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m ceunaoant ova 804 signifi eceriaen a Enciclopedia cho, con este significado no apareceriaen| brtdnica hasta 1910). Taly como dijo un historia tadounidense, «en inglés, la acepciéa més moderna dela palabro“cindadano” es un americanismo> (Palmer 1955 Dara comprender cémo se produijo este fenémeno, 22 a arta pnsiento pbc li glo xvi comola Revoluciénamericans. seem 4, La era de las revoluciones: Las ideas prerrevolucionarias Dos tradiciones El principio que podemos identificar como ciudadania sdopta una nueva perspectiva en Inglaterra yen sus colo- nits norteamericanas en el siglo xvtt, Ahora, delo quese hablaba era del lenguaje de los derechos, tal y como hizo clcoronel Rainborough, mientras que Maquiavelo habia ‘actito sobre los deberes. Desde este momento, y sobre todo en el sigio xvity finales del siglo xx, compiten entre sidoslineasdistintas de pensamiento sobre la ciudadania quebuscan el predominio la una sobre la otra: lac republicana y la Hberal, ya adelantadas en la Introdue- céndeeste libro. Elprimerocn plantearseriamenteen la escena politica lanocién de derechos fue Locke. En st Segunido tratado sobree! gobierno civil, publicado en 1690, defiende Locke «ue todo hombre tiene derecho a «proteger [..] su viea, sulibertad ysus bienes» (Locke 2003; 102). Esta formula ns a EEE RePEc eee 1 enous EE TON seguiria resonando durante los siguientes cien afios para ser consaprada, con un lenguaje adaptado,en a Declara- Gidn de Independencia delos Estados Unidos (1776) yen la Declaracién Francesa de los Derechos de! Hombre y del Ciudadano (1789). El primero de estos documentos hhabla de ela vida, la libertad y la busqueda de le felic. dado; el segundo, de «libertad, propiedad, seguridad y resistencia ala opresidn», Mas adelante trataremos, en fecclones separadas, las ideas y experiencias estadouni- dienses yfrancesas en el émbito desus respectivas revols- tiones, Por ef momento, nos centraremos en el comtexio prerrevolucionario. ‘Veamos, pues, qué ocucriaen Inglaterra en el siglo xv El sistema de gobierno parlamentario de este pais era (Hyslop 1934: 121). EL segundo aspecto que hay que tener en cuenta es la inci- dencia sobrela necesidad de crear un sistema nacional de educacién en el que tuviera cabida la educacién civica, ‘Tomemos, a modo de ejemplo, un cahier procedente del estamento nobiliario en el que se sblicitaba feha. mentelaensefianzade te tun catecismo patridtico que explique, de forma sencilla yele- tment a aigaciones del adda, como los derechos guucemanan de csos deere] obeencia aos magistrados, levocisn porlappatriey porel rey (Hyslop 1934: 180). Y¥ es que, para los Estados Generales, los cahiers cons- tituyeron algo parecido a los puntos de un orden del dia. Reunido este organismo, y una ver.que sus miembros reformistas se convirtieron en la Asamblea Nacional Constituyente, se empez6 a trabajar toda prisa en a re- daccién de una nueva constitucién, ala que precederia uuna Declaracién de Derechos. Muchas de las preguntas que se plantearon estaban relacionadas con la ciuda- dania: ;Cudles eran estos derechos? ;Quién iba a disfru- tarlos? sQuién elegiria la nueva Asamblea una vez apro- bada la nueva constitucién? zQué requisitos deberian reuni los cudadanos para pode se eds represen- LaDeclaraci6n de Derechos promulgé derechos civiles fundamentales, tales como igualdad ante la ley, nacién del sistema de detencién discrecional y libertad de expresién, Més adelante, el extenso capitulo V de la Constitucién explicaba con detalle las salvaguardas que protegian al ciudadano ante el sistema judicial. La Cons. Aitucién también exponia