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Spinozianas I Diseno: Natatia Rravats salud a la cofradia! Qué sensacion tan rara la de escribir estas cartas, que intentardn expresar (o mucho que me fia afec- tado y fie aprendido con aquel que me atrevo a llamar mi amigo Baruj. Fse judio excomulgado ai que podemos situar en Holanda entre 1632 y 1677 y, al mismo tiempo, un habitante eterno del pensa- * miento que fioy nos sigue provocando, ensetiando y acompanando. Se fo suele clasificar como filésofo, y asi se lamaba , asi mismo, pire no creo que éCestuviera muy con- tento con el devenir de (a filosofia en nuestra cul- + tura. Spinoza reservaba’ este nombre para {ose amantes del saber que cultivaban el pensamiento 4 como modo de potenciar la vida y no a los que se apoltronaban en (os sillones académicos y pulian sus marcos teéricos. Rechaz6 las cdtedras que le 4 ofrecieron porque queria preservar su libertad del { p pensamiento. Prefirid pulir lentes para seguir bus- cando y encontrando nuevos mundos en el mundo en lugar de sacralizar lo ya sabido y convertirse en un guardian de (as certezas. Mas aun, el enfrentamiento mds importante de su vida fue con los tedlogos, esos supuestos portavoces de Dios que en su gran mayoria eran los encarga- at ’ Au dos de producir y difundir supersticiones que favo- 4 recian la dominacién de los crédulos y promovian 'y Qjina cultura de la obediencia. Sin embiirgo, es pre- y) ciso ser cautos. Spinoza ni critica ni detesta la reli- gion sino tan solo a los que pretenden atrapara Dios en su discurso y utilizarlo para dominar asus semejantes. Lo que combate es el dogmatismo en cualquiera de sus formas y la peticion de obedien- s aquellos que se creen con un cia que hacen to — - =f = ” = p = acceso privilegiado a Dios, a la Verdad oa la Rea” K fidad (palabras que siempre escriben con mayuscu- s fa y consideran ropiedid privada). Muchos de los académicos que hoy hablan del pensamiento criti co, y declaman contra el sistema desde muy varia: . das perspectivas, suelen ser tan dogmaticos como aquellos a fos que se enfrentan y se asemejan mas a fos tedlogos a los que se enfrentaba Baruj que a los amantes de la sabiduria. - + Esta ultima afirmacién puede resultar paradéjica, y efectivamente lo es. Como la vida misma en su multidimensionalidad. :Cémo se puede ser critico respecto del sistema y al mismo tiempo sostenerlo? ¢ Desde el plano verbal es obviamente imposible. Pero la vida no se reduce a (o que decimos. Al siste- ma no le fiace mella lo que se diga de él mientras se trate de conversaciones mds 0 menos elegantes. Menos atm cuando el lenguaje utilizado es casi” indescifrable para (os que no pertenecen al mundi- flo de los elegidos 0 aspirantes a serlo. Esto no quiere decir que todos los académicos se ‘ > a a ee dediquen exclusivamente a sostener y legitimar teorias, custodiando y reproduciendo una historia de conocimientos ypreservando el panteon de los proceres. Son muchés y valiosos los que fan sacado fos pies del plato y cada tanto “bajan al campo” (como suele llamarse al mundo fuera de los muros ° } \ de (a universidad 0 centro de investigacion). Algu- W - nos fasta se mudan alli de forma permanente y no s * faltan los que subvierten las normas de la casa. ‘Aun asi seguimos (desde luego me incluyo) soste- niendo un lugar de “expertos” que de hecho, y sin’; importar en lo mds minimo nuestras intenciones, desvaloriza el saber popular. % ~ 5 ~ La de Spinoza no es una filosofia para quedar confiridtta Me pal las aulas y museos. Es una filosofia para TODO aquel queg, +s | quiera atreverse a pensar, a jugarse a fondo desde si