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éQUE ES UN TOMISTA? A las fiestas centenarias de la muerte de Santo Tomas se id oe Testauracién y un rejuvenecimiento del tomismo, que todos pci y aplaudimos, gracias al impulso gigantesco del gran Leon X oe nuiado por ss sucesores en el Trono Pontificio y secundado por cilidad y por los esfuerzos de los catdlicos de buena voluntad. a 2Sera estéril el centenario de su canonizacién? Si esto fuese ce deberia decirse que fa vida y la gloria hay que buscarlas en el sepule! ah : los de y no en dos altares. Deber es de los catolicos, singularmente de ndidad nuestra Espafia, hacer fecundo este centenario con una a mayor que la pasada, ya que, segiin dice hermosamente Leén > Bee los espafioles “qui memoriam adamant Doctoris Angelici ct in 4 A i tem Thomistica philosophandi ratio sectatores ingeniosos et doctos omr fore invenit” (1). Y como la fecundidad es un: vida no existe en abstracto, sino en algiin sujeto vivo, necesario es oes cluir que la fecunditad del tomismo debe brotar de la vida tomist perfecta existente en los tomistas perfectos. oo osen Por otra parte, el tomismo no es algo animal o vegetativo, sino es¢ . ; : : : ciente. cialmente intelectual: lo cual quiere decir que es reflexivo, consti intimo; que la vida intelectu ial es tanto mas perfecta cuanto mas int ¢ inmanente, y, por tanto, menos meadnica y rutinaria, Por donde, # medida que crece el conocimiento del verdadero espiritu tomista, - povesr tina conciencia plena de lo que es —segiin frase muy actial— fuerza sera que a a : ‘sta, has ‘mente también y se perfeccione la vida tomista, ta Megara sa consumada pilenitud. a propiedad de fa vida perfecta y 16 ae . iri en 10 No abrigamos la pretension de creer que el tomismo adquirié en (0 Epistola @ D. Ale THR, OP, S, Romae, 1914, andro Pidal » Mon, 12 de diciembre de 1884, apud Be Thomas Aquinas “Doctor Communis” Ecclesiae, t. 1, n. 275, P- 278 2QUE ES UN TOMISTA 165 otros plena conciencia de si mismo; por consiguiente, mal podremos revelarla a los demas: otros han intentado hacerlo (1), no sé si con bue- na o mala fortuna Nuestro propésito es mas modesto. Qué es un tomista? Porque cree mos muy a propésito para vivir una vida tomista perfecta el saber lo que es un tomista, para asi adquirir lo que nos falta y obrar en conso- nancia con el ser que tenemos, es decir, para tender, al menos, a ese ideal del tomista perfecto. Por tomésta (2) no entendemos wna palabra vacia, ni un hombre vestido de cierto color determinado, sea blanco, sea negro, ni mucho me- nos uno que foma de Santo Tomés Io que le viene en talante, segdin sus caprichos, sino mas bien aquel que participa o tiene o aspira a tener el espiritu de Santo Tomis de Aquino y que procura, cuanto esta de su parte, penetrarse mas de él y obrar en conformidad con él. Infigrese de aqui gue no es posible definir lo que es un tomista no en orden a Santo Tomas y que, por consiguiente, es preciso saber de antemano lo que es el espiritu ola forma, por decirlo asi, de Santo Tomas, para ver en seguida el modo de encarnarla en nosotros, de cul- tivarla y hacerla fructificar, y de evitar lo que a su desarrollo se oponga. Cuestién hermosa y de trascendencia suma, para la cual confesa- mos no tener vagar, ni competencia, ni siquiera espacio suficiente en um articulo de revista. Por eso no intentamos descubrir el Mediterraneo, ni nos dirigimos a los tomistas formados y de mayor edad, sino a los que estin en vias de formacién, para que se estimulen a formarse en el espiritu del Santo Doctor, segiin las orientaciones de la Igiesia. Di- Temos, pues, unas cuantas vulgaridades afiejas, que, por lo vulgares — aun por lo vetustas—, suelen olvidarse a veces, al menos practicamente, por muchos de los que se llaman —y quizi lo sean— tomistas perfec tos, es decir, hechos y derechos. Adviértase, sin embargo, que no ha- cemos pokémica, ni nos referimos a persona o corporacién alguna par- ticular. Quiera Dios que, si no por los aciertos, al menos por los desati- nos logremos despertar a los que desean ser tomistas, para que piensen un poco en lo que es wn tomista de espiritu. En todo caso, suplicamos a nuestros lectores no nos juzguen a priori, sino después de habernos lei- do de punta a cabo y con serenidad de espiritu. (x) Maccrovo, O. P., Le thomisme, apud. Revue Thomiste, janvier, 1921, pp. $-20- Ex, Gusox, Le thomisme. Introduction au systome de S. Thomas d'Aquin, Stras- bourg, 1920. (2) Sobre el origen historic de este nombre, cfr. Cano, Eure, S. J., Arnaldo- de Villanova ed i “Thomatiste”, apud Gregorianum, luglio, 1920, pp. 475-501. 166 P, RAMIREZ A s1N0? ES EL ESPERITU VERDADERO DE SANTO TOMAS DE AQUINO? Consultemos su vida y stis obras, y ellas nos lo diran, Santo Tomas €5 un espiritu obsesionado por el problema de Dios, al cual dedies o das las energias de su alma y todos los instantes de su vida. Ya desde nifio lo vemos meditabundo, preocupado por esta idea y preguntando a sus maestros de Monte Casino qué es Dios (1). Mas adelante le en contramos, unas veces absorto en si mismo y separado de los entidos, en profunda meditacién, de tal suerte que tenian que cuidar de él como una odriza de un nifio (2); y otras, Ie hallamos paseando con la cabeza levantada y los ojos elevados al Cielo, como queriendo penetrar en el seno de la divinidad (3). Pero, sobre todo, ‘oracién incesantes, e: Je buscaba con toda su alma por el estudio y por la 8 decir, por el entendimiento y por la voluntad. . ee Por el entendimiento, si, por aquel espiritu tan reo en dones matt tales y sobrenaturales, Desde muy joven, siendo discipulo del Beato Al berto Magno en Colonia, reveld sit talento profundo y original ya en disputas publicas, ya también en su reportata