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5. Tareas y funciones de la filosofía en el mundo actual.

El problema de saber cuáles sean las tareas y funciones de la filosofía en la


actualidad depende del contexto general de crisis de la filosofía generado por el
avance de la ciencia y el positivismo. Es el positivismo el que levanta acta de la
crisis de la filosofía y convierte a esta actividad en algo cuestionable. Por eso,
responder a la pregunta de las funciones y tareas de la filosofía es responder a
la pregunta por lo que puede ser la filosofía tras el positivismo.
En primer lugar, tendríamos que cuestionarnos si los positivistas tienen razón o
no, es decir, si todos los problemas pueden resolverse científicamente. Y es claro
que no. Podríamos poner muchos ejemplos, uno de ellos podría ser “¿qué debo hacer
en/con mi vida?” Problema para el que claramente ninguna ciencia tiene respuesta.
Pero, aun reconociendo que hay problemas que la ciencia no puede resolver (los
neopositivistas ya lo decían, pero consideraban que esos problemas eran
pseudoproblemas), todavía habría que saber dos cuestiones: 1º, Si esos problemas
que la ciencia no puede resolver son importantes desde el punto de vista humano o
social; y 2º si esos problemas pueden ser analizados y resueltos desde una forma
de conocimiento válida (y tampoco olvidemos que los positivistas no consideraban
válido más que al conocimiento científico). A estas dos preguntas, lo iremos
viendo, se ha respondido afirmativamente.
En segundo lugar, desde los años 50 o 60 del siglo XX en los que el positivismo
era la posición dominante hasta hoy han pasado muchas cosas. No podemos
preguntarnos qué puede ser la filosofía tras el positivismo, porque el positivismo
ya ha pasado y la filosofía ya ha sido y se ha seguido haciendo desde el
positivismo. Pero, sobre todo, han sido dos acontecimientos los que han modificado
el planteamiento desde el positivismo:
1. El primero es que la filosofía no ha sido sólo filosofía de las ciencias
(única tarea que le reservaban los neopositivistas), sino que se ha visto
desbordada desde esa misma perspectiva de ser filosofía de. Y se ha hecho
Filosofía moral (estudio del lenguaje moral), por ejemplo. Y esto ha llevado a
descubrir que hay diferentes usos del lenguaje válidos desde el punto de vista
racional y no sólo hay el del lenguaje científico. Y esto, sobre todo, porque no
existe un único uso del lenguaje científico, sino que el lenguaje y los criterios
de validez y racionalidad son distintos en las distintas ciencias: No es lo mismo
la física que la biología o la medicina, y mucho menos comparadas con la historia,
la psicología o la economía. Esto ha llevado a la convicción de que no sólo existe
un uso del lenguaje válida, ni una sola forma de racionalidad, sino muchas. Y
todas, respetando sus reglas, igualmente válidas.
2. El segundo es que los propios científicos han llegado al convencimiento que
no sólo hay problemas científicos, sino otros muy importantes que marcan los
límites de la ciencia. Tres ejemplos podrían servir de apoyo. El primero el de la
conciencia, tras la II Guerra Mundial e Hiroshima, de que los científicos no son
totalmente inocentes y de que existe una ineludible responsabilidad moral de los
científicos con los usos de sus investigaciones. El segundo tiene que ver con la
crisis ecológica y los problemas de insostenibilidad que presenta el sistema y el
tercero tiene que ver con los límites de la propia investigación científica y
tecnológica: Por primera vez, los científicos y después la sociedad entera son
conscientes de que la tecnología puede usarse con fines deshumanizadores (la
destrucción sistemática y científica de los hombres, el aumento del control y el
dominio sobre los seres humanos). Y todos son conscientes que estos problemas no
pueden resolverse desde la única perspectiva científica.
Desde esta nueva perspectiva, ¿cuáles serían las tareas de la filosofía en la
actualidad? La respuesta es clara. Las mismas que ha venido desempeñando en los
últimos años. La filosofía es un saber de segundo grado, no es ciencia, sino
estudio del lenguaje y de los problemas derivados de la investigación científica,
pero también es filosofía de la moral, filosofía del lenguaje, filosofía de la
religión, filosofía del derecho, filosofía de la historia, filosofía de la
naturaleza, filosofía del arte, filosofía de la música, filosofía de la cultura,
etc. Sobre cada fenómeno cognoscitivo, epistemológico o social puede adoptarse una
perspectiva filosófica. Por tanto, la filosofía no sólo tiene una tarea sino
muchas.
¿Y cuáles serían las funciones de la filosofía en la actualidad? Aquí,
destacaríamos fundamentalmente dos:
1. Función crítica: La filosofía debe cuestionar los supuestos, es decir, lo
que se da por verdadero y nadie cuestiona, de la actividad e investigación
científica, pero también de las prácticas sociales. En este sentido, podríamos
centrarlo en diversas cuestiones:
o Crítica del conocimiento científico: El conocimiento científico no puede
entenderse como único conocimiento válido ni menos aún como un conocimiento último
que agote todos los problemas. Esto nos llevaría a una concepción dogmática y
totalitaria de las ciencias. Hoy es comúnmente aceptado y gracias a la filosofía,
que existen otras formas de racionalidad (incluida la racionalidad filosófica) y
el conocimiento obtenido por las ciencias está rodeado de numerosos problemas y
misterios, que la ciencia no puede resolver.
o Crítica de las prácticas sociales: la filosofía ha ejercido una importante
labor de crítica a prácticas y usos sociales, en defensa de la igualdad de hombres
y mujeres, contra el maltrato animal, etc. que han ido modificando tradiciones más
que discutibles.
o Crítica y elaboración de criterios éticos de carácter universal en distintos
debates morales: el aborto, la eutanasia, etc.
2. Función integradora: Sigue siendo necesaria la función asignada
tradicionalmente a la filosofía de integrar las aportaciones de las distintas
ciencias particulares. Y lo más significativo es que a lo largo del siglo XX a
pesar de su creciente especialización, las distintas ciencias han ido elaborando
teorías globales: la teoría de la evolución en biología, el big bang, la tectónica
de placas, la mecánica cuántica, etc, en física, etc. nos aproximan más que nunca
a una visión global y coherente de la realidad.

Por otra parte, lo que el positivismo ha puesto en cuestión no es tanto la


filosofía como la metafísica idealista, es decir, la pretensión de un conocimiento
superior y previo al conocimiento científico que abarque a la totalidad de la
realidad y proporcione los principios o fundamentos de las distintas ciencias. Por
eso, podríamos concluir que la actualmente la filosofía ha “renunciado” a muchas
de las antiguas pretensiones de la metafísica. En este sentido, la filosofía en la
actualidad puede considerarse que:
• No es un saber superior y previo al conocimiento científico, pero sí es un
saber racional distinto.
• No es es un saber totalizador, pero sí integrador de las distintas
aportaciones de las ciencias, y esto es así, aunque existan diversas
“especialidades” filosóficas que hacen de la filosofía un saber de 2º grado.
• No es un saber fundamentador, pero sí es un saber crítico tanto en lo
teórico como en la vida práctica.

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