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CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES EN DERECHOS HUMANOS DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA U.N.R. Director: Héctor Gaspary DERECHOS HumMANOS editorial Juris © Copyright by EDITORIAL JURIS de Luis Moesano Dorrego 3668 $200 1LPB - Rosario Argentina. Telefax (0341) 4644480 / 4614331 e-mail: editorialjuris@arnet.com.ar www. editorialjuris.com Composicién, armado, impresion y encuodemacion en EDITORIAL JURIS. julio de 2001 Hecho el depésito que marca lo ley 11.723 Derechos reservados Prohibida su reproduccién total o parcial. Impreso en Argentine - Printed in Arge ISBN 950:817-152-9 El derecho de propiedad de esta obra comprende pora su autor la facultad de disponer de allo, publicarla, traducirla, adaptorla 0 autorizar su traduccién y reproducirla en cualquier forma, totalo parcial por medios electrnicoso mecénicos, incluyendo fotocopia, grabacién magnetofénica y cualquier sistema de almacenamiento de informacién; por consiguiente nadie tiene focultades de ejercitar los derechos precitados si iso del autor y del editor, por escrito, con referencia a une obra que se haya anotado o copiado durante su lectura, ejecucion o exposicion publicas o privadas, excepto el uso con fines didacticos de comentarios, criticas o notas, de hasta mil palobras de la obra ajena y en todos los casos sélo las partes del texto indispensables o ese efecto. Los infractores serdn reprimidos con las penas del articulo 172 y concordantes del Cédigo Penal farts. 2%, 9%, 10, 71, 72 ley 11.729}. INDICE GENERAL In memoriam Presentacion DOCTRINA... {DE QUE ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE BIOETICA? Lucia M. Aseff ....... - BREVE INTRODUCCION DE LA BIOETICA 3 1,_Et CoNCEPTO DE NATURALEZA..... sBiadasiiviace tien 2. EL PROBLEMA DE LA NEUTRALIDAD DE LA CIENCIA 3. EL PODER NORMATIVO DE LO FACTICO 4. La CUESTION ECONOMICA .. warah LA LEY DE CONTRATO DE TRABAJO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GENERO. EL CASO DEL “ESTADO DE EXCEDENCIA” Analia E. Aucia.... 1. IntRoDUCCION .... 2. EL DERECHO AL TRABAJO SEGUN EL GENERO DE LOS SUJETOS DE DERECHO .. 3. EstaDo DE EXCEDENCIA. IMAGENES GENERICAS NORBERTO BOBBIO Y LA DEMOCRACIA CONTEMPORANEA. PERSPECTIVAS Y DISCONTINUIDADES Daniel L. Boccoli 1. InrRopucciON Por qué investigar el concepto “democracia” (o de cémo pudo un balcén transformarse en otro)... x 2. La PREOCUPACION CONCEPTUAL ..... 3. La DEMOCRACIA EN LA TEORIA (LAS REGLAS DEL JUEGO) .....sessseenseesses 6. Las PROMESAS INCUMPLIDAS Y LA DEMOCRACIA REAL . 7. La VISION DE CarRLos STRASSER 8. DEMOCRACIA POSIBLE Y DEMOCRACIA REAL EN LA PERSPECTIVA DE STRASSE 9. A MODO DE CONCLUSION: {QUE DEMOCRACIA? Bibliografia EN DEFENSA DE DWORKIN Pablo R. Bonorino ........21.2..0.-00-00---» BiblIOgrAfta vee TEORIA DE LA IMPUTACION OBJETIVA Matilde M. Bruera ........0 soeoes 1. INTRODUCCION o....escssseseseseseseseseeneees 2. COMO SE LLEGA A LA MODERNA TEORIA DE LA IMPUTACION OBJETIVA a) Evolucion de las teorias causales .. a) 1. Teoria de la equivalencia de las condiciones. a) 2. Teoria de la adecuacién y de la relevancia .. a) 2.1. Adecuacién a) 2.2. Relevancia a) 2.3. La ulterior imputacién al tipo objetivo... 3. LuGaR SISTEMATICO DE LA IMPUTACION OBJETIVA.... 4. CRITERIOS DE IMPUTACION OBJETIVA SEGUN RoxIN a) Creacion de un riesgo no permitido. XI a) 1. Exclusion de la imputacion por disminucién del riesge a) 2. Exclusién de la imputacién por falta de creacién del riesgo .... a) 3. Creacién de peligro y cursos causales hipotéticos 6) Creacién de riesgo permitido... 6) 1. Exclusion de la imputacion si falta la realizacién del peligro .. b) 2. Exclusién de la imputacién por la falta de realizacién del riesgo no permitido 6) 3. Exclusién de la imputacién en casos que no estan cubiertos por el fin de proteccin de la norma 6) 4. Conducta alternativa conforme a derecho y teorta del incremento del riesgo 6) 5. La cooperacion en una autopuesta en peligro dudosa b) 6. La puesta en peligro de un tercero aceptada por éste b) 7. Ambito de responsabilidad ajena 5. ANALISIS CRITICO DE LA IMPUTACION OBJETIVA, 6. IMPUTACION OBJETIVA EN JAKOBS Instituciones dogmaticas Bibliografia . CONFRONTANDO LOS CRIMENES DEL ESTADO. PODER, RESISTENCIA Y LUCHAS ALREDEDOR DE LA VERDAD: LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO Enrique Font 1. IntRopuccion . a) La conexién criminologica . 2. Lucas ALREDEDOR DE LA VERDAD . a) Verdad (oficial) para una (in)justicia parcial 6) Mas alla de Antigona:las Madres de Plaza de Mayo .... 132 a) La verdad, toda la verdad y nada mas que la(s) verdad(es) b) {Un epilogo? ... Bibliografia ..... a) Libros y articulos . }) Documentos y resoluciones de organismos internacionales co) Leyes y Decretos ... ne LOGROS Y CARENCIAS 1. La TEoRIA DE LA ARGUMENTACION JURIDICA: LOGROS Y CUESTIONES ABIERTAS .... a) Dicotomias que se superan a) 1. Ala logica lo que es de la l6gica a) 2. Ala razén lo que es de la razén. Pero qué razén?.... b) éQué racionalidad y qué argumentacién para el juez?... 2. Hacta UNA MAS COMPLETA Y PRECISA TEORIA DE LA ARGUMENTACION JURIDICA CUESTIONAMIENTO A LA CLASICA FORMULACION DEL CONOCIMIENTO SOSTENIDA, DESDE LAS FILOSOFIAS TRADICIONALES Héctor R.Gaspary .. 1. ConociMIENTO Y EXPERIENCIA ... XU POLITICAS DE PREVENCION Y DE SEGURIDAD. UNA BREVE COMPARACION ENTRE ITALIA, FRANCIA E INGLATERRA Laura Martin 1. INTRODUCCION ..... 2. {QUE PREVENCION? 3. FRANCIA, INGLATERRA E ITALIA: DOS MODELOS Y UN CAMINO ABIERTO .... EL DERECHO COSMOPOLITA: LA REACTUALIZACION HABERMASIANA Bjarne Melkevik ...ssesesecssvesvee 1. La VISION COSMOPOLITA DEL MODELO COMUNICACIONAL DEL DERECHO 2. La COMUNIDAD COSMOPOLITA COMO LUGAR JURIDICt 3. La INSTITUCIONALIZACION DE UN COSMOPOLITISMO JURIDICO ........+++0 5. PALABRAS FINALES .... EL PROYECTO INACABADO DEL PACTO DEMOCRATICO MODERNO: SU VIGENCIA EN EL MARCO LLAMADO PARADIGMA POSMODERNO (Seminario de Posgrado, Facultad de Humanidades y Artes -UNR- enel curso: “Orientaciones filoséficas contemporéneas. Filosofia y Ciencias Sociales”), 1999, dictado por José Sazbén Mauricio Remiillier.......0.+ 1. MARCO INTRODUCTORIO ......2..00sseesneeo aawseasraueasetasy 2. LA MODERNIDAD COMO PROYECTO INACABADO .......+sec+sesseeee0 240 3. La Revotucion Burcuesa COMO REALIZACION FILOSOFICA 4. Los LIMITES DEL PACTO DEMOCRATICO MODERNO. {HACIA UN CONTRACTUALISMO POSMODERNO?. Bibb oggrerfiie ss scvvssccascntises seseobetsbe vison anise XIV VANCES DE INVESTIGACIONES....... PROYECTO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIA. ENTRE CANADA Y ARGENTINA EN LA PRODUCCION: DE COMUNIDADES JUSTAS Y SEGURAS The Centre of Criminology, University of Toronto. Toronto, Canada & Centro de Estudios e Investigaciones en Derechos Humanos Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Rosario. Rosario. Argentina .... . 