minuciosamente quignes eran 130 aaants a aE SSO cindadanos franceses, eémo los extranjeros podian con- ‘seguitlanacionalided y el modo en que podiaperdersela condicién de ciudadano, ‘Aunque no fue ffeil legar a un acuerdo en la redaceion final, la disposicién de derechos civiles suscité menor controversia que la provocada porlos derechos politicos. Se aceptaron con facilidad las definiciones legales gene- rales de quiénes eran ciudadanos, aunque la cuestisn de sise deberian exceptuar ciertas categorfas fue motivo de discrepancia. Como se iban a aceptar excepciones si la Declaraci6n de Derechos del Hombre y del Ciudadano afirmaba claramente que las distinciones eran incompa- tibles con los principios fundamentales? El primer ar- ticulo reivindica de forma clara y directa que «todos los sereshumanos nacen libres iguales en dignidad yen de- rechos», Por su parte el tercerarticulo estipula que stoda soberanta reside esencialmente en la nacién», mientras quel sexto reza ast «La ley esla expresién dela voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contri- buira su elaboracién, personalmente 0 por medio de sus representantes». :Cul podria sex, pues, la definiciOn de ciudadania y cémo se podia explicarla ostentacién de de- rechos cuando palabras clave como siguales»,«nacién» y evoluntad general» se consagraban en el texto funda- mental? Por otro lado, y aunque en précticamente ningiin sitio esclavos, judios y mujeres gozaban de derechos politicos, cen Francia se discutié la posibilidad de que estos sectores, ‘otros ain més probleméticos, pudieran recibitios, Este aspecto en particular serd tratado a continuaciénlacon- troversia suscitada por los detechos de la mujer y su pa- pelen a sociedad se-verd con detenimiento enel capitulo sexto. aos LAs avoLOON ist 19s politicos de Paris se vieron obligados a centrarse en la cuestidn del estatus dela poblacion negra, tanto l= bre como esclava, dada su situacién en las colonias ca- ribefias ~especialmente en Haiti-, sumidas-en un autéati- co ca0s por los rumores sobre igualdad provenientes dela -metr6poli (no resulta sorprendente, pues, quelos sucesi vos gobiernos franceses vacilaran a la hora de tratar este problema). A las minorias rligiosas més importantes se les concedieron derechos civiles (a los hugonotes tras un «duro debates los ufos con la condicién de que hicieran tun juramento de lealtad efvico). Existfa, ademds, otro sector dela poblacida sobre el que setenta dudas, yno era otro que los miembros de dos profesiones consideradas infames por muchos: las de verdugo piblico yactor, Pero incluso éstos consiguieron el derecho a la presuncién de inocencia yal voto. ‘Todos estos debates, algunos de ellos argos y acalora- dos, eran, por razones practicas, marginales ala cuestién central, es decir, era o no factible, por ley, exigir propie- dadeso dinero como condiciéa primordial para obtener derechos politicos? Ante esta crucial controversia, los dos pensadores politicos mas destacados de la Revolucién. francesa, Sieyés y Robespierre, se alinearon en posicio- nes radicalmente opuestas: el primero a favor de exigir ciertos requisitos;¢l segundo, en contra. Sieyts y Robespierre Abbé Sieyés nace en 1748 y muere en 1836, por fo que so- brevivid al Ancien Régime, la Revolucién, Napolesn, la Restauracidn, la Revolucién de 1830 ylos primetos afios dela monarquia orleanista, Ademas de sus escritos sobre peepee eee eee 152 xan sa nr ATOR cuestiones politcas, Sieyés desarsoll6 una notable carr reegmo activsta politico, sibien es cierto que cuando ie pregumtaron sobre so actuacién durante el Reade del Fervor bajo la direccién det Comité de Seguridad