemento estructural, y la pérdida de capacidad de carga que marca el inicio del colapso, Estos puntos pueden asociarse a estados limite del compor- tamiento estructural. En el primero puede considerarse que se rebasan las cond ciones deseables de servicio de Ia construccién, en el segundo se llega a daiio ‘estructural significativo y en el tercero ocurte el colapso. El comportamiento ilustrado en la figura 1.19 es muy esquemético; cada ma- terial y sistema estructural presenta variaciones en su respuesta que dan lugar a diferencias tanto en las cargas como a las deformaciones que se requieren para alcanzar los distintos estados limite. Una parte importante del disci sismico consiste en proporcionar a la estructura, ademds de la resistencia necesaria, Ia ‘capacidad de deformacién que permita la mayor ductilidad posible. Las recomen- daciones a este respecto se describen en el capitulo 8. ara ilustrar el efecto del comportamiento inelistico en la respuesta sismica, Ja figura 1.20 muestra la historia de desplazamientos de tres sistemas de un grado de libertad ante un mismo movimiento de la base, correspondiente a un sismo severo. Los tres sistemas tienen el mismo periodo de vibracién y el mismo por- centaje de amortiguamicnto. El primero posce suficiente resistencia para so- portar el sismo manteniéndose en su intervalo de comportamiento lineal. El segundo tiene la mitad de esa resistencia y el tercero la cuarta parte, pero estos dos iltimos poseen suficiente capacidad de deformacién para que la respuesta se ‘mantenga dentro de la zona de fluencia sin llegar al colapso, con un tipo de com- Efectos sismicos en los edificios portamiento que se denomina elastopléstico. Las historias de desplazamientos de la figura 1.20 resultan parecidas en lo general y, en particular, el desplazamiento maximo de los tres sistemas es muy similar ‘Trataremos mas formalmente el tema de la respuesta ineléstica en el capitu- 13, pero del ejemplo mostrado puede inferirse que es posible dar a una estruc- tura una seguridad adecuada contra el colapso, con una resistencia clevada aunque no se cuente con mucha ductilidad, 0 con una resistencia mucho menor siempre que se proporcione amplia capacidad de deformacién inelistica (ductil dad). De esta segunda manera se aprovecha el amortiguamiento ineléstico para disipar una parte sustancial de la energia introducida por el sismo. Los pros y con- tras de las dos opciones se comentardn més adclante. 1.2.3 Dafios estructurales mas comunes El factor que més ha influido en el establecimiento de la préctica actual del dise- fio sismorresistente de edificios, ha sido la experiencia que se ha derivado del comportamiento observado de los diferentes tipos de estructuras que han sufrido sismos severos. La identificacién de las caracterfsticas que han dado lugar a fa- lias (0 por el contrario a buen comportamiento) y el andlisis de los tipos de datios, ¥¥ de sus causas han contribuido en forma decisiva al entendimiento del compor- tamiento sfsmico de las estructuras. Existe abundante literatura sobre este tema y los principales sismos han sido objeto de estudios detallados para explicar el desempefio observado de las estruc- turas. Las lecciones tienden a repetirse en estos eventos y dejan establecidos algunos patrones consistentes. No se pretende aqui hacer una resefia exhaustiva de los tipos de falla, sino destacar un pequefio mimero de aspectos fundamentales, a través de algunos ejemplos ilustrativos relacionados con los tipos mas comunes de estructuras para edificios modernos. La causa mas frecuente de colapso de los edificios es la insuficiente resisten- cia a carga lateral de los elementos verticales de soporte de la estructura (colum- nas 0 muros). Como se ilustré en forma esquemética en la figura 1.16, el flujo de 33 Figura 1.20 Respuesta eldstica inelistica de sistemas de un gra- do de libertad Sistema de un grado se iberad Perodo = 10 seg ‘Amortguamieno de 5% ‘Acclerograma del sso Efectos sismicos en los edificios portamiento que se denomina elastopléstico. Las historias de desplazamientos de Ja figura 1.20 resultan parecidas en lo general y, en particular, el desplazamiento méximo de los tres sistemas es muy similar. ‘Trataremos mas formalmente el tema de la respuesta ineléstica en el capitu- lo 3, pero del ejemplo mostrado puede inferirse que es posible dar a una estruc- tura una seguridad adecuada contra el colapso, con una resistencia elevada aunque no se cuente con mucha ductilidad, 0 con una resistencia mucho menor siempre que se proporcione amplia capacidad de deformacién ineléstica (ductili dad). De esta segunda manera se aprovecha el amortiguamiento inelistico para disipar una parte sustancial de la energia introducida por el sismo. Los pros y con- ‘ras de las dos opciones se comentarn més adelante. 1.2.3 Daiios estructurales mas comunes El factor que més ha influido en el establecimiento de la préctica actual del dise- fio sismorresistente de edificios, ha sido la experiencia que se ha derivado del comportamiento observado de los diferentes tipos de estructuras que han sufrido sismos severos. La identificacién de las caracteristicas que han dado lugar a fa- las (0 por el contrario a buen comportamiento) y el andlisis de los tipos de dafios y de sus causas han contribuido en forma decisiva al entendimiento del compor- tamiento sfsmico de las estructuras Existe abundante literatura sobre este tema y los principales sismos han sido objeto de estudios detallados para explicar el desempefio observado de las estruc- turas. Las lecciones tienden a repetirse en estos eventos y dejan establecidos algunos patrones consistentes. No se pretende aqui hacer una resefia exhaustiva de los tipos de falla, sino destacar un pequeito nimero de aspectos fundamentales, a través de algunos ejemplos ilustrativos relacionados con los tipos mas comunes de estructuras para edificios modemos. La causa mds frecuente de colapso de los edificios es la insuficiente resisten- cia a carga lateral de los elementos verticales de soporte de la estructura (colum- nas 0 muros). Como se ilustré en forma esquemtica en la figura 1.16, el flujo de Sistema de un grado se libertad Relaciones carga-defommacin + 3 Figura 1.20 Respuesta eldstica inclistica de sistemas de un gra do de libertad. ‘Acclerograma dl sismo bya 3 660m Modelo 1 bu Modelo 2 21m Aue 422 cm Modelo 3 Historia de desplazamentos de lor tes modelos Figura 1.21 Colapso de un edi- ficio por falla de columnas. Figura 1.22 Falla de columna con escaso refuerzo transversal Introduccién a la sismologia y ala ingenieria sismica las fuerzas de inercia desde las partes superiores hacia la wentacidn, genera fuerzas cortantes erecientes hacia los pisos inferiores de la estructura las cuales deben ser resisti- das por los elementos verticales. Un requisito baésico para tuna adecuada resistencia a sismo es laexistencia de un érea transversal de muros 0 columnas suficiente para resist ddichas cortantes. La figura 1.21 muestra uno de los miiti- ples casos de colapso de un edificio por falla por cortante de sus columnas. Para un correcto comportamiento sismico, la resisten- cia noes el tinico factor importante, La capacidad de defor- ‘macién, o la ductilidad, es una propiedad que puede salvar un edificio del colapso. El detallado de las secciones para evitar una falla frégil y proporcionar capacidad de defor- macién es un aspecto basico del disefio. La figura 1.22 muestra la falla de una columna de conereto con una ‘cuantia y distribucién de refuerzo totalmente inadecua- dos, particularmente en lo referente al refuerzo transver- sal (estribos). La mayoria de las fallas observadas en estructuras de concreto estén ligadas a un pobre detallado del refuerzo Las conexiones entre los elementos estructurales que tienen la funcién de resistir las fuerzas sfsmicas son zonas criticas para la estabilidad de la construccién, Se presentan en ellas con frecuencia concentraciones ele- vadas y condiciones complejas de esfuerzos, que han dado lugar a numerosos casos de falla, Particularmente ‘rfticas son las conexiones entre muros y losas en estruc- turas a base de paneles, y entre vigas y columnas en estructuras de marcos. La figura 1.23 muestra un ejem- Efectos sismicos en los edifcios 35 plo de falla de una conexin viga-columna de concreto. Las fallas en las conexiones son generalmente de tipo frégil, por lo que deben protegerse estas zonas con par- ticular cuidado, Un ejemplo dramatico de falla de conexién se tiene en edificios de losas planas (apoyados directamente sobre columnas, sin vigas). Por los esfuerzos cortantes elevados en la losa alrededor de la columna puede ocurrir una falla de punzonamiento que deja sin apoyo los sistemas de piso y da lugar aun colapso total de los pisos que dejan paradas s6l0 las columnas, como en la figura 1.24, La liga de la estructura con su cimentacién y la de ésta enel suelo son aspectos fundamentals para la estabilidad del edificio. Los casos de volteo de un edificio por efectos sfsmicos son escasos, pero pueden ocurrir en estructuras esbeltas. La figura 1.25 muestra un edificio que se voltes arrancando los pilotes del suelo en que estaban hincados. La configuracién inadecuada del sistema estructural produce una respuesta desfavorable de la estructura © un flujo de fuerzas que genera concentraciones de esfuerzos Y posibles fllas locales. El caso de la figura 1.26 muestra vigas fuertemente excéntricas con respecto al eje de co- lumnas y que transmiten fuerzas cortantes y momentos tor- sionantes elevados en la viga transversal sobre la que se apoyan. El problema que dio lugar a la falla de este edi- ficio se explica en mayor detalle en la seccién 5.4. Por otra parte, la asimetria en la distribucién en planta de los elementos resistentes causa una vibracién torsional de la estructura y genera fuerzas elevadas en algunos elemen- tos de Ia periferia, Numerosos son los casos de fallas, al Figura 1.23 Falla por escasez de anclaje del refuerzo de la ‘columna en su conexién con ol sistema de piso, Figura 1.24 Falla de un edifcio a base de losas planas por punzonamiento de losa, Introduccién a la sismologia y ala ingenierfa sismica Figura 1.25 Volteo de un edi. {icio por falla de cimentacién, Figura 1.26 Falla de columna por efecto de cortante y torsién roducida por excentricidad de la viga longitudinal menos parcialmente imputables a la torsién, como el que se muestra en la figu- ra 1.27, Una situacién frecuentemente ignorada, pero que ha dado lugar a dafios se- veros en edificios construidos sobre los suelos blandos del valle de México, es el golpeo entre edificios adyacentes que vibran de manera diferente y entre los ‘cuales no se ha dejado una separacién suficiente. La figura 1.28 muestra un caso particularmente grave de este tipo de daft. Citerios de disefo sismico La imteraccién entre elementos supuestamente no estructurales como los muros divisorios de mampos- terfa y las columnas de marcos de concreto produce concentraciones de fuerzas cortantes en los extremos, libres de columnas (columnas cortas 0 cautivas) que tienden a fallar por cortante en forma frdgil, como en el caso de la figura 1.29. Finalmente, el disefio sismico no debe limitarse a la proteccién de la estructura contra el colapso, sino debe cuidar también que, por lo menos ante sismos modera- dos, no se presenten datios en los elementos no estruc- turales como los elementos divisorios o de fachada, los, recubrimientos, los equipos e instalaciones. La figu- de dafios que son la causa del mayor niimero de pérdidas econdmicas debidas los sismos, sobre todo en los paises més desarrollados.. ‘Ao largo de los siguientes capitulos se tratarén de establecer los principios y los procedimientos que se deben seguir en el diserio de los edificios para evitar la ‘currencia de dafios como los mostrados en el pequefio ‘grupo de ejemplos aqui presentados. 1.3 CRITERIOS DE DISENO SISMICO 1.3.1 Objetivos del disefio sismico El disefio de las estructuras para resistir sismos difiere del que se realiza para el efecto de otras acciones. Las Figura 1.27 Dafo en edificio por vibracién torsional. Figura 1.28 Falla dobida a golpeo entre ediicios adya- centes. 38 Figura 1.29 Falla por cortanto fen columna corta, Figura 1.30 Dafios en elementos de fachada por mo- vimientos laterales excesivos del edificio. Introduccién a la sismologia y ala ingenieria sismica razones son diversas. Lo peculiar del problema sismico no estriba s6lo en la complejidad de la respuesta estructural a los efectos dindmicos de los sismos, sino sobre todo, se de- riva de lo poco predecible que es el fendmeno y de las intensidades extraordinarias que pueden alcanzar sus efec- tos, asociado a que la probabilidad de que se presenten dichas intensidades en la vida esperada de la estructura es muy pequefia. Por lo anterior, mientras que en el disefio para otras acciones se pretende que el comportamiento de la estruc~ tura permanezca dentro de su intervalo lineal y sin dafo, aun para los méximos valores que pueden aleanzar las fuerzas actuantes, en el disefio s{smico se reconoce que no es econémicamente viable disefiar las edificaciones en general, para que se mantengan dentro de su compor- tamiento lineal ante el sismo de disefio, El problema se plantea en forma rigurosa como uno de ‘optimacién, en que debe equilibrarse la inversién que es razonable hacer en la seguridad de la estructura con la probabilidad del dafto que puede ocurrit. La mayoria de los reglamentos modemos de disefio sfsmico establecen como objetivos, por una parte, evitar el colapso, pero aceptar datio, ante un sismo excepcional- mente severo que se pueda presentar en 1a vida de la estructura; y, por otra, evitar dafios de cualquier tipo ante sismos moderados que tengan una probabilidad significa tiva de presentarse en ese lapso. Estos objetivos pueden plantearse de manera més for mal en términos de los estados mite siguientes: Criterios de diseho sismico 4a) Estado limite de servicio, para el cual no se exceden deformaciones que ocasionen pénico a los ocupantes, interferencia con el funcio- namiento de equipos ¢ instalaciones, ni dafios en elementos no estruc- turales. 1b) Estado limite de integridad estructural, para el cual se puede presentar dafio no estructural y dafio estructural menor, como agrietamiento en es- tructuras de concreto, pero no se alcanza la capacidad de carga de los ele- ‘mentos estructurales, ©) Estado limite de supervivencia, para el cual puede haber dafio estructural significativo, y hasta en ocasiones més alld de lo econémicamente repara- ble, pero se mantiene la estabilidad general de la estructura y se evita el colapso, En términos generales, pueden establecerse como objetivos del disefio si i) Evitar que se exceda el estado limite de servicio para sismos de intensi- dad moderada que pueden presentarse varias veces en la vida de la estructura ii) que el estado Ifmite de integridad estructural no se exceda para sismos severos que tienen una posibilidad significativa de presentarse en la Vida de la estructura; iii) el estado limite de supervivencia no debe excederse ni para sismos extraordinarios que tengan una muy pequefia probabilidad de ocu- Estas probabilidades pueden manejarse en términos de periodos de retomo: la tabla 1.1 muestra un esquema de este planteamiento ¢ incluye periodos de re- tomo considerados eptables para cada uno de los tres casos. Los reglamentos en general, no establecen métodos explicitos para alcanzar estos objetivos, que estrictamente requerirfan de andlisis para tres niveles de sismos; tratan de cumplirlos de manera indirecta mediante un conjunto de re~ quisitos que supuestamente lleven a ello. Tabla 1.1 Estados limite para disefo sismico, Estado Intonsidad Periodo de lite sismica retomno, afios Servicio Moderada 20-90 Integridad estructural Severa 50-100 Supervivencia Extraordinaria 500-1000 3 Introducci6n a la sismologi y ala ingenieria sismica 1.3.2 Aspectos principales del disefio sismico Los objetivos antes expuestos no se logran simplemente disefiando la estructura para que sea capaz de resist un conjunto de fuerzas laterales, aunue esto es par- te esencial del proceso. Debe darse a la estructura la habilidad de disipar de la manera més eficiente la energfa introducida por el movimiento del terreno, En ‘caso de sismos severos, es aceptable que buena parte de esta disipacién de energia, se realice con deformaciones ineldsticas que implican dafio, siempre que no se aleancen condiciones cercanas al colapso. El cumplimiento de los objetivos, en términos muy simplistas, implica que la ‘estructura posea una rigidez. adecuada para limitar sus desplazamientos laterales y para proporcionarle caracteristicas dindmicas que eviten amplificaciones exce- sivas de la vibraci6n; que posea resistencia a carga lateral suficiente para absorber Jas fuerzas de inercia inducidas por la vibracién; y que tenga alta capacidad de disipacién de energia mediante deformaciones inelisticas, lo que se logra pro- porciondndole ductilidad. ‘A grandes rasgos el disefio sismico de una estructura implica las siguientes tapas: @) La seleccién de un sistema estructural adecuado. El sistema estructural debe ser capaz de absorber y disipar la energfa introducida por el sismo sin que se geneten efectos particularmente desfavorables, como concen- ‘raciones 0 amplificaciones dinémicas. De la idoneidad del sistema adop- tado depende en gran parte el éxito del disefio. El capitulo 5 se dedica a ilustrar los criterios de estructuracién. b) El andlisis stsmico. Los reglamentos definen las acciones sfsmicas para las cuales debe calcularse la respuesta de la estructura y proporcionan métodos de anlisis de distinto grado de refinamiento. La atencién debe prestarse més a la determinacién del modelo analitico mas representativo de la estructura real, que al refinamiento del andlisis para el cual se cuen- ta actualmente con programas de computadora poderosos y féciles de usar, que simplifican notablemente el problema. ©) Eldimensionamiento de las secciones. Los métodos de dimensionamien- to de las secciones y elementos estructurales no difieren sustancialmente de los que se especifican para otros tipos de acciones, excepto para los métodos de disefio por capacidad que se mencionarén més adelante. d) Detallado de ta estructura. Para que las estructuras tengan un comporta- miento dictl es necesario detallar sus elementos y conexiones para propor- cionarles gran capacidad de deformacién antes del colapso. Los requisitos al respecto son particularmente severos en estructuras de concreto, en las, ‘que conducen a modificaciones sustanciales en las cuantias y distribuciones de refuerzo, con respecto a la préctica convencional en zonas sismicas, EI capitulo 8 ilustra los requisitos de detallado para las estructuras de con- creto, acero y mamposterfa. 1.3.3 Enfoques de disefio ara cumplir estrictamente con los objetivos del disefio sfsmico expuestos en las. secciones anteriores, deberian realizarse tres diferentes anélisis: uno para un sis- Griterios de disefo sismico mo moderado en el que se revisarian las condiciones de servicio, considerando un modelo de comportamiento elgstico-lineal; otro para revisar que no se exceda la resistencia de las secciones criticas (estado limite de integridad estructural) ante un sismo severo, usando un modelo eldstico lineal pero con propiedades correspondientes a niveles de esfuerzos elevados;finalmente, un andlisis en que se revisaria la seguridad contra un mecanismo de colapso para un sismo de inten sidad extraordinaria, Este anslisis debe considerar comportamiento plastico (no lineal) de la estructura La secuencia de andlisis anterior resulta, obviamente, muy laboriosa y slo se cemplea para el diseRo de estructuras de excepcional importancia (como las insta- laciones nucleares). Los reglamentos de disefo de edificios tratan de cumplir con los objetivos establecidos, mediante una sola etapa de andlisis. Esto da lugar a simplificaciones drasticas y no siempre bien fundadas, que son motivo de con- troversia, ya que no queda claro cémo se deriva el método de andlisis, cuales son los objetivos y emo se justfican algunos valores bésicos de los parsmetros de diseto. El procedimiento adoptado por la mayoria de los e6digos actuales consiste esencialmente en un disefo eléstico con fuerzas reducidas. Se acepta que parte de la energia introducida en la estructura por cl sismo, se disipe por deforma- ciones ineldsticas y, por ello, las fuerzas que deben ser capaces de resistir las estructuras son menores que las que se introduciefan si su comportamiento fue- se eldstico-lineal. EI Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (RCDF) especitica un espectro de disefo de referencia para el disefio de estruc- turas que no pueden tener deformaciones inelésticas significativas, pero permite «que dichas fuerzas se reduzcan por un factor de comportamiento Q. que depende del tipo de estructura en funcisn de su capacidad de disipacién de energia inelis- tica, 0 de su ductilidad. Con estas fuerzas reducidas se analiza un modelo lineal de la estructura y se revisa que no se rebasen estados limite de resistencia de sus Para cumplir con el objetivo de evitar dafios no estructurales ante sismos moderados, el reglamento requiere que se mantengan los desplazamientos late rales del edificio dentro de limites admisibles. Se usan los desplazamientos que se calculan para el sismo de disefio y que por tanto, no corresponden a condi- ciones de servicio, y se comparan con desplazamientos admisibles que son muy superiores a los que ocasionan daflo no estructural, Por ejemplo, el RCDF acep- ta desplazamientos relativos de entrepiso de 0.006 y 0.012 veces Ia altura det mismo entrepiso, segiin el edificio tenga 0 no ligados a la estructura elementos frdgiles, Estas deformaciones son del orden de tres veces mayores que las que son suficientes para iniciar dafios en los elementos no estructurales. Por tanto, eso implica de manera gruesa, que s6lo se pretende evitar dafio no estructural para sismos del orden de un tercio de la intensidad del sismo de disefo. Por otra parte, el procedimiento de diseiio no incluye una revisién explicita de la seguridad ante el colapso (estado limite de supervivencia). Sélo se supone que, al obedecer ciertos requisitos de ductilidad, la estructura dispondré de capacidad de disipacién ineléstica de energia suficiente para evitar el colapso. Se ha ido difundiendo desde hace algunos aios un procedimiento de disefio sismico originado en Nueva Zelanda y llamado disefio por capacidad. El método pretende revisar explicitamente las condiciones que se presentan en la estructura en su etapa de comportamiento no lineal y garantizar que ésta tenga la capacidad de disipacién inelistica de energéa. 4 a CatyralSupereoctus Ps Zapata Tore 4) aque de esata, 4” weve 1) Foeezas actuate. oS €) Seecin transversal ‘dela pila Figura 1.31 Fuerzas de disefio fon la pla de un puente. Introduccién a la sismologia y a la ingenieria sismica En forma simplificada, se elige un mecanismo de comportamiento ineléstico de la estructura que garantice la ductilidad descada y se disefian las secciones cri- ticas de dicho mecanismo (aquellas donde se desea aparezcan articulaciones plés ticas) para las fuerzas que se generan en ellas segiin el sismo de disetio. Después se revisa el resto de las secciones para los diferentes estados Ifmite, con las fuer- zas que aparccen en ellas al formarse el mecanismo y aplicando un factor de se- guridad adicional para garantizar que no alcancen su capacidad cuando se forme el mecanismo. En forma parcial, se han adoptado estos principios para el disefo sfsmico de estructuras de concreto. El capitulo 8 incluye la ilustracién de los métodos de di- sefto de vigas y conexiones viga-columna de concreto especificados por el RCDE, con estas bases. ‘Un ejemplo simple para explicar el concepto de disefio por capacidad es el de tuna pila de un puente, como la mostrada en Ia figura 1.31. Los efectos sismicos se representan por una fuerza lateral F, en la punta de la pila y el peso de la super- estructura por una carga vertical W. El mecanismo de falla con mayor disipacién ineléstica de energfa es el que implica la apariciGn de una articulacién plastica por flexién en la base de la pila. Para evitar que se presenten modos de falla més frdgiles, como la de cortante en la pila o Ia falla de la cimentacién, conviene pro- ceder de la siguiente manera. 4) Obtenida la fuerza F de los requisitos reglamentarios, se disefia la pila por flexocompresién para el efecto combinado de la fuerza axial més el mo- mento en la base (M, = Fx A). +) Se determina el refuerzo de la seccién de la pila, cumpliendo con los re- Quisitos de refuerzo reglamentarios para zonas de alta ductilidad. ©) Se calcula el momento flexionante Mz que realmente resiste la secci6n erftica de la pila con el refuerzo que se ha proporcionado. El momento realmente resistido puede ser mayor que el de disefio M,, debido a que, por redondeo, el drea de acero que se coloca es generalmente mayor que 10 minimo necesario, o a que hay que obedecer cuantfas minimas del re~ glamento. 4) Se revisan los otros modos de falla, para las fuerzas que aparecen cuando actéa en la seccién critica un momento igual a o My, en que ces un fac- tor de seguridad mayor que la unidad. Asi por ejemplo, se disefia la columna para una fuerza cortante My H Ve y se disefa la cimentacién para el efecto combinado de la carga axial y del ‘momento o Mp, ‘No se emplean para estos casos (cortante en pila y fuerzas en la cimentacién) los valores que resultan del andlisis, sino las fuerzas (bastante mayores) que aparecen cuando se presenta el mecanismo de falla, multiplicadas por un factor de seguridad (se suele tomar 1.25). ‘Operando de esta manera se garantiza que la estructura en caso de sobrepasar su intervalo de comportamiento lineal, lo hard en la forma que permite Ia maxi- ‘ma capacidad de rotacién. Las secciones de fluencia elegidas actuarén como Criterios de disefio sismico det RODF fusibles impidiendo que se introduzcan en las estructuras fuerzas que puedan pro- ducir otros modos de falla mas desfavorables. 1.4 CRITERIOS DE DISENO SISMICO DEL REGLAMENTO DE CONSTRUCCIONES PARA EL DISTRITO FEDERAL (RCDF) Se presentarén aqut, en sus aspectos esenciales, los crterios de disco sismico del RCDF en su versién de 1993. Este Reglamento no tiene modificaciones rele- vantes en Io relativo a disefo sfsmico, con respecto a la versiGn que fue promul- ¢gada en 1987. ‘Como en sus versiones anteriores, el cuerpo principal del Reglamento incluye solamente requisitos de carécter general. Métodos y prescripciones particulares estin contenidos en las Normas Técnicas para Disefio Sismico (NTDS). Ademés, requisitos especiticos para el disefio sfsmico de los principales materiales estruc- turales se encuentran en las Normas Técnicas para Disefio y Construccién de Extructuras de Conereto, Metilicas, de Mamposteria y de Madera, respectiva- mente, Los métodos especificos de diseflo se describirén con cierto detalle en los capftulos 6 y 7. En orden de refinamiento estos métodos son el simplifieado, el estatico y los dinémicos. Como indice de la accisn sismica de disefio se emplea el coeficiente sismico, , que representa el coeficiente de cortante basal, el cual define la fuerza cortante horizontal V,, que actia en la base del edificio, como una fraccién del peso total del mismo, W. Y, Ww El coeficiente sismico también sirve de base para la construccién de los espectros de disefio. Este coeficiente varfa en funcién del tipo de suelo y de la importancia de la construccién. El suelo de la ciudad se divide en las tres zonas principales identificadas como I I IIL 0 de Lomas, de Transicién y de Lago (ver figura 1.13). Una parte de las zonas ILy III se denomina zona IV, y para ésta existen algunas limitaciones en la aplicacién de métodos de disefio que incluyen los efectos de interaccién suelo-estructura, ‘Considerando que es mayor la seguridad que se requiere para construcciones en que las consecuencias de la falla son particularmente graves o para aquellas que es vital que permanezcan funcionando después de un evento sismico impor- tante, se especifica que el coeficiente sismico se multiplique por 1.5 para disefiar las estructuras de construcciones como estadios, hospitales y auditorios, subesta- ciones eléctricas y telefnicas (es decir, las clasificadas dentro del grupo A). Los coeficientes sismicos sirven para construir los espectros de aceleraciones de disefio que se emplean para andlisis dindmicos. De hecho representan cotas superiores de dichos espectros que corresponden a su parte plana. Para el andtisis estético puede emplearse el coeficiente sismico c, 0 un coeficiente reducido segiin el valor del periodo fundamental con reglas que se mencionardn més ade- lante, Los especttos asf construidos son “eldsticos”, y sirven para determinar las fucrzas laterales para las que hay que disefar una estructura que no tenga una Introduccién a la sismologia y a la ingenieria sismica ¢ ax0s, . Fou t Figura 1.32 Combinacién det ‘efecto sismico en dos direc- clones. Figura 1.33 Vibracién de un tedificio incluyendo efectos de torsién, capacidad significativa de deformarse fuera de su intervalo eléstico lineal. Se admiten reducciones en las ordenadas espectrales. Estén definidas por un factor @ que toma valores entre 1.0 y 4.0, segtin el tipo de estructuracién y los detalles de dimensionamiento que se hayan adoptado en la estructura. Los valores especificados para el coeficiente sfsmico y para el factor Q se describen en el capitulo 6, junto con los requisitos que deben satisfacerse para adoptar cada valor de Q. Estos requisitos son muy generales y deben ir apareja- dos a la observancia de otros més especificos de sistemas constructivos y mate- Fiales particulares. Debe revisarse la estructura para la accién de dos componentes horizontales ‘ortogonales del movimiento del terreno, Se consideraré actuando simulténea- mente el valor de disefio de un componente més 30 por ciento del valor de disefio del componente ortogonal (figura 1.32). Ha sido costumbre considerar que la accién sfsmica se ejerce en forma independiente en cada direccién, o sea, revisar el efecto de la accién sismica de disefio en una de las direcciones principales de Ja estructura, considerando que las fuerzas sismicas son nulas en cualquier otra direccién. La estructura puede presentar ademés, movimientos de rotacién en cada masa (figura 1.33) y un modelo més completo debe incluir ese grado deli bertad mediante resortes de torsién en cada piso. La importancia de las rotaciones y la magnitud de las soticitaciones que por este efecto se inducen en la estructura, dependen de la distribucién en planta de las masas y de las rigideces laterales. Desde un punto de vista de equilibrio, la fuerza actuante por sismo en cada piso esté situada en el centro de masa, mientras que la fuerza resistente lo esté en el centro de torsién, o sea, donde se ubica la resultante de las fuerzas laterales que Marco 2) Panta 2) Configuracion deformads. Criterios de disofo sfsmico de! RCDF resiste cada uno de los elementos. Si entre esos dos puntos existe una excentrici- dad, la accién en cada entrepiso estaré constituida por una fuerza cortante mas un ‘momento torsionante cuyo efecto debe tomarse en cuenta en el disefio. Cuando no se lleve a cabo un anélisis dinémico que incluya los efectos de torsi6n a través de Ta consideracién de un grado de libertad de rotaci6n en cada nivel, el efecto de la torsién se suele considerar de manera estética super- poniendo sus resultados a los de un andlisis estético dindmico, de los efectos de traslacién calculados de manera independiente. Debido al efecto dindmico de la vibracién, el momento torsionante que acta en cada entrepiso puede verse en general, amplificado y, por tanto, la excenttici- dad efectiva puede ser mayor que la calculada estéticamente. Por otra parte, el cdlculo del centro de torsién s6lo puede efectuarse con pobre aproximacién, porque la rigidez de cada elemento particular puede ser alterada por agrietamien- tos locales 0 por la contribucién de elementos no estructurales. Por las. dos rTazones expuestas, el RCDF especifica que el momento torsionante de disefio se determine con una excentricidad total que se calcularé como la més desfavo- rable de: = 15.40.16 6.12 016 donde e, es la calculada a partir de los valores te6ricos de los centros de masa y de cortante; el factor 1.5 cubre la amplificacién dinamica de la torsi6n; b es el lado del edificio en direccién normal a la del anélisis; se considera un error posi- ble en la determinacién de la excentricidad igual a 10 por ciento del ancho del edificio. La forma en que se debe considerar el efecto de la torsién en el andlisis sfs- tmico se describird en el capitulo 6. ‘Como se ha indicado anteriormente, el segundo objetivo bésico del disefo sismico, consistente en evi- tar dafios ante temblores moderados, se trata de cum- plir limitando los desplazamientos laterales de la aIL__JL_JL. “axe estructura El {ndice més importante para la determinacién de la magnitud de los posibles datios es la distorsi6n de entrepiso y, 0 sea, el desplazamiento relativo entre dos pisos sucesivos A, dividido entre la altura de entrepiso H (figura 1.34) Waal Hay que recordar que la ‘reduccién en el coeficiente s{smico por comportamiento inelistico es vélida para determinar las fuerzas para las que hay que diseftar la estructura, pero que las deformaciones que se presentarén en la estructura serén aproximadamente Q veces las que se han determinado con un anélisis eléstico bajo esas fuerzas reducidas. Por tanto, antes de compararlas con deformaciones admisibles, las deformaciones calculadas A,, deberin multiplicarse por Q. A=Q4, mp de 2 = Diente et np ‘oimisie = 0006 Ceo A Figura 1.34 Distorsiones de ‘entrepiso admisibles. sogin el ODF. 46 Introduccién a la sismologia y ala Ingenieria sismica ‘También debe tenerse en mente que el objetivo es limitar las deflexiones a valores que no causen dafios en elementos estructurales y no estructurales, no para el sismo de disefio sino para uno de mucho menor intensidad, Para poder cemplear los mismos resultados del andlisis ante el sismo de disefio, las distor- siones admisibles se multiplican en el RCDF por un factor del orden de tres con respecto a las que realmente se quieren controlar. Asi, se encuentra experimen- talmente que en muros de mamposteria y en recubrimientos frégiles de paredes divisorias se provocan agrietamientos cuando las distorsiones exceden de dos al rillar (0.002); el reglamento en cuestiGn exige se compare la distorsién calcula- da con un valor admisible: ay = 0.006 ‘cuando las deformaciones de Ia estructura pueden afectar elementos no estruc- turales frégiles (caso A en la figura 1.34). Por otra parte, cuando no existen elementos frégiles que pueden ser dafiados por el movimiento de la estructura 0 cuando éstos estén desligados de la estructura principal (caso B de la figura 1.34) se aumenta al doble la distorsién admisible: Vaan = 0.012 En este caso, el Kimite tiene como fin evitar que la edificacién resulte excesiva- mente flexible y se originen deformaciones que causen molestias y painico a los ‘ocupantes y que hagan que se vuelvan importantes los efectos de segundo orden. Los criterios aqui mencionados y los métodos de anélisis que se describirdn en los capitulos 6 y 7, se refieren esencialmente a edificios y estructuras en que In resistencia a cargas laterales es proporcionada por marcos, arriostrados 0 no, 0 rigidizados por muros. Otras estructuras como los muros de contencidn y los tan- ues, se comportan en forma radicalmente distinta y sus métodos de andlisis sfs- ico son diferentes y no se tratardn aqut Edificios sujetos a fuerzas laterales ‘Les reglamentos modemnos de disefio sfsmico, entre ellos el de México Distrito Federal, aceptan que el andlisis estructural ante cargas sfsmicas puede efectuarse considerando que las estructuras tienen comportamiento eldstico lineal. Aunque se reconoce que durante temblores severos los edificios pueden incursionar en comportamiento ineléstico, como veremos en capttulos posteriores, esto se toma en cuenta aplicando factores de reduccién a los resultados del anélisis eldstico. Varios textos presentan con detalle los métodos de anilisis de estructuras elésti- cas ante cargas estéticas (por ejemplo, Ghali y Neville, 1990 y Au y Christiano, 1987). En este capftulo se describen brevemente los métodos aproximados y exactos de anilisiselistico cuya aplicaciGn es préctica en antlisis ante cargas la- terales. Hemos tratado de incluir en cada caso ejemplos numérico ilustrativos y un resumen de las hipétesis de partida, a fin de permitir el juicio sobre 1a ap cabilidad a cada problema concreto. Se enfatizan los métodos matriciales y los simplificados, porque en la actualidad, cuando se requieren resultados exactos, se pueden emplear con facilidad procedimientos matrciales gracias a la difusin del uso de computadoras personales y estaciones de trabajo. Los métodos simplifica- dos son stiles en las etapas preliminares de andlisis y dimensionamiento y per- miten también verificar si no se han cometido errores graves al emplear métodos més precisos, pero mas complejos, en especial programas de computadora. En la préctica, la gran mayorfa de edificios se pueden representar como combinaciones de marcos y muros, a veces con diagonales rigidizantes. Por ello este capitulo se concentra en dichos sistemas estructurales. 2.1. METODO DE RIGIDECES 2.1.1 Conceptos basicos Aceptando la hipétesis de comportamiento eléstico lineal, se puede considerar ue los métodos matriciales son exactos para el andlisis de marcos y otros sis- temas estructurales. Estos procedimientos se han desarrollado extensamente en La matriz de rigideces de la columna K,, se obtiene efectuando la operacién aT K, a, es decir, ccon la ecuacién 2.3 considerando el indice @en vez de u. Si la columna es prismética, Ky esté dada por la expresién 2.5 y se llega a: 12h? 1h 6h —61h 122 122 6h 6th In| -6ih Gh 94 2) (27) 6h Gh 2 4 donde L se ha remplazado por h. 2.4.3 Elemento barra Las barras son elementos sujetos tnicamente a fuerzas de tension o compresién alo largo de su eje, como lo ilusta la figura 2.6a. Cuando la barra es de seccién ‘transversal constante, con area A y médulo de elasticidad E, el desplazamiento ‘originado por una fuerza, P, actuando en un extremo mientras el otro se mantiene fijo es 5= PL(EA). Si tal desplazamiento es el tnico grado de libertad, la matriz de rigideces tiene un solo término que es el valor de P correspondiente a 6= 1, entonces: Ks= (EAL Consideremos ahora como nuevos grados de libertad a los desplazamientos axiales wen ambos extremos (i= 1, 2 en la figura 2.6b). La relacién entre 5 {antiguo grado de libertad) y u, es: Método de rigideces res ofr} La matriz. a en la expresién 2.2 es entonces <1 +1>, y la transformaci6n 2.3 (a Ka), usando el sub- indice b para denotar a la nueva matriz de rigideces, nos da: ‘rnd seca ava an [: : Cuando una barra esté inclin respecto a la horizontal, conviene tomar como grados de ura 2.7 Grados de ibotad libertad los despazamients horizontals y vecales en los extremos, como se SW Say cu muestra en la figura 2.7. Esta vez los grados de libertad antiguos son los des- plazamientos a lo largo de la barra, que valen: m=, c0s B+ wy sen B t= vy 008 B+ uy sen Entonces la matriz.a tal que [e323] donde c = cos By s = sen , Usando la expresién 2: barra diagonal resulta: a matriz de rigideces de la tes ees cs Stes 8? K,=EAIL| -2 -cs ct es 29) ws -# cs 8 En forma més completa, los grados de libertad de una columna son seis, gue se obtienen afladiendo los dos desplazamientos verticales vs y ven Ia figura 2.5. Es normalmente aceptable considerar que los efectos de fuerzas axiales y momentos flexionantes estén desacoplados, es decir, se ignoran los momentos que Ia carga axial produce en la configuracién deformada de Ia columna. Entonces, las rigideces correspondientes a deformaciones por fle~ xidn (viga) se calculan independientemente de las referidas a carga a (barra) y podemos escribir: kK, 0 K.