253 1, RESUMEN EJECUTIVO a) Trasfondo social y politico 6) Socios principales y asociados canadienses y argentinos..... Socios principales ... Asociados argentinos . Asociados canadienses...... c) Finalidad, objetivos e impacto del Proyecto de Transferenci d) Sitios piloto ... e) Estructura de gestion del re eCt seat 2. DETALLE DE LA ESTRUCTURA DE TRABAJO. COMENTARIOS BIBLIOGRAFICOS ...0......00000+ ESTADO, SOCIEDAD Y LEGALIDAD EN LA EPOCA HAMMURABIANA (de Cristina De Bernardi y Luis Diaz Molano, autores y compiladores). Editaron Prohistoria & Manuel Suarez Comentado por Lucia M. Aseff ... 1. REPRESENTACIONES FUNDANTES DE LA LEGALIDAD Y LA LEGITIMIDAD DEL PODER EN EL C. DE H. (DE BERNARDIS) «...-.es-cesceee 2. EL SISTEMA JURIDICO EN TIEMPOS DE H. Luis Diaz MOLANO.......scsueeseseeeiees Doctrina 3DE QUE ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE BIOETICA? Lucia M. Aseff* BREVE INTRODUCCION DE LA BIOETICA El presente trabajo se propone plantear cudles serian los ejes alrededor de los cuales se estructura toda indagacién acerca de la cuestién, puntualizando sintéticamente la variedad de temas que abarca y su constante crecimiento. Estos ejes serian bdsicamente los siguientes: 1. El concepto de naturaleza, que atraviesa toda la historia de la filosofia occidental y ha sido fundante de muchas postu- ras fuertes acerca de la definicién del derecho, a partir de con- siderar el concepto de naturaleza como dada o construida. 2. La cuestion de la neutralidad de la ciencia, ya que nin- guna disciplina cientifica es en si misma portadora de su propia legitimidad. 3. El poder normativo de lo factico, y que hacer frente a él, como confrontarlo sin caer en dogmatismos ni en restric- ciones irrazonables. 4. La problematica econémica, en tanto descubrimientos como los de genoma humano, por ejemplo, no dejan de ser parte de una cuestién de mercado que habré de plantearlo en términos de costo/beneficio, al margen de consideraciones axioldgicas. Que, en definitiva, tenemos como seres humanos productos de una historia, el derecho a lo insondable y al misterio antes que a ser “producidos”. © Profesora Titular Ordinaria, Facultad de Derecho, U.N.R. 4 Lueia M. Aseff Constituyendo en la actualidad el tema de la bioética una referencia permanente que aparece casi a diario en los medios de comunicacién, me ha parecido interesante hacer una breve introduccion al tema para quienes no saben en definitiva de qué se trata, aunque vagamente lo supongan, no sdlo por esta actualidad a la que hacia referencia, sino también por la trascen- dencia que puede !legar a tener para la especie humana. Ello asi no solamente porque por primera vez se puede manipular vida con cierta certeza en los resultados, sino también porque esta circunstancia puede ser una insospechada fuente de ga- nancias para quienes tengan el dominio sobre las areas que se encuentran comprendidas por esta disciplina, todas de singu- lar importancia: la Biologia, la Etica, el Derecho y la Economia’. La Organizacién Panamericana de la Salud (OPS) define a la Bioética como: el estudio sistemdtico de la conducta humana en el campo de las ciencias bioldgicas y la atencién de la salud, en tanto dicha conducta es examinada a la luz de los principios y valores morales, Se ocupa de la toma de decisiones y la re- flexién sobre ellas en cada caso concreto y no de adoctrinar. De las varias clasificaciones ensayadas para precisarla, to- maré aquella que a mi criterio es mas sencilla y explicativa, que nos habla de dos dimensiones: a) Bioética Fundamental, que se refiere al planteo de los fundamentos en la toma de decisiones y que requiere la pre- sencia de tres tipos convergentes de formacién: bioldgica, filo- s6fica y juridica. b) Bioética Aplicada, dirigida a solucionar los casos concre- tos en los cuales sea necesario tomar decisiones que involucren al ser humano en su especificidad bioldgica, casos que son suma- 1 Elpresente es uno de los temas que desarrolla el Seminario Permanente de Actua- lizacion que las catedras de Introduccién al Derecho (ILD e Introduccién a la Filo- sofia y tas Ciencias Sociales (I1) llevan a eabo durante el presente aio en el Centro de Estudios e Investigaciones en Derechos Humanos “Prof. Dr. Juan Carlos Gardella” de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 6 Lueia M. Aseff 1. EL CONCEPTO DE NATURALEZA Existe en la historia de la filosofia una larga tradicién que ha opuesto los términos naturaleza, artificio y azar, por lo ge- neral desde una perspectiva predominantemente metafisica, que ha estado y esta ademas presente en la tradicion juridica occidental, en tanto y en cuanto se le ha otorgado a la natura- leza una funcién legitimadora del derecho positivo, intentando transformarla en “legisladora”, con éxito diverso, ya que a la pregunta sobre qué es el Derecho, se ha respondido no sélo desde el jusnaturalismo, que adhiere a esta postura desde di- versas vertientes, sino también desde el positivismo, el realis- mo juridico o las teorias criticas, que han puesto el acento en las normas, los precedentes judiciales o las practicas sociales, respectivamente, sin desconocer la importancia que este con- cepto ha tenido en el desarrollo de la historia del derecho, y de la filosofia, pero sin atribuirle el rol fundamental que las pos- turas que en ella se fundan le asignaban. Para decirlo de otra manera: cuanto hay de “natural” y cudn- to de “artificial” en el mundo que nos rodea, tecnolégicamente tan desarrollado, y cémo planteamos la relacién de la especie con ambos términos? Aqui nos encontramos con un primer gran problema a dilu- cidar, que es la diferencia, filosdfica, sociolégica y psicolégica- mente hablando entre lo dado y lo construido, porque tal pa- rece que lo dado es aquello que la naturaleza sencillamente nos ha brindado y nos brinda, siendo el resto lo construido, cuando algunos pensadores estiman, creo que con razén, que muchas veces el concepto de naturaleza como /o dado deriva mas bien de peticiones de principio puestas de antemano por los hombres en el mundo que los rodea en funcién de sus va- loraciones, mds alld de la innumerable cantidad de construc- ciones 0 artificios que se deben a su obrar*. 