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RECURSOS NATURALES, BIODIVERSIDAD, CONSERVACION Y USO SUSTENTABLE Epuardo Maarinez CARRETERO Botanica y Fitosociologla, IADIZA (CONICET), CC 507 5500 Mendoza IntropucciOn El aumento constante de la poblacién hu- mana est determinando un impacto cada vez mayor sobre los recursos naturales, ya sea para satisfacer necesidades bdsicas: alimentacién, vivienda, educacién (pulpa. para papel), como para mejoras en la cali- dad de vida: recreaci6n, vias decomunica- cidn, depésito de residuos, etc. Los incrementos en las tasas de defo- restaci6n, en las pérdidas de suelos agrico- las o de potencial valor agricola, en la eliminaci6n de especies de fauna nativa de sus habitats ya sea por caceria o por com- petencia con ganado doméstico, etc., esta Hevando a una constante pérdida de espe- cies, muchas de ellas sin llegar a conocerse su valor actual o potencial para uso huma- no. De aqui la necesidad de comprender que la supervivencia de una sola especie, la humana, depende en gran medida de la supervivencia de otras especies ya sea por su participaci6n en la formacién de suelos, Por mantener la fertilidad de estos, por su valor forrajero, alimenticio, de control de otras especies perjudiciales al hombre, etc. En esta nota se tratard brevemente la necesidad de compatibilizar el uso de los recursos naturales renovables de manera continua con la conservacién de los mis- mos, lo que implica ciertamente mantener la mayor diversidad biol6gica posible. MULTEQUINA 1: 11-18, 1992 BiopiversiDAD Por diversidad biolégica se considera el numero de especies y su frecuencia en un 4rea determinada. El estudio de la biodiversidad puede realizarse a diferentes niveles: de genes, de especies, de poblaciones, de comunida- des, de ecosistemas 0 de biomas. Lariquezade especies de un sitio dado, sin influencia antrépica, esté determinada por la composici6n de su flora y fauna y su interaccién entre estos y los factores bidticos y abidticos. El estudio de la biodiversidad debe por lo tanto combinar conocimientos de biologiaevolucionista y ecologia con los de biologia aplicada y de politicas publicas (Ehrlich & Wilson, 1991). A pesar de los conocimientos actuales es mucho lo que resta estudiar atin, s6lo 1.400.000 especies, entre plantas, insectos ymicroorganismos, son conocidos actual- mente y las cifras de las estimaciones varian significativamente entre 10.000.000 y 100.000.000 de especies (Ehrlich & Wilson, 1991). Asf por ejemplo, los avan- ces en los estudios taxonémicos de los hongos, nemétodos, hormigas, solamente, cada uno altamente diverso, el ntimero de especies aumentard sensiblemente. u Disminuci6n de la diversidad Numerosas causas naturales o antropicas pueden conducir a una disminucién de la diversidad en un grupo taxonémico parti- cular, reduciendo a ese grupo a unas pocas especies; otras veces la extincién puede abarcar grupos completos. El nimero de especies que actualmente esté en peligro de desaparecer es muy elevado, presentan- do una mayor posibilidad aquellas que constituyen los iiltimos representantes de grupos anteriores, o por el contrario, espe- cies relativamente recientes. En los con- ceptos actuales se considera amenazada o enpeligrodeextincidnaaquellaespecie (0 grupo) con alta probabilidad de extincién en los préximos pocos afios 0 decadas. Cuando Ia extincién ocurre localmente, Por ejemplo en un sector de un bosque, las especies pueden reintroducirse por inva- sidn desde las dreas contiguas e iniciar la etapa de recuperacién. Actualmente la mayor causa de perdida de biodiversidad es la destruccién antrépica de habitats naturales. La deforestacién de selvas tro- picales en Misiones, la eliminacién del bosque chaquefio semidrido para instalar monocultivos (expansion de Ia frontera agropecuaria), modificacién de los bos- ques abiertos y matorrales dridos por ex- traccién de lefia o de madera para lefia, caza indiscriminada de fauna silvestre por su piel, etc. constituyen unos de los tantos ejemplos que pueden citarse. Debe tener- se en cuenta que una sola especie, la humana, compite con el resto de las espe- cies por recursos similares: suelo, agua, nutrientes, etc., por lo que resulta inevita- ble el conflicto entre intereses del hombre (produccién agropecuaria rentable) y di versidad de especies. Es decir entre activ: dades agricolas en general y conservacién. Los pastizales naturales y los bosques son quiz4s losecosistemas més profundamen- te impactados para introduccién de sus tierras a cultivo. Si se considera que aproximadamente. el 1,8 % de los bosques remanentes se pierden cada afio (N. Myers, 1989), que reas de selvas tropicales como San Pablo (Brasil) han reducido a menos del 10% su masa boscosa (Mauro, 1968), que en