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SEMAIA, Ciencias Sockas e Humanicacies ISSN 1137-9669, 2011, vol, 28: 295-313 Intérpretes y traducciones en el Egipto imperial JOSE M, GALAN csc Resumen Un aspecto relevante que acompaiia al desarrollo de cualquier politiva exterior es eémo superar os problemas de comunicaci6n entre gentes de distintas lenguas, Esto es particularmente intere- sante en el caso de los primeros estados del Préximo Oriente y Ja construccién de sus ‘imperios’. Embajadores, mensujeros, traductores y triducciones jugaron un papel relevante que es a menudo menospreciado, Fin el presente auticulo se revisard parte de fa abundante documentaci6n sobre la construccién del imperio egipcio en fa antigtledad y los contactos Hingiifsticos entre los egipios y sus vecinos derivados de la nueva situaci¢in politica, Palabras Clave: antiguo Egipto, imperio, traducciones, intéxpretes. ABSTRACT. A televant aspect concerning the development of foreign affairs is how to overcome comrmunica- tion problems between speakers/writers of different languages, This is particularly interesting for the carly states in the Near East and the building up of their ‘empires’. Ambassadors, messengers, translators and translations played a significant role that is often overseen. There is a wealth of documentation concerning the building up of the ancient Egyptian empire and the language con- tacts between Egyptians and their neighbours derived from it, which will be partly surveyed in the present article, Keywords: ancient Egypt, empire, translations, translators, Desde los comienzos de fa historia de Egipto, en toro al 3000 a. C., incluso antes, os primeros egipcios' entraron en contacto con poblaciones que vivian en otros lugares Recibida:19-01-201 4. Accptado: 17-03-2011 1 Seentiende por “egipcios” a os habitantes del valle del Nilo entre la Primera eatarata y st desembocadura en el Meditersineo, teniendo muy en cuenta que ef concepto de “pais” y de “etnia” no existfan como tales por aquel entonces, y se teconoefan principalmente por oposicién al entomo on relacidn ala figura del monarca; A. Diggo Expinel, Etniciad y tervitorio en ef Egipto del Reino Antiguo, Aula Aegyptiacs Studia 6, Bellaterra, 2006, 296 Jost M, Gain: Intémptetas y traducciones on of Egipte Imperiat y que no sélo tenfan otra cultura material, sino también otras costumbres, otras creencias y otra lengua, Los textos, pero sobre todo recientes hallazgos arqueol6gicos, documen- tan diferentes aspectos del intercambio de bienes que tuvo lugar, mostrando cémo ya en época muy temprana ef comercio de productos aleanzaba dimensiones mucho mayores de To que se podia pensar hace unos afios. Un claro ejemplo de ello es la cermica de tipo cananeo (similar a la de Beersheba y Ghassul) hallada en Buto (Tell el-Farain), un asen- tamiento que en la primera mitad de! cuarto milenio a. C. era un puerto del Delta (aunque hoy se encuentre a 30 Km. de la linea costera), o Ia cerdimica de tipo cananeo hallada en el extremo sur, en Ia Primera catarata del Nilo, en Ja isla de Elefantina, en un contexto arqueolgico del Reino Antiguo.” Pero, {qué huella queda del contacto intelectual? ,Hubo intercambio de palabras? {Hubo intercambio de ideas? Si bien uno puede facilmente intuir o deducir que, inevita- Dlemente, sf tuvo lugar una relacién més all del mero tueque de productos, la clave de a cuestidn es cmo rastrearlo. El presente estudio analizara algunos indicios o pruebas circunstanciales del contacto lingilfstico, pero no con el propdsito de identificar y ana- lizar préstamos de unas lenguas a otras, sino adoptando una perspectiva histérica, con el objetivo de ilustrar la complejidad de Jas zelaciones internacionales en el Proximo Oriente antiguo, de documentar ciertos aspectos de la incipiente diplomacia, y analizar tangencialmente algunos problemas inherentes a la construceién de an imperio, como es el problema de 1a comunicacidn entre centro y periferia y ta necesidad de o bien imponer una “lengua oficial” o bien acordar el uso de una lingua franca, ANTECEDENTES Uno de los primeros y més ricos testimonios sobre las relaciones y contactos de un egipcio con personas que vivian en otro émbito geagrifico y, por tanto, presumiblemente con otra cultura y otra lengua, es 1a famosa autobiografia de Harkhuf, a finales de la dinas- tia VI, ¢. 2250 a. C.* La extensa inscripcién se grabé sobre la fachada de su monumento funerario, ubicado en a ladera de Qubbet ef-Hawa, en la regién de Asudn/Blefantina, jun- to ala Primera catarata, es decir, junto a la frontera sur de Egipto, denominada en textos de la época “la puerta estrecha”, En ella se relata con cierto detalle las incursiones de este oficial de la administracién real por la Baja Nubia, “Wawat”, y por la parte del desierto Mbico denominada “Tierra de Tehemehu”. Entre ambas se encontraban Tas regiones de ‘Yam, Irtohet, Makher y Tereres, entre otras. Uno de los “tftulos” que ostenta Harkhuf es 2D. Faltings, “Cunaanites at Buto inthe early fourth millennium BC*, Egyptian Archaeology 13 (1998), p. 29-32; 1, Forstner Miller, D, Rave, “Elephantine and the Levant", en E.-M. Engel, V. Miller, U. Hartung, eds, Zeicher aus dein Sand Steifichter aus Agyprens Geschichte zu Ehren von Gliter Dreyer, Menes, Stusion cer Kultur und Sprache der Agyptischen Erutzeit und des Alten Reiches, 5, Wiesbaden, 2008, p. 254-272, 3 Una traduccién reeicate, cuidada y accesible puede encontrarse en N.C. Structwick, Tests from the Pyramid Age, Wrilicgs from the Ancient Work 16, Atlanta, 2005, p. 328-333 SEMATA, ISSN 1137-9669, 2011, vol, 23: 295-313, 297 el de “Supervisor de los intéxpretes”. Bl sentido exacto del cargo de ta funci6n no esté del todo claro,‘ pero no cabe duda de que est4 estrechamente relacionado con el titulo mas amplio de “Supervisor de todas las tierras extranjeras del sux”, cl cual da pie al epiteto “quien trae a su majestad (cl rey Merenra) Jo que tiene cada una de las tierras extranje- ras”, Af mismo tiempo, un segundo epiteto que también pretende ayudar a comprender su funcién le define como “quien se encanga de todos los documentos reservados del sur”. Ahora bien, ze6mo se entendfa Harkhuf con el gobernante de Yam? {Cémo se comuni- caba con el gobemnante de Irtchet? ZY con el de Wawat? BI término traducido aguf como “intérprete” aparece en otras inscripciones de Ia Spoca no s6lo como parte del tftulo “Supervisor de intérpretes”, sino también como ca- lificativo de una o mas personas que hablaban lengua extranjera, Desde la perspectiva egipcia, éstos podian ser, obviamente, extranjeros, pero también podia aplicarse a egip- cios que, al parecer, eran capaces de hablar otras lenguas. Un ejemplo muy gréfico puede encontrarse unos doscientos aflos antes, en Jos relieves del templo de Sahura, rey de la dinastia V, en una escena que representa la Hegada a Egipto de barcos con hombres, mu- Jeres y nifios de rasgos claramente semitas, segtin la convencién de los artistas egipcios prominente nasiz, barba puntiaguda y melena abultada sobre los hombros.