You are on page 1of 7
83 ANA MARIA GISPERT-SAUCH COLLS® Un estudio sobre etimologias greco-latinas y su repercusién en vocablos de la lengua castelland” Las palabras son puentes pero también son trampas, jaulas, pozos... Las palabras son inciertas y dicen cosas inctertas. Pero digan esto 0 aquello, nos dicen.. (Octavio Paz, Arbol adentro} Hablar con palabras visibles y palpables, con peso, sabor y olor como las casas (Octavio Paz, Carta de creencia) Prentes, trampas, jaulas y pozos... Cuatre palabras que compendian metaférica ypoéticamente el objetivo de este trabajo. Bucear en la etimologia es zambullirse en el origen de las palabras, pero no sélo como captacién fonética (los naturalistas consideraban que habia una estrecha relacién entre sonido y sentido), sino osando percibir su sabor y olor originales impregnados de saber, es decir, su sentido. ¥ en esta exploracidn, las palabras pueden ser puentes que nes permiten pasar de un sen- tido a otro a través de los siglos; pero pueden resultar trampas cuando pensamos que uma vez apresadas sabemos todo de ellas..., porque fas palabras escapan sorpresiva ¥ picaramente a “nuestras leyes”, las que Jos hamanos hemos “inventado" (en el senti- do original de invenio, encontrar); mas no a las suyas, y, si seguimos las “huellas” de su transitar (eso es investigar, de “vestigizm” huella), como quien no quiere, nos () Livenciada en Filologia Ctésica. Docente de los cursos de Latin y Griego en la Facultad de Letras y Ciencias Humenas de fa UNMSM 1 Estees parte de un trabajo més amplio efectuado en e! Instituto de investigaciones Humanisticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima~ Peri, Ra Ava Masia Greexr-Saucn Cous conducen al misteriaso puquio que las originé, donde peso, sabor y olor se bacen visibles y palpables. “Origen de las palabras, razén de su existencia, de su significado y de su for- ma”: asi se define prosaicamente la etimologia en el Diccionario oficial de la Real Academia de la Lengua Espafiola. Tarea ambiciosa que abarca todos Jos elementes constitutivos de fas palabras, no sélo las raices, como muchas veces se ha interpreta- do. Los gramaticos griegos y latinos habfan considerado ya la etimologfa como una parte esencia! del estudio de la lengua, junto a la morfologiay sintaxis. Varrén, en el siglo La. C., codificé la gramética latina, entronizando la etimologia como una de las tres partes més importantes de Ia lengua. Y un gran niimero de esoritores griegos y latinos percibis los cambios de significado que muchas palabras suftian como reflejo de los cambios en a sociedad, Retomemios, a modo de ejemplo, el pasaje de Salustio en La conjuracién de Catilina (cap. LEI), donde Marco Porcio Catén dice: En ver- dad hace mucho tiempo que hemos perdido los verdaderos nombres de las cosas. ¥ por esto a la prodigalidad con los bienes ajenos la Hamamos generosidad y a la osadia para hacer el mal la lamamos valor... Y Ticito, en su obra Agricola (cap. XXX,6) resalta la capacidad de engaito que podia tener ef mismo lenguaje utilizado, porque con palabras engafiosas, al robar, matar, despojar lo Haman imperio, y a la desolacién 1a llaman paz. Un antecedente clasico en Espafia del estudio etimoldgico de las palabras lo constituye las Ezimologias, de Isidaro de Sevilla, (alrededor dei 615 4.C.), obra en veinte partes © capitulos, especie de compendio de conocimientos clasificados en tomo a temas generales, con interpretaciéa de las designaciones de serese instituciones, mediante mecanismos etimolégicos, buscando en la forma y en fa historia el signifi- cante y el significado de las mismas. Volveremos mas adelante sobre esta valiosa obra®, De alguna manera, explicita o implicitamente, la ctimologia ha ido siempre det brazo de la semantica mucho antes de que se hablara cientificamente de ella. Sin embargo, muchos lingtiistas y estudioses modernos han obviado en sus andlisis fa perspectiva etimoldgica, bien por considerar