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ROBERT J. STERNBERG ELTRIANGULO DEL AMOR IRN IT LUO CO) Y COMPROMISO wit 10h) Robert J. Sternberg El tridngulo del amor Intimidad, amor, compromiso PAIDOS Buenos Aires * Barcelona * México Titulo original: The Triangle of Love Basic Books, Inc., New York © 1988 by Basic Books, Inc. ISBN 0-465-08746-9 Traduccién de Laura Turner Cubierta de Victor Viano 1° edicién, 1989 Impreso en Ja Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 © Copyright de todas las ediciones con acuerdo de Basic Books Inc. Publishers Editorial Paidés SAICF Defensa 599, Buenos Aires Ediciones Paidés SA Mariano Cub{ 92, Barcelona Editorial Paidés Mexicana SA Guanajuato 202, México La reproduccién total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica 0 modificada, escrita a mdquina, por el sistema “moltigraph”, mimedégrafo, impreso, por fotocopia, fotoduplica- ci6n, etc., no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada. ISBN 950-12-2523-2 Indice 1 2. 10. Los ingredientes del amor ..........ccccsscccsesesnseeseesesseeeesseeees Observaciones sobre el amor: aplicacién de la teoria trian- BUN AT oe eee secsecenesteceeersssesesseseeeseseccsessenssesesssestateeensaes Carifio verses AMOF ......eccsesesessssessseessescesecsesesescsssssensesseee La atraccion: {qué la produce?, {qué la destruye? .......... £Qué es lo importante en cada momento? ............cccee Comienzos, etapas intermedias y finales: el curso de una TOLACION ..o..eesccccesscsssscccssssssscsccssscsssscscsescesesssesacssescssssssarases 11 34 71 91 135 154 Este libro esta dedicado a las personas que en mi vida me han ensefiado lo que es el amor. Prefacio Este libro es el resultado de una apuesta que hice a comienzos de la década de los 80: que podria volcar mis energias como teérico y como investigador en el estudio del amor y conseguir algo que no fuese ni trivial ni una repeticién de lo ya sabido. Cuando comencé a estudiar el amor, soporté, espero que con buen humor, las t{picas observacio- nes acerca de la crisis de la mitad de la vida y del declive de las facultades mentales que padecen algunos psicdlogos a la edad de treinta afios. Con el tiempo, sin embargo, al avanzar mis investigacio- nes, las bromas fueron reemplazadas por preguntas serias acerca del tema. En este libro recopilo mis hallazgos. Los escritos sobre el amor pueden ser tan obscuros y esotéricos como para perder de vista el objetivo, o tan vacios como para reducirse a homilias inspiradas. He tratado de evitar estos dos peligros presen- tando en términos no técnicos gran parte de la teoria y la investiga- cién sobre el amor que constituyen la base para la psicologia del amor, y también mostrando las implicaciones practicas en nuestra vida diaria. Me he concentrado en el significado del trabajo erudito; los datos técnicos pueden ser hallados en los articulos del diario y de otras publicaciones citadas en las notas. Considerando mi propia concep- cién “triangular” del amor como la interaccién de tres componentes — intimidad, pasion y compromiso— me baso en mi propio trabajo asi como en el de los mas respetados investigadores de este campo. En este libro me ocupo principalmente del amor heterosexual por un compafiero —cényuge 0 amante— y trato tanto el gustar como el amar. También me ocupo, aunque en menor grado, del amor entre padres e hijos. Aunque sin duda gran parte de lo que digo es también aplicable al amor homosexual, la gran mayoria de quienes han tomado parte en mis estudios y en los de otros investigadores han sido heterosexuales, y yo he evitado generalizar. La investigacién que cito en este libro, realizada por mi mismo y por mis colaboradores, se Hevé a cabo principalmente en New Heaven, con adultos que diferian ampliamente en cuanto a edad, entorno y experiencias. Aunque estas muestras son geogrdficamente limitadas, a lo largo de mi obra me baso también en los estudios de varios otros investigadores que utilizaron miles de sujetos de otras zonas de los Estados Unidos y Canada. Ademas, mis ejemplos presentan un amplio rango de indivi- duos, algunos de los cuales no proceden de los Estados Unidos. En suma, creo que la extensa y variada poblacién sobre la que baso este estudio es representativa de la experiencia de los habitantes de los Estados Unidos y Canada. Comienzo el capitulo 1 con los resultados que se nos presentan a todos nosotros cuando intentamos comprender el amor, y describo mis investigaciones empiricas iniciales. Estas investigaciones concluye- ron en mi teoria triangular sobre el amor, descrita en el capitulo 2. En el capitulo 3 elaboro la evidencia para esta teoria, y en el capitulo 4 presento otros puntos de vista sobre el amor y su relacion con el gustar. Ya que tanto el gustar como el amar comienzan frecuentemen- te con el mismo tipo de atraccidn, analizo, en el capitulo 5, qué se esconde detras de la atraccién. Pero, ya que lo que inicialmente atrae a una persona no siempre continua haciéndolo, analizo en el capitulo 6 el modo en que lo importante en el amor cambia con el tiempo, y en el capitulo 7 amplio mi enfoque para incluir una variedad de conside- raciones acerca de como las relaciones cambian con el tiempo. En el capitulo 8 pongo en practica la teoria y los datos, con algunas pautas. para crear y mantener el amor. Doy las gracias a mis colaboradores en la investigacién sobre el amor, Michael Barnes, Susan Grajek y Sandra Wright. También quiero agradecer a aquellos estudiosos en este campo que, al enterarse de que un investigador de la inteligencia humana queria estudiar el fenédmeno del amor, apoyaron su esfuerzo. Entre ellos, doy mi agradecimiento especialmente a Ellen Berscheid, Elaine Hatfield y Harold Kelley. Judith Greissmann, mi editora de adquisiciones en Basic, ha sido ademas un gran apoyo y una gran critica en todas las fases de la preparacién del libro, y Phoebe Hoss, mi editora de copias, ha realizado la relevante tarea de aportar lucidez a las versiones anteriores. Sandra W. mi ayudante adminis- trativa, fue paciente y generosa mecanografiando y comentando versiones sucesivas del manuscrito, y Elizabeth Neuse, mi colabora- dora en investigaciones, me ayudé en algunos de los andlisis de datos. Parte de lo que he aprendido acerca del amor lo he aprendido en 8 las formas usuales de los estudiosos —a través de libros, articulos y mi propia investigacién—. Pero la mayor parte de lo que he aprendido proviene de gente que he conocido, muchas de cuyas historias —con identidades ficticias— he resumido en breves ejemplos. Por ende, es a todos esos hombres y mujeres a quienes dedico este libro. R.J.S. Enero de 1988 En los ejemplos que cito a lo largo de este libro, todos los nombres y caracteristicas identificadoras han sido cambiados. 1. En busca del amor El amor es una de las mds intensas y deseables de las emociones humanas. Las personas pueden mentir, engafiar y ain matar en su nombre —y desear la muerte cuando lo pierden. El amor puede abrumar a cualquiera, a cnalquier edad —como a este psicdlogo de cuarenta afios: Atin recuerdo cuando ella me dijo que habjamos terminado. No podia creerlo. Ella lo decfa en serio. Yo debi habérmelo esperado, pero no lo hice. Recuerdo todo: el aspecto de ella, el aspecto de la habitacién, c6mo me sentia yo. EstA grabado en mi memoria. Deseaba morirme. Realmente deseaba morirme. Pocas semanas después, ella entré en un restaurante en el que yo estaba comiendo con unos amigos. Me quedé sin aliento y pensé que me iba a desmayar. De algtin modo, logré salir y tambaledndome, llegue hasta el aparcamiento. Ella estaba tan hermosa y ya no era mia. Hubiera hecho casi cualquier cosa por recuperarla, pero ella no me queria. Ain no comprendo realmente lo que pasé, pero ya lo he superado. Hasta somos amigos en la actualidad. Me llevé algunos afios, tal vez cinco o seis. {Qué es lo que este hombre tenia? {Qué fue lo que perdié? Mi propio interés de estudioso del amor realmente surgié de mi investigacién sobre la inteligencia. Freud dijo una vez que los dos érdenes principales de la vida son el trabajo y el amor. Yo habia pasado gran cantidad de afios estudiando un aspecto critico del éxito en el trabajo, y me sentia preparado, a mis treinta y tantos afios, para comenzar a estudiar la “otra mitad” de la vida —el amor—. Comencé, quizds inevitablemente, aplicando conceptos del estu- dio de la inteligencia al estudio del amor. Obviamente, los contenidos del amor tienen poco o nada que ver con la inteligencia. La conexién li MODELO “SPEARMANIANO" MODELO “THOMSONIANO” Sentimientos Pensamientos seos, MODELO “THURSTONIANO” Amor Sentimientos Pensamientos Deseos Figura 1.1 Tres modelos del amor no era de contenido sino de estructura. Me preguntaba si podrian aplicarse modelos alternativos estructurales de la inteligencia al amor y, quizds, también a otros proyectos. Permitanme elaborar. TRES MODELOS ESTRUCTURALES DEL AMOR Mediante la aplicacién de las teorias de la inteligencia al estudio del amor, yo trataba de descubrir si el amor es una sola cosa o muchas, aun cuando para la persona enamorada, muchas cosas pueden ser subjetivamente sentidas como una sola. Y si el amor es muchas cosas, écudles son y cémo se relacionan? Me parecia que tres antiguas teorfas de la inteligencia —las de Charles Spearman, Godfrey Thom- 12 son y Louis Thurstone, en las décadas de los afios 20 y 30— podrian ser aplicadas al estudio del amor (véase figura 1.1).' El amor es una experiencia unitaria, indiferenciada A los comienzos de este siglo, Charles Spearman, un psicdlogo inglés, sostuvo que “todas las ramas de la actividad intelectual tienen en comun una funcién (o un grupo de funciones) fundamental, mientras que los elementos restantes o especificos de la actividad parecen ser, en todos los casos, completamente diferentes unos de otros.” ? Su idea es por tanto, que existe al mismo tiempo un factor general que esta presente en toda accién inteligente, como un conjun- to de factores especificos los cuales, al ser relevantes sélo para tareas unicas carecen de importancia. El centro de la teoria de Spearman es 8, es decir, el factor general que esta siempre presente en la inteligen- cia. Spearman sugirié que g podria ser la expresién de algun tipo de energia mental, pero jamds pudo ser mas preciso. En términos de este modelo estructural, el amor puede ser concep- tualizado como g, es decir, como una experiencia emocionalmente cargada y altamente positiva que no puede ser analizada. Suelo referirme a esta concepcién del amor como a la “concepcién del senador Proxmire”, en honor al senador de Wisconsin que confiscé a un famoso investigador del amor su premio Golden Fleece castigan- dolo por haberse atrevido a estudiar el amor. Como muchas otras personas, tal vez, Proxmire creia que el amor sélo concierne a poetas y novelistas, y que ni puede ni deberia ser estudiado cientificamente. El senador se equivocaba, sin embargo. En algunos casos, los hallaz- gos de la investigacién cientifica aportan una nueva demostracion de aquello que los novelistas ya nos han dicho, mientras que en otros casos, podemos aprender a través del descubrimiento cientifico cier- tas cuestiones acerca del amor que nos seria dificil aprender de otra manera. Es posible, por supuesto, que aunque experimentemos el amor como un impulso unitario de emociones, los hechos sean distintos. El amor puede ser realmente muchas cosas mds que una sola cosa, la mayor parte de ellas se pierde en la experiencia subjetiva —una posibilidad admitida por el modelo thomsoniano. 13 El amor come un muestrario de lazos superpuestos Godfrey Thomson, otro psicélogo briténico, pronto sefialé que la teorfa de Spearman no era la tinica teoria compatible con Jos datos de Spearman: en otras palabras, aunque el andlisis del resultado de cierto numero de tests de aptitud revelo un factor general subyacente en ellos, la inteligencia aun podria ser muchas cosas. Thomson, manifestando que el factor general obtenido por Spearman podria indicar una unidad matematica mds que psicoldgica, concebia la mente como poseedora de un enorme numero de lazos, incluyendo teflejos, hdbitos y asociaciones aprendidas. La realizacién de una tarea cualquiera activaria un gran numero de esos lazos, y las tareas relacionadas, como aquellas usadas en los tests mentales, activarian circuitos superpuestos de esos lazos. En otras palabras, los mismos lazos serian utilizados una y otra vez, Ilevados desde la ejecucién de un test hasta la ejecucién del otro. Asi, mientras el andlisis estadistico de un.conjunto de tests apuntaria hacia un factor general, en realidad lo que tendrian en comin los tests seria una multitud de lazos. En este modelo, el amor puede ser concebido como un conjunto de sentimientos, pensamientos y deseos que, al ser experimentados simultaneamente, dan como resultado la compleja experiencia que Namamos amor. De acuerdo con esta concepcién, sin embargo, el amor no es unitario; mas bien puede descomponerse en un gran numero de lazos subyacentes que tienden a manifestarse simultaneamente en ciertas relaciones intimas, y que combinados dan como resultado el sentimiento global del amor. Supongamos, por ejemplo, que todos los amores tienen en comin sentimientos como un fuerte vinculo, con gran preocupacién por y deseo de estar con el ser amado. Cada vez que uno ama a alguien, estos tres sentimientos —vinculo, gran preocupacion y deseo de estar con esa persona—deberian manifestarse simultaneamente. Aunque podemos experimentarlos como una unidad y no somos capaces de distinguir entre ellos, son, de acuerdo al modelo thomsoniano, sepa- tables en un nivel psicolégico profundo y pueden ser disociados mediante un cuidadoso andlisis psicolégico. El amor como un conjunto de factores primarios Louis Thurstone, un psicélogo norteamericano de la Universidad de Chicago, propuso en la década de los 30 una teorfa de la inteligencia 14 que comprendia siete factores primarios e igualmente importantes; a saber, comprensién verbal, fluidez de palabra, visualizacién espacial, numero, memoria, razonamiento y velocidad de percepcidén. La idea subyacente era que la inteligencia esta compuesta por un conjunto relativamente pequefio de habilidades mentales interrelacionadas. En términos de esta concepcidn, el amor es un conjunto estable y limitado de sentimientos, pensamientos y deseos que tienen aproxi- madamente ]a misma importancia dentro del sentimiento total que describimos como amor. El amor no es una cosa principal, separable (modelo de Thomson) 0 no (modelo de Spearman), sino mas bien un conjunto de emociones primarias que son mds comprensibles separa- damente que en un todo integrado. Todas contribuyen simultdnea- mente a la experiencia del amor. De acuerdo a esta concepci6on, un pensamiento o sentimiento global (como la inteligencia o el amor) puede ser descompuesto en multiples factores integrados, pero los factores siempre contribuyen a ese pensamiento 0 sentimiento global. Un modo de apreciar esta vision seria imaginar la asignacién a algunas personas de una puntuacién en cada uno de varios atributos, como la medida en que uno se preocupa por el otro, la medida en que uno quiere estar con el otro, y la medida en que uno apoya al otro. Estas puntuaciones, sumadas, indicarian cuanto ama uno al otro. éPor qué deberia ser importante cual de estos modelos caracteriza mejor el amor? Supongamos que su objetivo es evaluar cémo marcha su relacién. Si la concepcién spearmaniana es correcta, entonces lo importante para su evaluacién es su sentimiento global de cémo van las cosas —el sentimiento total de amor que usted siente hacia su pareja—. No seria necesario un andlisis mas profundo. Si el modelo thomsoniano es correcto, este andlisis global es insuficiente. Usted necesita saber qué son los “lazos”, y evaluar su relacién en relacién con cada uno de ellos. Usted podra encontrar que, aunque su sentimiento global] no es exactamente lo que usted quisiera, usted tiene bastantes de los elementos de una exitosa relacién amorosa. O podra encontrar lo opuesto: que sus sentimientos globales estan basados en relativa- mente pocos elementos. Si el modelo thurtoniano es correcto, no es suficiente hacer una lista de los variados elementos de su relacién. Usted podria también querer evaluar. qué cantidad posee de cada uno, y darse cuenta de que-cualesquiera que sean sus sentimientos globales, son decepcionantes porque no existe un verdadero “factor general” subyacente al amor. En nuestra investigacioén, buscamos evaluar estos modelos alter- nativos del amor. 15 EVALUANDO'LOS MODELOS DEL AMOR Mi primer estudio fue realizado a comienzos de la década de los 80 en colaboracién con Susan Grajek, en ese momento estudiante del predoctorado en el departamento de psicologia, en Yale.