Pali wea respuesta fue la ya maitica frase: J'ai véou (sobs i. Sieyés tiene en su haber mas de cuarents publi vvjones,en sa mayoria bastante breves, Ja mds famosa saa fes Quest-ce que le Tiers Eta? [zQué esel Tercer ‘not, se convirtié en la obra de tono politico més co” vida de todas Tas aparecidas a raiz de la Revolucién Francona, En enero de 1789 present, deforma anénimas ‘ote panileto, eLcual caus6 wn profndo impacto dadas re dtorascriticas que, contra los prvilegios se lanzaban. desde dl Tin julio de 1789 Sicyes publicd sus reflexiones sobre Jos derechos del hombre y del cindadano Essa donde oe Gntramos un pasaje que resulta crucial para entender ca lon de cindanla como el debate soe Tesderechos politicos del cudadano en esta fase tempra- vee ie la RevotuciOn, As, distingue bésicamente entre los TRerechos naturales y civiles, por un lado, y los politicos, porotto: vans dedndadingisce ea coneietedenen orcas det psp Yeon segundo a temp entre €s Todonlorhbante po todor nen een 46 ct eeu ie a ad ny ar gecactoen acs de potas pes tans son inden at ios poder tes Pb alsoteimiest din a an erie es omy Be 11731 tame poLaserversao.s 13 ‘Muy asu pesar, Sieyés situé a todaslas mujeres en la ca- tegorfa pasiva debido al rechazo pablico a que obtuvie- ran el derecho a voto. Admitia, adem, que alrededor de tun cuarto delos varones franceses adultos no estaba pre- parado paraejercerese derecho, Esta clasificacién de Sieyes entre civdadanta activa y pasiva era mas que una simple reflexion tedtica, Cuando la Asamblea Nacional tuvo que decidirse sobre la cues- tiéndel voto para poder incorporar susleyes ena Consti- ‘ucidn, la mayoria de los miembros aceptaron la division, de Sieyés por considerarla muy razonable; no obstante, se introdujo una nueva distinci6n: un ciadadano activo era quel que pagaba el equivalente a tres dias de trabajo no especializado en concepto de impuestos directos. La discriminacién por cuestiones econémicas no se detuyo aqui, y por dos razones diferentes. Una deellasera consecuencia del sistema de elecciones indirectas, quees: taba organizado en dos niveles: los ciudadanos activos, clegian a los lamados electores, que eraa aquellos cap. ‘ces de pagar en impuestos directos al menos elequivalen~ tea diez dfas de trabajo, La otra razén tenfa que ver con Jos tequisitos para ser diputado, puesto para l quesee {a cl equivalente en impuestos al sueldo de cincuenta dias y que, en términos monetarios, se describfa como ‘mare dargent (marco de plata). ‘Las elecciones, convocadas de acuerdo con Ja Consti- tuicién de 1789, se celebraron en 1791. Por entonces, s€ calculaba que el nimero de ciudadanos activos ascendla 14,298.360 hombres (que, ademés, debian ser mayores. de veinticinco aitos), mientras que la poblacién total era, posiblemente, inferior a os veintiséis millones, una pro- porcién razonable sila comparamos con laexistente en Inglaterra o en las colonias americanas pox aquel enton- 158 ces. Antes de que se celebraranlas lecciones para fora? eae aublea Legislativa nos pocnsdiputados dea dane tea Nacional pusieron en entredicho la igvaldad Gemocritica; entre ellos, destacé Robespierre- Maximilien Robespierre naci6 en Arras en 1758. Tras tuner prctieas como abogado, entrée politica en 178 Y aac tigen lider indiscutible del Chub facobin yd sco a breve periodo, det Comité de Seguridad Pablics ramiparfa personificando la Revolucign gracias 29 elo- fan eLibertad,igualdadyfraternidad, astcomo 260 Fe oconmpromiso canelconceptode Rousseau de volun: tad general y de ideal de vstwdcivica,amén de 0 ae tae reps espantoso- su vinculcién con a poktia de) re Fela cual él mismo seri victim trasun