2 Citando « Clément Rosset, “La idea de naturale: numero de hecl ‘titudes, acontecimientos, que recusan la sensibilidad de tos hombres: expresién. pues. de un desagrado mas que de una idea. que permite el deslizamiento intelectual gracias al cual se llega a afirmar que transgrede Ia se Ia ha opuesto a un cierto aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 10 Lucia M. Aseff este tema, muy atinadamente: mientras nosotros aqui esta- mos discutiendo qué hacer con estos descubrimientos, quienes trabajan en ellos (sea desde la ciencia, la economia o la politi- ca), avanzan velozmente, por lo que corremos el inmenso ries- go de llegar demasiado tarde*. Ridiger Safranski, otro filésofo aleman que nos visitara en 1999, dice que una de las cuestiones cardinales de la moderni- dad es la de cémo dominar en términos morales el desenfreno de las fuerzas productivas, teniendo en cuenta el punto de in- flexién que trajo consigo la tecnologia genética al acelerar ver- tiginosamente domesticaciones, selecciones y otros procesos de crianza que antes se desarrollaban durante siglos y donde los cambios se daban de afuera hacia adentro’. Frente a ello, advierte, se deben establecer nuevas reglas morales para frenar las manipulaciones genéticas, que pue- den llegar a modelar la especie humana de acuerdo con las leyes del mercado, y a pesar de que procede de la misma escue- la que Sloterdijk, su posicién en referencia a la antropotecnia coincide mas bien con la de Habermas. Dice algo al respecto que debe analizarse profundamente y me parece adecuado co- lofén para esta simple ilustracién introductoria sobre este com- plejo tema de la Bioética: este es un momento peligroso para la historia de la libertad. La invencién técnica ha lanzado un desafio a la invencién moral. El hombre tiene derecho a nacer, no a ser producido. Tenemos derecho a la contingen- cia, a ser criaturas de lo inabarcable, hijos del misterio. El ser humano debe autolimitarse. 3 Bajo et titulo EY Club det Clon, el suplemento joven de Clarin denominado Si det 12/5/00 informa que la empresa inglesa de Soft Computer Artworks se adelants a la ciencia al desarrollar et impactante videogame para PC Evolva Genetic Mutations, donde en una parte del juego, el jugador controta un ejército de geno hunters (cazadores genéticos), que eliminan enemigos para sustraerles zonas de ADN para incorporarlas a sus propios cuerpos. Y da cuenta de otros juegos (Seaman, Chron X, X, Impact) donde la influencia de las investigaciones genéticas se manifiesta de manera inquictante. 4 A quien le interese el tema puede consultar su obra: El mal o ef drama de ta libertad, traduccién de Silvia Fehrmann, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 14 Analia E. Aucia VII, lleva por nombre Trabajo de mujeres dentro del cual esta regulado el estado de excedencia. Pareceria que el resto de la ley laboral, a excepcién del titulo VIII Del trabajo de los meno- res, est regulando, reglamentando, el trabajo de los varones. Toda la normativa se expresa en términos masculinos: las par- tes intervinientes del contrato de trabajo son “trabajador” y “empleador”. En el tinico lugar donde hace referencia a la mu- jer es en el Titulo VII. Es mas, en éste, cuando hace alusién a aquélla utiliza, la mayor parte de las veces, los términos “mu- jer trabajadora” y “mujer”®. Claro esta, que en ninguna parte de la ley se encuentra la expresi6n “hombre trabajador” u “hom- bre” para hacer menci6n a una de las partes contratantes sino que el término utilizado es “trabajador”. Puede pensarse que el discurso juridico, pretende, por un lado, darle visos de neu- tralidad a la palabra “trabajador’” y, por otro, que decir “hom- bre trabajador” es mas que redundante: el varén siempre es trabajador; cuando desde el derecho laboral se hace referencia al género femeninose aclara que se esta hablando de “la mujer trabajadora”, “mujer que trabaje”, pareceria, entonces, que no todas las mujeres trabajan: a tal punto esto es asi que esa si- tuaci6n, (Zexcepcional?), es regulada en titulo aparte. Si bien la ley 20.744, como lo manifestamos mas arriba, tie- ne una seccién llamada Trabajo de mujeres y otra Del trabajo de los menores, los doctrinarios en esta materia unifican am- bas tematicas, asf, por ejemplo Fernandez Madrid y Vazquez Vialard destinan, en sus obras, un capitulo especifico al que denominan “trabajo de mujeres y menores” y, por su parte, la obra de Martinez Vivot se llama “los menores y las mujeres en el derecho del trabajo”. Esta situacién recuerda a la equipara- cién de la mujeres con los menores, que el derecho civil realizé hasta hace unos aiios*. 5 Véase. por ejemplo. Cs lo. H., op. cit,, Martinez Vivot. Julio, op. cit. Asi tam- bien, sostiene Femandez Madrid, J.,op.cit., p. 1883: “La mujer con por lo menos, un aito deantigtiedad en la empresa y residencia en el pais, que haya tenido un hijo durante..." 6 Con una posicion critica de esta equiparacién encontramos a Villagomez, Gayne, La situaciéin juridica.... p. 335: “La equiparacién de los derechos de la mujer y del menor... implicitamente conlleva la consideracién de que la mujer tiene las mis- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 18 Analia E. Aucia tado de excedencia constituye un beneficio. Entiéndase que no pretendo hacer ver a éste como algo que fue creado para perju- dicar a la trabajadora, pero si entiendo que la sola concesién a las mujeres no opera como beneficio sino como una reafirmacién, en y desde el discurso juridico, del lugar indelegable que en la esfera doméstica debe ocupar la mujer'*. Asi, encontramos expresiones tales como la de Martinez Vivot quien conside- ra que esta incorporacién esta inspirada en un alto espfritu social “que contempla una situacién donde la inmediacié6n de la madre es también necesaria e insustituible” 0 como las de Carcavallo: “las funciones de la mujer como eje del hogar y como madre son insustituibles”". Entiendo que la excedencia, tal y como esta planteada normativamente, no es un instituto que favorezca a la trabaja- dora 0 que, por lo menos, esté destinada a favorecerla —inde- pendientemente que en los hechos alguna mujer pueda benefi- ciarse en determinadas circunstancias-—. Si se piensa en todas las falencias que fueron sefialadas mas arriba, tales como, la carencia de remuneraci6n o de cualquier tipo de subsidio, el no cémputo de ese plazo como tiempo de servicio, la falta de co- bertura social, a menos que la trabajadora pague el aporte res- pectivo, etc., no se ve en qué consiste el beneficio para las tra- bajadoras. En realidad, aqui las trabajadoras no son los suje- tos principales a los cuales se tiene en cuenta para la regula- cién del instituto en cuestién. Algunos de los autores mencio- nados dan una cierta indicacién, que viene a echar por tierra toda la filosofia de “proteccién a las trabajadoras”. De esta manera, opina Martinez Vivot que “la estricta proteccién ala maternidad...no se considera discriminatoria sino necesaria por 14 Martinez Vivot, J., op. cit., p. 6, sostiene que para la mujer que tiene obligaciones familiares, referentes al cuidado de los hijos 0 a su atencién cuando se hallan enfermos, la ley ha introducido algunos beneficios a tal fin. En otro sentido, Fernandez Madrid, Juan C., op. cit., p. 1874, expresa: “Hay una discriminacion contra las mujeres cuanto se las perjudica en igualdad de situacién con el hombre discriminacién peyorativa) y hay discriminacién positiva cuando se Ia iguala a través de una desigualdad de derecho (protectora), justificada en razones de hecho que se imponen al legislador en un contexto cultural y social determinado”. No comparto el criterio acerca de que la “desigualdad de derecho” funcione como me- canismo de proteccin para la mujer. 