mismo, iN, Tutriondose de agicllo que le Yesulta provechoso y descar- gah ay: tando (0 que no le es afin, sin obligacion alguna de cumplir 4 con un curriculum o de seguir el sendero de los maestros. Si algo me ensehié Spinoza es que promover el pensamientojme @ >> y con éf la libertad, no es fo mismo que abrazar un credo, adscribir a un dogma, sostener una teoria. Paraddjicamen- te, Lodemos decir que un sabio no tiene ideas. No es que no * se le ocurra nada, al contrario, sino que no (as “tiene”, no se. “aferra’, no confunde su potencia de pensar con ningiin con- tenido particular. Esta siempre abierto y sensible a la situa-, cion que vive para pensarla haciendo lugar a la singulari- dad y la sorpresa. Ese pensar no desprecia lo ya sabido pero » tampoco lo antepone a la experiencia, no lo idolatra ni in- rs tenia incrustar lo desconocido en el marco de o ya aprendi- fo. No es facil leer la “Etica demostrada segim el orden Geomé- > trico” que considero el libro fundamental de mi querido ~ Baruj. Un texto tnico al que sé puede volver una y otra vez ie y siempre nos brinda algo que pensar. Pero no es facil com-* prender su propuesta porque subvierte todo lo que nuestra — € “cultura nos fia inculcado. Cuentan los chismosos que Borges, ic } que amaba a Spinoza, no le perdond nunca el modo en que escribio ese texto. Yo no hubiera podido leerlo nunca sin la providencial ayuda de r : Deleuze y su seminario sobre Spinoza. Sin em- §- “Gas iraslticidas manos del judto bargo, cuando uno se labran en Ia penumbra los crislales deja afectar y to, y [a larde que muere es miedo y frio,) entrar en su atmésfera, (Iias fardes a las lardes son iguales.)}. siente como siun rayo lo} partiera, nada sera Has manos y el espacio de jacinto ‘igual después de haber“ que palidece en el confin del Eihello y\ visitado ese fecundo te- casi no existen para el hombre quielo” rritorio del pensamien*” > : que esti sofiando un claro laberinlo. to. Luego de muchos in- : tentos, varios de ellos Frustrantes, me v Do Io furba la fama, ese reflejo ‘de suefios en el suefio de olro espeioy ni el lemeroso umor de las doncellas. Libre de la melafora y del milo, Tabra un arduo cristal: el infinilo mapa de Hquél que es lodas sus esirellas”. Borges oja, Jorge Luis —_ os er oT = Wamigué con ef estilo, comprendi fos muchos y variados ; \ - motivos que podrian haberlo llevado a elegir este “modo . 4 geométrico”. El mas importante para mi:distinguir el Ne pensamiento ético de (a moral, encontrar un modo de pensar capaz de entender sin pretender juzgar. ;Menuda tarea en una cultura donde razén y juicio suelen usarse My wt muchas veces como sinénimo! Actividad tan ardua como gratificante, Y ésta no es una cuestién menor, sino el nuicleo mismo de su propuesta, sobre la que pronto escri- biré mas en detalle. +4 Afiora fia Megado el momento de confesar algo un poco bockornoso pero que creo puede ser itil como ejemplo de fos modos en que estamos acostumbrados a pensar y tam- a bién para comprender el'valor de “desadaptarse”. Inten- tando acercarme a la obra de Spinoza y viendo que la Etica se me facia esquiva crei que el Tratado de la Refor- ma del Entendimiento me resultaria mucho mas facil, dado que me habia formado en epistemologia. Mi sorpre- sa fue inmensa cuando al comenzar me encontré con lo ue catalogué como un “divague”. Lo lei en diagonal para gar a o que suponia el “meollo” del texto. Durante * afios no volvi a ese libro. Cuando lo retomé pude darme * cuenta de que la clave para comprender no solo ef Trata- do sino el conjunto de la obra y la vida de Spinoza era, | precisamente, eso que yo habia despreciado y salteado. ZCudl