* Publicamos un anuncio en el periddico local para que la gente participara, a 5 délares la hora, en un estudio sobre el amor en relaciones intimas. Los rechitas potenciales podian ser elegidos-para participar solo si tenian dieciocho afios de edad o mds, habian tenido al menos una relacién amorosa (por su propia declaracién) y se autodefinian como principal- mente heterosexuales. Limitamos nuestro estudio a participantes heterosexuales porque crefamos que los datos de participantes homosexuales y heterosexuales deberian ser analizados por separa- do; y, para que dichos andlisis fuesen viables, necesitarfamos canti- dades relativamente grandes de esos datos. Pero la experiencia anterior de otros investigadores nos condujo a creer que no consegui- riamos suficientes participantes homosexuales para hacer viables los andlisis separados de sus datos. Los participantes fueron treinta y cinco hombres y cincuenta mujeres de ciudades y pueblos del sur de Connecticut, E] mayor nimero de mujeres que de hombres probable- mente refleje el hecho de: que los hombres estaban posiblemente trabajando durante las horas en que nosotros entrevistabamos. Nuestros participantes tenian entre dieciocho y setenta afios de edad, con una edad promedio de treinta y dos. La mayoria (setenta y ocho) eran blancos caucdsicos. Los participantes variaban amplia- mente en cuanto a su religién. Provenian de diferentes situaciones: cintuenta y siete eran: solteros; dieciséis eran casados, seis eran divorciados que vivian solos, dos eran divorciados y casados de nuevo, tres eran viudos, y uno era separado. Es posible, creo yo; que nuestros muchos participantes solteros estuvieran buscando una guia para su propia busqueda del amor, y esperaban hallarla mediante el autoana- lisis y nuestro impulso relacionado con su participacién en el experi- mento. ' De los sesenta‘y. siete participantes que no vivian en pareja, veintiuno vivian con sus padres, dieciocho vivian solos, diez vivian.con un compafiero de cuarto, nueve vivian con un amante, y nueve vivian con sus hijos. El numero de relaciones heterosexuales significativas en'las que los participantes habiarrestado involucrados oscilaba entre ly 15, con un promedio de 2,8. ‘De: los multiples cuestionarios administrados a nuestros partici- pantes, el primero se referia a su perspectiva familiar: Los participan- 16 tes eran interrogados acerca de factores como edad, género, situacién matrimonial, arreglos corrientes de subsistencia, y el nuiimero de relaciones amorosas heterosexuales “significativas” que habjan te- nido. En uno de los multiples cuestionarios, pedimos a los participantes que nos dieran cierta informacién en relacién a sus tres relaciones amorosas heterosexuales mas significativas —por ejemplo, cudnto tiempo habia durado cada relacién, cudn felices habian sido en ella, cudn satisfechos, y asi sucesivamente. La que mas nos interesaba, sin embargo, era la relacién mas reciente: ;Cudndo habia comenzado y terminado? {Por qué y quién la habia terminado? ;Con qué frecuencia se veian y qué hacian cuando se vefan? Pedimos a nuestros partici- pantes que calificaran la calidad de su relacién en una escala de siete puntos (1= baja; siete= alta) para las siguientes dimensiones: inten- sidad, significacién, similitud entre los miembros de la pareja, grado de satisfaccion del amante de las necesidades de su pareja, grado de sentimiento de “finalizacién” del participante con respecto a la rela- cién (para aquellas que habfan terminado), grado de autoestima del participante durante la relacién, y de satisfaccién global con la relacién. También administramos varias escalas de gustar y amar, de las cuales las dos mas importantes fueron las Escalas de Gustar y Amar construidas por Zick Rubin y una escala de compromiso inter- personal desarrollada por George Levinger y sus colegas.’ Los {tems de las escalas de Rubin estan expresados en forma de preguntas y se refieren a las caracteristicas de la persona amada (por ejemplo, “;Con cudnta facilidad puede ____ ganar la admiracién de los demas?”) y a los sentimientos que el entrevistado tiene hacia la persona amada “;Cuan interesado esta usted en el bienestar de__?”). Se solicité a los participantes del estudio utilizar una escala de siete puntos para cada item, siendo el uno la calificacién mas baja (por ejemplo, “no interesado en absoluto”) y siete la mas alta (“extremadamente inte- resado’”). Aunque las escalas de Rubin han sido usadas anteriormente para estudiar solamente las relaciones entre cényuges 0 amantes, pedimos a nuestros participantes que utilizaran la escala no solamente para caracterizar su relacién con un cényuge o amante, sino también para caracterizar la relacién con su madre, padre, hermano mas préximo en edad, y mejor amigodel mismo sexo. Hicimos lo mismo con la escala de Levinger, que consiste en-frases que describen aspectos potencia- les de las relaciones amorosas, (tales como “compartir ideas y senti- mientos profundamente personales” o “brindar apoyo emocional a 17 otra persona”). Nuevamente, los sujetos calificaron por medio de la escala de siete puntos Jas mismas relaciones que fueron calificadas para las escalas de Rubin. Para la escala de Levinger, sin embargo, también solicitamos a los participantes que calificaran cada frase seguin lo que ellos consideraban el ideal de relacién amorosa roman- tica. Finalmente, administramos un conjunto de tests de personali- dad con el fin de detectar cualquier correlacién entre aspectos relati- vos a caracteristicas amatorias y personalidad. Nuestro estudio se basé firmemente en cuestionarios, en parte porque éstos aportaron un gran numero de respuestas de los partici- pantes en un periodo relativamente breve. Ademas, los datos asi obtenidos son numéricos, y en consecuencia susceptibles de andlisis estadistico y de interpretacién psicolégica. Los datos de los cuestiona- rios pueden ser utiles en la investigacién psicolégica, siempre que sus limitaciones estén claras: que no existe garantia de que lo que una persona dice es exactamente lo que piensa, o aun de que uno conozca sus sentimientos lo suficientemente bien como para expresarlos. En cuanto a las otras fuentes de los datos, habiamos decidido no recolectarlos a través de entrevistas, en parte porque éstas requieren mucho tiempo y no pueden ser analizadas eficazmente, pero también en parte para que los individuos no perdiesen su sentido del anonima- to, aun cuando les asegurdsemos que sus respuestas permanecerian anénimas. También. habiamos decidido no utilizar datos referidos al comportamiento —esto es observaciodn directa de los participantes en sus relaciones—— porque aunque probablemente fuesen los mas utiles, estos datos son también los mds dificiles de recolectar, especialmente debido a que el simple hecho de observar un comportamiento puede variarlo. Las parejas dificilmente actiian exactamente del mismo modo mientras son observadas y mientras estan a solas. Mas aun, a veces es dificil saber qué hacer con los datos del comportamiento. Una caricia, por ejemplo, puede significar una cosa para una persona, y otra cosa completamente distinta para otra persona. Analizando los datos de este estudio, buscdbamos respuesta a cinco preguntas primordiales: Primera, ga quiénes aman las personas y cuanto? Segunda, {con qué exactitud podemos predecir cuanto amamos a ciertas personas en base a lo mucho que amamos a otras personas? Tercera, cémo.se relacionan el querer y el amar? Cuarta, {cual es la estructura del amor? Y finalmente, {podemos predecir la satisfaccién en las relaciones en base al tipo de variables consideradas en este estudio? A continuacién, nuestros resultados. 18 gA quiénes amamos y cudnto? Las respuestas a nuestra primera pregunta, respecto a las canti- dades relativas de carifio y amor que cada uno sentia hacia personas concretas en su vida, diferian para hombres y para mujeres. En general, los hombres amaban a su amante (0 esposa) mds que a nadie, luego a su mejor amigo del mismo sexo, luego a su padre, luego a su madre, luego a su hermano mas proximo en edad. Las mujeres amaban a su amante y a su mejor amiga del mismo sexo mas que a nadie y casi en la misma medida; luego a su madre, luego a su padre y luego a su hermano mas préximo en edad. Asi, en cuanto a los amantes, los resultados eran parejos para hombres y mujeres, pero las mujeres amaban a su mejor amiga casi tanto como a su amante, mientras que los hombres amaban a su amante mds que a su mejor amigo. Las madres y los padres estaban situados después del mejor amigo del mismo sexo, tanto para hombres como para mujeres, y la clasificacién para madres y padres era casi la misma. Una cosa en la cual tanto hombres como mujeres estuvieron de acuerdo: reservaban su puntuacién mds baja para sus hermanos mas proximos en edad, indicando que su hermano era al que menos amaban de todas las personas mencionadas en el estudio. Se vio una notable diferencia entre hombres y mujeres con respecto al caritio.. Para los hombres, los resultados con respecto al carifio fueron aproximadamente los mis- mos que con respecto al amor, con la amante en primer lugar, el mejor amigo en el segundo, luego la madre y el padre, y por tiltimo el hermano mas préximo en edad. Tanto la madre como el padre eran mas amados que queridos, y el grado de carifio por la madre no diferia significativamente del grado de carifio por el hermano mds préximo en edad. Por otro lado, las mujeres indicaron que querian a su mejor amiga mas que a su amante; luego a’su madre, con el padre y el hermano en ultimo lugar. Los hombres mostraron significativamente una leve preferencia por sus padres, mientras que las. mujeres mostraron una leve preferencia por sus madres. Para las mujeres, el carifio por el padre no diferia significativamente del carifio por el hermano mas préximo en edad. éPor qué las mujeres querian a su-mejor amiga.al menos tanto como a su amante? Una hipétesis admisible estaria basada en una posible diferencia entre los conceptos. de amistad de hombres y mujeres. Los hombres tienden a tener amistades a: través de las actividades compartidas, con relativamente poca intimidad y comu- nicacién persona a persona. Lag mujeres tienen mds tendencia a 19 intimar con sus amigas y a enfatizar la comunicaci6n persona a persona, para lo cual los hombres estén menos predispuestos y son menos capaces. En una relacién intima, una mujer suele sentirse frustrada en sus intentos por lograr intimidad emocional y comunica- cién con su amante o esposo y entonces podra buscarlas en otro lugar —por ejemplo, en otra mujer—. A medida que aumenta su confianza en esta amiga y se acerca mds a ella,.podra finalmente querer a esta amiga mds que al amante o al esposo. El ejemplo es demasiado familiar: los hombres necesitan ser mas receptivos de las necesidades de las mujeres de intimidad y comunicacién, y las mujeres mas sensibles a un esquema de socializacién a través del cual los hombres son educados para evitar la intimidad y la comunicacién intima. Luis aprendié esta leccién de un modo duro. Todos sus amigos y colegas lo consideran una persona maravillosa. Destina tiempo, dinero y una energia ilimitada a un gran numero de causas humani- tarias. Preocupdndose profundamente por la gente en un nivel abs- tracto; le resulta dificil trasladar ese nivel de preocupacién a su vida personal. En lo que a ésta se refiere, Luis es como un libro cerrado con jas tapas pegadas. A pesar de su interés global por tantas personas, en un nivel personal parece tener mucho menos para dar que en un nivel social. Su mujer, finalmente se cansé de oir de boca de otras personas lo maravilloso que era su esposo: no lo demostraba en su relacién personal con ella, la cual casi carecia de intimidad. Lo abandoné. Ahora é] esta solo, y sigue haciendo por los demas todo lo que parece incapaz de hacer por s{ mismo en sus propias relaciones personales. Con respecto a la identificacién con el mismo sexo —-con los padres, los hombres generalmente querian y amaban mds a sus padres; las mujeres, a sus madres—:en contrasteé con el conflicto edipico tempra- no, cuando los nifios generalmente prefieren a sus madres y las nifias a sus padres. Freud, por supuesto, explicé que los nifios deben resolver el conflicto edipico en-primer lugar para poder. desarrollar atraccién por los miembros del. sexo opuesto, y luego, para. ser conscientes de que su pareja definitiva no serd su progenitor del sexo opuesto, quien ya pertenece a otra persona. Este descubrimiento — que tiene lugar entre los cinco-y los siete afios de edad y que es esencial para el desarrollo del nifio— puede ser dolorose y despertar su enojo al ser forzado a abandonar toda esperanza de tener al progenitor del sexo opuesto exclusivamente para él. Este resentimiento puede continuar en algun nivel dentro de la madurez, y asi explicar la 20 preferencia de las mujeres por sus madres y de los hombres por sus padres: Tal vez sea poco sorprendente que los hermanos mds proximos en edad no hayan quedado tan bien situados en estas clasificaciones, mientras que los amantes sf. Este resultado probablemente refleja los efectos a largo plazo de Ja rivalidad entre hermanos, la cual tiende a ser mayor entre hermanos de edades préximas que en consecuencia se ven obligados a competir entre ellos por ciertas necesidades, incluyendo el afecto de los padres. Esta competicién, frecuentemente impuesta a los hermanos por otras personas, puede llegar a minar la intimidad entre ellos y perjudicar su relacién. Por supuesto que las clasificaciones de los participantes pueden verse influidas por los prejuicios. Por ejemplo, los hombres pueden aplicar clasificaciones mas bajas que las mujeres, o las clasificaciones de los hermanos pueden ser mas bajas porque los participantes no tienen un sentido de obligacién interna que los lleve a dar a sus hermanos clasificaciones mas altas. No tenemos ninguna base para creer que tales prejuicios hayan sido expuestos, pero siempre existe la posibilidad. La validez e interpretabilidad de nuestros resultados nos induce a creer que el grado de prejuicio fue probablemente minimo. Predicciones a partir de los lazos familiares De acuerdo a una linea de. pensamiento, cuanto mds unida haya sido la.familia de una persona, mejor resultard ésta como miembro de una pareja en una relacién intima. El] razonamiento consiste en que para que una persona se enamore con éxito, necesita buenos modelos; que éstos son aportados por las familias unidas; y en consecuencia, que una familia feliz y unida es propicia. Una hipétesis alternativa, sin embargo, predice justamente lo opuesto: que las personas proce- dentes de familias unidas tienen menos posibilidades de llegar a un alto grado de compromiso en. una nueva relacién porque, habiendo “gastado” su amor en su familia, no les queda mucho para darle.a otra persona: De acuerdo a esta hipétesis, la unidad de Ja familia de origen es un mal pronéstico para la nueva relacién. Simplemente, ocurre.que el amante no es demasiado necesario. Nuestros datos no confirmaron ninguna de estas hipétesis. Podemos predecir hasta cierto punto el amor por un miembro de la familia de origen a partir del amor por otro de los miembros de esa 41 familia. En otras palabras, las familias aparentan ser, generalmente, mas 0 menos amantes y mds o menos unidas. Mientras que las clasificaciones de las escalas de amor y de carifio para un miembro de la familia generalmente se corresponden con las clasificaciones de otros miembros, esta correlacién no se produce fuera de la familia de origen. En otras palabras, el saber cudnto ama una mujer a su madre puede predecir hasta cierto punto cudnto ama a su padre y a sus hermanos, pero no puede predecir de ninguna manera cuanto ama a su pareja. Asi, el amor dentro de Ja familia de origen no es un indice de la capacidad de amar de una persona a otra. La relacion entre el carifio y el amor Hallamos una intima relacién entre el carifio y el amor, medidos con Jas escalas de Rubin. Esta relacién era menor para el mejor amigo del mismo sexo, pero bastante mayor para los restantes individuos clasificados. Asi, aparentemente el amor y el carifio no son dos entidades sepdradas y distintas, sino que se relacionan de un modo fundamental —aspecto que analizo en el capitulo 4—. La estructura del amor Con respecto a la cuestién fundamental planteada por nuestro estudio —cual es la naturaleza del amor— utilizamos en primer lugar la técnica de andlisis factorial para analizar los datos. El andlisis factorial considera la estructura subyacente de un conjunto de datos. Analizando nuestros datos, hallamos un factor general especifico, factor que, ademds, era el mismo para todas las relaciones amorosas: madre, padre, amante, hermano y mejor amigo del mismo sexo. En otras palabras, aunque los niveles de amor variaban de una relacién a otra, al menos algun elemento de la estructura del amor no variaba. Denominamos a este factor general comunicacién interpersonal, intercambio y apoyo. Estos elementos parecian estar en el centro de todas las relaciones amorosas; Eran esenciales para este factor —y-en consecuencia para todas las relacienes amorosas— de acuerdo con nuestros datos —el compartir intereses, ideas, e informacion, crecer personalmente a través de la relacién, descubrir intereses en comin, comprender al otro, hacer que el otro se sienta necesitado, recibir 22 ayuda del otro, ayudar al otro a crecer personalmente, y compartir sentimientos profundamente personales. Habiendo determinado que existe un factor general en las relacio- nes amorosas, utilizamos la técnica estadistica del andlisis de conjun- to para determinar si éste podia ser descompuesto en mas elementos basicos. Una vez mas, los resultados fueron claros. Comprobamos que el factor general era susceptible de ser descompuesto en conjuntos importantes, tales como compatibilidad, intercambio, y apoyo mutuo, y crecimiento personal, tal como lo expondré en detalle en el capitulo 2. Por ahora, la conclusién mas importante es que, aunque el amor puede ser sentido como una sola cosa, no Jo es: cuando uno experimen- ta amor, experimenta un gran conjunto de sentimientos, deseos, y pensamientos que, en su totalidad, conducen a que la persona llegue a la conclusién de que “ama a alguien”. De este modo, los datos se correspondian mas con el modelo de Thomson que con el de Spearman y, por supuesto, no confirmaban para nada el modelo de Thurstone. Después