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  • Nene de Azúcar - Chinua Achebe

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    Edgar Ricardo Hernández Díaz
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    Nene de azúcar - Chinua Achebe

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    Nene de azúcar - Chinua Achebe

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    ‘que Arlene y él tuviranen comin, mis queel hospital mismo, su complcjdad y su extraieaa para, yel humor negro de set arrolldo en el ascensor por la silla de rucdas y el gordo que la empujaba, sHa podido matarnos a todos aplastados. Una chica levaba una bandejaHlena de tazas de café y ha tenido ‘que subira al cechos.Imité la pose heroca, tipo estarua de la Libertad, y bajé el brazo avergonzado por la mirada Furosa y borillante que le ditigia sin parpadear Adene, con un ojo me- dio cerrado. Los muertos nos odian, y nosotros odiamos alos ruertos. lide de miedo, temiendo quel temible Pernfne me ‘nvr del Hades la cabeza de Gorgona, ee borrrfabuloso. De pic, sntié que un elemento liquido de otro mundo salia de él rpidamente, enftiando la piel de sus piernas. «Bueno, yo me voy a fener que pitas, como dicen ahoras, Se preguntd si ella ‘recordaria que le habia ofdo decir lo mistno hacia tempo, co dbl sarcasmo, e intentaria soneels. dene le mind fjamente sin sonris. «Nada ds frenazosy aceleroness, Prometis, men- sdaumente, ir otra vex y, como heroes antes que dl huy6, Taduccin de Mara Lisa Balserio Fernnder-Campoamor Nene De azean Chinua Achebe Not fro expres que amiss outro durante el breve < impulivo momento dee extra aco ylacomprend No ‘mercer al simblismo que supestamenteacompanaba asa ‘xpresin, eo pra mer muy spefiah nc ingenue No; me refer mis bien ala intens severidad dew rs. faa noduré mis que n par de egundos apenas cl empo que le tom meer la mano aa acaer, coger un pat dete ‘Tones aventalsporla ventana; pro al hacerlo wu cuadrada rmandibula parca mement compacta, ago se dlera nla suave nfs de una vaa soni ~ ero por qo hice x? preg uno delos hombres «quectaban ena habia, o quis pregunarn lo dos, pues trabos estan sorprenidon completamente iia — Lobe para demon aniear que ahora yo soy mis poeroro qu ll hice para demontrare que finaiments ha Hegde dn en que punto tera ose me ante, hava desperdcal. os dos ricron a carcajadas. Cletus 6 también peo con smoderacién, yo apenas sore, “Si que eres gracino, Cletus —ijo Umers mientras su Jnmenso cuerpo se sacudia por la rsa y sus ojos brilaban, En poco tiempo estaba lito el é que nos habia preparado ‘Cletus, lo tomamos junto con trozos de pan que tenian una igrusa capa de margarina — ila pucs!—dijo enconces el amigo de Umeracuyo nom bre no recuerdo —. Muerael ania, que mera dun balazo cen la cabeza! —V un dia deéstos leva a tocar también ala mancequilla —ijo Umera—, Ustedes diseulparén mi mala educacién.. Habia surergido una tebanada del pan en el ty se a ha- bia Mevado chorteand a su inmensa boca mientras echaba la cabea hacia ards, —Es que asi es como aprendi a comer pan —consiguié decir con la boca lena y pastosa por el pan remojado. LLuego tomé otro pedazo (eta vee uno pequfi) y lo aventd porla ventana, —Vea buscara tu amiga anicar —sentencié— y que mue- ran los dos de un balszo en la cabeza. —Ast sea —Cuéntales de mis historias con el aicat, Mike, anda cuéneales —me pidié Cletus ‘Yo expliqué que no habfa nada que conear més que que mi amigo Cletus tenia lo que fos inglessllamaban sun dulees, claro que los inglses, que eran un pueblo uy mode- ‘ado, no tenfan una expresin para designat a alguien como ‘Cletus queen realidad tenia coda la dentadura, con sus treinea y dos dienes, de dulce, Era un gastado chiste mo, pero como Umera y su ami 9 no lo habian ofdo, lo recibieron a carcajadas. Asi estaba bien, porque en realidad yo no queria relatar