que ésta se limita a sefialar el punto de origen y el resultado actual, bien porque a menudo han tropezado con la carencia de testimonios sobre las formas primitivas y consideran poco cientificas las reconstrucciones hipotéticas de raices comunes, olvidindose muchas veces de fa estrecha relacién, casi “familiar”, que existe entre etimologia y seméntica; relacién 2 Sansidoro de Sevilla Etimologias (texto latino y traduccién espafiola de José Oroz Reta y Manuel ‘Marcos Casqueto), Ed, BAC. Madrid, Espaita, 1982. UX ESTUDIO SOBRE ETMOLOGIAS GRECO-LATINAS BS que ha sido reconocida progresivamente en los tiltimos tiempos, dando lugar a que la etimologia se haya enriquecido con la perspectiva scmantica de la reconstruccion. “La etimologia no debe contentarse con el trazo insipido que une el punto de partida con el de Hegada. Debe, por el contrario, pintarnos el vasto fresco de las vicisitudes que la palabra ha atravesado. La bisqueda de la raiz de una palabra 0 de un grupo de palabras ya no es hoy Ja tinica tarea de la etimologia. Debe seguir al grupo en cuestién durante todo el tiempo en que pertenece a una lengua, en todas sus ramificaciones y todas sus relaciones con otros grupos”, Nuestra hipdtesis de trabajo sobre la recuperacién del sentido original de las palabras castellanas derivadas del griego o latin es que cada una de ellas conlleva desde su origen una reserva de sentido (densidad semadntica, sugiero llamarla) que esta presente en su interior, como contenida, y que, en su transitar, va explicitando unos u otros aspectos sustanciales de su sentido, de acuerdo a la demandao necesidades de la comunidad hablante. Cuando, al hablar o escribir, escogemos una palabra o usamos un término, despertamos la resonancia de toda su historia previa, remitiéndonos por algtin rasgo o fisura a la raiz original, como ios retofios remiten al tronco comiin. No en van, y refiriéndonos a Sdcrates, podriamos decir que la etimologia tiene una funcién “mayéutica”, la de sacar a la luz su niicleo fecundo. Por ello, nuestra metodologia serd la de partir de la palabra origen (fija) en una cuitura y época determinada (1a helénica y/o a latina) para acceder a su sentido primigenio y dinamico que esta palabra nos transmite en la palabra derivada actual, pasando cuando sea posible por el sentido que ha ido teniendo en su trayecto 0 evolucién. El sentido actual de un término, generalmente, profundiza, revalua, transforma o hace crecer, algunos aspectos del sentido originario. Acompafiar el proceso es poner en juego las perspectivas sinerénica y diacrénica. Estudiar las etimologias es de-velar 0 des-im-plicar (sacar afuera lo que esté dentro del “pliegue”) la reserva de sentido de las palabras para nuestro presente. Es como una sacudida del sentido original (fijo) y una restauraci6n del sentido mismo de la palabra en el hoy. Podriamos decir que se trata de una actividad “eis-egetica” (una entrada a, hacia) y a la vez, “ex-egetica”’ (sacar afuera) respecto de la palabra. No quiero pasar por alto la objecién de Jorge Luis Borges al estudio de la etimologia cuando, en su pagina sobre los clasicos, después.de una captatio benevolentiae (“escasas disciplinas habra de mayor interés que la etimologfa; ello se debe a las imprevisibles transformaciones del sentido primitivo de las palabras, a lo largo del tiempo”), expresa desenfadadamente: dadas tales transformaciones, que 3° Wartburg Problémes et méthodes de la linguistique, Paris 1946. Citado por Stephen Ullmann en Seméntica. Introduccién ala ciencia del significado, Ed. Aguilar, Madrid, Espata. 1967. 