de una de mis charlas ante un auditorio que casualmente estaba compuesto en su mayor parte por personas jubiladas, una mujer se me acercé y me relaté una experiencia que confirmaba la importancia de no confiar demasiado en los propios sentimientos globales dentro de una relacion. Afios atras, habiendo perdido ese sentimiento global, ella consideraba que su matrimonio estaba casi arruinado. Sin embargo, no pensaba romperlo, por sus hijos y porque habia crecido con la idea de que el matrimonio es algo en lo que uno entra y luego se queda, para bien o para mal. Finalmente, su suegra murié y, luego, ella descubrié que la. relacién con su esposo habia cambiado de forma drastica. E] sentimiento global renacié. Y ella se dio cuenta de que lo-habia perdido porque se habia visto a si misma en competencia con su suegra. Ella habia sentido que su marido prestaba mds atencién a su madre que a ella, y mientras sintié esto, nunca pudo amarlo completamente. La pérdida del sentimiento global no habia sido completa al principio; mas bien se relacionaba con un problema particular en la relacién con su esposo. Si ella hubiera sido consciente de esto, podria haber hecho algo al respecto. Prediccién de la satisfaccion Para determinar si los tipos de registros utilizados en nuestro estudio podrian predecir satisfaccién en una relaci6n con un amante, utilizamos la técnica estadistica de la regresion multiple, en la cual 23 una variable individual, en este caso, Ja satisfaccién con la relacién amorosa —se puede predecir por medio de la sucesiva evaluacién estadistica de un conjunto de otras variables en este caso, clasifica- ciones dentro de las escalas de amor y variables de personalidad. Sorprendentemente, las clasificaciones dentro de la escala de carifio de Rubin resultaron mas eficaces para predecir la satisfaccién dentro de una relacién que aquellas de la escala de amor de Rubin. Este resultado, a mi juicio, es importante, porque en relaciones sen- timentales, uno suele ser mucho mds consciente de cuanto ama que de cudnto quiere a la otra persona. Mientras que Jas relaciones sen- timentales pueden estar basadas en el amor, necesitan del carifio para prosperar dia a dia. Muchas relaciones fracasan no porque las personas no se amen, sino porque no gustan particularmente del otro y no pueden llevarse bien. Para que una relacién sentimental funcio- ne por un largo tiempo, tanto el amor como el carifio son muy importantes, Nuestros resultados sugieren que en una convivencia diaria, el carifio puede ser mas importante que el amor. Sin embargo, vimos que también son importantes las variables de personalidad. Las personas deprimidas y ansiosas tendian a estar menos satis- fechas de sus relaciones, aunque es imposible saber si la menor satisfaccién se debia a la depresién y a la ansiedad; si la depresién y la ansiedad se debian a la menor satisfaccién dentro de la relacion, o si ambos factores se debian a una tercera variable. Las relaciones con personas deprimidas o ansiosas tienden a ser dificiles por varias razones. En primer lugar, la otra persona puede sentirse responsable de la depresidn o de la ansiedad de su pareja. Aun sabiendo intelec- tualmente que no se es responsable es dificil permanecer indiferente ante algo que, puede convertirse en una creciente carga de culpa acerca de la infelicidad del otro. En-segundo lugar, es probable que el otro sierita cierta obligacién por hacer que la persona ansiosa o deprimida se sienta mejor, se sienta o no responsable de su estado de animo. Pero es probable que el otro descubra que es poco lo que puede hacer para aliviar la ansiedad o la depresién crénicas -y, como resultado, se sienta frustrado e impotente. Con el tiempo, como Ja persona acongojada sigue sin responder a los intentos del otro para alegrarla, aquel puede disgustarse. Finalmente, la depresién y la ansiedad pueden ser contagiosas, de forma que si la relacién comenz6 con una persona crénicamente deprimida 0 ansiosa, puede terminar con dos personas de esas caracteristicas. Muchos de nosotros sabemos por experiencia cuan dificil puede ser convivir con una persona crénicamente deprimida. EI final de este 24 tipo de relaciones suele ser desgraciado, pero no siempre, como en el caso de Sergio. Su amante parecia estar siempre deprimida. Habia intentado psicoanalizarse, pero sin éxito. Sergio mismo se habia deprimido porque sentia que era el culpable de la depresién de su pareja, y sospechaba que ella sentia lo mismo. El ciclo de la depresién de una persona induciendo a depresién a la otra estaba destruyendo la relacién. La historia tiene un final feliz. La amante de Sergio consulté al médico por un malestar fisico. E] diagnéstico fue dificil, pero revelé que la depresion de esta mujer era un sintoma psiquico de una enfermedad fisica que ella padecfa. Cuando comenzé a tomar medicacién para esa enfermedad, la depresidn cedié en gran parte (aunque no por completo). Y Sergio se sintio mejor no sélo porque su amante ya no estaba deprimida, sino porque ya no se sentia respon- sable de su depresion. Las personas que se sentian complementarias de sus parejas —en otras palabras, diferentes en ciertos aspectos que hacian posible su compatibilidad—- estaban generalmente mas satisfechas de sus rela- ciones. Este resultado sostiene la teorfa de la complementariedad en las relaciones, a la cual me referiré en el capitulo 7. Aunque, en general, las personas se llevan mejor si se parecen entre si, existe un area dentro de las relaciones interpersonales dentro de la cual la complementariedad es particularmente importante —es decir, la complementariedad respecto a las necesidades—. Si uno de los miem- bros de una pareja tiene muchas, la relacién sélo funcionara si el otro miembro es realmente nutritivo. Si ambas personas tienen necesida- des, pero ninguna de ellas es capaz de cubrirlas, lo mas probable es que la relacién fracase. Igualmente, si uno de los miembros de la pareja necesita sentirse dominante, sera preciso que el otro necesite sentirse dominado. Dos personas dominantes no podrian llevarse bien durante mucho tiempo. Una dificultad potencial dentro de las relaciones es que las necesidades pueden cambiar con el tiempo. Por ejemplo, uno puede estar habituado a ser la persona nutritiva dentro de una relacién, y luego decidir que es el momento de recibir un poco. Si la otra persona tiene poco o nada para dar, la relacién puede entrar en un periodo de tensién. También, algunas mujeres que probable- mente han vivido siempre dominadas, y comienzan una relacién deseando ser dominadas, en cierto momento deciden que ya han tenido demasiado: la relacién se vera en peligro si su pareja no puede modificar su necesidad de dominar. Finalmente, los hombres (pero no las mujeres) que se considera- ban fisicamente atractivos eran mas felices en sus relaciones que 25 aquellos que se consideraban poco atractivos. Este ultimo resultado sugiere que el atractivo fisico en los hombres parece ser importante para la satisfaccidn en su relacidén con los demas. Las mujeres se sienten generalmente felices de ser fisicamente atractivas, pero su atractivo no las hace felices en su relacién con otra persona, En consecuencia, nuestro estudio mostré que existia una gran probabilidad de poder predecir la satisfaccién dentro de las relaciones amorosas. En un estudio de seguimiento en 1985, Michael Barnes y yo intentamos investigar este punto de manera mas sistematica estudiando el rol de los otros, reales e ideales, en tales relaciones. EL IDEAL ELUSIVO Mientras que las relaciones romanticas involucran tipicamente a dos individuos de carne y hueso —-uno mismo y el otro— también pueden estar involucrados otros dos individuos elusivos, pero intru- sos —los dos compafieros ideales de cada uno—. Sicada miembro real de la relacidn corresponde perfectamente al ideal del otro, el ideal elusivo de los otros puede llegar a no interferir nunca. De todos modos, si, como ocurre frecuentemente una u otra de ambas personas difiere significativamente del ideal de la otra, intervendran terceras perso- nas que posiblemente interfieran en la relacién en diversas formas. Uno se vera comparado desfavorablemente con el otro ideal, o sentira que el objeto de amor del otro no es realmente uno mismo sino un otro ideal que el otro ha creado. En cualquiera de los casos, la felicidad y la satisfaccién de uno en la relacién podra verse significativamente afectada por una mera invencién de la imaginacién —sea ésta una version “holliwoodense” de la perfeccién 0 una expectativa basada en el presente y en las experiencias pasadas de una persona—. Consideremos a dos hombres, Raul y Enrique, ambos igualmente enamorados de sus esposas. {Significa esto que ambos son igualmente felices? Supongamos que Enrique tiene un ideal muy elevado de una relacién amorosa, mientras que Raul no lo tiene; Enrique simplemen- te espera mds que Raul de una relacién amorosa. Con una determi- nada cantidad de amor, Raul podra realmente sentirse mds feliz que Enrique porque la cantidad de amor que recibe cubre sus expectati- vas, mientras que no asi las de Enrique. La diferencia entre los niveles relativos de satisfaccidn de Raul y de Enrique puede ser entendida en términos de un concepto introducido por John Thibaut y Harold Kelley denominado nivel de comparacién (NC); 0 sea, lo que una 26 persona espera de una relacién, seguin su experiencia en el pasado.® El NC de una persona no solamente depende de las experiencias que uno haya tenido u observado en los demas, sino también de la medida en que esas experiencias le hayan afectado.® Seguin Thibaut y Kelley, la felicidad de una persona dentro de una relacién dependera de la medida en que esta relacién supere o esté por debajo de su NC. Supongamos, sin embargo, que modificamos y ampliamos ligeramente la nocién de NC. En primer lugar, definimos el nivel de comparacién para el presente propésito no solamente como representativo del nivel promedio de amor que esa persona haya experimentado en relaciones anteriores, sino mas bien como su ideal realista para las relaciones presentes y futuras —en otras palabras, elideal posible para su vida—. En segundo lugar, ampliemos la nocién de nivel de comparacién para incluir no solamente el ideal de lo que uno quisiera realmente sentir por el otro, sino también el ideal de lo que uno quisiera que el otro sintiera por uno. De este modo, nos encontramos ahora en condiciones de explorar més a fondo los antecedentes de satisfaccién en relaciones intimas. Para cada miem- bro de una pareja, podemos observar qué siente realmente cada uno por el otro, lo que cada uno quisiera idealmente sentir por el otro, lo que cada uno percibe que el otro siente por él, y cémo cada uno quisiera, idealmente, que el otro sintiera por él. Para investigar estos puntos, Michael Barnes y yo administramos las escalas de Rubin, la escala de Levinger, y otro conjunto de preguntas a veinticuatro parejas heterosexuales involucradas en relaciones amorosas. (Estudiantes de Yale, graduados y no gradua- dos),’ Los participantes del estudio realizaron cuatro clasificaciones diferentes para cada uno de los items de las escalas de Rubin y de Levinger. Estas clasificaciones se referian alo quecada uno sentia por el otro, lo que cada uno creia que el otro sentia por él, lo que cada uno desearia sentir por un otro ideal, y lo que cada uno desearia que el otro ideal sintiera por él. Estas cuatro clasificaciones de cada miembro de cada pareja nos permitieron computar varios tipos diferentes de respuestas al cuestionario: analizando los datos aportados por estas parejas, encontramos que ambos niveles absolutos de comparacién, tanto los niveles de amor experimentado como los niveles de amor experimentados relativos a los niveles ideales de amor son altamente predictivos de la satisfaccién en las relaciones amorosas. Cuatro clasificaciones entraron dentro de la satisfaccidn pronosticada: en primer lugar, una valoracién de lo que uno sentia por el otro, en segundo lugar, de lo que cada uno desearia que el otro ideal sintiera 27 por él; y por ultimo, la diferencia entre la valoracién de lo que cada uno pensaba que el otro sentia por él y lo que cada uno desearia que el otro sintiera por él. Esto ultimo podria expresarse como la diferencia entre lo que cada uno queria del otro y lo que cada uno creia que estaba recibiendo. Surgieron muchos hallazgos interesantes. En primer término, consideramos en qué medida los otros ideales son importantes para la satisfaccién dentro de una relacién amorosa. Efectivamente, los sentimientos relativos a otros ideales en forma abstracta parecen tener importancia, pero una importancia sustancialmente menor ala de los sentimientos relativos a los otros reales. Lo importante no es tanto lo que uno siente por su otro ideal, sino la diferencia entre lo que uno siente por su otro ideal en contraposicidn a lo que uno siente por su otro real. En otras palabras, lo importante no es solamente lo que uno desea (idealmente), sino la diferencia entre lo que uno desea y lo que uno siente que obtiene. Considerando si la visidn de lo que el otro siente por uno es importante para la satisfaccién en las relaciones amorosas, y si es tan importante como los propios sentimientos hacia el otro, encontramos que aquella es tan importante como éstos. En otras palabras, lo que uno cree que el otro siente por uno es tan importante como lo que uno siente por el otro. Este descubrimiento deja sin respuesta una impor- tante pregunta: {Hasta qué punto son importantes los sentimientos reales de la otra persona en contraposicién a la propia percepcién de estos sentimientos? Nuestros datos indicaban claramente que las diferencias percibi- das predicen mejor la satisfaccién que las diferencias reales. En efecto, después de considerar lo que uno cree que la otra persona siente, lo que esa persona realmente siente no produce diferencia en cuanto a la satisfaccién dentro de la relacién amorosa: 0 sea, la propia percepcién de los sentimientos de la otra persona son mas importan- tes para la propia satisfaecién que sus sentimientos reales. Ademas, en nuestro estudio, la correspondencia real entre las clasificaciones de una pareja es mucho mas baja que la correspondencia percibida, 0 sea, lo que cada uno percibe que el otro siente. En otras palabras, existe realmente una menor concordancia entre lo que uno y su pareja sienten que lo que cada uno cree. Estos hallazgos sostienen la nocién de que-el compafiero con el cual uno se relaciona es, en cierto sentido, tanto la propia concepcién del otro como su forma de ser en realidad. Tlustramos este punto con el ejemplo de una pareja. Vivieron juntos razonablemente felices durante muchos afios, pero luego las 28 cosas comenzaron a tornarse asperas. El marido asuméa actitudes que la mujer no podfa entender. Por iniciativa de la mujer, se sentaron a conversar acerca de cémo iban las cosas. La mujer se quedé aténita tras la conversacién. Descubrié que los sentimientos de su marido hacia ella eran muy diferentes de lo que ella habia creido siempre. La mujer ejercfa una profesién, y descubridé que su marido siempre habia estado resentido por ello, y que tenia muy poco respeto por lo que ella estaba haciendo. El se habia sentido presionado y soportando un estilo de vida que nunca habia deseado y que no le gustaba. Todo ese tiempo, ella habfa pensado que su marido la respetaba y aun que la amaba mas por tener una profesién que era importante para ella. Después de esta conversacion, la relaci6n nunca pudo volver a ser la misma, porque la mujer ahora sabia que su marido no la apoyaba sino que mas bien la “soportaba”. La pareja pronto se separé6. Ahora podemos ver el lado oscuro de los resultados del estudio: uno suele continuar con una relacién sobre la base de cierta informacién esencialmente falsa. Debido a que nuestras percepciones de los sentimientos de los otros suelen ser inexactas, podemos engafiarnos siendo mas 0 menos felices de lo que probablemente debiéramos ser, basdndonos en los sentimientos de nuestra pareja. Con el tiempo, podemos construir una relacién en base a ilusiones. Tarde 0 tempra- no, algo sucedera que destruya ésas ilusiones, y entonces nos veremos en problemas. O, si las ilusiones se refieren a experimentar menor amor de lo que estamos recibiendo, podremos sentirnos siempre no queridos, sin importar lo que los demas sientan por nosotros. Sisomos de esta manera, tendemos a ser infelices, y a hacer infelices a los demas debido a nuestra incapacidad para sentir su amor. Un conocido mio se crié en una familia en la cual habia poco amor. Nunca aprendié a recibir o dar amor. Por ultimo, se casé con una mujer que lo amaba profundamente, a pesar del poco amor que recibia de él. Pero él nunca podia sentir el amor de ella, no importaba cuanto le brindara. Irénicamente, él era el que se sentia fuertemente no querido dentro de la relacién, y finalmente la dejé, esperando encon- trar amor en otra relacién. Probablemente no lo encuentre, porque no lo reconocera cuando lo vea. {Cual de las variables que hemos estudiado es el mejor indice de satisfaccién? El indice mas poderoso de satisfaccién dentro de una relacién es la diferencia entre lo que uno piensa que el otro siente por uno y lo que uno quisiera que un otro ideal sintiera por uno. El] mejor modo de predecir la satisfaccién en una relacién amorosa con el minimo ésfuerzo seria hallar la diferencia entre lo que una persona 29 espera de la otra y lo que esta persona piensa que esta recibiendo. Es posible tanto recibir demasiado como muy poco. Los individuos infelices no