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RESUMEN “Algunas reflexiones sobre la relacién entre la teolo- gia sistematica y la teologia biblica” -El autor la teologia sistematica y la pre como su punto inicial y su norma festa manera él tendré siempre un fundamento desde donde toda situa- ‘cin presente sea desafiada y transformada y del mismo modo desde mente relevante y constructiva, lo cual es tan necesario en nuestros dias SUMMARY “Some Reflections on the Relationship between foundation for every conceivable situation and utilizing this model he ‘would be able to present the eternal message of God in a relevant and constructive form—something urgently needed today. ZUSAMMENFASSUNG “Einige Gedanken zur Beziehung zwischen systema- tischer und biblischer Theologie” - Der Autor Uberdenit die scharfe Kluft zwischen systematischer und biblischer Theologie. Nachdem er einen historischen Uberblick tiber die lange Geschichte dieser Trenning beziiglich des fehlenden Konsensus gibt, schlagt er eine systematische biblische Theologle vor, in der der Theologe als Startpunkt und als kzeptiert. Das bedeutet, da8 immer ie Fragestellung vorhanden ist und fs auch méglich, die ewige Botschaft ruktiver Form zu presentieren—etwas, ‘was heute dringend notwendig ist. i i ot ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA RELACION ENTRE LA TEOLOGIA SISTEMATICA Y LA TEOLOGIA BIBLICA 106 Frank Hasel gia sistematica con su propio fundamento y fuente,’ la Bi- blia, ha sido problematico.‘ Por lo tanto el asunto perenne de la relacién entre la teologia sistematica y la teologia bi- blica se ha caracterizado como una agonizante.® Es preci- samente esta separacién de las dos disciplinas de teologia mayores, la exégesis y la dogmatica, que ha sido llamada la Teologia Sistematica y Teologia Biblica 107 crisis decisiva en la teologia moderna.‘ En 1962 Karl Rahner pudo decir que la relacién entre la teologia bibli logia sistematica “no es algo que ha sido d mente a escribir en los libros y otros t sos”.’ En 1986 James Barr escribid t que necesita ser resuelto mas urgentemente es la relacion entre la teologia biblica y la dogmatica.’ Aunque hay vir- tualmente consenso sobre esta incongruencia, la busqueda por propuestas convincentes que unan estas dos discipli- nas, continiia.? Mas recientemente varios eruditos han se- \Vandenhoeck & Ruprecht, 1986), 1-493. CI. Childs en Biblical Theololgy, 26. Ademés de los articuls y los bos ‘Alemany, “Must there be Tension Between Exegesis and Dogamntic Theol ‘Conclium (1994/6) 93-100; Poul Aeveld, “Exegese Critique et Exegese ‘Theology: Recent Trends and ssues,” AUSS Models of Bibical Theology: Three Mayor Perspectives,” AUSS 33/1 (1995) 55-75; a __ Frank Hasel ibargo, que esta relacién problemética puede ser resuelta nicamente cuando las presuposiciones y me- “besmatcund Bayer ukerneccrace ‘Scholastk 36 1961) 497-511; Eenne Trocme, “Bible a Teco ’ Theologie: une querele sans fin." RHPR 62 (1982) 219-224; Herbert Verrier ed, Dogmatic vs Biblical Toloy aliore: Hon, ius Vos, Biblical Theology. Old and New Testaments (Grand Rapids. Relationship between Exegesis and Dogmatic Theology," Robert Ware, “The Use of Scripture in Current Theology ‘Werner Schneider, y Michael Weinrich (Neukirchen-Visym: Neukirchener Ver ‘327-338; Werner Wiesner, "Exegese und Dogmatk," TL2 79 (1954) 447-454, 1H, Woudstra, “The Old Testament in Bibel Theology and Dogmatis,” CJT 18 (1983) 47-63, Teologia Sistemética y Teologia Biblica 109 EO Sito y Teologia Bibiicg 109 tas de la teologia biblico-exegética y la teologia sistematica sean cuidadosamente replanteadas.!° Teologia Sistematica ite que no ocurrié ado que en la teologia de funciones sistematica e historica de la tet separadas. ®Posteriormente sin embargo, samiento filos6fico griego los tedlogos del periodo escolas- tico trataron de usar declaraciones generales y universales de las cuales el contenido de la fe pudo ser deducido.'