ninguna de las anécdotas que Cletus me pedi, Afortunadamente, Umera Ysu amigo también estaban ansiosos por contar sus propias néedoras de carencias: para entonces la mayorfa nos com portébamos como un montén de sefioras hipocondlacas que se pelaban por contar los detalles mis extravagantes de sus enfermedades raras y muy personales, A mi, no obs. tante, todo esto me parecia doloroso ¢ insoportablemente Aramitic, Nunca tuve yo la capacidad que tienen algunos (como (Cletus) de sacarle siempre lo gracioso a las cosas, Me consta ue el dolor a mi se me queda mucho més tiempo que a é, incluso cuando se trata —cosa extrsia— de su dolory no del ‘mio, A mf nunca se me hubiers acuride hacer una celebracién tan sélo presenciarla me hacia sentir incSmodo: era como si un hombre te ivitara lun erago porque leyé en el periddico que el tipo que le habia robado a su esposa acababa de morit; ese trago a mi se me habria quedado en la garganta porque séla sentira enojo y stima por el hombre que queria celebrary por el contratto, admirariaal oro, al conquistador que seguramente con buenas sazones habia conseguido que le pusieran el cuerno. Lo que ocurre esque para Cletus el artcar no esd azar «3 lo mejor de a vida y lo nico que la hace soportable. Du. ‘ante los tikimos dieciocho meses de la guerra y yo visimos yy tabajamos en el mismo lugar asi que me toed presenctar ws Aagonias por la excasex de anicaty los muchos y huillates fracasos de sus intents por conseguirla. Nunca pude compren- dr det todo su adiccién y ampoco me nacia el sentimiento de «compadecerlo por ella. Yo, por ejemplo, no me qucjaba de que ‘no hubiera ni desayuno ni cena con tal de que no me faltara, por la tarde, mi racién de pan, pero Cletus, entre mas dias de ‘scase pasaban, mis obsesivo se volvia por su téy su azicar cra un cao grave de apetito que crece a partir de lo que no se hha comido y no se puede conseguir. Ni siquiera me interes inca enterarme de cémo habla adquirido ese habito extra jero de siempre tomar té con azica, quizés todo empexb con ‘una célula cancerigena incubada durante los soltarion dias y noches invernales que pasé en el barrio negro de Ladbroke Grove, en Londres (tras personas que gustaban de tomar téo café ya habian aprendido (en el caso de que pudieran conseguiel) lo eche, es decir negro y amargo. Lego, legs un genio andnimo que les hizo la carga menos pesada pues desc brid queincluso el café mis amargo sabia bien ss acompaniaba «on un pedazo de coco; asi fue como se populatizs un nuevo y sustancioso petit dijewne. Pero Cleus paecia estar condenado: ‘queria el ingredient original o nada, ;Colmaba mi paciencia? Si, a menudo; pero en otras ocasiones, cuando me halaba nds compasivo o pensativ, sent kstima por él, no rai porque a final de cuentas cera esta adiccién al anicar acaso ‘ns iracional que cualquier otra de las muchas adicciones de Ciertamente no, Ademis, éta no representaba un para nadie, cosa que no podrta decrse de las os. Un dia Cletus volvié a casa muy animado: alguien acababa ‘de regresar del exttanjro y porte libra le habia vendo dos docenas de pastas de un edulcorance artificial. Fue ditecto ala ‘cocina y puso agua a hervt. Después, del lugar ms recéndico y @condido de su bolsasacé un viejo paquete de aluminio ‘que conteniacaféinstantineo (pata ese entoncesyase le habia acabado el: el café estaba completamente pettifcado. Ya veris que estd bueno —me asegurd una y otta vee uunque yo no Ie habia preguntado nada—, sso la humedad; tiene todavia un excelente aroma Oates el paquete y luego separé dos pequetios rozos como piedsitas con los que preparé wn par de tzas de cae. Lucgo se acomods en su sill: su rosto patecia cantar de felicidad. Yo apenas pude soportar el sabor del anicar artificial, cada sotbo de café me pareca teriblemente empalagoso y hacia que se me acumularan enormes cantidades de saliva