15 Martinez Vivot. J., op. cit. p. 286; Careavallo, H.. op. cit., p. 172. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 22 Analia E. Aucia Martinez Vivot ha sefialado que es innegable la ventaja social de la permanencia de la madre en el hogar durante la primera edad de sus hijos, para su atencién y formacién, a la par que se crean institutos que den vida a esta imagen; ahora bien, jsera innegable, también, la mentada igualdad de trato por la que se prohibe hacer cualquier tipo de discriminaciones por moti- vos de sexo, que establece la ley 20.744?; ise sentiran discrimi- nados los trabajadores porque la ley no les permite optar por su hijo recién nacido o enfermo? Esta igualdad abstracta* heredada de la modernidad sirve a la ideologia patriarcal ya que, consagra en la ley la igualdad formal a través de principios, tales como: “La mujer podra ce- lebrar toda clase de contrato de trabajo, no pudiendo consa- grarse por las convenciones colectivas de trabajo, o reglamen- taciones autorizadas, ningtn tipo de discriminacién en su em- pleo, fundada en el sexo 0 estado civil de la misma...” (art. 172, LCT) pero, por otro lado, establece normativas que son la contracara de los principios de “igualdad”, consagrando en la rea- lidad las desigualdades concretas que existen entre los géneros**. En conclusién, entiendo que el llamado estado de exceden- cia no constituye un beneficio creado para la mujer. Beneficio serfa si fuera concedido a ella y al var6n indistintamente, y el tiempo de licencia fuera remunerado por el/la empleador/ra 0 estuviera sujeto a un sistema de seguridad social. De todas 23. No compartola opinin de Fernandez Madrid, J.. op. cit.. p. 1867: “Legislativamente puede :ifirmarse que se ha superado definitivamente toda discriminacién en per- juicio de la mujer como lo ejemplifica el art. 172 de nuestra L.C.7.”. 24 En un marco de coherencia ideologica Martinez Vivot se muestra remiso en acep- tar “que en nombre de Ia igualdad de los sexos y en la comunicacién de las funcio- retéricamente, manifiesta que ‘las sobre mujeres... tienden a hacer efectiva la “garantia de igualdad’ recla- almente por y para las mujeres y por los cambios de costumbres y mbios que no deben borrar las diferencias esenciales que seguirén siempre existiendo entre los trabajadores de distinto sexo...", op. cit., p. 172. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contemporiinea... 27 cen simétricamente velando una vez mas la realidad. En efec- to, veinticinco anos después de aquellos dias sombrios para la democracia, si bien la cuestion se ha instalado sélidamente en la agenda de los académicos y en la cultura politica, en Latinoamé- rica “Hay esto que se ve: tensiones irresueltas, brechas socia- les, politicas facciosas y un no tan lejano pasado de terror que de vez en cuando se despierta y despereza con furia sobre un duro presente donde se siguen buscando formulas de ardua coexistencia” (Clarin: 28/3/1999). Desnudado el motivo del presente ~que explicita valores, perspectivas y el compromiso de quien esto escribe con la de- mocracia y los derechos humanos— intentamos una aproxima- cién teérica y objetiva en lo posible a la cuestién'. Por consiguiente en este trabajo nos proponemos indagar precisamente sobre la concepcién de la democracia contempo- ranea. Para ello optamos por partir de la perspectiva de Norberto Bobbio, cuyo aporte analitico” sobre este tema consi- deramos fundamental, para explorar las respuestas posibles a las siguientes preguntas: ¢Cuél es el concepto de democracia en Bobbio? ,;Que ocu- rre cuando confrontamos este concepto con la democracia “realmente existente”? ¢Producida esta confrontacién, que para Bobbio revela las “promesas incumplidas” del ideal de- mocratico, cual es el modelo modificado 0 aggiornado de de- mocracia que nos queda? En una segunda instancia confrontamos las concepciones de Bobbio con la visién de Carlos Strasser, quien en sus textos sobre la democracia reflexiona también analiticamente y libre de dogmas desde una perspectiva que a nuestro entender reco- 1 Partimos de aceptar las limitaciones de la investigacién cientifiea, que si bien debe librarse de valores e ideologias, también presupone en su aniilisis dichos valores y perspectivas. como objeto anterior y extracientifico, como asimismo to- mamos en cuenta Ins relaciones de diferencia entre la conceptualizacién y el obje- to (democracia) conceptualizado (Strasser: 1986). 2 *Fiel al método analitico, me preocupo de observar el problema desde distintos enfoques. ¥ al mirar un objeto desde distintos enfoques termino por no conseguir una definicién tineal y por dejar abierta la cuestion” (Bobbio: 1997). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contemporanea... 31 mencionamos ha sido definido como un “historiador conceptua- lista”, es aplicar la distincién entre tres usos diferentes de cada tipologia de las formas de gobierno: un uso sistemAatico o des- criptivo, tipico de la ciencia politica, un uso axiolégico o pres- criptivo, tipico de la filosofia politica, y un uso histérico o de filosofia de la historia. Es precisamente en esta obra, que Bobbio destaca como uno de los primeros antecedentes de la teoria clasica de la demo- cracia, la discusién narrada por Herdédoto, acerca de las tres formas de gobierno, en la cual Otanes, Megabizo y Dario pole- mizan acerca de la futura forma de gobierno de Persia, alegan- do el primero a favor del gobierno popular, al que llama segiin el antiguo uso griego “isonomia”. En otro de sus textos Bobbio destaca que “desde la Edad Antigua hasta nuestros dias, el término democracia se ha uti- lizado siempre para designar una forma de gobierno... en la que el pueblo ejerce el poder politico” y explicitando su método de anélisis antes expuesto sefiala: “ya que el concepto de de- mocracia pertenece a un sistema de conceptos que constituyen la teorfa de las formas de gobierno, solo se puede comprender su naturaleza especifica si se pone en relacién con los demas conceptos del mismo sistema, a los que delimita, y por los que, a su vez esta delimitado” (Bobbio: 1987 B). 