=| ork, donde K, y K, estén dadas por las expresiones 2.7 y 2.8, respectivamente, y O es tuna matriz de 4 X 2.cuyos elementos son todos nulos. La matriz K, es de 6 % 6 ¥ sus zeros reflejan el desacoplamiento mencionado. Figura 2.8 Simpliicacién del marco de la figura 2.2 Figura 2.9 Viga articulada en un extremo, Edificios sujetos a fuerzas laterales 2.2 MARCOS PLANOS 2.2.1 Método directo de rigideces EI método directo de rigideces es un procedimiento para obtener Ia matriz. de rigideces de una estructura a partir de las de sus componentes fundamentales. Si se trata de un marco, a partir de las matrices de rigideces de las vigas, columnas y diagonales que conforman el marco. Para ilustrar los pasos del método, con- sideremos el marco de la figura 2.2. Si se desprecian las deformaciones axiales de las vigas y columnas, os grados de libertad son solamente los seis primeros de los. 12 mostrados en Ia figura aludida; ademés, aprovechando Ia simetrfa del ‘marco y la antisimetrfa de las cargas, se puede reducir el problema a uno de cua- tro grados de libertad como se ilustra en la figura 2.8, la cual indica también los valores de los momentos de inereia de los diferentes elementos, En primer lugar, se obtiene la matriz de rigideces de las piezas aisladas (vigas ¥y columnas) que forman la estructura. Las vigas tienen los grados de libertad mostrados en Ia figura 2.9. Se pueden considerar explicitamente los giros en ambos extremos como grados de libertad; sin embargo, tomando en cuenta que el ‘momento flexionante en el extremo articulado es nulo, conviene referir la matriz, de rigideces solamente al giro del nudo en el que la viga se une a las columnas. Para este fin, de la expresién 2.6 escribimos: Ku + Ki = My Ky 8, + Kn =0 Marcos planos Despejando 6, de la segunda ecuacién y remplazando en Ia primera obte- rnemos: My = (Ky, — KK), De acuerdo con la definicién de coeficiente de rigidez, 0, = es el tnico grado de libertad, la matriz de rigideces es: y, como éste Ko= (Ky - K%/Kn)} (2.10) La titima operaci6n se denomina condensacién estdtica de grados de liber- tad, Si la viga es prismitica, empleando los coeficientes de la expresién 2.5 lle- amos a K,= (GEIL) Qu) Las columnas tienen los cuatro grados de libertad mostrados en la figura 2.5 ¥, como se ignoran las deformaciones axiales, sus matrices de rigideces estén dadas por K, en la expresiGn 2.7. Para cada pieza empleamos los momentos de inereia (fg = fp para las vigas, I, = 1, 0 fy para las columnas) y longitudes (L 0 h) ccorrespondientes. De acuerdo con los grados de libertad definidos en la figura 2.8, la matriz de rigideces global, K,, de Ia estructura completa es de 4 X 4, K se obtiene suman- do los términos de las matrices de rigideces de los elementos en los lugares que indique la correspondencia entre la numeracién de los grados de libertad globa- les de la estructura y las numeraciones locales de los elementos. En este ejem- plo, Ios ntimeros locales para la columna de segundo piso (figura 2.5) coinciden con los globales de la estructura completa (figura 2.8) y todos los coeficientes de K,, se suman directamente a K. Por otro lado, para la columna del primer piso, los ‘grados de libertad locales 1 y 3 de la figura 2.5 corresponden a los grados de lit emtad globales 2 y 4; por tanto, los coeficientes Ky, Ki, y Kyy de K, deben sumarse, respectivamente, en los lugares 22, 24 y 44 de K. Es innecesario utilizar los coeficientes restantes de K, porque corresponden a grados de libertad glo- bales (desplazamiento y giro del apoyo empotrado) que asumen valores nulos. El iro local de la viga del segundo piso corresponde al grado de libertad global 3 y, por consiguiente, el valor que arroje la expresién 2.1] se suma en el lugar 33 de K; similarmente, la rigidez de Ia viga del primer piso se suma en el lugar 44 de K. El resultado es: 12/8 121/61 FR ~61/P 120,+h YH 61/2 6l;-hy K-E AN /H +3h/L 2h simétrica (+H +31 JL ‘Supongamos, por sencillez, que L = 1.5H; como 1, = /, /, = 2/, nos queda: Eafcios sujetos a fuerzas laterales 56 12H? ADH? —61H ~61HH =1UH? 30H 6H 6H K=8Im| “6H OH 8 2 12 -6H HH 2 16 Las cargas son momentos y fuerzas aplicadas en los nudos, numerados en ‘concordancia con el orden de los grados de libertad. Asf, el vector de cargas F, resulta: A P ={ Fol] 0sp F=\m[=) 0 My 0 Los desplazamientos y giros, arreglados en el mismo orden, constituyen el vector de desplazamientos r: ny [g Fada nj [a Para conocer F tenemos que resolver K r = F, que en forma desarrollada, se scribe: DIE 120 —6iHH Gu _|-1p 36 6H IH BUN=\" "6H IH 82 “6H -6H 2 16 2.13) La solucién puede obtenerse por diversos métodos, pero conviene hacerlo definiendo las siguientes submatrices y vectores: ier -120n oH 6H ko an| te ae : nse“ rl relearn 4 % Kye= EUH| 2 16] + 8=Jaf ; 9=)0, P 0 P=)osp{ i %=)0 Con lo que la expresién 2.13 se convierte en: [Ee] {IG} Marcos planos. Hemos efectuado una partcién de la matric de rigideces global para distin- guir las partes correspondientes a los grados de libertad laterales. Ejecutando el producto del primer miembro ¢ igualando al segundo K58+ Ky 0=P 15) K1qy 6+ Ky 9=0 2.16) de la segunda expresién se obtiene: = = Ky Ki an y remplazando en 2.15 queda: (Ky Kyo K- (2.18) De nuevo hemos efectuado una condensacién estdtica. Esta vez su aplicacién condensa la matriz de rigideces de 4 X 4 en Ia de 2 X 2 siguiente: Kis = (Kis — Ky Kop Ky) (2.19) Nétese la similitud con la expresi6n 2.10. Ksg se denomina matric de rigi- deces lateral porque esté referida solamente a los desplazamientos laterales; el término Ky ¢5 la parte que en la matiz original corresponde a dichos desplaza- mientos y el resto incluye las modificaciones debidas a que los demas grados de libertad asumen valores diferentes de cero. En general, la matriz. de rigideces la- teral de un marco de m pisos es de tamafio n X n. La expresiGn 2.18 se ha con- vertido en: (matriz de rigideces lateral) x (desplazamientos laterales) = (cargas laterales) Enseguida se calcula K 4 ejecutando las oper sién 2.19, 1es matriciales de la expre- 14 Keys moze 8 “4 io=a019[-2_ 3] Kip K-55 K%yp veer) [1238] K4y= ENE? iat 3] = 18EU(31H) K%y = 12603149) [48 43] 58 Edificios sujetos a fuerzas laterales De las expresiones 2.18 y 2.19 deducimos que K*s5 [K*s5 1! Pes decir: { &} = siamesosen [22 7] [Soh 25 16} [0.sP, 8, = 84.5PHI(204ED = 0.41422 PHYVEL 8; = 33PHV(204ET) = 0.16176 PHPVEL P, por tanto 6 Conocido el vector 6, se puede calcular el vector @ con la expresién 2.17, notando que ya se ha efectuado el producto Ks,~!Kyo, al valuar Ks. El resul- tado es: a. 0.13971 PHYEI [3] = meeronen Ooe05 Pee Los elementos mecénicos de las vigas y columnas se calculan ahora como el producto de la matriz de rigideces local de la correspondiente pieza por los desplazamientos de sus extremos, todos conocidos. Para la viga del primer nivel la formula 2.11 da: = {3EI/L) = (3E)QN/(1.5H) = 4EUH El desplazamiento generalizado que corresponde es el giro 8,, entonces el ‘momento es: M = K, 6, = (4ENH)(0.19853 PHP/ED = 0.794 PH ‘La matriz.de rigideces local de la columna del primer piso se obtiene rem- plazando I. por 2I'y h por H en la expresién 2.7, lo cual arroja 24H? 24/2 12-121 24H QW 12H DH “10H 12H 8 4 -10H 12H 4 8 K, = EVH Recordemos que los grados de libertad locales 2 y 4 de esta columna (figu- 142.5) asumen valores nulos (apoyo empotrado) mientras que I y 3 corresponden a los grados de libertad globales 2 y 4. Entonces, los desplazamientos generali- zados en los extremos son: 8 0.16176 H 0 0 6, [ = PHIET) 0.19853 0 0 Multplicando K, por los desplazamientos obtenemos las fuerzas generali- zadas correspondientes (momentos M y fuerzas cortantes V). Se llega a: Marcos planos he) V, = 24 x 0.16176 P- 12 x 0.19853 P= 1.5P Vq = ~24 X 0.16176 P + 12 X 0.19853 P = -1.5P ‘My = ~12.X 0.16176 PH + 8 X 0.19853 PH = -0.35PH M, = ~12 X 0.16176 PH + 4 X 0.19853 PH = ~1.1SPH Se puede verificar facilmente que estos elementos mecdnicos estén en equi- librio. Vz y M, son las reacciones en Ia base, y la fuerza cortante vale 1.5 P, lo cual puede deducirse inspeccionando la estructura, La figura 2.10 presenta un marco de cuatro pisos y cuatro crujfas analizado Figura 2.10 Marco usado en con el método de rigideces con los resultados que muestra la figura 2.11. Se los ejemplos. 3 sr sr ® ® , ofr or or sont 4 si eee st = | ® © © ola ola ola ola si sr st sr I © ° © ® | @| 3751 fase @| seas | sans lars) ssernse | st 0 3 ye uerzs en tones y longitudes en metros 1=7500cu* B= 2000000 kplem? (© Rigiez(ineriatongitd) en tminos de Edificios sujetos a fuerzas laterales “Momentos flexionantes, en ton-m Desplazamientslterales, en em 66 Bre Tai Tr 2966 166) a6 19 fe an [3 10 has fy4as Tat] ar Hy 2.590 30 si 6a 3.58 216 sm 40 as 22 741 759 ‘530 Tee Tat aaep sme). 2086 S36 oor 102 nae So an 876 sas 18 3s betas 12.06 1237 1.76 aay Tare] ws] Tar] 1286 022 608 1693 1389 ey 450 1918 ase 1633 as ae olor te 000 | Figura 2.11 Momentos flexio- ‘nantes en el marco de la figura 2.10 sogin el método de rig deces. ignoraron las deformaciones axiales de los miembros, para que los resultados fuesen comparables a los de los métodos aproximados, que se presentardn pos- teriormente, 24 2 Método de Bowman Como resultado del estudio de un gran niimero de marcos en los que son despre- iables los efectos de deformacién axiales, resueltos por métodos exactos, ‘Bowman propuso un método aproximado de acuerdo con las siguientes hipétesis (Sutherland y Bowman, 1958): ‘Marcos planos 61 1. Los puntos de inflexién en las vigas exteriores se encuentran a 0.55 de su claro, a partir de su extremo exterior como se ilustra en la figura 2.12. En vvigas interiores, el punto de inflexién se encuentra en el centro del claro, ‘excepto en la crujfa central cuando el ngmero de crujfas es impar, o en las dos centrales si es par. En estas cru- fas la posicién de puntos de inflexién fn las vigas esté forzada por condi- ciones de simetria y equilibrio, 2. Los puntos de inflexién en las colum- nas del primer entrepiso se encuentran 1.0.60 de su altura, a partir de la base. En marcos de dos 0 més, tres 0 més, 0 ‘cuatro 0 més entrepisos, respectiva- ‘mente, los puntos de inflexién en las ccolumnas de los entrepisos ditimo, pe- niikimo y antepentitimo, respectiva- mente, se encuentran a 0.65, 0.60 y 0.55 de la altura correspondiente, a partir del extremo superior. En edi- ficios de cinco 0 més entrepisos, los puntos de inflexién en columnas para las cuales no se ha especificado la posicién se encuentran en el centro de su altura. Esto se resume en la figu- ra2.12. 3. La fuerza cortante total, V, de cada entrepiso se distribuye en la forma siguiente En el primer entrepiso, una fuerza cortante igual a V.=V (N-O.5)(N+1) se reparte directamente entre las columnas del entrepiso proporcional- mente a sus rigideces. La fuerza cor- tamte restante V, = V— V, se divide entre las crujfas proporcionalmente @ la rigidez de la viga que las limita en la parte superior. Luego, la mitad de la cortante de cada crujfa se asigna a sus dos columnas colindantes. Puntos de infexion osst . -—|, 05s ? 9 * e- . ° 050% $ yt ° - 050m ° 4 —_—+ aS a0 Figura 2.12 Localizacién de puntos de inflexién segin el método de Bowman, En pisos superiores, una fuerza cortante V_ = V(N~ 2)(N+1) se dis- tribuye directamente entre las columnas. La cortante V, centre las crujfas como se hizo para planta baja. V-V, se reparte En los parrafos anteriores N es el ntimero de crujfas en el entrepiso considera do. Una variante del método consiste en respetar los puntos 2 y 3, pero determinar Jos momentos en las vigas equilibrando en cada nudo la suma de momentos en los extremos de las columnas con momentos proporcionales a la rigidez angular natu- ral de cada viga. Edificios sujetos a fuerzas laterales 2 M=195 M=195 Mais Ma 198 fis yas P90 uF 195 260m v=3 220m gor ene 075 @—* 2aTSm ae vars gust 48s 360m M=210 wens ei weno] | ‘Nota: Taos os womentos en vias denen signa menos. Mometoe enon, contantes es tn Figura 2.13 Aplicacién del método de Bowman al marco de la figura 2.10. La figura 2.13 resume la aplicacin del método de Bowman al andlisis del marco dela figura 2.10, En a figura 2.14 se muestran algunos pasos itermedios, 2.2.3 Formulas de Wilbur La rigidez de entrepiso es la relacién entre la fuerza cortante absorbida por un ‘marco, muro © contraviento en un entrepiso y el desplazamiento horizontal rela- tivo entre los dos niveles que lo limitan. La rigidez asf definida no es indepen- diente del sistema de fuerzas laterales y para calcularla con rigor debe conocerse previamente tal sistema. En marcos ordinarios de edificios, el empleo de sistemas de cargas que no son estrictamente proporcionales al definitivo de anélisis, intro- duce errores de poca importancia y usualmente es aceptable calcular las rigideces Marcos planos. Diebocin de conan Primer enepiso v= 25100 oy $22 wise Mn Ge x3 SFr X16 = 64 Vn25-115=75 Wx 16 64=96 220 eo a Moments en tn-m 4nx24~ 989 an he= 1483 dows = 79 vag +79 11 4 partir de hipétesis simplificadoras sobre la forma del sistema de fuerzas la- terales. En muros, marcos con contravientos y sistemas similares es indispensable tener en cuenta la variacién de la carga lateral Las formulas de Wilbur se aplican a marcos regulares formados por piezas de momento de inercia constante en los que las deformaciones axiales son despre- ciables y las columnas tienen puntos de inflexién. La versién que aquf presenta- mos se basa en las siguientes hip6tesis: 1) los giros en todos los nudos de un nivel y de los dos niveles adyacentes son iguales, excepto en el nivel de desplante, en donde puede suponerse empotramiento 0 articulacién segin el caso; 2) las cor- tantes en los dos entrepisos adyacentes al de interés son iguales a la de éste. De aquf resultan las siguientes expresiones: + Para el primer entrepiso, suponiendo columnas empotradas en la cimentaci6n, Ry = 48 EMD yy); Dy = 4 YER y + (hy + AyMBK + EK/12) y suponiendo columnas articuladas en la cimentacién Figura 2.14 Operaciones para explicar algunos resultados de la figura 2.13. Euificios sujetos a fuerzas laterales 24 El(Dyh,); Dy = hf EKey + (2 hy + ty WEK,)). + Para el segundo entrepiso, columnas empotradas en la cimentacién Ry = 48 EMDzha); Dy = 4 hyEKez + (hy + My MBK,y + EK y/12) + (hy + Ay WEK,2) y para columnas articuladas en la cimentacién Ry = 48 El(Dzh); Dy = 4 hyfEK 2 + (2 hy + byVEKy + (hy + yCEKp). + Para entrepisos intermedios: Ry = 48 EX(Dy hy); Dy = 4 ty EK oq + yy + My VEKiy, + (ly + Hh WEK,,)- En las f6rmulas precedentes hemos definido: E __médulo de elasticidad. R, __tigidez del entrepiso en cuestién, Ky, rigidez (/L) de las vigas del nivel sobre el entrepiso n. K, _tigidez (W/L) de las columnas del entrepiso n. mn, 0. indices que identifican tres niveles consecutivos de abajo hacia arriba. in altura del entrepiso n. Para el entrepiso superior, si se acepta que la cortante del peniitimo piso es cl doble que Ia del iltimo, se encuentra que es aplicable la f6rmula para entre~ pisos intermedios, poniendo 2h,, en vez de hry y haciendo h, = 0. Loera (1964) presenta una deduccién de las frmulas y su ampliacién para el caso de vigas de seccién variable. ara el marco de Ia figura 2.10 tenemos E = 2000000 kg/em?, J = 7500 cmt, ‘h, = 600 cm, hy = 450 em, hy= 400 em, hg = 400 em y L = 400 em para todas las crujfas, entonces: EK, = (6.00 + 7.50 + 9.00 + 6.00 + 4.50)(7500/600) = 412.50 com> 3K,2=G375 44.5 + 5.625 + 3.375 +2.25)(7500450) = 318.75 cm? EK ,5 = (2.00 + 3.00 + 4.00 + 2.00)(7500/400) = 206.25 cm* EK 4 = (1.00 + 2.00 + 1.00)(7500/400) = 75.00 cm3 (5 +5 +5 +5)(7500/400) = 375.00 cm* (5 +5 +5 +5)(7500/400) = 375.00 cm> (5 +5 + 5)(7500/400) = (281.25 cm? EK = (5 + 5)(7500/400) = 187.50 cm} Usando las férmulas para columnas empotradas en la cimentacién, se ega Dy = 8.3831/om?; Ry = 48 X 2000000/(600 x D,) = 19086 ke/em 10.4780/em’%; Ry = 48 X 2000000/(450 x D,) = 20359 kglem 2.8687/em%; Ry = 48 X 2000000/(400 x D3) = 18650 kg/cm 7.7333/em%; Ry = 48 X 2000000/(400 x D,) = 8654 kg/em Marcos planos Las rigideces de entrepiso calculadas por este método se usan con frecuencia para distribuir la fuerzas cortantes en los entrepisos, donde interesan las rigideces relativas de un marco con respecto a otro. En el capitulo 6 se explicardn los pro- cedimientos de disefto que incluyen tales distribuciones de cortantes. Conocida la fuerza cortante V, se pueden emplear los valores de R para calcular desplazamien- tos de entrepiso 6, como cocientes VR, aunque la precisién del método para este fin no ha sido bien estudiada. No obstante, se puede proceder asf para una verifi- cacién del orden de magnitud de resultados de métodos mas precisos. Para el marco de la figura 2.10 se obtienen los siguientes desplazamientos de entrepiso, 5: V,= 3000kg; 3, = 3000/8654 = 0.347 om Va = 9000 kg; 8, = 9000/1865 = 0.483 cm V2 = 16000 kg; & = 16000/20359 = 0.786 em Vj, = 25000 kg; 8, = 25000719086 = 1.310 em ‘Acumulando los desplazamicntos relativos obtenemos los siguientes despla- zamientos totales (de abajo hacia arriba): 2.925, 2.578, 2,096 y 1.310 em, los cuales se comparan bastante bien con los resultados del método de rigideces mos- trados en la figura 2.11 2.2.4 Edificios de cortante Las columnas de un marco sujeto a cargas laterales tienen puntos de inflexién siempre y cuando la vigas sean lo suficientemente rigidas para imponerles 1a doble curvatura. Bajo estas circunstancias, se pueden calcular rigideces de en- trepiso con las fErmulas de 1a seccién previa, lo cual permite modelar el marco mediante una sucesién de resortes laterales, cada uno representando a un entre- piso, como lo ilustra la figura 2.15. Esta clase de marcos se denomina de cortante, Fay an Fun —| 2) Marco de conante +5) Models simples del marco. bem R y= Hsia igen de enti esplazarient lateral dlnivel) Fe © Grados de idea dl 4s enapieo, Figura 2.15 Modelo de un mar- co de cortante, Edificios sujotos a fuerzas laterales porque los desplazamientos de cada uno de sus entrepisos dependen de las fuer- zas cortantes (y no de los momentos) obrando sobre los mismos. Un edificio 0 estructura de cortante ¢s aquella consttuida por marcos de cortante. A continua- cin se derivan algunas propiedades de este tipo de marcos. Para los grados de libertad locales w, definidos en Ta figura 2.15e, la maiz. de tigideces local del i-ésimo resort se escribe: 14 a4 Cotejando los grados de libertad w de cada piso con los del marco completo, 1, que se indican en la figura 2.15b, aplicamos el método directo de rigideces y encontramos que la matriz de rigideces del marco es: (Ry + Ry) Rk 0 Ry (Rp +R) -Ry 0 “Ry Ry Los correspondientes vectores de desplazamientos y de fuerzas son: my F mh 5 Py=d Pp uy BR Definamos ahora como nuevos grados de libertad los desplazamientos rela- tivos de entrepiso v), que en términos de los desplazamientos totales se expresan: {3}- {223} La matriz.a que relaciona el vector de grados de libertad u con v, se deduce ‘como sigue: Segin la expresin 2.3, la matriz de rigideces referida a los desplazamientos relativos es K, = a K, a; efectuando los productos se llega a: Sistemas con muros YR 0 0 oR 0 0 OR Esto muestra que la matriz. de rigideces lateral de un marco de cortante es diagonal cuando se adoptan como grados de libertad los desplazamientos de entrepiso, siendo el elemento -ésimo de la diagonal la rigidez R,, del entrepiso EI nuevo vector de fuerzas es P, = a7 P, : Es decir, que las nuevas fuerzas generalizadas correspondientes son las cor- tantes de entrepiso. Al ser K, diagonal, la solucién del sistema de ecuaciones para calcular los desplazamientos de entrepiso es inmediata, y los mismos, como era de esperarse, son iguales a la cortante entre la rigidez de entrepiso respectiva. 2.3 SISTEMAS CON MUROS En muchos casos practicos, para dar a los edificios rigidez y resistencia suficiente ante cargas laterales, se recurre al uso de muros de concreto, normalmente com- binados con marcos (ver capitulo 5). Otras formas de rigidizar marcos son re- Ienarlos con muros de mamposterfa 0 colocar elementos diagonales de concreto reforzado o de acero, y son comunes también los edificios de altura moderada en los cuales los elementos resistentes son muros de mamposteria con distintos tipos de refuerzo, En esta seccién se describen métodos que sirven para analizar estos tipos de sistemas estructurales ante cargas laterales. 2.3.1. Método de la columna ancha ‘Aceptando la hip6tesis de comportamiento elfstico lineal, las deformaciones de ‘un muro ante cierto sistema de cargas en su plano deben calcularse con los méto- dos y teorfas de la elasticidad. Ademés de las propiedades elisticas del material (como médulos de elasticidad, de cortante y de Poisson), hay que tomar en cuen- ta la magnitud y distribucién de las cargas, la geometrfa del muro y la forma en que esté apoyado. Existen soluciones analitcas para ciertos casos sencillos (véase por ejemplo Timoshenko y Goodier, 1970) y los casos de geometrfa o condiciones de frontera complicadas se pueden tratar con el método del elemento finito, que se describe brevemente mas adelante, y que permite obtener soluciones numéti cas con la precisién que se desee (Zienkiewickz y Taylor, 1989 y 1991, Cook et al, 1989 y Livesley 1994) Figura 2.16 Comparacion en- tre resultados de los métodos de elementos finitos y de fa ‘columna ancha. Eadificios sujetos a fuerzas laterales 7 4 seslzanieno del an bei con | AP edn decent fon = despeaninta dl pet fabio con ye eeepc a om ' sort 4 . we} 5 —5— is oF i % 09) 5 | ova} | ont Sin embargo, para muros empotrados en su base y sujetos a una carga lateral fen su extremo superior P, como se muestra en la figura 2.16, el desplazamiento lateral del extremo cargado 6, se puede calcular con bastante precisién con la expresin 8= PAYED + PhIGO) (2.20) donde h es la altura del muro, I'y Q son el momento de inercia y el rea efectiva de cortante de su seccién transversal, E es el médulo de elasticidad y G el de cor- tant. La figura 2.16 incluye una comparacién entre los resultados obtenidos con la ecuacién 2.20 y los que proporciona el método de elementos finitos (que pueden ‘considerarse como exactos) y se observa que los errores no exceden de 4 por ciento. Aunque la figura citada cubre valores de b (ancho del muro) entre h com- prendidos entre 0.5 y 2.0, la ecuacién 2.20 proporciona similar precisién fuera de ese intervalo, porque para valores mayores de bik importan s6lo las deforma- ciones por cortante consideradas con el término Phl(GQ), y para valores menores son més apreciables las deformaciones debidas a flexién tomadas en cuenta con PHYGED, De lo expuesto, se concluye que para fines practicos es suficiente calcular las | aunque los momentos son de poca importancia, dado que las fuerzas de interaccién se desarrollan en la proximidad de los nudos. Las fuerzas cortantes, por el contrario, son de consi- | —*| eee deracién, y en el muro aparecen esfuerzos de compresién apre- ‘sortable Cables en las esquinas en contacto con el marco. En la direccién |__| 4c la diagonal que une las esquinas separadas se generan esfuer- 70s de tensign en la mamposterfa que pueden ocasionar agrie- tamiento diagonal del muro. —| || En vista de que el agrietamiento entre muros y marcos con- Vv | finantes puede ocurrir aun durante sismos moderados, es nece- | sario calcular la rigidez lateral y los elementos mecénicos que | originan las cargas sismicas en marco y muro tomando en cuen- ta tal comportamiento, Para este propésito podemos idealizar cada muro confinado como una diagonal equivalente en com- resin dentro del marco, segiin se esquematiza en la figura 2.22. Como resulta- Figura 2.22 Diagonales eq {dd de estudios analiticos con elementos finitos que incluyen la separaciGn entre valentes a tableros confinados, Figura 2.23 Definiciones para determinar la rigidez de un ‘muro confinado. Edificios sujetos a fuerzas laterales ‘muro y marco, se ha propuesto (Ba- 4n, 1980) que la diagonal equivalen- te tenga el mismo espesor 1, y médulo de elasticidad E,, que el muro, y que su ancho sea: w=(0.35+0.022A)h (2.23) donde h es Ia altura entre ejes de! tablero y A es un parémetro adimen- | sional basado en las rigideces relati- ‘ vas entre muro y marco, definido en Ja figura 2.23. Para determinar la matriz de rigideces de la diagonal se aplica la expresién 2.8, con A = wt y L = longitud de la diagonal. Al deducit la f6rmula 2.23 se ha considerado que el marco es continuo (no articulado) en sus esquinas y que G,, = 0.4 E,, Dicha formula es aplicable para valores de A entre 0.9 y 11 y para rela- ciones de aspecto £ (ver figura 2.23) entre 0.75 y 2.5. Tales inter- valos cubren la mayorfa de los 80s précticos. Otro procedimiento para caleu- lar rigidez lateral y clementos mecénicos de un sistema marco- ‘muro es considerar que el conjunto constituye una columna ancha con lo que es aplicable la expresién 2.21 para valuar la matriz de rigideces. El momento de inercia I se consi- dera que proviene de la rigidez axial de las columnas y se calcula como se indica en la figura 2.23; E, es el médulo de elasticidad del marco y G,, el médulo del cortante del muro. Se adopta para el rea de cortante, Q, el si- guiente valor reducido que toma en cuenta la separacién entre muro y marco: R=EAMG AQ) = (037-012 £ + 0.023 A) (4, +24) (2.24) Aq, €8 61 drea de la secci6n transversal del muro, A, sel érea de la seccién de cada Columna del marco, sin transformar a pesar de ser de material mas rigido. Estas definiciones se ilustran también en la figura 2.23. Como resultado del andlisis considerando columnas anchas, se obtienen en cada tablero un momento flexionante M y una fuerza cortante V. Las cargas axia- les, T'de tensién y C de compresién, en las columnas se calculan como: T= Mizb), C= )Con diagonales FFuerzas.en ton y momentos en tom 2s 5 Método del elemento finito En la actualidad, e1 método del elemento finito constituye la més poderosa he- rramienta para el anélisis de estructuras complejas, como ciertos muros de composicién y/o geometria complicada, Para fines précticos, las soluciones obtenidas mediante 1a aplicacién adecuada del método a problemas elésticos lineales pueden considerarse como exactas. Basicamente, este método consiste en dividir la estructura en subregiones, denominadas elementos finitos, dentro de las cuales se prescribe la forma en que varian los desplazamientos en fun- cién de los valores correspondientes a ciertos puntos denominados nudos (figura 2.26). Como en el caso de vigas y barras, los posibles desplazamientos ¥ giros nodales constituyen grados de libertad. Con base en las leyes constitu- tivas del material (esto es, en las relaciones que existen entre esfuerzos y deformaciones; por ejemplo, la ley de Hooke) y en la funcién adoptada para prescribir los desplazamientos, se determina la matriz de rigideces de cada ele- ‘Sistemas con muros tuales. Esta matriz est referida a los ‘mento, usando el principio de trabajos ‘grados de libertad de los nudos del elemento, La matriz K de rigideces de 1a estructura completa se obtiene aplicando el método directo de rigideces descrito al tratar el andlisis de marcos; es decir, se suman los términos de las matrices de rigideces de los elementos en donde les toque dentro de K, de acuerdo con la correspondencia entre las numeraciones de grados libertad globales y locales. Los desplazamientos U de los nudos, ante un sistema de cargas P aplicadas en los mismos, se obtienen resolviendo el sistema de ecuaciones lineales K U = P. Conocidos los valores de U se pueden caleular esfuerzos y deformaciones en cualquier punto de cada elemento, esto es, en cual- quier punto de interés. ‘Numerosos autores (Zienkiewickz y Taylor, 1989 y 1991, Cook et al., 1989, Livesley 1994 y Przemieniecki, 1968 entre ellos) presentan con detalle el método, ‘en forma orientada hacia el andlisis de estructuras. Los muros se pueden modelar adecuadamente considerando que se trata de un problema de estado plano de es- Elemento fisios ecules Nudor Figura 2.26 Malla de elemen- tos finitos para analizar un muro ‘eon huecos. 8 Editicios sujetos a fuerzas laterales fuerzos, es decir, aceptando que son nulos los esfuerzos perpendiculares al plano del muro. Aunque los elementos finitos que permiten tratar este tipo de problema ‘pueden tener diversas formas, como tridngulos o cuadriléteros, dado que las par- tes de un muro son usualmente rectingulos, es adecuado el uso de elementos rectangulares (véase por ejemplo Przemieniccki, 1968) como se muestra en la figura 2.26. Los grados de libertad son usualmente los desplazamientos horizon- tales y verticales de los nudos, aunque existen elementos que ademés consideran como tales las rotaciones nodales. EI método del elemento finito se usa exclusivamente con computadoras y existen varios programas bastante generales que permiten analizar diversos tipos de estructuras. Uno de los més difundidos es el desarrollado bajo la direccién de Wilson (Bathe et al, 1973) del cual se han escrito varias versiones mejoradas para computadoras personales. En general, los programas modemnos, ademés de ser ‘numéricamente eficientes, cuentan con herramientas gréficas para preparar datos ¥y examinar resultados. 2.4 ANALISIS TRIDIMENSIONAL Las estructuras de edificios son tridimensionales y pueden analizarse como tales mediante el método de elementos finitos, que permite representar losas, vigas, columnas, muros, diagonales, etc. empleando diferentes tipos de elementos. E ten varios programas comerciales de computadora que cuentan con excelentes herramientas graficas para preparar datos e interpretar resultados. Sin embargo, esta no es una préctica comtin porque surgen las siguientes dificultades: a) es muy grande el niimero de grados de libertad necesario para representar un edifi- cio completo, particularmente si es de varios pisos; 6) la cantidad de datos que hay que proporcionar y su laboriosa organizacién aumentan las posibilidades de cometer errores, a veces dificiles de localizar; y ¢) aun con las modemas ayudas Visuales es dificil interpretar los resultados, que con frecuencia estén dados como esfuerzos y no como fuerzas y momentos que son las cantidades de interés en disefio estructural. Por tanto, un andlisis tridimensional de tal naturaleza esté reservado para estructuras muy importantes (y atin en estos casos con simplifica- ciones) 0 a partes limitadas de un edificio de caracterfsticas desusuales. 2.4.1 Edificios con pisos rigidos en planta En la mayoria de los casos es aceptable suponer que un edificio esté formado por marcos y/o muros como el de la figura 2.17, ligados entre sf por sistemas de piso los que se consideran indeformables en su plano, sea que funcionan como dia- fragmas infinitamente rfgidos en planta. Esto implica que los desplazamientos laterales de cualquier punto en los pisos del edificio se pueden expresar en tér- rminos de dos desplazamientos horizontales y un giro alrededor de un eje vertical de un punto cualquiera de cada piso, de modo que, cuando las cargas laterales «estén aplicadas en los pisos, el problema se puede reducir a uno de solo tres gra- dos de libertad por cada nivel Consideremos que el edificio bajo estudio se ha dividido en sistemas res tentes planos y que se han determinado las posiciones de los centros de masa de cada piso. Como las fuerzas sfsmicas actin en dichos centros, conviene escoger como grados de libertad del edificio completo los dos desplazamientos horizon- Anélisis tridimensional tales y el giro alrededor de un eje vertical en tales puntos. Entonces, el andlisis tridimensional se hace como sigue: a) Dy) cestode Se calcula la matriz de rigide- | =“! ces lateral de cada sistema | plano j. Para esto se asignan al sistema como grados de liber- tad un desplazamiento vertical ¥y un giro en el plano del sis- tema por cada nudo, y un desplazamiento horizontal por cada nivel, como se ilustra cn la figura 2.27. Si se tienen N nudos y L niveles, la ma- Aya mconaj +s seng2 18 ” Figura 2.27 Grados de libertad dol sistema plano de la figura 2a7. Proyecia del triz de rigideces correspondiente a estos grados de libertad es de orden 2N + L. Con el procedimiento de condensacién explicado en la sec~ cién 2.2.1 (véase la expresién 2.19) se expresa esta matriz. en térmi- nos de solamente los grados de libertad laterales y se obtiene 1a matriz de rigideces lateral del sistema que es de orden L y aqui se denomi- na Kj, Se deducen las matrices para expresar los desplazamientos laterales de cada sistema resistente en términos de los grados de libertad de! ediicio completo. Para esto considérese Ia figura 2.28 en donde u,, uj y 6; son los desplazamientos y ¢l giro del centro de masas del piso i. El desplaza- riento lateral d,, del sistema plano j en este piso, considerando que el 6, es pequefio, se expresa: Figura 2.28 Relacién entre los desplazamientos en planta del piso rigido /y el desplazamiento lateral del sistema plano j en dicho piso. Eaificios sujetos a {uerzas laterales 4, cs el Angulo entre las direcciones positivas de uj y de dj, 1; es la dis- tancia de la proyeccién del sistema plano j al centro de masas del piso y tiene signo positive cuando el giro de dj; alrededor de dicho punto es del mismo sentido que 4 . Concisamente, 2.25 se escribe: 4; = by? 0, (2.26) siendo Cuando consideramos los L niveles del sistema resistente tenemos: D,=B,U 22 donde hemos definido: 4 3 4a “ i : u au a a (Lelementos) (BL elementos) by 00. 0 Ob) O. 0 (2.29) 0 00. br, (LX 3L elementos) 6) Segiin la seeci6n 2.1.1, notando que By desempefia el papel de la matriz de ‘tansformacién a, ya que relaciona los antiguos grados de libertad (des- plazamientos laterales del sistema plano j) con los nuevos (desplazamien- tos y giros de los centros de masas de los pisos), K,se transforma a estos nuevos grados de libertad mediante la operaci6n: K+ =B7K,B, 2.30) K}¢ es una matriz.de orden 3L, Andlisis tridimensional ) Se obtiene la matriz.de rigideces K del edificio sumando directamente las, ,* puesto que todas estin referidas a los mismos grados de libertad. Para un edificio de n pisos K es cuadrada de orden 3n. Nétese que algunas K;* pueden ser més pequefias que K ya que el sistema plano j puede tener ‘menos pisos que el edificio completo. Para sumar, se considera que todos Jos términos faltantes son ceros. ©) Dado un vector de fuerzas laterales que obran en los centros de masas de los pisos F, se calculan los desplazamientos U, resolviendo el siste~ ma de ecuaciones KU = F. Obsérvese que F esté formado por dos fuerzas propiamente dichas y un momento torsionante en el centro de masas de cada piso, en congruencia con los grados de libertad elegidos para el edi- ficio en conjunto. F) Conocido el vector U se seleccionan los desplazamientos relevantes para cl sistema plano j y con la expresiGn 2.27 se calculan sus desplazamientos laterales D,, Como vimos en la seccién 2.2.1, a partir de ellos se determi- nan todos los desplazamientos verticales y giros, y luego los elementos mecéinicos de cada pieza de dicho sistema. En el siguiente ejemplo ilustramos los pasos enunciados y damos algunos de- talles adicionales. 81 ‘Se rata de un solo piso = 1 ‘Acoaciones en my J | Sistema plano | Risides lareral | 6, ry (ionim) (grados) | _(m) T 7B 300 0 |=500 2 aC 300 90 |—s.00 3 cD 200 o 3.00, | Nowa: Para a defn 4 BD 200 cy 433, | cin de dyy ry ver ta figura 227 Figura 2.29 Estructura tridi- mensional de un piso. Eaificios sujetos a fuerzas laterales 2.4.2 Ejemplo En este ejemplo analizaremos el edificio de un piso cuya planta se muestra en la figura 2.29, sujeto a una fuerza horizontal de 5 ton en la direccién X y a un ‘momento, en el sentido opuesto al de las agujas del reloj, de 15 ton-m. Siguiendo ls pasos del procedimiento presentado en la seccién prevedente tenemos: 4) Este paso ya esté dado, puesto que las matrices de rigideces laterales de los sistemas planos son de 1X 1, y coinciden con las correspondientes rigideces de entrepiso, es decir: K, = [300] (en ton/m) K, = [300] K, = [200] K, = [200] b) Los grados de libertad de la estructura completa, uy, x y 61, junto con los sentidos positivos de los desplazamientos d, y los valores de ¢; y ry (el ice i ¢s 1 por tratarse de un solo piso) se definen en la figura 2.29, Empleando la expresién 2.26 obtenemos: br, = <1.00 0.00 5.00> BT, = <0.00 1.00 -5.00> br, = < 1.00 0.00 -3.00> bry = <050 866 4.33> Las matrices B, coinciden con las b7, porque el edificio tiene un solo nivel ©) Las matrices K, segan la expresién 2.30, son: 1.00 K,* =} 9.00 } (300) < 1.00 0.00 5.00> 5.00 < 1.00 0.00 5.00> 300 ) [ 300 0.00 1500 0 +1 00 0.00 00 1500. 0.00 7500 5.00. <0.00 1.00 -5.00> 000 0.00 0.00 0.00 300 -1500 0.00 1500 7500 0.00 K,* =} 1.00 f [300] <0.00 1.00 -5.00 > Analisis tridimensional 1.00 0.00 F [200] < 1.00 0.00 -3.00> -3.00 < 1.00 0.00 -3.00> 200] [ 200, 9.00 -s00 0.00 0.00 0.00 doo J [300 0.00. 1800 0.50 0.866 4.33. [200] < 0.50 0.866 4.33 > <0.50 0,866 4.33> 100 ][ 50 86.6 433 K,#=4 173.2 }| 86.6 150. 750 866 J | 433 750 3750 4) La matriz de rigideces lateral del edificio es K = sea: 550 86.6 1333 K=| 866 450-750 Ky + K+ Kt, 0 1333-750 20550 €) Para calcular los desplazamientos y el giro del centro de masas resolvemos el sistema de ecuaciones: [ee 86.6 3 4 5 86.6 450-750 y= 0 1333 750 20550 cies La solucién es: 4, = 0.009166 m y= 0.001638 m 6, = 0.00007562 radianes F) A partir de estos resultados y de tas matrices B (dadas en el paso 6) se encuentran los desplazamientos laterales con la ecuacién 2.27 (que en este ejemplo coincide con la 2.26) como sigue: dy, = 1.00X0.009166 + 0.00 (-0.001638) + 5.00%0.00007562 = 0.009544 m da, = 0.000.009166 + 1.00 (-0.001638) ~ 5.00%0,00007562 = -0.002016 m ds, = 1.000.009166 + 0.00 (-0.001638) — 3.000.00007562 = 0.008939 m dy, = 0.500.009 166 + 0.866 (0.001638) + 4.33% 0,00007562 = 0.003492 m Multiplicando estos desplazamientos por las respectivas rigideces laterales arribamos a las siguientes fuerzas laterales: Figura 2.30 Edificio con sis- temas resistentes ortogonales. Eadificios sujetos a fuerzas laterales 100 x (0.008939) 100 X (0.003492) = 0.6984 ton Podemos verificar que estos valores equilibran a las cargas aplicadas; en efecto, las sumas de fuerzas horizontales, verticales y de momentos con respecto al centro de masas arrojan, respectivamente: F + Fxt F, c0s (60) = 5.0002 ~ 5.0 ton, bien F; + F, sen (60) = 0.000032 ~ 0.0 ton, bien SF -5 Fy-3 Fy +4.33 Fy = 15.0007 = 15.0 ton-m, n 2.4.3 Edificios con sistemas resistentes ortogonales ‘Cuando los sistemas resistentes que conforman un edificio son paralelos en plan- ta a una de las direcciones de dos ejes perpendiculares de coordenadas, basta una sola cantidad (X 0 ¥) para definir su posiciGn, haciendo més sencillas algunas ‘operaciones matriciales del procedimiento propuesto en la seccién 2.4.1. Como ilustracién consideremos el edificio de cinco niveles de la figura 2.30, que esté formado por ocho marcos de cortante con las rigideces de entrepiso asignadas en gi Won) Bs 3 a 3 : 5G 45 130 Distacias en m | ooeeee ; 7 fe 4 3s ah he ce sas ee ; a k= ’ cr . 2 e Er 6 6oFURR6UEUk6UR COR ox Mee i x ken fe 7 6s 10 65 65 70 63. am Sars Analisis tridimensional Tabla 2.1 Posicién de centros de masas y de sistemas resistentes en ol edificio de la figura 2.90. 4) Centros de masas ‘Nivel Py % im) 1 850 630 2 9.20 550 3 9.20 550 4 9.20 550 s 675 32s 1B) Sistemas resistentes Sistema | ¥) | ‘Sistema resistente,j | (mn) | resisente,j | (m) ee 1x 00 y 00 2x as w | 6s ax 1s ay | ass ax | 0 ay | 200 Tabla 2.2 Datos geométricos para transformar desplazamiontos de los sistemas resistentes del edifcio de la figura 2.30 a grados de libertad de los centros de masas. ‘Angulo Distancia ry Sistema | "6, ™) resistete |é= 105 | Pico Piss 204 Piso i (grados) y-¥ yo ¥) ys-¥) ok oX-n eX x 00 | 630-0-=620 | ss0-o00-ss0 | 325-000=325 x a0 | 630-350-280 | 550-350-207 | 325-250-025 x oo | 630-750 ~ oo | 620 wy | 900 | ow-ss0: 000-920=-920 av | 900 | 650-810: 650~920=-270 ay | 900 | 1350-850 son | 1350-9 1350-65-67 4x | 900 | 200-250-1150 | 2000-920 2000-675 = 1325 sp 3 worded eo cease masa abla 21) 2 Tj coos de os eas einen (821, 86 Euificios sujetos a fuerzas laterales Ja citada figura, 1a cual muestra ademés los ejes cartesianos el denadas de los centros de masa de los pisos y las de los sistemas resistentes se dan en la tabla 2.1. Adoptaremos la convencién de que los desplazamientos la- terales de los sistemas resistentes son positivos'de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba, es decir, siguiendo los sentidos positivos de los ejes coordenados Los pasos del andlisis tridimensional son: 4@) Se calcula ta matriz de rigideces lateral de cada sistema plano j. En este ejemplo, por ser el edificio de cortante, seguimos la seccién 2.2.4, Para los sistemas de cinco pisos (j = 1X, 2X, 3X, 1, 2Y, 37) resulta: (+R) Ry 0 0 0 “Ry (+R) Rs 0 0 o “Ry (BtRD RO ° ° Re RHR) Rs 0 0 Rs Rs Las matrices de los sistemas de cuatro pisos (j = 4X, 4¥) son de 4x 4y se obtienen eliminando la fila y columna quintas de la matriz anterior y el sumando Rs del elemento 4, 4. Sin embargo, para sumar las K, en rigor todas ellas deben ser del mismo tamatio, por lo cual las matrices de los sistemas 4X y 4Y se expanden a 5X5, afladiendo una fila y una columna formadas por ceros. Usando las rigideces de entrepiso de Ia figura 2.30 para los sistemas 1X, IY y 4Y obtenemos: =) 0-0 0 40-20 0 0 -20 32-12 0 0-12 2 -12 0 0-12 12 cocks 256-128 40 0 0 -128 256-128 0 0 Ky= 0 -128 236 -108 0 0 0 -108 180-72 Ope 0) 0872-72 192 -9% 0 0 -96 192 -96 0 0-96 182 -86 0 0 -86 86 0 0 0 0 Las matrices de los sistemas restantes se obtienen de manera similar. Andlisis tridimensional Figura 2.31 Distancias entre las. proyecciones de sistemas resistentes ortogonales y el L contro de masas, 1) Las distancias ry de las proyecciones de los sistemas resistentes a los centros de masas de los pisos se determinan segsn la figura 2.31. Los re- sultados, junto con los éngulos ¢ entre las proyecciones aludidas y el eje X, se listan en la tabla 2.2. De acuerdo con la definicién 2.26, las ma- trices de transformacién elementales de los sistemas 1X, 1Y y 4Y son: bry: = <1.00 0.00 6.30> brx2= <1.00 0.00 550> = Drxys= <1.00 0.00 3.25> bry, = <0.00 1.00 -850> Bhya= <0.00 1.00 -9.20> = bhys=Dirs <0.00 1.00 -6.75> <0.00 1.00. 