es el quid de esas primeras paginas? Que nos pre- senta el entendimiento en la trama del vivir humano y } Oe ee no de modo disociado. La propuesta de Spinoza nos acerca a la sabiduria y nos ayuda a distinguirla de a acumulacion de informacion o conocimiento. A diferen- cia de (a erudicion el saber no es un regodeo de intelec: tuales sino una actividad humana profundamente vital y relacionada con nuestro vivir cotidiano, que incluye también el conocimiento intelectual, pero es infinitamen: te mds amplio y diverso que éste. La sabiduria no se iT reduce a un conocimiento argumental sino que se des- pliega en un saber viv ‘ofundamente activo y afecti- ‘vo, encarnado y sensible. Una relacién de encuentro que_hemes gabiouria Te a ta sapien ty? EDonde st halle nel ae perdido jae 60 hemos pending Tgmiento awe Ne apande oh CNT informacion’ con 1a Core el primer y de hecho fuera, nunca ete como practica vital y saber y también del vivir %@ fiumano. Ese cambio no teo- rico sino _profundamente personal y abarco todas (as dimensiones de mi vivir. Mi querido amigo Pedro So- tolongo se ocupa de pensar la vado, no fuele a sapiencia . ifustrada. Tiene el sospecho- C . so tufillo de querer entrome- c . terse con ese compartimento ‘poco visitado en los papers que es nuestra propia vida “personal, que fia sido cuida- dosamente tabicada de la augusta vida profesional. Cuando Pedro comienza una conferencia plantea a su au- ditorio con’ traviesa picar- dia la importancia de ocu- parse de esta cuestion olvi- qae Y Practicamente tabi byara (a cultura de toga y lo face con una simple pero in- es en ese espacio-tiempo gustaria gracias diano? ;Qué =e multidimensional con el mundo y no un mero proceso légico. Como episteméloga, por muy post-positivista que me creyera, ia considerado en toda su ampli- tud este aspecto prdctico-vital del saber.Cuando gracias a Spinoza fui capaz de captar la importancia del conocimiento me cuenta de por qué habia despre- ciado esas primeras paginas del Tratado el efecto fue un ca- taclismo que cambio radicalmente mi concepcion del vida cotidiana. Desde luego © no suena como un tema ele- . mensamente potente pregunta zdénde creen que viven sino * pa impo, lamamos cotidianeidad? Me agregar ahora dos preguntas que nacieron en mt encuentro tanto con Spinoza como con fos enfo: ques de la complejidad: ;Como legamos a despreciar lo coti: modo de pensamiento promovi6 su invisibiliza- ” pa’ “Ha experiencia me ensefié cuanto ocurre frecuentemente en la vida ordinaria es vano vefa que todo [o que para mi era causa uw objelo de lemor no contenfa en si nada bueno ni malo, fuera del efecto que excitaba en mi alma: resolui finalmente investigar si | que habria algo que fuera un bien ver— dadero, posible de alcangar y el finico capaz de afectar el alma una vez rechajadas lodas las demés cosas; un bien cuyo descubrimiento y posesion fuvieran por resullado una elernidad de gore continuo y soberano.” Tralado de a Reforma del Aniendimiento, Baruj Spinoza Ver en www.quedelibros.com enn a cién? Qué consecuencias tiene para nosotros esa desva- , « lorizacion? i Al comenzar el Tratado de (a reforma del entendimiento 7 Spinoza no se plantea el problema del conocimiento en™ abstracto como suelen hacer los epistemdlogos y gnosedlo- I gos (esas divisiones que la comunidad sacraliza dandoles explicaciones presuntamente racionales cuando no son bf sy mas que una forma insidiosa de establecer feudos). AL contrario, lo que él se va a plantear, y que nos va a pro- ‘poner, es buscar un saber capaz de tondar ‘potencia a nuestras vidas. ‘Una practica de pensamiento que modere (as permanentes