o notas de clase, que eran ; : jamente Nerdaderos tratados, no materialmente transcritos o fragmencariament comprendidos, como suele hacer el comin de los estudiantes, sino ¢a- Dorados por su propio Pensamiento y perfilados y redactados de un ae personal. Afortunad: ‘ervamos algunos tratados y hasta al- lamente cons a Bunos autografos de esos afios juveniles (q). Ta inteligencia de aque (2) Goneuwvs pe Boutanpiaxos, deta San: (2) “Circa quem opor Tuco, 0. P., Vita S, ictorum Marti, saere nutricis officium, propter abstractione’: i is aptum, ut sic abstractum ab est ecetariis corporis alimentis et praeparare ate (cg, 1, his duae nocerent, error ‘contingeret, si abstrsetes eomtit {G. BF Taoco, loc. cit, cap. to, n. 64m bya eo ay a i pus corporis dicti Fr. Thomae erat incedere sols res amuenter vidi eum sie slum incedentem Pet rele, (Testimonio de Baxrorous pe Carva en a Fires Thogmnonitacién de Santo Tomas, aved Bollandianos, ioe. cit., Processus vita S. Thomae Ai , B. 81, p. 713, col. 2, al final), ‘to (3) | Sobre el curso i ato Alberto Magno a la Etica de Aristételes, reco se el estudio reciente de A. Petzen en la Revue dt sy eolastioue, aoit 1923, pp. aa3a6t7 novembre neen, op 4705 be si T pseudo Dionisio Areopagita se conserva en It Blioteca piblica de Napoles. . in sumendis erraret™ (3) “Una de poti Per claustrum capite levato, et ipse ter claustrum dieti B. Dominici” de Ni cové es UN ToMmsTa? 167 estudiante genial no era meramente pasiva, sino profundamente sensible y reactiva a los estimulos de sus profesores. Aquella taciturnidad y como abobamiento aparente, que tanto chocaban y hacian reir a sus condis- cipulos del Rhin, eran mis bien indicio de una fermentacién mental estupenda, a la que sometia todas las explicaciones de sus profesores y todas sus propias lecturas; porque no hubo libro caido en sus manos que pudiese ocultarle sus secretos (1), Permitasenos transcribir Ins propias palabr: de sus bidgrafos, por que aqui aparece ya la pujanza y la orientacién de su genio. “Coepit miro modo taciturnus esse silentio, in studio assiduus, in oratione devo- tus, interius colligens in memoria quod postmodum effunderet in do- etrina. Qui, cum, sub velamine mirae simplicitatis, taciturnus abscon- cret quidqitid a Magisivo addisceret et quod Deus ei miseranter infun- dere, coepertint eum fratres vocare Bovem mutum, ignorantes de eo futurum in doctrina Magistrum... Cumque sic taciturnus proficeret, cu- jus profectum opinio humana nesciret, coepit Magister Albertus librum de Divinis nominibus B. Dionysii legere, et praedictus juvenis Jectio- nem attentius audire. Cui, cum quidam studens, ignorans quanta virtus intelligentiae in ipso lateret, ex compassione ad repetendam ei lectionem se voluisset conjungere, ipse, ut humilimus, grates referens, acceptavit : qui studens, cum coepisset repetere, et tamen deficeret, praedictus Tho- mas, quasi jam a Deo accepta licentia, lectionem distinct repetiit, et snulla, quae Magister non dixcrat, repetendo supplevit: de quo studen: admirans rogavit ut deinceps Frater Thomas lectiones repeteret, et sihi in hoe pro gratia mutuae vicissitudinis responderet. Quod, cum humili- ter promisset, rogavit ne aliis revelaret, ut ipse adhuc absconditus in sua simplicitate maneret. Qui, cum hoc promitteret, graviter tamen se arguens si taceret, indicavit Magistro studentium inventam in di vene sapientiae inopinatae th nis se ingerens, ejus suff 0 ju saurum; qui, cum occulte loco repetitio- tiam, plus quam a studente audiverat, per- cepisset, Magistro Alberto profectum studuit indicare discipuli, pro con- solatione Magistri, Contigit etiam illis diebus dictum Magistram di- sputare difficilem quaestionem, quam, cum irater Thomas recollectam scripsisset in schedula, et quidam siudens casu ipsam ante ejus cellam inventam cum gaudio Magistro ostendisset, legens ipsam Magister. et fur~ tum studiosi admirans discipuli, advertit in ipso tam diutinum silentium cum tanta simplicitate et puritate conversationis et vitae, alicujus ma- Bnae et occultae gratiae non carere privilegio. Unde mandavit Magistro studentium, ut quaestionem satis diffi (2) *Numquam libram legerat quem divino adjutus spisits non intelligeret, et ed Profundum libri mysterium non venivet” (G. ve Tutoco, Vita S. Thomae, cap. 7. 5. 4° loc. cit, p, 672, col. 1), ‘lem ei committeret de qua in 168 P. RAMIREZ crastino responderet, quam, cum ex humilitate nolict recipers, ex neces sitate obedientiae paruit. Unde ad consuerum locum orationis se com ferens, et ad primum actum inchoandam scholasticum Deo humiliter se commendans, ad respondendum de quaestione, prout divin adjutus au- xilio potuit, in Kd 178 P, RAMIREZ ciones a fray Juan para aprovechar en el estudio y que todos conocemos, se retraté a si mismo; el mejor comentario a esa epistola es 1a misma vida del que la escribié, El mismo sintetizé todo el secreto de su grandeza en estas frases lapidarias: “Quod psallendi officio subtrahitur scribendi stu- dio compensetur (1).” nos es licito expresarnos asi, Santo Tomas es un caso tipico y com creto de la unién y de la armonia entre la razén y la fe, entre la santidad y la ciencia, entre a Filosofia y la Teologia; 4 mismo es la encornacién ‘nata de su propio sistema, y por eso el primer tomista y el tipo del tomismo puro ¢ integro es cl mismo Santo Tomds en persona. * ee Sinteticemos esta exposicién, ya demasiado larga, en los siguientes puntos: 1° Santo Tomas es un espiritu enamorado de la verdad en todas sus smanifestacioucs: en primer lugar, de la Verdad subsistente y personal, que es el Verbo de Dios, y después, de toda verdad derivada de ese Verbo, ya como impresin directa en la revelacién cristiana, ya como destello et las obras de la creacién y en los filésofos, que son sus lectores ¢ intér pretes. 