11.50> briys = bly = <0.00 1.00 10.80> <0.00 0.00 0.00> ° Edificios sujetos a fuerzas laterales. Cada B, tiene 5 X 15 elementos. Obsérvese que se completan con ceros las. ‘matrices de los sistemas resistentes que tienen menos niveles que el edificio. Podrfamos ahora emplear la formula 2.30 para transformar las mattices K,; a los grados de libertad de los centros de masas. Sin embargo, para identificar mejor los efectos de dicha transformacién, reordenaremos tales ‘grados de libertad colocando primero los desplazamientos horizontales de todos los pisos, luego los verticales y finalmente los giros. Las columnas de las matrices B, se deben reordenar de manera congruente. Volviendo a los sistemas 1X y 1Y se tiene: UR 100000000063 0 0 0 0 0100000000 0 550 0 0 0 Bxy=]00100000000 0 ss 0 0 00010000000 0 0 $500 0000100000 0 0 0 0 325 0000010000-850 0 0 0 0000001000 0 92% 0 0 0 By=|0000000100 0 0 92 0 0 0000000010 0 0 0 -92 0 0000000001 0 60 oO 0 675 Se infiere que, en general, las matrices de transformacién para sistemas que siguen las direcciones X o ¥ se escriben de manera condensada como: (10 ¥] (01 x) Tes la matriz identidad, 0 es una matriz.de ceros y X y ¥ son matri- ces diagonales cuyos elementos no nulos son las distancias (diferencias. entre abscisas u ordenadas) de la proyeccién del sistema resistente en ‘cuestién a los centros de masas de los pisos. En este ejemplo todas estas matrices son de 5 5. Para sistemas paralelos a los ejes X y ¥, la transformacién Kj* = BT K,B, da, respectivamente: Observaciones y comentarios Los ceros revelan que los desplazamientos en un ee estin desacopla- dos de los del eje perpendicular. 4) La matriz de rigideces lateral, K, del edificio se obtiene sumando las K)*. En este ejemplo el resultado es la siguiente matriz.de 15% 15: EK, 0 2K,Y K=|_ 0 3K, =K,x ZYK, EXK, G@YK,Y#EXK,X), ©) En general, siguiendo el orden elegido de grados de libertad, el vector de fuerzas F estaré formado por cinco fuerzas en la direccién X, cinco en la direceién ¥ y cinco momentos torsionantes alrededor de los centros de masas. El célculo de los desplazamientos U demanda la soluci6n del sis- tema de 15 ecuaciones con 15 incégnitas K U = F. Tanto esta solucién, ‘como las operaciones matriciales para obtener K, son practicables s6lo ‘con el auxilio de computadoras, aun en este edificio con un bajo mimero de pisos y con sistemas resistentes ortogonales. A) Conocido el vector U, los productos BU 0 ByU permiten calcular los desplazamientos laterales D, de cada sistema resistente. Obsérvese que la abundancia de ceros simplifica apreciablemente las operaciones. Multiplicando os D, por las matrices K, se determinan las fuerzas apli- cadas en los niveles de cada sistema resistente. A partir de tales fuerzas se pueden calcular los elementos mecénicos en las piezas que conformen el sistema resistent. Cuando se trata de edificios de cortante es conveniente formular el problema escogiendo como grados de libertad los desplazamientos y giros relativos en los entrepisos en puntos Ilamados centros de torsién, para los cuales, por definicién, se anulan las sumas ¥ Rj, ¥;y 2 X; Ry Usando estas condiciones en el desarrollo de los productos matricia- les 3 R,, ¥ y 2 K;, X, el problema se simplifica a tal punto que las ecua- ciones de equilibrio se desacoplan y se resuelven secuencialmente, en grupos de tres por cada entrepiso, empezando por el entrepiso superior. En el capitulo 4 se exponen los detalles de esta manera de proceder. 2.5 OBSERVACIONES Y COMENTARIOS Conviene remarcar que el nombre método “exacto” se refiere a precisiGn numéri- cca dentro del marco de ciertas hipstesis. En el andlisis de edificios, dicho térmi- no alude a resultados precisos de modelos en los que las cargas y las propiedades mecéinicas y geomeétricas son conocidas y se supone comportamiento eldstico li- neal. En realidad, las especificaciones de los reglamentos modernos de dise‘io sfs- ico consideran que ante temblores severos los edificios muy probablemente incursionarén en comportamiento inelistico. Ademés existe gran incertidumbre en la prediccién de acciones sismicas, y, en menor grado, en el célculo de pro- pPiedades como pesos, éreas, momentos de inercia, médulos de elasticidad, et. Por tales motivos, aun empleando los més refinados programas para computadora, se tienen solamente modelos aproximados de los edificios y sus solicitaciones, y es concebible que, bajo ciertas circunstancias, un método “aproximado” represente 90 a) Marco b [| 2) Muro Figura 2.32 Deformaciones tipicas de marcos y muros. Edificios sujetos a fuerzas laterales una estructura con precisién similar a la de un método “exacto”. De all que, cuando se satisfacen sus condiciones de aplicabilidad, los métodos aproximados son una valiosa herramienta para constatar la precisién de métodos exactos, tra ventaja de los métodos aproximados es que se basan en condiciones fundamentales de equilibrio y en comprender cémo se comporta una estructura te cierto sistema de cargas. Por tanto, su uso facilita la visualizacién de la in- teraceién entre las piezas que conforman la estructura, de trayectorias de carga y de configuraciones deformadas. El examen de estos conceptos es parte impor- tante del disefio estructural y debe efectuarse desde el inicio de todo proyecto. 2.5.1 Métodos aproximados para marcos Laprecisién del método de Bowman se puede evaluar comparando los resultados de Ia figura 2.13, que son los que arroja este método para el marco de figura 2.10, con los del método de rigideces, que pueden considerarse como exactos y se dan cn la figura 2.11. Se aprecia que en ciertos puntos ocurren diferencias apreciables. Existen otros métodos aproximados més precisos, pero més laboriosos como el del factor y el de Grinter-Tsao (Rosenblueth y Esteva, 1962). Por otro lado, un procedimiento bastante difundido es el de portal, basado en hip6tesis ain més simples sobre la posicidn de los puntos de inflexién en vigas y columnas, y sobre Ia distribucién de cortantes en estas tltimas. No hemos tratado este método por- que el de Bowman, al precio de poco esfuerz0 adicional, da resultados sensi- blemente mejores. Otro método simplificado es el del voladizo que sirve para analisis preliminar de marcos esbeltos, aunque en otras circunstancias da lugar a resultados menos precisos que los métodos aqui presentados. En nuestra opinién, el método de Bowman cumple el cometido de permitir una verificacién suficien- temente sencilla de resultados de métodos matriciales, de proporcionar fuerzas y ‘momentos para etapas preliminares de disefio y de mostrar cOmo las fuerzas sis- ‘micas se transfieren entre diferentes piezas. Por definicién, la rigidez. de un entrepiso, R, es el cociente de la fuerza cor- tante obrando sobre el entrepiso entre su desplazamiento relativo. En rigor, R es independiente del sistema de cargas laterales s6lo cuando las vigas son infinita- ‘mente rigidas a flexién y las deformaciones axiales en las columnas son despre- ciables. Bajo tales citcunstancias, R= 12 /./h°, donde J, denota momentos de inercia de las columnas, h es ta altura de entrepiso y la suma abarca todas las columnas del entrepiso. Las férmulas de Wilbur suministran valores aceptables de R para marcos cuyas piezas tienen dimensiones relativas tales que las cargas la- terales inducen puntos de inflexién en las columnas, como se ilustra en la figu- 2 2.32a, Blume (1968) luego de analizar varios marcos, ha propuesto que para determinar si las vigas tienen rigidez suficiente para imponer doble curvatura a Jas colunas se calcule el pardmetro p, que él llama indice de rotacién de nudo, dado por p=E(UDSE (UL). es el momento de inercia de una pieza y L su longitud, los subindices vy ¢ indican viga y columna, respectivamente; las sumas se refieren a todas las piezas de un piso o entrepiso, deberén considerarse primero las vigas del piso superior y separadamente las del piso inferior. Se tienen asf dos valores de p para cada en- ttepiso y, segiin Blume, si ambos son mayores que 0.1 las columnas del entrepiso CObservaciones y comentarios cn cuestién tendrin puntos de inflexién. Cuando un marco tiene una variacién pau- latina de las rigideces de vigas y columnas, basta calcular p para el entrepiso més cercano a la mitad de la altura del marco. Aunque este indice ha sido deducido para ‘marcos regulares, da una idea sobre la posible aparicién de puntos de inflexién en las columnas de marcos iregulares, valudndolo en diferentes entrepisos. Cuando las columnas son robustas en comparacién con las vigas, p ¢s usual- mente menor que 0.1, sobre todo en los entrepisos inferiores; tal es frecuente- mente el caso de edificios a base de losas planas. El caso extremo, para cl cual p vale cero, es el de un muro aislado que se deforma sin ningdn punto de inflexién, ‘como se aprecia en la figura 2.32b. A fin de aclarar ta influencia de las cargas la- terales en la rigidez. de entrepiso hemos colocado una fuerza lateral F en un piso intermedio del marco y del muro de la figura 2.32, de modo que las cortantes en entrepisos por encima de F son nulas. Los desplazamientos relativos de dichos en- trepisos son también aproximadamente cero y por tanto las R no estén determi nadas; para calcularlas necesitamos aplicar cargas en los pisos superiores a fin de eliminar divisiones cero sobre cero. Ocurre que para marcos que satisfacen la condicién propuesta por Blume, los resultados son muy parecidos para fuerzas laterales que actian en el mismo sentido. Por el contrario, en el muro los des- plazamientos por encima de F son apreciables a causa de la rotacién en el nivel donde actia dicha fuerza, y, en consecuencia, las rigideces de entrepiso son nulas para este sistema particular de cargas. Cuando aplicamos fuerzas sobre todo el muro las R serén mayores que cero, pero, manteniendo la misma fuerza cortante, los resultados dependen de la distribucién de cargas, puesto que los despla- zamientos en cada nivel tienen una influencia importante de los gitos en pisos inferiores, los que a su vez. dependen de los momentos flexionantes. Como ilustracién del eriterio de Blume, para el segundo entrepiso del marco de la figura 2.10; como las vigas de los pisos primero y segundo son iguales, usando unas u otras obtenemos: (4545454 . P= GBS +45 + 5.625 + 3.373 +225 Va5 = 118 Para el tercer entrepiso, considerando las vigas del segundo piso, resulta (S+5+5+5y4 @+3+4e2y4 8 y si se emplean las vigas del tercer piso, se llega a S+545 4 43444204 En todos los casos p > 0.1, por lo que se formarén puntos de inflexién en las ccolumnas de estos entrepisos y son aplicables los métodos que suponen Ia apari- cidn de tales puntos. En décadas pasadas, tuvieron difusi6n entre los ingenieros estructurales mé- todos manuales més precisos aunque también apreciablemente més laboriosos, como el de Cross y el de Kani, cuyos resultados son exactos s6lo cuando son despreciables los efectos de cargas axiales en las columnas. Estos métodos ten- drfan que modificarse substancialmente para incorporar deformaciones por cor- tante y nudos con dimensiones finitas (zonas rfgidas) y han cafdo en desuso debido a la amplia disponibilidad de computadoras para aplicar procedimientos ue no estan sujetos @ las limitaciones citadas. 6 a 92 Eadifcios sujetos a fuerzas laterales 2.5.2 Sistemas con muros y contravientos EI método de los elementos finitos permite obtener soluciones précticamente exactas para cualquier problema que involucre muros, si se acepta que el comportamiento es eléstico lineal, e inclusive es apropiado para anélisis no lineales (Cervenka, 1970, Bazén, 1980). Sin embargo, como se advierte en la figura 2.26, para obtener una precisiGn aceptable se debe representar el muro ‘con varios elementos finitos, lo cual, en estructuras de varios pisos y crujfas, requiere de tiempos y capacidades de computadora bastante grandes, hacien- do impréctica la aplicacién del método. Ademés es alta Ia posibilidad de cometer errores por la gran cantidad de datos que hay que suministrar y es 4ificil interpretar el elevado volumen de resultados que se obtienen, sobre todo teniendo presente que el método proporciona esfuerzos en distintos puntos, mientras que en disefio de muros se emplean momentos flexionantes, fuerzas cortantes y normales, los cuales son resultantes de dichos esfuerzos que los programas para computadora generalmente no calculan. Por las razones expuestas, on la préctica el uso de elementos finitos en el andlisis de edificios esté reservado a ciertos casos especiales, como el de muros con geometria complicada o para estudiar con mayor detalle algunas partes y no Ta totalidad de un edificio. La mayorfa de edificios con muros se pueden analizar con el método de Ja columna ancha, Para constatar la precisin de este procedimiento, lo hemos aplica do al conjunto muro-marco de dos diferentes materiales de la figura 2.33, la cual ‘muestra también la comparacién de resultados con los del método de elementos finitos. Se observa que las diferencias entre los desplazamientos laterales obte- nidos con ambos métodos son menores que dos por ciento, confirmando que para ‘estructuras elésticas el uso de columnas anchas conduce a resultados préctica- mente exactos. En la secci6n 2.3.2 se aplic6 el método de MacLeod al edificio de la figura 2.20 y se encontré que el desplazainiento lateral del tltimo piso, la fuerza cor- {ante que toman los marcos y el momento de volteo que se origina en cada muro, son 0.0221 m, 46.0 ton y 559.5 ton-m, respectivamente. Hemos analizado el ‘mismo edificio con el método de la columna ancha y los correspondientes resul- tados son 0.0203 m, 43.9 ton y 484.2 ton-m, lo cual indica que el método de MacLeod, aunque no proporciona informacién sobre la distribucién de cortantes. en altura, permite verficar con rapidez Ios resultados globales de procedimientos ms elaborados. Khan y Sbarounis (1964) propusieron un método iterativo para analizar con- Jjuntos de marco y muros representéndolos como un sistema equivalente de's6lo ‘un muro ligado @ un marco de una sola crujfa. Las reglas derivadas por estos, autores para calcular las propiedades del sistema equivalente son las mismas que posteriormente empleé MacLeod en el método de la secci6n 2.3.2. Khan y Sbarounis presentan también gréficas para estimar los desplazamientos del sis- tema combinido & marco y muro como fraccién de los desplazamientos del ‘extremo superior del muro, sin la contribucién del marco. En el fondo, este pro- ‘cedimiento consiste en aplicar manualmente el método de la columna ancha al sistema equivalente y ha caido en desuso en razén del fécil acceso a programas de computadora que emplean este stimo método sin necesidad de simplifc ciones adicionales. Sin embargo, las figuras citadas podrian utilizarse para veri- ficar los resultados de dichos programas. Observaciones y comentarios 93 ae Ss pS Rigiez innit eo aflexiga E210 Secciéa =05 x05 350 ZZ 375 o \— columns ancba S00 500 50 300-058 Acoaciones en m rr ae dexplazamienios con el metodo de la ‘column ancha desparamientos con 269 elementos fins rectanglares Figura 2.33 Comparacién de los métodos de la columna ancha y de elements finitos. 94 i Figura 2.34 Efectos de esbel- tez en un sistema de un grado de libertad Eaficios sujetos a fuerzas laterales 2.5.3 Efectos no lineales Se distinguen dos tipos de comportamiento no lineal en estructuras. EI primero, denominado no linealidad geométrica, se presenta cuan- do la hipstesis de que las deformaciones son pequefias es inadecuada y cuando menos algunas de las condiciones de equilibrio deben plantearse sobre la configuracién desplazada de la estructura, La no linealidad se manifiesta en que los desplazamientos dependen de los elementos mecénicos en los miembros estructurales, los que a su vez son funcién de dichos desplazamientos. En el caso de fuerzas late- rales, particularmente cuando no existen muros ni sistemas rigidi- zantes equivalentes, se pueden originar desplazamientos horizontales h apreciables A, entre los extremos de las columna y las cargas verti- MO cales sobre las mismas P, producen momentos iguales a PA, que a su a ver generan desplazamientos laterales adicionales. De allf que este fenémeno se conoce como efecto P-A, 0 efectos de segundo orden. Ninguno de los procedimientos de andlisis expuestos en este capitulo considera estos efectos, aunque una manera simple de incorporarios (Rosen- blueth, 1965) es afiadir en cada nivel una fuerza lateral ficticia de modo que en cada entrepiso el producto de la fuerza cortante sea igual a W A donde W es cl peso del edificio encima de dicho entrepiso. Como ilustracién considere- mos el sistema de un grado de libertad de la figura 2.34 para el cual el momen- tw en la base, incluyendo el aporte de la carga axial, es: M=Vh+ WA. En términos de la rigidez lateral k, este momento es igual a KAA; por tanto, despejando Vi nos queda: Vi = kh ~ WA = kh [1 — Wilk] A o también: V=(k-Wih]A = kIL- a donde el pardmetro @ = Wi(kh) se llama coeficiente de estabilidad (Bernal, 1985). Se aprecia que el efecto neto de la carga axial es reducir la rigidez late- ral en un monto Wih, 0 en una fraccién igual a 8. El término W/h se conoce como rigidez geométrica, y refleja ta naturaleza no lineal del problema porque depende de la carga axial. Notese que es posible que la rigidez se anule com- pletamente cuando Ia: carga axial alcanza el valor critico kh, produciendo inestabilidad del sistema, Dentro del contexto del método de elementos finitos, se han desarrollado pro- cedimientos muy generales para calcular la denominada matriz de rigidez geomé- trica, K, de una estructura de varios grados de libertad con cualquier tipo de elementos. K, depende de la magnitud y distribucién de cargas axiales y las ecua- ciones de equilibrio ante un vector de cargas P se escriben [K ~ K,] u =P. K, sirve también para determinar las cargas crfticas que causan estabilidad en la es tructura. Los detalles escapan el alcance de este texto y se pueden consultar en varias publicaciones sobre andlisis estructural y el método de elementos finitos (véanse, por ejemplo Przemieniccki, 1968 y Chajes, 1993). Observaciones y comentarios La segunda manifestacién importante de comportamiento inelstico es denomi- nada no linealidad del material que tiene lugar cuando las curvas carga-deformacién de los materiales que constituyen los miembros estructurales son sensiblemente no lineales, reflejando ademés estados de falla como agrietamientos y fluencias que ‘causan cambios bruscos en dichas curvas. Como veremos en el capitulo 4, esta for ma de no Tinealidad es caracterfstica de précticamente todos los materiales estruc- turales que se usan en edificios. Los reglamentos de construccién asf lo reconocen y muchas de sus prescripciones promueven ciertos tipos deseables de compor- tamiento ineléstico ante eventos sismicos severos y atin moderados. Desde el punto de vista de anslisis la no linealidad del! material invalida el prin- cipio de superposicién, lo cual obliga a conocer las fuerzas y momentos debidos a Jas cargas permanentes que obran previamente sobre la estructura (cargas muertas y vivas) antes de determinar los efectos de cargas laterales. En vista de que ante car- ‘gas permanentes deben prevenirse fenémenos no lineales de importancia, es decir, que las resistencias de los elementos estructurales deben ser apreciablemente mayores que las demandas provenientes de dichas cargas, en el paso inicial del anélisis ante accién sfsmica se considera que el edificio se encuentra atin dentro de su intervalo de comportamiento léstico. Se aplican luego paulatinamente las fuerzas laterales que representan al sismo hasta que en alguna secci6n eritica de algdn elemento se alcanza la resistencia y ocurre una falla local, t(picamente fluencia o agrietamiento. Esto modifica las caracterfstcas de rigidez de tal elemen- to y, por ende, de la estructura para cargas adicionales, aunque no necesariamente ‘implica colapso, Con las rigideces modificadas se continan aplicando las cargas laterales hasta que ocurre otra falla local con los consiguientes cambios de rigidez. Se procede de esta manera hasta que la estructura colapsa, obteniéndose asf su resistencia a cargas laterales estéticas. Este tipo de andlsis se emplea muy rara- mente en el disefio s{smico de edificios y aun asf con simplificaciones, no s6lo por set laborioso sino porque las cargas sismicas son dinémicas y no estéticas. 2.5.4 Anilisis tridimensional con computadora Existen varios programas para computadora que efectian autométicamente el ansli- sis eléstico tridimensional de edificios bajo la suposicién de que los pisos son diafragmas rigidos en su plano, siguiendo interamente los pasos descritos en la sec~ ciGn 2.4; entre ellos, ha sido pionero el desarrollado por Wilson y Dovey (1972). El buen uso de estos programas requiere, ademés del entendimiento claro de sus hipbte- sis basicas y de sus limitaciones, una cuidadosa preparacién de datos. Tipicamente, la informacién que se debe proporcionar incluye los dos grupos siguientes: 1, Datos generales del edificio: + niimero y alturas de pisos, + clegir sistema de coordenadas en planta, + ntimero y posicién de sistemas resistentes, + valor y posicién de fuerzas laterales (normalmente los centros de masas). 2. Datos para cada sistema resistente: + miimero de pisos, aunque sus alturas son comunes a todos los sistemas y forman parte de los datos generates; 5 Edificios sujetos a fuerzas latorales * propiedades de vigas: médulo de elasticidad, momentos de inercia y Goeficientes de rigidez (no se necesitan reas en congruencia con la ipotesis de diafragmas rfgidos), peraltes (para nudos de dimensién finitay, * propiedades de columnas: médulo de elasticidad, éreas, momentos de inercia,dreas y médulo de conante (particularmente importantes en co- lumnas que representan muros) y peraltes; * propiedades de diagonales:éreas y médiulo de elaticidad Por lo comiin, estos programas analizan también el edificio ante cargas verticales, introducidas como fuerzas distribuidas 0 concentradas en las vi- 298. Cuando los sistemas resistentes, las cargas verticales © ambos no son simétricos, ocurren desplazamientos laterales, que, aunque son pequefios en comparacién con los originados por las fuerzas laterales, tienen que set com- patibles dentro de todo el edificio, det de diafragmas rigi- dos obliga a que los desplazamientos de cualquier sistema resistente queden definidos por tres grados de libertad por nivel, como se explicé en la seccién 2.4. En otras palabras, un sistema resistente no puede desplazarse lateralmen- te de manera independiente de los demés, como es usual suponer en andlisis ante cargas verticales. El resultado es que la suma de fuerzas cortantes en los miembros de un entrepiso (columnas, diagonales y muros) de un sistema resis- tente no es nula, Esta condicién de equilibrio en ausencia de cargas laterales s6lo se satisface al sumar las fuerzas cortantes en los entrepisos de todos los sistemas resistentes en cada nivel del edificio. Estos programas presentan sus resultados, consistentes en general en des- plazamientos laterales y fuerzas y momentos en cada pieza, de manera ordenada Y autoexplicatoria. Los momentos en vigas y columnas estn dados normalmente ‘en las secciones que intersectan las caras de los elementos perpendiculares, de ‘modo que para verificar el equilibrio de momentos de un nudo se deben tomar en ‘cuenta los peraltes de vigas, columnas 0 muros. Otro asunto que merece atencién es que al idealizar el edificio como un con- junto de sistemas resistentes planos, se impone solamente compatibilidad global de desplazamientos laterales. Los desplazamientos verticales y las rotaciones de cada sistema resistente son independientes de los otros, y de allf que para las columnas que pertenecen a dos sistemas diferentes (o sea que estén en Ia in- tersecci6n en planta de dos sistemas planos) se calculan dos desplazamientos verticales y, en consecuencia, dos fuerzas axiales independientes. Ocurre una incompatibilidad similar en rotaciones por flexién de columnas que forman parte de dos sistemas que intersectan en planta en ngulos que no son rectos. Estas. incompatibilidades s6lo pueden eliminarse totalmente si el edificio completo se ‘modela como un marco tridimensional, empleando programas que incorporan tal formulacién (Wilson et al, 1975). Sin embargo, generalmente se logra mayor claridad en el andlisis considerando varios sistemas resistentes separados. Para ccolumnas que pertenezcan a dos sistemas, se sugiere sumar las fuerzas axiales ue resulten en cada uno de ellos. ‘Como hemos comentado anteriormente, los pisos deben ser capaces de tras las fuerzas generadas por la accién sfsmica a los elementos resistentes. La verificacién de esta capacidad es particularmente importante cuando se supone ue los pisos son diafragmas rfgidos. Normalmente, los programas de andlisis tridimensional no producen como resultado las fuerzas en cuestiGn, las cuales se Observaciones y comentarios pueden calcular como la diferencia de las cortantes entre dos entrepisos conse- cutivos de cada sistema resistente. ‘Cuando sea inapropiado suponer que los pisos son infinitamente rigidos en planta, se tiene que recurrit a programas completamente tridimensionales de ele- 'mentos finitos con los que los pisos se pueden representar con elementos placa 0 ‘con marcos y/o armaduras horizontales. Los detalles rebasan el alcance de este texto y se encuentran en publicaciones como las citadas en la secci6n 2.25 y en las de MacLeod (1971, 1990). Capitulo 3 Conceptos de dinamica estructural En este capftulo se presentan brevemente los conceptos bisicos del andlisis ding ico de edificios, en los que se fundan los métodos dinémicos de diseito sismico estipulados en la mayoria de los reglamentos modernos de construccién, los cules son materia del sexto capitulo de este texto. Los conceptos fundamentales y procedi- mientos numéricos relacionados con el andlisis dinémico se describen mediante su aplicacién a estructuras sencilla, para evitar que un excesivo trabajo numérico obs- ccutezca la presentacién, Aunque gran parte de los ejemplos se resuelven manual- ‘mente, los algoritmos o sus variantes son vélidos para sistemas més complejos, una vez que se instrumentan en programas de computadoras. También presentamos aqui algunas formulas para verificar los resultados més importantes de edificios mis complejos. Bl lector interesado en presentaciones més detalladas de procedimientos de andsis dindmico puede consultar varios textos sobre el tema, entre ellos los de ‘Weaver y Johnson (1987), Humar (1990), Clough y Penzien (1993) y Craig (1981), 3.1 GRADOS DE LIBERTAD DINAMICOS Desde el punto de vista dinémico, interesan los grados de libertad en los que se ge~ neran fuerzas generalizadas de inercia signi- ficativas; es decir, fuerzas iguales a masa por aceleracién 0 momento de inercia por ac Jeracién angular, Por ejemplo, en la figura 3.1 se muestra un marco que, de acuerdo con la seccién 2.2.1 y con la figura 2.2, tiene 12 gra- dos de libertad estticos. Sin embargo, si las fuerzas de inercia importantes son solamente Jas que generan las masas m, y my al moverse lateralmente y las deformaciones de los pisos. fen su plano son despreciables, tenemos un sistema de dos grados de libertad dindmicos, {que son precisamente los desplazamientos laterales 1 y 2 en la figura aludida, Es perti- nente observar que esto no implica que en los. Figura 3.1 Grados de libertad costaticos y dindmicos. 100 Figura 3.2 Sistema simple con amortiguamiento viscoso. Conceptos de dinémica estructural restantes giros y desplazamientos se anulen, sino que, aunque asuman valores dis- tintos de cero, no generan fuerzas de inercia de consideracién, Como se ha explicado en la seccin 2.4.1, en edificios es generalmente acep- table suponer que los pisos son diafragmas rigidos en su plano, lo que permite expresar el movimiento lateral de cualquier punto del piso en términos de tres srados de libertad: dos desplazamientos horizontales y un giro alrededor de un eje vertical. Si un marco o muro esté ligado a un piso rigido, su desplazamiento late~ ral en este nivel depende solamente de los valores que adquieran estos tres gra- dos de libertad, como se muestra en la figura 2.27. Por otro lado, en vista de que Ja mayor parte de las masas estn directamente soportadas por los pisos, es tam- bién aceptable suponer que todas las masas estén concentradas en los mismos, de ‘manera que tas fuerzas de inercia generadas por desplazamientos laterales se pueden expresar como productos de la masa en cada piso por sus aceleraciones lineales (en dos ejes horizontales perpendiculares) y del momento de inercia de dicha masa por la aceleracién angular alrededor del eje vertical que pasa por el centro de masas. Esto permite efectuar el andlisis dinémico de un edificio con modelos que tienen tres grados de libertad por piso. Cuando por simetria los pisos no rotan alrededor de ejes verticales, el edifi- cio 0 sus componentes se pueden modelar como un sistema de un grado de liber- tad (desplazamiento lateral) por piso. Nétese que la hipétesis de que los pisos son diafragmas rigidos implica que las vigas no tienen deformaciones axiales: tal serfa el caso del marco de la figura 3.1. Recuérdese que la matriz de rigideces de ‘este marco, que ¢s de 12 X 12, se puede transformar a una matriz de rigideces la- teral de 2 X 2, expresada en funcién de los grados de libertad 1 y 2, mediante el proceso de condensacién estatica (véase la expresiGn 2.19). De esta manera, las matrices de rigideces y de masas corresponden a los mismos grados de libertad. 3.2 SISTEMAS LINEALES DE UN GRADO DE LIBERTAD 3.2.1 Deseripcién y ecuacién de equilibrio dinamico Consideremos el sistema de un piso mostrado en la figura 3.2, constituido por ‘una masa concentrada que puede tener un desplazamiento horizontal u, ligado al terreno mediante varios elementos verticales representados esquemiticamente por dos columnas elistcas y por un amortiguador. Cuando el terreno experimen- ta un desplazamiento horizontals, en la ecuacién de equilibrio dindmi- co aparecen la fuerza de inercia, igual a la masa por su aceleracién absoluta %, Ia fuerza de rigidez y la de amortiguamiento. En el caso més sencillo, las fuerzas de rigidez y de amortiguamiento son, respec- tivamente, proporcionales al desplazamiento u y a la velocidad ti de la ‘masa con respecto a su base. Sean k y ¢ las correspondientes constan- tes de proporcionalidad que se supone que no cambian con el tiempo: k ¢ lo mismo que la matriz de rigidez lateral, en este caso de 1 por 1, que 4 | se determina como se describe en la secciGn 2.2.1, y ¢ se llama coefi- ciente 0 relaci6n de amortiguamiento. El conjunto de m,c y kconstituye tun sistema lineal de un grado de libertad, con amortiguamiento viscoso 6 lineal; usando el principio de D'Alamber, la ecuacién diferencial de cequilibrio din&mico o de movimiento es mitcutku=0 Sistemas lineales de un grado de libertad 101 Tabla 3.1. Aplicacion del Método f de Newmark (f = 1/4) al sistema de la figura 3.2. ' 4 Resultados nuéricas (Seg) | Exacta 0 ° @ ast ‘au ay a 0.00 | 1.0000 1.0000 | 0.000 | -1.0000 | 20000 | -o.00s0 | ~o0%3 | o0149 010 | 09950 | 09950 | ~0,0993 co.98s1 | 59603 | -o0188 | -00973 | oonas 020 | 09802 | 9x02 | -o.1965 | -o9606 | -98221 | oor | -o.00 | 0338 030 | o9ss9 | o9ss9 | -02909 | -o9268 13sasr_ | —0.0336 | -o0%s | 00427 04 | 09223 | 09223 | -ossis | -osssr | -17.1027 | —o0426 | -o08s9 | costo 050 | 0879 | 087s 0.4673 | -0.8331 20.4522 | -0.0507 | -o0808 | ooses 060 | 08292 | og201 | -0s477 | -0.7743 | -235655 | -o0s%s | -o0r1 | 00659 070 | 0707 | 07706 | -o6a1s | -o.708¢ | -264140 | —o06ss | -o0s7 | ors 030 | 07052 | 07050 | -o6s90 | -o6s61 | -289720 | -oon9 | -o0s97 | 0719 90 | o6sss | ossxz | -o7488 | -o5s83 | -s12171 | -oo7s | -o0s17 | 00826 100 | oso | osss7 | -osoos | -o.757 | 33.1300 | -oos22 | -o0832 | ooses 110 | 04738 0473s | 0.8437 03891 si | 00861 | -o0344 | oosos 120 | o3s7s | 0387 | -os71 | -0.2996 | ~35.9003 | -oos1 | -o.0rs4 | oops 130 | 02988 | 02983 | -o9035 | -o208 | -367373 | -oov12 | -oo12 | 00028 140 | 02077 | 02072 | -o9197 | -o.1152 | -372012 | -0.0923 | 0.0069 | 0.0930 150 | o11ss | oss | -o926s 0.0222 | -372914 | -o0925 | 0.0 | 00823 160 | 00229 | 0023 | -os21 oor | -sr010s | -oon8 | ors | 0007 1.70 | -o.0688 | -o06s | -o9126 1608 | ~36.3650 | -o.0502 | oo20s | ooss2 180 | -0.1590 | -o.1598 | —o.8921 0.2490 | 35.3650 | -o.0878 | oo201 | oosds 190 | 02468 | -o2475 | -o8630 03338 | -34.0239 | -oosss | 0.0378 | 0.0807 200 | -03312 | -03319 | -o82s6 oaias | -323584 | -a0803 | 0.0152 | 0.0758 300 | -o8es9 | -o8sss | -o.1270 ossso | -33881 | -ooose | oss | -o.0002 400 | -osm2 | -osm4 0.6162 05097 | 25.7921 | 0640 | ors | -o.058e 00 | ora 0.738 | 0.7305 02508 | 29.6671 | 00736 | -o.0286 | -0.0708 600 | 06975 | 0698s 02163 | ~0.7200 72536 | aoiso | -oors | -oo107 m= 100, = 008, #010 o= 100, Zola, = 1001282, Geta, = 0.050062 ++ JA + Amdt? = 403, epi a ecuacidn 3.5, la soluciénexacta es = exp (-005 {0.050062 sen (0.998748) + 0s (09987490). 102 Conceptos de dinémica estructural El punto sobre una cantidad significa derivacién con respecto al tiempo. Con- siderando que x = + u, la ecuaciGn anterior se eseribe mit cut ku=— ms Gu) Dividiendo esta ecuacién entre m y definiendo w =V/kim, c,, = 2Vim y = cleg se llega 2 U+2Cout oru=-¥ G2) ‘© se denomina frecuencia circular natural del sistema; c,, se conoce como amortiguamientocritico y {es la fracci6n de amortiguamiento critico, que usual- ‘mente se expresa como porcentaje. De las definiciones de w y ., deducimos que a = 2m a lo cual muestra que el amortiguamiento crtico esté relacionado con la frecuencia fundamental de vibracién, 3.2.2 Vibraciones libres El sistema descrito en la secciGn precedente vibra libremente cuando Ia masa se ‘mueve, pero el terreno permanece inmévil y no acttian fuerzas exteriores. En este caso el segundo miembro de la ecuaci6n 3.2 se anula y su solucién es: Ut) = A et" €08 @ (t= 7) 63) donde oV1-# G4) «9, €8 la frecuencia natural amortiguada del sistema y A y + son constantes que dependen de las condiciones iniciales, es decir, del desplazamiento y la velo- cidad cuando La ecuacién 3.3 da u (0) = A cos wXt ~ y) cuando no existe amortiguamiento (E= 0), y se dice que la masa tiene un movimiento arménico. El tiempo T, que dura un ciclo de oscilacién completo, se llama periodo de vibracién natural del sistema y es igual a 27fw. Por otro lado, si el amortiguamiento es igual al crtico (E= 1) encontramos que «, = 0 y, por tanto, u(t) = A ef", indicando que la ‘masa se mueve sin oscilar y vuelve a su posicién de equilibrio estatico, u = luego de un tiempo infinito. En el andlisis de edificios es de mayor interés el caso de amor menores que el critico, para el cual, si el desplazamiento y la velocidad de la masa en el instante ¢ = 0 valen, respectivamente u, y ig, obtenemos: ui) =A et" ((i, + Ew, (Sen Wt) /@, + u,cos wt} (3.5) Esta ecuacién describe un movimiento oscilante de la masa con frecuencia «, y con amplitud exponencialmente decreciente como se ilustra en la figura 3.3. El pe- riodo amortiguado, T, = 2m/w,, es el tiempo que tarda un ciclo completo de oscilacién, y es una propiedad de la estructura, independiente de como se la excite, Normalmente, el amortiguamiento de estructuras de edificios no excede 10 por ciento del critico, o sea que tipicamente £es menor que 0.1, Aun para este If- Sistemas lineales de un grado de libertad Aaa) a agape ove }o# rite relativamente alto, la ecuacién 33 da w, = 0.995 w; de aqui se colige que en casos précticos la influencia del amortiguamiento en la frecuencia de vibracién es pequetia, siendo su efecto més importante disminuir la amplitud de dicha vibracién conforme avanza el tiempo, segsin lo expresa el término exponencial de la ecuacién 3.5 y se ilustra en la figura 3.3. 3.2.3 Respuesta a movimientos del terreno El segundo término §, de la ecuacién 3.2 describe cémo varfa la aceleracién det terreno con el tiempo y se conoce como acelerograma. En textos de dindmica es- tructural se muestra que, cuando tal término no es nulo, la solucién de la ecuacién aludida es: M0 Ha Peps alomet-odr GH Esta expresin hace ver que, como én el caso de vibraciones libres, las dos propiedades de un sistema de un grado de libertad que determinan su respuesta ante un movimiento prescrito del terreno son su frecuencia natural y su fraccién de amortiguamiento ertico. La velocidad y la aceleracién de la masa se caleu- lan derivando sucesivamente u(t) con respecto al tiempo, y otras respuestas de interés, como la fuerzh en ef resorte, se pueden obtener en términos del despla- zamiento y sus derivadas. Para fines de disefio,interesan normalmente slo los valores maximos absolutos de tales respuestas 3.2.4 An paso a paso, método # de Newmark Un acelerograma real no es una funcién algebraica del tiempo, sino una serie de valores numéricos de la aceleracién para diferentes instante; usualmente a in- 103 Figura 3.3 Vibraciones libres del sistema de la figura 3.2. 104 Figura 3.4 Acoleraciones, ve- locidade’ y despiazamiontos del registro de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes del temblor del 19 de septiom- bre de 1985, Conceptos de dindmica estructural tervalos constantes de tiempo Ar, que varfan entre 0.005 y 0.02 segundos. Para AX, la fuerza de inereia en la misma, Fy = My 02 X 1) Repitanse los pasos (d) a (f) con el tercer resortey la tercera mast ‘h) Contindese ol proceso hasta llegar a la hima masa, Si se satisface el equi- libro entre la fuerza cortante del sitimo resorte y a fuerza de inercia de Ja masa aludida, la frecuencia escogida y las amplitudes calculadas corres- ponden a un modo natural de vibracién. Por Io general tales fuerzas no son iguales y su diferencia constituye un residu. Representando en una grfica los residuos contra los distintos valores de w? supuestos, se obtendré una curva cuyos ceros corresponden alas frecuencias na- K taontem) | 200 200 0 oa g Supuesta 3 2 ™ 0408 0.408 208 (oust x 1.0000 098 -1570 aan ax 1.000 -0020 = 2.550 v | 2000 =400 = 2040 F 20410 2000 = 160 x 1.000 0780 -2170 soo ax 1.000 -0220 = 2950 v | 2000 =45.00 2360 » F 2350 1910 = 2660 x 1.000 =0860 =1950 ‘0 ax 1.000 = 0140 = 2810 v | 2000 -28.50 -25 -20 F aes igs -23 x 1.000 oss = 1964 sy ax 1.000 -0149 2815 v | 2000 -2970 -252 04 F 297 1955 -2256 (500 > 30 + 600 44978 = 560 (nterpoacin nel) 200 x 1 +285 x 0.140 + 2250 2.810 a BBS X 1+ 1955 X 0.860 + 223.0 x 1.950 = 8810. 33 a sos 200% 1 297 x 0149 $2252 X 2815 569 gee 33 229.7 [+ 195.5 X 0851 + 225.6 X 1.968 Cleulo numérico de modes y frecuencias de vibrar turales. Un cambio de signo en los residuos correspondientes a dos valores de «? indica que hay una frecuencia comprendida en ese intervalo de valores y po- ‘demos interpolar, por ejemplo linealmente, para lograr una mejor aproximacién a la frecuencia buscada. Cuando se esta probando un valor de X suficientemente préximo al corres- pondiente a un modo de vibrar (cuando el residuo es pequeiio), se encuentra que tuna aproximacién mas precisa de dicha frecuencia es (Crandall y Strang, 1957). S,V,AX, wae LEX, 331) La tabla 3.3 resume los cailculos hechos para el segundo modo del edificio de la figura 3.7. Las operaciones se han hecho con mayor precisién en el dltimo ciclo, y los resultados finales, «,? = 562.S/seg®, y forma modal (1.000, 0.851, 1.964), difieren de los de la seccién 3.3.4 s6lo en la cuarta cifra significativa. La grifica de los residuos versus o* se muestra en la figura 3.9, la cual incluye también puntos correspondientes a la frecuencia del tercer modo de vibrar. El valor calculado para wy? es 1372/seg? que difiere del de la secci6n 3.3.4 cen menos de 0.3 por ciento. 3.4.3 Método de iteracién inversa Exte procedimiento es apropiado para resolver problemas de valores caracteristi- cos mediante operaciones matriciales. Se parte de que la ecuacién 3.26 puede cescribirse: 32) 17 Figura 3.9 Método de Holzer. 