? Por lo tanto no debe sorprender que el concepto de “sistema” fue usado primero en la teologia en conexién con el méto- do analitico, notablemente por el entonces famoso tedlogo x fil6sofo Bartholomaus Keckermann en su Systema logicae (Hannover, 1600) y Systema vs Theologiae (Hannover, jemplo recietemente Niewiadomsk, 434; Gordon J. Spykmman, logy: A New Paradigm for Doing Dogmatic (Grand Rapids. 136; Gerhard F. Hase, “Scripture and Theology,” JATS 4/2 | Kem, “Proposal fr @ Canonical Biblical Theology Fisch, System und systematische Methode in der Geschichte des 110 Frank Hasel 1602).1* Entre los sucesores de Keckermann el término teologia sistemat para el tratam: estructuracién sistematica co de acuerdo con los pri como consecuencia qi apenas subsidiario de k prueba” biblicos como para apoyar los alegatos de la teolo- gia dogmética.! Sin embargo, deberia de notarse, que aun cuando muchas de esas doctrinas tenian “textos de prueba” biblcos, el sistema en el cual esas doctrinas fueron de la Escritura. En otras palabras, el sistema terminé la selecci6n y la secuencia de los “textos de prue- ba” biblicos. Fue un “biblicismo dogmético” que fue guia- do por un sistema ecléctico que a su vez fue elegido y deri- vado extra escrituram. De este modo, es una realidad que la teologia sistematica tradicional, hasta el presente, es de- pendiente de métodos filoséficos, contenidos y tradiciones que son ajenas a la Escritura’® y usa normalmente la Escri- “Rtsch, System und Systematische Methode, 26-27, n. 2 1d in Theology (New York: Seabury Pros, 1972, 88690, Teologia Sistemética y Teologia Biblica 111 tura Unicamente para confirmar una agenda teolégi ticular que esta derivada independ gran variedad de los sistemas teo reavivamiento de las teologias alegando una elevada preocupacién por la centralidad de la Escritura, es en si mismo una indicacién de que hay fac- tores més alla del mismo texto que dan forma a la Gestalt de un sistema. Teologia biblica En reaccién a los “principios” fijados de la teologia ciparse ella misma de la teologia dogmatica mediante el intento de ser independiente de los credos religiosos.”” Fue Johan Philipp Gabler, el padre de la teologia biblica moder- na,?! quien dio la definicién clasica a la teologia biblica y a iia sistematica.** Gabler distinguié entre la “verda- ies: A Commentary on Current Works,” JR 73/2 of the Comprehensive: The Systematics Revival, son Davis, “Contextuazation andthe Nature of Theology,” ‘Systematic Theology, ed. John selferson Davis (Grand Rapids: 1980), 177. "Este cablo decisuo parce haber tomado ugar con Anton Fredrick Busching fen 1758, Ci, Gerhard Ebeling, “The Meaning of ‘Bibtcal Theology,” en Word and Feith Philedeiphia: Fortress Press, 1963), 87. ‘Theology (Winona Lake: Eisenbrat Una traduccion com famosa confrencia inaugural dada et 30 de marzo de 1787 en Aldorf, aparece en J. Sandys- Wunsch y Ege, "J.P. Gabler and 112 Frank Hasel dera teologia biblic ina puramente des- criptiva concerniente al descubrimiento de lo que los escri- tores biblicos pensaron y ensefiaron,”? y “teologia biblica pura”, que es la presentaci6n sistematica de la verdad eter- na de Dios en la Biblia, “que la providencia divina deseaba que fuera caracteristica de todos los tiempos y lugares” 24 Debido a esta distincién entre la exégesis puramente hist6- rica y la presentaci y universales de la total entre los estudios bi evidente que la teologia parada de la preocupacion teologica para hablar al presen- te y expresar la interpretacién de la verdad para el presen- te. Puesto que existe un vasto mundo de diferencia entre la teologia biblica, su pensamiento y expresién por un lado y la teologia sistematica por el otro, el arguyé que la dog- matica debe se filosofisante en lo que respecta a los asun- tos divinos a la luz de ambas perspectivas biblicas y la vida y pensamiento contemporéneo. De ahi que para Gabler y aquellos que siguieron su sendero de teologia sistematica no perduraron mas y de hecho nunca operé sobre el prin- the Distinction Between Bibical and Dogmatic Theology: Translation, Commentary, and Discussion of his Originality,” SIT 33 (1980) 183-158. Sandys Wunsch y Bdge, 137, 139, bid, 138. SD. H. Wallace, 225. Esta separacién del mensa oraosamente en el at Theology.” HBT 8/1 (1986) 61-98; y Avery 's Method inte Suxly of Biblical Theology,” en sm Scholarship (Neshvile: Abingdon, 1965), 210- Teologia Sistemética y Teologia Biblica 113 cipio de sola scriptura.?’ De esta manera, la teologii y la teologia sistematica se tornaron ambas en legitimas ‘busquedas en su propio derecho. Criticismo histérico Resulta innegable que las raices de la Teologia ca en el sentido moderno estan entremezcl 1S inextricablemente con el surgimiento del smo histéri- co.® Segiin Peter Walter el programa que fue iniciado por Gabler es todavia de mayor interés ahora” y sus ideas de ningun modo estan pasadas de moda.° Una teologia bibli- ca, sin embargo, que toma seriamente al criticismo bi puede ofrecer solamente grados y probabilidad pero nunca hechos asegurados.) Asi, Morgan y Barton han sefialado recientemente que el criticismo histérico conduce inevita- blemente a revisiones doctrinales que en tltima instancia significa que “la futura forma del Cristianismo, al igual que PCI. Hayes y Prussne, 65. Eginhard Peter Mellering ha afrmado que el Principio protestant de sola seriptura como hecho actual, nunca ha disfutad de gran ‘populardad en el Protestantismo ("Sola Scriptura’ und de historsche Kit,” en Hans Hinrich Schmid y Joachim Mehlhausen, ed, Sola Scriptura: Das reformatoriche Schnftprnaip n der sokularsierten Welt (Giterih Gerd Mohn, 1991), 56. "Hummel, 3. Para una descrpcién concisa del método hisérico ciico ver Eagar Krentz, The Historical-Critical Method (Philadelphia: Fortress Press, 1975), Peter Walter, 493, Manfred Oeming ha opinado reient 215-222 ohn J. Colins, Isa Ca 114 Frank Hasel todo lo dems, es cuestionable”.** En un contexto seme- jante la teologia sistematica funciona en el mejor de los ‘casos como una especie de agente mediador entre la exé- gesis histrico-critica “objetiva” de la Escritura y la situa- cin presente siempre cambiante. De ahi que, la teologia sistematica en el sentido tradicional siempre permanece 53 Siendo que la teologia sistemética s6lo alcanza un estatus normativo funcional mediante el sistema filoséfico del momento adoptad el tedlogo sistematico y su comunidad religiosa semejante sistema cambiante es muy “incapaz de persuadir a los es- cépticos”®® y de hecho no esta designado para las deman- das de las misiones.* A fin de sobreponerse a esta separacion infeliz en- tre la teologia biblica y la teologia sistematica, que afecta a toda la iglesia en cada aspecto de su vida® la contradiccion inherente entre el criticismo histérico y la teologia ha sido reconocido ampliamente.** Esto, sin embargo, requiere "Robert Morgan y John Bowden, Biblical Interpretation (Oxford: Oxford University ress, 1988), 176 De esta manera Grass, Die Gegenwartsbezogenheit der Dogmatk, 38. Solve la autorded funciona de a Escrtura en teclogia ver David H, Kelsey, ‘The Uses of Scripture in Recent Theology (Piadelphia: Fortress Pres, 1 Morgan y Baron, 198, Esto a ue sefalado muy perceptivamente por Est Troosch, "Die Dogmatic der ‘velighonsgeschichichen Schule,” en Gesammelte Schriften (Tubingen: J.C. B, Moby, 1913), 2517-518, "Richard B. Gafin, “Systematic Theology,” WTI 38 (1976) 299, La noturaleza problematica del métedo critic histrico para los estudlos Teologia Sistemética y Teologta Biblica 115 fundamentalmente de una nueva metodologia para hacer “teologia sistematica” asi como “teologia biblica”.®” Una nueva propuesta ir “la horrible enorme bre- cha” entre las “verdades accidentales de la historia” y las “verdades necesarias de la raz6n”,*° que suscitan proble- mas de una profunda suerte metafisica, bién la relacién entre la teologia sistematica y biblica, uno tiene que afrontar la relacién crucial entre lo humano y lo divino que esta presente en cualquier concepto de la Escri- tura y la propuesta teolégica."* Para hacer justicia al ele- 1; Job Ziesler, “Historical Ceti and Rational Flt, ExpRev 105/9 (1994) 270- 274; otros. De manera similar, Ia elacibn problematca sino incompatible ene los ica ha sido reconocida por muchos. Cf. Fitz Neabestning of ie theckagche Winciel der Bibel nc Thedlogcher Vee, 1999), ‘John C, Collins ha puesto esto con una dardad perceptva cuando escrbe “Si, entonce, hay una contradiccloninbeenteente el cricismo histrcoy la teologian ‘bandonando el cua a teologa bibica deblera seguir y Ia maturaleza de la ‘5, Morgan y Barton tambien han sefalado que el método ‘no sostiene inlerpetacones teolbgicas de a Bila y por lo G.Bloesch, 128-129, 256287. 