en la boca. Estuvimos un breve momento en silencio mientras probibamos el café. Luego Cletus se levanté abruptamente y silié correndo deta casa: vomité en la parte de afuera con cexacetbados paroxiimos. Yo ya no hice ningin esfuerzo por terminarme lo que quedaba en la tra (Cuando Cletus ent le dije que sent contest nada, fue directo asu habitacin, agua y volvé a salir para enjuagare la boca. Después de unas ‘cuaniasgrgaras, veri el resto del agua entre sus manos y se ‘enjuagé la cara. Volviéa entrar y de nuevole dije que lo senta, ‘sca ver apenas asintié con la cabeza. Al poco rato se acercd donde yo estaba sentado. —[Te interesan? —me pregunté mientras mostraba ls pauillascon una cara de asco que no podiareprimit. TEs extrafo cimo un ataque de wimita puede afectar de tal ‘manera aun hombre —No, realmente no, pero consérvalas. Seguro que no te resulta diffi encontra a un amigo que ls quira. ‘© no me escuché o sencillamente ya no podia soportar teneras un segundo mis salié por tercra verde a asa y las aro en el mismo montén de hierba donde habia vomitado Se habia ilusionado a tal grado on el dichoso susttuto de anicar que ajoracayé completamente en la desesperaciin y liege al borde de una crisis nerviosa. Durante dos dias no se pparé dela cama, ni asistié a su trabajo en a Directiva; rampoco fue a ver as novia, Mercy, como hacia todas las trdes. Al tercer dia yo perdi la pacienciay le hablé duramente le hhabé de la guerra, de la lucha por sobrevivie; al hacerlo eché mano de la retsrica que él mismo utilizaba en sus discursos de radio por los que se habia vucto ya famoso, — Alaa con uel Alenocon x spervivena me grit ‘A poco tiempo mejoré ¢ incluso luego tala una cara de arrepentimiento apropiada para ls ocasin. Fue entonces que yo mismo cedi un poco y en secreto comencé a hacer indaga- clones sobre cémo consegutle aricat. lode su anicar. No Un amigo dea Deca me com de a religion, un tal pare Dohery qu vss que mes dehy er conolba as ers de ays humana de Cara po tod el deta, Ono aig eon uc cone toe Almndo, ne adits ued pie Dohert ape dcce ne hombre gents y bueno, pod anbie set nee cspcalmente dese quo haba skanad uns Pe te mmvaly lo babi herd cna aber micas g dearer cic ecmpeae ls yo decdinos ne cdo yd iene fuiosabuscaral adie Dory. Canndoloenontenee baruonblemen de bens onaemete pase dpe veins nochesen viscera ‘topuero darn avncea deren peers al Y ene connor bombareos lege scans bese ee Iman para dorir apenas npr de van Conn gee de sano ol pate dca crs alban pr sis ‘lars queso hac una semanas ots Después dees noche pode dormir se da suid - Lisa desu cas tei un lor penerantea pescado desi drando,acheen polo a oma de hucy See gs ts, unos, pueden hace quel ait ea aoe ‘cracks nespnbie Hlpadese ald lsoncce ee Pru en qa pla syaron evant desea {clos dos piers conerar len meio ace ‘om ungranrmoque eb sobre un ibe wool ‘lo habi un pequcto crc Nor pean eee «fl Conetanos qu sh sss de qu ncaa cae re tad menos qu la bodegs cena depron i ys humana yee ambiente imprepnadcon cl ee olde odes hse, eft esaraconpatadeeansne che Yo,pormipan onl quenoseratayontcone oe ss ——_- NNN cn la entrevista con el padre Doherty y lo atribuia a nuestas corteses muestras de admiacin por su valor y dedicaciéa al servicio de nuestro pucblo, pues aunque la habia descartado ‘con un gesto de l mano, las alabanzas juiciosas (a veces incluso la adulacin) todavia eran armas que podian volver vulnerables alos mismos santos. El padre se fue ala habitacién y egress con res taza azules de plistico descolorido que no inspitaban ninguna confianza y en ells vertié el caf al hacerlo uss st dedo mefique entree rrmo y as tazasy se disculpé porque st vcjotermo no funcionaba bien Cortésmente yo empecé a tomarme mi café pero vela de Feojo a Cleus, quien apenas toms un pequefio sorbo, como «de pajarito, y lo mantuvo en la boca sin pasirsel, —Y