* Mezclados entre ellos se distinguen, por sus rasgos fisicos y vestimenta, varios hombres egipcios, identificados con el titulo de “intérprete” escrito sobre sus cabezas. Pocos afios después del 2000 a. C., en el relato de ficcién con elementos histéricos que hoy se conoce con el nombre de su protagonista, Sinwhe,* la misma pregunta puede volverse a formular: {Cémo se entendfa Sinuhe con el pastor némada que le recoge en la frontera del delta oriental, cuando el egipcio se encontraba en plena huida hacia el exilio y estaba a punto de desfallecer de sed? {En qué idioma hablaba Sinuhe con Amunenshi, el jeque del Alto Retenu (= Sirla) que Te acoge en su. campamento, le coloca a la cabeza de sus hijos y le casa con su hija mayor, convirtiéndole asi en jefe de una tribu?, gtal vez en un dialecto cananeo del acadio? Cuando Sinuhe insta a Amunenshi a que le escriba una carta al recién coronado rey de Egipto, Sesostris I, gen qué lengua lo habrfa hecho el jeque?, jen el acadio formal”, zhabrfa Amunenshi recurrido a alguno de “los cgipcios que estaban allf con éP” (asi mencionados en el relato), o al propio Sinuhe, para que le tradujera la carta al egipcio? Sinuhe menciona que el rey anterior, Amenemhat I (quien inaugura la dinastfa XI, c. 2000 a. C.) habia mantenido relaciones cordiales con el jeque Amunenshi, En qué idioma se habrfan comnnicado, en egipcio 0 en acadio? Queda claro 4 Diego Espinel, Btnicidad y tervitorio, p. 143-148. L, Borchardt, Das Grabeienkmal des Kdnigs SthurRe’, Leipzig, 1913, pl. 12. 6 Parmel relato de Sinhé, comsultar R. Parkinson, The Tale of Sinue ond other ancient Egyptian Poems 1940-1640 BC, Oxtord, 1997; idem, Poetry and Culture in Middle Kingdom Egipto: a dack side of perfection, Londres, 2002; J. M. Galén, Cuatro Viajes en la fiteramura det antiguo Egipto, Madrid, 2000, 61-96. A pesar de los numerosos estudios literarios que argumentan el earieter de ficeidn del relato, no conviene descartartotatmente que Ia arqueologia acabe mostrando que se trata de lo contrario, de una, historia con aspiraciones fiteraries, 298 Jost M. Gat Iniérpretes y raduociones en ol Egipio impart que la narrativa de ficei6n no necesita precisar estos detalles, que habrian entorpecido el relato fantéstico y Io habrian privado de la atmésfera magica que su autor pretendfa creat y transmitir a su audiencia, Fuera como fuese, a su regreso a Egipto, tras largos afios de exilio al sur de Siria, Sinuhe es nombrado “administrador de los distritos del soberano en tierras de los némadas”, probablemente gracias a su conocimiento de la lengua y de Ja cultura sisia, as{ como por la experiencia vivida, Aun considerando el carécter total © parcial de ficcidn, 1a situacién descrita en ef relato entraba, sin duda, dentro de lo consi- derado factible en aquella época. Tan s6lo unos afios después de la época en que supuestamente vivi6 Sinuke, en el mmonumento funerario de un alto oficial de la administracién llamado Khenumbotep, que fue enterrado en la necrépolis de Beni Hasan,’ en el Egipto Medio, se representa la Ile- gada de un grupo de treinta y siete “semitas”, hombres, unujeres y nifios, que alcanzan el valle del Nilo con sus borricos cargados de koh, polvo de galena que era wlilizado por los egipcios como cosmético alrededor de los ojos. La caravana es recibida por Khenumho- top, que, entre otros cargos, ejercia de “Supervisor de las tierras extranjeras del oriente”, Bl producto importado, asi como el ntimero de los integrantes de Ia expedicisn, no s6lo se indica en una inscripeién que diseurre sobre fos primezos personajes representados, sino que, ademés, se escribe en el documento que ef egipcio que encabeza el grupo muestra al propietario de la tumba. E] texto, escrito en jeroglifico cursivo (= hieratico) para darle mayor realismo, dice asi: “Sexto afio bajo la majestad del Horus Semtauy, el rey de Egip- to Khakheperra (= Sesostris ID. Relacién de los semitas que vienen con kohl y que trajo consigo el hijo del jefe Khenumhotep. Numero total de semitas del pais de Neshu: 37”. El documento en cuestién parece ser un saivocondueto para pasar sin problemas el control fronterizo y entrar a comerciar en Egipto como “representantes oficiales” 0 “comisiona- dos”, los tinicos que podian operar de forma legal en Egipto, pues el comercio fuera de os cauces establecidos, es decir, lo que hoy denominamos “contrabando” 0 “tréfico”, era también cntonces perseguido.* Bl egipcio que encabeza la delegaci6n y que sostiene el escrito es un “escriba del rey”. Detrs de él camina otro egipeio que parece de mayor Tango que el anterior y cuyo titulo es el de “Supervisor de los cazadores”. En tercer lugar marcha el jefe semita, “el gobernante Abishai”. Esta escena deja claro que el jeque Abis- hai y su tribu necesitaban de un pasaporte y de un introductor o presentador, quien en este caso desempefiaria también la funci6n de intérprete.” El titulo de “Supervisor de los ca- 7 BLE. Newberry, Reni Hasan, 1, Londres, 1893, p. 69, pt. 30, 38; N. Kanawati y A, Woods, Beni Hassan. Artand Daily Life in an Egypttan Province, El Cairo 2010, pl. 90-102, fig, 30. 8 Las fortalezas lovantadas en los pasos fronterizos fenfan la fenciGn de detencr la entrada ce comerciantes ¥y ganuieros “ilegales”, es decir, ndmadas no reconocidos de lorma oficial por las aatoridades de un lado yde otto, como asf lo expresa una inscripeién en una esiela grabs afios despus en el ao 8 del reinado de Sesostris TI, levantada en Ja Segunda catarata y hoy formando parte de tn coleecidin del Museo de Berlin (a? 14753); Agyprische Inschrijten cus den kBniglichen Museen zu Bertin, , Leipzig, 1924, p. 255; K. Sethe, Agyptische Lesestticke, Leipzig, 1924, p. 83, 9 El propio Sinuié, cwando tras su cxilio regress a Byipto como un jefe de tcibu némacda, tambign es escoltado desde el puesto Trontetizo, presentado en Ta corte y conducide ante el rey por un oficial de Ta adiministraci6n egipeia. SEMATA, ISSN 1137-9669, 2011, vol. 23: 295-813 299 zadores” ubica la actividad de este personaje en las colinas de los mérgenes del desierto, por lo que, probablemente, conociera el idioma de las tribus no-egipcias que habita- ban por alli y podria haber servido de traductor entre el jeque Abishai y el jefe egipcio Khenumhotep. Avanzando en el tiempo, disponemos de un documento datado en torno al 1550, C. que ilustra la capacidad de comunicacién entre dos culturas, en principio con lenguas bien distintas, Se trata de Ja estela de Kamose, hallada en el templo de Karnak y hoy expuesta en el Museo de Luxor.” La extensa inscripcidn lapidaria describe Ja campafia militar que el gobernador de Tebas, Kamose, emprendié contra el entonces rey de Egipto, Apofis. Bl relato hace referencia al envio de un mensaje escrito desde la que fuera entonces capital de Egipto, Avaris, situada en el delta oriental, hasta ta capital del reino de Kush, gue en aquellos momentos era Ta ciudad de Kerma, al sur de la Tercera catarata. Bl rey de Egipto Apofis se denomina a si mismo en la inseripeién “hieso”, es decir “gobernante de tierras extranjeras”, un término que evocaba su origen sirio,"' y el rey de Kerma era, podemos asumir, nubio, {En qué idioma se escribfan entre ellos?, en egipcio? El