4, DEMOCRACIA ANTIGUA Y MODERNA. INDIVIDUALISMO Y LIBERALISMO Otra cuestién persistente en los escritos de Bobbio es su diferenciacién entre /a democracia antigua y la moderna. La primera por haberse practicado en pequefios conglomerados era directa. La segunda, tipica de sociedades mas amplias, es representativa. Asimismo en la democracia antigua hay un sujeto colectivo que es el pueblo, mientras que en la democra- cia moderna hay sobre todo un sujeto individual, el hombre. La primera es organicista, la segunda individualista. Asi nos ensefia: “En la democracia representativa, a diferencia de lo que sucede en la directa, no estd la soberania popular, sino la soberania de los ciudadanos”. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contempordnea... 35 Hasta aqui podemos entonces afirmar que el concepto de democracia en Bobbio es pensado como régimen politico®. Sin embargo como veremos a continuacion al considerar las “pro- mesas incumplidas’ y las transformaciones de la democracia contempordnea, para Bobbio la democracia se profundiza 0 es més amplia cuanto mayor es el nimero de lugares o planos sociales en los que se aplica, por ejemplo la empresa, la admi- nistracion, la escuela, etc. Segun Strasser por este camino Bobbio llega a “vincular esencialmente democracia y sociedad”, lo que motiva su critica por cuanto por esta via se perderia la necesidad de precisién conceptual ala que antes hicimos referencia, pues “la subsuncién del concepto régimen democratico en el concepto de estado de- mocratico o sociedad democratica entrafia verdaderamente su disolucién y, con ella, una pérdida de vista de los problemas y las dificultades intrinsecas de la democracia como modelo poli- tico de orden y procesamiento de los conflictos interiores a un Estado y/o una sociedad cualquiera, que por otra parte pueden ser 0 no ser muy “democraticas”*. Por otra parte también entiende Strasser que el plano esta- tal propio del régimen tiene una centralidad absoluta en la consideracién de la democracia, pues estamos muy lejos de una etapa histérica en que la democracia sea otra que la democra- cia en el Estado, sin por ello dejar de destacar que seria desea- ble la extensién de la democracia a otros espacios de la socie- dad (no sin sefialar que algunos de esos dmbitos, la gran em- presa por ejemplo, parecen estar cerrandose —antes que abrién- dose- a los procesos de democratizacién en el mundo desarro- Nado, y mucho mas aun en los paises menos avanzados). 5 Bobbio utiliza el concepto de democracia como rézimen politico en un sentido si far, aunque con un aleance menor, al concepto de “régimen de gobierno del Estado” utilizado por Strasser al que mis adelante nos referiremos. 6 _Esnecesario precisar y anticipar en este punto que Strasser distingue la democra- cin como régimen de sus “condiciones de posibilidad”: un minimo suficiente de prerrequisitos sociales, culturales, politicos, econdmicos, etc. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contemporsnea 39 Sefiala las dificultades para conceptualizar y la consecuen- te confusién conceptual, “el barro intelectual”, que generan quienes critican la definicién de la democracia como régimen, como “mera democracia politica”, pensdndola mas sustantiva, abarcando a la sociedad, y perdiendo de vista los problemas de la democracia en tanto régimen. En pos de la precisién concep- tual afirma “En buena teoria no hay dos conceptos de democra- cia. Los hay y mds de dos en la experiencia histérica”. En el Prologo de la Segunda parte de su obra principal so- bre la democracia (Strasser: 1991), Strasser senala que el pri- mer campo de cuestiones mas basico que enfrenta una Teoria de la Democracia, es conocer si cuando hablamos de democra- cia hablamos de un tipo de régimen de gobierno y/o de Estado y/o de sociedad, y destaca que “casi no existen andlisis concep- tuales suficientemente detenidos y rigurosos”. Estos errores de concepto para Strasser conducen a conse- cuencias practicas desgraciadas, ejemplificadas en nuestra his- toria reciente. En la necesidad de rigor conceptual acude a Sartori de quien textualmente cita: “las ideas erréneas sobre la democracia determinan que la democracia funcione mal”, y a los conceptos de Tocqueville que antes transcribimos, citados a su vez por Sartori. De lo que resulta que en principio plantea como objetivo de su texto con respecto a esta problematica, el de “precisar y re- finar los conceptos” ocupdndose en primer término de “reto- mar el concepto formal basico de democracia”. Para ello Strasser encuadra también su teoria de la demo- cracia, dentro de la teorfa general de las formas de gobierno como Bobbio, pero avanza en el terreno conceptual en pro de una mayor claridad y precisién. Asi, ya desde las primeras paginas de sus textos citados —-en el prologo a la primera parte de su obra mencionada- (Strasser: 1990) precisa que es necesario dar “definiciones preliminares” sobre dos cuestiones: 1. Si la democracia se refiere al régimen de gobierno del Estado y/o al Estado mismo y/o a la sociedad. 2. Si la democracia se concibe en una tradicién mas anti- gua, clasica, como “directa, popular y plebeya”, o en una vision aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contemporanea... 43, Como antes adelantamos, desde el mismo prélogo de la pri- mera parte de su obra al considerar las distintas formas teé- ricas de concebir la democracia, Strasser se refiere a la tra- dicién que denomina “democratica postliberal” o “democra- cia posible” a la que sindica como contraria de la utépica y “realista” en cuanto se compadece con la realidad “lo nece- sario tnicamente”. Su democracia posible no es en conse- cuencia “realista” ni “utépica”. Para definirla parte de dos presupuestos: a) que la demo- cracia es usualmente idealizada, lo que implica a contrario sensu que existe una concepcién correcta de la democracia, cuyos elementos y condiciones investiga en su trabajo. Y, b) Lo que denomina la “naturalidad” de la representacién corporativa en la sociedad contempor4nea, aclarando Strasser que si bien de- mocracia y corporativismo son entendidos como vias alternati- vas y aun opuestas en teorfa, en los hechos la representacién de intereses puede constituir una forma de democracia alter- nativa (citando en su respaldo precisamente las afirmaciones del texto de Bobbio sobre “El futuro de la democracia”, al que nos hemos referido antes). Para Strasser la democracia posible, lo que hoy llamamos democracia, esta muy alejado de aquella nocién cldsica de go- bierno del pueblo & por el