Con empecinamiento oriental, Leonardo repite sus mantras
modernizadores en su Tratado de la Pintura. Aqu y all, imagino que en
das diferentes, para que no se le fueran en fuga los azulamientos de la perspectiva, o para mascullar con detenimiento el alargamiento de un brazo extendido en pronacin, las reivindicaciones antropocntricas y empricas se hilvana con paciencia obsesiva. Se reconoce en este cmulo de apuntes una parte de su genio preclaro: Resonantes detrs de consejos prcticos, camuflado en reflexiones sobre el color o la lnea