tebano Kamose intercepta el mensaje en la ruta de los oasis que recorre el desierto Iibico de norte a sur, paralefa al yalle del Nilo, y lee el mensaje transmitido, El pasaje dice asi: Capture a su comisionado arriba del Oasis Baharia), yendo al sux, hacia Kush, le~ vando una carta, Encontré en ella las siguientes palabras eseritas de mano del gober- ante de Avaris: “Aauserra, el hijo de Ra Apofis, saluda af hijo del gobemante de Kush, 4 Cémo es que has ascendido x gobernante y no me lo has hecho sabes? {Te has dado cuenta de lo que Bgipto ha hecho contra mf? (..)” Antes de que yo (Kamose) le alcanzase (a Apofis en Avatis), vio mi flamarada y envié (an mensaje) hasta Kush para conseguirse proteccidn; pero lo capturé en el camino, antes de que te llegara, Enionces, hice que le enviaran de vuelta (al comisionado) y lo dejaran en el lado oeste de Afrodit6polis. Asi, mi victoria ente6 en su corazén y debilité sus extremidades, cuando su mensajero Te relaté lo que yo habia hecho a la regién de Cinépotis, que era propiedad suya {Podria haber sido el egipcio la lingua franca utilizada entre los gobernantes de la esquina nororiental de! continente africano, es decir, entre egipcios, nubios, libios e “hic~ sos”, durante la primera mitad del segundo mitenio a. C.? Tutmosis I, al comienzo de su reinado, c. 1500 a. C., Hevé a cabo una campafia militar hasta la regi6n de Kerma, llamada “Khent-hen-nefer”, en la Tercera catarata, y poco después hasta el Fiifrates, en Ja regién 10. L. Habachi, The Second Stela of Kamose und his Struggle against the Hyksos Rufer and his Capital, Glckstadt, 1972; W. Heick, Historisch-biographische Texte der 2. Ziwischenceit und newe Texte der 18, Dynastie, Wiesbaden, 1975, p. 82-07; HL. $, Smith, A. Smith, “A Reconsideration of the Kamose Text", Zeitschrift fr Agyptische Sprache und Altertumskunde 103 (1976), p, 48-76; H. Goedicke, Studies about Kamose and Ahmose, Baltimore, 1995. 11 D.B. Redford, “Textual Sources forthe Hyksos Period”, en E.D. Oren (ed.), The Hyksas: New Historical and Archaeologicad Perspectives, Piladelfia, 1991, p. 20-21. ee 300 -Jos€ M. Gauss; Intéxpretes y traducciones en 9# Egipto imperial de Naharina, En la estela grabada por Turi, vierey de Nubia,” y en la estela real de la | localidad nubia de Tombos, se menciona el juramento de fidelidad que debian pronunciar Jos vasallos del sur y del norte, invocando el nombre del faraén, Por desgracia, ninguno de ; Jos dos textos especifica quién debfa tomar ese juramento y, en caso de ser jefes nubios, ! en qué lengua se pronunciarfa, ' Bajo el reinado de fa hija de Tutmosis 1, Hatshepsut, la documentacién escrita que ha Hlegado hasta nosotros nos proporciona otro interesante encuentro pluri-lingiifstico. Recign coronada “rey del Alto y Bajo Egipto”, c. 1470 a. C., despach6 una expedicién co- mercial hasta las lejanas tierras de! Punt, que hoy se identifican con la regién de Eritrea y, al otto iado del Mar Rojo, con parte del actual Yemen, de donde los egipcios se provefan de oro, incienso, mitra, colmillos de elefante, pieles de pantera, rabos de jirafa, monos y toda clase de materias primas y productos exéticos. El capitiin de la expedicién egipcia, un “comisionado del rey" Hamacio Nehesi, tiene necesariamente que entrevistarse y dialo- gar con el principal jefe del Ingar, al parecer Hamado Palahu, El escriba egipcio encargado de inmortalizar el encuentro sobre una de tas paredes del templo funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahari transcribe su nombre supuestamente tal y como sonaba, y también el de su mujer, Hamada Aty." En fa escena no se representa ningdn intermediario, ningén personaje que pudiera haber desempefiado 1a funci6n de intérprete entre el comisionado egipcio y el jefe de Punt (Fig. 1). Ello podrfa deberse simplemente a una elecciéa det ‘eiinasianieeracrautrinas uum Harel ie = : = a ist & & “ pH a Lae Figura 1, Detalle de la expedicisa al Punt envinda por la reina Hatshepsut (c. 1475 a. C.), mosteando el encven- tro e intercambio de bienes entre el comisionado egipeio Nehesi y el jefe local Palakhu (A. Marietie, Deir ef Bahari, Leipzig, 1877, pl. 5). 12 Berlin nt? 13725; Agyprisohe Inschriften aus den. staattichen Museen zu Berlin, 1, Leiprig. 1924, p. 211; Cairo Catalogue General 11006, P, Lacau, Siler dtr Nowe! Empive, Bl Caizo, £909, p. 11-13, ! 13. A. Mariott, Deir ef Bahari, Leipzig, 1877, pl. 5; B, Naville, The Temple of Deir el Bahari, Tt, Londres, 1907, pl. 69-76. SEMAIA, ISSN 1137-9669, 2011, vol. 28: 295-314 301 artista, o a que los productos que se offecen el uno al otro actiian, realmente, como el mejor interlocutor entre ambos, Sea como fuere, Ja escena muestra el buen entendimiento enire ambas delegaciones. Bfectivamente, el tributo, el intereambio comercial y fos rega- os diplomiticos constituyen la forma mas apropiada de expresar una idea, de exteriotizar una relacion, de materializar un vinculo:" ellos se convierten en el intérprete idéneo entre dos personas que hablan idiomas distintos, CONSTRUCCION DEL IMPERIO EGIPCIO En el siglo XV a. C., tras la expulsiGn de Jos “hicsos” del delta y la unificaci6n del Alto y Bajo Egipto bajo la autoridad del gobernante de Tebas, se comenz6 a forjar el de- nominado “imperio egipcio” sobre la regi6n de Palestina y sur de Siria al norte, y sobre la regi6n de Nubia al sur. Los mecanismos empleados fueron de diversa naturaleza, abar- cando desde el establecimiento de relaciones diplométicas que materializaban el recono- cimiento mutuo, establecfan un pacto de hermandad, y desembocaban en intercambios comerciales y regalos entre gobernantes, hasta el empleo de fa fuerza militar que imponia la autoridad de un gobernante (el rey de Egipto) sobre el otro, forzaba una relacién de vasallaje y tenfa como resultado final la recaudacién de un tributo anual y, en caso de resistencia, fa captura de botin y prisioneros. De una forma o de otra, segiin las cixcuns- tancias, los contactos entre Egipto y sus vecinos se hicieron cada vez més frecuentes & tensos, hasta el punto que los estudiosos reconocen que Egipto comienza realmente ahora la cteacién y desarrollo de su “imperio”, es decir, la expansién, por medios pacificos o violentos, de ia antoridad del rey de Bgipto fuera de las fronteras naturales del pafs, Una de las consecuencias de todo ello fue el estrecho contacto que los egipcios mantuvieron con poblaciones extranjeras, con individuos que hablaban un idioma distinto al egipcio, tanto en territorio extranjero, como dentro del mismo Egipto, 4C6mo se entendfa el faradn con sus vasallos del norte y del sur? En situaciones de conflicto, el empleo de Ia violencia obviaba posibles problemas de comunicaciéa. En otros casos, el contexto y los gestos aclaraban el sentido del mensaje que se queria transmitir. Por ejemplo, cuando una ciudad se rendfa bastaba con postrarse sumisamente ante el fara6n, agachar la cabeza y entregarle un cuantioso tributo, segtin se deduce de las deseripciones contenidas en los Anales del faraén Totmosis IIL" Excepcionalmente, nos han Hegado lo que podrfan haber sido las palabras intercambiadas entre uno y otro bando. La inscripeién grabada sobre la cara exterior del pitono VI del templo de Amén en Karnak transcribe Ia plegaria de rendicién que supuestamente pronunciaron los jefes sitios cnando fueron derrotados por Tutmosis III en la batalla de Megiddo: 14M, Liverani, Prestige and Interest: Intemational Relations in the Near East ca. 1600-1160 B.C., Padua, 1990, p. 205-282, 15 ¥, A. Donohue, “A Gesture of Submission”, en A- B- Lloyd (ed), Studies in Pharuonte Retigion and Society én Honcur of J. Gwyn Grifiths, London, 1992, p, 82-114; 1. M, Gulia, Et imperio egipcio. Inseripeiones, ca, 1550-1300 a. C., Madrid, 2002, p. 75-100. 