You are on page 1of 2

ATRAIDO POR TU PRESCENCIA

Te basta estar conmigo.


Es todo cuanto te pido.
No pretendo subidos pensamientos,
ni desbordes emocionales,
ni que armes frases bonitas.
Slo te pido que permanezcas conmigo.
Necesito tu compaa ahora mismo,
tanto como necesit la compaa
de Pedro, Santiago y Juan
en Getseman.
Ellos se durmieron, es cierto, pero Yo los saba all,
y su sola presencia
era consuelo para mi agonizante Corazn.
Temes las distracciones, la divagacin,
y los pensamientos zonzos;
estos no me ofenden,
pues no son ms que moscas
zumbando en el fondo.
Yo estoy atrado por tu presencia ante M.
Te perturba que diga semejante cosa?
Es que estoy absorto por ti:
mis ojos reposan sobre ti; mi corazn es todo tuyo;
te estoy escuchando atentsimo;
y todo mi foco est concentrado en ti,
cuando vienes a buscarme.
Creme que Yo estoy completamente fascinado por ti,
y pronto estars t completamente fascinado por M.
Te hablo aqu usando palabras humanas,
empleando el idioma de la amistad, del afecto, del amor.
Estoy presente aqu
con toda la sensibilidad y ternura de mi condicin humana.

Estoy aqu ofrecindote mi amistad,


dispuesto a pasar tanto tiempo contigo
cuanto t ests dispuesto a pasar conmigo.
Te quiero cerca:
tan cerca como Juan lo estaba cuando, en mi ltima Cena,
apoy su cabeza sobre mi pecho.
Una plegaria como sta no puede ser calculada o medida
en trminos de minutos y horas.
Es lo que es y es as en tanto permanezcas en mi presencia.
Aun cuando el tiempo de tu adoracin haya terminado,
Yo permanecer contigo.
Estoy en ti, todo atento a ti, todo amante,
listo en cada instante para entrar en conversacin contigo,
para fortalecerte ante la tentacin,
para confortarte en tus penas,
para ser una luz en tus tinieblas.
Requiere tan slo un poco de fe
darse cuenta que uno nunca est solo,
y percibir mi presencia,
mi disponibilidad a comunicarte a M mismo sin palabras,
por una infusin de mi gracia.
Aprovecha lo que te estoy diciendo ahora
para confortar a otros que luchan en su plegaria,
a los que consideran difcil y ardua la oracin,
y cosa excepcional en la vida de la gente comn.
Puesto que para el hombre que busca mi Rostro
y desea descansar sobre mi pecho,
Yo hago de la oracin algo muy simple:
silente, apacible, purificante, y divinamente provechoso.

You might also like