18 Conceptos de dinémica estructural Los pasos a seguir son: 4) Supéngase un valor arbitrario X del vector Z,, que es lo mismo que supo- ner un valor arbitrario de wi Z. +b) Caleiilese el vector X’ = MX. ©) Caledilese el vector ¥ resolviendo el sistema de ecuaciones siguiente (que proviene de la expresin 3.32) 3.33) 4) Sil vector ¥ es igual al vector X multiplicado por una constante, te- rnemos una forma modal y la constante es igual a 1/42. En la préctica se busca que Y sea aproximadamente igual a una constante por X y se calcula w? con la relacién siguiente (que es una manera de escribir el cociente de Rayleigh) yx’ aT hy (3.34) Si ¥ no es suficientemente parecida a X, se empicza otra vex en el paso 4@) con un vector X que sea proporcional a Y. Se demuestra, por ejemplo en Bathe y Wilson (1976), que asf el proceso converge répidamente al primer ‘modo. El método sirve también para determinar modos superiores de vibracién si es {que los pasos anteriores se aplican empleando en vez de K la matriz K’ con un corrimiento de origen, es decit K-~M En este caso los valores de ¥ convergen a la forma del modo cuyo valor de ‘@? sea mas cercano a py el cociente de Rayleigh (ecuaci6n 3.34) proporciona el valor de (w* — 12), asf que para calcular «? se debe usar la expresién: a YX Oo ut TY 3.35) ‘como ejemplo, hemos aplicado este método otra vez a la estructura de la figura 3.7, recordando que, en unidades de t, m y seg, las matrices de masas y de rigide- ces son 0407s 0. 0 M=| 0 040775 0. 0 0 0.20388 400-2000 K=| -200 280-80 0 =80 80, CCéloulo numérico de modos y frecuencias de vibrar 119 Tabla 3.4 Método de interacién inversa (primer modo) Grado de libertad 1 2 3 x 1.00000 2.00000 3.00000 x osors osisso osti64 Y 0.00917 001631 0.02396 x 1.00000 Lame 261113 x coors 0.72489 0.53236 Y 0.00832 0.01461 0.02127 x 1.00000 173510 2ss4ad x oorns o71s64 0.52080 Y 0.00822 ooo 0.02001 x 1.90000 1.75201 2.84388 "Nora: Los valores de, slvo paral primera teracién son proporconales alos de ¥ {ela eracion anterior X=Mx vewix, yx’ °-yMY 0.00822 x 0.40775 + 0.01440 x 0.71564 + 0.02001 x 0.52080 (0.008222 x 0.40775 + 0.014402 x 0.40775 + 0.02001? x 0.20388 ot = 22g? Los célculos de varias iteraciones hechas para obtener el primer modo se pre sentan en la tabla 3.4. Para este tipo de estructura conviene, como en el método de Newmark, suponer como valores iniciales de X cantidades proporcionales al ‘iimero de orden del grado de libertad (numerados de abajo hacia arriba). En el paso c) se necesita resolver el sistema de ecuaciones siguiente: 400-20 0) fy x 200 280-80] typ = 4x4 0 =80 80} [ys La solucién es: (+ x4 + 249/200 = 2y, — x//200 Yo + x'y80 En la tabla 3.5 se muestran los célculos para el segundo modo. Para esto se adopta en la expresién 3.35 4. = 490.5, entonces la convergencia serd al valor de « més cercano a dicha m. En modos superiores al primero, y aun en éste, con- ‘viene suponer que los valores iniciales de x, son todos iguales a la unidad, a me~ 120 Conceptos de dindmica estructural — ‘Tabla 3.5 Método de interacién inversa (segundo modo). Grado de libertad 1 2 a x 1.00000 1.00000 1.00000 x oaorts o.ao77s 0.20388 Y 0.00204 0.00000 | -po1019 x 1.00000 0.00005 | -s.00017 x oaoris oo | 101944 Y 0.0247 0.02243 | -oo3g74 x 1.00000 ooi6s7 | -1.58332 x oaor7s 037377 | -o3z281 Y 0.01240 010% | -o0rsa1 x 1.00000 08362 | -204109 x oaoris 034072 | -osisia Y oorsi0 0.01207 | -oo274s x 1.00000 ogssis | -1.94653 x coors o4s81 | 0.39686 Y 0.01376 coun | -ooxs x 1.00000 ossis2 | -1.96508 "Nova Los valores de X, salvo par la primera teracon son propeconaes alos &Y de tern anterior, x=Mx po Yetrhx PoVIXATMY ; w= pep 001375 x 04075 + 001172 x 0.34881 0.02708 x 0.9686 ‘GO13T6E x 0.40775 + 0.011722 x O40TIS + 0.027047 x 020388 p= TA seg? 02 = 49056 724 = 5629 seg? ‘os que se tenga una mejor aproximacién a la forma modal buscada. La matriz K’ resulta entonces: 200-20 0 K’=K-p~M=|-200 “go -80 0-80-20 Esta vez, en el paso c) se tiene que resolver el sistema 200-200 0] fy x4 -200 “30 -80] 43 2 o -80 -20] (5s eh Hacigndolo se obtiene: yy = x +24 ~ 4499200 Y= 4 x4/200 yes 4y)— 21920 Respuesta a temblores de sistomas sin torsién Puede notarse que el método de iteracién inversa da, para el primer modo, los ismos resultados que el método de Newmark. De hecho, en este ejemplo en que ‘consideramos un edificio de cortante, ambos procedimientos son equivalentes al de Stodola-Vianello (Rosenblueth y Esteva, 1962). Sin embargo, tal como lo hemos presentado, el método de iteracién inversa se puede aplicar cualesquiera ‘que sean las matrices de masas y rigideces y no s6lo a sistemas sencillamente acoplados; ademas, como hemos visto, empleado con corrimientos, sirve para calcular cualquier modo de vibrar. Por tales motivos, dicho método constituye Ia base de varios algoritmos, como el de iteracién de subespacios y el de bisque- da del determinant, apropiados para computadoras. Bathe y Wilson (1976), Weaver y Johnston (1987), Humar (1990) y Clough y Penzien (1993) tratan con mas amplitud este método y sus variantes, y describen cémo incorporarlos en programas para computadoras. 3.5 RESPUESTA A TEMBLORES DE SISTEMAS SIN TORSION ‘Cuando una estructura eldstica de varios grados de libertad como la que se muestra cn la figura 3.6 esté sujeta al movimiento prescrito de su base, es decir a un acelero- ‘grama dado s(1), sus masas sufren desplazamientos que dependen del tiempo y de Ia aceleracién basal y pueden calcularse resolviendo el sistema de ecuaciones dife- renciales 3.20. A partir de los desplazamientos se pueden determinar las fuerzas actuantes en los diferentes componentes de la estructura. A continuacién presenta- ‘mos los métados de solucién mas comunes. 3.5.1 Analisis modal El llamado andlisis modal aprovecha las propiedades de los modos de vibra- cién descritas en la secci6n 3.3.3 para reducir el problema de resolver un sis- tema acoplado de n ecuaciones diferenciales al de m ecuaciones diferenciales desacopladas. El concepto fundamental es que en un instante dado, los desplaza- ‘mientos de las masas de un sistema de varios grados de libertad pueden expre- sarse como la suma de los desplazamientos debidos a la participacién de cada uno de los modos naturales, puesto que los mismos constituyen un conjunto comple- {0; esto es: uM =ZY{OZ, 3.36) © en términos completamente matrciales: u@=ZY 37 En las expresiones anteriores: 1 (= vector de desplazamientos relativos a la base de las masas en el ins- tater ¥(0) = funcién escalar que expresa la variacién con respecto al tiempo de la participacién del modo j. Y( = vector columna cuyos elementos son las ¥,(0. 121 122 Conceptos de dinamica estructural Z,_ = j-&simo vector modal en el que el término z,, es amplitud del desplaza- ‘miento de la masa m, Z_ = matriz modal cuya j-€sima columna es el modo Z expresa suma sobre todos los modos de vibra. Sustituyendo w (0 en Ia ecuacién 3.20 obtenemos: MZ¥ ()+CZY¥+KZY@ M150 3.38) Recordemos que gracias a las propiedades de ortogonalidad de los modos se tiene: aMZ=M* KZ =K* donde las matrices transformadas M* y K* son diagonales. Consideramos ademas que la matriz de amortiguamientos C, se diagonaliza bajo la misma trans formacién modal, 0 sea que 27 C Z = C*, siendo C* también diagonal. Premul- tiplicando ambos miembros de 3.38 por ZT nos queda: Mt ¥ (+ CY + K* YO, ZIM 10) (3.39) como os términos fuera de la diagonal de las matrices transformadas son nulos, Ja fila j del sistema de ecuaciones diferenciales 3.39 resulta: mt 80) + Gt ¥(0 + kt ¥() = — ZTM15(0) 3.40) m*. Gj y Ki se Maman masa, amortiguamiento y rigidez generalizados en el ‘modo j, y estin dadas por: Dividiendo 3.40 entre mj* y definiendo «, § = G/"lcqy, obtenemos: BO) + 2 of F(0) + 2 ¥() = = (2/7 M Um] 500) (3.42) Es de interés comparar 3.42 con la ecuacién 3.2 derivada para un sistema de un grado de libertad, que repetimos a continuacién: W+2€ou+oru i) Como se trata de ecuaciones diferenciales lineales, de esta comparacién se desprende que, para el mismo acelerograma s(t), ¥{1) es igual al desplaza- miento de la masa de un sistema simple de un grado de libertad con frecuen- i6n de amortiguamiento critico £ = & multiplicado por el siguiente factor: Respuesta a temblores de sistemas sin torsién ZIM1 2" GMa, 3.43) En términos de cantidades escalares p, se expresa: ima. (34a) em ae > 1p) se denomina coeficiente de participacién del modo j y define la escala a la ue interviene este modo en el movimiento. Supongamos que el desplazamien- to del sistema de un grado de libertad con frecuencia «, y fraccién de amor- tiguamiento eritico & ante la excitacién s(t) es 441), entonces ¥,(1) = py (0). Sustituyendo en la ecuacién 3.36 y limiténdonos al desplazamiento de la enésima masa, inferimos: Ug = ¥{O) 2 3.45) g(t) = E ty lt) = E YO) yj = E py (0 2) G46) o también: HO = 5 (0 ty ES G47 Esta dltima igualdad muestra que, en el instante ¢, el desplazamiento relati- vo de la masa n debido a la contribucién del modo j se obtione como el produc- to de la amplitud de dicha masa en el modo aludido a una escala arbitraria, por el cocficiente de participacién p, y por una funcin del tiempo dit), que es la misma que proporciona el desplazamiento relativo de la masa de un sistema de tun grado de libertad de igual periodo y amortiguamiento que los del modo en cuestiGn. La funcién 4,(2) puede calcularse con cualquier método analitice 0 numérico, como los expuestos en la seccién 3.2, y tiene unidades de longitud, 3.5.2 Modos ortonormales EI que los modos puedan tener una escala arbitraia significa que podemos mul- tiplicar todos los elementos de cualquier veetor modal Z, por una constante sin afectar ninguna otra de las propiedades modales. En particular, en la ecuacién 3.47 el valor de u,() es independiente de laescala que se adopte para los z puesto due si los mismos se multiplican por un factor arbitrario a, aparecerd a? en el numerador y en el deriominador, sin alterar el resultado final Es muy conveniente, sin embargo, escalar los modos de manera que todas las masas generalizadas m,* sean iguales a la unidad. Se dice entonces ue los modos se han normalizado con respecto a la matriz de masas 0 que son ortonormales. Supongamos que conocemos e] modo Z, en una escala cualquiera que lleva en general a m,* = ZF MZ; # 1. Para obtener el modo cortonormal debemos dividir Z, por Vin,¥:hecha tal operacin, de 3.41 dedu- cimos que: 123 Conceptos de dindmica estructural = 208 G48) Las formulas para el factor de participacién se simplifican a p= EFM =E mz 49) La fuerza de inercia en la masa n vibrando en el modo j es el producto de tal ‘masa por la aceleracién correspondiente, es decir m, u,,, donde, segiin 3.45 a 3.47, yD) = FO ay = 7B 2 50) La cortante en la base V;,en este modo ¢s la suma de las fuerzas en todas las Vj = yy PDO) 2) = PyB() Ey My Ey Puesto que la ditima suma es igual al factor de participacién del j-ésimo modo, se llega a Vi = Prd Teniendo presente que $1) tiene unidades de aceleracién inferimos que pj? tiene unidades de masa; y por ello se llama masa efectiva del modo j. La adiciGn de las masas efectivas es igual a la suma de las masas del sistema; entonces el cuadrado del coeficiente de participacién del modo ortonormal j representa la parte de la masa total que genera cortante en la base en dicho modo. 3.5.3 Estructura tratada en la secci6n 3.3.4 En este ejemplo se determinan los factores de participacién para los modos de la estructura mostrada en la figura 3.7. Hemos calculado dichos modos y sus fre~ ‘cuencias de vibrar por varios procedimientos, en la seccién 3.3.4, obteniendo: 1.000 1.000 1.000 Z,=4 1751 0853 0803 2541 =1.969 0321 22.0 radiseg?; on? = 562.4 radiseg? ; a5 = 1375.0 radlseg? 0569 seg} T, = 0.265 seg + Ty =0.169 seg Recordando que m, = m, = 0.40775 ym; = 0.203875 (en tseg%em), se tiene: imy* = Z MZ, = 040775 X 12 + 0.40775 X 1.7512 + 0.203875 x 2.5412 = 2.97427 mgt = Zi MZ, = O407TS x 12 + O40TTS x 0.8532 + 0.203875 * 1.969? = 1.49485 mt = ZT M Zy = 0.40775 x 12 + 0.40775 x 0.803? + 0.203875 x 0.3212 = 0469233 Respuesta a temblores de sistemas sin torsién 125 Podemos ahora remplazar cada Z, por su correspondiente forma ortonormal dividiéndolo por la respectiva Vm,¥, artibando a los siguientes resultados: 0.580 0.818 1,202 1.015 : 0.698 + Zy=4 -0.966 1473 =1.610, 0.386. Los coeficientes de participaciGn se calculan con la ecuacién 3.49 que lleva a: Py = 0.40775 X 0.580 + 0.40775 X 1.015 + 0.203875 x 1.473 = 0.9508 2 = 0.40775 X 0.818 + 0.40775 X 0.698 ~ 0.203875 X 1.610 = 0.2896 Ps = 0.40775 X 1.202 — 0.40775 x 0.966 + 0.203875 x 0.386 = 0.1747 3.5.4 Edificio tratado en la seccién 2.4.3 Consideremos el edificio de la figura 2.30. Los datos necesarios para obtener sus periodos y modos de vibrar en dos direcciones ortogonales se presentan en Ia tabla 3.6; donde, para uso posterior, se afiaden las dimensiones a y b, de las plantas y la inercia rotacional de las masas J. Con tales datos obtenemos las si- guientes matrices de masas (en t-seg2/m) y de rigideces laterales (en Vm) para cada direccién de anélisis, las tres de tamaiio 5 X 5: 91740 0 0 0 (0) = 12:29) 0) 0 0 0 0 15291 0 0 0 0 (0ge 15.291 10) 0 0 0 0 18349 -4400 0 0 0 ss00 —4400 0 0 — 4400 11200-68000 0 ~ 6800 13600 —6800 0 0 =6800 13600 ‘Tabla 3.6 Masas y rigideces de entrepiso del edificio de la figura 2.30. Pisoo | Peso |, Masa a 6 7 K | K entrepiso | (ton) im) | om (toni) | (tom'm) 5 90 91m | 13s | 75 | 1sase | 4400 | 13300 4 120 | 12232 | 200 | 110 | ssio9 | 4400. | 20600 3 150 | 15291 | 200 | 110 | 663.86 | 6800 | 23600 2 iso | 15291 | 200 | 110 | 663.86 | 6800 | 23600 1 180 | 18349 | 200 | 110 | 796.68 | 6800 | 23600 8 = 9.81 mvseg? 126 Conceptos de dindmica estructural Tabla 3.7 Poriodos y modos de vibrar del ediicio de la figura 2.90, @) direceion X Modo (j) 1 2 3 4 5 Periodo (segundos) | 0.9652 0.3820 0.2400 0.1900 | 0.1639 Piso (i) Modos ortanormales 2 A 174848 182808 139606 | —1sa214 | 041695 4 159373 (079602 039973 197472 | 086149 3 iasizt | 083461 raszit | —ostige | 138103 2 ooiors | 138200 | 023458 | —o86231 | —173288 1 coisa6s | 108839 155971 90731 | 088121 b)direccién ¥ ‘Modo () , 2 3 4 3 Period (segundos) | 0.5116 0.1967 01312 o.ios | oosss Piso (i) ‘Modos ortonormales 24 s 172890 2omss | -139729 ose | 043553 4 154502 959450 093256 v77699 | -.118622 3 12807 | -068752 129374 | —0s2310 | 156788 2 93963 | 138164 | -o31442 | —120668 | 150838 1 oase74 | 112100 | —145si12 116392 | 068740 13300-13300 0 0 0 13300 33900-20600 0 0 0 20600 44200-23600 K, 0 0 23600 47200 —23600 0 0 0 ~23600 47200 A partir de estas matrices hemos calculado, con la ayuda de un programa para computadora, los periodos y los modos ortonormales de vibrar que se listan en la tabla 3.7. En el capitulo 7 emplearemos estos resultados para calcular los corres- pondientes factores de participacién asf como las masas efectivas para cada modo, Anélisis dindmico tridimensional 3.6 ANALISIS DINAMICO TRIDIMENSIONAL, El anélisis de una estructura ante excitacién sismica debe tener en cuenta todos los grados de libertad necesarios para representar completamente los posibles modos de deformacién y las fuetzas de inercia significativas que puedan gene- rarse en tres dimensiones. Bajo la hip6tesis de comportamiento elistico, existe una variedad de programas basados en ef método del elemento finito, que facili- tan el anlisis dinémico de modelos tridimensionales con cualquier distribucién de masas y rigideces. Las ecuaciones de movimiento tienen esencialmente la forma de la expresién 3.38, aunque las matrices de masas y rigideces contienen usualmente muchos més elementos y ninguna de ellas tiene que ser necesaria- ‘mente diagonal. Siempre que las suposiciones simplificatorias para disminuir la cantidad de grados de libertad o para emplear subestructuras sean inaceptables, deben usarse estos programas con la ayuda de computadoras personales 0 esta- ciones de trabajo. La presentacién det método del elemento finito para problemas ddinémicos y su instrumentacién en programas para computadora rebasan el alcan- ce de Ia presente publicacién; por otro lado, en la literatura técnica se encuentra tun niimero abundante de textos y articulos que los presentan con amplitud y de- talle (véase por ejemplo, Preemieniecki, 1968, Weaver y Johnston,1987 y Bathe y Wilson, 1976), No obstante, aun cuando se disponga de los recursos de computadora apropiados para analizar un edificio mediante un modelo completamente tridimensional de elementos finitos, no debe perderse de vista que es mayor el esfuerzo que demandan la preparacién de datos y Ia interpretaci6n de resul- tados, acrecentando la posibilidad de incurrir en problemas numéricos y en errores humanos. Ademés, es innecesario refinar mucho un modelo eldstico que s6lo representa de manera aproximada a una estructura que se espera que incursione en comportamiento no lineal para la intensidad del sismo de dise- Ao. Por tales motivos es conveniente usar solamente tantos grados de libertad como sean realmente necesarios para representar las deformaciones y fuerzas relevantes, Por lo anterior, en el disefio de edificios, asf como se hace en el andlisis esti cco, se emplea también en el andlisis dindmico tridimensional la hipstesis de que los pisos son diafragmas rigidos. De esta manera el problema global se reduce a uno de tres grados de libertad dindmicos por nivel: dos desplazamientos laterales y un giro alrededor de un eje vertical. Este enfoque se describe en lo que resta de esta seccién, 3.6.1 Ecuaciones de equilibrio dinamico El equilibrio dinémico ge un sistema tridimensional considera las fuerzas de iner- cia, que para la masa i-ésima contindan siendo de la forma m, (i, + 5), las fuerzas cn los elementos eldsticos, que son el producto de la matriz de rigidez lateral por los desplazamientos laterales (incluyendo los giros) y las fuerzas de amortigua- miento viscoso que se pueden expresar como el producto de una matriz de amor- tiguamientos por las velocidades. En las fuerzas de inercia necesitamos incluir los productos de las momentos de inercia de las masas con respecto a un eje vertical por las correspondientes aceleraciones rotacionales. Para cada masa 0 momento 127 Conceptos de dindmica estructural 128 de inercia, la suma de todas las fuerzas 0 momentos debe ser cero. Asf Hegamos, 2 las ecuaciones de equilibrio dinémico siguientes Mai+Ca+Ku=—MRi@ G51) La matriz de masas adopta ahora la forma: m 0 0 o 0 m0 o 0 o 0 4 o 0 0 M a ) m 0 0 0) 0) Oo mae 0 o 0 0 o 0 Sy tra diferencia con el caso sin torsién es que mientras las aceleraciones de los pisos ocurren en las dos direcciones horizontales y tienen un componente rotacio- nal, las aceleraciones del terreno existen s6lo en la direccién de andlisis. Por esta raz6n, se ha insertado el vector R, que contiene unos en los lugares correspondien- tes alos grados de libertad orientados en la direccién aludida y ceros en los demas lugares, en el segundo miembro de la expresién 3.51. De esta manera, el acelero- ‘grama s(P) aparece solamente en las ecuaciones correspondientes ala direccién del movimiento de ta base, como se ilustra en los ejemplos de secciones subsiguientes. En la matriz M, a los desplazamientos laterales les corresponde la masa tras- Jacional del nivel en cuestidn y al giro alrededor del eje vertical le corresponde la inercia rotacional de la masa con respecto a dicho eje. Traténdose de fuerzas si ‘micas que obran en los centros de masas de los niveles, es conveniente que los ejes verticales pasen por tales centros. Los métodos para valuar las masas y sus momentos de inercia son bastante conocidos y no se trataran agus. Cuando la ‘masa esté distribuida de manera mas o menos uniforme en planta, se puede calcu- lar su momento de inercia como J = m r?, donde mes la masa del piso y rel radio de giro del érea de la planta, Por ejemplo, r = V(a? + b2)/12 para una planta rec- tangular de dimensiones a y b. ‘Los pormenores del procedimiento para determinar la matriz de rigidez late ral cuando los pisos se modelan como diaftagmas rigidos, fueron materia de la seceién 2.4. En el capitulo 7 describiremos cémo se suele incorporar el amort- ‘guamiento en el célculo de la respuesta a temblores. Ex 2. Ani is modal Nuevamente, las frecuencias de vibrar de sistemas con torsiOn se pueden caleu- lar resolviendo la ecuacién |K — w? M| = 0. Para edificios de més de un piso, es prdcticamente imprescindible recurtir a procedimientos numéricos programados para computadoras. Entre los métodos expuestos en la seccidn 3.4, el de iteracién inversa es aplicable sin cambios al problema entre manos, proporcionando tam- bign los modos correspondientes. [Los modos de vibracn estén formados esta vez por desplazamientos y olacio- nes, en concordancia con los grados de libertad elegidos, y cumplen las propiedades cenunciadas en la seccién 3.3.3. Por tanto, la solucién modal de las ecuaciones de Anélisis dindmico tridimensional 129 quilibrio dinémico dadas por laexpresién 3.51 sigue Jos pasos descrtos en la seccién 3.5.1 para estruc- ee turas con desplazamientos en una sola direccién ho- we sistiida rizontal, alas que coresponden las ecuaciones de 1a expresin 3.20. La tnica diferencia entre 3.20 y 3.51 ¢s la presencia del vector R en lugar del vector 1, lo cual afecta solamente la formula para calcula el coeficiente de partcipacién del modo j, que ahora se scribe: y= @,7MRYZjTMZ,) Conviene una vez més emplear modos ortonor- ‘males, con lo que nos queda: j= ZjTMR 3.52) Las masas efectivas de los modos permanecen iguales a los cuadrados de los correspondientes coeficientes de participacién y su suma también proporciona la masa total del edificio. Se mantie~ nen sin cambios las expresiones para determinar los desplazamientos modales. 3.6.3 Edificio de un piso Los principales conceptos involucrados en el anilisis modal tridimensional se ilustran a conti- nuacién resolviendo el caso sencillo propuesto en Ja figura 3.10, que permite ejecutar manualmen- te las operaciones matriciales. Los grados de bertad dindmicos son tres: los desplazamientos u y ven las direcciones de los Figura 3.10 Edificio de un piso ejes X y ¥y el giro alrededor de un eje vertical 6, también indicados en la figu- °°" torsion. +a 3.10, Conviene que tal eje pase por el centro de masas. El primer paso del andlisis consiste en determinar las correspondientes matrices de masas y rigideces, que en este caso son: mo 0 Oo m 0 0 0 max6 25k 0 0.25ka K 0 20k 0 O25ka = «0.25 ka El término (3,3) de M es el momento polar de inercia de la masa m con respec- toa su centro, J = m (a? + atV/12 = m a6, El término (3,3) de K es el momento con respecto a dicho punto cuando se da un giro unitario a la planta (con lo cual el ‘marco se desplaza a/2), La ecuaci6n 3.27 se esctibe entonces: Conceptos de dindmica estructural 130 0 025 ka (2.0 k= a m) 0 =0 025 ka 0 (1.125 k a= @? ma%/6) (25 ko m) 0 Desarrollando el determinante y efectuando algunas operaciones se llega a: (25 k= at m) (wt m= 9.25 k alm + 16.5 lm?) = 0 ccuyas tres soluciones son «2 = 2.0 kim, wn? = 2.41352 Rm, y an? = Los cortespondientes periodos de vibracién son: 83648 k/m, T, = 4.44 Vinlk Ty = 4.04 Vindk T; = 2.40 Vinlk Para encontrar las formas modales hay que introducir cada frecuencia en el sistema de ecuaciones siguiente: K-M] Empleando w? obtenemos: OSku, +404 + 0.25kae Ou +04 +00, 025kau +04 +0,792 ka? 6, De la primera y tervera ecuaciones se concluye que u, .y de ta segunda que v, puede adquirir un valor arbitrario, por ejemplo 1. Asf resulta: ff Similarmente, con «? y ax? encontramos que: 1 1 = 0 Zs 0 . {4 nel : tn soul 3.6.4 Edificio tratado en la seccién 2.4.3 Volviendo al edificio de la figura 2.30, consideraremos ahora los giros de los pi- 0s alrededor de un eje vertical como grados de libertad, obteniendo un total de 15 desplazamientos generalizados y matrices de rigideces y de masas de 15 X 15, Si al ordenar los grados de libertad se colocan primero los cinco desplazamientos de los centros de masas en X, luego los cinco desplazamientos en ¥, y finalmente los cinco giros, la matriz. de masas es: Anélisis dindmico tridimonsional 131 Mo 0 o mM 0 oo onde 0 es una submatrz lena de ceros y My J son submatrices diagonales que contienen las masas de los pisos y sus momentos de inerca, respectivamente, En Ja abla 3.6, para cada piso, hemos calculado J como la masa correspondiente por 12 = (@ + B12. M se da explicitamente en la seccidn 3.54 y J viene a ser: 18234 0 ° ° 0 o 53109 0 0 0 ye| 0 0 66386 0 0 ° 0 0 66386 0 ° ° 0 0 796.64 La matriz de rigideces lateral se determina segtn Ia seccién 2.4.3 y tiene la forma: K. Ky Ky Ky Ky Ke Ky Ry Las submatrices son todas de 5 X 5.K,,y K,, se encuentran, con un solo sub- indice en la seccién 3.5.4. Ademés, en este ejemplo, K,, es nla porque todos los clementos resistentes del edificio estén orientados en los ejes X 0 ¥, sin que nin- uno de ellos tenga componentes en ambos ejes. Partiendo de las matrices My K podemos obtener hasta 15 periodos con ‘modos de vibrar asociados, con los resultados que se resumen en las tablas 3.8 Tabla 2.8 Modos de vibracién tidimensional dl eificio dela figura 2.30, Modo] 7 2 3 4 3 6 7 a 3 Piso Desplazamienos en X 8 | ~017549 | -o0004 | os371 | 000827 | 013773 | 008137 | -oxsois | oos00 | o0oses 4 | ~a1ssi9 | 000003 | 0.07228 | o.04s%6 | -o0s74s | -oos4s7 | os07e | -o08492 | -0.00526 3 | 0.12492 | 000028 | ~0.08326 | -o.00e73 | 0.14497 | o01s49 | ~o.osses | 0.13832 | 0.00089 2 | ~o.05086 | 0.00029 | ~0.13425 | 003578 | aaai%0 | aoiass | -o.08302 | -0.17340 | 0.00029 1 | -o.04809 | o.00022 | -0.10535 | -o.02457 | 0.18618 | -o.02209 | 008737 | 0.08787 | —c.00046 Piso Desplazamientos en ¥ 5 | ooo | 0.17362 | -o00224 | o.oss9s | 00013] a19387| 003874 | -o.o0062 | 0.15538 4 | -o00017 | o1sa13 | o00342 | -c.o14ss | -0.00063 | aos69s | 0.01759 | -o.0007s | o.09048 3 | ~oo00is | 0.12860 | 0.00370 | -0.02022 | -0.00328 | -a06ses | -oo11si | o.oo01s | 0.12201 2 | -ooo011 | 0.09375 | 00284 | -o.or77 | -0.00390 | -0.12987 | -0.02913 | o.onosi | —o0364s 1 | a000c2 | * 0.01978 | 0.00056 | -o.00419 | -o.001e9 | -o.10895 | ~o0zm28 | o.0o167 | -o.14024 Piso Gires 5 | -o00osi | -.00003 | o.008os | -o.026s5 | -oao027 ] 00779] 000214 | o0ozi4 | —o01s61 4 | 0.00039 | -0.00039 | 00492 | —a02377 | -ooor6s | ooozis | 0.00327 | 0.00038 | 0.00045 3 | -.00029 | -o0oo1s | oases | -c.02025 | -0.00213 | a.002s6 | 0.00353 | -o.00028 | 0.00004 2 | 0.00020 | ~o00007 | 0.00273 | -o.01496 | -o.0018e | 0.00203 | 0.00281 | -0.00123 | 000170 1_| -o00010 | -0.00004 | _a.0o148 | -0.00798 | -0.00129 | 0.00136 | aooiss | -o0o11s | -0.00109 132, Conceptos de dinémica estructural ‘Tabla 3.9 Periodos tridimensionales del edificio de la figura 2.20. Modo | Periodo Modo Periado Modo | Periado (see) (seg) (seg) 1 0.9662 6 0.1967 u 0.1030 2 osiis a 0.1892 R 0880 3 03887 0 ost B 0.0887 4 oaies 9 0.1325 4 0686 5 0.2401 10 0.1236 15 0.0569 3.9. Obsérvese que varios de los modos tridimensionales tienen desplazamien- tos predominantes en una de las dos direeciones de andlisis, en cuyo caso dichos > ° Disb aprpida de elementos Separcin en usps Viga de lignente Figura 8.3 Posibles remedios fiaianes pus tucer oid cenro——_simetcon medine swe para elminar los problemas do de masa y centro de wrsién. juntas smicas. plantas asimétrcas. 178 Figura 5.4 Plantas con alas muy largas. Figura 5.5 Vibracién en direc- ciones diferentes de alas de edificios. Figura 5.6 Remedios para edi- ficios con alas muy largas. Giterios de estructuracién a vias > 10 conexién que son necesarios para permitir el paso entre uno y otro cuer- po. Otra forma de remediar los problemas de la asimetrfa de la planta es, ‘mediante elementos estructurales exteriores que liguen las distintas partes del edificio y que lo vuelvan mas siméirico (figura 5.3c).. (tro aspecto que hay que evitar en la planta del edificio es la presencia de alas muy alargadas como en los casos que se ilustran en la figura 54. Esto tiende a producir que las alas vibren en direcciones diferentes, con Jo {que se producen fuertes concentraciones de solicitaciones en las esquinas interiores de la planta (figura 5.5). Para remediar estos problemas puede recurrirse nuevamente a la subdivisién de la planta en cuerpos indepen- dientes y cortos 0 debe proporcionarse gran rigidez a los extremos de las alas y reforzar cuidadosamente las esquinas interiores, como se muestra esqueméticamente en la figura 5.6. ‘También es recomendable procurar que las plantas no sean muy alargadas. Mientras mayor es la longitud del edificio, mayor es la pro- Refuerzo e/ enesquinas a) » Separaci6n con juntas sfsmicas Rigidizaci6n de los extremos de las alas y reflerz0 en las esquinas entrants. babilidad de que actien sobre su base movimientos que difieran en un extremo y otro de la planta (figura 5.72), pero el problema principal de las plantas muy alargadas es que la flexibilidad del sistema de piso puede provocar vibra- ciones importantes en planta (figura 5.76), las que incrementan sustancial- ‘mente las solicitaciones en la parte central del edificio. Deben evitarse, por tanto, situaciones como las indicadas en la figura 5.8 y, en caso de que no sea posible, adoptar alguno de los remedios propuestos en la figura 5.9 (en par- Caracteristicas relovantes del edifcio para el comportamiento sismico 179 4) Movimiento dierent del suelo en 'b)efonmacisn d a plant et efi. ‘ists apoyo. Figura 5.7 Problemas en edi = cios muy alargados en planta. 5 A . vita: > 4 4 A, Are vano Figura 5.8 Limites recomenda- Brier > pms 2025 dos para los lados de fa planta . _] de unesicie. 4) Sepracén con jmas simi. 1») Disuibucién uniforms declementos —¢)-Reforar nas dies, ‘aes ranveas) ster cn partcolrfas esquias, 80 pd en plant. Figura 5.9 Posibles remedios —_ para plantas muy alargadas. Figura 5.10 Plantas con es- quinas entrantes (indeseables) ticular, cuidar la distribucién uniforme de las rigideces transversales y usar sistemas de piso muy rigidos en su plano). En la mayorfa de las recomendaciones sobre la correcta configuracién de los edificios, se desaconsejan las plantas con esquinas entrantes, como las que se ilus- tran en la figura 5.10. El problema no es muy grave, a menos que las alas sean muy largas, pero, como principio debe buscarse siempre que la planta sea lo més com- ‘acta posible, para evitar las concentraciones de esfuerzos en las esquinas entrantes. 180 Figura 5.11 Reducciones brus- cas indeseables de las dimen- siones de la planta en pisos superiores de edificios. Figura 5.12 Posibles remedios. ala reduccién en elevacién, SHIA S25 Figura 8.13 Limitaciones a la ‘esbeltez del ecificio. F Seguin as normas del DF No convene excoder HUA >4 Criterios de estructuracién BVITAR Si n> us Si nln us a2 592 182 sos 1 Zonadeanpiccéa “a vbesn jos) fee | Zonade 4 i SeaSncioa n ' ems ' | ' 1 t et ae 5.2.3 Forma del edificio en elevacién La sencillez, regularidad y simetria son deseables también en la elevaciGn del edi- ficio para evitar que se produzcan concentraciones de esfuerzos en ciertos pisos © amplificaciones de la vibracién en las partes superiores del edificio. La figura 5.11 ilustra algunas reducciones bruscas en el tamafio de la planta de los pisos superiores, las que son indeseables por las razones antes citadas. Conviene evitarlas y seguir las precauciones indicadas en la figu- GAs 4) Farmapésmaica b) Retciéa grtual —¢) Rigas de ra 5.12, Particularmente eriticas son las reducciones bruscas en la parte su- perior del edificio, donde el cambio dréstico de rigidez tiende a producir el fenémeno “de chicoteo” con una gran amplificacién de vibracién en la punta, Discontinuidades de este tipo se presentan en los edificios tipo plaza y torre, que cuentan con una base de grandes dimensiones y una torre elevada. La dis- continuidad en elevacién es aqui menos grave porque se produce en pisos donde todavia los desplazamientos laterales son reducidos. La esbeltez excesiva de la construccién puede provocar problemas de volteo, de inestabilidad (efectos P-A) y de trasmisién de cargas elevadas a la cimentacién y al subsuelo, ‘Ademés, se vuelven importantes los efectos de los modos superiores de vibraciGn. Todos estos problemas se pueden manejar mediante andlisis dindmicos refinados de la estructura ¥y cuidando de proporcionar una elevada rigidez lateral en la ‘direccién més esbelta del edificio y de recurrir a una ccimentacién rigida. Sin embargo, conviene mantener lo més ‘compacta posible la forma del edificio en elevacién. Las ‘Normas Sismicas del RCDF permiten considerar la estructura ‘como regular, s6lo si su relacién de esbeltez no excede de 2.5 (figura 5.13). La mayorfa de las recomendaciones de estructuracién aconsejan que la relacién de esbeltez sea menor de cuatro. Taespctura no se conan euler Requisitos basicos de estructuracién 5.2.4 Separacién entre edificios adyacentes Al ubicar la posicién exacta del edificio dentro del terreno correspondiente, es importante guardar una separacién que sea suficiente con respecto a edificios adyacentes, para evitar que los distintos cuerpos se golpeen al vibrar fuera de fase durante un sismo. Los daiios por el sismo de 1985 en la ciudad de México han puesto en evidencia la gravedad de este problema, especialmente para edificios altos desplantados en terreno blando. El dafio puede ser particularmente grave cuando los pisos de los cuerpos adyacentes no coinciden en las mismas alturas, de manera que durante la vibracién las losas de piso de un edificio pueden gol- pear a media altura las columnas del otro. Diversas recomendaciones proponen una separacién minima entre edifi- cios de un centésimo de Ia altura del punto més alto de posible contacto. Las Normas del RCDF establecen un requisito més estricto, especialmente en edi ficios sobre terreno blando donde la rotacién de la base puede incrementar sig nificativamente el desplazamiento en la punta (figura 5.14). EI problema es critico para edificios existentes que han mostrado ya tener problemas de choques. Se puede en estos casos rigidizar los edificios para limi- tar sus movimientos laterales, ligarlos para que vibren en fase, 0 colocar entre ellos dispositivos que amortiguen el impacto. | I i , tn om 4 K~ presio vecino Hy | i ok 1 Spa tne, Spinco tis cop 5.3 REQUISITOS BASICOS DE ESTRUCTURACION En términos generales, podemos establecer los cuatro requisitos siguientes para cl sistema estructural de edificios en zonas sismicas: 4@) Fl edificio debe poseer una configuraciGn de elementos estructurales que Je confiera resistencia y rigidez a cargas laterales en cualquier direccién. Esto se logra generalmente, proporcionando sistemas resistentes en dos direcciones ortogonales. 5) La configuracién de los elementos estructurales debe permitir un flujo continuo, regular y eficiente de las fuerzas sismicas desde el punto en que éstas se generan (0 sea, de todo punto donde haya una masa que produzca fuerzas de inercia) hasta el terreno. 181 Figura 5.14 Separacién entre ‘edificios adyacentes para evitar choques (Requisitos de las Normas del RCDF). Criterios de estructuracion 182 ©) Hay que evitar las amplificaciones de las vibraciones, las concentraciones de solicitaciones y las vibraciones torsionales que pueden producirse por la distribucién irregular de masas o rigideces en planta o en elevacién. Para tal fin conviene que la estructura sea lo més posible 1) sencilla ii) regular iii) simétrica iv) continua 4) Los sistemas estructurales deben disponer de redundancia y de capacidad de deformacién ineléstica que les permitan disipar la energfa introducida por sismos de excepcional intensidad, mediante elevado amortiguamiento inelastico y sin la presencia de fallas frégiles locales y globales. De estos principios bisicos derivan diversas recomendaciones cespecfficas sobre estructuracién, las que ilustraremos en la siguiente seccidn de este capitulo. Antes, conviene recordar brevemente cusles son los sistemas estructurales bésicos con que se cuenta para propor cionar la resistencia a cargas laterales de los edificios. El marco tridimensional (figura 5.15) es el que esté formado por Liza ccolumnas y vigas en dos direcciones, conectadas entre si de manera de permitir la transmisi6n de momentos flexionantes y proporcionar rigidez lateral ala estructura. Figura §.18 Marco tridimensional, 5) Connicloe ©) Con contin. Figura 5.16 Marcos rigiizados. El marco rigidizado con diagonales de contraviento, con niicleos rfgidos 0 ‘con muros de relleno (figura 5.16). En estas estructuras la interaccién entre los dos sistemas basicos produce una distribucién de las cargas laterales que es com- Figura 5.17 Sistema tipo cain. pleja y variable con el ntimero de pisos, pero ‘que da lugar a incrementos sustanciales de rigidez y resistencia con respecto a laestruc- a tura a base de marcos. 0 La estructura tipo cajén, de paredes de od 0 ‘carga (figura 5.17), esté formada por pancles a verticales y horizontales conectados para proporcionar continuidad. o | Existen variantes y combinaciones de o | estos sistemas y otros més complejos, como Jas estructuras espaciales a base de superfi- cies continuas o trianguladas. Los anteriores a} aja o} o}a oO} of} of o} ofa o| ofa o} oj oF oO a Fooquisitos especificas de estructuracién 183 son, sin embargo, los sistemas bésicos sobre los que se concentrardn las reco- mendaciones de estructuracin. Posteriormente comentaremos sobre las ventajas y limitaciones de estos sistemas. 