pueblo, y ello se expresa en lo que denomina “paradojas de la democracia”, que no serian tanto aberraciones o desviaciones sino productos del desarrollo na- tural “de los patrones regulares de la vida politica” de la demo- cracia contempordnea. Strasser se va a referir a los limites y la estructura de la democracia, a través de un “examen desengafiado” de la mis- ma, precisamente para saber de que hablamos y comprometer- nos con el ideal democratico. Asi sucesivamente, va a analizar la inaplicabilidad estricta del principio de la soberania popular, la representacién de ca- racter fiduciaria no imperativa, y la democracia como gobierno mixto, en cuanto la democracia no existe mas que combinada con otras formas de gobierno. Asi, “El resultado es la totalizacién de un tipo de gobierno complejo, mezcla y mixtura de todas las formas que participan del mismo. Por lo pronto la democracia, desde luego que una democracia fundamentalmente representativa y solo ocasional- 44 Daniel L. Boccoli mente directa, pero también y por tanto no solo la democracia, asimismo la oligarquia, la burocracia, la tecnocracia, la partido- cracia y el corporativismo. Todas y cada una de ellas constitu- yen tipos definidos de gobierno y estan copresentes en la de- mocracia, conforman lo que se llama la democracia”. El tejido de la democracia posible nos dice Strasser “esta urdido con hiles que en principio le son extrafios”, contiene al gobierno representativo, fiduciario y mixto. En sintesis solo tendriamos democracia si “representacionalidad, fiduciariedad, oligarquia(s), burocracia, tecnocracia, partidocracia y corpora- tivismo, /atu sensu, fuesen reducidos a la minima expresién necesaria, mientras al revés la soberania del pueblo... alcan- zara su maxima expresién posible, siempre en acuerdo mutuo con las libertades, los derechos y las garantias del constitu- cionalismo moderno”. Y nos advierte que la aparente “ola de democratizaci6n” que hacia fines del siglo XX se desarrolla a partir de la cafda de los regimenes comunistas y de una variedad de dictaduras, sig- nifica a su juicio mas un ‘robustecimiento del llamado Esta- do de Derecho” de las libertades y garantias, de las competen- cias electorales y de una ideologia democratica-republicana, que de la afirmacién de la democracia misma, mas 0 menos a pleno (Strasser: 1994). 9. A MoODO DE CONCLUSIO! : QUE DEMOCRACIA? “Si todo el mundo estuviese dividido exactamente entre rojos ¥ negros, quien se pusiese de parte de los negros seria enemigo de fos rojos, ¥ el que se colocase del lado de los rojos seria enemigo de los negros. No podria estar en modo alguno fuera de unos 0 de otros porque -esta es la hipstesis- ellos ocupan todo el terri- torio y no existe espacio intermedio entre ellos... solo hay dos coutendientes, y cada cual cree estar en posesién de la verdad”. Norberto Bobbio. Politica y Cultura Podemos ahora volver al texto de Bobbio sobre el futuro de la democracia, y parafraseando su debate con los comunistas italianos en los 70, preguntarnos: {Qué democracia?’. 7 Frente al rechazo en la teoria marxista clisica a la “democracia formal”, Bobbio aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Norberto Bobbio y la democracia contemporanea... 47 simplificaciones, y mds cerca de la “tosca materia” de nuestra realidad latinoamericana. Que otra cosa, sino la amarga convivencia de nuestras pre- carias democracias con poderes invisibles, oligarquias, corpo- rativismos, tecnocracia, partidocracia y burocracias, puede ayudarnos a dar cuenta de que en el camino de su dificultosa consolidacién encontremos un recuento de impunidades sin castigo y sin perdén —como definiera Hannah Arendt a las ofen- sas del “mal radical” (Arendt: 1998)-; crimenes atroces, colec- tivos como los atentados a la comunidad judia, o individuales como el asesinato del periodista Cabezas, corrupciones desco- munales como el affaire IBM-Banco Nacién, junto a indices crecientes de desigualdad, pobreza, marginacién y exclusion social con su correlato de inseguridad cotidiana, realidades que nos ofrecen estos estados de derecho/democracias fragiles, re- pletos de especificas “promesas incumplidas”. Intentamos demostrar a partir de explorar los andlisis de Bobbio y Strasser, que dar cuenta de estas realidades no debe implicar su negacién desde una concepcién purista o utépica de la democracia, como tampoco aceptar la inexorabilidad de un “modelo” inmodificable proclamada por los duefios del sa- ber “técnico econdémico” y los filésofos del pensamiento unico. Para concluir queremos sefialar que si bien tanto en las pers- pectiva de Bobbio como la de Strasser hay un esfuerzo por la reflexién fria y rigurosa sobre la democracia, en cuanto “la ta- rea del cientifico no es la de dar juicios de valor, sino compren- der” (Bobbio: 1993). Hay también en las mismas una “apela- cién a los valores: libertad, fraternidad, igualdad, tolerancia, no violencia”, en el primero (Bobbio: 1993), “compromiso con la soberania popular, la justicia social y el constitucionalismo demoliberal todo en uno”, en el segundo (Strasser: 1990). En su didlogo con aquel baleén vacio de La Moneda, Dorfman reconoce uno a uno los errores de una concepcién que lo llené de oscuridad. A pesar, o quizas por ello, también advierte: “Pero hay una cosa que no le diré, que no le diré a ese joven que yo fui. No le diré, nunca le he dicho a ese alter ego mio en el pasado, que se equivocé al rebelarse”. Bobbio, trazando también su propio balance, que es en defi- nitiva el de un siglo atravesado por esperanzas y frustracio- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 52 Pablo R. Bonorino comprender la naturaleza de las proposiciones de derecho que de ella se deriva (ver Dworkin 1982, en adelante LAI y Dworkin 1986, en adelante LE). Por eso es comun que se aluda a este periodo de la produccién de Dworkin como el de su “giro interpretativo” (ver Kress 1987). El argumento critico al que me estoy refiriendo se puede reconstruir de la siguiente manera: 1) La determinacién de qué es el derecho requiere siempre la formulacién de “proposiciones de derecho”. 2) Todas las “proposiciones de derecho”, no importa el grado de abstraccién que posean, son proposiciones interpretativas. 3) Las proposiciones interpretativas no son ni descriptivas ni valorativas, sino una categoria intermedia que combina ambos elementos. 