Velasco, Quito, 31 de mayo, 1944 “Pueblo del Ecuador, heroico pueblo de Quito. Quito, gloria de América.” A continuacion elaboro una definicién politica de pueblo: “os habéis constituido en verdadero pueblo; pero pueblo no es un simple conglomerado de individuos, sino una gravedad valorizante, que sabe desear la libertad y destruir el despotismo. (Aplausos).” “Me da pena tener que hablaros bajo este aguacero y estas dificultades; pero vosotros sois soldados. Sabéis resistir el frio y el calor, cuando se trata de poner en alto vuestros ideales”. Si la audien- Yo me siento, sefioras y senores, profundamente quebran- tado por estas responsabilidades que sobre mi gravitan. Muy pocos hombres se habran dado cuenta de que es una responsabilidad tan grande. Todo un pueblo, todas sus ins- tituciones, todos sus esfuerzos, y qué voy a hacer? ¢ Podré estar al nivel de los ideales de la revolucidn popular? ; Po- dré estar en todo con las exigencias del ejército? Su respuesta es “con el apoyo del pueblo ecuatoriano he- mos de triunfar. Mi deber no es calcular si voy a fracasar o no. Mi deber es entregarme a la tarea de salvar a la patria ecuatoriana. No es posible, sefiores, ni un momento mas de vacilacion. (Aplausos)”. Co- demandando libertad de sufragio. “Mirad por ejemplo esto del sufra- gio popular libre. Vosotros debéis establecerlo, pero con seriedad, pero con heroismo, para que en adelante el Ecuador no sufra el des- potismo e imponga el sufragio libre”. Terminé este punto como un pastor frente a sus feligreses: “j;Oh ecuatorianos!, joh quitefios!, compatriotas mios, a quienes os amo, en adelante destruid la vida del primero que intente el poder por la corruptora trampa del fraude elec- toral (Aplausos)”.En su programa de gobierno presenté dos puntos: morali- dad y democracia. Definio a la segunda como “respetar a la persona, tespetar al individuo, respetar al pueblo, respetar a los ciudadanos, ya que la conexién de individuos, de ciudadanos y de pueblo, es la que tiene derecho a influir en el gobierno; y éste tiene la obligacion de dar garantias adecuadas a la dignidad humana”. Yo por mi parte, quiero decirles que las libertades piiblicas serdn absolutamente garantizadas. (Aplausos). Ya no te- néis que temer. Hablad. Ya no tenéis por qué temer, de que si hablais algo, hay un esbirro, un hipécrita que os esta escuchando. (Aplausos prolongados). Nosotros no hare- mos componendas, no vamos a corromper. Hablad libre- mente, discutid, vivid tranguilos. Ya no habra despotismo. Ya no habra detectives matones, ya no hay sicarios. (Aplausos frenéticos). [Luego dijo que castigara a los miembros del depuesto régimen liberal]... (En esos momentos el pueblo se encuentra deli- rante ¥ prorrumpe en gritos de Viva Velasco Ibarra, y Viva la Repiblica). Velasco concluy6 con la frase: “toda América os esta contemplando”.