302 Jos M, Gavan: intérpretes y traducciones en el Egipto imperia, “{jSaludos a ti, oh rey, soberano,] grande de poderes, Menkheperra, [hijo de Amon!) Concédenos nuestra oportunidad y nosotros dirigiremos hacia tu majestad nuestra con- tribucién [para tu Tesoro...] Nunca ha habido [ningtin rey que haya hecho] lo que tu ‘majestad ha hecho con esta tierra”. Por supuesto, no hay que esperar que el eseriba egipcio, incluso en el hipotético caso de que hubiera entendido las palabras de los sirios, las transcribiera fidedignamente, sino que el “entrecomillado” hay que interpretarlo como una versién egipcia de lo que podtia haberse dicho, con el objetivo de aportar colorido y realismo a la inseripcién con- memorativa, Sus palabras, de cualquier modo, se corresponden y complementan con las transcri- tas en olsa inscripcién, en una estela del ternplo de Amon en Gebel Barkal. Bn este caso, el escriba egipcio reproduce el juramento de fidelidad a Tutmosis II que supuestamente pronunciaron los jefes derrotados tras su rendiciéa. El pasaje dice ast: “Bllos estaban de pie en sus muralias alabando a mi majestad para que les fuera con- cedido el aliento de vida. Mi majestad hizo entonces que se ies tomara el juramento de lealtad, diciendo: ‘No repetiremos el mal contra el rey Menkheperra ~jque se le conceda vida!-, nuestro sefior, mientras estemos vivos, puesto que hemos presenciado sus poderes. El nos ha concedido el alicnto porque éf (asi) queria. Su padre es quien Jo ha hecho, [Amon-Ra sefior de Ios tronos de las Dos Tierras}, y no fa aceién de los hombres” jEn qué idioma pronunciarfan los gobernantes sitios su juramento de lealtad al faradn? En Jos Anales de Tutmosis ITT, se menciona varias veces la existencia de un “docu- mento” 0 “tratado” entre Egipto y algunas ciudades-estado de Siria-Palestina, donde se fijaba por escrito el impuesto anual que debian pagar estas tiltimas a la administracién del faraén, ,En qué lengua estaria escrito el acuerdo? Una situacién algo menos transcenden- te, pero no por ello mds sencilla, debia surgir cuando “los hijos y los hermanos de los jefes eran traidos para ser guerreros de Egipto” (afio 30), 0 cuando la hija de un jefe de Retenu (© Siria-Palestina) fue entregada como tributo, junto con 30 asistentes y 65 sicvieates (afio 40)."* También pequefios grupos de jévenes aubios (una decena o algo més) eran entrega- dos al faraén como parte de la contribucién anual de Kush, para servir como asistentes 0 guerrero de Egipto (aiio 30 y 40). La llegada de grupos de extranjeros a Egipto, cargados con productos de sus tierras y acompariados por mujeres y niffos, también esté documentada en la decoracién de las 16 Cara norte del pilono VI de Karnak; Urk, IV 757, 14 760, 2: Galan, Inscripeiones, p. 102. 17 Estela de Gebel Barkal; Urk. 4V (227, J- 1243, 8; Galin, nsevipeiones, p, 121 18 Conocemos el nombre de tres esposas de Tutmosis IH que Hegaron a la corte egipcia desde Siria- Palestina, se amuban Menai, Mentiet y Meletis Ch. Lilyquist, The tomb of three foreign wives of ‘Thutorosis Hl, Nueva York, 2003. SEMATA, ISSN 1137-9669, 2011, vol, 23; 295-313 303, tumbas de Jos altos dignatarios de la época, como es el caso de Ineni CT 81), Amonemheb (llamado Mahu, TT 85), Menkheperraseneb (TT 86) 0 Rekhmira (TT 100). En Ja tumba de Amonemheb (Fig. 2) se transcriben también las palabras que le dirigen al faraén los jefes de Palestina, Sitia y Chipre: “yCudn grandes son tus poderes, oh rey vietorioso, soberano, amado de Ra! Has provocado el respeto a ti en todas las tierras Janas, el terror hacia ti por todas las tierras mon- tafiosas. Méranos, estamos bajo tus sandalias”. Ademés de estos extranje- ros que pertenecian a la elite en sus lugares de origen y que eran Figura 2. Detalle de la tamba de Amonembeb en Tebss, mos- cents» Palco engi MM Se ban en Ia corte del faraén, gru- G, Davies, “Foreigners in the Tomb of Ameneralab (n° 85)", pos més numerosos eran entre- Journal of Egyptian Archaeotogy 20 (1934). pl. 4), gados a los dominios del templo de Am6n en Kamak para trabajar en los talleres tejiendo telas, para trabajar en fos campos de cultivo 0 para trabajar en la construccidn y decoracién de monumentos. Desde el afto 23 hasta el afio 42, Tutmosis HII dice haber entregado af templo 1.588 personas de Siria (el mimero de nubios no se conoce con exactitud). A pesar del dominio ¢ influencia que la corona egipcia ejerefa sobre Palestina y parte de Siria a mediados del siglo XV a. C., la lengua egipeia no consiguis implantarse 0 imponerse como lengua administrativa, ni siquiera entre el faraén y sus vasallos. En con- tra de Jo que cabria esperar, la escritura cuneiforme y la lengua acadia, con sus dialectos locales, eran ef velyiculo de comunicacién en uso entre lus distintas ciudades-estado y la que se empleé entre éstas y la corte egipcia, Reflejo de esta situacién es la anéedota que et hijo de Tutmosis III, Amenhotep I, inctuye en la inscripcién conmemorativa que resume su campaiia por Siria-Palestina en su octavo afio de reinado: “Cuando su majestad viajaba hacia el sur por la Tanura de Sharon, descubrié a un comisionado del jefe de Nabarina Hevando una carta sellada con arcilla al cuello, y se 10 trajo como cautivo (atado) a la parte trasera de su carro”.!? 19 Estela de Mentis, alla 7 de Amenhotep Ul; Museo de El Cairo JdE 86763; Urk. TV 1299, 14-1309, 20: Gain, bnseripeiones, p. 157, 304 Jost M. Gaan: Intéxprotes y traducciones en of Egipte imperial Amenhotep II continué Ja politica de su padre de tomar juramentos de fidelidad® a sus vasallos de las ciudades-estado de Siria-Palestina, premiaba con regalos a Tos que le eran Jeales y controlaba quign era nombrado gobemador, destituyendo a los desobedien- tes y aseguriindose que Ios hijos de los gobernantes fieles tomaran ef relevo de sus padres al mando de las ciudades.' Un papiro, hoy en el Museo Ermitage, documenta la entrega de trigo y cerveza a los comisionados de doce ciudades-estado del norte de Palestina, en- tre las que se encuentran Lakish, Megiddo, Sharon, Ashkalon, Hazor y Taanakh, Supues- tamente, las raciones, un saco y medio de trigo y una jarra de cerveza, se tepartirfan en la corte de Amenhotep TI, o probablemente en Menfis, donde tal vez habsian sido recibidos oficialmente. IMPERIO, DIPLOMACIA Y LINGUA FRANCA Donde mejor se documenta la presencia de extranjeros en la corte egipcia y el con tacto entre la lengua egipcia y tas lenguas extranjeras det norte mas pujantes del momento es, sin duda, en el archivo hallado en el-Amarna, ciudad fundada por Akhenaton y que fue capital del reino durante casi veinte afios, en el ecuador del siglo XIV a. C.,¢, 1365-1349 a. C, El archivo esté compuesto fundamentalmente por correspondencia diplomética que abarea los tiltimos aflos de Amenhotep III hasta el reinado de Tutankhamon inckusive.