paradjico seer pode faceiones politicasy una reaccién de miedo i onvieciones democriticas de Robespiere results romavidentes desde e mismo comienzo dela Revolucion, Feaher so invitado por los febricantes de zuecos de ‘Nrvanpara que les redactase su cahier,atacd I atitnd ‘Hecriminatoria de lasautoridades hacia los pobres, Por gm de as Leyes quel gobleroan ascomo en aan” otra datbien publico,guees eleuyo propio. Deno set ash no ears tice hs seria cet quetodosloshombres tienen ot y que cada hombre es un ciudadano, Si: fase yasec iudadano Saul qu oo page tree deingus ‘auivalentea un dla deteaajo ene imerdrn suet cee ded lemon cq ng ci mts por cien los derechos del que porn thos dal que s6lo ingresh mil libras (Hunt ara volver a lanzar nuevos ataques en abril de 1791: No son os impueso Jo que nos converte en “detains bigs com homie seus cone con itp capaidad, Puedes der ners eens Selanne deni to fred ste gh ey donned sn casted sEuadanors utero que astgan con exon ‘Soneanocpads decent princi de ussite sree tel meat na dace ee cadens activos y pasivos (Clarke 1994: 114). mes _Apesar de su habilidad para la argumentacién yla16- gica, los esfuerzos de Robespierre por democratizar el Sistema de votcinfecraron, No obtain #0 cam- pata conta lst el marco de plata exigido a los 8 s canté con algunos apoyos (parece que ni & Silva iets estab de acu con dicho presp- to), yainacibuna Consttocin que ex Uicamente sindadan activo parapoerpesentriealascleco- nes. Fue, no obstante, una victoria vana, porque los en- Eure el seems epee iva ya estaban en curso antes de cambio gilt 7 eter enc tes de que este cambio ‘No fue ésta ia tinica disere nica discrepancia entre intencién cons- stoctonel y pictinslotoral, Orga la condiion de ciudadano activo mediante el procedinento de pago de impuestos no era my factble y una dela zones radi cab emlayvaiacones de salario, demise grupo de ciuadanos st designados pr este método no respond con macho entusiasm aa amada alas arnas de 1791 ‘A pesar de ello, la historia de la ciudadenia durante la Revoluci francesa no esté marcas, en absolut, por ia baja partipcion en ests clecionsnacionaes. Mur cho mis destacada fue a actividad che loa, espe ‘mente en Ia capital, una ciudad muy politizada donde se estaba gestando laideologfa jacobina. Eldesarrollo de la ciudadanta eto aspects dea hudadanfa pueden identificarse conla manifestacién de opiniones sobre asuntos pablicos conf oganizacign hudadana paralograr cso e- tonces no hay dada de que los hombres y mujeres fran ceses demostraron gue sabfan usar sus titulos de ciuda- dao cuando tansformaron con empeno lo gobien0s municipale de miles de poblaciones. ste papel tabi sehiro evident en os viens afereados de as ame das journée olevantamientos poplars qus de forma rid, acontecieron en Parts. Pellreantiment berg contr ls ligargulas sae los gobiernos municipales y contra a intromision ea primavers de 178, Tinsel increfbe ito de os pa risinos al conseguila rendicin de La Bastiliael 1Ade ju lo, se aslevaron yraicalizaron os pasos encaminados a reformar los obsoletos sistemas de administracién lo- cal, Bsta reforma de los gobiernos municipales provin- 4 a oss aBvowcIONS 7 ciales tuvo varias caras, y en algunas ciudades se hizo efectiva por medio dela violencia para, asi, expulsar del poder alos oligarcas y erigir una autoridad mas demo- crhtica En diciembre, una ley autorizaba la rbvolucién muni- cipal de os ciudadanos comerciantes y artesanos, Ade- mis, y al auténtico estilo civico republicano, estos ayun- tamientos recién formados constituyeron sus propias alicias, al mismo tiempo que alardeaban con orgullo de ‘sus ecign estrenadas