siempre desean mds de los que sienten que reciben. A veces, desean menos. Desean mantener cierta distancia mientras que su pareja desea acercarse. éQué hace uno en una relacién en la que desea mds proximidad de la que desea su pareja? La mayoria de las personas en este dilema intentan aproximar al otro —y generalmente descubren que esta estrategia es ineficaz. Mientras uno intenta acercar al otro, éste reacciona alejindose. Cuando uno ve que el otro se aleja, puede intentar una estrategia diferente. Pero a estas alturas, el otro ya es consciente de que éste estd intentando acercarsele, y esta nueva estrategia probablemente haga que se aleje mds aun. E] resultado suele ser que cuanto mas intenta uno acercar al otro, mas se aleja éste. Cada persona desea una cierta distancia 0 proximidad, y lucha por conseguirla. E] problema se torna mas complejo porque con frecuen- cia la persona que desea menos compromiso es la que mas control ejerce sobre la relacién. Esa persona tiene el recurso que la otra persona quiere: amor. Como resultado, las relaciones suelen terminar cuando la persona menos.comprometida descubre que no hay modo de que é] o ella puedan continuar felizmente la relacién con un menor grado de compromiso. Esa persona suele terminar por completo la relacién. : No siempre es la persona menos comprometida 1a que decide terminar. Mis conversaciones con muchas personas que han estado implicadas en relaciones asimétricas me han persuadido de que es igualmente frecuente que la persona mas vinculada decida terminar. Una de estas personas, Sandra, explicd por qué. Ella dejé aun hombre que, con toda seguridad, tenia fobia al compromiso, al menos con ella. Ella sentia, simplemente, que estaba perdiendo su tiempo. Nunca obtendria Io que queria de él; y aunque resultaba doloroso terminar -la relacién, la alternativa —una relacién en perpetua quietud— parecia aun peor. Si uno desea un mayor grado de compromiso por parte de la otra persona, la mejor estrategia, paraddjicamente, es comprometerse menos uno mismo. Si uno es capaz de comprometerse hasta un nivel inferior al de su pareja, realmente descubrird que é1 o ella se acercaran en lugar de alejarse. Asi, para lograr mayor proximidad, uno realmente deberd comenzar por mantener alguna distancia. Las relaciones funcionan debido a un equilibrio entre la intimidad y la independencia, y pueden fracasar cuando la balanza se inclina 30 demasiado hacia un lado o hacia el otro. Para que una relacién funcione, uno no solamente necesita saber cémo acercar a la otra persona hacia si (lo que generalmente creemos.cuando pensamos en las relaciones), sino también cémo dar al otro el espacio que necesita. Otro hallazgo del estudio fue que en la mayoria de las relaciones, los sentimientos entre las personas son percibidos como mds 0 menos simétricos. Mas aun, cuanto mds asimétricos o desiguales sean per- cibidos estos sentimientos, menos satisfechos estardn los miembros de la relacién. Este resultado sugiere que es importante buscar al menos alguna simetria. En las relaciones asimétricas, la persona mas implicada esta continuamente frustrada por su incapacidad para aproximar a la otra persona, mientras que la persona menos implica- da esta continuamente frustrada por los continuos intentos de la persona mas implicada por “atraparla”. Esta relacién sera mas feliz si se vuelve mas simétrica, aun si esto significa que la persona mas implicada se torne menos implicada, al menos por un tiempo. Finalmente, nuestro estudio revelé una diferencia entre las clasi- ficaciones de los hombres y de las mujeres. El mayor compromiso en la relacién por parte de los hombres aporté mds satisfaccién a las mujeres, mientras que un mayor grado de compromiso por parte de las mujeres no aporté satisfaccién a los hombres. Este hallazgo era acorde con el estereotipo cultural segun el] cual, en su gran mayoria son las mujeres las que desean mayor proximidad, asi como seguin los resultados descritos anteriormente, las mujeres, pero no los hombres, generalmente luchan por lograr una mayor intimidad en sus rela- ciones. A partir de estos hallazgos, podemos concluir, en primer lugar, que evaluando una relaci6n, es importante tener en cuenta los ideales de las personas tanto como sus sentimientos. Una persona que tiene ideales inalcanzables probablemente nunca lleguea ser feliz con otra, no importa lo que ésta haga. Del mismo modo, si uno tiende a tener ideales inalcanzables, probablemente se sienta constantemente infe- liz. Por ejemplo, conozco a un hombre que, a los treinta y tantos afios, nunca se ha casado, en parte porque tiene un ideal tan alto que ninguna mujer se ajusta a él. Pero tener un ideal muy bajo también puede resultar desafortunado, conduciendo a sentar cabeza con demasiada rapidez, y luego sentirse decepcionado con la relacién que uno ha elegido. Por no esperar un mejor compafiero, uno puede lograr mucho menos de lo que desea 0 cree que merece. Las personas con baja autoestima son especialmente propensas a establecerse demasiado 31 tempranamente y con menos de lo que realmente desean. Asi, la meta es fijarse un ideal realista y luego intentar obtenerlo en la vida. EL PAPEL DE LA CIENCIA EN LA COMPRENSION DEL AMOR Ustedes han comprobado ahora cémo estudia un cientifico el amor. Creo firmemente que la ciencia tiene un papel en la compren- sidn del amor, pero no un papel exclusivo. La ciencia no nos ayudara a comprender la evolucién del amor a través de la historia de la civilizacién: éste es el cometido de la investigacién histérica. La ciencia no nos permitird experimentar a través de los demas los misterios y tribulaciones del amor, y asi aprender acerca del amor: esa es lafuncién de la literatura y de las artes. Laciencia no nosiluminara en lo referente a las propiedades metafisicas del amor o a las cuestiones éticas que lo rodean: ese es el papel de la filosofia. Y la ciencia no nos proveerd de primeras aproximaciones al amor: ese es el papel de la experiencia vita]. Pero la ciencia puede ayudarnos a comprender tanto las bases psicolégicas como las dimensiones del amor, y el por qué amamos de la manera en que lo hacemos. La investigacién cientifica no reemplaza a otras formas de investigacién sobre el amor, pero tampoco las otras formas de investigacién sobre el amor eluden la necesidad de la ciencia. E] amor puede ser explorado en una amplia variedad de formas complementarias. Aunque existen discrepancias ocasionales acerca del modo “correcto” de estudiar el amor, no existe ningun modo correcto. Necesitamos concentrarnos en la nocién mas que en la metodologia de su estudio, y una gran variedad de metodologias convergen para esclarecer la nocién en toda su riqueza. Si uno tuviese que “diplomarse en amor’, en una univer- sidad o como estudio independiente, desearia probablemente recibir clases o realizar lecturas independientes no solamente sobre psicolo- gia y sociologia, sino también sobre historia, literatura, arte y filoso- fia. Ninguna disciplina podria aportar una comprensién completa del amor —jo de alguna otra cosa! Y ademas de los muchos cursos o lecturas que uno realizara, desearfa afiadir una buena dosis de experiencia vital para diplomarse. Yo mismo dudaria mucho de lo que alguien tuviera que decir acerca del amor, si é] 0 ella nunca lo hubiese experimentado en carne propia. Asi, la ciencia puede darnos algunas respuestas, pero de ninguna manera puede darnos todas. Cuando digo la ciencia del amor, me refiero sélo a un segmento de 32 este campo en su sentido mas amplio. Mi propia tradicién en este campo es la de la psicologia social, Ja cual intenta comprender las bases internas, psicoldgicas, de las relaciones sociales, incluyendo el amor. Otra tradicién, histéricamente mds antigua dentro de la psicologia, es la psicologia clinica, representada por la obra de Sigmund Freud, Theodore Reik y otros (véase capitulo 4). Mientras que yo intento demostrar mis teorias principalmente por medio de experimentos que hacen gran uso de cuestionarios, y sdlo secundaria- mente por medio de la evidencia anecdética que he difundido a lo largo de este libro, los psicélogos clinicos confian en gran medida en sus experiencias con pacientes en terapia como base para demostrar sus teorias. Tal vez por esta razoén, sus teorias tienen otro modelo que las mias y que las de otros psicdlogos sociales, con mas énfasis en lo atipico y en lo anormal que en las teorias socio-psicoldgicas. Otras tradiciones cientificas en el estudio del amor y los fenéme- nos con él relacionados superan los. limites de la psicologia. Por ejemplo, Diane Vaughan, cuya obra se describe en el capitulo 7, es socidloga, y el énfasis en su investigacion, asi como en la investigacién de otros socidlogos, esta situado en cémo afectan las instituciones sociales a la conducta individual y colectiva, y en cémo dicha conducta afecta a las instituciones. Creo que la obra de Vaughan es un ejemplo particularmente bueno de la forma en que la sociologia y la psicologia pueden complementarse, ocupdndose de distintos aspectos de los mismos fenémenos o de fendmenos relativos. Otra tradicién es aque- Ila de la biologia, la cual se destaca especialmente en.la investigacién de la conducta sexual. Lo’ investigadores en éste campo estudian la pasion, pero desde un punto de vista casi totalmente diferente al mio: Estudian una variedad de respuestas sexuales y los mecanismos que las producen. Y, por supuesto, los antropélogos y los psicdélogos de orientacién antropolégica pueden elegir entre concentrarse en las cuestiones evolutivas subyacentes al desarrollo del amor, en el papel de la cultura para definir qué se entiende por amor. Todos estos dife- rentes tipos de investigacién cientifica contribuyen individualmente a nuestra comprensién del amor. 33 2. Los ingredientes del amor Yo me enamoré por primera vez en primer grado. La nifia, a quien Namaré Irene, era una de mis compafieras y viviamos en la misma manzana de casas. Ambos pasdébamos mucho tiempo juntos, jugando (los tipicos juegos infantiles, como el escondite, la mancha) de camino hacia la escuela y ayuddndonos mutuamente de todas las formas posibles. Irene y yo teniamos un modesto plan: convertirnos en los reyes del mundo y que todos los demas fueran nuestros subditos. Finalmente, Irene cambié de vivienda y ese fue el fin de nuestra amistad y de nuestro reinado: nunca mas la vi. Pero, retrospectiva- mente, es evidente que ella y yo teniamos, al menos, uno de los elementos criticos del amor: éramos amigos intimos y compartiamos intimidades que no compartiamos con nadie mas. Nos comunicdba- mos el uno con el otro y siempre nos sentiamos reconfortados en presencia del otro. Aunque tal vez no contaébamos con todos los ingredientes del amor, ciertamente tenfamos uno de los mas impor- tantes: nos queriamos y nos apoydébamos. En resumen, teniamos una relacién emocionalmente intima. Mas tarde, me enamoré de Paula, que se sentaba junto a mi en la clase de biologia de tercer afio. El primer dia que la vi, me enamoré perdidamente. Pasaba clases enteras mirdndola —pero nunca le dije lo que sentia por ella. Mi falta de comunicacion no se debia a una ausencia de sentimientos. Pensaba en Paula easi continuamente y, durante un afio de mi vida, en pocas cosas mas. Hacia mis tareas escolares como un autémata. Cuando hablaba con otra gente, estaba con ellos a medias, porque estaba pensando secretamente en Paula. Volvia a mi casa al final de la jornada y me perdia entre pensamientos acerca de ella. Pasaron los meses, y yo seguia sin poder expresar mis sentimientos hacia ella; en realidad la trataba friamente, porque 34 temia entregarme (lo cual probablemente ocurrié, de todos modos). Me derrumbé cuando, justo el dia después de Afio Nuevo, la sorprendi leyendo clandestinamente una carta escrita a mano, y su mejor amiga me cont6é que Paula habia conocido a un muchacho en la fiesta de Afio Nuevo, y se habia enamorado de él. Por si fuera poco, el muchacho era capitan de uno de los equipos de atletismo del colegio, y yo ni siquiera pertenecia a un equipo. Por fin, superé mi obsesion por Paula, y hasta nos hicimos amigos, aunque descubri que ella me gustaba decidida- mente menos de lo que la habia amado. El sentimiento que yo tenia por Paula era un ingrediente secun- dario del amor: pasion. Y mientras que la intimidad que yo tenia con Irene era mutua, tal y como debe ser la intimidad, la pasion que sentia por Paula era unilateral, como suele ser la pasién. Volviendo atras, por supuesto, yo denominaba capricho a mi amor por Paula, ya que éste se habia desarrollado sin que tan siquiera la conociese, y habia continuado en ausencia de una verdadera relacién mutua entre nosotros. Pero el capricho se alimenta mas vigorosamente de las dudas e incertidumbres que del conocimiento de la forma de ser de una persona. Por ultimo, Paula marché a la universidad, y yo nunca mas la vi. La tercera vez, me enamoré de Claudia, a quien conoci poco después de Paula. Mi relacién con Claudia era todo lo que mi relacién con Paula noera, y viceversa. En una palabra, mi relacion con Claudia era “sensible”. Habiamos tenido un entorno y una educacién relativa- mente similares; a los dos nos iba bien en el colegio y ambos queriamos estudiar una carrera; y, en resumen, éramos lo que la gente Hlamaria una buena pareja. Nuestra relacién no tenia ni la profunda intimidad de mi relacién con Irene, ni la abrumadora pasion de mi relacién con Paula, pero tenia algo de lo que carecian esas otras dos relaciones. Claudia y yo sentiamos que nos amabamos, y nos comprometimos el uno con el otro relativamente pronto. Establecimos un sistema para llamarnos por teléfono todas las noches y vernos regularmente. Los demas nos vefan como una unidad, y nosotros también nos considera- bamos asi. Nuestra relacién era bastante exclusiva, y a medida que pasaba el tiempo y que aumentaba el compromiso hacia el otro, el tiempo que pasdbamos con los demas disminuia. Nuestro compromiso siguié aumentando; finalmente, sin embargo, decliné, y mas tarde nos separamos. Siempre resulta dificil decir por qué se separa una determinada pareja, pero en nuestro caso, yo creo que, con el deterioro de la pasién a través del tiempo, no habfamos desarrollado la intimi- dad suficiente como para alimentar nuestro compromiso. 35 El supremo ingrediente de cada una de mis tres relaciones era uno de los tres componentes del amor: intimidad (con Irene), pasién (por Paula) y compromiso (con Claudia).! Creo que el amor puede ser entendido como un tridngulo (lo cual no debe ser confundido con un “tridngulo amoroso” de tres personas) dentro del cual cada vértice representa uno de estos tres componentes: intimidad (el vértice superior), pasién (el vértice izquierdo) y decisién/compromiso (el vértice derecho).? (véase figura 2.1) Intimidad Pasion DecisiérvCompromiso Figura 2.1 El tridngulo del amor. La asignacién de los componentes a los vértices es esencialmente arbitraria. Una evidencia sustancial, que citaré a lo largo de este libro, sugiere que los componentes de la intimidad, pasién y compromiso juegan un papel clave en el amor, por encima de otros atributos. Aun antes de reunir los primeros datos para probar mi teoria, tuve diversos motivos para elegir estos tres componentes como sus pilares fundamentales. En primer lugar, muchos de los restantes aspectos del amor demuestran, al examinarlos detenidamente, ser parte 0 manifesta- cién de estos tres componentes. La comunicacién, por ejemplo, es un pilar fundamental de la intimidad, asi como la preocupacidn 0 la compasi6n. Si tuviésemos que subdividir la intimidad, la pasién y el compromiso en sus propios componentes, esta teoria contendria finalmente tantos elementos que resultaria pesada. No existe una unica subdivision correcta. Pero una divisién en tres componentes es util por diversos aspectos, como espero demostrar en este capitulo y més adelante. En segundo lugar, mi revisién de la literatura sobre parejas en los Estados Unidos, asi como en otros paises, sugiere que, mientras que algunos de los elementos del amor dependen parcialmente de la época 36 © son especificos para cada cultura, los tres que yo propongo estan generalmente mas alla de la época y del lugar. Los tres componentes no tienen el mismo peso en todas las culturas, pero cada uno tiene al menos algun peso, de forma manifiesta en cualquier época o lugar. En tercer lugar, los tres componentes parecen ser distintos, aunque, por supuesto, estan relacionados. Cualquiera de ellos esta presente en ausencia de uno o de los otros dos. En contraste, otros pilares potenciales para una teoria del amor —por ejemplo, entrega y cuidado— tienden a ser dificiles de indivi- dualizar, tanto légica como psicolégicamente. En cuarto lugar, como expondré en el capitulo 4, muchas otras estimaciones sobre el amor suelen dar como resultado una conclusién similar a la de mi propia estimacién, o un derivado de ella. Si eliminamos las diferencias de idioma y de matiz, el espiritu de muchas otras teorias coincide cor el de la mia. Finalmente, y tal vez lo mds importante, esta teoria es valida — como espero demostrar en lo que resta de este capitulo y a lo largo de este libro. INTIMIDAD En el contexto de la teorfa triangular, la intimidad se refiere a aquellos sentimientos dentro de una relacién que promueven el acercamiento, el vinculo y la conexién. Mi investigacién con Susan Grajek (como explico en el capitulo anterior) indica que la intimidad incluye al menos diez elementos: 1. Deseo de promover el bienestar de la persona amada. El amante busea a su pareja y procura promover su bienestar. Uno puede promover el bienestar del otro a expensas de é] mismo —pero con la expectativa de que el otro actue de igual forma cuando Jlegue el momento—. 