2° De ese amor intenso a la verdad nace su laboriosidad inmensa, que le hace buscarla por todos los medios posibles, sin descanso ni reposo; & decir, por los sentidos y por la razén, por la lectura y por Ia meditacion, por el estudio y por Ia oracién ; en una palabra: bitscala con toda st alm. con todas sus potencias y con todas sts fuerzas, Por eso, ctrando el 6 dé diciembre de 1273 dejé de escribir y retird sus instrumentos de es¢t ra, quedando como fuera de si, arrebatado en Dios, creyé fray Regina do que se habia vuelto loco de tanto trabajar (2). 3° De ese mismo amor se desprende su amplitud de criterio y su re peto y tolerancia para con todos los pensadores; porque en todos ellos T= verbera de algun modo la Verdad eterna, que illaninat omnem hom nem venieniem in hunc mundi; mas precisamente porque busca. ¢* primer lugar y sobre todo, la Verdad subsistente y personal, no la pierdé nunca de vista, sino que tiende siempre a ver todas las verdades derivadas en esa Verdad tinica, que es por quien todo ser y toda verdad se ha hech®» ¥ por eso aspira como a su desideratum a SORPRENDER BI. PLAN MISMO DIV VINO POR EL CUAL TODO HA STDO CREADO, TANTO EN EL. ORDEN DE LA NATO RALEZA COMO EN EL DE LA GRACIA. El mismo expresé magnificamente 10 (i) S. be THomas, opuse. De Substantiis scparatis, prélogo, edit. de Maria, th p22 (2) Processus de Vita S. Thomae, cap. 9, 0. 79, p. 712, col. 2 in fine. “Frater R3¥ naldus timens, ne propter nimium studium aliquam incurvisset amentiam...” igus ES UN TOMISTA 179 que acabamos de decir en aquella oracién que solia repetir al comenzar cualquier acto literario y al ponerse a estudiar: “Creator ineffubilis, qui de thesauris sapicntiae tuae tres Angelorum hierarchias designasti et eas super coelum empyreum iro ordine collocasti, atque universi partes ele- gantissime disposuisti; tu, inquam, qui verus fons luminis et sapientiae diceris ac supereminens principium, infundere dignenis super intellectus mei tenebras ‘uae radium claritatis, duplicis in quibus natus sum @ me removens tenebras, peccatum scilicet et ignorantiam, Tu, qui linguas infan- tium facis dissertas, linguam meam erudias atque in labiis meis gratiam tuae benedictionis infunde. Da mihi intelligendi acumen, retinendi capac tatem, addiscendi modum et facultatem, interpretandi subtilitatem, lo- quendi gratiam copiosam; ingresum intruas, progressum dirigas, egres- sum compleas; Tu, gui es verus Deus et honio, qui vivis et regnas in saecu- Ja saeculorum, Amen (1).” Es el espiritu de Santo Tomas como un espejo inmenso, con dos caras siempre abiertas —dispénsenme los sabios 1o vulgar de la comparacion en gracia de la claridad—: la una hacia arriba, para recibir los rayos direc tos de la Verdad Eterna, y Ia otra hacia abajo, es decir, hacia las criatu- ras, pensantes y no pensantes, para recoger en si todos los destellos de verdad procedentes de las irradiaciones indirectas u oblicuas del Verbo de Dios; y asi, recogidas en un haz comin con Ja luz directamente recibida, proyectarlas de nuevo sobre su inteligencia y su corazén, que se funden en cierto modo con el mismo Verbo de Dios, spirans morem, como una luz con otra luz y un amor con otro amor; y como sti alma es pura y trans- patente, a su través todos pueden ver de algiin modo los secretos del Verbo, En Santo Tomas no hay dualidad de vidas irreductibles, la una espe- calativa y Ia otra afectiva, sino que las dos, elevadas a una perfeccién so- brehumana, se funden y se completan mutuamente, resultando una sola Vida integral perfectisima, tal como la describe hermosamente Clemente VI Por estas palabras: “‘Sicut patet ejus vitam intuenti, quasi omnia membra Sua erant quacdum exempla virtutis. Unde legebatur in ejus visu simplicit in ejus vultu benignitas, in ejus auditu humilitas, in ejus gustu sobrietas, in ‘jus lingua veritas, in ejus odoratu suavitas, in ejus tactu integritas, in €jus visceribus pietas, in ejus incessu gravitas, in ejus gestu honestas, in ejus intellectu claritas, in ejus affect bonitas, in ejus mente sanctites, pei corde caritas; sed in eo species corporis simulacrum fuit menti. que probitatis (2).”” 4° Siguese de ahi que el espiritu de Santo Tomis es un espiritu uni —_ (2 Amd Monita ct preces, fos. city np. 6-6". Apud Bertitter, op. cit. pp. §7-58. a q : | } i { | 1 t i | t 180, P. RAMIREZ wersalista magnénimo (1), no pequefio ni singularista; pero, al mismo tiempo y sobre todo, es un espirits eminentemente sintético y profundo, Penetrante hasta las tiltimas raices de las cosas, como el Verbo mismo que crea el ser y ve todas las cosas en ef Ser subsistente, fuente de todo ser. 5° Enuna palabra: la obsesién del espiritu de Santo Tomas es el Ver- “Bene scripsisti de me, Thoma. bo de Dios, de quien tuvo la suerte de ofr Quam ergo mercedem accipies?” Santo Tomas no vacila en responder, por- que tenia hecha la eleccién desde muy nifio: “Non aliam, nisi Te, Domi ne!” (2), Del Verbo sacaba todo su saber como de su primera fuente, ¥ so- bre cl Verbo funds toda su ciencia como sobre su primer principio ; por eso su doctrina es eterna como el Verbo, ¢ inconmovible y verdadera como El. Nada extrafio, por consiguiente, que sus bidgrafos le ilamasen el drgano del Verbo (3) y que la Iglesia le honre con el titulo de Doctor Veritatis. Y se comprende perfectamente cémo Urbano V pudo decir con verdad estas Palabras estupendas: “Non timeo haereses, nec carum pullulationes, isto Ordine (Praedicatorum) perdurante (4). La razén es, porque la Orden de Predicadores durara tanto como Santo Tomuis, de cuya doctrina no s¢ ha separado jamas ni un apice, segtin frase reciente de Benedicto XV: “Hic ordini laudi dandum est, non tam quod Angelicum Doctorem aluerit, quam quod NUNQUAM POSTEA, NE LATUM QUIDEM UNGUEM, AB EJUS DISCIPLI- Na DIScESseRrT (5).” 