la Argentina en el periodo 1600-1950 se es- tima que desaparecié el 40% de los bos- ques naturales (Roig, 1989), que la expor- taci6n legal de especies, como recurso no alimentario, de fauna nativa de la Argen- tina alcanz6 en 1978 la cantidad de 3.400.000 ejemplares y de 6.200.000 en 1979 (72.257 de guanacos y 1.270.000 de iguanas) (Mares y Ojeda, 1984) y que en 13 afios (1972-1984) Argentina exporté 38.041.494 mamiferos silvestres, o sus productos, por un total de $ 1.5 mil millo- nes (Ojeda y Mares, 1989); se comprende la urgente necesidad de manejar racional- mente losrecursos naturales renovables en el marco de la conservacién. Un punto de particular interés lo cons- tituye la denominada erosién genética. Estaes la perdida de variabilidad genética por perdida de especies de relativo valor actual; por perdida de especies salvajes parientes de las cultivadas cuyo potencial genético podria utilizarse para mejorar a estas uiltimas; por desaparicién dentro de una misma especie de subespecies, razaso variedades, con unacomposicién genética distinta, y por ende, con exigencias ecolé- gicas también distintas, etc. Tal el caso de lapérdida de maiz teosinte (Zea mais ssp. mexicana), que crece normalmente margi- nal a los campos de maiz (Zea maiz), por aumento en el uso de la tierra que lleva los cultivos de maiz ya sobre las banquinas. Eduardo Martinez Carretero El conflicto produccién (agropecua- tia) - diversidad bioldgica es continuo, mas atin en habitats de mayor diversidad como bosques y selvas. Enellos la defores- taci6n por tala oquema permite incorporar al cultivo, generalmente monocultivo con especies exdticas, grandes superficies cu- yos rendimientos, si bien espectaculares Jos primeros afios, van rapidamente deca- yendo hasta hacerse necesario el aporte externo de energia (como fertilizantes). Cuando el costo de la fertilizacién es ele- vado se opta por aumentar la superficie cultivada deforestando mas selva. Se crea asiuncirculode destruccién delecosistema sin solucién de continuidad. Algo seme- jante ocurre con los matorrales pedemontanos de Mendoza que son que- madosa finde eliminar el estrato arbustivo y favorecer la expansién del herbéceo graminoso de coirén (Stipa spp.). Para mantener esta comunidad secundaria de pastizal y para obtener brotes verdes tier- nos palatables, es necesario quemar perié- dicamente al campo llegdndose asi desde un matorral con 53 especies a un pastizal con slo 18 especies de las cuales una, el coirén, es ladominante (Martinez Carrete- To, 1987). Ademés a la pérdida de especies vegetales debe sumarsele la pérdida de aves y mamiferos que habitan en el mato- tral, Ante lacompleja realidad de laconser- vacién de la biodiversidad, una aproxima- ci6n hacia la solucién consiste en recono- cer claramente los beneficios y los costos que para el hombre significa la preserva- cién de las diversas especies (de valor ono actual), de su compromiso ético y moral con ellas como especie dominante absolu- ta, de su compromiso con generaciones futuras y que, finalmente, con un minimo sacrificioecondmico, sin llegaral maximo MULTEQUINA 1: 11-18, 1992 de productividad agricola, se puede alcan- zar importantes niveles de conservacién de la biodiversidad natural. Toda actividad humana que implique elaboracién, génesis, transformacién, flu- jo, etc. de productos de la naturaleza o de sus derivados que tiendan a satisfacer ne- cesidades del hombre, constituye una acti- vidad econémica, Bajo esta premisalatala de un bosque para obtencién de lefia, la quema peridica de matorrales para lograr pastizales destinados ala ganaderiaexten- siva, la introduccién de especies exdticas (lacabraen 4reas montafiosas propiasdela llama y el guanaco, por su adaptacién a ambientes cada vez mas empobrecidos), etc. constituyen actividades econémicas. Los resultados de estas actividades deben ser analizados a_ nivel macroeconémico y desde la Optica de laecuacién dinémica del patri- monio (Activo - Pasivo = Patrimonio Neto). Es aqui donde deben buscarse las retricciones necesarias para que aquellos factores de lanaturaleza, como sus funci hes, aun no conocidos (beneficios poten- ciales o futuros), y por ende no cuantificables, puedan regular externamen- teesta ecuacidny permitirtomar desiciones contrarias atin en aquellas actividades eco- némicas, cuyos resultados positivos, Ile- ven en este momento al incremento del P. Neto. Los RECURSOS NATURALES Al hablar del patrimonio natural de una regién o pais, se hace referencia a su riqueza en flora, fauna, suelos, minerales y paisajes. Es decir a los diferentes ele- mentos generados por la naturaleza sin intervencién del hombre. En un sentido més amplio se considera como recurso

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