5.4 REQUISITOS ESPECIFICOS DE ESTRUCTURACION El primer requisito bésico expuesto en la seccin anterior es que el edificio debe poscer un sistema estructural que le proporcione rigidez y resistencia en dos direc- ciones ortogonales, para ser capaz de soportar los efectos sfsmicos en cualquier direccién. Dos ejemplos, frecuentemente usados en zonas no sfsmicas y que no ccumplen con el requisito anterior, son los que se describen a continuacién. Losaen una neecin ey = transversal i — Biaceieen H 7 U Cone AA Eledificio de ta figura 5.18 tiene marcos en una sola direccién, ya que el sistema Figura 5.18 Edficio estructura- de piso es a base de una losa trabajando en una sola direccién en la que no existen 0 con marcos en una sola vigas. El edificio adolece obviamente de falta de resistencia lateral en la direccién direccion. + rigid 4) Batucturacién con marcos 1) Rigidizacién eansvesl cen ds dreccions con contavients. Figura 5.19 Remedios a la situacién de la figura anterior. transversal. Para remediar esta situaciGn pueden colocar- se muros 0 contravientos en la direcci6n transversal, 0 formar marcos también en dicha direccién (figura 5.19). El edificio de la figura 5.20, a base de muros de carga, tiene la mayoria de las paredes alineadas en una sola direc- cin, por Io que en Ia otra su resistencia a cargas laterales es mfima, Si se trata de una estructura de concreto podri contarse con cierta resistencia a carga lateral, mediante la cin de marco entre la losay los muros, en caso de que Figura 5.20 Edificio con muros hhubiese la continuidad necesaria en la conexién losa-muro |___ alineados en una sola dreccién. = I Figura 5.21 Edificio con muros fen dos direcciones. Figura 8.22 Ubicacién asimé- trica de elementos rigidos. Criterios de estructuracion Y de que se reforzaran los muros para resistr los momentos lexionantes. EI sistema es Poco eficiente. La solucién logica es disponer de una longitud adecuada de murosal- neados en las dos direcciones, como se muestra en la figura 5.21 Con respecto al requsito de simetria del sistema estructural, el propésto es l= ‘mitaral minimo la vibracién torsional del edficio, la cual introducirfasolicitaciones dicionales y significativas en la estructura. Aunque estas solicitaciones se pueden caleular con los procedimientos especificados por las Normas, es conveniente que Ja distribucion de elementos resistentes sea tal que se reduzca al minimo la excen- tricidad entre el centro de masas y el de torsién. Ejemplos extremos de estruc- turaciones asimétricas se ilustran en la figura 5.22, en que los elementos més sigidos se concentran en un solo lado de la planta. La Norma Técnica para Dise- Cento de ors enzo de wrién Segin RCDF 8 40% >a In cstructura no es regular Bitar oS? 02 a°8 fio por Sismo (NTDS) del RCDF especifica que para que una estructura sea considerada regular, larelaci6n entre la excentriciad y la dimension de Ia planta no debe exceder de 0.1. Las situa- ciones en que esta relacién excede de 0.20 son decididamente desaconsejables. Ademés de la si- | metres conveniente que la estructuracién posea 1 una elevada rigidez torsional para hacer frente a ‘posibles tosiones accidentales. Por ello es prefer- ;— le ae los elementos més rigidos se encuentren j ccolocados en la periferia, como en la figura 5.236, ‘y no en a parte central, como en la figura 5.23a. Finalmente, con respecto al problema de la vibracién torsional, debe evitarse que se pre- senten excentricidades no s6lo cuando la es- tructura responde en su intervalo lineal, sino Figura 5.23 Ediicios con dite- rente rigidez torsional Figura 5.24 Contiguracién estructural con posible proble- ma de torsién en compor- {amiento no lineal, también cuando algunos de sus elementos res- ponden no linealmente. Una situacién pica se muestra en la figura 5.24, La je con marco By ~/releno con muros 4 ‘de mampostera FZ contraventeado ey By e je con mare Requisitos especitices de estructuracién rigidez de los marcos contraventeados de la fachada izquierda es equilibrada Por los marcos rellenos con muros de mamposterfa de la fachada derecha. Po- demos suponer que en el intervalo elistico la estructura responda en forma simétrica. Sin embargo, para grandes deformaciones laterales, la rigidez. de los muros diafragma de mamposteria se reduce mucho més drésticamente que la de los marcos contraventeados, por lo que el edificio puede comenzar a vibrar en forma asimétrica. La seccién 8.6 de las NTDS lama la atencién sobre este problema, aunque no da indicaciones cuantitativas especificas. Por la dificultad de tomar en cuenta este efecto en forma explicita es recomendable evitar que la simetrfa de la estructura dependa del equilibrio de rigidez de sistemas con ca- racteristicas diferentes de comportamiento inelastico. Conviene, por ende, equi- librar la rigidez de marcos con la de otros marcos, la de muros de concreto con otros muros de conereto, eteétera. El siguiente aspecto que hay que cuidares la continuidad en elevaciGn del sis- tema estructural. Los cambios bruscos de rigidez y resistencia con la altura llevan € diversos problemas que se ilustran esqueméticamente en la figura 5.25. En el caso a) la interrupcién de elementos muy rigidos a partir de cierta altura produ- ce una concentracién de solicitaciones en el piso inmediatamente superior a la interrupcién; es deseable una disminucién més gradual. Un efecto similar, aunque menos grave, s€ produce cuando la seccién de las columnas se reduce drésti- camente en los pisos superiores, como en el caso b), y cuando la altura del entre- piso varia significativamente entre uno y otro nivel, como en el caso c). La causa més frecuente de irregularidad en elevacién del sistema estructural ¢s la que se muestra esquemticamente en el caso d), y que se denomina de “plan- ta baja débil”. Por las necesidades de su uso, en la planta baja de edificios se requieren frecuentemente grandes espacios libres, por lo que se opta por eliminar en ese nivel los muros de rigidez y de relleno y los contravientos. Esto produce, por una parte, una discontinuidad marcada en rigideces, pero sobre todo un piso | a 4) Interop declementos _b). Reduce busca de uy rigs ‘aati de colons | ©) diferencia dristica ded) Plana debi 14) Cambio de posicén | sre de columns, eclementosrigdos 185 Figura 5.25 Discontinuidades de rigidez en elevacién, Griterios de estructuracion 186 je de vigas Deualle A -Bje de columnas a A, Marco excéntico Vigss — Columns 4) Fala de alineamionto )Vigasexcénticas, _Detalle A de marcos. Figura 6.26 Discontinuidades fen planta de la configuracién estructural, Figura 5.27 Diferencia de ri- gidez entre colurinas del mismo nivel por su distinta altura libre. és débil que el resto en el que se concentraré, en caso de un sismo de gran inten- sidad, la disipacién ineldstica de energfa. En dicha disipacién no participardn los pisos supetiores que permanecerdn esencialmente en su intervalo eléstico-lineal «de comportamiento, Esta situacin debe evitarse con particular atencién, ya que de- ‘ido a las altas cargas axiales, no se puede contar mucha ductlidad y se acentuardn los efectos de segundo orden. Finalmente, el caso e) corresponde a discontinuidad en la posicién de los ele- ‘mentos rigidizantes, la cual requiere, para su correcto funcionamiento, la trans- ‘isin de fuerzas clevadas en la losa, las vigas y las columnas. Deberén revisarse cuidadosamente estos elementos cuando se emplee una configuracién estructural de este tipo. LaNTDS permite considerar que una estructura es regular, cuando las rigide- ces de entrepisos sucesivos no difieren en més de cien por ciento. Alltas concentraciones de esfuerzos que, ademés de acentuar la posibilidad de fallas locales, ienden a reducir la ductilidad global de la estructura, se producen por discontinuidades entre los elementos estructurales, tales como falta de ane miento entre vigas 0 entre columnas y especialmente cuando para la transmisién ‘de momentos entre uno y otro elemento se requiere de la generacién de elevados esfuerzos cortantes o de torsién. La figura 5.26 ilustra casos de marcos no alinea- dos y vigas excéntricas que dan lugar ala situacin antes anotada y que son deci- didamente desaconsejables en zonas sfsmicas. En la figura 5.27 se presentan ‘casos en que la distinta altura de columnas produce diferencias drésticas de ri- ‘gidez entre ellas, por lo que las fuerzas que absorben las més cortas son muy superiores. Aunque es tedricamente posible equilibrar las rigideces variando las secciones de las columas, esto no suele lograrse en la prictica por razones de fun- Husco de veniam) Panel cerrado Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales basicos ooo0o0 42) Vigas cortas que igiizan 2) Viens de scoplamiento de las columnas cenales. muro cionamiento de la construccién, Particularmente indeseables son situaciones como las det caso c) que dan lugar las llamadas “columnas cortas”, en que los efectos de la fuerza cortante dominan a los de flexidn y se propicia una fala de tipo frégi. De manera semejante, no es conveniente que la configuracién estructural presente vigas con relaciones claro a peralte muy distintas, en que las fuerzas se concentran en las crujias con las vigas més cortas (figura 5.28). Por otra parte, conviene evitar que la relacién claro a peralte de las vigas sea pequefia (menor que cuatro) para que no prevalezcan los efectos de cortante sobre los de flexién. 5.5 VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LOS SISTEMAS ESTRUCTURALES BASICOS En esta secci6n comentaremos las ventajas, limitaciones y campo de aplicacién de los principales sistemas estructurales desde el punto de vista de los atributos bsicos que la estructura debe poseer para un buen desempefio en zonas sfsmicas: resistencia y rigidez a cargas laterales y capacidad de disipacién de energfa me- diante deformaciones inelésticas. 5.5.1 Marcos rigidos EI marco tridimensional (figura 5.15) es un sistema muy conveniente por la ran libertad que permite en el uso del espacio interno del edificio y por la poca obstruccién que las secciones relativamente pequeiias de las columnas imponen al uso de las éreas habitables. Desde el punto de vista sfsmico su principal ven- taja es la gran ductilidad y capacidad de disipacién de energia que se pueden lograr con este sistema, cuando se siguen los requisitos fijados para tal efecto para cada material estructural (ver capitulo 8). Dichos requisitos, ademas de rocurar la mayor ductilidad posible de cada elemento estructural, tienden a ue se proporcionen a éstos, resistencias relativas tales que se desarrollen ‘mecanismos de falla que involucren el mayor niimero posible de articulaciones plésticas en aquellas secciones donde se puede disponer de mayor ductilidad. EI mecanismo de falla que se pretende propiciar mediante dichos requisitos es cl lamado de “viga débil-columna fuerte” que se muestra esqueméticamente en la figura 5.29. 187 Figura 5.28 Estructuraciones que implican_concentraciones de fuerzas cortantes en vigas. | 4 Figura 5.29 Mecanismos de deformacion inelastica de viga débi-columna fuerte. 188 Criterios de estructuracién Dado que el comportamiento ante cargas laterales de un marco esté regido por las deformaciones de flexidn de sus vigas y columnas, el sistema presenta una resistencia y rigidez. a cargas laterales relativamente bajas, a menos que las sec- ciones transversales de estos elementos sean extraordinariamente robustas. Los edificios a base de marcos resultan en general considerablemente flexibles y en ellos se vuelve critico el problema de mantener los desplazamientos laterales den- tro de los limites prescritos por las normas. La alta flexibilidad de los edifcios a base de marcos da lugar a que su perio- do fundamental resulte en general largo. Esto es favorable cuando el espectro de disefio tiene ordenadas que se reducen fuertemente para periodos largos, como cl ‘que es tipico de edificios desplantados en terreno firme. Por otra parte, llega a ser ) Disrbucin mis wiforme de clementos rigdizantes, si6n de fuerzas muy elevadas. Particularmente critica resulta la transmisién de las fuerzas a la cimentacién, especialmente en estructuras desplantadas en suclos compresibles. Por lo anterior, hay que evitar en estos sistemas concentrar la rigidez en un pequerio nimero de elementos (figura 5.30a), y hay que procurar distribuir de ‘manera uniforme en la planta de la estructura el mayor nimero posible de ele- ‘mentos rigidos (figura 5.306). Con ello se eliminan algunas de las ventajas del sistema, ya que la obstruccién al uso del espacio interno puede ser significativa 5.5.4 Otros sistemas Existe una gran vatiedad de combinaciones de los sistemas estructurales bésicos que pueden emplearse con éxito en zonas sfsmicas. Se mencionardn algunos, con referencia principalmente a edificios altos. Buscando mantener la mayor parte de la planta del edificio relativamente abierta y con poca obstruccién por columnas y muros, ha tenido mucha acep- taci6n en la estructuracién de edificios altos el concepto de separar las funciones de resistir las cargas verticales y horizontales en dos sistemas estructurales independientes. Asf, mientras en la mayor parte de Ia planta los elementos es- ‘ructurales son muy flexibles y absorben s6lo una parte pequeia de las fuerzas Jaterales, en otra parte existen elementos muy rigidos que toman las cargas la- terales. Los sistemas rigidos pueden ser ubicados en grandes niicleos centrales asociados a los servicios de escaleras y elevadores, como en la figura 5.31, 0 dis- {ribuidos @ lo largo de Ias fachadas del edificio. ‘Como se ha mencionado en el inciso anterior, la soluciGn de resistir Ia tota- lidad o la gran mayorfa de las fuerzas sfsmicas en un solo nicleo central, tiene el inconveniente de producir un fuerte momento de volteo en la base del nticleo con la consecuente transmisi6n de fuerzas muy elevadas a la cimentaci6n, Por tanto, esta solucién no es apropiada para edificios altos sobre terreno compresible. Figura 5.30 Distribuciones concentrada y uniforme de ele- rmentos rigidizantes. Figura 5.31 Estructuracién con ndcleo central 190 Figura §.32 Estructuracién con ‘marcos robustos en fachada y ‘muros interiores flexibles. Criterios de estructuracion Muchas son las va- riantes en que pueden aprovecharse las fa- chadas para rigidizar al edificio, con Ia ven- taja de distribuir la re- sistencia en todo el perimetro y de mini- mizar la transmisi6n de esfuerzos a la cimen- tacién, asf como de permitir el libre uso del espacio interior. Las soluciones van des- de usar marcos muy robustos en la fachada por las proporciones de sus miembros, como en la figura 5.32, 0 por el ‘espaciamiento muy ce- rrado de las columnas, como en la figura 5.33. En el primer caso hay que cuidar que las rela ciones claro a peralte de las vigas y columnas no sean tan pequefias, Plata _ 0 @ i id da Figura 5.38 Estructuracién con fachada rigidizada por colum- nas poco espaciadas. {que hagan que {a falla por cortante prevalezca sobre la de flexi6n. En el segun- do, no es posible usualmente cumplir con el concepto de vigas débiles-colum- nas fuertes, ya que la resistencia en flexocompresién de estas dltimas resulta critica en el modo de falla. Sin embargo, por el nimero elevado de columnas en los marcos de fachada, las cargas axiales sobre cada una resultan moderadas, Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales basicos d) Macromarco de una e).-Mactomarco de dos niveles. enujia, por lo que es posible dimensionarlas para obtener un comportamiento raz0- nablemente diictil. En las dos situaciones anteriores la fachada funciona como tun gran tubo que envuelve al edificio y le proporciona alta resistencia y rigidez 1 cargas laterales. La rigidizacién de la fachada puede lograrse también mediante combinacién dde marcos y crujfas con contravientos o con muros de rigidez. Una forma muy eficiente de rigidizacién es mediante el uso de macro-marcos en los que los mu- ros de rigidez, o contravientos, estén acoplados por elementos horizontales de toda Ia altura de entrepiso. El conjunto forma un marco equivalente de grandes proporciones. Las figuras 5.34 y 5.35 muestran algunos ejemplos para estructu- ras con contravientos y con muros de rigidez, respectivamente. EI méximo aprovechamiento de la fachada es mediante una rigidizacién total con contravientos, de manera que se forma una gran armadura vertical que envuelve al edificio. Aunque no es fécil llegar a soluciones estéticas y funcional- 191 a “~~, a Cin | a oS a a = o | | 4) Marcos y murosacoplados 1) Muro petorao, ), Maro con cin superior | | Figura 5.34 Edificios rigidiza- dos con muros de concrete acoplades. 192 Criterios de estructuracién 2) Marco comtavieno Figura 5.35. Edificios rigidiza- dos con contravientos. Vigaigida Sombre usa 1) Contavientos aoplados. _¢)_Contravento con cnturén. 1) Armadara de facade mente aceptables, se han logrado edificios altos muy bien resueltos con este sistema, Algunos ejemplos esqueméticos se muestran en la figura 5.36, 5.6 SISTEMAS DE PISO Y TECHO. DIAFRAGMAS HORIZONTALES ‘Cuando se trata la estructuracién de edificios en zonas sismicas, la atencién se centra en los elementos verticales (columnas, muros y contravientos), asf como cn los elementos horizontales que los acoplan (vigas), restringiendo sus rota- ciones y proporcionéndoles rigidez a cargas laterales. Otros elementos que ‘cumplen una funcién importante para la resistencia sfsmica, son las losas y los sistemas de piso y techo en general, que son los que distribuyen las fuerzas ho- rizontales que se generan por efectos de inercia entre los elementos verticales resistentes. La figura 5.37 ilustra esqueméticamente el flujo de fuerzas sfsmi- cas en el edificio. Sistemas de piso y techo —Diafragmas horizontales 193 = t Figura 5.36 Ejemplos de edi- ficios reales con fachadas 4)Contraviento _b) Contraviento¢)Contravento rigidizadas con. contraviento aX, nk, ‘en dab X. completo. En los métodos de andlisis s{smico cominmente adoptados, se da por sen- tado que los sistemas de piso y techo constituyen diafragmas horizontales infinitamente rigidos y capaces de realizar dicha distribucién de fuerzas sin deformarse. Esta hipstesis es generalmente valida, ya que los sistemas usuales de losas de concreto poseen alta rigidez para fuerzas en su plano, No siempre es asi sin embargo; hay estructuras que carecen de sistemas de piso en alguno 0 en todos sus niveles, 0 en las que existen grandes huecos que reducen drésticamente Ia rigidez, Existen sistemas de piso que tienen muy baja rigidez. para fuerzas en su plano, como son los que estén formados por vigas en una direccién con una cu- bierta de lémina delgada, 0 los que son a base de placas prefabricadas adosadas. La falta de diafragmas horizontales rigidos produce diversos problemas, ‘como los siguientes Fueraas de inercia — Bane — a viene =|) \| abe fuerza sismica * piafragmas borizontales Figura 5.37 Transmisién de ae fuerzas de inercia en la estruc- tue, Criterios de estructuracién 194 _ Sister de piso de vgs ~ parlelas con eubiena exible El marco del je Ctomalasferese | | de inercia que se generan en su area HHH ‘ebutaa independememonte dela Heiden relative los cuatro marcos e > Figura 5.98 Distribucion de las A fuerzas de inercia cuando ol sis- tema de piso no constituye peer diafragma tigio. eran snes @) Las fuerzas de inercia y las cortantes de entrepiso no se dis- tribuyen entre los distintos elementos resistentes, en forma pro- porcional a la rigidez. de éstos. En general, cada sistema vertical resistente recibe las fuerzas que se generan en su érea tributaria (Figura 5.38). ) En sistemas a base de muros de carga las fuerzas de inercia pueden producir empujes sobre los elementos perpendiculares a la di- reccién de las fuerzas sismicas. Estos quedan sujetos a fuerzas normale a su plano, para las cuales tienen escasa resistencia (figura 5.38). ©) La ausencia de un diafragma de piso rigido puede ocasionar la distorsién de la estructura en planta e invalidar la hipétesis de ‘que las fuerzas sismicas actuantes en cualquier direccién pueden descomponerse en fuerzas aplicadas sobre los sistemas ortogo- nales resistentes de la estructura (figura 5.40). Figura 5.39 Empujes normales al plano de los muros que se _—Para evitar Jos problemas anteriores es recomendable formar diafragmas ho- ‘generan cuando la sa no.cons- _rizontales en cada nivel. En los sistemas de piso o techo que no lo sean en forma tituye diafragma rigido. natural, deben colocarse elementos rigidizantes, como contravientos horizontales sobre vigas paralelas o firmes de concreto armado sobre elementos pre- colados. Cuando no sea factible lograr efecto de diafragma, deberin emplearse métodos de andlisis que tengan en cuenta las deformaciones en su plano de los elementos de piso. ‘También debe prestarse atencién a que los sistemas de piso y techo pisorsion | PoSean la resistencia a cortante suficiente para poder transmitir sin fa- delaplanta | Har las fuerzas horizontales que se generan. Una situacién que llega a a ser critica es la presencia de huecos cerca de muros o crujias contra- venteadas. La figura 5.41 muestra esqueméticamente la distribucién de fuerzas en un caso de este tipo. El tramo de losa adyacente al hueco debe resistir una fuerza cortante elevada en un érea reducida. Es nece- Direcion dela planta original sario revisar que se cuente con la capacidad suficiente fuerza ssnica U__________] 57 cimentaciones Figura S40, Disorién on @! £1 cometido de una cmentacdn dorante un sismo es proporcionar lect una Gireccién diagonal, cuando et base rigida capaz de transmitir adecuadamente las acciones que se producen por ‘sistema de piso no constituye Ia interaccién entre el movimiento del suelo y el de la estructura, sin que se Un droga i. eneren falas o deformacionsexcesivas en el sacl de apoyo. ‘Cimentaciones Fuerza esistdas po cada ee proporconalmente asuripier $ setetleteee Dirscin detsiame Los procedimientos de disefio de las cimentaciones considerando los efectos sfsmicos, quedan fuera del alcance de este texto. Solo expresaremos algunos prin- cipios generales y haremos algunas recomendaciones de carécter cualitativo, ‘Cuando es factible elegir el sitio donde se ubicaré la edificacién, es preferi- ble un lugar de terreno firme, libre de problemas de las amplificaciones locales del movimiento del terreno que pueden presentarse en un suelo blando, y de los asentamientos excesivos y pérdida de capacidad de apoyo que pueden ocurtir por la licuacién de algunas arenas poco compactas. Sil edificio ha de ubicarse en un sitio con estrtos importantes de terreno blan- do, es preferible buscar apoyo de la estructura en estratos firmes mediante cimenta- ciones profundas. Se climinan asi las traslaciones y rotaciones importantes de la base del edificio que incrementan sus desplazamientos laterales. Cuando esto no sea factible, deberd considerarse la interacciGn suclo-estructura con los métodos esbozados en el capitulo 7. La excavacién del terreno blando para enterrar la estruc- tura al nivel de desplante mas bajo que es econémicamente factible, es favorable para una mejor transmisiGn de las fuerzas entre la estructura y el suelo. En general, para la elecciGn del tipo de cimentaciGn, es deseable seguir los mis- ‘mos lineamientos que se han recomendado para escoger la forma de la superestructura, tales como simetrfa, regularidad y distribucién uniforme, por las mismas razones que entonces Se expresaron. Asi por ejemplo, debe evitarse al méximo ‘combinar sistemas de cimentacién superficiales y profun- dos, se procurard que las cargas verticales se distribuyan simétricamente, que los momentos de volteo no sean ex- cesivos, y que la estructura no sea muy alargada en planta, Otro principio general que debe seguirse es buscar que la cimentacién tenga una accién de conjunto, que limite en lo posible los desplazamientos diferenciales ho- rizontales y verticales entre los distintos apoyos. Resulta recomendable ligar las zapatas entre sf mediante vigas, ya sea que estén sobre el suelo (figura 5.42) 0 sobre pilotes 195 Figura 8.41 Fuerza que debe resistr la losa por cortante en. su plano. Figura 5.42 Zapata aislada con ttabe de liga. 196 Figura 5.43 Tipos de losa de ‘imentacién, Citerios de estructuracion 2) Los plana ‘contattabesinvertidas. ©) Cajén de cimentacién, L (figura 5.44), Salvo que se disponga de un mejor criterio, estos elementos de liga eben poder resistir al menos 10 por ciento de la mayor carga vertical de las columnas adyacentes. Las principales acciones que derivan de las fuerzas sfsmicas producidas en la estructura son cargas axiales por los momentos de volteo y fuerzas cortantes. Los momentos de volteo usualmente no constituyen un problema para el edificio en su conjunto, a menos que éste sea muy esbelto; sin embargo, sf pueden ser crf os los momentos en la base de muros que tomen la mayor parte de las cargas laterales. En estos casos debe ponerse cuidado especial en que las presiones ver- Cimentaciones 197 | Empojelaet pm Rescién ase I \ plots 4) Porempui pasivo del suelo sre 2) Porpiltesinctinados incineoan 9 Por flesin en pilots verticals (poco efcinte) srmisibles del terreno o la capacidad de carga de los pilotes que constituyen el sistema de cimentacidn, Las cargas axiales de- bidas al momento de volteo pueden, en edificios esbeltos, generar fuerzas de ten- sién que excedan las compresiones debidas a las fuerzas de gravedad. Deberdn en este caso disefiarse pilotes o anclas que puedan absorber dichas tensiones. El otro aspecto, con frecuencia olvidado po los disefiadores, es que la cimen- tacién debe poder transmitir las cortantes basales al terreno. En cimentaciones superficiales es usual suponer que la mayor parte de la capacidad de resistir la fuerza cortante en la base la proporciona la friccién entre el suelo y la cimen- tacién. Asf, la resistencia total al movimiento de la estructura puede tomarse igual al producto de la carga muerta més la carga viva media de la estructura, multipli- cado por el coeficiente de friccién correspondiente. Las cimentaciones profundas normalmente constan de un cajén, cuya resis- tencia y rigidez naturales son utiles para distribuir las, fuerzas sismicas en el suelo, evitando los desplazamientos diferenciales (figura 5.43). Para transmitir las fuerzas cor- {antes se cuenta en este caso también con las presiones pasivas del suelo en las partes laterales del cajén, aun- Figura 5.44 Mecanismos para resist cargas laterales impor- tantes en cimentaciones pilo- teadas, Figura 5.48 Deformacién de pilotes por efecto de la carga lateral. que para aprovechar esta accién deben tomarse medidas adecuadas, como cuidar que el suelo esté bien compacta- do, y que los muros estén adecuadamente disefiados para resist dichas presiones pasivas (figura 5.44a). En el caso de dimensiones grandes pueden necesitarse muros inte- riores, ademas de los periféricos, para dar suficiente ri- gidez y resistencia a la cimentacién. El uso de pilotes inclinados es muy efectivo para resistir las fuerzas late- rales inducidas por el sismo, sin embargo tiende a con- centrar en los pilotes con mayor inclinacién las fuerzas inducidas por el sismo, dejando con poca efectividad los, pilotes verticales o con poca inclinacién (figura 5.44). El movimiento del terreno genera desplazamientos horizontales relativos a distintas alturas del depésito de 198 Figura 5.46 Esquema de ci- ‘mentacién de muros de rigidez. — Muro Contatrbe transversal [es Criterios de estructuracién suelo. En consecuencia, los pilotes se flexionan, gene- rndose en ellos fuerzas cortantes y momentos flexionan- tes, ademds de las cargas axiales (figura 5.45). El disefio de ‘estos clementos debe considerar tales acciones. La parte ‘més diffcil es determinar la magnitud de los elementos Palo ocabez de piles | mecénicos citados. Davisson y Robinson (1965) proponen ‘un procedimiento de andlisis para pilotes de distintas on- sgitudes en suelos cohesivos y no cohesivos. No se recomienda, por las razones expuestas en el pérrafo anterior, el uso de pilotes o pilas sin refuerzo lon- gitudinal. Se sucle especificar un refuerzo nominal ntimo de 0.25 a 0.5 por ciento, o de 4 varillas del nimero 5. Ademés, existe la tendencia en sismos severos a la for- macién de articulaciones plisticas en las cabezas de los Pilotes, por lo que es apropiado confinar estas zonas me- 7, procedemos como en el pérrafo I, pero de forma tal que la fuerza lateral en la masa i es proporcional a (k, h; + Kh,2) W,, siendo k= (rl gd WIR Wh) (6.1) ke Srg(l—g)¥ WAS Wh?) 68) donde q = (TIT,y. T,, Ty yr se dan en la tabla 6.2; ademés, a no seré menor de c/4. Los ejemplos siguientes ilustran las opciones mencionadas. Cabe notar que ‘en un par de casos los periodos que se calculan son altos para el nimero de pisos considerado, pero hemos mantenido tales valores a fin de incluir todas las posi- bles situaciones sin trabajo numérico excesivo. 6.3.2 Edificio tratado en la seccién 6.2.1 Examinaremos aquf si es posible reducir las fuerzas sfsmicas obtenidas en el ejemplo de la seccién 6.2.1, recordando que para el edificio en cuestién se encon- Valuacién de fuerzas sismicas estimando el periodo fundamental del edificio t16 que © = 0.6; ademés, segéin la tabla 6.2, para la zona IIL, T, y T, valen 0.6 y 3.1 segundos, respectivamente, Los célculos para obtener T en las dos direcciones de anlisis empleando la formula 6.6, se incluyen en la tabla 6.8, partiendo de va- lores de las rigideces dados en la figura 2.30 y de las fuerzas obtenidas en la tabla 6.6. En cuanto a los requisitos de regularidad que marcan las NTDS (véase la tabla 6.4) por inspeccién de la figura 2.30 verificamos que todas las plantas son sensiblemente simétricas con respecto a los ejes ortogonales X, ¥ tanto en masas, ‘como en elementos resistentes. La relacién de altura ala dimensién menor de la base es 16/11 = 1.45 y la de largo a ancho de la base es 20/11 = 1.82, ambas menores que 2.5. Ninguna planta tiene entrantes, salientes ni aberturas, y supon- . Llamando V,, al resultado més desfavorable, la combinacién de los efectos de 100 por ciento de una direccién del temblor con 30 por ciento de los de la direccién ortogonal, se hace como sigue: Vai = Vu +03 IV Voq = 03 Vy + IV, I Rige el mayor de estos dos valores. Como verificacién, la suma de las V, e3, salvo pequeiios errores de redondeo, igual a la cortante del entrepiso, mientras que Distribucién de las fuerzas sismicas entre los elementos resistentes del edificio las cortantes originadas por torsién suman cero. Obsérvese también que Ia adi- cidn de las cortantes de disefto (V,,, en este caso), siempre supera a la cortante de entrepiso como consecuencia de que las cortantes més desfavorables por tor- sin para distintos elementos resistentes corresponden a diferentes excentri- cidades. La forma tabular en que hemos organizado las operaciones de este ejemplo, incluyendo el tratamiento de signos, es apropiada para hojas electronicas de céleu- lo, Sin embargo, la excentricidad més desfavorable para cada elemento resistente se puede identificar examinando la planta del entrepiso, teniendo en mente que los Biros son con respecto al centro de torsiGn. Por ejemplo, como se aprecia en la figu- +14 6.4, para los elementos 1x y 2x del entrepiso 4, en los cuales el efecto de torsion se suma al de traslacién, rige el; en cambio para los sistemas 3x y 4x, en que ambos efectos son opuestos,rige e2. Para que las hipstesis de anélisis se cumplan, es necesario que 1a losa sea capaz de resistir como diafragma las fuerzas que actian sobre ella como consecuencia de su participacién transmitiendo la fuerza sismica a Jos ele- ‘mentos resistentes. Tales fuerzas se pueden encontrar por estética; en el sis- tema Ly, por ejemplo, las fuerzas cortantes en los entrepisos 3 y 4 son 99.33 y 70.01 ton; la fuerza que la losa transmite en el nivel 3 ¢s, por tanto, la dife- ial de momentos torsionantes. En general los elementos resistentes no son perpendiculares entre sf, y, en adicién, para sistemas a base de muros 0 con diagonales no se pueden definir de manera siempre aceptable rigideces de entrepiso. Por tanto, es impre- scindible emplear un procedimiento més general como el que se expone en esta seccién, basado en los métodos de anilisis tridimensional presentados en el capitulo 2. Este procedimiento permite incluir las dos combinaciones de excentricidades especificadas por las NTDS y la suma vectorial de los efectos de un componente de! movimiento horizontal del terreno con 0.3 de los del otro. 221 Figura 64 Posiciones de la cortante sfsmica para calcular momentos torsionantes de di sefio (los valores numéricos ‘corresponden al entrepiso 4 de la figura 2.30), 222 Anélisis sismico estatico Como paso previo, derivaremos la manera de calcular los momentos torsio- nantes y excentricidades que generan un conjunto de cargas sobre un edificio, Considérese que la matriz de rigidez lateral del edifcio K, y el vector de fuerzas cestin partidos en la forma: =[ Ke Kw _ x-[Ke i] v= {F} donde as subindies 8 y 0s refiere,respectivamente, los desplazanienos en ls dos dreciones horizontalesonogonalcs alos prs d los pisos, Congrontement, —_— —___ ue obran sobre el edificio (uno por piso). Convene elegir como grados de libertad los desplazamienos y girs de os centro de mass de los pisos donde etn aplcadas las eras sismicas sin que exstan momentos tosionanes con respect aes pu ‘tos, es decir tal que P, = 0. Podemos calcular los giros y desplazamientos que causan esis fuerzasresolvicndo el stma de cousione gules Kgs Key] [8 Ps [Ke ba {3} { ° en) En ver. de obtener directamente la solucién, impongamos primero la condi- cién de que los giros son nulos, que equivale a empotrar el edificio en torsién. El sistema de ecuaciones que refleja esta situacién es: Ky K, _ Pol [Re Rs] (8) - {a} om plazamientos 4, y los momentos M, que es como hemos llamado a P,). M con- tiene los momentos torsionantes requeridos para anular los giros. La solucién de 6.19 es: 8)= KaPs 6.20) M = Ki, 8 (6.21) Enseguida se “sueltan” los giros, imponiendo al edificio los momentos tor- sionantes “de fijacién” con signo cambiado, lo cual conduce al siguiente sistema Surueone [xe ts] 3} = (4) 2 ‘Sumando las igualdades 6.19 y 6.22 verificamos que en el segundo miembro se reproduce el vector original de cargas del sistema de ecuaciones 6.18, de donde se infiere (por tratarse de ecuaciones lineales) que la solucién de 6.18 es igual a la suma de las soluciones de 6.19 y 6.20, es decir: 5= 8) +6, 0-6, (6.23) Esto muestra que los momentos torsionantes en los pisos generados por el sis- tema de fuerzas latetales Py estén dados por ~K,Ks}P,. Surmando dichos momen- Distribucién de las fuerzas sismicas entre os elementos resistentes del edificio {os de arriba hacia abajo obtenemos los momentos de entrepiso. En cada entrepiso, el ccociente del momento torsionante entre la cortante proporciona la excentricidad con respecto a centro de masas. La ventaja de calcular desplazamientos laterales en los pisos como acabamos de exponer reside en que, antes de resolver el sistema 6,22, el vector ~M de momentos torsionantes puede multiplicarse por cualquier factor de amplificacién 0 reduccién, segrin lo requieran los reglamentos de construccién. 6.4.4 Ejemplo Para ilustrar la determinacién de momentos y excentricidades torsionantes con cl procedimiento matricial expuesto, consideremos el edificio de un piso tratado cen la seccién 2.4.2, en donde se encontré que la matriz. de rigi 550.0 86.6 1333.0 =| 866 4500-7500 1333.0 750.0 20550.0 Las unidades son ton/m. Consideremos que la construccién pertenece al grupo B, que se encuentra en la zona I, pesa 125 ton, y que los factores de comportamiento sismico aplicables son 4 en la direccién X y 2en la direccién ¥. En concordancia con la seccién 6.1.2 debemos usar c = 0.32. Obviando la estimacin de periodo natural y en vista de «que se trata de una estructura de un solo piso, las cortantes (en este caso iguales a Jas fuerzas aplicadas en el piso) en las dos direcciones de andlisis quedan: = P, = ¢ WIQ, = 0.32 X 125/4 = 10 ton = 0.32 x 125/2 = 20 ton Pes: resolviendo directamente K 8 = P (que esl sistema de ecuaciones 6.18), encon- tramos: oors795 0.007615 a 0.001821 Cy La partes de K y de P correspondientes solamente a los desplazamientos late- rales son: 550.0 866] , p.[100 xu= [32 805] + t= [198] Los desplazamientos laterales cuando se restringen las rotaciones, estén da- dos por la expresién 6.20 que lleva a: & { 0. ous7e2| 0.003608 2233 224 Anélisis sismico estatico la parte de la matriz. K que acopla desplazamientos y giros es: Ks 1333 -750 ] y el momento torsionante de fijacién, dado por 6.21, resulta M = Kyl & = {27.700}. Luego “soltamos” los giros imponiendo sobre edificio estos momentos con signo cambiado, es decir, aplicando el vector de cargas siguiente: 0 = 0 P=) 27.700 Los desplazamientos y giros que se originan, satisfacen el sistema K 6, ~ P, (expresién 6.22). Su solucién es: 0.005045 0.004007 % {0.001821} Podemos inmediatamente verificar que el giro 6, es idéntico al que se obtu- vo inicialmente (véase 6.24), y también que los desplazamientos se reproducen por la suma +8, ={ 0018750] , { o.0oso4s] _ { 0023795 "= | -0.003608 0.004007 0.007615, La excentricidad en la direccién X es ¢,, = —M/V = —27.700/10 = ~2.77. Procediendo de manera similar para la direcciGn ¥ encontramos: 0 0.015230 p={20p ; g=} 0.052197 0 0.002893 = {00 0.007217 re(o} + &={-98tte3] M = [-43.995] 0.0 =} 00 Pi | 43.995 4 + = (0.002893) = { 0.007217 0.008013]. [-0.015230 aro ( Ske] + hood) = [Sessich} La excentricidad en la direcci6n Yes ¢,, = Distribucién de las fuerzas sismicas entre los elementos resistentes del edificio 6.4.5 Distribucion matricial de fuerzas sismicas Una vez conocidos los giros y desplazamientos de los centros de masas de los pisos correspondientes a las cortantes y momentos torsionantes de disefio, se calculan los desplazamientos laterales de los elementos resistentes y los corres- pondientes elementos mecénicos, como explicamos en la seccién 2.4.1 Supongamos que se ha calculado la matriz de rigidez lateral del edificio por aanalizar, siendo los grados de libertad dos desplazamientos horizontales en las direcciones de las fuerzas sfsmicas y un giro alrededor del eje vertical que pasa por el centro de masas de cada piso. Entonces, de acuerdo con las NTDS, el andli- sis s{smico en cada direccién se puede efectuar como sigue: 4@) Se determina 1a fuerza horizontal aplicada en el centro de masas de cada Piso como hemos descrito en las secciones 6.2 y 63. Obtenemosn fuerzas, donde 1 es el ndmero de pisos, y con ellas formamos el vector Py de tamafio 2n insertando ceros en los lugares correspondientes a la direccin perpen- dicular, Consideraremos que estas fuerzas son positivas. Acumuldndolas de auiba hacia abajo se obtienen las cortantes en los entrepisos. ») Se calcula el vector de desplazamienios laterales &, sin permitr giros ho- rizontales, con la expresién 6.20. ‘) Los momentos en los pisos debidos a la excentricidad directa son: M= -Ky,6) (6.28) y se acumulan de arriba hacia abajo para obtener los momentos torsio- nantes en los entrepisos My. 4) Se calculan los momentos torsionantes accidentales en los entrepisos M,. Para el entrepiso i tenemos M,, = 0.1 b, V,, donde b, es la dimensién mé- xima de la planta medida perpendicularmente a la direccién en que obran las fuerzas sismicas, y V, la cortante en dicho entrepiso. ¢) En cada nivel i se calculan las dos siguientes combinaciones de momen- tos torsionantes, que ya incluyen los signos adecuados: My = Ma (15 + Ma /|Mal) (6.26) My, = Mg (1.0 — My /|My|) (6.27) ‘J) Para cada combinacién del paso anterior, el momento aplicado en el piso més alto es igual a del entrepiso contiguo y, yendo hacia abajo, en cual- uier otro nivel ef momento aplicado es la diferencia entre los momentos torsionantes del entrepiso inferior y el superior. Sean M, y Mj los vecto- res que contienen a los momentos asf obtenidos. 8) Se encuentran Tos giros y desplazamientos generados por M, y M, re- solviendo los sistemas de ecuaciones: [kr &:] (3) - {a} ‘h) Las dos combinaciones de excentricidades exigidas por las NTDS se con- sideran mediante las siguientes combinaciones de giros y desplazamientos: 132} 225 Anélisis sismico estatico 226 Combinacién Desplacanientos —Giros 1 +6, 6, ~ (6.29) +6, 4 En todos los niveles de cada elemento resistente se calculan los desplaza- ientos de entrepiso producidos por estas combinaciones y se escogen los ‘que tengan mayor valor absoluto, Sea Zé, el vector formado por estos va- lores en el m-ésimo elemento cuando el sismo actéa en la direccién X, y Zo, €1 correspondiente a la direccién Y. Los desplazamientos de entrepiso causados por las fuerzas sfsmicas en las dos direcciones de andlisis se combinan como sigue para cada entrepiso i del ele- ‘mento resistente m: Dry, +03 Di (6.30) 0.3 Zig + Zn el desplazamiento de disefio del entrepiso ies el mayor de estos dos resultados. Acumulando los desplazamientos de entrepiso resultan los desplazamicntos de los pisos de cada elemento resistente, y se calculan a partir de ellos los ele- ‘mentos mecénicos, como se expuso en el capitulo 2. El procedimiento matricial que hemos expuesto es adecuado para programas de computadora. Bazén (1978) propone una manera eficiente para efectuar las ‘operaciones matriciales que implican los diferentes pasos, incluyendo el célculo de momentos torsionantes directos y sus combinaciones con los momentos de- bidos a la excentricidad accidental. 6.5 METODO SIMPLIFICADO DE ANALISIS SISMICO Este método es una variante del m&todo estitico, aplicable a estructuras a base de muros de carga, de baja altura, planta rectangular, con una distribucién sensible- ‘mente simétrica de muros, y en los pisos tienen rigidez suficiente para transmitir las fuerzas sismicas a los muros paralelos a la direccién del movimiento det reno. Los muros resistentes a cargas laterales pueden ser de mamposterfa, de concreto 0 de madera. Su empleo més generalizado es en edificios de vivienda Uunifamiliar © multifamiliar de interés social, en que los muros son de bloque de concreto o de ladrillo y los sistemas de piso y techo son losas de concreto co- ladas en sitio o parcialmente prefabricadas. Este método permite ignorar los efectos de flexién y los de la torsién sfsmi- cca, asf como concentrar la atencién en la revisin de la fuerza cortante. Dicha re- visidn se basa en la hipdtesis de que la suma de las resistencias de todos los muros, alineados es Ia direccién de andlisis. Para tomar en cuenta que los muros muy cor- ts, y por tanto muy flexibles, pueden no alcanzar su resistencia antes de que los ids rigidos pierdan su capacidad, su contribucién se afecta por un factor reduc tivo que depende de las dimensiones del muro en su propio plano, Método simplticado de analisis sismico Para el célculo de ta fuerza cortante en cada enteepiso se siguen los mismos principios del método estatico, con la simplificacién de que los efectos del perio- do de vibracién y de la reduccidn por factores de comportamientos sfsmico se han incorporado en los coeficientes sismicos, los cuales se multplican directamente Por el peso total para obtener la fuerza cortante basal 6.5.1 Requis itos y descripcin La seccién 2.2 de las NTDS permite efectuar un andlisis estético simplificado en estructuras que satisfagan simultineamente los siguientes requisitos 1. En cada planta, al menos el 75 por ciento de las cargas verticals estarén soportadas por muros ligados entre sf mediante losas corridas u otros sis temas de piso suficientemente resistentes y rigidos al corte. Dichos mu- r0s tendrdn distribuciGn sensiblemente simétrica con respecto a dos cjes cortogonales y debersin satisfacer las condiciones que establecen las Nor- ‘mas Técnicas correspondientes. Serd admisible cierta asimetria en la dis- tribucién de los muros cuando existan en todos los pisos dos muros de carga perimetrales paralelos cada uno con longitud al menos igual a la ritad de la dimensién mayor en planta del edificio. Los muros a que se refiere este pétrafo podrén ser de mamposteria, concreto reforzado 0 madera; en este ltimo caso estarin arriostrados con diagonales. I. La relacién entre tongitud y anchura de la planta del edificio no exce- derd de 2.0, a menos que, para fines de andlisis sismico, se pueda supo- ner dividida dicha planta en tramos independientes cuya relacién entre Jongitud y anchura satisfaga esta restricciGn y cada tramo resista segin cl eriterio que marca la seccién 7 de las NTDS. IL La relaci6n entre la altura y la dimensin minima de la base del edificio no excederd de 1.5, y la altura del edificio no sera mayor de 13 m. ‘Segtin se describe en la seccién 7 de las NTDS, al aplicar el método simpli- ficado se hard caso omiso de los desplazamientos horizontales, torsiones y mo- mentos de volteo, y se verificaré tinicamente que en cada piso la suma de las resistencias al corte de los muros de carga, proyectadas en la direcciGn en que se considera la aceleracién, sea cuando menos igual a la fuerza cortante total que obre en dicho piso, calculada segtin se describié en la seccién 6.2.1, pero em- pleando los coeficientes sismicos reducidos que se indican en la tabla 6.14 para construcciones del grupo B. Tratindose de las clasificadas en el grupo A di- chos coeficientes se multiplicarén por 1.5. Notese que estos coeficientes ya incluyen el factor de reduccién por comportamiento sismico. En el célculo de las resistencias al corte para muros cuya relacién entre la altura de pisos consecutivos iy la longitud L exceda de 1.33, la resistencia se re- ducira afecténdola del cocficiente (1.33 L/h)? 