8! 2OUAL DERE SER EL “EspinrTu” DE UN VERDADERO TOMISTA? Visto el espiritu de Santo Tomis en que es un tomista. Sera, pues, un tomis entero el espiritu de SantoTomds, to entiende ta Iglesia, Puas bien, la Iglesia, por boca de sus Pontifices, quiere que sigamos la doctrina y el método de Santo Tomés como verdaderos y catélicos, y que Prosuremos con todas nuestras fuerzas ampliarlos y propagarlos. “Tenore Pracsentium vobis injungimus, ut dicti B. Thomae doctrinam TANQUAM si mismo, no sera dificil saber lo ta el que tiene o aspira a tener por no de un modo cualquiera, sino tal como () G. ve Tuoco hace resaltar la m: al tratar de su profunda humildad, to cual dadero: “quasi vere humilis, qui sur ments, 1, Yetbo tranquillus..." (Vita..., eap. s,m. 27, p. 668, col. 2), (2) G. pe Tuoco, Vita..., cap. 6, 'n. 35, pe 671, col, t (3! G. be THoco, toe. eit G) Ravaexpus Hvcoxts, MANDEANDS, hid. iagnanimidad de Santo Toms, precisamente I encierra un sentido muy hondo y muy ver contemptum magnanimus contemncbat. quiets Historia translationis S. Thomae Aquinatis, apud Bot- + €@D. 2, P. 729, col. +t stols al General de 1a Orden de Predicadores, a9 de octubre de 1916 (4c18 Abos:. Scdis, 1916, p. (397. - 2QUE ES UN TOMISTA? 181 VERIDICAM ET CATHOLICAM SECTE! AMPLIARE (1).”” Pero no es posible ampliar esa doctrina sin entenderla profundamente, segin su propio espiritu, para lo cual es preciso poser el espiritt: del Santo Doctor ; por la razén sencilla de que uno mismo debe ser el espiritu del texto y el del comentario. Ese espiritu, segiin lo que dejamos dicho anteriormente, es espiritu de amplitud y de sintesis, de universalidad y de orden, de multi- plicidad y de unidad. Por eso el camino mas breve y mas seguro para enten- der formalmente la doctrina del Angélico es penetrar su orden y contextura, conforme ensefié ya Juan de Santo Tomis, por todos reconocido como uno de los mejores tomistas, en estos términos: “Grande hoc ministerium ster- nendi per ordinem lapides istos coelestis sapientiae, etsi per multos Sancto- rum Patrum ac Doctorum Ecetesiae labores procuratum sit, felix tamen illus consummatio Divo Thomae Aquinati inter omnes divina Providentia Teservata est; ipse enim in hac Theologiae Summa ita universam theolo- giam, non sine infusione coelesti, in ordinem redegit, ita admirabili disposi- tione stravit lapides istos desiderabilis, ut nifil sapientits, nihil congruen- tius, nihil ordinatius potuerit excogitari... Quare principalior et ef ficacior via ad indagandam percipiendamque Angelici Doctoris mentem in tam ad- mirabili Theologiae acdificio est illa, si prius attente disquiramus ordinem quem in tractanda et disponenda ista Summa observavit ab una quaestio- ne ad aliam ct ab una materia ad aliam quasi aureis quibusdam nexibus discurrens. Nec enim Sapientis aut Doctoris nomen jure meretur qui scien- tae, quam: addiscit, ordinem ignorat (2).”” MINI, Camque STUDEATIS TOTIS VIRIRUS * ee La amplitud del espiritu tomista exige que el tomista lo estudie todo, a ser posible, en sus propias fuentes, a imitacién del Santo Doctor. Debe, Pues conocer a fondo la Sagrada Escritura y estar enterado de los ade- lantos exegéticos de los iltimos tiempos; debe dominar los Padres todos dela Iglesia, en su aspecto doctrinal y critico, no con la superficialidad de un simple historiador, sino con la profundidad de un tedlogo; debe estar fa- miliarizado con todos los tedlogos antiguos y modernos, hostiles a Santo Tomas y defensores de él; debe poseer muy bien ta Filosofia antigua y Ia de su tiempo, la sana y falsa, para aprovecharse de aquélla e impugnar a ésta y saber deslindar con verdad y con acierto los limites de la fe y de —_ (2) Uneaso V, Bula @ te Universidad de Tolosa, 31 de agosto de 1368, apud Bea: THIER, op. et loc. cit., p. 64. Sun, [£97006 ad D. Thomac Theologiam: explicatio connexionis et ordinis totius Par a Theologicae D. Thomac per ones materias, en su Cursus Theologicus. t. ly 5, edit Spica, Lusduni 1663. El mismo Santo Doctor traz6 su programa cientifico al prin ie la Summa Contra Gentiles. Cft. Summ. C. Gent., libr. T, cap. 1. WAN APRA ALIN SAIN LIN TINS TIRE TROVE EE TE 2 O82 S 182 P, RAMIREZ 4a razénj en suma, debe trabajar por dominarlo todo desde el Verbo de Dios, como Santo Tomas domind toda la ciencia de su tiempo y la hizo servir a Dios. Claro esti —y esto no necesita decirse— que el tomista debe empezar por estar familiarizado con todas las obras del Santo Doctor, no estudién- dolas como a ratos perdidos y consultindolas anicamente en casos de aprie- to, sino de una manera constante, per se. Por ahi debe comenzar ;qute esto le ahorrara mucho tiempo y le hard progresar mas; pues, segiin una frase cé- lebre de Juan XXII, en las obras de Santo Tomis “plus proficit homo uno anno quam in aliorum doctrina toto tempore vitae suae” (1). ; Pero no basta encastillarse en Santo Tomas sdlo y renegar como sis- tematicamente de todos los demvis. No nacié el Angélico por generacion es- pontanea, sino que fué incubado ya desde lo’ tiempos antiguos, especialmen- te por San Agustin y por Aristételes, en cuanto a su forma sistemética; pero de todos depende, aun de sus mismos contempordneos ; por eso es im- posible conocer a Santo Tomas en si mismo, ignorando la tradi fica y teologica desde los primeros tiempos. No construy6 él su grandiosa sintesis teniendo presente todo el pensamiento humano? (2). Los sillares de esa gran fabrica han sido recogidos y pulimentados en gran parte por la humanidad entera, si bien el arquitecto fué Santo Tomas de Aquino. No necesita uno haber meditado mucho sobre las obras del Santo Doctor para notar en