fluctuaciones de dnimo debidas a nuestra imaginacién tan proclive a producir ideas inadecuadas. mi Desde muy joven Spinoza entré en fo que podriamos pensar como un “Circulo Virtuoso” que a diferencia de fos “Circulos Viciosos” en los que nos quedamos empanta- nados son una compuerta evolutiva abre nuevos mundos a la experiencia. A los 24 atos fue expulsado de ; su comunidad por no aceptar el dogma impuesto y no ad- *. mitir limites a priori a su pensamiento. La excomunion : = providencial porque dejaba en claro la relacion inex- i tricable del pensamiento con el modo de vida, con los vin- culos, con (as relaciones de poder. Para él no fiabia esca- «patoria, pensar era necesariamente pensar su vida coti- diana ya que a partir del momento en que es excomulga- do nadie podria ya dirigirle la palabra ni negociar con él ni tener contacto alguno. Pensar, actuar y vivir no se le presentaban de modo disociado. Una vez rota la obliga- cién de obediencia estaba a la intemperie, lanzado al vértigo ineludible del pensamiento sin fundamento » externo. Ha cortado las amarras, Se las han cortado y el a también fia buscado que asi fuera, y de ese modo deja de estar atrapado. No fucha contra su expulsion: fa busca y) ? od r fa acepta completamente. No admite los chantajes que proponen, (as soluciones a medias, la farsa del hace ( “como si creyera” en fo que no cree. Tampoco se lanza vacio pues no estd solo, participa de una red de amigos que como él prefieren elarduo camino de la busqueda de: UM > car . una vida plena. . os je ee . yo tres - ——w SY , 3 5 el premio ria no es C1 : hava ao aru. es la virlud 4 Baruj Spinoza s Elarrojo y las circunstancias le permiten salir del circulo vicioso gus suele engarzar pertenencia co- munitaria y obediencia. Rompe el circulo de un =) modo muy diferente al de Sécrates, que eligio Ww > beber (a cicuta antes de fuir al exilio. No queda * atrapado como Galileo que acepta retractarse en voz alta frente a la Inquisicion aunque no deje de » murmurar “pero se mueve”. } Es cierto que la excomunién en (a tolerante Ho- landa no es equivalente a la amenaza de la fio- | guera y Spinoza podra vivir en una comunidad de amigos del pensamiento. Aun asi es preciso ser va- fiente, y Baruj (0 es, pero no es un kamikaze, ni aprecia el martirologio, tiene sed de vida y en pos de ella va cautelosamente, pero a paso firme. Para él comprender la vitalidad del pensamiento, su centralidad en el vivir humano, su inextricable union con el cuerpo, el afecto y la accion, fue el resultado y también el producto del cultivo de un modo de vivir no disociado. ‘No es que repudiara fa erudicién sino que no admitia caminos pre- establecidos ni rutas obligadas para el saber. Su ic pensamiento vivo no fue una mera contemplacion s = exterior sino un embeberse en la vida activamen- te, un fiabitar (as situaciones que le tocé vivir, ex- plorarlas curiosamente y no juzgarlas moralmen- te, sin que ello implique que le resulten todas equi- valentes. Al contrario, al igual que todas las per- "sonas encontro que algunos encuentro nos han de otenciar y otras nos van a descomponer, pero no ‘porque tengan en si algo que es bueno o malo, te- ‘mible 0 amable sino porque asi somos afectados. » El hereje Spinoza no admitira jamas la existencia de un “Bien” 0 un “Mal” absoliltos, que es lo que ue ww todos fos modos de dominacion pretenden estable cer, La suya no es una Filosofia de fa obediencia y el deber ser sino un pensamiento de la potencia y alegria, que no es para él un premio a la virtud sino la virtud misma. = ‘Un abrazo y fasta la proxima carta!

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