6.5.2 Ejemplo La figura 6.5 muestra esqueméticamente las plantas, alturas y pesos de una cons- truccién de dos pisos, con pisos y techo formados por losas de concreto. Obser- vando las plantas se aprecia que més del 75 por ciento de las cargas verticales 227 Anélisis sfamico estatico Tabla 6.14. Cosficientes sismicos reducidos para el método simpiticado, correspondientes a ‘estructuras del grupo B. Tipo de muro ‘Altura de la Zona Zona constraccin 1 yi Muros de piezas macizas 0 diafragmas menor de 0.07 013 {de madera contrachapada 4m centre 4 0.08 016 ym centre 7 0.08 019 yim Muros de piezas huecas 0 diafragmas menor de 010 ous de duelas de madera* yim centre 4 oar ous y7m centre 7 ou 0.23 ym * Diafragmas de duclas de madera inclinaaso sistemas de mars formados por duels de madera vertical whorizntales mostra con elementos de madera macza, Los coeficientssisnicos © muliplicarén por 1.5 para constucciones del grupo A. estin soportadas por muros de mamposteria de piezas macizas. En la direccién ¥ existen dos muros perimetrales de 10 y 6m respectivamente, ligados a la losa en una longitud mayor que 0.5 X 10 = 5 m. La relaci6n entre la altura y la ddimensi6n mfnima de la planta es 7/10 = 0.7, menor que 1.5, y la altura del edi- ficio, 7 m, es menor que 13 m. Por tanto, esta estructura se puede analizar con el ‘método simplificade. Los calculos necesarios en la direccin ¥ son como sigue: 4) Al considerar que la estructura es del grupo B, que se construiré sobre te- rreno correspondiente a la zona I, y que su altura es 7 m, en Ia tabla 6.14 ‘encontramos que el coeficiente sismico, ya reducido por comportamiento sismico, vale 0.08. +) Como no hay apéndices, podemos efectuar el célculo de fuerzas sismi cas con la expresién 6.1, peto de modo que la cortante en la base valga V = 0.08 X 132 = 10.56 ton, como se muestra en la tabla 6.15. La cor- tante iltima es V, = 1.1 X 10.56 = 11.62 ton, donde 1.1 es el factor de carga especificado por el RCDF para cargas sfsmicas, ©) La longitud total de muros paraletos a la direccién ¥ es 27 m, 24 de los cuales corresponden a muros con relacién A/L menor que 1.33; en ellos el esfuerzo resistente, de acuerdo con las Normas Técnicas para Estructuras ‘de Mamposteria, esta dado por t= Fe 0.7) Método simplficado de andlisis sismico 229 Loe mut de cagason de bine | eal nese carat naa Wy= Tien aes gl 40 Ee Figura 6.5 Edificio para ilustrar ‘el método simplificado de and- lisis sismico. Tabla 6.15. Fuerzas sismicas cortantes para ol edificio de la figura 6.6 W, a Why Pi v, Nivel (ton) (my (ton) | (ton) 2 0 0 20 626 | 626 1 n 4 288 430 | 10.56 ‘Suma 132 708 P, = 0.08 (WA/EW.h) = W, donde Fy es el factor de reduccién por resistencia, equivalente a 0.6. Para vt = 3.5 kg/cm, se obtiene ug = 1.5 kg/om2, En el muro A, en planta baja, A/L = 4.0/2.0 = 2.0 > 1.33; por tanto, el esfuerzo resistente vale 1.5 (1.33 X 1/2)? = 0.66 kg/em®. En el muro B, HIL = 4.0/1.0 = 4.00 > 1.33 y el esfuerzo resistente es 1.5 (1.33 X 4)? 17 kg/em?, Entonces la capacidad total es: 230 Analisis sismico estatico (2400 * 1.5 + 100 X 0.66 + 100 x 0.17 ) 14 = 51490 kg = 51.49 ton que es mayor que 11.62 ton. Como la planta alta es igual a la baja, es in- necesario revisarla, puesto que la fuerza cortante actuante es menor. De manera anéloga se revisa el efecto sismico en la direccién X, que es més critica por la menor longitud de muros. Haciéndolo encontramos que Ia resisten- cia es también suficiente en esa direccién. 6.6 EFECTOS DE SEGUNDO ORDEN Y REVISION DE DESPLAZAMIENTOS. Como hemos indicado anteriormente, el segundo objetivo bisico del disetio sis- ico, consistente en evitar dafios ante temblores moderados, se trata de cumplit Jimitando los desplazamientos laterales de la estructura. Bl fndice més importante para determinar la magnitud de posibles dafios es la distorsién del entrepiso vs, de finida como el desplazamiento relativo entre dos pisos sucesivos, A, dividido centre la altura del entrepiso H, es decir: w= MH En el célculo de A deben incluirse los efectos de esbeltez (no linealidad geométrica). Hemos explicado en la seccién 2.5.3, que la inclusién de los efectos de cargas axiales conduce a un problema no lineal, en el que se calculan momen: tos y deflexiones debidos originados por las cargas extemas actuando sobre la cconfiguracién deformada de la estructura, Ademés, deben considerarse simul- ‘éneamente las no linealidades de las curvas fuerza-desplazamiento de los ele~ mentos estructurales (no linealidad del material). Sin embargo, en vista de que las columnas de edificios tienen normalmente relaciones de esbeltez moderada (en todo caso esta es una situacién deseable para prevenir inestabilidad), los efectos de segundo orden se pueden incluir con precisin suficiente mediante factores que amplifican desplazamientos laterales y momentos en las columnas, Reflejando estas consideraciones, el RCDF prescribe un factor de amplificacién ‘que es funcidn de ta rigidez lateral de Q y de la rigidez geométrica W/H. Hay que recordar que la reduccién en el coeficiente sfsmico por comportamien- to ineléstico es vélida para determinar las fuerzas de disefo, y que las deformaciones 4ue ocurrirén en la estructura serén del orden de Q veces las calculadas con un andli- sis elistico bajo esas fuerzas reducidas. Por tanto, antes de compararlas con defor- ‘maciones admisibles, las deformaciones calculadas deben multiplicarse por Q. ‘También debemos tener presente que el objetivo es limitar las deflexiones a valores que no causen dafios en elementos tanto estructurales como no estruc- turales para sismos de menor intensidad que el de disefio. Para emplear directa- ‘mente los desplazamientos obtenidos en el andlisis ante el sismo de disefo, el RCDF estipula distorsiones admisibles que se multiplican por un factor del orden de tres con respecto a las que realmente se quieren controlar. Asf, se encuentra experimentalmente que en muros de mamposterfa y en recubrimientos frégiles de paredes divisorias se provocan agrietamientos cuando las distorsiones exceden de dos al millar (y= 0.002). Como veremos a continuacién, el reglamento citado admite para este caso distorsiones de 0.006. Efectos de segundo orden y revisién de desplazamientos 6.6.1 Requisitos reglamentarios La seccin 8.7 de las NTDS especifica que deberdn tenerse en cuenta efectos de segundo orden (también conocidos como efectos de esbeltez) cuando la defor- macién total de un entrepiso dividida entre su altura, medida de piso a piso, exceda 0.08 veces la relacién entre la fuerza cortante del entrepiso y las fuerzas verticales debidas a acciones permanentes y variable que obren encima de és. Se entiende por andlisis de segundo orden el que suministre las fuerzas internas y deformaciones adicionales provocadas por las cargas verticales al actuar en la estructura desplazada lateralmente. ‘Cuando las relaciones de esbelter de las columnas son menores que 100, uno de los procedimientos aproximados que aceptan las Normas Técnicas para estruc~ turas de concreto y estructuras metélicas consiste en multiplicar los momentos en Jas columnas y los desplazamientos debidos a carga lateral, obtenidos con un andlisis convencional, por el factor de amplificacién: Sfa= 1 + WAYMRIQ ~ 1.2 Wh) 631) Donde R es Ja rigidez del entrepiso considerado (suma de rigideces de entrepiso de todos los marcos de la estructura en la direcci6n analizada), W, ¢s la suma de las cargas de disefio muertas y vivas multiplicadas por el factor de carga correspondiente, acumuladas desde el extremo superior del edificio hasta el entrepiso considerado; Q es el factor de comportamiento sismico y f la altura del entrepiso. Seguin el articulo 209 del RCDF, las deformaciones laterales de cada entre piso debidas a fuerzas cortantes horizontales no excederin de 0.006 veces la diferencia de elevaciones correspondientes, salvo donde los elementos que sean incapaces de soportar deformaciones apreciables estén ligados a la estructura de ‘manera tal que no sufran dafios por las deformaciones de ésta, En tal caso el limi- te en cuestién debers tomarse igual a 0.012. EI menor de los limites mencionados se aplica al caso de muros integrados a la estructura (caso A de la figura 1.34), mientras que el Ifmite mayor se emplea para muros separados de la misma (caso B de la figura citada). En el calculo de desplazamientos se tendré en cuenta la rigidez de todo elemento que forme parte integrante de la estructura 6.6.2 Ejemplo ‘A continuacién revisamos por este concepito el entrepiso cuarto del edificio mos- trado en la figura 6.2. Ignorando los apéndices, segtin lo descrito en la forma op- cional presentada en la seccién 6.2.2 (ver tabla 6.7) se tiene: V= 20.73 + 22.1 = 42840 Puesto que la rigidez de entrepiso (figura 6.2) vale 100 ton/em, el desplazamien- to lateral A, es 42.84/100 = 0.43 cm; este resultado debe multiplicarse por el factor dde comportamiento sismico, 4 en este caso, lo cual resulta en 0.43 X 4 = 1.72 em. bran sobre este entrepiso W = 300 +400 = 700 ton de carga vertical Para decidir si tenemos que considerar explicitamente los efectos de segundo orden hay que com- parar U/= Ah = 1.72/30 = 0.00573 con 0.08 VW = 0.08 * 42.84/700 = 0.0049. ‘Como 0.00573 excede a 0.00490, la respuesta es afirmativa. 231 232 Anélisis sismico estatico Usaremos la férmula 6.31 con W, = 1.1 X 700 = 770, entonces fa = 1+ (TT0/300)/(100/4 = 1.2.x 770/300) = 1.12 Los desplazamientos de cada marco de este entrepiso se tomardn iguales @ 1.12 veces los obtenidos en el andlisis sin considerar los efectos de esbeltez. Los ‘momentos en las columnas también deben multiplicarse por f, y los momentos en las vigas tienen que corregirse proporcionalmente a sus rigideces angulares para ue se satisfaga el equilibrio de momentos en cada nudo, La distorsion lateral es y= 1.72 X 1.12/300 = 0.0064, précticamente igual al menor de los limites prescritos por e! RCDF, por lo que las deformacio- nes calculadas son aceptables, independientemente de c6mo se liguen elementos no estructurales a la estructura, 6.7 MOMENTOS DE VOLTEO ‘Como veremos en el siguiente capitulo, las deformaciones laterales que un temblor ‘genera en un edificio provienen de una combinacién de distintos modos de vibrat. Aunque predomina el modo fundamental en el cual todas las fuerzas horizontales tienen el mismo sentido, los modos inmediatamente superiores en los que existen fuerzas que obran en sentidos opuestos, tienen contribuciones significativas. Por ello, en el anilisis esttico que considera todas las fuerzas en el mismo sentido, se sobrestima en cierta medida el momento de volteo. Con base en esta observa- i6n, los reglamentos de construccién aceptan una moderada reduccién de los ‘momentos de volteo resultantes de las cortantes calculadas con andlisis estitico. Las NTDS, en su seccin 8.5, estipulan que el momento de volteo en un nivel obtenido con andlisis estético, puede tomarse igual al calculado multiplicado por el factor reductivo j = 0.8 + 0.2s, siendo z la relaciOn entre la altura a la que se calcule el momento de volteo y la altura total de la construccién; pero no menor que el producto de la fuerza cortante en el nivel en cuestién multiplicada por su distancia al centro de gravedad de la parte de la estructura que se encuentre por encima de dicho nivel. En péndulos invertidos no se permite reduecién de mo- ‘mento de volteo. A fin de ilustrar 1a obtencién de momentos de volteo reducidos, conside- remos el edificio de la figura 2.30, con las fuerzas sismicas determinadas en la tabla 6.6. Hemos organizado los célculos necesarios para la direccién X en la ta- bla 6.16 donde en primer lugar se encuentra de manera sistematica la distancia y, de cada nivel al centro de gravedad de la parte de la estructura por encima del ‘mismo. En la segunda parte de la tabla 6.16 se calculan el momento de volteo sin reducir M,, ] factor reductivo j y los dos valores minimos que debe exceder el momento reducido en la base de cada piso. En este ejemplo, el producto de la fuerza cortante V por y, rige sobre jM, en todos los niveles. En la base del edifi- Cio, el momento de volteo baja de 1131.5 a 940.5 t-m (una reduccién de 17 por ciento). En la Gltima columna hemos definido el factor neto de reduecién j’, igual ‘al momento reducido que rige entre el momento sin reducir. Los valores de j’ son ‘mayores que los de , reflejando que rige el producto V yy Nétese que las y, no cambian al considerar la direccién Y; ademés, ya que las fuerzas sismicas en esta direccién son todas iguales a las de la direccién X mul plicadas por el mismo factor (igual a la relacidn entre los cortantes basales en Comentarios. 233 Tabla 6.16. Momentos de volteo reducidos para el edifcio de la figura 2.30. ‘Nivel o w w" * ere esac a enurepiso | (ton) fm) 5 «0 | 99 3.00 210 270 3.00 4 120 | 210 3.00 630 900 429 3 150 | 360 3.00 woso | 1990 | 5.50 2 | 130 | st0 3.00 1330 | 3510 | 688 1 | 10 | 6% | 400 2760 | 270 | 909 = W* encima del entrepiso i 5 WW = suma de WH de arriba hacia abajo = altura de enteepiso yen SW KIW Nelo | V vie 7, h z im, | Vy 7 Vy entrepiso| (ton) im) 08402. 5 00 | 00 00 | 1600 | 1.000 | 1.000 00 00 | 100 | oo 4 zm} 13 | 13 | 1300 | oss | 093 | a6 | 713 | 100 | 713 3 4952 | 1486 | 2199 | 1000 | 062s | 0925 | 2034 | 2122 | 096s | 2122 2 7428 | 2228 | 4427 | 7.00 | o438 | osas | 3929 | sons | 0923 | aoss 1 oot | 2748 | 7175 | 400 | 0230 | o8s0 | 6029 | 6305 | o879 | 6305 9 | rosso | siso | risis | oo | oow | oso | ss2 | os | oan | sas = cortante encima del nivel considerado Rigel mayor entre j M, y V yp samento que rige entre M, ambas direcciones), las reducciones permitidas en cada nivel son iguales a las calculadas en la direccién X. En consecuencia, los factores j” se pueden emplear para reducir los momentos de volteo en cada elemento resistente, luego de haber distribuido las cortantes sismicas que obran sobre el edificio completo en am- bas direcciones entre dichos elementos. 6.8 COMENTARIOS En vista de la naturaleza dindmica de los temblores, el andlisis sfsmico de edifi- cios debiera siempre Hlevarse a cabo con métodos dindmicos, esto es, resolviendo explicitamente las ecuaciones de movimiento como describimos en el capitulo siguiente. Los métodos estiticos tratados en este capitulo suministran resultados basados en el modo fundamental de vibracién del edificio, incluyendo de manera uusualmente conservadora el efecto de modos superiores para edificios regulares. Su uso se limita a construcciones de altura moderada porque para estructuras de periodos largos, Ios modos superiores pueden tener mayor importancia que la proporcionada por el método estatico. ‘Adicionalmente, aunque a la letra el RCDF permite emplear el método estéti- co de andlisis sismico, en cualquier edificio de 60 0 menos metros de altura, no es recomendable aplicarlo a edificios que tengan distribuciones irregulares en elevacién ya que, en comparacién con resultados de andlisis dinémicos, se ha encontrado que se pueden subestimar apreciablemente las cortantes en ciertos 234 Anélisis sismico estatico entrepisos (Aranda et. al, 1982). Debemos en estos casos recurtir al andlisis di- némico. La mayor parte del esfuerzo adicional que se requiere para estimar el perio- do fundamental de un edificio es el célculo de sus desplazamientos laterales, que de todos modos debe hacerse para revisar que no sean excesivos. Por tal motivo, es aconsejable la opcién de usar fuerzas sfsmicas reducidas en razén de haber evaluado el periodo natural, con lo cual pueden lograrse reducciones importantes si los periodos son relativamente cortos o largos. En los ejemplos presentados en este capitulo, la combinacién de los efectos de un componente de! movimiento del terreno con 30 por ciento de los del com- ponente ortogonal se ha realizado a nivel de fuerzas cortantes. Esto brinda resultados adecuados para el disefio de miembros que trabajan esencialmente en el plano en el que estén actuando dichas cortantes, como vigas y muros. Para Jas columnas o elementos similares, que tienen flexiones importantes en dos planos verticales ortogonales, no es fécil determinar qué combinacién de los efectos de los componentes del temblor es la que rige el disefio, y es en rigor rnecesario analizar todo el edificio para el sismo actuando en una direccién y Juego, separadamente, para el sismo actuando en la direccién perpendicular. La combinacién de los efectos de uno y otro componente se realizaré en cada ele- mento mecénico, cuidando de proceder coherentemente. Por ejemplo, en el di- sefio de una columna a flexocompresién biaxial, en el que participan la carga axial y los momentos flexionantes en dos direcciones, si para la combinacién de cargas considerada la fuerza axial proviene de 100 por ciento del sismo en X y 30 por ciento del sismo en ¥, los momentos flexionantes corresponderiin a Jos mismos porcentajes, y no serfa apropiado tomar junto con dicha carga axial, ‘momentos que resulten de 30 por ciento del sismo en X con 100 por ciento del sismo en ¥. Cabe destacar que el método simplificado de andlisis sfsmico implica la hipstesis de que el sistema de piso debe consttuir un diafragma horizontal rigi- do, capaz de transmitir las fuerzas de inercia generadas por la vibracién sismica, 4 los muros rigidos alineados en la direccién de anslisis. En consecuencia, no es aplicable a casos en que los pisos 0 techos sean a base de vigas paralelas no con- traventeadas, por ejemplo. De cualquier manera esta situacién debe evitarse, ya que los elementos de techo transmiten empujes perpendiculares a los planos de los muros y tienden a voltearlos. El factor f, para incorporar efectos de esbeltez Heva a resultados muy precisos ‘cuando se considera comportamiento eldstico, aunque para clementos muy esbel- tos el RCDF exige la aplicacién de métodos mas refinados. Sin embargo, a pesar de que no lo exigen las NTDS, es recomendable proporcionar al edificio lateral rigidez suficiente para que la relacién citada sea menor que 0.08; en cualquier caso debe evitarse que dicha relacién exceda de 0.20; de lo contrario los proble- mas de esbeltez. pueden ser muy serios y no es confiable determinar sus con- secuencias con los procedimientos de las Normas Técnicas, ni atin con métodos dindmicos refinados que incluyan explicitamente tanto los efectos de segundo corden como comportamiento ineléstico. Es probable que el procedimiento matricial presentado en la seccién 6.4.3 para calcular momentos torsionantes directos en edificios no esté incorporado en programas comerciales de andlisis de edificios. Sin embargo, existen varios pro- ‘gramas que hacen uso de Ia hipstesis de que los pisos constituyen diafragmas rigidos horizontales, y permiten calcular los dos desplazamientos y el giro en los Comentarios centros de masas de cada piso para cualquier sistema de cargas estéticas, aunque no calculan la posicién de los centros de torsiGn. Sugerimos que, cuando éste sea el caso, la excentricidad directa se calcule como sigue. Supdngase que, debido a Ja accién de fuerzas sismicas aplicadas en los centros de masas en la direcci6n X, en el i-ésimo piso resultan un desplazamiento u, y un giro 8,. El desplazamien- to en dicha direccién de un punto ubicado a una distancia y (0 sea en una linea perpendicular al eje X) de su centro de masas es (u,+ 6, y). Considerando las mis- ‘mas fuerzas, se analiza nuevamente el edificio restringiendo ahora los giros de los diafragmas horizontales, obteniéndose para el piso en cuestién un desplazamien- tow’, Para el centro de torsién ambos desplazamientos son iguales; por tanto, la excentricidad buscada es el valor de y para el cual se cumple w, = (1; + 6 yes decir: = (wi — uy, ‘Se puede proceder de la misma manera para determinar Ia excentricidad co- rrespondiente a las fuerzas en la direccién Y, usando los desplazamientos en dicha direccién. Cuando no sea posible restringir los giros de los pisos, una variante de ‘este procedimiento consiste en calcular giros y desplazamientos para las fuerzas laterales colocadas en dos posiciones diferentes, digamos con la excentricidad accidental sumada la primera vez y en la segunda restada de las coordenadas de los centros de masas. Los centros de torsién son puntos cuyos desplazamientos son iguales en ambos casos. 235, Capitulo 7 Analisis sismico dinamico 7.1 ASPECTOS REGLAMENTARIOS TAA Tipos de anélisis Los métodos dindmicos que hemos presentado en el capitulo tercero permiten efectuar el andlisis sismico de estructuras resolviendo las ecuaciones de mo- vimiento, por lo cual, ademés de las caracteristicas de rigidez. que se emplean en. tun andlisis estitico, incluyen las propiedades inerciales y de amortiguamiento. Figura 7.1 Métodos de andlsis. Desde este punto de vista, el andlisis dindmico es més preciso porque incorpora _dinémico. cAExCTACN Eapocto do Aecloogranes sisMica Sasee << reales o simulados ‘Analisis modal ‘Analisis modal spectral paso a paso a Espectro ‘Analisis no lineal reducido paso a paso 7 ‘Mods y periods ‘Anéisis lineal e vibrar aso a paso Fotenee Gurvas Carga ‘comportamiento seformacion no seneeo lineales Modelo léstico ‘COMPORTAMIENTO Etéstico ; ESTRUCTURAL hone Tinea! Ineldstico 238 Anélisis s{smico dinamico cexplicitamente informacién ignorada, o a lo més indirectamente considerada, en cl anilisis estético. Por otro lado, conviene tener presente que la precisién de un anilisis més refinado depende también de la certidumbre con que se conozcan los datos adicionales requeridos. La gran mayorfa de los reglamentos de construccién contienen cléusulas ‘que permiten la aplicacién de los métodos que se muestran esqueméticamente cn la figura 7.1 de la pagina anterior. La diferencia entre uno y otro método reside en c6mo se considera el posible comportamiento inelAstico, la forma en {que se define la excitacién sismica de disefio, y en la manera de efectuar los. célculos necesarios. No hemos incluido en este esquema procedimientos que efectéan el andlisis en el llamado dominio de las frecuencias, usando trans- formadas de Fourier y funciones de transferencia. Todos estos métodos se explican en detalle en varios textos de dinémica estructural (véase, por ejem- plo, Humar, 1991), Para el Distrito Federal, la seccién 2.1 de las NTDS especifica que cualquier estructura podré analizarse mediante uno de los dos métodos dindmicos que se ) 17.3459 wP=2him; | a? = 2.41352 kim; = 6.83648 im T,=444 Vik, T= 4.04 Vink; T, = 240 Vink Con los modos asf escogidos las masas modales generalizadas m*, = Z7M Z, resultan: = 1.019941 m; mt; = 51.1467 m 254 Analisis sismico dinamico Para ortonormalizar los modos, los dividimos por la rafz cuadrada de su co- rrespondiente m'; obteniendo: 0 0.990176" 0.1398277Vin z,-\ mb. 2, 0 1B ° 0 -0.3425KaVm) 2.425425aVm) 'Notese que el primer modo es el nico que tiene desplazamiento en la direc- cidn ¥, y que sus componentes en X y en el giro se anulan, mientras que lo opues- {© ccurre con los otros dos modos. Se dice en estas circunstancias, que los modos estin desacoplados. ‘Cuando consideramos el sismo actuando en la direeci6n X, el vector R re- sulta: 1 0 0 y por tanto, mo 0 1 re 0) am: 0 OF-o <0 Wm 0> | 0 0 maw 0 mo 0 1 a= Om 0 0 <0.990176/Vm 0 (—0,3425/Vima)> | 0 0 maXl6 0 p2 = 0.990176 Similarmente obtenemos ps Las masas efectivas son: 0.139827Vm, m=0 im’, = (0,990176Vm) im’ = (0.139827V mi = 9804 m 0196 m Se constata inmediatamente que la suma de las m’ es igual am. El primer modo tiene masa efectiva nula porque carece de desplazamientos en la direc- cién X. De las expresiones 7.8 y 7.1, las aceleraciones y desplazamientos en cada modo j valen: U,=7,A,Z, ay U,= pA, Zor, 7.12) Ayes la ordenada del espectro de aceleraciones correspondientes al periodo j, en la direccién en que actia el sismo, reducida por comportamiento ineléstico. ‘Anélisis modal tridimensional Para el primer modo los resultados son nulos por ser p, = 0. Con el segundo ‘modo obtenemos: i 0.990176"Vm v, tf = 0.990176A,.Vm 0 6 =0.3425/(aVm) 0.980449 Aa, b= -033937 Asda Dividiendo entre e1 cuadrado de la segunda frecuencia arribamos a los si- guientes desplazamientos: 4, = 0.40623 m Ak 4; = = 0.14052 m A,d(ka) De manera anéloga para el tercer modo queda: iy = 0.019552 Ay, 4G; = 0.339140 Asda Us = 0.002860 m Aay/k = 0.049607 m As,l(ka) Las fuerzas cortantes y los momentos de torsiGn se pueden caleular multipli- cando las matrices de rigideces por los respectivos desplazamientos, o las acele- raciones modales por la matriz de masas; de una u otra manera queda: Vag = 0.98045 m Ang (Comtante en X, modo 2) Tz, = ~ 0.05652 maAz, (momento torsor, modo 2) Vag = 0.01955 m Ag, (Cortante en X, modo 3) Ts, = 0.05652 max, (momento torsor, modo 3) Como los periodos de 1os modos 2 y 3 son bastante diferentes entre sf, la res- puesta debida a la combinacién de modos se puede estimar como la rafz cuadrada de Ia suma de cuadrados. Supongamos que estamos en la zona plana del espec- to, €8 decit Are = Ag, = Ay, entonces la combinacién da: V;, = 0.9806 m A, T, = — 0.0799 ma A, ‘Cuando se considéra el sismo actuando en la direccin Y, se debe usar p= 255 256 Analisis sfsmico dinamico Entonces: a = y=0 % = Ay y= y/o, = mA2k 8, =1=0 Vay = mary (cortante en ¥, modo 1). En esta direccién del sismo no se originan momentos torsionantes directos. Recuérdese que, para verificar efectos de segundo orden y distorsiones de centrepiso, los desplazamientos deben multiplicarse por el factor de compor- tamiento ineléstico Q, que se haya utilizado en el célculo de tas aceleraciones cespectrales A, 7.5.3 Consideraciones para disefio En lo que respecta a momentos torsionantes de disefio, cuando el andlisis modal considera las rotaciones de los pisos como grados de libertad, inclye automé- ticamente los efectos dindmicos sobre las excentricidades estéticas, haciendo innecesario el empleo de factores que se aplican sobre la excentricidad estética directa en las combinaciones que llevan a la excentricidad de disefio. Como hemos mencionado con anterioridad, para el Distrito Federal, las NTDS marcan que dicho factor es 1.5 para elementos en los que la torsi6n es desfavorable y 1.0 para elementos favorablemente afectados por tors. Subsiste, no obstante, la necesidad de incorporar la excentricidad accidental eq, en cada direccién de andlisis. Segiin las NTDS, ¢, vale 0.1 b, siendo b la dimensién de la planta correspondiente en la direccién perpendicular a la del movimiento ssmico. A fin de satisfacer este requisito, una manera de proceder es ccalcular las cortantes y los momentos torsionantes en los entrepisos mediante el analisis modal tridimensional, y luego obtener los momentos torsionantes de di- sefio sumando y restando a los momentos dinémicos e] producto de la cortante dindmica por e,. Otra posibilidad es mover las posiciones de los centros de masas cn planta afiadiéndoles y resténdoles ¢,, obviando el célculo explicito de momen- tos torsionantes, aunque esto demanda analizar dos veces el edificio para cada componente del movimiento del terreno, cuatro veces en total. Oitra peculiaridad de modelos dinémicos que incluyen las rotaciones de los pisos es que arrojan con frecuencia modos con periodos bastante cercanos entre sf, por lo cual la combinacién de respuestas modales debe efectuarse con alguno de Ios eriterios que incorporan los productos cruzados de respuestas modales. Tales criterios se pueden expresar convenientemente en la siguiente forma matricial: R, 7.13) donde #7 es el vector cuyo i-ésimo elemento es Ia respuesta en el modo i, 7, el término L,, de la matriz L es un coeficiente de correlacién entre ambos modos que se aplica al producto 7; r, de las respuestas modales en expresiones como la 14676. Una vez obtenidas las cortantes y los momentos torsionantes de disefio en los centrepisos, se les distribuye entre los elementos resistentes, cuidando de lograr, para ‘Andlisis modal tridimensional cada elemento, la combinacién més desfavorable de los efectos de 100 por cien- to de una componente del sismo con 30 por ciento de los de Ia componente ortogonal. 7.5.4 Edificio de varios pisos Volviendo al edificio de cinco pisos de la figura 2.30, en la secciGn 3.6.4 hemos considerado, en cada piso, dos desplazamientos laterales y un giro alrededor de tun eje vertical como grados de libertad, obteniendo un total de 15 desplazamientos generalizados y matrices de rigideces y de masas de 15 X 15. Los cortespon- dientes modos y periodos de vibracién se dan cn las tablas 3.8 y 3.9, Para calcu- lar los factores de participacién empleamos la ecuacién 7.10, en la cual el vector R asume los siguientes valores: 1 ° 1 ° 1 ° 1 0 1 0 ° 1 ° 1 = 0 : 1 ° \ 0 1 0 ° 0 0 0 o 0 o ° o Insertando cada una de estas matrices en la f6rmula 7.10, se obtienen los factores de participacién p, y py, de cada modo, en las direcciones X y ¥, respectivamente. En la tabla 7.8 se incluyen los periodos de vibrar, py ¥ Py ¥ los cocientes m’, de las masas efectivas (cuadrados de las p) entre la masa total Para calcular las aceleraciones de diseiio correspondientes a estos periodos, recordemos que en la seccién 6.2.1 supusimos que el factor de comportamiento sismico Q puede tomarse igual a 4 en la direccién X, e igual a 2 en la direccién ¥, ue la estructura esté en la zona III y que la construccién, por su importancia, se clasifica como del grupo A. Con dichos datos encontramos: ¢ = 0.40 X 1.5 = 0.60, /Q = 0.60/4 = 0.15 en la direccién X, y clQ = 0.60/2 = 0.30 en la dircecién ¥. ‘Ademds, la tabla 6.2 indica que 7, = 0.6 segundos, T, = 3.9 segundos y r= 1. A partir de esta informacién, procediendo segiin la seccién 6.1.2, se obtienen las aceleraciones espectrales reducidas por comportamiento sismico A;, contenidas en la tabla 738. 257 Anélisis sismico dinémico 258 Tabla 7.8. Caracteristicas modales tridimensionales del edificio dela figura 2.20. ‘Modo Periodo De m a 4 (sea 1 0.9662 7739) 0.001 oasis 0.0000 o1s0 | 0300 2 osi19 0.009 1792 1.0000 0.8631 0150 | 0288 3 0.3857 2.708 0.069 1042 0.0001 0130 | 0.267 4 oss 0.496 0325 0.0035 o.o01s 0150 | 0254 s 22401 Lsas 0.065 0.0339 0.0001 0150 | 0236 6 0.1967 0.143 -2817 0.0003 0.0901 o1so | o224 7 0.1892 0543 0579 0.0082 0.0048 o1s0 | 0222 5 o.16at 040s 024 0.0023 0.0000 o1s0 | O24 9 0.1325 0.003 -1474 10.0000 0.0309 o1s0 | 0204 ° 0.1236 0.037 0.022 0.0000 0.0000 0130 | 0201 ' 0.1030 0.004 0743 ‘0.0000 0.0078 0130 | O94 2 0.0880 oois 0203 0.0000 0.0006 0150 | O88 3 0.0887 0.003 0281 0.0000 0.0011 0150 | 0187 4 0.0686 0.008 0.006 0.0000 0.0000 0180 | os 5 0.0569 0.003 0.002 0.0000 0.0000 0150 | 0176 ‘P= factor de participacién inf = masa efectiva como fracciGn de la masa total ‘A = aceleracién espectral de disetio (fraccin de a). Tanto los factores de participacién como las masas efectivas indican la re~ levancia de cada modo en cada direccién de andlisis. Asi, de la tabla 7.8 inferi- mos que los modos 1, 3 y 5 son significativos en la direccién X, mientras que los modos 2, 4 y 9 son los més importantes en la direccién ¥. Por tanto, es innecesario considerar modos superiores al noveno, los que por otra parte, tienen periodos més largos que el limite de inclusién marcado por las NTDS, 0.4 segundos. Las aceleraciones del piso i vibrando en el modo j se determinan con la ex- resign 7.8, a cual esta vez arroja tanto aceleraciones lineales, correspondientes a los desplazamientos modales, como angulares, asociadas a los giros modales. Maltiplicando dichas aceleraciones por la masa o por el momento de inercia del piso, obtenemos las fuerzas y momentos sfsmicos aplicadas en los pisos. Su- ‘mando estas fuerzas y momentos de arriba hacia abajo, se llega a las cortantes y ‘momentos torsionantes de entrepiso. Los resultados de estas operaciones se re- sumen en las tablas 7.9 y 7.10 para la componente en X del movimiento del terreno, yen las tablas 7.11 y 7.12 para la componente en ¥. Se incluyen en las tablas 7.10 y 7.12 las combinaciones de resultados de todos los modos con Ia regla de la rafz cuadrada de la suma de cuadrados, que se ha juzgado apropiada porque las diferencias entre los periodos de dos cuak uiera de los modos relevantes en cada direccién excede de 10 por ciento. Esto refleja que, en este ejemplo, los modos dominantes en una direccién estén préc- ticamente desacoplados de los que controlan la diteccién perpendicular. Cabe resaltar que se han calculado primero las cortantes y momentos de entrepiso en ‘cada modo y se ha aplicado luego la regla combinatoria, ‘Andlisis modal tridimensional 259 ‘Tabla 7.9. Fuorzas sismicas dindmicas tridimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo acta en la direceién X, Modo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 > | 7739 0009 | 2708 | —0.096 1345 | —0143 [0543 | os [0003 A 1472 ian ian _|_14n Lan an | _tan-|_14n | _14n Piso Fuerzas en ¥ s | 1833 00 | 672 | ~006 287 | -005 | -110 | 022 | 000 4 | 2218 oo | -352 | -o41 | -160 on 186 | -082 | 000 ab | ais 0.00 3.07 o1o | -sor | -o0s | -o60 126 | -0.00 2 | 1582 0.00 818 0.40 076 00s | ~101 | 138 | -000 1 10.05 0.00 178 033 631 0.09 28 | 096 | 000 Piso Fuercas en ¥ 3 | -007 0.02, 034 | —037 oi9 | -037 | 026 | -000 | oo 4 0.02 003 | -017 013 | -oo2 | -o1s | 017 | -oo1 | -oo1 3 003 003 | 023 023 | -o1 o21 | -o14 | 000 | -oo1 2 0.02 oo | -o18 020 | -o14 042 | -036 | 000 | 0.00 1 0.00 0.01 0.04 00s | -007 oa | -o40 | om | oot Piso Momentos torsores 3 10s =000 | —441 352 | -o1 | -030 ] 031 023 | O01 4 238 000 | ~10.41 92 | -201 | -024 139 | 012 | 0.00 3 219 000 | -1017 gai | -32 | -036 tay | -o1 | 000 2 150 000 | 722 yas | 284 | -028 149 | -04 | 000 1 087 000 | 470 aoa | -233 | -023 | 097 | -o54 | 0.00 ‘p= Tactor de participacign A = aceleracién espectral de disefo (miseg?) FFuerzas en ton ¥ momentos en ton-m Tabla 7.10. Cortantes sismicas dinémicas trdimensionales del edificio de la figura 2.30 cuando el sismo actia en la direccién X, Modo [_1 2 3 4 i 6 7 @ 9 | Rcsc Piso Conanies en X s | 1833 [ -000 | -672 | -oos | 287 | -006 | -110 | 022 | -o00 | 1977 4 | 4051 | -000 | -1024 | -o4s | 127 | 00s | 076 | -o40 | 000 | 4181 3 | 6226 | oo | -si7 | -037 | -376 | 000 | 017 | 086 | -o00 | 6260 2 | 7808 | 0.00 301 | 003 | -300 | -006 | -o8s | -072 | -o00 | 7821 t_| ais | 000 | 107 | 036 | 351 | 003 | 043 | 028 | 000 | seas Piso Cortantes en ¥ s | -007 | 002] 034 | -037 | 019] -037 | 026 | 000 | oo ] o71 4 | -o05 | oos | 017 | -o24 | 017 | -os2 | 043 | -o01 | 000 | 076 3 | -o02 | 007 | -oos | -oo2 | 006 | -031 | 029 | -oo1 | -oo | os 2 | -000 | 009 | -o23 | o18 | -oos | o11 | -006 | -000 | -o00 | 034 1 | -oo | oto | ~o27 | 02s | -o1s | 053 | -o4s | oo | oo | oar Piso “Momentos torsores 5 105 | —000 | —441 ] 352 ] -o1 | 030 ] 031 | 023 | oo | 576 4 343 | -o00 | -1481 | 1273 | -212 | -o54 | 170 | 035 | oor | 2003 3 se2 | -000 | -2498 | 2253 | -s33 | -090 | 357 | 024 | oo | 3472 2 712 | -oo0 | 3220 | 2978 | -8i7 | -118 | 506 | -o2s | oor | 45.48 1 799 | -oo1 | -3690 | 3442 | -1050 | -141 | 603 | -079 | oo2 | 5253 Fuerzas en ton y momentos en ton-m SCS = raie cusdrada de suma de cuadrados Analisis sfsmico dinamico 260 Tabla 7.11. Fuerzas sismicas dinémicas tridimensionales del edifcio de la figura 2.90 cuando el sismo actia en la iteccién Y. ‘Modo D 2 3 4 5 6 7 8 9 p | 0001 7792 | 0069 | -oxs | -o06s | -2517 | -o579 | aoa | —1a7a A 2943 | 2825 | 2619 | 2492 | 2sis | 2197 | 2178 | 2099 | 2001 Piso Fuerzas en X _| 3 ‘000 | —0.09 030 | 006 ] —019 19 ] 174 | om | ols 4 | -000 001 oie | -o4s | on 302 | -294 | -o0s | 19 3 | 000 009 | -023 ou 033 | -131 | 094 | 1 | ~o08 a 0.00 010 | -037 oa | -oos | -157 | 160 | -o13 | 001 1 0.00) ooo | ~035 | 036 | -o43 22 | -202 | 008 | 002 FuersasenY 5 000 | 35.06 002 | -042 | -oor | —984 | -oa1 | 000 ] 420 4 | -000 | 4150 oot ois | 000 | -385 | -027 | -00 | -359 3 000 | 43.29 oot 025 | oor 357 | 022 | oo | -550 2 000 | 3156 oot 022 | oo | 1098 | 036 | 000 Let 1 000 =| 2011 000 | 005 | 000 | 1106 | 063 | oo | 759 Piso “Momentos torsores 5 | -000 | —o12 020 [| 390 | oor | -7as | 049 |] 002 839 4 | -000 | -458 oa7 | 1021 | 013 | -639 | -219 | oot on 3 000 | -219 o4s | toar | 021 | -940 | -295 | -oo1 Lg 2 | -o00 | -104 033, 30 | 0.19 746 | -235 | -oo4 334 1 | 000 0.70 021 si4 | o1s | -s97 | -154 | -oos | 255 ry P= factor de participacién FFuerzas en ton y momentos en ton-m -sleracién especteal de diseio (miseg”) Tabla 7.12. Cortantes sismicas dinémicas tridimensionales del edifcio de la figura 2.90 cuando el sismo acta en la direccién ¥. Modo [1 2 3 4 3 6 7 8 9 | Rese Piso Cortanies en X 5 | -000 | ~-005 [030 | 006 | O19 ] 1:59 17s ] 002 [015 | 239 4 | oor | -oo8 | 046 | -os1 | -oog | 143 | -121 | 003 | 008 | 200 3 ‘oor | oor | 023 | -oa1 | o2s | o12 | -026 | 007 | -000 | ost 2 | -oor | os | -o14 | 004 | 020 | -145 134 | -005 | -o0r | 199 1_| -oor | 020 | -o49 | 040 | -023 | 079 | -oos | 002 | oo | 126 Piso Contanies en ¥ 5 000 | 3506 | -o0r | -042 | -o01 | -984 | -o41 | —000 | 420 | 3606 4 000 | 7657 | -oo1 | -027 | -oo1 |-1369 | -o6s | -o00 | 062 | 77.79 3 000 | 198s | 000 | -002 | -000 | -812 | -o46 | -o00 | -489 | 12023 2 ooo | 1s141 | oor | 020 | oo | 286 | 010 | -o00 | -324 | isia7 1 ooo | 17152 | oor | 026 | oor | 1392 | 073 | 000 | 435 | ize Piso J “Momentos torsores 5 000 | -012 | 020 | 390 | oor | -7as | -o49 | 002 | 839 ] 12u5 4 | -000 | -471 | 067 | ian | os | 1428 | -268 | 003 | 910 | 2269 3 00 | -690 | 113 | 2499 | 035 | -2361 | ~s63 | 002 | 1095 | 3720 2 | -o00 | -794 | 145 | 3202 | os | 3140 | -799 | -oo2 | 1428 | 4890 L_ [000 | -86+ | 166 | 3817 | 069 | -3708 | -952 | -007 | isas | 5730 Fuerzas en ton y momentos en tom SCS = raiz cuadrada de suma de cuadrados Anélisis modal tridimensional 261 Tabla 7.19. Parémetros modales necesarios para la combinacién cuadratica completa segin Rosenblueth en el edificio de la figura 2.30. Modo, T * wf @ (see) T (0.9662 | 6308 6495 | 00562 | 0365 2 osii9 2274 2259 | 00833 | o.s4 3 03857 | 6.289 626 | 00525 | sss 4 osiss | 9.729 970s | 00520 | 1.026 5 0.2401 6.170 6137 | oosis | 1349 6 0.1967 L941 1901 | oosis | 1.637 1 0.1892 3.217 317s | oosi2 | 1.701 8 0.1641 8293 3245 | oosi0 | 1.955 9 o132s_ | 7.425 136s _| o0sos | 2411 T= periodo (o = frecuencia natural = 2n/T = fracciGn de amortiguamiento erties & = &+ Uw), donde = 40 seg En general, en el anslisis modal tridimensional se presentan modos con pe- riodos bastante cercanos, sobre todo cuando las rigideces laterales en las dos di- recciones de andlisis son semejantes y cuando los elementos resistentes estén inclinados con respecto a las ditecciones de andlisis produciendo un mayor acoplamiento entre las mismas. Se recurre en tales casos a las reglas cuadréti- cas completas de la forma de la expresién 7.13, siendo necesario calcular 1a Imatriz. de coeficientes de correlacién L, correspondiente al eriterio de combi- naciGn escogido. Recuérdese, para este fin, que las férmulas que proporcionan el término L,; dependen de las frecuencias naturales a, y de las fracciones de amor- tiguamiento ertico & que normalmente se considera igual a 0.05. La tabla 7.13 contiene los parimetros modales que se requieren para com- binar fos nueve primeros modos si se sigue el criterio cuadrético completo de Rosenblueth y Elorduy (1969) considerando 1 = 40 segundos. La matriz L co- rrespondiente, obtenida con las formulas 7.4 y 7.5, se presenta en la tabla 7.14. A Tabla 7.14. Matriz de correlacion L para la combinacién cuadratica completa segin Rosenblueth en ol edficio de la figu- 1a2.20. 