2. Sentimiento de felicidad junto a la persona amada. El amante disfruta estando junto a su pareja. Cuando hacen cosas juntos, lo pasan bien y construyen un cimulo de recuerdos con los que pueden contar en tiempos dificiles. Mas adelante, los buenos tiempos compar- tidos inundarén la relacién y la mejoraran. 3. Gran respeto por el ser amado. FE) amante estima y respeta a 5u pareja. Aunque el amante puede reconocer defectos en su pareja, esto no disminuye la alta estima que le tiene. 37 4. Capacidad de contar con la persona amada en momentos de necesidad. . El amante siente que su pareja esta presente cuando la necesita. En tiempos dificiles, el amante puede recurrir a su pareja y esperar que ésta acuda. 5. Entendimiento mutuo-con la persona amada. Los amantes se entienden mutuamente. Conocen sus puntos fuertes y débiles, y c6mo responder al otro de un modo que demuestre una genuina simpatia por los estados emocionales de la persona amada. Cada uno sabe “de donde viene” el otro. 6. Entrega de uno mismo y de sus posesiones a la persona amada. Uno desea entregarse, y entregar su tiempo y sus posesiones a la persona amada. Aunque no todas las cosas necesitan ser propiedad de ambos, los amantes comparten sus posesiones cuando surge la nece- sidad. Y, lo que es mas importante, se comparten ellos mismos. 7, Recepcion de apoyo emocional por parte de la persona amada. E] amante se siente apoyado y hasta renovado por la persona amada, especialmente en momentos de necesidad. 8. Entrega de apoyo emocional a la persona amada. El amante apoya ala persona amada simpatizando con ella y apoyandola en los momentos de necesidad. 9. Comunicacién intima con la persona amada. El amante es capaz de comunicarse profunda y honestamente con la persona amada compartiendo los sentimientos mds intimos. 10. Valoracién de la persona amada. E] amante siente la gran importancia de su pareja en el esquema de su vida. Estos son slo algunos de los posibles sentimientos que uno puede experimentar a través de la intimidad del amor; ademas, no es necesario experimentar todos estos sentimientos para experimentar la intimidad. Por el contrario, nuestra investigacién indica que se experimenta la intimidad cuando uno demuestra una cantidad sufi- ciente de estos sentimientos, siendo esta cantidad probablemente variable de una persona a otra y en diferentes situaciones. General- mente, estos sentimientos no se experimentan en forma independien- te, sino como un sentimiento global. éQué contribuye a la intimidad? Diferentes psicdélogos dicen cosas similares, aunque de diferentes formas. Para Harold Kelley y sus colegas, la intimidad resulta de las interconexiones fuertes, frecuen- tes y diversas entre las personas.’ Asi, la pareja tiene fuertes lazos e interactua frecuentemente en una variedad de formas. Lilian Rubin enumera como cualidades de la amistad algunas de las que yo 38 considero las claves de la intimidad: confianza, honestidad, respeto, compromiso, seguridad, generosidad, lealtad, reciprocidad, constan- cia, comprensién y aceptacién.* La intimidad probablemente se inicia con la autoéxposicién. Para intimar con alguien, es necesario derribar los muros que separan a una persona de la otra. Es bien conocido que la autoexposicién engendra la autoexposicién: si uno quiere saber cémo es el otro, debe mostrarle como es él mismo.° Pero la autoexposicién es frecuentemen- te mds facil en amistades del mismo sexo que en relaciones amorosas, probablemente porque las personas sienten que pueden perder mas si se exponen dentro de una relacién amorosa.® Aunque parezca extrafio, existe evidencia real de que los esposos pueden ser. menos simétricos en Ia autoexposicién que los extrafios, probablemente porque los costos de la autoexposicién pueden ser muy elevados en el amor.’ Un tedrico ha intentado reunir los distintos hallazgos sobre la autoexposicién sugiriendo una relacién curvilinea entre la reciproci- dad y la autoexposicién.’ La idea se basa en que las compensaciones de la reciprocidad dentro de la autoexposicién aumentan hasta un cierto punto; cuando una relacién se vuelve muy intima, los costos de la autoexposicién llegan a ser tan altos que ésta frecuentemente disminuye, al menos para uno, si no para ambos miembros de la pareja. Muchos de nosotros hemos tenido la experiencia de confiar un profundo y oscuro secreto a alguien, solamente para quemarnos por haberlo hecho asi. Una vez tuve un amigo a quien Je confié un secreto que yo consideraba intimo. Hablando con un amigo de él, me di cuenta con mucho dolor de que esta persona, que no era amiga mia, estaba al tanto de todos los detalles. De mas esta decir que nunca mas confié en mi “amigo”, y que por un tiempo me costé confiar en alguien. Asi, la intimidad es un fundamento del amor, pero un fundamento que se desarrolla lentamente, y que es dificil lograr. Ademds, una vez que comienza a afirmarse, paradéjicamente puede comenzar a diluir- se, debido a la amenaza que constituye. Constituye una amenaza no en términos de los peligros de la autoexposicién, pero si en cuanto a los. peligros que uno comienza a sentir con respecto a su existencia como persona independiente y auténoma. Pocas personas quieren ser “consumidas”: por una relacién, ‘sin embargo muchas personas co- mienzan a sertirse consumidas cuando se acercan demasiado a otro ser humano. E] resultado es un balance entre la intimidad y la autonomia, que contintia a lo largo de Ja vida de muchas parejas, un 39 balance en el cual nunca se logra un equilibrio completamente estable. Pero esto en si mismo no es necesariamente malo: el incesan- te balanceo del péndulo de la intimidad aporta gran parte del estimulo que mantiene vivas muchas relaciones. PASION E] componente pasional del amor incluye aquello a lo que Elaine Hatfield y William Walster Ilaman “estado de intenso deseo de unién con el otro”. La pasién es en gran medida la expresién de deseos y necesidades tales como necesidades de autoestima, entrega, perte- nencia, sumision, y satisfaccion sexual. La fuerza de estas diversas necesidades varia esencialmente seguin las personas, las situaciones, y los tipos de relaciones amorosas. Por ejemplo, la satisfaccién sexual suele ser una fuerte necesidad en las relaciones romanticas, pero no en las filiales. Estas necesidades se manifiestan a través del desper- tar fisioldgico y del psicolégico, que suelen ser inseparables. En el amor, la pasién tiende a interactuar fuertemente con la intimidad, y ambas suelen alimentarse entre si. Por ejemplo, la intimidad en una relacién puede ser en gran medida una funcién del grado en que la relacién satisface la necesidad de pasién de una persona. Inversamente, la pasién puede ser despertada por la intimi- dad. En algunas relaciones intimas con miembros del sexo opuesto, por ejemplo, el componente pasional se desarrolla casi inmediata- mente; y la intimidad, s6lo después de un tiempo. La pasién puede haber acercado a los miembros de la relacidn en el primer momento, pero la intimidad ayuda a mantener la proximidad dentro de la relacién. En otras relaciones intimas, sin embargo,.la pasion, espe- cialmente en lo que se refiere a atracci6n fisica, se desarrolla solamen- te después de la intimidad. Dos amigos intimos del sexo opuesto pueden desarrollar finalmente una atraccién fisica hacia el otro, una vez que han logrado cierta intimidad emocional. A veces, la intimidad y la pasién se oponen. Por ejemplo, en una relacién con una prostituta, un hombre puede buscar la maxima satisfaccién pasional, minimizando intencionalmente la intimidad. Una relacién inversa entre intimidad y-pasién puede ser una funcién de la persona asi como de la situacién: algunas personas sienten que el.logro de la proximidad emocional y de la intimidad en realidad interfiere en la satisfaccién sexual, o que el compromiso pasional disminuye la intimidad emocional. La cuestién es, simplemente, que 40 aunque la interaccién entre intimidad y pasién puede variar de acuerdo con la persona y con la situacién, estos dos componentes del amor casi siempre interactuan de una manera u otra en las relaciones intimas. Muchas personas consideran la pasién como sexual. Pero cual- quier forma de despertar psicofisiolégico puede generar la experien- cia pasional. Por ejemplo, un individuo con una gran necesidad de pertenencia puede experimentar pasi6n hacia un individuo que le brinda una oportunidad tinica de pertenecer. Por ejemplo, Ana crecié en un hogar destruido, sin familiares a quienes hacer mencién, con padres que se peleaban constantemente, y que por ultimo se divorcia- ron cuando ella era adolescente. Ana sentfa que nunca habia tenido una familia, y cuando conocié a Juan, su pasién se encendid. Lo que éltenfa para ofrecerle no era primordialmente sexual; era una familia numerosa, célida y unida, que acogia a Ana con los brazos abiertos. Juan era el pasaporte de Ana para el sentimiento de pertenencia que ella nunca habia experimentado, pero siempre habia anhelado y la capacidad de Juan para brindarle ese sentimiento de pertenencia fue lo que despert6 su pasién por él. Con el correr del tiempo, sin embargo, ella descubrié que no bastaba con una gran familia para un buen matrimonio, y finalmente se divorcié de Juan. Sin embargo, sigue viendo a su familia. Para otras personas, la necesidad de sumisién puede ser el pasaporte hacia la pasién. El padre de Susana era feliz nada menos que con la completa subyugacidn de su esposa, tanto fisica como psicolégica. Para Susana, asi como para otras mujeres que se criaron en un entorno de clase trabajadora, como ella, ser amadas era equivalente a ser subyugadas. Hasta cierto punto, el estimulo que enciende la pasién constituye una respuesta aprendida. En conse- cuencia, Susana aprendié a ser dominada tanto corporal como men- talmente. Los asistentes sociales se sienten frustrados cuando, des- pués de meses intentando que una mujer maltratada deje a su marido, la mujer finalmente vuelve con é]. Para algunos observado- res, su retorno puede parecer incomprensible; para otros, puede significar una decisién de conveniencia. Pero no suele ser ninguna de las dos cosas. Estas mujeres tienen la desgracia de identificar el abuso con el ser amadas y, retornando al abuso, retornan a lo que para ellas es el amor, tal como lo han aprendido. Estos modelos de respuesta han sido establecidos a través de afios de observacién y, a veces, de primeras experiencias que no pueden ser fécilmente restablecidas por un asistente social ni por nadie en el 41 curso de unos meses. Tal vez el mecanismo de aprendizaje mas extrafio de los que conducen a elaborar una respuesta apasionada sea el refuerzo intermitente, es decir, la recompensa periddica, a veces aleatoria, de una determinada respuesta a un estimulo. Si una persona trata de realizar algo y sus esfuerzos son recompensados en algunos casos, pero no en todos, se dice que recibe un refuerzo intermitente. Extrafiamente, el refuerzo intermitente es aun mds poderoso en cuanto a desarrollar o mantener cierto patron de conducta que el refuerzo continuo. Es mds probable que uno pierda interés o deseo por una cosa, y que se aburra, si siempre logra una recompensa cuando la consigue, que si a veces la logra y a veces no. Otro ejemplo, en ocasiones, la gracia esta mds en desear algo que en conseguirlo. Y si uno nunca logra una recompensa a través de cierto patrén de conduc- ta, es probable que uno lo abandone (“extinga”, al decir de les teéricos), simplemente debido a la gran frustraci6n experimentada actuando de ese modo. La pasién prospera en base al refuerzo intermitente, que resulta intenso al menos en los comienzos de una relacidn. Cuando uno quiere a alguien, a veces siente que se estdé aproximandoa él oaella, yaveces siente que no —una alternancia que mantiene despierta la pasién. Asi, el nifio, cuando busca a su madre, puede sentir por un momento que esta logrando conseguirla; pero luego, como menciono en el capitulo 1, deberd acostumbrarse al hecho de que nunca la tendra en la forma en que la desea. Estos sentimientos pasionales no desapare- cen completamente, sino que entran en un estado latente, esperando ser nuevamente encendidos, generalmente afios después, por alguna mujer que, generalmente, se parece significativamente ala madre. Y el patrén de refuerzo intermitente comienza nuevamente, excepto que esta vez uno tiene cierta esperanza de conseguir el objeto deseado. Pero si el conseguirlo o conservarlo resulta demasiado facil, y el refuerzo continuo reemplaza al intermitente, el hombre puede, iréni- camente, perder interés en lo que ha estado buscando. Les mismos principios se aplican a las mujeres, pero con respecto a los padres. DECISION Y COMPROMISO El componente decisién-compromiso del amor consiste en dos aspectos —uno a corto plazo y uno a largo plazo-—-. E] aspecto a corto plazo es la decisién de amar a otra persona, mientras que el de largo 42 plazo es el compromiso por mantener ese amor. Estos dos aspectos del componente decisidn-compromiso del amor no necesariamente tienen lugar simultaneamente. La decisién de amar no implica necesaria- mente un compromiso por ese amor. Extrafiamente, lo inverso tam- bién es posible, en aquellos casos en los que existe un compromiso por una relacién que uno no eligié, como en los matrimonios arreglados. Algunas personas estén comprometidas en amar a otras, sin haber siquiera admitido su amor. Mads comtinmente, sin embargo, una decisién precede al compromiso, tanto temporal como légicamente. Ciertamente, la institucién del matrimonio representa una legaliza- cién del compromiso por una decisién de amar a otro de por vida. Mientras que el componente decisién-compromiso del amor puede carecer del “calor” o de la “carga” de la intimidad y de la pasion, las relaciones amorosas presentan casi inevitablemente sus altibajos, y en ultima instancia, lo que mantiene una relacién es el componente decisién-compromiso. Este componente puede resultar esencial para atravesar periodos dificiles y para volver a otros mejores. Ignorandolo o separdndolo del amor, podemos desdefiar exactamente aquel com- ponente del amor que nos permite atravesar tanto los periodos dificiles como los faciles. A veces, nos vemos obligados a confiar en nuestro compromiso para atravesar las dificultades en busca de los mejores tiempos que anhelamos. El componente decisidn-compromiso del amor interactua con la intimidad y con la pasién. Para la mayoria de la gente, este componen- te resulta de la combinacion de la relacién intima y el despertar pasional; sin embargo, la relacién intima o el despertar pasional pueden surgir del compromiso, como en ciertos matrimonios concer- tados o en relaciones en las que no podemos elegir a la otra persona. Por ejemplo, no elegimos a nuestro padre, hijos, tfas, tios o primos, En estas relaciones, podemos ver que, cualquiera que sea-el grado de intimnidad o de pasiédn que experimentamos, éste resulta de nuestro compromiso consciente con la relacidén, mds que en sentido inverso. Asi, el amor puede comenzar como una decisi6n. La persona experta en el estudio del compromiso es Harold Kelley, quien opina que el amor y el compromiso estan entrelazados, pera que uno puede existir sin el otro." El da como ejemplo el proceso Michele Triola-Lee Marvin, en el cual Triola demandé al actor por palinodia. Aunque habian vivido juntos durante algun tiempo, nunca se habian casado. Y, aunque pudieran haber estado enamorados, el compromiso permanente no estaba dentro de los planes de Marvin. Para Kelley, el compromiso es el grado segun el cual una persona 43 esta dispuesta a acoplarse a algo o a alguien y hacerse cargo de esto o de esta relacion hasta el final. Una persona que esta comprometida con algo persistird hasta alcanzar la meta referida a ese compromiso. Uno de los problemas de las relaciones contempordaneas es que ambos miembros de una pareja pueden tener distintos conceptos sobre lo que significa acoplarse a-alguien hasta concluir o aleanzar un objetivo. Estas diferencias, ademas, pueden no ser expresadas jamas. Por ejemplo, una persona puede considerar como final el punto en el que la relacién ya no funciona, mientras que la otra puede considerar como el final el fin de la vida de uno de los miembros de la pareja. En épocas de cambios con respecto a los valores y a las nociones de compromiso, resulta cada vez mas frecuente que las parejas estén en desacuerdo acerca de la exacta naturaleza y duracién de su compro- miso con el otro. Cuando los compromisos maritales eran invariable y automaticamente asumidos como de por vida, el divorcio era claramente desaprobado. Hoy en dia, el divorcio es evidentemente mas aceptado que hace quince ajios, en parte porque mucha gente tiene ideas diferentes acerca de cian duradero debe ser el compromi- so matrimonial. Las desavenencias entre los miembros de una pareja respecto de la nocidén de compromiso no pueden siempre ser solucionadas a través de la discusién de Ja definicién de cada uno, ya que éstas pueden variar a través del tiempo y en forma diferente para cada miembro de la pareja. Ambos pueden pretender un compromiso de por vida en el momento del matrimonio, por ejemplo, pero uno de ellos puede sufrir un.cambio de opinién —o de sentimiento— con el paso del tiempo. Ademés, como sefiala Kelley, es importante distinguir entre el com- promiso con una persona y el compromiso con una relacién. Mientras que dos personas pueden estar mutuamente