Juan de Mata fue elegido por Dios para fundar la Orden de la Santísima Trinidad y comunicar un nuevo carisma, el carisma trinitario, a la Iglesia. Dios le dio una experiencia evangélica única para que transmitiera un ideal de servicio al Reino de Dios a una comunidad de discípulos. Juan de Mata encarnó ejemplarmente la vocación y el ideal de la Orden y es el modelo para vivir la experiencia trinitaria en la Iglesia, aunque ninguna encarnación agota por completo el ideal.
Original Description:
Juan de Mata, fundador de la Orden de la Santa Trinidad en el año 1198. Pequeña biografía de este santo dedicado a la redención de personas.
Juan de Mata fue elegido por Dios para fundar la Orden de la Santísima Trinidad y comunicar un nuevo carisma, el carisma trinitario, a la Iglesia. Dios le dio una experiencia evangélica única para que transmitiera un ideal de servicio al Reino de Dios a una comunidad de discípulos. Juan de Mata encarnó ejemplarmente la vocación y el ideal de la Orden y es el modelo para vivir la experiencia trinitaria en la Iglesia, aunque ninguna encarnación agota por completo el ideal.
Juan de Mata fue elegido por Dios para fundar la Orden de la Santísima Trinidad y comunicar un nuevo carisma, el carisma trinitario, a la Iglesia. Dios le dio una experiencia evangélica única para que transmitiera un ideal de servicio al Reino de Dios a una comunidad de discípulos. Juan de Mata encarnó ejemplarmente la vocación y el ideal de la Orden y es el modelo para vivir la experiencia trinitaria en la Iglesia, aunque ninguna encarnación agota por completo el ideal.
El santo fundador de la Orden de la Santsima Trinidad tiene una funcin nica
e insustituible en la vida de la Familia Trinitaria. El fue elegido por Dios para una misin concreta en la Iglesia: ser el instrumento del Espritu Santo para comunicar a la Iglesia un nuevo don, el del carisma trinitario, y abrir en el mapa eclesial un nuevo camino evanglico. Para ello Dios le hizo vivir una experiencia evanglico-eclesial peculiar y le infundi un ideal para que lo transmitiera a una comunidad de discpulos en la Iglesia. Un ideal al servicio del Reino. l ha sido, pues, llamado, consagrado por Dios para s y enviado como fundador. Luego Dios llamar a otros. Tambin ellos son llamados por Dios, uno a uno, y puestos cara a cara con el ideal-inspiracin de Juan de Mata. l es un modelo: su respuesta teologal es paradigmtica, su experiencia cristiana es, ejemplarmente, la experiencia trinitaria en la Iglesia. Sus actitudes evanglicas, su espritu, sus intenciones evanglicas y su ejemplo de santidad son referencia obligada para todo el que quiera llamarse y ser trinitario en la Iglesia. Pero no se es trinitario por va intelectual conceptual. Se es trinitario en la medida en que se vive esa experiencia del fundador Juan de Mata, creativamente, cuando se encarnen su espritu y sus actitudes teologales y morales en el nuevo contexto eclesial y social. Juan de Mata ha encarnado de modo ejemplar la vocacin y el ideal de la Orden. Pero el ideal de la Orden le transciende tambin a l. Ninguna encarnacin histrica, ni siquiera la encarnacin privilegiada en el fundador, agota el ideal de la Orden. Toda experiencia histrica cercena el ideal, porque tiene que contar con los lmites de la persona y con las mediaciones culturales histricas condicionantes. La inspiracin original, fundamental tiene posibilidades que ni siquiera el fundador conoce, y que se irn revelando en la historia. Dicho esto, hay que agregar que Juan de Mata es el padre de la Familia trinitaria. Su experiencia del Espritu nos constituye trinitarios en la Iglesia. Vivi una experiencia y un espritu para ser transmitidos vitalmente a sus hijos, a nosotros. Es tambin el modelo. Su espritu, sus gestos evanglicos, su respuesta teologal y moral marca una nueva pauta, un estilo. El nos muestra ejemplarmente el estilo trinitario en la Iglesia. Por ello su presencia en la Familia es perenne, es una presencia viva, activa, transmisora, incitante e intercesora. l tiene en la Familia una misin perdurable que cumplir. El deber de sus hijos no es copiar mecnicamente sus gestos, sino revivir dinmica y creadoramente su experiencia, su espritu y su temple evanglico en los nuevos contextos eclesiales y sociales de la historia. Ignacio Vizcargunaga Arriorta, osst En revista TRINITARIUM, 19