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1 Introducción
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
"Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente
“Los científicos, los religiosos y el hombre en general, no se contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una
explicaban las causas de tan singular fenómeno que afectó a perturbación enorme... ni siquiera un caso para muestra, de que
toda la Tierra...El hecho ocurrió de pronto en todos los países, alguna vez haya ocurrido un fenómeno semejante, que pasara
en unos de día en otros de noche. La noticia se comenzó a un día completo, con todas sus pródigas veinticuatro horas,
difundir...la gente.... no daba crédito a los titulares de los contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y
periódicos de ese día: “NO MURIÓ NADIE AYER!”... vespertinas.” (p. 13)
2 Investigación en centros
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
3 Encabezados ingeniosos
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
6 La explicación científica
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
“’Otra de las teorías es la que mantienen especialistas de
Moscú, quienes atribuyen la existencia del fenómeno a una “....no se debería excluir la posibilidad de que se tratara de una
variación de la órbita de la Tierra...” alteración cósmica meramente accidental...” (p.21)
10 Intervención de psiquiatras
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
“...poco a poco se empezaron a registrar desequilibrios
mentales a raíz de la intensa angustia que privaba entre la “Lo mismo les pasaba a los terapeutas de la mente que el
gente. Los psiquiatras que ya se dedicaban a otras tareas ministerio de la salud, corriendo para imitar las disposiciones
volvieron a ser solicitados por clientes ansiosos de hallar la terapéuticas de la iglesia, envió para el auxilio de los más
paz...” desesperados.” (p. 175)
12 El retorno a la normalidad
Cuento de Teófilo Huerta Novela de José Saramago
“...para festejar el ya no esperado regreso a la normalidad, lo
“Sin manifestaciones de júbilo, pero tampoco de desesperación que pareciendo ser el cúmulo de la indiferencia y el desprecio
y llanto, los seres de todos los confines acogieron la vuelta a la por la vida ajena, no era, en resumen, otra cosa que el natural
normalidad y, más que eso, a la naturalidad.” alivio...” (p. 152).