identidad y autonomfa cfvicas, Mientras tanto, los ciudadanos de Paris se hacfan con las riendas desus propios asuntos, Con cl fin declegir alos representantes para los Estados Generales, se dividié ala ciudad en sesenta distritos. Tras las elecciones, los elegi dos (cuatrocientos) continuaron revniéadose, desplazan- do asi de forma efectiva, a las autoridades del Ancien Ré- sie, Ya caida La Bastia, estos distritos constituyeron tuna Comuna de 120 miembros elegidos democratica- ‘mente, También formaron su propia milicia, constituida por doce mil hombres, fundandlo asfeleérito ciudadano de la Guardia Nacional. Mas adelante, en 1790, Paris fue de nuevo redistribuido en 48 secciones, cada tina de las cuales resolvia sus propios asuntos por medio de rew. niones masivas de todos sus ciudadanos actives (una media de diecisiete mil, aproximadamente), asi como a través de numerosos comités de sabios y de su propio tri- bunal de magistrados. Estas secciones desempeftaron un Papel determinante en los turbulentos acontecimientos ‘queasolarfanala ciudad entre 1792y 1794, Blescritor Anatole France, en su excelente novela Les diewx ont soif traducido al espaitol como Las dioses tie- nen sed) dibuja, «través del personaje de Evariste Game- lin, un retrato mas que evocador de las secciones parisi- is de la se sita en ab de 1793, en aperasd nas. Laeacen esi 183 pes del tind nips irondines dea Conven fk ritol dominante -de los jacobinos montafieses s. EL Mien cxtract procede dels piers pias vase Game pnt diplo de David ebro ee sci da Pon nace my mm aan eee acm obo dele 21 demayocde 170,ala ‘asamblea general dela Seccin. Lars eters clear ato ngrofigaven pe tora Sesn(] Una mes cos os Derechos del Hor tenia petetentacnima de aglata desmantldo, nay desde n agua nave eft ds vos por seas y dees Cheselatrdehaalvoncedclanobs sass pl Gifted uefa eats are renongn sagt seunionce Agvet sem dane runs mene de delpacho [1 se encntraba [uno de ov ce del Comité dviglenl ‘vatiste Gamelin cogiélaphamay firms [la proseripein delos rau ido artesano- que vendrias “Yeo ij el magne esno~ que verde Sa nombre, ciudadano Gamelin. Té eres pt Fit Er Sceetin no eat por labor le alt virtad (France 43-44). Gamelin era, pues, un hombre de virtud civica en el sentido deentrega y dedicacién jacobinas. < tama netas unos 158 Para fomentar cuidadosamente este sentimiento dadano, durante el transcurso de la Revolucidn se cele. braron por toda Francia ceremonias civicas, plantacién de los éeboles de a libertad, Hl nds extraordinario tuvo lugar en Paris, primer aniversario dela toma de La Bast de doscientas cincuenta mil personas se dieton cita en la capital para presenciar un increible espectéculo teatral en los Campos de Marte, A principios de la década de 1790 Francia se estaba convirtiendo paulatinamente en una nacién democriti «a; tanto en intencién como en la préctica. Cuando, de- puesto Luis XVI, Ia Convencin se dispuso aelaborar ana ‘nueva Constitucién republicana, las diferencias con su Predecesora se hicieron més que evidentes en un buen niimero de casos. En el asunto de la ciudadanta, resulta. ba de crucial importancia que se aboliese la distincion entre ciudadanos activosy pasivos, una decisién reforca. da por la declaracién de que «el pueblo soberano es la Universalidad de os ciudadanos franceses», Se.atisba, ademis, la idea de lo que hoy denominacia- mos estado del bienestar o ciudadania social, As reza el articulo 21 dela Declaracién de Derechos: ‘ales como la espectéculo ‘has ayudas pablicas constituyen una deuds sagrada. La socie- dad debe garantizar la subsistencia de los ciadadanos que se encuentran en desgracia, ya sea procurindoes trabajo oasegi #4ndoles os medios de vida aquellos que no se enenentrar en condiciones de trabajar. Esta constitucién nunca legé.a ponetseen prictica, Su interés radica, por tanto, en su condicién de espejo del Pensamiento politico preponderante estos eljacobino, tal y como se expresaba en los clubes jacobinos. Los po. Iiticos de las sucesivas asambleas representativas a pat~ tirde 1789 fundaron clubes donde podian reunirse sus simpatizantes, alos que se unieron también entendidos ‘enpolitica ycludadanos entusiastas. 