seguida la dificultad de entender muchas cuestio- nes y el peligro a que se expone de entenderlas al revés, si no conoce, por ejemplo, las teorias de San Agustin o de Aristételes y las doctrinas de Avicena y de Averroes, por no hablar mas que de los mas famosos. ¥ como Santo Tomas es tan impersonal, por ser tan universal, zquién no ha experimentado resolverse infinidad de dificultades en su inter- Pretacién, apelando a otros autores contemporneos mas personales, como el Beato Alberto Magno, San Buenaventura y el Beato Inocencio V (Pedro de Tarantasia) ? Que no es un tomista verdadero el que se contenta con mi tar la Tabula aurea de Pedro de Bérgamo, y después transcribir de libro in quinternium los lugares paralelos de Santo Tomis alli anotados yuxtaponiéndolos entre si, y clamar, finalmente, a grandes voces contra todo lo que alli no se contiene manifiestamente 0 contra el que tuvo la audacia de afianit una jota a la letra det Santo? Ese tal sera un loco 0 un fanitico, pero no un tomista. El tomismo no vive en el papel, sino en las inteligencias; y en las in teligencias vive como alimento que debe asimilarse y como germen que (0. Paras dichas on ‘ion de Santo Tomas apd a thomiste. Premiere partes Consistorio, al tratar de instruir el proceso de Canoniza- G pe Tuoco, Vita..., cap. 13, n. 81, p. 682, col. t- ide verse el hermoso libro del padre Pécurs, 0. P.. Initiation Ce quia préparé saint Thomas, Paris, Téqui, r92t. 1 2ouE ES UN TOMISTA? 183 debe desarrollarse y fructificar. zNo hemos visto que el espiritu del Santo Doctor era esencialmente asimilador y eminentemente transfor- mador y creador? ; Hay qtie ver lo grandes que aparecen San Agustin y Aristételes vistos por los anteojos de Santo Tomés!... (El tomista no debe transcribir sino ampliar a Santo Tomis, depurando y completan- do sus fuentes, tanteando y consolidando sus principios, asimilando y aumentando sus doctrinas con Ios nuevos elementos asimilables apor- tades por sus suicesores hasta nuestros dias: y, una vez hecho todo esto, aplicar el tomismo a los problemas de hoy, con seguridad de éxito. El tomista no debe contentarse con Santo Toms solo, ni tampoco con San- to Tomas y sus antecesores y contemporaneos juntos, ni mucho menos debe satisfacerse con encomendarse a tn tomista de mis 0 menos nombradia, sino que debe leer y meditar a los tomistas rigidos y laxos y a los ted- logos y fildsofos de otras escuelas. Todos ilustran, todos ayudan, por- que en todos hay fragments de verdad. Hay quienes se echan esta cuenta: Juan de Santo Tomis, los Sal- manticenses, Gonet, por ejemplo, eran hombres de grandisimo talento y dedicaron su vida entera al estudio de Santo Tomas, aprovech’ndose al mismo tiempo de las Iucttbraciones de los tomistas anteriores. Luego puedo fiarme completamente de uno de ellos, y, sin mas, resultar como Por ensalmo an tomista de raza, armado a diestra y a siniestra, y ca- paz de luchar y vencer contra todo el que se presente. Que me dispensen esos sefiores; pues creo que estin muy lejos de ser tomistas verdaderos. Estos tedlogos, ¥ otros muchos que pudieran sitarse quiza con mayor justicia, eran, sin duda, sabios y pensadores nunca bastantemente ponderados, y hay que reconocer que ahondaron profundamente en Santo Toms, a quien amaban con toda su alma. Pe- to esto no basta para fiarse de cllos a ojos cerrados; porque hace falta ver si, en Juan de Santo Tomds, por ejemplo, es todo de Santo Tomds © hay algo también de Juan, que no sea del Santo Doctor, sino mis bien Polvo levantado por Jos luchadores de otros campos y contraido en los caminos de su época. Y lo mismo debe decirse de los Salmanticenses, de Gonet y de cualquier otro. Por lo demas, eso de que se aprovecharon de las especulaciones de los tomistas anteriores. no admite la menor duda; asi, por no citar més que a Gonet, es sabido que se aprovechd de los manuscritos de Godoy, y que cuando le falté Godoy en el tratado de Sacramentos, sacd gran provecho de los escritos de Juan Martinez de Prado, a quien sigue paso a paso hasta en las citas, como puede com- Probarlo quien tenga el gusto de hojearlos sinmultineamente. gttos hay que se echan una cuenta parecida respecio de Suarez, de Tolima, de Vazquez o de Lugo. Creen que con citar tunas euantas veces Santo Tomas, quiza por las referencias a que remiten aquellos tedlo- < { q ; EA 184, P. RAMiRI gos, son ya tan tomistas como el mismisimo Santo Tomis, cuando en realidad son suarezianos, molinistas o Iugonianos, y a veces ni siquie- Ta €50, porque aquellos sapientisimos varones leian y estudiaban a otros que se Ilamaban tomistas, mientras que éstos no tienen a bien hacer ese sacrificio. «A unos y a otros les pregunto: Si Santo Tomas en persona viviese hoy, cleeria y estudiaria a Bafiez, a Soto, a Nazario y a otros mil l- mados tomistas, no solamente por Io que son en si, sino también —y Principalmente— cuando se tratase de impugnarlos? Item: :Leeria @ Escoto, a Suérez, a Vazquez, a Molina y a otros innumerables, que 10 se llaman tomistas, pero que pretenden serlo, al menos @ posteriori, es de- cit, post factum praccepti ecclesiastici de sequenda S, Thomae doctrina, ¥a por lo queen si valen, ya también por lo que impugnan o para impug- narlos? La respuesta no me parece dudosa. Negarlo seria echar abajo Ja amplitud de espiritu que hemos visto en Santo Tomas, y hasta st amor sincero a la verdad, sin miramientos de personas ni de escuelas, El tomista de verdad debe estudiarios & todos en sus fuentes y ao hablar nunca Por boca de ganso, como vulgarmente se dice; porque se trata de cosas ®, que son la verdad y la caridad, y hasta la jus Hace falta, pues, que el tomista verdadero amplie con todas sus fuer |. 