comprometidas, una-de ellas puede considerar que el compromiso involucra a la otra persona y asurelacién con ella, pero no necesariamente al tipo de relacién que Ja pareja ha tenido hasta ese momento. Esta persona puede desear alterar el tipo de relacién. que tienen. Por ejemplo, uno puede estar comprometido con su pareja y con su relacién con ella, pero no con el papel de sumisién que uno asumiéd en el pasado. PROPIEDADES DE LOS COMPONENTES DEL AMOR Los tres componentes del amor tienen diferentes propiedades (véase tabla 2.1). Por ejemplo, la intimidad y el compromiso tienden 44 a ser relativamente estables en relaciones préximas,.mientras que la pasion tiende a ser relativamente inestable y puede fluctuar de forma imprevisible. Tenemos cierto grado de control consciente sobre nues- tros sentimientos intimos (si somos conscientes de ellos), un alto grado de control sobre el compromiso del componente decisién- compromiso que invertimos en la relacién (nuevamente, el. tomar conciencia), pero poco control sobre la fuerza de] despertar pasional que experimentamos como resultado de estar con o considerar a otra persona. Generalmente somos conscientes de la pasidén, pero la conciencia respecto de los componentes intimidad y decisién-compro- miso puede ser altamente variable. A veces experimentamos senti- mientos célidos de intimidad sin ser conscientes de ellos 0 capaces de TABLA 2.1 Propiedades del tridngulo Propiedades Intimidad Pasién Decisién/ Compromiso Estabilidad moderadamente baja modcradamente alta alta Control consciente moderado bajo alto Relevancia experiencial variable alta variable Importancia tfpica en relaciones de corta duracién moderada alta baja Importancia tfpica en relaciones de larga duracién alta modcrada alta Frecuencia dentro de las relacioncs amorosas alta baja moderada Grado de compromiso psicofisiolégico moderado alto bajo Susceptibilidad de conciencia moderadamente alta moderadamente baja alta identificarlos. De igual modo, a veces no estamos seguros de cndn comprometidos estamos en una relacién hasta que la gente o los hechos intervienen para amenazar ese compromiso. La importancia de cada uno de los tres componentes del amor 45 varia, segin e] promedio, de acuerdo a si una relacién amorosa es de corta o de larga duracidn. En relaciones de corta duracién, especial- mente romdnticas, la pasién tiende a jugar un gran papel, mientras que la intimidad puede jugar sdlo un papel moderado, y Ia decisién- compromiso puede no jugar papel alguno. A modo de contraste, en una relacién de larga duracién, la intimidad y la decisién-compromiso desempefian tipicamente papeles relativamente importantes. En una relacién de este tipo, la pasién juega tipicamente sélo un papel moderado, que puede declinar en cierto grado a través del tiempo. Los tres componentes del amor también difieren en su presencia en diferentes relaciones amorosas. La intimidad parece estar en el centro de muchas relaciones amorosas, mientras esa relacién sea con un padre, hermano, amante o amigo intimo. La pasién tiende a ser limitada en ciertos tipos de relaciones amorosas, especialmente las romanticas; mientras que la decisidn-compromiso puede ser altamen- te variable a lo largo de diferentes relaciones amorosas. Por ejemplo, el compromiso tiende a ser alto en el amor por los hijos, pero relativamente bajo en el amor por los amigos, que vienen y van a lo largo de la vida. Los tres componentes también difieren en la cantidad de compro- miso psicofisiolégico que ofrecen. La pasion depende en gran medida del compromiso psicofisiolégico, mientras que la decisién-compromi- so parece implicar poca respuesta psicofisiolégica. La intimidad re- quiere una cantidad intermedia de compromiso psicofisioldégico. En suma, los tres componentes del amor tienen propiedades algo diferentes, que tienden a reflejar algunas de las maneras en que funcionan dentro de las experiencias amorosas, ya que estan presen- tes en diversas relaciones estrechas. TIPOS DE AMOR &£Cémo aman las personas, y cuales serian algunos ejemplos de las formas en que aman? En la tabla 2.2 se presenta un sumario de las diversas formas de amor abarcadas por la teoria triangular. Intimidad tan solo: carifio Pedro era intensamente celoso. Habfa pensado que él y Rosa eran “una pareja”. Pero, aparentemente, Rosa pasaba casi tanto tiempo con Jorge como 46 TABLA 2.2 Taxonomta de los tipos de amor Decisién/ Pasion Tipo de amor Intimidad Compromiso No-amor - - - Carifio + - - Amor apasionado - + - Amor vacfo - - + Amor romiantico + + - Amor-compaiicrismo + - + Amor faivo - + + Amor consumado + + Lo Nola: + = componente presente; - = componente ausente.Estos tipos de amor represen- tan casos idealizados basados en Ja teoria triangular. La mayor parte de las relaciones amorosas cstarian dentro de categorias intermedias, debido a que los componentes del amor se presentan en grados variables, en vez de estar simplemente presentes o ausentcs. con Pedro. Pedro temfa que ella estuviera jugando a dos bazas. Finalmente, le hizo frente. “Ya no puedo aguantar mas esto.” “jEh? :Qué es lo que no puedes aguantar?” “Tu relacién con Jorge. Si lo prefieres a él, de acuerdo. Sdlo dilo, y yo me iré. Pero parece que nos quieres a Jos dos y yo no pienso aguantar esto mas tiempo”. “No sé de qué me estas hablando Jorge no es ninguna competencia para ti. {Qué es lo que te hace pensar que lo es?” “Pero, tui pasas casi tanto tiempo con él como conmigo, sin mencionar lo que podrias hacer en ese tiempo”. “Pedro, estAs equivocado, estas muy equivocado. Jorge es un buen amigo. Me gusta realmente su comparifa. Me gusta hacer cosas con él. Me gusta hablar con é]. Pero nole amo, y nunca Je amaré. No planeo pasar mi vidajunto a él. Es un amigo y nada mds, pero tampoco nada menos”. “Ah! Ya veo.”. Pero Pedro no crefa realmente que la relacién de Rosa con Jorge fuese solamente amistosa. El carifio surge cuando sdlo experimentamos el componente de intimidad del amor, sin la pasién o la decisién-compromiso. El término Carifio estd usado aqui en un sentido no trivial, para describir no solamente los sentimientos que tenemos hacia las rela- 47 ciones casuales y pasajeras, sino mas bien al conjunto de sentimien- tos que experimentamos en relaciones qué pueden ser realmente caracterizadas como amistades. Sentimos proximidad, union calidez hacia el otro, sin sentimientos de intensa pasién o de compromiso de larga duracién. En otras palabras, nos sentimos emocionalmente préximos a un amigo, pero él no despierta nuestra pasién ni nos hace sentir que queremos pasar el resto de nuestra vida con él o ella. Es posible que las amistades tengan elementos de despertar pasional o de compromiso de larga duracién, pero tales amistades van més alld de un simple carifio. Podemos utilizar el test de la ausencia para distinguir el simple carifio del amor que va mds alla del carifio. Si un amigo al que queremos se marcha, aunque sea por un largo periodo, podemos extrafiarlo pero no tendemos a quedarnos aferrados ala pérdida. Podemos retomar la amistad algunos afios mas tarde, con frecuencia de un modo diferente, sin haber pensado mucho en esa amistad durante los afios intermedios. Cuando una relacién préxima va mas alla del caritio, sin embargo, extrafiamos activamente a la otra persona y tendemos a quedarnos aferrados 0 a preocuparnos por su ausencia. La ausencia tiene un efecto sustancial y de larga duracién sobre nuestras vidas. Cuando la ausencia del otro despierta fuertes sentimientos de intimidad, pasién o compromiso, la relacién ha pasado a situarse mas alla del carifio. Pasion tan sélo: amor insensato Martin conocié a Luisa en el trabajo. Verla fue suficiente para cambiar su vida: se enamoré perdidamente de ella. En lugar de concentrarse en su trabajo, el cual detestaba, pensaba en Luisa. Ella era consciente de esto, pero Martin no le interesaba mucho. Cuando traté de entablar una conversacién con ella, ella lo evité. La forma en que é! la miraba y su torpeza al hablar con ella la hicieron sentir incémoda. Por otra parte, él pensaba en pocas cosas ademas de en ella, y su trabajo comenzé a resentirse ya que el tiempo qué él debfa dedicarle lo empleaba en pensar en Luisa. El estaba obsesionado. La obsesién podfa haber continuado indefinidamente, pero Luisa cambié de trabajo. Martin nunca volvié a verla, y después de varias cartas de amor sin respuesta, finalmente se resign6. El “amor a primera vista” de Martin es un amor fatuo, o simple- mente, apasionamiento. Resulta de la experiencia del despertar pasional sin los componentes intimidad y decisién-compromiso del amor. El apasionamiento es generalmente obvio, aunque tiende a ser 48 mas facilmente reconocido por los demas que por la persona que lo experimenta. E] apasionamiento puede despertar casi instantanea- mente y disiparse del mismo modo. Los apasionamientos general- mente manifiestan un alto grado de despertar psicofisioldégico, asi como sintomas fisicos, taquicardia e incluso palpitaciones, aumento de secreciones hormonales y ereccién de los genitales (pene 0 clitoris). El apasionamiento es, esencialmente, lo que la investigadora del amor Dorothy Tennov denomina “embeleso” y, como éste, puede ser bastante duradero." Decisién-compromiso tan sélo: amior vacio José y Maria habian estado casados durante veinte afios, quince de los cuales, Marta habfa estado pensandoen divorciarse, pero nunca habia podido hacerlo. Al no trabajar fuera de su casa, ella temia no ser capaz de ganarse la vida; ademas la vidaen soledad podria ser peor que con José. Y 1a vida con José noera mala. El no estaba en casa casi nunca; y cuando estaba, se dedicaba casi por completo a su trabajo. Fuera cual fuese el grado de pasién que alguna vez habysan sentido, ésta se habia acabado hacia tiempo. Maria sentia desde hacia mucho tiempo que José tenia otras mujeres y hasta la escasa intimidad que alguna vez habian tenido se habia esfumado. Llegados a este punto, ya casi ni conversaban. Maria se preguntaba frecuentemente si José se iria y, a veces deseaba que lo hiciese. Pero él parecfa satisfecho de que ella lavara su ropa, preparara su comida, se ocupara de la casa e hiciera todo lo que le habian ensefiado que debfa hacer una esposa. Maria sentia frecuentemente que su vida estaria completamente vacia si no fuese por sus hijos. E} tipo de amor de Maria procede de la decisién de que uno ama a otra persona y esta comprometido con ese amor, aun careciendo de la intimidad o de la pasién asociados a algunos amores. Es el amor que suele verse en relaciones inertes que han durado afios pero que han perdido su inicial compromiso mutuo y atraccién fisica. Si el compro- miso no es demasiado fuerte, ese amor casi puede no existir. Aunque en nuestra sociedad consideramos al amor vacio como el estadio final o serni-final de una relacién de larga duracién, en otras sociedades el amor vacio puede ser el primer estadio de una relacién de larga duracién. Como hemos mencionado, en sociedades en las que los matrimonios se conciertan, los cényuges se comprometen inicialmen- te a amarse mutuamente, o intentan hacerlo, y no mucho mas. Aqut, vacio implica una relacién que puede llegar a llenarse de pasién e intimidad, y asi marca un comienzo mas que un final. 49 Intimidad + pasién: Amor roméntico Silvia y Rafael se conocieron en la escuela secundaria. La relacién comenzé siendo. una buena amistad, pero rapidamente se convirtié en un romance de mucho compromiso. Pasaban juntos la mayor cantidad de tiempo posible, y disfrutaban practicamente de cada momento. Pero Silvia y Rafael no estaban preparados para comprometerse permanentemente en una rela- cién: ambos sentfan que eran demasiado jévenes para tomar decisiones a largo plazo, y hasta que al menos no supieran a dénde irfan después de la universidad, era imposible incluso predecir cudnto tiempo estarfan juntos. Rafae] fue admitido en UCLA y decidio irse alli. Silvia, ingeniero, habia realizado un examen en el Instituto de Tecnologia y habia sido aceptada, pero sin ayuda financiera. También habfa sido aceptada en el Instituto de Tecno- logia de Massachussetts con una importante beca. La diferencia entre las posibilidades financieras no le dejé otra opcién que ir a Massachussetts. Cuando ella marché al norte, ni ella ni Rafael confiaban demasiado en que su relacién sobreviviria a la distancia; y en efecto, después de un afio de viajes ocasionales y de tensiones no tan ocasionales, termin6é. La relacién de Rafael y Silvia combina los componentes intimidad y pasidn del amor. En esencia, se trata de carific con un elemento agregado: o sea, el despertar producido por la atraccién fisica. En consecuencia, en este tipo de amor, el hombre y la mujer no son atraidos sélo fisicamente hacia el otro, sino que también estan unidos emocionalmente. Esta es la visién del amor romdntico de las obras cldsicas de la literatura, como Romeo y Julieta. Elaine Hatfield y William Walster, sin embargo, opinan que el amor romdntico no difiere del apasionamiento.'? Intimidad + compromiso: Amor y compafierismo Durante sus veinte afios de matrimonio, Samuel y Sara habfan atravesa- do épocas dificiles. Habfan asistido al divorcio de muchos de sus amigos, Samuel habia tenido varios empleos y Sara habfa tenido una enfermedad que en cierto momento parecia ser fatal. Ambos tenian amigos, peronocabia duda de que cada uno era el mejor amigo del otro. Cuando las cosas se ponfan dificiles, cada uno de ellos sabfa que podia contar con el otro. Ni Samuel ni Sara sentfan una gran pasién por medio de su relacién, pero nunca habfan buscado a otras personas, porque ambos crefan que tenfan lo que mas les importaba: la capacidad de decir o de hacer cualquier cosa que quisieran sin miedo a ataques 0 a represalias. Aunque ambos sabian que probablemente 50 existian limites a su preocupacién por el otro, nunca habian buscado probar esos limites, porque eran felices viviendo dentro de ellos. E] tipo de amor de Samuel y Sara es el resultado de una combina- cién de los componentes intimidad y decisién-compromiso del amor. Se trata, esencialmente, de una amistad comprometida, de larga duracion, del tipo que se ve frecuentemente en los matrimonios en los que la atraccién fisica (una fuente primordial de pasién) ha disminui- do. Esta visién de amor y compafierismo —descrita en el libro Amigos para siempre." de Steve Duck— también es, bdsicamente, la misma que la de Ellen Berscheid y Elaine Walster.'4 Pasion + compromiso: Amor vano Cuando Ivan y Diana se conocieron en un balneario en las Bahamas, ambos acababan de sufrir desengafios. La novia de Ivan habia roto brusca- mente su compromisoy se habia idocon un compajiero de Ivan. Ademas, Ivan acababa de perder su empleo. Diana se habia divorciado recientemente, victima de “la otra mujer”. Ambos necesitaban desesperadamente un amor, y cuando se conocieron, inmediatamente consideraron que eran el uno para el otro. Ciertamente, era como si alguien hubiera adivinado sus deseos y los hubiera reunido. El administrador del balneario, en busca de romances de vacaciones como buena publicidad, les ofrecié que se casaran en el balneario y hacerles una gran recepcién a cambio, solamente, de cooperaciénen materia de promocién. Después de pensarlo, Ivan y Diana aceptaron. Sabfan que eran el uno para el otro, y, ya que ninguno estaba en una buena posicidn econémica en ese momento, la posibilidad de una boda gratuita era atrayente. Lamen- tablemente, e] matrimonio result6 un desastre una vez que Ivan y Diana regresaron de sus vacaciones. Aunque era muy divertido estar con él, Ivan nunca se habia tomado demasiado en serio el tener un empleo, mientras que Diana esperaba que él la mantuviese. Ivan, por su parte, se sorprendié al ver que Diana no pensaba trabajar, decepcionandole en su expectativa de recibir, al menos, algtin apoyo financiero por parte de ella para asi posibilitar sus aspiraciones de ser poeta. E] amor -vano, como en el caso de Ivan y Diana, resulta de la combinacién de pasién y decisién-compromiso sin intimidad, la cual requiere un tiempo para desarrollarse. Es el tipo de amor que solemos asociar con Hollywood, o con los “romances relémpago” en los cuales una pareja se conoce un dia, se compromete dos semanas después, y se casa el mes siguiente. Este amor es insensato en el sentido de que 51 la pareja se compromete en base a la pasién, sin el elemento estabi- lizador del compromiso intimo. Debido a que la pasién puede desarro- Narse casi instantaneamente y la intimidad no, las relaciones basa- das en el amor vano no suelen durar. Intimidad + pasién + compromiso: Amor consumado Alberto y Elsa eran, para todos sus amigos, la pareja perfecta. Y lo que les distingufa de muchas de esas “parejas perfectas” era que ellos reunfan los requisitos para serlo. Se sentian préximosel unoal otro, segufan teniendouna buena vida sexual después de quince afios, y no podian concebir la idea de ser felices junto a otra persona. Alberto habia tenido algunas aventuras, ninguna de ellas seria, y finalmente se lo confesé a Elsa, sin ser consciente de que ella yalo sabia, puesto que él era muy transparente. Elsa, por otra parte, no habia tenido aventuras extramatrimoniales. Ambos habian atravesado épocas dificiles, pero ambos estaban plenamente satisfechos con la relacién y con el otro. E] amor consumado, o completo, como en el caso de Elsa y Alberto resulta de la combinacién de los tres componentes en igual propor- cidn, Este es el tipo de amor por el que muchos de nosotros luchamos, especialmente en las relaciones amorosas. Lograr el amor consumado es andlogo, al menos en un aspecto, a alcanzar el