bien, :qué puedo hacer por ustedes? —pregunté de rnuevo el padre mientras trataba de ocultar un gran hostezo Yo hablé primero: sufia de slergia nasal y necesitaba unos antihistaminicos si esque le sobraban entre sus provisiones, —Por supuesto —contesté—. :Cmo no? Tengo exacta- mente lo que necesita. Fl padre Joseph sure de lo mismo ast ‘ue sempre tengo de reserva Volvié a retiarse para buscar la medicina, Yo lo ofa a lo jos: —Veamos,alergia nasa, alerpia nasal alerga nasal —decta ‘como quien busca un libro en una reps lena de volimencs—- iAqui esi! Pronto regresé con una botllita, Esti todo enalemiin —dijo, acereindose mucho la botlla 8 Tos ojos para leer a etiqueta—.;Sabe usted alemén? —No. —Yo tampoco, pero intente tomar una pastlla tres veces al diay veamos eémo se siente, Muchas gracias, padre. Siguiente! —anuncié en broma {La breve ausencia del padre le habla permitido a Cletus Hevarse todo el café de la taza a la boca y hiego, con wn rip «do movimiento, asomarse por a ventanita que tenia detrs y desecharlo. —Digame qué necesita, pero recuerde:sélo concedo un sdesco —dijoel padre Doherty en un cono ya decididamente alegre ~Pade —alijo Cletus de manera cas solemne— necesito tun poco de anicar Desde que legamos ahi yo me habla estado preocupande por «imo Cletus iba a presentarsusolicitud, qué tipo de palabras tsar, Ahora la habia hecho tan pura y tan sencilla que era ‘como una verdad desnuda proveniente del alma. Fsto suscits imi admiracién: yo no hubiera sida capaz de hacer algo as, Quad el padre Dsherty habia contribuido un poco, pues con su broma le habia prestadoa la ocasin una encillez mitogen Pero si tal habia sido el cas, ahora estaba listo para demolerla «on la rapider y minuciosidad con la que un nifo caprichoso tira. a patadas el casillo migico que construyé en la arena, El Padre tomé a Cletus del cuello como si quisiera ahorcarlo, —iMiserable! Miserable! —gritsy lo arasté hasta sacarlo dela casa Lucgo volvié para ise contra mi, pero yo ya habia encon- trado otra slida y me habia escabullido; entonces el padee ‘empené a desvatiar, a injure y a azotar las cosas como ua verdadero desquiciado, Clamé a Dios para que en el Dia del Juicio se resordara esta terrible vejacién perpetrada contra ‘LEspiri Santo, Antica Anica jzAvicat! —vociferaba con un ronco erevende, iPediananicar mientras miles de ciatuas inocentes de Dios ‘moriandiariamente por falta de un vaso de leche! Alterado to. dvi aor ns propia paras li cose delacsty te digs ac ono: Nobuo cto emedo:corinos ah "pid come pinoy. micas no abanoeetunbaan 2 west olds td su impreaines, Por inalienable deci nas eperando aque pa elgin coc que pies ramon fast Ama, No euros sure ysctbmoe eaminando ‘qlee lets de nuero por sor bj apabane Calor cone mor de qucen cages moreno cnpenia tn borbade. faa er una de las hitorias que Cletus queria que yo concara para clbrar nuestra renin de, Cm iba acon Yo no Ie considera un piso chusco ens bata victors sobre cl ania: era mis ben un gran dtr. habia michas ors hisora similares, pero la peor de todas exabs por vent. ca despus de meso encientacon el pare Daher la gente de Relaciones Eateries me opera a mse. ‘Runge se ata de una msn my humalde qu duraria sélo una semana y que me vara so I ila poreage de Sto Tom ceranaa la conta, yo taba encanta porgue dletodos modorslral exranjer rasalirlexranjro Dede ‘qe habia comenzado I guera nunca habia said de Bafa, ‘oua que automiticamente, «lor oor de los dems, te com ‘ets en tun hombre de poca imporanca y que, sobre roo. ‘igifcaba que nunca habs patcpado en la lra de tact del extranet paralon tos cos aruls qu hor shaban onvertdoen sta de distinc y de vida privigiads: bn dc bao, alls, naajas de rsa, te limo di antes de pat, mis amigo cercanosy los no tan ceeanos, los mers conocidosy hasta los completamente

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