33.175 | 1.701 | 0006 | 0.013 | 0.023 | 0040 | 0.160 | 0874 | 1.000 | 0345 | 0078 38245 | 1.955 | 000s | oo10 | oo16 | 0.026 | oo7 | o24s | 0345 | 1.000 | 0.188 47365 | 2411 | 000s | 0008 | oor | oois | 0031 | 006s | 0078 | oss | 1.000 a) tea momen [e wi, [ass [12259 | v6200 | 19705 [2617 | a1901 | 3375 | ae2as | 47365 Madoi | « [ea~€| 036s | ose | case | 1026 | 120 | 107 | iso | 10s | aan T [eas] 0365 | co00 | oas1 | oo1e | oom} ooce | 0006 | o006 ] 000s | 000s 2 | 22% | p65 foo | 100 | o127 | o0s0 | oo2 | oo | ois | ooi0 | 00s 3 | 16209 | ass | oo1s | 0127 | 1.00 | 0234 | ooss | ooxs | o023 | oois | oom 4 | 19705 | 1026 | oon | 00s | 0234 | 1.00 | a122 | oo | oow | core | oors s | 26137 | 1349 | 0008 | ooo | cos | o122 | 1000 | oat | ateo | oor | oat 6 | a1901 | 1637 | 0006 | oo | 0025 | oo | a2is | 100 } asza | oss | cows 7 8 9 262 Tabla 7.15. Matriz de correlacién ‘Anélisis sismico dinamico ‘guisa de ilustraciGn, consideremos el cortante en la base generado por el compo- nente X del sismo, en cuyo caso el vector r lo forman los nueve valores modales dados para el piso 1 en Ia tabla 7.10, es decir: {88.13 0.00 10.79 0.36 3.51 0.03 0.43 0.24 0.00) tr El producto R, = r7 L r resulta 7940, por tanto, R = 89.10 ton, que prictica- ‘mente coincide con las 88.86 ton que arroja la regla de la rafz cuadrada de suma de cuadrados en la tabla 7.10. Si optamos por el criterio de Wilson etal. (1981), Ly es igual a r, en la férmu- 12 76, la cual produce la matriz L mostrada en la tabla 7.15. Para el cortante en la ‘base en la direcci6n X, esta vez obtenemos Ry = rT L r = 7923 y R = 89.01 ton, resultado nuevamente muy similar al que se encuentra ignorando los productos cruzados. Cualquiera que sea el crterio de combinacién, la matriz L se calcula una sola vez mientras que el producto r” Lr tiene que evaluarse para cada respues- ta de interés. Los términos de la diagonal de L siempre valen 1 y la relevancia de los productos cruzados en la combinacién de respuestas modales es mayor cuando los valores de los términos fuera de la diagonal son apreciables com- parados con la unidad; de hecho la regla de la rafz cuadrada de suma de cuadra- dos es equivalente a tomar L igual a la matriz identidad. En este ejemplo, la escasa importancia de los productos aludidos resulta de los bajos valores de Ly cuando i # ji Comparando las diltimas columnas de las tablas 7.10 y 7.4b, concluimos {que el andlisis modal tridimensional leva a précticamente las mismas fuerzas cortantes que el andlisis modal unidimensional en la direcci6n X. Se arriba a la ‘misma conclusién para la direccién ¥ comparando las tablas 7.12 y 7.5b. La diferencia més notoria entre ambos enfoques de andlisis es que, como se apre~ cia en las tablas 7.10 y 7.12, cuando se consideran tres dimensiones se obtienen ‘momentos torsionantes, de los cuales se pueden derivar las excentricidades dindmicas e,, dividiéndolos por las cortantes respectivas. Los resultados para este ejemplo se resumen en la tabla 7.16, para ambas direcciones de anélisis, junto con las excentricidades estéticas e,, que provienen de la tabla 6.12. Aunque estas e, se calcularon con los resultados del andlisis estatico, en vista LL para la combinacién cuadratica completa segun Wilson et al. en el edifcio de la figura 2.30, ‘Modoj [1 2 3 4 5 6 7 8 9 Modoi [~~] 6503 | 12274 | 16289 | 19.729 | 26.170 | sisa | a32i7 | sea9 | 474s T 6503 | 1.00 | oo [oor | 011 | 0008 | 0006 | 0006 | ooos | o0os 2 2274 .| 0031 | 1000 | 0127 | o0s0 | oo21 | oo1s | 0013 | oo10 | 0.008 3 6289 | oo16 | 0.127 | 1000 | 0234 | oo | 0025 | 0.023 | oo1s | oor 4 99 | oo | 0050 | 0234 | 1.00 | 0.122 | 004 | 004 | 0026 | oo1s 5 6.170 | 0.008 | oo2 | 0048 | 0122 | 1.000 | o214 | 016 | oo7 | 00s 6 194 | 0.006 | oo1s | 0025 | 00% | o214 | 1.000 | 087% | 0245 | oss 1 3217 | 0006 | 0013 | 0023 | cow | 016 | 0874 | 1.000 | 0345 | 007s 8 8293 | 000s | oo | oo1 | 0026 | oom | o2s | o34s | 1.000 | oss 9 7425 | 0.005 | 0008 | oo | oo1s | cos | 006s | oo78 | o1se | 1.000 ‘Andlisis modal tridimensional ‘Tabla 7.16. Excentricidades estéticas y dinémicas del edificio de la figura 2.90. 4) Sismo actuando en la direccién X Enurepiso v My 4 e (ecteaee (on) (onm) ) om 1 19.7 516 | 0291 | -098 130 2 4181 -203 | -0479 | 134 136 3 «2.60 -mm | -osss | -oss 163 4 7821 -4548 | -ose2 | -o77 176 5 8886 -253 | -os1 | 063 194 1) Sismo actuando en ta diceccién ¥ Entrepiso v My ey ee | eae, (wom) (on=m) om om 1 36.66 12s 0331 097 13 2 79 -2.69 -022 | 091 132 3 12023, -3720 | -0309 | -o22 2.40 4 15147 48.90 -0323 | 0.08 sos 5 ra ~37.30 0333 | ~0.08 5:16 eq= excentridad dinimica = M,IV excentrdad estitica (ver tabla 6.12) de que las cortantes dindmicas son bastante similares, constituyen una aproxi- maciin precisa para la excentricidad generada por las dichas cortantes. Por otra parte, como los grados de libertad estén definidos en los centros de masas y no en los de torsidn (los cuales en general se desconocen), las excentricidades dindmicas se deben sumar con las estaticas. Los cocientes (e, + ¢,)/e, incluidos en la tabla 7.16 se pueden interpretar como factores de amplificacién dindmi- ca de la excentricidad estatica, que el RCDF estipula como 1.5 para andlisis estético o cuando el andlisis dindmico se hace considerando s6lo desplazamien- tos como grados de libertad. Notese que resultan cocientes mayores que 1. sobre todo en la direccién Yen la que se lega hasta 5.0; sin embargo esto ocurre cuando la excentricidad estitica es muy pequefia y los momentos torsionantes no son realmente excesivos. Un problema comtin a todas las reglas cuadréticas de combinacién de res- puestas modales es que se pierde el signo de la respuesta combinada; aunque para ciertas cantidades esto no constituye una seria dificultad porque el signo apropiado es obvio 0 irrelevante, en otros casos el signo es parte indispensable de la respuesta correcta. En este ejemplo cobra interés el signo del momento torsionante en relacién con el de la fuerza cortante, ya que el cociente de estas dos respuestas consiituye Ia excentricidad dindmica, cuyo signo se tiene que incluir en la distribucién de las fuerzas y momentos sismicos entre los elemen- tos resistentes. En rigor, dicha distribucién debe levarse a cabo para cada ‘modo, considerando los signos que tengan los desplazamientos y rotaciones mo- dales, y luego se combinan las fuerzas que resulten en cada nivel de cada ele- ‘mento resistente. En general es aceptable considerar que las cortantes y momentos tienen el signo que les toca en el modo que més contribuye al valor combinado. Asi, exa- 263 264 Anilisis sismico dindmico ‘minando las tablas 7.10 y 7.12, se concluye que las fuerzas cortantes del edificio bajo estudio pueden tomarse como positivas porque provienen esencialmente de tun solo modo (el primero para la direccién X y el segundo para la direecién ¥) en el cual tienen todas signo positive, La tabla 7.10 también muestra que a las cor- tantes positivas en X estén asociados momentos torsionantes en los que predomina ligeramente el signo negativo, aunque la decisién no es tan clara como en el caso de las fuerzas. En la tabla 7.12 se pueden examinar de manera similar los signos de las cortantes y momentos torsionantes vinculados a la componente Y del sismo. En congruencia con el anélisis modal unidimensional, un crterio para defini cl signo de las excentricidades dinémicas (es decir de los momentos torsionantes dinémicos) es asignarles el signo de las respectivas excentricidades estéticas. Asi hemos procedido en la tabla 7.16. En general, como ocurre en el edificio aqut analizado, las excentricidades di- némicas tienen magnitudes diferentes de las estiticas, y no se puede concluir inmediatamente cules son mas 0 menos conservadoras si se tiene en presente ue las torsiones sismicas son desfavorables para ciertos elementos resistentes y benéficas para otros, dependiendo de su posiciGn en planta y del signo de la ex- centricidad de disefto. Finalmente, otra opcién para incluir la torsiones accidentales en el anélisis modal tridimensional consiste en mover los centros de masas de los pisos su- ‘mando y restando distancias iguales a las excentricidades accidentales. En cl caso que nos ocupa, se tendrfa que hacer el andlisis cuatro veces con las posi- ciones modificadas de los centros de masas que se listan en la tabla 7.17. Cabe aclarar que se obtendrén periodos y modos ligeramente diferentes con cada Tabla 7.17. Posiciones de los centros de masas de los pisos del edificio de Ia figura 2.90 para andlisis modal tridimensional. Posiciin Dimensiones ealeulada de ta plana Piso i % a > im) im) im (m) 5 675 315 Bs 75 4 9.20 550 200 110 3 920 550 200 No 2 9.20 550 200 to 1 850 630 200 10 Posiciones en el andlsis Sismo en la Sismo en la direccién X direccién ¥ Piso v1 % x % im im) im om s 450 3.00 al 54 4 600 4.40 2 72 3 660 4.40 2 72 2 60 440 n2 70 ' 740 520 105 65 Topicos adicionales nueva posicién, pero en la practica las diferencias no son significativas, y el efecto mas notable es que se modifican las contribuciones estéticas de las ex- centricidades. Dependiendo de la cercania de los periodos es posible que se tenga que recurrir a reglas cuadréticas para combinar las respuestas modales, y persisten las observaciones hechas anteriormente en relaci6n con los signos de las respuestas modales. 7.6 TOPICOS ADICIONALES 7.6.1 Analisis paso a paso Las NTDS incluyen el célculo paso a paso de respuestas a temblores especificos como uno de los métodos aceptables de andlisis sfsmico dinémico. Se prescribe que para representar el temblor de diseio podré acudirse a acelerogramas de tem- blores reales o de movintientos simulados, o a combinaciones de éstos, siempre ue se use no menos de cuatro movimientos representativos, independientes entre si, cuyas intensidades sean compatibles con los demés criterios que consignan cl Roglamento y las NTDS, y que se tengan en cuenta el comportamiento no lineal de la estructura y las incertidumbres que haya en cuanto a sus parémetros. En la seccién 3.8.3, hemos ilustrado algunos conceptos involucrados en un anélisis paso a paso que satisface los requisitos descritos en el pérrafo anterior, considerando un sistema masa-resorte-amortiguador de un grado de libertad con un resorte que tiene una curva fuerza-desplazamiento elastoplastica. Las dificul- tades notadas en dicho ejemplo muestran que, aunque el andlisis paso a paso especificado por la NTDS considera explicitamente los principales factores de la respuesta sismica real de estructuras, su empleo confronta varias dificultades practicas. La més obvia es la necesidad de programas de computadora bastante més complejos que los aplicables a estructuras eldsticas, que demandan mayores esfuerzos en la preparacién de datos y en la interpretacién de resultados; pero tal vez. la més importante es el limitado conocimiento que existe sobre la representa- cin analitica del comportamiento ante cargas laterales de sistemas estructurales complejos en tres dimensiones, cabe hacer notar la escase7, de leyes constitutivas para modelar las caracterfsticas carga-deformacién de todos tos elementos estruc- turales del edificio asf como las interacciones entre ellos durante un temblor. Aun si se cuenta con modelos que se juzguen apropiados, es necesario conocer todas las propiedades mecénicas de los elementos, incluyendo rigidez.y resistencia cn las distintas etapas de carga y descarga, lo cual requiere un disefio detallado de dichos elementos previo al anilisis sismico. Este discfo tendria que revisarse en cuanto se conozcan los resultados del andlisis, se harian luego las modifica- ciones necesarias y se volveria a analizar la estructura, todo por lo menos con cuatro acelerogramas. La magnitud del problema crece enormemente si se incor- poran incertidumbres én las propiedades mecéinicas. tra dificultad reside en la seleccién de acelerogramas compatibles con la intensidad de disefio que implican los reglamentos de construccién. Con frecuen- cia se recurre a acelerogramas artficiales cuyo espectro de respuesta elastico re- produce ef espectro de disefo, pero se debe advertir que este criterio no es siempre suficiente para representar la severidad de los dafios que un temblor de disefio puede causar en estructuras ineldsticas. El tema todavia constituye materia de in- vestigacién, 265 266 Analisis sismico dinémico Por lo expuesto, el andlisis dindmico paso a paso estd reservado a ciertas, cestructuras con no linealidades localizadas, como las que emplean aisladores sfs- micos en la base 0 contienen elementos especiales para disipar energia, mante- niendo la mayor parte del edificio en el intervalo de comportamiento elistico. En estos casos se recomienda ejecutar estudios experimentales y analiticos que respalden tanto las leyes constitutivas de los elementos ineldsticos como los acelerogramas de disefio seleccionados. Por otro lado, existen ciertas estructuras que a pesar de ser lineales no se pueden analizar con los métodos modales presentados en este capitulo porque sus modos de vibrar no diagonalizan la matriz de amortiguamiento, Esto suele ocurrir en sistemas donde se representa explicitamente 1a interac- cién suelo-estructura mediante amortiguadores viscosos que tienen fracciones de amortiguamiento critico muy diferentes a las de la superestructura. Otro caso es el de estructuras que contienen mecanismos locales de disipacién de cenergia, que, aunque se modelen aceptablemente con amortiguadores visco- sos, producen matrices de amortiguamiento no diagonalizables debido a sus mareadas diferencias con el resto de la estructura. Se han extendido los con- ceptos de anélisis modal para incluir este tipo de sistemas mediante el uso de periodos y modos de vibrar complejos, pero es usualmente mAs préctico anali- zarlas con métodos paso a paso para estructuras lineales como el que se des- cribié en la seccién 3.6.5. La excitacién sismica se puede representar con acelerogramas simulados o de temblores reales cuyos espectros de respuesta combinados proporcionen una envolvente al espectro de disefio que estipule el reglamento. 7.6.2 Sistemas suelo-estructura 'Nos hemos ocupado de la dinmica de sistemas suelo-estructura en el subcapi- tulo 3.7, en el que hemos visto que cuando la flexilibidad del suelo da lugar a deformaciones importantes, es posible representarla mediante resortes tras cionales y rotacionales con rigideces equivalentes. La seccién 3.7.3 contiene varias f6rmulas para calcular dichas rigideces. Reconociendo que en el Distrito Federal existen zonas de suelos muy compresibles, las NTDS tratan el tema de interaccién suelo-estructura en su apéndice A7. Implicitamente, este apéndice admite que el anilisis sismico dindmico de este tipo de sistemas se puede llevar a cabo con los métodos ex- puestos en este capitulo y en el tercero, incluyendo como grados de libertad Jos movimientos de la cimentacidn. Las ecuaciones de equilibrio dinémico son como las del ejemplo de la seccién 3.7.1 (expresién 3.53) ¢ incluyen las rigideces equivalentes, asf como las masas, momentos de inercia y coefi- cientes de amortiguamiento que adquieren relevancia cuando el suclo es bastante flexible. Notese que serfa necesario definir los valores de los coefi- cientes de amortiguamiento (0 de las fracciones de amortiguamiento critico) equivalentes, como se hace en los trabajos de Gazetas (1991a y b) y Pais y Kausel (1985) ‘Sin embargo, como ya hemos comentado, los efectos de interaccién suelo- estructura son més perceptibles en el periodo fundamental del sistema. En el ané- lisis sfsmico espectral, el aumento en el periodo fundamental puede conducir a una lectura diferente de las aceleracién de disefio en este modo. Son también importantes los desplazamientos laterales inducidos en la estructura por cl Tépicos adicionales desplazamiento horizontal y més atin por el giro de la cimentacién, particular- ‘mente cuando se verifican posibles golpeteos con estructuras adyacentes y efec- tos de segundo orden, Por lo anterior, el apéndice A7 de las NTDS, acepta que, como una aproxi- ‘macién a los efectos de interaccién suelo-estructura seré valido incrementar el periodo fundamental de vibracién y los desplazamientos calculados en la estruc- tra bajo la hipotesis de que ésta se apoya rigidamente en su base, de acuerdo con la expresi6n siguiente, propuesta por Bielak (1971): (1)? =12+ 72472 en que T; es el periodo fundamental de vibracién de la estructura en Ia di- recci6n que se analiza corregido por interaccién con el suelo, T,, su periodo fundamental si se apoyara sobge una base rigida, T, su periodo natural si fuese infinitamente rigida y su base s6lo pudiera trasladarse en la direcci6n que se analiza y T, su periodo natural si fuese infinitamente rigida y su base s6lo pudiera girar con respecto a un eje horizontal que pasara por el centroide de Ia superficie de desplante de la estructura, perpendicular a la direccién que se analiza. Se afiade que podrén, si se opta por este enfoque, despreciarse los efectos de la interaccién en los periodos superiores de vibracién de la es- tructura, Para calcular T, y T,, en segundos, el Apéndice AT prescribe las siguientes formulas, desarrolladas por Rosenblueth y Reséndiz (1988): 1,= 2" VWM@ RD 1,= 2" Vie R) donde W, es el peso neto de la construccién al nivel de su desplante, inclu: ‘yendo el peso de los cimientos y descontando el del suelo que es desplazado por Ja infraestructura, g es la aceleracién de la gravedad y J es el momento de iner- cia de W,’ con respecto al eje de rotacién. W,’ no se tomar menor de 0.7W,, el cual es el peso sobre Ia base del edificio. Este requisito pretende limitar estos parémetros al intervalo en que ¢s aplicable la teoria sobre cuya base se elabors el Apéndice 7 (Rosenblucth y Gémez, 1991). K, y K, son coeficientes de rigideces equivalentes que pueden en general calcularse con férmulas como las de las seccién 3.7.3. Para la arcilla compresi- ble del Distrito Federal, se aplican los procedimientos siguientes, basados en el citado trabajo de Rosenblueth y Reséndiz ‘Traténdose de construcciones suficientemente rigidas y resistentes, cimen- tadas sobre zapatas corridas con dimensién corta en la diteccién que se analiza, y de construcciones sobre zapatas aisladas, K, y K, de la cimentacién se calculan con las formulas: ke Sal ke en las que i denota valores corespondientes a la zapata i-¢sima; x, es la distancia, en la direccién de andlisis, entre el centroide de ta zapata y el eje centroidal de la 267 Anélisis sismico dinémico 268 Tabla 7.18. Valores de Ky K,y Ky (tabla A7.1 de las NTDS). Ena zona It Profundidad de | K, K® K K, desplantel!? tesa | zapaua sim u6r, | 76R8 | 20GR, | 126R, =3m war, | GR | 2K, | 20GR, En la zona I Profundidad K, de ky Kk, desplante”) Sobre et | Sobre pilotes Sobre pores terreno | de frccién® de punta’) 1 sim GRA , EG 1 76R, GR, 76R, 908) + aS aRTTTE, 126k, - 5 3 ck? cs — 3m 8GR, 9GR, nar, 908? + TGR STIR, 16 GR, "para profundidades de despan intrmedis ene 1 3m, nerplese nealmente ene Tos valores de a abl, 2 Para estructurascimentadas sobre pilots 0 pias en la zona supsngase f, afin 3 Si éstos son eapaces de resist por adberencia con el selocrcundane, meno la ita del peso hrto dela construc inclvyendo ct e sus cimienos. Cuando tienen menos de esta capacidad,interpéese linclmente ene las Valores consignados en a tbl +4, se calcula teniendo en cuenta los plots de punta que conbuyan ares el momento de voto, caleulndo la rigid de estos cle ‘mehios ane fuerza axial como si su punta nose desplazaa vericalente. planta de cimentacién, y K, y Ky s¢ determinan de la tabla 7.18, empleando el valor de R, que corresponde a la zapata en cuestiGn, En el caso de cimentaciones sobre pilotes de punta, su influencia en el valor de K, se considera con el segundo término de la expresiGn correspondiente de la tabla 7.18, empleando para calcular K, la siguiente expresi6n: K,= 3a ky donde la suma es sobre el ntimero de pilotes, y ky, ¥ d, son respectivamente la rigidez vertical y distancia del pilote i-ésimo al eje centroidal de rotacién, En la verificacién de que la estructura no alcanza los estados Ifmite por 200 kg/em?, tiene como intencin evitar tipos de concreto en los que se suele tener poco control de calidad sobre la resistencia, mas que propiciar resistencias ele- vadas. ‘Cuando se adopten factores Q mayores de dos, hay que exigir un control de calidad estricto en la resistencia del conereto para evitar que la variabil dad de la misma pueda dar lugar a zonas mucho més débiles que el resto de la estructura, en dichas zonas se llegarfa a concentrar la disipacién ineldstica de Estructuras de concreto reforzado cenergia, redundando en una menor ductilidad del conjunto. Con tal objeto el concreto debe dosificarse por peso y con procedimientos que garanticen que la desviaciGn esténdar de la resistencia no exceda de 35 kg/em?. Una situacién peculiar de la fabricacién del concreto en el valle de México ha dado lugar a la especificacién de dos clases de concreto (1 y 2). Los agregados disponibles en estado natural en el valle son de mediocre ca- lidad por su alta porosidad, bajo peso volumétrico y gran contenido de polvos. Por ello, dan lugar a concretos de bajo médulo de elasticidad y muy propensos a sufrir agrietamientos por contraccién y grandes deformacio- nes por flujo plastico. Por ello, 1a Norma de Concreto limita ahora el uso de estos concretos a las estructuras de menor importancia. Para las més impor- tantes (Grupo A y Grupo B1) se requiere el uso de concretos fabricados con agregados de alta calidad provenientes de la trituracién controlada de roca. Estos concretos (de Clase 1) alcanzan los médulos de elasticidad y niveles de flujo plistico normalmente especificados en la literatura técnica, Las Normas no ligan los valores de @ que se pueden adoptar a la clase de concreto. Se considera que aun con los concretos de Clase 2 se puede alcan- zat la ductilidad necesaria; sin embargo, cuando se especifique esta clase de concreto, deberin considerarse en el disefio los valores menores de médulo de clasticidad (del orden de 60% de los usuales), asf como los requisitos més severos de flujo plistico que especifican las Normas para este aso. En Jo que respecta al acero de refuerzo, las Normas en su parte general admiten aceros hasta con esfuerzo nominal de fluencia de 6,000 kg/em? (Acero Grado 60). Estos pueden emplearse como refuerzo longitudinal; sin embargo, para estribos se requiere que el esfuerzo nominal de fluencia no sobrepase 4,200 kg/em? (Grado 42). Para refuerzo de estructuras en que el factor de ductilidad excede de dos, se especifican requisitos adicionales que eliminan Ia posibilidad de usar aceros de grado superior al 42. Aun para los aceros grado 42 se requiere de comprobar el cumplimiento de algunos requisitos no contemplados por las especificaciones técnicas del material. Estos requisitos son que el acero muestre una fluencia definida, que la relacién entre el esfuerzo maximo y el de fluencia sea por lo menos 1.25, y que el esfuerzo de fluencia real no exceda al nominal en més de 1,300 kg/cm. Se pretende con ello que puedan formarse articulaciones plésticas con gran capacidad de rotacién para momentos de fluencia que no excedan significativamente a los considerados en el disefio, de manera que no Heguen a incrementarse tampoco las otras fuerzas internas que podrian disparar modos de falla de tipo fragil. 8.2.3 Requisitos para vigas. Los requisitos que aquf describimos se aplican a elementos que trabajan esen- cialmente en flexi6n, lo que incluye las vigas y aquellas columnas con cargas axiales muy bajas, que no excedan de 0.1 A, f;, en que A, es el area de la sec~ cién bruta de la columna. Los requisitos se refieren a las dimensiones de la seccidn y a su refuerzo longitudinal y transversal, asf como al dimensiona- miento, Se presentarén en forma comparativa los que corresponden a todo tipo de estructura y los mas estrictos que deben observarse para vigas de mar- cos dictiles. 273 274 Dimensionamiento y detaliado de los elementos estructurales Column View ® » Figura 8.1 Requisitos geométri- cos para vigas de marcos de concreto, Requistos generales 535 hb =4 Requistos para marcos dictiles b= 250m by=O bibs 3 eb=01 th=30 hE 4 4) Requisitos geométricos. La figura 8.1 resume en forma comparativa estos requisitos. Los relativos a las relaciones longitud/ancho (Vb) y peral- te/ancho (h/b) tienen como objetivo evitar que la ductilidad de la viga se ‘ea limitada por problemas de pandeo lateral derivados de la excesiva esbeltez del alma; los de ancho mfnimo, ademas de estar vinculados tam- bién con los problemas de pandeo lateral, persiguen que en marcos dic tiles la seccién de la viga tenga una zona de compresién en que se logre tun nticleo confinado que pueda proporcionar clevada ductilidad. El requi- sito que prohfbe que en marcos diictiles las vigas tengan un ancho supe- rior al del lado de Ia columna con que se conectan, pretende asegurar que la transmisiGn de momentos entre viga y columna pueda realizarse sin la aparicién de esfuerzos importantes por cortante y torsién. Para tal objeto, se requiere que el refuerzo longitudinal de las vigas cruce la columna por cl interior de su nicleo confinado. El requisito que limita la excentricidad que el eje dela viga puede tener con respecto al de la columna, al igual que los anteriores, tiene como objetivo lograr una accién franca de marco, mediante la transmisién directa de momentos entre la viga y la columna. "Numerosos han sido los casos de fallas de marcos con vigas excéntricas por efectos de las cortantes y torsiones que se generan en la trasmisiGn de ‘momentos entre vigas y columnas. Requisitos de refuerzo longitudinal. La figura 8.2 ilustra los principales requisitos para las vigas de marcos dictiles y para las vigas en general. La primera diferencia se encuentra en que para los marcos dictiles se re- uiere de un refuerzo minimo en ambos lechos y en toda la longitud de la » viga. Para el caso general, el refuerzo mfnimo es necesario s6lo en aque- llas zonas donde, segsin el andlisis, aparecen tensiones para alguna com- Estructuras de conereto reforzado 215 en zonas donde aparezcan tensions A,y A, <0.75 Ay (evade refuerzocomespondiente al fala balanceada) oe o feet ee etree en toda Jongitud devia. [No puede haber traslapos, i cote del refverz longitudinal en Todo el refvrzo de tensién, A, necesrio po sist debe pass po el «que una cua parte de a mixima ques tiene en los estremos deal vga binacién de acciones de disefto. Sin embargo, es recomendable que en todos los casos se coloque el refuerzo minimo en ambos lechos. La ductitidad que es capar de desarrollar una seccién de conereto reforzado es mayor a medida que la seccién es mas subreforzada, es decir, ‘cuando menor es la relacién entre su érea de refuerzo y la que corresponde ala falla balanceada. Es por ello que se prescribe limitar a cuantfa méxi- ‘ma de refuerzo en ambos lechos a 75 por ciento de la que corresponde a falla balanceada, calculada con los criterios expuestos en la seccién 2.1.2 de las Normas. Hay que considerar que dicha expresién proporciona un valor conservador de la cuantfa balanceada, igual aproximadamente a 80 por ciento del valor esperado, por lo que el érea de acero méxima permi- tida es del orden de 0.6 veces el de Ia cuantfa balanceada, calculada por ejemplo con el procedimiento que especifica el Cédigo ACI. En este siti- ‘mo se limita la cuantfa maxima de refuerzo a 50 por ciento de la cuantta balanceada, Es también recomendable no exceder un méximo absoluto de 2.5 por ciento en la cuantfa de refuerzo en cualquier lecho, para evitar con- gestionamiento del refuerzo. 1 momento resistemte postive en I no serd menor que Ia ita dl momento resistente negative. ceo de a eoloma, En oda secién dela viga debertpropocionarse una resistencia a momento negative y positive no menor Figura 8.2 Requisitos para el fetuerzo longitudinal de vigas ‘de marcos de concrete. 216 Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales oo | . poh | = Requistos generals jl SSem £@s, £@s; 51525 2 en las zonas donde la Fura cotante excede dela que reste el concrto, atnbos #20 mayores. Reguisitos para marcos dictiles Enuibos #25 0 mayors En a 29 los esos debein ser cezados y com remate a 135°C, como se indica en figura 8. La separacdn no debertexceder de 8 didmetro dela bara longtadinal mayor 24 didmetror del extibo 30cm ae ‘Adem, al menos una de cada dos baras longitudinale de a peiferiadeber estar abrazada por la esquina de un estibo. Fern de | babrdn extribos a una separaién sy = Figura 8.3 Requisitos para refuerzo transversal de vigas de marcos de concreto, La distribucién de los momentos flexionantes a lo largo de la viga varia considerablemente durante un sismo y puede diferir significativa- mente de la que result6 del andlisis. Es por ello que en marcos diictiles se requiere que en ningén lecho la cuantfa de refuerzo sea menor que la que proporciona un momento resistente igual a una cuarta parte del maximo ‘momento resistente que se tenga en los extremos de la viga. Por motivos semejantes se requiere proporcionar en los extremos de las vigas un ‘momento resistente positivo, por lo menos igual a la mitad del resistente negativo en la misma seccién, Los traslapos y cortes de barras introducen tensiones en el concreto que reducen su resistencia a cortante. Por ello, éstos no se admiten en las zzonas donde se pueden formar articulaciones plasticas; como los extremos de las vigas en una longitud de dos peraltes medidos a partir del pafio de Ja columna. Fuera de esas zonas, cuando se requieran traslapos deberin colocarse estribos cerrados a una separacién no mayor de 10 em, ni de un cuarto del peralte de la viga. Es importante que el refuerzo longitudinal esté colocado con el ecu brimiento y la separacién entre barras que permitan una fécil colocacién Eztructuras de concreto reforzado 271 del concreto y una adecuada trasmisién de esfuerzos de adherencia al con- creto. El requisito de no admitir paquetes de més de dos barras tiene como finalidad evitar concentraciones de esfuerzos de adherencia y favorecer una distribucién uniforme del refuerzo longitudinal, que proporcione buen confinamiento al concreto. ©) Requisitos de refuerzo transversal. Los estribos cumplen las funciones de fijar la posicién del refuerzo longitudinal y de proporcionar resistencia a tensin en el alma de la viga evitando una fala frégil por cortante. Adi- cionalmente, una distribucién adecuada de estribos cerrados incrementa sustancialmente la ductilidad de las secciones de concreto en flexién al proporcionar confinamiento al concreto del ntcleo y al restringir el pan- deo de las barras longitudinales en compresiGn. Bl suministro de estribos cerrados a una separacién no mayor de medio peralte es requisito para vigas de marcos dictiles y es recomendable en cualquier viga con una importante funcién estructural. Los requisitosilustrados en la figura 8.3 se refieren esencialmente a los estribos de confinamiento en las zonas de posible formacién de articu- laciones plasticas. Estos deben ser cerrados, de una pieza y rematar con dobleces 135°, como se indica en la figura 8.4. El remate a 135° es ne- cesario para impedir que el estribo se abra al ser sometido a la presin pproducida por la expansién del concreto del nticleo interior, con lo cual pperderia su funci6n de proporcionar confinamiento. La ejecucién de estos, dobleces en obra presenta ciertas dificultades, por lo que el detalle es fre- ‘cuentemente objetado por los constructores. Sin embargo, se trata de un requisito importante que debe ser respetado. Otras normas como el Cédigo ‘ACI admiten estribos de dos piezas como el indicado en la figura 8.4b. Los estribos de confinamiento en los extremos de las vigas deben tener ccaracterfstcas similares a los de las columnas en cuanto a que deben res- tringir el pandeo de las barras longitudinales. De allf que se requieran estri= bos de ramas miitiples como los que se ilustran en las figuras 8.4 y d. 4) Requisitos para fuerza cortante. Como se explicé en ta seccidn 1.3.3, la filosofia de disefto sismico de marcos dictiles pretende evitar que se pre- Figura 8.4 Estibos para conf- sente una falla prematura por cortante que impida que Hleguen a for- namiento (del cédigo ACI). Remate de 10.4 Remate de 6 tap seesnta ” €—F~ teoein EN = 4 2) Exribocerado 1) Exo cerato (9) Batitoscemados 4) trios cerados com ema #135" be dor pera. dobles. on pieza derma 278 Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales Figura 8.5 Determinacion de las fuerzas cortantes de disefio para vigas de marcos dicties do conereto. eigen css” eas, wn pees gine. lyn. vel secre sas MitM Mi+Mp T z Conte ta arse las dos articulaciones plasticas por flexién en los extremos de la viga. Por tanto, la viga tiene que ser capaz de soportar las cortantes que se presentan cuando se forma el mecanismo de falla aceptado, que con- siste en Ia aparicién de una articulacién plastica de momento negative en un extremo y, posteriormente, de una articulacién plastica de momen- to positivo en el otro extremo o cerca de é1. Los momentos flexionantes respectivos se calculan a partir del refuerzo longitudinal que resulte en las secciones extremas, para el cual el esfuerzo de fluencia se tomaré igual a 1.25 el valor nominal, ya que en este caso es més desfavorable que el acero de refuerzo tenga una resistencia mayor que la especifica- da, La determinaciGn de las fuerzas cortantes que se originan en esta situacién se ilustra en Ia figura 8.5. Considerando que el célculo de la cortante de disefio con el proce- dimiento anterior puede resultar poco familiar a muchos proyectistas, las NTC-RCDF admiten como opcién disefiar para las fuerzas cortantes {que resulten del andlisis, con la combinacién de cargas més criticas pero adoptando un factor de resistencia F,, igual a 0.6 en lugar de 0.8. Con esto se busca tener un factor de seguridad sustancialmente mayor con- tra falla por cortante que contra falla de flexién, de manera que la se- gunda sea la que rija. Con este segundo procedimiento puede llegarse a resultados poco conservadores con respecto al primero, si el refuerzo ongitudinal que'se coloca en las vigas es significativamente superior al requerido, Por tanto, es preferible hacer una revisi6n explicita de las re- sistencias relativas a flexiGn y cortante en los extremos de la viga, de acuerdo al primer método. Adicionalmente, se prescribe ignorar la contribucién del concreto la resistencia al cortante, cuando la cortante de sismo domine sobre la carga vertical. Esto es para tomar en cuenta que la repeticién de ciclos de carga alterada producidos por el sismo puede egar a degradar el Estructuras de concreto reforzado mecanismo con el cual el concreto contribuye a la resistencia a cortante, después de que se han llegado a formar grietas de tensién diagonal. La aplicacién de estos requisitos se ilustra en el ejemplo 8.1. 8.2.4 Requisitos para columnas Los requisitos se aplican, en general, a elementos que pueden estar sujetos a efectos de flexocompresién tales que 1a carga axial excede de 0.1 A, fc. Nue- ‘vamente se imponen restricciones mucho més severas de geometria, de refuerzo longitudinal y de refuerzo transversal a aquellas columnas que formen parte de marcos diictiles. 4) Requisitos geométricos. La figura 8.6 presenta en forma comparativa los requisitos respectivos. La exigencia de una dimensién mfnima de la co- lumna tiene como objetivo asegurar un tamafio minimo del nécleo confi- nado (una vez descontados los recubrimientos), que pueda mantener una capacidad significativa a carga axial, aun después que haya fallado el concreto del recubrimiento. Se pide que el érea de la seccién transversal sea al menos igual a 0.5, Py/f para limitar el esfuerzo promedio de compresién sobre el con- creto. Como se ha visto en la seccién 4.4.1, la ductilidad de una seccién disminuye répidamente a medida que aumenta el nivel de carga axial sobre ella. Por tanto, mientras més pequefio se quede el esfuerzo prome- —| | 4 Le | Age ont (46-1) Bs, 4 ‘ mal aasor Eas Et > Figura 8.9 Requistos para determinadas de un andliss elistico, si se emplea un factor de resistencia columnas zunchadas. inferior (0.6 en lugar de 0.8). Con este factor de seguridad adicional en las columnas se supone que se puede garantizar la formacién del meca- nismo de falla de columnas fuertes-vigas débiles. Es recomendable en es- tructuras importantes seguir el primer procedimiento, ya que el factor de seguridad adicional prescrito puede ser insuficiente para lograr el prop to descado. Requisitos de refuerzo transversal. Los requisitos al respecto tienen como funcién primordial proporcionar alto confinamiento a los extremos de las columnas, donde pueden requerirse rotaciones importantes. La longitud de las zonas donde se requiere de confinamiento especial se determina en Ja forma indicada en la figura 8.7. En la misma figura se definen los prin- Cipales requisitos del refuerzo transversal en columnas. La forma més apropiada para dar confinamiento al concreto es me~ diante un zuncho de refuerzo helicoidal (ver figura 8.9) que restrinja la expansién lateral del concreto cuando éste se vea sujeto a esfuerzos de ‘compresin cercanos al méximo resitente. Sin embargo, el refuerzo helicoi- dal es practico de usarse s6lo en columnas circulares y en ocasiones en Estructuras de concreto reforzado & mso(t- if aa, zon razon t as, cemeoree | Lh. ae Jas cuadradas. En el resto de los casos, la forma més préctica de pro- Figura 8.10 Requsitos de ais- Porcionar confinamiento es mediante estribos de varias ramas 0 combi- _ tWibuci6n de refuerzo en colum- naciones de estribos y grapas poco espaciados. En a figura 8.10 se "9S 4° estribos. ilustran los requisitos de distribucién de refuerzo longitudinal y transver- sal, asf como la forma de cumplir con el requisito de que la cuantia de refuerzo transversal debe ser igual a la que se denomina “cuantfa balan- ‘ceada de refuerzo helicoidal”. En la figura 8.11 se muestra cémo lograr ‘confinamiento con combinaciones de estribos y grapas. Hay que tener en mente que el arreglo de estribos debe procurar reducir al minimo la longitud de las ramas de cada estribo, para evitar que £éstas se flexionen hacia afuera por la presién que ejerce el concreto del niicleo al tratar de expandirse y que debe cumplir el requisito general siguiente: “‘Habré estribos cerrados formando un ngulo no mayor de 135° alrededor {dc al menos una de cada dos barras longitudinales y de todas las barras de cesquina; ninguna barra longitudinal no soportada por la esquina de un es- tribo distaré més de 15 cm de otra barra que sf esté soportada.” Extensin de 104, ———> “4 tbe ney (Geapas con us ganchos 890 - calcados en forma alterna a ¥ 5 z Figura 8.11 Combinaciones de 838¢m estribos y grapas admisibles $1 para confinamiento de colum- nas, segin el Reglamento ACI 83. Figura 8.12 Arreglos admisi- bles de refuerzo en columnas de marco diictiles de concreto, Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales EI principal objetivo de este requi ito es impedir que las barras lon- sgitudinales se pandeen hacia afuera una vez que se pierda el recubri- miento, Nuevamente hay que recordar la importancia de que los remates de los estribos sean en dobleces con un dngulo de 135° hacia el inte- rior del nicleo confinado para evitar que estos remates se abran al desprenderse el recubrimiento y el estribo pierda su anclaje. En la figura 8.12 se ejemplifican algunos arreglos convenientes del refuerzo longitudinal y transversal en columnas de estribos. Obsérvese que el refuerzo longitudinal se distribuye lo més uniformemente posible en el perfmetro de la seccin para que proporcione de manera més efecti- va el confinamiento al nice. ©) Requisitos de resistencia a fuerza cortante. Debe proporcionarse una resistencia a cortante suficiente para que puedan desarrollarse las articu- laciones plésticas en los extremos de las vigas; por tanto, se requiere di- seflar para las cortantes que se determinan de un mecanismo simplificado de equilibrio del nudo (figura 8.13), tomando un factor de seguridad de 1.5 con respecto a la resistencia en flexién de las vigas y suponiendo que el momento de desequilibrio se distribuye en partes iguales entre la columna superior y Ia inferior. Nuevamente se admite el procedimiento ‘optativo de diserfar con las cortantes el resultado del anélisis eléstco, pero adoptando un factor de resistencia de 0.5. Para columnas sujetas a car- ‘gas axiales moderadas, debe ignorarse la contribucién del concreto a la fa Estructuras de conereto reforzado Mes +Mcr veer Me 2 1.5CIM,) ver Figura 88 Figura 8.13. Procedimiento para la revisién de la capacidad ppor cortante de las columnas de marcos dictiles. resistencia en cortante, ya que ésta puede perderse por deterioro de la fre cién a lo largo de las grietas de tensién diagonal, debido a los ciclos de repeticién de cargas alternadas producidas por el sismo, Los requisitos de confinamiento y de resistencia a cortante dan lugar una cantidad de refuerzo transversal notablemente superior en columnas de marcos diictiles que en las que s6lo deben cumplir con los requisitos zenerales. Es ésta la diferencia ms significativa y la que més influye en el costo de la estructura. 8.2.5 Uniones viga-columna Deben cuidarse tres aspectos en el disefio de uniones viga-columna de marcos que deben resistir fuerzas sismicas. 