objetivo de un régimen para adelgazar: llegar a tener el peso ideal suele ser mas facil que mantenerlo. Lograr el amor consumado no es garantia de que éste durard; ciertamente, uno puede ser consciente de la pérdida sdlo después de pasado mucho tiempo. El amor consumado, como otras cosas de valor, debe ser cuidadosamente preservado. Yo no creo que todos los aspectos del amor ‘consumado sean necesariamente dificiles de desarrollar o de mantener. Por ejemplo, el amor por los hijos a veces Heva consigo el profundo compromiso emocional del componente intimidad, la satisfaccién de necesidades motivacionales (tales como nutricién, autoestima, reafirmacién) del componente pasional, y el firme compromiso del componente deci- sién-compromiso. Para muchos padres, pero no para todos, desarro- llar y mantener ese amor no.representa un problema. Tal vez los lazos entre padres e hijos en el momento del nacimiento hacen que este amor sea relativamente facil de mantener, o tal vez las fuerzas evolutivas trabajan para asegurar que el vinculo se .mantenga al menos hasta el fin de los afios de formacién en los. que el nifio es 52 altamente dependiente del amor y del apoyo paterno. Cualquiera de estas posibilidades confirma (y tal vez sea mds de una), que la capacidad de desarrollar y de mantener el amor consumado depende de la relacién y de la situacién. La ausencia de componentes: El no-amor Rati veia a su compafera de trabajo, Olga, casi todos los dias. Funciona- ban bien en su relacién profesional, pero ninguno de los dos queria, especial- mente, al otro. Ninguno se sentfa particularmente cémodo hablando con el otro acerca de asuntos personales; y después de algunos intentos, decidieron limitar sus conversaciones a temas de negocios. El no-amor, como en la relacién de Rail y Olga, se refiere simplemente a la ausencia de los tres componentes del amor. El no- amor caracteriza muchas de las relaciones personales, que son simplemente interacciones casuales que no toman parte en el amor ni en el carifio. EL CURSO DE LOS COMPONENTES DEL AMOR Cada uno de los tres componentes del amor tiene un curso diferente, y las modificaciones de cada uno a través del tiempo producen casi inevitablemente cambios en la naturaleza de la rela- cién amorosa. Intimidad Pablo y Celia tenian lo que para ambos era un romance ideal. Compartian los mismos intereses y valores y sentian que podfan confiar en el otro. Cuando se casaron, sentian que contaban con todos los motivos para vaticinar un matrimonio feliz. Y no estaba mal. Pero, con el paso del tiempo, cada vez tenian menos cosas que decirse, y a veces se Sorprendian hablando de asuntos triviales para mantenerse ocupados. Pablo trabajaba mucho, pero no queria que su trabajo invadiera su hogar, y por tanto nole hablaba de él a Celia. Celia participaba en varias actividades colectivas peroa Pablo no pareciainteresar- le saber de ellas. Su vida sexual seguia siendo buena, pero ambos sentian que se estaban alejando. No se trataba de una cosa en particular, simplemente era una alejamiento lento y aparentemente inexorable. Lo que habia comenzado 53 como una relacién intima se volvié mas bien distante, y por ultimo Celia se dio cuenta de que sentia que mds que viviendo juntos estaban viviendo en paralelo. En ese punto, buscaron consejo matrimonial, locual resulté util para volver a unirlos, ya que se dieron cuenta de-que su falta de comunicacién y apoyo mutuo se habia convertido, fundamentalmente, en un mal habito, pero que podfa ser superado con un esfuerzo por ambas partes. E] curso del componente intimidad del amor, tal como lo expongo aqui, se basa en la teoria de la emocién en las relaciones intimas, de Ellen Berscheid, que a su vez se basa en la teoria general de las emociones, de George Mandler.'® Seguin Berscheid, la emocidn en las relaciones intimas se experimenta solamente como resultado de la interrupcién de las interacciones estereotipadas entre los miembros de la pareja, o sea, a los que Ilamamos libretos.’* En otras palabras, la ejecucién de una accién esperada no nos hara sentir ninguna emocién en particular, pero si nuestra pareja no ejecuta una accién esperada, seguramente sentiremos alguna emocién en relacién a ello. Cuando dos personas se conocen, establecen cantidades crecientes de estos libretos. Tempranamente en una relacién, cada persona sentira una gran incertidumbre respecto a lo que la otra siente, dice o hace, porque ninguno de los dos es capaz todavia de predecir el comporta- miento del otro. En general, se produciran frecuentes interrupciones y rupturas en la relacién hasta que las dos personas Ileguen a conocerse. Con el paso del tiempo la frecuencia de las interrupciones suele decrecer, porque los miembros de la pareja se conocen mejor, son mas previsibles el uno para el otro, y se vuelven dependientes de] otro en cuanto a la conducta esperada. Seguin la teorta de Berscheid, a medida que disminuyen las interrupciones, también disminuye la emocién experimentada. Finalmente, alguno de los miembros de la pareja puede no experimentar emocién alguna. Este curso de la emocién en las relaciones intimas puede haber llevado a Kenneth Livingston a referirse al amor como a un proceso de reduccién de la incertidumbre." La disminucién de la intimidad experimentada en una relacién intima, especialmente en una amorosa, tiene su aspecto positivo y su aspecto negativo. E] aspecto positivo es que la disminucién de la intimidad experimentada es e] resultado de un aumento de la vineu- laci6n interpersonal: en otras palabras, del acercamiento de la pareja. Los miembros de la pareja estan tan conectados el uno con el otro que cada uno deja de reconocer que el otro esta presente, de igual modo que puede ser garantizado el aire que respiramos, a pesar de su 54 necesidad para la vida. Asi, la relacién puede ser considerada posee- dora de una gran cantidad de intimidad oculta. El aspecto negativoes que la patente falta de intimidad puede hacer dificil la distincién entre una relacién intima y una relacién inexistente. Esta situacién esta representada en la figura 2.2, que muestra los niveles ocultos y experimentados de intimidad como una funcién del curso temporal de la relacion. La relacién fracasada diferird de la exitosa, principalmen- te en términos de intimidad oculta mas que de intimidad experimen- tada o evidente. Afortunadamente, hay maneras de distinguir una relacién viva de una relacion moribunda o muerta. La manera mds obvia es generando alguna interrupcidn (accién imprevista, o cambio de conducta) para activar la intimidad. Por ejemplo, la ausencia del ser amado incluso por un breve periodo, puede ayudarnos a descubrir cuanto amor sentimos aun por él. O, un cambio en la rutina establecida, como en unas vacaciones compartidas, puede ser util para evaluar el grado de intimidad de una relacién. Nivel latente Nivel manifiesto de intimidad de intimidad wn omen Rejacion exitosa Relacién fallida Nivel de intimidad Duracién de la relacion Figura 2.2 El curso de la intimidad en funcién a la duracién de la relacién, A veces, es sélo mediante la intervencién extrema, intencionada o no, como uno.se entera de cudnta intimidad tiene o ha tenido en una relacién. Por ejemplo, cuando uno de los miembros de la pareja muere, el que sobrevive suele sorprenderse tanto como los demas de su 55 intenso dolor e infelicidad. Segan Berscheid, incluso las parejas que discuten y nunca parecen llevarse bien pueden tener una gran cantidad de intimidad invertida en la relacién, cualquiera que sea la naturaleza de esa intimidad.'® La muerte del cényuge es una de las manéras mas seguras de descubrir cuanto se ha invertido en la relacién. Esto no significa que uno deba matar a su pareja para saber lo que realmente siente por ella, pero el simple hecho de imaginar que uno jamds volverd a verla puede encender algo de la intimidad oculta. De igual modo, las parejas que se divorcian suelen sorprenderse de la cantidad de arrepentimiento, o al menos de emoci6n, que experimen- tan después. Muchas veces, no tienen idea de lacantidad de intimidad que tenian en la relacién hasta que efectivamente la terminan. Ciertamente, el divorcio puede haberse producido en parte debido a la falta de conciencia de uno de los miembros de la pareja respecto a su propio compromiso intimo y al del otro. En consecuencia, de acuerdo con esta visién del curso de la intimidad en las relaciones estrechas, es esencial que las parejas experimenten interrupciones menores para poder recobrar la conciencia de su compromiso intimo, antes de crear una interrupcién mayor como el divorcio. Pasion Cuando Ricardo conocié a Eva, se enamoré apasionadamente por primera vez. El tenia otras relaciones y algunas aventuras ocasionales, pero la relacién con Eva era diferente: nunca antes se habia sentido realmente apasionado y absorbido por una mujer. Eva, a su vez, consideraba esta relacién como su salvacién. Ella acababa de concluir la segunda de dos relaciones desastrosas, y ésta era completamente diferente. Ricardo y Eva se veian todos los dias y hacfan el amor cada vez que estaban juntos. Pasado un tiempo, la relacién segufa siendo buena, pero ambos sentian que la pasién se apagaba. Y ambos estaban preocupados: {Qué habfa pasado con la pasién que sentfan antes el uno por el otro? {Cémo podfan volver a sentirla? Aunque lo intentaron, no pudieron recobrarla, y sintieron una gran decepcién ante la pérdida de algo que alguna vez habfa sido tan valioso para ellos. El curso de la pasién en las relaciones intimas difiere del de la intimidad. El punto de vista que presento aqui esta basado en la teoria del proceso opuesto a la motivacién adquirida, de Richard Solomon.!® De acuerdo a la teoria de Solomon, la motivacién experimentada (desear o anhelar) a una persona 0 a un objeto, es una funcién de dos procesos opuestos subyacentes: el primero, proceso positivo, se desa- 56 Nivel experimentado we wee CUISO POSILIVO smn mw eee CUTSO Negativo | Procesos opuestos a a eT tT Y Nivel de pasion Duracién de Ja relacién ~ \ (aor ewe mee mint canons cae ee Sa Figura 2.3 El curso de la pasién en funcién a la duracién de la relacién trolla répidamente pero también se desvanece rapidamente; el se- gundo, proceso negativo u opuesto, es lento en su desarrollo, pero también lento en su desaparicién. El resultado de estos dos procesos actuando en conjuncién es un curso motivacional similar al represen- tado en la figura 2.3. El componente pasional aparenta tener un gran peso en el desper- tar psicoldégico y fisico. Ademas, su curso se asemeja bastante al presentado en la teoria de Solomon. Asi, esta teorfa aporta una buena descripcién del curso temporal del componente pasional 0, al menos de sus aspectos motivacionales. Segun esta aplicacién de la teorfa, podemos experimentar el surgimiento de la pasién inmediatamente después de conocer a otra persona hacia la cual nos sentimos atraidos, fisicamente o en otro sentido. Este despertar pasional se incrementa rdpidamente, pero también alcanza rdpidamente una cima. Al llegar a esta cima, una fuerza negativa comienza a actuar y literalmente se opone a la pasion. En este punto, la pasién que experimentamos comienza a decrecer; y bajo la influencia de la fuerza negativa, alcanzaremos gradualmente un estado de habituacién, mas o menos estable, respecto al sentimien- to por esa persona u objeto. Ahora ambas fuerzas, la positiva y la negativa (opuesta), se encuentran en equilibrio. Si perdiésemos a la persona 0 el objeto, no retornariamos simplemente a la linea de base —o sea, al nivel nulo de despertar pasional. que sentiamos antes de 57 encontrar a la persona o el objeto—; mas bien es probable que nos hundamos en la depresidn, los remordimientos y un. malestar extre- mo. Esta regresién resulta de la pérdida de Ja fuerza pasional positiva (el objeto o la persona se han ido) pero en presencia de la fuerza negativa (Continuamos sintiendo los efectos de la ausencia). Es sélo gradualmente que los efectos de la fuerza negativa, la cual es lenta en desaparecer, comienzan a atenuarse y por ultimo volvemos a nuestro estado inicial. Es util considerar el modelo motivacional en términos de una adiccidén. Ciertamente, la similitud del componente pasional del amor con el aspecto motivacional de una adiccién ha lHevado a Stanton Peele a referirse al amor como a una adiccién.” Con respecto, por ejemplo, a sustancias adictivas como drogas, cigarrillos, o café, no tenemos inicialmente una motivacién particular 0 una necesidad de tal sustancia. Cuando comenzamos a utilizarla, experimentamos una sensacion intensa, y luego es mas probable que volvamos a utilizarla. Al aumentar el uso, sin embargo, comenzamos a habituarnos: cierta cantidad de la sustancia ya no tiene el mismo efecto 0 no produce la misma sensacién que anteriormente. Por fin, estamos tan habituados que necesitamos continuar consumiendo la sustancia simplemente para prevenir la abstinencia, con sus sintomas de depresion, irritabi- lidad, y desesperacién por su carencia. Si dejamos de utilizar la sustancia, existird un arduo periodo de abstinencia en el cual experi- mentamos una variedad de sintomas desagradables, psicolégicos y somaticos. Finalizado el periodo de abstinencia, por ultimo retorna- mos al estado normal. Decisién y compromiso Juana y Julio estaban completamente comprometidos el uno con el otro: ninguna otra cosa tenia prioridad sobre su relacion. Se casaron después de un noviazgo de cuatro afios. Su matrimonio tenfa los altibajos usuales, con algunas épocas dificiles porque el empleo de Julio requeria frecuentes cam- bios para permitirle escalar posiciones dentro de la corporacién. Pero pudie- ron atravesarlos, y cuando Julio cumplié sesenta afios, decidieron que estaban listos para su segunda luna de miel. Durante la luna de miel, se dieron cuenta de que atin cuando se casaron, no habfan sido conscientes de cudn comprometidos estaban el uno con el otro. El compromiso noconsistia ya en promesas de amor eterno oaseveraciones de que su amor era para siempre. Consistia en estar juntos y permanecer juntos en épocas dificiles asf como en las placenteras, y reafirmando al otro y a ambos que, su relacién siempre habia estado por encima de todo lo demas, y que siempre lo estaria. 58 El curso del componente decisién-compromiso del amor en una relacién intima depende en gran medida del éxito de esa relacién (y viceversa). Generalmente, este nivel comienza de cero, antes de conocer a la persona, y luego aumenta. Generalmente, si la relacién es duradera, el aumento del compromiso en el componente decisién- compromiso, sera gradual al principio y luego mas rapido. Si la relacién continua durante un largo tiempo, él compromiso general- mente se nivelara, formando una curva en S. Relacién exitosa —-— Relacidn deteriorada ————= Relacién fallida Nive! experimentado de decisiérvcompromiso Duracién de la retacion Figura 2.4 El curso de la decisién /compromiso en funcién a la duracién de la relacién. Si ja relacion comienza a debilitarse, el compromiso empezaraé a declinar; y si la relacién fracasa, el compromiso puede desaparecer por completo. Como siempre, la pendiente de la hipotética curva no toma en cuenta las tribulaciones de muchas relaciones. Aun la relacién con mas éxito tiene sus altibajos. La figura 2.4 muestra una curva ideal de decisién-compromise a lo largo de una relacién, sin tener en cuenta las oscilaciones que inevitablemente ocurren. Para concluir, las respectivas curvas que representan los grados de pasién y de decisién-compromiso presentan trazados algo diferen- tes —diferencias que pueden ser aun mayores que las presentadas aqui._a causa de las diferencias individuales en relaciones inti- mas—. Debido a las diferentes trayectorias de los componentes del amor a través del tiempo, las relaciones se modifican. Mediante la 59 geometria del tridngulo del amor, analizaré en el siguiente apartado los cambios que se producen en una relacién a través del tiempo. LA GEOMETRIA DEL TRIANGULO DEL AMOR Andrés y Marina sabian que se amaban. También sabfan que tenian un problema. Para Andrés, el verdadero amor estaba basado en la pasién fisica. Tras una serie de relaciones insatisfactorias 6] habia Negado a la conclusién de que si una pareja se llevaba bien en la cama, podfa llevarse bien en todo lo demas. Para Marina, primero estaba la proximidad. Ella simplemente no podfa hacer el amor con Andrés si estaban discutiendooestaban distantes uno con el otro. Pero su actitud frustraba a Andrés, porque é] crefa que diffcilmen- te existia un problema que una pareja no pudiera resolver en la cama, si tenia la oportunidad. Al mismo tiempo, Marina se sentia frustrada con Andrés: los problemas debian solucionarse antes de ir a la cama; no podian resolverse después de ir a la cama, porque entonces no se trataba realmente de so- luciones sino de evasién. Por fin, Andrés y Marina se separaron, incapaces de resolver esta diferencia fundamental. Intimidad Menos amor Figura 2.5 Area del tridngulo como indice de la magnitud del amor. He simplificado demasiado las cosas procediendo como si solo existiera un tipo de tridngulo del amor. Ahora es el momento de ampliar la teoria triangular para tomar en cuenta la gran compleji- dad del amor en las relaciones intimas. En la vifieta precedente, esta claro que Andrés y Marina tenifan ideas diferentes acerca de cual debia ser la forma del tridngulo del amor. La geometria del tridngulo del amor depende de dos factores: cantidad de amor y equilibrio del amor. Cantidad de amor: Area del tridngulo La figura 2.5 muestra tres tridngulos que sélo difieren en el drea. Estas