4s ==s=séseieEe Por intususcepcién, no heterogéneo ni por yuxtaposicign. Por eso necesario digerir todo lo que viene de afuera, no con medicinas y af tificialmente, sino con los Jugos segregados del propio tomismo, qué son de suyo ‘bastante poderosos para hacer fermentar y producir la digestion de cualquier alimento, por fuerte que sea, continuaban trabajando en él; y crecio ta mies (1) Tractatus . : Huet ad serait de ebbrobatione et auctortate doctrinae D. Thomas, disp. 2, at Ticas.“Quomodo gat ad bemade —tice un poco antes inter discipulosejus (S. Thomae) numerari pow habiisse demonsirers™” “ume Sefecisce S. Dectorem, aut indefensobilem dacirinem LN ' | 4QUE ES UN TomIsTA? 187 y Ilegé a sazén, y los tomistas clasicos la segaron y recogieron con gran- des calores y sacrificios en batallas seculares, portantes pondus diei et ~westus. {Es justo que dejemos pudrirse esa preciosa mies, por ia senci- lla razén de que no esta del todo limpia? zNo es mas breve y menos costosa la labor de limpieza y depuracién que Ja de escarda, siega y re- ‘coleccién y trilla? Tengamos entendido que, si no recogemos ese grano, no tendremos buen pan, y careceremos de alimento sano y nutritive. No cambiemos ese trigo dorado por el heno que crece en las praderas ver- ‘dosas de los actuales tiempos, las cuales deleitan Ia vista con sus flores y el olfato con sus aromas; pero no resisten el calor de una meditacién Profunda y prolongada, a cuya presencia se marchitan y se secan. No Permitamos que el hombre deje el pan por el heno, que es mas propio de otra clase de animales. Los tomistas de hoy —por Jos cuales entiendo solamente los tomis- tas @ la moda © a Ia derniére, como dicen— se preocupan mas, por no ‘decir casi exclusivamente, del estudio positivo de comparacion, sobre todo en Jo que se refiere al medio ambiente en que nacié el tomismo; y, £n esto —justo es reconocerlo— han verificado grandes progresos y han contribuido no poco a que se conozca mejor el verdadero espiritu to- mista. Pero ese estudio solo no basta ni con él puede suplirse en modo alguno el estudio de penetracién intima, que es mas substancial en el to- mismo, por ser éste esencialmente especulativo y universal y, por con- Siguiente, bastante separado a loco et tempore. Cuando estamos en presencia de una magnifica Catedral, lo que mas ‘os interesa es ver el plan del artista maravillosamente Ilevado a efecto, contemplindole a la luz del sol en su conjunto simétrico y en sus deta~ lcs intimos. ¥ claro esta, que no tendré alma de artista ni comprende- ta el valor intrinseco de Ia obra, aquel que se dedica exclusivamente a averiguar quiénes fueron los picapedreros que trabajaron en ella, de ‘qué cantera sacaron la piedra, y hasta cuales fueron los bueyes 0 los mulos que la arrastraron: todas esas menudencias son curiosidades muy “turiosas... para los curiosos; pero no son de tanto interés objetivamen- te ni para el genio, que nutre su espiritu con Ia forma de las cosas ¥ ‘Ro con elementos puramente materiales, sin que por eso deje de recono- “fer que el saber esos detalles minuciosos contribuyen algo a apreciar me- Jor el valor artistico de la obra. Que me perdonen Ios lectores si empleo esta imagen, no muy ele- vada que digamos, pues hay quienes piensan que toda la substancia del tomismo en los actuales tiempos consiste en saber de qué color eran los Tmulos que acarrearon ciertas piezas que se ven en el edificio tomista, y que son cosas de gran actualidad y que encuentran profundas sim- 188, P. RAMIREZ patias en el puiblico... ;Ya se necesita humor y curiosidad y... gusto artistico! En todas las cosas hay exageraciones. Cuando empezaron a abrirse camino las ciencias experimentales, no habia quien aguantase a los que obtuvieron los primeros resultados: jtan hinchados y absolutos se mos- traban, y tan despectivos de toda especulacién anterior! Es este un fe- nomeno muy comin, debido a Ja perpetua nifiez del hombre (1). Algunos creyeron —y dijeron muy serios, como quien dice una gran verdad— que la cuestién de la distincién real entre la esencia y la exis- tencia en las criaturas dependia en absoluto de investigaciones histé- icas; algo asi como los que pensaban no hace muchos afios que por Procedimientos y reacciones y descomposiciones quimicas iban a encon- trar la materia prima y la forma substancial, y que las iban a mostrar a quien quisiese verlas, como quien ensefia un pufio... ;Y cuenta que cos buenos sefiores se reian muy seriamente de aquellos antiguos que buscaban afanosos la piedra filosofal!.. Por fortuna no son todos asi, y no es justo pensar de las cosas por las exageraciones de algunos exaltados. Nadie podra recordar sin agra~ decimiento y profundo respeto los nombres de Denifle, de Ehrle, de Uccelli, de Mandonnet, de Pelzer, de Grabmann, de Miguel Asin y de tantos otros sapientisimos varones que, a fuerza de investigaciones y de Paciencia, van logrando réproducir al vivo la escena medieval en que aparecié el tomismo como verdadero protagonista. En este sentido se van haciendo muchos estudios de valor imapreciable y hasta se van Publicando algunas obras inéditas de aquellos pensadores medievales; Pero afin queda la mayor parte sin publicar, y, Por consiguiente, inase- quible a la mayoria de los mortales, que no son especialistas en el ma- nejo de manuscritos antiguos. El dia en que se publicase toda esa lite- Fatura antigua sefialaria una nueva época en los anales del tomismo ; poT- estudio comparativo completo, no por 0 los folios del manuscrito y en medir st magnitud y en admirar su tipo de letra, sino por los que Ieen dentro, &S decir, por los filésofos y tedlogos de Profesion, que juzgan de las co- Sas por sus principios. Tal es nuestro ardiente deseo, y lo es también el de los especiali ‘tas en esta clase de