86 Axa Maria Gisrert-Sauca Couns piteden lindar con lo paradéjico, denada ode muy poco nos serviré para ta aclaracién de un concepto el origen de una palabra’. Me atrevo a poner en duda tal afirmacién y lamento que él gran escritor argentino no expresara sus razones profundas, Saber que “cilculo” en latin es piedrita y que se usaba para contar, podré no introducimos en el estudio del Algebra, como dice Borges, pero sf nos transporta a la relacién de Ja naturaleza con la ciencia. Y saber que “hipdcrita” era el actor teatral, nos remite a que el actor expresa algo que no es, esta bajo la mascara, 0 sea es e] personaje y no la persona (como hoy entendemos). Creo que Ja intencion de Borges en este texto era analizar los escritos clasicos a partir del fervor y de la misteriosa lealtad de los lectores en la soledad de sus bibliotecas, y no tanto entrar en la discusién lingilistica. La etimologia nos permite recapturar la imagen concreta subyacente en palabras abstractas: “definir”, del latin finis, (fin, limite); o “eliminar”, de /imen (umbral); “tecordar” de cor (corazén}; “revelar” de velum (velo); “desastre” de astrum (estrella, astro)... Pero también puede mostrarnos una especie de fisura entre el sentido original y el derivado, a los que sélo un “puente” podré enlazar; como grafica muy bien la palabra “adefesio” cuyo origen se encuentra en fa carta del apéstol Pablo “ad ephesios”, carta ampulosa ¢ incomprensible para muchos, lo cual explica el posterior sentido peyorativo del actual término adefesio. Y también nos conduciré la etimologia a encontrar la carga ideoldgica que subyace en to profundo , en el puquio de la lengua, cuando diferenciamos los términos “patrimonio” (*unus = deber, tarea, del padre) y “matrimonio” (deber, tarea, de Ja madre) con todas sus connotaciones; 0 cuando descubrimos que en la esencia semantica de “vir” (vardn) estd el sentido de fuerza, la misma que est4 en la palabra “virrus” (virtud) y “vis” (fuerza); mientras que en la palabra “femina™ hay una reserva de sentido de debilidad , opuesta a vir, y asi es usada por Cayo Julio César en De bello gallico, cuando , refiriéndose a los belgas, sefiala que son los mas fuertes por no usar aquellos productos que tienden “ad effeminandos animos” {a “ferninizar” ~léase debilitar- los 4nimos}. Y no olvidemos las veces en que, sorpresivamente, el sentido escapade! area en que se originé y llega aresu!tados que desaftan toda previsién posible, como suceds con la palabra castellana es (cabeza de ganado) que proviene de res, rei (en latin, “cosa”) y que pasé al francés como rien, y al catalan como res, significando “nada” en ambos casos. Retornemos de nuevo a la mencionada obra Efimologias, de san Isidoro de Sevi- lla, sin duda, de interés especial para el estudio propuesto, puesto que, en términos generales, supo unir el “origen”, o sea, “de dénde viene” un vocablo, y la “etimolo- gia”, que seria el “por qué” se aplica este vocablo a una realidad concreta, Isidoro 4 Borges, Jorge Luis Paginas Escogidas Ed, Nueva Nicasragua Managua, Nicarague, 1988, Uw ESTUDIO SOBRE FrgLOGIAS GRACO-LATINGS a7 hizo una distincién en su obra entre etimologtas ex causa (segin fo que es) y etimo- logias ex origine (segiin de donde viene); y, como de lo que se trataba era de captar el valor esencial de una palabra, dice Isidoro que “cuando se ha visto de dénde viene un nombre, se comprende mas rdpidamente su valor, porque el estudio de las realida- des es mas facil una vez conocida la etimologta”, (Etym.,1, 19,2). En la formulacién etimolégica de isidoro aparecen en mayor o menor grado la definicién de! concepto, el andlisis de! vocablo (en si mismo para descubrir su com- posiciono derivacién, y su relacion con otros términos griegos), la explicacién de las vinculaciones reales entre vacablo y objeto, y los modos de comprensién lingiiistica de Jos objetos. Dado el momento histérico en que fue escrita la obra, no podemos pedir al autor un uso cientifico de la metodologfa como ocurriré a partir del siglo KIX. Nuestro estudio quiere referirse a las palabras entendidas como logos, término griego que equivale a voz significativa 0 como unidades de significado, sabiendo queen latiny en griego, debidoa sus sistemas de inflexion, las palabras no existen en su estado abstracto, como pura