diferencias de drea representan las diferencias en las cantida- des de amor experimentadas en tres relaciones hipotéticas: cuanto mas grande es el tridngulo, mayor la cantidad de amor experimenta- da. Es realmente posible especificar coordenadas para los tres compo- nentes del amor, con mayores valores absolutos de coordenadas representando mayores cantidades de cada una de las tres construc- ciones hipotéticas. TRIANGULO EQUILIBRADO TRIANGULOS NO EQUILIBRADOS Intimidad Pasion Decisiov Compromiso Figura 2.6 Forma del tridngulo en funcidn del tipo de amor Equilibrio del amor: Forma del tridngulo La figura 2.6 muestra cuatro tridngulos distintos de diferente forma. El tridngulo equilatero superior representa e] amor equilibra- do, en el cual los tres componentes del amor estan igualmente combinados. El segundo, un tridngulo escaleno (no hay dos lados iguales), apuntando hacia el lado izquierdo, representa una relacién en la cual la pasién esta enfatizada sobre el resto de los componentes del amor. En esta relacién, la atraccién fisica suele tener un papel mas importante que la intimidad y la decisién-compromiso. El tercero, un isésceles (dos lados iguales), representa una relacién en la cual la intimidad tiene un importante papel, y la pasién y la decisién- compromiso tienen papeles secundarios. Este tridngulo representa una relacién en la cual los dos amantes son buenos amigos y estan préximos el uno al otro, pero los aspectos fisicos y el compromiso para el futuro son marginales. El cuarto, un tridngulo escaleno que apunta hacia el lado derecho, representa una relacién en la cual la decisién- compromiso predomina sobre la intimidad y la pasion. Este tridngulo representa una relacién altamente comprometida en la cual la intimi- dad y la atraccién fisica han disminuido o nunca estuvieron pre- sentes. Modificando el area y Ja forma del tridngulo del amor, podemos representar una amplia variedad de relaciones y, particularmente, el curso de una relacidn intima a través del tiempo. E] tridngulo es, por supuesto, solamente una burda representacién de las sutilezas del amor dentro de una relacién. Como se mencioné anteriormente, el componente de intimidad en una relacién amorosa no es un senti- miento aislado sino mas bien la union de varios sentimientos diferen- tes. De igual forma, muchas fuentes diferentes de pasién pueden formar parte del amor en una relacién intima, y una variedad de condiciones del componente decisién-compromiso producen la deci- sién de amar a alguien y la decisién de comprometerse con ese amor. En consecuencia un detallado diagnéstico del estado de una relacién deberia ir mas alld de la mera observacién del area y la forma del tridngulo. Ademds, se necesita mucho mds que amor para que una relacién funcione. Por ejemplo, factores tales como seguridad finan- ciera, puntos de vista sobre cémo educar a los nijios, posible apoyo externo para educarlos, y compromiso paterno pueden contribuir a construir o a destruir una relacién. Mis sentimientos por Irene, mi compafiera de primer grado, pueden ser descritos como “amor de cachorro”. La mayoria de nosotros 62 conoce parejas que construyen una relacién sobre poco mas que su amistad con el otro. Ellas enfatizan. la intimidad. Para algunos, la amistad puede ser todo lo que desean, pero otras parejas pueden frustrarse por su incapacidad de lograr algo mas. Gustavo y Marta, por ejemplo, se separaron recientemente. Durante afios, cada uno era el mejor amigo del otro. Se Ilevaban de maravilla, nunca parecian pelearse, y hacian muchas cosas juntos. Eran la pareja por la cual todos apostaban, la que todos estaban seguros de que no se separaria. Después de que se separaron, hablé con ambos. Marta, la que decidié irse, ain describe a Gustavo como su mejor amigo. Pero su frustracién en la relacién, segun me dijo, era que ella y Gustavo eran “mas compajieros de cuarto que amantes”. Ella queria un amigo, pero también queria algo mas, y sentia que, por mds que lo intentara, no podia tenerlo con Gustavo. La relacién era calida, decia ella, pero nunea caliente. No habia pasion entre ellos. La descripcién de Gusta- vo de la relacién era similar a la de Marta. Pero é] estaba muy dolido por la decision de ella, para él inesperada e injustificada, de dejarlo. El pensaba que se amaban como en toda relacién duradera: segura- mente pudo haber intensa pasion al comienzo, pero, segun Gustavo, esa pasién mas adelante es reemplazada por amistad. Asi, cada miembro de la pareja definia de forma diferente lo que significa amar dentro de una relacién prolongada —una diferencia que Marta creia irreconciliable. Las relaciones que implican poco mds que pasi6n no son raras en absoluto. A veces, la pasidn es correspondida, y puede darse tanto dentro como fuera del matrimonio. Este es el caso de Teresa y Alfredo. Casados desde hace tres afios, se pelean constantemente y, en sus peleas, se propinan “golpes bajos” con frecuencia. (Irénicamente, Alfredo es un consultor cuyo trabajo es el de crear armonia dentro de grandes organizaciones). Si Alfredo y Teresa se quieren, lo ocultan muy bien a los ojos de los demas y aun ante ellos mismos. Les he preguntado a cada uno qué es lo que les mantiene juntos. “El sexo”, dice Alfredo, “el mejor sexo que jamds he tenido, y he tenido bastante”. Seguin Alfredo, él y Teresa se pelean aun cuando hacen el amor, y a él le gusta asi. Para él, eso resulta mds excitante. “El amor”, dice Teresa. “No nos Ilevamos bien, pero estamos locamente enamorados el uno del otro, desde hace tres afios. Incluso era asf cuando empeza- mos a salir. Nunca nos hemos llevado bien, pero es como un magne- tismo: somos polos opuestos que se atraen”. Muchas parejas permanecen unidas debido a un compromiso consciente —a veces un compromiso directo respecte a la otra perso- 63 na, y otras veces, un compromiso indirecto. En este ultimo caso, los miembros de la pareja pueden estar realmente comprometidos con la institucién del matrimonio, con mantener una familia unida, a causa de los hijos, para mantener la solvencia econémica, o por muchas otras cosas. Existen, por ejemplo, muchas parejas como Esteban y Dora. Dora manifiesta no sentir nada por Esteban. Alguna vez estuvo enamorada de él, pero ya no. Ha tenido la idea de dejarlo, pero lo mas probable es que no lo haga. {Por qué permanece junto a él? “Por los nifios”, dice ella (tienen dos), “y porque no tengo fortuna ni profesién. Podria intentar Hlevarle a juicio, pero lo perderia; 61 ha llegado a decirme que si alguna vez le dejo, no obtendré un centavo. Yo le creo. Simplemente, no puedo arriesgarme. Tal vez lo haria si fuese yo sola, pero no es asf. No puedo arriesgar a mis hijos”. Para Dora, lo que queda es el compromiso con un estilo de vida que ella siente que sélo puede tener si vive con Esteban. Los tamafios y las formas de los tridngulos pueden traducirse en los eventos cotidianos que disefian y son disefiados por las relaciones. Las relaciones en las que las personas estan diferentemente implica- das —diferentes tamafios de tridngulos— suelen fracasar porque el miembro menos vinculado siente que no puede darle al otro Jo que el otro desea, mientras que el miembro mas involucrado siente que el otro siempre estd retrayéndose e impidiendo que la relacién se desarrolle en todo su potencial. Si cada miembro de la pareja tiene un tridngulo de diferente forma, el resultado puede ser igualmente devastador. Si uno de los miembros de la pareja esta frustrado debido a la falta de intimidad, y el otro debido a la ausencia de pasion, es poco probable que exista un acuerdo —cuando la pareja intente hacer funcionar la rela- cién—. Cada uno desea algo que el otro no puede ofrecerle, y lo mas probable es que la pareja dé vueltas y vueltas tratando de hacer fancionar una relacién que fracasa debido a los diferentes “triangulos de amor” que cada uno desea. LOS MULTIPLES TRIANGULOS DEL AMOR German, a los treinta y seis afios, era razonablemente feliz y estaba ansioso por casarse. Pero aunque habia conocido a muchas mujeres no crefa que ninguna de ellas fuera adecuada para é1. Consideraba que tenfa altos ideales, y que ninguna de las mujeres que habja conocido podfa alcanzarlos. Germéan no podia imaginarse en una relacién permanente con una mujer que 64 no creyeraidénea para él. Ya que ninguna de las que habia conocido era lo que él queria. A] principio de algunas de sus relaciones, 6] habia creido encontrar lo que estaba buscando, para luego decepcionarse al conocer mejor ala mujer. Desesperanzado, se preguntaba si alguna vez hallaria a la mujer de sus suefios. Sus amigos le sugirieron que se planteara ideales mas razonables, pero él no crefa que los suyos fuesen irrazonables. Un matrimonio que representara un compromiso no podia ser un matrimonio para él porque siempre se preguntaria si habiendo esperado un poco mas no hubiera encontrado a la mujer que siempre habia estado buscando. El amor no solamente implica un tridngulo, sino mas bien, un gran numero de tridngulos, de los cuales sdlo algunos tienen un interés teérico y practico. Los tridngulos principales son los reales versus los ideales, los autopercibidos versus los percibidos por los demas, y los sentimientos versus las acciones. Tridngulos reales versus tridngulos ideales Existen, en una relacién fntima, no solamente el tridngulo que representa nuestro amor por la otra persona, sino ademas un tridn- gulo que representa al otro ideal de esa relacién. Este ideal puede estar basado, en parte, en la experiencia en relaciones previas del mismo tipo —nivel de comparacién de Thibaut y Kelley (como se plantea en las paginas 26 y 27)— y, en parte, en las expectativas de lo que puede ser una relacién intima.?' Las expectativas del potencial de una relacién pueden estar o no basadas en la realidad. La figura 2.7 representa cuatro de las posibles relaciones entre los tridngulos reales y los ideales. La primera figura muestra los triangulos reales y los ideales como coincidentes: en otras palabras, la relacién real corresponde esencialmente, en forma perfecta, al ideal para esa relacién. La segunda figura muestra un bajo nivel de compromiso: el tridngulo de la persona en la relacién real muestra niveles mas bajos de los tres componentes de lo que la persona idealmente desearia. La tercera figura muestra un alto nivel de compromiso: los niveles de los tres componentes son mds altos de lo que quisiéramos. El] cuarto tridngulo muestra ausencia de compromiso: aqui los niveles de intimidad y pasion son menores de lo que idealmente deseariamos, pero el nivel de decisién-compromiso es mayor que el deseado. Né6tese que mientras el segundo y el tercer tridngulo difieren principalmente en drea, el cuarto difiere principalmente en forma. 65 Intimidad Compromiso ideal Excesivo compromiso Ausencia de compromiso Figura 2.7 Relaciones entre los niveles reales e ideales de compramiso Por supuesto, es posible que difieran tanto en area como en tamanio, o en ninguno de los dos, como en el primer tridngulo. Nuestra investigacién sugiere que las dreas superpuestas entre los trisingulos reales y los ideales estan asociadas con la satisfaccién en las relaciones intimas, mientras que las dreas no superpuestas entre los dos tridngulos estan asociadas con la insatisfaccién.” En otras palabras, una vez mas, somos mas felices cuando el nivel de compromiso se aproxima a lo que deseamos, ni mas ni menos. 66 Intimidad Compromisos perfectamente concordantes Pasién Decision’ Compromiso Compromisos préximamente concordantes Compromisos moderadamente discordantes Compromisos gravemente discordantes Uno mismo .._...... El otro Figura 2.8 Relaciones entre el grado de compromiso de dos individuos en una relacién. Auto-percepcién versus exo-percepcion de los tridngulos Finalmente, es posible distinguir entre la auto-percepcion (la forma en que nosotros percibimos las cosas) y la exo-percepcién (la forma en que nuestra pareja percibe las cosas) de los tridngulos. En una relacién amorosa, tenemos un tridngulo que representa nuestro amor por la otra persona. Sin embargo, no existe garantia de que este tridngulo que representa nuestros sentimientos sea experimentado por la otra persona en la misma forma que lo experimentamos nosotros. Debido a que el otro miembro de una relacién amorosa puede no percibir nuestro nivel de los tres componentes del amor, de la misma manera que nosotros percibimos nuestro compromiso, 67 puede haber discrepancias entre la auto-percepcidn de uno de los tridngulos y la percepcion del otro. La figura 2.8 muestra dos niveles posibles de discrepancia —uno menor y uno mayor— entre la auto y la exo-percepcién de los tridngulos. Tridngulos de sentimientos versus tridngulos de acciones Carlos habia jurado a Lucia que ella era todo para él, que su vida no significaba nada sin ella. Al principio, ella estaba muy complacida con sus promesas. Ella queria un hombre que la considerara una prioridad en su vida. Pero, al pasar el tiempo, las promesas comenzaron a debilitarse, porque, aunque Carlos decia que Lucia era lo mas importante en su vida, ella sentia que él no actuaba como si asi fuese. El viajaba mucho, y cuando no estaba fuera, siempre parecia tener cosas que hacer que eran mas importantes que estar con Lucia. Carlos y Lucfa hablaron acerca de lo que ella sentia, y él le aseguré que él comprendia por qué ella sentia eso —pero también que estaba malinterpretando sus actos porque ella seguia siendolo mas importante para él. Al mismo tiempo, sin embargo, él tenfa otras responsabilidades que, simplemente, no podia dejar de lado. Por ultimo, Lucia decidié poner fin ala relacién: incapaz de reconciliar la actitud de Carlos con sus palabras, ella decidié que las actitudes son mas importantes que las palabras. El caso de Lucia y Carlos demuestra que los sentimientos y las actitudes pueden ser divergentes. Pueden existir numerosas fuentes de discrepancia entre los sentimientos de una persona por otra y el modo en que la otra persona percibe esos sentimientos. Pero casi siempre, una de las fuentes mds poderosas es la incapacidad de expresar plenamente el amor mediante las actitudes. Una cosa es sentir de un modo determinado, pero otra completamente distinta es expresar esos sentimientos, y solemos fracasar al intentar comunicar esos sentimientos debido a nuestra incapacidad o aversién por mos- trar nuestros sentimientos amorosos. Otra fuente de discrepancia es el hecho de que ciertos actos realizados por una persona para demos- trar amor pueden no ser percibidos por la otra como tales, 0 pueden pasar completamente inadvertidos. Esta discrepancia puede deberse a un entorno 0 a una educacién diferentes, mediante los que las personas llegan a comprender las conductas que representan ciertas cosas. Esta situacién es mds evidente en parejas que proceden de diferentes entornos culturales o religiosos, en los que el esquema de una relacién intima puede ser especial. En otras palabras, una accién 68 ealizada por una persona que seguin su educacidn representa un acto de amor, puede ser vista por otra como fria o carente de significado. Consideremos por ejemplo el amor fisico. Para algunas personas, el amor fisico es un ingrediente crucial del amor romantico; para otras, no lo es. Cada uno de los tres componentes del amor se expresa a través de acciones particulares. Por ejemplo, podemos expresar la intimidad comunicando nuestros sentimientos intimos, promoviendo el bienes- tar del otro, compartiendo nuestras posesiones, nuestro tiempo y nuestro ser; expresando simpatia por el otro, y ofreciéndole apoyo emocional y material. Algunas formas de expresar la pasién incluyen el besarse, abrazarse, contemplarse, tocarse y hacer el amor. Algunas formas de expresar Ja decisién-compromiso incluyen el jurarse fide- lidad, mantener una relacién en tiempos dificiles, el compromiso y el matrimonio. Por supuesto, las acciones que expresan un componente particular del amor pueden variar levemente de una persona a otra, de una relacién a otra y de una situacién a otra. Sin embargo, es importante considerar al amor tal como éste se expresa a través de la accién, puesto que las acciones tienen mucha repercusion en Ja relacién. En primer lugar, las acciones pueden afectar el nivel de los tres componentes, Seguin la teoria de la auto- percepcioén, nuestros sentimientos y pensamientos pueden ser afecta- dos por nuestras acciones asi como nuestras acciones pueden ser afectadas por nuestros pensamientos y sentimientos.”? En otras palabras, e] modo en que las personas actuan modela el modo en que sienten y piensan, posiblemente tanto como el modo en que sienten y piensan modela el modo en que actuan. En segundo lugar, ciertas acciones conducen a otras acciones. En otras palabras, el actuar de ciertas maneras tiende a producir otras acciones relativas y, asi, a construir una red de acciones. El expresar nuestro amor a través de la accién puede conducir a expresiones de ese amor a través de la accién, mientras que el fracaso de la auto-expresién puede conducir a posteriores fracasos de ese tipo. En tercer lugar, el modo en que actuamos suele influir en lo que el otro piensa y siente por nosotros. En otras palabras, puede esperarse que nuestras acciones tengan efecto en el tridngulo del amor de la otra persona por nosotros. En cuarto y ultimo lugar, nuestras acciones incidiran casi inevitable- Mente sobre las acciones del otro, conduciendo asi a una serie mutuamente reforzadora de secuencias pareadas de accion. Asf, una teoria sobre el amor implica no solamente a los miembros 69

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