's més, esta précti ca parisina pronto encontrd su réplica en ciudades de provincia, Los cubes més influyentes y activos eran los Ficobinos, cuyo nombre proviene del lagar donde cele Draba sus reuniones a sociedad madre de Parts, en con- crete el monastesio de Los monjes dominicos (también ‘onocidos como «jacobinos») dela Rue St Honoré. ‘Er. 1793,afio de mayor apogeo de los cubes jacobinos, el nuimero total de miembros podria haber ascendido a medio millén aproximadamente, que se distribuia gross0 todo en seis mil cubes. Sus socios més beligerantesFe- on realmente los citdadanos activos dela Revolucién en elsentido de participacién civica por iniciativa propia, y ino por su supuesta capacidad, come rezaba la definicion de Sieyes Esta sociedad estaba constituida por an amplio espectro de clases medias ytrabajadorus. dems, losj- Cebinos que vivian completamente comprometidos con tos ideales de la Revolucién y que participaban en los ‘suntos publics, sobre todo en el gobierno de las seccio- hes parisinas, se consideraban a sf mismios una elite fos ‘zuténticos patriotascfvicamente virtuosos. 'Ningin jacobino estaba tan dispuesto a secalear la ne~ cesidad vital de a virtud cfvica como Robespierre. Sin embargo, esta conviccidnlletlewé tanto aélcomo asus: gguidores a hacer una interpretacin dela ciudadanta de- Finitivamente poco acertada, Para los jacobinos mas fa- nniticos, fa ciudadania debfa ocupar el centro dela vida personal, por lo que familia, apego regional o cristianis- pho debian sacrificarse por la causa civica. Lamentable- mente para Robespierre, st ingenuo convencimaiento (sic ot send a Rowseas) en I bondad natural del ‘cabé chocando, en su mente, con la més que evidente ieldadbumnne, bre ou msea mses losaiios 1793-1794. oe Para explicar esta contradiccién, Ro ; icin, Ropespierre argiia la existencia de, por un ado, losjusts polticamentee i politicamente, esto es Tosveraderoscindaanos por ott os polticmentes 7 justos, que eran una deshonra paral titulo de ciudadan Be rac ion do ion de priaasUon de ls x consid porimtacluddana gente pura, nila een ta de justi yamig diet Son pra vietw pace de dercrar sn sangre para avntr base cel ibe. loa gape cad poe joan 1] anes, extraneros,contratreolacona is (Cobban 1957: 187}. : oe " ag uenescareiran viru va dean sed con contundencia hacia lw auténiea ciudadanta (el ‘modelode Robespierre era elréyimen de Licurgo en lan- tigua Esparta), pues, en caso contraio, haba que impiar lapatria desu presencia peligrsamentecorruptamedian tela guillotina en otras palabras, habria que recurrir ala police del tertor pues Robespierellego acre que ve- fad terror extaban unidossimbidticamente La vit, sin] cual eto x fanesoeleron snl cella virtud esimpotenten (Rude 1975: 118). . ELconcepo decivadaia avn seanzado terse radicalismo silos ideals griegos de una lite de gt {elonrtd cricasehubiran odio ssenrentnces enun contexto tan diferente al de una gran nacid-esta- do, séloyexclusivaniente mediante una atméstera det ror impuesta por un grupo reducid de hombres qu Cares cnmmcemeeraeee ce nc

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