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Alvar Aalto, el dominio del trazo / Miquel Adria ecto. Direc La maestria de Alvar Aalto, de heterodoxa modernidad y rica expresién formal, sc man sta en el manejo de los materiales , en la modulacién de la luz y en el dominio del espacio. Su legado arquitecténico, el cual esta presente en practicamente todas las tipologias (salas de conciertos, museos, bibliatecas, iglesias, ayuntamientos, viviendas, edificios industriales y de oficinas), lo convierten en uno de los grandes arquitectos de este siglo, junto a Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe y Louis Kahn, Ivar Aalw nacié el 3 de febrero de 1898 en la Idea de Kuortane, y erecid junto a la gran mesa de topografo de su padre viendo dibujadas las sinuosas curvas de las riberas de los Citando a Luis Fernandez Galiano, ra arquitectura de formas ondulantes al trazado de las curvas de nivel en los planos copogrificos y al perimetro eaprichoso de los innumerables regién natal, y al hecho de que en finlandés alto sig- nifique of no hace sino correborar Ia verosimilicud poética de ese destino anunciado”. En 1924 se casé con Aino Matsio, que seria hasta su muerte, en 1949, su mas estrecha colaboradora. Influi- do por Gropius y Markelius se convircié al internacio- nalismo del Movimiento Moderna de los primetas aiios 30, con dos obras_magistrales del racionalismo: el gos Finlandeses es inevitable referir gos de ste Baker House, M.1T Cambridge, Masiachusees, 1946-49, Crogais general Sanatorio antituberculoso de Paimo y la biblioveca de Viipuri. Posteriormente se fue alejando de ka orrodoxia funcional e internacionalista para adoptar progresiva- mente, los materiales autsctonos y las lineas curvas que ya habfan aparecido en los techos ondulados de la bi- blioteca de Viipuri. La lectura organicista del Movimiento Moderno fruc- 6 a finales de los afios treinta en dos obras macstras: la villa Mairea (1938-39) y el Pabellén de Finlandia en la Feria Mundial de Nueva York (1939). La n Mairea es una casa de vacaciones para sus amigos y mece- nas Maire y Harry Gullichsen, donde Alvar Aalto pro- yeeté una sala de estar y una escalera que son represent ciones metaféricas del bosque finlandés, y sus inflexion nalistas enriquecen cl lenguaje arquitecténico moderno con imagenes de las construcciones populares tica villa \. Cenuw Civico en Seinajoki, Falandis, 1960-67. Croxpuis de la bible finlandesas y de ba de Finlandia en la Feria Mundial de Nueva York, los muros ondulados, inclinados y flotantes de madera no, quitectura japonesa, En el Pabellén s6lo sorprendieron sino que abrieron una nueva brecha a la ortodoxia moderna. Afios més tarde construy6é un ayuntamiento para la pequefia comunidad industial de Stynatsalo (1948- 1952), donde el programa se desarrolla alrededor ¢ patio central més florentino que ndrdico— y refleja una combinacién magistral entre materiales, lugar y lengua je arquitecténico, El talante piiblico de las fachadas con formadas por planos opaces de tabique a exterior y el caracter casi doméstico del interior del patio, asi como las cerchas tridimensionales, que 2 modo de dos manos abiertas coronan la sala de consejo, volvicron a ser partcaguas de la modernidad. En los primeros afios de la posguerra, Aalto obtuvo cn cl Mr (Massa- ente en el una citedra de profesor visitanc chusects Instizure of Technology) y poco despugs realizé la sinuosa residencia de estudiantes en el mismo aempa, En esta época aprovechs para visitar y viajar con Prank Lloyd Wright La muerte de Aino en 1949 fue un gran trauma para Aalto, quien se hundié en el alcohol hasta que, a conse- cuencia de su segundo matrimonio con Elis raria una etapa prospera y de gran vitalidad hasta si. muerte en 1976, Elissa (Elsa Makiniemi) también tra- bajaba en la oficina de Aalto y era 25 anos mas joven que Aino, y 23 afios