6 Frank Hasel al elemento divino (des- ia y en la teologia, un concepto adecua- do de la Escritura no deberia limitarse a verla como estando condicionada histéricamente por causas puramente inma- nente y relaciones de efectos. Esto podria exponer a la Escritura como una reflexion teolégica relativa y no norma- tiva. En vez de eso, la Escritura deberia ser vista como acondicionada divinamente y constituida historicamente.*® De esta manera la Escritura permanece uniendo a todos los hombres de todas las edades y en todos los lugares, porque todo el crédito es dada a la dimensién humana asi como a la divina en el origen de la Escritura. El lado histo- rico de la Escritura no es meramente externo e incidental a su contenido teolégico sino que pertenece a la misma esen- cia de sus contenidos divinamente inspirados y revelados.* Debido a que la historia es unica e irrepetible uno tiene que reconocer que, como M. Weinrich lo ha puesto muy apro- piadamente, no es la historia la que resiste a priori la posi- bilidad de milagros, sino que es la razén humana la que se ha convertido en la autoridad final.“ De ahi que, pareciera ‘Frenk M. Hasel, “Reflections on the Authorlty and Trustworthiness of Scripture," en Frank Holbrook and Leo Van Dolion, ede, lsues in Revelation end Sobre el rol de a razsn en Reason," JATS 4/2 (1993) Teologia Sistemética y Teologia Biblica 117 que el método critico histérico es por definicién incapaz de tratar con historia en todas sus dimensiones y de hecho tiene un cardcter esencialmente ahist6rico e incluso ateo.*” Por lo tanto, pareceria que aquellos que usan el método critico histérico, para usar las palabras inmortales del filé- sofo irlandés George Berkley, “primero levantaron una pol- vareda y luego se quejaron de que no podian ver".® Bajo un examen més cercano, sin embargo, el contraste agudo entre la teologia biblica y la teologia sistematica que ha llegado a ser familiar durante los 200 afios pasados, es engajiosa. Para usar el enfoque critico, que disecciona obsoleto cualquier intento de arreglar e! material biblico en un “sistema” coherente, En el mejor de los casos se puede intentar unir aquellas ideas divergentes y conflictivas bajo un centro biblico 0 motivo central. Sin embargo tal cen- tro 0 motivo organizador central es a menudo propuesto “Est ha sido recientementeindcado de un modo muy percepvo por Gerhard “Mater en su libro monumental Bblsche Hermeneutik, 232-244, “CI, Adolf Schater,Athelstische Methaden In der Theologie, ed, Heizpetor Hempelmann (Wuppertal: R Brockhous a bibles fla Teo- a, eel intento de entender Ia Biblia desde la perspectiva ée un principio 'a pesar dl modo en que es definido. La teologia biblica como es practicade la del 1990 permanece preocupada con el asunto de un centro, un prneplo 118 Frank Hasel dogmaticamente y normalmente refleja la preferencia sub- jetiva del tedlogo. Tampoco puede ser adoptada la perspectiva siste- mtica tradicional, que es dependiente de tradiciones, con- tenidos y métodos filosdficos” y usa la Escritura solamente para comprobar una agenda teolégica particular que est derivada independientemente de ella. En vez de organizar- se a si misma sistemdticamente alrededor de un centro, un motivo organizador central, etc., una perspectiva-sistema- tica-biblica escucha cuidadosamente a la Bi dad sarrolla una perspectiva-si organizacional*! que esté en concordancia con la Escritura Una perspectiva tal no solamente podria encontrar su pun- to inicial en la Escritura, sino que ella podria permanecer escrituristica en sintesis produciendo la teologia de toda la Biblia. Tomando a la Biblia como su fuente de autoridad ynorma una teologia-sistematica-biblica puede empefiarse en una presentacién constructiva de la fe cristiana y biblica para la situacién actual Algunos han objetado a la idea de que la Escritura contiene una‘ teologia sistematica”.