designacion de la cosa que representan, sino que aparecen en los casos y funciones que el contexto les exige. En cada oracién o frase, ja palabra latina o griega aparece en €l caso requerido, es concreta; mientras que, en castellano o francés, la palabra es neutral cuando no esta ubicada en una expresién concreta, Aristételes percibié ya la dicotomia entre palabras plenas y palabras-forma, division que, modernamente, fue retomada por O. Funke, al llamar a las palabras plenas “autoseménticas” (que tienen sentido propio} y a las palabras-formas, “sinsemanticas” (que tienen sentido cuando estan con otras palabras). Nosotros optamos por el estudio de las palabras plenas pero sin excluir ¢i andlisis de prefijos preposicionales o adverbiales, latinos y griegos, cuyo significado al unirse a una palabra plena Ja matiza, aumentando, restringiendo, variando o suplantando a veces el sentido primigenio de lapalabra desnuda. Para explicar la correcta etimologia de una palabra es indispensable aclarar Ja semdntica de su lexema (0 ra{z) y la de sus morfemas (prefijos y sufijos). Por otra parte, si tomantos en cuenta la diferenciacién que hace Ullmann de las dos escuelas o tendencias de pensamiento sobre el significado de Jas palabras: Ia tendencia analitica o referencial que toma la esencia del significado en sus componentes principales, y la tendencia contextual que estudia ta funcién de las palabras, nuestro estudio priorizard fa primera, afirmando que las palabras tienen significados per se, y no sélo funcionales. Partimos de un supuesto: que cada palabra plena (y, como ya hemos dicho, también ciertas palabras-forma, por ejemplo algunos prefijos adverbiales) tiene un sélido nicleo de significacién relativamente estable y sélo se modifica dentro de ciertos limites espacio-temporales. Disponemos de poca bibliografia especificamente etimolégica aparte de los 88 Awa Marla Grrert-Saucn Cots diccionarios etimoldgicos, el “Thesaurus” de la lengua latina de Ernout y Meillet®, el Diccionario etimolégice latino-espafiol, de Segura Munguia, diccionarios etimolégicos de la lengua cestellana ampliados 0 abreviados, como es el caso de J. Corominas, entre otros importantes también® y los diferentes léxicos y trabajos aparecidos en la Revista de Filologta Espafola, editados en Espafia, tas revistas chilenas como Boletin de Filologia de la Universidad de Chile, 0 los trabajos mexicanos de la Universidad Nacional Auténoma de México, sobre todo de Agustin Mateos Mufioz; o las antes mencionadas Etimologias de San Isidoro de Sevilla. Todos eltos ‘son. instramentos valiosos, aunque insuficientes para nuestro propdésite. Por el con- trario, contamos con una produccién cada vez mas rica y variada en lo que concierne a la seméntica como tal, a pesar de sdlo haber sido reconocida como ciencia dentro de la lingiiistica en las ultimas décadas dei siglo XIX, hecho del que da raz6n ei articulo de Breal en una revista de estudios clasicos (1883): “El estudio en el que invitamos al lector a seguirnos es de una especie tan nueva que ni siquiera ha recibido nombre todavia.. En efecto, es sobre el cuerpoy sobre la forma delas palabras en donde la mayoria de los lingitistas ha ejercide su sagacidad: Jas leyes que rigen la transformacion del sentido, ta eleccién de palabras nuevas, ef nacimiento y la muerte de las locuciones, han quedado en la sombra o no han sido indicadas miis que de pasada. Como este estudio, no menos que la fonética y la morfologia, merece tener un nombre, lo llamaremos la semdntica (del verbo griego “‘semaien"), es decir, la ciencta de las significactones”®. Nuestro estudio cabalga entre los aportes de los diccionarios etimalégicos y los avances de la’ seméntica, con un énfasis propio en fo permanente, lo-que perdura del significado, es decir, aquella reserva'de sentido que est contenida ena raiz primigenia de-las palabras y que va develandose parcial o mds intensamente segiin las necesidades