4) El confinamiento del concreto en la zona de unin. 6) El anclaje y la adherencia del refuerzo que atraviesa la junta. ¢) La resistencia a fuerza cortante de la conexién, Es necesario proporcionar confinamiento al nticleo de concreto también en la zona de interseccién de la columna con las vigas del sistema de piso. Por ello debe prolongarse el refuerzo transversal especificado para los extremos de las ccolumnas también en la zona de itersecci6n (figura 8.7). Cuando se trata de una co- Jumna interior que tiene vigas en sus cuatro costados, la situacién es menos erf- tica, ya que el concreto adyacente proporciona restriccién a las deformaciones transversales del nticleo de la columna. En este caso se admite aumentar al doble ¢l espaciamiento de los estribos en la unidn, con respecto al necesario en los ex- tremos de la columna. El problema del anclaje del refuerzo en las conexiones viga-columna presen- ta caracteristicas distintas en las uniones extremas que en las interiores. En la primeras el anclaje de las barras longitudinales es necesario para el desarrollo del momento resistente en el extremo del elemento, Este anclaje se proporciona mediante un gancho esténdar en el extremo de la barra, més una longitud ho- rizontal dentro del nicleo de la columna igual a la que se indica en la figura 8.14 Cuando se emplean barras de gran didmetro es posible que el ancho de la columna Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales a a |] Le 4) Anclje con pancho Figura 8.14 Anciaje del refuer- 20 longitudinal en vigas extre- ‘mas de marcos dictiles. ‘Ambos limits se reducen a 15 mis el 50% dels eargas laterals son resstidas por ros Figura 8.15 Dimensiones mini mas de vigas y columnas en tuniones interiores de marcos Wem | Ancho efesive para culo deride Figura 8.17 Refuerzo en la cconexién losa plana-columna, Slo se indica revere efecvo pura esistrsismo eo una direeién fn Ia otra habrd un efbecn salar marcos en dos direceiones, las que se analizan como marcos convencionales. La ocurrencia de rotaciones concentradas en la unién viga-columna desde niveles bajos de carga, hace aconsejable adoptar hipétesis conservadoras a ‘ca de la rigidez de las vigas equivalentes. Las Normas de Concreto del RCDF indican que debe considerarse efectivo tnicamente un ancho de losa igual al de la columna més vez y media el peralte de la losa a cada lado de la misma, para fines del célculo del momento de inercia de la viga equivalente (ver figu- ra 8.17). Métodos més refinados y més racionales implican la consideracién de marcos equivalentes que incluyen barras adicionales cuya rigidez torsional representa la rotacién local en la unién losa-columna (véase Park y Gamble, 1980). Eztructuras de concreto reforzado EIRCDF castiga severamente estos sistemas mediante la especificacién de factores de comportamiento s{smico (Q) bajos que reflejan la poca capacidad de disipacién de energfa en campo inelistico. Se acepta Q = 3 en estructuras muy regulares y de pocos pisos, 0 en aquellas en que la mayor parte de las cargas la~ terales sea resistida por muros de concreto que cumplen con los requisitos de ductilidad que se describen en la secci6n siguiente. En caso de que no se cumplan tales condiciones se debe adoptar Q = 2. Para asegurar una correcta transmisiOn de los momentos y esfuerzos cor- tantes que se generan por efecto de las fuerzas laterales en la unin entre la Josa y las columnas, se exige una serie de requisitos que se resumen en la figu- 1a 8.17 y que consisten esencialmente en que debe existir una nervadura ancha sobre el eje de,columnas, que aloje la mayor parte del sefuerzo necesario para resistir efectos sfsmicos; ademds se requiere una zona de concreto solido de buen tamafio en la cual exista refuerzo por cortante para evitar la falla frdgil por pun- zonamiento, Este refuerzo por cortante consistiré generalmente en un par de vigas ceruzadas formadas por la nervadura de columnas y el refuerzo adicional necesario para resistir las fuerzas sismicas, unidas por estribos de varias ramas con un espa- cciamiento mfnimo de un tercio del peralte efectivo. 8.2.7 Requisitos para muros El comportamiento sismico de las estructuras con muros y contravientos ha sido descrito en las secciones 4.4.3 y 4.4.6. Los sistemas a base de muros basan su desempefio ante sismos mas en su alta rigidez y resistencia a cargas laterales que en su comportamiento incléstico, por lo que los requisitos de ductilidad prescritos por las normas son en general més simples que los de marcos. Las Normas del RCDF permiten que se adopte el factor de comportamiento sfsmico Q = 4, en estructuras de marcos y muros, s6lo cuando los primeros son capaces de resistir al menos 50 por ciento de las fuerzas sismicas, mientras que cuando esto no se cumple debe- 289 Figura 8.18 Requisitos geomé- tricos y de refuerzo en muros de concrete, 14 adoptarse Q = 3. En ambos casos el disefio de los muros debe cum- plir requisitos que evi- tan que la ductiidad se vea limitada por algin . modo de falla frégil. Los requisitos geo- métricos ilustrados en Ia figura 8.18 pretenden cevitar el pandeo det al- ma del muro por los altos esfuerzos de com- presién que originan en ‘uno de sus extremos los ‘momentos flexionantes 2Z,Fye para f,>0 en que 32, y £Z, son las sumas de los médulos de seccién plésticos de las colum- nas y de las vigas que concurren al nudo en el plano del marco en estudio, f, €s el esfuerzo normal en las columnas, producido por la fuerza axial de disefio y Fy. ¥ Fy» son los esfuerzos de fluencia del acero de las columnas y de las vigas, 295 296 Figura 8.23 Conexién tipica vviga-columna para marco duct. Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales, Nuevamente se admite la opcién de dimensionar las columnas con las fuer- 2as internas provenientes del andlisis, pero con un factor de reduccién de resisten- cia de 0.7. De manera congruente con lo anterior, la fuerza cortante para el dimensio- namiento de cada columna debe determinarse por equilibrio de la misma, su- poniendo que en sus extremos obran momentos del mismo sentido y de magnitud igual a los momentos resistentes de las columnas. También aqui se admite la op- cin de dimensionar con las cortantes provenientes del andlisis y con un Fy = 0.7. 8.3.5 Requisitos para uniones viga-columna La conexién debe disefiarse para las fuerzas que se introducen al formarse las articulaciones plésticas en los extremos de las vigas, considerando que los mo- ‘mentos de fluencia de las vigas se incrementan en 25 por ciento. Los requisites detallados se describen en la seccién 5.8 de las NTEM. Los aspectos principales se ilustran en Ia figura 8.23 y en términos cualitativos, se resumen en lo si- guiente: Toca deuniéa Bien ad 4) Conectar ambos patines de las vigas a los de las columnas para que los primeros puedan desarrollar su esfuerzo de fluencia, +) Colocar atiesadores en la columna en coincidencia con los patines de las Para que resistan 1.25 veces la fuerza de fluencia de los patines. ©) Conectar el alma de las vigas a los patines de la columna, de manera de poder trasmiti la fuerza cortante total 4) Revisar la resistencia a cortante del alma de la columna en el tablero de la junta para la fuerza que se introduce al formarse las articulaciones plis- ticas. 8.3.6 Elementos de contraviento El comportamiento sfsmico de estructuras de acero con contravientos se ha exa- minado en la seccién 4.4.6. La capacidad de disipaciGn de energfa ineldstica es Estructuras de mamposteria limitada si os elementos de contraviento son incapaces de resistir compresién. Por ello, en estructuras de edificios que se disefian con factores de comportamiento sfsmico elevados (@ = 46 Q = 3) cs importante que los contravientos tengan tuna capacidad en compresién significativa. Para ello, el Cé- digo ATC-3 recomienda, por ejemplo, que Ia capacidad en ‘compresién del contraviento sea al menos igual a la mitad de su capacidad en tensién. También es recomendable que la re- lacién de esbeltez sea reducida (K Wr < 30) y que las secciones sean en Ho en cajén para evitar el pandeo local. La conexién del contraviento al marco debe ser capaz de resistr 1.25 veces la resistencia en tensiGn del elemento. La figu- 8.4 ESTRUCTURAS DE MAMPOSTERIA 8.4.1 Consideraciones generales Las estructuras con muros de carga de mamposteria basan su seguridad sfsmica en la resistencia a carga lateral proporciona- da por una muy elevada rea transversal de muros en cada direccién. No puede contarse en este caso con grandes defor- maciones ineldsticas de ta estructura para disipar la energia introducida por el sismo. Por tanto, los factores de compor- tamiento sfsmico que permiten reducir las fuerzas eldsticas son bastante reducidos (de dos como méximo) y reflejan la limita- da capacidad de deformacién inelstica que puede alcanzar la ‘mamposteria. Por lo anterior, no se imponen a estas estructuras requisitos de ductilidad par- ticularmente severos. Sin embargo, se requiere de cierto refuerzo que reduzca la posibilidad de fallas frégiles. El refuerzo que se requiere en los muros de mamposterfa tiene la finalidad primordial de ligar entre s{ los elementos estructurales (muros en una direccién con los de la direccién transversal, muro de un piso con la losa y con los de los pisos adyacentes entre sf) propiciando un trabajo de conjunto de la estructura y evitando a posibilidad de que los muros se separen como en un castillo de naipes. En segundo lugar, el refuerzo debe proveer a la mamposteria de cierta resis- tencia a tensién (sca por flexiGn o por cortante) para subsanar la baja resistencia que 1a mamposterfa tiene a este tipo de esfuerzos. Finalmente, el refuerzo debe proporeionar cierto confinamiento a los muros para mantener su capacidad de car- a después de su agrictamiento, Los requisitos de refuerzo son relativamente sencillos y no se apartan mucho de la préctica generalmente adoptada para este tipo de estructuras. 8.4.2 Mamposteria confinada Este tipo de estructura se caracteriza por los elementos de concreto que rodean los paneles de mamposterfa, y que se conocen como castillos y dalas. La norma 2) Unis con el mao. 1) Unidn ene diagonals, Figura 8.24 Uniones tipicas de contravientos, 298 Figura 8.25 Elementos de refuerzo en muros de mam- posteria confinada. Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales Ss oo ‘more y une distancia pomayor dem castilo Hs3m Muro de ‘mamposteria 4) Disuibucida de dala y casillos en elovaci6n Castillo en toda intercocin Yextemo de murosyauna Separacion no mayor que 4m Ls4m >) Distibacién de casillos en planta de mamposterfa tiene disposiciones precisas acerca de la distribucién de estos elementos, de sus propiedades geométricas y de su refuerzo. Estos requisitos se presentan esqueméticamente en las figuras 8.25 y 8.26. Es importante destacar que se requieren castllos en los extremos de cada muro, en cada interseccién de muros y en la periferia de huecos de grandes proporciones. ‘Acerca del refuerzo de castillos y dalas, éste debe cumplir los requisitos para Jos elementos de-conereto reforzado, en particular los relativos a traslapo y ancla- je de barras y los de recubrimiento, Las cuantfas minimas especificadas para el refuerzo longitudinal tienden a lograr cierta resistencia a tensiGn del castillo, so- bre todo para absorber momentos flexionantes en el plano del muro. También se pretende con ello garantizar cierta resistencia a carga axial del castillo para tomar concentraciones de carga vertical, asf como evitar la falla por deslizamiento de la base del muro por efecto de la fuerza cortante. Ezstructuras de mamposteria poo ne ay 13e, Fes Lajzor Bee, h 12) Refuerzn mismo de a seein, 2) Refverzo transversal recomendado. Los estribos de dalas y castillos sirven principalmente para armar, o sea, man- tener en su posicién el refuerzo longitudinal; su separacién garantiza una contri- bucién a la resistencia a fuerzas cortantes. Resulta conveniente que los extremos de los castillos posean una resistencia significativa a fuerzas cortantes para s0s- tener la capacidad de carga del muro, una vez que éste se agrieta diagonalmente. Por tal razén, es recomendable que en los dos extremos de cada castillo, en una longitud de por lo menos 50 cm, los estribos se coloquen a una separaciGn de no ‘més de la mitad del peralte de la seccién. Para un correcto trabajo integral del castillo y el muro es importante que haya una buena adherencia entre estos elementos. Deben tomarse medidas en la cons- truccién para lograrlo, como dejar una superficie irregular del borde de muro que ‘va aestar en contacto con el concreto de los castllos. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que las cuantias minimas de refuer- zo longitudinal especificadas para los castillos pueden ser muy inferiores a las necesarias para resistir los momentos flexionantes que resultan de un andlisis sismico refinado de la estructura. Por ello, es conveniente en estructuras de va- rios pisos hacer estimaciones, aunque sean aproximadas, de los momentos de volteo en los muros y calcular el refuerzo necesario en los casillos para resistir ichos momentos. 8.4.3 Mamposteria reforzada El acero de refuerzo en esta modalidad estructural pretende cumplir objetivos semejantes a los que tiene en 1a mamposterfa confinada, En este caso, en lugar de Figura 8.26 Refuerzo minimo de dalas y castillos. 300 Figura 8.27 Requisitos de re- fuerzo para mamposteria refor- zada, Dimensionamiento y detallado de los elementos estructurales concentrar el refuerzo en elementos periféricos,éste se distribuye en el tablero, y queda embebido en los huecos de las piezas o en las juntas. Los requisitos minimos para el refuerzo vertical y horizontal de la mampos- terfa reforzada se presentan esqueméticamente en la figura 8.27. Las cuantfas de refuerzo son moderadas y no proporcionan una contribuci6n significative a la resistencia del muro a fuerza cortante. La especificacién deja un margen amplio para distribuir la cuantia total entre refuerzo vertical y horizontal. Para asegurar resistencia a flexi6n del muro y contar con suficiente acero vertical para conectar e1 muro con las losas, es recomendable colocar dos terceras partes de la cuantfa total en direccién vertical y el restante en la horizontal. Para lograr que el refuerzo horizontal pueda proporcionar ductilidad al muro es necesario colocar una cuantia refuerzo horizontal igual a 0.0007, segtin recomienda la seccién 4.3.2 de las Normas Técnicas de Mamposteria. Cuando se cuente con este refuerzo puede incrementarse la resistencia a fuerza cortante de disefio en 25 por ciento. El refuerzo mfnimo especificado no garantiza una ductilidad elevada de los muros. Por ello, el factor de comportamiento sismico especificado por el reglamento es muy reducido, Q = 1.5, teniendo en cuenta que las piczas hue- cas que se usan para este tipo de mamposterfa son més fragiles que las maci zas. Puede lograrse una ductilidad mucho més significativa si se aumentan las intidades de refuerzo horizontal y vertical y si se Ilenan todos los huecos con concreto. Un aspecto critico de esta modalidad de mamposteria es la correcta coloca~ ‘cin del refuerzo en cuanto a su posicién y a su recubrimiento, lo cual requiere el uso de piezas especiales, como las mostradas en Ia figura 8.28, que cuenten con los ductos adecuados para colocar el refuerzo. Es particularmente critica la si- tuacién del refuerzo horizontal. En México, es costumbre colocarlo dentro de las juntas de mortero y no son fécilmente accesibles las piezas especiales. Es dificil lograr el recubrimiento adecuado en esta forma (una vez el diémetro de la barra © 1m). Estructuras de mamposteria 301 Refuerzo en ta junta Para que esta mamposteria tenga usos estructurales importantes, como su- cede en otros pafses, es necesario contar con las piezas adecuadas, capacitar a los obreros para su adecuada construccién y contar con una estricta supervision para garantizar el correcto colado de los huecos y la apropiada posicién del refuerzo. — Refverno vericl Pieza especial para Picza especial para coloracion de efverzo refuerza horizontal horizontal Hiyeco vertical colado con — concreo con resistencia de Techada Figura 8.28 Modalidades de ‘colocacién del refuerzo horizon- tal en mamposteria confinada. Capitulo 9 Elementos no estructurales 9.1 CONCEPTOS GENERALES Gran parte del dafio econémico causado por sismos importantes que han afectado ‘centros urbanos se debe a costos de reparacién o reposicién de aquellos elementos de as construcciones que se considera no forman parte de su estructura resistente. Entre éstos pueden distinguirse, por una parte, los equipos ¢ instalaciones alojados por la construcciGn y, por otra, los elementos arquitecténicos como paredes divi- sorias, puertas, ventanas, recubrimientos, fachadas, plafones, elcétera. ‘Uno de los dos objetivos fundamentales de un correcto disefio sfsmico es- tablece que debe procurarse evitar el dafio no estructural causado por sismos ‘moderados que pueden presentarse varias veces durante la vida util de la cons- truccién. Para cumplir dicho objetivo, los cédigos estipulan desplazamientos la terales admisibles para el sismo de disefio. Los valores que fijan los e6digos para los desplazamientos admisibles son de manera fictcia muy superiores alos que la ‘mayorfa de los elementos no estructurales son capaces de soportar sin dafio. Lo anterior obedece a que no se pretende que dichos elementos toleren sin dafio alguno el sismo de disefio, sino que se busca que no haya dafio no estructural s6lo para sismos de intensidad muy inferior a la de disefto; en lugar de definir un sismo de menor intensidad para el cual deben revisarse las deformaciones la terales, se incrementan las deformaciones admisibles bajo el sismo de disefo, Para limitar las deflexiones laterales a los valores admisibles, debe propor- cionarse rigidez lateral suficiente a la construecién en su totalidad y ccuidar que la forma y los detalles de Ia estructura sean tales que no den -— ‘A: mr integra aa estan ‘Bs mo sepa en estrcturs = P= Disorin del etepiso ¥= B= Disoritndel nei Yom = 0006 Cao A Yom 20012 6x0 8 lugar a amplifcaciones locales de las deformaciones. En arigura9.ise [J] J] d_ ilustran los desplazamientos laterales que hay que controlar, asf como tas dos sitaciones qué considera ef RCDF: el eso A en que hay cle Je mentos no estructrales ligados ala estructura de manera que estn oli gados a seguirla en su deformacién y el caso Ben que los elementos no | : estructurales estin conectados a la estructura de manera que ésta pue~ IF P de vibrar y deformarse libremente sin introducir distorsiones en los elementos no estructurales, en este caso representados por un muro divisorio. El reglamento admite en el primer caso un desplazamiento te- Iativo i = 0.006 y en el segundo y= 0.012. Figura 9.1 Distorsiones admisi- bles de entrepiso. 304 Figura 9.2 Vibracién de un apéndice, Elementos no estructurales Ademds de la revisién de los desplazarnientos laterales de la estructura, el cuidado de los elementos no estructurales debe incluir: 42) La revision de las fuerzas de inercia que se inducen en los elementos debido a su propia masa y que pueden causar su falla 0 voiteo local 'b) La revisin de las holguras y detalles necesarios para que los elementos no estructuraies se comporten en la forma supuesta en el diseiio, Estos dos problemas se tratan en los incisos siguientes de este capitulo. Como lecturas adicionales sobre este tema se recomienda el texto de Gupta (1990) y el capitulo de Sabol (1989) en el manual editado por Nacim 9.2 METODOS DE DISENO El procedimiento especificado por el reglamento se refiere a apéndices, es decir, ‘ aquellas partes de la construcciGn que ya sea no forman parte de la estructura 0 tienen una estructuraciGn radicalmente diferente que la estructura principal; se cubren tanto apéndices estructurales (tanques, torres, etcétera) como equipos y elementos arquitect6nicos en los que se requiera revisar su estabilidad ante sismo. Las acciones sismicas en un apéndice dependen del movimiento del terreno y de la interacci6n dindmica entre el edificio y el apéndice. Dicha interaccién es compleja, especialmente al considerar el comportamiento ineldstico que se admite para la estructura principal bajo el efecto del sismo de disefo, El problema se muestra esqueméticamente en la figura 9.2. Por tener el apén- dice caracteristicas de masa y estructuracién radicalmente diferentes a las de la estruc~ tura principal, su respuesta sfsmica no puede predecirse con los métodos de andl sis estatico o dindmico por espectto de respuesta estipulados por el reglamento. La forma correcta de determinar las fuerzas que sc inducen en el apendice, implica obtener las caracteristicas de] movimiento al que esta sujeto el piso sobre cl que esté desplantado (0 del que esté colgado) y analizar para ese movimiento la respuesta del apéndice, el cual se puede idealizar generalmente como un sis- tema de un grado de libertad. Esto puede hacerse incluyendo el apéndice en el [ esctra | | praneipal’ | ' i meee yh I | vines dela 7 os lati spec pin | " tos de apd s 4 [ | Mc de r Neciatat —— Eeretodedeio | Spas: | Métodos de disefio ‘modelo de Ia estructura principal y realizando un andlisis dingmico del conjunto. Debido a que el apéndice tiene usualmente masas mucho menores que las de la es- tructura, la solucién del modelo conjunto suele presentar dificultades numéricas Ademés, es frecuente que en la etapa de disefio no se conozcan en detalle las caracteristicas del apéndice. Por tanto, cuando la masa del apéndice es despre~ Ciable con respecto a la de la estructura, es preferible realizar primero el andlisis de ésta ignorando el apéndice, 0 a lo mas incluyendo su masa en la del piso en que se apoya. De esto se obtiene el movimiento de la base del apéndice, sea en fun- én de una aceleracién maxima, de un acelerograma, o de un espectro de ace- leraciones. Este resultado se usa como excitacién para un modelo del apéndice que se analiza por separado, Para evitar las complicaciones que implican los procedimientos anteriores, los reglamentos aceptan que para edificios comunes, el disefio sfsmico de los apén- dices se realice con coeficientes sfsmicos fijados en forma convencional y que, multiplicados por el peso del apéndice, proporcionan una fuerza lateral estética equivalente que se considera aplicada en el centro de gravedad del apéndice. EI RCDF fija un procedimiento que toma en cuenta en forma simplificada los factores que definen la acci6n sfsmica en el apéndice. En la secciGn 8.2 de las Normas de Disefio por Sismo se especifica que debe determinarse la dis- tribucién de fuerzas que actuaria en el apéndice si éste estuviera apoyado direc~ tamente sobre el suelo; si el apéndice se puede idealizar como un sistema de una ‘masa concentrada en su centro de gravedad, esta fuerza vale: coWap Quy siendo ¢, el coeficiente s{smico que corresponde a la zona de subsuelo en cues- ti6n, segiin el articulo 206; W,, es el peso del apéndice y Q,, el factor de comportamiento sismico aplicable, segiin la forma en que esté estructurado el apéndice. En este paso no es posible hacer alguna reduccién de la fuerza sismica considerando el periodo de vibracién del apéndice, debido a que esa reduccién se basa en la forma del espectro del movimiento del terreno y aqui lo que deberfa emplearse es el espectro del movimiento del punto de desplante del apéndice: como la forma de dicho espectro no se conoce, se opta de manera conservado- ra por no hacer reducciones por este concepto. En caso de que el apéndice tenga una estructura més compleja, deberd determinarse a distribucién completa de fuerzas, incluyendo, cuando proceda, los efectos de torsiones 0 de amplificacio- nes por funcionar como péndulo invertido, antes de proceder a las correcciones siguientes: La fuerza o fuerzas determinadas con el provedimiento anterior, deberdn mul- tiplicarse por el factor. cen que c’ es el coeficiente por el que se multiplican los pesos a la altura de des- plante del apéndice cuando se calculan las fuerzas en la estructura principal. En un analisisestitico, se obtiene en general 35 Figura 9.3 Algunos casos que deben tratarse como apéndices. Elementos no estructurales < Gwh, Qe, & Web) en la expresiGn anterior W, es el peso del nivel de interés y fh, su altura medida desde el desplante de la construccién; Q,,es el factor de reduccién por ductilidad ue corresponde a la estructuracién principal. El coeficiente 1 + 4c’/e representa un factor de amplificacién dinémica que vale uno para un apéndice desplantado a nivel de terreno y tiende a 4c’/e a medi- dda que ta altura de la construccién erece. Con las fuerzas resultantes del procedimiento anterior, se procede al andlisis estético del apéndice y a su disefio con los métodos convencionales. El procedimiento debe aplicarse, por ejemplo, al disefio de los elementos de refuerzo de un muro divisorio aislado de la estructura principal, colocado en un piso superior de un edificio; a disefio de las anclas de un equipo fijado a una losa de un edificio, asi como al disefio de un tanque desplantado en la azotea de una construccién. Estos ejemplos se ilustran esqueméticamente en la figura 9:3. Debido a que en general los apéndices son estructuras isostaticas, 0 con poca redundancia, no tienen gran capacidad de disipacién ineléstica de energia y conviene adoptar para su disefio un factor de compor- tamiento, Q,, = 1; s6lo se jus~ tifiea un valor mayor cuando su estructura sea claramente dict - ” «Tangy de ago en azoen (vision ecolumnas por Nexceomresie), Avis | =e A | 9.9 DETALLES PARA f | AISLAR ELEMENTOS, ARQUITECTONICOS >) Eguio snc aos de un piso superior revsin das anes or conan yeni Las caracteristicas de los ele- mentos arquitect6nicos que se cespecifican en un proyecto, y los detalles con que éstos se = fijan a la estructura, deben ser ‘congruentes con el criterio con que se ha disefiado la estruc- | | sly tura y deben tener en cuenta | a los efectos sismicos a los que estos elementos no estructu- et rales van a estar sujetos. Hay — L_ que prever que, aunque di- chos elementos ‘se designen como no estructurales, pueden My = Peso del aro sufrit solicitaciones. durante ai un sismo, debidas por una par- ©) Muro visor (evi e vote. . ia ins icra os era —____________ se generan por su propia masa Dotalios para aislar elementos arquitecténicos y por otra, a las deformaciones inducidas por la estructura con la que estén en contacto al desplazarse por efectos de! En general, se tienen dos opciones en cuanto a la proteccién sfsmica de los elementos arquitect6nicos: una consiste en desligarlos de la estructura principal de manera que las deformaciones de ésta no les afecten, y la otra en ligarlos a la estructura, pero limitando los desplazamientos de ésta a valores que no produz~ ‘can dafios en los elementos no arquitecténicos; sin embargo, ambas opciones pre~ sentan dificultades apreciables. Al desligar un elemento no estructural (mnuro, recubrimiento, ventana, etcé~ tera) de la estructura principal, deben preverse detalles que aseguren su estabil dad ante los efectos del sismo y ante otras acciones como cargas vivas 0 viento que pueden producir vibraciones molestas en dichos elementos desligados. ‘Ademés, deben cuidarse otros requisitos de funcionamiento de la construccién como el aislamiento térmico y actstico, la estanqueidad y la apariencia. Con fre- ccuencia resulta costoso cumplir simulténeamente todas estas condiciones. Cuando no se desligan los elementos arquitecténicos, hay que revisar, por ‘una parte que su presencia no afecte de manera desfavorable el comportamiento de la estructura al interactuar con ella, y por otra, que los desplazamientos que ésta sufra no sean excesivos. En general, esta solucién es conveniente para estruc~ turas con alta rigidez lateral que no se ve alterada por la interaccién con los ele~ ‘mentos no estructurales y que da lugar a bajos desplazamientos laterals. ‘A continuacién se mencionan las precauciones mas convenientes para algu- nos elementos usuales. a) Muros divisorios Estos elementos son los que han causado mayores problemas en edificios de cier- ta altura y que presentan mayores dificultades para encontrarles una solucién ade~ cuada, La modalidad més frecuente en nuestro medio es todavia la de construir las paredes divisorias y de colindancia a base de muros de mamposterfa de tabi- ue, bloque de concreto u otras piezas de caracteristicas semejantes. Por una par- te, esta mamposteria da lugar a muros muy rigidos que tienden a trabajar estructuralmente y absorber una fraccin importante de las fuerzas s{smicas; por otra parte, se trata de materiales en general muy frégiles que sufren dafios para deformaciones pequefias. Es necesario tomar precauciones especiales con los muros de este material. Otros materiales que se emplean cada vez con mayor fre cuencia en edificios son a base de armazones metilicas o de madera y de recubrimientos de yeso 0 de triplay; estas paredes son mucho més flexibies y cofrecen mejores posibilidades de ser protegidas contra daiios por sismo. Cuando se opta por integrar los muros a la estructura y éstos son de mate- rial rigido (como 1a mamposteria), es necesario considerarlos como elementos estructurales. En el capitulo 2 se han especificado procedimientos para consi- derar la interaccién entre estos muros y la estructura principal. Debers revisarse ue las deformaciones laterales de la estructura queden dentro de los limites tolerables para este caso (W = 0.006) y que los esfuerzos que se inducen en la ‘mamposterfa no excedan su resistencia. Un problema que presenta esta opcién 5 que la localizacién de los muros puede ser poco favorable para la respuesta sismica de la estructura, y dar lugar a excentricidades en planta muy clevadas «que inducen torsiones importantes en la estructura principal y en los muros mis- 307 308 Figura 9.4 Efecto de una ‘columna corta en muro diafrag- ma de altura incompleta. Figura 9.5 Una manera de colo- ‘car una pared flexible junto a ‘elementos estructurales. Elementos no estructurales ‘mos. Esto es particularmente grave cuando existen muros de colindancia en edificios de esquina. Otro problema que debe preocupar al proyectista es la posibilidad de remo- cién 0 de cambio de posicién de los muros durante la vida de la construccién. Como estos elementos son considerados generalmente no estructurales, los pro- pietarios o usuarios del inmueble proceden con frecuencia a redistribuciones del espacio interior de los distintos pisos, las que dan lugar a posiciones de muros que pueden resultar en distribuciones de efectos sismicos radicalmente distintas de las ‘que se consideraron en el disefio. La integracién de los muros divisorios a la estructura es mas apropiada cuan- do sc trata de estructuras rigidas (ya sca marcos robustos de pocos pisos o estruc- turas con muros de rigidez de concreto o con arriostramientos). En este caso a respuesta sismica es poco sensible a la presencia de los muros divisorios y sus desplazamientos laterales son pequefios y no provocan dafios en dichos muros. Un problema especial de la integracién de los muros a la estructura se presenta cuando el muro no abarca Ia altura total de entrepiso; aquf el muro rigidiza al marco haciendo que este elemento absorba una porcién importante de Ia fuerza sfsmica; esta fuerza tiene que ser resistida totalmente por la parte descubierta de la columna, provocando con frecuencia su falla por cortante (figura 9.4). Se recomienda en estos casos proteger las columnas con abundante refuerzo por cor- tante, Resulta mucho més conveniente, sin embargo, separar estos muros de la estructura principal, evitando la interaccién tan desfavorable, Conan ite, —E Cuando las paredes que se pretenden integrar a la estructura son de tipo fle- sible, su interaccién con la estructura es menos critica, pero debe seguirse cuidan- do que los desplazamientos laterales no las afecten. Una solucién que presenta ventajas es la de detallartas para que fallen en zonas locales controladas, de ma- nera que sean fécilmente reparables; un ejemplo se muestra en Ia figura 9.5. ‘Para aislar los muros de la estructura es necesario proporcionar una holgura generosa entre el muro y Ja estructura principal; es recomendable una separa- cién minima del orden de 2 em, Debe haber separa- ci6n tanto con respecto a las columnas y otros ele- Ped exible \ estrineno rempiatie Detalles para aislar elementos arquitect6nicos 309 Tea marina Figura 9.6 Posibles disposi- Se eee elas acon mil dtombe ciones de muros en planta para desligarios de la estructura. ‘mentos estructurales verticales, como con respecto a la losa (0 viga) superior. Enel primer caso puede convenir colocar los muros diviso- | ros fuera de los ejes de columnas (Figura 9.6). Esta solucién presenta | ventajas en el comportamiento estructural, pero suele traet complica- ciones en cuanto al uso del espacio arquitecténico. Para asegurar la estabilidad del muro contra el volteo, y a su vez permitir el libre movimiento de éste con respecto a la losa superior, existen diversos procedimientos eficaces y sencillos. Estos se ilustran en las figuras 9.7 y 9.8. Para muros de mam- posterfa la solucién mas usual es reforzando con castillos o con tefuerzo en el interior de bloques huecos, disefiado para que tome los momentos de volteo del muro. Otras soluciones consisten en guiar arriba el muro mediante ngulos o canales, o mediante gufas que entran en muescas preparadas en la losa Pcs Materia exe one Figura 9.7 Detalles para desi- SL {gar un muro de fachada, eniaiow Figura 9.8 Algunos proce- dimientos para desligar muros de mamposteria. 2) Cass 1) Guts de sng ) Bapigones en muescas jada en oss 310 Figura 9.9 Detalles para desii- {gar mutos divisorios de la es- tructura (referencia 72). Elementos no estructurales Retiro de gine = — fey ; SL E — =e Piso \ Refuerzo de esquina HA [oo sconce ——_| El problema principal de estas soluciones es que las holguras que se dejan entre ‘muro y losa y entre muro y columna deben sellarse para proporcionar aislamiento térmico y actistico, ya la vez permitir colocar los recubrimientos © acabados ade- ccuados. Cuando se trate de mutos de mamposteria, lo més indicado es el rlleno de Ja junta con un material ala vez muy flexible y aislante; el material més apropiado al respecto es probablemente la espuma de poliestireno, Otros materiales frecuen- temente empleados son demasiado rigidos 0 se vuelven rigidos con el tiempo. ara muros divisorios ligeros con armazén y recubrimiento, asi como para canceles, existen detalles relativamente sencillos que dependen de la forma cons- tructiva particular empleada. Algunos ejemplos se muestran en la figura 9.9. b) Recubrimientos y ventanas El criterio expuesto anteriormente acerca de la eleccién entre integrar estos ele- Imentos a la estructura 0 separarlos, sigue siendo vélido, Las fachadas prefabricadas de concreto deben proveerse de detalles y holguras {que aseguren que no sean afectadas por los movimientos laterales de la estructura. Ademés, los procedimientos de fijaciGn de estas fachadas a la estructura principal deberén disefarse cuidadosamente para evitar su falla por efecto de sismo. Los recubrimientos de piedras naturales o artficiales resultan propensos a despegarse por las deformaciones laterales de la construccién, Conviene prover elementos que proporcionen un amarre mecénico de estas piedras con la estruc- tura, y dejar holguras en el revestimiento y en las paredes que lo soporten para 4que éstas no interactéen con la estructura al ocurrir deformaciones laterales. Es recomendable también, cuando se empleen estos revestimientos, limitar los des- plazamientos laterales admisibles de la estructura (¥ = 006). Es conveniente dems, cuando se usen revestimientos muy pesados en fachadas, contar con una ‘marquesina que proteja al transesinte de la caida de alguna de estas piedras. Lo anterior vale también para otros elementos ornamentales que se colocan en fachadas y que deben asegurarse cuidadosamente a la estructura Los recubrimientos muy frdgiles deben evitarse en escaleras, porque sus paredes estén muy expuestas a sufrir deformaciones importantes por efectos sfsmicos. También en esos lugares deben evitarse recubrimientos muy pesa- Detalles para aislar elementos arquitecténicos dos cuya caida pueda herir 0 impedir el paso a quienes tengan que utilizarlos en ‘caso de un sismo. Los recubrimientos deberén detallarse con remates especiales o tapajuntas para no interferir con las holguras que se hayan dejado para separar una pared de Ja estructura principal. La rotura de vidrios es una de las consecuencias més frecuentes de sismos de intensidad moderada o grande. Deberd proveerse la holgura necesaria ya sea entre vidrio y ventanerfa o entre ésta y la estructura, Esta holgura deberd estar rellena de un material (méstique o sellador) que mantenga su flexibilidad con el tiempo. Segtin el RCDF, la holgura minima admitida es — ve °= 30467) en que yes la distorsién lateral de la estructura admitida en el disco, y b y h son el ancho y el alto del vidrio, respectivamente. (Véase figura 9.10.) ¢) Falsos platones Los plafones colgados del techo son | Dele aleatvo __ cnextem ite elementos que pueden causar serios dafios a los ocupantes durante un sismo, especialmente cuando son a base de elementos pesados. El primer requisito es que deben estar asegura- dos al techo de manera muy firme; el segundo es que deben existir holguras al menos perimetrales para cvitar esfuerzos en su plano que tiendan a zafar los elementos del plafén. La figura 9.11 muestra un detalle conveniente. eben tenerse precauciones especiales con los plafones de materiales pesados como yeso y madera, donde conviene rigidizar tableros de plafén cada cierto in- tervalo para evitar st distorsién y la cafda de piezas. Asimismo, deben tenerse precauciones semejantes para aquellos equipos que cuelguen del echo, como lém- paras. Se les debe proporcionar un anclaje seguro y en muchos casos ciertarigidez horizontal para evitar excesivas vibraciones que pueden provocar Ia ruptura 0 caida de materiales. @) Anaqueles y mobiliario Conviene que los muebles altos que estén adosados a las paredes se fijen a las mismas para evitar su volteo. También deben restringirse contra el volteo los, anaqueles altos, como los que se usan en bibliotecas. En estas dltimas resulta sen- «illo ligar entre sf varios anaqueles en su parte superior por medio de angulos rmetélicos u otros elementos rigidos, Particulares precauciones deben tenerse para proteger los objetos de arte expuestos en museos, tanto en lo relativo a la proteccién de los muebles en que estén colocados como en lo que respecta a su fijacién dentro del mueble. Angulo de remate | 311 Figura 9.10 Hoguras entre vidrio y manguete. Soporte flexible Resicion Figura 9.11 Detalles de la pe- riferia de techos. suspendidos para prevenir golpeteo y movi- ‘mientos excesivos. 312 Figura 9.12 Cruce de tuberia igida por juntas de construc- cién, Eementos no estructurales 9.4 EQUIPO E INSTALACIONES Para equipo costoso y sensible a vibraciones debe tenerse particular cuidado en elegir la posicién dentro del edificio, los elementos estructurales a los que debe fijarse y los dispositivos de fijacién, En sismos recientes, han sido especialmente severos los dafios a equipo de telecomunicaciones y de cémputo. Los equipos mecénicos vibratorios, como generadores eléctricos de emer- gencia, se montan generalmente como apoyos flexibles con el fin de evitar que transmitan vibraciones a la estructura y produzcan ruido molesto a los ocupantes. Estos apoyos tienden a eliminar vibraciones de alta frecuencia y en general no son muy efectivos para filtrar las vibraciones de frecuencias relativamente bajas ue el movimiento de la estructura introduce al equipo durante un sismo. Para equipo particularmente critico, puede convenirel empleo de apoyos disefia- dos para proporcionar aislamiento y amortiguamiento de las vibraciones introduc ddas por Ia estructura; por ejemplo, con placas de neopreno con un tubo de plomo. En general, deberdn disefiarse las anclas de estos equipos para evitar la falla Por cortante o por volteo. Se usarsn los métodos simplificados especificados por las normas. En casos de estructuras industriales importantes, resulta necesario realizar un andlisis sismico detallado del equipo recurriendo al concepto del spectro de piso, es decir, teniendo como excitacién el movimiento esperado en la parte del edificio sobre el que esté apoyado, Debe considerarse la posibilidad de usar elementos de rigidizacién o de fi- JaciGn en la parte superior de los equipos para evitar su volteo durante un sismo. La mayoria de los tubos y ductos usados en los edificios son suficientemente flexibles para absorber las deformaciones de la estructura durante un sismo. Cuando no lo sean, deberdn proveerse tramos flexibles o juntas especiales ccapaces de rotaci6n o deformacién axial. Cuando estas tuberfas tienen que cruzar ‘cuerpos separados de un edificio por las llamadas juntas de construccién o juntas sismicas, es necesario proporcionar tramos deformables, con algtin dispositive ‘como los mostrados esqueméticamente en la figura 9.12, El problema es particu- larmente critico cuando se trata de tubos de material rigido, como el concreto, y para los de gran didmetro. 2) Solucin con amo flexible Desviacign para C/o ete emacs ~Teamo de material, exible y con capcidad de deformacin axial Junta de constrcsin PLANTAS ') Solucién con desviacida Bibliografia American Society of Civil Engineers (ASCE), 1986, Seismic Analysis of Safety Related ‘Nuclear Structures and Commentary, ASCE Standard 4-86, Nueva York, BUA. Aranda, G. R, O. Rasen y L. O. Diaz, 1982, Andlisis sismico de edificios irregulares en elevacién con especiros reducidos por ductilidad, Ingenieria Sismica, Nim. 28, México, D. F, México. 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