mas joven que él. Esta relacién se inaugur6 felizmente en 1952 con la casa experimental y sauna para cllos dos cn Muuratsalo, donde cada una de sus paredes se convierte en un alarde del virtuosisimo de los albaniles locales y muestrario de los distintos apare- jos del cabique. En el Museo de Arte de Jutlandia, Dinamarca (1958- 19° el Centro Cultural de Wolfburg, Alemania (1958-1962), 0 la biblioteca dela Abadia de Mount An- los (1954-1970), por citar sélo unos buenos ejemples, Alvar Aalto diseminarfa su obra por el mundo con espacios modulados por la luz nacural que penetra a través de los profundos lucernarios y pozos de luz de distintas formas y soluciones. No buscaba soluciones universales ni formulas, pero se esforzaba por disefiar todo el entomno construides sin gel, Estados Un Finlandia Hall, Hebi, TL. Croguis de ls equina none. normas, pero con gran sensibilidad, modelaba desde el florero hasta la ciudad. Con su sutil mancjo—y manipu- acién— de materiales, su: respeto por el entorno natural y urbano, y su vocabulario arquitecténico que favorecta las formas libres sobre la regularidad, Alvar Aalto creé una arquiteccura original apelando a distintos niveles de percepcidn, no sdlo la racional sino, sobre todo, a la n sus dibujos, las formas se repiten en distincas es- alas, as 0 cortes. La vibracidn del trazo de sus cro- quis, reseguidos insistentemente como curvas de nivel tunas veces dan forma y med a las plantas asimétricas y crecientes que se abren en forma de abanico, como la gran torre de Bremen (1958-1962) que se repite a a en d proyecto de la villa Erica (1967) y aparecen en corte la Maison Carré casa para el sefor Louis Carré!~ (1956-1959), en otros casos las amortfas hermosas amebas de sus vases y floreros aparecen a orra scala en los apartamentos de la Exposicién de Berlin (1954-1957), en la alberca de la Villa Mairca. En los planos de esta casa paradigmética también esté una lee- Gon de arquiwctura, donde el interés mas grande del dibujo proviene de su amplia capacidad descripriva sin desmerecer el valor Todo esti presente. Se caracteriza cada uno de los mate- riales, los pavimentos, tarimas, piedra natural, y mobi- liatios las puertas se diferencfan de los muros con pre: realidad construida y se representa con exactitud extrema, distinguiendo los materiales desde su expresién hasta sus texturas: sin sombras, escuctos, mantcniendo la autonomia de los elementos y lh espontaneidad del trazo sin diluirlos o subordinarlos en el conjunte. En su conferencia de 1955 “entre humanismo y mate- rialismo”, cl arquivecto finlandés describia los des con igurativo que el proyecto encierra cision; se asume ceptos inherentes de su filosofla creativa: “La tarea del arquitecto es restaurar el orden correcto de los valores. star de humanizar la era de hacerse teniendo en cuenta su aspecto formal, La forma s un misterio que transmite la sensacién de placer” Aalto traslad6 a la arquicectura el mismo espititu fun cional, orgénico e imaginativo de sus mucbles y objetos, y al hacerlo reconcilié la cultura cosmopolita de la miquina con la tradicién verndcula. ® is maquinas. Pero esto debe Mies van der Rohe. Patelinaleman, Barcelona, 1929 del Cuers El 3 de septiembre de 1998, en el teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. se llevé a cabo un acto en el que, bajo el titulo de El valor patrimonial de la arquitectura del siglo xx, se abogé por la puesta en valor y la proteccién del patrimonio arquitecténico de este siglo. Participaron los arquitectos Teodoro Gonzalez de Leén, Victor Jiménez, Raquel Franklin, ara Topelson, Francisco Trevifio, Felipe Leal y la maestra Louise Noelle. Bitacora publica las intervenciones de Teodoro Gonzilez de Leén, Vicwor Jiménez y Sara Top Ison, asf como la declaracién con la que fue clausurado el evento:

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