4) Las “proposiciones de derecho” no son ni descriptivas ni valorativas sino una categoria intermedia que combina ambos elementos. Conclusién: La tesis de la separacién es errénea, pues la determinacién de qué es el derecho siempre requiere realizar consideraciones valorativas. Uno de los términos claves del argumento principal, forma- do por las premisas 1) y 4), es el de “proposicién de derecho” (proposition of law). Las afirmaciones 2) y 3), que constituyen las premisas del subargumento en apoyo de la particular con- cepcién que defiende Dworkin sobre las “proposiciones de de- recho”, se derivan a su vez de la forma en la que entiende la actividad interpretativa y sus productos, las proposiciones interpretativas. Existe una critica, bastante extendida entre los filésofos analiticos hispanoamericanos e italianos, que esta dirigida a la manera en la que Dworkin utiliza la nocién “pro- posicién de derecho”. En ella no se cuestionan los fundamentos hermenéuticos de su propuesta sino la forma en la que emplea la idea misma de “proposicién de derecho”. Quienes la sostie- nen afirman que Dworkin no distingue conceptualmente entre normas (oraciones deénticas que expresan normas) y proposi- ciones normativas (oraciones deénticas acerca de normas). Esta confusi6n lo lleva a predicar de sus “proposiciones de derecho” propiedades de las normas (cardcter prescriptivo) y propieda- des de las proposiciones normativas (valores de verdad), las que resultan incompatibles entre si. La conclusién es contun- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 56 Pablo R. Bonorino En ambos casos el sentido es el mismo, se trata de aquellos enunciados que expresan el contenido del derecho en ciertos casos (individuales o genéricos). Para hacernos una idea de la extensidn del término podemos recurrir a los ejemplos de los que se vale Dworkin en LAI: a) “Los diferentes estados que componen los Estados Unidos de Norteamérica no pueden dis- criminar por motivos raciales a sus ciudadanos cuando se tra- ta de proveerlos de servicios basicos”, b) “Alguien que acepta un cheque en el curso normal de una negociacién tiene derecho a cobrarlo contra el girador”, c) “El Sr. X debe pagar la suma de $ 1.150 por los dafos sufridos por el Sr. Y al patinar en su vereda resbaladiza y quebrarse la cadera’”, d) “En Illinois un testamento necesita tres testigos para ser considerado valido”, e) “El plan de discriminacién positiva es constitucionalmente valido”, f)“La tia que se enter6 por teléfono que su sobrina fue atropellada por un vehiculo a cientos de millas de distancia tiene derecho a ser compensada por el conductor por el dafio emocional que hubiera sufrido”. (LAI: 179-180). 2) Si tenemos en cuenta la definicién transcripta anterior- mente y los ejemplos citados pareciera surgir claramente que Dworkin no hace distingo alguno entre norma y proposicién normativa. Esto seria aceptable si entendiéramos la pregunta como referida a la existencia de un andlisis expreso de la dis- tincién. Sin embargo, no es esta la forma en la que Bulygin entiende el interrogante. Cuando analiza la obra de Hart reco- noce que no hay en ella mencién alguna a la distincién entre norma y proposicién normativa. No obstante, concluye que la misma podia considerarse subyacente a otras distinciones ex- presamente formuladas por Hart". La pregunta que debemos la distincién entre normas y proposiciones normativas -aunque no esti expre- samente :nalizada por Hart- subyace no sdlo «il par de conceptos reglas y aserciv- nes sobre las reglas,.sino también 1 ta elasifiencién de los enunciados en internos y externos... Aunque él no use esta terminologia, es claro que kis normas (las reglas ¥ los enuncindos internos) y las proposiciones normativas (enunciados externos) {tuamente exeluyentes... Pero {son también conjuntamente exhaustivas? Esto 4 claro, En mi interpretaciin lo son, pucs los enunciados internes siendo prescriptivos y ni verdaderos ni falsos~ son un tipo de normas. Pero no estoy seguro que mi interpretacién refleje correctamente las ideas de Hart”. (Bulygin 1982: 185). sonn aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. En defensa de Dworkin 59 La distincién conceptual entre norma y proposicién normativa s6lo requiere distinguir entre el uso y la mencién de una ex- presién deéntica, diferencia que se encuentra subyacente en el ejemplo imaginario transcripto. Una cosa son las reglas y otra las proposiciones que se refieren a ellas. Pero entonces surge otro interrogante {qué quiere decir Dworkin cuando afirma que la gente en esa comunidad no sélo acepta sino que insta a ac- tuar conforme a esas proposiciones? La explicacién mas plau- sible seria que dichas proposiciones pueden ser utilizadas de dos maneras muy distintas en diferentes contextos. Pueden utilizarse para aludir al contenido del conjunto de reglas de cortesia, o bien para formular (0 reformular) una regla de cor- tesia. En el primer caso aceptar significa creer que la proposi- cién es verdadera, y en el segundo significa que se debe actuar conforme a ella. Esta es la distincién que en filosofia del dere- cho se suele hacer entre una norma y una proposicién norma- tiva, las que pueden tener la misma composicién lingiifstica y el mismo significado y, sin embargo, distinguirse claramente por las distintas funciones que cumplen. Es cierto que Dworkin no se muestra demasiado preocupa- do por la distincién entre “norma” y “proposicién normativa’ (o entre “regla” y “proposicién interpretativa” en el ejemplo). Sin embargo, en la descripcién de lo que ocurre en la comunidad de cortesia se pueden encontrar elementos suficientes para fun- dar la distincién. Pero el problema no se elimina con esta cons- tatacién, ya que ambas son proposiciones interpretativas y en lo que respecta a sus propiedades semanticas y sintacticas no pueden ser diferenciadas. No basta con hacer la distin- cién, si las dos categorfas no se consideran mutuamente excluyentes y conjuntamente exhaustivas todavia existe la posibilidad de predicar propiedades incompatibles de las pro- posiciones de derecho. La critica que estamos considerando no necesita que la distincién este ausente, le basta con que sea entendida de forma errénea. 