* Las carias estan escritas sobre tablillas de barro, en escritura cuneiforme y la mayorfa de elas empleando la lengua acadia. Un grupo esta formado por 306 cartas enviadas entre Ios vasallos que gobernaban distintas ciudades-estado de Palestina y de Siria y la corte egipeia. En eilas, los gobernantes informan de la sitnacién politica, social y econémica del territorio bajo su control, del comportamiento de sus vecinos, de la presencia o au- sencia de tropas egipcias en la regidn, etc. A través de sus mensajeros, los gobemadores de la periferia del dominio egipcio clevan sus quejas, expresan sus inquietudes y afirman reiteradamente su incuestionable lealtad y servicio al faraén, Pero, de nuevo, surge la pre- gunta: gen qué idioma? Ellos escribfan sus cartas en su propia lengua, en acadio, incluso con las variaciones dialectales de la regiGn y expresiones particulares, pero, ,quign se las traducia al faraén’? Azira, gobemante de Amurru, en Siria, no sélo escribe cartas al faradn, sino que se han conservado varias que dirige a un importante oficial de la corte ilamado Tutu 20 Unk EV 1308, 19- 1304, 2 21 Urk EV 1303, 9-12 (© 1312, 7-16); 1308, 11-14, 22 Una transliteracién de fas cartas, todavia baisica aunque con muchas lectures anticuadas, puede cencontrarse en J. A. Knudizon, Die Bl-Amarna-Tajeln, Leipzig 1907-1915 (reimpreso en Azlen 1964), EL compas se completa con la edicién de A, F, Rainey, Ef Amarna Tableis 359-379, Mrer Orient und Altes Testament 8, Neukirehea-Viuya, 19782, La mejor traducci6n snotada se debe a W, L, Moran, The Amarna Leners, Baltimore, 1992, La eronologta absoluta que utiliza este tltimo aartor sitfa el archivo centre los afios ¢. 1350-1320 a, C, Ver también M. Liverani, Le fesrere di e?-Amarna, Bresciu, £998-99. SEMATA, ISSN 1287-9689, 2011, vol, 29: 295-313 305 (también conocido como Dudu), para rogarle que interceda por él ante el rey y rebata Jos testimonios que alguien pudiera pronunciar en su contra, sobre todo los represen- tantes de su rival Ribadda de Biblos, Un pasaje de una de fas cartas que Aziru envia a Tutu sefiala:” ‘Di estés al servicio personal [del rey, mi seiior]. Que el cielo no permita que traidores hablen perniciosamente en contra de rof en presencia del rey, mi sefior. No debes per- mitirsclo. Puesto que ti ests al servicio personal [del rey], mi sefior, representdindome, no debes permitir habladurfas peniciosas contra mf. Sobre su funcién diplomédtica y su papel como intermediario de los jefes extranje- ros, Tutu dice sobre sf mismo en una inscripcién de su tumba en el-Amarna:™ (Yo soy) el super{visor] de las misiones de todas las Gerras extranjeras. Soy quien transmit sus palabras « Palacio, estando en [...] cada dia. Yo Ilego a ellos como comi- sionado real con cada una de las instrucciones de [su] majested El comisionado egipcio enviado a Amurru sabemos que era un tal Hatip. Una carta enviada por Azitu a Tutu aporta informacién del doble papel jugado por Hatip, es decir, de su funcidn como intérprete de las palabras del rey en Amurtu y como inténprete de las palabras de Aziru en Egipto. El pasaje dice asf: Hatip ha venido y ha traido las buenas y gentiles palabras del rey, mi sefier, para mi regocijo. Mi tierra y mis hermanos, los siervos del rey, mi sefior, y los siervos de Tutu, mi sefior, estén gozosos cuando viene el aliento del rey, mi seffor (..). Mi sefior, puesto que Hatip esta conmigo, él y yo haremos (juntos) el viaje (a Egipto). Aziru, sabiendo que no gozaba de excesiva predileccién en la corte egipcia, fue re- trasando su viaje lo més posible, pero al final acudi6. Probablemente Llegarfa acompaiiado del mensajero e intérprete Hatip y, ya en el-Amarna, serfa recibido por Tutu, quien Te con- duciria en presencia del rey. Esta escena, o una similar, es, precisamente, la que representa ‘Tutu en una de las paredes de su tumba en el-Amarna (Fig. 3). Akhenaton se asoma ala ventana de las apariciones oficiales de su palacio para premiar y ensalzar a Tutu por sus servicios, y detrés del alto funcionario egipcio se puede ver a un grupo de jefes de Siria y Palestina siguiendo a un oficial egipcio que les sirve de intéxprete en tan solemne ocasién, traduciendo y pronunciando sus palabras de saludo y sometimiento: 2B Bn 25 Los siervos de todas las tierras extranjeras dicen: ‘Oh Ra viviente! Nefer-kheperu-ra — Wa-en-ra, Estamos bajo {tus pies] por siempre’. EA 158: 10.31 N, de G. Davies, The Rock Tombs of Ef Amarna, VI, Londres, 1908, p. 26, pl. 15) BA 16d: 4.26. 306 Jost M. Gnuans Intéxprates y treducciones en el Egioto imperial Figura 3. Detalle de Ia tuba de Tutu en el-Amama, Akhenaton recompensa & ‘Tutu por sus servicios, durante una eere- moni en la que éste va seguide por una delegucién de jefes de Siria-Putestina introducidos en la escena por un asisten~ te egipcio (N. De G. Davies, The Rock Tombs of El Amara Vt, Lowes, 1908, pl. 19-20) Tutu adorna un tanto sus palabras y le comunica al faraén lo siguiente, La fierra entera marcha hacia ti, Kharu (= Siria-Palestina), Kush y todas las tierras, sus. ‘brazos esttin (extendidos) hacia ti adoran tu ka, solicitando humildemente vida: ‘Danos aliento, el terror (que te tenemos) ati bloguea (nuestras) narices” Un papel parecido al de Tutu lo debié jugar, ocasionalmente, el general Horemheb antes de coronarse rey, segiin muestra en una escena en su tumba de Saqqara, donde se hace representar en audiencia ante Akhenaton y actuando de intermediario entre éste y un ‘rupo de jefes de Siria-Palestina (Fig. 4). Los jefes extranjeros escenifican el saludo pro- tocolario: “me postro a los pies de mi sefior siete veces y siete veces”, “sobre mi estmago y sobre mi espalda”. Sus palabras son escuchadas por un intérprete o traductor, quien a su ver se las transmite a Horemheb y éste se gira para decirle al rey: [cl los jefes de todas las tiesras extranjeras vienen a soticitarte vida, por (medio del noble, amigo dnico, escriba real, Horemheb. ‘Afios después, bajo el reinado de Tutankhamon, el virrey de Kush, responsable de Ja Hacienda del sur y portador del abanico a la derecha del rey, Huy, se hace representar en su tumba como intermediario entre los jefes extranjeros y el rey. Esta vez, los ex- tranjeros no disponen de traductor y se dirigen directamente al oficial egipcio para que 26 G.Th. Martin, The Memphite Tomb of Horemheb, Londres, 1989, p. 115; Urk, IV 2084, 1-20. SEMATA, ISSN 1137-9669, 2011, vol. 23: 295-313 307 Ie transmita su mensaje al rey. La figura de Huy se repite dos veces, mirando en un senti- do y en otro, para expresar su papel de interlocutor. La inscripeién que acompaiia Ia escena dice:”” ‘Todos los jefes de las lejanas tierras extranjeras le dicen {al] comisionado del fara6n: Figura 4, Detalte de la tumba del general Moremheb en Saqgers, “Cuan grande estu poder, joh gn