espacio-temporales en el proceso siempre creativo de la lengua. Es importante en el andlisis etimolégico de las palabras considerar un cierto tipo de autondmia en el proceso de los cambios semantics. Los términes parecen hacer galade una impresionante libertad de movimiento, haciendo a veces caso omiso de Emout-Meillet Dictionaire erymologique de ta langue latinne ‘Segura Munguia, Santiago Dioceionario erimolégico latino-espafiol. E4. Anaya, Barcelona, Espatia, 1985, 7 Corominas J. Diccionario eritico etimolégica Ed, Gredos, Madrid, Espafia, Del mismo autor y edito~ tal esta el Breve diccionario ettmoldgico. 8 Garcia de Diego, V. Diccionario erimolégico espaol e hispano Bd. Saeta, Madrid, Espafa, 1954. ‘También Gomez de Silva, Guido Breve diccionario etimolégice de ta lengua espafiola, Ed. Fondo de Cultura Economica. México. 1985. 9 Citado por Stephen Ullmann en Semdntica, frraduccién a la ciencia del significado Ed. Aguilar, Madrid, Espana 1967. UN ESTUDIG SORRE EFMOLOGIAS GRECO-LATINAS 89 reglas y tendencias. Aunque hayan nacido al interior de una zona especifica de la actividad humana, son muy capaces de emigrar hacia campos bien lejanos. Es el caso, por ejemplo, de la palabra “calamidad” cuyo origen es la palabra latina “‘calamitas*, derivada a su vez de “calamus" (= caiia, paja). {Qué tienen que ver nuestras “calamidades” con las pajitas, cafias o “calamos'”? Los campesinos ftalos separaban. laboriosamente los cereales de estos célamos inservibles mediante la conocida faena agricola de la trilla. Si, sorpresivamente, soplaban a continuacidn fos yientos mediterraneos y de nuevo quedaban granos y pajas mezclados, su labor resultaba inutil, el revolotco de los célamos esparcidos nuevamente por los campos resultaba una auténtica “calamidad”.., Nuestras calamidades se encuentran hoy muy lejos de su sentido primigenio y muy cerca metaféricamente hablando. "Ya que nos hemos referido a la faena agricola de Ja tilla, la misma palabra “tril- ar” (triturar, desmenuzar) procede del latin “tribulare”, verbo queen el siglo XV adquirié el significado de “marcar huellas en un camino a fuerza de frecuentarlo”. De ahi se derivé ei valor actual de atribular o de tribuiacién que todos conocemos. A lo largo de mitrayectoria como docente en los cursos de lengua griegay lengua latina, me he dado cuenta de cémo el aspecto etimolégica despierta un interés inme- diato en el alumno que se inicia en el latin o el griego. Sorpresa, admiraci6n, curiosi- dad produce el descubrimiento de que “compasién” y “simpatia” son yocablos idénticos de distinto origen, lating y griego, pero cuyo uso los ha ido ubicando en reas semantioas diferentes; 0 que en el sustrato de fos verbos suplicar, replicar, apli- car, implicar, explicar, complicar... esta el verbo latino “pficare” (doblar, plegar) matizado luego por sus prefijos; 0 que “negocio” es la negacién def “atium” (ocio) romano; o que ha habido una evolucién semantica en la dicotomfa “magister” y minister” hasta llegar a nuestros dias, en los cuales “el que es mas” (magister) es considerado menos, inferior, respecto al ministro (que etimolégicamente es ¢l que es menos, el servidor); o bien captar el contenido ideoldgico que esta detras de las palabras “matrimonio” y “patrimonio” (funcidn o tarea de la madre, funcién o tarea del padre, respectivamente) etc. Los ejemplos se multiptican y complejizan... El estudio de la vertiente etimolégica va mas aflé del juego placentero de la adivi- nacién intuitiva, aunque se requiere de ella como una primera condicién, Supone indagar los valores primigenios de las raices, los prefijos, sufijos y el mundo concreto en que la persona se apropia de la realidad y la nombra con palabras que crea o tecrea. Y supone descubrir cémo todo acto de creacién o recreacién de palabras conlleva una densidad de significado que, en la mayoria de los casos, perdura, total 0 parcialmente, a través de los cambios.

You might also like