3) Antes de tratar el ultimo punto conviene hacer una dis- tincién que se encuentra oscurecida por la forma en la que Bulygin plantea la discusién. Como hemos visto al presentar su posicién, su punto de partida es el reconocimiento de que 60 Pablo R. Bonorino las mismas oraciones deénticas se pueden utilizar para dictar una prescripcién o para enunciar la existencia de una pres- eripcién. Segtin Bulygin “...en el primer caso, las oraciones dednticas expresan una norma; en el segundo, una proposicién (descriptiva) acerca de las normas que llamaré proposicién normativa”. (Bulygin 1982: 170). Este fragmento brinda cierto apoyo para hacer una diferencia entre la distincién conceptual norma-proposicién normativa y la forma en que se definen ambas categorias. La distincién conceptual entre normas y proposiciones normativas exige distinguir los dos usos posi- bles que puede cumplir toda oracién deéntica: expresar una norma o decir algo acerca de una norma. Pero la distincién conceptual entre normas y proposiciones normativas no requie- re comprometerse con una determinada forma de concebir di- chas categorias. Dos sujetos que distingan conceptualmente entre oraciones deénticas que expresan normas y oraciones deénticas que expresan proposiciones normativas, no necesa- riamente deben estar de acuerdo en la forma de entender las normas o la forma de entender las proposiciones normativas. De hecho, esta parece ser la situacién en la filosofia del dere- cho segtin el propio andlisis de Bulygin (ver Bulygin 1982: 176-185). De la existencia de estos desacuerdos no se puede derivar que quienes se vean involucrados en este tipo de dis- putas confundan conceptualmente “normas” y “proposiciones normativas”, aun cuando cada uno atribuya propiedades in- compatibles con las que el otro asigna a las normas o a las proposiciones normativas. Esto es lo que parece ocurrir en el caso que estamos analizando. Sostener que las proposiciones normativas deben ser enten- didas como enunciados descriptivos de ciertos hechos constitu- ye una afirmacién comtnmente aceptada por quienes defien- den posiciones positivistas sobre el concepto de derecho. Por eso Bulygin agrega entre paréntesis la exigencia de que las proposiciones normativas sean consideradas descriptivas de ciertas reglas. En un trabajo posterior, realizado en colabora- cién con Carlos Alchourron, Bulygin sostiene que las principa- les diferencias entre normas y proposiciones normativas son las siguientes: 1) las proposiciones normativas son verdaderas aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 64 Pablo R. Bonorino Tarski. Seguin Patterson, tanto Dworkin como sus adversarios positivistas coinciden en el enfoque que adoptan respecto del significado. Ambos afirman que el significado de las proposi- ciones de derecho esta determinado por sus condiciones de ver- dad (Patterson 1996: 18). Dworkin considera que todas las proposiciones interpretativas, no importa la funcién que cumplan, son significativas y, para poder explicar su significado o sentido, se tienen que poder determinar sus condiciones de verdad. En consecuencia, aque- llas proposiciones de derecho que expresan una regla, esto es, las que cumplen una funcién prescriptiva, también deben ser entendidas como susceptibles de verdad o falsedad. De lo con- trario deberian ser consideradas expresiones carentes de sig- nificado. El problema surge porque tradicionalmente se suele aceptar como algo incuestionable que las unicas expresiones lingiifsticas susceptibles de verdad o falsedad son aquellas que cumplen una funcién informativa. Esto ha Nevado a los defen- sores de las variantes semanticas en las que se enrola Dworkin a realizar un esfuerzo adicional para explicar de qué manera se pueden atribuir valores de verdad a aquellos enunciados que, como los interrogantes o las prescripciones, no pueden ser considerados descriptivos de ciertos hechos (ver Davidson 1979). Pero estas dificultades no son mas graves que las que deben enfrentar quienes aceptan posiciones tradicionales para expli- car, por ejemplo, la aplicacidn de la légica a las normas, Las posiciones que consideran que las prescripciones por defini- cién no pueden ser susceptibles de verdad o falsedad, se ven atrapadas en el llamado “dilema de Jorgensen”, que el propio Bulygin expresa de la siguiente manera: “O bien la nocién de inferencia y las conectivas proposicionales son caracterizadas en términos de verdad y entonces no hay una légica de normas y las conectivas légicas no pueden operar sobre normas, o bien hay una légica de normas, pero entonces el concepto de infe- rencia y las conectivas légicas no pueden definirse en términos de la verdad”. (Alchourrén y Bulygin 1989: 321). Los esfuerzos realizados por los filésofos del derecho para evitar las conse- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 68 Pablo R. Bonorino de una interpretacién. Pero, si proyectaramos esta posicién en el Ambito juridico, nos encontrariamos con que su aceptacién implicaria adoptar alguna variante de positivismo, exactamente el tipo de teoria juridica que Dworkin se proponia cuestionar apelando al giro interpretativo (Fish 1983: 107). Esto es asi pues deberia reconocer que la determinacién de lo que es el derecho no requiere siempre la formulacién de proposiciones interpretativas, pues la posibilidad de emitirlas estaria dada por la formulacién previa de las proposiciones descriptivas de los hechos relevantes para la cuestién. Aceptaria de esta manera la existencia de hechos institucionales de les que de- penderia el contenido del derecho que ademés podrian ser descriptos con independencia de cualquier tipo de valora- cién. Esto es todo lo que necesita un positivista para apoyar su posicién (cf. Marmor 1992)*. Pero Dworkin contests las criticas de Fish de otra manera (Dworkin 1983). Aunque mantuvo que la distinci6én entre in- terpretar e inventar era en si misma el producto de un juicio interpretativo, tal como lo habia hecho en LAI, reconocié que la forma en la que habia establecido la diferencia presuponia laexistencia de un texto que restringiese la tarea interpretativa. Dado que en su teoria el texto mismo se consideraba como el resultado de un juicio interpretativo, parecia razonable la ob- jecién de que en la misma no existia la posibilidad de distin- guir entre interpretar e inventar (Dworkin 1985b: 168)’. 6 _ Esto mismo se puede objetar a la forma en la que Isabel Lifante Vidal proponeenten- der la propuesta de Dworkin. El resultado al que conduce la distincién que hace entre proposiciones reconstructivas y proposiciones interpretativas en el seno de su teoria es muy similar al que he descrito en este pairrafo (ver Lifante Vidal 1999). En lo que sigue me ceniré a la forma en la que Dworkin contests esta critica en la version abreviada de su respuesta a Fish. publicada dos aos més tarde en A Matter of Principte (Dworkin 1985b), En ese trabajo Dworkin organiz6 mejor sus ntus, pues consideré que las objeciones que se formulaban a su teoria eran Imente dos: la que estamos analizando en este momento y la relacionada con la objetividad de los juicios interpretativos. También resulta mas apropiado ‘0 pues en él Dworkin evita los largos pirrafos que dedicaba en la versién original a mostrar cémo sus palabras habian sido malinterpretadas por Fish y cémo sus argumentos podian ser reconstruidos para hacer frente a las objeciones que aquel le formulara (ef, Dworkin 1983).

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