et que se muestra su papel de intermediario entre el mouarea buen dios! Cudn grande es tu —_y una delegacién de jefes de Siria-Palestina que escenifican su fuerza. La vida no existe sin sumisién (G. Th, Martin, The Memphite Tomb of Horemheb, Lon- ti, quien fe ataque se conver- #8: 1989, Fg. 115). tind en inexistente, Danos el aliento que ti das para que asf narremios tus victorias’. EI segundo grupo que compone la correspondencia diplomatica hallada en el archi- vo de el-Amama consta de 44 documentos, ¢ ilustra muy bien Jas relaciones entre Egipto y los grandes estados del Préximo Oriente antiguo por aquel entonces: Mitani, Alashiya (= Chipre), Haiti, Asiria y Bubilonia, El reino de Mitani era, a mediados del siglo XV a. C., una potencia internacional y, tras unos aiios de conflictos bélicos, acaba entablando estrechas relaciones diplomiticas con Ia corte egipcia. Las casas reales de ambos paises se unieron mediante lazos sanguineos al casarse Tutmosis TV con una hija del rey Artata- ma I, Teye, Una generacién después, Amenbotep TIT se casaria con uns hija de Tushratta, Tadukhepa2* Amenhotep III firmé con Tushratta, su suegro, un tratado de defensa mutua, gue se conserva en una tablilla eserita en lengua hurrita. Sin duda alguna, se eseribié una versi6n del mismo tratado en egipcio, tal vez sobre papiro, pero ésta no nos ha llega- do, Afios después, el rey de Mitani se valia de ta reina madre, Teye, para Hegar hasta el monarca egipeio, pues, a pesar del afecto que se profesaban los dos monarcas y a pesar de que sus respectivos comisionados eran de confianza, Tushratta le escribe a Teye: “ni eres [..] quien conoce mejor que nadie los asuntos que tratamos [uno con] el otro. Nadie los conoce (tan bien). Bn las cartas que Tushratta fe envfa a Amenhotep IV, el rey mitanio 27 N.deG. Davies, The Tomb of Huy, Viceroy of Nubia in the Reign of Tutankhanan, Londres, 1926, p, 21-30, pl. 19-20, 23-33; Urk, LV 2069, 11-2071, 17. 28 BA 29; ver BM, Bryan, The Reign of Thutmose IV, Baltimore, 1991, p. 118-120, y sobre los testimonios. de la politica de este monarca en Palestina y Siria, ibid, p. 336-347. 29 BA 24: 108-118, 30 BA 26, Entre la correspondencia diplomatica del archivo de cl-Amarna y del wrchivo hitita de Boghazkby se encuentran no s6lo cartas dirigidas a reinas, sino también testimonios de eorrespondencia mantenida ttre tas reinas de las dos cartes. 308 Jost M. Gauaw:Intéypretes y ttaduccionas en el Egipto imperial le sugiere al recién coronado rey egipcio que recurra a Teye y le pregunte sobre Ia polltica y compromisos aleanzados por las dos casas reales en el pasado.s! Los comisionados enviados a una y otra corte eran, en principio, bien considerados, respetados y agasajados en el palacio anfitrién. No desempefiaban la funcién de meros mensajeros, sino que actuaban como verdaderos embajadores del rey. E! comisionado de confianza de Tushratta se liamaba Keliya, y Mane era el enviado especial de Egipto a Mitani. Mane viajaba siempre acompafiado de su intérprete, un tal Hane. Tushratta afirma repetidas veces que estos dos dltimos eran tratados “como dioses” en su corte, y que Keliya y Mane debfan ser los tinicos comisionados reconocidos por ambas partes.” Para poder localizar dentro del archivo de la eiudad de el-Amama las cartas pro- venientes de un lugar especifico, o las recibidas en uaa determinada fecha, a algunas de Jas tablillas se Jes afiadid una “etiqueta” con pincel y tinta negra, escrita en egipcio, en hieratico. Por ejemplo, en una carta proveniente de Alashiya, EA 39, en la que el gober- nante de ese lugar solicita ai fara6n que no detenga por més tiempo a sus comisionados y comerciantes en la corte egipcia y les deje marchar de regreso, un eseriba egipcio anota sobre el reverso: “Carta del jefe de Alashiya”, De la misma manera, en la carta EA 23, enviada por Tushratta de Mitani a Amenhotep Il, y en la que se informa del envio de una estatua de la diosa Ishtar para aliviar 1a enfermedad del faraén ya anciano, un escriba aprovecha fa parte anepigrafa del reverso, para anotar: “Afio 36, cuarto mes de la estaci6n Peret, dia I, Estando (€l rey) en la Residencia sur (= Tebas), en el Palacio de Alabanzas L...)”. Affos después, el mismo Tusbratta le escribe a Akhenaton solicitandole que le envie oro, y sobre uno de los cantos de Ta tablilla de arcifla, BA 27, el escriba apunta: “[Afio] 2, primer mes de la estacién Pefret, dia...]. Estando (el rey) en la Residencia sur (= Tebas), en el Palacio de Alabanzas. Copia de la carta de Naharina (= Mitani) que trajeron el co- misionado Pirissi y el comisionado [Tulubri]”. En esta tltima etiqueta es significativo que se haga constar los nombres de los enviados extranjeros que tajeron y leyeron la carta al faraén, También es interesante la precisién de que se trata de una copia de La carta, es decir, no de Ja carta original, sino de una transeripcién o réplica. ,Quién habrfa escrito esta copia?, ,eusndo?, ,dénde? No es este el Ingar para tratar cuestiones complejas sobre la diplomacia en el Proxi- mo Oriente antiguo a mediados del siglo XV a. C., pero, tratando el tema de fos intér- pretes y traducciones, sf interesa sefialar la costumbre de hacer duplicados de la corres- pondencia diplomatica y de otros documentos de cardcter administrative y de politica internacional, como podian set los tratados entre dos reinos “hermanos”, como en el caso de Egipto y Mitani, o entre sefior y vasallo, como en el caso de Egipto con ciudades- estado de Siria-Palestina para el cobro del impuesto anual. Esto explicaria la existencia en el archivo de e]-Amarna de una tablilla escrita en hurrita con un tratado entre Amenhotep BL BA 28; 42.49; 29: 6-10, 45-50, 143-147, 32 BA 20: 64-70; 21; 24-32, 33 BA 24: 1V 16-29. SEMAIA, ISSN 1137-9669, 2011, vol, 23: 295-313, 309 TIT y Tushratta, y también explicarfa las once tablillas escritas en acadio con el mensaje que el faraGn fe dirige a un jefe extranjero, algunas de ellas sin duda traducciones de un original escrito en egipcio. EI asunto de las traducciones y ef empleo en la corte egipcia de una lengua ex- tranjera, fuera hurrita, hitita © acadio, nos Heva a tratar, aunque sea de forma un tanto superficial, un tercer grupo de documentos escritos en cunciforme que fueron hallados en el archivo de el-Amagna junto a la correspondencia diplomitica. Se trata de 29 ta- blillas 0 fragmentos de tablillas, que pueden catalogarse como “textos escolares”,* y entre los que se incluyen silabarios, listas Iéxicas y textos literarios (mitolégicos, épicos ¥y cuentos), Tambign se inclaye en ef grupo un cilindro sello, EA 355, puesto que no fue insctito para uso administrativo, ya que se repite hasta once veces un breve texto, Debido a las circunstancias del primer gran hallazgo y a la forma en que se Hlevaron a cabo las primeras excavaciones en el yacimiento, no se puede precisar ei lugar exacto dénde se en- contré cada uno de los documentos, pero parece ser que la mayoria provienen del edificio donde se hallaron también adobes con una impronta identificativa: “Lugar de las cartas del faraén —jque viva, prospere y tenga safud!’