®° Como el término “sis- ‘er por ejrplo Gerhard Ebling, The Stuy of Theology, 53-58 The Study of Theology, 5358, John Macquarie, Principles of Cristian Theology, 2a. (Nsw York Chas Sena’ Sons, 1966), 21-25 Bernard Lonergan, Method in Theology (New Yorke Seay lasophischen Begrife (Hamburg: Verlag “Synthese” en Walter Brugger, ed. buch, 13ra. ed. Frelburg: Herder, 1967), 375; y W. Brugger, SCI. por ejemplo el caso ‘puesta a teologia sisemtica en 8 London: SCM Press, 1952). Para una lita de otras ol Teologia Sistemética y Teologta Biblica 119 tematica” es entendido frecuentemente, esto es verdadera- mente cierto. Ya Otto Weber ha advertido que la dogmati- cano debiera permitir su estructura ser dedicada a ella por la estructura dada de ningiin sistema filos6fico. Segin Weber: atar la dogmiatica logicamente a un sistema seria inte- grar su mensaje dentro de una totaidad exclusiva de ser ve tencia ya dada. En semejante sistema total, Dios ocup centonces el lugar que ha sido preparado para él con antelac en el espiritu de dicho sistema. Este Dios no podria ser el Unico que se revela a si mismo en Jesucristo.** Cuando el término “sistema” es entendido que sig- nifica la totalidad de una estructura intelectual que esta ba- sada sobre un concepto filos6fico fundamental (un “princi- pio") y que se desarrolla logica y metodolégicamente, la presuposicién es que el “principio” contiene potencialmente el contenido total y Gnico que es entonces explicado en mayor detalle en la exp sistematica. Consecuente- mente, en su exposici6n un sistema tal no puede contener elementos que no estén ya dados en el “pri Incluso si un concepto de Dios se encuentra en el pindculo de tal sistema este concepto debe encajar dentro del sistema sin ninguna dislocacion. Esto significa, sin embargo, que el dios de un sistema, designado en base a un “principio” filoséfico es en un sentido profundo siempre una construc cién humana,®° de a teologasiserstica ver John Mle, Systematic Theology, 2 vols, (New York: Hunt Ghd Eaton, 1893) 1.4850, y Thomas N, Rager, Christian Theology: An Eschatological ‘Approach, 2 vals. (Scottdale: Herald Press 32-35. ‘otto Weber, Foundations of Dogmaties (Grand Rapids: Eerdmans, 1981) 149. 51-52, Ya Johann Georg Otto Weber, Foundations of Dogmatic Hamann, e crite y flesofo contemporsneo Enmanuel Kant jp, que un sistema al ye fe on af mismo un bstacuo pare fa verdad, Johann Georg Hamann, Briefwechse! 120 Frank Hasel En contraste con una construccién sistematica se ha sefialado, que la Escritura misma contiene formas de pre- sentaciones, discusiones, y argumentos que son compati- bles mas con una elaboracién “sistematica”.° De lo con- trario cualquier presentacién “sistematica” del material blico, en el sentido de la combinacién cuidadosa de las dife- rentes partes en una forma metodolégica, coherente y or- denada, de su contexto biblico interno, pareceria fitil ¢ in- cluso irrelevante. Mirando la Escritura, se torna aparente que los escritores biblicos citan o lauden el uno al otro so- bre una base consistente.®” Més atin, muchos libros hacen referencia a los mismos eventos y temas, como el éxodo, el ilio, la resurrecci6n, la parusia, el juicio de Dios, el amor de Dios, etc. Por lo tanto, pareciera que la particularidad de los escritos biblicos puede ser apreciada solamente pre- guntando, entre otras cosas, qué es lo que ellos tienen en ‘comiin,®* Aunque esto no es teologia sistematica en el sentido tradicional ella sin embargo requiere de una teolo- gia-sistematica-biblica. Esta teologia-sistematica-biblica sera una comparacién abarcante, contraste y sintesis sobre todo lo que los escritos biblicos (tota scriptura) dicen sobre un tema comin. (1786), citado en Oswald Bayer, Autoritt und Kritik: Zu Hermeneutik und Wissenschafistheorie Tubingen: J.C. B, Mab, 1991), 170, 182. Thomas N, Finger, “Biblical and Sytemati Theology con the Atoneme ‘Qe sigue es aruda a Finger, aunque no lo sequimos en todos ss puntos, CI. C. H, Dodd, According tothe Scriptures: The Substructure on New ‘Testament Theoiogy (New York: Charles Scribner's Sons, 1953), David |. Brewer, in ewish Exegesis before 70 CE (Tubingen: J. C. B. Mobr, 1992} y mas recientemente la scsi en G. K. Beale, ed. The Right Doctrine {from the Wrong Texts? Essays on the Use of the Old Testament in the New (Grad ‘Rapids: Baker Books, 1994), “Pinger, “Bibical and Systematic Theology in Interaction,” 3 roduction to Biblical Doctrine (Grand Reps: Zondervan Publishing House, 1994), 23, 25, Teologia Sistemética y Teologia Biblica 121 Mis todavia, todos los escritos biblicos alegan ha- blar de las iltimas realidades como Dios, hombre, salva- cién, el mundo, etc. Las realidades finales, sin embargo, parecen trascender mas alla de lo que un texto o pasaje pueda decir. En otras palabras, el mismo intento de hablar de esas realidades apunta alo abarcante y a la complejidad que no puede ser agotada con s6lo un intento. Esto pare- ceria ser entendible, al menos implicitamente, que otras cia, entendimiento y sintesis entre todo lo que uno puede saber y lo que ha sido revelado por Dios. En base a estas reflexiones concordames con D. A. Carson, en que “no hay desgracia La sintesis comprensiva de una teologia-sistematica no es especulativa e impuesta artificialmente sobre ismo material biblico. Sino es una propuesta que es relevante para la accién, intensificando nuestro estilo de vida y misién.® Por lo tanto, duradera dicotomia entre la istematica” como una disciplina abstracta y teé- rica y la “teologia practica” como la aplicacién subsecuente de sus ideas debe ser superada. De hecho, pareciera como “Exegesis and the Spittal Life: Theology as Spintual Formation,” Crux 30/3 (1994) 28-3, 122 Frank Hasel si toda la teologia tal como fue arriba formulada tiene una dimensién practica, Este punto conduce a otra observacién. Muchos textos biblicos parecen tener una integridad misionera. Cualquier esfuerzo deliberado para expresar algo en una cultura particular, sin embargo, reconoce, al menos tacita- mente, la posibilidad de que las mismas cosas pueden ser expresadas en otros y posteriores contextos. En otras pa labras, alli coexiste con los textos historicos una dimension transhistorica que no puede ser separada del aspecto histé- rico. Esto permite la presencia de una propuesta-sistema- tica-biblica, Semejante teologia-sistem: ica que surge de Ja Escritura, no elimina a otras disciplinas més alla de la revelaci6n escrituristica que abre las opciones que no po- drian estar de otro modo al alcance del intérprete. De hecho, llevaria pleno reconocimiento de la informacién dis- ponible de la historia, la historia de la doctrina, el clima intelectual contemporaneo, etc. Sin embargo, semejante teologia-sistemética-biblica evaluara todas las otras opcio- nes y fuentes sobre la base de la Escritura sola y desarrollar sus propuestas teolégicas de acuerdo con la Escritura la cual serd el criterio y la autoridad final. ® Ha sido aparentemente mediante nuestra propues- ta, que la relacién entre la teologia biblica y la teologia sis- tematica que no seré mas caracterizada por una dicotomia Edward Zinke, "A Conservative Approach to Theology,” Supplement to ‘50/10 (197) 240, Teologia Sistematica y Teologfa Biblica 123 estricta. De hecho, ambas convergen sobre algo, suple- mentado y complementandose una a la otra, lejos de estar en oposicién diametral. La teologia sistematica, sin em- bargo, mas que la teologia biblica y mas allé de su esfera estrecha trataré de integrar y aplicar el material biblico a todas las esferas de la vida y pensamiento. Pero lejos de comenzar con la situacién presente y moverse de alli a la Biblia con el propésito de hacer “relevante” a la tedlogo sistematico-biblico no permitira que factores irrele- vantes tomen la prominencia sobre las normas de la revela- ci6n. El punto de partida y la tltima norma sera siempre la revelacién biblica desde donde la situacién actual es desa- fiada y transformada y desde donde una presentacion cons- tructiva y verdaderamente relevante del mensaje eterno de Dios pueda ser dado para nuestro tiempo. @

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