estudios, como el doctor M. Grabmann, Ais dice hermosamente: ‘“Utinam temporibus magis opportanis. Corpus iMlorum thomistarum pristinorum ex latebris eodicay manuscriptorum Douce editionis prodire possit! In his operibus amor ae pietas erga Doctorem Angelicum animos nostros commovet et interne ag pro- = ZOUK Es UN TomIsTA 189 logis et initiis librorum, in marginibus codicum et alibi signa et notas amoris, qui in cordibus illorum discipulorum S. Thomae sedebat et qui usque adhuc et in posterum fratres Praedicatores accendit, invenire possuumus (1).” iQué dicha para nosotros, si esos laboratorios medievales estuvie- sen abiertos al publico! Hablariamos entonces de visu y no de oidas, como nos sucede todavia, por desgracia. Seria el ideal de juntar lo po- sitivo con lo especullativo, como Ja materia con Ia forma y la potencia con el acto; y tendriamos el tomismo perfecto, como algo inun per se, © decir, substancial y subsistente. * ee Alguien nos dira, al acabar de leer cuanto levamos dicho, que ha- cemos imposible un tomista perfecto, porque nadie puede, él solo, con fanto. zQuién es capaz de leer por si mismo todo lo que se ha escri- ‘0 sobre cada cuestion? zQuién dispone de tiempo para ver por si ‘mismo las fuentes histéricas del tomismo, seguir su desarrollo a través de los sigios y someterlo después todo a un examen personal y profun- ‘do, procurando enriquecer con nuevas joyas el tesoro tomista? Es verdad: una cosa es el ideal y otra cosa es la realidad. Un solo hombre no puede por si mismo abarcarlo todo, pero debe trabajar lo Posible por acercarse a ese ideal. Después de un estudio de conjunto, que todos podemos hacer, es Preciso especializarse y hacer monografias completas sobre puntos de- terminados, segin todas las exigencias del ideal tomista. Esto ¢s po- Sible realizarlo, y del conjunto de esas monografias bien hechas saldra 3" tomismo completo, verdaderamente avtpliado. Por eso, si hacemos Trealizable un tomista absolutamente perfecto, hacemos en. cambio muy Posible los tomistas perfectos en cuanto corporacién, Por lo demas, es satido que la idea de perfecto es algo relativa y admite infinidad de Brados: cuando hablamos de tomista perfecto, entendemos una perfec- Gon humana, segin la posibilidad de nuestra flaca naturaleza, Ni que- ae decir que el tomista perfecto lo lea y estudie todo, absolutamen- © inclusas las vulgaridades de todos los libros, folletos y articu- _ de vulgarizacién, que en nuestros tiempos son infinitos; sino que * Feferimos a las obras magistrales y de fondo. de i ideal parecido perseguimos todos hace muchos afios en el orden "2 Filosofia y de la Ciencia, suspirando porque llegue el tiempo en — ) De Summ oo zn rerra, S ‘ae D. Thomae Aquinatis Theologicae studio in Ordine Fratrum Prac~ ‘sar iaeewlis 111 et xrv vigente, apud Miscellanea Dominicana in memo- tgag {8eMlaris ob obitw S. Patris Dominici (1221-1921), p. 161. Romae, F. 190 ue los sabios sean filésofos de profesin; y los filésofos, sabios de la~ boratorio. Si no podemos realizar plenamente ese ideal, no por eso de~ jaremos de ser verdaderos sabios y verdaderos fildsofos con tal que hagamos lo posible, poniendo todos los medios a nuestro alcance para Conseguirlo; asi como es un buen religioso el que aspira, practicamente a la perfeccién cristiana y no perdona medios ni sacrificios para alcam- zarla, aunque de hecho no Ia posea en toda su plenitud: nemo bonus, nisi solus Deus. To malo es que muchos, viendo esa dificultad, y queriendo, sin em- bargo, aparentar ser tomistas perfectos, se contentan con tomar unas Cuantas nociones de Santo Tomas, sin haberlas meditado y profundizado bien, y luego recoger de aqui y de alli unos cuantos datos historicos, con alguna que otra observacién critica, y asi lanzan a la publicidad con grande aparato y al son de trompetas y de tambores los frutos de sus Iucubraciones, articulos sobre artictlos y volimenes tras volime- nes. No han leido personalmente las fuentes histéricas, ni tampoco ham seguido el hilo de las ideas a través de los tomistes de siete siglos Pues desprecian practicamente a todos tos que se Ilaman tomistas, | gg= ss no se limitan a citar dos o tres o media docena, para hacer creer que han leido a los tomistas y que conocen la tradicién; y asi, con estos Preparativos, descienden a la arena a luchar cuerpo a cuterpo contra los nuevos enemigos, asombrando al mundo con sus conocimientos y ha- ciéndole creer que tiene un tomismo vital, aplicable y aplicado a la solucién de los problemas de actualidad. Algo semejante ocurre en su género con muchos sabios y con 0 Pocos filésofos de nuestros dias. No tienen paciencia o capacidad bas~ tante para hacer profundas especulaciones, 0 desdefian rebajarse al es- {dio concienzude y detallado de laboratorio, y con ese espiritu —que: & Ia antitesis del espirita de Santo Tomas, segiin lo hemos visto mas arriba echan a perder la causa de la Filosofia y de ta Ciencia; por- we repelen, en lugar de atraer, a los especialistas de uno y otro cam- porte so, Tien de ellos o los desprecian. 1Y cuanto abunda, por des~ Bracia, esa mala semilla!, __ No estaria mal tener un poco ms de humildad y confesar la pro- Pia ignorancia, “quum ille inter homines, qui superior est quantum od Mnum, sit inferior quantum ad aliud” (1). Por eso hace falta solidari- tulativos y los positivos, entre los , entre los que edifican y los que re de Babel en lugar de una so- (©) Swsro Touis, 111 Contra Gent, cap. 120, eQUE ES UN ToMIsTA? 