."5 En los archivos, por tanto, ademis de cotrespondencia diplomdtica, se guardaban también textos escolares y literarios escritos en cuneiforme. Parece ser incluso que estos éltimos fueron escritos en ese mismo lugar, Jo que le convierte en lo que podria haber sido una escuela de eseritura cuneiforme en la capital egipcia, Algunas de las tablilias, con ejercicios propios de un escriba principiante, muestran borrones y correcciones, otras se dejaron a medio escribir, otras fueron rotas in- tencionadamente y otras munca llegacon a escribirse. Es decir, que un grupo significativo de tablillas no eran propias de un archivo, no eran dignas de ser guardadas, sino que mas bien formarfan parte de la “papelera” de un taller de escritura cuneiforme. {Qué caracteristicas presenta el acadio que se practicuba en la ciudad de el-Amar- na? El ductus de los signos cuneiformes, es decir, la graffa de las tablillas con ejercicios escolares puede catalogarse como de “tipo egipcio” o “tipo hitito-egipeio”. Efectivamen- te, el estilo de las cartas egipcias escritas en cuneiforme, a las que se ha hecho referencia més arriba, muestran una gran similitud con Ja tradicién del “hitita antiguo”, Entre los {textos literarios acadios hallados en el-Amarna dos de ellos tienen sus paralelos directos en Hatti, Estos son la narracién “épica de shar ramkhari”, que relata una expedicisn de Sargén, rey de Akkad, a Anatolia, y “la historia de Keshi”, EI sistema de escritara y las peculiaridades lingtifsticas de estas dos composiciones estén directamente relacionadas con el acadio de Bogazkéy. En este contexto, recuérdese que tan sélo unos afios después, en época post-Amarna, una reina egipcia recién enviudada escribe al rey hitita invitdn- dole a enviar a uno de sus hijos a Egipto para contraer matrimonio con ella, El rey hitita accede al ofrecimiento y envia a Zananza, pero éste morirfa en el camino en extrafias circunstancias, fo que provocaria una crisis en las relaciones entre Egipto y Hatti, De 34 Sh. Lereel, The Amarna Scholarly Tablets, Groningen, 1997, 35 W.M.E Petrie, Teifel-Amarna, Londres, 1894, p. 34 ss. (capitulo escrito por A, H. Sayer), pl 32 y 42, 310 Joxk M, GAs Intérprotes yfraducciones en el Egipte Imperial cualquier forma, este suceso refleja las estrechas relaciones entre la corte egipcia y la hitita en aquel momento. En cuanto a los silabarios y Jas listas léxicas, un material muy parecido puede encontrarse en Ugarit,™ Ia ciudad costera de Siria que marcaba el extremo sur de la influencia hitita en la zona, el punto de contacto en Canaan de la cultura hitita y Ja cultura egipcia. Por otro lado, el pequeiio grupo de ejercicios escolares y textos literarios no sélo muestra la influencia hitita en la corte egipcia, pues incluye también dos mitos babilonios cuya graffa coincide con la tfpica de las cartas eseritas desde Babilonia, Estos son el mito de “Adapa y el viento del sur” y el mito de “Nergal y Ereshkigal”. Las tablillas literarias babilonias (EA 356 y 357, respectivamente) tienen Ia peculiaridad de presentar puntos en tinta roja por encima de Jas Iineas de escritura, sin duda un préstamo del egipcio, pues este era el sistema de puntuacién empleado en textos literarios egipeios escritos en tinta negra sobre papiro. En la tablilla del mito de Adapa, los puntos rojos indican Ja métrica, colocindose sobre el diltimo signo de vna palabra, que puede encontrarse en mitad de una Jinea o al final de ta misma, En la tablilla del mito de Nergal y Ereshkigal, los puntos rojos también parecen murcar en ocasiones los morfemas, Lia forma en que estén escritas algu- nas de las palabras, en “eseritura plena”, parece reflejar que Jos textos no fueron copiados, sino que fueron dictados. El sistema de puntuacién en rojo tal vez esté indicando que estas dos composiciones literarias fueron escritas para ser declamadas a viva voz. No parece que fueran utilizadas para enseifar a escribir, sino que més bien debieron leerse para de- leite de un pequefio piblico familiarizado con la lengua y la cultura de Mesopotamia, tal yer, todos aquellos “invitados extranjeros” residentes en el-Amarna que habfan legado ‘hasta allf como parte del harén de una princesa cedida en matrimonio 0 acompafiando a los comisionados como mercaderes. Entre los textos escolares, EA 368, que hoy se exhibe en una vitrina del Ashmolean Museum de Oxford, consiste en un vocabulario bilingiie que pudiera haberse usado por un extranjero para aprender egipcio, En 1a columna de la izquierda se han escrito una serie de palabras en acadio, y en la colymna de la derecha su equivalente en egipcio, La forma de Ja tablilla es muy peculiar, al igual que el tipo de arcilla, la graffa y Ia lengua empleada. Asi, el pequefio corpus de textos escolares y literarios muestra cémo el llamado “archivo” de el-Amarna, contenia otto tipo de textos ademas de correspondencia diplomitica, y que era en ese mismo lugar donde se aprendia a escribir en cuneiforme y donde se lefan composiciones literarias en acadio. Allf probablemente también los escribas extranjeros aprendfan formulas epistolares y otros recursos de la lengua egipcia. 36 J. Nowgayrol, E. Laroche, C. Virolleaud, C.F. A. Schaefet, Ugartica V, Mission de Ras Shamra 16, Paris, 1968, p. 199-251, 37 A, Zivic, “The ‘Treasury’ of ‘AperEI", £4 1 (1991), p. 26-28; idem, ““AperEl, Taouret et Houy: la fouillo et Yenquéte continuent”, BSFE 126 (1993), p. 5-165 idem, Découverie a Saggarah le vicir oublé, Paris 1990; idem, “Le nom du vie “Aper EU, Cahiers de fa Revue Biblique, Pacts, 1997, p. 115-123. SEMATA, (SSN 1137-9669, 2011, vol. 23: 295-013 311 TRATADOS INTERNACIONALES Las excavaciones dirigidas por Alan Zivie en Saqqara, la necrépolis de la ciudad de Menfis, estén sacando a la fuz tumbas de importantes funcionarios que participaron activamente en Ja politica exterior de! imperio egipcio. En 1980 la misién francesa descu- brid la tumba de ‘Aper-el, de nombre claramente semttico, que ejercié el cargo de visir al final del reinado de Amenhotep ill y fue enterrado junto a su mujer Tavret y su hijo Huy, quien Hegé a ser general del ejército bajo Amenhotep IV.” Muy recientemente, Zivie ha descubierto fa tumba de Netcheruimes, el enviado de Ramses Il que padiera haber inter- venido en la negociacién del tratado de paz. con el rey hitita Hattusili III, en torno al afio 12704. C. Ramses Il, en su cuarto afio de reinado, llev6 a cabo una incursién o campafia has- ta Amurra (Siria), dejando allf como testimonio una inscripeién lapidaria en Biblos y otra en Nahr el-Kalb, Al afio siguiente tayo lugar la famosa batalla de Qadesh,® que fue inmortalizada en texto y en imagen sobre las paredes de los templos de Karnak, Luxor, Abidos, Abu Simbel y en el Rameseum, Ademés, se conserva una narracién de la hazafia bélica en papiro. La versidn egipcia de la contienda, como era de esperar, ensalza la gran victoria del faraén sobre el rey hitita Muwatali y sus tropas, aunque realmente el conflicto debi6 quedar en tablas, y tras la vuelta a casa del ejército egipcio, la regidn entre Ugarit y Qadesh cayé inevitablemente bajo influencia hitita, Ajios después, sin embargo, el