191 berbia catedral; teniendo en cuenta, sin embargo, que es mas facil ba- jar de la especulacién a la experimentacién o al rebusco de documen- tos positivos, que subir del laboratorio a la Metafisica y del archivo a la Teologia. Una vez que se poseyese un tomismo perfecto y ampliado, facil cosa seria propagarlo y dejenderlo; pues la mejor propaganda seria mostrar su propia perfeccién, y Ia mejor defensa, su verdad propia. Pero hay quienes se preocupan muy poco de lo primero y se fijan principalmen- te en lo segundo y en lo tercero, que son mas titiles y mas ruidosos, queriendo propagar y defender el tomismo con una gran cantidad de palabras y con muy pequefia dosis de ideas. Los que asi piensan y obran, ya estan juzgados. * ee Al llegar a este punto, no faltaran lectores que digan: Todo eso que acaba de decirnos puede pasar; pero diganos usted, en concreto, quignes son 0 fueron los verdaderos tomistas, poseedores ¢ imitadores del verdadero espiritu de Santo Tomas. __Ustedes me dispensen que no pueda satisfacerles: ya dije desde un prin- cipio que prescindia de personas y de escuelas, pues trataba de definir qué es un tomista, y es sabido que las definiciones deben abstraer de los individuos, y ser universales, Que ponga cada cual la mano en su seno, y vea si le conviene Ia definicién de tomista que hemos dado. Un escritor moderno acaba de poner, como caracteristica de la es- uel tomista (que Haman histérica, por contraposicién a un tomismo veal), entre otras cosas, la intolerancia o estrechez de miras y la exal- ‘acién, personificadas sobre todo en Bafiez. No es este el lugar de ventilar esta cuestién. Por cierto que, si fue- % verdad lo que dice el citado escritor, la escuela tomista histérica iets ipso facto excluida del verdadero tomismo. Pero, gson obje- € histéricas esas caracteristicas? oe ave se refiere a la intolerancia, el autor se remite a un ex- macién mm que la afirmé hace muchos afios; y claro esté que una afir- ceate MS OFFH augue Ta una sea de wn extranjero y la otra de un maith dan por resultado en toda tierra de garbanzos dos afirmacio~ Pca gts Bi menos. Y cuenta que, afirmando esa intolerancia, dan macgngtt Que no la toleran, y que, por consiguiente, los de las afir- mes, Nef SOR unos intolerantes; porque, como dice agudamente Bal- 1, "0 es tolerante quien no tolera la intolerancia (1). HM cuanto a lo de la exageracién 0 exaltacién de la ortodoxia de oo ( Lay yeMBmientos sobre Literatura, Filosofia, Politica y Religin, en La Socieded, * % 305, quinta edic,, Barcelona, 1886, 192 P. RAWIREZ la doctrina de Santo Tomas, se tiene cuidado de comprobarla, no por las obras 0 las palabras de los representantes natos de esa escuela, sino Por las palabras de un semitedlogo, semipredicador, que no pasd a la historia més que para hacer esa comprobacién; y por cierto que sacar Ja caracteristica de toda una corporacién por la cara fea de un indi- viduo raquitico a ella perteneciente, no deja de ser una historia muy curiosa, capaz de caracterizar por si sola al historiador que la propu- so. De seguro que, si Sancho Panza lo supiese, soltaria aquel refrin: “Dijo la sartén a la caldera itate alli, ojinegra!” ; Es lo mismo que si yo quisiese probar la exaltacién de espiritu, Como caracteristica inconfundible de la. inclita Compafia de Jesis, pot tantos titulos amable y respetable, Porque oi en cierta ocasion dar unos Ejercicios espirituales a un reverendo padre jesuita, el cual afir- maba categéricamente y con repetida insistencia que, sin hacer los Ejer- cicios de San Ignacio de Loyola, era absolulamente imposible se sal- vase nadie. Es evidente que se trataba de la exageracion de una per- sona particular, no de toda la Corporacién; porque a cualquiera se Ie Fone penser ate, antes de que naciese San Ignacio y escribiese sus Ejercicios, fueron muchos santos al Cielo, los cuales seguramente que no hicieron los Ejercicios espirituales segtin el método ignaciano 5 pues. de otta suerte, habrie que decir que San Ignacio no compuso los tales Evercicios, consecuencia que no admitiria aque buen pede, ni-ningt- no otro de la Compaiiia, Por eso hace falta tener calma sas, Pero no quiero hacer polémica sas del principio, y sentido para afirmar ciertas co- ) Por no faltar a nuestras prome- scripserat articulos” (2). Fl Beato Santiago de ulli sibi attribuant vel adscribant in Sacra Sci¢ a MISH qui Sequuntur et inhaerent scientiae et scripts citado mis arriba, apud G. pe THoCo, QUE ES UN TOMISTA? 193 Fr. Thomae de Aquino, qui viam aperuit intelligentibus ad sciendum™ (1). Y Pio X, el debelador del modernismo, sintetiz6 y amplié toda la tradicion tomista del Pontificado romano cuando dijo: “Si alicujus Auctoris vel Sancti doctrina a Nobis Nostrisve Decessoribus unquam comprobata est singwaribus cum laudibus atque ita etiam, ut ad laudes suasio jussiogud adderetur ejus vulgandae et defendendae, facile iNTELLIGITCR EATED COMPROBATA, QUA CUM PRINCIPIIS AQUINATIS COHAF! QuAQUAM REPUGNARET (2).” Mas no se puede decir. Aspiremos, pues, segiin los descos de la Iglesia, a ser tomistas inte. grales y perfectos, en la vida y en la doctrina: sien Santo Tomas no pue- den separarse el Santo y el Sabio, tampoco deben separarse en los tomis- tas. Teniendo estos deseos y aspiraciones es como rezaremos con espiri- tu y con verdad Ia oracién de la Iglesia en Ia fiesta de sui Doctor, que contiene la sintesis de todo el presente articulo: 7) Devs, qui Ecclesiam tuam peatr THoMar Confessoris tui atque Doctors. ERET AUT HIS HAUD- @) mira eruditione clarificas b) et sancta operatione fecundas: 8) Da Nomis, quaesumus, @) et quae docuit intellectu conspicere, b) et quae egit imitatione complere. *) Per Curisrum Dominum nostrum, Amen, Asi Sea. Fr. Santiaco M.” Ramirez, O. I. Salamanca, 5 de febrero de 1923. ——_. () Processus de Vita S. Thomae Aq., cap. 2, n. 6 (loc. cit, p. 688). (2) Motu proprio Doctoris Angelici. die 29 junii, rory (Acta Apost. Sedis. x9t4, P. 338).

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