panorama politico al norte de Siria comenz6 a trans- formarse: mientras el reino de Halti se debilitaba en Iuchas internas por la sucesién al trono, el vecino reino de Asiria iba adquiriendo cada vez, mayor fuerza e influencia, lle- gando a anexionarse el antafio poderoso reino de Mitani. Este nuevo escenario provocé que Hattusili 11 estimara convenient dar un giro a su politica exterior y firmar de un tratado de paz. con el rey egipcio, entre otras razones, para protegerse las espaldas y poder contar con ua aliado para hacer frente a Asiria, La paz llegaba dieciséis afios después de Ja batalla de Qadesh. El texto del (ratado de paz entre Hattusili IM] y Ramsés TT se conserva tanto ea la ‘yersién egipcia como en la versién hitita.” En caracteres jeroglificos al menos fue graba- do cn una pared del templo de Karnak y en una pared del Rameseum, La versién hitita se conserva escrita en cuneiforme sobre tablillas de arcilla, que fueron halladas en el archivo de Boghazkdy, Curiosamente, la lengua empleada en estas tiltimas no es el hitita, sino el avadio, y es que. como indica el propio texto, estas tablillas son una “copia” del tratado original, que fue escrito sobre otras de plata, Si bien el relato de la batalla de Qadesh debié ser muy distinto en un bando y en otvo, es lamativo comprobar la similimd que 38 K.A, Kitehon, Phucaoh Triumphant, The Life anu Times of Ramesses 1, Werainster, L982, p. 43-95. 39. G. Restmont, “Accords intemationsus relatifs aux ligues hittites (16C0-1200 av. 1-C.). Dossier C: te dossier €ayptien”, Orientatia Lovaniensia Periodtea 12 (1981), p. 15-78; E. Hael, Der Vertrag zwischen Ramses I. Vou Agypten rnd Henastt 01 You Heit, Berit, 1997. 312 lest M. GaAs: Inlérpretes y traduociones on 6! Egipte imperial ‘guardan las versiones egipeia ¢ hitita del tratado (hay diferencias puntuales). Incluimos a continuacién algunos pasajes significativos de la versi6n egipcia: Afio 21, primer mes de la estacién Peret, dfa 21, bajo In majestad del rey de Egip- to Usermaatra-setepenra, el Hijo de Ra Ramses-meriamon —jque se le conceda vida por siempre!~, amado de Amon-Ra-Horakhty, de Ptah al sur de su muralla, seiior de Ankhtauy, de Mut seflora de Isheru, de Khonsv el bondadoso. (El rey) ba apareei- do sobre el ttono def Horus de Ios vivos, como (aparece) mi padre Ra-Horakhty, por sicmpre. En este dia, su majestad estaba en la ciudad de Per- Ramses, agasajando a mi pa- dre Amon-Ra-Horakhty, a Atum sefior de las Dos Tierras (de) Helidpolis, « Amon de Ramses, a Ptah de Ramses, « Seth de gran fuerza hijo de Nut, a cambio de que ellos le otorgasen la eternidad en festivales-sed por siempre y afios de paz, estando todas las tiermas Hlanas y montafiosas postradas bajo sus pies por siempre. Vinicron entonces el comisionado real | | el comisionado de Hatti, Tiliteshub, y el segundo comisionado de Hatti, Ramose, y el comisionada de Karkemish, Yapusili, con Ia tablilla de plata que ol gran jefe de Hatti, Huttusili, hizo que fuera traida a Palacio para suplicar la paz ante la majestad del rey de Egipto Usermaatra-setepenra, ef Hijo de Ra Ramses-meriamon —jque se Te conceda vida por siempre!, como a su padre Ra cada dia- Copia de la tablilla de plata que el gran jefe de Hatti, Hattusili, hizo que fuera trafda 2 Palucio por medio de su comisionado Tiliteshub y de su comisionado Ramose, para soficitar la paz. ante su majestad el rey de Egipto Usermaatra-setepenra, el Hijo de Ru Ramses-meriamon, toro vicforioso de los gobetnantes, quien fija sus fronteras en cada ticrra hasta donde él deseaba, Tratado que el gran jefe de Hutti, Hattusifi, el fuerte, hijo de Mursil, el gran jefe de Hatti, ef fuerte, hijo del hijo de Supilutiuma, of gran jefe de Hatti, et fuerte, hizo sobre una tablilla de plata para Usermaatra-setepenta, el gran gobernante de Egipto, el fuerte, hijo de Menmaatra, el gran gobernante de Egipto, el fuerte, hijo del hijo de ‘Menpehtira, el gran gobernante de Egipto, el fuerte. ©) Miradle, Hattusili, ef gran gobernante de Hatti, ba hecho que surja buena paz y buena hermandad mediante un tratado con Usermaatra-Setepenra, el gran gobermante, de Egipto, en el diz de hoy, por siempre. El se ha hermanado conmigo, ha hecho Ta paz conmigo, y yo me he hermanado con él, he hecho Ja paz. con él por siempre. G) Bn cuanto a estas palabras de la tierra de Hatti_y de la tierra de Egipto que estén sobre la tablilia de plata, aquél que no tas guarde, los mil dioses de la tierra de Hau y los mil dioses de la tierra de Egipto destrozardn su casa, st tierra y a sus vasallos, Por el contrario, quien guarde estas palabras sobre la tablilla de plata, tanto de Hatti como gente de Egipto, quienes no las ignoren, los mil dioses de Hatti y de Bgipto le otorgarn salud y vida, y también a su casa, a su tierra y asus yasallos (..) SEMATA, ISSN 1137-9649, 2011, vol. 28: 296-313 313 El tratado de paz fue acompaiiado de una intensa actividad diplomética e inter cambio de corvespondencia, parte del cual ha sido hallado en el archivo de Boghazkéy. Tneluso se han conservado cartas que se escribian entre fa reina hitita Pudukhepa y I famosa reina egipcia Nefertari, Ramses II se casaria, trece afios después de fa firma del tratado, con una princesa hitita, que, al llegar ala corte egipeia, adopts el nombre egipcio de Maat-hor-neferu-ra. Hasta hace pocos aiios s6lo disponfamos de la correspondencia entre Egipto y Hat- ti hallada en el archivo de Boghazkéy. Recientemente, sin embargo, fas excavaciones alemanas dirigidas por Edgar Pusch en la ciudad egipcia de Per-Ramses (Qantir), en el delta oriental, han hallado el primer testimonio de un archivo diplomatico en la residencia real.” Tal vez la punta del iceberg, El fragmento de tablilla cuneiforme, es, por su taraa- fio, casi insignificante, pero tiene una importancia capital para la reconstruccién de las relaciones internacionales entre las dos grandes potencias del Préximo Oriente a finales del siglo XU a, C. Saber idiomas ya era importante hace ms de 3.200 afios. Cabe suponer que muchos escribas medraban en la administracién recurriendo a fazos familiares, amistades, con- tactos e incluso coacciones. Otros con menos recursos, de familias no tan acomodadas ni bien posicionadas, dependfan de sus propios méritos, y probablemente el canocimiento de otras lenguas, adquirido de forma natural en viajes al extranjero y/o en las escuelas y archivos de la corte, podria ayudarles a abrirse camino entre los escribas reales de Palacio. Las intensas relaciones internacionales y la politica imperialista de los faraones fomenté la profiferacién de intérpretes, escuelas bilingties de escribas y el uso de traducciones en la corte egipcia ente los atios 1450 y 1200 a, C. Asf, tos “escribas internacionales” acabs ron jugando un papel esencial en el desarrollo de los acontecimicntos, politicos, sociales, econémicos y culturales del imperio egipcio. 40 E. B. Pusch, S, Jakob, “Der Zipfel des Diplomatischen Archivs Ramses'IL”, Agyprem und Levante 13 (2003), p. 14-58 ews Be anlar cate Dvrigty 4) UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

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